“El colonialismo y el imperialismo no saldaron sus cuentas con nosotros cuando retiraron de nuestros territorios sus banderas y sus fuerzas policíacas. Durante siglos, los capitalistas se han comportado en el mundo subdesarrollado como verdaderos criminales de guerra. Las deportaciones, las matanzas, el trabajo forzado, la esclavitud han sido los principales medios utilizados por el capitalismo para aumentar sus reservas en oro y en diamantes, sus riquezas y para establecer su poder”.
Frantz Fanon
Podemos analizar que actualmente existe la necesidad de recuperar las utopías. Esos proyectos colectivos que nos hacen avanzar hacia la conquista de mejores condiciones de vida, en cumplir con sueños colectivos que nos hermanan y fortalecen como humanidad. Pues bueno, la lucha es parte de esos sueños.
En esta semana que concluye se convirtió en noticia el derrocamiento del presidente Mohamed Bazoum a manos de la -hasta entonces- Guardia Presidencial. El grupo rebelde anunció el pasado 26 de julio el derrocamiento del ahora ex mandatario y dos días después su jefe de seguridad, Omar Tchiani, se proclamó presidente de un “Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria”.
Este hecho provocó que Occidente pusiera el grito en el cielo y acto seguido, la maquinaria de prensa, comenzara el operativo de deslegitimación. Han dicho de todo menos “lindos” a los rebeldes. Lo que pocos han puesto sobre la palestra fueron las grandes movilizaciones de apoyo a tal decisión.
“Una lucha que moviliza todas las capas del pueblo, que expresa las intenciones y las impaciencias del pueblo, que no teme apoyarse casi exclusivamente en ese pueblo, es necesariamente victoriosa”
Frantz Fanon
El problema es que Níger, al igual que otros países africanos han sido históricamente saqueados por las potencias occidentales, sobre todo EEUU y Francia. Según datos de la Organización Mundial del Comercio, Nigel es un gran exportador de oro, uranio, torio y sus derivados, y aceites de petróleo (excepto los aceites crudos). Minerales e hidrocarburos que en su mayoría terminan en manos del gobierno o grandes multinacionales francesas.
Pese a este permanente saqueo, la falta de infraestructura del país provoca que la exportación de minerales e hidrocarburos sea deficitaria frente a las importaciones que debe afrontar el país. Producto de ello, la economía nigerina está basada en la agricultura de subsistencia: más del 90% de los empleos se encuentran en el sector rural, el cual constituye el 40% de la riqueza nacional. Gracias a esta expoliación, Níger es uno de los países más empobrecidos del planeta tierra, ocupando el puesto 167 de 169 según la clasificación del PNUD.
Ejemplo similar del saqueo colonial francés se da en Mali, un país con más de 860 minas de oro que produce unas 50 toneladas de este metal preciado y que sin embargo tiene 0 (cero) reservas en sus arcas. Todo ese oro termina en las bóvedas de los bancos franceses, país que ocupa el cuarto lugar mundial en reservas con un total de 2.436 toneladas.
“No soy prisionero de la Historia. No tengo que buscar en ella el sentido de mi destino. Tengo que recordarme en todo momento que el verdadero salto consiste en introducir la invención en la existencia”
Frantz Fanon
Sin embargo entre las explicaciones de por qué se dio el levantamiento y por qué tiene el apoyo popular no han sido expuestas. La colega Carmen Parejo Rondón lo explica muy claramente en un artículo publicado recientemente. Las explicaciones más conservadoras hablan de la barbarie africana, las más ilustradas que Vladimir Putin y Xi Jimping están detrás del golpe, dando a entender que los nigerinos son simples marionetas.
Lo realmente preocupante es que poco y nadie se detuvo en pensar desde África. Han sido lamentablemente escasos los analistas que se pusieron en los zapatos de esa nigerinas y nigerinos cansados de exportar millones y millones de dólares en minerales estratégicos para vivir en las condiciones que hace cientos de años, sin luz, sin cloacas, sin cientos de esos “lujos” que viven aquellos ciudadanos de las metrópolis a donde termina su oro, su uranio, su torio.
Y eso no es otra cosa que la muestra cabal de aquello que observaron con claridad meridiana analistas e investigadores de la corriente decolonial como Enrique Dussel o Ramón Grosfogel. El racismo es uno de los pilares de este sistema mundo llamado modernidad. No es sólo el capitalismo, esa es la vertiente económica. Junto con estos el patriarcado y el dualismo cartesiano completan el cuarteto de ejes rectores.
“El mundo colonizado es un mundo cortado en dos. La línea divisoria, la frontera está indicada por los cuarteles y las delegaciones de policía”
Frantz Fanon
Está claro que en medio de la tormenta las nigerinas y nigerinos opten por aliarse con quienes hoy le disputan la hegemonía a sus históricos verdugos, pero creer que son simples marionetas del poder no es otra cosa que reproducir el racismo que atraviesa a cada ser de este mundo. No porque todes seamos conscientes de tal hecho, sino porque es parte del sistema en el que vivimos.
Y esta forma de valorar, de analizar o de prejuzgar no es exclusiva o excluyente de lo que pasa en Níger. Se puede observar en cada uno de los hechos en los cuales los pueblos enfrentamos al poder constituido, dominante. Porque en occidente los chinos, al igual que otras culturas orientales, son representados siempre en el lugar de mafiosos (mafia china/ninjas/ladrones), o desde su milenaria (pero estanca) cultura; porque los rusos siempre están puestos en el lugar de mafiosos, de terroristas o de rivales a vencer como en Rocky. Ni hablar el lugar que dejan a los árabes o a los latinos.
Como decía el gran revolucionario Frantz Fanon: “Lógicamente no es posible someter a la servidumbre a los hombres sin inferiorizarlos parte por parte. Y el racismo no es más que la explicación emocional, afectiva, algunas veces intelectual, de esta inferiorización”.
Quizás, tan solo quizás, para comprender lo que sucede en otras partes del mundo el primer paso sea reconocer que estamos atravesados por ese racismo y que para revertirlo hay que asumirlo e intentar no reproducirlo. Quizás así empecemos a ser más solidarios con los pueblos que luchan por su libertad, por sus sueños, por sus utopías; que luchan por romper las cadenas que los oprimen, pese a que sus esclavizadores y saqueadores les disguste.
Parafraseando a Fanon, se podría afirmar que “la independencia no es una palabra que deba exorcizarse, sino una condición indispensable para la existencia de hombres y mujeres realmente liberados, es decir, dueños de todos los medios materiales que hacen posible la transformación radical de la sociedad”.

Nicolás Sampedro
Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.