Ante la intención de las entidades del Consejo de Científicos de modificar la jornada laboral de sus trabajadores y con el agravio de degradar los puestos laborales de les administratives, empleades del CONICET se organizan para ofrecer resistencia.
Trabajadores organizades del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), se encuentran en situación de reclamo ante la decisión de la entidad de modificar el esquema de jornada laboral, sumado a una errónea confección de los contratos de les trabajadores en el Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP).
Por un lado, el primer reclamo yace ante el intento de “renormalizar” la jornada laboral de les trabajadores de la ciencia, quienes desde la pandemia comenzaron con un sistema de seis horas de trabajo por día, sumado a un día de teletrabajo. Según declaró a Revista Trinchera Agustina López, Secretaria General de ATE CONICET La Plata, este esquema de trabajo “es beneficioso porque permite una organización y un ahorro para quienes perciben este sueldo”. En esa línea, se pretende dar marcha atrás a este ritmo de trabajo con la quita del día de “homeoffice” y con la extensión de la jornada laboral, pero les trabajadores organizades lo consideran como un retroceso social en vistas de que “el futuro va hacia la reducción de la jornada horaria”, además de que “la eficiencia del trabajo bajo este esquema fue absoluta, no hubo retrasos, errores, ni problemas, y los métodos electrónicas se efectivizaron para generar formas de trabajos más efectivas”.
Por otro lado, los contratos laborales efectuados a les trabajadores administratives que se encuentran en situación de planta transitoria, y deben ser renovados anualmente, fueron confeccionados con cambios en la función de “responsable administrativo con tareas profesionales, técnicas y confección de proyectos” a “asistente administrativo”. De esta forma, se degrada el rango en términos de salarios, tanto en el tránsito de la planta permanente como para la categoría que se concurse en este.
El cargo administrativo dentro del CONICET requiere de más responsabilidades en comparación con los demás cargos administrativos del Estado, y que de la totalidad de les 1.500 trabajadores que ocupan ese puesto en el consejo científico, 1.000 se encuentran en situación de planta transitoria, lo cual deviene en este cambio de cargo en el contrato, y por ende, en un impacto negativo en su salario. “Entraríamos al Estado Nacional con una planta permanente, con una categoría baja y una función raza, es decir que desarrollaríamos las mismas tareas que desarrolla cualquier trabajador de la Administración Pública Nacional cuando no es así; porque al trabajar en un organismo de ciencia y tecnología, todo tiene un tinte en estas aéreas que uno tiene que aprender a resolver”, enfatizó la Secretaria General de ATE.
En conclusión, López dejó en claro que las prioridades de les trabajadores del CONICET se basan en estas problemáticas, más la necesidad de “un convenio colectivo sectorial que nos abarque todos los escalafones; esas son las tres demandas fundamentales, y entendemos que es hora de darle un curso y avanzar”.
Por otra parte, Nuria Giniger, secretaria general de ATE CONICET Capital, quien también dialogó con Revista Trinchera, develó que “todo este conflicto tiene un mar de fondo, que es que CONICET tiene 30 mil trabajadores sin convenio colectivo específico, por lo cual no se puede avanzar en condiciones de trabajo propias del trabajo científico-tecnológico”.
En el mismo sentido, la secretaria de ATE detalló que el pasado viernes se concretó una asamblea en convocatoria de SINEP, y que allí resolvieron “circular un petitorio para visibilizar el conflicto, y además convocar a un ‘ruidazo’”, como herramienta de manifestación ante los pedidos de les trabajadores de CONICET.