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Para nadie debería ser novedad que Centro América y el Caribe son una zona estratégica para la geopolítica de los EEUU. Es más es algo que de manera disimulada (a veces ni siquiera eso) dicen o demuestran en sus declaraciones públicas o sus visitas oficiales.

Recientemente la vicepresidenta norteamericana, Kamala Harris, realizó una gira por México y Guatemala para relanzar programa de “ayuda” para intentar resolver el problema de la migración que se genera desde el llamado “Triángulo Norte” hacia los EEUU.

No será materia de análisis en estas líneas, pero la corrupción, el fomento de grandes negocios para sus empresas multinacionales y el sostén de gobiernos títeres han sido y sigue siendo una política estratégica de las diferentes administraciones norteamericanas. Sos tuvieron golpes de Estado como el de Mel Zelaya en Honduras, el fraude electora en ese mismo país. De igual manera sostienen y han hecho cuantiosos negocios con las administraciones guatemaltecas.

Guatemala, Honduras y El Salvador son los tres países que componen ese famoso triángulo. Hoy con algunas asperezas con el último, dado que Bukele fue más allá y comenzó a construir una verdadera autocracia controlando todas las esferas del poder público, además de estar denunciado por pactar con las “maras”, grupos pandilleros que a base de violencia controlan parte del territorio del país.

Pero en la región siempre hubo dos países que le fueron difíciles de controlar: Cuba y Nicaragua. Quizás el caso de Cuba es más conocido y ha tenido más difusión a nivel mundial por lo que implicó Fidel Castro para la izquierda en todo el mundo. Lo parece que se olvida es que el heroico pueblo nicaragüense ha sido agredido por los EEUU en infinidad de ocasiones, y en casi todas se plantó y los venció.

Un breve repaso del hostigamiento imperial contra Nicaragua

Ya desde la década del 30 del siglo pasado el pueblo nicaragüense ha venido dando batalla contra la injerencia norteamericana. En aquel entonces era de la mano del mismísimo Augusto César Sandino. Un gigante que condujo un ejército de campesinos que puso contra las cuerdas a la dictadura de la familia Somoza.

Años después, tras el asesinato de Sandino, ese pueblo hermano retomaría la organización revolucionaria con una guerra revolucionaria que en 1979 entraría triunfante en las calles de Managua, capital del país. El Frente Sandinista de Liberación Nacional lograba un nuevo triunfo en contra de la injerencia gringa y sus lacayos.

Ese mismo año los norteamericanos demostraban de lo que eran capaces de hacer. En una operación relámpago, invadían Panamá y secuestraban a Manuel Antonio Noriega. La demostración de fuerza tenía una finalidad clara: demostrar que en pocas horas podían intervenir en cualquier país de la región y poner a su títere. Cuando Noriega no les sirvió más, simplemente lo quitaron y pusieron a otro.

Al año siguiente el FSLN perdió las elecciones generales del país a manos de Violeta Barrios Torres, más conocida como Violeta Chamorro (apellido de su pareja, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, proveniente de la oligarquía nicaragüense).

Desde ese año hasta la vuelta al gobierno del FSLN, Nicaragua estuvo sumida por políticas neoliberales de hambre y miseria que sólo beneficiaban a las familias de la oligarquía local que hicieron cuantiosos negocios con los EEUU.

El Frente Sandinista de Liberación Nacional encabezado por Daniel Ortega vuelve al gobierno en 2007 y desde entonces ha transformado las condiciones materiales de su pueblo. Quitó el poder a la oligarquía local que con el paso de los años se ha vuelto cada vez más violenta.

El intento de golpe de 2018

En 2018 esa misma oligarquía, con financiamiento de organizaciones como la USAID de los EEUU orquestó un intento de golpe de Estado que costó la vida a muches nicaragüenses y daños materiales millonarios. Hasta entonces el crecimiento del país había sido sostenido en el tiempo y reconocido por el mismísimo FMI.

Derrotado la intentona golpista, las presiones internacionales continuaron, en ese momento para que se libere a quienes intentaron derrocar al gobierno Sandinista. En un gesto político para intentar pacificar al país, el gobierno de Ortega realizó una amnistía para gran parte de los golpistas, que lejos de cambiar de actitud, continuaron conspirando para intentar forzar un cambio de gobierno.

De esa manera y bajo ese historial se llega al presente donde nuevamente se lanzó una campaña feroz para intentar estigmatizar al gobierno Sandinista que encabeza Daniel Ortega. Bajo el pretexto de “encarcelar opositores para allanarse el camino hacia su reelección” una gran porcentaje de la prensa internacional repite las descalificaciones hacia el presidente nicaragüense.

Cuesta creer que medios de comunicación supuestamente compañeros ni siquiera se tomen el trabajo de revistar la larga lista de trabajos realizados que han puesto sobre la mesa las políticas injerencistas realizadas durante años por EEUU, quien trabaja en pública complicidad con ONG’s y fundaciones como la Fundación Violeta Chamorro. Instituciones que sirvieron de pantalla para financiar la construcción de medios de comunicación opositores que fogonearon la intentona golpista del 18 y que hoy están siendo investigados por lavado de dinero y por atentar contra la nación.

El dicho popular dice que “para muestra cabe un botón”. El portal “100% Noticias” fue uno de los medios que recibió financiamiento desde la USAID y por medio de la Fundación Chamorro como lo detalla la investigación realizada por el portal norteamericano The Grayzone.

La avanzada actual contra el FSLN

La avanzada contra Nicaragua toma fuerza nuevamente, esta vez encabezada por el injerencista y lacayo de los intereses norteamericanos Luis Almagro. Recomendamos la lectura del artículo de la colega Stella Calloni que hecha luz sobre la situación actual.

No son sólo las elecciones de este año y su transparencia, lo que se intenta es derrocar al gobierno Sandinista y colocar en el país a un gobierno títere de los EEUU que les sirva para recuperar el control sobre Centro América y el Caribe, su “marenostrum”. Algo que también está vinculado con la “inversión” de dinero que realizará la administración Biden para “recuperar la hegemonía en la región” y que tan bien relata el colega Aram Aharonian

Cualquier discusión sobre lo que acontece en Nicaragua debe, necesariamente, que partir de este contexto. Caso contrario se cometerá el error de condenar a todo un pueblo a la opresión y la miseria planificada de la mano de la OEA que encabeza Almagro y de la administración norteamericana en manos del “Demócrata” Joe Biden.

Para finalizar estas líneas, retomar las palabras esgrimidas por el colega Sergio Rodríguez Gelfenstein en una publicación donde analiza la situación nicaragüense. Gelfenstein sostiene que cada vez que hablaba con el Comantante Tomás Borges (uno de los líderes históricos del FSLN) le decía: “Si estás confundido, fíjate siempre dónde está Fidel. Ahí hay que estar. Y Fidel nos enseñaba que había que saber en qué trinchera está el imperialismo para ponerse en la trinchera del frente“.

Fuentes:

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

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