Pensar el trabajo, pensar la patria

Pensar el trabajo, pensar la patria

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Trabajar para vivir o vivir para trabajar. Nuestro presente argentino, y global, nos inclina hacia lo segundo. Entregarnos al trabajo, para una retribución que no alcanza, a cambio de una falta de tiempo que no nos permite vivir plenamente. ¿Hay margen en este presente para salir de la lógica de vivir para el trabajo? ¿Hay propuestas para ello? ¿Hay margen para, lo que el papa Francisco llamó, “recuperar el sentido del trabajo”?

No es novedoso afirmar que la fragmentación es un signo de estos tiempos. En el marco de un proceso global que la excede, la realidad del mundo del trabajo es una dimensión que, en parte, explica y, en parte, expone este signo. 

Tampoco es novedoso señalar que en los proyectos nacional-populares se está viviendo una crisis, no solo de representación política sino también programática. Una falta de brújula que impide construir esa misma representación. Una dificultad para conectar con el espíritu de época. 

En este escenario cabe preguntarse, ¿Cómo pensamos el trabajo?¿Qué categorías y qué realidades referimos para caracterizarlo en este momento histórico? ¿A qué trabajador se le habla? ¿Cómo se piensa su representación? ¿Para quienes se diseñan las políticas? En este sentido, ¿podemos encontrar en la victoria de Milei, una expresión de las erráticas caracterizaciones del mundo del trabajo? Y por ende, ¿su relectura puede ser un pilar de un proyecto de país que se muestre vital frente a la avanzada anarcocapitalista? ¿Podemos pensar la patria sin pensar el trabajo?

A priori podemos decir que desentrañar ese entramado laboral argentino es una tarea crucial para comprender las problemáticas y necesidades de estos tiempos. Allí lo primero que emerge son realidades en plural; una multiplicidad que pareciera difícil de resolver bajo las mismas recetas y que traen sus propias problemáticas e interrogantes. Los desocupados en la puerta giratoria del trabajo informal, las changas y la nada. Los trabajadores de la economía popular entre lo organizado y lo silvestre pero siempre desprotegidos. Los trabajadores de plataforma que se arriesgan a los costos de ser “dueños de su tiempo”. Los tercerizados y la incertidumbre. Los informales que priorizan ingresos a derechos (o aceptan la que venga). Los cuentapropistas y monotributistas en crecimiento sostenido. Los que encuentran en cada necesidad un emprendimiento. Los trabajadores formales con bajos ingresos, fenómeno considerado como marca distintiva de los últimos años. 

Categorías, sectores delimitados para cuantificar pero que, en el mundo real, se entremezclan. Los que salen del laburo para hacer unos viajecitos en la plataforma, las que trabajan en un comercio y se ponen en la casa el salón de uñas, las que hacen contenido y cobran en dólares, el docente que vende tortas, entre otros ejemplos. A ellos se suman los docentes desbordados de horas, los que salen de un laburo para entrar a otro, y diversas modalidades de pluriempleo o pluriactividad que también caracterizan este momento.

Una multiplicidad de pertenencias laborales que dan lugar a un sujeto trabajador mucho más complejo y diverso que hace treinta o cuarenta años, excediendo las líneas divisorias entre campo/ciudad o de rama de actividad ¿Cómo se construye identidad desde el trabajo en estos tiempos? ¿Esa fragmentación y fluidez dificulta la construcción de una agenda común? Sin perder sus problemáticas y necesidades particulares, ¿Cuál es el  hilo conductor entre esas realidades? Dando un puntapié al debate, podríamos señalar, en muchos casos, a la precariedad como denominador común. Precariedad en un sentido amplio, entre ausencia de derechos, bajos ingresos, malas condiciones de trabajo, etc. 

Un panorama que nos enfrenta a una tensión esencial: trabajar para vivir o vivir para trabajar. Nuestro presente argentino, y global, nos inclina hacia lo segundo. Entregarnos al trabajo, para una retribución que no alcanza (y que en muchos casos una parte significativa se destina a transporte y otros recursos para el trabajo mismo) y una falta de tiempo para destinarla al placer, pasar tiempo con la familia, amistades, para vivir plenamente. ¿Hay margen en este presente para salir de la lógica de vivir para el trabajo? ¿Hay propuestas para ello? ¿Hay margen para, lo que el papa Francisco llamó, “recuperar el sentido del trabajo”?

En otro orden, abordar el trabajo involucra preguntarse por los procesos organizativos y gremiales de los trabajadores, ya sean estos potentes, fragmentarios, incipientes o anquilosados. Las organizaciones de desocupados, las herramientas gremiales autoinstituidas (y pseudoreconocidas) de la economía popular, las iniciativas poco orgánicas del sindicalismo de plataforma, las centrales sindicales que se limitan a representar a la parte y se alejan del todo. Una columna vertebral que se va desangrando. En un contexto donde tener vacaciones es de casta, donde la solidaridad y el sentido colectivo se ve embestido por las lógicas neoliberales, la organización de los trabajadores pide ser analizada y debatida. 

Mientras vivir para el trabajo se vuelve lógica imperante, la exclusión emerge como otro rasgo distintivo del estadio actual del capitalismo. Al desarrollo tecnológico, que trae consigo los debates en torno a los procesos de exclusión de mano de obra, se le suma la intensa y veloz expansión de la inteligencia artificial que pareciera poner nuevamente en agenda las discusiones sobre el “fin del trabajo”, a través de los portavoces del poder económico global. Allí emergen genuinas dudas en torno a qué trabajos subsistirán en este proceso, cuáles inevitablemente se jerarquizarán o aparecerán en virtud de las nuevas necesidades de esta economía. En paralelo, surgen preguntas sobre cómo frenar este proceso de expulsión asalariada, la factibilidad del retorno al pleno empleo, y de no ser así como garantizar trabajo para todos; a fin de cuentas, cómo crear trabajo (o tal vez, cómo dotarlo de derechos para que pueda ser realizado dignamente). 

Inevitablemente este debate también nos lleva a problematizar el rol del capital. Identificar sus lógicas, dinámicas y transformaciones nos permitirá repensar la función social del mismo. A nivel nacional, ¿Cómo ubicar al empresariado nacional en el marco de una economía trasnacionalizada y financierizada?¿cómo reorientar de la timba a la producción? Producir para crear trabajo pero ¿Qué producir, para quién y cómo?¿con qué matriz impositiva, con qué salarios, con qué beneficios y qué obligaciones? ¿Qué armonía es posible entre el capital y el trabajo? ¿Cómo poner al hombre en el centro, en los tiempos del Dios dinero?

Estos son sólo algunos ejes que ameritan una reflexión en pos de no sólo diagnosticar sino también imaginar un nuevo horizonte deseable para la Argentina, o al menos algunas líneas para marcarle la cancha al realismo capitalista. 

Frente a un gobierno que busca romper todo entramado social-comunitario, toda iniciativa que apele a la respuesta colectiva (de subsistencia o de avanzada) nos trae al trabajo; a fin de cuentas, es la relación social primitiva: debatir el trabajo es debatir cómo nos relacionamos. Hoy como ayer, el trabajo sigue siendo el eje ordenador de la vida y de un proyecto de país. Aquí buscaremos dialogar entre la especificidad de cada realidad y la necesidad de construir lectura integral que pueda construir una punta de lanza para pensar la patria.

¡Sumate a la Comunidad Trinchera y aportá a la Comunicación Popular!

Tu aporte es esencial para que el Multimedio Trinchera pueda continuar con la construcción de una comunicación por y para el pueblo. Agradecemos el apoyo de nuestra comunidad y te invitamos a suscribirte para afianzar día a día nuestra Trinchera y disfrutar de un montón de beneficios.

Reforma laboral: Nueva reglamentación y cambios en indemnizaciones y el período de prueba

Reforma laboral: Nueva reglamentación y cambios en indemnizaciones y el período de prueba

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

El Gobierno nacional presentó un nuevo estatuto que incorpora el Fondo de Cese Laboral, el blanqueo de trabajadores no registrados y la figura de trabajadores independientes con colaboradores. También reglamentó la reforma laboral que otorga una amplia gama de beneficios a los empresarios.

Este jueves, el Gobierno de Javier Milei puso en marcha la profunda reforma laboral sancionada en julio, incorporando cambios claves a través de la Ley Bases, como el nuevo Fondo de Cese Laboral, el blanqueo laboral y la figura del trabajador independiente con colaboradores. Esta reforma otorga grandes beneficios a los empresarios, en especial a la hora de despedir trabajadores y deja, al mismo tiempo, a estos últimos en una situación de mayor indefensión.

Tal medida quedó formalizada en el Decreto 847/2024 publicado hoy en el Boletín Oficial y lleva las firmas de Javier Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y los ministros de Capital Humano, Sandra Pettovello y de Economía, Luis Caputo. Pese a que desde el Gobierno festejaron una supuesta “modernización histórica de las leyes laborales en la Argentina”, lo cierto es que se trata de una flexibilización de las condiciones laborales a pedir de los empresarios que tiene por único objetivo abaratar el mal llamado “costo laboral”.

En otras palabras, contratar y despedir trabajadores será más barato ahora para las empresas que podrán, en algunos casos, incluso despedir trabajadores sin pagar un solo peso. El nuevo estatuto establece un período de prueba extendido y alternativas a las indemnizaciones tradicionales, al tiempo que exime de multas a los empleadores que regularicen a sus trabajadores no registrados.

Fondo de cese laboral

Tras conocerse el texto de reglamentación de la flexibilización laboral, el investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA-Autónoma, Luis Campos, realizó un breve repaso sobre los cambios introducidos en el mundo laboral desde la fecha. Con respecto a los fondos de cese, el investigador sostuvo que estos “sustituyen la indemnización por despido (y algunas otras más) y solo se pueden establecer en la negociación colectiva. Esto ya estaba previsto en la ley bases”.

Pero a diferencia de lo que sostienen desde la Casa Rosada, Campos advirtió que este fondo no tiene nada que ver con el régimen que ya existe en la construcción y señaló que es “muchísimo peor”.

“La reglamentación va mucho más allá de habilitar el reemplazo del viejo sistema de la Ley de Contratos de Trabajo (LCT). A partir de ahora el monto, plazos y modalidades de las indemnizaciones por despido dependerán de lo que se negocie en cada Convenio Colectivo de Trabajo (CCT)”, explicó el investigador.

De esta manera, los CCT podrán establecer tres sistemas: cancelación individual, fondo de cese individual o colectivo, y seguro individual o colectivo. Con la salvedad de que lo que finalmente dispongan los CCT, será optativo para los empleadores. Y en caso de que los empresarios no estén de acuerdo con lo negociado en el CCT “pueden sencillamente decidir seguir rigiéndose por el viejo régimen de la LCT (indemnización por despido equivalente a un mes de sueldo por año de antigüedad). 

“En teoría, para los trabajadores también sería optativo. Pueden rechazar, al momento de firmar su contrato, la aplicación del fondo de cese” prosiguió Campos y advirtió: “Desde ya que eso seguramente implica que tampoco firmen el contrato”. Es decir, o aceptan las condiciones que impone la empresa o no obtienen el empleo.

En tanto, el sistema de cancelación individual sería el más sencillo, ya que los CCT pueden regular la indemnización por despido como quieran. Pueden variar su monto, plazos y modalidad de pago, bajarla un 50% por ejemplo, o permitir su pago en cuotas.

En este sentido, el investigador concluyó: “El régimen de indemnización por despido pasa a depender de la negociación colectiva sin ningún piso mínimo. El Estado se desentiende por completo de su obligación de garantizar el derecho constitucional a la protección contra el despido arbitrario (art. 14 bis CN). Esta regulación no solo perfora los pisos mínimos que fijó la LCT en 1974. Va más allá. Termina siendo más perjudicial para los trabajadores incluso que aquella fijada por la ley 11.729, en 1934”.

Blanqueo laboral

En cuanto a la disposición sobre el blanqueo de empleados, el artículo 76 de la Ley Bases dispone que los no registrados o sub-registrados podrán hacerlo hasta la fecha de aprobación de la norma y, además, preveé condonar deudas por aportes y contribuciones, multa o sanción prevista en las leyes laborales.

También, establece la eliminación del padrón de incumplidores si se regularizan todas las faltas y se condona la deuda de capital e intereses por el pago de contribuciones y aportes patronales. Esto varía de acuerdo al tamaño de la empresa: las micro y pequeñas sólo pagarán el 10%; las medianas, el 20%, y el resto, el 30%. Si el pago es de contado, hay 50% de descuento. Si no, un plan de pagos que publicará la AFIP.

No hay condonación de las deudas por alícuotas especiales en los regímenes previsionales diferenciales ni en aquellas que se originaron por procedimientos preventivos de crisis donde se hayan detectado irregularidades. En cuanto a la simplificación del registro laboral, se redujo la cantidad de datos a presentar a la hora de registrar a un trabajador y darlo de alta. Se pasó de 22 datos que debía informar el empleador a la AFIP a tan solo siete.

Cabe resaltar que en este punto no está incluido el sector público ni el personal de trabajo en casas particulares. Es decir, se premia al empleador que mantuvo durante años a sus trabajadores en negro y evadió el pago de sus obligaciones con un perdón que puede llegar al 90% de su deuda.

Bloqueo sindical

El artículo 94 de la Ley Bases califica como “grave injuria laboral” la participación activa en bloqueos o tomas de establecimiento en el marco de un conflicto gremial y, por lo tanto, se convierte en causal de despido justificado. Este punto quedó sin reglamentar ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con empresarios y la CGT. Mientras los primeros pedían mantener el sesgo duro de ese artículo, la CGT propuso atenuarlo en la reglamentación mediante un procedimiento previo que obligaba al empleador a ir a la Justicia para despedir a un trabajador que participaba del bloqueo.

En este sentido, el ministro de Modernización y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anticipo en la noche del miércoles detalles de la reglamentación y según explicó: “La redacción que hizo el Congreso es fuertísima porque habla de bloqueo total o parcial, algo que puede generar un cierto halo de discrecionalidad” para determinar los alcances de una protesta.

De esta manera, sin la reglamentación, es muy probable que cada despido en ese eventual contexto sea judicializado debido a la poca especificidad del artículo y su colisión con el derecho a la protesta consagrado en la Constitución Nacional.

Trabajadores independientes con colaboradores

Por último, se encuentra la figura del trabajador independiente creada por el artículo 97 de la Ley Bases, el cual podrá tener a su cargo hasta otros 3 trabajadores independientes para llevar adelante un emprendimiento productivo. Es decir, serán trabajadores de una minipyme sin contar con relación de dependencia y deberán realizar ellos mismos sus propios aportes sin implicar ningún gasto para el empleador que podrá despedirlos en cualquier momento sin justificación alguna ni indemnización ni fondo de cese laboral.

El nuevo régimen establece que “estará basado en la relación autónoma, sin que exista vínculo de dependencia entre ellos, ni con las personas contratantes de los servicios u obras”. Esta disposición busca formalizar a más trabajadores sin “complicar” las relaciones laborales. Sin embargo, se trata de uno de los puntos más resistidos por la CGT por entender que abre las puertas a la precarización laboral.


¡Sumate a la Comunidad Trinchera y aportá a la Comunicación Popular!

Tu aporte es esencial para que el Multimedio Trinchera pueda continuar con la construcción de una comunicación por y para el pueblo. Agradecemos el apoyo de nuestra comunidad y te invitamos a suscribirte para afianzar día a día nuestra Trinchera y disfrutar de un montón de beneficios.

San Cayetano: organizaciones sociales marcharon por “Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo”

San Cayetano: organizaciones sociales marcharon por “Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo”

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

La movilización se dio en el marco de una nueva conmemoración de San Cayetano. El microcentro porteño desbordó con la presencia de cientos de miles de militantes. Además, se confirmó una nueva marcha para el 17 de agosto.

Las organizaciones sociales y políticas que conforman la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) realizaron una nueva edición de la marcha de San Cayetano, bajo el lema “Pan, paz, tierra, techo y trabajo”. Marcharon desde la iglesia ubicada en el barrio porteño de Liniers hacia la intersección de avenida de Mayo y 9 de Julio, lugar en el que se realizó el acto central. Sus principales oradores advirtieron de los efectos de la crisis económica sobre los sectores más vulnerables.

Para ahondar en la situación y profundizar en la importancia que tuvo esta marcha Revista Trinchera, dialogó con el secretario gremial de la UTEP, Gildo Onorato, quien sostuvo que “la movilización fue contundente y además se realizó a nivel nacional. Desde el viernes que hay actividades y hoy mismo también se estén llevando a cabo en algunas provincias“. Además, agregó: “Estuvo dirigida al conjunto de la realidad política, ejecutiva, legislativa, oposición y también al poder judicial, planteando una agenda de dignificación del trabajo y cese de hostigamiento de persecución de dirigentes y movimientos populares“.

El centro porteño llegó de largas columnas con banderas de la UTEP, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Somos Barrios de Pie, el Frente Popular Darío Santillán, la Corriente NuestraPatria, el Movimiento Evita, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), entre otras organizaciones y mostró un gran marco de unidad. Al respecto Onorato señaló que “es fundamental que esa unidad se consolide, se sostenga porque es la unidad que ha ido construyéndose en el marco de la lucha y la resistencia al macrismo“.

La articulación de una nueva realidad socio laboral nos está planteando grandes desafíos y expresa el nuevo conflicto social, que se genera y desarrolla en el territorio, que ya no es solamente trabajo e ingreso, sino que es alimentos, salud, educación, acceso a la conectividad y el agua potable. Ese conflicto hoy está institucionalizado de forma relativa en la UTEP que es un instrumento de organización y lucha“, agregó el además referente del Movimiento Evita.

Por su parte, el diputado del Frente de Todos (FdT) y referente de la CCC, Juan Carlos Alderete, diálogo con el programa “Doblan las Campanas” (Radio Trinchera) y destacó: “Superamos las expectativas porque fue en todo el país, en algunas provincias más que en otras, participaron más de un millón de compañeros y compañeras de la economía popular y en Capital fue un acto multitudinario, porque queremos hacer notar que las necesidades son muchas“.

Entendemos que estamos en un escenario muy difícil, pero nosotros también acompañamos al Frente de Todos sobre la base del programa que la gente votó en 2019. No sólo para derrotar al macrismo sino para salir de la crisis económica y social. Con esa convicción es que convocamos y también las expectativas que tenía la gente, en línea con que se cumpla el programa que votó en 2019 la gente“, agregó Alderete.

Una de las frases más resonantes del acto de este domingo fue que “no falta trabajo sino que faltan son derechos laborales“, dado que para les trabajadores hacen falta medios para mejorar su trabajo y producción, y al no tener lugar en las cadenas de valor del capitalismo global, deben defender su derecho a vivir y trabajar. En este sentido, el diputado sostuvo que “no se hace realidad lo que el presidente ha manifestado al inicio del gobierno, esa idea que primero son los de abajo que están sufriendo y padeciendo, y luego se iría hacia arriba. Sin embargo, los anuncios son para los de arriba y nada para los trabajadores y el pueblo que realmente están pagando la fiesta de unos pocos“.

A partir de las conquistas vigentes como el Salario Social Complementario, el Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular, o el Registro Nacional de Barrios Populares, en la marcha se hizo sentir el fuerte reclamo por la Ley General de Tierra, Techo y Trabajo, que permitirá avanzar al sector hacia nueva institucionalidad. “Hemos dicho que la dificultad es que no se institucionaliza lo que se ha hecho y que cosas buenas y cuales malas o lo que no se pudo en estos últimos dos años, por eso entendemos que la promesa es esa y que podamos instituir todo eso, en conjunto todos los que estamos en el FdT“, puntualizó sobre el tema el funcionario.

Con respecto a la persecución política, judicial y mediática, como así los allanamientos a comedores populares, como sucedió en Jujuy o la reapertura de causas en Chubut y en Santa Fe, Alderete señaló: “La mesa judicial macrista, que articulan con algunos grandes medios, nos bastardean y estigmatizan con tal de sacarnos de la calle. Lo dijeron claramente, que si ellos vuelven a ser gobierno en 90 días ya no habrá nadie en las calles reclamando, porque para ellos eso es defender las instituciones“.

Sobre la posibilidad de nuevas movilizaciones, principalmente contra el partido judicial, Onorato afirmó: “El próximo 17 de agosto junto a la CGT marcharemos con la consigna -Primero la Patria- apostando al desarrollo, el trabajo y la producción“. La medida se llevará a cabo de “forma orgánica en la UTEP y con mucha decisión“, señaló. Tanto Onorato como Alderete coincidieron en que los conflictos sociales deben institucionalizarse, mediante canales de diálogo y articulación con los sectores privados y el Estado, ya que ese es el camino para construir una Argentina en la que todes sean parte.

Todo comienza desde abajo

Todo comienza desde abajo

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Queremos una Argentina pacífica, poderosa y soberana y una masa de trabajadores unida y feliz como ninguna en el mundo. queremos el bienestar de los trabajadores, la dignificación de los humildes y la grandeza de esta patria que Perón nos ha dado y que todos debemos defender como la más justa, la más libre y la más soberana de la Tierra.

Evita

Como todo en esta vida, incluso hasta es una explicación física, toda construcción comienza desde los cimientos. Nada se sostiene sobre una nube mirando desde el cielo y difícilmente muches de nosotres veamos lleguemos a ver que suceda lo contrario, pese al acelerado avance de la tecnología.

Los edificios comienzan a construirse cavando un pozo para instalar lo que serán sus pilares, y recién luego de ello se construye la base desde donde se sostendrá. Con las casas pasa algo similar, se empareja la tierra, se arma una base de concreto y desde allí comienzan a levantarse sus paredes.

Incluso la vida animal o vegetal comienza desde abajo, desde depositar una semilla en un pequeño pozo para que ésta eche raíces y comience a crecer entonces el tallo, luego las hojas y recién al final su flor o fruto.

Bueno, todas éstos ejemplos o metáforas sirven para afirmar que en la vida social también todo comienza desde abajo, desde las bases, y es algo que cualquiera que pretenda inmiscuirse en la vida política de su país, debería saber. Porque para que alguien llegue a ocupar el piso más alto de un edificio y ser el CEO, gerente o director de tal o cual multinacional, primero existieron cientos o miles que construyeron ese edificio, que trabajaron para que un pequeño emprendimiento se convirtiera en una PyME, luego en gran empresa nacional para recién luego terminar expandiéndose a otros mercados transformándose en multinacional.

Nada crece desde la cima, pese a que algunes nazcan en cuna de oro y disfruten de miles de oportunidades que millones de otras personas nunca jamás imaginarán. Como tampoco nada sucede sin esos millones de nadies de los que hablaba Galeano en sus escritos, los explotados y vilipendiados que este sistema intenta negar, invisibilizar y seguir saqueando.

El mejor ejemplo de que hay que comenzar por los de abajo lo dio Perón. Según el estadista argentino, cuando llegó al gobierno la primera gran reforma de fondo que se hizo fue la construcción e implementación del Estatuto del Peón Rural. Según narraba el general en 1973, en una exposición en la sede de la Central General del Trabajo, en el 45 los trabajadores rurales estaban desorganizados y dispersos, el país casi no tenía industrias (ero había pocos obreros urbanos) motivo por el cual lo primero que había que hacer era consolidar una organización de los trabajadores rurales y de los trabajadores urbanos, y todo el avance en materia productiva iba acompañado de políticas sociales. Porque como él mismo ejemplificaba “para comer guiso de liebre, primero hay que tener la liebre”.

Claramente la situación de hoy no es la misma, desde aquel entonces pasaron 2 dictaduras, gobiernos neoliberales y la destrucción casi total de lo que Perón y Evita construyeron en sus años al frente de la conducción del gobierno argentino. Pero los principios siguen siendo los mismos: hay que arrancar por abajo.

Las dictaduras militares de los 70 -no sólo en Argentina- lo que buscaron destruir fueron esos principios: la organización del pueblo y colateralmente los derechos conquistados por el pueblo. La globalización y los gobiernos neoliberales buscaron profundizar esa matriz e imponer una única forma, ya no sólo de distribución de la renta, sino de la forma de comprender la vida política, económica, cultural, judicial, entre un largo etcétera.

Hoy ese rol de digitador del modelo a seguir son las grandes multinacionales farmacéuticas, de hidrocarburos y armamentísticas; la banca internacional; las corporaciones financieras; y fundamentalmente las corporaciones tecnológicas.

Las lógicas de producción y de consumo cambiaron radicalmente, no sólo por los tiempos de producción o por la cantidad y la formación de los obreros que trabajan en esas áreas, sino porque algo producido en la otra punta del mundo puede ser comprado por cualquiera de nosotres con un par de clicks.

No son poques les analistas que sostienen que aquel sueño del pleno empleo y del fifty-fifty ya se volvió inviable. Esta afirmación se sostiene precisamente en estos cambios en las lógicas de producción y consumo que hoy utilizan mucha menos mano de obra, suele ser más calificada y hay una participación mucho mayor de la robótica o maquinaria automatizada que ensambla productos que antes requería de miles de manos y de mucho más tiempo.

Entonces qué hacer con esa masa de obreros urbanos y rurales que hoy no encuentran empleos formales, que sólo pueden acceder a un trabajo si se lo inventan o si hacen chángas mal pagas, en la informalidad total, sin absolutamente ningún derecho y teniendo que trabajar más de 10 o 12 hs al día para medianamente sobrevivir.

Simple, hacer lo que hizo Perón: empezar desde abajo. Con la salvedad que muchas de esas compañeras y compañeros hoy están organizades, lo cual haría mucho más sencillo el camino, al menos desde sus potencialidades. La dificultad ahora estará dada por aquellos que desprecian al pobrerío, que si pudiesen lo exterminarían con sus gestapos, que tienen enquistados a sus alfiles en el poder judicial, en los medios de (in)comunicación, y que responden a intereses foráneos, parafraseando a la compañera Evita.

La tarea del presente es dar voz, voto y derechos a les descamisades actuales, a les que en plena oleada neoliberal y en cuanta crisis hubo, se las rebuscaron para seguir adelante, que se organizaron y lucharon para conquistar derechos. Aquel Estatuto del Peón Rural de Perón, hoy sería equivalente a crear un ministerio de la Economía Popular, a conformar un Salario Básico Universal, a garantizar el acceso a la tierra no sólo para les pequeñes productores rurales, sino para les otres muches que de poder tener su pequeña parcela de tierra seguramente producirían alimentos que podrían frenar la especulación y la inflación galopante actual.

La tarea sería generar la Gran Misión Vivienda Argentina, al mejor estilo del Comandante Chávez, y desde el estado construir millones de hogares ya no para la especulación inmobiliaria, sino para que las familias argentinas puedan tener su casa propia.

Pero nada de esto se puede hacer sin el pueblo movilizado. Nada de esto se puede hacer sin un gobierno fuerte y con voluntad política para avanzar en esta dirección en lugar de seguir los lineamientos de las grandes potencias extranjeras. Nada de esto se puede lograr sin cortar de cuajo el saqueo permanente de nuestros bienes estratégicos como el agua, los hidrocarburos, o minerales como el litio (no por nada lo llaman “el oro blanco”). Nada de esto se puede hacer con un poder judicial corrupto, con corporaciones mediáticas que siguen recibiendo pauta oficial mientras los medios populares tienen que hacer malabares para poder sostenerse al aire. Nada de esto se puede lograr sin un fomento real y efectivo sobre el trabajo cultural que hacen miles de artistas, o el fomento al deporte a través de los miles de clubes de barrio, o mejorar las condiciones estructurales de la educación pública.

La tarea sigue siendo la misma: construir organización y poder popular para que esa “realidad efectiva” de la que habla la marcha, vuelva a ser una parte de la vida cotidiana para el pueblo trabajador. Porque sin poder popular, no hay justicia social.

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

La T, la B y la R

La T, la B y la R

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

Por Floreen Luengo*

Llegamos en moto, el viaje fue un poco más largo de lo que pensaba. Nuestro destino: la vivencia política de las niñeces. Durante el trayecto, con mi compañero de viaje discutíamos entre otras cosas, el proyecto de ciudad que sostiene el gobierno municipal, cuestionamos la importante diferencia de vivir dentro o fuera del casco urbano de la ciudad de La Plata, y enojados él y yo por el olvido político y la indiferencia histórica hacia ciertos sectores de la población.

Un gran cartel nos hizo saber que estábamos en el lugar correcto. Unas grandes letras sobre el alambrado, hacían recalcular a más de una persona qué significa la T, la B y la R. Al inicio de la estadía, las miradas no tardaron en posarse sobre nuestros cuerpos. Éramos extraños allí, sin embargo a diferencia de lo que la ciencia dice que es el extrañamiento hacia lo diferente, en el barrio las diferencias parecieran estar planteadas como parte constitutiva.

Mientras nos aclimatábamos, me dediqué a observar el laburo de construcción de un grupo de jóvenes universitarios que habitan el barrio hace años. La mayoría eran mujeres, de unos 27 años de edad la más grande; entre dos llevaban una garrafa ya sin gas, en la cocina unas 5 mujeres se dividían tareas: armaban las pizzas, preparaban el jugo, buscaban más agua, metían y sacaban comida del horno industrial, y atendiendo además a que las niñeces inquietas no ingresen por cuestiones de seguridad.

A la hora de estar en esa comunidad de personas extravagantes, ya había estado cebando mates a lo loco. Tal fue mi sorpresa cuando un  niñito de unos 8 años me dijo si le convidaba un mate.

-Está calentito, le dije. Cuidado

-Yo tomo mate todas las mañanas. Antes de que mi abuela se vaya a trabajar, y cuando vuelve y yo estoy la casa también tomamos mates. Ya sé tomar mate, me respondió muy seguro.

-Buenísimo. Entonces ya conocerás cual es el secreto de quienes toman mate, le dije en un tono un tanto místico.

El niño tomo el mate en silencio, se quedó pensando y me di cuenta. Nos miramos y no me dijo nada, me devolvió el mate y se fue a jugar al castillo inflable con los suyos.

En un momento, empecé a notar que todas las niñeces y adolescencias se estaban agrupando, todos comienzan a prepararse para la recorrida.

– ¿Qué es eso que hacen?  Le pregunte a una joven que estaba dando órdenes.

-Vamos a hacer la recorrida del barrio, vení con nosotres así sabes de qué se trata.

Renové el mate para dicha recorrida y nos fuimos. Éramos un grupo de aproximadamente 20 personas caminando por senderos repletos de hogares. En alguno de ellos, las chapas hacían de pared y de techo; la tierra hacia de suelo, los alambrados embellecían a los canteros y veredas. Caminamos unas 5 cuadras, pasamos sobre dos puentes hechos con maderas. Yo tenía miedo de pasarlo, uno; porque me dan miedo las alturas, dos, porque sentía que se iba a caer. Sin darme cuenta, una pequeñísima niña de cabellos rubios alborotados y con una mirada penetrante que todavía recuerdo, me miró y se rió a carcajadas.

-Cómo vas a tener miedo, me dijo. Yo soy más chica que vos y no tengo miedo.

-Pasa que sos una valiente, le dije. Estaba sorprendida porque sin decirlo, esa nena sabía lo que yo estaba sintiendo y encima de todo, eso le causaba gracia.

 -¿Qué haces para no tener miedo? Le pregunté.

No me dijo nada, sólo me agarró la mano y me acompaño a cruzar el puente. Yo adulta esperando palabras para comprender, ella niña comprendió que las preguntas no se responden siempre con palabras, sino con el hacer. Sentí mariposas en la panza, esa muestra de amor y compañerismo fue fulminante para mí.

Al regreso hacia ese lugar de la T, la B y la R, les niñes extasiados corrieron hacia los juegos. Había castillos inflables, juegos pensados por los jóvenes que van a aprender de las niñeces, de las vivencias con lxs niñes, de los abrazos de éstos, de sus travesuras, de los disfraces, de sus caras sonrientes repletas de dulce de leche, de su ternura.

Ahí fue cuando comprendí, que significaban esas siglas. Y no qué significa para mí, sino para ellos y ellas. Para quienes habitan el Chacho Peñaloza, para quienes aprovechan esos encuentros con el afán de volver a ser niñes, de aprender y construir con las niñeces.

Al finalizar la jornada, ya nos teníamos que volver con mi compañero de viaje. La multitud seguía de festejo, las familias se habían sumado. Habías abuelas, tías, madres, hermanas, primas. Las mujeres predominaron en el predio, dando cuenta que el Trabajo Barrial de la Resistencia estaba ocurriendo allí. En ese encuentro, en ese festejo y en todos aquellos intentos que hacemos las personas para que lxs niñes que nos rodean sean lo más felices que puedan.


* Periodista, conductora del programa La Marea (Radio Futura FM 90.5), redactora de Revista Trinchera, editora del portal Luchelatinoamérica y colaboradora de Agencia Timón.
Fernández Sancha: “No queremos vivir del subsidio, queremos que nos generen trabajo”

Fernández Sancha: “No queremos vivir del subsidio, queremos que nos generen trabajo”

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.
Joaquín Fernández Sancha (dirigente de la CNCT)

Dialogamos con el dirigente de la CNCT, Joaquín Fernández Sancha, acerca del primer Foro Federal de la Economía Cooperativa, Autogestiva y Popular, que reunió a más de tres mil trabajadores y trabajadoras del sector para debatir ejes en común y delinear una agenda propia.


Se desarrolló el Primer Foro de Cooperativas Federal ¿de qué se trató?

El sábado pasado hicimos la primera actividad que fue el foro que nació a partir de varias organizaciones, la gran mayoría representan a cooperativas del trabajo del país, la CNCT, un gran sector de la CTEP, la CTA, el gremio Gráfico, Curtidores, organizaciones que nuclean a fábricas recuperadas. Un abanico muy grande por eso le pusimos Foro de la Economía Cooperativa Popular y Autogestiva porque a veces es difícil cuando se habla de economía social, de economía popular, se diferencian, pero para nosotros la lucha es una sola que es generar trabajo digno y una organización sin patrón, que son las cooperativas de trabajo. Después hay movimientos como la CTEP que son más amplios y nuclean no solamente cooperativas, sino otro tipo de organizaciones. Nosotros en la CNCT si nos dedicamos específicamente a las cooperativas de trabajo.

Hay una situación que se está dando en La Plata, y supongo en muchos municipios, que es que la organización de las cooperativas que había avanzado quedaron prácticamente sin tareas y empezaron a fungir casi como un plan social. Sos parte de una cooperativa pero lo único que haces es cobrar pero no te dan tareas ¿está ocurriendo esto? ¿que plantean al respecto?

Eso ocurrió a partir de que el gobierno de Cambiemos. Antes había fuentes como la CNCT y otras organizaciones también, trabajábamos en la co-gestión de programas sociales y esos programas eran a partir de cooperativas.

El programa más grande era el Argentina Trabaja, en el cual estaba el sector de las cooperativas y una contraprestación que hacían mediante convenios con el gobierno nacional y municipios. Se hacían desde viviendas, hasta refacciones urbanas en algunos barrios y así gran cantidad de trabajo que tenían que ver con la construcción la gran mayoría, con el mejoramiento habitacional, otros programas como la fabricación de guardapolvos, textiles, distintos programas donde una parte del sueldo se cobraba a través de la tarjeta y otra parte se cobraba con materiales, con insumos, con ropa para los que trabajaban, un programa más amplio.

En otros casos se armaron polos productivos como en La Matanza, en Ezeiza, en Tigre, que se empezaron a producir productos que se vendían, se comercializaban. Cuando asume el gobierno de Macri, ellos empiezan a quitar la posibilidad que sea a través de cooperativas, sino que sean beneficiarios cada individuo y cobre de esa tarjeta. En primera instancia sigue haciendo alguna tarea, después se fue tendiendo a cerrar cooperativas a través del INAES y  por otro lado se ha llegado a un lugar, en este último año, donde ya no pueden trabajar, no hay una contraprestación, sino estudiar, además de perseguir y dar de baja. Se genera la partida de emergencia social, el salario complementario, que ya directamente no trabajas, no tiene monotributo, ni un tipo de seguro ni contraprestación. Esto pasa por una política de Estado donde se desarman las cooperativas.

En el caso de La Plata, es parecido y ya viene con una política de hace mucho tiempo. En la gestión anterior ya era conflictivo el tema de la cantidad de cooperativistas que había laburando y prestando algún servicio, pero no había muchos empleados municipales sino había muchas cooperativas, entonces se generaba controversia. Cuando asume Garro lo que hace es empeorar la situación. Esas personas asociadas a cooperativas terminaron en un bache legal en el que les dicen cooperativistas pero no tienen una cooperativa de base.

Después están los compañeros de distintos movimientos sociales que si reclaman por un convenio laboral y siguen usando la cooperativa, se la sigue contratando más allá del conflicto que pueda haber, pero intentan seguir generando trabajo. En el caso de los que están sueltos en las delegaciones municipales, en realidad son empleados en negro porque no tienen monotributo social, generan un gasto público de mil millones de pesos entre el reciclado y eso. Hemos pedido informes en estos últimos tres años y medio, porque no está claro dónde van esos fondos y cómo se gestionan y cómo se organizan a esos trabajadores.


Los trabajadores y trabajadoras cooperativistas son sin duda parte del movimiento obrero y ustedes están discutiendo en el foro con sectores que representan a trabajadores formales ¿cómo es la relación entre estas dos lógicas?

La relación con respecto al sector del movimiento obrero, costó algunos años. En el menemismo sobretodo, en la década de los noventa la figura de cooperativa muchas veces fue la de tercearizar. El caso más actual, que es el de Mariano Ferreyra, ellos reclamaban porque se usaban cooperativas en negocios en ese momento con la Unión Ferroviaria para tercearizar el trabajo, no contratar empleados de la empresa del ferrocarril.

Pasó que a muchos sectores del movimiento obrero les costaba ver a las cooperativas como hermanos de clase, como hermanos trabajadores y que estábamos en la misma relación. A partir de distintas luchas, a partir de las fábricas recuperadas, por distintos procesos, hubo muchos casos.

El primer caso es el del gremio gráfico que nuclea a muchas cooperativas gráficas que el sindicato contiene. Lo conduce el gringo Amichetti de la Corriente Federal, que es un compañero que ayudó muchísimo a que en la relación entre movimiento obrero y cooperativas, nos hayan reconocido como trabajadores, muchas instancias gremiales también.

En el caso de la UOM pasó lo mismo con muchas metalúrgicas que fueron quebrando, generaron conflicto y se cooperativizaron, estuvo el gremio ahí formando cooperativas, formando parte del movimiento cooperativo. Lo mismo con los curtidores, son gremios que trabajan a la par con las cooperativas y el apoyo más grande que nosotros recibimos siempre fue en el caso de la CTA de los Trabajadores que conduce Hugo Yasky, que hace años nos reconoció la figura del cooperativa como un compañero del gremio y en muchos casos la CNCT no orgánicamente forma parte de la CTA, pero si muchas federaciones nuestras sectoriales y territoriales en las provincias tienen una doble afiliación: la CNCT con su cooperativa y con su condición de trabajador en la CTA, así que compartimos muchas experiencias y luchas juntos.

Ustedes están planteando para esta convocatoria al foro la necesidad de un programa en unidad que contemple de manera integral al sector cooperativo ¿qué es lo que están planteando? y desde los equipos técnicos que ustedes tienen ¿hasta a donde han llegado en la elaboración de leyes y marcos jurídicos?

Esto te lo digo por la CNCT, después en este espacio de unidad están surgiendo otras cuestiones nuevas, estamos unificando criterios también. Pudimos elevar un documento que lo hicimos un mes antes de este foro que fue el sábado, convocando a la actividad y tenemos algunos puntos de acuerdo.

Analizando la nueva etapa que se viene, nosotros convocamos al foro y creemos que el Frente de Todos, el frente que encabeza Alberto Fernández y Cristina Kirchner, es la herramienta que nos serviría a nosotros para recuperar el trabajo digno y recuperar la industria que está paralizada, el mercado interno que está dejando de existir y que a las cooperativas de todos los sectores y todos los rubros del punto del país nos está afectando, obviamente como a cualquier pyme, cualquier trabajador y cualquier ciudadano de la Argentina.

En ese programa creemos que tenemos que formar parte del proyecto político y económico. La reactivación económica se tiene que dar a través de las cooperativas, como cuando Néstor Kirchner asumió en el 2003 que empezaron un montón de programas entre el Estado y las cooperativas, e hicieron que el movimiento haya crecido tanto como hasta hoy. Nos parece que tiene que ser algo similar, que las cooperativas son una alternativa de rápida recuperación del aparato productivo y en eso estamos planteando algunas cuestiones concretas para esta nueva etapa, algunas de corto plazo y algunas de mediano plazo.

Estructuralmente, lo que decimos es que no queremos seguir formando parte del Ministerio de Desarrollo Social, que la política asistencial de planes, de alimentos, sean el principal eje para trabajar con nosotros porque no somos eso, necesitamos formar parte de esquemas que tengan que ver con el trabajo, con la producción.

Parte de la porción que el Estado basa en distintos rubros, en insumos sea a través de las cooperativas. En muchos casos, son un ejemplo, por eso sobrevivimos también a estos años tan duros de neoliberalismo tan crudo, tiene que ser una política fácil de reactivar. No queremos vivir del subsidio, queremos que nos generen trabajo porque el Estado gasta plata en obra pública, en gasto de vestimenta para todo el personal de los distintos ministerios y ámbitos nacionales y provinciales. Representamos compañeros de la construcción, de lo gráfico, de lo textil, de lo gastronómico.

En un montón de espacios hay cooperativas de trabajo que se tienen que tener en cuenta como también creemos que se tiene que tener en cuenta las economías regionales de cada provincia que cuando Macri asumió dijo que iba a trabajar con ellas y sabrán cómo están.


¿Que significaría para el movimiento cooperativo tanto el triunfo del Frente de Todos cómo el triunfo de Juntos por el Cambio?

Ninguna de las dos victorias va a hacer que todo cambie rápidamente, obviamente creemos que el Frente de Todos tiene que ganar, pero eso no quiere decir que todo va a ser tan fácil. Me parece que tenemos que estar todos, tenemos que luchar para que haya políticas para nuestro sector porque se va a ir con un juego de intereses que es muy fuerte y a partir del 10 de diciembre esto tiene que mejorar.

Hay que estar a la altura de las circunstancias y si el gobierno de Macri vuelve a ganar, estaremos en las calles resistiendo y luchando, buscando la vuelta para que las cooperativas estén abiertas. La verdad es que sería muy trágico para todos nosotros. Llegamos con el último suspiro, estas actividades como el foro nos permiten volver a organizarnos mejor, a pensar pero siempre en lo positivo, en hacer fuerza para que nuestros compañeros discutan en cada cooperativa por qué hay que votar a Alberto y a Cristina, a Axel y a Verónica Magario en la provincia, y en la ciudad de La Plata estamos apoyando a la lista de Victoria Tolosa Paz. Creemos que son  las mejores fórmulas, con las que nos sentimos representados y que mejor defienden nuestro trabajo. De acá en más hacer fuerza para que esto cambie y si no cambia estaremos en las calles resistiendo y luchando como lo hicimos toda la vida.

Javier Álvarez: “La empresa tiene que funcionar con todos los compañeros adentro para que esto se solucione”

Javier Álvarez: “La empresa tiene que funcionar con todos los compañeros adentro para que esto se solucione”

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.
Javier Álvarez, Secretario General de Químicos y Petroquímicos de Tierra del Fuego

Dialogamos con el Secretario General de Químicos y Petroquímicos de Tierra del Fuego, Javier Álvarez, con quien analizamos el conflicto que tienen abierto con la empresa Tecnomyl S.A. y el paro de actividades que ya lleva más de un mes.


¿Cómo vienen llevando la situación del conflicto abierto con Tecnomyl S.A.?

En el rubro en que hoy tenemos un conflicto es el Químico. Nosotros en esta planta trabajamos haciendo herbicidas, insecticidas y todo lo que sea para el campo del mercado local. Están ligados a los alimentos y es la última industria que cae cuando hay este tipo de crisis. En todo el ámbito de Tierra del Fuego que se sostiene por la industria electrónica.

Entendemos que hay una realidad causada por estas políticas, de dejar de ser competitivos ante los productos que entran desde otros países. Es así como se van perdiendo muchos puestos de trabajo.

En el caso nuestro, que es una empresa que está en pleno crecimiento, que tiene nuevos proyectos para ingresar de a 50 personas cada seis meses para ir agrandando, evidentemente estamos hablando de una flexibilización; estamos hablando de empresarios que tienen la derecha de este gobierno para realizar cualquier tipo de medidas sobre los recibos de sueldo de los compañeros y es donde nosotros hoy nos plantamos y por ese tipo de reclamos es que estamos ante despidos extorsivos porque son compañeros que tienen un legajo intachable y la empresa los ha despedido en plena conciliación obligatoria y ni desde el Ministerio de Trabajo ni desde la justicia se han hecho responsables de este tipo de cuestiones.

Ustedes hacen productos para la producción agrícola que es uno de los sectores beneficiados por las políticas del gobierno nacional ¿Por qué creen que la empresa está entrando en estas situaciones?

La empresa en ninguna de las instancias donde fue creciendo este conflicto pudo justificar un problema económico. Para cualquier sindicato donde las empresas presentan balances negativos o algún preventivo de crisis, entre las dos partes se busca la situación para poder mantener los puestos de trabajo y ver cuáles son las alternativas en ese proceso de crisis económica, para poder salir adelante. En este caso la empresa no tiene ningún justificativo económico porque está creciendo.

En Tierra del Fuego, somos la única empresa que trabaja con productos cancerígenos como es el glifosato, hidróxidos, ácidos. Desde hace 8 años, cuando se empezó la producción, hemos mejorado los básicos (salarial) justamente por la complejidad que tenemos en la industria. Esas mejoras firmadas entre la empresa y el sindicato es lo que quieren sacarnos. Ese básico de convenio a nivel país, nosotros lo hemos mejorado y esa mejora sin ningún tipo de arbitraje o reunión, la empresa decidió pasarlo a una suma no remunerativa, dejando de ser base de cálculo para todos los ítems en el recibo y obviamente no pagando los aportes previsionales ni de obra social como corresponde.

Con eso nos bajaron a la mitad el poder adquisitivo, impactando también en las paritarias, con lo cual vemos como las empresas, simplemente, cuando no ganan lo que quisieran ganar, el hilo más fino son los trabajadores.

¿De cuántos trabajadores estamos hablando?

En Tecnomyl estamos hablando de aproximadamente 200 trabajadores, de los cuales 140 estamos en Río Grande. La parte administrativa y de laboratorio están en Córdoba.

Hoy por hoy nosotros hemos liberado el paso para hacer el trabajo porque no coartamos la libertad de nadie a trabajar como dice la Constitución Nacional, pero sí entendemos que al liberar el paso, la empresa comenzó a contratar personal para reemplazar a los que estamos haciendo uso de nuestro derecho a huelga, que también es constitucional.

También entendemos que la justicia nos pida que liberemos el espacio, también esperamos que la justicia ponga en vereda a la empresa por hacer este tipo de maniobras que entendemos que son cien por ciento desleales.

Podemos estar 5 años parados debajo de la planta. Si estamos 100 personas afuera de la planta y contratan 100 esto no va a tener ningún efecto. Entonces estamos pidiendo al ministerio de trabajo que actúe en consecuencia.

¿Cómo está la situación laboral en la provincia en general?

Dificilísima. La verdad es que ha sido una provincia próspera en términos de industria. Acá se sostiene sobre todo por la industria electrónica y desde allí se produjo el crecimiento de la isla. Nosotros estamos adheridos al sub régimen que hace que las empresas vengan a instalarse acá y también entendemos que es así como mucha gente a emigrado a la isla y ha sido muy próspero.

En este tiempo, con los lineamientos políticos desde más arriba la isla ha decaídos y realmente para poner un ejemplo, una de las fábricas de electrónica más grandes que estaba trabajando con 4 mil personas, hoy está trabajando con 800. Es decir que reinsertarse en el mercado laboral, con las condiciones climáticas que tenemos, con los precios de la canasta familiar, se hace muy difícil. Por eso siempre velamos para no perder los puestos de trabajo, pero tampoco vamos a dejar que las empresas impongan cualquier tipo de medidas para que la gente siga trabajando con la mitad del sueldo.


¿Cuáles son las medidas a seguir? ¿Qué están planteando desde el gremio?

Lo que le planteamos a la empresa en todo momento es que esto se soluciona (como en cualquier conflicto) sentados en una mesa de negociación. Alternativas de cómo volver a incorporar a quienes se sacó en su momento de manera arbitraria, hay muchísimas: hay que ver si se puede hacer en porcentajes, si puede ser progresivo, si más adelante se puede llegar a reevaluar (dentro de un año) la situación en la que esté la empresa.

Siempre hay alternativas porque nosotros no somos un gremio terco. Lo que sí notamos por parte de la empresa es que se ha plantado en un lugar donde no quiere negociar, fundamentalmente por los despidos. Los despidos son parte fundamental de esta negociación, donde queremos los compañeros adentro. La empresa tiene que funcionar con todos los compañeros adentro para que esto se solucione. Ese es el objetivo y por eso es que hoy estamos tomando este tipo de medidas.

1