A Macri, líder Propuesta Republicana (PRO), las cosas se le va complicando. ¿Puede ser Bolivia la Croacia del ex presidente argentino, tal como lo señalara de forma irónica el polémico escritor Jorge “Turco” Asís? El comandante de la Policía Boliviana, Jhonny Aguilera, confirmó este miércoles el hallazgo de parte del material bélico que, de acuerdo con denuncias de ambos países, el expresidente argentino Mauricio Macri envió para apoyar al Gobierno de la expresidenta de facto Jeanine Áñez en noviembre de 2019, cuando se acababa de concretar el golpe de Estado contra Evo Morales.
Aguilera explicó en conferencia de prensa que la Policía de Bolivia lo encontró en sus depósitos y sin ningún tipo de documentación que valide su entrega o uso.
“Varios de estos pertrechos son municiones, granadas tipo béisbol, granadas de fragmentación, gases pimienta y otros que forman parte de los elementos recibidos de Argentina sin que hubiera respaldo documental“, afirmó sin precisar las cantidades de cada uno de esos elementos.
Una vez encontrado el material bélico, agregó, ahora lo que procede es reconstruir qué funcionarios acudieron al aeropuerto de La Paz para recibirlo, lo que ocurrió el 11 de noviembre, es decir, un día después del golpe.

Dicen los que saben, que por menos el ex presidente Carlos Menem fue enjuiciado por los casos de venta de armas al Ecuador y a Croacia. Macri podría enfrentar ese destino. Bolivia, para Macri, remite a la equiparación de Croacia para Carlos Menem (debe separarse el caso de Croacia o Bosnia con el de Ecuador). La transferencia sombría de armamento hacia Croacia, en 1993, derivó en siete meses de prisión de Menem, en 2001, en la Quinta de Gostanián.
El pasado jueves 7 de julio, el canciller boliviano, Rogelio Mayta, dio a conocer una carta en la que el entonces comandante Jorge González Terceros Lara, hoy procesado por el delito de sedición, le agradece al embajador argentino Normando Álvarez García “la colaboración prestada” a la institución armada, “en el marco del apoyo internacional” entre ambos países, “debido a la situación conflictiva que vive Bolivia”.
La misiva está fechada el 13 de noviembre de 2019, tres días después del golpe, y reporta el envío de material bélico consistente en cartuchos, gases lacrimógenos y granadas. La duda que se abre es por qué si el cargamento era supuestamente para custodiar la Embajada de Argentina, como han argumentado los exfuncionarios macristas, lo agradecen los militares bolivianos.
“Se trató de una colaboración decidida por el gobierno del entonces presidente Mauricio Macri con la represión militar y policial que sufrieron quienes defendían el orden institucional en su país“, afirmó.
Los principales exfuncionarios implicados son Macri y los exministros de Seguridad, Patricia Bullrich; Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, y Defensa, Oscar Aguad, y el exembajador Normando Álvarez García, quienes han ofrecido versiones contradictorias.
Alberto Fernández pidió disculpas al pueblo de Bolivia en el acto patrio del 9 de julio pasado. El presidente boliviano Luis Arce agradeció al gobernante argentino por esta actitud y pidió que se siga a fondo con la investigación. De hecho, la Justicia de Bolivia podría ordenar extradiciones, interrogatorios y operaciones fiscales a los exfuncionarios argentinos involucrados en esta operación.

“Esas decisiones las tomarán los fiscales que conocen de la investigación y los jueces que ejercen el control jurisdiccional. Legalmente existe esa posibilidad“, comentó Mayta.
Mientras tanto, en Argentina el Gobierno ya denunció penalmente a Macri por los presuntos delitos de contrabando agravado y tráfico ilícito de armas de fuego y municiones.El ministerio de Seguridad, la Agencia Federal e Inteligencia, la fiscalía especializada en armas y la Aduana también están llevando a cabo investigaciones internas que podrían derivar en nuevas causas penales.
Por otra parte, Macri sigue sumando problemas. Lo imputaron por sus reuniones con jueces en la Quinta de Olivos. Así lo decidió el 14 de julio pasado la fiscal federal Alejandra Mángano, tras aceptar la ampliación de la denuncia presentada por los diputados kirchneristas Rodolfo Tailhade, Leopoldo Moreau y Eduardo Valdés. Investigan si el ex presidente intentó influir sobre la Justicia en causas contra ex funcionarios.
Los denunciantes plantearon que los 18 encuentros fueron parte de un “mecanismo sistemático de manipulación política de causas penales” y tuvieron lugar “en fechas previas y cercanas a la resolución de casos que tramitaban ante la Cámara Federal de Casación Penal”. En esa línea, la fiscal requirió que se solicite a la Secretaría General de la Presidencia que, a través de Casa Militar, informe los nombres del personal administrativo que cumplió funciones en la Secretaría Privada de Presidencia los días y horarios en los que se produjeron los encuentros detallados en las denuncias y se recabe información de contacto para su posterior citación a declaración testimonial.Lo mismo para el personal administrativo que estuvo en funciones en protocolo o secretaría privada en la Quinta Presidencial de Olivos.
En la causa también se investiga el accionar del juez Mariano Borinsky, integrante de la Cámara Federal de Casación Penal, quien en su momento declaró que sus visitas a la quinta presidencial fueron para realizar actividades deportivas, como fútbol, paddle y tenis. También recordó que concurrió a residencia como presidente de la Comisión de Reforma del Código Penal para reunirse con funcionarios del Poder Ejecutivo.
El avance de la investigación contra Macri también impacta en forma directa sobre alguna de las causas más resonantes que lo implican. Y es que podría tener consecuencias sobre la causa de espionaje ilegal que se tramita en Comodoro Py y tiene como acusado a Macri.
Macri tiene un porvenir complejo. Juntos por el Cambio ya es como que adquiere autonomía. Sus delfines Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal mueven fichas y ponen nerviosos a los “halcones” del PRO. “No es la primera vez que no estoy de acuerdo con Mauricio”, dijo Vidal en TN. Mientras tanto, las internas en la oposición son reñidas y quedan soldados caídos, como el caso del primo de Mauricio, Jorge Macri, a quien le pusieron un freno en las luchas por el poder en la provincia de Buenos Aires. Macri está varado. Y el establishment parece que eligió a los “moderados” de Juntos por el Cambio. Macri se sacrifica para estar en cada cumbre ultraderechista que haya en el mundo, reafirmando su condición de perrito faldero de Estados Unidos, esta vez, atacando a la Revolución Cubana.
Pero Macri debe dar respuesta ante la justicia por apoyar al golpe de Estado en Bolivia y por ser cómplice de la represión contra el pueblo hermano. La historia, en todo caso, no lo está absolviendo.