Por Agustín M. Rosón*

La derrota en las elecciones primarias de la alianza macrista ante la fórmula del Frente de Todos encabezado por Alberto Fernández y Cristina Fernández, fue abrumadora. En este contexto, amanece un futuro con renovadas esperanzas y fuerzas, pero a su vez, con importantes desafíos; la reconstrucción de la tierra arrasada que dejó Cambiemos.
En esta nota busco promover algunos debates que considero[1] fundamentales para una nueva política educativa a nivel nacional, y a nivel provincial. Sin dudas estas líneas no agotan ninguno de estos debates, sino que son un simple disparador, con la intención de comenzar a forjar desde abajo las luchas que tenemos por delante, y de qué manera deberíamos encararlas. En este sentido, es fundamental que las organizaciones sindicales, las agrupaciones, los colectivos docentes, discutan cuáles son las políticas que hay que implementar en el corto, mediano y largo plazo en materia educativa. Sólo de esa forma las transformaciones podrán ser consistentes y ejecutadas concretamente en la compleja trama de la institucionalidad escolar y la práctica docente.
Paritaria Nacional Docente
Es fundamental una perspectiva nacional que apunte a nivelar las desigualdades educativas y presupuestarias existentes en nuestro país federal. La herramienta principal para construir esta política es la Paritaria Nacional Docente. Hay que actualizar los fondos que invierte el Estado Nacional en el salario a través del incentivo docente[2]. Este se encuentra aproximadamente en $1200 congelado desde el 2015. Si comparamos con la inflación acumulada de más del 200%, y una devaluación de la moneda del 300% vemos como esta suma es prácticamente irrisoria ante una canasta básica que asciende $33.000 para una familia. La carga más importante del salario docente se ha trasladado significativamente hacia las provincias. Por eso es necesario que sea el Estado Nacional quien se haga cargo del derecho constitucional a la educación y garantice salarios y condiciones de trabajo dignos.

Emergencia alimentaria: con hambre no se puede estudiar
Una de las más trágicas consecuencias del modelo de saqueo del gobierno de Macri, es el deterioro en las condiciones de vida del pueblo trabajador. Derechos básicos insatisfechos, como el acceso a la salud, a la vivienda, a la educación, se ven primeramente vulnerados ante la falta de comida. Lo primero que debe hacer el nuevo gobierno es implementar un plan de recomposición del consumo de las clases populares y el aumento de las partidas de los comedores escolares. Las escuelas son un bastión de resistencia y de solidaridad con la comunidad. Con hambre no se puede estudiar.
Emergencia edilicia
No podemos esperar que suceda otra terrible tragedia como la que pasó en la EP nº49 de Moreno, donde la compañera Sandra Calamano y el compañero Rubén Rodríguez perdieron la vida en una explosión de gas mientras estaban por preparar el desayuno para los pibes. La tragedia de Moreno no fue un accidente, sino un asesinato por la desidia y la consecuencia inevitable del ajuste de Vidal y Sánchez Zinny. Las penosas condiciones de infraestructura de los edificios escolares en la provincia de Buenos Aires, no son aptas para la enseñanza y el aprendizaje, y se han vuelto un peligro para docentes, auxiliares y alumnxs. Esto no se puede permitir nuevamente. Se deben restablecer las partidas que fueron borradas de un plumazo para calefacción y mantenimiento en las escuelas. Estas deben ser un lugar apto y seguro, deben ser una prioridad. Asimismo, es importante que se avance en un plan de construcción de jardines para dar respuesta a la creciente demanda. También es fundamental la construcción de nuevas escuelas secundarias, sobre todo aquellas que fueron creadas en el marco de la Ley Nacional de Educación y que actualmente se encuentran compartiendo edificio con otros establecimientos.
Educar para un proyecto nacional
Debemos darnos un debate acerca de hacia dónde debe dirigirse la formación básica, media, terciaria y universitaria. Necesariamente hacia un proyecto de país con desarrollo industrial, de ampliación de derechos, de construcción de soberanía, con una perspectiva decolonial y nuestroamericana. Los valores de mercado, la competencia, la meritocracia, el individualismo, la apoliticidad, deben ser contrarrestados por valores de conocimiento crítico, de perspectiva histórica y conciencia nacional, de trabajo colectivo, de solidaridad y de justicia social. Deben darse de baja los convenios con ONG’s y fundaciones que han inundado la política educativa durante estos años. Además de su perfil empresarial, estos convenios han resultado en cuantiosas sumas de dinero que el Estado otorgó en función de servicios que perfectamente pueden brindar equipos con profesionales y técnicos que tenemos en nuestro país.
Condiciones de trabajo docente
Es necesario avanzar en una restructuración del trabajo docente. Esto implica: avanzar en la concentración horaria, en reconocer como jornada de trabajo un cargo docente, habilitando un salario justo, que permita acceder a la canasta básica y de bienes culturales. Redefinición de la jornada laboral con horas frente a alumnos y horas destinadas a la planificación, formación y construcción colectiva de conocimiento. En estos años, Vidal destruyó una de las conquistas más interesantes en los últimos años del kirchnerismo: la formación docente en servicio. Esto debe ser una realidad y debe orientarse hacia la formación en una perspectiva culturalmente soberana.

Democratizar el sistema educativo
Hay que convocar nuevamente a un Congreso Pedagógico Nacional donde se logre debatir con lxs docentes, las organizaciones sindicales, las universidades, los institutos de formación docente y técnica, los centros de formación profesional, los referentes barriales y de organizaciones de educación, los centros de estudiantes, la comunidad a través de diversas organizaciones, acerca de las transformaciones necesarias. Uno de los principales desafíos es redefinir un paradigma educativo inclusivo y de calidad. Construir instancias territoriales, distritales o regionales de discusión, convocando a la comunidad educativa.
Llenar las escuelas
El mejor lugar para nuestrxs niñxs y jóvenes es la escuela pública. La perspectiva general debe plantear una escuela inclusiva, sin que por ello se le reste calidad a la enseñanza y el aprendizaje. Todo lo contrario, para nosotrxs la calidad debe ser entendida con todxs adentro. De otro modo se reproduce un modelo elitista de formación meritocrática. La escuela debe ser un espacio de construcción de igualdad y de potenciamiento de las condiciones personales y colectivas. Para ello se precisa de inversión en materiales de estudio, computadoras, internet, libros. Con equipos de orientación escolar completos, en todos los niveles y en cada escuela. A su vez, es muy importante el acompañamiento de los procesos de aprendizaje con políticas socio-educativas que construyan en las escuelas espacios de identificación de la comunidad educativa. En este sentido, son muy significativos los logros que ha obtenido el programa Fines de educación de adultos, una de las cuentas pendientes sigue siendo el reconocimiento de los referentes y el pleno derecho de lxs docentes, así como de las condiciones edilicias de las sedes.
Para poder desarrollar estas transformaciones y hacerlas realidad concreta, se precisa de grandes esfuerzos, de debates, de consensos, de disputas. Y por supuesto, seguir profundizando eso que tanto le duele al neoliberalismo y que el macrismo intentó desaforadamente romper y no pudo: la alianza potente y creativa de la escuela pública y el pueblo.
* Docente, Delegado de SUTEBA Ensenada y colaborador de Revista Trinchera y Agencia Timón.
Referencia:
[1] Por supuesto estos debates son elaborados en esta nota a partir de los procesos de discusión entre compañerxs de la Corriente de Trabajadorxs 19 de Diciembre, de SUTEBA y de la CTA donde venimos participando también junto a otros sectores.
[2] Cabe recordar que el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) fue una de las conquistas más importantes de la lucha docente en la década del ’90. En este sentido se conquistó un aporte nacional en el salario docente, en un contexto de descentralización del Estado Nacional.