Pese a que los resultados deportivos del país son más que favorables, la ayuda de diferentes empresas o grupos económicos a los deportistas argentinos es mínima y sólo para aquellos que son “exitosos” o tuvieron una buena racha.
Ahora ¿qué pasa con aquellos qué no tuvieron un buen año o que recién empiezan a incursionar en el deporte de alto rendimiento?
Bajo el gobierno de Cambiemos se observa un deporte para pocos. Hecho que no debería suceder dado que quienes representan a la Argentina, tendrían que tener el apoyo, como mínimo, del Estado. Ese punto es el reflejo de las políticas públicas (o la gran ausencia) que se tomaron en Argentina.
El destrato al deporte argentino en estos últimos años, se puede observar en el feroz recorte de becas para deportes individuales, en equipo e incluso adaptado, a sabiendas que para muchos de estos deportistas era su único ingreso o incluso tenían que trabajar en paralelo para poder costear los gastos del día a día.
En 2019 la Secretaría de Deportes que lidera Mac Allister recortará su presupuesto por tercer año consecutivo. @ahcolombo te cuenta los detalles con números.
Por otra parte, si el que se juega no es un deporte “hegemónico”, para el gobierno de Cambiemos no cuenta. Distintos deportistas -o equipos- que representaban a nuestro país en diferentes competencias, denunciaron que viajaban e incluso participan de certámenes gracias a la venta de diferentes cosas o a donaciones que recibían. Desde el gobierno les decía que no se harían cargo de ellos por diferentes motivos. Un claro ejemplo de ello fue lo sucedido con las integrantes de la selección de básquet sobre ruedas, a quienes les sacaron las becas y dejaron sin ayuda del Estado y un grupo de emprendedoras terminó ayudándolas.
A esto se le suma que a principio de año, mediante un DNU, el gobierno desmanteló la Secretaría de Deportes para transformarla en Agencia de Deportes. Esto generó que el ingreso económico, la cantidad de becas, la infraestructural y el material deportivo bajen considerablemente. Un grave error, dado que el nivel que alcanzado los últimos años podría derrumbarse y los deportistas en lugar de enfocarse cien por ciento en sus respectivos deportes (para rendir y obtener logros) tendrían que preocuparse por otras cosas.
El CENARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), lugar histórico que en su momento recibió a todos los deportistas de alto rendimiento de todo el país, está por cerrar sus puertas debido a la venta del predio del Estado a empresarios privados. Ante la desidia del gobierno, diferentes deportistas -indignados- marcharon para qué esto no se apruebe la venta. Cabe recordar que recién con el kirchnerismo se logró tener un lugar de tal magnitud y con un nivel de tecnología necesaria para fomentar el deporte argentino.
Como se mencionaba anteriormente, los logros del deporte argentino en el último tiempo son muchos. En su mayoría fomentados por la política deportiva de los dos gobiernos anteriores, que apostaron a la inclusión en el deporte y a que este sea una forma de vida. Se buscó que los y las deportistas del país puedan vivir su profesión, sabiendo que estaban acompañados. Algo que lamentablemente les está siendo arrebatado, algo totalmente ausente en la gestión de Mauricio Macri.
* Periodista especializado en deportes, columnista del programa La Marea (Radio Futura FM 90.5), co-conductor del programa No Se Mancha (Radio Estación Sur FM 91.7) redactora de Revista Trinchera y colaboradora de Agencia Timón.
Dialogamos con la diputada nacional por el Frente Para La Victoria – PJ, Mónica Macha, respecto de la nueva presentación del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que se realizó el pasado 28 de mayo en la Cámara de Diputados de la Nación.
¿Cómo fue la presentación del proyecto? ¿Desde adentro del recinto qué expectativas hay de avanzar en la implementación de esta ley?
En principio lo que se hizo el 28 de mayo fue dar una conferencia de prensa, para hacer la presentación del proyecto que ingresa a la Cámara de Diputados. Estuvimos compañeras y Diputadas de los distintos bloques políticos de esta construcción que comenzó hace mucho tiempo, pero que tuvo mucha visibilidad el año pasado cuando discutimos el proyecto en el recinto.
Ahora lo que viene es ver qué estrategias nos vamos a dar este año, que todavía no lo discutimos, para también poder trabajar el proyecto en alguna comisión (o en todas). Hay que ver cómo se va dando esto para después poder llevarlo al recinto.
Con una manifestación super importante, con el acompañamiento de muchas compañeras y muchos compañeros, bancando toda la tarde la conferencia de prensa más un festival con varios que se acercaron a hablar en el escenario. Ahora viene la tarea legislativa. Veremos los tiempos que nos lleve.
— #30DAbortoLegalEsVida 💚 (@CampAbortoLegal) May 28, 2019
¿Cómo fue el trabajo que llevaron adelante desde la presentación -en agosto del año pasado- en la Cámara de Senadores, donde el proyecto no prosperó? ¿Cómo fue ese proceso de trabajo que las llevó, hoy, al nuevo proyecto que acaban de presentar?
Nosotras en principio pudimos hacer una articulación muy fuerte en la Cámara de Diputadas y Diputados, armando reuniones informativas, definiendo qué campos íbamos a trabajar desde la salud pública, desde la filosofía, desde la ciencia, desde distintas dimensiones. Eso fue llevando a que definiéramos las invitadas y los invitados. Todas esas instancias, implicaba que después cada reunión informativa nos quedáramos discutiendo, pensado. Había como una evaluación del día y una preparación para la siguiente reunión.
Esa dinámica de trabajo también la llevamos al día de la votación el 13 de junio y creo que eso es parte de la posibilidad de haber concretado la media sanción.
Esta instancia de trabajo o esta articulación, no la pudimos replicar en el Senado. Creo que en el Senado, si bien había quienes estaban a favor y quienes en contra -y había también una definición de cómo se llevaron a cabo las reuniones informativas- no se obtuvo ese logro de este pequeño colectivo que era el que no solamente hacía este trabajo hacia afuera, sino hacia dentro de la Cámara.
Nosotras en la Cámara de Diputados y Diputadas, íbamos viendo también cuáles eran esos votos a favor que estaban ya convencidos y con quienes teníamos que conversar para poder plantear la necesidad -si surgía alguna modificación-, en pos de tener más votos a favor que no fueran en contra del proyecto, de su estructura o de aquellas cosas que eran innegociables. Me parece que eso falto en el Senado. Recuerdo que cuando estábamos muy cerca de la votación, nos acercamos a hablar con los senadores que no estaban convencidos, fuimos con las compañeras de la Campaña, con el Colectivo de Actrices Argentinas. Pero bueno, falto un poco más de ese trabajo.
Hoy es como volver a empezar pero de otro modo, porque en el nuevo proyecto (que obviamente tiene muchas de las características del proyecto anterior) se retoma lo anterior y con toda la experiencia del año pasado, que también permite posicionarnos en un lugar diferente.
¿Crees que afectó de alguna manera el paro del 29 de mayo? Por todas las pibas que viajaban desde el interior del país a Buenos Aires para apoyar.
La verdad no creo que haya afectado. Lo cierto es que si comparamos la presentación este 28 de mayo, con la presentación del proyecto del 6 de marzo del año pasado, esta presentación fue con muchísima más participación.
Esta vez tuvo características muy distintas. Fue mucha gente dentro del edificio del Congreso, en el anexo, en la sala donde hacíamos la conferencia de prensa, pero muy poquita gente en la calle porque recién empezábamos. La experiencia que tuvimos el año pasado permite potenciar y que nos podamos organizar mejor en las instancias que vayamos llevando adelante este año.
En un año electoral y con esta nueva presentación ¿Cómo ves el posicionamiento sobre este tema en los debates y la agenda política que se viene?
En principio es un tema que es polémico y que divide. Entonces, a priori y teniendo en cuenta la tradición política de la Argentina, sería inconveniente presentarlo ahora.
Hay dos cuestiones para pensar: La primera es que la decisión de presentar el proyecto es de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, entonces las organizaciones que forman parte de la campaña le imprimen un modo de hacer política que está por fuera de los partidos políticos. No es una definición de las diputadas presentarlo ahora. Nosotras acompañamos la presentación de la Campaña. Esa es una definición de las organizaciones que son parte.
Y está bueno porque tiene otros tiempos, otros objetivos. Uno de los objetivos de la Campaña era (y se cumple) que el proyecto siempre este en estado parlamentario, que no haya un momento en el que no esté el proyecto por la legalización del aborto presentado en el Congreso. Eso me parece que es un objetivo de la Campaña que ellas vienen cumpliendo.
La otra es, justamente, cómo estamos pensando con categorías y con contextos de la política tradicional. Me parece interesante animarse a ver qué pasa en este contexto, con un tema urgente para las mujeres, que tiene una militancia de décadas para poder lograr la legalización y que hoy tiene un colectivo diverso, heterogéneo, muy movilizado, muy activo. Hay que ver si nosotras podemos hacer una experiencia distinta también. Me parece que -es una puesta a transformar la política.
Particularmente bajo el gobierno de Mauricio Macri y la Alianza Cambiemos ¿Cómo ven la posibilidad de la implementación de este proyecto o de cualquier otro en condiciones de ajustes como las que tenemos?
Si lo pensamos en los términos de cuán posible es que se logre la sanción este proyecto y que sea ley ¿Cuantas posibilidades tenemos a que se implemente? Son nulas, porque ni siquiera tenemos Ministerio de Salud.
Lo que pasa es que son cosas que, en principio, van en caminos paralelos. Para poder pensar y plantear la implementación de una política como la de la legalización del aborto, necesitamos un Estado activo, presente. Un Estado cuya orientación se manifiesta en sus políticas públicas. Hoy cuando vemos el estado de los hospitales, cuando vemos el ajuste en salud, cuando tenemos los índices de desempleo que tenemos, cuando todos los días se pierden puestos de trabajo, claramente no va de la mano de un proyecto que busca ampliar derechos.
Pero nosotras y nosotros trabajamos y militamos en varios contextos a la vez. Uno es la Cámara de Diputados y Diputadas, que tiene que ver con la presentación del proyecto y con tratar de que el proyecto se trate y ganar las instancias que la Cámara Legislativa plantea.
Al mismo tiempo estamos militando fuertemente para que pueda ganar y pueda volver al Estado un gobierno nacional, popular, democrático y feminista. Son luchas que se articulan y van juntas, y que inclusive, no obliga a pensar como nos atraviesan las distintas desigualdades. Por lo menos pensar en la desigualdad de género, en la desigualdad de clase y en la desigualdad de raza. Mirándolo desde la militancia y desde la lucha por lograr la igualdad en esas dimensiones, necesitamos ver cómo se puede articular. Para quienes queremos transformar la Argentina, significa poder militar en contra de esas desigualdades para lograr la igualdad en todas esas dimensiones.
Moldavia se encuentra en Europa oriental, limita al oeste con Rumania y al norte, sur y este con Ucrania con el que comparte el podio por el país más pobre del continente. Es un país sin litoral a pesar de estar a 40 km del mar Negro, y su importancia geopolítica iguala sus condiciones económicas.
Sin embargo se puede tomar como punto paradigmático para analizar ciertos procesos de la vida política de Nuestra América. Desde su salida de la Unión Soviética en el año 91’ la vida política de Moldavia estuvo repleta de escándalos y corrupción. Fue desde un primer momento la oligarquía del país la que llevo las riendas de estas actividades, llegando a controlar todo el aparato estatal.
En estos últimos años, detrás de la viciada vida política del país, estuvo el magnate y dirigente del Partido Demócrata, Vlad Plahotniuc. Un villano digno de una película, que siendo la persona más rica del país, fue acusado no sólo de llevar a cabo actividades delictivas sino también de presionar a distintos partidos políticos.
¿Porque fue noticia estas últimas semanas un pequeño país sin peso político? (hecho discutible ya que dentro de la zona de influencia rusa no hay países sin importancia para el imperio norteamericano) A fines de febrero se dieron las elecciones parlamentarias. Los tres partidos más importantes sacaron -más o menos- la misma cantidad de votos. Por un lado el Partido Democrático con 30 escaños, la coalición ACUM 26 y el Partido Socialista 35. Es necesario rescatar que los primeros dos son pro europeístas y el último es pro ruso.
Ahora bien, la lógica indicaría que los dos partidos europeístas se unirían para formaran gobierno. Sin embargo los del ACUM patearon el tablero y dijeron que no querían aliarse con los responsables de los problemas económicos, la miseria y el éxodo masivo de la población. La otra alternativa era formar gobierno con el Partido Socialista que se encuentra en las antípodas de su posicionamiento político.
Las negociaciones duraron meses y parecía que no iban a conducir a ningún lado. El 7 de junio el tribunal constitucional emitió un fallo en el que obligaba a las partes a formar gobierno antes del día 8, de lo contrario el presidente debía disolver el parlamento y llamar a nuevas elecciones. Con esa amenaza sobre la mesa los partidos ponen fin a las discusiones y forman gobierno. Quedando como presidente Igor Dondon, un hombre del Partido Socialista, y como primera ministra, la pro europea, Maia Sandu.
El parlamento aprobó la candidatura y al nuevo gobierno, al mismo tiempo que hizo una fuerte denuncia. Proclamaron que Moldavia era un estado capturado en el que todos los organismos públicos se encontraban bajo control del Plahotniuc, incluido el Tribunal Constitucional. Se ve que tan errados no estaban ya que el día 9 del mismo mes, el mismo tribunal que había sido denunciado por estar dentro de los bolsillos del magnate, decide dejar sin efecto legal las decisiones del parlamento. A su vez suspende al presidente y nombra al ex primer ministro, Pavel Filip, quien se dice pertenece al entorno íntimo de nuestro villano. Filip disuelve el parlamento y convoca a elecciones para el mes de septiembre.
A partir de entonces todo fue un caos en la vida política moldava. Por un lado Igor Dondon no quería dar el brazo a torcer y solicitaba públicamente al pueblo que saliera a las calles en su respaldo y llamaba al ejército a reconocerlos como gobierno legitimo. Por otro lado Filip buscaba aliados, en un primer momento (incluso antes de la sorpresiva alianza entre el ACUM y el PS) busco congraciarse con Rusia sin tener éxito. Después del revés parlamentario, caídos en una desesperación absoluta al no tener nadie que los respaldara, mudaron la embajada de Moldavia en Israel (de Tel Aviv a Jerusalén) con la esperanza de conseguir el apoyo de Trump, o de Benjamin Netanyahu en su defecto. Esta movida resulto demasiado evidente y tampoco logro su cometido.
La tensión fue escalando en un país que tenía dos presidentes. Sin embargo, no había nadie en la comunidad internacional que apoyara al PD. Es más, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia apoyaban a la coalición. Que estas potencias (enfrentadas entre ellas) se pongan de acuerdo es un hecho que se ha visto muy pocas veces en estos últimos años.
El 14 de junio el usurpador Filip presenta su renuncia, disuelve su gobierno y reconoce a la alianza como gobernantes del país. Mientras tanto los principales dirigentes del partido se subían a sus aviones privados, incluido Plahotniuc, y huían despavoridos. Quedaba la extraña alianza entre pro europeos y pro rusos al frente de un país devastado por una oligarquía despiadada, propia del sistema capitalista.
Maia Sandu, designada primera ministra del Gobierno de coalición europeista y pro-ruso (REUTERS )
Hay varias cuestiones para rescatar de la experiencia moldava: en primera instancia hay veces que es necesario sentarse en la mesa con personas que están lejos de compartir nuestras visiones. Cuando hay un enemigo en común no hay otra alternativa que crear un consenso para poder sacar a quienes venden al país al mejor postor. Esto puede no resultar simpático para los que idealizan a la política y hablan de ella dentro del binarismo bueno-malo. A veces, en política se requiere crear consensos y buscar la unidad hasta que duela. Todo sea por alcanzar un país soberano en donde el pueblo pueda hacer oír sus demandas.
* Periodista especializado en temas internacionales, columnista de la sección “Europa” del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata) y redactor de Revista Trinchera.
Dialogamos con la socióloga, educadora, escritora, militante feminista del colectivo -Ni una menos-, María Pía López, sobre la publicación de su último trabajo (Apuntes para la militancia – Feminismos, promesas y combates) y sobre el feminismo en el contexto actual de nuestro país.
Hay una idea que aparece en variadas oportunidades en el libro y que tiene que ver con los feminismos populares. Hablas de feminismos en plural ¿Porqué propones pensar al feminismo desde esta pluralidad?
Porque creo que llamamos feminismo a un campo de disputas. Combates donde hay articulaciones muy diferentes con otros temas, núcleos, valores que se ponen en juego en la vida social.
Hay feminismos vinculado a distintas experiencias partidarias y cuando uso el plural es para señalar que hay un campo de disputa. Puede haber una confluencia en tanto haya capacidad e intención política de instancias de articulación transversal, pero eso no siempre ocurre.
Esa transversalidad y la autonomía son condiciones para que esos feminismos sigan siendo plurales, y al mismo tiempo, no adversos entre sí. El uso de la idea de popular o feminismos populares es fundamentalmente para producir una diferencia, con respecto a un tipo de feminismo que tiene cierta presencia en la vida política argentina: el feminismo liberal.
¿Propones una contra postura a ese feminismo más “blanco” si se quiere?
En realidad es un feminismo que se articula con un programa de gobernabilidad más liberal o neoliberal, que tiene que ver con convertir, que es imposible porque se convierte. Se traduce el feminismo como un conjunto o una agenda que es muy escueta, que puede incluso llevar hasta aborto, puede enunciarse contra la violencia de género, puede pedir paridad o puede pedir discutir el techo cristal en carreras profesionales. Pero todo eso puede ser articulado, incluso con el FMI para decirlo muy violentamente.
Frente a esos tipos de feminismos que yo llamo más liberales. Es un feminismo más de clase (clase media) que no produce articulaciones con los sectores populares y que tampoco considera a fondo el problema de la desigualdad social, cuando no sólo es producto de las relaciones de género.
¿Quiénes son les sujetes polítiques del feminismo popular?
Esos feminismos de los cuales somos parte se fueron amasando en los últimos años, en principio, como una instancia muy masiva. Se fue construyendo un sujeto político que tiene una heterogeneidad constitutiva, que es de cuerpos, de experiencias y de posibilidades de afectos. Donde hay mujeres, pero también hay trans, travestis, lesbianas y esa multiplicidad está muy viva, Pero que también se frustra en esos feminismos y eso en la calle se ve muy claramente con otras disidencias, con disidencias con respecto a la norma corporal, con experiencias de la vida de la producción de lo común en los barrios populares. Me parece que ahí, está presente toda la tradición de las compañeras que militan en barrios y comedores, que provienen de los movimientos de desocupados. Y también la cuestión me parece que es lo que está emergiendo en relación a la discusión del Encuentro Plurinacional de este año, que es con el tipo de intersección que necesariamente debe producirse con las compañeras indígenas y afrodescendientes.
Foto: Soledad Gryciuk para Revista Atletas
¿Qué fue lo que logro hasta ahora, o que históricamente ha ido logrando el debate feminista en Argentina? Cuando digo debate, no quiero decir solamente en una cuestión de movimiento feminista, sino un debate instalado en donde la sociedad argentina realmente puede charlar sobre el tema, debatir ideas y llegar a una transformación.
Creo que es muy impresionante el efecto que tiene eso que llamas el debate o ese estado de la conversación y de la apertura. Y ese efecto lo vivimos más directamente, en términos de transformaciones en las cuestiones de vida, de la expansión clara y notable de los horizontes de libertad para las vidas de distintas personas.
Esto se ve muy rotundamente en términos generacionales, porque les mas jóvenes ya tienen, en muchos casos, otra relación con el patrón heteronormativo. El género ya no está asociado al sexo. Hubo muchas transformaciones de curso que ponen en ese estado de debate, estado de conversación, en condiciones de una fuerte materialidad, que es la de producir nuevas formas de vida.
La segunda cosa que creo que se ha podido instalar una idea de la vida, como vida autónoma, vinculada al deseo y eso tuvo que ver fundamentalmente con la pelea de la campaña por la Legalización del Aborto. También que se pudo poner en el centro la idea, y eso con las movilizaciones de Ni Una Menos, se cambió muy brutalmente el umbral de tolerancia, de la violencia y la humillación ¿no?
Hasta hace unos años parecía naturalizadas, relativamente aceptadas, etc. Ahora son directamente inaceptables y condenables socialmente. Todo eso es producto de este estado de debate social.
¿Cuáles crees que son los principales aportes del feminismo popular al momento actual que vive la Argentina? Al ser un año electoral ¿Cuál crees que es el papel que tenemos o que tendríamos las militancias feministas?
Con respecto a la primera pregunta, creo que hay un aporte muy relevante que es haber colocado en el centro la discusión sobre el trabajo y lo que eso produjo alrededor de la construcción de la herramienta de la huelga o del paro. Al poner en el centro la cuestión del trabajo se fue mostrando que hacemos trabajo asalariado, pero también muchas compañeras hacen trabajo en la economía popular o informal y también hacemos trabajo doméstico (que resulta impago), y todo eso de algún modo implica condiciones de explotación y de apropiación. O sea que todo eso que no nos pagan en algún lado está.
Haber colocado la cuestión del trabajo en el debate es una cuestión central. A partir de poder recolocar la cuestión del trabajo y que significa el trabajo doméstico, que significa el trabajo impago, también nos permite poder discutir, por ejemplo, el fin de la moratoria previsional y del cambio de las leyes jubilatorias.
Los feminismos populares producen una serie de argumentos, de intervenciones, de posibilidades para discutir lo que es una estrategia de gobierno neoliberal que es excluyente y absolutamente cruel respecto de las vidas.
Lo que aportan esos feminismos es poner en escena el afirmar que ninguna vida es desechable, que todas las vidas deben ser tomadas en cuenta y que todas las vidas son valiosas.
Con respecto a la cuestión electoral, es un escenario muy difícil, pero, fundamentalmente, lo que producimos desde los feminismos es la capacidad de construir un modo de confrontar con el neoliberalismo, que es un modo absolutamente material.
Cuando decimos que creamos condiciones, redes, formas cooperativas, formas de articulación y de producción de lo común, muestran que muchas de las cuestiones que nos atraviesas (desde el problema de la escolaridad, de la salud y alimentación, la falta de trabajo), no son cuestiones a ser resueltas sólo términos individuales. En muchos lugares y barrios pasa que se construyen redes feministas para tratar estos temas, mostrando que así como las causas de los temas son sociales, las formas de resolverlo lo son.
Foto: Cristina Fernández de Kirchner
Retomando la cuestión de que es un año electoral y que seguramente va a ser una disputa muy reñida, que puede tener de todo y que la consigna de unidad (por lo menos del campo nacional y popular) es bastante amplia y que incluso incluye a sectores que se opusieron a la legalización del aborto. ¿Cuál crees que puede llegar a ser el aporte del feminismo en el próximo gobierno, en la disputa hacia lo interno del gobierno, en caso de que gane la formula Fernández- Fernández?
Si continúa el macrismo, ya se ha demostrado es la capacidad de confrontación callejera y la dificultad que tienen para responder a esa movilización, con algo que no sea maquillaje. Medidas que no sean sólo una puestas en escena. Incluso el nombramiento de una feminista en el Consejo Nacional de la Mujer no tuvo efecto más concreto que eso. Se respondió a todas nuestras movilizaciones de ese modo.
Me parece que otra forma de sesgar nuestra agenda es convertirlo en una cosa chiquitita y no aceptar la discusión de fondo que venimos planteando contra el neoliberalismo en su conjunto.
La discusión más interesante se abre si el gobierno que surge de las elecciones de octubre es un gobierno más afín, más democrático, que surja planteando la cuestión de los derechos, que sería asociado a la formula Fernández-Fernández.
Para los feminismos se abriría una cuestión muy interesante porque lo mejor que le podemos hacer a ese gobierno es construir una fuerza autónoma y capaz de exigir. Los sectores que hacen lobby, los fundamentalismos religiosos, los grupos hegemónicos comunicacionales, los grupos empresarios, siempre están organizados para generar situaciones adversas al campo de la ampliación de derechos.
¿Con que se contrapone eso? ¿Cómo se abren las posibilidades para un gobierno, para que haga otra cosa, que no sea que le piden los sectores dominantes? Con un movimiento popular existente, fuerte, organizado, autónomo. En ese sentido lo que es deseable en los próximos meses, que es el triunfo de la formula Fernández-Fernández y a la vez un feminismo que pueda mantenerse como un feminismo autónomo y poderoso frente a este triunfo.
El sociólogo y politólogo argentino Atilio Borón publicó recientemente un artículo llamado “¿Fin de cual ciclo?[1]”, en el que reflexiona sobre este discurso que la derecha construyó a raíz de las derrotas electorales que se vivieron en los últimos años en la región.
En su publicación, Borón reflexiona sobre las situaciones que están viviendo esos gobierno de derecha que llegaron a los gobierno del Brasil, de Perú, de Paraguay, de Argentina y la traición de Lenín Moreno en Ecuador.
Brasil está en llamas por diversos motivos, pero fundamentalmente por 2 motivos. En principio por las contradicciones hacia lo interno del bloque de poder entre la línea de ultraderecha que lidera Bolsonaro y que tiene como referente filosófico-político a Olavo de Carvalho (y que ya se cobró la cabeza del ministro de la Secretaría de Gobierno, el general Carlos Alberto dos Santos Cruz[2], por sus críticas al gurú), y el ala militar que conduce su vicepresidente Hamilton Morao.
Por otro lado el creciente descontento social con las políticas neoliberales que agreden derechos elementales producto de un modelo económico neoliberal conducido por el Chicago Boy, Paulo Guedes, que está destruyendo la economía breasileña[3].
Tal como lo afirma el docente e investigador Sergio Martín-Carrillo, los recortes durante la administración de Michel Temer no lograron frenar el déficit público y “Lejos de esto, esta limitación del rol activo del Estado en la economía está estrangulando el desarrollo económico mientras que la deuda pública sigue aumentando. En diciembre de 2018, la deuda bruta del sector público alcanzó los 5.272 billones de reales, lo que representa unos 1.425 billones de dólares, y supone el 76,7% del Producto Interno Bruto (PIB). En 2013, antes de la deriva neoliberal de la política económica, la deuda pública se situaba en torno al 50%.”
🇧🇷 | En el primer trimestre de 2019 la producción industrial en Brasil cayó un 2,2%, mientras que las exportaciones de vehículos producidos en Brasil cayeron en abril un 52,3% en relación al mismo mes del año anterior.https://t.co/rD8LmwUjhi
El paro el pasado viernes 14, convocado por las 12 centrales sindicales brasileñas en conjunto con el movimiento sin tierra, les estudiantes y organizaciones político-sociales, dio cuenta de que a pesar de las pretensiones de Bolsonaro de alinearse con los yanquis y cumplir a rajatabla las recetas del Fondo Monetario y sus gurúes económicos, la sociedad del país vecino no se quedará de brazos cruzados.
Bajo la defensa de la educación pública, las pensiones y el trabajo, millones de brasileñas y brasileños -en más de 380 ciudades[4]– se movilizaron para repudiar las agresiones que están viviendo[5]. El escenario no podía terminar de otra forma que no sea con represión. Es lo único que saben hacer quienes llegan al gobierno con frases rimbombantes y buenos slogans, pero que no tienen la más mínima intención gestionar el Estado en beneficio de las grandes mayorías.
Por su parte en Perú la cosa no es muy diferente. Si bien ese país no tiene la experiencia reciente de un gobierno nacional y popular como el de Lula, Cristina o Correa, la situación es cada vez más compleja producto de los grandes entramados de corrupción que involucran a muchos de los funcionarios actuales y de gestiones anteriores. Como explica el analista político Roger Taboada, los últimos 5 presidentes están o presos, o prófugos de la justicia o muertos[6].
La reciente presentación[7] y posterior aprobación[8] de una Moción de Confianza enviada por Vizcarra al congreso no es otra cosa que intentar tapar una olla a presión que da cuenta de los cuantiosos negocios que hace la clase política enquistada en el estado desde hace décadas. Reformas y tapones que buscan ocultar el entramado de corrupción que envuelve a casi todos los partidos políticos con el Caso Odebrecht.
🇵🇾 | El escenario actual de la política paraguaya está en mutación. Esta mutación resulta de un proceso sin precedentes en la historia política reciente del país, y es el resurgir en las calles de una voluntad popular que estuvo mucho tiempo secuestrada.https://t.co/WEYOgmzENo
En tanto el Paraguay que dirige Mario Abdó empieza a reconfigurarse. Si bien es reciente y pueden para muchas cosas en el medio, la llegada de Mario Ferreiro (Partido Revolucionario Febrerista) a la intendencia de Asunción (capital y principal ciudad del país) en 2015 y la reciente victoria de Miguel Prieto (Conciencia Democrática del Este) a la intendencia de Ciudad del Este (la segunda ciudad en importancia por su cantidad de habitantes), comienzan a reconfigurar el escenario político paraguayo.
Lo que es claro es que las y los paraguayos se cansaron del bipartidismo expresado por el Partido Colorado y el Partido Liberal. Partidos que paulatinamente vienen perdiendo peso electoral frente a otros espacios político y que podría generar un cimbronazo en las elecciones regionales del año que viene.
En Argentina, un Frente de Todos que se planta en la palestra electoral como la alternativa opositora al macrismo. Con Alberto y Cristina Fernández como las puntas de lanza, la fórmula generó un cimbronazo político que podría acercarse aún más la posibilidad de sacar a la Alianza Cambiemos del ejecutivo y volver a una senda gobierno popular.
Informe de RT sobre las elecciones en Panamá
Centroamérica no está alejada de esta sintonía. La reciente victoria de Nito Cortizo abre la puerta a un cambio político del país que tiene en su territorio el canal interoceánico más importante del continente.
La crisis política en Honduras, envuelto en movilizaciones producto del descontento de la población ante las medidas de desinversión en Educación y Salud y un entramado de corrupción y el robo de las elecciones de Juan Orlando Hernández en 2017[9].
El desgaste de Jimmy Morales en Guatemala[10][11], que si bien no logra aún consolidar una propuesta sólida, y una Haití envuelta en llamas producto de años de fraudes, de corrupción y descontento social ante las políticas antipopulares.
Todo esto sumado a la aparición de Andrés Manuel López Obrador en México, que pese a las dificultades logró acceder al gobierno y viene realizando una política para intentar reconfigurar el tejido social y reponerse de décadas de neoliberalismo. Un AMLO que tiene de vecino al opresor de opresores -el imperio norteamericano-, que si bien está en retroceso, no quiere perder lugares de injerencia en la región como se lo vio con la amenaza de suba de aranceles a los productos mexicanos[12].
Este escenario se da con una Venezuela, Cuba y Nicaragua que resiste pese a las agresiones de la administración Trump y sus lacayos; una Bolivia que consolida su economía y que parece seguirá en el mismo rumbo cuando este año reelijan la fórmula Morales-García Linera.
La situación de la región, según los medios de comunicación, se derechizó, los progresismos se extinguieron. La realidad nos demuestra que si bien hubo cambios en los gobiernos en los últimos años, la realidad es que eso no implicó que las sociedades se derechicen. Los procesos de lucha en todos estos países están dando muestras de que eso no es así.
Fue Álvaro García Linera, el vicepresidente de Bolivia, quien dijo que “Las transformaciones se dan por oleadas”[13]. Lo que acontece en toda Nuestra América indica que estamos en un momento de preparación para una nueva oleada progresista en la región, fruto de los pisos de subjetividad gestados por los gobiernos de Lula, de Correa, de Néstor y Cristina, de Maduro, de Evo, de Raúl Castro y Miguel Días Canel.
Las palabras del Che Guevara en la ONU en diciembre de 1964 vuelven a aparecer en la semana en que el líder revolucionario habría cumplido 91 años: “Ahora sí la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia… Y esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado, que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que pase. Porque esa ola la forman los más, los mayoritarios en todos los aspectos, los que acumulan con su trabajo las riquezas, crean los valores, hacen andar las ruedas de la historia y que ahora despiertan del largo sueño embrutecedor a que los sometieron.
Porque esta gran humanidad ha dicho «¡Basta!» y ha echado a andar. Y su marcha, de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora, en todo caso, los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera e irrenunciable independencia.»[14]”
* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), productor general del programa La Marea (FM 90.5 Radio Futura), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia
TIEMPO DE LECTURA: 7min.Alfredo Zaiat Foto: Agencia Cadena del Sur
Dialogamos con el economista y periodista Alfredo Zaiat, para analizar la realidad económica de la Argentina y los posibles escenarios derivados de las próximas elecciones generales que vivirá el país.
En estas semanas salieron los números de la UCA con guarismos muy graves, pero antes meternos a analizarlos queremos saber hasta donde los números de la UCA son atendibles, porque esto fue una discusión muy importante dentro del movimiento popular.
Bueno, son números elaborados por el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina. La pregunta es compleja de responder porque tiene aceptación de los grandes medios de comunicación, de los analistas conocidos. Entrar en debates metodológicos, personalmente me resulta engorroso y más aún le va a resultar engorroso a los oyentes.
En lo personal prefiero analizar los datos oficiales y en todo caso, estos números, tenerlos como referencia y no como valores absolutos. Porque incluso los números oficiales, uno también puede plantear ciertas controversias metodológicas, pero en última instancia son los que existen.
Más que los numeritos, y esto lo decía antes, durante el ciclo del kirchnerismo y ahora durante este ciclo del macrismo, lo importante son las tendencias sociales de las variables sociales y económicas y qué es lo que pasa con el bienestar general. Y en última instancia lo que uno puede tener como conclusión es que la calidad de vida de la mayoría de la población y afectando mucho más a los sectores de medios y bajos recursos, han empeorado sustancialmente en estos 3 años y medio de macrismo.
El miércoles pasado estuvimos en un encuentro que organizaron ENAC y APYME en Capital Federal, que tiene que ver con el mundo de las PyMEs, donde se denunciaba el quiebre de 1500 PyMEs industriales en lo que va del año, de 50 PyMEs que cierran por día, de 50 mil empleos perdidos en ese rubro. Sin embargo Dante Sica (Ministro de Producción y Trabajo de la Nación) dice que estamos cada vez más cerca de la recuperación ¿Por dónde tenemos que leer esto?
Empecemos por lo último que son las declaraciones del funcionario. Es el reflejo claro de lo que es el gobierno de Cambiemos. Un gobierno que ha construido el relato en base a la confusión y a la mentira. Y lo repiten, puede ser Sica, Dujovne, Sandleris, Peña, Bulrich o Aguad. Si haces todo el recorrido y te das cuenta que con cada uno de los temas críticos tienen esa estrategia. Y es una estrategia que puede ser convalidada porque tienen a los grandes medios de comunicación, a los grandes voceros del establishment, que lo legitiman. Entonces así van construyendo el relato que se aleja de los datos duros de la realidad. Esos datos duros son los que vos mencionabas sobre qué es lo que pasa en la industria y específicamente en las PyMEs.
Lo que hay es una catástrofe. No hay día que no se presenten en convocatoria de acreedores de grandes y medianas empresas, que hay despidos o suspensiones de personal, pedidos de procedimientos preventivos de crisis. Hay un deterioro acelerado y constante de la actividad productiva.
Después lo que digan los funcionarios, va en línea con (de forma resumida) la estrategia de la mentira planificada, coordinada desde la Jefatura de Gabinete, cuyo líder es Marcos Peña.
La campaña electoral de Macri es carisima. El auxilios del FMI para eludir el default y el endeudamiento de las Leliq del Banco Central para evitar una corrida tienen el objetivo de permitir a Macri participar con alguna chance por la reelección. https://t.co/iyFSzqkXdmpic.twitter.com/apnMnHkrbO
Estamos en una situación en la que el dólar parece estar medianamente estable y siendo ese uno de los precios de la economía, el gobierno está tratando de plantea que se está empezando a estabilizar ¿Puede ser que estemos a las puertas de un rebote como están diciendo?
Dos cosas. Una es que el dólar se mantiene estable con variables financieras que son dramáticas: Tasas de interés arriba del 70% en la tasa de referencia, porque las tasas de descuento de PyMEs son del 85%, las tasas del financiamiento de tarjetas de crédito llegan hasta el 120% anual. Es una situación dramática vinculada con el tema financiero.
Después ¿qué es lo que va a pasar con los números macro? Las comparaciones a partir de junio/julio, y obviamente los meses siguientes, van a ser contra esos mismos meses del año pasado cuando comenzó la debacle. Estas variaciones tan negativas que estuvimos viendo en estos últimos meses (de caídas del 6, 7, 8%) van a ser menores, porque si se mantuviese ese nivel querría decir que ya no estás en recesión sino que caíste en depresión económica.
Lo que vas a tener es una ilusión estadística donde, el gobierno en línea con lo que mencionaba de esa estrategia de mentira planificada, va a difundir que se está desacelerando el crecimiento y por consiguiente comenzó el rebote y la mejora de la economía. Lo que pasa es que se está comparando con meses que eran ya muy malos. No hay economía que esté cayendo permanentemente todos los meses al ritmo del 8%, salvo en las grandes depresiones. Y todavía, por suerte, la Argentina no ha ingresado en ese sendero. Sí en un sendero de estancamiento y de destrucción del aparato productivo.
Foto: Minuto Uno
Como decía Manuel Vázquez Montalbán, te queremos plantear un ejercicio de “política ficción”. La idea es que nos des tu opinión ante 2 escenarios. Una es que después de las elecciones vuelva a ganar el gobierno de Cambiemos ¿Qué es lo que podemos esperar como plan económico? Teniendo en cuenta que no están diciendo nada en ese sentido. El otro escenario es qué es lo que podemos esperar de triunfo de una oposición que sin duda a estas alturas, va a estar conducida por la dupla Fernández-Fernández.
Lo planteas desde esa posición de ciencia ficción y me llevas a que participe del juego, sino te diría que los economistas no saben que es lo que puede pasar. Solamente como partícipe de ese juego planteo escenarios probables, no seguros.
El 2020 va a ser muy complejo y muy difícil. Ahora bien ¿Qué tan difícil va a ser con uno o con otro gobierno? Con un segundo mandato del gobierno de Mauricio Macri la propuesta es de profundizar el ajuste. Esto es lo que, en última instancia, dejan trascender Dijovne en conjunto con el Fondo Monetario Internacional y que Macri ha abalado. Eso significa: avanzar en las reformas laboral, previsional e impositiva. Todas reformas regresivas.
La consecuencia sería una profundización del ajuste y de la caída económica. Entonces van a aparecer con que “se estaba recuperando la economía en la comparación con los muy malos meses del 2018 y que el 2020 -como no es un año electoral-, van a hacer ese ajuste”. Que incluso lo dicen, es el mismo esquema del 2017: contienen los aumentos de tarifas y en el 2020 van a venir con tarifazos fenomenales. Te vienen con que “están conteniendo el dólar con las tasas tan altas”, entonces habría una fuerte devaluación y tratar de bajar la tasa de interés.
Está claro que un segundo mandato comienza con un fuertísimo ajuste, una agudización de la distribución regresiva del ingreso y una nueva estafa electoral.
Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET)
Con un eventual gobierno de Fernández-Fernández, se van a enfrentar con las tensiones que va a plantear el poder económico global internacional sobre cuál va a ser el sendero. Ahí es donde va a haber esa tensión de: la presión para que hagan un ajuste frente al mandato electoral obtenido en un triunfo de octubre o de noviembre, ya sea en primera o en segunda vuelta.
Pero más importante aún va a ser la fenomenal restricción que van a enfrentar en, por un lado, la negociación con el Fondo Monetario Internacional, y por otro, con los acreedores externos o los vencimientos de deuda. Entonces ahí es donde se les va a platear la duda o el dilema de avanzar en un plan con el FMI, para tratar de garantizar los pagos de la deuda; o van a tener que hacer por las buenas, una reestructuración de los vencimientos de capital e intereses; o por las malas, lamentablemente, la declaración de una cesación de pagos porque no va a haber dólares para poder hacer frente a los pagos de la deuda.
Reiteradas veces, el sistema capitalista que rige implanta ideas y sentimientos en las personas con el único fin de favorecer sus intereses mercantiles y de consumo. Respondiendo a sus propias demandas, el sistema pretende hacer creer que la política es un elemento ajeno a la vida cotidiana de las personas y que es mejor que no hable ni piense en ello, que deje el lugar para quienes saben cómo funciona la política realmente. Este efecto impersonal de la política, alienta a la individuación de la persona, a la resolución de problemas individuales y al alejamiento del conflicto que genera el encuentro con Lo Otro diferente. En síntesis, se incita a instalar el desamor de la política.
Dejando de lado una postura romántica que estupidiza al amor y a la política, en Argentina hay claras muestras de que el amor es en sí mismo un acto político. Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, son el ejemplo del amor y la política en carne propia. La política se encarnó en una manera determinada de llevar su dolor convertido en lucha, de levantar banderas que muchxs conocían pero que pocas personas hablaban. Dejaron el miedo de lado, y gritaron para exigir Memoria, Verdad y Justicia sobre la desaparición de sus familiares. Festejan también, las Abuelas saben que sin alegría, sin emociones vividas en el cuerpo, sin el afecto y contención colectiva que tejen dia a dia, la lucha podía carecer de una parte fundamental. El amor que construyeron, es amor justamente en la medida en que supieron interpelar al grueso de la sociedad, y lograr la empatía que se requiere para construir una resistencia colectiva. Ellas saben que el pueblo las abraza.
Se ve entonces, que la política como el amor, es atrevida. Hay que arriesgarse, no vale arrepentirse ni tener miedo. Aún así, existe una idea liberal y libertario del amor (Badiou, A), entendiéndolo como un riesgo inútil, continuando con la dulzura del consumo, y prosiguiendo con la economía de la pasión. El amor en este mundo, en nuestro mundo, se encuentra amenazado. Hay que reinventarlo. Hay que reinventar el riesgo y la aventura, contra la seguridad y la comodidad que ofrece el orden social.
No es la reproducción humana a lo que se aspira con sentir amor, de esto trata el sentido común, lo que se quiere lograr es la deconstrucción de éste último, para tener presente que siempre está latente la posibilidad de crear un nuevo mundo. De lo contrario, ¿cuál sería si no, nuestro sentido político en esta vida?
La vida del Che Guevara responde, justamente, a ese sentir político de la vida. Por un acto de amor dejó la vida finita, pero quedó inmortalizado en cada sentimiento militante de querer transformar, de la manera que sea, la realidad social. Y no sólo aquella cotidianeidad que hace a la vida individual, o mejor dicho, lo que dejo como legado es que si se abona a la vida personal, lo personal termina siendo el medio para conquistar el terreno político. La conquista es intelectual, corporal y es desde el amor. Un pueblo que no muestra emociones latentes frente a cada hecho histórico, es un pueblo dormido, somnoliento, un peón apto para jugar en el tablero del ajedrez mundial.
Vemos entonces, en contraposición al concepto de amor desde una lógica romántica e impersonal, que es necesario pensar el amor desde una complejidad mayor. El amor es lo que se produce en el encuentro y en las formas de relacionarse con Lo Otro diferente, y este sistema político, económico y cultural colonizador que está atravesando Argentina, utiliza una pedagogía de opresión, de dominación y odio hacia lo diferente. Cómo pensar a las masas organizadas, abrazadas y tejiendo redes de solidaridad, si la industria cultural de la comunicación -específicamente las grandes empresas comunicacionales- instituyen una ciudadanía aislada, pasiva y carente de emociones. O mejor dicho, las únicas emociones posibles, son las que logra el entretenimiento en televisión e internet.
Incluso, en la mediatización de la vida cotidiana, la política y el amor se han convertido en paquetes que guardan dentro determinadas reglas a seguir, totalmente racionalizadas. La política en los medios hegemónicos de comunicación, pretende ser cada vez más denostada, mostrando su lado más sucio, sin dar cuenta de aquello que produce pobreza y desigualdad en el pueblo, es sólo una forma de hacer política, y se elige.
Fuente: Agencia Telam
En Argentina, los cuatro principales grupos de televisión concentran el 56,7% de la audiencia en la zona de Bs As y Gran Bs As. En radio, los mismos grupos empresariales, detentan el 53% de la audiencia. En lo que respecta a diarios, el Grupo Clarín domina el 43% del mercado, y en los medios digitales informativos de mayor audiencia, 4 de 6 medios pertenecen al Grupo Clarín. A todo esto se suma, claramente, la operación de grupos trasnacionales, fundamentalmente estadounidenses y españoles.
Ahora bien, una tarea para quienes nos escuchan y para toda aquella persona que decide querer escuchar. Abrazate con tu compañera, tomate unos mates con tus amigues, comete un buen guiso con tu vieja y la familia. El amor está construyéndose ahí, justo en ese mismo encuentro. Apagá la tele por un rato, propongamos la necesidad de ser conscientes de que el amor se expresa en las diversas maneras de ser ciudadanía, respondiendo a cada historia de vida, a las condiciones económicas y culturales, pero también sociales y de lazos comunitarios.
El amor como la política, se genera, se construye y deconstruye. Eso que sentís cada día, que al levantarte te impulsa a cambiar algo de tu alrededor, que sentís que algo no está funcionando bien, que podría hacerse mejor. Eso es el amor. Esto no quiere decir que por el sólo hecho de sentirlo las cosas cambiarán. Sino que luego del sentimiento, de repente deviene una actitud de decisión, de búsqueda de estrategias para encontrar el mejor medio que lleve a lo que se desea, y ese deseo siempre va a ser el bien común. Eso es la política.
* Periodista, conductora del programa La Marea (Radio Futura FM 90.5), redactora de Revista Trinchera, editora del portal Luchelatinoamérica y colaboradora de Agencia Timón.
Para la investigadora del Centro Latinoamericano de Estudios Políticos y Económicos sobre China (CLEPEC), Dafne Esteso, lo que empezó con la suba de aranceles a productos importados de ciertos países por parte de la administración Trump, es en realidad “la disputa hegemónica por la Quinta Generación de las Comunicaciones“. Por un lado, la China de Xi Jinping con el tiempo a favor y, por otro, los norteamericanos desesperados. ¿Es posible cambiar el patrón dólar?
¿Cómo podemos entender, en términos generales, la política exterior económica, comercial que está desarrollando China con varios aliados en la región y Rusia como la principal? ¿Qué significa esta amplitud que está consolidando, esta expansión comercial que está disputándole la hegemonía en este territorio a los EEUU?
Para hablar de la política exterior china tenemos que hablar de la Iniciativa OBOR (One Belt, One Road) o Belt and Road Initiative, BRI, y hay que situar dos momentos. El primero es cuando el presidente chino, Xi Jinping, lanza la iniciativa en septiembre del 2013 en Kazajistán y afirma que el principal objetivo de China –que viene desarrollándose y que en los últimos 40 años sacó a 700 millones de personas de la pobreza– con la Iniciativa de la Ruta de la Seda es el desarrollo interno, ya que, todavía tiene cuestiones de desigualdad muy importantes.
El segundo es con la llegada de Trump a la presidencia y la retirada de los EE.UU. del TTP. Hoy ya no es más una herramienta de balance interno chino, sino, también, un posicionamiento a nivel global. Es decir, que es de inserción internacional, lo que en chino sería salir afuera, la re-apertura, que se inició a fines de los 70, tuvo en los 80 la expansión de las zonas económicas exclusivas y que empezó en cuatro regiones.
Este avance en lo económico, comercial de China puertas afuera, puede haberse visto favorecido con la llegada de Trump, que pateó el tablero del comercio global, dando lugar a la expansión china, cosa que desemboca en la disputa denominada como Guerra Comercial. ¿Cómo podemos entender las sanciones disciplinantes de los EEUU, con el último caso de mayor repercusión, Huawei, en el marco de la disputa por la proliferación de la tecnología 5G?
La denominada Guerra Comercial o disputa tecnológica es la reacción de EEUU frente al asenso chino, que es percibido como amenaza en términos económicos, hegemónicos, militares. Es la reacción geopolítica a los planes que viene llevando exitosamente China, con las distintas etapas por las que está pasando la reforma y la apertura que se inició a fines de los 70, con reajustes y crisis, pero exitosamente.
China se pone metas en el mediano y corto plazo y las cumplen. En este salir afuera genera una reacción inevitable. A veces toma términos que nos remiten a la Guerra Fría. Primero fueron los aranceles, pero, en realidad, el tema comercial es la punta del iceberg. Un iceberg que se está empezando a ver cada vez más y que es la disputa hegemónica por la Quinta Generación de las Comunicaciones, 5G, o la internet de las cosas como lo llaman. Un internet que va a estar en los autos, en las heladeras, en las comunicaciones y que va a tener implicancias muy importantes a futuro, porque las Fuerzas Armadas van a usar vehículos autónomos que van a precisar de esta tecnología.
"La excusa es que el 5G chino permite que el Partido Comunista Chino espíe a sus clientes, como si Google no lo hiciera
La disputa es por ver quién va a encarar la próxima revolución industrial, que va a ser tecnológica. Es una disputa por la supremacía en este sentido. El último episodio fue en mayo, Trump subió la escalada colocando a Huawei en la lista de las empresas que no pueden comprar tecnología norteamericana. Todavía esta megaempresa depende de los chips de EEUU para sus teléfonos celulares.
La excusa es que el 5G chino permite que el Partido Comunista Chino espíe a sus clientes como si Google no lo hiciera, cuando cualquiera de nosotros hace una búsqueda de cualquier cosa en internet. La disputa comercial está teniendo efectos en el resto de los países. Se vienen tiempos complicados en términos de restricción de comercio.
Da la sensación que esta escalada de agresiones norteamericanas –que no solamente es contra China, sino, también, contra la Unión Europea y ahora México– es un elemento que le está quedando como manotazos de ahogado para tratar de salvar su lugar en la hegemonía mundial, pero que en términos concretos China viene a pasos agigantados año a año, con proyección a ser la primera economía del mundo. En una nota del portal oficial chino en español, decían que la forma de resolver el conflicto, siguiendo la tradición china, iba a ser como aquella gran marcha de Mao hace años atrás. Si bien es especulación, ¿qué análisis haces de esta situación en la que los chinos parecen ser más cautos y serenos ante unos norteamericanos desesperados en generar condiciones para evitar que China siga creciendo?
Hay dos cuestiones.
Por un lado, Trump está usando la carta comercio con los terceros países y ahora, también, se viene el tema de quién va a vetar a Huawei, al uso del 5G. El vicepresidente de Brasil, Mourão, ya descartó vetar a Huawei. Los países europeos están coqueteando, Europa está en el medio de esta disputa, es una de las zonas que tiene que balancear entre China y EEUU. México es vecino, el primero en el patio trasero de EEUU. Incluso Argentina cuyo embajador en China felicitó a Huawei por liderar el 5G, después rectificó diciendo que Argentina debe tener una tercera posición, de dejar que los dos tigres se peleen entre sí, parafraseando al proverbio chino que usó Putin en estos días.
El otro tema, es que los chinos tienen a favor la variable tiempo. Si Trump es reelecto, cuando Trump termine su potencial segundo mandato el presidente chino, Xi Jinping, va a seguir estando en el gobierno, siendo el líder del PCCh y a la cabeza del ejército chino. Entonces, 4 o 5 años, incluso 10 años, a un chino no le mueve la balanza. Son pequeñas batallas que provocan pequeñas crisis. La economía China no crece a los niveles que crecía, pero los datos del primer cuatrimestre de este año fueron bastante alentadores para China. Eso les da margen a los dos lados para doblar la apuesta. ¿Por qué los dos están doblando la apuesta y dejan que el otro lo haga?
Vladimir Putin y Xi Jinping en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Junio 2019
China viene llevando la delantera en varios aspectos, principalmente el tecnológico, pero también muchos han indicado que para poder establecerse por encima de los EEUU en términos financieros, deberían cambiar el patrón dólar a nivel mundial. Entre una serie de acuerdos que firmaron entre el presidente ruso y el chino en San Petersburgo, el anfitrión Putin expresó que “Rusia y China pretenden desarrollar la práctica de los asentamientos en monedas nacionales”, es decir, realizar pagos transfronterizos utilizando el rublo o el yuan. ¿Puede llegar a ocurrir este corrimiento del dólar como patrón de comercio mundial?
En algún momento va a pasar. Esto no se da de un día para el otro y la desesperación corre del lado norteamericano. China sabe que en algún momento eso va a suceder. Las instituciones de posguerra están empezando a ser reemplazadas por otras. Muchos mal comparan lo que es la Iniciativa OBOR con lo que fue el Plan Marshall. El Banco Asiático –que vendría a ser la nueva institución que, eventualmente, reemplazaría a las de posguerra– en su estructura y desarrollo tendría otras dinámicas respecto a las del Banco Mundial o el FMI. Los países que recurren a estas instituciones para solicitar préstamos sufren fuertes condicionamientos respecto a la política económica interna. En cambio, las iniciativas como OBOR –este gran proyecto del siglo xxi de China para la construcción de ferrocarriles, carreteras, gasoductos, oleoductos, infraestructura, y en el caso de Latinoamérica la llegada de un corredor marítimo, etc. – no vienen con condicionamiento a la política interna.
Volviendo a la pregunta, la variable tiempo la tienen a favor los chinos. Se plantean metas como erradicar la pobreza para el 2020, o ser una sociedad modestamente acomodada para el 2035. Entonces, no están apurados y sin dudas va a pasar.
México y EEUU llegan a un acuerdo por tema aranceles y migrantes.
Las sorpresas son uno de los factores característicos de Trump. Cuando todos los elementos nos conducen por un lado, repentinamente vemos que un viraje inoportuno nos lleva al polo opuesto. La incertidumbre ante una figura política que nos dará años de análisis y debates por si se trata de un hábil operador mediático-político o un empresario incapaz que aún se esfuerza por dominar las clavas de malabares. Cuando la racionalidad indica que el camino correcto es A, Trump decidirá por Z. La guerra comercial con China vislumbra este panorama. Su celoso proteccionismo, su alejamiento de las principales potencias económicas europeas y asiáticas o el tratamiento del TLCAN indicaban la conciliación con economías emergentes, la apuesta por nuevos socios comerciales que tengan la posibilidad de ser protagonistas. Efectivamente sucedió con México, pero por Z.
América Latina ocupaba la primera fila como espectador de la guerra comercial. La expectativa de una ruptura comercial entre los dos gigantes podía derivar en beneficios económicos para los países latinoamericanos. EEUU al dejar de comprar regularmente materia prima a Asia podía optar por naciones cercanas y dependientes fiscalmente ante la fluctuación del dólar. Así fue el caso de México, en el primer trimestre del año tuvo una alza en la canasta de importaciones de EEUU mientras la participación de China en el mercado importador estadounidense descendió. Ya se hablaba de concesiones arancelarias cuando Trump negociaba la eliminación de aranceles al acero y aluminio de México y Canadá. Algunas multinacionales optaron por mudarse a México para escapar de la telaraña impositiva de la guerra comercial y López Obrador negociaba tratados bilaterales con EEUU para monitorear importaciones chinas dentro del territorio. Todo perfilaba a una simple configuración esquemática de las rutas comerciales, un presidente mexicano que desde su llegada pregonó el diálogo y el consenso, indicaba que no había razones para trascender a mayores conflictos.
Conversamos por teléfono con el presidente Trump. Le comenté que en Tijuana diré que al presidente de EEUU no le levanto un puño cerrado, sino la mano abierta y franca. Le reiteramos nuestra disposición a la amistad, al diálogo y la colaboración por el bien de nuestros pueblos.
Trump anuncia el acuerdo con México por temas fronterizos y arancelarios.
Fue un revés inesperado cuando posteriormente a estos signos de consenso el presidente Trump anunció a finales de mayo la imposición de aranceles por un 5% a los productos provenientes de México a partir del 10 de junio si no tomaban “medidas decisivas” para controlar la migración. Rápidamente, los funcionarios mexicanos tuvieron que acercarse a Washington para que esta amenaza no prospere, mientras tanto, Trump sonaba amenazante: “No estoy preocupado porque ellos nos necesiten, nosotros no los necesitamos” afirmaba. Lo que venía siendo una llamativa cooperación por parte de EEUU, terminó derivando en una sorpresa negativa que debía ser resuelta con velocidad. Finalmente hubo acuerdo y los aranceles se desvanecieron “indefinidamente” bajo un trato de unidad. López Obrador anunció el 8 de junio que México se comprometía a controlar la frontera con Guatemala enviando 6000 oficiales de la Guardia Nacional para evitar el libre flujo de migrantes.
La jugada fue acercarse a México, cautivarlo con negociaciones y asociaciones comerciales, absorber parte de su actividad económica para luego extorsionarlo con aranceles contundentes si no cumplía con lo que Trump pedía. El objetivo de EEUU con México es similar al que tiene con China: prevalecer como referente comercial a nivel global y espantar cualquier posibilidad de déficit fiscal ante sus competidores. Es un hecho que la guerra comercial con China derivó en un acercamiento a sus homólogos regionales pero bajo condiciones estrictas. Ahora México está sujeto a un acuerdo que debe cumplirse en un plazo de 45 días, de lo contrario, EEUU presionaría con nuevas imposiciones.
Foto: Notimex
Este acuerdo contempla la colaboración de ambos países para promover condiciones de asilo para aquellos migrantes que viajan desde Centro América hacia el norte, buscando de este modo evitar el flujo masivo hacia EEUU. Trump ve con urgencia la necesidad de cumplir expectativas de su electorado, muchas de sus promesas inconclusas se respaldan en políticas de este tipo. López Obrador insiste en el diálogo para evitar confrontaciones directas con la Guardia desplegada en la frontera de Guatemala y busca cómo solucionar un problema ocasionado por Norteamérica, responsables de la desidia que atraviesan en el Triángulo Norte centroamericano integrado por Honduras, El Salvador y Guatemala.
México padecerá por siempre el drama de un vecino conflictivo en el norte. La convivencia autónoma con EEUU es un desafío constante, más aún considerando que son los receptores de aproximadamente el 80% de sus exportaciones y una cuarta parte de la producción económica del país. Sumando el inevitable tránsito centroamericano por territorio mexicano para llegar a EEUU, los tratados económicos se fusionan con políticas migratorias impuestas por Trump que de no ser cumplidas se traducirán en imposiciones arancelarias. López Obrador es objeto de críticas y apoyos en México por esta resolución. Algunos ven en este acuerdo el costo de hacer el trabajo sucio de EEUU en la frontera con Guatemala para mantener limpia la imagen de Trump y favorecer su imagen para las próximas elecciones. Otros ven como un acierto conciliar un acuerdo inmediato para evitar una guerra arancelaria que podría desatar más caos. AMLO insiste en el diálogo, Trump responde con números.
* Periodista especializado en temas internacionales, columnista del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
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