Una historia de Palestina (parte III)

Una historia de Palestina (parte III)

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

La historia de Palestina nos conmueve por el conflicto actual y por el terrible genocidio que sigue perpetrando el régimen sionista de Israel sobre esa parte del llamado Medio Oriente. En Revista Trinchera queremos presentar a nuestros lectores una breve historia de Palestina en cuatro partes para poder comprenderla desde el punto de vista historiográfico, arqueológico, geopolítico y social.

La tercera parte de la historia de Palestina está referida a repasar muy brevemente la formación de la identidad nacional del pueblo palestino. Siempre ha habido una identidad árabe en esta pequeña región asiática, por lo menos desde los tiempos del imperio romano, cuando comunidades árabe-parlantes comenzaron a asentarse allí. Algunas se cristianizaron desde el II siglo d.C. Desde el 650 d.C., el islam fue adoptado por las comunidades locales palestinas, y con la llegada de árabes musulmanes ese fenómeno se intensificó. Había pequeñas comunidades judías (los mizraím), que hablaban dialectos árabes y arameos, en Palestina, que compartían lugares sagrados con las otras pequeñas comunidades cristianas (también árabe-parlantes). 

El carácter sagrado de su suelo para las tres grandes religiones monoteístas lejos de ser ajeno, fue fundamental para la definición del propio espacio palestino. La aparición del nacionalismo entre la población palestina no fue fácil. El núcleo de las tierras palestinas estaba en las tierras altas, menos desarrolladas económicamente que los núcleos de países vecinos, situados en zonas coste-ras o en llanuras del interior. Esta ubicación estaba en consonancia con una estructura social y política más tradicional. Grandes terratenientes se situaban en la cúspide social y lideraban redes integradas por notables de diferente rango que ejercían su autoridad sobre el conjunto de la población.

Había clanes árabes musulmanes que dominaban la escena en la Palestina bajo dominio otomano. Pero los Husseini y los Nashashibi, eran los más influyentes, gozando los primeros de una posición más sólida. Inicialmente no surgió un nacionalismo estrictamente palestino, sino proyectos que aspiraban a la unidad árabe o de la Gran Siria, ideas que solían entremezclarse y que rara vez se entendían como contrapuestas al imperio otomano. En 1880 solo algunos cristianos de Siria, Líbano y Palestina eran hostiles al imperio. Más en contacto con la cultura occidental, la minoría cristiana se sentía en condiciones de liderar la tarea modernizadora y en general, adoptó antes el nacionalismo, siendo la identificación religiosa sustituida por otra nacional.

Entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, llegan las ideas nacionalistas a Palestina. Surge el arabismo o panarabismo, que es un nacionalismo cultural. En algunos de sus defensores encontramos lugares comunes de este nacionalismo, como la imagen de una nación que había permanecido aletargada y era despertada por los nacionalistas. En los meses anteriores a la Primera Guerra Mundial, ese nacionalismo árabe en Palestina se asoció al antisionismo europeo, que fomentaba la inmigración de comunidades judías a la Tierra Santa. Estudiantes palestinos de Al-Azhar, en El Cairo, fundaron la Sociedad de Resistencia a los Sionistas y la campaña antisionista de Filastin fue tan intensa que las autoridades otomanas suspendieron el periódico alegando que fomentaba tensiones interraciales. Filastin replicó que los sionistas no eran una raza, sino un grupo político, diferenciando entre sionistas y judíos, acusando a los primeros de romper la tradicional convivencia armónica con estos y de aspirar a controlar el país.

Los británicos hicieron promesas para después de la guerra a sus aliados árabes. El sistema de mandatos fue menos ventajoso para los palestinos que para otros árabes, ya que no consiguieron una suficiente capacidad de autogobierno y debieron enfrentarse a los colonizadores y al sionismo. Pero los diversos nacionalismos palestinos buscaban formas de identidad.  El árabe no fue un elemento integrador nacional en la misma medida que el hebreo. Por un lado, no era exclusivamente palestino, favoreciendo más bien una identificación árabe. Por otro, sus hablantes experimentaban un sentimiento de seguridad lingüística que no propició un uso ideologizado similar al del hebreo.

Entre 1920 y 1940 los nacionalismos árabes oscilaban entre el laicismo y el islamismo. El árabe, sin embargo, aglutinaba a judíos y cristianos nativos de Palestina, cuestión que fue aprovechada por elites políticas nacionalistas laicas musulmanas para crear un estado propio y en oposición al sionismo creciente. 

Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, Inglaterra prometió la independencia de las tierras árabes bajo el gobierno otomano, incluyendo Palestina, a cambio de apoyo contra Turquía que había entrado a la guerra del lado de Alemania del káiser Guillermo II. En 1916 Inglaterra y Francia firmaron el Acuerdo Sykes-Picot, y habían dividido la región árabe en zonas de influencia. Líbano y Siria fueron asignadas a Francia, Jordania e Iraq a Inglaterra y Palestina sería internacionalizada. En 1918 Lord Balfour, el Secretario de Relaciones Exteriores Británico, envió una carta al líder sionista Lord Rothschild, que más tarde se conoció como “La Declaración Balfour”. El citaba que Inglaterra iba a usar sus mejores medios para facilitar el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío. En ese tiempo la población de Palestina eran 700.000, de los cuales 574,000 eran musulmanes, 74.000 eran cristianos y 56.000 eran judíos.

En 1919 los palestinos realizaron su Primer Conferencia y expresaron su oposición a la “Declaración Balfour”. Al año siguiente, se realiza la Conferencia de San Remo que garantizó al “Mandato” de Inglaterra sobre Palestina. Dos años después Palestina estuvo efectivamente bajo la administración británica, y Sir Herbert Samuel, un declarado sionista, fue como el Primer Alto Comisionado de Inglaterra en Palestina. En 1922 el Consejo de la Liga de las Naciones expidió el “Mandato” sobre Palestina. El “Mandato” fue en favor del establecimiento de un hogar nacional para el pueblo judío. Pasando el tiempo, en 1936 los palestinos realizaron durante seis meses una huelga general en protesta por las continuas confiscaciones de tierra y la inmigración judía. En 1939 el gobierno británico publicó un nuevo “Papel Blanco” restringiendo la inmigración judía y ofreciendo independencia a Palestina dentro de 10 años. Este fue rechazado por los sionistas, quienes entonces organizaron grupos terroristas y lanzaron una campaña sangrienta contra los británicos y los palestinos. El objetivo era expulsar a ambos fuera de Palestina y allanar el camino para el establecimiento del estado sionista.

El horror nazi sobre la población judía europea y la Segunda Guerra Mundial llevó a los sionistas a intensificar la colonización sobre Palestina. Con el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 se crean las Naciones Unidas y se dispuso que Palestina sea internacionalizada. Y en 1947 las Naciones Unidas aprobaron la partición bajo la cual los árabes palestinos, que sumaban el 70% de la población y poseían el 92% de la tierra, fueron reducidos al 43% del país (Resolución 181 de la ONU).


Mauricio Piñero

Cuentan las crónicas que nació como el hijo de nadie. Luchando por la Patria Grande, como Internacionalista y antiimperialista. Tripero de alma y cuerpo, siempre junto a la patriada barrial. La historia descolonizada es mi pasión como docente de la Escuela Pública y de los barrios. Las noticias sobre los pueblos que luchan como forma de viajar hacia una verdadera justicia social global.

Atando cabos (que nos presentan) sueltos

Atando cabos (que nos presentan) sueltos

TIEMPO DE LECTURA: 13 min.

Vivimos en un mundo donde lo que prima son la mentira y las operaciones mediáticas, por lo cual intentar arrojar luz sobre lo que nos sucede, es una obligación histórica con nuestros pueblos.

Ya casi nadie habla de Ucrania, ni siquiera los europeos que son quienes más complicaciones están padeciendo por seguir como perritos falderos a los norteamericanos. El cuasi silencio posiblemente responda a que desde hace meses se sabe que es una guerra perdida. El propio Zelenski sabe que ya no le van a seguir financiando el negocio que está destruyendo al pueblo ucraniano.

Distintos analistas señalan que la intensión de EEUU era construir en esa región del mundo, un nuevo Israel; otro mini-gendarme que responda y reporte a las potencias occidentales (sobre todo a los norteamericanos) en detrimento del vecino euroasiático con quien los ucranianos comparten (en varias regiones del territorio) no sólo idioma sino tradiciones y prácticas culturales.

La energía como pilar de los conflictos

Cabe destacar que el soborno de los gasoductos North Stream y su destrucción a manos de occidente -entre otra cosas- fue lo que llevó a que Europa tuviera que optar. Eligió seguir sin chistar a los norteamericanos quienes hicieron un gran negocio al reemplazar con su gas de esquisto (caro), al de los rusos (barato). Europa entraba en crisis energética y luego en crisis económica, sobre todo Alemania quien sería la más perjudicada.

Este escenario sumado al acuerdo de Rusia con las monarquías del Golfo en la OPEP+, para limitar la producción diaria de barriles de petróleo, y al reciente acuerdo promovido por China entre la Arabia Saudí -sunita- (uno de los mayores productores de petróleo) e Irán -chiita- (uno de los mayores productores de gas) complicaron -y mucho- el suministro norteamericano; sobre todo porque África le vende hidrocarburos mayormente a China. En paralelo se observan levantamientos contra las viejas metrópolis, muchos países de ese continente (sobre todo en el Sahel) despojados históricamente de sus recursos minerales e hidrocarburíferos. Por su parte Argelia, que proveía de energía a España, dejó de hacerlo luego de que Pedro Sánchez apoyara a los marroquíes en detrimento de posición histórica de España, en favor del pueblo Saharaui.

Seguramente por eso, de buenas a primeras (en realidad luego de meses de negociaciones) y sin que occidente -antes escandalizado- chiste, EEUU levantó las sanciones por seis meses al petróleo, al oro y a otros activos venezolanos. ¿Demasiada casualidad que esto suceda justo este momento, no? Una Venezuela asediada y agobiada por el bloqueo pero que, ante el cambio de escenario, supo gestar una oportunidad para airear su economía. Obviamente nada está resuelto, recientemente los norteamericanos volvieron a insistir con habilitar para las elecciones presidenciales del 2024 a personajes como María Corina Machado, rabiosa opositora que instigó en reiteradas oportunidades el derrocamiento del gobierno de Maduro (antes de Chávez). 

Mientras se dan todos estos movimientos, el dólar norteamericano sigue perdiendo peso como moneda de reserva y/o de intercambio comercial; la guerra en Ucrania (por ahora) no les sirvió para reactivar su economía (cada vez más dependiente del Complejo Industrial Militar) y los niveles de su crisis de deuda son cada vez más importantes y han llegado a niveles escandalosos, nunca antes vistos. En este escenario, la faltante de reservas de hidrocarburos (que se las consumieron casi todas) y el compromiso de venta a Europa, terminaron convirtiendo al petróleo en el talón de Aquiles de EEUU, e Irán se dio cuenta. Los norteamericanos están perdiendo por todos lados, pero como siempre decimos: una bestia herida, lejos de acobardarse, se puede volver aún más peligrosa.

Si bien el conflicto en Nagorno-Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán tiene mucho tiempo, la reciente avanzada de los azeríes ha sido un duro golpe -de israelíes y norteamericanos- no sólo a Rusia (dado que es su “bajo vientre”), sino también para Irán. Por un lado, sirvió para minar las posibilidades del corredor comercial del que hablaba Pepe Escobar hace algunas semanas -entre Rusia, Azerbaiyán e Irán-, en favor del que promueve Türkiye. Por el otro, controlar los hidrocarburos existentes en la región (Azerbaiyán es un aliado turco), y dejar mal parada a Rusia, dado que ésta es una aliada histórica de los armenios, que en este caso se sintieron desamparados ante su ausencia (entre otras cosas por estar ocupada en Ucrania).

La ofensiva de la Resistencia Palestina

En este contexto se da la nueva escalada militar entre Hamas e Israel. Está más que claro que la operación “Lluvia de Al-Aqsa” del 7 de octubre no fue algo que se planificó de un día para otro. De hecho, el inicio de la operación se da al día siguiente de que cientos de colonos israelíes ingresaran en la mezquita Al-Aqsa por la fuerza -y respaldados por el ejército israelí- en un claro gesto de provocación. 

En otro orden de cosas, hay quienes indican que Türkiye está detrás de la ofensiva por ser el país donde viven algunos de los líderes de Hamas; otros indican a Qatar, y como no podía ser de otra forma, Occidente responsabiliza a Irán, país que promovió reuniones de más alto nivel entre los jefes del Hamas, de la Yihad Islámica y del Hezbollah del Líbano, que hace poco se volvieron a reunir pero ahora públicamente.

Lo cierto es que desde ese 7 de octubre, Israel ha vuelto a perpetrar un genocidio contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, al tiempo que siguen asediando a los palestinos que viven en la Cisjordania ocupada. Las imágenes del horror que se vive en Gaza, parecen salidas de una película sobre el apocalipsis de la humanidad pero es la cruda realidad. Para cuando estas páginas sean publicadas más de 12 mil personas habrán muerto producto de los bombardeos y la avanzada militar del Ente Sionista.

El ataque y la avanzada de la resistencia palestina podría leerse de varias maneras: 

  • Una operación para que no se pierda en el olvido la causa del pueblo palestino, boicoteando el restablecimiento de relaciones que tanto los Saudíes como otras monarquías de la región habían comenzado a hacer con Israel. 
  • Como una jugada de ajedrez del chiismo. Cabe recordar que recientemente Irán recompuso relaciones con Arabia Saudí, mediados por la República Popular China, y que se dio cuenta de que la energía es un talón de Aquiles para los norteamericanos;
  • O como el hartazgo palestino ante más de siete décadas y media de violaciones permanentes a su dignidad sin que el mundo se escandalice y tome medidas concretas para frenar a los supremacistas sionistas.

Otra perspectiva que puede incluirse es la elaborada por el analista geopolítico mexicano, Alfredo Jalife Rahme, quien sostiene que lo que sucede en Gaza es un gran blef de los israelíes (podríamos agregar que en realidad de los norteamericanos), dado que el objetivo militar principal no es el Hamas sino Irán. Lo dijo Netanyahu en reiteradas oportunidades, no es algo que estemos inventando: su intención es borrar del mapa a Irán. Ahora, cabe preguntarse ¿realmente es Israel o es EEUU que no puede hacerse cargo de otro conflicto en estos momentos y por eso juega la ficha de su aliado estratégico en la región ante las jugadas de la diplomacia china en Medio Oriente y para correr el eje de la derrota contundente en Ucrania?

Israel posiblemente busque -además- balcanizar Gaza, generar que la inmensa población concentrada en el norte de esa región tenga que migrar al sur, o incluso sea expulsada a Egipto, para quedarse con esos territorios, o en caso de no lograrlo al menos convertirla en un lugar donde no se puedan vivir. Biden sostuvo recientemente que Israel quiere a Gaza, pero no a sus habitantes ¡Oh casualidad!

En este escenario cabe señalar que desde hace años el gobierno israelí pretende poner en ejecución el Proyecto Gazan Marín, un proyecto gasífero en las costas de Gaza que iban a realizar junto a Egipto. Pero sin acabar con los palestinos de Gaza, y son el control de ese territorio, esos yacimientos no podrían ser explotados por Israel. No es menor resaltar que éstos serían los más importantes a los que podría acceder el Ente Sionista, que hoy compra petróleo, sobre todo, a Kazajistán y Azerbaiyán y que pasan por Türkiye.

La avanzada militar israelí en Gaza no podía más que empeorar la cosa: Hezbollah e Irán advirtieron a Israel de que pagaría un alto precio si lo hacía, y lamentablemente el viernes 27 de octubre por la noche, comenzaban a llegar imágenes de una Gaza apocalíptica producto de los bombardeos y de la avanzada sionista.

Ante la escalada, en el seno de la ONU, surgían distintas iniciativas proponía exigiendo un alto al fuego, resolución en la que sólo 14 países votaron en contra, entre ellos EEUU. El argumento: que Israel tiene derecho a defender a su pueblo de Hamas. El problema es la desproporción de la agresión del Ente Sionista.

Gaza: de cárcel a cementerio

A más de un mes de inicio del genocidio, algunos gobiernos comenzaron a reaccionar (tardíamente) ante la brutalidad de israelí. Conceptos como “crímenes de guerra” y “genocidio” comenzaron a aparecer con más frecuencia en los medios, aunque aún muy tímidamente. Al parecer la “Cúpula de Hierro” también es mediática. La Franja de Gaza se está convirtiendo en un cementerio ante los ojos impávidos de los gobernantes del mundo y mientras, cientos de miles de personas en distintas partes del mundo salen a las calles a exigirle a sus gobiernos que se frene esta locura. Lamentablemente esos reclamos no están siendo escuchados por los gobernantes de las potencias occidentales, con excepción de Macrón que ahora parece que se despertó.

Quizás responda a que hace semanas distintos analistas vienen advirtiendo que este genocidio puede llevar a una escalada regional que arrastre a las grandes potencias a un enfrentamiento de carácter global. Afortunadamente para la humanidad, las predicciones de una respuesta armada de gran envergadura de Irán, Hezbollah y otros grupos del Eje de la Resistencia, aún no se ha dado. Si bien hay enfrentamientos en el sur del Líbano, en Siria e Irak, no han desatado respuestas desproporcionadas. La cautela y el llamado a apegarse a las Leyes Internacionales ha sido lo que primó, pero ¿por cuánto tiempo se sostendrá?

Si bien los distintos actores del eje de la resistencia han afirmado que las consecuencias para Israel serían severas, se han manejado con cautela, sabiendo que una respuesta militar de envergadura podría significar una escalada que lleve a un escenario mucho peor. Algo a lo que parece que estaba apostando el gobierno de la ocupación sionista que encabeza Netanyahu. Es por demás sabido que, si fuese por Bibi, hace tiempo habría arrojado bombas atómicas sobre Irán. Lo dio a entender públicamente en la ONU hace algunos años.

En lo discursivo prácticamente nadie quiere una escalada militar, excepto la extrema derecha sionista (respaldada por los neoconservadores norteamericanos) que incluso ha amenazado con tirar una bomba atómica contra Gaza. Y si bien tanto la administración Biden como los republicanos están peleándose para ver quién es más pro-sionista, el actual gobierno norteamericano hecho las cuentas y sabe que una escalada podría significar no sólo una derrota electoral para los demócratas en 2024 sino algo mucho peor.

Las multitudinarias protestas en los cinco continentes, incluso en EEUU donde el partido demócrata tiene puntos encontrados, y donde un sector importante de la comunidad judía se levantó en protesta entrando al capitolio, al Central Pen Station e incluso la sede principal de BlackRock; los recientes ensayos misilísticos rusos con misiles hipersónicos por aire, tierra y mar; o el hecho de que el ingreso militar de Irán pueda generar una disparada en el precio de los hidrocarburos a nivel global (generando una escalada inflacionaria mundial, que podría tener alto impacto en EEUU); deben haber sido algunos de los escenarios en los cálculos que llevaron a Biden a pedir a China que intermedie para que Irán no entre el conflicto de forma directa.

El presidente norteamericano pretende reunirse con su par Xi Jimping en la cumbre de la APEC (Asia- Pacific Economic Cooperation) que se realizará del 11 al 17 de noviembre. Con la reunión seguramente pretenda mostrar una suerte de “fortaleza” y claramente una guerra desatada en la región haría imposible ese escenario.

Hay que recordar que China tiene muy buenos vínculos con Irán y éste es un eslabón clave en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI por sus siglas en inglés), siendo un paso estratégico en dirección a Europa, además de ser uno de los países que a partir del primero de enero se sumará al BRICS. De igual manera, los asiáticos tienen buenos vínculos con la monarquía del príncipe heredero Bin Salmán. Juntar a los árabes sunitas y a los persas chiitas en una misma mesa luego de más de siete años de enemistad no es moco de pavo, fue un logro de la sigilosa pero efectiva diplomacia china.

Según Jalife Rahme, en la muy desprestigiada APEC, seguramente Biden pretenderá generar un compromiso de Xi para que éste sea quien frene la escalada. Biden mostrará una suerte de fortaleza diplomática, al tiempo que podría “ofrecer” calmar las aguas (del lado israelí), frenar las agresiones, quitar del medio a Netanyahu y a los colonos supremacistas jázaros en Cisjordania ocupada, para posteriormente poder avanzar en la solución de dos Estados. Y vaya uno a saber si sería sobre las fronteras de 1967 (resolución 242 de la ONU), o sobre las de 1948 (resolución 141) como -entre otros- sostiene el ex diplomático británico Alaster Crooke.

Todo esto si es que Biden aún tiene algún grado de control sobre un Netanyahu que cada vez tiene menos poder político, que cual bestia herida es cada vez más peligroso (porque es un sionista supremacista) y que -en su afán de zafar de la cárcel y la “muerte política”- puede ser aún más criminal de lo que ya es.

Lo que podría sacarse en limpio de este escenario es que EEUU utiliza la guerra como forma para pegarle a China (la guerra sólo es negocio para la industria militar norteamericana), dado que muchos de los conflictos se dan en regiones ubicadas en lugares estratégicos de la Iniciativa de la Ruta y de la Franja; en tanto China utiliza la paz como herramienta para pegarle a EEUU, lo deja en offside ante la opinión pública y limita al Complejo Industrial Militar (CIM) y con él, la reactivación económica gringa. Pese a esto, no hay dudas que las 25 mayores empresas del CIM norteamericano (muchas de ellas tienen como uno de sus principales accionistas a BlackRock) son las grandes ganadoras tanto de la guerra en Ucrania como del reabastecimiento israelí en este genocidio.

No hay una postura unificada en occidente

En paralelo la OTAN se está resquebrajando internamente, por lo menos, ante el tema Ucrania: Por un lado, la postura del presidente de Hungría, Viktor Orban, quien abiertamente sostiene que se deben levantar las sanciones a Rusia y que pretende tener una relación más abierta; por otro, posturas como la del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, que no está a favor de seguir apoyando a Ucrania por ser el país más corrupto del mundo. Y como si fuese poco, en Alemania un sector del partido comunista, rompió con este y armó el partido “Die Linke”, encabezado por Sahra Wagenknecht, quien plantea abiertamente que son el partido de la paz, que quieren negociar con Rusia y que su país debe manejar la diplomáticamente y no seguir las locuras belicistas. Esta candidata ya tiene más del 27% de aceptación, mejor imagen que los verdes, la AFD y al partido socialdemócrata. Y hay quienes manejan que podría fusionarse con la AFD lo cual podría llevar a que en el futuro cercano cambie la orientación del gobierno germano.

En tanto las amenazas nucleares de funcionarios y políticos israelíes, desencadenaron revuelos políticos y mediáticos en distintos lados: Irán pidió a la ONU y a la Agencia de Energía Atómica la desnuclearización de Israel; EAU rechazó las amenazas al igual que Arabia Saudí; Bolivia rompió relaciones con Israel; Colombia llamó a consulta al embajador y acompañará a Argelia en una denuncia en la CPI; Jordania retiró a su embajador y echó al israelí; Bahrein también está pensando en hacerlo; en Türkiye Israel retiró a sus diplomáticos; Chile y Argentina condenaron tanto el ataque de Hamas como la desproporción de Israel; Brasil, Venezuela, Nicaragua, Honduras protestó por el genocidio en Gaza; Sudáfrica retiró a todos sus diplomáticos de Israel; Pakistán ya se manifestó abiertamente a favor de Palestina, y la lista sigue.

Hay quienes dicen que la postura de Türkiye es “de pose” para no perder influencia en el sunismo, dado que sigue haciendo grandes negocios petroleros con Israel (de ahí el dardo envenenado que arrojó Nasrallah al exigirle al mundo sunnita que no le venda petróleo al sionismo), algo que fue reiterado recientemente por el presidente iraní Raisi en la cumbre de la Organización de Cooperación Islámica.

Los límites son cada vez más angostos y se camina por una línea roja cada vez más finita. Habrá que analizar muy fríamente tres hechos que sucedieron este fin de semana: el discurso del Secretario General de Hezbollah, Sayyed Hasan Nasrallah; la cumbre de la Liga Árabe que tuvo lugar en Arabia Saudí; y la cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica que realizada en Riat (capital saudí) y contará con representes de 57 países islámicos (1800 millones de personas) encabezada por el presidente iraní Raizi y el príncipe heredero saudí, Bin Salmán. Habrá que prestarle especial atención al precio del petróleo y del oro, pese a que no hubo grandes acuerdos.

A todas luces y por más frío que parezca, Gaza podría convertirse en la tercera derrota militar norteamericana del último tiempo (antes Afganistán y Ucrania). Salvo en el conflicto de Nagorno-Karabaj, donde el eje Israel-Azerbayan logró asestar un golpe en el bajo vientre ruso, los norteamericanos vienen de derrota en derrota, y no sólo en el plano militar.

Gaza y sus ya más de 11 mil muertos, pasó de ser la cárcel a cielo abierto más grande del mundo, al cementerio más grande del mundo. No sólo por el genocidio que está cometiendo el Ente Sionista que conducen racistas y supremacistas, sino porque podría enterrar la lógica de dominación que hoy ejerce el tándem EEUU/Israel ¿Sucederá esto último? ¿Comenzara una escalada militar que desemboque en una guerra regional? ¿El mundo se verá envuelto -nuevamente- en una nueva guerra mundial? Interrogantes que hoy por hoy no tienen respuesta pero que no hay que descartar de la palestra de posibilidades.


Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

Una historia de Palestina (parte II)

Una historia de Palestina (parte II)

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

La historia de Palestina nos conmueve por el conflicto actual y por el terrible genocidio que sigue perpetrando el régimen sionista de Israel sobre esa parte del llamado Medio Oriente. En Revista Trinchera queremos presentar a nuestros lectores una breve historia de Palestina en cuatro partes para poder comprenderla desde el punto de vista historiográfico, arqueológico, geopolítico y social. 

La segunda parte se centrará en la historia de Palestina desde el 500 a.C., hasta la Primera Guerra Mundial de 1914-1918. Durante esta larga etapa histórica, Palestina pasa por ser dominada por diversos imperios. Hay excepciones. Lo cierto es que las poblaciones de Palestina siempre fueron en su mayoría de lenguas semitas, independientemente de sus creencias religiosas. 

Entre el 500 a.C., y el 150 d.C., las comunidades judaicas semitoparlantes eran la mayoría y fueron las que forjaron la religión monoteísta judaica que conocemos. Parece ser que la formación de la religión monoteísta judaica surgida en Palestina pertenece a la “era axial”. El siglo VI a.C., ya supuso un verdadero punto de inflexión no sólo para Israel, sino para gran parte del mundo antiguo. Empieza una era marcada por la aparición de toda una serie de innovadores (símbolos personificados de tendencias generales en sus respectivas comunidades): Confucio (550-480 a.C.) en China, Buda (560-480 a.C.) en la India, Zoroastro (finales del siglo VII a.C.) en Irán, los filósofos y los “científicos” jonios que dan paso a la gran filosofía, a la tragedia y a la historiografía, en Grecia, y los grandes profetas “éticos” (como Ezequiel y el Deutero Isaías) del período de la “Cautividad de Israel”. La Biblia presenta el monoteísmo como si ya hubiera existido desde los orígenes de la “historia de Israel”, y se hubiera perpetuado luego en el tiempo, sin sufrir cambio alguno. Los especialistas hace tiempo que están de acuerdo en admitir que la aparición del monoteísmo es el resultado final de un largo proceso.

Durante el exilio en Babilonia, los habitantes semitas del reino de Judá deportados escriben lo que se conoce como el “Talmud de Babilonia” (Talmud Bavli), mientras que los pobladores semitas todavía establecidos en Judea escriben el “Talmud de Jerusalén”. Estos dos manuscritos representan las primeras manifestaciones de la Torá en forma escrita, y el “Talmud de Babilonia” es el utilizado actualmente por las comunidades judías. La subsecuente conquista de Babilonia a manos de los persas permitió a muchos judíos regresar a su tierra natal luego de 70 años en el exilio babilónico. Se construyó un nuevo Segundo Templo y se restablecieron las antiguas prácticas. Hacia el 330 a.C., Palestina cambia de mando imperial tras la derrota de los persas aqueménidas frente a las tropas del macedonio Alejandro Magno. Durante el llamado período helenístico esta región estuvo bajo el dominio de sus sucesores, primero de los lágidas de Egipto hasta el 197 a.C., y luego de los seléucidas hasta el 142 a.C. Pero la comunidad semítica judía fue testigo de la aparición de un grupo rebelde que no estaba para nada de acuerdo con cierto sincretismo entre religiones helenística y judaica. Entre el 167 y el 160 a.C., se produce la rebelión de los Macabeos, que fundan un reino judaico independiente en Palestina. En el 140 a.C., se forma el llamado reino judío de los asmoneos. Hacia el 60 a.C., los romanos logran apoderarse de Palestina. En el 37 a.C., el gobernador romano de Siria, Cayo Sosio, coloca en el poder al líder judío Herodes, declarándolo rey efectivo y cipayo del imperio latino. En la era de los asmoneos surgen las facciones judaicas de los fariseos, los esenios y los seduceos. 

Hacia el 4 a.C., parece ser que nace Jesús en Belén, en el sur de Palestina. En el decenio del 30 d.C., Jesús es crucificado según la tradición bíblica cristiana. Entre el 50 y el 100 se forja la religión cristiana monoteísta en Palestina. Pero las comunidades semitas judaicas buscaban la independencia sin conseguirla. Las derrotas de las rebeliones judías en los años 70 y 135 causaron grandes deportaciones de judíos, que dieron inicio a la Diáspora. Asimismo, tras la segunda de estas guerras (la rebelión de Bar Kojba), el emperador Adriano eliminó la provincia romana de Judea, fusionándola con la provincia romana de Siria para constituir la provincia de Siria Palæstina. En el 350-400 el cristianismo logra gran difusión por Palestina y las comunidades semíticas profundizan la cristianización. 

Al dividirse el imperio romano en el 395,  Palestina quedó bajo la dominación del imperio de Oriente hasta el 636, cuando se produjo la conquista islámica de la región por los árabes. Los árabes dividieron el Levante mediterráneo en cuatro provincias y llamaron Yund Filastin a la ubicada en Palestina. La región estuvo sucesivamente bajo el dominio de la dinastía Omeya (661-750), el califato abasí (750-1071) y los turcos selyúcidas (desde el 1071). La mayoría de la población semítica se islamizó, pero quedaron pequeñas comunidades judaicas y cristianas. 

Las Cruzadas cristianas fracasaron en establecer el dominio europeo duradero en Palestina. La Primera Cruzada logró derrotar a los selyúcidas en 1098, tras lo cual el califato fatimí ocupó Jerusalén. Los cruzados lograron tomar de nuevo la ciudad y establecieron allí el reino de Jerusalén del 1099 al 1187 cuando la ciudad fue reconquistada por el sultán Saladino, que estableció la dinastía de los ayubíes en Egipto y Siria. Reemplazada por la dinastía de los mamelucos, también en Egipto, que dominó la región hasta 1516 cuando fueron derrotados por los turcos otomanos dirigidos por Selim I. La región de Palestina fue parte de la “Siria Otomana”, bajo dominio del imperio turco otomano durante cuatro siglos hasta la Primera Guerra Mundial. Desde los años 1880 el sur era parte del sanjacado separado de Jerusalén, mientras el norte dependía del vilayato de Beirut y el este del río Jordán dependía del vilayato de Damasco.

En el marco de la Primera Guerra Mundial de 1914-1918 el imperio turco otomano ya estaba en franca decadencia y se alió a la Alemania del káiser Guillermo II contra los británicos, los franceses y la Rusia zarista. Finalmente, los británicos y los franceses derrotan a los alemanes y a los turcos otomanos. En 1916 Gran Bretaña conquistó la región de Palestina. Al finalizar la guerra en 1918, británicos y franceses dirigieron la partición del imperio turco otomano. La Conferencia de San Remo y el Mandato de la Sociedad de Naciones crearon el Mandato Británico de Palestina. A los semitas palestinos, en su mayoría musulmanes, se les prometió la creación de un estado propio. Pero los británicos se decidieron por los sionistas, inventores de un nacionalismo judío apoyado por el imperialismo occidental. Empezaba una nueva historia para Palestina. 


Mauricio Piñero

Cuentan las crónicas que nació como el hijo de nadie. Luchando por la Patria Grande, como Internacionalista y antiimperialista. Tripero de alma y cuerpo, siempre junto a la patriada barrial. La historia descolonizada es mi pasión como docente de la Escuela Pública y de los barrios. Las noticias sobre los pueblos que luchan como forma de viajar hacia una verdadera justicia social global.

Una historia de Palestina (parte I)

Una historia de Palestina (parte I)

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

La historia de Palestina nos conmueve por el conflicto actual y por el terrible genocidio que sigue perpetrando el régimen sionista de Israel sobre esa parte del llamado Medio Oriente. En Revista Trinchera queremos presentar a nuestros lectores una breve historia de Palestina en cuatro partes para poder comprenderla desde el punto de vista historiográfico, arqueológico, geopolítico y social. 

La primera parte se centrará en la historia antigua de Palestina. Pero antes debemos ubicarnos geográficamente. Se trata de un territorio comprendido aproximadamente entre el Mar Mediterráneo y el valle del río Jordán (de oeste a este), y entre el río Litani y el Néguev, sin incluir el Sinaí (de norte a sur), y que forma parte del Medio Oriente o Asia occidental. Se cree que luego del 1200-1000 a.C., un pueblo llamado Peleset, quizá de origen indoeuropeo, se instaló a lo largo de la costa sur, convirtiéndose en los filisteos de la tradición bíblica, y dando nombre a la región de Palestina. En esta ubicación, los Peleset influyeron en la cultura semita local, pero también la asimilaron rápidamente. Durante los siglos XII y XI a.C., los Peleset penetraron aún más en el interior de Palestina y allí se enfrentaron tanto con los gobernantes semitas cananeos locales como con los semitas israelitas (o antiguos hebreos).

Hasta aquí ya dimos unas pistas sobre la etimología de la región y mencionamos a pueblos de larga tradición en la región. Lo cierto es que Palestina viene siendo poblada desde antiguo, quizá hace 1,5 millones de años, formándose distintas culturas de la antigua Edad de Piedra (o paleolítico). Hace más de 100.000 años llegaban las primeras bandas cazadoras-recolectoras de la especie Homo sapiens; pero también hay registros de la especie Homo neanderthalensis de hace unos 60.000-40.000 años. 

La especie Homo sapiens quedó como la única superviviente desde hace unos 30.000 años en Palestina. La región fue testigo de los primeros indicios de vida aldeana y agraria hace unos 12.000-7000 a.C. Se fundaron aldeas amuralladas como la antigua Jericó y se cultivaba trigo y cebada, mientras se domesticaban perros, ovejas y cabras. Hace unos 4000-3500 a.C., las gentes de Palestina empezaron a vivir en pequeños centros urbanos y usaba cobre. No se sabe el origen étnico concreto de estas poblaciones, pero hace unos 3000 años a.C., parece ser que hay registros de una llegada de pueblos de habla semita, que serán conocidos como “cananeos”. Cierta historiografía árabe ubica el lugar de origen de estos semitas en el sur de Arabia, en el Himyar, en el actual Yemen. Se cree que llegaron a Palestina entre el 3000 y el 2500 a.C., cuando se daba inicio a la Edad del Bronce en la región.

Entre el 3000 y el 750 a.C., las poblaciones semitas dominantes eran la de los cananeos, parientes de los fenicios y púnicos. Quizá fueron los autores del primer alfabeto conocido en la historia hace unos 1600-1400 años a.C. Entre el 1200 y el 750 a.C., surgen nuevos pueblos de origen semítico, como el de los israelitas (o antiguos hebreos), el de los edomistas, el de los amonitas, el de los moabitas y el de los arameos. Los ya mencionados Peleset o filisteos, de origen indoeuropeo, fueron asimilando la cultura semítica. De todos estos pueblos, los israelitas y los arameos fueron los más numerosos y los que fundaron reinos propios. 

Los antiguos hebreos, que serán conocidos como israelitas, aparecen por primera vez en fuentes históricas a finales del siglo XIII (c. 1207 a. C.), cuando la llamada “estela de Israel” del rey egipcio Merenptah los enumera entre otros lugares y pueblos del sur de Levante. La tradición bíblica de origen israelita bajo Josué describe la invasión desde el desierto y la conquista de comunidades existentes. Los estudiosos recientes arrojan considerables dudas a este respecto y prefieren ver una transformación social durante los siglos XIII-XI a.C., de los grupos que ya se encontraban en la zona. Las dos interpretaciones principales consideran la infiltración y la sedentarización de pastores que anteriormente habían existido en los márgenes de las comunidades agrícolas, o las revueltas campesinas contra las élites urbanas de la Edad del Bronce. Ambas visiones consideran las comunidades aldeanas dispersas en las zonas montañosas del sur del Levante a principios de la Edad del Hierro como respuesta a los trastornos políticos de finales de la Edad del Bronce Final. El conflicto entre filisteos y hebreos probablemente aceleró el desarrollo de la identidad étnica y la compleja organización política entre las tribus israelitas.

Los arameos, también semitas, habían existido en los márgenes del desierto sirio durante la Edad del Bronce Final. Estas personas ahora se infiltraron en la mayor parte de Siria. Elementos luvitas, originarios del sudeste de Anatolia y que hablaban una lengua indoeuropea, habían estado presentes en el extremo norte de Siria durante la Edad del Bronce Final. Esta población aumentó en número después del colapso del imperio hitita hacia el 1200-1178 a.C. Tanto los arameos como los luvitas se mezclaron con la población indígena para desarrollar una cultura a menudo llamada “sirio-hitita”.

Se discute mucho el proceso por el cual surgió una organización estatal urbana a partir de la estructura social tribal de la aldea del asentamiento israelita inicial. Los relatos recientes enfatizan los factores tecnológicos (herramientas agrícolas de hierro, terrazas, cisternas revestidas de cal), la expansión de la producción agrícola, el crecimiento de la población, la competencia social por la riqueza, la renovación de las relaciones comerciales regionales, el clientelismo político que trasciende a los grupos familiares y el surgimiento de organizaciones regionales. centros de culto. En el relato bíblico, la elección de Saúl como rey (militar) fue todavía un acto “democrático”, bajo la presión de la expansión filistea. David, descendiente de la “casa de Judá”, unió a Israel y Judá bajo su gobierno alrededor del año 1000 a.C., y luego expandió su reino hacia el sur de Siria y Transjordania. Jerusalén, antigua fortaleza jebusita, se convirtió en la capital y, con el traslado del “arca de la alianza”, en el centro religioso del estado.

Salomón, el sucesor de David, centró sus esfuerzos en la reforma administrativa y la reorganización militar. Dividió el reino en distritos cuyos límites seguían los de las antiguas divisiones tribales y las de las antiguas ciudades-estado cananeas independientes. La incorporación de estas ciudades-estado, ya iniciada bajo David, trajo una mayor prosperidad a la clase dominante en Israel y mejoró el nivel de vida material. Por otro lado, las masas de personas fueron sometidas a una explotación económica creciente y tuvieron que soportar el peso de la expansión militar y la defensa fronteriza. Salomón participó activamente en el comercio exterior, en parte en asociación con Hiram, rey de Tiro, y tuvo contactos comerciales con el sur de Arabia a lo largo del “camino del incienso” (de ahí la historia bíblica de la reina de Saba).

Después de la muerte de Salomón, el reino unido se dividió en dos entidades políticas: Israel y Judá. Cada uno de ellos estaba en guerra con sus vecinos arameos del norte; y la expansión imperial asiria amenazaba a ambos. Israel pasó a formar parte del imperio asirio en 721, cuando Sargón II tomó Samaria y deportó a muchas personas, reemplazándolas con nativos de Babilonia y Hamat. Judá se convirtió en cliente después de que las tropas del rey asirio Senaquerib derrotaran a las de Ezequías en el año 701 a.C. Ambos reinos hebreos estaban influencias por las ideologías religiosas de los vecinos arameos y cananeos. De acuerdo a la Biblia judeocristiana surgieron profetas como Elías, Eliseo, Amós, Isaías, Ezequiel y Jeremías que denunciaban la idolatría para fomentar al dios Yavé, que se convirtió en la deidad de los semitas hebreos, que en otros tiempos era conocido como El.

Un personaje importante fue el rey Josías de Judá. Según la Biblia judeocristiana, Josías instituyó reformas importantes. En su reinado se inició la recopilación y edición del libro bíblico Deuteronomio bajo el liderazgo religioso del profeta Jeremías.  La Biblia judeocristiana también relata que en tiempos del rey Josías de Judá la adoración a Yavé reforzó el monoteísmo hebreo en el siglo VII a.C. Parece ser que Josías se dio cuenta de la oportunidad que tenía de formalizar la sustitución de una dependencia y una fidelidad al señor terrenal ligada a un emperador de Mesopotamia, por una dependencia y una fidelidad al señor divino, Yavé.

En el año 612 a.C., la capital asiria, Nínive, fue conquistada por las tropas de Nabopolasar, rey de Babilonia. Josías aprovechó la debilidad asiria y reconquistó algunas zonas del norte de lo que era el reino de Israel. Tuvo una disputa con Egipto, que temía un fortalecimiento de Mesopotamia y quería precipitarse en ayuda de los asirios. En la primavera de 609 a.C., el faraón Necao II encabezó una importante fuerza para ayudar a los asirios. A la cabeza de un gran ejército, Necao tomó la ruta de la Vía Maris con el apoyo de su flota del Mediterráneo, pero al intentar cruzar por tierra encontró el paso del valle de Jezreel bloqueado por el ejército de Judá dirigido por Josías, aliado de Babilonia. En la batalla de Megido Josías murió en el año 609 a.C. Lo cierto es que el reino de Judá, sin embargo, resistió hasta que el imperio neobabilonio bajo las tropas del rey Nabucodonosor II destruyen Jerusalén y el templo en el año 586 a.C. Se produce la deportación de gran parte de la población de Judá a Babilonia, donde vivirán siete décadas. 

Hasta el año 539 a.C., Palestina estuvo bajo poder babilónico. Pero en ese año tropas persas aqueménidas al mando del rey Ciro II derrotan al imperio de Babilonia. El nuevo emperador del Asia occidental deja que los deportados de Judá regresen a Palestina y construyan un nuevo templo. La totalidad del reino de Babilonia fue anexionada como una sola satrapía. Más tarde, con Darío I, esa satrapía (demasiado grande y demasiado importante) fue dividida en dos, situándose la capital de la satrapía de Transeufratina en Damasco, donde residía un gobernador persa. Este territorio estaba además dividido en provincias, que probablemente fueran más numerosas en la costa, debido a la mayor densidad de los asentamientos (tenemos conspicuos restos de palacios persas en Sidón, Arwad y Biblos), mientras que las mesetas del interior de Palestina fueron confiadas al gobernador residente en Samaria. Pero los persas aqueménidas convirtieron a Palestina en provincia del nuevo imperio dominante.

Hasta aquí la historia antigua de Palestina. En la segunda parte abordaremos la etapa que va desde el 500 a.C., hasta la Primera Guerra Mundial de 1914-1918 de la era actual. 


Mauricio Piñero

Cuentan las crónicas que nació como el hijo de nadie. Luchando por la Patria Grande, como Internacionalista y antiimperialista. Tripero de alma y cuerpo, siempre junto a la patriada barrial. La historia descolonizada es mi pasión como docente de la Escuela Pública y de los barrios. Las noticias sobre los pueblos que luchan como forma de viajar hacia una verdadera justicia social global.

Nunca pierdan la capacidad de asombro

Nunca pierdan la capacidad de asombro

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Como docente universitario, una de las cosas que pido cada año a quienes les toca padecerme como profe, es que nunca pierdan la capacidad de asombro. Quizás ese pedido es una mera ilusión, una utopía de tantas que a uno le atrapan el corazón. Pero como buen testarudo cada año lo repito. Tan sólo con que haga mella en alguien de ese grupo circunstancial, las palabras no habrán sido en vano.

El asombro, no es otra cosa que la manifestación en el ánimo de algo que nos impresiona -para bien o para mal-; es algo que mueve las estanterías ya sea porque sorprende por lo inesperado o por su cualidad extraordinaria. Asombro puede causar un vuelco cinematográfico que no deja víctimas fatales, pero también puede generarlo un comentario inesperado de una persona que considerabas que nunca podría decir eso que dijo.

Lo cierto es que desde el sábado pasado no dejo de sorprenderme con la caterva de personas que se dicen periodistas y lo único que hacen es reproducir la propaganda basura que arroja a redes y medios el sionismo. La peor de todas, la fake que aseguraba que el grupo de liberación palestina Hamas había decapitado a bebés israelíes, hecho del que periodistas de distintos países solicitaron pruebas al ejército israelí, sin conseguir nada que lo sustente. Como esta mentira, miles y se reproducen con la velocidad con la que se multiplican las bacterias en la comida que dejamos fuera de la heladera.

No será en esta oportunidad que se desglose en estas líneas editoriales, el conflicto palestino israelí en su extensión, ya que con un par de datos alcanza para echar por tierra la intentona sionista de posicionarse como la víctima en un conflicto que lleva más de siete décadas y que los tiene como los opresores, invasores y agresores; no a los palestinos.

Desde 1988, con la Primera Intifada, más de 13 mil personas han muerto producto del conflicto entre palestinos e israelíes. Más del 85% de esa cifra son palestinos, sobre todo civiles y niñes. Y si agudizamos la mirada, de los más de seis mil palestinos muertos en los últimos 15 años, el 84% son personas que vivían en esa gran cárcel a cielo abierto llamada Franja de Gaza.

Otro dato impactante que hecha por borda el relato mentiroso del sionismo es que, desde aquel 29 de noviembre de 1947 en que la recién nacida ONU aprueba la resolución 181 que planteaba la partición de Palestina y la creación de dos estados (uno palestino y otro judío), los palestinos perdieron control de más del 85% de su territorio. Israel ha robado sistemáticamente porciones de la Palestina histórica mediante la construcción de cada vez más asentamientos colonos.

Cabe destacar que al momento de aquella histórica resolución la comunidad judía en esas tierras (la originaria de territorio palestino) era de sólo un tercio de la población total y controlaban un 7% del territorio. Este hecho motivo que hizo enfada a los árabes que vieron cómo la ONU entregaba más de la mitad de su tierra a una minoría. El historiador israelí Meir Margalit sostiene que “la decisión fue coherente y necesaria en ese momento porque había unos 250.000 refugiados judíos supervivientes del Holocausto, pero estuvo mal implementada porque trazó una frontera incoherente e indefendible, dejando grandes comunidades árabes en territorio israelí y a población judía de Galilea en suelo palestino”.

Datos como estos hay a mansalva, en distintos idiomas y con distintos niveles de complejidad en su explicación. De lo que se deduce que todo aquel que reproduce la basura propagandística del sionismo lo hace por ignorante, porque no respeta su profesión (en caso de ser comunicador) o porque es consciente y opera para ayudar a construir ese relato.

Estamos hablando de más de siete décadas de padecimientos del pueblo palestino a manos del Ente Sionista, más de siete décadas de ver cómo los roban, los persiguen, los hostigan, los torturan, los presionan y los asesinan ¿Y la víctima es Israel?

Ese pedido que cada año hago les estudiantes que pasan por las aulas de la facultad, ahora se lo hago a ustedes que están del otro lado escuchando estas líneas: nunca pierdan la capacidad de asombro. El día que ellos suceda, habremos perdido definitivamente nuestra humanidad.

¡Que viva Palestina libre!

Un video para sumar al análisis

Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

Aerolíneas Argentinas lleva adelante el operativo “Regreso seguro”

Aerolíneas Argentinas lleva adelante el operativo “Regreso seguro”

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El Estado nacional puso a disposición de los ciudadanos argentinos varados en Israel aviones de Aerolíneas Argentinas coordinados con otros aéreos pertenecientes a las Fuerzas Armadas para socorrer a los más de 1500 anotados en la lista de repatriación.

Ante la actual escalada de violencia en el territorio en disputa entre Israel y Palestina, el gobierno nacional puso a disposición el brazo aéreo nacional, Aerolíneas Argentinas, para repatriar a los argentinos que se encuentran varados en dicha zona.

Una vez más, lo acontecido remarca la importancia de tener empresas nacionales a disposición del poder Ejecutivo, y un Estado que utilice estas herramientas para el bienestar de los ciudadanos argentinos. La vuelta de 54 alumnos que aterrizaron durante la noche de este jueves en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza no hubiese sido posible para muchos de ellos si la empresa nacional no lo garantizaba de manera gratuita, y en resguardo de las posibles víctimas del contexto bélico.

Los jóvenes partieron desde Roma (Italia) y forman parte de un grupo de 200 estudiantes de escuelas secundarias de la comunidad judía que se encontraban realizando un viaje de estudio junto a sus docentes. Cabe destacar que en un primer momento la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) había iniciado trámites para iniciar la repatriación de los jóvenes en un vuelo especial fletado, pero no obtuvieron los permisos necesarios. “La prioridad de hoy es sacar a todos los menores. Tenemos tres vuelos programados. Esperamos tener las condiciones necesarias en el aeropuerto para evacuarlos. Son 180 pibes más sus tutores. Hoy el foco va a estar puesto ahí”, señaló el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero.

En esta línea, el canciller explicó que es posible abordar una ruta de escape para los argentinos “atrapados” en Israel ya que existe un puente aéreo entre Tel Aviv, capital de Israel, y Roma, Capital de Italia, que son entrelazados entre un Hércules y un Boeing T-99. “El objetivo es sacar a todos lo más rápido posible”, explico Cafiero en relación a la totalidad de 1500 personas enlistadas en el sistema que utiliza actualmente el Ejecutivo para poder repatriar a los argentinos que se encuentran en Israel. Se estima que la mitad son residentes, mientras que la otra mitad transitaba como destino turístico casual.

Por otro lado, el Comando Operacional de las Fuerzas Armadas informó que el Consulado Argentino en Israel resolvió enviar una aeronave Boeing 737 de la Fuerza Aérea para incorporarse a la operación ‘Regreso Seguro”, debido a que se incorporaron “muchos argentinos a la lista” en las últimas horas. En ese sentido, a las 7 horas el canciller Cafiero publicó una foto del avión dispuesto por las Fuerzas Armadas despegando hacia Roma.

Paradójicamente, aviones como el Boeing de las Fuerzas Armadas, que durante la última dictadura cívico eclesiástica y militar se utilizaron para realizar los “vuelos de la muerte” y eliminar ciudadanos, actualmente son usados para realizar vuelos que garanticen la integridad: vuelos de la vida.

El horror de la legitimidad: dirigentes israelíes pretenden “purgar” la Franja de Gaza

El horror de la legitimidad: dirigentes israelíes pretenden “purgar” la Franja de Gaza

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El ministro de Defensa israelí aseguró que pretende aniquilar la población de la Franja de Gaza, sin permitir que “nadie salga ni entre”. Mientras el periodismo occidental solo repudia una rebelión palestina realizada con escasos recursos, hace ojos ciegos a lo que es un genocidio más en esta larga historia del Naqba, donde Israel, superior en armamentos, robó y erradicó casi todo el territorio palestino.

Este sábado 7, durante la mañana en Argentina, los medios de comunicación vociferaban la noticia de que el grupo “terrorista” llamado “Hamas”, perteneciente al Estado de Palestina, había penetrado una parte del muro que divide la línea de Gaza y el sur de Israel, y desde allí, dicha organización armada había logrado colarse hacia el territorio, una vez superado a las fuerzas de defensa israelíes que aguardaban allí.

Luego de este hecho, comenzaron a circular distintas imágenes de la cruenta situación vivida allí, (que no es una simple escalada de violencia aislada), que mostraban “el terror” y la “alevosía” con la que actuaban los “terroristas” en el territorio Israel, asentando así la noticia de que solo por capricho, un grupo de, una vez más, “terroristas” atacan por gusto al mártir Estado de Israel. Pero en la historia de la geopolítica toda laucha tiene cola, y todo conflicto, por lo general acarrea por detrás un cúmulo de situaciones que llevan hasta lo acontecido actualmente. En este caso, es tal el cinismo de la opinión pública generada por los medios de comunicación, no solo de Argentina, si no en general occidentales, que solo bastaba con voltear a lo sucedido entre estos dos pueblos durante el año corriente para abarcar la noticia de otra manera.

La situación que concierne al proclamado Estado de Israel y al de Palestina se podría remontar tan atrás como se quisiese, tanto desde la creación del Estado de Israel, como al motivo que lo generó, que se remonta a principios del siglo XX. Por aquellos años, la Europa que hospedó dos guerras mundiales, poseía en sus habitantes un alto nivel de anti semitismo, es decir, respuestas racistas ante la comunidad Judía. Años antes, en referencia al Monte Siom, el austro-húngaro Theodor-Herzl promovió bajo el término “sionismo” la voluntad de encontrar un territorio para la comunidad judía, donde estén libres de prejuicios y persecuciones. De más está mencionar cual fue el destino de miles de judíos durante la segunda guerra mundial, donde bajo parámetros parecidos a los que hoy se utilizan en contra del pueblo palestino, fueron aniquilados por la Alemania Nazi, en una búsqueda de eliminación étnica. En este sentido, es muy interesante la paradoja de que hoy el Estado irsaelí reproduce el odio con el que se le cargó a la comunidad judía, en contra de Palestina.

Lo cierto es que en 1948, mediante un plan del Reino Unido apoyado por la Organización de las Naciones Unidas y sus socios comerciales del Atlántico Sur (OTÁN), se decidió crear el Estado de Israel en tierras Palestinas, con el un fuerte apoyo económico de Estados Unidos. La guerra que hoy trasciende a los dos Estados no se explica de otra manera más que de esta. La tierra que en un 93% pertenecía a Palestina, fue dividida en un 52% para Israel, y se obligó de esta manera al éxodo forzoso hacia el 48% de tierra restante a habitantes palestinos que no tenían las mismas prácticas culturales ni religiosas. Este éxodo forzoso no fue otra cosa que el inicio de lo que se considera “Naqba”, que significa la persecución del Estado de Israel al pueblo Palestino mediante encarcelaciones, torturas, bombardeos y demás crímenes que arrinconaron cada vez más a Palestina, en la búsqueda de quitarles más tierras y por qué no, reducirlos cada vez más en su existencia. Aquí el paralelismo entre lo que la Alemania Nazi quiso hacer con la cultura judía, y lo que los herederos de estos practican actualmente con Palestina.

En esta imagen puede reflejarse como conforme al paso del tiempo fue eliminada la tierra y en gran parte la población palestina, y como el Estado de Israel monopolizó la zona. Cuando se habla de la cola que acarrea cada historia, se puede incluso trazar un paralelismo más grande. Y es que esta contienda sin dudas es una resaca del imperialismo y racismo ejercido por las grandes potencias durante los siglos 19 y 20. Por su puesto que, si bien Estados Unidos no impulsó el anti semitismo (más bien lo combatió), hay que situarlo en su contexto. Como ganador de la segunda guerra, supo capitalizar mediante el plan Marshal la ayuda a la Europa resquebrajada, sometiéndola a préstamos que más adelante le darían el dominio unipolar del mundo, cuando su principal competidor, la Unión Soviética, se disolvió en los papeles a principios de la década del 90. En este sentido, el apoyo económico y militar de Estados Unidos hacia el impulso del Estado de Israel en 1948 fue, al igual que el plan Marshal, parte de su planificación como hegemonía mundial. Poseer un aliado (casi un hijo) en una zona en la que se disputan flagrantes riquezas como lo es el medio oriente, suponía un golpe certero.

Contemplando todos estos factores, llegamos hacia el presente, en conciencia de que a partir desde su creación en 1948, el poderío militar y armamentístico del Estado de Israel fue y es considerablemente superior al de Palestina, y en conocimiento de que en estos 75 años, Israel robó casi la totalidad de las tierras a fuerza de sangre. El grupo llamado Hamad se sublevó ante lo que las principales potencias pretendían lograr, que era un alto al fuego y una salida “pacífica” entre estos dos Estados, y atacó al sur de Israel. No es cuestión de si fue una correcta decisión o no, pero, sobre los papeles, se avanzaba sobre la normalización de una situación donde los palestinos perdieron casi todo su territorio ¿Cómo se sentiría usted?

En este escenario es clave entender que, con el fin del mundo unipolar, y la creciente del mundo multipolar, existen naciones que pisan mucho más fuerte que hace 20 años, y una clave en este caso es Arabia Saudita, a la que Estados Unidos ve hoy como un potencial socio comercial. Las características culturales e históricas de Arabia Saudita hacen que se mantuviese durante todo el conflicto hacia el lado palestino, aunque hoy, como potencia emergente que es, debe meditar mejor sus decisiones. Estados Unidos, por obvias conveniencias propone actualmente la normalización de las relaciones internacionales entre el Estado de Israel y Arabia Saudita, e incluso estos últimos se pronunciaron mediante comunicado oficial a favor de “una resolución pacífica”, sin dejar de responsabilizar a Israel, pero en pos de una postura intermedia. Esto finalizó durante esta mañana, cuando los saudíes anunciaron el “fin de las negociaciones” con Israel, en respuesta al terrible ataque de estos contra la Franja de Gaza. “Lo que fue antes, ya no lo será. Accionaremos con todas nuestras fuerzas”, había anticipado el ministro de defensa israelí, Yoav Gallant, quien había llamado a los civiles de esa región a abandonarla, para luego, horas después retractarse, y elevar aún más la violencia: “Nadie entrará ni saldrá de la Franja de Gaza, estamos luchando contra animales y actuaremos de manera acorde”.

Las declaraciones de Gallant sin dudas describen la ante sala de lo que podría terminar de consumar un auténtico genocidio. Una escalofriante manera de justificar la intención de Israel de borrar del mapa a la población Palestina que ocupa la Franja de Gaza. Deshumanizar al otro, tratarlo de “animal”, es una estrategia discursiva que habilita la eliminación del otro. Bajo este mecanismo comunicacional sucedieron incontables genocidios, entre ellos el de los alemanes a sus antecesores judíos. No obstante, lamentablemente esta acción sería una más de las que suceden hace 75 años, desde el inicio del Naqba.

Sobre esta línea, Rusia mantiene actualmente comunicaciones con la liga árabe (Arabia Saudita y Egipto) con el objetivo de realizar distintos movimientos diplomáticos que eviten lo que se vaticina como una autentica matanza. Por su parte, Egipto había cerrado el único paso que la población de Gaza tiene para escapar, el de Rafah, donde Israel concentra sus bombardeos, pero no decidió reabrirlo sino que además actualmente envía ayuda humanitaria, a pesar de las amenazas de ataque de Israel. En este punto es importante destacar que, en las últimas horas del lunes, la sección de inteligencia egipcia notificó haber registrado movimientos “inusuales” de Israel sobre la Franja de Gaza, diez días antes de que se produzca el ataque de Hamas y que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, omitió las advertencias.

Por si fuese poco todo lo mencionado, durante las últimas horas del lunes las fuerzas armadas israelíes cumplieron con otra de sus salvajes promesas: “Ni luz, ni electricidad, ni agua, ni combustible”. De esta manera circularon videos donde se puede ver a los armados cortando los suministros para Palestina. Es importante hacer una nueva revisión sobre estos procederes y entender la diferencia de legitimación que existe entre Israel y Palestina. El ataque palestino como respuesta al incesante Naqba, realizado por un grupo ilegítimo y de pocos recursos, que eliminó 260 civiles, se condenó de manera fehaciente. En respuesta, el Estado de Israel decidió acorralar como animales (así lo dijo el propio Gallant) a la población de Gaza, con recursos básicos cortados para aniquilarlos por completo. Por su parte, la Unión Europea (UE) había anunciado en un primer momento que no brindaría ayuda, pero luego retrocedió ante las presiones de Irlanda y España, y llegó hasta el histórico hecho de intimar al Estado israelí por “violar el derecho internacional” con el bloqueo a la Franja de Gaza . Sin embargo, tanto los anuncios hechos por el propio Israel, como en un primero momento por la UE, fueron hechos como oficiales porque la lógica que convive en la opinión pública, lisa y llanamente, es que la vida de los palestinos vale menos que la de cualquier otro ser humano, si no, esto no podría explicarse.

Se viven horas álgidas en la región medio oriental, por supuesto tristísimas, pero que también representan una oportunidad actual de mirar desde un punto crítico los sucesos, y entender desde un panorama más amplio lo que encarna el espantoso Naqba desde hace 75 años.

Palestina sigue resistiendo

Palestina sigue resistiendo

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Este sábado 7 de octubre el mundo se despertó con la noticia de que el HAMAS, junto a la Yihad Islámica Palestina, han atacado objetivos en el sur de Israel y que por primera vez desde 1948 los combatientes de la resistencia palestina se han infiltrado en territorio del Estado de Israel desde la Franja de Gaza. No faltaron los lacayos del imperialismo y del sionismo que brindaron su “solidaridad” hacia el Estado de Israel, mientras el premier sionista Benjamín Netanyahu expresó que “está en guerra”.

Los combatientes de HAMAS han emprendido la operación llamada “Tormenta de Al-Aqsa”, después de haber advertido al régimen sionista por sus crímenes. Ante la arremetida palestina, el ejército israelí ha declarado el “estado de alerta de guerra” y activado su sistema antimisiles “Cúpula de Hierro” (con ayuda de Estados Unidos) en un intento por enfrentar la lluvia de misiles de la Resistencia Palestina. HAMAS afirmó que 53 soldados y colonos israelíes han sido capturados por los combatientes palestinos tras infiltrarse por tierra, aire y mar en algunos asentamientos israelíes.

La prensa occidental y sionista presenta al Estado de Israel como la “víctima”. Pero la realidad es otra. En los últimos meses, el régimen sionista de Israel ha intensificado sus ataques contra pueblos y ciudades palestinas en todos los territorios ocupados, matando a decenas de palestinos y arrestando a muchos otros. Más de 200 palestinos han sido asesinados en lo que va de año 2023, y la mayoría de estas muertes se han registrado en Cisjordania. De igual forma, los colonos israelíes han aumentado los actos de profanación de las santidades palestinas, en particular la Mezquita Al-Aqsa, situada en Al-Quds (Jerusalén). Esto ocurre mientras el culto de los no musulmanes en el recinto de la Mezquita Al-Aqsa está prohibido, según un acuerdo entre el régimen israelí y el Gobierno jordano (el custodio oficial del lugar sagrado), tras la ocupación ilegal israelí del este de Al-Quds en 1967.

El mundo se puso en alerta. Estados Unidos y la Unión Europea se pusieron del lado de los sionistas. Siria, Irán, el Hizbollah, los grupos de los Hermanos Musulmanes, partidarios shiítas de Irak, Bahréin y Yemen, y diversos movimientos políticos revolucionarios del mundo apoyaron a la Resistencia Palestina. Arabia Saudí y Turquía pidieron un cese y que HAMAS e Israel se sienten a negociar.

Por su parte, el primer ministro israelí, Netanyahu, se encuentra en una difícil situación interna apoyado solo por su coalición de extrema derecha y ultraortodoxos, la más de derecha de la historia, pero enfrentando masivas movilizaciones en las principales ciudades de Israel contra su intento de modificar la justicia para sumar todo el poder detrás del Ejecutivo y coronar definitivamente un estado judío que expulse a la población árabe. Hace tan solo 10 días, al cumplirse 23 años de la intifada palestina, Israel bombardeó con drones, helicópteros y tanques distintos puestos de vigilancia y otras instalaciones palestinas en la Franja de Gaza al borde de la frontera.

Pero la Resistencia Palestina no se quedó atrás. Hubo lanzamiento de 150 cohetes hacia Tel Aviv en respuesta al bombardeo de la torre residencial es el mayor bombardeo en la historia de la Resistencia Palestina, superando el récord anterior de 130 cohetes en un solo bombardeo el 11 de mayo de 2021. En total, el movimiento palestino HAMAS ha anunciado el lanzamiento de más de 7000 cohetes contra los objetivos israelíes en los territorios ocupados. El canal catarí Al Jazeera, citando a un portavoz de HAMAS, ha anunciado del lanzamiento de más de 7000 cohetes desde la Franja de Gaza contra las posiciones del régimen israelí en los territorios ocupados.

El número de muertos por la gran operación militar palestina contra el régimen israelí ya supera los 250, según medios israelíes. El número de muertos por el ataque en múltiples frentes del HAMAS contra Israel se eleva a más de 250 y al menos 1500 heridos, muchas de ellos de gravedad, según recogen los medios israelíes. Se prevé que el número de muertos aumente. A su vez, el número de palestinos muertos en la Franja de Gaza, tras los ataques israelíes, ha llegado a 232, con más de 1700 heridos.

La respuesta de los sionistas será infernal. Los sionistas quieren borrar del mapa a los palestinos. Los imperialistas y sus seguidores se expresaron por Israel, pero nunca lo hacen cuando el sionismo asesina todos los días al pueblo palestino. Se viene una escalada militar tremenda contra el pueblo palestino, que no le queda otra que unirse y resistir. Los gobiernos filoyanquis del mundo que apoyan a Israel no condenan los permanentes asesinatos que comete el Estado dirigido por Netanyahu. Solo en 2023 fueron asesinados 204 palestinos, incluidos 37 menores. Bajo el régimen genocida de Netanyahu y la extrema derecha religiosa sionista, estos crímenes se han incrementado, no solo en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania, sino también contra los árabes que viven en el mismo Estado de Israel y son tratados como ciudadanos de segunda. Y es esta situación de opresión colonial que recrea una y otra vez la resistencia palestina desde hace más de siete décadas. Palestina arde y desde 1948 por la creación del sionismo, el perro guardián del imperialismo del Medio Oriente.

Mauricio Piñero

Cuentan las crónicas que nació como el hijo de nadie. Luchando por la Patria Grande, como Internacionalista y antiimperialista. Tripero de alma y cuerpo, siempre junto a la patriada barrial. La historia descolonizada es mi pasión como docente de la Escuela Pública y de los barrios. Las noticias sobre los pueblos que luchan como forma de viajar hacia una verdadera justicia social global.

75 años del Naqba: Organizaciones sociales marcharon a la embajada Israelí

75 años del Naqba: Organizaciones sociales marcharon a la embajada Israelí

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A 75 años de la creación del Estado de Israel, que usurpó gran parte de las tierras palestinas mediante la masacre de su pueblo, distintas organizaciones sociales marcharon a la embajada Israelí para visibilizar la lucha.

En conjunto con el Comité de Solidaridad con el Pueblo Palestino, organizaciones sociales marcharon frente a la embajada del Estado de Israel en repudio y conmemoración del 75 aniversario del comienzo del “Naqba”: inicio del ataque incesante del Estado de Israel a Palestina para bloquear sus intentos de recuperación de su tierra robada ante la creación del Estado Israelí. El conflicto Israel-Palestina no es más que un hijo nacido del racismo prevaleciente históricamente en el continente europeo, donde las potencias que se han disputado las tierras a merced, desplazaron a la comunidad judía hacia la tierra palestina.

El “sionismo” es un término que explica la voluntad de la comunidad judía de crear un Estado soberano que deje atrás los altos niveles de racismo recibidos en Europa, donde transcurría una ola anti semita emergente a finales del siglo 19. En este momento,  el austro-húngaro Theodor-Herzl promovió esta ideología bajo el nombre de sionismo en referencia al monte Sion, ubicado cerca de Jerusalén. Por su parte, Palestina fue colonia del imperio Otomano hasta su caída en la primera guerra mundial y fue dominada en 1922 por Inglaterra, que resolvió comenzar en 1933 una estrategia para enviar a la comunidad judía a Palestina. A medida que el éxodo crecía, el pueblo palestino reventó su molestia ya cargada por la dominación británica y se sublevó ante el poder pirata, al mismo tiempo que cargó contra el envío exorbitante de judíos hacia su tierra. Esto daría inicio a la creación de una futura base de las potencias occidentales en esta tierra, ya que Gran Bretaña emitió una contraofensiva que años más tarde derivaría en la creación del Estado de Israel, mediante el mecanismo de ONU e impulsado por los Estados Unidos en 1948.

Ante la negativa de Palestina de seguir en condiciones de dependencia, las potencias occidentales defendieron su predominio y decisiones, y asentaron su posición con la creación del Estado de Israel. Resolvieron auto entregarse el 52% de las tierras, cuando estas pertenecían en un 93% a nativos palestinos, debido a que solo el porcentaje restante se auto percibía como población judía, y de ellos solo la mitad contemplaban el sionismo.

Desde aquella fecha hasta la actualidad, la usurpación de tierras a Palestina ha sido la clave de la lucha que este pueblo decidió emprender, a costa de las millones de vidas perdidas, producto de la aniquilación llevada adelante por Israel y sus grupos económicos que la sostienen.

Por lo mismo, a 75 años de este hecho, se realizó una marcha frente a la embajada de Israel, donde participaron Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, Tilda Rabi de la Federación de Entidades Argentino – Palestina, y organizaciones políticas como la Corriente Nuestra Patria, el Partido Obrero, la Izquierda Socialista, la CTA Autónoma, el MST, y la OLP-Resistir y Luchar.

En comunicación con el matutino de la mañana “526 al fondo” de Radio Trinchera, la presidenta de la Federación de Entidades Argentino-Palestina, Tilda Rabi, explicó que durante la marcha un grupo de policías los interceptaron porque “tenían denuncias de que grupos terroristas palestinos atentaban contra locales israelíes”, y aclaró que el único objetivo de la marcha era “visibilizar la situación en Palestina” y que tenían permiso para realizar dicha acción. “Ya están instalando ese tipo de relatos de que existen grupos terroristas palestinos en Argentina”, agregó Rabi.

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