El indicador desarrollado por la Red Global de la Huella Ecológica (GFN, por sus siglas en inglés), muestra al país en esta situación.
El indicador desarrollado por la Red Global de la Huella Ecológica (GFN, por sus siglas en inglés), muestra a la Argentina en default ambiental. El índice busca generar conciencia y actúa como indicador global de la velocidad en la que se consume el planeta. La fecha del calendario no es fija, sino que se modifica cada año, basándose en el consumo y uso que la humanidad realiza de los bienes y servicios naturales, y la capacidad de respuesta que tienen los ecosistemas para reponer esos recursos.
Este indicativo resalta que a partir del 24 de junio todo lo que se consume queda en el “debe” de la cuenta de los recursos naturales que se generan en el país. Al respecto, el director general de Fundación Vida Silvestre, Manuel Jaramillo, explicó: “Es como si estuviésemos haciendo tumba, roza y quema, y volviendo a hacerlo más rápido antes del tiempo necesario para que se recupere, es decir, estamos consumiendo más de lo que tenemos y por eso estamos en default”.
Asimismo, Jaramillo resaltó: “Todo lo que pedimos: fertilidad de suelos, agua y diferentes elementos que dan cuenta de nuestra mayor demanda. Año tras año le vamos quitando al planeta la capacidad de reponerse, su biocapacidad”. Además alertó que la situación de la Argentina es compleja, ya que “cada vez estamos peor”. “Hemos gastado en un año todo lo que el país podía reponer de naturaleza” concluyó el director.
Según la GFN, al día de hoy se necesitan 1,75 planetas para dar respuesta al consumo anual, algo alarmante, teniendo en cuenta que este índice se calcula desde 1970 y en ese año se necesito un planeta para dar respuesta al gasto del año. Al respecto, Jaramillo resalta que de esta manera “el sistema de producción y consumo no respeta la no conversión de ambientes naturales, la no contaminación de las aguas y si todo el mundo tuviese este sistema, necesitaríamos dos planetas para abastecer a toda esa supuesta humanidad argentina”.
Para poder mejorar los índices, el director general de Fundación Vida Silvestre recomendó que es necesario reducir la huella ecológica, modificando el sistema de producción; no transformar ambientes naturales, no utilizar agro insumos; no contaminar aguas, ni pescando más de que los mares pueden reponer entre otros “malos hábitos” y sostuvo que “es necesario repensar qué podemos hacer para consumir productos menos agresivos para el planeta”.
Estos datos, presentados por la Fundación Vida Silvestre Argentina, están basados en datos de la Huella Ecológica, que mide los recursos naturales que tiene el país y cómo son utilizados. En este sentido, para nuestro país, la fecha es un mes antes que el promedio global y los datos dejan en evidencia que si todo el mundo viviera como en Argentina, se necesitarían alrededor de dos planetas para abastecer los recursos naturales que sostienen nuestro sistema de producción y consumo.
Cabe destacar que Argentina se encuentra dentro de los países que aún cuentan con reserva de biocapacidad, entendida como sus reservas en términos ecológicos, para producir recursos y proveer servicios ambientales, detrás de Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay. Aún así, hay datos alarmantes que invitan, por lo menos, a repensar nuestro modelo productivo y la manera en la que consumimos.