“Toda política es saboteada para que se vea que el Estado venezolano no cumple con su pueblo”

“Toda política es saboteada para que se vea que el Estado venezolano no cumple con su pueblo”

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Dialogamos con el militante del colectivo venezolano “La Otra Escuela”, Nelson García, con quien analizamos la situación del país bolivariano, las consecuencias de las sanciones unilaterales de EEUU y sus aliados, la relación con China y la falsedad de el “crisis humanitaria”.


¿Cómo está la situación post embestida mediática que tuvo a Venezuela como el centro de la tormenta?

En estos momentos el ciudadano y la ciudadana venezolana se encuentra en una situación de normalidad, de tranquilidad como en cualquier otro país. La gente está trabajando, estudiando, siempre echando para adelante, tratando de salir de todos estos ataques y estos problemas que actualmente tenemos.

Es muy normal que los medios de comunicación actuales tengan un discurso muy ofensivo en contra de aquellos votantes de estos gobiernos que se oponen a los intereses de las grandes multinacionales, las grandes transnacionales y, obviamente, apoyen en Venezuela. Sobre todo por ese hegemón político actual que hoy se encuentra en debilitamiento y es por eso el ataque de una alternativa, por eso el ataque al pueblo y al gobierno venezolano.

Actualmente Venezuela se encuentra en un estado de paz, de tranquilidad, en un concepto de producción para producir en todos los niveles.

Más allá de los números macro ¿Cómo están afectando las sanciones EEUU y sus socios en la vida cotidiana de las y los venezolanos?

Hemos ido avanzando gracias a algunas estrategias tanto del gobierno como de la misma gente como las expresiones de organización popular que nos han dado un oxígeno a nuestra cotidianidad.

Hay alguna mayor dificultad para conseguir algunos insumos, por lo menos para la producción como algunos fertilizantes, semillas o algún tipo de vitaminas que se necesitan, pero el estado no se ha quedado de brazos cruzados y ha buscado otras alternativas. Pero claro, estas alternativas son un poco más lentas porque tienen que planificarse en corto, mediano y largo plazo.

La distribución de las medicinas también se ve afectada, porque la mayoría de nuestros vendedores, las empresas y los gobiernos con los que teníamos alguna relación comercial, han tenido que romper con ella, precisamente porque se sienten amenazados por las sanciones que han puesto los EEUU y algunos de sus países aliados en contra de Venezuela.

El país ha tenido que buscar otros mecanismos y formas de comprar esos medicamentos en otros mercados. Cuando logramos ello EEUU sanciona, nuevamente, a los vendedores de esas mercaderías. La dificultad sobre todo se ha dado en el tiempo en que el Estado puede dar una respuesta pronta, ya que nos bloquean no solamente las compras, sino también las cuentas con las que vamos a pagar. Pueden bloquear hasta  los barcos que traigan la mercancía como los barcos que estaban estacionados en el Golfo de México, que no los dejaban moverse porque no dejan que el Estado venezolano comercialice como funciona dentro de la lógica del libre mercado.

Esto ha traído muchas dificultades, incluso muertes lastimosas muertes. Esto como venezolanos nos duele, pero no tenemos otra alternativa que seguir luchando y avanzando en otros caminos y alternativas. Gracias a los acuerdos con gobierno chino se han logrado suplantar algunas de esas situaciones graves que han afectado al país.

Toda política es saboteada para que se vea que el Estado venezolano no cumple con su pueblo. Pero la gente que está en las calles, que ve como se mueve la cuestión, sabe que el Estado venezolano está dando una respuesta. A lo mejor no es la más rápida, precisamente por todos estos ataques que hemos estado recibiendo.

Incluso en el área del transporte también se han producido alteraciones porque muchos de los repuestos e insumos no se pueden tener a la mano y ha sido dificultoso modernizar el aparataje de transporte y eso trajo complicaciones en la cotidianidad del venezolano.

Y en la alimentación se han ido implementando otros mecanismos, se han buscado otros proveedores (Turquía, China, Irán, incluso algunos países europeos) para poder abastecer el mercado venezolano.

Actualmente las política inhumanas, coercitivas, del estado norteamericano, han traído consigo una verdadera crisis para Venezuela. Ahí es donde está el problema y donde realmente está el impulso de las dificultades del venezolano. Cada vez que hay una sanción, cada vez que hay una forma de EEUU y sus aliados de coaccionar al estado, quien más sale perjudicado es el pueblo venezolano y sobre todo aquella población que es la que tiene menos recursos en la nación.

Mucho se habla en la prensa occidental pro imperio respecto de las colas en supermercados y el faltante de productos de primera necesidad. Para clarificarles a nuestras seguidoras y seguidores ¿Qué hay de cierto y qué de relato ficcional?

Si esta pregunta hubiese sido en 2016/17 posiblemente estaría acertada, pero en este caso creo que ya se ha superado. Hemos avanzado en materia de lo que es abastecimiento de los automercados, supermercados, abastos. Ahora se puede conseguir elementos de todos los rubros, incluso algunos que antes faltaban.

Quizás el problema es que el poder adquisitivo no es el mismo. El costo de algunos productos es más elevado y comparado con el dólar paralelo, que aún sigue afectando nuestro poder adquisitivo.

Para remediarlo el Estado venezolano ha realizado políticas y ayudas sociales como los CLAP, y los productos en el automercado pueden ir a recorrer y encontrarás los anaqueles llenos. Lo que sucede es que un sector de la sociedad, que incluso es quien está en contra del gobierno, que tiene un mayor poder adquisitivo (que siempre lo ha tenido) que son los que dominan esos monopolios comerciales. El pueblo venezolano se enfrenta a ello y no está sólo porque hay un estado que lo respalda con políticas, fundamentalmente, en cuestiones de alimentación, sobre todo para jóvenes y personas mayores.

¿En qué situación están las investigaciones sobre lo sucedido con la Operación Libertad?

Nuestro sistema de justicia ha venido haciendo las investigaciones correspondientes, acorde a los tiempos. Actualmente se tiene 38 personas detenidas implicadas en el caso y otras 34 más están estado de investigación, 17 de ellos con orden de captura.

Creo que nuestros cuerpos de seguridad, desde la policía hasta nuestros fiscales y jueces, han estado acordes en este tema y han cumplido los tiempos establecidos por la ley venezolana.

Mediáticamente circuló la oferta de Huawei de ayudar a Venezuela con la cuestión tecnológica, post boicot al sistema eléctrico ¿En qué quedo esa situación? fundamentalmente por la embestida de EEUU contra la empresa de tecnología china.

Son 2 estados soberanos y cada uno defenderá su soberanía y son decisiones que tomas los estados en cooperación. En este caso el presidente Nicolás Maduro pidió a las instituciones venezolanas hacer un convenio con la empresa Huawei para modernizar todo lo que es nuestro sistema tecnológico en el país, sobre todo a raíz del ataque que tuvo Venezuela n su sistema eléctrico hace unos meses atrás.

El Estado chino, de buena voluntad, ofreció técnicos para solventar esta situación y modernizar nuestra planta tecnológica, ya que la que está instalada está en manos de empresas estadounidenses y canadienses que saben muy bien cómo manejar y alterar el sistema. Una ayuda o una pronta modernización de nuestro aparataje tecnológico mediante la ayuda de China es una pérdida en el espacio de hegemonía de los EEUU. Precisamente para ellos eso es una amenaza, pero es una amenaza, por las políticas de relaciones internacionales que tienen.

Sabemos que estamos en un momento multipolar, multicéntrico que nos permite abrir otras alternativas en las relaciones, en este caso el traslado de la tecnología China hacia Venezuela.

No hay que cambiar un gobierno, hay que cambiar un sistema

No hay que cambiar un gobierno, hay que cambiar un sistema

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Nicolás Sampedro*

Si bien en el último tiempo no les fue tan redituable, ha sido moneda corriente la utilización de la situación de Venezuela por parte de los gobiernos cipayos para deslegitimar a los procesos populares de las últimas dos décadas.

El posicionamiento de los medios de comunicación hegemónicos y sus repetidores (conscientes o no) al respecto ha buscado generar en el pueblo una asociación directa de la palabra “Venezuela” con el caso, la pobreza, la represión, el autoritarismo e incluso con el término dictadura.

La frase “Vamos camino a ser Venezuela[1] se repitió hasta el hartazgo en casi todos los canales de televisión, en gran parte de las radios, en casi todos los periódicos de alcance nacional y en las discusiones en redes sociales. A decir verdad la situación actual Argentina -bajo el gobierno de Cambiemos-, muy por el contrario a lo que se intenta que crea nuestro pueblo, es incluso peor.

Lo primero que habría que señalar, es el hecho de que las calificadoras de riesgo y los organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial, la OEA u otros son instrumentos del capital concentrado para legitimar o deslegitimar a gobiernos según su afinidad. Motivo por el cual, lo que digan estas instituciones debe caracterizarse como de quién viene, cosa que los medios de comunicación precisamente ocultan por responder a sus mismos intereses.

En segundo lugar, la gran diferencia entre ambos procesos se caracteriza por el rol que cumple el Estado en la defensa de los intereses de las grandes mayorías y del interés nacional, por sobre el de las corporaciones, los poderes financieros internacionales y el imperio norteamericano.

Mientras en Argentina Macri causa una crisis colosal, asegura los negocios de sus amigotes, se subordina a los designios gringos y colabora en el experimento del FMI, en Venezuela Maduro defiende a su pueblo de la voracidad imperial, realiza ayudas muy significativas a les más necesitades e impulsa la construcción de un mundo multipolar que se base en el respeto y la cooperación entre los pueblos.

Mientras Macri es ayudado por su jefe del norte para que la Argentina vuelva a estar atada de pies y manos de los organismos internacionales y de acreedores privados que sólo buscan rapiñar, Maduro se enfrenta al imperio y busca vías alternativas en asociación estratégica con Rusia, China, Irán para intentar sortear el bloqueo criminal impuesto por Donald Trump y sus aliados. La disputa de fondo es la misma: saquear y rapiñar los bienes comunes o recursos naturales de nuestras naciones y pueblos.

El 21 de agosto del año pasado en un artículo titulado “Todavía estamos a tiempo[2] retomábamos las palabras del Dr. de Estado en Economía, Jorge Beinstein, quien en su último libro analizaba el carácter de la familia Macri y el componente mafioso de la lumpenburguesía parasitaria y de la oligarquía argentina que llegó al gobierno a finales de 2015.

En ese artículo señalábamos la necesidad de asumir la responsabilidad histórica que teníamos como pueblo, para generar las condiciones subjetivas que entierren el experimento oligárquico que en ese entonces ya estaba llevando hacia el abismo a nuestro país.

Sólo dos semanas después, publicábamos otro artículo de opinión titulado “El shock room argentino”[3]. En esa oportunidad retomábamos las investigaciones de la periodista canadiense Naomi Klein y cómo los poderes globales han utilizado desde los años 60 en adelante la política de shock para implementar reformas neoliberales ante crisis de diversa índole a lo largo y ancho del planeta. En Argentina el ejemplo más concreto sería la dictadura cívico-eclesiástico-militar.

Lo acontecido durante este año reafirma lo que se pronosticaba en aquel entonces: un gobierno compuesto por una mafia que sólo buscaba hacer suculentos negocios con las estructuras del Estado a su favor; un sistema internacional permisivo con estos experimentos, con un Trump presionando para que el FMI haga el préstamo más grande de su historia (incluso salteándose sus propias reglas) para sostener al jardinero Mauricio, fiel siervo lacayo del imperio; y un pueblo que en algún momento reaccionaría por más shock que intentaran imprimir.

El pueblo argentino demostró madurez política y verdaderos deseos de vivir en paz, no por ello dejó de luchar en cada lugar donde le fuese necesario. Ya sea en las calles con enormes movilizaciones, en la discusión de los sindicatos en la defensa de los derechos de les trabajadores, o en las urnas, con la aplastante derrota electoral al experimento oligarca argentino.

Ahora bien, la montaña rusa en la que ha entrado Argentina luego de las PASO, no sólo representa un gran riesgo, sino un gran desafío para nuestro pueblo. Las presiones internacionales, de los grupos concentrados de poder, de los medios de comunicación e incluso del derrotado oficialismo, para con Alberto Fernández no han cesado desde entonces.

Desde todos los lados posibles se pretende acorralar al candidato de Todes para que continúe en la línea trazada por Trump y los grupos de poder financieros internacionales y seguida al pié de la letra por Macri.

El desafío para el pueblo argentino no sólo será abrazar a les Fernández y llevarlos en octubre a un triunfo aún más contundente, sino condicionarles para que muchas de las cosas que están mal y aportaron a que se genere el desastre actual no se vuelva a repetir.

Si se las analiza fríamente, las situaciones de crisis no son ni buenas ni malas. Son una oportunidad para transformar lo existente en algo nuevo. Como relata Naomi Klein en su libro “Decir no, no basta”, ésta lógica de shock la han implementado desde hace décadas el imperio y los grupos concentrados de poder para imponer medidas neoliberales que los favorezcan.

Ahora le toca al pueblo imponer sus condiciones en detrimento de los ganadores de siempre. Hay que darse una profunda reflexión sobre la matriz productiva, sobre la forma matriz impositiva, sobre el ordenamiento jurídico y constitucional. Hay que parar de desangrar al pueblo y que la exuberante deuda que contrajeron que la paguen ellos. Expropiarles hasta la última pertenencia si hace falta, pero que no se salgan con la suya y salgan libres de culpa y cargo.

Luego de la crisis del 2001 una de las cosas que se analizaban era que la madurez política del movimiento popular organizado argentino no había logrado ser parte del nuevo gobierno que había surgido. Las condiciones actuales son mucho más favorables para que lo que surja en diciembre cuando asuma el próximo gobierno nacional y popular, cambie de raíz las lógicas de funcionamiento y que nunca más sea el pueblo quien pague las consecuencias de lo que hace un grupúsculo minoritario y enriquecido.

Esos cambios profundos no sólo son una necesidad histórica para que haya felicidad y prosperidad con justicia social en nuestro pueblo, es una necesidad humana, si pretendemos seguir existiendo como especie. No hay que cambiar un gobierno, hay que cambiar un sistema.


* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio UNLP), productor del programa Columna Vertebral (Radio Estación Sur - FM 91.7), columnista del programa La Marea (Radio Futura – FM 90.5) editor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Bibliografía:
[1] https://actualidad.rt.com/actualidad/308995-mauricio-macri-venezuela-destino-evitado
[2] https://revistatrinchera.com/2018/09/21/todavia-estamos-a-tiempo/
[3] https://revistatrinchera.com/2018/10/07/el-shock-room-argentino/

“Aprender a resistir, ni a irse ni a quedarse, a resistir”

“Aprender a resistir, ni a irse ni a quedarse, a resistir”

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Por Nicolás Sampedro*

Donald Trump (Presidente de EEUU) y Nicolás Maduro Moros (Presidente de Venezuela)

El cálculo y la dinámica electoral Argentina parece una aplanadora que saca de circulación todo a su paso. Poco y nada se ha hablado de la gravedad de algunos acontecimientos que están sucediendo a lo largo y ancho de este mundo, fundamentalmente lo sucedido en torno a Venezuela, por la proximidad y las implicancias que pueden tener.

El lunes de esta semana Donald Trump firmó una Orden Ejecutiva con la cual, literalmente, bloquea en su totalidad las actividades financieras, económicas y comerciales del país sudamericano. Posiblemente servirá para tomar dimensión de la gravedad de esta medida lo publicado por el medio norteamericano The Wall Street Journal, el cual señala que es “la primera vez que Washington aplica medidas de este tipo contra un gobierno del hemisferio occidental en más de 30 años[1].

Algo similar a lo que marcaba la cadena BBC la cual indicaba que “esta medida de embargo guarda similitudes con la Ley Helms Burton con la cual se le ha aplicado un bloqueo a Cuba durante más de 50 años[2].

La orden ejecutiva de Trump se suma a las al menos 150 medidas coercitivas unilaterales que ha emprendido el imperio contra la República Bolivariana de Venezuela desde 2017[3] hasta la fecha, que intentan minar las posibilidades del gobierno de Nicolás Maduro para sortear la embestida del imperio.

Recientemente el sociólogo y comunicado argentino radicado en Venezuela, Marco Teruggi, dialogó con el integrante de la Asamblea Nacional Constituyente y profesor en la Universidad Central de Venezuela Julio Escalona, el cual señala que el bloqueo económico, financiero, busca asfixiar al país caribeño. “Están incrementando la presión a ver hasta dónde se aguanta”. “Lo que hay que tener en la cabeza es cuál es la otra jugada que está preparando EEUU“, plantea Escalona[4].

Las maniobras tienen un fin central: generar caos. “El objetivo es convertir la vida cotidiana en un infierno, que la gente no encuentre cómo vivir, y entonces esperan que el pueblo se rebele, se desmoralice, tenga pérdida de confianza, de fe, es agudizar el caos, y por lo tanto la cohesión social, que las iniciativas populares se vean frustradas[5].

El imperio sabe que sin romper la unidad del pueblo venezolano y sin fracturar a las Fuerzas Armadas, poco y nada podría hacer. Ante una oposición política claramente en declive, que no tiene la capacidad de enfrentar en las urnas al oficialismo y que a medida que avanzan las sanciones y las acciones beligerantes, parece generar el efecto contrario.

Precisamente esto sucede porque una de las cosas que legó el comandante Chávez al pueblo venezolano es esa posibilidad de comprenderse como sujetos colectivos y saber que no están solos en esta lucha.

Una de las políticas que intenta generar este bloqueo y que se han mencionado en notas anterior) es romper con una de las políticas que ha sostenido el gobierno bolivariano: las cajas CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción). Ayuda que brinda el Estado venezolano a más de 6 millones de familias (24 millones de personas si tomamos una familia tipo de 4 integrantes).

Por citar sólo un ejemplo, hace unos días la cancillería venezolana y la vicepresidenta Delcy Rodríguez, denunciaban que en Panamá se retuvo un buque que llevaba 25 toneladas de alimentos hacia Venezuela. Alimento que precisamente nutre esas cajas CLAP[6].

Jesús García, un venezolano de a pié del barrio Altos de Lídice señala que “la frontera son las cajas Clap, esa es la delgada línea roja”. Difícilmente se aguante sin los Clap, aseguran. Una caja con 19 productos alimentarios cuesta la mitad que un sólo kilo de harina de maíz en la calle. Cuando las cajas se demoran crece la tensión, los mensajes para saber cuándo llegarán”[7]

La política de agresiones a Venezuela hay que comprenderla en múltiples direcciones. No es sólo derrotar a quien sigue siendo faro de resistencia para los pueblos de Nuestra América, es además apoderarse de la mayor reserva de hidrocarburos del mundo, es dar un mensaje al resto del mundo, es intentar impedir que Rusia y China se sigan metiendo en lo que consideran su patio trasero, pero también es parte de la campaña electoral de Trump.

La pérdida de popularidad dentro de EEUU, hace peligrar su renovación de mandato en 2020, por eso las agresiones a Venezuela. A nivel global, y por más que diga que lo que le preocupa es salvar a su propio país, Trump se hunde cada día más en los brazos financieros de Wall Street y la City de Londres. A nivel regional, se hunde cada vez más en los brazos de la mafia de Miami y de los intereses corruptos de las derechas latinoamericanas. 

Las sanciones también son un mensaje para la oposición venezolana que estaba encaminada a llegar a un acuerdo con el gobierno venezolano en lo que comenzaron siendo los diálogos de Oslo, que debían continuar esta semana en Barbados. Diálogos que se pusieron en Stand by tras la decisión de Trump.

Escalona insiste: “EEUU no va a ceder en la guerra contra Venezuela”. Significa que no habrá tregua, que aumentará la superposición de variables de asalto con la impunidad imperial que le permite a Trump declarar un embargo y contar con un silencio cómplice de gobiernos aliados de Europa, así como aplausos de gobiernos de derechas latinoamericanas” [8], que como sucede en Argentina, utiliza la situación de Venezuela para deslegitimar a la oposición.

Y si bien para el intelectual venezolano la opción militar está lejos de poder suceder, incluso por propios sectores norteamericanos que saben las consecuencias y los costos que tendría, lo que no está descartado es el accionar paramilitar, hecho que no se habla en la gran prensa hegemónica occidental de los países aliados al imperio. Una forma de agresión que se han venido sucediendo y que tuvo como una de sus últimas apariciones, el asesinato de 6 militantes chavistas hace pocas semanas.

Cabe retomar las palabras del Consejero Ejecutivo del Centro Mexicano de Análisis de la Política Internacional, Ricardo Orozco, el cual afirma que “en tiempos como éste, las posibilidades de que corra sangre por las calles de América no es sólo una metáfora más sin sentido, sino una posibilidad por completo cierta para un actor (Estados Unidos) que se juega algo más que el control de un espacio estatal, una proyección geopolítica regional y un abasto permanente de hidrocarburos desde los yacimientos más ricos del mundo[9].

Pero el pueblo venezolano se ha caracterizado, desde la llegada de Chávez para acá, en aprender a resistir. “Se trata de una batalla diaria, permanente, donde las necesidades aumentan, la presión para construir respuestas también[10]. Aquí algo que el propio Chávez había afirmado que iba a ser el elemento clave para sostener la revolución como lo son las comunas.

La comuna es un instrumento práctico para que la comunidad se organice y pueda solventar los problemas en cualquier coyuntura, sobre todo y más aún en una como esta“, cita Marco Teruggi quien además agrega que “la comuna debe resolver con su propia fuerza a la vez que articular con el Gobierno, las instituciones, la dirigencia política[11].

Pero como dice Jesús “nosotros somos de los que creemos que pa’lante es pa’llá, y que bajar los brazos es no solamente traicionar a Chávez sino traicionarnos a nosotros mismos, los que creemos y nos quedamos en este país, entendemos que hay buscar las formas, maneras y alternativas para salir adelante[12].

Como señala el argentino Juan Gelman en el poema Mi Buenos Aires querido: “Hay que aprender a resistir, ni a irse ni a quedarse, a resistir”[13]


* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), productor general del programa La Marea (FM 90.5 Radio Futura), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Bibliografía:
[1] http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/se-oficializa-el-embargo-contra-venezuela-las-claves-y-el-contexto
[2] Idem 2
[3] https://www.telesurtv.net/telesuragenda/cronologia-sanciones-eeuu-venezuela-historia-20190529-0002.html
[4] https://mundo.sputniknews.com/america-latina/201908071088307884-eeuu-vs-venezuela-el-embargo-como-parte-de-una-guerra-sin-retorno/
[5] Idem 4
[6] https://www.telesurtv.net/news/venezuela-retencion-barco-alimentos-canal-panama-20190807-0017.html
[7] https://mundo.sputniknews.com/america-latina/201908091088334294-como-reaccionan-los-barrios-frente-al-bloqueo-economico-en-venezuela/
[8] Idem 4
[9] https://www.alainet.org/es/articulo/201450
[10] Idem 7
[11] Idem 7
[12] Idem 7
[13] https://www.poeticous.com/juan-gelman/mi-buenos-aires-querido?locale=es

El diálogo en Barbados ¿sólo una cortina de humo?

El diálogo en Barbados ¿sólo una cortina de humo?

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

por Miranda Cerdá Campano*

La injerencia de Washington en América Latina no es ninguna novedad; aún menos lo es desde la avanzada de la derecha en la región a partir de 2015. Todos los gobiernos que desde principios de siglo le habían dado un tinte popular y soberano a sus Estados, vieron caer sus poderes en manos de las famosas guerras híbridas, una mezcla de acusaciones mediáticas, procesamientos judiciales y financiamiento de liderazgos opositores.

En este escenario y como desde el comienzo, la luz al final del camino siempre la sostuvo la resistencia del pueblo venezolano. Una resistencia que evidentemente sigue sorprendiendo a Estados Unidos, que desde el intento de golpe de Estado a Hugo Chávez en 2002 no ha cesado sus arremetidas contra el proceso bolivariano.

Este año, los ataques al sistema eléctrico se han vuelto la moneda corriente para seguir asentando la crisis económica y promoviendo una crisis política en pos de posibilitar una intervención en Venezuela. Mientras parecían afianzarse las negociaciones en Barbados entre el gobierno constitucional del Presidente Nicolás Maduro y un sector de la oposición golpista, comandada por Estados Unidos y titereteada por Juan Guaidó, continúa vigente la guerra vestida de apagones.

Supuesta ayuda humanitaria que entraría a Venezuela por la ciudad colombiana de Cúcuta

Luego del fracaso de las intentonas golpistas más recientes en Cúcuta y Caracas, el acoso no ha cesado, y en varias oportunidades durante este año, el imperialismo yanqui acudió a los ataques contra el Sistema Energético Nacional. El 7 de marzo pasado, cortaron el suministro de la energía por vía cibernética en el cerebro del embalse El Guri y una vez restablecido, lanzaron un nuevo ataque electromagnético que tumbó la distribución y transmisión de energía.

Apenas unas semanas después, el 25 de marzo, Caracas y al menos 16 estados del país quedaron nuevamente sin electricidad; esta vez, por la quema de estaciones y subestaciones eléctricas del patio B del embalse del Guri. El 10 de abril se registró un nuevo ataque contra el SEN, que dejó sin electricidad varias zonas de Caracas y los estados Aragua, Carabobo, Falcón, Guárico, Mérida, Miranda, Nueva Esparta, Portuguesa y Táchira.

Este lunes 22 de julio, la falta de energía volvió a afectar a varios estados del país y el gobierno anunció un posible “ataque electromagnético que buscó afectar el sistema de generación hidroeléctrica en Guayana, principal proveedor de electricidad”.

La implicancia de Estados Unidos en ciberataques a lo largo y ancho del globo tiene larga data. En 2010 se realizó el mayor ciberataque conocido hasta entonces: el gobierno de Israel, con evidente apoyo yanqui, infiltró sistemas de control industrial en instalaciones del gobierno iraní a través de un gusano informático llamado Stuxnet, destruyendo así sus centrífugas nucleares.

Para 2015, Washington y sus aliados ya habían incorporado de lleno la ciberguerra a su doctrina militar. En julio de ese año, oficiales de alto rango de los Estados Unidos y el Reino Unido realizaron un simulacro de tres semanas en Suffolk, Virginia. No era la primera vez que se hacía; sin embargo, para ese simulacro se contó con la presencia de nuevos actores: representantes de las industrias bancarias y de energía eléctrica. Ahí se practicaron ejercicios de ataque a sistemas de control industrial de plantas de tratamiento de aguas, interrupción de tuberías de petróleo y gas, congelamiento de retiro de dinero en efectivo y desconexión de redes de energía eléctrica.

El sabotaje cibernético debe entenderse como una guerra camuflada para barrer con el gobierno constitucional y, especialmente, con las conquistas populares alcanzadas por el proceso bolivariano. La mesa de diálogo en Barbados, que avanzaba favorablemente en una resolución democrática de los diversos conflictos que aquejan al pueblo venezolano, parece más un acto de simulacro utilizado para disimular la profundización de los ataques golpistas al Estado soberano de Venezuela, que un espacio para la prevalencia de la Constitución y de la paz.

En el ducentésimo trigésimo sexto aniversario del nacimiento de Simón Bolivar, Venezuela continúa recuperándose del apagón del lunes y resistiendo todas las arremetidas imperialistas.

Bachelet, la protagonista de la nueva arremetida imperialista contra Venezuela

Bachelet, la protagonista de la nueva arremetida imperialista contra Venezuela

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

por MIRAnda cerdá campano

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, presentó un informe que lapida al gobierno de Nicolás Maduro y lo insta a adoptar de inmediato medidas para detener las graves vulneraciones de derechos económicos, sociales, civiles, políticos y culturales. A continuación, algunas observaciones.

Quienes entendemos que el sistema mundial está gobernado por los mecanismos de ganancia capitalista y por los intereses de las grandes multinacionales, sabemos que la retórica sobre los derechos humanos es utilizada muy a menudo como una pantalla por quienes niegan los derechos humanos desde lo básico: consideran que es un privilegio tener para comer, tener acceso a la salud y a la educación.

Quienes entendemos la asimetría que rige la geopolítica, sabemos que las grandes instituciones internacionales, como la ONU, están dirigidas o al menos controladas por Estados Unidos con gerentes títeres. Y quienes entendemos que la acción política es el resultado de un choque de intereses, enmarcamos las figuras de estos gerentes en estos mismos términos. Y es desde esta perspectiva, que debemos leer el informe de Michelle Bachelet sobre los Derechos Humanos en Venezuela.

La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet

El informe se compone de un conjunto de observaciones abiertamente contrarias al proceso bolivariano de Venezuela, y que de manera nada accidental, riman muy bien con los intereses del Pentágono en ese país y con la trama golpista confabulada por las administraciones de derecha en el continente, como las de Iván Duque, Jair Bolsonaro, Sebastián Piñera y, por supuesto, Mauricio Macri.

El recorte de Bachelet sobre la realidad de Venezuela es otra de las agresiones del imperialismo yanqui, enmarcadas en las denominadas guerras híbridas, formas multidimensionales de destrucción de gobiernos democráticos cuyos proyectos políticos contradicen los intereses de la Casa Blanca. Se hace uso de armas mediáticas, económicas, financieras, se levantan supuestos liderazgos opositores, se financian grupos fascistas, se utiliza el sistema judicial para perseguir a las figuras que representan esos proyectos políticos populares y soberanos y se amenaza constantemente con invasiones militares. Y para nadie es un secreto que, al igual que los ha resistido Cuba durante décadas, los ataques del Departamento de Estado yanqui en contra de Venezuela tienen fines asociados al saqueo del petróleo y los recursos naturales de ese país.

Además, el contenido del documento discrepa en varias oportunidades con las declaraciones de Bachelet durante su visita a Venezuela entre el 19 y el 21 de junio , donde había condenado las sanciones económicas de Estados Unidos y había recomendado el diálogo. Muy por el contrario, el informe parece culpar a los pobres por estar hambrientos y no denuncia la responsabilidad de quienes les quitan el pan y se asemeja más a una suerte de fotografía de lo que sucede en el Chile de la Sra. Bachelet que a la democracia participativa de Venezuela.

En concreto y tratando de resumir ese informe para su discusión, Bachelet habla de una hegemonía comunicacional impuesta por el gobierno de Nicolás Maduro y de violaciones a los derechos económicos y sociales (dentro de los que incluye el derecho a la alimentación y a la salud); dice que el gobierno se negó a reconocer la magnitud de la crisis y no adoptó medidas para abordarla, que mucha gente ha dejado Venezuela, que se han restringido los espacios democráticos y se ha atacado a la oposición, que se han violentado los derechos colectivos de los pueblos indígenas, que las fuerzas estatales han asesinado a miles de personas y que efectivos de la GNB han ejercido violencia sexual y de género contra mujeres y niñas.

La ex mandataria chilena parece ignorar que ante la crisis, el gobierno de Venezuela ha dedicado más del 70% de los ingresos anuales a planes sociales como los clap, las casas de alimentación, los comedores escolares y los subsidios familiares.

Pero la hipocresía más grande se expresa en dos puntos claves: el de los pueblos indígenas y el de la represión. En ningún gobierno como el de la República Bolivariana de Venezuela las poblaciones indígenas han logrado tanto en términos de derechos y poderes: acceso a viviendas en sus lugares habituales para evitar el desarraigo, uso obligatorio de las lenguas indígenas y hasta sendos intentos por recuperar la piedra cueca, símbolo ancestral de los pemones, vendida a un artista alemán y luego reclamada por el gobierno bolivariano para devolverla a su lugar de origen.

Sin embargo, Bachelet tomó como ejemplo uno de los episodios más contradictorios que recientemente ha interesado a una parte de los nativos Pemones: un intento de extractivismo ilegal llevado a cabo por un grupo de nativos que, cegados por el oro, olvidaron proteger el medioambiente que habitan. Como era de esperarse, los nativos son pintados de manera angelical por los medios hegemónicos de comunicación y son los portadores de una pureza amenazada por el “dictador Maduro”. La Alta Comisionada debe ignorar, también, la persecución y represión ejercida al pueblo mapuche en su Chile para darle lugar a las grandes empresas que quieren explotar el wallmapu.

¿Cómo hubiera reaccionado Bachelet si alguien le hubiera ordenado a su inkgobierno disolver a los Carabineros que hoy actúan con las misma violencia con la que actuaron en la época de Pinochet? En cambio, prefiere hablar de tortura, represión y censura en Venezuela. ¿Y de qué registro ha tomado las estadísticas de la masacre de la cual ha acusado al gobierno de Maduro? Bachelet olvida que en los países que animan la banda del Grupo de Lima, que incluye a Chile, y principalmente a Estados Unidos, existen las ejecuciones selectivas, la tortura, los arrestos masivos y siempre se justifican estas medidas en pos de garantizar la «seguridad».

Como si no fuera obvia la participación yanqui en el informe de la ONU, el departamento de Estado de de EEUU se pronunció a favor de lo reportado por Bachelet y dijo que el documento “confirma que Nicolás Maduro y sus matones están cometiendo graves violaciones de los derechos humanos del pueblo venezolano”. Y se volvió a apelar a que los países que aún no reconocieron a Guaidó, “lo hagan lo antes posible y retiren cualquier apoyo que permita que Maduro se sostenga en el poder”.

Independientemente de cual sea nuestra posición frente al gobierno de Venezuela, el deber de todo latinoamericano es el de oponerse a la interferencia de cualquier potencia sobre nuestra región y de evitar que nuestro continente sea escenario de otra guerra “democratizadora” como las que Washington ha hecho en Afganistán, Irak, Siria o Libia y que se han cobrado millones de muertos y desplazados y han llevado a la destrucción y fragmentación de esos países.

Son los propios venezolanos quienes deben decidir su destino y son ellos mismos quienes deben acordar si mantienen o no a sus respectivos gobernantes. Las sanciones de Washington producen hambre e inestabilidad en toda la región y no apuntan a mejorar la situación de los venezolanos sino a conseguir mejores oportunidades para que sus grandes corporaciones lucren a costa del pueblo bolivariano.

Esta gran humanidad dijo basta y echó a andar

Esta gran humanidad dijo basta y echó a andar

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Por Nicolás Sampedro*

Foto: Indymedia Argentina

El sociólogo y politólogo argentino Atilio Borón publicó recientemente un artículo llamado “¿Fin de cual ciclo?[1]”, en el que reflexiona sobre este discurso que la derecha construyó a raíz de las derrotas electorales que se vivieron en los últimos años en la región.

En su publicación, Borón reflexiona sobre las situaciones que están viviendo esos gobierno de derecha que llegaron a los gobierno del Brasil, de Perú, de Paraguay, de Argentina y la traición de Lenín Moreno en Ecuador.

Brasil está en llamas por diversos motivos, pero fundamentalmente por 2 motivos. En principio por las contradicciones hacia lo interno del bloque de poder entre la línea de ultraderecha que lidera Bolsonaro y que tiene como referente filosófico-político a Olavo de Carvalho (y que ya se cobró la cabeza del ministro de la Secretaría de Gobierno, el general Carlos Alberto dos Santos Cruz[2], por sus críticas al gurú), y el ala militar que conduce su vicepresidente Hamilton Morao.

Por otro lado el creciente descontento social con las políticas neoliberales que agreden derechos elementales producto de un modelo económico neoliberal conducido por el Chicago Boy, Paulo Guedes, que está destruyendo la economía breasileña[3].

Tal como lo afirma el docente e investigador Sergio Martín-Carrillo, los recortes durante la administración de Michel Temer no lograron frenar el déficit público y “Lejos de esto, esta limitación del rol activo del Estado en la economía está estrangulando el desarrollo económico mientras que la deuda pública sigue aumentando. En diciembre de 2018, la deuda bruta del sector público alcanzó los 5.272 billones de reales, lo que representa unos 1.425 billones de dólares, y supone el 76,7% del Producto Interno Bruto (PIB). En 2013, antes de la deriva neoliberal de la política económica, la deuda pública se situaba en torno al 50%.

El paro el pasado viernes 14, convocado por las 12 centrales sindicales brasileñas en conjunto con el movimiento sin tierra, les estudiantes y organizaciones político-sociales, dio cuenta de que a pesar de las pretensiones de Bolsonaro de alinearse con los yanquis y cumplir a rajatabla las recetas del Fondo Monetario y sus gurúes económicos, la sociedad del país vecino no se quedará de brazos cruzados.

Bajo la defensa de la educación pública, las pensiones y el trabajo, millones de brasileñas y brasileños -en más de 380 ciudades[4]– se movilizaron para repudiar las agresiones que están viviendo[5]. El escenario no podía terminar de otra forma que no sea con represión. Es lo único que saben hacer quienes llegan al gobierno con frases rimbombantes y buenos slogans, pero que no tienen la más mínima intención gestionar el Estado en beneficio de las grandes mayorías.

Por su parte en Perú la cosa no es muy diferente. Si bien ese país no tiene la experiencia reciente de un gobierno nacional y popular como el de Lula, Cristina o Correa, la situación es cada vez más compleja producto de los grandes entramados de corrupción que involucran a muchos de los funcionarios actuales y de gestiones anteriores. Como explica el analista político Roger Taboada, los últimos 5 presidentes están o presos, o prófugos de la justicia o muertos[6].

La reciente presentación[7] y posterior aprobación[8] de una Moción de Confianza enviada por Vizcarra al congreso no es otra cosa que intentar tapar una olla a presión que da cuenta de los cuantiosos negocios que hace la clase política enquistada en el estado desde hace décadas. Reformas y tapones que buscan ocultar el entramado de corrupción que envuelve a casi todos los partidos políticos con el Caso Odebrecht.

En tanto el Paraguay que dirige Mario Abdó empieza a reconfigurarse. Si bien es reciente y pueden para muchas cosas en el medio, la llegada de Mario Ferreiro (Partido Revolucionario Febrerista) a la intendencia de Asunción (capital y principal ciudad del país) en 2015 y la reciente victoria de Miguel Prieto (Conciencia Democrática del Este) a la intendencia de Ciudad del Este (la segunda ciudad en importancia por su cantidad de habitantes), comienzan a reconfigurar el escenario político paraguayo.

Lo que es claro es que las y los paraguayos se cansaron del bipartidismo expresado por el Partido Colorado y el Partido Liberal. Partidos que paulatinamente vienen perdiendo peso electoral frente a otros espacios político y que podría generar un cimbronazo en las elecciones regionales del año que viene.

En Argentina, un Frente de Todos que se planta en la palestra electoral como la alternativa opositora al macrismo. Con Alberto y Cristina Fernández como las puntas de lanza, la fórmula generó un cimbronazo político que podría acercarse aún más la posibilidad de sacar a la Alianza Cambiemos del ejecutivo y volver a una senda gobierno popular.

Informe de RT sobre las elecciones en Panamá

Centroamérica no está alejada de esta sintonía. La reciente victoria de Nito Cortizo abre la puerta a un cambio político del país que tiene en su territorio el canal interoceánico más importante del continente.

La crisis política en Honduras, envuelto en movilizaciones producto del descontento de la población ante las medidas de desinversión en Educación y Salud y un entramado de corrupción y el robo de las elecciones de Juan Orlando Hernández en 2017[9].

El desgaste de Jimmy Morales en Guatemala[10] [11], que si bien no logra aún consolidar una propuesta sólida, y una Haití envuelta en llamas producto de años de fraudes, de corrupción y descontento social ante las políticas antipopulares.

Todo esto sumado a la aparición de Andrés Manuel López Obrador en México, que pese a las dificultades logró acceder al gobierno y viene realizando una política para intentar reconfigurar el tejido social y reponerse de décadas de neoliberalismo. Un AMLO que tiene de vecino al opresor de opresores -el imperio norteamericano-, que si bien está en retroceso, no quiere perder lugares de injerencia en la región como se lo vio con la amenaza de suba de aranceles a los productos mexicanos[12].

Este escenario se da con una Venezuela, Cuba y Nicaragua que resiste pese a las agresiones de la administración Trump y sus lacayos; una Bolivia que consolida su economía y que parece seguirá en el mismo rumbo cuando este año reelijan la fórmula Morales-García Linera.

La situación de la región, según los medios de comunicación, se derechizó, los progresismos se extinguieron. La realidad nos demuestra que si bien hubo cambios en los gobiernos en los últimos años, la realidad es que eso no implicó que las sociedades se derechicen. Los procesos de lucha en todos estos países están dando muestras de que eso no es así.

Fue Álvaro García Linera, el vicepresidente de Bolivia, quien dijo que “Las transformaciones se dan por oleadas”[13]. Lo que acontece en toda Nuestra América indica que estamos en un momento de preparación para una nueva oleada progresista en la región, fruto de los pisos de subjetividad gestados por los gobiernos de Lula, de Correa, de Néstor y Cristina, de Maduro, de Evo, de Raúl Castro y Miguel Días Canel.

Las palabras del Che Guevara en la ONU en diciembre de 1964 vuelven a aparecer en la semana en que el líder revolucionario habría cumplido 91 años: “Ahora sí la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia… Y esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado, que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que pase. Porque esa ola la forman los más, los mayoritarios en todos los aspectos, los que acumulan con su trabajo las riquezas, crean los valores, hacen andar las ruedas de la historia y que ahora despiertan del largo sueño embrutecedor a que los sometieron.

Porque esta gran humanidad ha dicho «¡Basta!» y ha echado a andar. Y su marcha, de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora, en todo caso, los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera e irrenunciable independencia.»[14]


Fuentes:
[1] https://www.pagina12.com.ar/199513-fin-de-cual-ciclo
[2] https://mundo.sputniknews.com/america-latina/201906141087619042-bolsonaro-saca-del-gobierno-a-ministro-que-critico-al-guru-olavo-de-carvalho/
[3] https://www.celag.org/brasil-una-economia-no-despega/
[4] https://www.brasildefato.com.br/2019/06/14/brasil-or-actos-masivos-al-cierre-de-la-huelga-general-en-defensa-de-las-pensiones/
[5] https://www.brasildefato.com.br/2019/06/14/minuto-a-minuto-or-greve-geral-paralisa-o-pais-nesta-sexta-feira-14/
[6] https://actualidad.rt.com/actualidad/266420-presos-investigados-profugos-expresidentes-peru
[7] https://www.celag.org/peru-y-la-desconfianza-en-el-congreso/
[8] https://www.celag.org/peru-una-cuestion-de-confianza-o-de-cinismo/
[9] http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/12/18/fraude-electoral-en-honduras-el-grito-silencioso/
[10] https://www.celag.org/elecciones-en-guatemala-entre-la-corrupcion-y-los-reclamos-por-justicia/
[11] https://actualidad.rt.com/actualidad/318070-corrupcion-narcotrafico-encuestas-elecciones-guatemala
[12] https://revistatrinchera.com/2019/06/14/que-quiere-trump-de-mexico/
[13] https://www.telesurtv.net/bloggers/Entrevista-con-Alvaro-Garcia-Linera-Las-transformaciones-se-dan-por-oleadas-20160828-0003.html
[14] https://www.youtube.com/watch?v=5q1mBDhW2uw


* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), productor general del programa La Marea (FM 90.5 Radio Futura), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia 
Los ataques siguen, Venezuela resiste

Los ataques siguen, Venezuela resiste

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.
Policía Metropolitana de Washington irrumpe ilegalmente en la Embajada de Venezuela en Estados Unidos (13 de mayo de 2019)

Por Miranda Cerdá Campano*

Desde hace un tiempo que no hay una semana que en la República Bolivariana de Venezuela no sucedan cosas que ameriten un análisis o al menos una mención. Con la autoproclamación de Juan Guaidó en enero, pasando por el intento de ingresar “ayuda humanitaria” en febrero, los apagones de marzo y el último intento de golpe de Estado en abril, Venezuela fue el epicentro de un acoso constante por parte del imperio estadounidense. Y siendo mayo, a pesar de la resistencia antiimperialista llevada adelante en gran medida por la Guardia Nacional Bolivariana, esos ataques no han cesado.

Se habla de violación a los derechos humanos, de crisis y de Nicolás Maduro como dictador, como si eso los habilitara para algún tipo de intervención. No entienden que en todo caso, ese no es asunto de ningún poder extranjero, sino que le corresponde al propio pueblo venezolano. Se olvidan también que Maduro fue electo en mayo del año pasado con casi el 68 por ciento de los votos en unas elecciones que la propia oposición pidió adelantar.

La oposición mediática venezolana se encargó de decir que Maduro no tenía el apoyo popular, que incumplía los procedimientos legales, entre otra sarta de mentiras. Pero, les guste o no a muchos, Maduro es el presidente de su país en términos de orden constitucional y todo lo que sucede en Venezuela es asunto de los propios venezolanos. La injerencia neocolonialista es inaceptable entendiendo que Venezuela es un país, que como cualquier país soberano busca su propio camino sin este tipo de intervenciones.

Entre los hechos concretos que son parte de este plan intervencionista y que han tenido lugar este mes, la antigua embajada de Venezuela en Estados Unidos se encuentra bajo asedio desde hace casi dos semanas y sin energía eléctrica desde el jueves, una política de ataque imperial que se ha vuelto habitual en los últimos meses.

Recordemos que Venezuela rompió relaciones con Estados Unidos en enero, después de que el gobierno yanqui reconociera como “presidente interino” a Guaidó e impulsara una serie de agresiones contra los venezolanos.

No obstante, dentro de la embajada quedan huéspedes que, ante el asedio de opositores, han defendido el recinto diplomático de Venezuela con el nombre Colectivo de Protección de la Embajada. A su vez, las inmediaciones de la embajada en Washington también han sido escenario de violencia opositora contra manifestantes que apoyan el gobierno de Nicolás Maduro.

Está claro que el corte del suministro eléctrico ha sido otra medida de presión para que los activistas a favor de la Revolución Bolivariana dejen la embajada. Ni hablar de que a los huéspedes se les está impidiendo adquirir alimentos. Los activistas lanzan morrales para que se los llenen de comida, pero muchos casos los opositores lo impiden.

Volviendo a Nuestra América, el viernes se informó que la armada venezolana desvió el rumbo de un buque estadounidense que patrullaba las aguas soberanas cerca del puerto de La Guaira, en el norte de Venezuela. Esto supone otra de las tantas provocaciones lanzadas para aumentar las tensiones ya existentes con el imperio yanqui.

El incidente ocurre días después de que EEUU amenazara al Gobierno venezolano de sancionar a todos los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia si no se oponen al presidente Nicolás Maduro y con “consecuencias” si no se liberaba al diputado opositor Édgar Zambrano, detenido el 6 de mayo por su presunta vinculación con el intento de golpe de Estado contra el mandatario Maduro, el pasado 30 de abril.

No está muy claro cuánto tiempo va a tener que resistir Venezuela, sí queda claro que hasta ahora ni una sola de las iniciativas del autoproclamado presidente interino ha tenido éxito y que incluso los propios medios hegemónicos comprometidos con la oposición venezolana y con el plan estadounidense para derrocar a Maduro ya no saben qué decir.

Fuerzas opositoras con armamento de guerra durante el golpe fallido del 30 de abril

Luego del mayor fracaso del plan golpista que fue supervisado personalmente por John Bolton y Elliot Abrams, el Diario Clarín analizó la situación y observó que “ni batallones repletos de soldados hastiados se sumaron a la rebelión popular ni las calles se llenaron de opositores dispuestos a llegar al Palacio de Miraflores para acabar con la usurpación. Y mucho menos, ha caído el régimen chavista” e incluso en otra nota del mismo diario hay casi una confesión: “El respaldo militar a Maduro es clave, pero no la única pata que le permite mantenerse en el poder. Es innegable que aún, y pese al descalabro de la economía que golpea por igual a chavistas y antichavistas, el régimen goza de un respetable apoyo en sectores de la sociedad que viven del sueño de la Revolución Bolivariana”.

Quizás a Clarín se le ocurre empezar a entender que el gran apoyo a este proceso soberano se da en tanto es una revolución que tiene raíces profundas en la historia y la cultura de Venezuela, en las luchas indígenas, campesinas y obreras y que han sido cultivadas con mucho esmero por Chávez y quienes siguieron sus pasos después de su muerte. Por eso Venezuela resiste y por eso Trump y sus fallidos intentos de intervenir Nuestra América a través de sus gobiernos títeres, fracasan.

Es la hora de la más amplia y generosa solidaridad con los pueblos sometidos al castigo económico de Washington.

*Periodista especializada en Sudamérica, redactora de Revista Trinchera y columnista del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata) y colaboradora de Agencia Timón 
El Imperio Contraataca

El Imperio Contraataca

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Por Nicolás Sampedro*

Tal como lo afirma el analista Manuel Díaz Aponte, “La movida del complejo fichero de la geopolítica internacional cada día es más indescifrable”. Si a esto se le suma el complejo entramado de noticias falsas y operaciones permanentes de los emporios infocomunicacionales, se vuelve fundamental la prudencia y el análisis cada vez más minucioso de los hechos.

El incremento de las tenciones en diferentes partes del planeta en la última semana, dan cuenta de una avanzada multidireccional y multidimensional de parte del imperio norteamericano que da la sensación de pretender seguir perdiendo terreno contra sus principales competidores globales: Rusia y China.

Si bien la retórica de Trump se base en agredir para luego negociar en unas supuestas mejores condiciones, la realidad es que durante la semana reabrieron varios frentes en simultáneo. Quizás de todos ellos uno de los más peligrosos es la nueva embestida en la guerra comercial con China. El mandatario gringo anunció que a partir de este 10 de mayo se incrementarían del 10 % al 25 % las tarifas para una serie de mercancías chinas que EE.UU. importa por un valor de 200 mil millones de dólares al año. El pasado domingo, Trump también amenazó con imponer “en breve” aranceles del 25 % a otros productos chinos por 325.000 millones de dólares que, de momento, no están sujetos a impuestos. Obviamente que el gigante asiático no se quedó de brazos cruzados y aseguró que este hecho tendría sus consecuencias, aunque sigue apostado a lograr un entendimiento.

Anuncio de Trump de la suba de aranceles a productos chinos

En cuando al enfrentamiento con el gigante euroasiático que conduce Vladimir Putin, parece que las molestias del Trump y su séquito responden a que los rusos han tomado la iniciativa en la resolución de muchos de los conflictos abiertos por Washington: Siria, Irán, Ucrania, pero fundamentalmente Venezuela, ubicado en lo que para los gringos es su “patio trasero”; en realidad su reserva estratégica de materias primas y mano de obra barata.

En la semana, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, sostuvo que su país crearía una coalición de países para contrarrestar el accionar los ataques permanentes de la Casa Blanca contra suelo bolivariano. La semana pasada el máximo responsable de la diplomacia rusa y su par norteamericano, Mike Pompeo, coincidieron en que una intervención militar en Venezuela sería “tan injustificada como catastrófica”.

Lo cierto es que una cosa son las declaraciones y otra el accionar cotidiano. Permanentemente Trump y sus funcionarios salen a decir declaraciones a la prensa, o twittean sobre la opción militar, pero, como señala el analista mexicano Alfredo Jalife Rahme, “Rusia ha marcado nítidamente las líneas rojas; no va a permitir el modelo ucraniano, ni el modelo sirio en Venezuela. Y ahí está en juego toda la Doctrina Monroe”.

Como se sabe estos no son los únicos frentes abiertos por la administración Trump. No sólo están las presiones sobre la Unión Europea para que se pliegue a sus intereses, sino también la vía libre y el fomento de las estructuras noeonazis, fundamentalmente en Ucrania y los Balcanes; las presiones para hostigar -fundamentalmente- a Venezuela y a Irán.

En relación a éste último, la semana dejó una innumerable cantidad de noticias, twits y publicaciones en redes. No sólo por las nuevas sanciones aplicadas al país persa y a quienes comercien con éste, sino por el envío de buques militares y otros elementos bélicos a la región.

Párrafo aparte merecería el “vía libre” para que el estado terrorista de Israel haga y deshaga a sus anchas en el territorio palestino. La última información habla de un nuevo muerto en la jornada 58 de la Gran Marcha del Retorno, y que según la ONU hasta marzo de este año llevaba alrededor de 120 palestinos amputados por las agresiones sionistas.

La política propuesta por la administración Trump es el llamado “Acuerdo del Siglo”. Según el canciller palestino, Riad al-Maliki, “No podemos darnos el lujo de no involucrarnos en esfuerzos de paz, pero los esfuerzos de la Administración estadounidense no pueden ser descritos ni pueden calificar, lamentablemente, como esfuerzos de paz, sino condiciones para la rendición”.

Entrevista a Stella Calloni

En Nuestra América el caso más resonante es el venezolano. El intento fallido de golpe de estado del pasado 30 de abril, dio cuenta de lo desdibujada que está la oposición al chavismo, del pescado podrido que vendió a los yanquis y la extrema incapacidad de hacer nada, hasta trucos fotográficos tienen que hacer para intentar que no se note la pérdida de confianza hasta de los propios. Hoy la agresión está enteramente digitada desde fuera como sostenía la semana pasada la colega Stella Calloni.

Ahora lo que se vuelve realmente peligroso del escenario venezolano son los tristemente célebres “falsos positivoscolombianos, como la denuncia del ingreso de integrantes de las FANB en su territorio o el posible ingreso de mercenarios privados como se mencionaba la semana pasada. El país vecino tiene larga data en este tipo de maniobras y como sostiene el director ejecutivo del Instituto Ron Paul, Daniel McAdams, “Guaidó ahora vale más muerto que vivo para la CIA y para la oposición“.

El escenario de agresiones imperiales en la región se complementa con los permanentes ataques a Cuba y Nicaragua. Las dos naciones hermanas vienen siendo hostigadas por los gringos, que pretenden borrar del mapa del continente a toda expresión de gobierno popular, progresista o revolucionario. Motivo de ello también la política de vaciamiento de los bloques regionales que se construyeron durante las últimas décadas.

El imperio norteamericano se desmorona paulatinamente y como decía el gran compañero y analista, Jorge Beinstein, tienen una carrera a contrarreloj por lograr. Todo indicaría que su decadencia puede llevar a un desastre para toda la humanidad. La analogía del galardonado film de George Lucas que encabeza esta nota, encaja como pieza de rompecabeza. Hay que tener cuidado y estar alertas porque “El imperio contraataca

* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), productor general del programa La Marea (FM 90.5 Radio Futura), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
Stella Calloni: “Guaidó no existe”

Stella Calloni: “Guaidó no existe”

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

A una semana del golpe de Estado fallido en Venezuela, hablamos con la periodista y escritora, Stella Calloni, para analizar esa jornada en la que se evidenció la endeble figura del auto-proclamado presidente Juan Guaidó, el fogoneo violento de los medios y la capacidad de resistir a este “proceso geoestratégico de recolonizar el continente”.

Stella Calloni, periodista, escritora y analista internacional.

El martes, muy temprano por la mañana, se viraliza un video de Guaidó llamando directamente a un golpe de Estado contra el presidente Nicolás Maduro. Durante el transcurso del día, los medios de comunicación hegemónicos mostraban la imagen de los enfrentamientos que se daban entre ese grupo de gente que estaba intentando entrar a una base militar en lo que era el viejo aeropuerto de Caracas. Al final del día eso se apaga muy rápidamente. Muchos remarcan lo acertado de que no se gestara el enfrentamiento, de la manera que hubiese reaccionado cualquier ejército o base militar defendiendo ese territorio. ¿Vos estás de acuerdo?

En Argentina tenemos los medios de comunicación al servicio de la guerra psicológica que se dirige desde el Pentágono estadounidense. Todos estos diarios trabajan para eso, ocultan las manifestaciones locales, ocultan el escándalo más grande que haya sucedido en un gobierno con el descubrimiento de esta red de extorsión. Si acá nos ocultan todas esas cosas, imaginemos todo lo que nos ocultan de Venezuela. Lo triste es que, a veces, en los noticieros de algunos canales amigos también hay gente que tiene la misma actitud de los canales enemigos. Es una guerra cien por ciento mediática.

Volviendo a Venezuela, desde la mañana nunca pudieron meterse a la base, donde no había ninguna situación interna. Intentaron y después dejaron esos grupos que tiraban piedras. Mientras eso estaba pasando y había otras movidas, ya se veía que era un golpe de Estado.

Venezuela tiene 250 mil hombres en armas y casi 2 millones de milicianos. Que ellos sean 7 o 100 inclusive, no es absolutamente nada. Lo cierto es que al mediodía el golpe ya se había disipado. Luego, el tratamiento que se le dio al tema de Leopoldo López. Él estaba en prisión domiciliaria pero que muchas veces salía, hablaba, venía e iba. Acá cuando se habla de prisión domiciliaria no salís o tenés una serie de barras para seguir, pulseras metálicas, etc. Entonces eso de que lo rescataron es falso. Él salió de su casa caminado y, después, fue a la embajada a refugiarse caminando y se cambiaron de embajada, de la de Chile a la de España. Sólo la presencia de Guaidó en Venezuela y de la gente en las calles, contradice a los que afirman ‘esto es una dictadura’. Nosotros que las hemos vivido, cuando un grupito de personas salía a la calle no podía agruparse en una esquina. Por eso fueron heroicas las Madres, porque fue lo único que se movió en los 77. Ahí es cuando vos podes ver la falsedad de las presentaciones.

Cuando quieren comparar y dicen que Argentina se va a parecer a Venezuela, la verdad es que no, porque Argentina no tiene 38 mil millones de dólares retenidos en los bancos estadounidenses, congelados, no le han sacado ninguna empresa, no les han bloqueado todo el dinero que tenían en países europeos por los intercambios comerciales, no le han bloqueado –como en Portugal– el dinero que mandaron para la compra de productos que nunca llegaron, ni tampoco le han hecho un desabastecimiento de la mercadería que venía para Venezuela, como lo ha hecho Colombia, porque se han derivados cantidades de alimentos y medicina. Entonces, no se puede hablar de la situación en Venezuela comparándola, porque aquí no hubo nada de eso. Aquí el Estado está desplomándose porque lo están desplomando desde adentro, porque es una orden de Estados Unidos entregar un Estado totalmente vacíado.

Ningún periodista serio puede dejar de advertir que estamos hablando de un país bloqueado, congelado, con la imposibilidad de vender petróleo. Hay una rebelión en el mundo por esto. ¿Quién es Estados Unidos, finalmente? En el momento que el presidente Trump dice que están aplicando la doctrina Monroe para América Latina regresamos al 1823, al primer período de la expansión, cuando estaban haciendo el imperio. La doctrina Monroe decía, en resumen, ‘América para los americanos’, que en esencia es que América Latina tenía que ser para ellos. Esto fue cambiando con el tiempo, más con el período de integración de los últimos años que abrieron mercados en otras partes. En este momento ellos quieren volver al proyecto original, donde no todos los países pueden invertir, ya que, este ‘patio trasero’ tiene, entre otras cosas en Venezuela, la reserva de petróleo más grande del mundo y está a un paso de Estados Unidos, que no es lo mismo que traer de Irán o Irak. Es una cuestión absolutamente geoestratégica.

 

“Venezuela está en una situación como lo estaba Cuba cuando no le dejaban llegar ni una aspirina”

 

Lo que están haciendo sobre la mentalidad de las personas es sembrar odio con comentarios violentos que no se debieran poder publicar más. Esos comentarios discriminatorios que violan todas las normas de convivencia, todas las normas de respeto al otro, no se deben publicar en ningún diario, ni en los nuestros ni en los de ellos ni en ningún lado. Estamos sometidos a un ataque violento permanentemente. Eso destruye las mentes de las personas. Ellos apuntan a destruir toda conciencia social. Esa es la guerra psicológica.

Entonces, tenemos una América Latina que el imperio quiere recuperar en ese proceso geoestratégico de recolonizar el continente. Por eso está bueno el ‘patria sí, colonia no’, porque precisamente lo que quieren es una colonia. ¿Qué somos ahora con el FMI manejando nuestra política económica? ¿Qué somos nosotros con el Comando Sur manejando nuestra política militar y poniendo bases en Neuquén, Tierra del Fuego, en el noroeste argentino? Ahí tenemos que ir, a esos hechos centrales para determinar la mentira que significa cuando dicen ‘quieren ser como Venezuela’. Venezuela está en una situación como lo estaba Cuba cuando no le dejaban llegar ni una aspirina.

Juan Guaidó y Leopoldo López

Una de las cosas que dejó en claro lo sucedido es que ya la oposición está tan desdibujada que es irrelevante, Estados Unidos es quien comanda. Daniel McAdams decía que hoy Guaidó vale más muerto para la CIA y la oposición venezolana que valía antes de que se liberara a Leopoldo López. Nos interesaría una reflexión tuya al respecto, porque los falsos positivos en Colombia no están muy lejos de lo que pueda llegar a pasar con Guaidó.

¿Por qué sacaron Leopoldo López si con la prisión domiciliaria entraba, salía, caminaba, etc? ¿Qué dictadura es esa? Cuando aquí estaba Videla si alguno de nosotros hubiese hecho algo así, por favor, ya estaríamos muertos nosotros, las familias, los nietos y los bisnietos. Guaidó no se está dando cuenta de todo lo que sucedió, está desesperado por demostrar que puede, cuando en realidad no puede. Pero más desesperados están entre los asesores más fuertes de Trump, Marcos Rubio, Elliott Abrams, Mike Pompeo, John Bolton. De Rubio no se habla y él es el que estuvo en Cúcuta, está desesperado porque, por medio de golpear a Venezuela, quiere golpear definitivamente a Cuba. Y lo están llevando al desastre a Donald Trump, tal como se lo están diciendo alguno de sus propios hombres. Elliott Abrams tendría que estar preso por crímenes de lesa humanidad en Centro América. Cada uno de ellos son los personajes más siniestros que eligió, pero Rubio, Marco Rubio, que fue el hombre que ayudó a las ONG’s donde estaba la actual Ministra de Seguridad de Macri y estaban un montón más, Laura Alonso, todos esos trabajaban con Marco Rubio. Este personaje es siniestro, tiene una gran relación con el ISIS, con los mercenarios de la OTAN. Por eso ahora no quieren dejar llegar petróleo de Venezuela a Cuba. Vuelven a sacar el punto tres de la ley Burton, vuelven a desquiciar todo.

Guaidó no existe. Fijate que, de enero a la fecha, no ha logrado más que ser un tipo nombrado por Estados Unidos para ser presidente de Venezuela, un diputado con sólo 70 mil o menos votos, que ni siquiera es bien visto por la oposición porque se los impusieron desde afuera, porque en último caso Leopoldo López estaba ahí, Enrique Capriles estaba ahí. Este aparece como un niño que lo preparan para esta ocasión pensado que iban a manejar todo rapidísimo y se equivocaron. Les cuentan una historia como aquí cuando el presidente dice que estamos creando empleo y hay casi 50 mil nuevos desempleos en tres meses. Tenemos que entender que aquí la cosa no está bien, pero también tenemos que entender que hay una gran resistencia. Así como resiste el pueblo de Venezuela te cuento lo de Honduras, se ganaron muchísimos lugares en Ecuador a pesar ese golpe post-electoral, como el de acá, con presidentes que no cumplen con nada del programa con el que se comprometieron y están violentando la voluntad popular. Es decir, están gobernando de facto, esa es la situación en que estamos. Pero, ya ves, en todas partes hay levantamientos y América Latina tiene una gran experiencia en resistencias. Ha pagado un precio muy alto por resistir en todo el siglo XX y lo que va del XXI, pero aquí hay una capacidad de resistencia que los europeos no llegan a tener ni soñando. Somos nuestra misma esperanza. Eso es de vital importancia para la sobrevivencia de Nuestra América y para llegar a la independencia definitiva.

El presidente Nicolás Maduro junto a los altos mandos militares.
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