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Endeudamiento feroz, guerras por doquier, presiones de todo tipo, robo, saqueo, sanciones… Nada está descartado si se habla de la modernidad como sistema mundo y quienes lo conducen (Al menos por ahora).

“Ya hemos perdido el control del mundo, ahora vamos a perder el control y el dominio mundial del dólar, y cuando eso ocurra tendremos pobreza a nivel de la Gran Depresión. Ya estamos en guerra con Rusia, financiamos y armamos a sus enemigos, pero podemos ir a una guerra directa, podríamos hacer un ‘Golfo de Tonkin’ en Polonia (el falso incidente fabricado para justificar la intervención en Vietnam) y decir ‘lo hicieron los rusos’”
Tucker Carlson

A mediados de septiembre pasado, EEUU volvió a atravesar su techo de deuda y rompió un nuevo récord de endeudamiento al sumar 275 mil millones de dólares en un solo día. Si bien su PBI y tamaño de la economía no son los mismos que los de Argentina, la deuda norteamericana llegó a niveles de escándalo: 33,513 billones de dólares y contando. Para quien nunca haya visto una cifra así, después del 33 agreguen 12 ceros.

Algunas estimaciones señalan que, de continuar aumentando a este ritmo, para 2053, la relación deuda-PBI podría ascender a más del 180%. Sólo en los últimos tres meses EEUU aumentó su deuda en 1 billón (un millón de millones). Es demencial el nivel de gasto. Lo peor es que después son los primeros que vienen a querer darnos lecciones de cómo administrar nuestros Estados. Las ventajas de tener la maquinita para emitir y ser el socio mayoritario del FMI, por lo cual nadie te controlará.

En un reciente artículo, el colega uruguayo Aram Aharonian, analiza algunos de los aspectos que están en juego en la interna norteamericana de cara a las elecciones presidenciales del año que viene. Parece que todo lo que acontece es producto de los dimes y diretes en esa batalla campal entre republicanos y demócratas.

Acusaciones cruzadas de corrupción, jueces y fiscales involucrados, una deuda imposible de sostener, millones de trabajadores desempleados (el propio Biden participó de una movilización de trabajadores de automotrices), distribución de la renta cada vez menos equitativa, la construcción de muros en la frontera para que no pasen más latinos, una inflación que se estima no lograrán reducir a 2% hasta 2025, y la guerra… La guerra como botín, como saqueo permanente no sólo a Ucrania, sino a Europa en general (aunque los europeos estén tan miopes que ni se den cuenta, o no quieran darse cuenta).

En lo que va de la guerra, EEUU ha destinado 1300 millones de dólares en “ayuda” militar y civil a Ucrania. No es menor destacar que la mayoría de ese gasto volvió en compra de armamento a las empresas norteamericanas de la industria bélica. Un negocio redondo, al igual que están pensando para la reconstrucción del país post guerra. Todo negocio.

Para colmo de males, y como lo veníamos adelantando desde hace meses, se está militarizando peligrosamente la región del indo-pacífico bajo sus alianzas QUAD (Japón, India, Australia y EEUU), el  AUKUS (Australia, Reino Unido y EEUU) y la OTAN que empieza a mirar a la región bajo directiva gringa. Región que China disputa con otros países vecinos entre los cuales el diablo ha metido la cola y está empezando a hacer aún más ruido.

Pero como lo hemos señalado en reiteradas oportunidades la guerra no es sólo tradicional, también se da en el plano económico y de lo simbólico. Recientemente, en la cumbre del G20 celebrada en Bharat, dio pie a la firma del acuerdo entre ese país, EEUU, Emiratos Árabes Unidos y la Unión Europea (UE), para la construcción del Corredor Económico India-Medio Oriente-Europa (IMEC, por sus siglas en inglés).

Este corredor económico buscaría conectar la Bharat con Europa, pasando por Jordania e Israel. Aunque para el prestigioso analista geopolítico brasileño Pepe Escobar, no es más que otro blef que intenta “competir” ficticiamente contra la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI – Belt and Road Initiative, por sus siglas en inglés).

En su extenso análisis, el brasileño pone también el foco en otros corredores económicos, entre ellos el que pretende construir Erdogán junto con israelíes y la OTAN en la región armenia de Syunik (con el corredor Zangezur), que desacoplaría, dividiría, separaría a Irán de Armenia, Georgia, el Mar Negro y Rusia con lo que ello implicaría para el país persa.

Lo raro es que pocos días después de que Rusia, Irán y Azerbaiyán se comprometieran a construir una sola vía ferroviaria que fuese de Irán y sus puertos en el Golfo Pérsico a través de Azerbaiyán para conectar con el sistema de trenes Rusia-Europa Oriental, se producen nuevos incidentes en Nagorno-Karabaj, que podrían escalar e involucrar a iraníes y turkiyes.

Como decíamos la guerra también se da en el plano simbólico. Recientemente el parlamento canadiense homenajeó y presentó como héroe de la Segunda Guerra Mundial a Yaroslav Hunka, un miembro de 1º División ucraniana. El problema es que esa división es la División “Galizien” de las Waffen SS cuya misión consistía específicamente en asesinar a las poblaciones que oponían resistencia al III Reich.

El escándalo hizo poner el grito en el cielo no sólo a israelíes, sino a muchos europeos, sobre todo eslavos y polacos. Éstos últimos han ido incrementando las tensiones con el régimen de Kiev en el último tiempo, sobre todo por la inundación de productos OGM que EEUU y sus empresas entregan gratuitamente a los ucranianos, volviendo imposible que los productores polacos puedan competirles.

Poco a poco, Polonia comienza a quitarse el velo de los ojos y empieza a ver la verdadera cara de muerte que están proponiendo EEUU y los neonazis integristas unionistas ucranianos conducidos por Zelenski. Habrá que ver en qué decanta la cosa.

Lo cierto es que occidente, la modernidad impuesta en la que vivimos, este sistema mundo, es un sistema de muerte. Y cada día, a cada paso, nos lo recuerda. Quizás habría que empezar a pensar alguna alternativa, como lo señala el filósofo ruso Alexander Dugin. Si bien éste lo señala para sus compatriotas rusos (en el marco de la guerra multiforme que les declararon), “la liberación completa de Occidente es el único camino hacia la salvación… Todo lo malo de la Rusia moderna procede de él. Sus miasmas han carcomido nuestra política, economía, cultura, ciencia, psicología, vida cotidiana, juventud. Se trata de un proceso cancerígeno. Y cuanto más rápido y más fuerte cortemos las células afectadas, más posibilidades habrá de salvación y renacimiento de nuestra Madre Patria, la gran Rusia”.

Quizás sea hora de que, por estos lados, empecemos a preguntarnos si no tenemos que empezar a cortas esos cordones umbilicales.

Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

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