Omar Rincón: “Hay que asumir las nuevas agendas como lugares de mirada estructural de la sociedad”

Omar Rincón: “Hay que asumir las nuevas agendas como lugares de mirada estructural de la sociedad”

TIEMPO DE LECTURA: < 1 min.

El equipo de Trinchera TV conversó con el ensayista, periodista y profesor universitario colombiano, Omar Rincón, quien analizó las consecuencias de la aparición del mundo digital: las nuevas tecnologías comunicacionales, internet, las redes digitales, las plataformas y las aplicaciones.

Además, el intelectual especializado en asuntos de sociedad del entretenimiento, pone en debate el periodismo y las formas de construcción narrativa y de agendas periodísticas.

Cuando la pluma se vuelve fusil: A 90 años del  nacimiento de Juan Gelman

Cuando la pluma se vuelve fusil: A 90 años del nacimiento de Juan Gelman

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Pedro Jalid*

«Ni a irse ni a quedarse,
a resistir,aunque es seguro
que habrá más penas y olvido.»

Juan Gelman

Un 3 de mayo, pero en 1930, nacía Juan Gelman en el barrio porteño de Villa Crespo. Tercer hijo de una pareja de inmigrantes ucranianos, la historia cuenta que a los tres años aprendió a leer; y que a los cinco, escuchando a su hermano mayor recitar poemas de Pushkin, conoció la poesía.  A los nueve años se enamoró de una vecina del barrio, y recurrió a la poesía para intentar que ella también se enamorara de él: “Al principio le mandaba versos de un argentino del siglo XIX, Almafuerte, pero no me hizo caso. Así que decidí probar yo mismo. Tampoco me hizo caso. Ella siguió por su camino, yo me quedé con la poesía”. Con la poesía, pero también con la militancia. Tenía 15 años cuando ingresó a la Federación Juvenil Comunista, mientras cursaba sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires.Estudió Química en la Universidad de Buenos Aires, pero al tiempo abandonó decidido a dedicarse de lleno a la poesía.

Tuvo diversos trabajos hasta que en 1966 comienza a trabajar como periodista en la revista Panorama. Será el periodismo una actividad a la que se dedique durante varios años de su vida, siendo entre otras cosas director del suplemento cultural del diario La Opinión (1971 – 1973), secretario de redacción de la revista Crisis (1973 – 1974) y jefe de redacción del diario Noticias (1974).

En 1955 forma, junto a un grupo de jóvenes poetas comunistas, el movimiento El pan duro. Convencidos de la necesidad de construir una poesía comprometida y popular, vuelcan sus esfuerzos a intentar, a partir de una cooperativa, publicar y difundir sus trabajos. Será gracias a ese esfuerzo que un año después, Gelman puede publicar su primer libro, Violín y otras cuestiones, con prólogo de Raul González Tuñón.

Su siguiente libro, El juego en que andamos, aparece a comienzos de 1959, el mismo año, los mismos meses en los que el Ejército Rebelde, al mando de Fidel Castro, ingresa victorioso en Santiago de Cuba convenciendo a los pueblos de América Latina de que sus destinos no estaban prefijados, que aún quedaban muchas batallas por dar y que la construcción de un mundo distinto no era una utopía, sino un destino concreto y posible.

El impacto de la Revolución Cubana será enorme para Gelman, radicalizándose aún más en sus ideas y comenzando a adherir a la vía de la lucha armada en la Argentina. Esto lo aleja definitivamente del Partido Comunista, y de a poco se acerca a distintos sectores del peronismo revolucionario. En 1967, Gelman se incorpora a las recién formadas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) para combatir la autodenominada Revolución Argentina (1966–1973).

Su admiración y apoyo a la Revolución Cubana serán también protagonistas de su poesía en los años siguientes. En 1962 publica uno de sus poemarios más famosos y, tal vez, uno de los libros más importantes de la poesía argentina, Gotán. El poemario está dividido en cuatro secciones; la última de ellas, “Cuba sí”, no es más que un canto a la libertad y a la valentía ante semejante gesta heroica, con poemas dedicados a Fidel, a Camilo Cienfuegos, a Fernández Retamar, y con versos profundos y hermosos para aquella Cuba triunfante: “No más que mi ternura tengo para ofrecerte,/ es tierno lo que nace, es tierna Cuba/es decir que te ofrezco todos mis nacimientos/lo que me das, lo que aprendí de mí queriéndote/la sed que das, exactamente”[1]. Pocos poetas en la Argentina y en toda Latinoamericana han logrado conjugar un compromiso político activo con una obra que, sin volverse nunca panfletaria, propone un discurso radical, decidido, y absolutamente inconformista.

En 1973 las FAR anuncian su fusión con Montoneros y Juan se incorpora como un importante dirigente dentro de la organización. En 1975, es enviado al extranjero con el objetivo de denunciar públicamente la represión y las violaciones a los derechos humanos ejercidas por la Triple A. Allí estaba en Marzo de 1976, cuando un nuevo golpe de Estado se produce en la Argentina. Nunca sabremos el tamaño de su dolor y tristeza al conocer desde tan lejos la pérdida de amigxs y compañerxs como Paco Urondo, Haroldo Conti o Rodolfo Walsh. Nunca podremos imaginar cuán hondo sintió la injusticia del mundo aquel 26 de agosto en el que un grupo de militares ingresaron a su hogar y secuestraron a su hija, Nora Eva, de 19 años de edad, a su hijo Marcelo de 20 años y a su joven esposa, María Claudia, embarazada de siete meses.Nora será liberada pocos días después. A Marcelo y a María Claudia, nunca los volverá a ver.

En 1990, el Equipo Argentino de Antropología Forense encuentra los restos de su hijo en un río de San Fernando. Años más tarde, sabrá también que su nuera había sido trasladada a Uruguay a través del Plan Cóndor, donde había dado a luz a su nietx. Muchos años luchó Gelman por poder encontrarlx. En 1995 le escribió una carta, confiando, como buen poeta, en que las letras le darían el refugio que la realidad no le brindaba.

“Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos.(…)Los sueños de Marcelo y Claudia no se han cumplido todavía. Menos vos, que naciste y estás quién sabe dónde ni con quién. Tal vez tengas los ojos verdegrises de mi hijo o los ojos color castaño de su mujer, que poseían un brillo especial y tierno y pícaro. Quién sabe cómo serás si sos varón. Quién sabe cómo serás si sos mujer. A lo mejor podés salir de ese misterio para entrar en otro: el del encuentro con un abuelo que te espera.”[2]

Juan Gelman

Macarena nació por segunda vez el día que supo que no era hija de sus padres, que a comienzos de una dictadura feroz en la Argentina la habían arrancado de los brazos de su madre, a quien habían asesinado, y que tenía un abuelo que la buscaba con desesperación. El 31 de marzo del año 2000, Juan Gelman se encontró con su nieta en un abrazo que esperó más de veinte años.

Autor de más de veinte libros, es considerado uno de los poetas más grandes en lengua castellana, siendo galardonado en el año 2007 con el Premio Cervantes, el más prestigioso de la literatura en español. A la poesía nunca se la alcanza, solía decir Juan, no es más que un misterio que debemos intentar descifrar, yendo siempre más lejos de los puertos encontrados, y nunca amarrando. Es esa búsqueda y esa actitud es la que encontramos en cada uno de sus libros, y la que convoca día tras día miles de nuevxs lectores.

“A lo mejor”, dijo alguna vez, “la función de la utopía consiste en su fracaso, y en dar lugar así a una utopía mejor. Los que dicen que se acabó la utopía, ellos son los verdaderamente utópicos”. Juan Gelman murió un 14 de enero del año 2014 en la Ciudad de México, donde vivió los últimos años de su vida.


* Docente popular y estudiante de Letras de la FAHCE – UNLP. Colaborador de Revista Trinchera y Agencia Timón.

Fuentes:
[1]Gotán, Ediciones Horizonte (Colección de Poesía La Rosa Blindada), Buenos Aires, 1962
[2]Carta publicada en el semanario Brecha, Montevideo, el 23 de diciembre de 1998

Buscando respuestas colectivas a problemas comunes

Buscando respuestas colectivas a problemas comunes

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

Por Nicolás Sampedro*

Desde que comenzó la pandemia, en los medios de comunicación hegemónicos, han circulado infinidad de voceros (conscientes o no) del establishment. Acorde a los temas de debate propuestos por estos emporios infocomunicacionales, se repitió una y otra vez la dicotomía entre salud y economía, en la que -lógicamente- se abogaba por la segunda.

Si bien -desde este espacio- se considera que es una falsa dicotomía, el ejemplo sirve para analizar qué hay por detrás de estas ansias de volver a encender motores. Y como sucede frecuentemente, el mejor ejemplo es plantar una dicotomía real: Capitalismo vs Socialismo.

Los casos de Cuba y EEUU son quizás el mejor ejemplo para graficar lo que esta pandemia ha generado. Por un lado el imperio (con Trump a la cabeza), burlándose de la pandemia, llegando tarde con la toma de medidas que protegieran a ese pueblo, con un sistema sanitario que no da abasto con la cantidad de contagiados (hoy un tercio de los contagiados a nivel mundial), donde parece reinar la ley de la jungla (de mercado), donde quien tiene más recursos puede salvarse, entre muchas otras particularidades.

Por otro lado Cuba, la histórica Cuba revolucionaria del Che y Fidel que hoy comanda Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y que pese a estar bloqueada desde hace décadas (con las limitaciones que esto conlleva), sigue solidarizándose con los demás pueblos del mundo, enviando brigadas médicas.

La dicotomía cambia a Barbarie o Solidaridad, Individualismo o Comunidad, pero en definitiva se habla de lo mismo. De igual manera la discusión puede transpolarse al plano de la producción y del consumo: producir sin límites y consumir sin límites, o producir lo necesario para garantizar la vida (no sólo humana) y consumir lo que hace falta para no malgastar bienes finitos que en algún momento pueden acabarse.

Algunos científicos atribuyen la aparición de virus como el COVID-19 al constante abuso que hace el ser humano de las condiciones de producción. No importa el hacinamiento de animales, no importa talar indiscriminadamente, no importa devastar el mar o las montañas, importa la rentabilidad. Así la humanidad se encuentra con el calentamiento global, con los incendios forestales, con montañas de desechos plásticos en el mar y en basurales que matan todo a su alrededor, con grandes sequías o inundaciones fatales. El ser humano se convirtió en su peor enemigo.

Como decía el amigo Jorge Beinstein, la rueda del mundo se mueve gracias al petróleo. Pero esa forma de producción energética hoy está en cuarentena. El desplome de los precios ha hecho tambalear la economía global, que sumado a la pandemia está complicando seriamente el comercio tal y como lo conocíamos hasta hace pocos meses.

Pero antes de que los números de las bolsas se vinieran abajo, antes de que se desplomaran los precios del crudo, ya existía sobre el tablero mundial otra disputa, ampliamente difundida y analizada en este espacio: la disputa por el 5G y la inteligencia artificial.

La inteligencia artificial, la nanotecnología, la computación cuántica, pueden ser términos no muy comunes para el general de la población, pero que poco a poco están ganando terreno en la discusión social. El punto es que estos avances tecnológicos implicarían necesariamente una reconversión de los trabajos. Si las máquinas van a hacer trabajos que antes hacían les seres humanos, eso quiere decir que habrá mucho menos empleo disponible. O se reconfigura el terreno laboral o habrá tendales de pobres (aún más que las ya escandalosas cifras que ostenta la humanidad). Si se va hacia ese paradigma ¿se está avanzando o retrocediendo?

Para el filósofo ruso Alexander Duggin el mundo ya avanzaba hacia la multipolaridad (China y Rusia ya estarían actuando en base a ese escenario) y lo que ha hecho la pandemia es acelerar ese proceso. La muerte de la globalización como sistema-mundo sería una consecuencia casi ineludible (coincidiendo con el analista mexicano Alfredo Jalife-Rahme). Esto llevaría a un mundo post-globalización con fuertes características nacionalistas y donde la soberanía se volvería el principal valor social.

Lógicamente avanzar hacia un mundo con esas características también llevaría a reordenar prioridades, formas de producción, formas de consumo o formas de relacionamiento. La normalidad que hoy conocemos ya no sería tal.

Está más que claro que quienes detentan el poder y grandes fortunas no pretenden ceder ni una pisca de su patrimonio. También es evidente que para sobrellevar la situación actual y superar la pandemia los Estados (único actor capaz de pilotear la situación) necesitarán adquirir otras dinámicas. En este contexto los debates que se abren son muchos y muy variados.

Pero como señaló recientemente el político, periodista, intelectual y ex ministro del Gobierno boliviano, Hugo Moldiz: “los escenarios están ahí, un Estado intervencionista no actúa necesariamente en beneficio de las clases subalternas. Las propias burguesías por momentos, demandan el Estado para inyección de capital en beneficio del sector empresarial”.

Ante este escenario el colega boliviano se pregunta si vamos hacia la superación del capitalismo, hacia un “comunismo renovado” (como también afirmó el filósofo eslavo, Slavoj Zizek) o hacia un “capitalismo reforzado”.[1]

En este sentido y coincidiendo con los postulados esgrimidos por Moldiz, cabe preguntarse ¿Cómo relanzar aquellas gestas heroicas de quienes soñaron con la libertad y avanzaron en su conquista? ¿Cómo relanzar esa tarea titánica abrazada por Chávez, Fidel, Lula, Evo, Correa, Kirchner que pretendía conquistar nuestra segunda independencia? En definitiva ¿Cómo volver a tejer causas y sueños comunes?


* Periodista, conductor de Marcha de Gigantes (Radio UNLP - AM 1390), productor de Columna Vertebral (Radio Estación Sur - FM 91.7), columnista La Marea (Radio Futura – FM 90.5) y Mirada Crítica (Realpolitik), responsable de la sección Sindical de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Fuentes:
[1] https://www.youtube.com/watch?v=Ed8Uk1_e_H0

Periodismo activista en tiempo de feminismos

Periodismo activista en tiempo de feminismos

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Floren Luengo*

Negar la existencia de las mujeres, lesbianas y otras identidades
vulneradas por el patriarcado, negar el modo en que los temas
que se tratan en los medios hacen a la coyuntura sin tener
perspectiva de género reproduce opresión y distorsiona
lo que sucede cotidianamente en las calles, casas y escuelas.
Hace que las noticias se cuenten mal, que no se puedan
entender los modos que opera la economía.

Marta Dillon [1]

El periodismo feminista no sólo se origina desde la academia, sino también en toda aquella persona u organización que levanta sucesos de sus barrios, de la calle, de comedores, bibliotecas populares, juntas vecinales e infinitos otros lugares desde donde comunicar y hacer de la cotidianeidad un hecho social con historia.

En este marco no solo implica que sea una práctica de mujeres para mujeres, sino que comprende una visión analítica de la realidad la cual desnuda las tramas de poder, el sistema de opresión y desigualdad, y concibe a las personas como sujetas políticas de derecho. De modo que las denuncias y reivindicaciones son ejes primarios de su puesta en acción.

El camino de la profesión feminista

Hartas de leer y escuchar cómo educar a las niñas para que sean buenas madres, qué lugar es el deseado por otros para ellas, así como los mil y un consejos de belleza que se transmiten en la prensa hegemónica local y mundial, en Argentina los grupos organizados de mujeres manifiestan sus voces y deciden mostrarse como sujetas políticas de un tiempo y espacio determinado.

Marcando un hito histórico de la profesión, Petrona Rosende de la Sierra (uruguaya nacionalizada argentina), es la primera periodista de Argentina y fundadora de un diario en Nuestra América: La Aljaba (1830- 1831). El nombre significa el estuche donde las guerreras guardaban sus flechas. La idea se establece en un clima de guerra civil durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas. Pensemos que para la Argentina de ese entonces, el periódico debatía la educación, religión, política y liberación femenina.

De modo que en medio de guerras, de unitarios y federales, de impuestos a los grandes terratenientes, las mujeres están denunciando la falta de derechos, la defensa por los derechos humanos de todos y todas las habitantes, las libertades de pensamiento, el cese de la violencia, así como la necesidad de ser parte de las decisiones políticas de un país. Es clara la intención de ejercer el periodismo desde ellas mismas, cuyos relatos se encuentran reflejados en vivencias colectivas de muchas otras mujeres.

Algo interesante es que solo pocas de ellas gozaban del privilegio de leer y escribir, por lo que la profesión también estaba pensando, estimo, en la escritura de relatos destinados a las lecturas colectivas. Por ejemplo: las mujeres migrantes, trabajadoras domésticas que tenían a cargo niñeces, se reunían, y la que sabía leer porque su “patrón/patrona” le había enseñado, leía para todas. De modo que, la apropiación de la lectoescritura ha sido clave para la emancipación de las mujeres en este sistema heteropatriarcal.

Avanza el tiempo y el pensamiento heterogéneo y colectivo de las mujeres toma otra forma: las revistas. Nuestra Causa (Buenos Aires, 1919-1921), Vida Femenina (Buenos Aires, 1933-1942) y Acción Femenina (Santiago, 1922-1939) son ejemplos de ello. Ellas representan los discursos de mujeres organizadas en asociaciones o partidos políticos[2] mediante entrevistas, artículos de discusión, crítica literaria, información de actividades de las organizaciones feministas y notas de prensa de interés para el movimiento.

Parece ser, entonces, que el periodismo feminista introduce una nueva noción al acto de producir y reproducir hechos sociales. Tiene una innovadora capacidad de tomar las vivencias personales y domésticas de las mujeres y volcarlas al acto público, instalando otra manera de leer el mundo en la agenda mediática. “Se trata de una identidad que se enuncia en forma de manifiesto”, como afirma la periodista feminista Florencia Alcaráz.

Aquí y ahora: periodismo organizado

En la actualidad, las estrategias que se utilizan en el diverso mundo del periodismo y la comunicación feminista engloba experiencias como “Altavoz: Mujeres haciendo política”. Se trata de charlas entre periodistas y entrevistadas como Graciela Camaño, Miriam Bregman, Gisela Marziotta, Romina Del Plá y Ofelia Fernández. Este grupo de Periodistas Argentinas nació en 2018 al ritmo de la marea verde que reivindica, entre otras cosas, la Ley del aborto seguro, legal y gratuito.

En el mismo año, la organización Periodistas Unidas nace con la iniciativa de denunciar, bajo el lema “No nos callamos más”, los acosos recibidos en el mundo del periodismo deportivo, que califican como “muy machista”. La periodista Carolina Andamo, aseguró que para muchos de sus compañeros varones de trabajo “es raro que una mujer se siente y analice un partido de fútbol o redacte una noticia deportiva“.

Respecto a la comunicación popular, el funcionamiento de las radios comunitarias en Argentina, nucleadas en Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO), están protagonizadas generalmente por mujeres muy jóvenes. En el año 2019 fue el Primer Encuentro de Mujeres y Géneros de la Red y entre las conclusiones, las compañeras destacaron que en momentos de angustia y sufrimiento del pueblo, son las mujeres las que ponen el cuerpo para salir adelante, así como en el campo de la disputa cultural y de la comunicación popular.

Por su parte, la periodista Diana Zuarzo, trabajadora de la TV Pública, el pasado 26 de marzo de 2020, junto al Presidente Alberto Fernández, preguntó en un canal estatal acerca de la población trans en Argentina: situación diaria, cupo laboral, también la crisis habitacional y de sanidad en la que viven cotidianamente.

No fue magia, dicen las peronistas. Todas esas experiencias significan logros de una disputa constante. La historia ha comenzado con la denuncia y la erradicación de toda forma de violencia en la humanidad, y hasta que ello no acontezca, cada vez seremos más las personas que innovemos en las maneras de comunicar para transformar el mundo en el que vivimos. Ante esto, es extensiva la demanda de formación con perspectiva de género a las profesiones que trabajen sobre los sentidos y modos de pensar que se transmiten e instalan en la sociedad.


* Periodista, columnista del programa La Marea (Radio Futura – FM 90.5), responsable de la sección Feminismos de Revista Trinchera, editora del portal Luchelatinoamérica y colaboradora de Agencia Timón.

Fuentes:

[1] Por un periodismo feminista. Feminacida. Link: https://feminacida.com.ar/por-un-periodismo-feminista-2/

[2] En Argentina, Nuestra Causa se asocia a la Unión Feminista Nacional junto con la producción de las militantes del Partido Feminista Nacional y de las feministas socialistas; Vida Femenina se asocia a la sección femenina del Partido Socialista. Valles Ruiz, y Castelli Olvera (s/f). Prensa y feminismo en América Latina en las primeras décadas del siglo XX.

En tiempos de pandemia, educación digital para todxs

En tiempos de pandemia, educación digital para todxs

TIEMPO DE LECTURA: 3 min.

Por Jonatan “Chino” Pérez*

Tras el aislamiento social preventivo y obligatorio producto de la pandemia, la educación digital pasó de ser una herramienta a una prioridad. En ese sentido, y buscando garantizar el derecho a la educación para todxs y cada unx de lxs argentinxs, el Ministerio de Educación anunció que se repartirán las computadoras que el gobierno de Mauricio Macri dejó abandonadas cuando anunció la baja del programa Conectar Igualdad.

El pasado martes el Ministro de Educación Nicolás Trotta anunció que se entregaran unas 135 mil netbooks y tablets en distintos municipios del conurbano bonaerense y en las 10 provincias del norte grande argentino, con el objetivo de facilitar a lxs estudiantes “el acceso a la tecnología” y “trabajar para reducir la brecha digital”.

Trotta se reunió con los intendentes de los municipios para la firma de convenios, para así poder cumplir con esta primera etapa, en la cual se busca garantizar que esta entrega sea para los estudiantes de primer año que no tengan acceso a este tipo de tecnologías. Cada municipio y cada provincia será responsable de la distribución de estas computadoras y tablets, determinando también cuáles serán las escuelas destinatarias, para asegurar que en cada institución seleccionada se cubra el total de alumnos de primer año.

En la firma de convenio estuvieron presentes: Agustina Vila, directora General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires y los intendentes Mario Secco de Ensenada, Fabián Cagliardi de Berisso, Martín Insaurralde de Lomas de Zamora, Fernando Espinoza de La Matanza, Juan José Mussi de Berazategui, Gastón Granados de Ezeiza, Andrés Watson de Florencio Varela, Néstor Grindetti de Lanús, Blanca Cantero de Presidente Perón, Mariano Cascallares de Almirante Brown, Jorge Ferraresi de Avellaneda, Mayra Mendoza de Quilmes y Nicolás Mantegazza por San Vicente.

Los equipos a entregar fueron encontrados por la Sindicatura General de la Nación (Sigen) en febrero de este año en un depósito del Correo Argentino en Tortuguitas, lugar en el que habían sido abandonados por el gobierno de Cambiemos cuando se dió de baja el programa Conectar Igualdad para adoptar el fallido Aprender Conectados. Dicho equipamiento debería haber sido entregado en el marco de estos programas, pero lamentablemente estuvo abandonado por 3 años, por lo que todo debió ser reacondicionado y actualizado antes de ser entregado.

En tal sentido, en una entrevista realizada hace algunos días, el ministro Trotta declaró que “sería distinta la situación si se hubiera continuado con el Conectar Igualdad, si hubiese alcanzado al menos la mitad de las computadoras que se distribuyeron en la gestión de Cristina Kirchner. El Conectar Igualdad cumplió 10 años de su lanzamiento el 6 de abril; me acuerdo bien de la fecha porque ese día nosotros íbamos a lanzar el nuevo Plan Federal de Conectividad “Juana Manso”, porque hay que avanzar en la conectividad de nuestras escuelas. Tenemos sólo un 40 por ciento de las escuelas conectadas y un 60 por ciento de la matrícula estudiantil. Se abandonó el proyecto de una computadora para cada uno de nuestros estudiantes secundarios, y es ahí donde hay que intentar retomar. Lo dijo el Presidente el 1 de marzo, en su discurso ante el Congreso Nacional: para nosotros libros y computadoras son un acto de ciudadanía. Son un derecho que tiene que ser garantizado por el Estado incluso en momentos de mucha complejidad fiscal… y hablamos del que había antes de la pandemia.”

Estas entregas de computadoras se sumarán a las medidas que ya venía tomando el Ministerio de Educación para impulsar la educación tras la suspensión de las clases presenciales, entre los que se encuentran la creación de la plataforma “Seguimos Educando”, la emisión de programas de radio y televisión, la distribución de más de siete millones de cuadernillos con un plan de trabajo, entre otras.


* Periodista, columnista en "No Se Mancha" y "Columna Vertebral" (ambos en Radio Estación Sur - FM 91,7), responsable de la sección Ciencia y Tecnología de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Fuentes:
https://www.pagina12.com.ar/260235-coronavirus-el-gobierno-empieza-a-repartir-miles-de-notebook
https://www.pagina12.com.ar/262515-coronavirus-netbooks-para-reducir-la-brecha-digital-durante-

Me llamo Marta; pero se escribe Lucas Gabriel

Me llamo Marta; pero se escribe Lucas Gabriel

TIEMPO DE LECTURA: 10 min.

Por Jorgelina Urra*

Lucas Gabriel

Es el mayor de cuatro hermanos. Alto y flaco, de piel tigreña. Y un cabello de oscuros y diminutos rulos. Sus gruesos labios son el foco de atención y los que dan a entender la significancia de su alias. Tiene una voz tenor, limpia, varonil y ligeramente desenvuelta, directamente proporcional a su modo de gesticular. Observan entretenidos unos ojos negros y de un brillo particular. Y unas cejas en constante movimiento, articulando con cada pensamiento.

Tuvo miedo, fue errátil. El colegio con sus voces incitantes lo marcaron. Soportaba en silencio. “Los meses que venía el boletín era como un sufrimiento para mí. Y como no me iba bien, no me dejaban hacer nada de lo que a mí me gustaba, como teatro.” Pudo sentir el rechazo con olor a burla en las palabras de su padre. “Mi papá es muy machista, siempre dijo que si tenía un hijo gay lo mataría”.
Quería gritar y no podía.

“Llegue a estar al límite de decir todo y ahí fue cuando empecé. ¿Cómo le decía a mi familia?”.  Transformó el grito; en arte. Lo maquilló con el set de la madre. Revolvió el placard de la hermana y lo vistió. Salió a escondidas y le compró zapatos.

Le puso una peluca.

El grito se llamó Marta. El grito era Lucas dentro de un cuerpo; queriendo salir. Los shows para la familia lo fueron liberando, pero no del todo.

Las sospechas se volvieron tema de conversación en las cenas familiares, y presionado gritó por primera vez… “¡NO! Porque tengo novia”.

Unas semanas antes se declaraba en un papel. “Yo había escrito una carta, me quería ir de mi casa porque ya estaba mal y ahí contaba lo que era, la guarde en un cajón porque bueno… ya había cambiado el mundo”.

La hermana de la amiga de su hermana, era esa novia inventada y revelada con la que aún no había pasado nada, pero pasaría.

Bastó aceptar una invitación a salir para comenzar con una relación de idas y vueltas y un amor vacío de satisfacción, pero amor al fin.“Estuvimos un año, en el que peleábamos todo el tiempo (porque éramos dos mujeres), pero ella no sabía nada”.

“La quería a Fernanda, la llegue a amar…  sentía algo. No era su culpa que yo fuera así.”
La mañana del 14 de febrero Lucas estaba festejando el cumpleaños de su hermana.

Sonó el teléfono. Era Fernanda. El creyó que era para saludarlo o quizá para arreglar una salida juntos. Pero la voz de Fernanda indicaba otra cosa y Lucas recibió la noticia, sería papá.

***

La familia perfecta

Maduró de golpe. Ya no iba a la escuela, no salía, no vivía como alguien de su edad. Pasó de ser un adolescente que buscaba su identidad, a ser un padre de familia. Llevaba en la conciencia la carga emocional que provocaba la mala relación que tenía con su padre.

Decidió vivir con Fernanda; en familia.

Ella tenía una amiga en Brandsen; su marido trabajaba en una granja. Lucas comenzó a trabajar ahí.

Alquilaron una casa cerca de Brandsen, donde la inquilina anterior había tenido una peluquería. Tenía dos habitaciones; una para Laureano (su hijo), y otra para ellos. Un baño. Un living que daba acceso a una cocina reducida. Esta tenía conexión con el lavadero; y el lavadero con un comedor, que daba la impresión de que en otro tiempo había sido garaje. En el comedor se situaba una puerta que daba salida al patio. Ahí se hallaba un baño, separado de la casa, y cerca de ese baño, una habitación.

Lucas quedó fascinado con esa habitación, en ella encontró ruleros, un espejo, un placard que enseguida convirtió en estantes para  colocar dos pelucas nuevas. Las cuidaba como se cuidan los objetos con valor emocional. Un rollo de tela blanca que había encontrado en el trabajo, le daba forma a dos paneles de iluminación para fotos. De a poco fue apropiando ese lugar y se lo dedicó a Marta.

Se levantaba a las 7 am. Desayunaba algo hecho por Fernanda y se iba a trabajar al criadero hasta las 7 pm. De regreso iba por las compras para la cena y el almuerzo del día siguiente. Jugaba con el nene. Veían tv en el sillón; tomaban mates. Cenaban y se iban a dormir. Los días pasaban.

Era la vida que había que tener para criar un hijo (según su padre), porque así (se supone), es tener una vida “normal”. Fernanda desconfiaba, no sabía bien de qué o quién. Entendía que Marta era el personaje que Lucas había creado por amor al arte, a la expresión, y lo aceptaba. “Vestirme de mujer era chocante pero como sabían que lo hacía desde el teatro… zafaba”.  Pero la imaginación le jugo sucio y lo celaba. Creyó que era por otra mujer. Las peleas empezaron, ella pedía respuestas. Esas respuestas estaban más allá de un “ “o un “no”. Él aun no había encontrado la forma de explicarlo, ni tampoco sabía lo que sentía o de que se trataba aquello que su cuerpo expresaba, la moral impuesta había retrasado esa definición. 

Un día, ella le levantó la mano… vacía de cariño. Y Él, correspondió a ese gesto… vacío de cariño…
Ese mundo creado inconscientemente donde no había ventanas para escapar, sino cuartos donde encerrarse. Tal vez a reflexionar… mientras peinaba una peluca. O quizá, a inventar otra vida; a Lucas no le gustaba. Así que tomo la historia escrita y olvidada en un cajón, y la narró en primera persona para sí.

La relación había llegado al desenlace.
“Yo sé que Laureano se va a criar con otro mundo, otra mentalidad”.

***

La liberación

Llegó Gonzalo a la vida de Lucas tras la separación. Su mamá comenzó a sospechar, él le daba razones.
Un día decidió ir y contarle lo que sentía. Ella lo miró y dijo:
– Sí, ya se. No me digas nada.

– Si mamá, es mi novio.
Ella se quebró y rompió en llanto.
– Ya sabía, desde el principio, tu abuela me lo dijo.
“A partir de ese momento me solté.”

***

La segunda separación

Fernanda se enteró a través de Facebook, a pesar de estar bloqueada para Lucas. Y le impidió ver a Laureano. Durante dos meses.

Abogada de por medio consiguió poder pelear por verlo. Durante la audiencia el Juez le preguntó a Fernanda si el nene, al ver a Lucas, podía reconocerlo. Ella dijo “no”.

El Juez decidió que sería un solo día a la semana.

La mentira no podía comprobarse, Laureano era demasiado pequeño para dar una respuesta.
Después de esos dos meses lo fue a buscar, acompañado de la abogada. Al abrir la puerta…

– ¡Papá! Gritó Laureano abriendo los brazos.

Lucas conmovido, se sintió completo. Con el alma llena.
“Mi hijo me abrió un montón de puertas, en lo personal, me demostró que no te impide nada”.

***

“Mi cuerpo
no es
la visión distorsionada
de Tú
pensamiento” 
                             Alguien

Nacemos sin tener conciencia del cuerpo que habitamos; pero si del que salimos. No elegimos ese cuerpo y decidimos independiente elegir otro; o una forma diferente de verlo y llevarlo a la máxima expresión. Todo lo decidimos cuando creamos conciencia.  Así que disculpen mi atrevimiento… se llama Marta (la churrasquera), pero se escribe Lucas Gabriel.

“Yo era madre primeriza, y la primera vez que fui al médico -de apuro- (por las contracciones), me lleve todos los bolsos. La ropa, los pañales… todo. Y al final el médico me mando de nuevo a casa. La segunda vez, como pensé que pasaría lo mismo, me fui sin nada.
Resulta que Lucas ya había sacado la cabeza. Así que cuando nació, la chica de al lado me presto ropa y pañales. Pero de nena”.
Cuenta entre risas la madre de Lucas.

Marta es el personaje producto del ingenio actoral; que le abrió la puerta a Lucas.

Paso por varios trabajos, podría decirse en base a su historial, que es autodidacta.

Su habitación es de color magenta. Tiene la mitad de una mesa que antes fue redonda, amurada a la pared. Ahí se maquilla hasta verse como Marta. Lucas produce y crea para su personaje. Dividió en dos locaciones la ropa, una pertenece a Lucas y la otra a Marta. La de ella está mucho más cargada que la de él.

Su abuela, es esa mujer en la que se basó para darle personalidad y nombre a su personaje. Aprendió gestos, articulaciones corporales desde la sonrisa a los pies. Tonos de voz que estallan histéricos de expresión y brilloso glamour. Se apropió de las historias de las amigas de su abuela, las desarmo y las volvió a armar. Esas son sus anécdotas, cargadas de obscena belleza, propias de una diva.

***

¿Qué me pongo?

Su primer vestido para salir; fue una remera que su madre tenía intención de tirar.

Negra, ajustada en la cintura y suelta al final. Tomo un montón de plumas, le confecciono una boa y se la agrego a ese final inconcluso. Cortó un vestido transparente y con la tela le hizo una manga –murciélago- de un lado. Y del otro, más plumas.

– ¡Hola! ¿Qué  buscas?
– Un par de zapatos, taco aguja. Talle 40.

Mando a la hermana a comprarlos y como calza 45, les hizo un corte en el talón. Les puso cuero y los forro. Era la primera vez que se calzaba unos zapatos y el ruido del taco en el piso, lo reveló. Jamás volvería a mandar a su hermana. Iría él, y a cada interrogante respondería con una historia distinta.

Lo extremo era caminar por las veredas de Capital. Los círculos, decorativo particular en las baldosas, lo mantenían en eje con las rodillas hacía adelante  intentando forzadamente no tropezar.

La realización de Marta seguía avanzando, conforme Lucas ponía el cuerpo. Quería construir la semejanza de cada facción de una mujer. Así que se miró al espejo y en él vio un lindo par de tetas y por debajo un culo a lo Nicki Minaj.  Consiguió goma espuma, se midió y sus manos hicieron el trabajo.

Hoy Marta tiene 15 pelucas de distinto color y peinado. Modifica su ropa y peina las pelucas con dedicación. Compra maquillaje cada vez que puede y tiene una maquilladora personal.

Programar un show le lleva (si le avisan tarde), una semana eligiendo rápido la estética. Y (si le avisan con tiempo), un mes.

Marta llegó a Hogan´s para una fiesta de Halloween. En ese momento la tendencia era Moisés. Las manos de Lucas armaron (canutillo por canutillo), un collar más chico que el de Nerfertari. Las observaciones decían que a ese collar le faltaba la mitad. “Era la Nefertraba después del tarifazo”.

***

Poniendo el cuerpo

Está sentado con los brazos apoyados en la mesa. Entusiasmado desparrama la bijou de fantasía que va a decorar el cuello y las muñecas de Marta. Me las enseña.

La maquilladora canceló. Pero lo vamos a hacer igual.

Lucas entra al baño con las manos cargadas de productos del set de maquillaje. De espaldas a la puerta se mira al espejo, primero un perfil, después el otro. Con los dedos se esparce por el rostro, en un movimiento suave y delicado, la base. Cubriendo los contornos, la frente, las comisuras y los pómulos.

Elige el perfil izquierdo. Comienza a trazar una línea con el corrector que va desde la frente, bajando por la curva del tabique que ligeramente llega a la comisura del labio superior, saltea la boca dejándola para después, y sigue en la misma línea desde el borde del labio inferior hasta perderse por debajo del mentón. El resto del perfil se tiñe de otro tono.

Adhiere una pestaña postiza que marca el detalle en el ojo y sigue con el armonioso ritual.

Un cepillo celeste desenreda el pelo, pelirrojo de sedosos bucles artificiales. Con esa peluca una noche en Hogan´s interpreto a una gitana. Termina de arreglarse y se pone la peluca…

– Tengo una cara de puta. Dice saliendo del baño. Después de la peluca, viene Marta.

Fotografiando a Marta

Relata entre poses los detalles de sus salidas a la Warhol. La complicidad con su amigo Ángel quien le ofrecía ayuda como asistente. La sigilosa salida de Abasto hasta Capital…

Se hace la medianoche, Lucas se pone las medias debajo del pantalón. Para ahorrar tiempo y ser más prolijo se coloca la base y las pestañas. Un par de lentes negros (sí, de noche, sin poder ver bien) mantienen la incógnita de camino a tomar el Plaza. Dentro del micro Ángel lo ayuda a producir hasta el más mínimo detalle, como las uñas postizas que cuidadosamente le coloca.
Una vez en la ciudad, baja Marta. Regia, única. Una noche más de glitter que perdurara, y secuencias de mal comportamiento con un detalle particular…

“Nunca tuve relaciones como Marta. Porque imagínate… me agarran de la peluca y me la despeinan toda. ¡Mi amor! Te mato”.

***

Un sueño compartido

Lucas tiene un sueño, en el que por ahora está solo. Es el de subirse a un micro y hacer su show. Una secuencia y que la gente ría, nada más.

“Hay muchos que hacen transformismo. Marta esta por fuera de eso, la construí a partir de todas las divas. Susana, Moria, Lizzy… Florencia. Porque si bien la vestimenta o las pelucas van cambiando, siempre es Marta, respeto su estética. Mi idea es llevar el teatro a la calle, quiero que lxs chicxs y la gente acepten que cada uno es libre de elegir que ser. Más de una vez me dolió ver como los padres les tapan los ojos a lxs niñes cuando van por la calle y ven a una chica trans”.

Fin


* Estudiante de Licenciatura en Comunicación Social con orientación en periodismo en UNLP, redactor en Revista Trinchera
1