Mucha tropa riendo en las calles

Mucha tropa riendo en las calles

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Según un informe de la CORREPI (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional), la lista de muertos y heridos de bala consta de 102 nombres y con el transcurso de los días se siguen sumando. Estos hechos fueron catalogados como gatillo fácil: todos fueron efectuados por efectivos de distintas fuerzas policiales, tanto de la Provincia de Buenos Aires como del resto del país.     

Domingo 20 de septiembre

La comisaría responsable que está en el centro de la escena por la desaparición seguida de muerte de Facundo Astudillo Castro recibió otra denuncia por violencia policial. Esta vez una joven de 20 años sufrió una golpiza en horas de la madrugada. Su madre, Luciana Giménez, publicó un video en sus redes sociales en el que cuenta que su hija salió el domingo con amigues y al regresar a su casa se asustó al ver uniformados; intentó pedir ayuda en otra casa, pero sus ocupantes al sentir golpes en la puerta también tuvieron temor y llamaron a la policía. En ese momento, la acusaron de querer entrar a esa vivienda para robar, la detuvieron y la sometieron a una brutal golpiza. 

Su madre realizó un repudio enérgico contra la policía de ese pueblo. “Ahí están los policías que detuvieron a Facundo Castro, eso ya te quema en la cabeza”, denunció. “¿Quiénes se creen que son para golpearla así? No les tengo miedo, los voy a enfrentar como hizo Cristina Castro. Si me la mataban, no me la iban a devolver. Golpean a los pibes con problemas de drogas, no hay dónde denunciar, esto es tierra de nadie”, agregó.

La secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires está interviniendo en el caso, al igual que integrantes del Ministerio de Seguridad, que iniciaron de oficio una investigación en Asuntos Internos. Según pudo trascender, la Dirección de Políticas contra la Violencia Institucional de la subsecretaría de Derechos Humanos pidió desafectar al policía identificado, algo que aún no se concretó. A su vez, fuentes de esa dependencia provincial explicaron que le “están ofreciendo contención psicosocial desde la Dirección de Programas para el Desarrollo Sociocomunitario en articulación con los equipos de control de adicciones de Salud de Bahía Blanca”, pero indicaron que la familia no respondió

Sin embargo, la familia aseguró que están solos en su lucha. “Si los pibes hacen cosas que no deben es porque necesitan ayuda, no golpes, las instituciones no se hacen cargo, nadie nos ofreció algo para internar a mi hija”, explicó Luciana Giménez. Y se dirigió a un policía que es de Pedro Luro pero trabaja en Buratovich y a su compañera, a quien acusó de pegarle un puñetazo en la cara a su hija: “Los quiero presos”.

El accionar violento por parte de la policía bonaerense es una constante desde hace ya muchos años. Es necesario entender que estos hechos cobran mayor legitimidad a partir de la doctrina Chocobar, uno de los rostros más represivos del gobierno de Macri. Ideas que hoy lamentablemente perduran, tanto en el imaginario social como a lo interno de la policía bonaerense y los diferentes cuerpos de seguridad del país.

La ola de violaciones a los derechos humanos por parte de los efectivos de seguridad deja en evidencia que se necesita de manera urgente una reforma integral de las fuerzas de seguridad, para que cese la violencia y la criminalización de la pobreza.

El hostigamiento, la persecución, las golpizas, los asesinatos y las desapariciones forzadas -en muchos casos seguidas de muerte- tales como la de Jorge Julio López hace 14 años y la de Facundo Astudillo Castro en abril, muestran la urgente necesidad de una reforma al servicio de la democracia, y principalmente para que no tengamos que lamentar ningune pibe menos asesinade por la policía. 

Domingo 27 de septiembre

Pasada la medianoche del sábado Leandro Matías Sánchez de 21 años iba en el asiento acompañante de un Renault 9 rojo. Con él iban tres personas más, todes militantes de la CTD Aníbal Verón y la Corriente Nuestra Patria. Se dirigían en dirección a San Vicente por Ruta 210. A corta distancia los seguía un Fiat Palio blanco, integrado por cuatro personas que resultaron ser efectivos policiales de la Provincia de Buenos Aires, en carácter de civil. En la parada de un semáforo el Palio frenó, descendieron dos policías y abrieron fuego sin ninguna explicación.

Nicolás, que es el chico que venía manejando, ve esa situación y trata de dar marcha atrás y maniobrar para escapar. Ahí se dan cuenta que Leandro estaba herido”, aseguró Fernanda Pereyra, abogada militante de la CNP. 

Todo esto ocurrió a metros de una garita policial por lo que las cámaras grabaron el hecho y así pudieron corroborar que se trataba de cuatro policías de la bonaerense. A Leandro lo llevaron hasta el hospital de Guernica con una herida grave debajo del brazo. Más tarde sabrían, por medio de testigos, que el Palio los había seguido hasta el hospital. El joven fue trasladado al nosocomio de San Martín ya que la operación era de alta complejidad. Lograron salvarle el brazo y se encuentra estable en terapia intensiva.  

Sus compañeros fueron trasladados al destacamento policial de Guernica, donde les tomaron declaración, y luego de varias horas, entre golpes y verdugueos -alrededor de las 6 am- los liberaron. Intentaron confundirlos al decirles que estaban dando declaraciones contradictorias cuando no fue así. Los cuatro policías fueron detenidos y llevados a indagatoria para tomarles declaración. Están a la espera de que se proceda con la correspondiente detención. La carátula con la que se les imputa es homicidio en grado de tentativa, doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por ser funcionarios públicos. 

Espionaje ilegal a organizaciones políticas y sociales

Durante los últimos días salió a la luz la investigación que lleva adelante el periodista Ari Lijalad (El Destape), en torno al espionaje ilegal por parte de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que se llevó adelante bajo el ala de Mauricio Macri. En el informe aparecen datos personales e información sobre la orientación política y el despliegue territorial de decenas de organizaciones sociales, partidos políticos y sindicatos.

El Proyecto AMBA, que consta de 9 bases de la AFI desplegadas por toda la provincia y con Pablo Pinamonti a la cabeza, se encargó, a partir de 2017, de investigar y proporcionar información sensible -a los altos mandos del gobierno- sobre dirigentes políticos, referentes sociales y hasta manifestantes de diferentes organizaciones. Se trata de un espionaje político que incluye hasta comedores comunitarios o familiares de militantes políticos y sociales. 

El juez federal Alejo Ramos Padilla es quien encabeza la investigación y hace pocos días motorizó el procesamiento a Pablo Pinamonti, que será llevado a indagatoria la semana próxima junto a los máximos responsables de la AFI y el Proyecto AMBA. Estas bases fueron creadas con la supuesta intención de combatir el narcotráfico y la trata de personas. Hoy podemos afirmar que los recursos del Estado fueron utilizados para espiar a la oposición durante las elecciones de 2017. ¿Es errado suponer que la información recolectada durante ese periodo hoy se esté utilizando para la persecución y hostigamiento de militantes sociales y políticos? ¿Cómo se explican si no los diversos ataques a organizaciones sociales por parte de la policía bonaerense?

Días previos al ataque perpetrado contra Leandro, en la zona de Guernica, donde funciona uno de los comedores de la CTD Anibal Verón -organización que aparece en la listas de espiados por el macrismo-, uniformados irrumpieron y golpearon a tres compañeras militantes de esa organización. Sabemos que la situación en Guernica es grave debido a las tomas que se están realizando, y que se planea el desalojo de las 2500 familias que actualmente se encuentran en el predio en reclamo de una vivienda digna. Desde la CTD Aníbal Verón aseguran que no son partícipes de la toma, al contrario del discurso que muchos medios intentan instalar. 

Asimismo, las demandas por viviendas dignas son un política que muchas organizaciones sociales y partidos políticos llevan adelante: la situación habitacional es grave ya que miles de familias se encuentran en situación de calle por los designios de la pandemia y la respuesta no puede ser la represión. El Estado debe facilitar políticas públicas que tengan como objetivo la articulación y el trabajo conjunto con los diferentes espacios políticos que hoy se encuentran en lucha.      

A diferencia de la idea que construyen muchos medios opositores, no se trata de una usurpación con el objetivo de tomar posesión y vender lotes, sino de suplir derechos básicos que han sido arrebatados por las políticas del macrismo. Seamos realistas ¿Quién tiene ganas de vivir en una “casa” de cuatro palos, unas chapas y nylon? Es inhumano. Hoy a nivel nacional existe un gobierno que pretende construir un Estado responsable, pero hay funcionarios opositores que desde sus cargos intentan revertir esta situación, y existen intereses particulares que están interfiriendo en las demandas sociales urgentes. ¿Como explican sino la concesión de terrenos en la zona de constitución al Grupo Clarín, bajo cifras irrisorias? Se trata nada más y nada menos que del referente cambiemita Horacio Rodríguez Larreta. Para los ricos y poderosos los lotes aparecen, pero a los pobres los desaparecen.


Juan Martín Palermo
Juan Martín Palermo

Nací en Mendoza hace algunos años y ahora vivo en la ciudad de las diagonales. Pienso que las tareas fundamentales del periodismo son denunciar las injusticias, ir en contra de la opresión y luchar por la justicia social y la liberación de los pueblos. Me gusta viajar, tomar vino en la montaña y soy hincha de Boca.


Jorgelina Urra
Jorgelina Urra

Para que las ideas no mueran hay que escribir, pero como el lenguaje es un universo lleno de palabras muertas y consejos de la RAE; prefiero hablar desde un léxico más revolucionarie.

Nadie se puede quedar sin techo

Nadie se puede quedar sin techo

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El derecho humano a una vivienda digna y adecuada consiste en el derecho que tienen todas las personas a vivir en condiciones de seguridad, paz y dignidad en alguna parte. No es únicamente el mero hecho de tener un techo, sino que deben incluirse diversos aspectos tales como la habitabilidad, la disponibilidad de servicios e infraestructura, la seguridad jurídica en la tenencia, gastos de vivienda soportables, entre otros.

El derecho a una vivienda adecuada no exige que el Estado construya viviendas para toda la población. Pero sí comprende las medidas necesarias para prevenir la falta de un techo, prohibir los desalojos forzosos, luchar contra la discriminación, centrarse en los grupos más vulnerables y marginados, asegurar la seguridad de tenencia para todes, poder aspirar a una propiedad, y garantizar que la vivienda de todas las personas sea adecuada.

Dos mujeres en la toma de Guernica

En determinados casos, sin embargo, el Estado deba proporcionar asistencia directa, incluida la vivienda o prestaciones para la vivienda, especialmente a las personas afectadas por desastres naturales o a los grupos más vulnerables de la sociedad que son los que más dificultades presentan a la hora de acceder a una vivienda.

Debe haber también un acceso sostenible -y no discriminatorio- a los servicios fundamentales en materia de salud, seguridad, comodidad y alimentación. Todas las personas deben tener acceso al agua potable, a la energía para la calefacción y el alumbrado, a instalaciones sanitarias y de lavado, a las cloacas y a los servicios de emergencia.

El derecho a la vivienda se encuentra reconocido en nuestra Constitución Nacional y en diversos tratados internacionales de derechos humanos que tienen jerarquía constitucional en Argentina. Estos son: Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 25) y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art 11), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, (art. 17), la Convención sobre los Derechos del Niño (arts. 16, 1 y 27. 3), y en la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (arts. 9 y 28).

En Argentina, la crisis habitacional se destaca por el incremento de las personas en situación de calle en las ciudades, el aumento del número de asentamientos, barrios populares, y la dificultad que se presenta a la hora de acceder a una propiedad. A su vez, la ausencia de políticas públicas de acceso a la vivienda, la falta de regulación del mercado inmobiliario y las planificaciones urbanas excluyentes que tienden a ser para personas de medio o alto poder adquisitivo acrecientan año a año los problemas habitacionales. En los últimos años el creciente desempleo, la devaluación, la inflación, la caída del salario y sumado este contexto de pandemia han provocado una profundización de la crisis en el país.

Tomas de Guernica

Lo explicado anteriormente encuentra su consecuencia en lo que ha sido, por ejemplo, la toma de un predio de unas 100 hectáreas en Guernica, partido Presidente Perón. Alrededor de 2500 familias sobreviven en un descampado hace un mes y medio. Empujados por la falta de un hogar donde vivir y para evitar estar en situación de calle, estas familias decidieron ocupar el terreno ubicado al sur del conurbano, con el objetivo de construir un barrio.

Ana Rolón es una de las miles de personas que tomaron un pedazo de tierra en Guernica. Llegó al predio hace un mes junto a su marido y sus tres hijos, luego de que los echasen de la casa que alquilaban porque su pareja se quedó sin trabajo en el contexto de la cuarentena. “Necesitamos un pedacito de tierra para hacer crecer a nuestros hijos de manera digna. Para no estar en la vereda de la calle, con los hijos cartoneando, muriéndonos de frío con temperaturas de bajo cero. Nos echaron del alquiler y nos arrinconamos donde encontramos un lugar”, contó Ana en diálogo con Radio Con Vos, y aseguró que su historia es la del 80 por ciento de las personas que se encuentran con ella en aquel predio de 100 hectáreas. “No sabría qué hacer si me llegan a sacar de acá, terminaré en la vereda con la misma carpa y mis hijos. Esperemos que el gobierno pueda reanalizar nuestra situación”

La Justicia penal de La Plata ordenó el pasado 8 de septiembre el desalojo de las tierras tomadas. El operativo sería en una fecha a definir y en horario diurno. La resolución contempla que “se podrá recurrir al auxilio de la fuerza pública”, que el procedimiento se deberá realizar “con el mayor cuidado de la integridad de las personas que ocupen el predio”, pero también establece que se recurrirá “al uso de la fuerza en caso de que resulte indispensable y en la menor medida posible”. La policía está habilitada a usar la fuerza en caso de que no quieran abandonar el terreno, y si no hay un acuerdo previamente, esto es muy factible que suceda.

Las familias que ocupan el predio emitieron un comunicado repudiando este fallo de la justicia. “Nos desalojarán ¿y qué harán con las decenas de miles de familias que están en situación de calle. Somos laburantes, changarines, desocupades, familias y niñes que necesitamos un cambio social para vivir una vida digna”, afirman.  

Según denuncian los delegados de la toma, el terreno abandonado durante años es pretendido para ampliar el “Country&Club San Cirano”. Por eso, las familias expresaron el “total repudio” a la orden de desalojo de “la llamada Justicia” y denunciaron que “cumple su papel defendiendo los intereses de los countries”.

“Pocos días tardaron los jueces de la Cámara en afirmarse en su concepción de ‘justicia’ injusta. Estaban entre defender la concreción de un par de canchas de rugby para el country con dudosos papeles o defender el interés de millones que tienen problemas habitacionales”, apuntaron los delegados de las diferentes organizaciones que acompañan la toma.

Derribando mitos

La ocupación de un bien inmueble en contra de la voluntad de su está penado, según el Código Penal, dependiendo de si hay violencia o intimidación. Si hay violencia, es un delito penal. Sin embargo, cuando no la hay, es un problema del derecho civil como sucede en las ocupaciones de tierras como consecuencia de la crisis habitacional crónica que sufre la Argentina.

– En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que abarca la Ciudad de Buenos Aires y los 40 municipios que la rodean, incluyendo la capital provincial, desde antes de 1970 hasta la década del 2010 existieron 1297 barrios populares nacidos de la ocupación de tierras según datos del Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP).

– Estos barrios forman parte de los 4400 asentamientos precarios relevados también por este registro a partir del cual en 2018 se sancionó la Ley de Barrios Populares con el objetivo, entre otros, de promover la integración socio urbana de estos lugares y declarar de “utilidad pública” y sujeto a expropiaciones las tierras en las que se asientan villas de emergencia.

– De acuerdo a este relevamiento, el 93,81% de estos asentamientos no cuenta con acceso de agua corriente; el 98,81% no cuenta con acceso a cloacas; el 70,69% no cuenta con acceso a energía eléctrica; el 98,49% no cuenta con acceso a la red de Gas Natural.


Fuentes:
https://www.pagina12.com.ar/290737-la-justicia-ordeno-el-desalojo-de-las-tierras-de-guernica
https://www.pagina12.com.ar/289181-las-historias-detras-de-las-tomas-en-guernica
https://amnistia.org.ar/derechosenjuego/vivienda-propia

Juan Martín Palermo
Juan Martín Palermo

Nací en Mendoza hace algunos años y ahora vivo en la ciudad de las diagonales. Pienso que las tareas fundamentales del periodismo son denunciar las injusticias, ir en contra de la opresión y luchar por la justicia social y la liberación de los pueblos. Me gusta viajar, tomar vino en la montaña y soy hincha de Boca.

Uniformados salteños contra pueblos originarios

Uniformados salteños contra pueblos originarios

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La comunidad guaraní Cherú Tumpa, de la localidad salteña Colonia Santa Rosa, fue violentada el pasado jueves 23 de julio con balas de goma y la detención de una referente de las familias, establecidas en las tierras desde hace cinco años en el marco de una recuperación de territorio.

Ese día a la mañana, miembros de la comunidad fueron citados a una reunión con autoridades policiales. El encuentro no supuso inconvenientes, les preguntaron por qué estaban en el terreno y elles aclararon -no por primera vez- que se trataba de una recuperación de territorio. “Está todo bien nos respondieron los policías, pero cuando volvimos al asentamiento nos recibieron con balas”, comentó a Revista Trinchera Juliana Martínez Soria, vocera de la comunidad.

23 integrantes de las fuerzas policiales se acercaron a desalojar a las 120 familias sin orden judicial. La situación se agravó cuando comenzaron a disparar con balas de goma dejando 18 herides -mayores y menores de edad- entre elles un bebé. El hecho finalizó con la detención de Yamila Belizan, referente y vocera de la comunidad, también, sin orden judicial.

El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) solicitó a la fiscalía de Pichanal que informe sobre la situación. También, se exigieron medidas para resguardar la integridad física de los miembros de la comunidad con el objetivo de mantener la paz social en un momento de emergencia sociosanitaria a nivel nacional y provincial.

Yamila Belizan sigue detenida sin explicación alguna. “Hoy hablamos con ella y nos contó que está golpeada y lastimada, recién ayer le pudimos acercar ropa y abrigo”, nos comentó el lunes Juliana Martínez Soria. Podría estar detenida durante 15 días más según sus abogados.

Marcos legales

Los conflictos siempre se nuclean bajo la misma temática: las tierras. Los grandes terratenientes, quienes acumulan su riqueza y poder en extensos latifundios, no reciben de buena manera los reclamos de las comunidades por el derecho a la ocupación de las tierras que les arrebataron a lo largo de la historia de nuestro continente.

La ley nacional 26.160, que llegó en 2006 como respuesta a la problemática, busca garantizar el derecho de las comunidades de habitar sus tierras, brindando el aval para el relevamiento territorial de las mismas. Mientras la ley siga vigente, la emergencia territorial, en materia de posesión y propiedad, va a regir sobre el país ordenando la suspensión de la ejecución de sentencias, actos procesales o administrativos que tiendan al desalojo o desocupación de tierras ocupadas por comunidades originarias.

Entendiendo que la ley no se cumplió en este caso, como en tantos otros durante el último tiempo, el intento de desalojo que sufrió la comunidad Cherú Tumpa es ilegal.

El reclamo territorial se enmarca no solo en el establecimiento de las comunidades en el lugar, sino también en la construcción y la conservación de la identidad como posibilidad de una proyección a futuro en términos comunitarios. En este caso, la Cherú Tumpa, se desarrolló de forma comunitaria mediante la creación de huertas para subsistir y la construcción de sus casas: al principio solo con carpas y bolsas de porotos que conseguían en un campo donde iban a trabajar. Hoy, les hijes de les primeres que llegaron al lugar, forman sus familias allí y construyeron casas de madera, al igual que las iglesias y los comedores para la comunidad entera.

Institución del terror

La impunidad dentro de la que se maneja el organismo policial no presenta límites. Maniobras que generan odio y discriminación desde instituciones estatales es permitida ignorando todo marco legal o derecho existente. Son prácticas que no hacen más que fomentar la exclusión de sectores populares y que a través del tiempo se siguen perpetuando.

“Siempre hemos sido humillados de indios, de matacos, de todo. No es así la cosa, cuando nosotros hemos ido a presentar los papeles de la comunidad, nadie nos ha oído”

Juliana Martínez Soria.

Las familias recibieron apoyo de comunidades vecinas que acercaron mercadería y ayudaron a establecer una guardia en la entrada del terreno para prevenir cualquier “visita” de los uniformados. Los miembros de la comunidad siguen con miedo.

También se pidió que acerquen un médico para les herides por el temor a que les desalojen mientras no están, además de que la atención médica en un hospital ni siquiera está garantizada por ser este un ámbito que presentó previamente varios episodios discriminatorios.

El Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) también generó dificultades en el diario de la comunidad profundizando la desigualdad en la que se encuentra: “Antes salíamos al pueblo a vender el pancito, pero ahora no podemos porque nos da miedo salir por el virus y por los policías”. Las medidas sanitarias para combatir al COVID-19 son mínimas y cubiertas por la comunidad misma, nunca se les acercó ni un barbijo, los fabricaron ellos y se higienizan con agua con alcohol.

Guerra de baja intensidad

Tal como si estuviéramos releyendo el Facundo o estudiando para un parcial de Historia, el norte argentino sigue perpetuando prácticas e ideas conservadoras que atentan contra derechos de comunidades y/o sectores marginados. Rigen leyes que para la élite tienen un significado y para el pueblo otra, o así pareciese por sus accionares.

Los desmontes de los bosques son una realidad que no tiene fronteras, desde que comenzó el ASPO aumentaron exponencialmente y se repartieron entre manos de nombres importantes. Los hogares de las comunidades del lugar son saqueados constantemente, dejándolas desamparadas y marginadas.

El sistema sanitario no funciona para todes y se deja de presentar como un derecho. Tal como comentaba Juliana Martínez Soria, no se les ha acercado atención médica a les herides de la represión. En otras ocasiones, niñes de otras comunidades se habían acercado por desnutrición y deshidratación, pero las camas de los hospitales tienen otras prioridades.

A poco más de 50 kilómetros de la represión en Colonia Santa Rosa y casi al mismo tiempo, se la autodefinió a la localidad de San Ramón de la Nueva Orán como una ciudad “pro vida y pro familia”. Se determinó tras una votación del Consejo Deliberante en donde se les impidió participar a defensores del derecho a la ILE que, bajo la misma línea, insisten en romper con el orden de “familia tipo” tradicional que solo genera la discriminación de todo aquel que no cumpla con los estándares.

Una y otra vez, se vuelve a evidenciar las falencias de un sistema que no incluye, excluye. El cambio es urgente. Las agendas mediáticas no generan la difusión necesaria de estas problemáticas concurrentes, y si lo hacen se las trata de escenarios aislados cuando en realidad están regidas bajo las mismas lógicas conservadoras y mercantilistas. Es necesario dar cuenta de la emergencia y cómo mínimo dar la discusión sobre las condiciones de vida de los sectores marginados de nuestro país.

En el comunicado del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir se habla de una guerra de baja intensidad contra las comunidades indígenas con el objetivo de permitir el emplazamiento de empresas extractivistas. Las condiciones están dadas para que la guerra continúe, el ASPO permitió un marco de prácticas que depende de cómo se traduzcan o quiénes lo hagan, la legalidad es subjetiva y tiende de un hilo. Pero también, con convicción y acción, la situación se puede revertir o como mínimo, denunciar.

En un momento donde la virtualidad nos permite estar en todos lados al mismo tiempo, debemos apropiarnos de las herramientas que nos brinda para resignificarlas y buscar estrategias de visibilización y concientización. La salida es colectiva, por lo que -como siempre- toca oír las voces olvidadas y darles lugar a sus reclamos, mientras se prepara el terreno para cuando se les permita salir a las calles y exigir lo que la historia les debe: una vida.

Agustina Flores
Agustina Flores

Soy hija de los vientos patagónicos. Compañera (in)esperada de la militancia para la liberación. Entusiasta del puño y la letra. Lo personal es político, el periodismo también.

¿Dónde está Facundo?

¿Dónde está Facundo?

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POR JUAN MARTÍN PALERMO*

Facundo Astudillo Castro, de 22 años, salió de su casa de la localidad bonaerense de Pedro Luro el pasado 30 de abril. Su idea era ir “a dedo” hacia Bahía Blanca, donde vive su ex pareja, a quien quería ver, aunque no contara con el permiso para circular debido al Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Al recorrer los primeros 30 kilómetros, un retén policial lo detuvo y le elaboró un acta por romper la cuarentena. Según la versión de los efectivos, lo dejaron seguir rumbo a Bahía Blanca. Desde ese día, no se supo más nada de Facundo.

Tras la denuncia de la familia, se inició una causa por “averiguación de paradero”. La investigación está plagada de irregularidades en las que los propios efectivos policiales declaran de manera contradictoria. En un primer momento, los policías declararon haber visto a Facundo en la localidad de Mayor Buratovich y después en Teniente Origone. El último de los testimonios policiales es el más contradictorio: primero declaró que una camioneta “lo levantó” y salió en dirección a Bahía Blanca; cuatro días después, el mismo efectivo cambió su testimonio y dijo que, en realidad, se fue caminando. Esto generó la sospecha de la madre de Facundo, Cristina Castro, que empezó a dudar sobre qué había pasado con su hijo y si la policía era responsable de su desaparición.

El ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, se mostró con ánimos de aceptar el apartamiento de la Bonaerense de la investigación “si es lo que desea la familia”. “Si ello le lleva tranquilidad a una madre que está buscando a su hijo, me parece que es una obligación nuestra acompañar esa decisión”, afirmó el funcionario a radio FM Brújula, de Bahía Blanca.

Finalmente, el fiscal Rodolfo De Lucía ordenó que la Policía Bonaerense quedara afuera de la investigación, tal como venían exigiendo los abogados de la familia e incluso la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia.

Un hecho fundamental para determinar el curso de la investigación, fue la aparición de tres testigos que se pusieron en contacto con la familia del joven. Los tres sostienen haber visto a la Policía subir a Facundo a un patrullero a tres kilómetros del lugar que indicaron los efectivos que lo habían demorado aquel 30 de abril. Anteriormente se habían presentado a declarar en la comisaría, pero nunca fueron convocados por la policía. Esta declaración de los tres testigos deja en evidencia y profundiza las irregularidades de los testimonios y de las actuaciones policiales, y además identifica otro tiempo y lugar de su desaparición. De esta manera, el testimonio aporta el principal dato: Facundo fue visto por última vez cuando era detenido por la policía de la localidad de Mayor Buratovich.

En consecuencia, el pasado jueves 2 de julio la familia presentó, con el acompañamiento de la Comisión Provincial por la Memoria -querellante en la causa- y la Subsecretaría de Derechos Humanos bonaerense, una denuncia por “desaparición forzada” ante el juzgado federal 2 de Bahía Blanca, en la que incorporan las declaraciones de tres testigos que dicen haber visto al personal policial subir a Facundo a un patrullero policial.

La jueza federal María Gabriela Marrón ordenó el allanamiento de la subestación de la Policía Comunal Mayor Buratovich “con el objeto de secuestrar los libros de guardia registros y novedades de la dependencia, los handies utilizados por el personal policial, la camioneta Hilux doble cabina señalada por testigos como el rodado al que el personal policial hizo subir a Facundo Astudillo Castro el 30 de abril, el Móvil 23360 perteneciente a esa repartición, y todo otro vehículo vinculado a dicha dependencia”.

Nora Cortiñas reclamando por la aparición de Facundo Astudillo Castro

Los organismos de Derechos Humanos reclamaron, mediante un comunicado, por la aparición con vida de Facundo Castro.

“Queremos manifestar nuestra preocupación por la desaparición de Facundo Astudillo Castro y hacemos llegar nuestra solidaridad a la familia y amigos de Facundo, quien se encuentra desaparecido desde hace más de dos meses cuando salió de su casa en la localidad de Pedro Luro, cerca de la ciudad de Bahía Blanca.

A la vez destacamos que el reclamo de la familia y de organismos gubernamentales y de derechos humanos hizo posible la decisión, que se conoció en el día de hoy, de separar a la Policía de la Provincia de Buenos Aires de la causa y que permitirá a la Justicia avanzar con la celeridad que requiere el caso.

Es indispensable que se realice con la mayor urgencia posible una búsqueda e investigación seria y sin presiones y que la Justicia Federal de Bahía Blanca avance rápidamente en la denuncia por desaparición forzada presentada por la familia de Facundo.

Sabemos del difícil momento que la familia y amigos de Facundo están atravesando por lo que queremos que les llegue nuestro más fraternal abrazo y nuestro compromiso inclaudicable para reclamar que la justicia esté a la altura de dar las respuestas que nuestra democracia exige.”

8 de julio de 2020

Firman: Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, entre otros.

Tuit publicado por Cristina Castro, madre de Facundo

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA (Organización de Estados Americanos) envió una solicitud de información al ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina que comanda Felipe Solá, sobre la denuncia por la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro, en la que se le solicitaron medidas cautelares para dar con el joven. De acuerdo al reglamento de la CIDH y de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, la respuesta debe ser entregada en un plazo de 72 horas.

En la denuncia presentada por parte de la familia, también señala que Facundo era constantemente hostigado por los efectivos policiales de la zona. La madre afirmó que cuando era menor de edad había sido golpeado por la policía y que, en otra ocasión, “le habían roto de manera intencional un ciclomotor”. Al momento de realizar el rastrillaje para dar con el paradero de Facundo, Cristina vio participar del operativo a uno de los policías que lo había golpeado en los hechos mencionados.

La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), organismo que fue aceptado en la causa como querellante de la causa, dijo: “La desaparición forzada de persona es un delito de lesa humanidad. La sola posibilidad o sospecha de estar frente un hecho de esta extrema gravedad institucional obliga a actuar de manera rápida y eficaz. Facundo Astudillo Castro tiene que aparecer con vida, es un reclamo no sólo de la familia y de los organismos de derechos humanos, es un reclamo que tiene que atravesar a toda la sociedad”.

A tres años de la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado en la que se sigue reclamando justicia, hoy fue el turno de un joven de 22 años que le gustaba el rap y tocar en la batucada. Un pibe más al que el aparato represivo del Estado se lleva puestos todos sus sueños. El foco de la discusión vuelve a estar sobre el rol que cumplen las fuerzas de seguridad en tiempos de democracia. Una deuda que necesita ser saldada con urgencia, ya que jamás va a haber democracia si la policía sigue persiguiendo, hostigando y matando a les pibes. Como afirma el comunicado de la CPM, se trata de un delito de lesa humanidad y de una gravedad institucional muy importante. Desde Revista Trinchera nos sumamos al reclamo de los organismos de Derechos Humanos y la familia y pedimos por la aparición con vida de Facundo Castro.

Imagen tomada del perfil de Facebook de Facundo

* Nació en Mendoza hace algunos años y ahora reside en la ciudad de las diagonales. Piensa que 
las  tareas fundamentales del periodismo son denunciar las injusticias, ir en contra de
la
opresión y
luchar por la justicia social y la liberación de los pueblos. Le gusta viajar, ama
tomar vino en la montaña y es hincha de Boca. Defiende con el cuerpo la universidad pública.

Fuentes:
https://www.pagina12.com.ar/277481-la-cidh-solicito-al-estado-argentino-informacion-sobre-la-de
https://www.pagina12.com.ar/277279-facundo-castro-allanan-la-comisaria-donde-demoraron-al-joven#:~:text=Facundo%20Astudillo%20Castro%20tiene%2022,tel%C3%A9fono%20de%20Facundo%20est%C3%A1%20apagado.
https://www.comisionporlamemoria.org/investigan-la-desaparicion-forzada-de-facundo-astudillo-castro/

El clan radical Suarez y la represión como única respuesta

El clan radical Suarez y la represión como única respuesta

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En el mes de junio, trabajadores municipales se reunieron y se organizaron para llevar a cabo reclamos ante el municipio y el dirigente que está a su cabeza, Ulpiano Suarez.

Sus sueldos no llegan a cubrir ni el 50% de la canasta básica. Les trabajadores realizan jornadas de 40 horas semanales y lo único que exigen es un sueldo digno. No se les reconoce ni la antigüedad, ni las condiciones precarias de trabajo a la intemperie y la tercerización de los servicios. En las acciones que han llevado a cabo en el último mes exponen sus bonos de sueldos en donde se demuestra que sus salarios varían entre los 9 mil pesos -ni siquiera cumpliendo con el mínimo de 10 mil- y los 12 mil pesos, y en algunos casos pertenecen a personas que cuentan hasta con 33 años de antigüedad.

Hoy, en cuarentena, la compra y el reparto de barbijos la hacen los sindicatos, no se les garantiza la indumentaria mínima por parte del municipio. “Hay trabajadores que están frente al Covid-19 por 20 mil pesos, sin subsidios y sin nada”, denunció el Secretario General de ATE Mendoza, Roberto Macho.

La desidia municipal es un hecho. Les trabajadores que llevan a sus familias en sus hombros no cuentan con la posibilidad de alimentarlas o de satisfacer las necesidades básicas. Cuentan con “salarios de hambre”.

Fuente: anred.org

No es menor mencionar, que la situación laboral mendocina se encuentra en crisis desde hace tiempo de la mano del tío del actual intendente, Rodolfo Suarez. El ex jefe comunal desarrolló una política de precarización en la ciudad en donde la mitad de les empleades municipales se encontraban bajo la línea de pobreza. Para no tener problemas que pasaran a mayores, Don Suarez, repartía tickets para comprar comida como recompensa en negro de lo que se les debía.

Hoy, Suarez tío es el gobernador de la Provincia y entre otras medidas, ya anunció que el medio aguinaldo de junio se pagará desde el 15 de septiembre hasta el 20 de diciembre de forma escalonada. Además de no abrir las paritarias y evitar el diálogo con les trabajadores.

Don Suarez responsabilizó por la crisis al cese de actividades por la pandemia, al tiempo que aseguró que la recaudación de impuestos provinciales disminuyó y apuntó contra la escasa ayuda que recibió del Gobierno nacional, argumentando que solo le enviaron $1.900.000.000 cuando la Provincia pidió $5.268.000.000. Sin embargo, antes de la pandemia la situación no estaba mucho mejor y estas acusaciones demarcan el entramado político en el que el clan Suarez y los radicales mendocinos se manejan.

La única respuesta del gobierno: la violencia.

La situación se tornó cada vez más insostenible y los reclamos se hicieron escuchar en las calles.

Las protestas comenzaron el 13 de junio cuando se estableció un acampe en el predio de la Unión Comercial Industrial de Mendoza (UCIM), frente al cerro de la Gloria, alejado de la zona céntrica de la ciudad. Esa misma noche, la policía provincial se acercó y descargó gases lacrimógenos para desalojarlos.

A los días se decidió volver con las protestas, pero esta vez en la ciudad. Como medida de fuerza se asistió a los lugares de trabajo, pero se quedaron allí realizando asambleas y ollas populares. Básicamente, se realizaron retenciones de servicio.

El 27 de junio, alrededor de las 20hs, las fuerzas policiales aparecieron, otra vez. Les trabajadores se encontraban afuera de la Municipalidad, pero sin tomar del edificio ni infringiendo norma alguna, cuando el pelotón de infantería les sorprendió y comenzó la represión en la que se dispersó a les manifestantes con gases.

“El sábado a la mañana fue una cacería y hoy continúan. Lo que hace la policía es cazar a los compañeros: los arrodillan, le sacan los documentos, le rompen el celular y los imputan, como en la dictadura”, explicó el Secretario General de ATE Mendoza, Roberto Macho, en diálogo con Página/12.

El saldo de la represión fue la imputación de 38 personas que, gracias a la intervención de los abogados del sindicato, lograron salir. De todas formas, algunes todavía tienen prisión domiciliaria y otres orden de captura. Además, varias compañeras acabaron con quemaduras graves en las piernas y tuvieron que ser tratadas con injertos de piel por la gravedad de las heridas.

El 1 de julio decidieron tomar medidas más fuertes para hacerle frente al municipio y su constante represión: trabajadores se encadenaron en la Peatonal Sarmiento, estableciendo una huelga de hambre.

El domingo 5 de julio se dio otra jornada con un final de terror y pánico. La protesta pacífica en los bancos de la peatonal en el emblemático kilómetro 0 de la ciudad, quedó sin respuesta otra vez, o por lo menos sin una que no involucre la violencia. Las fuerzas policiales desalojaron, golpearon y detuvieron a 46 personas, entre elles dirigentes sindicales y periodistas que difundían los reclamos de les trabajadores. Les detuvieron algunas horas en las comisarías hasta que el fiscal Lautaro Monticone ordenó la libertad inmediata de todes, libres de acusaciones penales.

Para este 7 de julio, se convocó a una marcha en contra del hambre y la represión. Es indispensable que se abra el diálogo entre las partes y que el intendente se haga cargo de la desidia en la que viven les trabajadores.

UCR y el clan Suarez vs. El kirchnerismo y ATE

El gobierno se excusó denunciando que los reclamos y manifestaciones están politizadas con el objetivo de desprestigiar a la gestión. Al parecer, los señores radicales no saben que detrás de todo reclamo de condiciones laborales hay política, hay discusiones y hay organización. Una cátedra sobre acciones políticas no les vendría mal, teniendo en cuenta que están a la cabeza de una Provincia en cargos -valga la redundancia- políticos.

Tanto Ulpiano Suarez como su tío Rodolfo, son radicales fieles al partido que los llevó a la victoria: el Frente Cambia Mendoza. A principios de mes, la Unión Cívica Radical mendocina difundió un comunicado en el que se acusa a “la patota de ATE” de usar a les trabajadores para atentar contra su gobierno.

Bajo el nombre “Cuando la oposición se disfraza de reclamo sindical”, desconocieron y deslegitimaron las luchas de les trabajadores y pusieron el ojo en el gremio.

“Aquí están, estos son, los nuevos soldados serviles a la Cámpora y al Kirchnerismo, que unidos por el odio y la venganza a quienes no los votaron, quieren a Mendoza y su Capital de rodillas”

Comunicado UCR Mendoza

El secretario de Derechos Humanos de Nación, Horacio Pietragalla, repudió el accionar policial y exigió que se abra el diálogo. En contraparte, la directora de Derechos Humanos de Mendoza, Luz Fainglod, culpabilizó a las víctimas por la represión en respuesta al tweet del funcionario nacional.

Se puede evidenciar fácilmente, después de todos los hechos y datos, cómo el gobierno radical cambiemista no sólo trata de invisibilizar las luchas que ya llevan más de un mes de acción, sino cómo también siempre se apunta a un enemigo en común: el kirchnerismo. Se relaciona todo lo que no esté a favor de su mandato con el gobierno nacional actual, para denigrarlo y sacarle importancia.

Los reclamos son reales, el hambre es real. Es hora que el clan Suarez se haga cargo del abandono a les trabajadores estatales y como mínimo presente una mesa de diálogo. La situación no parece avanzar, pero sí las convicciones de lucha.


Fuentes:
http://www.elotro.com.ar/la-caceria-de-ciudad-suarez/
http://www.elotro.com.ar/encadenados-por-hambre/
https://www.anred.org/2020/07/03/mendoza-la-ciudad-mas-limpia-del-pais-con-la-precarizacion-de-sus-trabajadores-municipales/
https://www.tiempoar.com.ar/nota/fuerte-represion-a-empleados-municipales-de-mendoza-que-paran-hace-25-dias-por-salarios
http://goyaennoticias.com.ar/noticia/coronavirus-brutal-represion-en-mendoza-contra-trabajadores-estatales-que-prestan-un-servicio-esencial/


Agustina Flores
Agustina Flores

Hija de los vientos patagónicos. Compañera (in)esperada de la militancia para la liberación. Entusiasta del puño y la letra. Lo personal es político, el periodismo también.

Darío y Maxi, presentes

Darío y Maxi, presentes

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

POR JUAN MARTÍN PALERMO*

Seis meses después del 19 y 20 de diciembre en el que murieron 39 personas a manos de las fuerzas represivas, la policía bonaerense asesinó a Darío Santillán (25) y a Maximiliano Kosteki (21), luego de una movilización en la que reclamaban, entre otras cosas, aumento general del salario y del monto de los subsidios para les trabajadores desocupades.

Las políticas neoliberales implementadas en la década del 90 y la continuidad por parte del gobierno de Fernando De La Rúa, tenían como resultado a más de la mitad del país en situación de pobreza (51,4%), cierre constante de fábricas y aumento de la desocupación, que en el año 2002 ya alcanzaba el 22,5%.

En este contexto, el 26 de junio de 2002, los Movimientos de Trabajadores Desocupados (MTD) organizaron una jornada de lucha que cortaría todos los accesos a la Cuidad de Buenos Aires como medida de protesta. El MTD Aníbal Verón, junto a otras organizaciones, se dirigían a protestar en el Puente Pueyrredón y se encontraron con un fuerte operativo policial. Días atrás, el Gobierno había mencionado que no iban a permitir los cortes de los ingresos a la Capital Federal e hicieron referencia a que “tenemos que ir poniendo orden”, por lo que la tensión entre piqueteros y la policía estuvo presente desde el primer momento.

Ante cualquier suceso, la policía iba a empezar con la represión. Y así fue. Una mujer discutió con un efectivo de la policía y la reprimieron. Ante esto, la columna piquetera avanzó hacia los efectivos y empezó la violenta persecución. En un principio, disparaban balas de goma y bombas de gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes. Luego de varias horas, el conflicto se situó en Avellaneda a metros de la estación de tren y allí seguieron los disparos. Ya no eran balas de goma, sino que disparaban con balas de plomo, desatando una cacería contra los manifestantes.

La represión por parte de la policía se extendió en todos los puntos de la protesta, pero en el Puente Pueyrredón del partido de Avellaneda, fue donde estuvo el foco de la violencia. En este operativo estuvieron involucrados, además de la Policía Bonaerense, la Policía Federal, Prefectura Naval y Gendarmería Nacional.

En la estación de tren, Maxi había sido baleado en el pecho y se encontraba en el piso. Darío lo vio y decidió volver para socorrerlo porque sabía que la policía estaba por entrar. La estación estaba casi vacía cuando llegaron el comisario Alfredo Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta, y Santillán les decía que no dispararan. Le ordenaron que se vaya, y cuando corrió, le dispararon por la espalda. Cayó sobre una columna y los efectivos policiales no le brindaron ningún tipo de ayuda. Minutos después, lo arrastraron hasta la camioneta que lo llevaría al hospital. Al cuerpo de Kosteki, que yacía en el medio del hall de la estación, lo acomodaron y movieron con total liviandad, como si nada ocurriera, hasta que lo subieron a otra camioneta y lo llevaron al hospital. Ya era demasiado tarde.

En la brutal represión, fueron heridas alrededor de 90 personas -33 de ellas por disparos con balas de plomo-, y hubo además 160 detenidos. La cantidad de muertos pudo haber ascendido a 15, si se tiene en cuenta los manifestantes que recibieron impactos en zonas vitales como el pecho o la cabeza. La conmoción social que generó el hecho, obligó al entonces presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, a adelantar las elecciones generales.

“Él también podría haber salido corriendo como hicieron los amigos, porque era una situación límite y uno preserva la vida, pero llegó hasta la última instancia en lo que creía que era no dejar a un compañero herido, caído. Él se quedó. Levantó la mano diciendo ‘paren que el pibe se está muriendo’”.

Alberto Santillán, padre de Darío
Ilustración de Santillán pidiéndole a la policía que no dispare, mientras asiste a Kosteki – Revista Sudestada

El 9 de enero de 2006, el Tribunal Oral 7 condenó por los crímenes a prisión perpetua al excomisario inspector Alfredo Fanchiotti y al ex cabo primero Alejandro Acosta. También dictó penas de cuatro años de prisión efectiva a otros tres efectivos de la Policía Bonaerense, Félix Vega, Carlos Quevedo y Héctor De la Fuente, por el delito de encubrimiento agravado.

Tapa del diario Clarín del día siguiente

Darío y Maxi no fueron ni los primeros ni los últimos muertos a manos del Estado, pero el hecho marcó un paradigma en términos de tratamiento mediático. La masacre de ese 26 de junio fue precedida por la violencia simbólica de gran parte de los medios hegemónicos. La criminalización de la protesta social y de la figura del militante, la descontextualización de los reclamos, la carga de culpa sobre los actores violentados y asesinados fueron algunos de los mecanismos que se utilizaron para tratar la noticia.

El diario Clarín, que tituló “La crisis causó 2 nuevas muertes”, desligaba a los responsables de la masacre y encubría el accionar de las fuerzas en las manifestaciones. El material fotográfico que realizó Pepe Mateos (ex fotógrafo del diario Clarín que capturó la secuencia del hecho) también fue manipulado: se decidió utilizar una imagen poco clara y en movimiento, desestimando las capturas donde se ve con certeza a los que dispararon contra Darío y Maximiliano. La falta a la verdad del diario Clarín se convirtió en el hito para hablar de las relaciones entre el poder y los medios.

La volanta aseguraba que “no se sabe aún quienes dispararon contra los piqueteros”, cuando el mismo día el propio fotógrafo llevó toda la secuencia que evidenciaba el momento en el que los policías disparaban con balas de plomo. Hubo una decisión del diario de no publicar esas fotos. Esto queda demostrado al día siguiente, cuando no cabía otra versión que a Darío y Maxi los había matado la policía y el diario decide publicar todas las imágenes.

Tráiler del documental “La crisis causó dos nuevas muertes”

En un primer momento, intentaron instalar la versión de que se trató de un enfrentamiento entre piqueteros, y luego un enfrentamiento con la policía.

“No existe el enfrentamiento entre las columnas de los movimientos sociales y la policía, es mentira. La guardia de infantería tiene chaleco antibalas, casco antibalas, un bastón, pistola 9mm y munición de plomo y están entrenados durante años para utilizarlo. Del otro lado tenes un desocupado con un palo, por lo que el enfrentamiento es imposible”.

Claudio Pandolfi – Abogado de Movimientos Sociales

A 18 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, la lucha sigue en pie. En conmemoración al hecho y pese a la pandemia, algunas organizaciones decidieron movilizar hasta el puente Pueyrredón como todos los años, aunque también preparan distintas actividades a través de plataformas virtuales para pedir que se juzgue a los responsables políticos de la masacre.

¡Darío y Maxi, presentes!


* Nació en Mendoza hace algunos años y ahora reside en la ciudad de las diagonales. Piensa que 
las  tareas fundamentales del periodismo son denunciar las injusticias, ir en contra de
la
opresión y
luchar por la justicia social y la liberación de los pueblos. Le gusta viajar, ama
tomar vino en la montaña y es hincha de Boca. Defiende con el cuerpo la universidad pública.

Fuentes:
https://www.youtube.com/watch?v=Nfm-f2yJa0g&t=3422s
https://www.lavoz.com.ar/politica/masacre-de-avellaneda-se-cumplen-17-anos-de-crimenes-de-dario-santillan-y-maximiliano-koste
http://www.laizquierdadiario.com/A-17-anos-de-la-Masacre-de-Avellaneda-Maxi-y-Dario-siempre-presentes

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