La historia de Palestina nos conmueve por el conflicto actual y por el terrible genocidio que sigue perpetrando el régimen sionista de Israel sobre esa parte del llamado Medio Oriente. En Revista Trinchera queremos presentar a nuestros lectores una breve historia de Palestina en cuatro partes para poder comprenderla desde el punto de vista historiográfico, arqueológico, geopolítico y social.
La segunda parte se centrará en la historia de Palestina desde el 500 a.C., hasta la Primera Guerra Mundial de 1914-1918. Durante esta larga etapa histórica, Palestina pasa por ser dominada por diversos imperios. Hay excepciones. Lo cierto es que las poblaciones de Palestina siempre fueron en su mayoría de lenguas semitas, independientemente de sus creencias religiosas.
Entre el 500 a.C., y el 150 d.C., las comunidades judaicas semitoparlantes eran la mayoría y fueron las que forjaron la religión monoteísta judaica que conocemos. Parece ser que la formación de la religión monoteísta judaica surgida en Palestina pertenece a la “era axial”. El siglo VI a.C., ya supuso un verdadero punto de inflexión no sólo para Israel, sino para gran parte del mundo antiguo. Empieza una era marcada por la aparición de toda una serie de innovadores (símbolos personificados de tendencias generales en sus respectivas comunidades): Confucio (550-480 a.C.) en China, Buda (560-480 a.C.) en la India, Zoroastro (finales del siglo VII a.C.) en Irán, los filósofos y los “científicos” jonios que dan paso a la gran filosofía, a la tragedia y a la historiografía, en Grecia, y los grandes profetas “éticos” (como Ezequiel y el Deutero Isaías) del período de la “Cautividad de Israel”. La Biblia presenta el monoteísmo como si ya hubiera existido desde los orígenes de la “historia de Israel”, y se hubiera perpetuado luego en el tiempo, sin sufrir cambio alguno. Los especialistas hace tiempo que están de acuerdo en admitir que la aparición del monoteísmo es el resultado final de un largo proceso.
Durante el exilio en Babilonia, los habitantes semitas del reino de Judá deportados escriben lo que se conoce como el “Talmud de Babilonia” (Talmud Bavli), mientras que los pobladores semitas todavía establecidos en Judea escriben el “Talmud de Jerusalén”. Estos dos manuscritos representan las primeras manifestaciones de la Torá en forma escrita, y el “Talmud de Babilonia” es el utilizado actualmente por las comunidades judías. La subsecuente conquista de Babilonia a manos de los persas permitió a muchos judíos regresar a su tierra natal luego de 70 años en el exilio babilónico. Se construyó un nuevo Segundo Templo y se restablecieron las antiguas prácticas. Hacia el 330 a.C., Palestina cambia de mando imperial tras la derrota de los persas aqueménidas frente a las tropas del macedonio Alejandro Magno. Durante el llamado período helenístico esta región estuvo bajo el dominio de sus sucesores, primero de los lágidas de Egipto hasta el 197 a.C., y luego de los seléucidas hasta el 142 a.C. Pero la comunidad semítica judía fue testigo de la aparición de un grupo rebelde que no estaba para nada de acuerdo con cierto sincretismo entre religiones helenística y judaica. Entre el 167 y el 160 a.C., se produce la rebelión de los Macabeos, que fundan un reino judaico independiente en Palestina. En el 140 a.C., se forma el llamado reino judío de los asmoneos. Hacia el 60 a.C., los romanos logran apoderarse de Palestina. En el 37 a.C., el gobernador romano de Siria, Cayo Sosio, coloca en el poder al líder judío Herodes, declarándolo rey efectivo y cipayo del imperio latino. En la era de los asmoneos surgen las facciones judaicas de los fariseos, los esenios y los seduceos.
Hacia el 4 a.C., parece ser que nace Jesús en Belén, en el sur de Palestina. En el decenio del 30 d.C., Jesús es crucificado según la tradición bíblica cristiana. Entre el 50 y el 100 se forja la religión cristiana monoteísta en Palestina. Pero las comunidades semitas judaicas buscaban la independencia sin conseguirla. Las derrotas de las rebeliones judías en los años 70 y 135 causaron grandes deportaciones de judíos, que dieron inicio a la Diáspora. Asimismo, tras la segunda de estas guerras (la rebelión de Bar Kojba), el emperador Adriano eliminó la provincia romana de Judea, fusionándola con la provincia romana de Siria para constituir la provincia de Siria Palæstina. En el 350-400 el cristianismo logra gran difusión por Palestina y las comunidades semíticas profundizan la cristianización.
Al dividirse el imperio romano en el 395, Palestina quedó bajo la dominación del imperio de Oriente hasta el 636, cuando se produjo la conquista islámica de la región por los árabes. Los árabes dividieron el Levante mediterráneo en cuatro provincias y llamaron Yund Filastin a la ubicada en Palestina. La región estuvo sucesivamente bajo el dominio de la dinastía Omeya (661-750), el califato abasí (750-1071) y los turcos selyúcidas (desde el 1071). La mayoría de la población semítica se islamizó, pero quedaron pequeñas comunidades judaicas y cristianas.
Las Cruzadas cristianas fracasaron en establecer el dominio europeo duradero en Palestina. La Primera Cruzada logró derrotar a los selyúcidas en 1098, tras lo cual el califato fatimí ocupó Jerusalén. Los cruzados lograron tomar de nuevo la ciudad y establecieron allí el reino de Jerusalén del 1099 al 1187 cuando la ciudad fue reconquistada por el sultán Saladino, que estableció la dinastía de los ayubíes en Egipto y Siria. Reemplazada por la dinastía de los mamelucos, también en Egipto, que dominó la región hasta 1516 cuando fueron derrotados por los turcos otomanos dirigidos por Selim I. La región de Palestina fue parte de la “Siria Otomana”, bajo dominio del imperio turco otomano durante cuatro siglos hasta la Primera Guerra Mundial. Desde los años 1880 el sur era parte del sanjacado separado de Jerusalén, mientras el norte dependía del vilayato de Beirut y el este del río Jordán dependía del vilayato de Damasco.
En el marco de la Primera Guerra Mundial de 1914-1918 el imperio turco otomano ya estaba en franca decadencia y se alió a la Alemania del káiser Guillermo II contra los británicos, los franceses y la Rusia zarista. Finalmente, los británicos y los franceses derrotan a los alemanes y a los turcos otomanos. En 1916 Gran Bretaña conquistó la región de Palestina. Al finalizar la guerra en 1918, británicos y franceses dirigieron la partición del imperio turco otomano. La Conferencia de San Remo y el Mandato de la Sociedad de Naciones crearon el Mandato Británico de Palestina. A los semitas palestinos, en su mayoría musulmanes, se les prometió la creación de un estado propio. Pero los británicos se decidieron por los sionistas, inventores de un nacionalismo judío apoyado por el imperialismo occidental. Empezaba una nueva historia para Palestina.

Mauricio Piñero
Cuentan las crónicas que nació como el hijo de nadie. Luchando por la Patria Grande, como Internacionalista y antiimperialista. Tripero de alma y cuerpo, siempre junto a la patriada barrial. La historia descolonizada es mi pasión como docente de la Escuela Pública y de los barrios. Las noticias sobre los pueblos que luchan como forma de viajar hacia una verdadera justicia social global.