Pañitos de agua tibia en el aislamiento educativo

Pañitos de agua tibia en el aislamiento educativo

TIEMPO DE LECTURA: 9 min.

POR KEVIN ALEJANDRO VIVAS AYALA*

Desde que se anunció el aislamiento social, preventivo y obligatorio como medida de prevención frente a la pandemia mundial, el sector educativo ha buscado distintas herramientas para disminuir la brecha que separa a su comunidad del mundo digital. Aunque la tecnología ya ocupaba un lugar indispensable en la sociedad, ahora la necesidad de verse inmersa en ella -y utilizarla como única forma de suplir procesos que se llevaban a cabo en la vida cotidiana- es de tal magnitud, que es imposible no ver los vacíos materiales e intelectuales que en ella subyacen.

Estos imprevistos son comunes cuando se implementa un nuevo modelo de cualquier tipo. Pero la cantidad de estos imprevistos se incrementa en un proyecto que debe ejecutarse en tan poco tiempo, y es aún más evidente cuando es la primera vez en la historia que el sector educativo a nivel nacional se ve obligado a utilizar una herramienta que era complementaria para su desarrollo, como única forma de llevar a cabo esta labor pedagógica.

La comunidad estudiantil tuvo que crearse virtualmente; en este proceso se encontró con barreras que impiden la realización de instancias que se llevaban de manera natural en las aulas. En esta prisa de implementar un plan de contingencia para hacer esta transición a poco tiempo de empezar con este año lectivo, el primer obstáculo y el más evidente por su carácter excluyente, es qué hacer para que todes puedan tener acceso a esta modalidad de la manera menos desigual posible, teniendo en cuenta que ya de por sí, les estudiantes han tenido siempre ventajas o desventajas según su contexto social, de clase, de género, laboral o familiar.

Esta modalidad demanda no solo el acceso a un dispositivo, sino también la conectividad a internet, que debe contar también con una velocidad que permita descargar archivos, ver videos pre grabados o en vivo, incluso películas, y mantener conferencias en plataformas o aplicaciones que exigen cierta cantidad de megas para su buen funcionamiento. Además de esto, se requieren conocimientos varios que parten desde manejo básico de los dispositivos, hasta el uso de plataformas educativas y redes sociales; esto acompañado de un contenido académico sofocante que exige a su vez conocimientos previos y generan preguntas que, en vez de ser respondidas en un minuto en el aula de clase, se deben redactar y su respuesta puede tardar días, semanas o incluso no llegar nunca por la carga laboral que tienen les docentes, que también se ven afectades por la complejidad de este nuevo sistema y la dificultad para dar un asesoramiento individual a quien lo necesite.

Actualmente se utilizan distintas plataformas para el desarrollo interactivo de las clases, como lo son jitsi, zoom, meet, entre otras. Estas opciones permiten tener un contacto más personal entre el/la docente, les asistentes y les estudiantes. Sin embargo, su versión gratuita no permite tener encuentros masivos, es decir, conferencias de decenas o cientos de personas, así que la UNLP compró un conjunto de licencias pagas de la herramienta Webex, que son administradas y distribuídas por la Dirección General de Educación a Distancia y Tecnologías dependiente de la UNLP a través del representante de la Comisión de Educación a Distancia de cada Unidad Académica[1].

Webex es una herramienta de video que integra todos estos elementos de interconexión y trabajo compartido, que además protege la información del usuario sin poner en riesgo las características imprescindibles, como la búsqueda segura y el cumplimiento del contenido compartido y almacenado[2]. Esta plataforma pertenece a Cisco Systems, una empresa tecnológica multinacional que tiene productos para routing (redes), seguridad, colaboración (telefonía IP y sistemas de videoconferencia), data center, cloud y movilidad (wireless)[3]. Esta capacidad tecnológica es necesaria para que las cátedras que cuentan con más de 100 estudiantes puedan efectuarse de manera fluida, sin interrupciones o fallas técnicas que afecten su calidad y buen desarrollo.

Las aulas virtuales que se crean a través de Webex fueron distribuidas para las diferentes facultades, pero su implementación no fue general debido al alcance administrativo y práctico del que disponen les docentes, ayudantes, tutores y estudiantes para su uso. Aquí radica otra gran barrera para el aprovechamiento de las tecnologías a las que podemos tener acceso y con ella una necesidad emergente: la capacitación, el acompañamiento y el fortalecimiento de un equipo de educación a distancia.

Con la finalidad de disminuir la desigualdad en el plano estudiantil, se han desplegado distintas estrategias, como la creación de la beca “Tu PC para estudiar”, en la que la UNLP otorga a sus estudiantes, en calidad de préstamo, una computadora, notebooks o una tablet, para todes aquelles que dependan de su adquisición para continuar con el ciclo académico durante la pandemia. O como la medida tomada por la UNNE, en la que se becará a 781 estudiantes con la entrega de 700 pesos mensuales mientras dure la modalidad de clases no presenciales, para que quienes no tienen acceso a internet puedan comprar un plan de datos cada mes.

Todas las ayudas de este tipo son bien recibidas como planes de contingencia ante un fenómeno tan difícil de resolver como lo es el acceso a redes y dispositivos, pero teniendo en cuenta la incertidumbre sobre la duración del aislamiento y la permanencia de esta modalidad de clases virtuales, es menester pensar en soluciones a gran escala. La dotación material y la conexión parcial a redes son “pañitos de agua tibia”, que si bien contribuyen, no alcanzan a cubrir la totalidad de demandas y necesidades de un proceso de aprendizaje óptimo y equitativo.

El delegado de la FULP (Federación Universitaria de La Plata) Fabián Ferro, nos propone una nueva estrategia acerca de cómo atacar esta problemática desde un origen más profundo.

Fabián es estudiante de tercer año de la Licenciatura en Informática en la UNLP, tiene una trayectoria política dentro de la agrupación estudiantil La Fuente y como ex presidente del centro de estudiantes de la facultad. También milita en la organización Calle 4 y en la Juventud Peronista de la ciudad de La Plata; y actualmente es responsable técnico en el área de educación a distancia de la Facultad de Psicología de la UNLP,

Ferro se pregunta si la mejor opción es seguir comprando licencias de programas que no se pueden aprovechar completamente por su nivel de complejidad: “Desde el área técnica notamos que aunque Webex sea una herramienta avanzada y de largo alcance, su manejo y administración son realmente complicados”. También pone en tela de juicio si basta con dotar a les estudiantes con computadores o de pagar indefinidamente a cientos de elles planes de datos, siendo esta una solución que puede estar condicionada por factores como la ubicación geográfica, que influye en el acceso a una señal capaz de soportar todos los procesos que se llevan en las cursadas virtuales.

El alcance de estos datos también depende del estado físico o lo actualizado del teléfono móvil, si es que se dispone de uno: la pregunta entonces es ¿a cuántos estudiantes se les puede garantizar la adquisición de un dispositivo o el acceso óptimo a la red? . Puede que una mejor opción sea comprar nuevos servidores, o adaptar los que ya existen, volviéndolos aptos para soportar plataformas de software libre que permitan hacer videoconferencias e interacciones masivas, como lo es Big Blue Button (BBB), una herramienta gratuita para el aprendizaje que permite la realización de videoconferencias , aunque el CeSPI (Centro Superior para el Procesamiento de la Información), que es el área encargada de la administración de recursos tecnológicos y del desarrollo informático de la UNLP, está llevando adelante una configuración de esta herramienta de manera centralizada y general, lo cual limita su aprovechamiento.

Si desde hace más de un mes se anunció la liberación de datos para acceder a las plataformas educativas de las universidades nacionales, ¿no sería mejor implementar estos softwares gratuitos a los servidores donde apuntan los dominios educativos (.edu.ar) o gubernamentales (.gob.ar) y así no tener que depender del acceso a internet para realizar acciones que demandan un consumo alto de datos o una velocidad específica de internet?

¿No sería mejor invertir en una infraestructura de servidores y plataformas que se formen y desarrollen dentro del área de informática y educación a distancia de cada facultad? Todo esto también con el fin de crear independencia, porque las interacciones que se requieren para los procesos de formación dependen del saber que se enseña. En otras palabras, no es lo mismo desarrollar herramientas dentro de una plataforma educativa en la Facultad de Periodismo, a las que necesito para transmitir conocimientos científicos, o artísticos, como es el caso de otras facultades; cada una debe apropiarse de ellas y atender los requerimientos del equipo docente para llevar todos los componentes que hacen su clase especial al entorno virtual.

Sin embargo, si se satisfacen estas carencias tecnológicas, ¿está la comunidad educativa preparada para usarlas y llevar a cabo eso que se hacía presencialmente en una clase a lo digital? Aunque se prestara atención a esta propuesta ¿podrían los servidores de la universidad aguantar clases de cientos de personas en simultáneo o se deberían organizar las clases estableciendo un horario como en el ciclo académico presencial? Si esto sucede ¿a cuántos dejaría por fuera la exigencia del cumplimiento de esta asistencia sincrónica? Son estas solo algunas de las discusiones que se dan en torno a esta búsqueda de soluciones alternativas en la lucha por la inclusión educativa.

“Es difícil cuando los cuadros políticos no entienden de tecnología y de la importancia de generar políticas que fomenten la autonomía y la emancipación informática en un mundo cada día más acelerado en cuanto a digitalización” afirma Fabián. “Está muy bien querer equipar de dispositivos y acceso a la red, pero esas opciones no suplen las demandas existentes; se necesita inversión no solo en el estudiantado sino en las áreas informáticas. Recuerdo que mi abuela decía que en su tiempo, quien no tenía educación primaria, no tenía acceso a un buen trabajo; después mi viejo afirmaba que quien no se graduara de secundaria también tendría una clara desventaja en el sector laboral. La primera generación de mis primos sabía que se necesitaba de un estudio profesional para poder competir en este sector, y hoy en día yo podría decir que si no se tiene una formación informática, las oportunidades se ven seriamente acotadas”.

Retomando lo dicho anteriormente, es práctico que se tomen medidas rápidas cuando de una semana para otra se debe mudar la estructura pedagógica de 17 facultades a las aulas virtuales. Es un proyecto que requiere de mucho acompañamiento profesional y trabajo interdisciplinario entre profesores, informátiques, administradores del SIU, secretaría académica y agrupaciones estudiantiles. No es un tema que solo se deba resolver desde gestión.  Sin embargo, la compra de licencias y financiación para el acceso a internet son medidas que si bien permiten mayor inclusión, no benefician sólo al sector popular sino también a los grandes intereses corporativos de las empresas de telefonía o del mercado extranjero de softwares, que una vez más sacan una buena tajada del pastel de la crisis nacional.

Se requiere de manera urgente una alfabetización digital para combatir esta brecha; hay que descentralizar esta responsabilidad que se deja en manos de la Presidencia, que no da abasto (por la demanda que esta implica) en la creación de modelos específicos y en la resolución de demandas explícitas de cada unidad académica. Cada facultad debe trabajar en el fortalecimiento de su autonomía tecnológica y entender el problema social que atraviesa el contexto educativo en cuanto a la resistencia hacia la tecnología ejercida por la comunidad que lo conforma.

Al mismo tiempo, es necesario dejar de ver estas políticas sociales como políticas de emergencia; es incierto el tiempo durante el cual tendremos que acudir a la virtualidad como único medio de formación académica, y aún cuando esto termine, es incierta también la necesidad de volver a implementarlas en un futuro. Por ende, es de carácter urgente buscar soluciones que ataquen de raíz esta problemática, teniendo presente la diversidad de contextos y necesidades de la comunidad que las requiere.


* Ecléctico. Le causan repulsión las cajas, los límites, lo estático, lo predecible 
y determinado. Por eso nunca puede describirse, porque le repugnan las palabras que le obligan
a cumplir con un papel que aunque hoy le defina, mañana tal vez, no quiera interpretar.

Referencias:

Siglo XXI desesperación

Siglo XXI desesperación

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

POR NASIM IUSEF VENTURINI*

“Los problemas de la Medicina como rama del Estado, no pueden resolverse si la política sanitaria no está respaldada por una política social. Del mismo modo que no puede haber una política social sin una economía organizada en beneficio de la mayoría.”

Ramón Carrillo[1]


En la segunda década del siglo XXI estamos atravesando una pandemia de escala global, que desnuda cómo la obscenidad del poder reproduce miseria y desigualdad.

No se trata de un debate estéril de la supuesta dicotomía entre la salud y la economía. En todos los países del mundo se contrajo el empleo a niveles desconocidos y los niveles de endeudamiento de las familias aumentaron considerablemente.

La crisis del modo de producción hegemónico occidental se acentúo con la pandemia del Covid-19, siendo este fenómeno una especie de alerta global ante el modo en el que se reproducen nuestras sociedades y las relaciones al interior de ellas.

En el mundo bursátil, donde los fondos de inversión arbitran los flujos de capital del sistema financiero, mientras grandes paquetes de acciones de las principales empresas que vieron parada su producción por los confinamientos necesarios para disminuir la transmisibilidad cayeron en picada, las acciones de Gilead[2], un laboratorio privado de los EEUU, aumentaron su cotización un 8.78% entre el 04/02 y el 28/05, por la supuesta buena efectividad de un fármaco que está aún en proceso de evaluación para el tratamiento del Zika y que no ha demostrado buenos resultados en los tratamientos con dicha droga aplicada en los pacientes con Covid-19[3]. Pero el simple anuncio de su supuesta efectividad le hizo facturar millones a les que especulan con la vida de las personas.

Esta pandemia nos muestra y desangra a la vez porque nos interpela de frente los modos. Y digo todos los modos, porque si no tomamos las precauciones sanitarias pertinentes, podemos dañar más de lo que creemos que estamos ayudando. Hoy, quienes podamos, reflexionemos sobre lo que nos pasa; nuestres viejes y abueles vivieron otras, les niñes están viviendo una, y entre todes y mirándonos, podremos encontrar las estrategias comunitarias para transformar y darle forma a esa nueva cotidianeidad que de normativa no queremos que tenga nada; solo que sea una norma cuidarse une y cuidar al otre.

Cada región del mundo está teniendo un tránsito distinto de la pandemia. Hoy todavía se trafican esclavos en Libia, luego de que las tropas de la OTAN las rieguen de sangre; en la Amazonía, las comunidades nativas están siendo brutalmente despojadas mientras Brasil se convierte en una gran fosa común. La disputa en torno a cómo se despliegan las estrategias de salud por parte del Estado están en una disputa de sentido, que es importante dimensionar para cargarla de contenido humano y que aporte a mejorar la calidad de vida de las personas.

Esta crisis mostró la necesidad imperiosa de sistemas de salud que respondan a las necesidades del pueblo y que no sean una fuente de negocio y/o abandono. También mostró que si no se transforman los modos en cómo producimos y nos reproducimos en relación con la naturaleza y sus ciclos, dudo que podamos revertir los daños que nos podemos generar.

Los mares dejan el plástico en las costas cual acto de purga, mientras algunes esperan ansioses por ir al shopping a gastar para comprar felicidad de plástico.

Los momentos de crisis nos abren puertas, y en ellas vemos monstruos de un pasado que no muere y un presente que no termina de nacer (Antonio Gramsci). También vemos esperanzas, porque las redes de solidaridad y organización que se tejen a diario en nuestras tierras por esas compañeras y compañeros que día a día asumen la responsabilidad de laburar para que les llegue un plato de comida a quien tiene hambre, es potencia y esa potencia es nuestra.

De nuestras relaciones y las lógicas que abonemos es que surgirán las estrategias para hacer de esto algo mejor, porque la salida es colectiva y con les otres.


* Lic. en Economía, integrante del colectivo "Economía a pata", Co-conductor de “Promocionando la Salud” 
(Radio Futura – FM 90.5
), colaborador de Revista Trinchera y Agencia Trinchera.

[1] Médico sanitarista argentino, primer Ministro de Salud del país durante la primera presidencia de J. D. Perón.
[2] Denunciado por sobreprecios millonarios para el tratamiento de la Hepatitis C (Caso Sosfosbuvir).
[3] “Remdesivir para el tratamiento de infección por COVID-19. Informe de Revisión Rápida” CUFAR- UNLP https://drive.google.com/file/d/1EtH62II7WxAMn2ZEIDq_Gytz9lbHA87J/view

Pensamiento vivo

Pensamiento vivo

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POR MALÉN SABELLA*

Homenaje a Raúl Scalabrini Ortiz a 61 años de su muerte. Un hombre que creyó en las virtudes de su pueblo.

“Esos tipos sí que fueron vanguardia” dijo Rodolfo Walsh en 1970 durante una entrevista en la que Ricardo Piglia preguntó por el lugar de los escritores, las novelas y los libros de denuncia, “tipos como Scalabrini Ortiz en 1940”.

La generación de escritores que hicieron política, a la que perteneció Raúl Scalabrini Ortiz, surgieron como testigos por la dignidad de la Patria durante la “Década Infame”, dieron inicio al ejercicio del revisionismo histórico, sentaron las bases del pensamiento nacional y para ello se preguntaron por el ser nacional. ¿Cómo es?, ¿Está en formación?, ¿Qué es ser argentino? En aquellos años que comenzaron a pensarse los trabajos de reivindicación nacional, el poeta Homero Manzi escribió: “Tengo que optar por ser un hombre de letras, o hacer letras para los hombres”.

En los inicios de los años 30’, Scalabrini en la búsqueda por comprender la identidad nacional, escribió el ensayo conocido como el Martín Fierro porteño, “El hombre que está solo y espera”. El hombre de Corrientes y Esmeralda, piensa desde aquella esquina la ciudad, el país y el mundo evidenciando el carácter irreductiblemente central de la ciudad porteña en la República Argentina: “Un escupitajo o un suspiro arrojado en Salta o en Corrientes o en San Juan, rondando los cauces algún día llega a Buenos Aires”

En 1931, Scalabrini publicó el artículo “La ciudad está triste”. Retrató la inquietud social provocada por el desastre económico que se vivía en el país durante esos años. Millones de personas cayeron en la desocupación y la incertidumbre calaba en los huesos de los argentinos. Pero para Scalabrini, el dolor y la desazón que perturbaba la ciudad era una verdad que se revelaba: la ciudad “también es un fruto de la pampa”.

Scalabrini se lanzó a la investigación y rompió su tradición literaria, que había comenzado en 1926 con un libro de cuentos para descubrir cuáles eran las causas del drama de la dependencia, y se preguntaba: ¿Qué es la Argentina? ¿Qué cosas hay en Argentina? Respondía: “Hay ferrocarriles, pero son ingleses. Hay frigoríficos, son ingleses. Hay una importante compañía telefónica, es inglesa. Hay puertos, pero en general los tienen los ferrocarriles, si no están entregados en concesión a las grandes compañías exportadoras que son todas europeas. Hay usinas eléctricas en todo el interior, pero pertenecen American Power Company. El País exporta, pero no exporta en barcos propios, no tiene barcos, y no puede definir el precio de sus exportaciones. Entonces, Scalabrini llegó a la conclusión de que el país tenía bandera e himno, pero no soberanía.

En 1933 participó de la revolución del Paso de los Libres, pero terminó preso. En prisión le dieron dos opciones, la cárcel o el exilio; Raúl eligió el exilio con la condición de poder casarse previamente con su compañera Mercedes Comaleras, y en su libreta de matrimonio figuraba como domicilio el Departamento de Policía. Juntos tuvieron cinco hijes. A su retorno conoce a Arturo Jauretche y ambos comenzaron a colaborar en el diario Señales, donde Scalabrini publicó los artículos que después aparecerán en su libro Política británica en el Río de la Plata en 1936. En aquellas páginas denuncia el carácter anti industrialista del trazado ferroviario. Años después resumiría: “La tela de araña metálica ha aprisionado la mosca de la república”.

Scalabrini denunció en estos ensayos periodísticos, que el trazado de las vías en forma de abanico no era solo un diseño que impedía la conexión entre las provincias, sino que tenía un único sentido al desembocar en Buenos Aires, que era el de una economía doblegada al interés británico. El trazado abanico, era el trazado de una estructura nacional dependiente y colonial. Así descubrió cómo funcionaba el sometimiento argentino, y cuestionó la historia oficial: “Todo lo que nos rodea es falso e irreal. Falsa la historia que nos enseñaron, falsas las creencias económicas que nos imbuyeron. Falsas las perspectivas mundiales que nos presentan. Falsas las disyuntivas políticas que nos ofrecen”.

En 1935 se constituyó la Fuerza de Orientación Radical de la Nueva Argentina. Scalabrini no se afiliaría nunca al radicalismo, pero escribiría en los cuadernos de FORJA, que utilizó como plataforma para difundir sus ideas. Uno de sus más conocidas publicaciones de esa época se tituló “Petróleo e imperialismo”. Finalmente, en 1940, publicó Historia de los ferrocarriles argentinos.

El 10 de julio de 1944, Perón inauguró la cátedra de Defensa Nacional en la Universidad de La Plata. Galasso escribió sobre ese hecho histórico: “Perón dice que un país no es soberano si no tiene flota propia, que un país no es soberano si no tiene servicios públicos propios…Scalabrini se sorprende, y cuando termina la conferencia, un grupo de gente va a cenar, y en la misma tarjeta del menú que le hace llegar por un chico de FORJA a Perón, le pone atrás “Le vamos a pedir los trencitos”, y lo firma. Perón entonces se acerca, conversan, y le dice “lo vamos a hacer, tenga paciencia pero lo vamos a hacer”. Casi cuatro años después del acontecimiento en el Jockey Club, el primero de marzo de 1948, el General Juan Domingo Perón nacionalizó oficialmente los trenes argentinos.

Recuperada de Revista La Baldrich

En su libro de poemas “Tierra sin nada, tierra de profetas”, Scalabrini publicó la crónica titulada” Emoción para ayudar a comprender”

“Corría el mes de octubre de 1945. El sol caía a plomo sobre la Plaza de Mayo, cuando inesperadamente enormes columnas de obreros comenzaron a llegar. Venían con su traje de fajina, porque acudían directamente desde sus fábricas y talleres. No era esa muchedumbre un poco envarada que los domingos invade los parques de diversiones con hábitos de burgués barato. Frente a mis ojos desfilaban rostros atezados, brazos membrudos, torsos fornidos, con las greñas al aire y las vestiduras escasas cubiertas de pringues, de restos de brea, de grasas y de aceites. Llegaban cantando y vociferando unidos en una sola fe. Era la muchedumbre más heteróclita que la imaginación puede concebir. Los rastros de sus orígenes se traslucían en sus fisonomías. Descendientes de meridionales europeos iban junto al rubio de trazos nórdicos y al trigueño de pelo duro en que la sangre de un indio lejano sobrevivía aún… Era el subsuelo de la patria sublevado. Era el cimiento básico de la nación que asomaba, como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción del terremoto. Era el substracto de nuestra idiosincrasia y de nuestras posibilidades colectivas allí presente en su primordialidad sin restos y sin disimulo. Era el de nadie y el sin nada, en una multiplicidad casi infinita de gamas y matices humanos, aglutinados por el mismo estremecimiento y el mismo impulso, sostenidos por la misma verdad que una sola palabra traducía.”

 Durante su primer gobierno, Perón le ofreció a Scalabrini el Ministerio de Transporte pero no lo aceptó, también la Dirección de Ferrocarriles pero tampoco la aceptó. Simplemente en esos años se dedicó a plantar álamos en Entre Ríos; después de todo, su profesión era la Agrimensura.

Años después, en las elecciones de 1958 -durante la proscripción del peronismo-, Scalabrini apoyó la candidatura de Frondizi. Pero el acompañamiento al gobierno se terminó cuando se dieron a conocer las cláusulas de los Contratos Petroleros firmados por Frondizi con Standard Oil. En su último artículo en la revista Qué propuso aplicar las mismas políticas soberanas al petróleo que las había desarrollado Perón con los ferrocarriles.

En 1959, a sus 61 años, Scalabrini enferma de cáncer de pulmón. No lo pudieron operar, y no había solución. No salió más a la calle y se replegó en la casa que alquilaba en la calle Juan Bautista Alberdi 1165, en Olivos. Llevó su cama a la biblioteca, porque quería morir entre sus libros, y pasó sus últimos meses allí. Raúl Scalabrini Ortiz falleció el 30 de mayo de ese mismo año. Exactamente hace 61 años.

En 1965, se publicó el libro póstumo “Bases para la Reconstrucción nacional”, en el que gracias al desvelado trabajo de su compañera Mercedes Comaleras, se recopilaron más de 100 artículos para que las nuevas generaciones protagonzaran la ardua batalla por la liberación nacional. Las bases estaban dadas.

Durante la última dictadura militar, Marcela Comaleras que aún vivía sola en la casa de Olivos, no pudo afrontar los gastos y se vio obligada a devolver la propiedad. Dos de sus hijos estaban exiliados, Matilde en Venezuela y Jorge en Francia. Martín Scalabrini Ortiz cuenta: “Mi abuela había vivido durante muchos años allí, y era consciente de que se trataba de un lugar histórico aunque el contexto de aquel momento no lo reconociera. Por eso, cuando todo quedó vacío, cuando todos los libros fueron retirados, cuando el silencio se adueñaba del lugar, tomó un aerosol con pintura roja y con letras bien claras escribió, en una de las paredes de lo que era la biblioteca: Aquí se defendió a la patria”.

“Desalojemos de nuestra inteligencia la idea de la facilidad. No es tarea fácil la que hemos acometido, Pero no es tarea ingrata. Luchar por un alto fin es el goce mayor que se ofrece a la perspectiva del hombre. Luchar es, en cierta manera, sinónimo de vivir: Se lucha con la gleba para extraer un puñado de trigo. Se lucha con el mar para transportar de un extremo a otro del planeta mercaderías y ansiedades. Se lucha con la pluma. Se lucha con la espada. El que no lucha, se estanca, como el agua. El que se estanca se pudre”.

Raúl Scalabrini Ortiz.

* Estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social de la FPyCS de la UNLP
Tener hambre cuesta vida

Tener hambre cuesta vida

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Alex Campo se llamaba el pibe.
Alex Campo tenía hambre.
A Alex Campo lo asesinó Rodolfo Sánchez.

Durante las vísperas del 25 de Mayo, en un campo de Cañuelas (precisamente en el kilómetro 72,5 de la ruta 205), un pibe de 16 años buscaba liebres para cazar con dos amigos y algunos galgos. Querían algo para comer, pero se cruzaron con un impune de la oligarquía, un patrón de estancia, dueño de la tierra y al parecer, de las vidas que se cruza. Uno de esos que no pueden ver más allá de sus vidrios polarizados o su codicia recalcitrante. Uno de esos que gana y gana y gana, sin saber nunca lo que es perder.

Los dos amigos del barrio Guzzetti que acompañaban a Alex, José Luis y Agustín, contaron que Sánchez les dijo: “Levántelo y llévenselo de acá”, desde su Dodge RAM 4×4. Nunca se bajó de su asiento. Antes de intentar salvarle la vida al pibe, decidió llamar al 911 para decir que “habían entrado a robarle”. Decidió matarlo.

“Es un campo pelado, no hay ningún animal en 3 km a la redonda”, “el lugar se describe como un descampado con amplios caminos de tierra asentada para la circulación de vehículos” son algunas de las frases que se repiten en las declaraciones de amigos y familiares de Alex, pero los testimonios de Sánchez parecen intentar tapar el sol con las manos: “Vi a dos personas que se iban llevando un ternero en brazos. Fui hacia la zona tocando bocina y mientras los perseguía apareció otra persona de la nada, no sé si de abajo del paso o de atrás de una vaca, por lo que intenté frenar de golpe y eludirlo pero no pude porque había rocío y las gomas de la camioneta están gastadas”.

¿La atención puesta en un supuesto ternero no le permitió ver que iba a matarlo? ¿”De la nada”? ¿no lo vio hasta abrirle la cabeza y desgarrarle el hígado? El informe de su autopsia demuestra que murió por el impacto del vehículo. Sánchez declaró haber conducido a “20 o 30 kilómetros porque había vacas y caballos en el lugar” pero los daños causados en el cuerpo de Alex aseguran que el impacto sucedió a unos 60 o 70 kilómetros, por lo menos. La vista estaba clara y la decisión, también.

Uno de los hermanos de Alex relató: “Cuando me acerqué, vino la policía. Les pedí que me ayudaran y el tipo se acercó y en vez de pedir que ayudaran a mi hermano, dijo ‘ahí está tirado el chorro’”.

Noelia Campo, tía de la víctima aseguró que “Alex era tranquilo, no hay nadie que hablara mal de él. Era un buen chico, solo queremos justicia.” La causa, que está a cargo de la fiscal Norma Pippo, fue caratulada como “homicidio agravado por alevosía” y prevé la pena de prisión perpetua.

Pablo Sánchez, padre del asesino, fue propietario de una estación “Shell” ubicada sobre la ruta 205 y afiliado a la Sociedad Rural local. Paralelamente, se dedicó a la actividad agropecuaria en un campo cerca del paraje “El Taladro”, en Cañuelas, provincia de Buenos Aires. Rodolfo continúa el mismo camino, dedicándose a la cría de caballos. Compitió durante muchos años en Endurance, una disciplina hípica de resistencia y estrategia. Ganó competencias y representó al país en un mundial que se desarrolló en Dubái en 1998, obteniendo el cuarto puesto. Tuvo un accidente que lo desvió de su carrera, pero no perdió; Sánchez no sabe lo que es perder.

Luego de ser detenido, se conoció que la camioneta que conducía contaba con 20 infracciones de tránsito en CABA y Provincia de Buenos Aires, sumando un monto de 75 mil pesos. De esas 20, ocho fueron por exceso de velocidad.

También se supo que el estanciero se dedica a los negocios inmobiliarios y la lotería. Tiene cheques rechazados en el transcurso de estos meses por falta de fondos y aportes impagos a sus empleados. No es lo último, por supuesto. Contrajo deudas con ARBA, carga con tres juicios pendientes: dos por las patentes de la camioneta con la que mató a Axel (que son de 400 mil pesos) y uno por no pagar el impuesto inmobiliario.

Alex era un pibe de 16 años, estudiaba en la Escuela Media N° 2 de Cañuelas, trabajaba como peón de albañil y durante un tiempo, jugó en el club de rugby “Las Cañas”. Se había comprado su primera moto, empezó a militar en el MTL (Movimiento Territorial de Liberación), participaba en un comedor del barrio y cuando podía, en la murga. Era un pibe que como muchos otros, se cruzó con los abanderados de la propiedad privada, los famosos dueños de la pelota.

Dentro de este sistema capitalista, la propiedad privada se encuentra por encima de la vida y este crimen demuestra, una vez más, que la oligarquía agraria de Argentina estrecha lazos constantemente con “la mano dura” y con el desprecio por la vida de todos aquellos que circulan por fuera de sus alambres de púa electrificados, por la de todos los sectores populares que sostienen familias enteras tejiendo lazos de solidaridad. Solidaridad que nunca conocerán porque dentro de sus muros, quien aplasta más cabezas, gana.

Son ellos, que han sabido arrebatar sueños y perpetuar dolores, aquellos que viven en una realidad paralela y no saben lo que es tener la panza vacía. Aquellos que nunca supieron lo que es perder nada. Los mismos de siempre.

Pasaron pocos días del 25 de Mayo, pasaron 210 años desde que decidimos conformar el primer gobierno patrio para sacarnos de encima a los colonizadores, reyes y señores. Pero acá estamos, seguimos como en ese momento dando la vida para terminar con las desigualdades de nacimiento, seguimos dando la vida para construir una patria justa, libre y soberana. Seguimos dando la vida para que nunca más, ningún Rodolfo Sánchez arranque de raíz los sueños de los nuestros. Seguimos dando la vida para que esa patria justa, soberana y libre se convierta en una realidad. 


Militante de la juventud de la Corriente Nuestra Patria Berisso 
y estudiante de Ciencias de la Educación en la UNLP.
51 años del Cordobazo

51 años del Cordobazo

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

POR FELIPE BERTOLA*

Entre un griterío infernal, el ruido de sirenas, las detonaciones, el aire seco picoso de los gases lacrimógenos, y la luz amarillenta de los viejos faroles de los camiones policiales de Córdoba, que cortaban la oscuridad de Plaza Colón, gatillaron tres veces a quemarropa sobre Santiago Pampillón.


Una ráfaga de metralla calibre 20 mm, cayó sobre les transeúntes que cruzaban Plaza de Mayo; un instante después, una gran cantidad de bombas impactaron en los techos de Casa Rosada, la Residencia Presidencial y el edificio de la CGT. Desde el cielo, la Armada Argentina bombardeó y disparó contra su pueblo. Al lado del nombre de cada avión de guerra de nuestra nación, se podía ver todavía con pintura fresca, la insignia de la cruz.

Tres meses después, Perón debe escapar exiliado a Paraguay. Tras la gorra del General Aramburu y la denominada Revolución Libertadora, la derecha más reaccionaria, el radicalismo, la iglesia y algunos sectores socialistas, derrocaron al gobierno popular de Juan Domingo Perón. Hubo fusilamientos y encarcelamientos a dirigentes políticos, se prohibió el justicialismo; hasta los recuerdos que guardaban los más humildes fueron censurados.

Este pueblo conoce los tiempos duros. Sabe bien como se siente el sabor en la boca de lágrima mezclada con saliva, tierra y moco, después de haber sido arrastrado por el piso, y luego quedar con la bota del enemigo en la cabeza; estas cosas las conoce, hace quinientos años que las experimenta. Pero de lo que nunca estuvo al tanto fue de la derrota: no conoce el sentimiento de resignación, el de bajar la nuca, mirarse los pies y decir – Nos vencieron. No. Por eso, dirigidos por John William Cooke, mediante la clandestinidad y  los “caños”, nació la Resistencia Peronista.

Para la década del 60, la CGT dirigida por Vandor negociaba con los gobiernos radicales que emergieron con la proscripción, dejando siempre los salarios a la baja.  Ante esto, en el interior del país, sectores de base,  iban conformando sindicatos combativos, que tenían como columna vertebral la experiencia de la Resistencia Peronista.

En América Latina, los frentes de liberación nacional iban tomando fuerza. Cuba era un faro en el que miles de militantes de todo el continente proyectaban su futuro. En Argentina, los procesos de guerrilla rural ya tenían dos antecedentes: Uturuncos, brazo armado de la Resistencia Peronista y el Ejército Guerrillero del Pueblo, conducido por Jorge Ricardo Masetti, hombre de extrema confianza del Che. Contra esta avanzada revolucionaria que tomaba el continente, el imperio Norteamericano contestó organizando desde la Escuela de las Américas, dictaduras sangrientas y asesinas. Siguiendo esta línea, el 28 de junio de 1966 el militar Juan Carlos Onganía derrocaba al Radical Arturo Umberto Illia, y se autoproclamaba presidente, con la Doctrina de Seguridad Nacional como primera bandera.

Un mes después La Policía Federal, entraba a cinco Universidades de la UBA y reprimía a docentes y estudiantes; el acontecimiento es recordado como Noche de los Bastones Largos. Ante esta situación, la Federación Universitaria de Córdoba convocó a una asamblea en Plaza Colón para discutir un plan de lucha. Les estudiantes fueron emboscades y cazades por la policía. El obrero y alumno de segundo año de Ingeniería Santiago Pampillón fue asesinado. La muerte de Santiago Pampillón comenzó a fundar la unidad de les trabajadores y les estudiantes ante un mismo enemigo, la dictadura.

Onganía devaluó la moneda y congeló salarios por dos años y la CGT de Vandor aceptó estas medidas. Los sindicatos se rompieron y nació la CGT de los Argentinos; Raimundo Ongaro la encabezaba. En Tucumán y Rosario se tomaron las primeras medidas de fuerza contra el plan económico del gobierno. La policía reprimió y contuvo el malestar a balazos. 

La dictadura iba aumentado sus niveles de violencia a pasos agigantados, e intentaba asfixiar cualquier espacio de organización popular. Para mediados del ’68, las Fuerzas Armadas Peronistas hacían su primera aparición. Onganía quitaba el Sábado Inglés. En Córdoba los obreros metalúrgicos comenzaban a organizarse.

Desde la Región Centro, se convocaba a un Paro Nacional para el 30 de mayo de 1969, intentando torcerle el brazo a Vandor y la CGT que tenía mayor fuerza en Buenos Aires. Agustín Tosco, referente marxista de Luz y Fuerza, era la principal voz de los sindicatos del interior y el mayor exponente del paro del 30 de mayo. La CGT de los Argentinos adhiere. Raimundo Ongaro viaja a Córdoba para ser orador durante el paro, pero es detenido por la policía. La medida de fuerza, entonces, se pasa al 29 de mayo.

Esa mañana miles de obreros partieron del cordón industrial cordobés hacia la Capital de la Provincia. Los camiones de la fábrica Renault Ika salían rebalsados de trabajadores. Desde la planta de Epec salió la columna más grande, la de Luz y Fuerza, conducida por Agustín Tosco. Desde la Ciudad Universitaria del Barrio Clínicas, miles de estudiantes marcharon hacia la Capital, apoyando los reclamos y uniéndose a les trabajadores.

Todas las columnas fueron reprimidas. Para al mediodía fue asesinado Máximo Mena, trabajador de Renault. Ante el enojo del pueblo, no alcanzaron gases ni las balas para frenarlo. La provincia quedó tomada. Esa noche no se mantuvo en pie un solo vidrio; las molotov se encargaron de explotar e incendiar cualquier sucursal bancaria del stablishment. Al día siguiente, el Ejercito Argentino avanzó sobre los obreros y estudiantes. La fecha y pueblada popular es recordada como Cordobazo.

Luego del Cordobazo, el gobernador presentó la renuncia; Onganía empezó a tambalear ante la resistencia popular. Exactamente un año después, es secuestrado Pedro Eugenio Aramburu, el militar que derrocó a Juan Domingo Perón y que meses antes había bombardeado Plaza de Mayo. Aramburu es asesinado por la Agrupación Montoneros que, con ese acto, hacía publica su aparición. Ante esto Onganía cede su lugar al militar Marcelo Levingston, que al poco tiempo sufrirá el segundo Cordobazo, el  Viborazo.

51 años después, la unidad entre obreros y estudiantes se mantiene en pie, demostrando que la lucha es una sola. En cada aula o cualquier lugar de trabajo, Santiago Pampillón nos marca el camino, para que no nos equivoquemos y no perdamos de vista el fin: la segunda y definitiva independencia.


* Periodista, columnista del programa No Se Mancha (Radio Estación Sur - FM 91.7) y de Hijos de 30.000 (Radio UNLP - FM 107.5), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
Una cosa lleva a la otra, y la pandemia la desborda

Una cosa lleva a la otra, y la pandemia la desborda

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.Por Jorgelina Urra*

A estas alturas la agenda mundial está marcada por la pandemia: a cada paso intentamos desentramar los focos de conflicto que van estallando, aquí y allá, lo que después de cuatro años de desinformación, encubrimientos y des-financiamiento, se torna tedioso, e incluso confuso. En este caso se trata de las diferencias entre el sistema de salud privado y el público, para lo cual es necesario rebobinar en el viejo casette de la memoria algunos datos históricos.

En años posteriores a la dictadura, las políticas públicas que habían existido durante los gobiernos de Perón, no resurgieron como tales y eso le permitió al menemismo sembrar una etapa de raigambre neoliberal que caló hondo en la disputa de sentidos. Implantaron la definición de salud como mercancía, como un bien al que solo algunes podían acceder; les trabajadores se volvieron desechables y les pacientes, clientes, lo que le permitió al mercado operar a gusto y piacere. El tipo de atención variaba según el bolsillo de quien ostentara acceder al servicio de una cobertura integral, y quienes no tenían nada, o sea la gran mayoría del pueblo, debían conformarse con un sistema de salud público de malo para abajo. Fueron años en donde realizaron el minucioso trabajo de convencer a través de grandes y vacías propuestas de avances y de inserción en el primer mundo, mientras el poder del sector privado iba en crecida.

 

Lo dice el Doctor

Maximiliano Rugnone es médico de familia y cuidados paliativos (MN 148479 MP 454040) y hasta hace poco tiempo trabajaba para la guardia de un sanatorio privado. Había entrado en condición de monotributista, y su pelea por mejoras en los términos de pago y en la atención que se brindaba desde el sanatorio lo llevaron a tener que renunciar. Nadie se hacía cargo, no había respuestas a las demandas y con el correr de los días y la gravedad en que se encontraba el sistema producto de la pandemia, su labor era aun más desvalorizada. Su sueldo era muy bajo: cobraba por paciente –léase clientes para el mercado de la medicina- y ni hablar de la exigencia física y mental que conllevaba examinar a esa cantidad de personas. Enseguida hizo público, a través de redes sociales, su reclamo a estas empresas. Y pidió disculpas si en algún momento había ejercido mal su profesión.

Cuando se le consultó sobre las coberturas médicas y los seguros de salud y cómo veía la situación hoy en día, dado que afrontamos una pandemia, respondió que “las obras sociales y las prepagas son un NEGOCIO: con lo que no les conviene económicamente, buscan el bache legal (o no) para desecharlo y expulsarlo al sistema público, que lo absorbe y hace lo que puede. Hoy por hoy, en uno de mis lugares de trabajo, recibimos muchos pacientes con prepagas malas y otras de mucho renombre, para resolverles temas de seguimiento de enfermedades crónicas y para hacerles recetas, porque el sistema privado no da respuesta. Además de que la violencia de género y las enfermedades psiquiátricas han aumentado muchísimo, hay una pobre respuesta del sistema privado. Pienso y me queda picando la idea de que la pandemia no es negocio”.

Durante casi dos años le tocó brindar atención a un aproximado de entre 60 y 80 pacientes en ocho horas. Siendo optimistas, si pensamos que eran 60, el tiempo de atención era de aproximadamente siete minutos por paciente. Es imposible creer que en ese tiempo se puede avanzar en el seguimiento de enfermedades, o mínimamente dedicarles a los pacientes el tiempo correspondiente, pero no tenía opción; era el único médico de guardia.

Maximiliano hace varios minutos que viene hablando del sistema de salud, las responsabilidades de les trabajadores de la salud y caracterizando cuáles son las dificultades en las que se encuentra el sistema, pero hay algo que no puede dejar de mencionar y se le nota en la mirada que eso le molesta demasiado. En un tono de voz tranquilo, que busca por momentos entender algunas cosas, y entre el cansancio de la jornada y los problemas que van surgiendo, ese tono se transforma en denuncia, en bronca acumulada que tiene ganas de salir, pero como si se percatara de que puede sonar arrogante, suelta una pequeña risa a modo de consuelo y dice: “No es época de cacerolazos por ejemplo. No sirven, no suman, son hipócritas, no tienen coherencia, no tienen nada… No es época de aplausos, no es época quizá hasta de reírse de algunos chistes que por lo general hacemos, es una época donde tenemos que estar todos actuando con coherencia, al que le toca quedarse en su casa, se queda en su casa”.

Estos reclamos que Maximiliano escucha de cerca o de lejos, no son del todo claros. Desde los balcones de un piso en Belgrano y con una Essen en la mano, repiquetean sobre el metal de la cacerola, les vecines indignades. Piden que les polítiques se bajen los sueldos, que no se cobre el impuesto a las riquezas. No están de acuerdo con que un puñado de tipos que son cómplices de una deuda, enriquecidos en dictadura u operadores mediáticos, paguen un impuesto que representa una migaja de toda la guita que tienen. Ahora bien, al día siguiente, esa misma gente, desde los balcones de barrio norte, aplaude orgullosa a les mediques por la labor que realizan; les trabajadores necesitan suministros mientras el sistema se desborda y reciben aplausos.

 

¿El problema es la pandemia o el sistema?

La restauración de derechos implementada durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, no bastó para extinguir el germen ideológico liberal. La batalla cultural no fue ni será nada fácil de ganar, porque las trabas en el sistema no cesan y los intereses de los grupos de poder no retroceden fácilmente. Los monopolios mediáticos maniáticos al servicio del liberalismo se encargaron de darle aliento una y otra vez al sistema liberal, lo escondieron bajo slogans bien decorados, contrataron operadores de la peor cepa para defender a los indefendibles y así dar paso al caballo de Troya: Macri y su ejército de inoperantes. El 10 de diciembre de 2019, cuando la formula Fernández asumía, no teníamos Ministerio de Salud.

No está mal el hecho de aplaudir como forma de reconocimiento, sino que se debe saber a qué se aplaude. El sistema de Salud Pública viene de atravesar un devastador desfinanciamiento, reduccionista y precario. Ginés González García (Ministro de Salud) planteó que el estado en el que se encuentra tanto el sistema público, como el privado, está completamente vulnerado: se necesitan recursos, y ya no pueden salir de los bolsillos de quienes apenas hemos sobrevivido al macrismo. Que se anote la deuda a la cuenta de les riques.

 


* Entiende que para que las ideas no mueran hay que escribir, pero como el lenguaje es un universo 
lleno de palabras muertas y consejos de la RAE; prefiere hablar desde el léxico revolucionarie.

 

El partido más importante que debe jugar el fútbol

El partido más importante que debe jugar el fútbol

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

Por Eduard Paz*

Si bien la violencia de género y el machismo no distinguen clase social, economía o deporte alguno, es necesario hablar y ver qué es lo que sucede dentro del fútbol, un espacio donde ambas cosas parecen no tener fin. Hay que ver las herramientas que se tienen para combatir las violencias y analizar las acciones que toman las instituciones deportivas con los casos que se generan.


La violencia de género, en cualquier modo de expresión, no debe ser menospreciada. Hay que saber que es un tema muy serio y  que debe ser evitado a toda costa, en este caso por lo jugadores. Igualmente, detrás de ellos se encuentran dirigentes que muchas veces tratan de tapar lo que sucede, como quien quiere tapar al sol con un dedo.

Si nos volcamos a los delitos cometidos en estos casos, donde comúnmente hay agresiones y amenazas, el Código Penal deja bien en claro las penas a cumplir. Por agresiones y lesiones leves rige el artículo 89 que norma que “se impondrá prisión de un mes a un año, al que causare a otro, en el cuerpo o en la salud, un daño que no esté previsto”. Con respecto a las amenazas, debemos ir a delitos contra la libertad, y aqui el artículo 149 bis, explica que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años el que hiciere uso de amenazas para alarmar o amedrentar a una o más personas”.

Uno de los casos más recientes de violencia de género en el ámbito futbolero, fue el protagonizado por Sebastián Villa, jugador de Boca Juniors, quien fue acusado de violentar y golpear a su ex pareja. Se le abrió una causa en su contra y se habla de que podría recibir de 5 a 10 años de prisión por sus actos. Por su parte, el club xeneixe le prohibió salir del país.

Siguiendo por casos similares en Boca Juniors, Edwin Cardona y Wilmar Barrios fueron denunciados por maltrato y acusados de abuso sexual por tres mujeres, pero luego fueron absueltos del caso.

River y Racing también han tenido situaciones así en el 2019. Por el lado de River, aparece Rafael Borré como el único apuntado. La denuncia fue protagonizada por la piloto de carreras Romina Elisabet Re, pero la misma luego sería levantada por un acuerdo extrajudicial. Por el lado de Racing, Jonathan Cristaldo fue acusado por su esposa de adredirla físicamente. La sanción que tuvo por parte del club fue la separación del plantel por un periodo corto de tiempo y luego volvería como si nada a las canchas.

Los actos anteriores demuestran, en su mayoría, la resolución que se tiene. Los mismos no salen de arreglar las cosas extra judicialmente (por fuera de la ley) o con una sanción mínima de los dirigentes para con el jugador. Vemos por un lado cómo, por tratarse de jugadores importantes para el plantel, se intenta que el caso quede en el olvido y que no se ensucie el nombre de al institución; y por otro, el incesante deseo de que vuelvan a las canchas y sigan desplegando su talento con la pelota, como si nada hubiera pasado.

Pareciera ser todo negativo pero hay algo bien claro: desde que se empezaron a abrir espacios de género -a veces por fuera de los clubes porque no hay una definición política de las comisiones directivas de crear espacios que discutan las lógicas machistas- algo empezó a cambiar con respecto a estos temas en las instituciones deportivas.

Feminismo Xeneize, un espacio extrainstitucional porque Boca aún no ha discutido esta cuestión, elevó un comunicado luego del caso Villa en que afirman que más que nunca están convencidas de “que la organización feminista es el verdadero camino para la transformación”, pero donde también desmuestran su preocupación en tanto “las instituciones deportivas todavía muestran dificultades para estar a la altura de las circunstancias”, reclamando que sin áreas de género institucionales y sin protocolos para actuar en casos de violencia, no hay cambio posible.

¿Qué es un protocolo de violencia?

El protocolo de violencia permite que se tomen ciertas medidas y precauciones ante los actos delictivos de violencia de género que puedan llegar a cometer los jugadores. Desde ser sancionados económicamente y apartados del plantel, hasta el punto de rescindirle el contrato y ser desligado en su totalidad de la institución deportiva.

Este protocolo empezó a ser tomado en cuenta y ser utilizado por unos pocos clubes en nuestro país. El primero en tener uno fue Vélez Sarsfield, equipo que en la actualidad no tuvo ningún caso que se asemeje a lo ya lo mencionado, dejando en claro qué es una herramienta más que positiva para cortar con todo esto.

En este contexto, viendo como se desenvuelve todo, las soluciones están en que los jugadores deben ser educados con perspectiva de género en el transcurso de su formación; que los dirigentes pongan mano dura con este asunto y que no dejen ningún espacio institucional por fuera de esta lógica; y la que es más importante: que se tomen en cuenta y tengan real incidencia los feminismos y las áreas de género en las instituciones deportivas para dar al fin como ganado este partido en el fútbol.


* Sureño instalado en la ciudad de las diagonales. Fiel pensante de que lo político y lo deportivo 
van de la mano. Apasionado y siempre al servicio de la comunicación del pueblo y su deporte.
“Cordobazo” anticuarentenoso

“Cordobazo” anticuarentenoso

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Agustina Flores*

 

“Economía vs. Salud” es una dicotomía muy discutida en el último tiempo y que solo ha logrado enfrentar a sectores y ser usada como arma política. El pasado viernes, un grupo de comerciantes autoconvocados del Mercado Norte de la capital cordobesa, se manifestaron en frente del cabildo pidiendo la apertura de la economía. Otras ciudades como Mar del Plata, Salta, La Plata y Adrogué siguieron los mismos pasos y manifestaron su descontento con la “estricta” cuarentena que transitan.

Los manifestantes leyeron un comunicado en el que solicitaron abrir toda la economía y crear una mesa de trabajo con las autoridades. También exigieron diferir el pago de las tarifas de luz y gas, eximir a los comercios de impuestos provinciales y tasas municipales mientras dure la cuarentena y flexibilizar las condiciones de contratos de trabajo ante la imposibilidad del pago de salarios.

La situación comenzó hace semanas cuando se empezó a organizar una apertura de comercios con el lema “#NosFundimos”, que se concretó el 11 de mayo con la apertura de los mismos. Sin embargo, el Mercado Norte debió cerrar sus puertas el pasado sábado 16, a raíz de la detección de un caso positivo de coronavirus en un supermercado ubicado a una cuadra de distancia.

En redes hubo más acción que en las calles. El factor más llamativo es que se hizo alusión al Cordobazo, la resistencia del pueblo ante las medidas tomadas bajo la dictadura de Onganía. De acuerdo a discursos neoliberales, las medidas tomadas durante la pandemia son autoritarias y acusan al gobierno de suspender el Estado de derecho, al igual que de restringir libertades y derechos básicos.

 

 

Twitter, hábitat de trolls y generadores de fake news, fue el escenario de disputa: el hashtag “#Cordobazo” fue tendencia durante todo el día. Los personajes anti cuarentena se fortalecieron con las protestas y detrás de un usuario de Twitter comenzaron a generar controversia, tal vez más de la que en realidad querían.

Las fotos que acompañaban los tweets llamaban la atención con incendios y mucha aglomeración de gente. Luego se supo que no eran parte del “Cordobazo” del 22 de mayo, sino de protestas que habían tomado lugar días antes. En esa oportunidad, choferes del transporte urbano se habían movilizado reclamando el cobro de parte del salario de abril que aún le adeudan las empresas, y los municipales se manifestaron en contra del proyecto que recorta la jornada laboral y reduce los salarios.

Si bien es preocupante la situación por el cierre masivo de negocios, la discusión entre las dos grandes variantes solo genera la descontextualización y la tergiversación los hechos. No hace falta mirar muy lejos para darse cuenta que las medidas que priorizan la economía fracasan en países como Brasil, que recientemente se ha convertido en el segundo país con más infectados (siendo su ejemplo a seguir el que ocupa el primer lugar).

Situación epidemióloga en la provincia

El pasado martes 19, el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), había decidido dar marcha atrás con la flexibilización hacia la fase tres por la detección de 55 casos positivos en tres días. Algunos de ellos estarían relacionados a un brote originado en el Mercado Norte -el cual los comerciantes exigen abrir en el “Cordobazo”- lo que causó el cierre de los negocios y el bloqueo de nueve manzanas en la zona desde el viernes 16. El primer contagiado habría sido un empleado, el resto familiares y clientes a raíz de este.

La efervescencia del rol de “juez” del barrio y del continuo control de lo que sucede en las calles, llevó a que vecinos amenazarán con prender fuego la casa de la familia contagiada, por lo que seguirán cumpliendo el aislamiento total durante los 14 días lejos de su hogar. La policía de la provincia se hará responsable de la custodia en la vivienda de la familia.

Luego de una semana de testeos y deliberación hoy se retomará nuevamente la fase cuatro. La razón es la disminución de los casos y el traslado del foco de contagio a otras zonas, los locatarios y empleados de los comercios dieron negativo y estarían en condiciones de volver a trabajar. Además del apriete de los comerciantes en las calles y redes, que por más que exigían una total apertura económica, se ven satisfechos con el veredicto.

Si bien existe un protocolo que cada negocio debe cumplir, la provincia -y el país- estará observando de cerca las consecuencias que pueden generarse. Un error y se puede igualar la cantidad de contagios con respecto al último brote, si los hechos comenzaron de la misma forma hay algo que no se está analizando por completo.

 

Fuente: La Nación

Sentidos comunes que pasean en el aire de televisores y radios hegemónicas no aparecieron de la nada, son incentivados por cierto sector opositor cuyo poder depende del mercado. Como lo es el caso del ex presidente Mauricio Macri y la ex Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quienes adhirieron a un comunicado de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) cuyo nombre ya es curiosamente acusador: “Que la pandemia no sea un pretexto para el autoritarismo”.

Argentina llegaría a 80 días de aislamiento social, preventivo y obligatorio con la extensión estipulada hasta junio, lo cual la convierte en el país con la cuarentena más larga del mundo. La grieta se intensificó generando descontentos en la oposición y los sectores amenos a ellos.

“No es verdad que si abrimos la cuarentena la economía se vuelve próspera”comentó el presidente Alberto Fernández en C5N. Caso que lo demuestra es el de la Ciudad de Buenos Aires donde se habilitó el 60% de los comercios, de los cuales abrió el 40%, y de ese 40% se vendió el 30% de lo que vendía: “No están los consumidores, abrir los comercios es una invitación a salir”.

La provincia, al ser una de las más pobladas, se encuentra en especial observación, aun más después de los brotes de decenas de personas infectadas. La evidencia de que la única “cura” es el aislamiento, es innegable; así que por lo menos hasta el 7 de junio, a nosotres nos toca quedarnos en casa, evitando el virus, y a los comercios abiertos, cuidarse para cuidarnos.

 


* Hija de los vientos patagónicos. Compañera (in)esperada de la militancia para la liberación. 
Entusiasta del puño y la letra. Lo personal es político, el periodismo también.

Referencias:

https://www.nuevarioja.com.ar/11597-cordoba-capital-otra-vez-prueba-la-fase-cuatro-de-la-cuarentena

https://www.lavoz.com.ar/politica/estamos-al-borde-de-quiebra-reclamo-de-comerciantes-de-cordoba

https://www.infobae.com/politica/2020/05/26/alberto-fernandez-no-es-verdad-que-si-abrimos-la-cuarentena-la-economia-se-vuelve-prospera/

 

Casimiro Elías: “El gobierno sigue protegiendo intereses empresariales como ha sido a lo largo de toda la historia de nuestro país”

Casimiro Elías: “El gobierno sigue protegiendo intereses empresariales como ha sido a lo largo de toda la historia de nuestro país”

TIEMPO DE LECTURA: 15 min.

Revista Trinchera dialogó con el militante guatemalteco y actual Secretario Nacional de la Juventud del Movimiento Político “Winaq”, Rudy Israel Casimiro Elías, quien analizó la situación en su país ante la aparición del COVID-19.


¿Cuál era la situación general del país previa a la aparición de la pandemia?

Cabe recordar que Guatemala ha vivido una colonia de muchos, muchos años. Luego de ello, llevamos 80 años de gobiernos de derecha que han hundido al país y han entregado sus recursos, tanto a las oligarquías nacionales como a las mismas transnacionales que hacen alarde de las pocas riquezas que el país posee. Esto nos posiciona como uno de los países con altos índices de pobreza, de desigualdad, una educación precaria.

En los últimos años se ha retrocedido con gobiernos corruptos. Gobiernos que no les ha importado el pueblo, más allá de sus intereses empresariales y personales de quienes nos han gobernado.

Exactamente hace un año se dieron unas elecciones para un nuevo gobierno. Se terminó el período del ex presidente Jimmy Morales, completamente para el olvido, con cero ejecución a favor del pueblo y una retórica lucha por beneficiar a los sectores empresariales. Quedó electo un gobierno que comenzó el 14 de enero de este año. Otro personaje elegido por partidos de derecha.

En sí, Guatemala, hasta el momento es gobernado por la derecha y siempre respondiendo a intereses empresariales y no a las necesidades del pueblo. Esto nos deja en una situación compleja ante el COVID-19, porque no tenemos la capacidad hospitalaria, ni la inversión en salud y educación para hacer frente a una pandemia de estas magnitudes, que el mundo entero está enfrentando. Es una de las grandes características y desventajas que tiene nuestro gobierno, aunque los medios de comunicación llenen las columnas de los periódicos o los canales de televisión, diciendo que estamos preparados, que contamos con la infraestructura, esto no es cierto.

En Guatemala se siguen viviendo las secuelas del Consenso de Washington. Se busca la privatización de todos los servicios públicos, y entre estos, definitivamente, la salud. Por eso proliferan, abundan, hospitales y sanatorios de índole privado y el sector público olvidado, lo que lleva a que mucha gente prefiera ajustar sus ahorros para pagarse un tratamiento privado antes que dejarse morir en el sector público. Esto ayudará a entender que Guatemala no cuenta con la serie de infraestructuras necesarias para enfrentar esta pandemia que ya nos está llevando a todos.

¿Cómo caracterizarías la actitud del gobierno nacional para enfrentar al COVID-19?

El gobierno actual, como mencionaba, comenzó el 14 de enero y creo que ya se enfrenta a esta pandemia. No le ha dado tiempo de reaccionar ni de estar preparado.

Una de las características del gobierno es que no responde a los intereses del pueblo y esto se notó desde el primer día en que Guatemala se declara en alerta por el COVID-19 y se declara el estado de calamidad.

En primera hora, el presidente -el Dr Alejandro Giammattei Falla-, hace un llamado por cadena nacional para comunicarse al país y dejar en claro las medidas a tomar para enfrentar la pandemia. Medidas fuertes y muy acertadas que podían detener la propagación del virus. Pero resulta que 24 hs después, vuelve a hacer un enlace nacional para echar atrás ciertos puntos que se habían mencionado. Hizo más blando el confinamiento. Esto no sucedió porque al presidente se le haya ocurrido, sino porque el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), reaccionó de inmediato. Un sector que se iba a ver altamente afectado tuvo que actuar de inmediato y eso hizo que el gobierno retroceda en ciertas medidas.

Desde entonces el gobierno ha adoptado una actitud prepotente. A diario se están dando conferencias de prensa, se enlaza a nivel nacional a todos los medios de comunicación y salen a dar la cara, pero no permiten preguntas.

Otra de las características es que se han hecho préstamos millonarios (20 millardos para enfrentar la pandemia). Préstamos que ya fueron aprobados desde el congreso de la república y del gobierno central, pero que no se ven sus ejecuciones. Es algo por lo que el pueblo sigue luchando, porque no se ve donde está el auxilio del gobierno.

El gobierno sigue protegiendo intereses empresariales como ha sido a lo largo de toda la historia de nuestro país. Esto se puede analizar desde el decreto 15/2020. En este decreto, firmado por el Congreso de la República, establece que los servicios básicos -de momento- no puedan ser cobrados por las empresas y que a su vez estas no puedan cortarlos. La población no puede quedarse sin energía eléctrica, sin agua potable, internet u otras cuestiones. Este decreto protege al ciudadano para que no sufra. Ese pago se podría realizar en los 12 meses posteriores a la pandemia de forma diferida.

El señor presidente no sancionó la ley, decidió vetarla, por errores que él asume como errores técnicos y que la ley tenía ciertas lagunas. En sí, ocupó todo el tiempo para poder dar una respuesta, atrasando los procedimientos. Hasta hoy, que el congreso le devuelve la ley y la sanciona para su aprobación y nuevamente el presidente la bloquea. Lo hace porque la derecha en Guatemala, se ha caracterizado por gobernar pactando favores con el sector empresarial. Entonces no puede decirle a los dueños de la energía eléctrica que no se cobre o que no pueda hacer presión para cobrar porque eso los hundiría. El gobierno ha tomado esta actitud de proteger a los sectores poderosos, dejando desamparado al pueblo.

¿A qué le atribuís la actitud adoptada por el gobierno?

Hay un fenómeno que se da a nivel país, pero que se da en otros países de la región: los gobiernos de derecha, obviamente, responde a un sector y se busca sacar provecho de esta situación.

Guatemala se ha caracterizado que los estados de calamidad o estados de excepción, por situaciones del mismo occidente geográfico del país que es muy propenso a sufrir por daños climáticos y esas cuestiones, se han aprovechado para endeudar al país y para que algunos salgan beneficiados.

El gobierno que hoy está a la cabeza del país, tiene financistas y desde ese punto, hay que cumplierles. La pandemia se presta como anillo al dedo para pagar esos favores. Definitivamente se ha notado esa cercanía al sector empresarial nucleado  en el CACIF. Incluso en una de sus conferencias de prensa, el presidente sale rodeado de los representantes de estas cámaras de comercio, diciendo al país entero que no tengan pena, que ellos no van a ser tan malos, o que no van a cortar los servicios. Pero fue sólo un discurso, pero sin sancionar la ley 15/2020 que sería la que le garantizaría al ciudadano, el goce de los servicios básicos.

¿Qué efectividad consideras que tienen las medidas adoptadas?

A la fecha el país tiene más de 1100 contagios por COVID-19. Ya son más de 60 días desde que se comenzaron a adoptar ciertas medidas para la contención del virus. Pero resulta que en esta semana (precisamente ayer 16 de mayo), se declaró un confinamiento total (0 movilidad), las 24 hs del día. De 8 a 11 de la mañana hay un espacio leve para que alguien pueda ir a la tienda de barrio. Las medidas se han venido endureciendo cada día más.

Esto resume que los 60 días que se adoptaron al principio no fueron tan funcionales porque no ha permitido detener el avance del virus. Esto se relaciona a una cuestión que va más allá, porque el gobierno anterior firmó con EEUU el pacto para ser el tercer “país seguro” y de recibir a todos los deportados de ese país. Entonces hoy, Guatemala, recibe una gran cantidad de migrantes que vienen de los EEUU. Y no es que no se quieran recibir, el caso es que no los traen con las medidas necesarias, no se están cumpliendo con las pruebas al momento de entrar al país y esto ha generado que la propagación se siga dando.

Al final de cuenta, las medidas no han sido las más acertadas. Lo que sí se ha creado es una crisis económica en el pueblo.

¿Cuál ha sido la actitud de la oposición en esta situación? ¿Actuaron con prudencia y colaborando a mejorar o aprovecharon para golpear al gobierno?

En Guatemala se da la particularidad que existe una oposición, pero de nombre. Al final de cuentas, oposición, oposición no es. Y no lo es porque la correlación de fuerzas entre partidos progresistas o de izquierda, es una cuota muy baja. Es decir que de 163 diputados en el Congreso de la República, únicamente se cuenta con 18 diputados. Esto hace difícil que haya una verdadera oposición. Lo que sí existe son divisiones de intereses, entonces cuando hay pastel grande para repartir, esta supuesta oposición se sienta a negociar y al final no crean oposición, ni para bien ni para mal, a un gobierno. Entonces el papel de la oposición se podría decir que es inexistente. Hasta el momento el Congreso de la República le ha tendido la mano al gobierno. Se han aprobado todos los estados (de calamidad y de excepción), los préstamos millonarios que se están haciendo, la distribución presupuestaria y su readecuación. No ha existido una oposición real.

¿Cómo repercutió este nuevo escenario en la economía nacional?

La economía nacional del país se ve bastante afectada. Hace algunos años escribí un artículo donde ponía “la economía informal, un mal necesario para la supervivencia en nuestro país”. Resulta que la mayoría de las personas radican en la economía informal. No existe capacidad industrial, una capacidad de servicios, o fuentes grandes que provean empleo a miles o millones de guatemaltecos.

Los guatemaltecos tienen que decidir entre trabajar la poca tierra que tienen o ir a las calles a vender: comprar mercancías por la mañana que luego vende durante el día y que guarda para reinvertir al siguiente día una parte de sus ingresos, y la ganancia la utiliza para cubrir sus gastos del día a día. La economía del guatemalteco es del día a día con un salario mínimo de 3 mil quetzales (equivalente a unos 300 dólares), con una canasta básica que cada día sube más, entonces es una economía con una precariedad muy alta. Definitivamente si el guatemalteco vive del día a día, si no puede salir a trabajar y a generar ingresos, el golpe es fuerte.

La economía interna del país y de sus habitantes hoy se ve muy afectada. El rumor más grande es “no vamos a morir infectados por el virus sino de hambre”. Esto es lo que se apresta a vivir en el futuro inmediato del país.

¿Cómo repercutió la pandemia en el día a día del pueblo?

En las calles de la ciudad capital se puede ver gran cantidad de personas con banderas blancas, pidiendo ayuda porque ya no tiene para el sustento de su familia. A lo largo de las carreteras que van al interior del país, también se los puede ver.

Resulta que la ayuda que ha prometido el gobierno, los distintos programas, las ayudas a los campesinos, a la economía informal, a la pequeña y mediana empresa, y toda una diversidad de programas que se aprobaron por el Congreso de la República a través de préstamos, luego de 60 días de confinamiento, no han llegado. No se ve por donde comenzará a llegar esta ayuda al pueblo.

La economía está definitivamente detenida. No hay forma de que esta progrese. Los mercados cantonales, que son los proveen y abastecen la canasta del guatemalteco, están cerrados. Entendemos que no se puedan abrir porque también serían focos de contagio y de rebrote del virus. Únicamente se están abriendo las grandes cadenas y tiendas de super mercado, pero al final son ganancias -únicamente- para un sector empresarial como Wall-Mart, de México y Centro América, capitales fuera de nuestro país.

Por lo tanto, la pandemia tiene un efecto directo sobre los guatemaltecos de a pie. Sobre las capas medias y bajas que su día a día es trabajar para generar ingresos para sostenerse. Los ingresos de Guatemala están basados en las remesas que los connacionales envían trabajando en el extranjero. Esta es una de las fuentes más grandes de ingresos y que sostienen activa la economía del país. Porque a través de esas remesas la industria de la construcción, del consumo. Desde el momento que se frenaron las remesas se frenó el trabajo a nivel local.

Claramente la situación afecta de manera distinta al sector rural porque en esos sectores se está acostumbrado a otros niveles de subsistencia porque cuentan con huertos familiares, porque las familias saben guardar el maíz (que es la base de la alimentación guatemalteca) o prepararlo para un año de consumo al igual que a los frijoles. Esto les da cierta garantía de tener para echar mano. Cierta parte de los sectores rurales tienen esta defensa ante la crisis.

El área urbana que vive de los supermercados, de la comida rápida, no tiene esta posibilidad y está siendo muy afectado en este momento. Va empeorando día a día, al punto que hoy (16 de mayo) varias poblaciones ya se han levantado y han dicho que no van a continuar con el confinamiento porque no es posible que la economía local, que produce las hortalizas, no pueda sacar la producción a los mercados y esta se tenga que tirar, mientras los camiones del transporte pesado sigan circulando y llevando productos de empresas grandes.

Ante el confinamiento total, algunas poblaciones han decidido bloquear carreteras, desobedecer el confinamiento, no porque no crean en la circulación del virus, sino porque o se mueren contagiados o se mueren de hambre. Hay que tener en cuenta que la composición de la población guatemalteca donde las familias son numerosas, sin mayor acceso al sistema de educación, viviendo con 40 quetzales al día (alrededor de 5 dólares). Con esos ingresos es complicado sostener a una familia de 5 o 6 miembros.

¿Qué rol están jugando las FFAA en esta particular situación?

Cabe recordar que en Guatemala las FFAA tienen un pasado muy oscuro. Desde la historia más reciente del enfrentamiento interno, pasando por la contrarevolución de 1954 y luego los años de conflicto armado interno, donde las FFAA jugaron un papel fundamental para preservar gobiernos de derecha o de dictaduras aliadas al gobierno norteamericano; la invasión de fincas, pueblos arrasados y desaparecidos por las FFAA.

Esta situación ha marcado un antes y un después y nos ha dejado, después de los acuerdos de paz, donde se supone que se acabó el conflicto, tenemos unas FFAA corruptas. No toda su institución, sino sus dirigentes, que se han adueñado de grandes recursos del país, como en el gobierno de Otto Pérez Molina (que fue noticia a nivel mundial), donde hubo una gran red de corrupción en el sistema aduanero. O gobierno como el último con un gran afín a las FFAA y al Ejército Nacional.

Ante esto se ha tenido una política de limpieza de su imagen, de lavarle la cara a las FFAA, y hoy en día es notable verlas llevando la poca ayuda que entrega el gobierno. Están cumpliendo ese rol de reparto de las bolsas con víveres e insumos necesarios para vivir. Eso lo han utilizado para limpiarles ese pasado tan oscuro.

Además, la verdad es que es muy complicado hablar de las FFAA. No han hecho otra labor más que querer llevarse 31 millones de quetzales para reparar un avión que data de 1960, y que algunos expertos dicen que sale más barato comprar uno nuevo, pero se empeñaron en reconstruir esa nave. Entonces parece que el ejército está cumpliendo con la finalidad de también tomar su parte dentro de los grandes préstamos que se otorgan.

¿Cuál es la actitud de los empresarios?

Habría que reconocer que en Guatemala no existe un empresariado fuerte y capaz de darle empleo a una población y de activar la economía del país. Existen casiques, monopolios pequeños que se han adueñado, a su sabor y antojo, de la producción y la distribución de las necesidades básicas del guatemalteco.

Lo que no puede ser es que un sector empresarial trate de aprovechar la pandemia para solicitar una exoneración de impuestos de 100 años. Y lo hicieron, quisieron pasar esa ley. Lo intentaron hacer porque tienen la mayoría de los diputados del congreso. Y si no pasó es porque la población se manifestó en redes sociales.

El sector empresarial sale en tv haciendo donaciones a los hospitales temporales que se han abierto. Aparece algún consorcio donando mascarillas o trajes para el sistema de salud, donando alimentos o camas. A eso se ha reducido el sector empresarial. Pero lo que en realidad ha hecho es bloquear la posibilidad de que el gobierno sancione el decreto 15/2020 que mencioné anteriormente.

El tema es que la constitución política les da ciertas viabilidades. Nuestra constitución guarda ciertos derechos como la libre empresa, la protección a la propiedad privada, entonces basados en ciertos artículos ellos acusan de inconstitucionalidad a ese decreto, diciendo que atenta contra la propiedad privada y contra la libre empresa.

Se maquilla todo a través de donaciones, pero que al final no son más que cortinas de humo para no quedar mal parados ante la pandemia.

Del mismo modo, ¿Cómo están actuando los medios de comunicación?

Los medios de comunicación tienen mucho peso en Guatemala, porque existe una sola línea. No existen los medios de comunicación alternativos. Hoy las redes sociales hacen el intento pero es muy escueto este avance. Se ha perseguido a radios comunitarias que trataban de hacer comunicación interna y local. Es un monopolio de la comunicación y ante este monopolio han logrado tener gobiernos y gobierno de derecha a través de la manipulación de los medios de comunicación.

Es claro que los medios están del lado del gobierno. Tenemos una prensa muy amarillista, donde a diario suena lo de la pandemia, los muertos, de cuánto sufre una persona contagiada, de cómo es un proceso de entubación o que algún contagiado se escapó, etc. Al final es una prensa de miedo. Una prensa que ha logrado crear una psicosis dentro de la población. A excepción de algunos pueblos que se han levantado como ya mencioné.

La mayoría del país apoya y asume que las medidas del gobierno han sido las mejores porque a diario pasan cadena nacional y con una alta carga de mensaje religioso. Se termina cada intervención diciendo “Dios bendiga a Guatemala”, llamando a la población a hacer cadenas de oración, cadenas de ayuno, para pedir que Dios nos salve y tenga misericordia de nuestro país.

Este mensaje, teniendo en cuenta que tenemos una población altamente religiosa, cae en este círculo que construyen los medios de comunicación. Esto fue efectivo los primeros 50 o 60 días de confinamiento, pero en esta última semana se han visto temas distintos porque las redes sociales han empezado a romper porque la ayuda no lleva, no se ve donde están los préstamos, y obviamente a una prensa mala como la que tiene Guatemala, ya no se le cree tanto y la gente comienza a dudar de la finalidad y los objetivos del gobierno.

¿Cuáles crees que serían las medidas más urgentes que debería adoptar el gobierno en este contexto, entendiendo las particularidades del país?

El tema de la pandemia va avanzando en nuestro país. Se deberían haber tomado medidas extremas como las que se están tomando hoy en día, pero desde el principio, para su contención, pero no se hizo.

Hoy lo que primero habría que hacer es crear la viabilidad, para que la ayuda llegue de inmediato a los pueblos. Y cuando digo de inmediato, me refiero a que debe ser ya, porque la situación se está complicando cada día más. La gente se está quedando sin recursos para alimentarse y esos es necesario cubrirlo.

La ayuda debe llegar a los más necesitados, pero hoy en las aldeas, en los barrios, no se trata de quien sea el más necesitado, toda la colonia, toda la población está padeciendo a raíz de que llevamos 60 días sin ingresos, donde la economía no ha tenido cómo activarse y prácticamente se han acabado las reservas. Es necesario y urgente que el gobierno pueda distribuir ayuda a toda la población.

Otra de las medidas a tomar, y que sería viable, maximizar las pruebas. No puede ser que se sigan tomando 800, 1100 pruebas al día, 1500 a lo sumo. Deben maximizarse las pruebas porque de esa forma se van a identificar a las personas contagiadas y poder frenar la propagación del brote.

Por otro lado, a nivel nacional, existe una gran duda respecto de las pruebas. Mucha gente no tiene los síntomas pero los resultados le dan positivos. Ellos manifiestan que es todo un engaño porque ellos están sanos. Desde el gobierno se ha dicho que son personas asintomáticas. Se generó una duda muy grande de si en realidad los números que se están dando son reales o no.

 Esto sumado al control de las fronteras, que es algo que no se ha hecho. Mucha gente sigue entrando por puntos ciegos; muchos retornados de EEUU siguen ingresando sin ninguna medida de protección, sin haber hecho cuarentena, sencillamente llegan y se reúnen con sus familiares y la propagación se da a gran escala.

La verdad es que esperamos que Guatemala salga de esto lo antes posible porque así como se están tomando las medidas y así como se está encarando la problemática se avecina una crisis mucho más grande. Pero no por la pandemia, sino por la crisis económica y el daño (que ya está hecho) a las familias, porque están altamente endeudadas, sumado a los despidos masivos. Se vienen tiempos altamente complicados para Guatemala en este fin de año y quizás también en 2021.

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