De Tratayén a Saliquelló, la inversión industrial muestra sus frutos

De Tratayén a Saliquelló, la inversión industrial muestra sus frutos

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner ya mostró réditos de ahorro tazados en 421 millones de dólares en la balanza comercial. ¿Qué impacto tiene en nuestra economía y por qué es sustancial el desarrollo de la industria nacional por sustitución de importaciones?

Según lo relevado por Energía Argentina S.A. (ENARSA), el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, inaugurado el 9 de julio y puesto en marcha días después, ya permitió ahorrar desde aquella fecha 421 millones de dólares en términos de cobertura por importación. Se contabiliza que lo utilizado diariamente por día, proveniente de la nueva construcción industrial, está tazado en unos 12 millones de dólares al día, por lo cual el GPNK ya muestra actuales réditos.

Cuando se discuten los términos de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) o cuando se hace referencia a la importancia de la industria nacional, la razón del planteo yace en estos números estadísticos. ¿De dónde nace la capacidad estatal para recomponer salarios ante una devaluación forzada? Tal vez quienes solo piensen en la política exterior como una ventana para que los extranjeros realicen sus negocios a su merced en el país, respondan que la única variante posible es la emisión y el sobre gasto. No obstante, la industria nacional como herramienta de protección, creación de empleo y reducción del gasto en importaciones sintetiza todas esas discusiones y, en la medida que más grande y eficiente sea, más tira la balanza comercial a nuestro favor. En ese sentido, sería óptimo realizar el ejercicio de repreguntarse por qué algunos sectores políticos demonizan la industria nacional y luego realizan durante sus gestiones “industricidios” que, además de todo lo nombrado, ascienden el desempleo con una capacidad única.

Según un gráfico publicado en Infobae el 13 de noviembre de 2019, en el marco de un balance de la gestión de Mauricio Macri, la capacidad instalada de la industria, (es decir, el uso de las industrias y sus maquinarias) cayó de un 63% en 2016 a un 57% en 2019. Al son de ello, el desempleo subió desde 2015 de 6 puntos a 9, según lo relevado por el INDEC.

Hoy, incluso luego de una pandemia que frenó sustancialmente el uso de la industria, la capacidad instalada elevó su uso al 67%, y causalmente el desempleo bajó a 6,3%, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Aquí yace la diferencia entre dos gestiones que presentaron y presentan problemas a la hora de controlar la inflación y distribuir la riqueza (la actual, totalmente diezmada por el acuerdo con el FMI tomado por la anterior). Esta diferencia es la decisión de alentar tanto al sector público como privado y así mismo bajar la desocupación.

Una obra pública de la envergadura del gasoducto marca la diferencia más allá de la creación del empleo, ya que como se mencionó anteriormente, ahorra en importaciones y colabora en la reducción del déficit fiscal. En esta línea, según informó ENARSA, el ducto que va desde Tratayén a Salliqueló ya aportó 482 millones de metros cúbicos de gas a Vaca Muerta, lo cual le permitió incrementar su producción diaria.  La temática de Vaca Muerta también cae a colación del tema abordado porque la reserva de gas no convencional más grande de Argentina posee una riqueza en cantidad de minerales explorables tazados en 16 mil millones de barriles de petróleo, según el último informe de la Energy Information Adminstration (EIA). Sin embargo, esta exploración ronda en un costo altísimo, por lo que hoy solo se está explotando entre el 35 y 40% del total de la piedra que yace en Neuquén.

Por lo mismo, es sumamente celebrable la decisión política de construir, incluso en contra de la voluntad del Fondo Monetario, este gasoducto llamado Presidente Néstor Kirchner, para fortalecer otro productor de industria en el área de los minerales en este caso, como lo es Vaca Muerta, que dicho sea de paso, también es una posibilidad producto de la decisión política de recuperar Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).

¿Qué sigue en el calendario de los ductos?

La dinámica de sustitución de importación en energía continúa en la agenda del poder ejecutivo: actualmente se trabaja en la licitación del segundo tramo del GPNK, que busca extenderse para finalizar en un próximo tramo la conexión con Brasil y Uruguay, de modo de crear un pasaje de comercio bilateral directo. Por otra parte, se confirmó que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) financiará la construcción y provisión de cuatro turbocompresores de extensión para el tramo ya inaugurado del GPNK, que se estima que aumentará el ahorro de divisas por producción en ocho mil millones de dólares.


Joaquín Bellingeri

Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.

Burford, el buitre mas carroñero

Burford, el buitre mas carroñero

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

La justicia estadounidense falló en favor de todos los argumentos del fondo buitre “Burford”, que deja al Estado argentino a merced de pagarle 16 mil millones de dólares por la recuperación de YPF. Las inversiones en litigación, la especulación cuando avanza la causa y los réditos en la bolsa de Wall Street son algunas de las estrategias que el buitre más buitre utiliza para engordar a costillas de otros.

Parece que la suerte esta echada: finalmente, la jueza Loretta Preska, encargada de mediar entre el fondo Burford y el Estado argentino, falló de manera pronunciada en contra de este último. Entre las distintas consideraciones a tener en cuenta, la justicia de Estados Unidos decidió cargar con todos los argumentos en contra de la Argentina y tomar como medida el monto máximo a pagar: 16 mil millones de dólares.

Como ya se había explicado e interiorizado anteriormente en Revista Trinchera, el Estado nacional enfrentaba cargos en contra del fondo buitre “Burford”, a raíz de las bases y condiciones establecidas en la venta de Yactimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) en 1993, que pusieron al ejecutivo entre la espada y la pared cuando tomó la determinación de recuperar la petrolífera. Puntualmente, cuando el gobierno de Carlos Saúl Menem vendió YPF a la internacional Repsol, se indicó que si el Estado nacional quería recuperar la empresa, primero debía abrir un concurso público de compra de acciones a los acreedores. Probablemente, cualquier líder político que cuide su patrimonio e industria, y cualquier ciudadano que entienda la importancia de ello, no desearían en ningún escenario vender su petrolífera de bandera y menos lastrar con una atadura a las empresas compradoras en caso de querer recuperarla, pero la suerte ya estaba echada desde aquella década menemista.  

En 2012, el Estado nacional tomó la determinación de recuperar YPF sin consultar ni a propios ni a extraños; como quien recupera lo que siempre le perteneció. Le compró a Repsol el 51% de las acciones vendidas, y con ella llegaron Vaca Muerta y todo el caudal de potencialidades petrolíferas y energéticas que este yacimiento brinda. En esta instancia es donde entró el buitre más carroñero, Burford. Una empresa que no es especialista en petróleo ni energía. Mucho menos en inversiones financieras. Su especialidad es litigar en mega juicios y hundir la nariz en cuanto caso como el de YPF exista. Cuentan con un equipo de 350 abogados profesionales y expertos legales que compran juicios, financian litigios y a raíz de eso se benefician de las multas.

La empresa comandada por el egresado en leyes, Christopher Bogart, fue creada en 2009 y desde allí fue acrecentando su patrimonio a raíz de intervenciones de esta índole. En 2012, a tan solo tres años de su fundación, el buitre encontró la oportunidad de obtener rédito ante el vacio legal cometido por un Estado que comandó una justa recuperación, y compró las firmas de Eton Park y Petersen Energía, empresas accionistas minoritarias de YPF que, como todas, no obtuvieron la posibilidad de acto público para retener las acciones. De esta manera, Burford se “autofinanció” la litigación tazada en una base de 4.9 mil millones de dólares, que variaba en base a montos agregados de 7.6 mil millones por intereses debido los años transcurridos, y 3.4 mil millones si se tomaba como fecha de expropiación el 16 de abril (cuando se envió el proyecto de ley) y no el 7 de mayo, que es cuando el ejecutivo tomó el poder concreto de YPF. Finalmente, la jueza Preska coincidió con ambos argumentos en favor de Burford, por lo que, de momento, Argentina debería pagar 16 mil millones de dólares. Una nueva canallada financiera por parte de intereses extranjeros que acomplejaría aún más al país, sumado al ya conocido endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional.

En este sentido, las opciones que hoy maneja el Estado argentino para gambetear la estafa son dos: apelar a una segunda instancia y llegar a la Corte Suprema de Estados Unidos, o desconocer la sentencia por “cuestiones soberanas”, lo cual conllevaría riesgos que, como lectores de análisis políticos, imaginarán. No obstante, también se espera que el estudio “Sullivan & Cromwell LLT”, que representa a la Argentina, comience negociaciones previas al fallo final con Burford, para acomodar una cifra más asequible. También existe una instancia más de diálogo posible, en la que, por pedido de Preska, ambas partes deben presentar una oferta de pago que ronde el monto que ella misma consideró.

Según información publicada en Ámbito Financiero, la estrategia financiera utilizada por Burford desde que entró en la litigación de la causa fue la compra del 70%, repartido luego alrededor de diez fondos de inversiones. Actualmente, la entidad experta en juicios retiene el 30% de los derechos de la causa, y el restante 40% lo habría vendido en distintas ocasiones, conforme el juicio avanzaba y rendía valor especulativo en la bolsa de valores de Wall Street. De esta manera se explica la estrategia de ganancias del buitre, que según palabras del propio Bogart, ya obtuvo un retorno de “inversiones” en sentencias de 2.2 mil millones de dólares, equivalentes a un 88% promedio por juicio.

“No corresponde indemnizar a alguien que no sufrió un daño, como es el caso del fondo Burford”, declaró el presidente de YPF, Pablo González, para Radio 10. “YPF siempre cumple con sus contratos, negociamos con empresas internacionales que nos permitieron poner en valor Vaca Muerta, y todo lo que se viene haciendo en materia energética en el país”, agregó.

Ante la situación, y como ya no sorprende, sectores de la oposición capitalizaron electoralmente la estafa del fondo buitre ante el Estado nacional. Tanto la candidata a presidenta por Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, como el ex presidente del mismo espacio, Mauricio Macri, se hicieron eco del fallo y casi lo festejaron, derivando las culpas en quienes tomaron la decisión de recuperar el patrimonio de producción nacional. “Es lamentable que la oposición aplauda que un fondo buitre le gane un juicio al Estado”, explicó ante ello González.

Por último, el presidente de YPF profundizó: “Es una discusión que nos interpela sobre el horizonte energético que tiene la Argentina. Hoy estaríamos infinitamente peor sin esa decisión. Nos pone en alerta ante posiciones como la de Milei que dice que quiere privatizar YPF.”


Joaquín Bellingeri

Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.

¿¡Cómo llegamos hasta acá!?

¿¡Cómo llegamos hasta acá!?

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

En vísperas de las Paso, corre sangre por las calles de la capital mientras se prende fuego la pantalla con policiales y atomizaciones sociales. Vuelve a sonar en boca de algunos pocos, el para nada entrañable “que se vayan todos”. De repente, despertamos en una agónica primavera, en el vértigo cotidiano de una realidad en cámara rápida y es válido preguntarse ¿¡cómo llegamos hasta acá!?. En esto que podría ser el trailer de una serie de Netflix que, total (realidad o no), muchos solo miran por tele y comentan por twitter.

“Me gustas democracia, pero estás como ausente”.

La palabra democracia desde un periodo no muy lejano pero extenso, viene recibiendo batacazos de una singularidad ya conocida por el pueblo argentino y, también, por el pueblo latinoamericano. 

La coyuntura, se ciñe sobre sí misma. Para todos aquellos que hacemos de la historia una clave de lectura sobre la cual proyectamos el presente y con la cual renegamos del silencio tumultuoso que impone la posmodernidad (con su borramiento recurrente de la memoria), los estímulos recientes son en primera instancia escalofriantes. 

¿No se les eriza la piel –me pregunto– a los habilidosos twitteros que hacen de la opinión pública la arena de tensión sobre la cual se disputa el sentido común? ¿Es indistinta la muerte para aquellos “buenos ciudadanos” que optan por avanzar sobre el silencio y la desmemoria, o simplemente miran para otro lado? Aún peor ¿qué celebran los que imponen el #unomenos al ver un piquetero muerto en el obelisco? 

Si llegamos hasta acá, es porque la disputa de sentido, viene siendo una batalla perdida. En los haberes de construcción democrática, sus pilares fundamentales dependen de los libros consultados. Democracia, ¿que es la democracia? El liberalismo se impuso a groso modo en la disputa de contenido. Libertad, propiedad privada, individualismo, parecieran ser los pilares del proyecto democrático imperante. 

A 40 años de su re-conquista, es necesario volver a poner signos interrogantes a lo que esta palabra significa. Hay democracias como hay distintos tipos de proyectos de país y, a priori, podríamos decir que la disputa entre esos proyectos, debería desarrollarse a través de consensos que habiliten diálogos multilaterales, que a su vez integren, mediante votación, la voluntad popular como factor determinante en esa construcción. 

Esto quiere decir que, en principio, la participación política de los ciudadanos queda limitada a la emisión de un voto, mediante el cual se postulan sus representantes quienes administrarán y definirán el rumbo de la política. Esta democracia de representaciones, no solo deja sabor a poco sino que además implica un vaciamiento del sentido y del compromiso político de las y los ciudadanos.

 ¿Qué implica esto en un año electoral, a días de las paso? 

En el 2023 nos encontramos con un escenario poco feliz. Ayer 10 de agosto, murió Facundo Molares a manos de la policía de la ciudad de Buenos Aires, gobernada por Horacio Rodríguez Larreta -actual candidato a Presidente de la Nación-, quien ordenó reprimir una concentración de militantes que expresaban su disconformidad con el proceso electoral que se avecina, postulando que son una “farsa electoral”. 

Facundo Molares, de 47 años, fue asesinado -entradas las cinco de la tarde- sobre las baldosas lustradas de la gran ciudad capital. Pocos son los hombres que tienen una trayectoria similar a la de este compañero. 

Apresado en Bolivia tras una movilización en oposición al golpe de Estado contra Evo en 2019, estuvo 25 días en coma -esposado a la camilla- producto de un balazo que recibió en esa expresión callejera. Posteriormente, siguió privado de su libertad hasta el retorno democrático del país hermano, monento en el cual consiguió la repatriación a territorio Argentino. 

Una vez en su país natal (2022), desde Colombia solicitaron su extradición, la cual fue concedida por el Juez Otranto incluso posteriormente al pronunciamiento de la JEP (organismo creado tras los acuerdos de la Paz de La Habana, para llevar adelante los procesos judiciales e investigar y analizar cada caso) que sostuvo que tal medida significaba una sentencia de muerte asegurada para Molares. 

Desde la Correpi sostienen, que el gobierno de Larreta, hizo de manera encubierta lo que no pudieron hacer ni en Bolivia ni en Colombia: matar a Facundo. 

No es, ni por asomo, la primera vez que se entretejen sospechosamente en la coyuntura nuestroamericana las articulaciones de ciertos grupos de poder concentrado, las fuerzas de seguridad y la muerte de militantes políticos.

“Seguir adelante en la lucha hasta que nuestro pueblo sea digno y feliz, hasta que nuestro país y el mundo vivamos en armonía y fraternidad”. Esas fueron las palabras pronunciadas por Molares una vez conseguida la libertad en Argentina.

Cuando hablamos de democracia, deberíamos poder hablar de un proyectos de país y de un futuro que nos involucre a todos y a todas quienes habitamos el territorio nacional; de garantías socioculturales y económicas que faciliten el acceso a los bienes a los cuales todos tenemos derecho por igual: acceso a la educación, a la vivienda, a la salud, al trabajo digno, a los derechos básicos, a la soberanía y a la dignidad. 

Hoy, cuando prendemos las pantallas de televisión, los medios hegemónicos nos bombardean con noticias que alimentan un estado de caos, de violencia y disconformidad entre los ciudadanos. Las que no vayan en clave de desorden y violencia, no son noticiables. Todo aquello que no aporte a la desestabilización, quedará vedado de las pantallas y demás medios (des)informativos. 

Ayer murió Facundo a manos de la policía. Ayer murió un compañero a manos de Horacio Rodríguez Larreta. ¿Es parte de la campaña electoral hacer correr sangre en las calles? ¿Esta es la mano dura que exige la gente, como respuesta al escenario que se alimenta mediáticamente, ese de crisis permanente? 

Durkheim diría en su momento que el delito y la violencia se rigen por los estándares que la sociedad postula como límites morales. En otras palabras, la condena social que se activa en base a valores compartidos entre quienes integran dichas sociedades. Ese es el termómetro que habilita o desacredita un escenario de crueldad. 

¿Se generó un consenso dentro de determinados sectores de la sociedad que habilita muertes posibles? ¿Quienes alimentan la idea de que hay muertes necesarias? 

El “son ellos o nosotros” tweeteó Murphy tras el intento de magnicidio en septiembre del 2022. La proyección de “mounstros sociales” que recae permanentemente sobre los sectores populares, vinculados permanente con la criminalidad, la vagancia, lo irrecuperable, lo aparentemente irreconciliable dentro de su modelo democrático. El grito altivo donde se clama por el exterminio de los contrincantes políticos, el señalamiento permanente de la imposibilidad de generar consensos, ¿no es acaso (digámoslo ingenuamente) “sospechosamente” anti democrático? 

La denuncia y la amenaza de exterminio, sí, pero también, la impunidad de matar a militantes políticos en el centro de la Capital Federal, a las orillas del gran obelisco. O en el sur del país matar a Santiago e impunemente decir que se ahogó. El abandono de las instituciones y el cierre de ministerios, la amenaza y la persecución a los trabajadores, eso se juega en las elecciones, sí. Pero ¿la democracia es solo votar? ¿Es solo eso?

Ayer, Fernanda Pereyra, Secretaria de las Relaciones Internacionales de UTEP y Coordinadora Nacional de la Corriente NuestraPatria, en una entrevista realizada en Radio Trinchera, sostenía: “Mataron a un compañero que siempre estuvo del lado del pueblo, creía que cambiar y transformar un país es posible, pensando en una patria grande (…). Podemos estar de acuerdo o no, pero es incomprensible, que cuando estemos hablando de democracia, estemos hablando de que se mate a nuestros compañeros y compañeras“.

En aquel septiembre del 22’ capture entre las manos de la multitud un cartel que decía: “Me gustas democracia, pero estás como ausente”. Y quizá sucede que esa frase retumba en mi cabeza desde hace tiempo y hoy es la que me impulsa a escribir en esta clave. Quizá sea, que la angustia cala en mi subjetividad en forma de escalofrío. Pero hoy escribo por temor a que en lo efímero de los tiempos que corren, mañana ya no sea noticia que te mataron Facundo. Porque entre la sangre, también corre la tinta y tengo la esperanza, de que cuando esto pase. Tu nombre quede y se plante como bandera hasta la victoria del pueblo; esa, por la que luchabas.  

Hasta la victoria siempre compañero. Luchamos para vencer. 

LOMJE. 

Hoy Milagros Sala lleva 2764 días presa. Otro atentado a nuestra democracia.

Manu Bertola

Hija y nieta de la historia de nuestro pueblo. Estudiante de sociología. Nacida y criada en la ciudad donde las diagonales tocan el sol.

Un santo argentinizado y politizado

Un santo argentinizado y politizado

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Para hablar de religiosidad popular en Argentina es inevitable hacer referencia a San Cayetano. Todos los 7 de cada mes, pero en particular el 7 de agosto, se dirigen hacia su santuario miles de devotos que se acercan a los pies del Santo para dejarle sus peticiones y agradecimientos vinculados al trabajo. Más allá de la masividad del evento, en Argentina este santo católico tiene algunas características particulares que le otorgan un carácter excepcional a esta festividad.

Un santo argentinizado

Gaetano de Thiene nació en Vicenza en 1480, descendiente de una familia noble, viró su vida hacia la labor sacerdotal y social con los sectores populares. Crítico del rumbo que estaba tomando la Iglesia, y marcado por la corrupción, se alejó de sus cargos institucionales para dedicarse a tareas religiosas cercanas a su pueblo. El 7 de agosto de 1547, Gaetano falleció en una Nápoles invadida por el conflicto social ligado a la rebelión del pueblo napolitano hacia el Virrey Español. Hay distintos relatos sobre cómo sucedieron los hechos, pero esa noche el conflicto cesó; el pueblo de Nápoles no dudó en concederle ese milagro a la intercesión de Gaetano, años después, San Cayetano, a quien se le adjudicarían milagros vinculados a la paz, la provisión de alimentos y la sanación de enfermos.

Pero a pesar de que la vida y la labor cristiana de San Cayetano transcurrieron en Italia, en este país poco queda de su legado, y tanto así que es casi un desconocido si lo comparamos con la vigencia que tiene su figura en Argentina.

San Cayetano llegó a nuestro país en el siglo XVIII, y a principios de siglo XX se instalaría la capilla en Cuzco al 150, lo que sería el epicentro religioso de su festividad hasta la actualidad. En sus orígenes, esta festividad fue impulsada desde la Pastoral de la Iglesia frente al contexto de crisis social y económica mundial que repercutió fuertemente en la Argentina de 1930, signada por el desempleo, el hambre y la caída de los salarios. En ese escenario, a la imagen de ese hombre que en sus manos tenía al niño Jesús, le agregaron la espiga de trigo, símbolo del pan, fruto del trabajo.

Este hecho es trascendental. No sólo por el momento de difusión del santo sino por el proceso de apropiación del mismo: San Cayetano sólo en Argentina lleva una espiga de trigo en sus manos. Ese proceso evidencia la incorporación al santoral popular a partir de una intervención en su figura, dándole un carácter situado a la devoción; argentinizándolo. Excediendo la simbología católica universal, San Cayetano se instala en la cultura popular argentina.

Pero lo que también profundiza esta impronta de santo argentino es su profunda vinculación con la realidad histórica, social y política de nuestro país.

Un santo testigo de las injusticias y protagonista de las luchas populares

La vinculación de este santo con la cuestión social en Argentina deriva de la historia de su devoción en nuestro país, pero también de lo que han hecho de ella. Allí han tenido un rol central la Iglesia Católica, sus voceros y el despliegue territorial de la parroquia en particular, como también diversos actores sociales que encontraron en el santo un compañero de lucha.

En primer lugar, es inevitable reconocer el rol social y político del santuario de Liniers, donde excediendo sus labores espirituales ha sido un actor sumamente relevante en el abordaje de la realidad social del territorio (implementando una oficina de empleo, espacios de capacitación y formación, un albergue, un comedor en las propias instalaciones de la parroquia, etc.). Pero también en términos políticos, tejiendo profundos vínculos con organizaciones sindicales y siendo un actor de denuncia permanente de la desigualdad en Argentina. Cada homilía, de cada 7 de agosto, es un llamado de atención a la política, recordando las deudas pendientes.

En relación a esto último, desde los años 80, esta festividad se consolidará como el epicentro de la visibilización de la realidad social, política y económica del país, a partir de la participación de diversos sectores sociales y políticos. En ese tiempo, sobresaldrá la marcha por Paz, Pan y Trabajo realizada el 7 de noviembre de 1981 por la CGT Brasil encabezada por Saúl Ubaldini, que terminó en el Santuario de Liniers, y que formó parte del proceso de resistencia a la dictadura cívico-militar.

Durante la década de los 90, al ritmo de la catástrofe neoliberal y el aumento de los índices de desempleo, se evidenciará un récord histórico de asistentes a Liniers pidiéndole laburo al santo. Años después, en 2016, frente al proyecto de hambre de Cambiemos, serán las organizaciones populares las que retomarán la tradición e irán a pedir la intercesión del santo en pos de la visibilización y dignificación del trabajo de la economía popular, la implementación de diversas leyes y el rechazo a medidas antipopulares, como el acuerdo con el FMI. Paz, pan, tierra, techo y trabajo, sería la consigna, y el destino final sería la Plaza de Mayo, con un claro direccionamiento hacia el poder ejecutivo. Desde allí, año tras año, estas organizaciones encontraron en el patrono del pan y el trabajo un refugio, un momento, una oportunidad para visibilizar sus luchas, para mostrar que aún en Argentina a muchos no les llegó el milagro.

Este 7 de agosto, mientras los devotos hacían fila para dejar sus pedidos al santo, a dos cuadras, el arzobispo de Buenos Aires Jorge García Cuerva y el obispo villero Gustavo Carrara bendecían las herramientas de trabajo y productos de la Economía Popular. Un rato después, en la homilía, el mismo Arzobispo señalaba las deudas pendientes con el pueblo argentino, en términos de creación de empleo, de aumento de salarios y la necesidad de reconocer el trabajo de la economía popular.

Nuevamente, la festividad se reafirmaba como un escenario de denuncia y amplificación de reclamos sociales que se apoyan en San Cayetano para llegar a quienes toman decisiones, a quienes pueden intervenir concretamente en la transformación de la realidad concreta.

Un santo politizado

No son pocas las ocasiones donde, desde diversos sectores políticos o mediáticos, se señala la politización de esta festividad religiosa. Según este planteo, se utilizaría a la festividad como un mero instrumento para sacar un rédito político. Ese tipo de afirmaciones denotan ignorancia sobre el fenómeno o la intencionalidad de estigmatizar a quienes acuden al santo para visibilizar las grandes injusticias que se viven en la Argentina de hoy y de ayer.

Nadie politiza a San Cayetano, el santo está politizado desde que pisó estas tierras sudacas que tiñen lo que tocan, desde que le dieron una espiga al santo para que se entere de los sufrimientos de los nuestros, para que interceda por la justicia social.

En paralelo hay quienes hablan del opio del pueblo. Ese estupefaciente llamado devoción, que llevaría a la contemplación, a la quietud, a la suavización de la percepción de las injusticias. Invitaría al menos a dudar. A dudar si el opio es capaz de movilizar cientos de miles de personas, si el opio podría ser un impulso espiritual para la lucha popular. Invitaría a pensar, en otros eventos que condensen las demandas populares, lucha reivindicativa y la movilización popular como lo hace San Cayetano.

Esto no busca una reivindicación a ultranza de un elemento religioso, ni niega cómo en muchos casos la religión ha legitimado grandes injusticias, pero retomar el proceso de apropiación de esta figura en particular es fundamental para comprender a nuestra sociedad, nuestra cultura y nuestra historia de luchas populares. En el imaginario político popular, San Cayetano es el patrono de los humildes.

La argentinización del santo inevitablemente va de la mano de su politización. No hay manera de que exista una apropiación de una figura esta índole si no se le depositan las broncas de las injusticias y las esperanzas de otra realidad posible. No sería un santo popular si no se encarnara en nuestra historia y en nuestra cultura nacional, si no abrazara las luchas por la dignidad humana.

Laureano Gonzalez

Sociólogo y docente. Ricotero, tripero y peronista, porque no se puede ser feliz en soledad.

Perseguían cuerpos para desaparecer subjetividades

Perseguían cuerpos para desaparecer subjetividades

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

Este agosto del 2023 nos encuentra revisando la historia para poder hacer una lectura para el futuro, para todes, todas y todos, una forma de acercarnos desde la historia al presente, y del presente al pueblo. Acercarnos desde la carrera de Psicología a la historia del país con una mirada emancipadora vuelve imposible la reconstrucción histórica de la disciplina sin mencionar a Beatriz Perosio, psicóloga militante de la Vanguardia Comunista, quien atravesada por el contexto histórico, estaba convencida de que el deterioro de la asistencia sanitaria argentina era una consecuencia directa de la penetración del imperialismo norteamericano y sus agentes dentro del aparato estatal. Por esta razón se comprometió con la organización profesional de psicólogos y psicólogas en el contexto de la salud pública. A su vez, militaba un abordaje colectivo e interdisciplinario de la salud mental participando de la coordinadora de trabajadores de la Salud Mental.

En esta línea, es necesario reivindicar su tarea gremial que desplegó desde un posicionamiento crítico, desempeñándose en primer lugar como secretaria de Asuntos Profesionales en la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires a partir de 1975. Además, en 1977 en el contexto de la última dictadura cívico militar, asumió y ejerció la presidencia tanto de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA) como de la Federación de Psicólogos de la República Argentina siendo la primera mujer en ocupar esos cargos.

El 8 de agosto de 1978 Beatriz fue secuestrada en el jardín de infantes que había fundado con el objetivo de formar infancias con pensamiento crítico. Beatriz continúa desaparecida hasta la actualidad, y en ese sentido es necesario preguntarse: ¿Qué quisieron desaparecer?

En nuestro país la política del orden (la dictadura) implementó la desaparición como método e intentó desaparecer las desapariciones. El ataque fue más allá de los casos singulares, de las víctimas mismas, apuntó a la sociedad toda, al conjunto social, a la cultura. En ese contexto, Beatriz apostaba a un proyecto para construir entre todes. “Cuando más aislados podemos estar, más hay que intentar comunicarse; cuando más dudas existen, más realizaciones hay que concretar”, afirmaba en Octubre de 1977 a través del órgano de difusión de la APBA.

El impulso de un nuevo orden social, que culminó con la última dictadura cívico militar, afectó a todos y cada uno de los espacios de formación colectiva e individual, en un clima en el que estaba en juego el camino que tomaria la orientación del psicoanálisis en nuestro país, la APA (Asociación Psicoanalítica Argentina) ya no enmarcaba todas las posturas respecto al psicoanálisis, reinterpretado al calor de la revolución.

La disciplina de la psicología y su formación se encontraba en el eje de disputa entre quienes poseían una mirada elitista del ejercicio profesional y aquelles que creían necesaria una nueva lectura del marco teórico adaptada a un mundo convulsionado. De esta manera se empezó a concebir un paradigma de Salud Mental indisociable de una práctica política activa asociada a la izquierda, razón por la cual el psicoanálisis fue blanco de la Triple A y la dictadura que se autodenominó “Proceso de Reorganización Nacional”. Acdel Vilas, oficial militar que comandó la Operación Independencia en 1975, expresa el necesario foco de persecución de la disciplina en su concepción de la batalla cultural: “Hubo que olvidar las leyes de la guerra convencional para sustanciarse con este nuevo tipo de lucha. Una guerra eminentemente cultural. Si los militares permitimos la proliferación de elementos disolventes, psicoanalistas, psiquiatras freudianos, etc. Soliviantado las conciencias poniendo en tela de juicio las raíces nacionales y familiares estábamos vencidos, por lo tanto se planteaba la destrucción física para encubrir acciones subversivas”.

El nuevo orden tenía como objetivo principal instaurar un sujeto modelo, un estudiante modelo, negador de la política, era necesario atentar físicamente para poder disolver y destruir aquellas ideologías que cuestionaban los valores sagrados. Este modelo de ciudadano contrasta fuertemente con la concepción psicoanalítica de la subjetividad, cuyo Trabajo fundante fue recobrar la memoria, escribir la historia como movimiento para acercarse a la verdad: asumir una herencia, reconocer una deuda, todo esto enmarcado en la lucha de fuerzas dentro del campo psíquico. Este campo de fuerzas no está situado en un lugar en vacío, sino que tiene un contexto, sino que necesita de otro para poder dar inicio a este conflicto, porque el ser humano es un cachorro inválido que con otro que libidinice un cuerpo, un nombre, un lugar en la historia, llega a constituirse como sujeto.

Cuando hablamos de dictadura debemos tener presente que operaban sobre los cuerpos persiguiendo subjetividades, siguiendo esta línea y adentrándonos directamente en el campo de formación académica debemos recuperar la historia teniendo presente la persecución y desaparición de compañeres que defendían una Psicología crítica y comunitaria, proyectando un pueblo organizado, que organice políticas gremiales para una salida colectiva. No se trata solamente de recuperar los hechos del pasado a la manera de un registro de memoria maquinaria, sino de contribuir a disminuir sus efectos deletéreos; cooperar a de-construir las operaciones de silencio y negación que dejaron marcas inconscientes en cada uno; pues la Memoria tiene sus blancos, sus agujeros y sus deformaciones, no es una simple
reproducción de lo sucedido.


Escrito por la Agrupación Beatriz Perosio de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata

“Fuck El Police” Remix: el nuevo lanzamiento de Trueno y una generación que pide “basta de represión” 

“Fuck El Police” Remix: el nuevo lanzamiento de Trueno y una generación que pide “basta de represión” 

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

El cantante Trueno redobló la apuesta: lanzó este 25 de Julio un remix de su tema “Fuck El Police”, single que forma parte de su último disco. Esta vez lo acompañan Sen Dong y B-Real de la banda Cypress Hill, una banda de Hip Hop conformada en 1986, proveniente de South Gate. En la letra de la nueva versión, encontramos nuevas líneas que provocan al orden. Al orden que violenta a les jóvenes: hay una relación entre la denuncia de Trueno y el asesinato por parte de la Policía a Lucas González.

Como homenaje al 50 aniversario del Hip Hop, el pibe del barrio de la Boca lanzó esta colaboración con artistas de Cypress Hill, uno de los temas más contundentes de su último álbum “BIEN O MAL”, lanzado el 12 de mayo del 2022 con un manifiesto: “Argentina tiene mucho para decir” y “Estamos hechos de tierra y de sangre”. “BIEN O MAL” es considerado uno de los mejores álbumes musicales de la época y en particular, una de las mejores producciones del artista. El álbum habla de Latinoamérica, de un pueblo, de su tierra, logrando expresar ideas que muchos jóvenes de esta generación sostienen.

Desde las combinaciones musicales del Rap y el Hip Hop junto a ritmos latinoamericanos hasta su poesía y la significación que logra hacer del pasado y y del presente del pueblo latinoamericano, se respira un músico con todas las letras. En el álbum podemos encontrar otras canciones como “Tierra Santa”, que canta junto a Víctor Heredia, músico perseguido durante la dictadura. También canta junto a Nathy Peluso en la canción “Argentina”.

Mateo Palacios es un rapero argentino de 21 años. En una entrevista dijo que “BIEN O MAL” es la consolidación de su proyecto como músico. En esta producción que tiene 14 canciones, se encuentra “Fuck el Police”, que denuncia explícitamente la relación de violencia que maneja la policía con la sociedad. Y es que, tanto el rap como el hip hop nacieron de la resistencia y la lucha de las grandes urbes estadounidenses donde los balazos y palazos policiales son moneda corriente para un sector social. En Argentina, la denuncia también toma sentido. Trueno reivindica un futuro antirrepresivo.

“Nos dicen cabeza negra, todos saben quién somo’, no nos paran ni con agua, ni con fuego, ni con plomo”.

Trueno en “Fuck El Police”

Lucas González y Trueno, nacieron en barrios que forman parte de la Comuna 4, una de las 15 unidades administrativas en las que está dividida la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los policías que asesinaron a Lucas trabajaban en la Brigada 6 de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.

El caso de Lucas González 

El sol había salido como todos los días, era un 17 de noviembre y en Argentina transcurría el año 2021. A eso de las nueve y media de la mañana, cuatro pibes del barrio Florencio Varela volvían de jugar al fútbol. Los cuatro salían del Club Barracas Central en un Volkswagen Suran. Lo inesperado no fue ni el partido, ni el clima, ni una llamada. Detrás de ellos, un Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Ciudad los perseguía. Un auto sin patente ni signos de ser de la policía, del cual bajaron tres efectivos armados y sin identificar, tampoco llevaban uniforme. Los chicos se alertaron y creyendo que, paradójicamente, les iban a robar, aceleraron a fondo, “huyeron”. En Argentina, estaba por suceder entonces, otro caso de gatillo fácil.

Cinco tiros dieron en el auto de los pibes, los civiles estaban disparando. Uno de los tiros dio en la cabeza de uno de los chicos, Lucas, un nombre que no se va a olvidar. Lucas González fue trasladado al Hospital de alta complejidad ubicado en El Cruce de Varela, llamado “Néstor Kirchner”, y a las pocas horas falleció, su padre y su madre pasarían a ser ahora, los padres de una víctima de gatillo fácil. Pero nada terminó con esa muerte. La lucha y resistencia que vino después fue resultado del peor accionar policial, porque no bastó con matar a un pibe, luego se encargaron de embarrar la escena y “minimizar” el caso a un “me mandé una cagada”. Policías, figuras de autoridad del Estado en los barrios, acababan de matar a un chico de 17 años que volvía de jugar al fútbol. 

Lucas González

Según Correpi (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional), la policía de la Ciudad lleva asesinadas al menos 130 personas desarmadas entre el 1 de enero de 2017 y el 25 de julio de 2022. Parece una cifra fría, pero representa 130 historias de vida, 130 familias cuya cotidianeidad cambió para siempre por la represión estatal.

En este juego sistemático, que empieza con la discriminación, termina con las balas; la policía se encarga de indicar como “sospechosos” a ciertos jóvenes y luego, si es que “se mandan una cagada” (como dicen ellos) matando a alguno, ponen esfuerzos en embarrar la escena del crimen para salir ilesos. En el auto de Julián, amigo de Lucas, pusieron un arma de juguete. La razón: simular un enfrentamiento y embarrar la escena.

Las penas y los delitos

El 11 de Julio de este año, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº25 condenó a los policías implicados en el asesinato del joven. Tres de ellos con perpetua. La página oficial de la Fiscalía argentina publicó el fallo: “Al oficial Juan José Nieva, el oficial mayor Fabián Andrés López y el inspector Gabriel Alejandro Isassi, integrantes de la Brigada 6 de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad se los consideró coautores de “homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido por arma de fuego, por alevosía, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o mas personas y por haber abusado de su función por ser integrante de fuerza de seguridad”. Otros cinco fueron condenados por encubrimiento.

Hip-hop pa que tenga y pa que guarde

Se rascan el bigote, pero es demasiado tarde

Videla y Massera ya lo pagaron con sangre

911 veces, me cago en su yuta madre…

That shit, bro

Comuna 4, pai…

Señor, acá tengo los papele’

Suban y requisénme si quieren

Si revisan la mochila, va a encontrar siete gardeles

Aunque use cachiporra, un uniforme y una 9

Es imposible disfrazar que los ladrones son ustedes (Pow, pow, pow)

Todo menos policía, me enseñó papá de chico

Por eso le hago la guerra a todo’ lo’ federico’

Y pa’ los dinosaurio’ que avalan a los milicos

Esta vuelta me la cobro por los treinta mil y pico

Son asesino’

Trueno en “Fuck El Police”

Lucía Servidio

Nací en Gualeguaychú, vivo en La Plata y estudio periodismo. Trabajo hace 3 años en cárceles.

Se pone en marcha la PIAP: la resistencia de la CNEA por la soberanía atómica

Se pone en marcha la PIAP: la resistencia de la CNEA por la soberanía atómica

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

La entidad formalizada en 1950 para crear, regular e incentivar la producción nacional de energía atómica, sostuvo durante diversos lapsos de desfinanciamiento la estrategia y fuerza de lucha para llevar adelante los logros del presente: tres centrales atómicas bajo el nombre de Atucha, junto a una productora de agua pesada.

La presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Serquis, confirmó, junto a su entorno y el de la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería Sociedad del Estado (ENSI), que se pusieron oficialmente en marcha las obras para que vuelva a funcionar la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) ubicada en la provincia de Neuquén. Está en disfunción desde el año 2017, cuando fue desfinanciada, anteriormente se mantenía en actividad casi ininterrumpida desde su nacimiento en 1993.

El agua pesada representa un material imprescindible en el país para el funcionamiento de los reactores nucleares que utilizan uranio natural como combustible, por lo que, desde que se dejó de producir, comenzó a ser un gasto mensual más en la balanza comercial a modo de importación desde Rumania. Trata de un material similar al agua convencional, pero con dos moléculas de deuterio en vez de hidrógeno, lo cual la hace un 10% más densa, y tanto sus pisos de hervor como de congelamiento son más elevados: mientras que el agua convencional hierve a 100 grados, esta lo hace a 101,4; mientras que se congela en -3,8 grados, y no a 0 grados. En ese sentido, esta anomalía la hace valer más de 700 dólares por litro, y su fabricación requiere grandes cantidades de energía y agua.

La Planta Industrial de Agua Pesada fue un hito en la industria nacional de energía atómica logrado y resistido a través de la CNEA, creada el 31 de mayo de 1950, día que se conmemora en Argentina el Día Nacional de la Energía Atómica. Por aquellos años, el presidente de turno, Juan Domingo Perón, llevaba adelante una industrialización nacional acelerada, por lo que no es sorpresa que la comisión que logró posteriormente la producción de agua pesada en Argentina haya sido creada durante ese período. Cinco años más tarde, Perón fue derrocado mediante un golpe que no contemplo siquiera las vidas de los civiles que transitaban la Plaza de Mayo, pero la semilla ya estaba sembrada: en enero de 1958, en medio de un gobierno dictador que sabía que debía dar paso a elecciones prontamente (sería en mayo de ese año), la CNEA inauguró el primer reactor experimental de América Latina, construida en base a tecnología e instruidos del país. Serían años donde el “desarrollismo” del electo Arturo Frondizi daría paso a la industria, pero con mayoría de capitales extranjeros. Sin embargo, el plan de los golpistas comandados por Eugenio Aramburu era otro: pretendían el desguace de la capacidad instalada, por lo que en tres años Frondizi fue removido. Lo reemplazaría Arturo Illia.

La historia de la industria nacional no tiene un hilo conductor constante, sino que esta pausada en lapsos, los cuales tienen nombres, apellidos e ideologías, y mediante esta intención pasan los presidentes de turno. No es casualidad que el próximo elegido, Illia, tampoco pretendía desguazar la industria, lo cual llevó a un nuevo golpe de Estado por parte de las Fuerzas Armadas. Tampoco es azaroso que el siguiente hito en energía atómica se haya dado en 1974, cuando se creó Atucha 1, el primer reactor de potencia en América Latina, bajo el mando de Juan Domingo Perón nuevamente, que volvía del exilio tras 18 años y gobernaba luego de 20. Ese mismo año se comenzaría el segundo reactor nuclear, pero artífice de la industria nacional falleció en cuestión de meses, y la historia argentina no permitió continuar con el plan atómico durante muchos años que contemplaba la creación de 20 centrales antes del año 2000.

Durante todas estas interrupciones nombradas, la CNEA resistió en organización, así como a fines de los 70, cuando, sin poder tomar acción, planificaron la construcción de lo que en esta nota es el sujeto de análisis: la Planta Industrial de Agua Pesada, que en aquel momento se nombró como PEAP (Planta Experimental). El objetivo, ante la imposibilidad de operar, era poder demostrar que el país podía dominar esta tecnología, lo cual fue logrado de manera que quedó la “maqueta” de lo que más adelante se terminaría de conformar: en 1989 se creó la nombrada Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería Sociedad del Estado (ENSI), impulsada por la CNEA en conjunto con el gobierno provincial de Neuquén, a fin de hacer realidad la PIAP y comenzar a comercializar agua pesada.

Claro que dentro de estas “no casualidades” existen salvedades, porque a pesar de que durante el gobierno de Carlos Saúl Menem (1989-1999) se vendió gran parte de la industria nacional (aerolíneas, YPF, etc), fue durante esta década que se retomó el proyecto PIAP (1989) y finalmente se ejecutó (1993). No obstante, la línea siguió dentro de la “lógica”: el siguiente gran hito en energía atómica fue “Atucha 3”, en 2014 bajo la presidencia de la nombrada Fernández de Kirchner. Pero en un lamentable desenlace, la PIAP fue desfinanciada y depuesta de sus funciones en 2017, bajo el gobierno de Mauricio Macri, que en un período sin grandes salvedades registró bajas en la actividad industrial y la capacidad instalada. Cabe mencionar que el personal de la empresa se redujo de 400 a 100 personas dejando a 300 trabajadores en situación de desempleo.

Exactamente hace un año, en julio de 2022, Revista Trinchera dialogó con la presidenta de la CNEA, Adriana Serquis, ante la noticia de que ambas partes autoras de la PIAP (CNEA y ENSI) se movilizaron para que esta vuelva a funcionar. En aquel momento, Serquis confirmó que “en una parada técnica de mantenimiento (de la PIAP) el Gobierno de Macri decidió no volver a ponerla en marcha porque “ya había suficiente cantidad de agua para toda la vida útil” de las centrales Atucha. “Esto se desmintió al año siguiente, porque Nucleoeléctrica Argentina S.A necesitó el líquido y hubo que exportarlo”, ratificó Sequis en aquel momento. También había asegurado que la iniciativa de reactivación de PIAP era un hecho, pero que llevaría un tiempo, ya que había que contratar personal calificado que debía instruirse en el tema.

En mayo del año corriente, se firmó en el Palacio de la Hacienda el acuerdo específico para la puesta en marcha del plan “conservación, mantenimiento y acondicionamiento” de la Planta Industrial de Agua Pesada, en donde estuvieron el ministro de Economía y pre candidato a presidente de Unión Por la Patria, Sergio Massa, la secretaria de Energía, Flavia Royón, y los representantes de la CNEA y ENSI. De esta manera se dio un comienzo burocrático a lo que hoy finalmente pasa a la acción: actualmente se está acondicionando la primera línea de trabajo que pretende producir 80 toneladas anuales para 2025. La segunda línea de producción planifica fabricar amoníaco y urea para ser usados como fertilizantes. Se estima que esta producción cubra las necesidades de las tres centrales ATUCHA y exporte un margen de sobra. “En 25 meses podríamos volver a tener agua pesada desde la PIAP, pero ya en el último año y medio recibimos muchos contactos de empresas del exterior que consultan sobre las posibilidad de contar con parte de la producción”, aseguró en esta ocasión Serquis, en diálogo con Télam.

“La PIAP es la planta de agua pesada más grande del mundo y como tal es un bien estratégico del país porque garantiza tener el ciclo completo del combustible nuclear, y la posibilidad de tener una nueva central de ese tipo que va a depender de este insumo”, agregó y destacó la presidenta de la CNEA.


Joaquín Bellingeri

Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.

Una masacre poco conocida del 78: el Indio y Pabellón Séptimo

Una masacre poco conocida del 78: el Indio y Pabellón Séptimo

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

¿Qué relación tiene el Indio Solari con la masacre de los colchones? ¿Quién inspiró al cantante a escribir Pabellón Séptimo? La historia de la canción refiere a una masacre poco conocida de la historia argentina. La música del cantante es una pista en la historia de la injusticia.

En 2008 el Indio Solari introducía, en un show repleto de espectadores, su tema “Pabellón séptimo” con una denuncia sobre la cárcel. Sentando así, no sólo una posición política, sino buscando homenajear a los fallecidos en la masacre de Devoto. Una de las víctimas de la tragedia fue un músico platense y amigo personal del Indio ¿Qué relación tienen “Toxi Taxi” y “Pabellón Séptimo” con la cárcel de Devoto y la “Masacre de los colchones”?

Podemos encontrar referencias al Indio en el libro “Contra el punitivismo” de Claudia Cesaroni. Empieza con una cita de Nils Christie: “Una de las reglas sería entonces, cuando se esté en duda, no se debe imponer dolor. Otra regla sería: impóngase el mínimo dolor posible. La aflicción es inevitable, pero no lo es el infierno creado por el hombre”. En la presentación del libro, Graciana Peñafort -amiga de Claudia- confesó que cuando leyó la cita se acordó de un viejo recital del Indio en el que, a modo de introducción de “Pabellón Séptimo”, dijo que quienes están presos están en el pésimo infierno. Graciana termina: “Este libro es una invitación a combatir los infiernos que supimos generar”.

El show del Indio

Efectivamente el Indio lo dijo. En el Estadio Único de La Plata frente a 50 mil espectadores confesó: “Más de uno de los que estamos acá tendremos algún amigo, algún hermano que está en prisión. Esta canción es para que nosotros nos demos cuenta que están sujetos al pésimo infierno, es una canción nada más recordatoria de una masacre que hubo”.

Entonces ¿De qué hablaba el Indio en esta canción? La Masacre que lo inspiró sucedió en Argentina en 1978 en plena dictadura militar. En marzo de ese año, en el pabellón séptimo de la Unidad 2 de la cárcel de Villa Devoto, ocurrió lo que se intentó encubrir -por la prensa cómplice de la dictadura- como “el motín de los colchones”. 

La masacre

El día anterior a la masacre, el 13 de marzo, los presos del pabellón séptimo de la Unidad 2 (160 detenidos para un espacio de 60) estaban viendo una película. Uno de los guardias pidió que bajen el volumen, los presos dijeron “ya termina, queda media hora”, el guardia insistió en que apaguen el televisor, los presos se negaron. Al otro día entraron 70 guardias armados a reprimir a los presos. El humo del que habla el Indio en su tema fue producto de un incendio. Los guardias cerraron la puerta del pabellón mientras reprimían con balas. Los presos, para cubrirse de la cacería con ametralladoras, agruparon los colchones (que eran de goma espuma) entre los barrotes. Muchos de ellos, detenidos por robo y otros, por tenencia de cigarrillos de marihuana. En los disparos, los guardias dieron contra un calentador que estaba cerca de la reja, tiraron kerosene en el piso, el kerosene prendió una llama que prendió fuego los colchones y los 160 detenidos quedaron encerrados luchando por sus vidas. La represión se cobró 65 muertos. No se le permitió el ingreso a los bomberos. En oposición a la propuesta de Nils, en Argentina, la lógica de la dictadura fue imponer el máximo dolor posible, para los presos mucho más

¡Me asfixio, Dios! Pienso en mi cara; Se está quemando, ahora, mi cara, ¡Dios!

Una explosión y los colchones

Se prenden fuego y nos quemamos vivos…

Indio Solari, “Pabellón Séptimo” (2004)

Hugo Cardoso fue uno de los sobrevivientes, su abogado defensor, Elías Neuman, escribió un libro que el Indio luego compró: “Crónicas de muertes silenciadas”. Ahí se enteró de la historia de Horacio y escribió dos temas. El otro tema “Toxi Taxi”, está dedicado a Luis María Canosa, un pibe de La Plata, íntimo amigo del cantante, que tenía su bandita ”Dulcemembriyo”. La banda tuvo, en la década del 70, a Federico Moura de bajista, antes de Virus. La guitarra era de Luis María. El músico tenía 18 años y por dos porros cayó en Devoto, Luis María murió en la masacre. 

La actualidad del encierro

La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) actualiza constantemente los datos acerca de la población carcelaria. Al mes de junio de 2023, la población carcelaria en el Sistema Penitenciario Bonaerense es de 53.327 personas. Mas de la mitad, se encuentran bajo modalidad de prisión preventiva o sin condena firme. Recordemos: de la población detenida sólo aquella con condena firme puede acceder a derechos establecidos en el régimen de progresividad de la pena. 

La Suprema Corte Provincial da cuenta de la gravedad del asunto: el uso abusivo de la prisión preventiva, entre otros factores, generaron en los últimos 10 años una sobrepoblación sin precedentes en el Sistema Penitenciario Bonaerense. Esta situación actual es caracterizada por la Corte como un “estado de cosas inconstitucional” que debe ser remediado (datos del Centro de Estudios Legales y Sociales CELS)

En los últimos diez años la población alojada en el Servicio Penitenciario Bonaerense creció un 44%. Actualmente supera las 50 mil personas un sistema que tiene capacidad para alojar poco más de 25 mil personas. 

Casi 20 años antes, el Indio con Pabellón Séptimo ya nos iluminaba sobre el encierro: todo preso es político.


Lucía Servidio

Nací en Gualeguaychú, vivo en La Plata y estudio periodismo. Trabajo hace 3 años en cárceles.

Aerolíneas Argentinas: defender los intereses nacionales del pasado hacia el presente

Aerolíneas Argentinas: defender los intereses nacionales del pasado hacia el presente

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

La línea de campaña de Unión por la Patria se posa sobre el recuerdo de lo trabajado del 2003 al 2015 y la presentación de los proyectos del presente como una continuación: tanto el gasoducto como el simulador de entrenamiento fueron posibles mediante la industria nacional.

A 15 años de la reestatización de Aerolíneas Argentinas, la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner (CFK), y el ministro de Economía y pre candidato a presidente, Sergio Massa, presentaron el simulador de entrenamiento de pilotos de aviones “Boeing 737-Max”. El mismo permitirá ahorros de divisas en viáticos, hoteles, transportes y pago de simuladores en el exterior. El acto se desarrolló en el mismo sentido que la presentación del gasoducto, y casi en la continuidad de una estrategia de campaña –léase “la coronación de YPF”-.

Las similitudes entre ambas presentaciones son muchas, pero una es trascendental: la búsqueda de visibilizar el pasado y el presente en la gestión, y como, tras la interrupción con el gobierno de Cambiemos, los proyectos iniciados durante el kirchnerismo continuaron. En el caso del gasoducto, se lo relató como un proyecto llevado a cabo gracias a una herramienta fundamental como lo es la recuperación de YPF en 2012 y la continuidad del proyecto. En este caso, Aerolíneas Argentinas fue recuperada en 2008, razón por la cual hoy fue posible inaugurar un simulador que ahorrará aproximadamente 7 millones de dólares anuales. Otra similitud flagrante entre ambos hechos, es que trata de dos empresas nacionales vendidas durante la década neoliberal del menemismo.

“Ellos (la oposición) habían vaciado la empresa, cuando escucho a alguno decir que van a privatizar, ya lo hicieron y fue horrible”, remarcó la vicepresidenta durante la presentación y explicó: “Hay que sacarse las anteojeras ideológicas y dogmáticas, sobre todo cuando uno está en la gestión del Estado, hay que siempre poner como horizonte la defensa de los intereses nacionales“. CFK hace énfasis en este eje hace por lo menos un año: es su análisis de la política nacional actual y le da el caudal a Sergio Massa para que encare ese camino que “cualquiera sea, debe priorizar los intereses nacionales”.

Acto a acto, presentación a presentación, la vicepresidenta se muestra más que satisfecha con las capacidades de la gestión del actual ministro de Economía, más allá de la escalada inflación. De todas formas, la ex presidenta remarca más que nadie que este índice hoy es parte de la propia Argentina, mientras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional siga en su actual parámetro. Por eso mismo el pie está puesto en el acelerador de ahorro de divisas, y tanto el gasoducto como este simulador, por más o menos que sea, son industrias que ahorran el gasto en importaciones. En este caso el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ahorrará 7 millones de dólares anuales para la instrucción de pilotos que manejen los vuelos de las y los argentinos, en un contexto en el que Aerolíneas Argentinas viene bajando su déficit. Este es tal vez el argumento más repetido por opositores tanto del proyecto oficialista como así también de las industrias nacionales, y el eje central en el cual se posicionan para ejemplificar que –nada de lo nacional- sirve.

El hecho es que, una empresa nacional de vuelos aéreos no solo abarata los viajes de las y los argentinos, sino que además es una herramienta fundamental para el transporte de importaciones, como lo fue con la búsqueda de vacunas para el COVID-19 durante la pandemia, insustituibles para poder reanudar la industria lo más antes posible. Por otro lado, es importante preguntarse qué sucedió con Aerolíneas Argentinas durante los últimos años, y si quienes utilizan este argumento como bandera se lo preguntan, o si es mejor hacer omisión a los hechos para poder seguir adelante con dicha teoría.

La empresa Aerolíneas Argentinas fue vendida en 1994, cuando el gobierno de Carlos Saúl Menem entregó a su par español, a través de la Sociedad Española de Participaciones Industriales, la “acción de oro” de Aerolíneas, que permitía fiscalizar decisiones estratégicas y la venta de activos. En aquel momento, la empresa contaba con 28 aviones y tres simuladores. Estos últimos fueron vendidos inmediatamente, y a raíz de ello los aspirantes a piloto comenzaron a ser enviados a Estados Unidos para realizar sus prácticas (gasto en divisas). Más adelante fueron vendidos los 28 aviones que poseía la empresa junto a las oficinas en Argentina, Roma, Nueva York, Bogotá, entre otras. Llegado el momento de la recuperación de la empresa, solo contaba con dos aviones propios y 30 alquilados, una deuda de 2500 millones de pesos, una cantidad de pasajeros anuales de 5.3 millones y 2300 vuelos mensuales. A día de hoy, las flotas se duplicaron a 80, los pasajeros anuales se elevaron a 13.5 millones, y se registran una cantidad de 7500 vuelos mensuales. 

En consonancia con estos números, y en base a la inquietante preocupación de los opositores, estas mejoras se ven reflejadas en la reducción del déficit: en 2022 registró el mejor resultado desde 2008 (246 millones de dólares), con una reducción con respecto a 2021 del 43%, y se estima que para finales de 2023 se reducirá más del 50% (102 millones), según lo aprobado por la Auditoría General de la Nación, a su vez supervisados por la consultora internacional KPMG, que aprobó el último balance sin salvedades, hecho que no ocurría desde 2004. Además, con este saldo de 2022 aportó 6 mil millones dólares al Producto Bruto Interno (PBI) del país, número que supera ampliamente su margen de déficit o gasto estatal, además de generar 106.000 puestos de trabajo directos e indirectos. 

Todos estos números son expuestos sin ánimos de marear, pero sí con el sentido de ejemplificar cómo una empresa nacional puede ser una herramienta necesaria para el desarrollo de un país, y puede ser sostenido sin déficit mediante una gestión correcta. Cuando se recuperó la empresa en 2008, no sólo estaba en deuda, si no que además ya estaba sostenida por el Estado Nacional que se hacía cargo del combustible de los aviones y el salario de los empleados. De igual manera, la voluntad de la oposición es confundir con comparaciones insólitas: “los argentinos pagan con el IVA de la leche el pasaje de otros a Roma”, declaró el pre candidato a presidente de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta. Sergio Massa lo desestimó rápidamente: “Lo que pido al proceso electoral es que por lo menos seamos serios y rigurosos con los números. Yo quiero contarles a todos los argentinos que Aerolíneas, con el vuelo a Roma, ganó US$12 millones”.

“Si queremos un país federal tenemos que defender Aerolíneas. Si queremos desarrollo con inclusión en distintas regiones de Argentina tenemos que defender nuestra aerolínea de bandera”, remató el ministro.


Joaquín Bellingeri

Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.

¡Quiero suscribirme!
1
Más rápido y fácil
Difusiones Trinchera
Hola
Si querés que te incluyamos en nuestras listas de difusión de publicaciones y promoción de entrevistas en vivo, envianos un mensaje para suscribirte y te llegará toda nuestra información.
¡Sumate a la Comunidad Trinchera!