El gobierno argentino confirmó que el Comité de Descolonización de Naciones Unidas (ONU) volverá a poner sobre la mesa la cuestión Malvinas en su próxima reunión el 23 de junio.
El gobierno argentino confirmó que el Comité de Descolonización de Naciones Unidas (ONU) volverá a tratar el reclamo soberano argentino por las Malvinas e islas del Atlántico Sur en su reunión del próximo 23 de junio. El país insistirá su reclamo de soberanía sobre el archipiélago usurpado por Gran Bretaña que, además, será acusada por sostener 11 de los 17 casos de colonialismo que aún existen en todo el mundo.
En la comitiva argentina que participará del encuentro estarán el canciller, Santiago Cafiero y el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona. En declaraciones reciente este último puntualizó que la “Argentina tiene que sostener con persistencia la reivindicación de soberanía. Frente a la reticencia británica tiene que haber persistencia argentina”.
En la reunión, Argentina pondrá en evidencia -una vez más- la situación que se vive en esa parte del territorio nacional usurpada y según Carmona, también se exigirá “no solamente que se retome el diálogo sino también las negociaciones, que por reticencia del gobierno británico quedaron congeladas poco antes de la Guerra, en febrero de 1982”.
La reunión del Comité de Descolonización tendrá en el blanco de la mira a los británicos en buena parte de la agenda dado que en la actualidad está acusado de ser el país con más colonias en todo el mundo. De los 17 casos que tratará la ONU, 11 corresponden a enclaves británicos: la colonia de Sahara Occidental y las islas del caribe Anguila, Bermuda, Caimán, Montserrat, Turcas y Caicos, e Islas Vírgenes Británicas.
Se les suman las islas Santa Elena, en el Atlántico; Pitcairn, en Oceanía; y Gibraltar, en la Península Ibérica; además de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, en territorio argentino. El resto de los casos corresponden a Estados Unidos (Islas Vírgenes estadounidenses, Guam y Samoa Americana), Francia (Nueva Caledonia y la Polinesia francesa) y a Nueva Zelanda (Tokelau).
Todos son casos pendientes de descolonización, por eso “es importante poner en evidencia lo que se vive en esta parte de la Argentina”, subrayó Carmona en declaraciones a la prensa. El funcionario puntualizó que hay expectativas de que en algún momento se reconozca la soberanía nacional del archipiélago por lo que indicó que es importante “seguir en la búsqueda de la oportunidad histórica para que se retomen las negociaciones”.
Al respecto el secretario sostuvo que “Argentina tiene que seguir con su política de sumar apoyos internacionales”, ya que “los países que han logrado resolver este tipo de casos de colonialismo son los que conjugaron su fortalezas internas con el aprovechamiento de condiciones internacionales favorables”.
En este marco, desde que se inició el proceso del Brexit, que implicó la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, la Argentina podrá trabajar para que esa nueva realidad internacional juegue a su favor en cuando a la soberanía de las islas. En este sentido, la idea es contrarrestar el efecto del Global Britain, la nueva política de Londres para fortalecer sus posiciones tras el Brexit y que implica aumentar la presencia militar en enclaves y zonas de influencia.
Al respecto, Carmona señaló que “esa política imperialista intenta ser resucitada por el conservadurismo británico de Boris Johnson”. En paralelo, sostuvo que la Argentina también considera que ante el conflicto en Ucrania se ha puesto de manera muy potente el principio de integridad territorial como uno de los ejes del reclamo nacional.
Por otra parte, el funcionario remarcó que uno de los ejemplos del giro que dio la Argentina en su política de reclamo territorial se evidenció en la última Cumbre de las Américas, ya que el presidente Alberto Fernández aclaró que en el logo del encuentro no estaban presentes las Islas Malvinas. Carmona enfatizó que “lo que vale sobre todo es que el Presidente haya hecho notar que las Malvinas son argentinas”, algo que se dejó de hacer durante el gobierno de Mauricio Macri y Juntos por el Cambio.