¿Genocida o empresario? Según para quién

¿Genocida o empresario? Según para quién

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Falleció a sus 95 años de edad el líder de la azucarera Ledesma, quien fue cómplice clave durante la última dictadura ocurrida en Argentina para facilitar el secuestro de 400 personas en Jujuy. Ante el hecho, los pronunciamientos de distintos actores políticos develaron sus posicionamientos ante los crímenes de lesa humanidad.

A días de cumplirse un nuevo aniversario del comienzo de la última dictadura Cívico-Eclesiástica-Militar, en el mismo año en el que se cumplen 40 años de la finalización de la misma y el inicio de un período de democracia ininterrumpido hasta el presente, en nuestra patria tenemos la certeza de haber condenado a los autores de tales atrocidades como en casi ningún otro Estado. Esto es un hecho reconocido mundialmente que toma más notoriedad en el presente inmediato con la puesta en escena de la película “Argentina, 1985”, la cual relata el inicio del proceso que juzgaría a los responsables de la mayor maquinaria de censura, asesinatos y vulneración de derechos ocurrida en el país.

Sin embargo, en esta línea del presente, se suma un hecho que desató la impotencia de quienes han luchado por la memoria, la verdad y la justicia. Se trata del fallecimiento del empresario y cómplice del gobierno de facto, Carlos Pedro Blaquier, que murió en la impunidad este lunes, a sus 95 años de edad. Blaquier fue el histórico dueño de la empresa azucarera “Ledesma”, situada en la provincia de Jujuy, y manchó su nombre en la historia argentina al ser partícipe de una demoníaca maniobra que permitió el secuestro de alrededor de 300 personas en la llamada “Noche del Apagón” en la ciudad de Ledesma.

Según los testimonios de algunos vecinos de la ciudad de Libertador General San Martín y la localidad de Calilegua, aquella fría noche del 20 de julio de 1976, cuando las calles quedaron en la oscuridad total, imaginaron que se trataba de un corte premeditado con el objetivo de reparar alguna instalación. Sin embargo, minutos después, comenzó el horror: autos circulando de manera brusca con aceleradas y frenadas rápidas, puertas abiertas a patadas y gritos de gente se pudieron oir en medio de la incertidumbre. Sin dudas, el pueblo de Ledesma estaba en medio de un episodio de secuestros y represión.

Mientras que las calles de la ciudad jujeña fueron ocupadas por la Gendarmería Nacional, la Policía Federal y el Ejército, sospechosamente, en la fábrica de azúcar Ledesma la energía funcionaba correctamente, lo cual, tan solo desde este hecho, la situó casi sin dudas en el lugar de cómplice, ya que era el único lugar con luz en toda la ciudad. Esta sospecha fue comprobada una vez finalizada la dictadura, cuando la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), encabezó una profunda investigación para publicar y develar todas las atrocidades cometidas durante el gobierno de facto, en la que se confirmó que mediante vehículos de la empresa, las fuerzas represivas secuestraron alrededor de 400 personas, trasladadas a centros clandestinos de detención que funcionaban en galpones del ingenio Ledesma, de las cuales 55 continúan desaparecidas.

¿Por qué genocida y no empresario?

Como todo lo que circula en el plano de la comunicación, el sentido construido alrededor de un concepto delimita la visión que se tiene sobre el mismo, más allá de lo establecido por las entidades oficiales. En este caso, la entidad a cargo, llamado Poder Judicial, aportó su inacción para que Blaquier muriese, en los papeles, como un simple empresario, ya que hasta su último minuto de vida transitó impune, sin ninguna causa que oficialmente lo condenara y le diera el título de genocida. Sin embargo, las investigaciones hechas, sustentadas por las declaraciones de los vecinos, demuestra que se trató de un gran participe de la dictadura más sangrienta de nuestra historia, y en ese sentido, resulta necesario mantenerlo vivo en la memoria con esa caratula para recordar siempre, a qué no debemos regresar.

En esta grieta, se paran las distintas entidades políticas del país, que con solo nombrarlo nos muestran como desean recordar a esta persona, y si quieren mantener este duelo vivo, o si por el contrario, prefieren hacerse a un lado y ser indirectamente cómplices. Por lógica, un comunicado que repudia a Blaquier es el de Madres de Plaza de Mayo, principales luchadoras de la causa. “Las madres de Plaza de Mayo queremos expresar nuestra más profunda decepción con el Poder Judicial ante la muerte del empresario Carlos Blaquier, cómplice de la dictadura”, explica el comunicado oficial y agrega: “Nos parece inaceptable que hasta el día de hoy continúen en sus cargos algunos ministros de la Corte, magistrados, y funcionarios del Poder Judicial, que jamás avanzaron siquiera en sentar en el banco de los acusados a tamaño acusados por delitos de lesa humanidad en Jujuy”.

Sin embargo, si hay que destacar a alguna personalidad de peso que se haya parado desde la otra vereda, el nombre que más resonó fue el del ex Presidente Mauricio Macri, que no solo decidió recordarlo como un simple empresario, sino que incluso con condecoraciones de por medio: “Mis condolencias y cariño a la familia Blaquier por la muerte de Don Carlos Pedro. Tenía 95 años. Fue de los empresarios más importantes del país. Presidió por más de 43 años el primer ingenio azucarero de la Argentina y fue uno de los referentes de la agroindustria”. De esta manera, el referente de Juntos Por el Cambio destacó la vida y obra de un gran responsable de secuestros, desapariciones y torturas. Pero no fue el único si hablamos de los amarillos, ya que el único candidateado hasta el momento para presidente dentro del frente, Horacio Rodríguez Larreta, también decidió despedir a Blaquier con flores y rosas. “Horacio Rodríguez Larreta acompaña a su familia en este triste momento y despide a Carlos Pedro con mucho cariño”, publicó el Jefe de Gobierno Porteño en el obituario del diario La Nación.

Luchar por la Memoria, la Verdad y la Justicia significa entender estas dicotomías y representarlas en el plano comunicacional, haciendo uso del poder representativo que personajes de tal magnitud tienen. No alcanza con felicitar a una película cuando está peleando por el premio Oscar, si luego se recuerda con condecoración a un sujeto que aportó recursos para cometer crímenes de lesa humanidad. Estos actos no deben pasar desapercibidos ante el ojo de la sociedad argentina, ya que traicionan a la historia, a la patria y a quienes dieron la vida por ella.  


Joaquín Bellingeri
Joaquín Bellingeri

Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.

Mejor tarde que nunca: finaliza un pacto que le mojó la oreja a nuestra soberanía

Mejor tarde que nunca: finaliza un pacto que le mojó la oreja a nuestra soberanía

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Recién iniciado el último año de mandato, el Frente de Todos da marcha atrás a uno de los actos más traidores de nuestra historia. En una pelea histórica por la soberanía en las Islas Malvinas, el pacto Foradori – Duncan, finalizado la semana anterior, fue firmado en 2016 negando nuestra presencia en las islas y desechando lo trabajado hasta la fecha, convirtiéndolas en “falklands”.

En tiempos presentes en los que la militancia se plantea re discutir el término de “soberanía” a lo largo y ancho del país, en casos como el famoso Lago Escondido, la nacionalización de recursos como el litio o la creación del dragado en el canal de Magdalena; el gobierno nacional tomó una decisión determinante en el caso más emblemático sobre soberanía: las Islas Malvinas.

El Canciller Nacional, Santiago Cafiero, comunicó a su par inglés, James Cleverly, en el marco de la cumbre de Cancilleres del G20 en Nueva Delhi, que la Argentina le pone fin al pacto “Foradori – Duncan”, mantenido hasta la fecha entre ambas naciones, por considerarlo “lesivo para los intereses nacionales”. Y es que, como mínimo, es lesivo, ya que el mismo consistía en garantizar al Reino Unido la remoción de todos los obstáculos para su crecimiento económico y desarrollo sustentable en las Islas Malvinas. ¿Un poco tarde tal vez? ¿Por qué ante semejante atropello a nuestra patria, se han tomado tres largos años de gestión para resarcir este acuerdo? Son preguntas que surgen ante la acción.

El pacto “Foradori-Duncan” fue firmado en el 2016, durante el primer año de la gestión de Mauricio Macri, por el entonces Canciller, Carlos Foradori. Con él se desarmó toda la estructura estratégica que se había impulsado previamente para poner límites a la ocupación ilegal y a la explotación de los recursos naturales del archipiélago. La manera de emplearlo fue mediante un  “comunicado conjunto” para así evitar cumplir con la obligación constitucional de someterlo a la aprobación del Congreso Nacional. Al ser un acuerdo internacional, alcanzaba con la suscripción del Poder Ejecutivo.

La manera de eludir la democratización en la toma de esta decisión, sumado al propósito que el tratado plantea, consta de una traición a la patria y a la soberanía nacional por parte del canciller Foradori, el gobierno de Mauricio Macri y los demás funcionarios encausados en la situación, lo cual no debería pasar por desapercibido ante la visión de ningún ciudadano argentino. El documento realizaba concesiones a los intereses británicos respecto de la explotación de los recursos naturales argentinos en la región, y es, por lo tanto, un acto de características ilegítimas y agravantes para los intereses nacionales.

Más obsceno es aún, el sometimiento con el cual se originó el tratado: la primera ministra Theresa May, le pidió personalmente al presidente Macri a través de una carta la “remoción de obstáculos para la explotación de recursos y vuelos al continente”. En ese sentido, el comunicado confeccionado tiempo después para el Tratado, expresó: “Remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”.

De esta manera, dicho comunicado levantó en su momento todas las medidas administrativas, legislativas y judiciales que había tomado la República Argentina para proteger sus recursos naturales, puntualmente frente a la explotación ilegal de la pesca e hidrocarburos. Además, desestimó todos los reclamos históricos argentinos que ejercían soberanía excluyéndolos en el tratado: la Resolución 2065 XX, firmada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y que invita a ambas naciones a proseguir en negociaciones; y la violación de la Resolución 31/49 que prohíbe acciones unilaterales que el Reino Unido está llevando adelante en el área; además de no mencionar la base militar que existe en la zona de paz y cooperación del Atlántico Sur.

“En realidad, el único obstáculo para el desarrollo económico de las Malvinas es, justamente, la persistencia de la disputa de soberanía que el Reino Unido se niega a negociar”, se indicó desde la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur a Revista Trinchera. Además, se hizo énfasis en que “fue una cesión de soberanía, ya que el acuerdo implicaba licencias para explotación de recursos y navegación en aguas argentinas, lo cuál iba por el camino contrario a la postura histórica de argentina y su reclamo ante Naciones Unidas”.

En ese sentido, Argentina había logrado desde 1965 dificultar la estadía de “los piratas” en las islas ante la ONU. Esto se ve reflejado en el artículo que se basa (ya que actualmente rige con total normalidad tras la anulación del pacto firmado por el macrismo) en tres pilares:

  • Tiene en cuenta los capítulos de los informes del Comité Especial encargado de examinar la situación con respecto a la aplicación de la declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales concernientes a las Islas Malvinas (Falkland Islands) y en particular las conclusiones y recomendaciones aprobadas por el mismo relativas a dicho Territorio;
  • Considera que su resolución 1514 (XV) de 14 de diciembre de 1960, se inspiró en el anhelado propósito de poner fin al colonialismo en todas partes y en todas sus formas, en una de las cuales se encuadra el caso de las Islas Malvinas (Falkland Islands);
  • Toma nota de la existencia de una disputa entre los Gobiernos de la Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte acerca de la soberanía sobre dichas islas.

En esa línea, el manuscrito avalado por la ONU explicitó “invitar a los Gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a proseguir sin demora las negociaciones recomendadas por el Comité Especial encargado, y a informarle del resultado”.

Toda esta maniobra gestada durante la presidencia de Arturo Illia, fue desbaratada a raíz del pacto firmado durante la gestión amarilla en su primer año. Y si hablamos de pactos que entregan nuestra soberanía, que mejor punto de referencia que justamente Mauricio Macri, el presidente que más deuda externa en dólares tomó en la historia de la Argentina. La mención no es casual, y no es producto de un nuevo intento de refrescar esta condena al pueblo argentino, si no de compararla con el hecho tratado y el posicionamiento de gobiernos neoliberales con respecto a la soberanía e independencia del país.

Mucho se habla de la situación, la deuda que se heredará de generación en generación, los 100 años que conllevará pagarla, y los malabares que quien esté al frente de la cartera económica debe y deberá hacer mes a mes para preservar el superávit comercial, hacer crecer el Producto Bruto Interno (PBI), y a su vez sacarse de encima vencimientos de esta pesada herencia. Y si, es sin dudas una de las mayores torpezas (si se lo quiere dejar en ese escalón tan inocente) que se han desarrollado en nuestra patria, pero en tal caso, el ex presidente Macri que asegura en su defensa que el dinero era necesario, tampoco lo invirtió en las arcas del Banco Central, en la infraestructura o el PBI.

No obstante, la firma del pacto Foradori – Duncan no ha sido un tema ni de cerca tan mencionado como el del préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), y ante el mismo, ni el ex presidente, ni el ex canciller, tendrían tan a mano una excusa. ¿Por qué lo hicieron? ¿Cómo se justifica cederles a los ingleses la poca soberanía que nos quedaba en Malvinas? Que lo expliquen ellos entonces, como es que entregaron esa poca significancia que nos quedaba de los y las que entregaron la vida en las islas en 1982, en una causa que atraviesa al grueso de los argentinos. Y por sobre todo, los modos: así de simple, así de regalados, así de cipayos, entregándose ante el pedido explícito de una ministra que representa a una de las naciones más explotadoras del mundo moderno.


Joaquín Bellingeri
Joaquín Bellingeri

Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.

Juventud, Divino, Tesoro

Juventud, Divino, Tesoro

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A 40 años de la vuelta de la Democracia ¿Qué lugar ocupa la juventud en el mapa político?

Hijos bobos de la curda política, la neoliberalización del aparato de gestión y la resaca menemista del reality tweetero. La política hoy se viste y se desviste a los ojos siempre expectantes y nunca conformes de la juventud que espera altiva una coordenada de mando para alinearse. Mientras tanto arriba se tiran tierra de un lado al otro sin denostar horizontes de deseabilidad claros. A cuarenta años de democracia, vale preguntarse: ¿Esto era?

No es esto una crítica conventillera que pretende alzar la verdad ni dar luz al mapa amorfo de la coyuntura disparatada en la cual nos vemos inscriptos. Es a primeras, el intento de encontrar un hilo de acción concreto en el paño de territorialidad que le es propio a las juventudes que oscilan de lo negativo a lo esperanzador en un vertiginoso discurso. 

La modernidad trajo consigo la aparatosidad y rigurosidad orgánico-funcionalista de una desintegración social, aparentemente imposible de frenar en una vorágine infecciosa. Es decir, la juventud hoy, tiene imperiosos desafíos y está sujeta a una demanda permanente, en un mapeo social en constante movimiento. El sistema mundo del cual somos parte y en tanto nos organizamos, es abismalmente distinto al mundo una o dos décadas atrás, no solo en su forma de funcionar, sino también en la forma de organizarse. 

Se le exige a las juventudes sentirse interpeladas por la coyuntura, que sean el motor del cambio social, el futuro. Pero también, se las señala como las portadoras del germen social y la mala conducta, la juventud se trasviste así de violencia, delincuencia y consumo problemático para la agenda mediática. 

Hablar hoy de juventudes suele verse acompañado mayoritariamente de una carga dual. Es decir, o desde un reformismo conductual, parido de un enfoque adultocentrista y negativo sobre estas. O con la proyección futurista de vanguardia, sujeta al sueño de una juventud revolucionaria. 

Pero el enfoque negativo no es propio exclusivamente del conservadurismo, sino que hay a su vez una doble negatividad. Por una parte, tenemos a la derecha que demoniza a las juventudes como infractoras del orden y por la otra, al progresismo que expone a modo de síntoma de la fractura de las relaciones comunales, la masiva adhesión de un sector de la juventud a las filas de la ultraderecha, referenciada mayoritariamente con Javier Milei. Pero, ¿cómo llegamos a esto?

Es interesante señalar que es algo muy propio de este tiempo el avance de las derechas, no solo en el plano nacional y regional, sino a escala global -centralmente poniendo el enfoque sobre lo discursivo y la creación de sentido-. Mediante la descentralización y el borroneo de toda delimitación geográfica, en un mundo altamente globalizado, se pierden también las lecturas lineales que antes permitían evidenciar el impacto de las decisiones político-económicas de la región sobre la economía local. Poniendo de relieve el condicionamiento productivo, anclado a una economía global. 

Pero, ¿cómo hablamos hoy de dependencia económica, sin poner el enfoque en que ya no es este un capitalismo que se rija por imperialismos limpios, sino que los poderes hoy se concentran en monopolios y grandes grupos de poder concentrados -descentralizados-?

Sin caer en fatalismos, es verdaderamente imperante complejizar este enfoque. No es lo mismo hablar de imperialismo hoy que en los años 60-70, incluso, no es lo mismo hacer un paralelismo con los años 90. Cambia la maquinaria, sus agentes y sus mecanismos. Son los mismos, pero no son. Aún peor, a cara lavada, y a vistas de todo el mundo, están y no están, nadie conoce sus rostros. 

Nos hicieron a todos ciudadanos del mundo y ya no, hijos de la patria, desarraigándonos de la historia de nuestro suelo, de sus antecedentes político-culturales. Silenciaron las luchas de nuestro pasado, nos fueron exhortando de la identidad regional-nacional, y acentuando su carga negativa como un limitante para la explotación individual del capital. 

Es decir, en el mundo libre (léase liberal), el Estado es meramente gestor de los límites para la propia autoexplotación en el mercado del trabajo -que dicho sea de paso, es cada día mas precario, tercerizado y uberizado como sostiene Abilio Ludmila, -centralmente para las juventudes- pero también en las diversas esferas del mundo social/cultural que “te hará libre”, en un marco que gira alentadoramente cercano al discurso meritocrático y emprendedurista.  

Desde esta perspectiva se gesta el imperativo que mientras suena Panic Show le enuncia a la juventud:“Revelarse contra un Estado interventor que gasta en obras públicas, salud, cultura y educación, es la nueva clave de lectura de la revolución”. 

Podríamos decir entonces que hablar de revolución, se volvió, para una porción de la juventud, sinónimo de rebelión contra el establishment gubernamental-progresista. Toda forma de gestión estatal que vele por la garantía de derechos, la inversión en industria nacional, la soberanía política, económica y geográfica se postulan como las grandes enemigas de la libertad individual. 

¿Pero qué es la Democracia y qué rol juegan las juventudes?

La democracia es un sistema político que defiende la soberanía del pueblo y vela por el derecho universal de sus ciudadanos a elegir el rumbo político-económico del país, dentro de un marco de libertades, bajo comunes acuerdos convivenciales entre las diversas fuerzas que disputan el poder. Regulados por la Constitución Nacional y diversos organismos internacionales que deben garantizar la vida democrática dentro de marcos de respetabilidad y convivencia. 

La democracia, debe garantizar el común acceso a los derechos, el desarrollo económico de un país en clave de crecimiento y distribución de riquezas, a fin de contribuir a la igualdad de condiciones y el desarrollo de un vida digna para todos, todas y todes les ciudadanes.

Hoy nos encontramos no solo con una crisis democrática, sino también dentro de una crisis política que penetra en la participación y acción política. Con una puja entre los poderes ejecutivos, legislativos, económicos y comunicacionales. 

No podemos hacer la vista gorda ante un poder judicial que se maneja de forma autónoma -y parcial- con una injerencia directa sobre el desarrollo de las políticas de gestión estatal, teniendo un impacto directo en la distribución económica y el bolsillo de todes les argentines. Esto no solo es inconstitucional, sino también, contundentemente antidemocrático.

Con un poder judicial seleccionado a dedo y no por voto popular, carnalmente vinculado a los grupos de poder concentrado que responden a los intereses de la derecha, llevando adelante no solo la puesta en práctica de definiciones de rumbo económico, sino también una escarnecida persecución política (circo jurídico-mediático mediante) a quienes encarnan la referencia política de los sectores populares. Resaltando nuevamente su parcialidad. Hablar de reforma judicial es fundamental. 

Pero también es indisociable de una profunda lectura coyuntural del mapa político nuestroamericano y global, que viene avanzando, como fue mencionado previamente, un fuerte retroceso en materia de derechos humanos. 

Ejemplos de esto, sobran; los recientes golpes e intentos blandos en nuestroamerica, como es el caso de San Salvador con Nayib Bukele y la -tan celebrada por los partidarios de la política liberal- apertura de la cárcel más grande de latinoamérica la cual se asemeja a los campos de concentración nazis, o bien podríamos decir, a los conocidos en nuestro país como centros clandestinos de detención. 

Del mismo modo, nos encontramos con represiones en el Perú que llevan más de 60 muertos, desapariciones y persecuciones políticas, llevadas adelante por el gobierno antidemocrático de Dina Boluarte. También, la militarización de la frontera chilena con Bolivia y Perú de la mano de políticas de recorte en educación y represión sobre territorios mapuches. 

Son solo unos pocos ejemplos del paradigma económico-político regional que dan cuenta de una fisura y un avance contra los consensos democráticos interamericanos. 

¿La  juventud, no ve que se están rifando el futuro en su cara ?

El alejamiento de las juventudes de la política no es un hecho aislado, sino que se inscribe dentro del juego actual del desmembramiento del sentido comunitario. Pedro Saborido sostiene que si el peronismo existe es por que la gente cree. Pero el peronismo no es meramente una cuestión de fe, el peronismo existe porque tiene memoria, la memoria de un país que supo apostar al desarrollo y al crecimiento, que dignificó las condiciones de vida del pueblo, que garantizo la educación pública y de calidad, que hizo de la salud algo indisociable de la soberanía nacional. El peronismo hizo de las necesidades un derecho. Y la juventud, eso lo sabe. No hay que irse tan lejos para recordar el impacto que tiene un Estado con decisión política en la vida de la gente. 

El peronismo existe porque resiste una gran juventud que es parte indisociable de la acción política, en la praxis transformadora de la militancia. Quizá uno de los mayores frenos para esa juventud es que la misma como Charly en Uno a uno espera: 

“Dime lo que tengo que hacer,
ya me voy a enloquecer”.

Ahora bien, si alguna enseñanza dejaron los procesos políticos en nuestro país, es que las tracciones de fuerza, nunca se resolvieron a la espera de una orden o una directiva verticalista. 

El registro más reciente de eso, no es otro que la resistencia política de los 90 ́ por parte de los movimientos sociales. Es fundamental que desde el campo popular se re-componga la lectura histórica de cómo llegamos a la primavera de los 12 años. Es decir, en primer lugar, es preciso reconocer que antes de Néstor, hubo política. Germinó colectivamente como respuesta a la avanzada más atroz del neoliberalismo desenmascarado. La política fue barricada de resistencia y sentó la base para lo que vendría después. 

Mientras la memoria de resistencia de los años 90 y el reconocimiento a los movimientos sociales/populares siga acallada y se le niegue el espacio de discusión a los actores políticos que allanaron el terreno para poder posteriormente desplegar las políticas del campo nacional y popular, abonamos también a un desconocimiento del pasado reciente. Y con ello, a un vaciamiento de sentido político de nuestras juventudes, quienes seguirán creyendo que la política y sus respuestas, emergen mágicamente ante la instantaneidad de la demanda y no de la puesta en práctica de procesos transformadores que emergen desde el cuestionamiento siempre enmarcado en la unidad del campo nacional-popular. 

Dentro de un contexto de crisis democrática, a nivel regional Nuestroamericano, hablar de democracia es más que hablar de votos y una planificación de políticas públicas que avancen en la promoción de nuevos y mejores derechos. Se trata también y fundamentalmente de la defensa de los derechos conseguidos tras largos años de lucha, que se ven atentados frente al avance de la derecha cada día más cínica. 

Un pueblo con memoria es un pueblo armado contra el olvido. Una juventud formada es la garantía de un futuro prometedor. Repensar la historia de nuestro suelo es el desafío permanente para poner en práctica la acción política. La dependencia definitiva sólo es posible con una juventud en marcha que discuta y defienda la soberanía. 


Manu Bertola
Manu Bertola

Hija y nieta de la historia de nuestro pueblo. Estudiante de sociología. Nacida y criada en la ciudad donde las diagonales tocan el sol.

Lawfare crudo y al desnudo

Lawfare crudo y al desnudo

TIEMPO DE LECTURA: 9 min.

Jueces, encargados del multimedio Clarín, funcionarios y hasta un ex agentes de servicios de inteligencia, se ven envueltos en la mediatización de conversaciones en las que planifican métodos para tergiversar su reunión en las tierras del magnate inglés, Joe Lewis, en lo que se presenta como una de las mas grandes violaciones a la democracia.

A través de filtraciones realizadas por hackers al teléfono del ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’alessandro, se hizo pública una serie de chats entre el dueño del teléfono y distintos personajes de un peso prominente en las riendas de poder del país, en los cuales acordaron simular distintos métodos que utilizaron para llegar a Lago Escondido, propiedad del magnate inglés Joe Lewis, ubicada en Río Negro, donde se habrían reunido.

En los chats y audios divulgados queda expuesto cómo los distintos actores acordaron justificar su llegada hasta Bariloche mediante vuelos privados pagados por el Grupo Clarín, así como la estadía en Lago Escondido.

A priori, la situación es, no solo una mojada de oreja total al pueblo argentino, sino una maniobra diabólica que da cuenta de la impunidad con la cual trabajan los dueños del país. Es importante remarcar que dicha situación se dio en el marco de la semana en la que se definió la condena judicial a Cristina Fernández de Kirchner, en la que no se le dio oportunidad de defensa, y se obstruyeron distintos pasos jurídicos que son los necesarios para efectuar una condena. Básicamente, el “Partido Judicial” hizo lo que quiso: allí, antes, ahora, y seguirá, en la medida en que esta pata de la república esté manchada por la falta de democracia.

Los participantes del chat divulgado son los jueces federales Pablo Yadarola, Pablo Cayssials, Carlos Mahiques, y Julian Ercolini; el director de Asuntos Legales e Institucionales de Telecom y sobrino de Hector Magnetto (CEO de Clarín), Pablo Casey; el presidente de Grupo Clarín, Jorge Rendo; el presidente de MediaBit S.A., Tomas Reinke; y el exfuncionario de servicios de inteligencia de la SIDE, Leonardo Bergroth.

Loa audios verifican que los implicados decidieron conseguir facturas falsas para la justificación de compras de pasaje y alojamiento. Situación que, en la necesidad de encubrir, oculta otros medios por los cuales se ejecutaron las acciones. En ese sentido, los responsables de Clarín, Rendo y Casey, aseguraron en el chat que costearían el viaje. Lo que no es claro aún es el objetivo de dicha reunión, que, vista la organización y la implorante necesidad de ocultar, parece tratarse de un asunto severo.

Al mismo tiempo, los implicados debatieron los hechos por los cuales su visita a Lago Escondido fue divulgada, y dialogaron sobre cómo presionar a los medios de comunicación más importantes del país para que no se haga público el caso, sumado a una estrategia futura en la cual acordaron utilizar el papel de “victimas de un espionaje ilegal”. Está claro que su preocupación más clara en cuanto a la mediatización fue por el multimedio C5N, sobre el cual los implicados desarrollaron que, a través de Julián Leunda (asesor del presidente de la Nación, Alberto Fernández, que renunció tras el escándalo), consiguieron el nexo con Fabián de Souza, responsable del medio, quien les aseguró que no tratarían el tema.

En cuanto a los motivos de las filtraciones, los “huemules” nombraron a José Glinski, jefe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), como posible culpable de que su viaje se haya hecho público. Esto fue nombrado por Yadarola, quien anunció en tono amenazante que “ya se cruzaría con él”. Al mismo tiempo, D´alessandro aseguró que si fuese ministro del gobierno Nacional, disolvería la PSA.

Y, si no alcanzaba con que un ministro de Seguridad pretenda destruir para su conveniencia una unidad de fuerza que regula los aeropuertos, el mismo se superó y le contestó a Yadarola: “Dame el gusto de ir a buscarlo con un patrullero nuestro que lo hago cagar”, refiriéndose al momento en el que podría cruzárselo, y pidiéndole que le haga un nexo para realizar esta acción, como si de una mafia se tratase. ¿O de eso se trata?

Los chats y audios develan la manera en que operan estos “peces gordos” del país, y cómo logran tapar sus agujeros ilegales mediante contactos, extorsiones y mecanismos de poder como lo es el mayor multimedio de comunicación de la Argentina; o con los instrumentos del poder judicial que poseen y conservan de generación en generación debido a la anti democracia que existe en este sector del poder argentino.

 El “lawfare” en su estado puro se desenmascara sin más en esta situación tan extraordinaria, y denota fehacientemente que el mismo es causa y consecuencia de una opinión pública dominada por un medio de comunicación que concentra la masividad de visualización, pauta y poder, y que puede fabricar cualquier engranaje necesario para instalar un discurso armado, una causa inventada, y prácticamente, intentar dominar un país.

El ejemplo perfecto de ello yace en la continuación de la conversación sobre Glisnki, que de solo leerlo expresa esta idea: “Pasen alguna info de este personaje que le escribimos una notita”, expresó Pablo Casey, sobrino de Héctor Magnetto. En concreto: añade a la serie de ideas extorsivas sobre la figura de José Glinski, que le acerquen información sobre él, para construir una nota en el multimedio que tienen a su disposición, y de esa forma generar sentido negativo sobre su figura, que lo difame y le quite peso a su palabra, ya que este sería el presunto denunciante del viaje.

Esa es la mecánica por excelencia que tienen los medios de comunicación para generar sentido, convencer a una mayoría y sentar las bases a quienes instrumentan el poder del derecho para obstruir ideas y cuadros políticos, y darle vía libre a otros. Quedó perfectamente ejemplificado y a la luz a través de estos chats, que tienen muchísima tela para cortar, y darían para extenderse en un análisis largo y con infinitas posibilidades de vinculación de temas.

Por lo mismo, también es necesario poseer el testimonio de algunos implicados en el tema, como es el caso de Luciano Ortiz Almonacid, abogado penalista que denunció el viaje de los jueces durante los últimos días del pasado mes de octubre, cuando se filtró la información: “Esto no es un escándalo, es el hecho más grave en la historia democrática después de lo sucedido el primero de septiembre. Hay jueces, fiscales, ex espías, ministros y dueños de medios tramando denuncias falsas, aprietes, detenciones, y persecuciones, no quiero saber qué están hablando sobre mi vida en este momento”, declaró para Radio Provincia. En aquella ocasión, el abogado solicitó “la apertura del procedimiento de remoción” de los magistrados que habrían estado en la estancia que el empresario inglés Joe Lewis posee en Río Negro.

“Hice la denuncia por pura vocación, no formo parte del gobierno, tengo ideología, pero eso no me vincula a hacer la denuncia, acá hay un hecho de gravedad institucional que tiene que ver con conductas inapropiadas de magistrados que hoy fueron ratificadas y que deben ser investigadas por el Consejo (de la Magistratura) y los órganos pertinentes, por eso hice investigaciones vinculadas a la empresa, aporté la foto del avión, y expliqué los antecedentes y la gravedad institucional del tema”, desarrolló Almonacid sobre los inicios de la causa.

“Estos jueces y el ministro de Seguridad estaban en horario laboral, que esto suceda en el marco de un gobierno democrático de otro color demuestra que el poder real lo tiene este grupo, y también traduce cómo gente que está en el gobierno está operando también con ellos, y deberían ser investigados, porque hay funcionarios que están tratando de entregar a la persona que había estado en el momento y lugar cuando este grupo pasó por el aeropuerto de Bariloche”, insistió el abogado, quien hizo fuerte hincapié en el poder real que representa el Lawfare, y la posibilidad de que este hecho sea hoy una vitrina del hecho para la sociedad.

Almonacid hizo la respectiva denuncia ante el Consejo de la Magistratura, ente que dicta los reglamentos internos del Poder Judicial y que funcionaría como instancia superior a los jueces implicados, para que se lleven adelante las investigaciones a los mismos.

En ese sentido, el especialista en cuestiones penales expresó ser consciente de las complejidades del asunto: “Estamos ante un Consejo de la Magistratura totalmente parado, que no actúa con jueces del Lawfare ni con causas como el atentado a la vicepresidenta, pero creo que esto tiene que ser un antes y un después en la acción y la mirada sobre el Poder Judicial”. Y agregó que “los ciudadanos que no formamos parte de la política tenemos que tener más injerencia sobre estas situaciones y repudiar a estos jueces”.

El link en el que se podían leer las conversaciones completas ya no está disponible. No obstante, solo es necesario ver cómo y para quién trabajan estos jueces en su día a día, como en el caso de Pablo Gabriel Cayssials, que acarrea antecedentes extensos que demuestran que opera en beneficio del poder, y nunca a favor de las grandes mayorías:

+ Anuló la adecuación obligatoria del Grupo Clarín a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

+ Permitió al ex jefe de gabinete Marcos Peña Braun utilizar la base de datos de la ANSES para sus comunicaciones publicitarias.

+ Declaró inconstitucional la gratuidad universitaria y el ingreso irrestricto.

+ Convalidó el aumento del 300% en las tarifas del agua.

+ Le ordenó a la AFIP que se abstuviera de aplicar la resolución 4838 porque violaría el secreto profesional de abogados y contadores, al obligarlos a informar las maniobras de supuesta elusión o evasión fiscal de sus clientes.

Que el poder judicial funcione como un órgano super poderoso y antidemocrático en la conformación de los poderes del Estado es lógico en un marco en el que los representantes del mismo no son elegidos mediante el voto popular, como en los otros dos poderes (ejecutivo y legislativo). A raíz de esto, el ejercicio de este poder que se traspasa a dedo, presenta irregularidades y empleos a favor de ciertos intereses, dentro de los que se encuentra el Lawfare. Este asunto no es ninguna novedad, pero los instrumentos mediáticos pueden cegarlo a los ojos de quienes no se interesen en estar informados, por lo que esta situación  necesita y merece una gran difusión para demostrar el poder del Lawfare tanto en nuestra sociedad, como en toda Nuestra américa.

En el mismo sentido se expresó Almonacid, al concluir en la importancia de la divulgación de este hecho: “A mí me gustaría explicarle a los ciudadanos que la justicia no tiene control, hoy estamos en un gobierno de jueces, y si hoy la política no toma el control sobre esto, vamos a un lugar donde la democracia no va a tener sentido”.

El conocimiento público de estos hechos, y el silencio de los grandes medios masivos de comunicación, llevó a que el Presidente de la Nación realice una cadena nacional en la que sostuvo que “lastima la democracia ver la promiscuidad antirepublicana con la que se mueven algunos empresarios, algunos jueces, algunos fiscales y algunos funcionarios”, y comunicó las medidas que ordenó para tomar cartas en el asunto. Este posicionamiento se materializó este miércoles con la denuncia penal a los jueces, funcionarios y empresarios involucrados, presentada por el ministro de Justicia, Martín Soria, ante la fiscalía federal de Bariloche.

Es urgente no reproducir la lógica instalada por los medios hegemónicos que encubrieron el caso Y a pesar de ya ser un hecho mediático, es importante recalcar el repudio hacia estas maniobras que desestabilizan por completo un país, y lo deja a merced de los núcleos económicos y mediáticos. Un pueblo jamás será soberano y nacional mientras existan estos mecanismos que le facilitan más poder a un grupo reducido, que a quienes ganaron mediante el voto popular. Las acciones deben ser inmediatas y enérgicas, ya que el modus operandi de violación a la democracia por parte de quienes quieren ser dueños de un país a costa de las grades mayorías, cruzó todo tipo de línea, y se presenta de una manera abusiva, obscena y extorsiva.


Joaquín Bellingeri
Joaquín Bellingeri

Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.

Fuego con fuego, la lógica de la Provincia

Fuego con fuego, la lógica de la Provincia

TIEMPO DE LECTURA: 9 min.

La Policía bonaerense multiplicó incalculables veces su presencia en las inmediaciones del estadio tripero luego de la represión ejercida durante el encuentro Gimnasia-Boca. Para “evitar nuevas tragedias”, la Provincia resolvió llevar más de los mismos que foguearon el clima.

Tras la ardua represión ejercida por la Policía de la Provincia de Buenos Aires durante la noche del 6 de octubre, en el marco del partido Gimnasia – Boca, en el estadio Juan Carmelo Zerillo, las inmediaciones del estadio amanecieron militarizadas durante la mañana del miércoles 13, a la espera de realizar el operativo para el encuentro entre “el Lobo” y San Lorenzo de Almagro.

Como si hubiera un enemigo a combatir, y con la misma lógica que se ejecutó el operativo asesino del anterior encuentro, la provincia resolvió imponer un cuerpo policial descomunal y nunca antes visto para enfrentar “los peligros” que podría suponer la realización de la fecha de turno en el bosque.

Aquel 6 de octubre, el mismo cuerpo policial protagonizó una de las mayores -sino la mayor- tragedia del fútbol argentino en la década. El encuentro en cuestión develó, una vez más, varias fragilidades de lo que constituye la realización del fútbol en Argentina -así como en otras sociedades-. Sin embargo, en este caso el foco está en nuestro país, y para comprender el desarrollo de semejante atrocidad, se pueden analizar múltiples causalidades que se desprenden desde la opinión pública y los medios de comunicación, pero también hay que contextualizar sus orígenes.

Ante la abundante disponibilidad de declaraciones de quienes están al frente de los operativos y forman en gran parte a la opinión pública, dígase el ministro de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni, o la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe), Revista Trinchera decidió comunicarse con socios del club tripero, que vivieron en carne propia el infierno del pasado jueves, y la reivindicación policial durante la jornada del miércoles 13. Los mismos darán sus testimonios líneas adentro.

Las más de 400 balas de goma disparadas, junto con la indefinida cantidad de gases lacrimógenos desbloqueados la última noche de jueves en el bosque platense, dieron como resultado –en un ambiente de angustia, caos y desesperación- la muerte de “Lolo” Regueiro, hincha de Gimnasia, a raíz de un paro cardiorrespiratorio.

Cumplidos los 9 minutos de juego del partido, una nube blanca cubrió el cielo bajo los bancos de suplentes, donde, los propios jugadores, en una sorpresiva maniobra, comenzaron a cruzar el campo de juego dirigiéndose a los vestuarios. Los cánticos podían aseverar que el equipo xeneize abandonaba el partido, pero los motivos eran desconocidos.

Solo uno o dos minutos fueron necesarios para que esta nube se presente como el motivo de suspensión, y penetre a toda la hinchada del “Lobo”, que había asistido a uno de los partidos más importantes y definitorios del torneo con una gran expectativa.

La gran asistencia -que apenas superaba la capacidad instalada en el predio, si es que la superaba- podría definirse como un hecho que conspiró a favor de la tragedia pero, sin dudas, quedarse en este punto sería acortar a gran escala la discusión.

De repente el aire se hizo irrespirable, la movilización imposible y la desesperación creció en escala. La popular más popular, la llamada “centenario”, que recibe a los hinchas más enérgicos y festivos, se convirtió en un verdadero escenario de terror. Con las puertas cerradas, la capacidad colmada y el aire cubierto de toxinas, un desenlace de desgracia tenía los minutos contados.

Es imposible afirmar que la noche del jueves 6 de octubre, en el estadio Juan Carmelo Zerillo no fue una tragedia, contextualizando el accionar policial, las horribles sensaciones que los hinchas transmitieron a través de sus rostros, y por sobre todas las situaciones, con el resultado de un fallecido.

No obstante, es importante remarcar que podríamos estar en la narración de un hecho mayormente catastrófico, si no fuese por el comportamiento de la multitud Tripera, que procuró ayudarse entre sí, y logró, por ejemplo, tirar abajo las puertas que la policía creía necesarias dejar cerradas. Justo a tiempo, ya que el aire se acotaba. Otros grupos decidieron abrir paso en algunos alambrados del predio para poder encontrar una nueva salida que no sea hacia el oscuro bosque, donde existía otra problemática: los ruidos de disparos no cesaban, minutos a minuto.

Una verdadera trampa mortal, adentro gas que imposibilitaba la respiración, afuera balas y más balas. Pero, ¿contra quién?

Uno de los ejes más importantes de este análisis sin dudas es este ilógico e incongruente accionar policial, que disparó a diestra y siniestra balas de goma durante aproximadamente una hora, a la altura de tener un enemigo formidable en frente. Sin embargo, no existía tal enemigo. Es difícil imaginar un grupo rebelde que se enfrente durante una hora a un cuerpo policial, y en desventaja.

A la altura de estas ejecuciones también están las decisiones de arrojar gas lacrimógeno bajo las tribunas, como si no alcanzara con el que se usó para reprimir afuera, cuando comenzaron los incidentes a raíz de la insatisfacción de algunos socios que quedaron en el exterior del espectáculo deportivo.

La consigna sigue sin ser resuelta: ¿Qué puede haber justificado tal represión? De base, ninguna situación. Sin embargo, tampoco se desprende un hecho concreto que haya tentado a los oficiales. Se indica desde los grandes medios de comunicación, como una de las posibles causas, que alrededor de 10 mil personas quedaron fuera del predio y que, en este sentido, su origen se debería a una sobreventa de entradas en base a la capacidad del estadio.

La tragedia se debió exclusivamente a una represión policial, están circulando distintos videos e imágenes en redes, y demuestran que no había 10 mil personas que Aparicio (Eduardo, titular de APreViDe) denunció al principio. No existían y no existe que en una cancha para 30 mil personas entren 10 mil mas, no hay forma de disimular eso, ni en las canchas más grandes del país. Está claro que había lugar, que no hubo sobreventa, y que salieron a reprimir sin ninguna mediación ni acción concreta”, contó a Revista Trinchera Nazareno Santucho Re, socio de Gimnasia y miembro de la Agrupación Compromiso Gimnasista.

El socio se refirió fuertemente a la seguridad, y lamentó que Gimnasia deba afrontar ahora el gasto de alrededor de 1 millón de pesos para arreglar la infraestructura dañada por los incidentes: “Esto fue un daño muy concreto al club, que ahora tiene un palo de gastos para reparar las instalaciones, además del daño a los socios e hinchas, sin mencionar al fallecido y su familia. Yo desde la agrupación no estoy de acuerdo con muchísimas cosas de la gestión, pero no se le puede hacer cargo en este caso al club de la locura del otro día, sino a la seguridad, única responsable de esto, y que no se hace cargo”.

Por otro lado, las declaraciones de Berni son una locura, salió a justificar la represión, mintió sobre que no había un muerto cuando todos los medios locales ya estaban dando nombre y apellido. A la mañana siguiente sostenía que no había alguien con el ojo comprometido, y al otro día salió la nota de TyC sobre el hincha, que además fue apretado por el ministerio de Seguridad, algo sumamente grave”, aseveró Santucho, quien además no se olvidó de mencionar a Aprevide: “para colmo está ApreVide que, en su lógica, los operativos de seguridad están armados para perseguir al hincha, que para ellos todo hincha es conflicto, y así te militarizan el bosque un día como hoy, una provocación total al hincha y demostración de poder”.

En esa línea, el socio tripero se refirió a la excesiva contratación de cuerpo policial para los controles, el cual fue entendido por los hinchas como una “mojada de oreja total”, y que además complejizó el ingreso al estadio.

La lógica de control se refuerza con más firmeza a tan solo semanas de esta profunda herida al hincha de Gimnasia, que se mantiene fresca, en lo que fue una noche traumática para muchos socios que pretendían disfrutar del partido.

El ambiente era el de siempre, la popular repleta. Nosotros entramos un poco antes, pero el protocolo fue el mismo, juntada con amigos en el monumento y adentro. A partir de las 21 empezamos a escuchar balas de goma, y a los 10 minutos de partido, empezó a llegar el gas que tiraron desde afuera para adentro. El ambiente se hizo imposible de transitar, sin aire y espacio, la gente se desesperaba por salir. Finalmente logramos avanzar luego de que los hinchas tiraron las puertas, y tuvimos  que romper el alambrado de la cancha de tenis para evacuar gente; chicos asmáticos, gente grande y nenes, para poder salir por otro lado que no sea la entrada, donde estaban tiroteando”, relató para este medio Irineo Estefanell Pradás, socio de Gimnasia desde 2014, y concurrente del estadio Juan Carmelo Zerillo desde hace 15 años, sobre las vivencias de la noche del jueves.

Volvimos a entrar porque quedaron varios amigos adentro, y la policía seguía reprimiendo afuera. Fueron casi dos horas de represión en la que se tiraron balas de goma y gas lacrimógeno, no sé si fue bajada de línea de Berni, querer bajar a Berni y a Kicillof, o una interna a raíz del cambio de jefe de la departamental, no importa, fueron a matar gente. A mi entender fue todo premeditado”, aclaró el socio tripero, que además puso en dimensión la anomalía de lo vivido: “Hace muchos años voy a la cancha, movilizaciones y otros contextos donde se puede reprimir, y nunca vi una represión de esta índole, la gente nunca hizo ningún tipo de disturbio y los policías nunca pararon de tirar”.

Según Pradás, otra intención de fondo que manejan las autoridades es incrementar los motivos que lleven a Gimnasia a jugar en el Estadio Provincial, que fue construido en proyección del modelo europeo, que consta de un estadio para los dos equipos más grandes de la ciudad, como puede ser el “Giuseppe Mezza” o “San Siro”, estadio único en el que juegan el Milán y el Inter de Italia.

Otra causa tapada acá es la intención de sacarnos del bosque y llevarnos al estadio provincial de 25 y 32. Fue una inversión muy grande de la provincia y está prácticamente inutilizado, sacando la vacunación y algunos conciertos. Cada municipio que pasó en estos años quiso que Estudiantes y Gimnasia jueguen ahí, y buscan motivos constantemente para llevar al club, pero el grueso común de hincha no quiere irse del bosque”, explayó el socio de Gimnasia.

Las declaraciones de ambos hinchas coinciden en la necesidad de los medios de desviar el foco de la tragedia, lo que recala un accionar de las fuerza policiales a la altura casi de un conflicto bélico, en un contexto festivo y familiar, que derivó en la trágica muerte de César “Lolo” Regueiro, de 57 años de edad. La impunidad con la que el cuerpo policial bonaerense actuó durante la noche del jueves 6 de octubre representa un accionar asesino. Desde este medio, exigimos que los culpables no permanezcan impunes, y que se ejerza justicia por Lolo Regueiro y por el pueblo tripero.

Joaquín Bellingeri
Joaquín Bellingeri

Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.

¿De dónde venimos, hacia dónde vamos?

¿De dónde venimos, hacia dónde vamos?

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

La coyuntura obliga a repensarnos constantemente. O quizá sea parte de la tarea militante: asumir las contradicciones cotidianas y romper con el costumbrismo para hacernos las preguntas incómodas que ameritan respuestas urgentes.

En un diagnóstico prematuro se leen diversos fenómenos que dan cuenta de un cambio paradigmático. Habitamos hoy una sociedad sobre-fragmentada, donde lo que prima es la individualidad por sobre lo colectivo, bajo un disciplinamiento social locuaz en el que todos somos un poco títeres y titiriteros. El cuerpo social se volcó en una homogeneidad atomizada de identidades licuadas que se construyen desde la otredad como punto de partida. Hasta acá, nada nuevo. 

De un tiempo a esta parte, podríamos pensar en cómo el liberalismo se fue filtrando en la porosidad de los diversos eslabones sociales hasta entrelazarse íntimamente en la génesis del pensamiento regional, gestando un pensar global que responde a intereses ajenos a los propios. ¿Es posible hablar de un pensamiento nacional-popular hoy, que no esté infectado por las características procaces del neoliberalismo en las prácticas más íntimas y cotidianas de la política desde sus distintas vertientes? 

Ignorar las influencias de una sociedad plenamente intervenida por la manipulación económica, política y cultural de un imperialismo sobre-desarrollado sería ignorar el trasfondo de la cuestión. Dentro de ello, es también un gran error suponer que el poder real se sostiene sobre las estructuras institucionalizadas o gubernamentales. En ese sentido, podríamos explicar la crisis de representatividad política en la cual hoy se inscribe toda la región nuestroamericana. 

La crisis política tiene diversos rostros y está plenamente signada por un tiempo sin claridad tangible. Hay quienes hablan de la misma como producto de la pérdida de los valores sociales y morales que conglomeran y ordenan a la comunidad; otros asignan que este estado de fragmentación aparentemente sin retorno responde a la modernidad, y del mismo modo hablan del fin de la historia como la conocemos. O mismo aquellos que explican este contexto como un retroceso que responde a tiempos cíclicos de crisis, necesaria para gestar nuevas transformaciones. Y aunque las lecturas son más amplias y tienen otros colores, todas coinciden en que el mundo de hoy es imperativamente desigual, fragmentado y caótico, lo que nos lleva a preguntarnos constantemente qué hacemos.

Me gustaría retomar lo que postula Dubet en “¿Por qué preferimos la desigualdad?: traza la idea de una trampa que conduce a sostener desigualdades justas y desigualdades injustas. ¿Cuál es entonces el lugar donde radica la igualdad y la fraternidad?, y aquellas ideas revolucionarias y parteras de los tiempos violentos -léase modernos-. Nos encontramos nuevamente con que la desigualdad es una elección racional que impone un pequeño grupo poseedor de la mayor parte de la riqueza en detrimento de las mayorías. 

Es decir, las élites políticas y económicas son las que deciden qué tan igual o desigual puede ser una sociedad. En esta clave, las desigualdades son producto de los mecanismos que componen las redes de relaciones donde se constituyen las ideologías y que luego se traducen a políticas que establecen los grupos de poder en cada sociedad para mantener el control.

La génesis misma de la formación individual y colectiva está transversalmente influenciada por las desigualdades. Partamos del sistema educativo. Sería muy ingenuo sostener que la educación en nuestro país -y ni hablar si lo traspolamos a un análisis nuestroamericano- no abona a la profundización de las desigualdades, cuando es parte del engranaje que articula en pos de mantener el orden establecido de las cosas. Un orden tan prolijamente articulado, interconectado e internalizado que funciona sin mayor requerimiento que las condiciones sociales establecidas. 

Hay, a mi entender y a sabiendas de que puedo estar equivocada, algo que se dibuja sobre todas las lecturas. La dialéctica es siempre la misma: opresores-oprimidos. Imperialismo más o menos oculto, más o menos tangible, más o menos violento.

A todo tiempo le corresponden pensadores que se topan con una maraña de sucesos aparentemente inconexos, pero profundamente relacionados. Han sido pocos los tiempos de claridad, si es que alguna vez los hubo, y pocos los pensadores que han sabido interpretar la coyuntura de modo tal que pudieran trazar diagnósticos y proponer utopías dignas de ser defendidas como quien entrega su vida a las causas. Han sido apenas pequeños focos en un camino largo y tendido donde, como Silvio, podríamos cantar sosteniendo que muchas veces

comenzamos un día por los tiempos de siempre y todavía;
comenzamos felices
a juntar cicatrices,
como buenas señales de los años,
y, peldaño a peldaño,
levantamos paisaje

Y como replica llegado el final, quizá haya que recordar y sostener siempre que

el amor sigue en brete  
y el camino a machete

Releyendo a Cooke, podríamos sostener que si el caos de estos tiempos nos altera y nos quita el sueño, si la vorágine nos apabulla y no nos deja pensar, no creamos que esta es la primera vez que nos vemos presos del desencanto político. Ya lo expuso el Bebe en el ’64: “La despolitización es una política como cualquier otra, dentro de la no-ideología que no es otra cosa que la ideología de las clases dominantes”.

Ante la despolitización, la única respuesta es la organización colectiva; la política de las bases como respuesta a la política mezquina. Es imperante que la unidad sea el eje central de todo escenario político, y se ponga en el centro lo que nos unifica como pueblo sin perder de vista a los enemigos de siempre. El imperialismo siempre fue y ha sido la cuestión central de nuestros problemas políticos, aunque algunos renieguen de esta categoría y se pierda como algo caducado. 

Cabe preguntarnos justamente si no es su relego del análisis coyuntural lo que nos impide ver qué hay de trasfondo. ¿Quién mueve los hilos de nuestra historia, quién es el banquero de nuestra economía, quién es el verdugo de nuestra autonomía política? Si hemos perdido o vamos perdiendo nuestra soberanía política y económica, quizá sea porque nos han privado de nuestra identidad popular, manipulando el juego y haciendo del campo político un dramaturgo propenso al desencanto, una política domesticada. 

La única alternativa a la atomización y fragmentación en ebullición, no puede ser otra que la conformación de nuevas consagraciones comunales, dentro de un cambio cuasi ontológico que se revele a la idea de una patria sometida, para parir y gestar una praxis liberadora que construya un proyecto político. No desde la otredad, sino integrando al otro en un todo/s.

Solo apostando en un otro, solo creando marcos de acción directa y concreta en colectivo, es que podemos pensar en la creación de nuevos horizontes políticos que además de defender lo construido hasta la fecha, nos inviten a reencantar el mundo, a embestirlo nuevamente en sueños transformadores; a recuperar el sentido político de la palabra democracia y hacer de la identidad popular una herramienta contra la internalización del enemigo de la que tanto habla Fanon. Solo retomando las categorías de la descolonización, hablando a viva voz del imperialismo, de opresiones y resistencias, sin tapujos y sin que las críticas a los modelos sean sinónimo de rupturismos, es que podemos entender la escalada de la violencia como la internalización y la respuesta a una desigualdad que crece con una profundidad grotesca.

La tarea es aún más escalofriante en la cotidianidad cada día más efímera hija de la liquidez de este tiempo, que de tan tirano se evapora y no nos permite frenar la pelota y visualizar el detalle, hasta marearnos como si viviéramos viajando sobre un tren sin frenos y sin paradas. Si ese movimiento constante no nos permite delimitar las estructuras que se proyectan precoces sobre nuestros ojos para desvanecerse, debemos poder convertirnos nosotros mismos en freno y pausa. No correr tras la agenda impuesta. 

Ante tiempos veloces y violentos, lo único que puede salvarnos es recuperar el sentido político de la palabra política. Construir la unidad desde la diversidad. Que las cabezas y los cuerpos a los que abonan las bases distingan y construyan nuevos horizontes hacia donde dirigirnos por fuera de las mezquindades de la política liberal-burocrática. Y que, en todo caso, las discusiones sean para saldar desacuerdos y no para sumar a la profundización de la fragmentación del cuerpo político. 

Tanto a nivel nacional como en el territorio nuestroamericano, existe y resiste en la pulsión de esta, nuestra tierra, una compleja unidad histórico-cultural que debe tomar por rehén a nuestro cuerpo político aburguesado. Hacer del arte estratégico y político, un campo que ponga en cuestión efectivamente los intereses en juego; y para ello debemos empezar por ser las bases quienes cuestionamos esos funcionamientos. Es preciso remover la desesperanza, recomponer las organizaciones y las representaciones sociales, salirnos de los travestismos políticos lavados y modernizantes, y preguntarnos como en su momento lo hacía Darcy Ribeiro:

“¿Dónde está la intelectualidad iracunda que se haga voz de este pueblo famélico? ¿Dónde están las militancias políticas que armen a los latinoamericanos de una conciencia crítica esclarecida sobre nuestros problemas y decidida a dejar atrás tantos siglos de padecimiento?”

Y aunque esto ya no sea de Darcy: ¿Qué significa hoy ser un intelectual comprometido con la Universidad Pública en la Argentina? ¿Qué significa habitar esas aulas? ¿Qué hacer cuando la política se fuga de la rosca y lo intransigente se vuelve imperante? 

Darcy tenía otra característica muy particular que lo coloca en el panteón de pensadores de época que pudieron leer y actuar en consonancia con su tiempo histórico. Mantuvo la coherencia entre el decir y el hacer, y realizó las preguntas incómodas que nos obligan a repensarnos y situarnos en tiempo y espacio para ver de dónde venimos y preguntarnos hacia dónde vamos. 

Manuela Bertola
Manuela Bertola

Hija y nieta de la historia de nuestro pueblo. Estudiante de sociología. Nacida y criada en la ciudad donde las diagonales tocan el sol.

¿Lo único que queda es el Fondo?

¿Lo único que queda es el Fondo?

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda nuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda nuestra fuerza”.

Antonio Gramsci

Argentina duele y nos duele a todas y a todos. La brutal desigualdad en la que desemboca la economía argentina luego de más de 40 años ininterrumpidos de políticas neoliberales, hace pensar que la única salida que hoy tiene el país es el ajuste para cumplir el programa con el FMI de modo de evitar un “colapso” de la economía.

De los ajustes sabemos que implican recesión y la ruptura de los tejidos sociales que traen aparejados los procesos depresivos, con el todavía fresco recuerdo del 2001 donde el establishment económico y unos cuantos políticos se rieron en la cara de lxs argentinxs, estafando y asesinando al pueblo (muchos responsables todavía impunes, qu fueron funcionarios de la Alianza, hoy integran Juntos por el Cambio, y también sigue en funciones alguno que otro en las filas del Frente de Todos).

Más allá del FMI, el brutal endeudamiento (cual salvavida de plomo) y la destrucción del tejido social que dejó la administración macrista, la economía argentina funciona mal y distribuye mucho peor, porque pese a tener algunos indicadores que se pueden decir “positivos”, el hecho de que tengamos más del 50% de las infancias bajo la línea de la pobreza es inaceptable.

Somos el país que más entradas reservadas/solicitadas tiene para el Mundial en Qatar, por lo tanto alguien está quedándose con algo que le corresponde a otre, y el problema no solo es político sino también redistributivo.

El problema está en las estructuras de los negocios que suceden en nuestra economía, que dado un Estado con escasas/nulas capacidades regulatorias efectivas, las transferencias de recursos del sector público al privado son enormes, por no decir obscenas, y en muchos sectores los subsidios al sector privado superan con creces las migajas que llegan a las políticas sociales, que en un contexto inflacionario licua todo intento redistributivo.

La economía informal permite diversos modos de “hacer negocios” por fuera de toda capacidad regulatoria, dando lugar a rentas que no sean gravadas, a que no haya condiciones dignas de empleo para les trabajadores y a que queden por fuera del acceso a derechos básicos asociados al trabajo formal un montón de compatriotas, destruyendo la posibilidad de que el trabajo permita contener y acompañar en el proyecto de vida de las personas.

Hoy nuestro país se encuentra con las tres herramientas de la política macroeconómica (tipo de cambio – tasa de interés – precios regulados) vedadas o limitadas para la utilización y con dificultades de que sean efectivas para resolver los problemas como la inflación; muchos menos quedan herramientas que busquen resolver los problemas redistributivos y de justicia social.

La escasez de reservas, la alta inflación y la imposibilidad de acceder al crédito externo, hacen del escenario una tormenta que puede devenir en tragedia dadas las condiciones socio-políticas que atraviesa nuestro país estos días.

El programa de ejecutar un ajuste fiscal y los pagos al FMI, cuyo cumplimiento implicaría un ancla en las expectativas inflacionarias de la economía, es lo que se está practicando y parece haber poca claridad en la conducción política respecto de un proceso de ajuste en el que no se comprometan políticas en curso o sin perjudicar a lxs más vulnerables. La tijera pasa por los más débiles, manifestando así la brutal desigualdad.

Una alternativa posible ante este panorama complejo sería que se recaude en los sectores con mayor capacidad contributiva para evitar una pauperización de les trabajadores, y que realmente se expongan las taras de funcionamiento de una economía en un país rico, donde un par de avivados hacen negocios a costa del hambre y la desesperación de las mayorías.

Nuevamente hay que remarcar que no hay que ajustar sectores sensibles como salud y discapacidad, y sí es necesario establecer mejores regulaciones para que los dineros a ese sector se traduzcan en beneficios concretos para la sociedad y no para tres vivos que facturan en el sector.

Mejorar la efectividad del gasto y aumentar la recaudación es una decisión política que requiere comunicación y prolijidad a la hora de implementar algún tipo de propuesta para que no se sigan profundizando la desigualdad y la miseria.

La propuesta de reveer las transferencias que el sector público le da al sector privado y aumentar la recaudación abre una ventana de oportunidad donde entra en disputa un punto clave de la política económica: intentar ordenar la economía de modo de que disfrutemos de las inconmensurables riquezas que tiene nuestra tierra. Defender a capa y espada la necesidad de mejorar y hacer más efectivas las transferencias a salud, educación y vivienda, es algo urgente.

Las transferencias (y “permisos” para evadir y eludir impuestos) que recibe el sector privado, que tanto dice ser promercado, se pueden pensar como renta subsidiada: si por tu actividad económica el Estado te otorga muchas exenciones y beneficios impositivos significa que te está subsidiando el negocio y que sin eso tendrías que cerrar la fábrica y hacerte cargo de las personas que dejas en la calle. Por lo tanto muchos de los que invierten en defenestrar al Estado lo hacen porque históricamente se enriquecieron a costa de él y cuentan con la impunidad para seguir reproduciendo esa injusticia. 

Un Estado que subsidia a sectores que no le reportan un buen servicio (caso servicios públicos) tiene la obligación de indagar en los aspectos de reproducción de estos sectores ya que limitan el uso de recursos en otros sectores que generen mayores desencadenamientos.

La vía de buscar recaudar más y mejor es urgente para poner en marcha procesos económicos que den trabajo y contengan, y esbozar líneas para que vivir bien en la Argentina no sea el sueño de muches y la realidad de unos pocos. La inevitabilidad de que el ajuste se realice sobre quienes menos tienen sería una injusticia, que de ser aplicada, será el caldo de cultivo de múltiples violencias. El hambre de les niñes no se puede pasar por alto, la necesidad de construir un futuro habitable para todas y todos debe ser el horizonte de aquelles que soñamos y luchamos por la dignidad de todo el pueblo.

Nasim Iusef Venturini
Nasim Iusef Venturini

Habitando la tarea de generar ciencia, con los pies en el barro y a partir de la acción, para construir justicia social. Me formo permanentemente en los campos de la economía y la salud, y considero que lo más importante es cuidarnos y cuidar nuestra tierra. Integrante de la Red Argentina de Investigadoras e Investigadores de Salud (RAIIS) y de la Red pública Argentina de Evaluación de Tecnologías de Salud (RedArets)

Un disparo a la razón / Un atropello a la democracia

Un disparo a la razón / Un atropello a la democracia

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Disputas de sentido, libertad de expresión y una democracia en vilo. El magnicidio a Cristina Fernández de Kirchner, ¿un hecho aislado e irracional u otra herramienta explícita del atentado a los acuerdos democráticos y la soberanía política?

“No puedo cruzarme de brazos
e interrogar ahora al vacío.
Me rodean la indignidad
y el desprecio;
me amenazan la cárcel y el hambre.
¡No me dejaré sobornar!
No. No se puede ser libre enteramente
ni estrictamente digno ahora
cuando el chacal está a la puerta
esperando
que nuestra carne caiga, podrida.”

Raúl González Tuñón

Fueron días intentando pasar en limpio los últimos sucesos para intentar volcar al papel una lectura clara de los hechos ocurridos el pasado jueves 1 de septiembre . 

Al día de hoy, el panorama político se desarrolla en un marco de tires y aflojes entre quienes toman una postura de sentencia a los sucesos ocurridos y quienes eligen seguir fogoneando la situación a raíz de diversas declaraciones de descreimiento a la violencia, sujeta al caso particular del magnicidio y sobre aquella que se fue incrementando en los últimos años.

Como venimos observando de un tiempo a esta parte, quienes levantamos cotidianamente las banderas democráticas, y analizando determinados marcos de despliegue político, nos encontramos con una desarticulación cada vez más profunda sobre los criterios básicos de convivencia política dentro de diversos espacios de acción colectiva. Podríamos incluso hablar de una ruptura en el convenio democrático de 1983, convenio sobre el cual podemos ser más o menos afines y al cual podemos recriminarle más o menos deudas de carácter democrático, pero que garantiza un piso de discusión y convivencia.

No es sorpresa que los mismos que pusieron en duda la desaparición de Santiago Maldonado o la cifra de los detenidos desaparecidos de la última dictadura cívico-militar-económico-eclesiástica, sean los que hoy ponen en tela de juicio el disparo contra la referenta del campo nacional y popular como un atentado a la democracia. Tampoco es de extrañar que diversos personajes, representantes de los poderes económicos y de los medios de comunicación hegemónicos, vociferen en defensa del discurso del odio, en nombre de la libertad de expresión. 

Cabe preguntarnos, entonces, cuál es el límite actual del ejercicio político. ¿Hasta dónde es capaz de llegar el accionar cada vez más reaccionario de una derecha sobreidentificada con las herramientas más encarnizadas de la violencia? 

El gatillo de ayer es ni más ni menos que el gatillo de hoy. Representado por quienes defienden a diestra y siniestra los intereses de los más poderosos. Son ellos quienes tienen la definición de arrasar con los intereses de un pueblo a punta de fuego y quienes construyen en la cotidianeidad los discursos mediáticos de blindaje político para que estos hechos ocurran a vista de todos, y bajo el silencio de algunos. 

Ante la avanzada de discursos de odio y el fogoneo constante, focalizado por determinados sectores pero que se filtra en los andamiajes más íntimos de nuestra realidad y se impregna en diversas dimensiones de nuestra sociedad, construir marcos de unidad política es imprescindible. 

Podríamos pensar en diversos ejes de abordaje para la construcción de marcos de unidad. La construcción de políticas que trabajen en clave de memoria democrática, es decir, el desarrollo de una política pública que piense y articule sobre el contenido de los mensajes mediáticos que se encargan de alentar discursos de odio. Pero, y fundamentalmente, poner en práctica políticas contra el negacionismo que cala cada vez más profundo en el sentido común de nuestro pueblo, repensando también la pauta oficial, en tanto y en cuanto significa el financiamiento a quienes monopolizan el discurso mediático que atenta contra la democracia.

Por otro lado, pero no menos importante, es urgente repensar el rumbo económico al cual nos vemos sujetos, no solo en el territorio nacional, sino en la región. En este sentido, podemos leer un giro de carácter neoliberal adoptado incluso por gobiernos populares, que es condescendiente con la profundización de las desigualdades sociales más estructurales de la región latinoamericana. Sin hacer la vista gorda sobre las presiones del poder concentrado real, es imprescindible analizar las diversas crisis de gobernabilidad impuestas por los mecanismos de control que responden a los intereses del poder hegemónico.

Probablemente, las características desarrolladas evoquen a volver a hablar de imperialismo en el sentido más tangible y explícito de la palabra, en tanto podemos leer dentro del desarrollo de la acción política de determinados sectores del poder, una réplica intervencionista en el sentido más cruento del intervencionismo sobre políticas que responden a la autonomía y la construcción de soberanía de los países latinoamericanos. 

La violencia como respuesta política no escapa a las dinámicas ya conocidas de las derechas neoliberales sobre estas tierras. Es alarmante la indiferencia colectivizada de gran parte de la sociedad ante el avance de dichas violencias, podemos entenderlo atado a la individualización masificada, que garantiza la fragmentación necesaria para el avance de consensos sobre los parámetros que definen el verdadero límite de la violencia política. 

Y justamente por esto, no es redundante hacer hincapié en la necesidad de profundizar y construir una salida colectiva que nos permita volver a los espacios de discusión política respetando los acuerdos democráticos y volviendo a poner de relieve el límite de la violencia. 

Es urgente hablar de la crisis política en la cual nos vemos inscriptos hoy, tanto como hacernos carne de las luchas que nos anteceden en la constitución de un país libre, justo y soberano. Con memoria y, particularmente, con una conciencia colectiva que sirva de abono para construir la patria de los humildes, bajo un re-encanto del sentido político. No aquella que perpetúa las injusticias, sirviéndose de la misma pólvora del ayer, pero a miras de cambiar el cuerpo del cual se vale para gatillar. A través de la manipulación y la des-identificación del propio pueblo con ciertas insignias populares, la derecha se camufla y se fragmenta, con nuevas herramientas, construyendo nuevos relatos, para vender el mismo buzón de siempre. 

Y charlando con Discépolo, pareciera que en mordisquito, ¡a mi no me la vas a contar! nos moja un poquito la oreja para rematar.

“Porque yo no lo inventé a Perón, ni a Eva Perón. Los trajo esta lucha salvaje de gobernar creando, los trajo la ausencia total de leyes sociales que estuvieran en consonancia con la época. Los trajo tu tremendo desprecio por la clases pobres a las que masacraste, desde Santa Cruz hasta lo de Vasena, porque pedía un mínimo respeto a su dignidad de hombres y un salario que los permitiera salvar a los suyos del hambre.(…)No. Yo no lo inventé a Perón ni a Eva Perón. ¡Vos los creaste! Con tu intolerancia. Con tu crueldad.”

¿Qué más se le va a refutar al tanguero excluido de la élite? Si nosotros no inventamos a Cristina, ni a Néstor, ni mucho menos a Evita o a Perón; a ellos, a ellos los inventaste vos, con el odio de siempre, regurgitado y recalentado en los discursos de hoy. 

Manuela Bertola
Manuela Bertola

Hija y nieta de la historia de nuestro pueblo. Estudiante de sociología. Nacida y criada en la ciudad donde las diagonales tocan el sol.

Justicia por Emilia Uscamayta Curi: la corrupción mata

Justicia por Emilia Uscamayta Curi: la corrupción mata

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

A seis años y siete meses de su muerte, se realizó una radio abierta para denunciar y pedir justicia por el acto de corrupción municipal que terminó con la vida de Emilia.

El pasado primero de agosto, se realizó un nuevo pedido de justicia por Emilia Uscamayta Curi en una radio abierta en la Plaza San Martín organizada por la Asamblea Justicia Por Emilia Uscamayta Curi. La manifestación fue encabezada por la familia quienes recordaron a Emilia en un día especial para su identidad indígena, el día de la Pachamama.

También participó uno de los abogados de la causa, Adrián Rodriguez Antinao, quien expuso los últimos avances de la causa y recordó que en menos de tres meses se realizará la primera audiencia del juicio. Además, participó la ministra de mujeres, políticas de género y diversidad sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz; el cuerpo de concejales del Frente de Todos de La Plata; representantes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social; y organizaciones políticas y sociales.

Emilia murió ahogada en una fiesta ilegal realizada el primero de enero de 2016 en la quinta “San Cayetano” (avenida 520 entre 159 y 160) en la localidad de Melchor Romero. El evento no contaba con guardavidas ni personal de seguridad en la pileta, ni con ambulancias y servicio de emergencias, que podrían haber evitado su muerte. Emilia fue auxiliada por algunas personas pero ninguna contaba con las herramientas para salvar su vida. Los organizadores del evento ignoraron la situación y siguieron con la realización de la fiesta durante toda la noche.

La familia junto a amigues, compañeres de militancia, la Asamblea Justicia por Emilia Uscmayta Curi y distintas organizaciones políticas comenzaron en esos primeros meses de 2016 con el pedido de justicia y pusieron el foco en los culpables efectivos y políticos del hecho para enmarcar a este crimen como un caso de corrupción. 

Emilia tenía 26 años y estudiaba en la facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, donde también militaba en la agrupación Jorge Ricardo Masetti levantando las banderas de los pueblos originarios y de los feminismos. Ella tenía una fuerte identidad indígena heredada por su familia y sus raíces aymara y quechua. Nació en territorio querandí, por lo que también se posicionaba desde esa comunidad.

El juicio y los imputados

El próximo 25 de octubre es la primera audiencia del juicio donde hay cuatro organizadores de la fiesta imputados por el delito de homicidio simple con dolo eventual y dos hechos de desobediencia: Raúl “el Peque” García, Carlos Bellone, Santiago Piedrabuena y Gastón Haramboure. Mientras que, el ex funcionario municipal Daniel Piqué, está imputado por incumplimiento de los deberes de funcionario público.

En el momento del hecho, Haramboure contaba con el beneficio de prisión domiciliaria y salidas laborales, luego de haber sido condenado a más de 10 años de prisión por el crimen de Juan Maldonado en el boliche Alcatraz de Berisso en 2009. Piedrabuena tenía una condena de cuatro años por tenencia de armas y una causa abierta por desobediencia por violar una clausura en un boliche de su propiedad. Bellone es el dueño de la quinta donde sucedió la fiesta.

Todos los imputados tienen estrechos vínculos con dirigentes de Juntos por el Cambio como María Eugenia Vidal, Mauricio Macri y principalmente con el partido a nivel local con el intendente Julio Garro a la cabeza. Pero el más cercano a ellos es Raúl “el peque” García, empresario que en enero de 2019 fue detenido en San Bernardo en el marco de una causa por trata de personas para explotación sexual.

El último imputado es Piqué, quien era secretario de Seguridad. Desde ese área municipal se habría cobrado un canon ilegal para permitir la realización de la fiesta a pesar de no contar con habilitación municipal y que hizo desaparecer toda presencia policial o de Control Urbano a partir de las diez de la noche.

Justicia por Emilia Uscamayta Curi

De cara al juicio, el pedido de justicia se está extendiendo a todos los espacios públicos de la ciudad para que el caso cobre relevancia entre la población platense y de esa forma, presionar a los jueces para que cumplan con su labor. “Le pasó a Emilia, pero le podría haber pasado a cualquiera”, declaró Juan Uscamayta, padre de Emilia, en la radio abierta. El reclamo es por Emilia, pero también es por los miles de jóvenes de la ciudad que se encuentran desprotegidos por un municipio que no solo desampara por inacción, sino que también permite las condiciones para que se den hechos como este.

La corrupción mata.


Agustina Flores
Agustina Flores

Hija de los vientos patagónicos. Compañera (in)esperada de la militancia para la liberación. Entusiasta del puño y la letra. Lo personal es político, el periodismo también.

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