Duque buscaba aumentar sus riquezas haciéndose con unos 6 mil millones de dólares con la propuesta engañosa de la reforma tributaria.
Una y otra vez queda demostrado los intereses internacionales y políticos sobre América Latina específicamente, con la manera de tratar el conflicto colombiano por parte de los Organismos Internacionales, en compañía de algunos medios de comunicación.
El vecino país vive en estos momentos un clima de dolor, desesperación y angustia debido a las consecuencias de las recientes propuestas de Reformas Tributarias neoliberales del Gobierno de Iván Duque, que generó grandes manifestaciones en diferentes departamentos de la entidad colombiana, arrojando un saldo de 26 fallecidos y más de 800 heridos.
Algunas ONG’s han documentado las violaciones masivas de los Derechos Humanos durante los últimos días de protestas, con 1.089 casos de violencia policial por parte del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) y más 800 detenciones arbitrarias en menos de 1 semana.
Sin embargo, la reforma fue la gota que derramó el vaso, ya que el país neogranadino siendo el segundo más desigual de la región, con niveles de pobreza multidimensional de casi un 20% según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), de Colombia, viene acumulando una serie de medidas que dan la espalda a su pueblo.
Y aunque Duque decidió finalmente pedir al Congreso el retiro del proyecto radicado por el Ministerio de Hacienda, las manifestaciones continuaron con un paro nacional, al igual que las violaciones de los Derechos Humanos a los manifestantes con la omisión de algunos medios de comunicación, ONG’s y organismos internacionales como la Organización Estados Americanos, de Luis Almagro, o de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, por ejemplo.
De la OEA es de esperar el nivel de descaro, que luego de 4 días de protestas continuas en Colombia, Almagro aparece con Juan Guaidó en una reunión y no para intervenir sobre el uso de la fuerza militar en manifestantes colombianos, pero si para continuar el saqueo de los recursos a Venezuela, a través de las medidas coercitivas y unilaterales en conjunto con los títeres de la oposición venezolana.
No se han pronunciado sobre lo que ocurre evidentemente en Bogotá o en Cali por nombrar algunos de los departamentos con el uso excesivo de la fuerza por parte del Esmad, que ha disparado con armas de fuego para reprimir las manifestaciones y en el que han incurrido en graves delitos de lesa humanidad, con las detenciones masivas arbitrarias y los asesinatos a manifestantes entre ellos menores de edad.
Estos crímenes que violan el Estatuto de Roma y que deben ser juzgados en la Corte Penal Internacional, tampoco son importantes para la Agencia de la ONU, ACNUR, y menos los más de 60 años de guerra interna a la que le han dado la espalda y en algunos casos políticos, se han hecho cómplices de los grupos armados en territorio colombiano con todas sus implicaciones: desplazados, asesinatos masivos, fosas comunes, terrorismo sobre la población, entre otros, y no hemos visto ninguna acción por parte de los mecanismos o instituciones internacionales para mejorar y accionar ante esta situación.
Pero si es evidente que estos organismos ejercen acciones unilaterales sobre otros países, como lo hacen contra Venezuela, y la Revolución Bolivariana que no se doblega y mantiene su integridad territorial, libre determinación y soberanía ante las amenazas y pretensiones extranjeras.
Por lo tanto, lo que ocurre en Colombia no es de relevancia internacional para algunas instituciones doblegadas a los intereses del capital que operan en gran parte desde EE.UU. y Europa. Y además por los intereses y alianzas del gobierno de Iván Duque con Washington.
Pero la deuda es la deuda, Colombia acumula más de 150 mil millones de dólares en deuda externa, aunado a una tasa de desempleo mayor al 14% lo que implica más de 3 millones de colombianos sin empleo formal, y con la llegada de la pandemia, casi 3 millones de casos reportados y más de 73 mil fallecidos; siendo la última semana la peor de todas con más de 3.300 decesos reportados, lo cual ubica a Colombia en el cuarto país con más muertes reportadas por la Covid-19 durante este período. Es de esperarse, la vida, la salud y la situación económica del colombiano común se ha deteriorado significativamente.
No obstante, en vista del silencio de Almagro y Bachelet, aguardamos la esperanza que en cualquier momento Carlos Vives, Juanes y el poderoso aparato publicitario de la derecha llamen nuevamente a la solidaridad internacional de los pueblos y gobiernos; pero está vez para la realización del Colombia Aid Live.
Dirigente de la Juventud del partido socialista unido de Venezuela. Internacionalista. Magister en metodología de la investigación científica. Licenciado en educación. Maestrante en relaciones internacionales. Docente universitario. Investigador. IG: @SotoPsuv / Tw: @SotoPsuv
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), las minas antipersonales son dispositivos explosivos que se colocan debajo o cerca del suelo, cualquier individuo puede ser víctima de estas armas.
A nivel global un total de 2.170 personas murieron y más de 3.300 resultaron heridas por minas antipersonas durante el año 2019, a pesar que existe el tratado de la Convención de Ottawa y que lleva 23 años en vigor siendo ratificado por 164 países.
Un 80% de las víctimas eran civiles y el 43 % eran menores de edad. El informe de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersonas (MAP), indica además que los países más afectados fueron Afganistán, Mali, Ucrania, Yemen, Nigeria, Irak y Colombia.
La CICR detalla que, en el año 2020 durante el primer trimestre en Colombia, 118 personas perdieron la vida, entre ellos 83 civiles y 17 menores de edad. Durante este año van contabilizados 61 civiles, incluyendo 16 menores de edad que han perdido la vida producto de las MAP.
Venezuela jamás será minada por el narcotráfico colombiano | Por: Carlos Alberto Soto Soto
Venezuela, en su momento destruyó 1.073 minas antipersonales que se encontraban en 13 campos minados en periferias de seis puestos navales y el 27 de mayo del 2013, se declaró territorio libre de MAP ante el Comité Permanente de Desminado de la Convención Ottawa.
Hoy vemos como el gobierno de Iván Duque, en su agenda de agresiones contra nuestro país y violando los tratados internacionales, pretende implantar psicoterror en la frontera colombo-venezolana, con sus grupos de mercenarios, colocando minas a discreción y generando conflictos armados en el estado Apure, desde el pasado 21 de marzo.
La acción oportuna de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), y la operación «Escudo Bolivariano 2021», han logrado desactivar 16 artefactos explosivos sin dejar víctimas civiles. Sin embargo, esta operación militar en defensa de la nación, ha sumado 8 soldados venezolanos caídos y 34 heridos, además de 6 combatientes de los grupos narco mercenarios abatidos.
En el lugar también fueron desmantelados 6 campamentos usados para el narcotráfico y además fue creada la Zona Operativa de Defensa Integral Temporal Especial en tres municipios de la entidad, específicamente en José Antonio Páez, Muñoz y Rómulo Gallegos, detalló el ministro de la defensa Vladimir Padrino, durante rueda de prensa.
Aunado a ello, las poblaciones afectadas están siendo atendidas por la FANB, con la entrega de alimentos, restableciendo los servicios públicos, acompañando a los comerciantes afectados por las amenazas y apoyando en el mantenimiento integral de las áreas deterioradas producto de los ataques de los grupos mercenarios.
Venezuela jamás será minada por el narcotráfico colombiano | Por: Carlos Alberto Soto Soto
Guerra psicológica a través de redes sociales
En la estrategia de Washington por doblegar la moral del ejército venezolano, quisieron imponer la matriz de opinión que la FANB, estaba atacando a la población civil del estado llanero violando los derechos humanos de sus habitantes.
Los mercenarios quienes haciéndose pasar por funcionarios venezolanos agredieron de forma terrorífica a los civiles del alto Apure, utilizando plataformas como WhatsApp y redes sociales, enviaron mensajes a los pobladores con amenazas de muerte, obligándolos a salir de sus casas.
Todas estas acciones tienen el objetivo de señalar a Venezuela como un Narco-Estado, donde los grupos se disputan los espacios y asocian al gobierno del presidente Nicolás Maduro como Estado fallido creando condiciones a nivel internacional para una intervención militar.
“El plan imperial es, lo repito, tercerizar el conflicto para balcanizar a Venezuela; incursionar en nuestro país, apoderarse de un espacio territorial para sus operaciones logísticas acompañados por la DEA, desestabilizar la frontera y venirse al centro del territorio venezolano por el occidente”, denunció el ministro Padrino López.
Acciones de Colombia
Por su parte el ministro de la defensa de Colombia, Diego Molano, aseveró a un medio colombiano, que «desde el consejo de seguridad se tomó la decisión de movilizar 2000 hombres y una unidad de 90 infantes de marina a la zona fronteriza, ejerciendo soberanía y brindando apoyo para que se de toda la ayuda humanitaria».
Maniobra clave para generar provocaciones al gobierno de Venezuela y que de ejecutarse la operación en el estado Apure, ya tendrían las tropas listas para avanzar e intentar intervenir militarmente a Venezuela.
Acompañamiento internacional para el desminado de la frontera
Venezuela espera contar con el apoyo solicitado por el primer mandatario nacional Nicolás Maduro, a la Organización de las Naciones Unidas, para la destrucción de minas antipersonales en la frontera con Colombia, amparándose en el artículo número 6 de la Convención de Ottawa que contempla la cooperación y asistencia internacional.
«Cada Estado parte se compromete a facilitar el intercambio más completo posible de equipo, material e información científica y técnica, en relación de la aplicación de la presente convención, y tendrá derecho a participar en ese intercambio. Los Estados parte no impondrán restricciones indebidas al suministro de equipos de limpieza de minas, ni a la correspondiente información técnica con fines humanitarios».
Dirigente de la Juventud del partido socialista unido de Venezuela. Internacionalista. Magister en metodología de la investigación científica. Licenciado en educación. Maestrante en relaciones internacionales. Docente universitario. Investigador. IG: @SotoPsuv / Tw: @SotoPsuv
La reaparición de nacionalismos extremos son otro de los efectos y al mismo tiempo desafíos que enfrentar en este período pandémico aún y post pandémico cuando logremos derrotar la enfermedad. Desafío por encarar, al igual que las políticas de fragmentación que serán parte del panorama en amplias regiones del mundo: Siria, Irak, Libia, Sudamérica (Venezuela sometida a los ataques permanentes de Estados Unidos y el grupo de Lima). Como también el nacionalismo económico como campo de estudio, es decir aquel discurso político que defiende a las empresas locales y rechaza a los inmigrantes y los bienes importados, donde existe el peligro de mayor proteccionismo y guerras comerciales. La respuesta a la pregunta ¿Cómo saldremos de esta pandemia? No es fácil y las alternativas son variadas. ¿Más insulares, más tribales, más egoístas?
Algunos europeos ya están aplaudiendo los efectos del COVID 19. “La necesidad de fronteras está siendo reivindicada por la pandemia”, afirmó en una entrevista Laura Huhtasaari, miembro del Parlamento Europeo por el partido nacionalista-populista de Finlandia. “El globalismo se está derrumbando”. Esto trae como desafío la necesidad de trabajar por implementar o reimplementar instituciones de integración más allá de aspectos políticos, sino que también adicionen lo económico, cultural, lo científico entre otros aspectos. Tal necesidad fortalece las democracias, las obliga a profundizar los derechos sociales y económicos de la población, tomar más conciencia de sus propias necesidades y anhelos y con ello impulsar las luchas sociales. No es sólo retomar sino que refundar.
Trabajar por una verdadera humanidad
Esta es una línea de trabajo fundamental que posibilita los diálogos para la cooperación frente a los grandes centros de poder, nos permite avanzar hacia acuerdos regionales de beneficio para el territorio y no para beneficio exclusivo de las empresas transnacionales. Tal idea de trabajo nos obliga a evitar esa fragmentación regional, fortalece la solidaridad, impulsa la integración y va apoyando la creación de condiciones propicias para impulsar las transformaciones (y no sólo las interpretaciones) necesarias para lograr nuestra verdadera independencia. Avanzar hacia un mundo más justo y sostenible, tras esta tremenda prueba local, regional, nacional y global, que nos impuso esta pandemia, nos impele hacia la creación de un mundo más justo y sostenible.
Resulta un imperativo trabajar por políticas de acceso universal a Internet, bajo líneas potentes con uso de tecnología de primer nivel a bajo costo y sin restricciones ni censuras como se ha experimentado por medios de información alternativos. Este aislamiento social obligatorio, esta cuarentena impuesta ha demostrado que es posible llevar adelante tareas mucho más allá de las que suponíamos, de manera remota; lo que trae como desafío el poder desplegarlas con la protección social necesaria. Exigir la protección social para los sectores más desfavorecidos: salud, educación, alimentación, previsión.
La búsqueda de la vacuna contra la Covid 19, en cuya carrera vemos a las grandes potencias: China, Estados Unidos, Rusia, Europa, pone en el tapete la exigencia de la libre circulación y acceso al conocimiento como un bien imprescindible. A la política de querer imponer una lógica de apropiación exclusiva del conocimiento, hay que oponer la cooperación, la difusión, el conocimiento general. Millones de investigadores, miles de centros de investigación (públicos y privados) comparten avances, estudios, revistas hasta ayer cerradas abren sus publicaciones, existe una corriente de pensamiento de amplitud inimaginable. La OMS, la UNESCO, centros de estudios económicos se abren y exigen abrir sus fuentes de conocimiento.
Esto es positivo, un tremendo desafío y hay que aprovecharlo, las leyes de transparencia hay que utilizarlas y dejar a la vera del camino a quienes pretenden imponer una lógica de apropiación, exclusiva y excluyente (tratando de extraer los mayores niveles de ganancia) ese tipo de conducta está siendo cuestionada y debe serlo como parte de nuestros desafíos globales. La democratización del conocimiento es un desafío ineludible, un derecho humano ya a estas alturas.
La pandemia nos volvió a demostrar la importancia del Estado y de la industria nacional, en un tema tan estratégico como es la salud. En esto, y su decisión soberana de proceder a su propia fabricación de la vacuna contra el Covid 19, que permite superar la lógica del monopolio farmacéutico pone en primera línea a Irán. “Desde la eclosión de la pandemia del nuevo coronavirus en el mundo hace 10 meses, los científicos persas se pusieron a trabajar en una vacuna, pese a que el país se encuentra bajo un régimen durísimo de sanciones estadounidenses. El pasado 13 de noviembre del 2020, el portavoz de la Organización para Alimentos y Medicinas de Irán, Kianush Yahanpur, destacó que ocho vacunas iraníes contra la COVID-19 se encuentran como candidatas en la lista de la Organización Mundial de la Salud”
Tengamos presente que el mercado de vacunas contra la gripe, que es el verdadero negocio, con valor de decenas de miles de millones de dólares al año, nos está sugiriendo que si la Covid-19, como la gripe, llegó para quedarse y va a requerir inyecciones de refuerzo anuales, entonces sí podría ser enormemente rentable para las empresas farmacéuticas, que hoy se han cuidado mucho de no aparecer beneficiándose en extremo, después de recibir aportes externos y de estados que han cubierto su trabajo, que ha permitido contar con una vacuna con más anticipación de lo esperado. Los datos que se manejan señalan, que en total, los gobiernos han proporcionado US$8.600 millones, según la empresa de análisis de datos científicos Airfinity. Las organizaciones sin fines de lucro han otorgado casi US$1.900 millones. Sólo US$3.400 millones provienen de la propia inversión de las empresas, y muchas de ellas dependen en gran medida de la financiación externa o de aportes como la Fundación Gates, Jack Ma de Alibaba entre otros.
En otra línea de desafíos, desde la necesaria mirada global que tenemos que asumir la crisis que vivimos y los desafíos que enfrentamos dejan claro que los vínculos con nuestra madre naturaleza con el medio ambiente en general y con nuestros congéneres no ha sido positiva y debe cambiar. Este año 2020 hemos atestiguado aún más (no es nuevo, pero ha quedado en evidencia global como nunca) que no podemos seguir manteniendo nuestra forma de vida ciega, sorda y muda, en un modelo de desarrollo suicida. La enorme mayoría de la humanidad está en peligro cierto, más allá del tema pandémico sino por las pésimas condiciones sanitarias, su escaso acceso a la salud, las mínimas condiciones de supervivencia. Y, en esta realidad resulta suicida seguir sosteniendo las mismas tecnologías de producción que se basan en el uso intensivo de nuestros escasos recursos, el uso de pesticidas en la agricultura, de sustitución de cultivos variados por aquellos más rentables y dedicados a la exportación.
Es importante no perder de vista que, a pesar de que la crisis derivada de esta pandemia será muy nociva para nuestra región, muchos de los factores que frenan su avance a esta nueva etapa son de carácter estructural y previos a la crisis del COVID-19. No nos nuble la vista la pandemia cuando nuestras necesidades de cambios medulares son anteriores. Un desafío transversal que debe ser el norte de nuestra visión de defensa de lo humano, de nuestra condición de seres humanos por encima del capital es incentivar y apoyar alternativas de vida saludables, alimentación, prevención en salud. Y en el plano laboral, la realidad de una población lanzada a su suerte, una enorme masa poblacional sin recursos para satisfacer sus mínimas necesidades nos impele a preguntarnos si parte de la lucha está en garantizar o avanzar hacia el ingreso universal, no se supervivencia sino de vida justa y digna.
Existe la necesidad de avanzar en un trabajo riguroso de análisis, diagnóstico y propuestas. Ser certeros en aquello que realizamos, responsables. Ser certeros implica ser consecuentes, con un análisis científico de la realidad. El voluntarismo está alejado del trabajo con rigor, que en el plano de las ideas implica estudiar, analizar, visualizar, decir, sostener, denunciar y llevar adelante esa idea que nos refiere que la teoría es gris pero el árbol de la vida es inmensamente verde.
Hago mía las palabras de la investigadora argentina Anabel Martin al sostener que “Encarar el camino de la transformación requiere, sin embargo, reconocer las enormes tensiones que se generarán. Es de esperar una disputa muy fuerte entre los defensores de lo establecido, de los sistemas de privilegios actuales, y los que promuevan transformaciones. Las voces de los grupos de poder, de hecho, ya están trabajando a tiempo completo, movilizadas ante las más pequeñas señales de cambio, para defender el statu quo” Y en ese escenario nuestra posición debe estar muy clara, firme y decidida. Los desafíos del año 2021 refieren que lo único inmutable es el cambio permanente y esa mutación no puede ser sólo la de un virus, como se está experimentando en Europa, sino que de pensamiento, de acción transformadora, de modificar las condiciones de vida que no satisfacen las necesidades de gran parte de la humanidad. Tenemos mucho trabajo.
Periodista y escritor chileno. Analista internacional, Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. especialista en temas de Latinoamérica, Oriente Medio y el Magreb. Es colaborador de varias cadenas de noticias internacionales. Creador de revista digital www.politicaycultura.cl
El gobierno de Nicolás Maduro llega a las elecciones legislativas de este domingo en un momento de mucha complejidad, principalmente en materia económica: a lo que ya sufre todo el mundo por la pandemia del Covid-19, en Venezuela se ve agravado por el impacto que tienen las acciones de aislamiento diplomático, guerra y bloqueo criminal con los que Estados Unidos y sus aliados pretenden rendir a la República Bolivariana
Durante este tiempo hubo una retórica dirigida a fomentar una guerra entre venezolanes, que escaló con la muerte de Hugo Chávez, pero principalmente con la elección de la Asamblea Nacional vigente desde 2015. Sin embargo, la escalada golpista llegó a límites inéditos durante la etapa de Julio Borges y, principalmente, de Juan Guaidó.
La oposición venezolana es el reflejo más sensato de la derecha antidemocrática. Han intentado, por todos los medios, desgastar la democracia, que es el “mecanismo civilizado” que tienen las sociedades para la resolución de sus disputas. Y la Asamblea Nacional no ha hecho otra cosa que declarar una guerra, que alcanzó niveles de agresión altísimos en los últimos dos años.
El intento de magnicidio contra Nicolás Maduro, la autoprogramación de Juan Guaidó como Presidente, y Estados Unidos poniéndole un precio a la cabeza del primer mandatario y de otres funcionaries y ex funcionaries del Gobierno bolivariano podrían ser ejemplos. Concretamente, instalaron la idea de que entre venezolanes no había posibilidad de diálogo y que la única manera de resolver eso era con una intervención extranjera y un golpe.
En una nota publicada en Misión Verdad, se asegura que “principios como la paz y la reconciliación nacional son poco rentables, pues ahí también opera la mentalidad neoliberal que persigue la producción de ganancias sin mediar en sus efectos sociales”. En otras palabras, la retórica de guerra y el alejamiento del diálogo es para el antichavismo una inversión a largo plazo que ofrece oportunidades para asaltar el poder. Y por eso es que las elecciones parlamentarias son interpretadas como una amenaza. Ellos se embanderan en la democracia y es exactamente todo lo que no quieren.
Importancia de una nueva Asamblea Nacional
La jornada de este domingo tiene que ser para Venezuela el cierre de este ciclo golpista iniciado en 2015 con la victoria parlamentaria del antichavismo. Esto si entendemos que la actual AN jugó un rol estratégico como la entidad coordinadora del dispositivo de cambio de régimen que impulsaba el gobierno de Estados Unidos, primero bajo la administración de Obama y luego prolongada automáticamente con la administración Trump. Porque bajo cualquier administración estadounidense, Venezuela seguirá siendo blanco de ataques.
Algunes analistas plantean que las elecciones parlamentarias que se celebran hoy y la instalación de una nueva correlación de fuerzas en la Asamblea Nacional, va a implicar el desplazamiento político y legal de la “Operación Guaidó”, y que eso se traducirá en que la oposición pro estadounidense pierda su influencia en la sociedad venezolana y en su capacidad de movilización; y, al mismo tiempo, en el hundimiento definitivo de la opción del bloqueo y la intervención. Sobre este punto, hay más dudas que certezas.
Sí queda claro la expresión Guaidó viene perdiendo fuerza, pero habrá que esperar a ver qué sucede con las elecciones en Estados Unidos, pero es muy factible que el Imperio encuentre otros representantes para seguir desplegando su política exterior criminal en Venezuela. Y también queda claro que en manos del chavismo la Asamblea Nacional podrá presentar proyectos para sortear las dificultades que impone el bloqueo económico. De hecho, la Asamblea Constituyente aprobó la Ley Antibloqueo, que tiene esa finalidad: sortear las sanciones económicas impuestas por Washington y construir puentes de solidaridad con otros países.
La oposición debilitada
Más allá de esas pequeñas fracturas del chavismo planteadas hace algunos meses cuando Maduro llamaba al bloque histórico de la Revolución a seguir en el camino de la unidad y más allá de la crisis económica que se profundiza como en todo el mundo por la pandemia, hay hilos de esperanza en relación a las disputas dentro del G4, el bloque opositor que conforman Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo.
El analista Katu Arkonada escribió una nota en la que plantea que la oposición está en crisis y aparecen nuevas rupturas entre Acción Democrática y Voluntad Popular, del terrorista Leopoldo López y de Juan Guaidó. Henry Ramos Allup, de AD, que fue el presidente de la Asamblea Nacional en 2016 ha instruido a la fracción parlamentaria de su partido y a la dirigencia que no participe de los actos que está convocando Guaidó, y está planteando lo mismo en relación a las “asambleas” que está convocando López en Europa para los venezolanos que viven allí.
Además, AD vive una crisis hacia lo interno: se están dando debates sobre la unidad del partido y sobretodo de sus liderazgos, con un Bernabé Gutiérrez que le va restando protagonismo a Ramos Allup.
Pero si miramos más allá, la crisis opositora es general. A fines de octubre hubo una reunión en la que participaron algunos líderes del G4 y dos funcionarios estadounidenses de la embajada virtual (asentada en Colombia), donde los representantes que financian las acciones de este grupo le pusieron un alto al partido Primero Justicia, que representa Tomás Guanipa, que planteaba rotar la presidencia interina porque Guaidó ya está para tomarse el buque y porque la consulta popular que propone el autoproclamado presidente a través de asambleas a las que está convocando, no está siendo muy efectiva.
Por su parte, los yanquis aseguraban que no era tiempo de discutir cuestiones más estructurales, sino más bien programáticas. Y en esa reunión, la Oficina encargada de los Asuntos Venezolanos en Colombia también dijo que enfrentan otro problema que es la burocracia estadounidense, que es la que tiene que validar y respaldar financieramente todo lo que decida el G4.
Arkonada asegura en la nota que con Guaidó al frente, están intentando consensuar otros acuerdos, como aumentar la presión sobre mandos políticos y militares chavistas; promover la actividad y las ejecuciones de grupos paramilitares (civiles, disidentes policiales, desertores de la FANB y organizaciones mercenarias); promover alteraciones del orden público (saqueos, ataques a instituciones pública); impulsar que los países aliados continúen abriendo investigaciones judiciales contra miembros del gobierno bolivariano y empresarios afines.
Desafíos a futuro
La Asamblea Nacional que se constituya hoy tiene que poder generar respuestas efectivas a la dramática situación que vive la mayoría de la población, medidas que sean parte de un plan integral económico social humanista antibloqueo que reafirme la soberanía.
Hay dos iniciativas puestas sobre la mesa. La primera es la Ley Antibloqueo y la segunda es la propuesta de agenda legislativa planteada por el presidente Nicolás Maduro, donde aparece la Ley de protección a la familia, una oportunidad para dotar al Estado, al gobierno y al pueblo venezolano de mecanismos e instrumentos para impulsar acciones que apuntalen la economía familiar. En este marco, aparecen figuras como la de un Bono Familiar Antibloqueo, el cual podría ser el eje de un proceso de fortalecimiento y reestructuración integral de la política de apoyo solidario a las mayorías más golpeadas por la guerra económica que ha venido padeciendo la Revolución Bolivariana.
Más allá de la voluntad política están las interrogantes sobre la viabilidad de una inversión social de este tipo en el contexto actual. El escenario es de extrema complejidad, pero la revolución bolivariana viene sorteando la guerra con muchísima valentía y también con muchísimo compromiso. Solo queda esperar que el pueblo pueda marcar el rumbo este domingo.
Miranda Cerdá Campano
Nací en Chubut y milito porque no hay mejor manera de transformar el mundo. Soy hincha fanática de San Lorenzo y fundamentalista de la Vuelta a Boedo. Lloro por todo y no sé cómo explicarle a la gente lo mucho que me gusta la palta.
Más allá de que no necesariamente se ajuste a la visión que tenemos sobre los DDHH en Argentina, hace algún tiempo el filósofo ruso Alexander Duggin hizo una interesante reflexión respecto a la forma en la que la “comunidad internacional” (las potencias occidentales) utiliza este concepto.
Según afirma el filósofo, “los derechos humanos representan la aplicación de los principios liberales. Los derechos humanos se basan sobre la idea de que sólo existe ‘individuo’ […] Los globalistas quieren usar la intervención de los DDHH para reorganizar a la humanidad sobre la idea del individualismo […] Los liberales determinan qué debería ser el individuo y quieren obligar a todos los demás a aceptar esta visión. Es una forma de colonización. Es un racismo liberal que pretende destruir todas las sociedades que no quieran ser inmediatamente liberales. Utilizan los DDHH como pretexto para atacar a los regímenes o a líderes como Putin, Irán o Maduro. Cuando dicen que en este o aquel país no se respetan los DDHH, eso significa la posibilidad de intervención. Es una idea que está instrumentalizada para explicar una intervención militar”[1].
El caso venezolano
Desde la llegada de Hugo Chávez Frías al gobierno venezolano, los EEUU han hecho lo imposible por derrocarlo. Tanto es así que hay quienes argumentan que la muerte del Comandante Chávez fue inducida por tecnologías no conocidas públicamente, o a las que en los medios de comunicación se les da poca difusión, o se las ningunea.
Desde 2014, bajo la administración de Barack Obama, Venezuela es considerada para los gringos como “una amenaza inusual a la seguridad nacional” de los EEUU ¿Vaya chiste no? Lo cierto es que desde entonces se ha lanzado una guerra abierta y descarnada contra ese pueblo. Porque no es contra el chavismo, es contra ese pueblo hermano que en cada proceso electoral sigue eligiendo al chavismo para que conduzca la nación.
Consecuencias del Bloqueo
Las Medidas Coercitivas Unilaterales fueron implementadas por Obama y continuadas por la administración del magnate de peluquín, Donald Trump. Esta guerra confesa y declarada no es sólo diplomática, es también económica, comercial, financiera, mediática y también militar.
El criminal bloqueo para que Venezuela no pueda llevar adelante sus obligaciones, ya sean comerciales o financieras tiene por finalidad -literalmente- atacar al pueblo venezolano. No importa si el gobierno no puede comprar alimentos, medicinas o repuestos para cualquiera de sus industrias; no importa si en ese camino mueren miles de venezolanes. Lo que importa es que ante esa situación el pueblo se rebele contra el gobierno de Nicolás Maduro y lo derroque. Han intentado con todo, pero el bravo pueblo y el chavismo vienen resistiendo estoicamente.
Según establece el artículo 7 del Estatuto de Roma, “puede ser considerado como un crimen de lesa humanidad toda acción consciente y generalizada que persiga el exterminio, el asesinato o los tratos crueles contra una población por su orientación política, étnica o religiosa”[2].
En mayo de 2019 el Center for Economic and Policy Research (CEPR) publicó un informe, a cargo de los economistas Mark Weisbrot y Jeffrey Sachs, en el que se determinaba que producto del bloqueo -impuesto unilateralmente por EEUU- entre 2017 y 2018 han muerto alrededor de 40 mil personas debido a las trabas para que el estado venezolano compre medicamentos y otros insumos vitales para la vida de la población. La escasez de medicamentos en ese mismo período aumentó a un 85% según el mismo informe. Éste sólo hecho podría servir para catalogar al bloqueo como un crimen de Lesa Humanidad cometido por los EEUU contra el pueblo venezolano.
Comando Sur reconoce trabajo de EEUU para derrocar a Maduro
Pero este hecho no es el único. Ya los estadounidenses son tan descarados que el propio Jefe del Comando Sur de los EEUU, el almirante Craig Faller, declaró en un foro empresarial organizado por el Consejo de las Américas, que Washington estaba haciendo esfuerzos para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro.
“A menudo me preguntan, ¿por qué se demora tanto? ¿Por qué no han funcionado los esfuerzos de Estados Unidos?”, a lo que respondió: “Yo diría que los esfuerzos de EEUU han funcionado”, aunque no “lo suficientemente rápido para el pueblo venezolano“[3], sostuvo el militar norteamericano.
Momento Pandemia COVID-19
La agresividad imperial no descansa. Trabaja las 24 horas los 365 días del año, y todos los años. Algunes especularon al principio de la pandemia e ilusoriamente pensaron que EEUU podría cambiar su actitud por cuestiones humanitarias. Nada de eso ocurrió, su bestialidad para con quienes lo enfrentan fue igual o mayor. Venezuela, Irán, Rusia, China, Siria, Cuba, Nicaragua, todas fueron agredidas unilateralmente y en algunos casos causó la muerte de miles de personas.
Como lo retratábamos anteriormente, occidente habla de DDHH solo cuando pretende deslegitimar un gobierno o un proceso político popular. El solo hecho de escuchar esta palabra en los medios que controlan debería prendernos las alarmas, porque para quienes controlan occidente, como decía Dugin, hablar de DDHH es sinónimo de invasión, de intervención, de golpe.
Pese a ello Venezuela es uno de los países del continente con menor cantidad de casos de contagios COVID-19. Mucho menos en cantidad de muertes. Esto grafica claramente cómo el Gobierno bolivariano puso toda la maquinaria del Estado para proteger a su pueblo ¿Qué han dicho gobiernos de occidente y sus medios al respecto? Nada, absolutamente nada.
Votación en la ONU
En este contexto y marco hay que leer lo que sucedió el pasado martes 6 de octubre en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Tal y como lo explican en el portal Misión Verdad, ese día se votaron dos propuestas: “La primera resolución que respaldaba la presencia y cooperación de la Oficina de la Alta Comisionada fue presentada por Irán, Siria, Turquía y Venezuela y se aprobó con 14 votos a favor, 26 abstenciones y 7 votos en contra. En cambio, la “Misión” paralela del Grupo de Lima obtuvo 22 votos a favor, 22 abstenciones y 3 votos en contra”[4].
La Resolución L43, votada por Argentina, el Grupo de Lima y los países europeos, “desconoce al gobierno constitucional de Nicolás Maduro y reconocen a Juan Guaidó”, que se autoproclamó en una plaza. En esta resolución “sobre Venezuela los Estados firmantes se arrogan facultades de injerencia directa para tutelar las cuestiones internas de la política venezolana”[5].
Es por esta razón que llamó poderosamente la atención el voto argentino. La “Misión Internacional Independiente”[6], además de ser paralela al informe de Bachellet, nunca pisó territorio venezolano. Toda la información fue obtenida a través de internet.
Pero pese a lo que pasó en Ginebra, el pueblo argentino no olvida las muestras de solidaridad de la República Bolivariana de Venezuela y de su gobierno: ante la falta de acceso argentino al crédito internacional, en 2005 Chávez lanzó los “Bonos del Sur” con los que el país caribeño compró mil millones de dólares de deuda pública argentina que se pagarían en 2015 (Boden15). Los dos años subsiguientes se lanzaron dos bonos más por valor de 2.5 mil millones de dólares para que nuestro país pudiera pagar su deuda externa[7].
Este es un sólido ejemplo de que en momentos difíciles para Argentina, allí estuvo la mano solidaria y fraterna del pueblo venezolano y de su gobierno. Recordemos sino las palabras de Chávez respecto de la situación de Malvinas.
Venezuela como tabú
La utilización de Venezuela como tabú no es nueva. Incluso antes de que se dieran cambios en el mapa geopolítico continental, la prensa hegemónica en cada uno de los países de la región, atacaba sin tapujos a la República Bolivariana de Venezuela y a cualquier gobierno que osara acercarse o establecer relaciones políticas con ella.
Este hecho no pasaba sólo de este lado del charco ¿cuántas veces se ha visto la demonización a Podemos de España por defender la autodeterminación de ese pueblo? De hecho el psicoanalista y escritor argentino, Jorge Alemán, lo señaló recientemente: “ayer estuve hablando con algunos amigos de Podemos y de Izquierda Unida y les pregunté por qué ellos no habían hablado y ellos dijeron que ya habían pagado el precio de Venezuela”.
Apoyos claves
Pese a todas las dificultades generadas por la guerra sin cuarteles lanzada por EEUU, el pueblo venezolano y su gobierno siguen dando batalla cotidiana. Está más que claro que las ayudas de Rusia, China e Irán son una bocanada de aire al ahogo perpetrado por los gringos.
Inversiones directas, acuerdos marco en distintas áreas, ayuda económica y financiera, envío de medicamentos y alimentos. Un combo sin el cual las cosas habrían sido mucho más difíciles para el pueblo venezolano. Porque como se sostiene en párrafos anteriores, el objetivo a destruir no es solamente el gobierno chavista, es también el pueblo venezolano y su conciencia revolucionaria.
Las agresiones a la estatal PDVSA fueron de las primeras y siguen vigentes hasta la fecha. La imposibilidad de haber dejado de depender del petróleo, volvió a la empresa insignia del país un talón de Aquiles. Robo de activos, confiscación de CITGO (filial de PDVSA en EEUU), sanciones a quienes comercien con la estatal venezolana, todo valía para generar miseria planificada a todo un pueblo. Incluso el robo del oro venezolano por parte del poder judicial pirata, hoy puesto en duda. Porque las sanciones unilaterales no perjudican sólo a chavistas, afectan a todo el pueblo venezolano.
La ayuda de Irán en materia petrolera ha sido elemental para no frenar la producción total del país. Motivo por el cual los EEUU enviaron parte de su flota marina al Caribe ¿Acaso alguien puede creer que es para combatir al narcotráfico como lo afirman?
Está claro que la ayuda rusa y china, fundamentalmente en materia militar, es clave ante una eventual intentona golpista a la vieja usanza. De igual importancia las respuestas diplomáticas que han dado desde las cancillerías de Moscú y Pekín.
Creatividad al palo
Ante la ofensiva, la creatividad venezolana tuvo que ponerse a trabajar al cien por ciento. De hecho hace varios años que el gobierno bolivariano lanzó el “Petro”, una criptomoneda con la cual se pueden realizar transacciones dentro y fuera del país.
Más allá del “Petro”, según un informe realizado por la economista de la consultora Chainalysis, Nina Heyden, “en Venezuela el volumen de transacciones en criptomonedas fue de 5 millones de dólares semanales entre julio 2019 y junio 2020, una cifra solo superada por Brasil”[8] en las plataformas LocalBitcoins y Paxful.
A principios del año pasado el presidente Nicolás Maduro presentó el balance de su gestión anterior y el Plan de la Patria 2019-2025. En ese marco se fortalecían los 15 motores económicos lanzado en 2016 que buscan sacar adelante al país. El agravamiento de las condiciones de vida producto del bloqueo criminal de los EEUU generó dificultades para su implementación.
Ley antibloqueo
La Ley Antibloqueo presentada a finales de septiembre por el ejecutivo venezolano a la Asamblea Nacional Constituyente, busca fortalecer y orientar a la producción nacional. Hay que recordar que, producto del bloqueo de EEUU, Venezuela ha perdido 30 mil millones de dólares que es poco probable que se recuperen.
En este escenario y ante la pandemia, esta ley busca, sobre todo, reconstituir los ingresos familiares e “impulsar la capacidad productiva nacional, especialmente de las industrias estratégicas y la sustitución selectiva de importaciones, asumiendo como prioridad el estímulo y la implementación de los 15 motores económicos productivos de la Agenda Económica Bolivariana”[9], como señala su artículo 16.
Los 15 motores económicos buscan desde su creación -hoy fortalecidos- “desmontar los sistemas y subsistemas de la guerra económica a través de todos los niveles de gobierno, superar los mecanismos de dependencia del rentismo petrolero y convertir dichos motores en ejes para impulsar la producción”[10].
Esta Ley, principalmente, es la planificación para fortalecer el motor agroalimentario y potenciar la Gran Misión AgroVenezuela (que contempla el Plan de Siembra, incluida la agricultura urbana), dando un marco para poder producir los alimentos que el pueblo venezolano necesita. Además fija un nuevo esquema de precios y crea nuevos sistemas de distribución.
Como es de público conocimiento, este 6 de diciembre el pueblo venezolano encarará una nueva disputa electoral para definir quiénes asumirán sus bancas en la Asamblea Nacional. Será la elección número 25 en 20 años, de las cuales el chavismo ganó 22 de 24. El venidero período electoral ha sido agredido no solo desde dentro sino desde fuera, como casi todos los hechos que hacen a la vida política de ese país.
La Unión Europea, por ejemplo, osó pedir que se retrasen las elecciones para poder asistir como veedores internacionales, arguyendo que de lo contrario no podrían participar. ¿Dos meses no son suficientes para que la UE pueda mandar representantes a observar las elecciones? Vaya que desfachatez.
No es menor que pocas semanas antes los EEUU vivirán un proceso electoral, con lo que ello representa no solo para Venezuela, sino para toda la región. El escenario en yanquilandia no está definido y cualquier cosa puede pasar hacia lo interno. Pero como hemos señalado anteriormente, eso no modificará demasiado su política exterior.
El colega Franco Vielma hizo un interesante análisis de los escenarios que se pueden abrir a raíz de estas elecciones y las repercusiones en las parlamentarias venezolanas.
No menos importante son las denuncias realizadas por el presidente Nicolás Maduro respecto de los intentos de sabotaje provenientes no solo desde EEUU, sino desde Colombia. “El presidente Iván Duque de Colombia forma parte de estos planes para entrenar mercenarios, terroristas que pretendan infiltrarse a Venezuela para sabotear el clima político y electoral que nos debe conducir, el 6 de diciembre próximo, a las elecciones para elegir la Asamblea Nacional“[11], denunció el mandatario venezolano.
No sería ni la primera ni la última intentona golpista proveniente desde la Colombia uribista y sus fuerzas mercenarias. Pero como ha venido sucediendo, Venezuela seguirá resistiendo.
Venezuela como espejo
Hace algunas semanas, el sociólogo y analista internacional argentino (radicado en Venezuela), Marco Teruggi, señaló que lo que ocurre en el país caribeño hay que mirarlo como un espejo. Piénsese en todas las artimañas que hace la derecha argentina respecto del Frente de Todes, y se podrá observar que no distan mucho de las realizadas por la derecha venezolana hace algunos años.
Lo que pasa en Venezuela no es algo de lo que estemos exentos en Argentina. Si el Frente de Todes se fortalece, lleva adelante las políticas promovidas durante la campaña y saca adelante al país, sin alinearse con los EEUU y sus designios, muy probablemente la derecha intente radicalizarse, las presiones externas se redoblarán y vaya a saber qué cosas más puedan pasar. En ese escenario se comprenden las palabras de Teruggi.
No tenemos el derecho a pensar que lo que hoy hace el imperio contra Venezuela, no lo vaya a hacer por estos lados en un futuro no muy lejano. Precisamente por ello es que hay ampliar la solidaridad y trabajar colectiva y organizadamente. El momento es ahora y como decía el Comandante Chávez: “Rodilla en tierra”.
Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.
El general Juan Domingo Perón dijo alguna vez que “la política es la política internacional, el resto es vuelo de cabotaje”. Sin ánimos de desmerecer lo que sucede en el país, si no se comprende lo que sucede fuera, los intereses en juego, las zonas de influencia que las grandes potencias se disputan, entre otras cuestiones, probablemente haremos lecturas erróneas o incompletas sobre lo que pasa en Argentina.
Mucho se ha hablado respecto del trabajo que hizo EEUU respecto de las Fuerzas Armadas durante los 60, 70 y 80, que desembocaría en dictaduras militares, en decenas de miles de desaparecides, en miles de muertes. Otro tanto se ha profundizado respecto de las implicancias del neoliberalismo y su sistema de valores, sus intereses y consecuencias -aún presentes- sobre nuestros pueblos.
En Argentina, con la discusión de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, y fundamentalmente bajo la retórica y la narrativa construida por el kirchnerismo, se pudo poner en evidencia el rol que juegan los medios de comunicación y muchos de sus “periodistas” estrellas. Pese a ello, poco y nada se habla respecto del financiamiento, la formación y la cooptación que ejerce la embajada norteamericana sobre muchos de ellos.
Más allá de los nombres, lo importante es señalar que el trabajo que hicieron en su momento sobre las FFAA del continente (y que seguramente siguen haciendo), hoy se ha diversificado y también abarca a jueces, fiscales, periodistas o influencers. De hecho muchas ONG’s son el nexo entre las partes. Algunas las hemos mencionado en anteriores oportunidades, pero hay un sinfín de estructuras supuestamente sin fines de lucro que operan permanentemente.
Si se observan las publicaciones, donde se pone el foco, qué tipo de información se publica y cuáles son las fuentes informativas, pareciera que el grado de desconocimiento de estas situaciones -de gran parte del “periodismo”- es tan grande como preocupante.
Está claro: los EEUU tienen los billetes para comprar las voluntades de cientes de colegas y eses son los que operan permanentemente. Pero no son la mayoría; por el contrario, si se ve el panorama completo son una minoría, pero una minoría que trabaja en los medios más influyentes o de mayor alcance. Entonces ¿dónde radica el problema si son una minoría? En que muches del resto, reproducen la información que estos generan. La mirada crítica -al menos en cuestiones internacionales- está prácticamente ausente.
Quienes quieran tomarse el trabajito, recorran las diversas radios, los canales de televisión, los portales web y los medios impresos y hagan la cuenta de cuántos programas abordan temas internacionales. De los que encuentren, analicen cuántos efectivamente se toman el trabajo de buscar información y cuántos reproducen lo que dicen los medios más grandes o influyentes. Seguramente se sorprenderán.
Lo internacional viene dado, viene masticado por un puñado de agencias de noticias internacionales (mayoritariamente norteamericanas o europeas) y muches comunicadores sólo las reproducen. Que esto suceda no es casual, es causal.
Muchas ONG’s, medios, jueces y fiscales, son hoy parte de lo que tanto el ex presidente ecuatoriano, Rafael Correa, como la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, han denunciado hasta el cansancio como Lawfare. Y las conexiones de ese entramado complejo de corruptelas y operaciones siempre tienen como común denominador a la embajada de los EEUU. Sea en el país que sea, sea en el continente que sea. Por algo se lo llama imperio.
Lamentablemente, aún hay muches compañeres del campo nacional y popular que cuando se les menciona el tema, saltan con el berrtín simplista de que eso es conspiranoico o ningunean las denuncias que muches otres hacen. Culturalmente, al menos en este plano, todavía nos llevan ventaja.
En artículos anteriores, señalábamos que la cuestión de la comunicación también es una cuestión de Seguridad Interior y de Defensa Nacional. Precisamente porque quien maneja la información tiene el poder de usarla o no. El imperio, los yanquis, las corporaciones y lobistas son quienes tienen a su favor a los medios de producción simbólica más influyentes, e influyen sobre las construcciones narrativas no sólo de esos medios, sino de muchos medios compañeros. La tarea para revertir tal flagelo es enorme.
La posición argentina contra Venezuela en Naciones Unidas, a partir no del informe de la Alta Comisionada para los DDHH, Michelle Bachelet, sino de un grupo “independiente” que nunca pisó suelo venezolano, es un claro ejemplo de cómo lo que sucede en otros lugares y los intereses de las grandes potencias y sus presiones, está vinculado con lo que pasa en nuestro país. Argentina votó junto con el Grupo de Lima que encabezan Bolsonaro (Brasil), Duque (Colombia), Piñera (Chile), Vizcarra (Perú); Argentina votó junto a Gran Bretaña, Ucrania, España, Alemania y Italia, entre otros.
Cabe recordar que el Grupo de Lima llegó de la mano de Macri y tiene por objetivo por un lado derrumbar la unidad continental que representan la UNASUR y la CELAC, y por el otro busca derrocar al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela que encabeza Nicolás Maduro Moros.
Con esta votación Argentina no sólo destrozó la Doctrina Drago, sino que se separó de México -que se abstuvo de votar- y se plegó a la postura impulsada por EEUU contra la Venezuela revolucionaria y chavista ¿Quiénes festejan esta postura de nuestro país? La derecha continental, las multinacionales (fundamentalmente del sector de los hidrocarburos), los norteamericanos y sus socios europeos.
La gravedad del hecho es que Argentina termina votando junto con aquellos que dentro de nuestro país promueven el odio, que intentan desgastar al Frente de Todes, que mienten descaradamente todo el tiempo en cada huequito que les dan las corporaciones mediáticas. Esos sectores están vinculados con EEUU a través de la Embajada o de múltiples ONG’s financiadas por EEUU o Europa y que hemos señalado anteriormente en otros artículos.
Si se pretende construir una democracia más justa, más consolidada, donde nuestros pueblos sean menos permeables a los discursos del odio y al engaño producido por los grandes emporios comunicacionales, hay que darse un trabajo de hormigas. Y el primer paso es llamar a las cosas por su nombre, guste a quien le guste y cueste lo que cueste.
Nicolás Sampedro
Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.
Los esfuerzos del Departamento de Estado Norteamericano no sólo están puestos en apretar cada vez más la tenaza que asfixia la economía venezolana. Gran parte de los recursos se emplean en justificar las medidas coercitivas unilaterales, impuestas al Estado venezolano con el objetivo –declarado sin prurito– de derrocar al presidente Nicolás Maduro Moros y, con él, al proyecto socialista bolivariano.
Discursivamente imponen en la agenda mediática una versión según la cual el bloqueo económico/financiero contra Venezuela, sólo afecta las cuentas particulares de funcionarios del gobierno en el exterior. Nada más lejos de la realidad. En el territorio, la asfixia es patente en el pueblo venezolano, que cada vez tiene más dificultades para solventar sus necesidades materiales básicas como consecuencia de estas medidas.
En suelo venezolano, el bloqueo y la guerra multidimensional tienen su correlato en las dificultades para el suministro de servicios públicos como agua potable, energía eléctrica, gas, telecomunicaciones, transporte, acceso a la salud y a la alimentación. Pero fuera del territorio, el pueblo venezolano no queda exento de las sanciones.
Daños colaterales
El caso que nos ocupa en esta nota es el de cinco niñas y niños de Venezuela que se encuentran recibiendo tratamientos médicos de alta complejidad en el Hospital Italiano de Buenos Aires, gracias a un subsidio otorgado por la Fundación Simón Bolívar, dependiente de la empresa CITGO, filial de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), ubicada en Houston, Texas (EEUU).
Al autoproclamarse el diputado Juan Guaidó como “presidente” de Venezuela el 23 de enero de 2019, esta empresa fue confiscada por el gobierno estadounidense y usurpadas sus funciones, incluyendo las autoridades de la #FundaciónSimónBolívar, que han anunciado la suspensión del convenio con el Hospital Italiano para este mes de octubre.
La información fue obtenida de una fuente -que prefiere no identificarse por temor a represalias de la Fundación- cercana a familiares de los niños y niñas que han recibido este subsidio, a través de convenios firmados por el Gobierno Bolivariano con este centro de salud desde hace 10 años. A continuación reproducimos parte de la conversación:
¿En qué estatus está el convenio en este momento?
Esta es una lucha que viene desde 2019, desde que se registró uno de los bloqueos más fuertes que ha tenido el Estado venezolano, cuando el señor Juan Guaidó se instaló como presidente interino. Desde entonces el gobierno de Estados Unidos bloqueó todas las cuentas, bloqueó CITGO, y en ese momento, tuvimos un fuerte golpe las familias de estos niños que están aquí, los que están en Italia y en Brasil. Hubo interrupciones en sus convenios médicos porque no podía la Fundación bajar los fondos. Aquí, gracias a Dios, el hospital y los doctores siempre nos apoyaron en los momentos duros que vivimos y bueno, aquí seguimos luchando.
Aunque la Fundación Simón Bolívar sigue en convenio con el Hospital Italiano, desde entonces ha tenido interrupciones. Primero dieron un lapso de tres meses y debido a la lucha constante, con apoyo de la Embajada, Fundalatin, las Madres de Plaza de Mayo, el padre Numa (Molina) y un conjunto de actores políticos, nos ayudaron y alzamos la voz para que todos estos casos fueran vistos, fueran reconocidos ante el mundo. Estuvimos también ante la Organización de las Naciones Unidas gracias a Fundalatin y los casos fueron elevados a Michelle Bachelet cuando estuvo en Venezuela: ella sabe de estos casos, que también fueron expuestos por videoconferencia en la cumbre que hubo en Ginebra por los Derechos Humanos. Debido a toda esta lucha que hemos tenido, la Fundación, que desde ese momento la maneja el equipo de Guaidó, se ha visto en la obligación de continuar los convenios médicos que hay en Argentina.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet en visita a la sede de Fundalatin en Caracas, junto a su titular, María Russián. (Fuente: Fundalatin)
¿Las condiciones del convenio se mantienen?
El convenio ha continuado, pero ellos han cambiado ciertas políticas y puesto restricciones como que por ejemplo hay que autorizar cosas para poder avanzar en los tratamientos.
Lo último fue una llamada donde les comunicaron a las familias que en octubre supuestamente se paralizan los convenios y tendrían que regresar a Venezuela, porque la Fundación Simón Bolívar en Texas está aplicando una nueva política, una nueva visión, bajo la cual ellos trabajarían con otras fundaciones y otras ONG en Venezuela. Incluso, si usted se mete en la página de la Fundación Simón Bolívar, ya han donado una cantidad de dinero, la última que vi fue de 500 mil dólares, a fundaciones que supuestamente son de Venezuela, pero en realidad son fundaciones que están fuera de Venezuela.
¿Cuál ha sido la posición de las familias posición al respecto?
Hay disposición de regresar si se garantiza la salud de los niños. Pero en este contexto surgen muchas preguntas: ¿quién garantiza el traslado seguro de los niños a Venezuela? ¿Quién garantiza la estadía en Venezuela para pasar este momento tan contundente como es la pandemia? ¿Quién garantiza los medicamentos? Porque sabiendo que existe un bloqueo, no están llegando medicamentos. El Estado venezolano quiere comprar, quiere adquirir medicamentos y por donde entra le bloquean, le sancionan, sancionan a las empresas y hay casos que requieren medicamentos de por vida. La respuesta de ellos fue que eso lo están canalizando en Venezuela con fundaciones y ONGs a las que ellos supuestamente van a inyectarles dinero.
¿Cómo se materializa el subsidio con la Fundación Simón Bolívar, para que tengamos idea de cómo ha sido el apoyo del Estado venezolano a estos casos y qué implicaría la suspensión del Convenio?
El convenio establece que la familia tiene todo cubierto: manutención, vivienda, todo lo que es la parte hospitalaria de los pacientes y cualquier emergencia, además de un seguro médico aparte para el resto de la familia. Aquí el Estado venezolano garantiza todo. Incluso, en el convenio establece que los padres no pueden trabajar ni nada, porque deben estar dedicados al cuidado del paciente.
Familiares de las víctimas de las guarimbas (actos terroristas) y del bloqueo económico contra Venezuela exponen sus demandas a Michelle Bachelet (Fuente: Fundalatin)
La vida no tiene precio
En declaraciones recientes, Mariela Poleo, quien usurpa las funciones de Presidenta de la Fundación Simón Bolívar, ha expresado que se encuentran en un proceso de transición en el cual se plantean, por un lado, tercerizar la atención social a través de otras ONGs y, por el otro, ampliar el espectro de atención que venía manejando la institución desde su creación en 2006, con una línea clara de atención de pacientes con enfermedades de alta complejidad, que de otra forma no podrían cubrir sus tratamientos.
En ese sentido, ha señalado que “los pacientes que la fundación ha tenido son pacientes que tienen enfermedades catastróficas que son sumamente costosas”. “Hay pacientes por los cuales se ha pagado hasta un millón de dólares en tratamientos, entonces, cuando vemos la situación del país y la crisis humanitaria que hay, con un millón de dólares podemos hacer muchas cosas. Y si bien una vida no tiene precio, queremos ayudar a un mayor número de personas”, agregó.
Luego, Poleo explicitó que en la medida en que estos pacientes puedan volver a su vida normal, los van desincorporando del programa –como es lógico-, pero remata diciendo que “tenemos un grupo reducido de pacientes todavía que están bajo la Fundación”. La pregunta que queda es: ¿Qué pasará con pacientes nuevos que requieran atención en casos tan complejos como estos? Pareciera que la pretendida ampliación del espectro de la Fundación, será a costa de resignar la atención de casos de salud complejos como los que se atienden hasta ahora.
Mientras tanto, la Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social (Fundalatin), con el objeto de recaudar adhesiones, ha hecho circular una carta dirigida al presidente de la República Argentina, Dr. Alberto Fernández, para que interceda en estos casos y así lograr que se garanticen los derechos humanos fundamentales de estos cinco niños, niñas y adolescentes de entre dos y 13 años, con cuadros de artresia de vías biliares, mal rotación de intestino, síndrome de Alajille, transplantes hepáticos con complicaciones, entre otras patologías de alta complejidad que, de no ser atendidas oportunamente, quedan en riesgo de vida.
Dayana López Villalobos
Comunicadora Social (UNICA/VE). Especialista en Prácticas Sociales de Lectura y Escritura (UNGS/AR). Diplomada en Diseño Editorial por el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí” de La Habana.
De cara al proceso electoral que tendrá lugar el 6 de diciembre en Venezuela, en los últimos meses comenzaron a olfatearse algunas rupturas en el Gran Polo Patriótico como frente de unidad. Sin ir más lejos, hace algunas semanas, el presidente Nicolás Maduro, durante una videoconferencia ante el Congreso Bolivariano de los Pueblos, utilizó el concepto de bloque histórico (acuñado por Antonio Gramsci), como línea central de su discurso, para referirse a la encrucijada nacional entre las presiones internacionales, la lucha contra la pandemia del Covid-19 y el escenario electoral venidero.
Llamo a la unión del bloque histórico de la revolución, de las bases de los partidos políticos, movimientos sociales, del Gran Polo Patriótico. Unión por encima de la diversidad y la dificultad, para preservar la independencia y la construcción del Socialismo del Siglo XXI. pic.twitter.com/pugHSj9QSD
La evocación de Maduro al concepto de Gramsci no es casual por el momento político que atraviesa el chavismo en relación a lo comentado con anterioridad. Y, a priori, la referencia no parece solamente indicar la necesidad de mantener el bloque político para ganar las elecciones, sino que también parece hacer referencia a la necesidad de relanzar, de alguna manera, los principios fundacionales del chavismo: ir a la disputa por el modelo, por la construcción de hegemonía.
El costado B del frente de unidad
Tanto el Partido Comunista de Venezuela como facciones de Patria Para Todos decidieron no participar del proceso electoral como aliados del Gran Polo Patriótico. En este sentido, observamos a un sector de la izquierda ofertando candidatos independientes e ignorando los llamados que el gobierno venezolano ha realizado para mantener la unidad y recuperar la Asamblea Nacional que perdió en 2015.
Cabe resaltar que durante cinco años, ese lugar le ha servido al antichavismo para conjurar el bloqueo contra venezuela, deslegitimar el resto de los poderes del estado y conspirar a favor de operaciones golpistas. Todo, obviamente, bajo la expresa tutela de Estados Unidos.
De cualquier manera, las posturas divisionistas con respecto al chavismo no son inéditas. En 2017, cuando Maduro convocó a una Asamblea Nacional Constituyente -el mismo año en el que también se celebraban elecciones para elegir gobernadores y alcaldes- el PCV, PPT y el Movimiento Electoral del Pueblo apoyaron, en las elecciones para la alcaldía de Caracas, la candidatura del ex ministro de Comercio Eduardio Samán en oposición a la candidata que proponía el Partido Socialista Unido de Venezuela, Erika Farías. Como en aquel entonces, un sector de la izquierda no supo estar a la altura y reconocer las complejidades del momento histórico.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) inscribió sus candidaturas, entre las cuales figuran las de les dirigentes Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez, Cilia Flores, Iris Varela, entre otres. La lista incluyó a candidates de 9 partidos aliados, y en ese sentido, pese a las incertidumbres, el mapa interno ha quedado en gran parte aclarado. Esto no quiere decir que se calmen las aguas porque de seguro vendrán más sanciones y operaciones encubiertas.
La llave maestra
Con miras a estas pequeñas fracturas, y pensando en otras estrategias de cara a las elecciones del 6 de diciembre, el presidente Maduro firmó la semana pasada un decreto de indulto presidencial a 110 polítiques de la oposición. De esta manera el gobierno venezolano busca la reconciliación nacional y que se reencaucen todas las acciones de todos los actores por las vías constitucionales. La idea es que la situación pueda aprovecharse como oportunidad para que el próximo 6 de diciembre Venezuela pueda demostrar la solidez de su democracia.
La decisión no fue difícil de digerir para algunos sectores del chavismo, pero la jugada también es parte del cuadro de excepcionalidad política con el que lidia Venezuela. Y un dato no menor es que la Unión Europea aplaudió los indultos.
¿Y la oposición?
El decreto presidencial llegó en un momento donde se han multiplicado los desencuentros opositores respecto a qué hacer de cara al 6 de diciembre. Desde la casa blanca se estaba promoviendo una estrategia abstencionista, algo que a nivel nacional defendía y encarnaba Juan Guaidó, que cuelga de unos hilitos a punto de cortarse, pero que sigue siendo el hombre elegido por Washington.
Fuente: Agencia EFE
Esta estrategia tuvo un lindo revés cuando el dirigente opositor Henrique Capriles (quien peleó elecciones presidenciales frente a Chávez y a Maduro) anunció de manera pública que apostaría a las parlamentarias. Algunos se fueron sumando a sus intenciones, como Stalin Gonzalez, quien era parte del núcleo cercano a Guaidó y anunció su alejamiento del partido Un Nuevo Tiempo para apostar a la contienda electoral. Esos cambios de posición, insinuados con cierta anterioridad, vinieron a confirmar que una parte creciente de la oposición venezolana no solamente descree de la opción abstencionista, sino que ha tomado distancia de la estrategia diseñada desde Estados Unidos.
Esto no quiere decir que Estados Unidos ya no tenga estrategia. Hace algunos días, James Story, quien está a cargo de la embajada virtual de los Estados Unidos en Venezuela, realizó una transmisión en vivo con Guaidó para subrayar que lo van a seguir apoyando, aún después de las legislativas. En esta misma transmisión fue anunciado que Estados Unidos podría declarar a las Fuerzas de Acciones Especiales de Venezuela como una organización terrorista y pactar un acuerdo entre la DEA y Guaidó.
Aunque pareciera que el camino del asedio se va agotando, la postura de Estados Unidos se mantiene: Washington no va a reconocer las elecciones del 6 de diciembre, llama a mantenerse detrás de Guaidó y amenaza con nuevas sanciones económicas. Y pese a que habrá elecciones en noviembre para ver quién ocupará el sillón presidencial del Despacho Oval, la política de agresión constante no sufrirá demasiadas modificaciones.
En este sentido, el diálogo que comenzó a entablarse con la Unión Europea, organismo invitado por el gobierno a observar las elecciones del 6D, también representa estrategia del chavismo en la lucha por el rescate de la institucionalidad y la estabilidad política. Europa quería alejarse de la visión yanqui, intenta recuperar peso y quizás pueda aportar algo en la estabilización del camino democrático, para dejar con menos espacio a cualquier factor golpista.
Miranda Cerdá Campano
Nací en Chubut y milito porque no hay mejor manera de transformar el mundo. Soy hincha fanática de San Lorenzo y fundamentalista de la Vuelta a Boedo. Lloro por todo y no sé cómo explicarle a la gente lo mucho que me gusta la palta.
Irán envía cinco buques a Venezuela cargados de combustibles y aditivos, sorteando las barreras impuestas por EEUU en el marco de la pandemia por Covid-19. En represalia, los gringos anuncian la venta de CITGO, refinería venezolana en territorio estadounidense.
Las relaciones entre la República Bolivariana de Venezuela y la República Islámica de Irán están estrechamente relacionadas con la producción petrolera. Ambas naciones integran la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) desde su fundación en septiembre de 1960.
Sin embargo, fue en el año 2001 que sus relaciones experimentaron un giro importante tras la primera visita del presidente venezolano Hugo Chávez Frías a Irán en el marco de una gira por el Medio Oriente, que tuvo como objetivo reflotar la OPEP para recuperar los precios del petróleo, bajo un esquema de complementariedad entre sus miembros, implementando los recortes de producción acordados y que, hasta el momento, nadie cumplía.
Cuando Chávez ganó las elecciones presidenciales en diciembre de 1998, el petróleo cotizaba en 7 $USD (dólares estadounidenses) por barril. En sólo cinco meses el precio se había duplicado gracias a las primeras medidas presidenciales. Alcanzó en mayo de 1999 los 14,9 $USD / barril. Para septiembre de ese año, Venezuela había implementado un recorte de 0,6 MBD (Millones de Barriles Diarios), llevando su producción a 2,7 MBD y recuperando la cotización que ya rondaba los 22 $USD.
“Señores, vamos a respetarnos todos la producción. La OPEP no puede ser un club de pinochos”, había arengado Chávez en el discurso de sus primeros 100 días de Gobierno. No sólo se recuperó rápidamente el precio del petróleo, beneficiando a los países OPEP, sino que esta gira de Chávez por Medio Oriente permitió a Venezuela diversificar sus relaciones comerciales y de cooperación con países como Irán.
Relaciones Venezuela –Irán
Dos elementos marcaron la consolidación de las relaciones: el ascenso al poder de Mahmud Ahmadinejad en la presidencia de Irán (2005) y la agenda antiimperialista de común entre ambos países.
A partir de entonces se afianzó una relación de cooperación mutua que se verificó en los poblados más recónditos del territorio caribeño, donde a la par de la recuperación de tierras ociosas en poder de latifundistas, el campesinado venezolano empezó a operar maquinaria agrícola iraní, gracias a un convenio que incluyó la instalación de la fábrica Venirán en Venezuela, que no sólo producía tractores sino vehículos para uso particular.
Es así como en el parque automotor venezolano circulan autos con nombres como “Turpial”, “Centauro” y “Orinoco”. Pero este es apenas un ejemplo concreto de cómo el pueblo venezolano se vio beneficiado por los más de 300 convenios de cooperación firmados entre Venezuela e Irán en materia científica, tecnológica, industrial, de infraestructura, soberanía alimentaria y vivienda.
En el marco de una visita del entonces presidente iraní Mahmud Ahmadinejad a Caracas, el 22 de junio de 2012, Chávez le agradecía y reconocía el impulso de Irán a la recién creada Gran Misión Vivienda Venezuela:
“Tu debes recordar cuando en Teherán conversábamos sobre vivienda y todas tus sabias orientaciones, recomendaciones. Con tu ministro de Vivienda, el Ministro de Industria, fuimos a visitar un valle muy hermoso donde estaban construyendo una gran ciudad nueva en Irán. Parán, allá fuimos, a Parán. Y luego tu enviaste una comisión de expertos en vivienda, el Ministro, vinieron los empresarios iraníes y me da mucho gusto decirte que a partir de allí se desató con mucha fuerza la Gran Misión Vivienda Venezuela”.
Ahmadinejad, invitado a una entrega de viviendas, le respondía a Chávez: “Le agradezco a mi querido amigo, a mi querido hermano que se está esforzando en este camino de la construcción de viviendas, eso es la vista y la mira revolucionaria y popular del presidente Chávez. Los líderes revolucionarios siempre están con el pueblo y al lado del pueblo”.
A la fecha la GMVV ha otorgado más de 3 millones de viviendas en Venezuela. Es así como estos líderes –y con ellos sus pueblos– tejieron fuertes lazos que trascendieron lo diplomático, al punto que, en mayo de 2011 el Departamento de Estado norteamericano anunció sanciones a PDVSA por enviar crudo a Irán entre los años 2008 y 2011, a contracorriente del bloqueo comercial impuesto por Estados Unidos desde 2006, como represalia por los proyectos iraníes de enriquecimiento de uranio. El presidente venezolano rechazaba estas acciones y, en un tuit, asumía las consecuencias.
Sanciones contra la Patria de Bolívar?Impuestas por el gobierno imperialista gringo?Pues:BienvenidasMrObama!NoOlvideQSomosLosHijosDeBolivar!
— Hugo Chávez Frías (@chavezcandanga) May 24, 2011
La coherencia iraní
Estamos, es sabido, en el marco de una pandemia mundial. Venezuela e Irán son dos países fuertemente afectados por las sanciones criminales estadounidenses, que no han cesado durante esta particular coyuntura planetaria, a pesar de los llamados de atención propinados en instancias internacionales como Naciones Unidas (ONU) y el BRICS.
El bloqueo estadounidense contra Venezuela ha afectado drásticamente su capacidad de producción de petróleo y sus derivados, al encontrarse imposibilitada de garantizar mantenimiento adecuado a la infraestructura de extracción y refinación de la estatal PDVSA. En consecuencia, el primer país en reservas internacionales de petróleo, perdió su capacidad de autoabastecerse de combustible para consumo interno.
La respuesta de Irán es coherente y contundente. Ha establecido con Venezuela un convenio de suministros,enviando cinco buques tanqueros cargados de combustibles y aditivos para la industria petrolera y ya se encuentran surcando el océano Atlántico hacia las costas venezolanas en el Mar Caribe. Ellos son Fortune, Petunia, Forest, Faxon y Clavell y estarían arribando paulatinamente a las refinerías de PDVSA en los próximos 10 días.
Mientras esto ocurre, el Departamento de Estado Norteamericano se pone de nuevo a la carga y amenaza con evitar el arribo de estos buques a Venezuela, hecho denunciado ante el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado viernes 22 de mayo por el embajador venezolano ante el organismo, Samuel Moncada.
La respuesta de Estados Unidos no se hace esperar. Anuncian la venta de acciones de CITGO, refinería venezolana en territorio norteamericano, arrebatada al país como parte de las sanciones coercitivas unilaterales contra Venezuela, cuyo objetivo expreso es derrocar al presidente Nicolás Maduro.
El Estado Venezolano dispuso escoltar por aire, tierra y mar a las embarcaciones ante eventuales ataques norteamericanos, con apoyo de las Fuerzas Armadas y las Milicias Populares, como un ejercicio de soberanía. El primer buque, el Fortune (o IranFazel), ya está en aguas venezolanas y esto es celebrado por el pueblo, en Venezuela y en Irán, como una victoria popular.
* Comunicadora Social (UNICA/VE). Especialista en Prácticas Sociales de Lectura y Escritura (UNGS/AR). Diplomada en Diseño Editorial por el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí” de La Habana.
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