Día de la No Violencia a las Mujeres: habrá concentraciones y marchas en Argentina

Día de la No Violencia a las Mujeres: habrá concentraciones y marchas en Argentina

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En el marco del Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer, en distintos puntos del país habrá movilizaciones este viernes y sábado con consignas centradas en sostener políticas públicas de prevención y acompañamiento a sobrevivientes de situaciones de violencia. Además, habrá una acción global en solidaridad con Palestina por las víctimas del terrorismo del Estado de Israel.

Con motivo del “25N”, el Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer, en distintos lugares de la Argentina habrá movilizaciones este 24 y 25 de noviembre con consignas basadas en sostener políticas públicas de prevención y acompañamiento a sobrevivientes de situaciones de violencia. La fecha rememora el asesinato de las hermanas Mirabal en 1960 en República Dominicana, durante el régimen de Rafael Trujillo.

Entre las consignas que nuclean las convocatorias se encuentran: “Ni un paso atrás”, “Ni un derecho menos, ni un ajuste más”, “Nos tenemos” y “En defensa de nuestros derechos”. En la Ciudad de Buenos Aires se realizará una concentración desde las 16 horas en la Plaza del Congreso donde habrá una lectura de documento, intervenciones culturales y a las 17, un pañuelazo, en el marco de una jornada de lucha contra el abuso sexual a infancias y adolescencias.

En este sentido organizaciones como “Ni Una Menos” y “Yo sí te creo” en la convocatoria sostuvieron: “Juntes somos poderoses! Resistimos desde la alegría, el abrazo, el encuentro”. A su vez, el próximo sábado a las 15 tendrá lugar una movilización desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo. En paralelo desde la organización Pan y Rosas mencionaron: “Sabemos cómo hacerle frente a los dinosaurios como (Javier) Milei, estamos siempre en primera línea. Por eso, a la derecha se la enfrenta en la calle y organizadxs. Decimos ni un derecho menos, ni un ajuste más!”.

Además este día el colectivo Atravesados por el Femicidio hará una concentración de 10 a 17 en el Congreso. Desde la agrupación señalaron: “Invitamos a la sociedad toda a que nos acompañen en esta jornada de visibilización en la que estamos convencidos que la lucha contra la violencia es entre todos y todas. Solo así podremos lograrlo”.

En La Plata, Berisso y Ensenada marcharán el próximo sábado a las 16.30 por el centro de la ciudad capial bajo la consigna “basta de feminicidios” y “ni un derecho menos, ni un ajuste más”. Les y las organizadoras agregaron: “Porque seguimos Defendiendo los Derechos ganados en las calle, Mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries salimos a gritar bien fuerte: Ni Un Paso Atrás”.

Un comunicado de la Multisectorial sostuvo: “Organizadas, organizades, en red más que nunca para hacer frente a quienes llegan con sus políticas de odio, a profundizar el extractivismo, el saqueo, la pobreza”.

Al respecto, Revista Trinchera diálogo con la participante de la Asamblea Feminista de La Plata, Berisso y Ensenada y la Secretaria de Comunicación de la Corriente Nuestra Patria (CNP), Sol Castillo, quien sostuvo: “Nosotras vamos a terminar en Tribunales en 8 y 50, haciendo un señalamiento al Poder Judicial. Van a estar encabezando las familias de víctimas de feminicidios y travesticidios. Es importante movilizar en conjunto, porque hay que estar unidas para lo que se viene”.

“Más allá de que todavía no asumió Milei, la historia demuestra qué es lo que implican las políticas que viene a proponer. Ya hizo algunos planteos con respecto a algunos derechos y a achicar el Estado. Sabemos que el ajuste que se va a venir va a golpear duro y como siempre decimos, va a repercutir más a las mujeres y a las diversidades”, sostuvo Castillo y agregó: “También lo que pasó con el resultado de estas elecciones es que se legitima la violencia política como respuesta, por eso es importante ser muchas en las calles, movilizar juntas para cuidarnos y volver a estar más atentas”.

Movilizaciones en diferentes puntos del país: 

En la Ciudad de Córdoba, la convocatoria está prevista para el viernes a las 18 en el cruce entre Colón y Cañada, bajo el lema “A las calles contra la ultraderecha, los negacionistas y el FMI. Abajo el genocidio al pueblo palestino”. El mismo día también tendrá lugar una movilización en Posadas, capital de Misiones, donde está convocada una concentración a las 17 en Santiago del Estero y Junín.

En tanto, el Movimiento de Mujeres y Diversidad de Mar del Plata y Batán convocó a una “jornada de lucha” a partir de las 17 en el Monumento a San Martín, que contará con testimonios de víctimas de violencia machista, la lectura de documento “que expresa la posición política de este movimiento ante la coyuntura de nuestro país” y una movilización a partir de las 18.

En Jujuy, la movilización partirá el viernes a las 17 desde la plaza central de la ciudad, a donde retornarán luego para llevar adelante un recital a cargo de la Red de Músicas de Jujuy, previsto a partir de las 19 con un cierre que contará con la presentación de Kullakas Warmi Sikuris, Noelia Gareca, La Flor del Chañi, Dani García y las Venus del Monte, Wara Kalpanchay, Fabiola Vilte, Euge Mur y las Cantoras del Alto, Kumbia Mer, Antonella Correa, Malka Mercado, Huayra Awka, Fusionada, Flor Cari y Sol Álvarez.

Al respecto, la Multisectorial de Mujeres y Disidencias de Jujuy remarcó: “En un momento en que nos dicen que todo se vende y se compra, que el Estado debe reducirse y no incidir en nada, que no hay otro camino que el ajuste y el despojo, desde el movimiento de mujeres levantamos las banderas por nuestros derechos, por el derecho a peticionar sin represión, por seguir conquistando derechos”.

Asimismo, la organización pidió el “mantenimiento del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad”, la permanencia de los “subsidios para víctimas de violencia machista y del programa de promotoras en violencia de género”, la prórroga de la ley provincial Iara, de emergencia en violencia de género, y presupuesto acorde para terminar con la crisis en el abordaje de la problemática en la provincia.

Por su parte, el sábado serán también las concentraciones en San Fernando del Valle de Catamarca a las 20 en Plaza 25 de Mayo y en San Miguel de Tucumán a las 17 en Plaza Urquiza. Asimismo, en el sur del país, las movilizaciones tendrán lugar este sábado a las 17 en el Monumento San Martín (Neuquén), en la Plaza de los Próceres a las 16 (Zapala) y a las 17 en el Monolito de Cutral Co.

El lunes 27 de noviembre a las 17 tendrá lugar la movilización en la ciudad de Santa Fe desde Plaza del Soldado hasta Plaza 25 de Mayo; mientras en Rosario la concentración será el próximo sábado a las 16.30 en Oroño y el río. 

Por ultimo y para destacar diferentes organizaciones sociales participaran el 25 de noviembre de una acción global que “será en solidaridad con Palestina, teniendo en cuenta que además el mayor número de víctimas del terrorismo del Estado de Israel es hacia las mujeres y hacia las niñeces. Va a haber una acción en común en todas las movilizaciones que se den ese día en todo el mundo en solidaridad con Palestina. Y esa consigna también va a estar presente en La Plata y en las distintas movilizaciones” concluyó Castillo.

Todo comienza desde abajo

Todo comienza desde abajo

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Queremos una Argentina pacífica, poderosa y soberana y una masa de trabajadores unida y feliz como ninguna en el mundo. queremos el bienestar de los trabajadores, la dignificación de los humildes y la grandeza de esta patria que Perón nos ha dado y que todos debemos defender como la más justa, la más libre y la más soberana de la Tierra.

Evita

Como todo en esta vida, incluso hasta es una explicación física, toda construcción comienza desde los cimientos. Nada se sostiene sobre una nube mirando desde el cielo y difícilmente muches de nosotres veamos lleguemos a ver que suceda lo contrario, pese al acelerado avance de la tecnología.

Los edificios comienzan a construirse cavando un pozo para instalar lo que serán sus pilares, y recién luego de ello se construye la base desde donde se sostendrá. Con las casas pasa algo similar, se empareja la tierra, se arma una base de concreto y desde allí comienzan a levantarse sus paredes.

Incluso la vida animal o vegetal comienza desde abajo, desde depositar una semilla en un pequeño pozo para que ésta eche raíces y comience a crecer entonces el tallo, luego las hojas y recién al final su flor o fruto.

Bueno, todas éstos ejemplos o metáforas sirven para afirmar que en la vida social también todo comienza desde abajo, desde las bases, y es algo que cualquiera que pretenda inmiscuirse en la vida política de su país, debería saber. Porque para que alguien llegue a ocupar el piso más alto de un edificio y ser el CEO, gerente o director de tal o cual multinacional, primero existieron cientos o miles que construyeron ese edificio, que trabajaron para que un pequeño emprendimiento se convirtiera en una PyME, luego en gran empresa nacional para recién luego terminar expandiéndose a otros mercados transformándose en multinacional.

Nada crece desde la cima, pese a que algunes nazcan en cuna de oro y disfruten de miles de oportunidades que millones de otras personas nunca jamás imaginarán. Como tampoco nada sucede sin esos millones de nadies de los que hablaba Galeano en sus escritos, los explotados y vilipendiados que este sistema intenta negar, invisibilizar y seguir saqueando.

El mejor ejemplo de que hay que comenzar por los de abajo lo dio Perón. Según el estadista argentino, cuando llegó al gobierno la primera gran reforma de fondo que se hizo fue la construcción e implementación del Estatuto del Peón Rural. Según narraba el general en 1973, en una exposición en la sede de la Central General del Trabajo, en el 45 los trabajadores rurales estaban desorganizados y dispersos, el país casi no tenía industrias (ero había pocos obreros urbanos) motivo por el cual lo primero que había que hacer era consolidar una organización de los trabajadores rurales y de los trabajadores urbanos, y todo el avance en materia productiva iba acompañado de políticas sociales. Porque como él mismo ejemplificaba “para comer guiso de liebre, primero hay que tener la liebre”.

Claramente la situación de hoy no es la misma, desde aquel entonces pasaron 2 dictaduras, gobiernos neoliberales y la destrucción casi total de lo que Perón y Evita construyeron en sus años al frente de la conducción del gobierno argentino. Pero los principios siguen siendo los mismos: hay que arrancar por abajo.

Las dictaduras militares de los 70 -no sólo en Argentina- lo que buscaron destruir fueron esos principios: la organización del pueblo y colateralmente los derechos conquistados por el pueblo. La globalización y los gobiernos neoliberales buscaron profundizar esa matriz e imponer una única forma, ya no sólo de distribución de la renta, sino de la forma de comprender la vida política, económica, cultural, judicial, entre un largo etcétera.

Hoy ese rol de digitador del modelo a seguir son las grandes multinacionales farmacéuticas, de hidrocarburos y armamentísticas; la banca internacional; las corporaciones financieras; y fundamentalmente las corporaciones tecnológicas.

Las lógicas de producción y de consumo cambiaron radicalmente, no sólo por los tiempos de producción o por la cantidad y la formación de los obreros que trabajan en esas áreas, sino porque algo producido en la otra punta del mundo puede ser comprado por cualquiera de nosotres con un par de clicks.

No son poques les analistas que sostienen que aquel sueño del pleno empleo y del fifty-fifty ya se volvió inviable. Esta afirmación se sostiene precisamente en estos cambios en las lógicas de producción y consumo que hoy utilizan mucha menos mano de obra, suele ser más calificada y hay una participación mucho mayor de la robótica o maquinaria automatizada que ensambla productos que antes requería de miles de manos y de mucho más tiempo.

Entonces qué hacer con esa masa de obreros urbanos y rurales que hoy no encuentran empleos formales, que sólo pueden acceder a un trabajo si se lo inventan o si hacen chángas mal pagas, en la informalidad total, sin absolutamente ningún derecho y teniendo que trabajar más de 10 o 12 hs al día para medianamente sobrevivir.

Simple, hacer lo que hizo Perón: empezar desde abajo. Con la salvedad que muchas de esas compañeras y compañeros hoy están organizades, lo cual haría mucho más sencillo el camino, al menos desde sus potencialidades. La dificultad ahora estará dada por aquellos que desprecian al pobrerío, que si pudiesen lo exterminarían con sus gestapos, que tienen enquistados a sus alfiles en el poder judicial, en los medios de (in)comunicación, y que responden a intereses foráneos, parafraseando a la compañera Evita.

La tarea del presente es dar voz, voto y derechos a les descamisades actuales, a les que en plena oleada neoliberal y en cuanta crisis hubo, se las rebuscaron para seguir adelante, que se organizaron y lucharon para conquistar derechos. Aquel Estatuto del Peón Rural de Perón, hoy sería equivalente a crear un ministerio de la Economía Popular, a conformar un Salario Básico Universal, a garantizar el acceso a la tierra no sólo para les pequeñes productores rurales, sino para les otres muches que de poder tener su pequeña parcela de tierra seguramente producirían alimentos que podrían frenar la especulación y la inflación galopante actual.

La tarea sería generar la Gran Misión Vivienda Argentina, al mejor estilo del Comandante Chávez, y desde el estado construir millones de hogares ya no para la especulación inmobiliaria, sino para que las familias argentinas puedan tener su casa propia.

Pero nada de esto se puede hacer sin el pueblo movilizado. Nada de esto se puede hacer sin un gobierno fuerte y con voluntad política para avanzar en esta dirección en lugar de seguir los lineamientos de las grandes potencias extranjeras. Nada de esto se puede lograr sin cortar de cuajo el saqueo permanente de nuestros bienes estratégicos como el agua, los hidrocarburos, o minerales como el litio (no por nada lo llaman “el oro blanco”). Nada de esto se puede hacer con un poder judicial corrupto, con corporaciones mediáticas que siguen recibiendo pauta oficial mientras los medios populares tienen que hacer malabares para poder sostenerse al aire. Nada de esto se puede lograr sin un fomento real y efectivo sobre el trabajo cultural que hacen miles de artistas, o el fomento al deporte a través de los miles de clubes de barrio, o mejorar las condiciones estructurales de la educación pública.

La tarea sigue siendo la misma: construir organización y poder popular para que esa “realidad efectiva” de la que habla la marcha, vuelva a ser una parte de la vida cotidiana para el pueblo trabajador. Porque sin poder popular, no hay justicia social.

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

El continente está viviendo todas las formas de golpismo

El continente está viviendo todas las formas de golpismo

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Estamos a pocos meses de que se cumpla una década desde que se hizo visible que Estados Unidos ya no era la potencia hegemónica que todo lo domina. Allá por 2002, Rusia derribaba misiles norteamericanos dirigidos hacia Siria. Ese hecho marcó lo que se conoció como “el Techo Sirio”, una muestra de músculo militar ruso que ponía fin a las bravuconadas gringas, dando impulso a que poco a poco se comience a hablar de la multipolaridad.

Desde aquellos años a inicios de siglo, la República Popular China ha avanzado significativamente como potencia productiva a nivel global, algo que se explicó en varias oportunidades y que a la fecha parece imposible dar marcha atrás.

Así las cosas y sin entrar en demasiado detalle, quedaba al descubierto que EEUU ya no era ni militar ni económicamente el país hegemónico que había sabido ser. Sumado a ello, también desde inicios de siglo, Nuestra América vivió experiencias de gobiernos populares, progresistas o revolucionarios que cambiaron la ecuación histórica del continente. Y si bien durante un breve período se vivió eso que García Linera llamó “corta noche de verano neoliberal”, la rueda siguió girando y parece venirse una segunda oleada de gobierno progresistas, populares y/o revolucionarios.

Lo señalamos en anteriores momentos y volvemos a insistir: Nuestra América es un territorio en disputa entre la vida y la muerte, entre la opresión y la liberación, entre la recolonización y esa tan ansiada y anhelada segunda y definitiva independencia.

El combo de todos los escenarios antes mencionados da cuanta del retroceso hegemónico de EEUU, pero ello, más allá de que a largo plazo podría ser algo bueno, en el corto o mediano puede generarnos muchos dolores de cabeza. EEUU es una bestia herida y acorralada que lejos de apichonarse saca sus garras y sacude manotazos de ahogado intentando retener aquello que pueda y lo que no, no importa si se destruye. Eso es lo que el mundo observó en Afganistán, en Irak, en Siria, en Yemen y lo que hoy se grafica con los ataques permanentes a Venezuela, Nicaragua y Cuba.

Biden es más de lo mismo, o peor…

Joe Biden llegó a la presidencia de los EEUU argumentando en su campaña que retomaría la agenda instalada por Obama (cuando él era su vice) y que fue interrumpida con la llegada del magnate de peluquín Donald Trump.

La realidad dista mucho de lo que prometió: las agresiones contra Rusia y China continuaron, las sanciones unilaterales contra Irán, Nicaragua, Cuba y Venezuela continuaron, los intentos de interferir en asuntos internos de otros países continuaron (y continúan).

Respecto de Rusia y de China, Biden parece estar dispuesto a “quitar” el terreno ganado por estas potencias, ya sea con hostigamiento mediante la OTAN, con sanciones y/o guerra comercial o bajo la diplomacia de la compra de conciencias como está intentando hacer ahora con una Europa, que se distanció luego de la gestión Trump. Hasta ahora han sido solo bravuconadas, pero nunca hay que confiarse.

Sincronizando motores contra “el eje del mal”

En cuanto a Nicaragua, Cuba y Venezuela, la política de hostilidades nunca paró desde que el vice de Obama llegó al Despacho Oval. En todos los casos fueron múltiples las formas de agresión: intentos de intervención con mercenarios, bloqueo económico y financiero y/o sanciones, campaña mediática de desprestigio, etc. etc. etc. Todo vale si se trata de aplastar a quien los enfrenta.

La última jugada que se vio fue el nado sincronizado de todos los medios pro-imperiales intentando hacernos creer que en Cuba hay una dictadura, que por culpa del gobierno hay desabastecimiento de productos básicos, que se corta la electricidad, o que el conjunto del pueblo cubano quiere poner fin a la “dictadura castrista” instaurada hace más de 60 años por Fidel Castro Ruz.

Tal como lo afirma el filósofo mexicano especialista en comunicación, Fernando Buen Abad, lo que sorprendió fue que en gran parte de los medios de comunicación pro imperiales se habló al mismo tiempo y utilizando casi las mismas imágenes de las manifestaciones opositoras en Cuba. Lo que no importó a nadie es que muchas imágenes eran de manifestaciones en Miami, de movilizaciones de años anteriores, de movilizaciones de apoyo a la revolución cubana, o incluso movilizaciones que sucedieron en Egipto.

Todo es válido para las administraciones norteamericanas si se trata tomarse revancha con ese heroico pueblo cubano que pese al bloqueo y a la infinidad de intentos estadounidenses de derrocar a su gobierno, resistió, resiste y seguirá resistiendo. Habrá que ver si utilizan el mismo guion que pretendieron usar en Nicaragua o Venezuela (pero que antes utilizaron en Afganistán, Irak y Siria), bajo el argumento de supuestas violaciones a los derechos humanos, o de “proteger la democracia” y llevar la libertad a ese pueblo.

La región demuestra cansancio del neoliberalismo y disposición de lucha

EEUU sabe que está actuando a contrarreloj: China sigue creciendo y ampliando su base de influencias (incluso en Nuestra América), Rusia hace lo propio y mediante la geopolítica de las vacunas fortaleció sus vínculos con los 5 continentes, y el escenario regional parece acompañando esos cambios globales. México, Bolivia, Argentina con gobierno populares, Chile y Perú encaminados en el mismo sentido, Brasil y Colombia con elecciones generales el año que viene y con posibilidades de cambio de gobierno en ambos países. Incluso el magnicidio del presidente de facto haitiano Jovenel Moïse puede leerse en la misma clave.

Con la llegada de Biden continuaron las triquiñuelas para desestabilizar a gobiernos populares, progresistas y revolucionarios de la región. Si cambian el gobierno en Chile y asume una propuesta progresitas, si asume finalmente Pedro Castillo en Perú y si en las elecciones de Brasil y Colombia pasa lo propio, el subcontinente suramericano dará nuevamente un vuelco de 180 grados, podrá consolidarse esa segunda oleada popular que ya no podrá ser controlada de la misma manera por el país del norte. Lo saben y actúan en consecuencia para evitarlo.

Por ello la represión brutal en Chile, por eso el desconocimiento de los resultados en Perú, por eso las agresiones a Cuba, Nicaragua y Venezuela, por eso la manera de actuar de la derecha en Argentina y México. Como dijo recientemente Buen Abad, “el continente está viviendo todas las formas de golpismo”, poder verlo y tener respuestas rápidas y masivas ante estas agresiones es lo único que nos permitirá avanzar en la defensa de nuestra soberanía y de nuestros intereses.

Los EEUU han demostrado a lo largo de su historia como nación que son capaces de hacer las peores atrocidades con tal de obtener lo que quieren y saben que si no controlan este continente, que es nuestra patria común, no tienen chances de vencer geopolíticamente a potencias emergentes como Rusia y China.

Hace algunas semanas lo decíamos: “no hay peor siego que el que no quiere ver”. El problema es que la bestialidad imperial no tiene límites y si alguna región del mundo lo sabe, es Nuestra América. Si queremos vencer, necesitamos Unidad, unidad y más unidad para derrotar a la bestialidad imperialista y sus acólitos locales.


Otras referencias:
https://www.alainet.org/es/articulo/213029
https://www.jornada.com.mx/2021/07/15/mundo/022a1mun
https://www.alainet.org/es/articulo/213080
https://misionverdad.com/globalistan/usaid-promueve-y-encubre-golpistas-en-cuba
https://estrategia.la/2021/07/14/cuba-nueva-hora-de-definiciones/
https://revistatrinchera.com/2020/05/23/ellos-tienen-los-fierros/
http://www.granma.cu/fake-news/2020-05-18/algunas-verdades-sobre-las-falsedades-18-05-2020-01-05-57
https://www.alainet.org/es/articulo/213007
https://misionverdad.com/ivan-duque-amigo-del-reclutador-de-mercenarios-colombianos-en-haiti
https://estrategia.la/2021/06/23/papeles-para-dialogo-concentracion-mediatica-colonialismo-cultural-y-terrorismo-comunicacional/

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

“Es tiempo de que las élites exasperadas entiendan que no están entendiendo”

“Es tiempo de que las élites exasperadas entiendan que no están entendiendo”

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Nuestra América está atravesando un año electoral que podría tener como resultado un giro de 180 grados en muchas de sus latitudes. Se ha dicho en artículos anteriores, pero la situación de hartazgo de pueblos como el chileno, el colombiano o el peruano, pueden continuar los pasos de México, que en 2018 comenzó las transformaciones institucionales que su pueblo reclamaba. Reformas y cambios que otros países de la región vivieron a principios de siglo.

La primera oleada

La llegada de Chávez al gobierno en Venezuela sería el puntapié de esa primera oleada progresista que comenzó a finales de los ’90. Gobiernos como el de Néstor Kirchner y Cristina Fernández en Argentina, la llegada de Lula al gobierno de Brasil, Rafael Correa en Ecuador o Evo Morales en Bolivia, pintaron de políticas progresistas y revolucionarias el panorama nuestroamericano.

Presidentes de la primera oleada de gobiernos populares del siglo.

Pero la derecha se reorganizó  y comenzó a horadar paulatinamente a esos gobiernos. Lo señalábamos en artículos anteriores: la derecha no tiene proyecto propio que incluya a las grandes mayorías. La responsabilidad y la culpa de todo siempre está puesta en los pueblos por considerarlos vagos, haraganes o indomables. Ellos nunca tienen la culpa.

Utilizaron todo su arsenal: la complicidad de los poderes judiciales, el asesinato selectivo, el lawfare, la mentira mediática y operaciones de prensa complementadas con trolls en redes sociales y todo lo que tuviesen a la mano para conquistar ese objetivo. Así, aunque de diferentes maneras, llegaron al poder en Argentina, Ecuador, Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia, El Salvador y Honduras. Lógicamente Venezuela, Cuba y Nicaragua resistieron y siguen resistiendo en la actualidad.

El caso mexicano

Pero la llegada de Andrés Manuel López Obrador al gobierno mexicano comenzó a revertir esa avanzada de la derecha regional. Luego se sumó el retorno del peronismo al gobierno argentino, la derrota del golpe en Bolivia y el retorno de Evo a su patria.

Desde entonces con firmeza y respaldo político de sus pueblos, los gobiernos de México, Argentina y Bolivia han avanzado en recomponer los destrozos hechos por las administraciones de derecha. En el caso mexicano AMLO tiene el enorme desafío de revertir cuatro décadas de neoliberalismo y crimen organizado, tarea titánica si se entiende que su vecino EEUU intentará evitarlo, pese a declarar públicamente que tiene intenciones de tener buenas relaciones con su vecino del sur.

Mexico’s new President Andres Manuel Lopez Obrador in Mexico City, Saturday, Dec. 1, 2018. (AP Photo/Moises Castillo)

Muchas veces se ha dicho y muches autores lo han sostenido: llegar al gobierno no es sinónimo de llegar al poder. El ejecutivo de un país es simplemente una porción de ese poder. Otro tanto lo tienen los medios de comunicación, otra porción está en manos de las instituciones judiciales, otra en manos de los sectores concentrados de la economía y así se podrían seguir mencionando actores de ese mapa a lo Game of Thrones.

López Obrador dijo desde el día cero de su campaña que “la prioridad son los pobres” y tal como lo había anunciado así fue como avanzó cuando llegó al ejecutivo mexicano. Y si bien es lógico que en dos años y medio no se puedan revertir décadas de neoliberalismo, los avances han sido significativos.

Pero como en todo proceso de cambio, los sectores conservadores, las oligarquías, las multinacionales y poderes foráneos están interesados en que nada cambie, o más bien que ninguno de esos cambios vayan en su contra.

Lógicamente se podría hacer una lista de las políticas lanzadas por AMLO, pero ese no es el interés de estas líneas. Lo importante es lo que se nos viene: las elecciones de medio término.

Elecciones federativas de medio término

Este 6 de junio, al mismo tiempo que en Perú se realizará la segunda vuelta presidencial, el pueblo mexicano irá a las urnas a expresar su voluntad. Y si bien hay un referéndum programado para marzo del 2022, la oposición del PRI, PAN y PRD lo ha adelantado de hecho convirtiendo el voto del 6 en un simple “si” o “no” a la continuidad de la 4T.

Está más que claro que esto sucede dado que lo que está en disputa no son sólo las 500 bancadas de los diputados federales del Congreso de la Unión, sino los más de 21 mil cargos de elección popular entre los que además se encuentran 15 gobernaciones, más de mil cargos en congresos locales, 17 mil ayuntamientos y más de 1900 presidencias municipales.

Está claro que la frutilla del postre son las diputaciones federales, dado que de obtener la mayoría, la oposición podría bloquear las iniciativas de transformación planteadas por AMLO.

Y el final de esta campaña electoral se está dando en medio de la pandemia, de una escalada de la violencia de los cárteles que ya se cobró la vida de más de 200 candidatos y candidatas, y de las operaciones permanentes de los medios, la complicidad judicial y la manifiesta parcialidad del Instituto Nacional Electoral volcado en su totalidad contra el gobierno de Morena.

Lo que no termina de entender la elite mexicana y extranjera es que los pueblos ya están hartos de tanto maltrato y despojo de sus derechos. Eso es lo que explica que más de dos tercios del pueblo mexicano aún sigan respaldando a Andrés Manuel pese a que los avances no han sido lo rápido que se hubiese querido.

No es sólo México

Pero como se señalaba al inicio de estas líneas, las palabras de Marcelo Ebrad, no sólo explican lo que sucede en México, también dan en el clavo con lo que sucede en otras partes del continente. Allí tenemos las movilizaciones masivas en Chile, Colombia y Haití, pueblos que pese a la pandemia salieron a las calles y están comenzando a tumbar al neoliberalismo en sus países.

Les chilenes ya dieron un gran paso con la elección mayoritaria de sectores progresistas tanto para la redacción de su nueva Carta Magna, como en la elección de alcaldes en ciudades importantes del país.

Los pueblos colombiano y haitiano siguen en las calles pese a la brutal represión de gobiernos reaccionarios cuasi dictatoriales. Y seguirán estando en las calles porque su destino depende de esa prepotencia militante, de esa mística revolucionaria y popular.

Y en el mismo camino se puede hablar de Perú, un pueblo históricamente castigado por las políticas neoliberales y saqueado por sus oligarquías en asociación directa con el imperio y sus multinacionales de la rapiña y el saqueo. Un docente rural y sindicalista como Pedro Castillo se enfrenta hoy a la hija del dictador Fujimori, un emblema de la derecha empresarial y corrupta más reaccionaria del continente.

Así las cosas, la derecha está mostrando sus dientes cual bestia herida de muerte y arrinconada. Saben que de llegar gobiernos populares, progresistas o revolucionarios a sus países comenzarán a perder sus privilegios, además de que su amo, EEUU, comenzará con los gritos porque “se le desordenó” lo que entienden es su “patio trasero”.

Nada de lo que suceda este año será menor, desde las elecciones de la constituyente en Chile, pasando por los alzamientos populares en Colombia y Haití, o la recuperación de los sectores populares en países como Paraguay, Uruguay, Brasil y Ecuador, hasta las elecciones de medio término tanto en México como en Argentina. Sea en las urnas o en las calles, el destino de Nuestra América está en manos de la lucha popular y de la consolidación de una nueva oleada progresista, que nos encuentre nuevamente unides y nos deposite un paso más cerca de nuestra segunda y definitiva independencia.

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

La ronda que las vio nacer

La ronda que las vio nacer

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¿Cuál habrá sido la pionera? ¿Cuál, de todas ellas, la primera en levantar la voz y gritar que su hijx faltaba? ¿Cuántas lo estarían haciendo solas, encerradas en sus casas, sin tener a nadie a quien ir a pedirle respuestas? ¿En cuántas comisarías del país andarían otras, gritando que a su hijx se lo habían llevado, mientras tipos de traje contestaban muy tranquilos que “seguro ya iba a volver”, que andaría paseando por algún lado, que vaya a su casa y espere tranquila?

Dicen que fueron catorce la primera vez, catorce locas gritando que les faltaban sus hijxs. “Individualmente no vamos a conseguir nada. ¿Por qué no vamos todas a Plaza de mayo? Cuando vea que somos muchas, Jorge Videla tendrá que recibirnos”. Atrevida, Azucena Villaflor lanzó la propuesta y ninguna le dijo que no. ¿Cómo no iban a ir? Sus hijxs faltaban, y nadie les decía nada. 

No era momentos para gritos, y mucho menos para gritos como estos. Apenas un mes antes, el 24 de marzo, el más atrevido de todos, Rodolfo Walsh, quiso decir algunas cosas y escribió, desde la clandestinidad, una carta larga y punzante, diciendo lo que nadie quería escuchar. “Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror”. Valiente, certero, golpeaba al poder otra vez en donde más le dolía: haciendo circular la información. El terror, como él siempre ha dicho, se basa en la incomunicación.

Sin embargo, otra vez, no era momento para gritos como estos: Walsh desapareció el 25 de marzo, un día después de publicar su carta.

“¿Y si a nosotras nos pasa lo mismo?”, quizás preguntó alguna. Y si no se dijo en voz alta, por dentro todas lo pensaron. Pero sus hijxs faltaban, había poco que discutir.

Así que fueron catorce la primera vez. Era un jueves y hacía calor, y catorce mujeres interrumpieron con sus pañuelos en el medio de la plaza gritando que sus hijxs no estaban en sus casas. La policía las escuchó, y acudió a sus gritos: “Tienen que circular, señoras. No se pueden quedar acá reunidas. Si hacen eso, se van a tener que retirar”. Otra vez, no eran momentos para mucho grito.

Ninguna de las catorce se fue, y despacito, agarradas de la mano, empezaron a caminar alrededor de la pirámide de Mayo, gritando que sus hijxs faltaban, y pidiendo que alguien les dé una respuesta. Dicen que un jueves fue la primera, y un jueves, también, fue la segunda. Todos los jueves, desde aquel 30 de abril, las mujeres con sus pañuelos fueron a la plaza, y marcharon alrededor de la pirámide, y gritaron que sus hijxs faltaban, y que lxs responsables se tenían que hacer cargo.

Las respuestas no tardaron mucho en llegar: en diciembre, unos meses más tarde de la primera ronda, en el barrio de Sarandí, Azucena Villaflor fue secuestrada, y recluida en la ESMA. Solamente por gritar, y hacer preguntas que nadie pensaba responderle. Pero también, con el tiempo, y con la lucha, otras respuestas llegaron: juicios y castigos para los responsables, cárceles comunes y perpetuas para los genocidas, ciento treinta nietxs que recuperaron su identidad.

Las banderas de memoria, verdad y justicia son las que guían a toda la militancia en nuestro país, y han sido un faro para quienes luchan alrededor del mundo por la defensa de los derechos humanos. Las Madres de Plaza de Mayo le enseñaron a este país que nunca se deben bajar los brazos, y es su ejemplo el que nos guía también para pedir justicia por nuestres pibes caídes en Malvinas, por todes les que aun hoy sufren y son víctimas de fuerzas policiales que sostienen y perpetúan lógicas que ya deberían estar erradicadas.

El 30 de abril no debe ser un día más de nuestra historia. Fue aquel día cuando este grupo de mujeres salió a buscar a sus hijxs, sin ningún apoyo ni ninguna garantía; a reclamar bien fuerte que le devuelvan a sus hijxs desaparecidxs, con plena conciencia de que resistiendo aprendemos a combatir. Un grupo de mujeres que incansablemente, con el deseo y convicción de encontrar a sus hijxs, no dejaron jueves sin pisar la plaza, sin caminar alrededor de la Pirámide y pedir cualquier tipo de información del paradero de sus hijxs. Con el correr de los años, las madres se fueron organizando cada vez más y con el apoyo y acompañamiento de varios organismos de derechos humanos, su lucha, a pesar del dolor, la bronca y la esperanza, sigue firme y en pie.

El olvido y el perdón no son palabras que caractericen a las madres de plaza de mayo. Durante estos años, se han encargado de que eso no ocurra y de mantener viva la memoria de sus hijxs que luchaban por una patria más justa. Mujeres que quizás, hasta ese momento, se encontraban reacias a la militancia y la organización política, comprobaron que las luchas y las banderas que sus hijxs levantaban no podían quedar olvidados, y que una forma de pedir justicia por ellxs también, era que sus causas nunca queden enterradas.

Que sus causas no queden enterradas depende, también, de cada unx de nosotrxs. La mejor manera de reivindicar y defender a nuestras madres es seguir luchando y construyendo aquella patria soberana y justa, que nunca olvide a quienes la han entregado por chelines, que muchas veces siguen desfilando y pidiendo lugares en la política nacional. Seguir siendo críticxs en nuestro andar, revisando lógicas y dinámicas en nuestros espacios, organizándose desde la convicción y el amor, y nunca, pero nunca, abandonar la lucha. Y si algún día se nos ocurre hacerlo, miremos un rato a aquellas madres, que no descansaron un solo día hasta conseguir su merecida justicia.

Pedro Jalid
Pedro Jalid

Docente popular y Profesor en Letras de la FAHCE – UNLP. Colaborador de Revista Trinchera

Nayra Carabelli
Nayra Carabelli

Estudiante de Educación Física y militante convencida de que lo colectivo es el único camino para lograr los horizontes que anhelamos. Los DDHH como primera bandera desde que tengo uso de razón y así seguirá siendo.

El mundo no está enfermo, lo están depredando

El mundo no está enfermo, lo están depredando

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Se acerca el cierre del año y la humanidad se ha vuelto un poco más injusta. En la mayoría de los países del mundo la desigualdad social aumentó. No sólo por culpa de la pandemia como se pretende hacer creer desde la prensa hegemónica mundial, sino producto de la ausencia de políticas realmente efectivas para frenar el crecimiento del hambre y la miseria.

La pandemia -además- vino a demostrar que la voracidad del capitalismo no tiene fin. La forma que va adoptando el sistema -cada vez más tecnificada y virtual- deja al descubierto que no importa ni siquiera la vida de les seres humanes. No es ningún descubrimiento asombroso: bajo las reglas predominantes en este mundo, sólo importa la rentabilidad, el poder y la concentración de la riqueza en cada vez menos manos.

El gran negocio del capitalismo es la muerte: de la naturaleza ante la voracidad por producir sin límites, que se lleva la vida de miles de especies animales y vegetales; la muerte de personas producto del racismo, del patriarcado, del colonialismo, o de guerras lanzadas en nombre de la democracia, los derechos humanos y/o el progreso.

Hay quienes dicen que la pandemia del COVID-19 fue un acto reflejo de la naturaleza, un llamado de atención a la única especie que habita este planeta y destruye y mata sólo por placer.

Algunes analistas especulaban con que la crisis sanitaria que produjo la pandemia haría que se tome conciencia de la necesidad de cambiar, de dar un giro de 180 grados para evitar que esta lógica de muerte planificada lleve a la propia extinción de les seres humanes. Iluses quienes creyeron que tal cosa podría suceder.

Pese a todas las advertencias hechas por científiques, pese a las marcadas consecuencias sobre el medio ambiente, el calentamiento global, la aparición de más y más enfermedades, la muerte sistemática e imparable de personas por falta de condiciones mínimas de subsistencia. Nada parece detener esta alocada maquinaria.

Las disputas globales siguen avanzando, ahora por ver quién se hace con el control y predominio de la tecnología y con ello la pole position para avanzar primeros y más rápidamente en la reformulación de los aspectos estratégicos en el desarrollo de las capacidades de predominio sobre el resto: militar, comunicación, financiera y económica, servicios, educación, robotización, etc.

Disputas que como se ha señalado en anteriores oportunidades tiene a los EEUU y a China como principales competidores. Y si bien en algunas cosas puede decirse que tienen lógicas diferentes, lo cierto es que tanto una como otra son aspiradoras que no paran de consumir materias primas en volúmenes cada vez más importantes.

Al igual que con la pandemia, algunes se ilusionaron con la llegada de Joe Biden como el 46º Presidente de los EEUU. Si se observa sin mucho detalle el prontuario de este señor se podrá discernir fácilmente que es poco probable que ello suceda.

Los años de Trump fueron años de una violencia inusitada en la retórica oficial de la Casa Blanca. Los de Biden quizás sean más diplomáticos, no por ello menos agresivos. Intentarán revertir muchas de las adversidades en las que quedó la diplomacia de ese país luego del paso del huracán, volverán las andanadas de fake news, las presiones de la embajada, las presiones de los organismos multilaterales de crédito, las “inversiones” para que China no siga avanzando en Nuestra América.

Con Biden no se terminará ni la guerra comercial, ni las agresiones contra Rusia, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Irán o cualquier otro país que ose enfrentar los mandatos del caduco imperio del norte. Las jugarretas puede que pasen a ser más sutiles, pero seguirán existiendo. La región seguirá siendo un territorio en disputa.

Irán, Rusia y China seguirán apostando a diversificar y mejorar sus relaciones con nuestro continente, los EEUU intentarán que eso no suceda. El caso más gráfico quizás estará en cómo utilicen la presidencia de Claver-Carone frente del BID (históricamente ocupada por une latine). Con ello seguramente intentarán resquebrajar el financiamiento y las inversiones Chinas en los países de la región.

Las ONG’s ligadas a los gringos y los europeos seguirán operando y “construyendo” opiniones en diversos temas para deslegitimar a los gobiernos populares que intenten avanzar en la integración regional, más allá de las diferencias ideológicas existentes en los diversos gobiernos.

Los préstamos del FMI y el BM a los países de la región seguramente se verán potenciados bajo la excusa de ayudar a esos gobiernos a sobrellevar las complejas consecuencias de la pandemia del COVID-19. Eso sí, a los gobiernos “amigos”, al resto ni para una curita.

El 2020 fue un año de muchas batallas, de enormes desafíos a los que se tuvieron que enfrentar los distintos pueblos de Nuestra América y el mundo. Desafíos que se vieron agravados por una pandemia que no es otra cosa que la consecuencia de la voracidad del capitalismo y sus promotores. Nada hace creer que el 2021 o los años venideros no serán iguales o más complejos.

Si hay algo que es seguro de cara al futuro inmediato de la humanidad, es que seguirán existiendo las injusticias; que seguirán generándose descalabros en la economía al igual que en el medio ambiente; que posiblemente aparecerán más virus y que los que ganaron siempre querrán seguir ganando pese a que ello pueda generar la muerte de miles o millones de personas.

Lo único que se puede predecir de ese escenario es que seguirá habiendo lucha, resistencia y organización de los pueblos para tumbar las injusticias, provengan del colonialismo, del capitalismo, del racismo, del patriarcado o de todas juntas.

Trabajemos en la unidad y para ser cada vez más solidaries, estudiemos para ser cada vez más conscientes de los peligros que se avecinan, denunciemos las injusticias y opresiones del sistema para que nadie las desconozca. Brindemos por los años de lucha que vendrán, que serán muchos.

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

Los pueblos queremos paz, pero con justicia social

Los pueblos queremos paz, pero con justicia social

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

Hace algunas semanas el ex agente de inteligencia ruso devenido en comunicador/divulgador, Daniel Estulin, señaló que ante el colapso del sistema financiero global -que según afirma está destruido-, la única solución posible para dar nuevo cauce a la economía global, es una guerra. Plantea dos posibilidades: una guerra termonuclear entre las potencias mundiales o una guerra civil en EEUU.

Más allá de si se está de acuerdo o no con esta tesitura, lo cierto es que hay sobrados elementos que se pueden encastrar tanto en uno y como en otro sentido.

En cuanto a una posible guerra civil interna en los EEUU se pueden observar los recientes levantamientos de las comunidades afro -producto de la violencia racial de las fuerzas de seguridad-, reflejo de una situación de hartazgo de un sector de la población muy castigado. A ello se puede sumar el desastroso manejo de la pandemia del COVID-19 que hizo la administración Trump que ya cuenta con más de 8 millones de contagiades y casi 220 mil muertes.

A estos dos elementos hay que sumar no solo la retórica agresiva de Trump, sino la virulencia mediática (fomentada fundamentalmente por los Demócratas) contra el mandatario. Cabe señalar que incluso varios sectores del partido Republicano soltaron la mano al magnate e incluso están operando abiertamente para que pierda. Esto, obviamente, aumenta los niveles de polarización.

¿Imperio o Nación?

Para entender esto último es interesante retomar la diferenciación que introduce el analista Thierry Meyssan respecto de los proyectos de país que están en disputa en EEUU. Por un lado quienes profesan que EEUU debe dominar el mundo “conteniendo” a sus potenciales rivales (estrategia acuñada en plena Guerra Fría por George Kennan en 1946 y aplicada por todos los presidentes hasta 2016) y quienes, por el contrario, rechazan esta idea imperial y plantean el enriquecimiento de los estadounidenses (estrategia acuñada por el ex presidente ‎Andrew Jackson -1829-).

Según Meyssan, Trump pertenece a quienes son denominados “jacksonianos”, que “denuncian la corrupción, la ‎perversidad y en definitiva la hipocresía de los anteriores y exhortan los estadounidenses a ‎luchar, pero no por el imperio sino por su nación[1]. El famoso slogan de campaña “Make America great again”, da cuenta de esa particularidad. Obviamente esto no implica que el Estado norteamericano deje de funcionar bajo la lógica imperial, sino que representa un gran foco de tensiones internas.

De hecho, hace no mucho algunos analistas empezaron a especular con que había sectores de las FFAA y de los organismos de inteligencia estadounidenses que -de ganar Trump- podrían intentar un golpe de estado. También hay quienes analizan que tanto si gana Biden, como si lo hace Trump será difícil que se reconozca la victoria. El hecho, que haya grupos armados -que apoyan a Trump- en las calles y que demuestren su virulencia cotidianamente, complejiza aun mucho más el panorama.

Piezas de ajedrez

El otro escenario descripto por Estulin habla de una conflagración entre potencias mundiales en las que obviamente los EEUU son un actor principal. Si bien no lo explicita, está claro que sería en oposición a las otras dos grandes potencias: Rusia y China. Y los últimos meses ha habido una escalada de agresiones de parte de occidente a estas dos potencias.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin (izda.), recibe a su homólogo chino, Xi Jinping, en Kremlin, Moscú. (Foto: Hispan Tv)

En cuanto a Rusia, lo que ha venido sucediendo (además de las sanciones impuestas por EEUU y la Unión Europea) es un incremento sustancial de vuelos de aviones de fuerzas occidentales en las fronteras rusas. Ellas han sido denunciadas por el Kremlin una tras otra y ha obligado a la Fuerza Aérea de ese país a enviar aviones militares a impedir que ingresen en territorio sin permiso.

De igual manera han aumentado los ejercicios militares en Europa Oriental entre miembros de la OTAN y los EEUU  (en las fronteras de la Federación Rusa); incluso en momentos de pandemia. Los más recientes, fueron los realizados por EEUU y países de la alianza europea tanto en Ucrania como en Lituania en septiembre de este año, y más recientemente el simulacro de Guerra Nuclear entre Alemania y algunos miembros de la OTAN.

Obviamente a este escenario hay que sumar la venta de sistemas armas de EEUU a países europeos fronterizos con Rusia como Polonia, Rumania o Finlandia. Esto en consonancia con la escalada discursiva tanto europea como estadounidense. Todo lleva a pensar que hay una especie de encerrona militar, discursiva y económica que lleva a cabo desde occidente.

Guerra comercial y tecnológica

En cuanto a la situación con la República Popular China, es por demás conocido el enfrentamiento y la despiadada guerra comercial lanzada por EEUU contra el gigante asiático. No es Tik Tok, no es Huawei, es el dominio del mercado tecnológico, elemento de extrema sensibilidad para la industria militar y de comunicaciones, dos áreas estratégicas para ambas potencias.

A esta conocida batalla hay que sumarle las reiteradas denuncias de parte del país asiático de intromisión en asuntos interno de parte de los norteamericanos, ya sea en Taiwan, el Tibet, Hong Kong o el Mar de China.

Inversión mediática del agresor

Como suele sucede, la prensa hegemónica occidental, invierte la carga de la prueba. Los enfoques “periodísticos” (habría que llamarlos propagandísticos) de las “grandes” agencias de noticias no hacen más que justificar el accionar de EEUU y occidente y de responsabilizar a Rusia y China o sus aliados.

Esto no es nada nuevo, de hecho lo vemos a diario en los medios tanto de Argentina como de todo el continente. El engranaje mediático se vuelve clave para construir narrativamente que el responsable de todos los males es el adversario o el enemigo político.

Esta dinámica mediática, es complementa con el entramado de sectores del poder judicial, con organismos internacionales (que hacen silencio omiso), con ONG’s y sectores empresariales de diverso tipo. Los conglomerados de poder de occidente (cada vez más concentrados), han armado una compleja red de complicidades muy difíciles de desentramar. Pero como todo bajo el capitalismo, si se rastrea el origen del dinero, casi siempre se llega a los autores intelectuales, o sea, el poder real.

Nuestra América como esperanza

Se ha señalado en varias oportunidades que las experiencias de las últimas décadas en nuestro continente, han sido un faro para pensar que otro mundo es posible. Pero pese a los errores cometidos, a la guerra mediática y judicial, los pueblos nuestroamericanos han dado cuenta de ello.

A los procesos de resistencia de Venezuela, de Cuba o de otros países de la región, en los últimos años se sumaron el México de Andrés Manuel López Obrador y la Argentina de les Fernández. Gobiernos que pese a las condiciones calamitosas en las que encontraron sus respectivos países, pese a la aparición de la pandemia (que tomó por sorpresa a todo el mundo), comienzan a poner de pié los extremos norte y sur del continente.

A este escenario se suma la victoria electoral del MAS-IPSP en Bolivia. El proceso gestado por Evo Morales Ayma, derrocado por la derecha boliviana, con la complicidad de las FFAA y las Fuerzas de Seguridad, con el apoyo de la embajada de EEUU y la OEA, y bajo un silencio de ultratumba de la gran mayoría de los países del mundo, vuelve a demostrar que no ha sido derrotado.

El triunfo electoral de Lucho Arce y David Choquehuanca aún no ha sido reconocida por el golpista Luis Fernando Camacho y según afirmó, cuando tengan los resultados definitivos determinarán qué hará la fuerza política que dirige (Creemos). “Aún tenemos que terminar lo que empezamos”, deslizó muy ligeramente el golpista santacruceño.

Suenan los clarines de guerra

Estas declaraciones de la derecha boliviana radicalizada se suman a las permanentes arremetidas contra la Venezuela chavista por EEUU, el Grupo de Lima, la OEA y afines, o a las recientes represiones en Chile, el asesinato sistemático en Colombia, al igual que muchas otras situaciones que podrían describirse en toda la región. La derecha por gringa no descansa.

En Argentina y en México se ven claramente no solo mediante las operaciones de prensa, sino con las “convocatorias anti”. La derecha no tiene una propuesta concreta porque el neoliberalismo está agotado. No solo en la región, sino en el mundo entero. Por ello la única forma que tienen de convocar adeptos es en “oponiéndose a”. No hay proposición, construcción o alternativa, sólo hay destrucción. Una alarmante maquinaria de impedir y mentir.

La debilidad de EEUU y su situación interna tienen mucho que ver con esta forma de operatoria de las derechas continentales. La utilización de la violencia y la caotización parecen ser los últimos cartuchos de un imperio que pierde su hegemonía. Lo hemos visto en el Medio Oriente y en la Europa del Este. Ahora ¿esto quiere decir que EEUU está terminado y que su influencia terminará? En lo absoluto, muy por el contrario esto se vuelve muy peligroso para la región y para el mundo.

Lo decíamos hace algún tiempo y lo volvemos a afirmar: EEUU desde hace mucho tiempo lanzó una guerra a perpetuidad contra los pueblos del mundo, aunque ahora -quizás- sus señales se vean con mayor claridad.

Los pueblos no se dejarán pisotear

Pese a las intentonas golpistas, pese a tener prácticamente a toda la prensa hegemónica en contra, los procesos populares de la región siguen dando muestras de su voluntad de avanzar hacia una sociedad más justa. El ejemplo más gráfico fueron las diversas movilizaciones del 17 de octubre en conmemoración del día de la Lealtad peronista.

Ese día se destruyó el mítico relato que pretendía construir la derecha (y sus medios de propaganda) de que habían ganado la calle. Está claro que los pueblos saldrán a defender a sus intereses y a defender a los gobiernos que representan ese camino.

Los desafíos de los pueblos de Nuestra América son infinitos, pero sin dudas el de mayor relevancia será demostrarle al mundo que hay otro camino, que se puede construir un sistema más justo, libre y soberano, donde se respeten las diversidades, donde haya mayor tolerancia y solidaridad. Pero ese camino no significa renunciar a la lucha popular.

Los pueblos queremos paz, pero con justicia social.


[1] https://www.voltairenet.org/article210761.html

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

Es el sentido común, estúpido: derechas y shock económico en Uruguay

Es el sentido común, estúpido: derechas y shock económico en Uruguay

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

El gobierno de la coalición de derechas liderado por el presidente Luis Lacalle Pou cumplió los primeros seis meses de gestión y ya ha dado muestras claras de sus políticas de shock económico de corte neoliberal. Tres pilares fundamentales son los que llevan adelante estas políticas: la Ley de Urgente Consideración, el presupuesto quinquenal y la negociación salarial, donde en el 2020 los trabajadores están condenados a la primera pérdida salarial luego de quince años consecutivos de aumentos por encima de la inflación.

Arriba los que luchan: Los de arriba también luchan

“Es la economía, estúpido” reza la famosa frase de James Carville. El ex asesor de Bill Clinton en 1992 inmortalizó esa frase y en cuatro palabras noqueó retóricamente a George Bush en la campaña electoral estadounidense. Pero también es la disputa de sentido a través de los discursos, el lenguaje, lo semiótico; o lo que muchos llaman la batalla cultural.

Hoy la estrategia comunicacional es fundamental a la hora de blindar a los gobiernos a través de granjas de bots, call centers, trolls en redes sociales y los ya clásicos medios masivos de comunicación. El proyecto neoliberal de la AltRight liderada por Steve Bannon con la Internacional del Terror, conjuga lo económico-político con ganar cada vez más terreno en la construcción de un relato que justifique y legitime sus políticas de ajuste y saqueo.

A la par va diagramando sus enemigos internos, depositarios de todos los males de la nación y enemigos del desarrollo de los países.

En América Latina los enemigos de la nación los define la oligarquía y la burguesía local dueña de los medios de comunicación, la industria y la banca. La lista es larga, pero hay varios que son comunes a varios países: sindicalistas, líderes sociales, campesinos, indígenas, estudiantes, feministas, periodistas, entre otros.

El gobierno coaligado de derechas en Uruguay, en esta tarea por la disputa del sentido, ha dejado ya varias frases como perlas en un collar que evidencia a dónde apuntan sus dardos. Su proyecto no es solamente un ajuste a la clase trabajadora y una transferencia de recursos de abajo hacia arriba. El presidente lo deja claro con sus hechos, es el mismo proyecto que el macrismo argentino, pero ha aprendido de sus errores.

En más de una ocasión sus ministros han realizado declaraciones que testean el termómetro social. Si resulta negativa la reacción popular, el presidente raudamente retrocede en sus pasos, dejándolo así como un mandatario sensato, que escucha y tiene “la marcha atrás nuevita” en sus propias palabras; pero no es más que un sí pasa, pasa.

FA: sería “sano para la democracia” que Pablo Da Silveira renuncie - ECOS UY

Entrevistado por el programa Mejor dicho, portal de entrevistas de estudiantes de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la privada Universidad Católica, el Ministro de Educación y Cultura Pablo da Silveira, dijo que «a la Federación Nacional de Profesores (Fenapes) la levantan (sus noticias) los periodistas o estudiantes de periodismo que preguntan por Fenapes». Continúa diciendo “para darte una idea, en Uruguay hay más de 60 mil docentes. Mirá la cuenta oficial de Twitter de Fenapes, tiene algo así como 1.500 seguidores. Fenapes no es un actor relevante en la vida educativa», sentenció da Silveira.

Lo que a primer golpe de vista resulta hilarante o tragicómico, es un ataque sistemático y premeditado a los sindicatos como organizaciones de lucha, que hasta el momento, son las únicas que le están haciendo frente al oficialismo. La prédica contra los sindicatos, sus herramientas de lucha (paro, huelga, ocupación, movilización) sufren intentos de deslegitimación constante.

Pero parece que el recorte a la Universidad de la República durante cinco años, que entre otras cosas, es la encargada del 80% de la investigación del país, es menos nocivo que un paro de 24 horas.

Da Silveira forma parte de los intelectuales orgánicos de la derecha más destacados. Es creador de la Fundación Impulso, que trabaja con liceos privados con fondos públicos en contextos carenciados donde se selecciona a los estudiantes. La misma “surge de la idea y desafío de un grupo de amigos: Marcelo Guadalupe, Elbio Strauch, Ernesto Talvi, Nicolás Herrera y Horacio Hughes”, según dice la página web de la institución.

El Ministro de Educación escribió un libro en 2009 titulado “Padres, maestros y políticos. El desafío de gobernar la educación”, otra muestra del especial interés de la oligarquía nacional en la educación como un terreno en disputa, que a sus ojos, todavía tiene mucho espacio para mercantilizar. La educación como ariete en la formación de los futuros ciudadanos como emprendedores, consumidores y liberales anticolectivistas.

Ramón Díaz - 10/01/2017 - EL PAÍS Uruguay

Como anécdota en esta enredadera financiera-ideológica, Pablo da Silveira escribió un libro con Ramón Díaz -máximo exponente del neoliberalismo uruguayo- “Diálogo sobre el liberalismo”. Como consta en su currículum, Da Silveira fue financiado por una beca de la ultraderechista Fundación Atlas.

El Centro de Estudios de la Realidad Económica Social (Ceres) publicó un informe que mide la pobreza de manera distinta al Instituto Nacional de Estadística (INE). Según la línea de pobreza fijada por el INE, el 8,8% de la población estaba en situación de pobreza en 2019, o sea, tenía un ingreso inferior a 14.311 pesos mensuales. Esto representaba unas 308.000 personas pobres

Si se complementa este dato con el índice de carencias socioeconómicas de Ceres, la cantidad de personas que vive en condiciones de pobreza asciende a 516.000. El Ceres fue dirigido por Ernesto Talvi, ex Ministro de Relaciones Exteriores del oficialismo y forma parte de la Red Atlas, red de think tanks y ONGs financiadas por la USAID.

El mentor de Talvi fue justamente Ramón Díaz. El dimitido canciller ahora se dedica a la formación de cuadros políticos y técnicos del sector Ciudadanos del Partido Colorado. Se graduó como economista en la Universidad de la República, es Doctor en Economía y MBA en Finanzas de la Universidad de Chicago. Un Chicago Boy a la uruguaya, que en 1990 se integró al equipo de asesores del presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Ramón Díaz, dirigiendo la Política Económica del BCU entre 1990 y 1995.

La medición de la pobreza del Ceres viene a reforzar dos tesis repetidas hasta el hartazgo: que los gobiernos progresistas dejaron a los países en ruinas y que vivimos por encima de nuestras posibilidades. Ergo, el ajuste es necesario.

Los de siempre

Uno de los mayores exponentes de la oligarquía uruguaya Gabriel Capurro, presidente de la Asociación Rural del Uruguay, en el cierre de la exposición anual de estancieros y terratenientes del campo, expresó que “Aunque todos podemos estar de acuerdo en que la desigualdad extrema no es deseable, la realidad es que la desigualdad de ingresos va a existir siempre.”

Una confesión de clase que se reitera todos los años en dichos discursos y un guiño al concepto acuñado por Milton Friedman sobre “la tasa natural de desocupación” que no hace más que implantar en el imaginario colectivo la concepción de que exista gente sin trabajo, sin techo, sin educación ni salud como algo de la naturaleza, inmutable y por ende no hay nada que hacer por ello.

Azucena Arbeleche cantó Las 40

Pronósticos

Por su parte, la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, manifestó: “parece que lo peor ya pasó.” Simil a los “brotes verdes” macristas o “la luz al final del túnel” de la ex vicepresidenta argentina Gabriela Michetti. Olivier De Schutter, experto de la ONU, afirmó que “las peores consecuencias de la crisis sobre la pobreza están aún peor”.

La británica The Economist, señaló que en el segundo trimestre del año 2020, Uruguay registró una caída de 10.6% en el PBI en términos interanuales. Entonces, ¿lo peor ya pasó o está por venir?

Artículos del oficialista diario El País aconsejan cómo utilizar el automóvil pero ahorrando nafta y cómo poder consumir alimentos vencidos. Un homenaje en vida a su gemelo argentino Clarín cuando aconsejaba comer tierra para adelgazar o “una escapada mental” para tener vacaciones en tu cabeza.

Otra de la postura de los intelectuales orgánicos del neoliberalismo es que niegan la dicotomía izquierda y derecha. Nunca se asumen como de derecha, pero niegan ser de izquierda y por otro lado ven izquierdistas en todo lugar cuando la hegemonía cultural, mediática y académica a nivel mundial es comandada por el neoliberalismo. Por citar un solo ejemplo, seis mil medios de comunicación con peso alrededor del globo están controlados por ocho personas.

Dos excepciones en el mar de la denunciología de la izquierda, como diría el comunicólogo uruguayo Aram Aharonian, han aparecido este año en formato de programas periodísticos: Legítima Defensa y La Letra Chica. Ambos han saltado la barrera de los canales privados de televisión superándolos en puntos de rating por aprovechando la plataforma Youtube. Pero con eso solo no alcanza.

La disputa por el sentido común; un sentido común de liberación, diverso, que contemple a las grandes mayorías y eleve la dignidad popular, es una batalla asimétrica, donde las organizaciones sociales corren en franca desventaja, pero es necesaria, urgente y se nos va la vida en ello.

Artículo publicado originalmente en estrategia.la

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio…se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

En la demora está el peligro

En la demora está el peligro

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Nicolás Sampedro*

En artículos anteriores se marcaban algunos de los debates que abrió la pandemia del COVID-19 a escala global. En esas líneas también se manifestaba la necesidad de avanzar en ellos ante la inminente respuesta de las elites globales a la situación actual y si bien sólo han pasado algunos días, la realidad es que ya se comienzan a ver esas respuestas.

Hace unos días el filósofo y comunicador mexicano radicado en Argentina, Fernando Buen Abad escribía al respecto señalando que los sectores de poder global “preparan un arsenal de paliativos, analgésicos y entretenimientos ideados para anestesiar la rebeldía, para diluir el espanto develado por la pandemia y para convencernos de que nada puede ser cambiado, que “la cosa es así” y que debemos resignarnos… que alguna migaja caerá de la mesa del capitalismo ‘renovado’[1].

Semanas atrás también se ha analizado el papel que están jugando las deudas externas para los países periféricos o en vías de desarrollo -como, mediática y académicamente, los países centrales gustan denominar a sus oprimidos-. En tal sentido y haciendo honor a sus costumbres occidentalocéntricas e imperialistas, el Fondo Monetario Internacional otorgó millonarios préstamos a varios países de la región.

Según analiza el periodista económico argentino, analista asociado a al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la), Rodolfo Koé Gutiérrez, “entre el 15 de abril y el 1 de mayo el FMI aprobó préstamos a Bolivia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Haití, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Santa Lucía, por un total de 3.483 millones de dólares, pero con la condicionalidad de las temidas recetas de ajuste pospandémico”.

El colega señala que en todos los casos se condicionó a los países nuestroamericanos a que superada la pandemia, comiencen los ajustes fiscales para devolver estos créditos. Todos países ya castigados de antemano y con situaciones de extrema vulnerabilidad y desigualdad hacia lo interno. La complicidad del organismo con las corruptelas locales se hace insalvable y muy por el contrario a lo que algunos vienen diciendo, las políticas de ajuste del Fondo no cambiaron, fueron puestas en cuarentena.

Esta situación se da en un marco de pérdida masiva de trabajo, y de pobreza y pobreza extremas que se incrementarán sustancialmente según lo planteado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Este organismo señaló recientemente la pandemia dejará a más de 214 millones de personas en la pobreza y a más de 83 millones en la pobreza extrema. Como siempre, les más pobres son les que peor la pasan.

El organismo alertó a los gobiernos de la región a implementar políticas para frenar las consecuencias de la pandemia para no revivir la crisis de los 80, e implementar una renta básica universal para el 34,6% de las personas que habitan este continente y están en situación de pobreza.

Y es que en Nuestra América existen grandes porciones de la población que sobreviven de trabajos informales (53,1% según la Organización Internacional del Trabajo). Según detalla Koé Gutierrez, “en 2018 solo el 47,4% de los ocupados aportaba al sistema de pensiones y más de 20% de los ocupados vivía en la pobreza. Las mujeres, las jóvenes, los indígenas, los afrodescendientes y los migrantes están sobrerrepresentados entre los trabajadores informal[2].

Los datos arrojados por el colega son acoplables a los expresados por el investigador del Centro Mundial de Estudios Humanistas y comunicador en agencia internacional de noticias Pressenza, Javier Tolcachier, quien señaló que “una de cada 10 personas está en la indigencia total, mientras 2 de cada diez está bajo la línea de la pobreza. Claro que con diferencias enormes entre lugares. Mientras 43 de cada 100 seres humanos que viven en el África Subsahariana mal subsisten con menos de 2 unidades de moneda estadounidense – lamentable patrón aún en la estadística internacional – en los países de la OCDE esta proporción es de apenas 0.7 por cada cien[3].

El investigador rescata las cifras relevadas por la FAO, que en su informe de 2019 señaló que 820 millones de personas padecían hambre, en tanto cerca de 2 mil millones sufrían de inseguridad alimentaria.

De igual manera Tolcachier analiza los gastos del sector armamentístico que según cifras del SIPRI, en 2019 el despilfarro bélico sumó la vergonzosa cifra de “1.917 millones de millones de dólares, lo cual equivale a 60.800 dólares por segundo[4].

El contraste de estas cifras astronómicas, da cuenta de la podredumbre del capitalismo neoliberal y globalizado que rige hoy sobre este planeta. Pero la gran desvergüenza de la elite dominante y de sus complejos aparatos de propaganda (conocidos como medios de comunicación hegemónica), no hacen más que intentar tapar estas atrocidades.

Volviendo a Buen Abad, éste enfatiza que las elites dominantes “están tratando de maquillar el sistema económico dominante, sus salas de tortura laboral, sus refinamientos de usura bancaria, sus estrategias de despojo y privatización en educación, salud, vivienda, cultura… están tratando de maquillar las monstruosidades de la industria bélica capitalista, sus adláteres financieros y mediáticos… más todas las canalladas ideadas pertinazmente para humillar a la humanidad con hambre y pobreza”.

Dicho todo esto -y coincidiendo con el filósofo y comunicador mexicano- la pregunta que cabe es ¿Cómo será el mundo después de la pandemia?  Nadie tiene la respuesta, pero lo innegable es que si no se actúa pronto y de manera organizada, se estará ante el peligro de que los poderosos del mundo den respuestas a la crisis y “secuestren el futuro nuevamente”. Como  decía el histórico líder Eloy Alfaro: “En la demora está el peligro”.


* De pocas palabras, escucha más de lo que habla. Esquemático y metódico en el trabajo. Ni comunicador, ni  periodista, ni intelectual, es una cosa amorfa en constante transformación que intenta encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Lo irritan las injusticias, perder el tiempo y fallar en algo a alguien.

Fuentes:
[1] https://rebelion.org/el-capitalismo-no-morira-de-coronavirus/
[2] http://estrategia.la/2020/05/13/covid-19-dejara-215-millones-de-nuevos-pobres-en-la-region-segun-cepal/
[3] Informe Programa Naciones Unidas para el Desarrollo “Covid-19 y Desarrollo Humano” https://datastudio.google.com/reporting/abd4128c-7d8d-4411-b49a-ac04ab074e69/page/CJbLB
[4] https://www.alainet.org/es/articulo/206463

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