Reservando futuro

Reservando futuro

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Durante los últimos meses estuvo en la palestra del debate público el tema de los incendios padecidos en diversas zonas del país. Intencionales o no, lo cierto es que la práctica de quema de pastizales o de otro tipo de zonas es una práctica habitual, generalmente ligada al negocio de la producción de la agroindustria.

Esta vez el debate público no quedó en solitario o en el mero reclamo de organizaciones ambientales, sino que fue acompañado con la promoción de modificaciones a la Ley 28.815 de Manejo del Fuego[1] (con media sanción en Diputados) y la creación de la Ley Yolanda que promueve la “formación integral en ambiente con perspectiva de desarrollo sostenible y con especial énfasis en el Cambio Climático[2].

Reserva Natural de Defensa “Ascochinga”

El resguardo de la biodiversidad

Si bien hoy es más frecuente escuchar hablar sobre la biodiversidad, el concepto tiene larga data. El mismo hace referencia a la “variedad de ecosistemas y las diferentes genéticas dentro de cada especie que permite las múltiples formas de vida, y cuyas mutuas interacciones con el resto del entorno fundamentan el sustento de la vida sobre el mundo[3].

Algunes autores afirman que la pérdida de biodiversidad es un factor clave para comprender la aparición de epidemias o pandemia[4] como la del COVID-19. De allí que se vuelva fundamental el cuidado y trato responsable del ambiente, tan maltratado por las formas de producción capitalistas.

Las reservas naturales

En nuestro país, el resguardo y protección de la biodiversidad data de la década de los 80, momento en que se aprobó la Ley 22.351 de Parque Nacionales, Monumentos Naturales y Reservas Nacionales.

La mencionada ley protege determinadas zonas del país, resguardando esos ecosistemas ante el avance inmobiliario y de modelos productivos depredatorios que barren con el ambiente a fin de obtener ganancias. Caso similar al resguardo que promueve la Ley 27.037 de Espacios Marítimos y la creación de Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas promulgada en diciembre de 2014.

Trabajo poco conocido

En nuestro país, desde 2007, durante la gestión de la ministra de Defensa, Nilda Garré, existen las Reservas Naturales de la Defensa, momento en que ese ministerio junto con la Administración de Parques Nacionales suscribieron un Convenio Marco de Cooperación con el objetivo de “desarrollar de forma conjunta políticas activas en materia de conservación de la biodiversidad[5].

El mencionado convenio no sólo contribuye al cumplimiento de compromisos asumidos por el Estado Nacional en Convención de la Biodiversidad de 2015 en la que los estados firmantes se comprometían a proteger el 10% de su territorio; además hace lugar a un reclamo histórico de muchas organizaciones ambientales que reclaman el cuidado y la protección de la flora y la fauna nativa de nuestro país.

Reservas Naturales de la Defensa

En la actualidad nuestro país cuenta con 9 reservas de este tipo (y se prevé agregar 5 más) siendo pionero e innovador en esta forma de protección del ambiente y la biodiversidad en toda Nuestra América.

Reserva Natural de Defensa “Campo Mar Chiquita – Dragones de Malvinas”

Si bien estas reservas son utilizadas por las FFAA para entrenamiento y adoctrinamiento de les uniformades, durante el resto del año funciona como cualquier otra dependencia de Parques Nacionales, por lo cual el impacto sobre la flora y la fauna del lugar es bajo, aportando al cuidado de esos ecosistemas.

La intención del Ministerio de Defensa es sumar éstas áreas protegidas al Sistema Federal de Áreas Protegidas (SIFAP), creando una cuarta categoría de reserva que garantizaría que funcione plenamente.

La iniciativa complementa la formación de nuestras FFAA, con la preservación de la biodiversidad, además de servir para proyectos de investigación en ciencia y tecnología. Un trabajo poco visibilizado pero que merece la pena ser estudiado, comprendido y difundido por su valor estratégico para el país y para nuestro pueblo.


[1] https://www.filo.news/actualidad/Que-son-la-Ley-de-Fuego-y-la-Ley-Yolanda-los-proyectos-ambientales-que-se-trataran-en-Diputados-20201116-0010.html
[2] https://www4.hcdn.gob.ar/dependencias/dsecretaria/Periodo2020/PDF2020/TP2020/2658-D-2020.pdf
[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Biodiversidad
[4] https://www.ecoportal.net/covid-19/biodiversidad-y-pandemias/
[5] https://www.argentina.gob.ar/parquesnacionales/reservas-naturales-defensa

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

Justicia: el héroe y la tragedia (Parte II)

Justicia: el héroe y la tragedia (Parte II)

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La venganza como justicia

Batman, la justicia moderna: venganza

Ya en los tiempos que corren se ve el mismo móvil descripto en la primera parte, aunque ya no en la literatura sino en el cine de superhéroes. Con fines más que estéticos y de reflexión, estas películas marcan un campo totalmente político en el que se conjuga la dirección de la opinión pública, la creación de un enemigo, la falta de una ética en política internacional y el control a nivel nacional de la población. Productos comerciales cargados de presunta inocencia.

Sucede que la publicidad y el cine no solo “vende” ideas y artículos sino los adjetivos para calificarlos. Respecto a esto se puede afirmar que detrás de una empresa cultural hay “toda una estructura de aspiraciones y pautas de comportamiento; por lo tanto de un tipo de sociedad presente y futura, y una interpretación del pretérito”[1]. Al consumir un producto cultural concebido en otras latitudes, se consumen también, de manera desprevenida, formas culturales de la sociedad en la que fue realizada.

Las películas de superhéroes cuya proliferación desde el 2001 al presente llegar a ser de más de 60 realizaciones, superando por mucho la cantidad realizada a partir de 1951 (fecha de estreno de la primera película de Superman “Superman and the mole man”), hasta 1999. Durante esas casi 5 décadas la producción de ese tipo de películas en Hollywood fue de 26, lo que convierte a las últimas dos décadas en un nicho para este tipo de consumo cultural.

Se toma el año 2000 como punto de partida para realizar el conteo debido al quiebre que hay en la confianza de las instituciones encargadas de brindar seguridad: si fallan las instituciones humanas hay que inventarse unas suprahumanas -por lo menos en la ficción-, y eso es lo que hace el cine de superhéroes.

Se plantea que un grupo de superhombres (dioses, humanos modificados genéticamente, hechiceros, hombres con superioridad tecnológica y con grandes recursos económicos, etc.) desde la centralidad de una metrópoli defiende al hombre, no del hombre o de viejos imperios, sino de algo mucho más grande: la amenaza es algo que está más allá, el peligro viene de afuera, de lo exterior, de lo desconocido. Esa es quizá la metáfora del imperio que se cierra hacia adentro mientras pelea afuera.

Uno de los problemas que plantean esas producciones hechas en Hollywood es que representa no el “american way off life”, sino que “representa el american dream off life, el modo en que los Estados Unidos se sueña a sí mismo, se redime, el modo en que la metrópoli nos exige que nos representemos nuestra propia realidad, para su propia salvación”[2], y a su vez pone en evidencia que “ideológicamente, Estados Unidos se beneficiaba sin lugar a dudas de ser el paradigma de la lucha de “la libertad” contra la “tiranía”, salvo en aquellas regiones donde su alianza con los enemigos de la libertad era demasiado evidente.”[3] ¿Puede haber libertad adentro cuando el problema viene de afuera, o es más una tiranía con recorte de libertades y manipulación mediática hacia el interior mientras afuera se expanden las áreas de dominio?

En el cine de superhéroes no hay un final, siempre a una victoria le sigue una nueva aventura. Las antiguas tragedias y epopeyas representan ciclos cerrados en los que el héroe por fin encuentra descanso, ya sea la paz o la muerte, cerrando con ello un ciclo de cambios sociales y personales y aprendizajes que lo convierten una persona más sabia: el peregrinar de Odiseo para arribar a las costas de Itaca 10 después de finalizada la guerra de Troya, o en Prometeo de Esquilo en el que el dios-tirano comprende y aprende que sus dictámenes no son  siempre justos y en el que el rebelde ante la ley -en este caso divina- debe ceder. Autoridad y derechos de los súbditos empiezan a complementarse.

En cambio, en el caso de Batman (Héroe) vemos que siempre queda el ciclo abierto. Su viaje no tiene fin. Es un círculo vicioso que se renueva en cada nueva aventura: con el fin de un villano aparece otro que lo reemplaza y después de éste otro está a la espera, comenzando con cada villano una nueva empresa, alimentando así el ciclo repetitivo sin fin de las aventuras del héroe moderno.

A lo antes dicho hay que sumarle la idea de que para combatir el crimen hay que jugar con las reglas de crimen, que no importa el método sino la derrota del otro con las herramientas del otro: ganarle al diablo jugando a ser el diablo mismo parece ser la premisa.

Una de las intencionalidades de la trilogía de Batman está puesta en que las leyes no son suficientes para juzgar a personas que pasan por arriba de ellas: ¿si un terrorista no sigue las leyes porque las leyes habrían de cumplirse para con él? Como si la respuesta a la incapacidad–injusticia de quienes deben impartir la ley estuviera en el desacatamiento de las normas jurídico sociales.

¿El fin justifica todos los medios? Esta serie de películas van en esa dirección: con una policía corrupta, con una ciudad perdida en el crimen y cuyos criminales han permeado las capas políticas, policiales y  empresariales, no hay justicia posible, ya que es insuficiente y controlada por hombres que -en tanto hombres- son (somos) pasibles de sucumbir a las tentaciones del poder (dinero, sexo, miedo).

Ante el escenario descripto se vuelve necesaria la figura del héroe, (vengador, en este caso Batman, que también perdió a sus padres en un crimen que quedó impune por una justicia injusta), que actúa en soledad y va contra las leyes establecidas de su momento histórico, para enfrentar al villano de turno (“malos” que no pueden no ser malos, no hay otra opción posible), que por actuar fuera de la ley necesitan un contrincante (“bueno” porque su causa se percibe como justa ante a falta de garantías de una justicia que no es tal), que juegue con las mismas reglas que ellos: que esté por encima de toda ley. Si esto no sucede, la sociedad planteada por estas películas caería, irremediablemente, en un caos sin salida posible.

La figura del vengador se convierte en la figura de la justicia, Batman ya no es un héroe solitario, se convierte en un símbolo y como tal ya no precisa actuar desde las sombras, gana la inmortalidad en la subjetividad de la población, estableciendo así un nuevo orden de justicia.

Podemos concluir que en el transcurso de la antigüedad al presente, en el caso de la justicia, hay ciertos móviles que continúan en disputa. Por lo tanto es posible que al hurgar un poco en los modelos culturales del pasado encontremos algunas claves para intentar desenredar la madeja del presente. 

Recordemos que “la antigüedad se regía por los arquetipos de su propio pasado. -Y que- Para encontrar modelos hegemónicos se guiaba por arquetipos arcaicos. La modernidad, en cambio, apuntó al futuro.”[4] Pero ese futuro es cada vez más incierto y parece ser gobernado por una razón sin razón, una razón que no encuentra rumbo ya que las instituciones modernas están quedando relegadas al sueño de la ilustración: “la modernidad, preñada de utopías, se dirigía hacia un mañana mejor. Nuestra época -desencantada- se desembarazaba de las utopías, reafirma el presente, rescata fragmentos del pasado y no se hace demasiadas ilusiones respecto del futuro.”[5]


[1] Dorfman, Ariel y Matelart, Armand. Para leer al pato Donald. Editorial Siglo XXI. Página 169.
[2] Dorfman, Ariel y Matelart, Armand. Para leer al pato Donald. Editorial Siglo XXI. Página 169.
[3]Hobsbawn, Eric. Guerra, paz y hegemonía a comienzos del siglo XX.
[4] Díaz, Esther. ¿Qué es la modernidad?
[5]  Díaz, Esther. ¿Qué es la modernidad?

Duver Arboleda
Duver Arboleda

Vengo de la tierra del café y de la ciudad de las montañas. Soy un proyecto de contador de historias y de periodista cultural, para lo que uso la fotografía, el vídeo y, sobretodo, la palabra. Escribo y «foteo» porque le apuesto a una sociedad justa. Mi lema: para todos todo.

Fricción entre la Intersocial y el Frente Amplio ante el referendo

Fricción entre la Intersocial y el Frente Amplio ante el referendo

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Siguen encuentros y desencuentros entre las organizaciones sociales y el centroizquierdista Frente Amplio sobre la derogación de la Ley de Urgente Consideración (LUC), cuando sobre la mesa está la recolección de firmas. El paso siguiente es saber si se va a por toda la ley o parte de ella.La postura de las organizaciones es ir por el conjunto de la LUC de más de 500 artículos, pero varios agrupaciones dentro de la coalición del FA, siguen con sus dudan..

Crean la Intersocial, nuevo bloque que busca llevarle reclamos al gobierno  - Información - 03/06/2020 - EL PAÍS Uruguay

La Intersocial es el espacio que se han dado las organizaciones del campo popular para articular determinadas acciones: paros, movilizaciones, declaraciones ante el embate del gobierno neoliberal de la Coalición Multicolor presidido por el derechista Luis Lacalle Pou.

Conformada por sindicalistas, jubilados y pasivos, cooperativistas, feministas y estudiantes universitarios, surgió en una primera instancia para discutir una plataforma común y una serie de medidas para reclamar las mejores condiciones para que la población pueda enfrentar la pandemia de Covid-19 con la menor afectación posible.

La nueva coalición la integran más de 100 organizaciones, entre las que se encuentra la central unitaria de trabajadores PIT-CNT, la Organización de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu), la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam), y la Intersocial Feminista, con el lema de “Organizar la lucha es mantener la esperanza”.

Otras de las propuestas son: flexibilizar y diferir el pago de tarifas públicas, tributos, corte de servicios, alquileres y desalojos. Congelamiento de alquileres y de cuotas de créditos hipotecarios por seis meses, lo mismo en el caso de las tarjetas de crédito. Implementar un control de precios de la canasta sanitaria y de insumos y alimentos básicos.

Hasta el momento las organizaciones no han podido concretar sus reivindicaciones. Gustavo González, secretario general de FUCVAM, dijo que “la Intersocial llegó para quedarse. “Estamos en una estructuración social fundamental y es clave hoy en día generar un frente social contra la ofensiva de la restauración del modelo neoliberal”, dijo.

Vale decir que el neoliberalismo nunca se fue en Uruguay desde que arribó en la década del 70. El Frente Amplio (FA) limó las caras más desagradables de este sistema. Tratando de amortiguar las inexorables desigualdades del capitalismo dándole un rostro más amigable, si es que eso puede ser posible.

Más que un gobierno de avanzada que respondiera al clamor popular que lo convirtió en la primera fuerza electoral desde el 2004 y por los 15 años consecutivos, se dedicó a remendar un tejido social desgarrado por los ajustes de décadas y décadas que tuvo como pico la tristemente célebre crisis del 2002.

Dirigentes del FA: inseguridad y aislamiento social explican derrota de  izquierda uruguaya - Sputnik Mundo

¿Falta de astucia, de claridad ideológica, renuncia de banderas históricas, contexto internacional desfavorable? Las razones pueden ser muchas, pero el Frente Amplio aún no ha terminado su proceso de autocrítica luego de la derrota de 2019. En el medio ya asumió el nuevo gobierno de carácter totalmente regresivo en materia de derechos con un presupuesto en donde la clase trabajadora lleva las de perder.

Sumado esto, pasaron las elecciones departamentales donde el Frente Amplio volvió a retroceder en cantidad de intendencias y el gobierno derechista se sirve de la pandemia como excusa para reprimir y llevar adelante sus políticas de ajuste. Entre 2019 y 2021 el recorte va a oscilar entre los 14.560 y los 20.525 millones de pesos, depende del tipo de ajuste, de las partidas de gastos e inversiones.

El Gobierno anunció que sus prioridades son Vivienda y Educación. Sin embargo, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Administración de Servicios de  Salud del Estado (ASSE) y el Ministerio de Viviendo de Obras y Transporte (MTOP) son los que más recortes presupuestarios sufren.

Justificando una reestructura de los Medios Públicos de Difusión, el SECAN- cuyo Director es el periodista Gerardo Sotelo-, acaba de dejar 43 de sus colegas sin trabajo. Se dejarán de emitir varios programas históricos y el departamento de Prensa también se verá resentido.

Referendum y desencuentros

Un grueso paquete de leyes que ya está en vigencia e imprime un shock neoliberal al Uruguay. Por su parte el Frente Amplio  ha optado por derogar ciertos artículos. Según el semanario liberal Busqueda, son 116 artículos, ya que esta fuerza político acompañó con su voto en el parlamento la aprobación de algunos artículos.

Las disidencias no están solo entre las organizaciones sociales y el Frente Amplio sino a la interna de este también. El polo de izquierda de la coalición de centroizquierda Movimiento de Participación Popular, los partidos Comunista y Socialista, van por la derogación de ciertos artículos de la LUC y el polo socialdemócrata Fuerza Renovadora, Vertiente Artiguista y Asamblea Uruguay, incluso ven desfavorable la opción por el referéndum.

En un contexto regional que ha mutado. Donde en América Latina los casos de Chile y Bolivia han demostrado que el centrismo político y la tibieza, más temprano que tarde abonan el sendero por la que la derecha volverá al gobierno. Donde el eje se corre cada vez más a la derecha, están los que juegan al empate y eso siempre ha dejado como resultado que la clase trabajadora pierda.

Artículo publicado originalmente en estrategia.la

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

Una puerta de posibilidades

Una puerta de posibilidades

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Más allá del resultado anunciado por los medios masivos de comunicación, más allá de lo difundido a primera vista, lejos está de resolverse aún qué podrá pasar en los EEUU frente al enrarecido escenario electoral que tiene como virtual ganador al binomio demócrata BidenHarris.

Mientras una gran mayoría de medios ya da como presidente electo al ex vicepresidente de Obama, Trump se niega a reconocer la derrota y judicializa el proceso electoral en estados claves donde según argumenta, hubo “fraude”. Y algo de repercusión ha tenido dado que el tribunal de Pensilvania dio lugar al reclamo del actual ocupante del Despacho Oval respecto del voto por correo.

Al revuelo judicial, el ninguneo informativo e incluso la censura mediática y en redes, cabe agregarle las declaraciones del Secretario de Estado Mike Pompeo que aseguró que “habrá una transición sin problemas. El dato relevante es que sería entre el primer y el segundo mandato del republicano.

¿Estado Fallido?

En su artículo de opinión en el periódico The New York Times el economista norteamericano Paul Krugman sostuvo que “si estuviéramos ante un país extranjero con el nivel de disfunción política de Estados Unidos, tal vez consideraríamos que está al borde de convertirse en un Estado fallido, es decir, un Estado cuyo Gobierno ya no es capaz de ejercer un control efectivo“.

Por su parte el analista Alfredo Jalife-Rahme directamente llama “país bananero” al gigante norteamericano, arguyendo que son escandalosas las manipulaciones de un país gobernado por una elite que lejos de ser una democracia, califica como plutocracia/bancocracia/cibercracia.

La afirmación del analista mexicano responde al análisis del poder que ejercen sobre el gobierno de EEUU las empresas del GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft), íntimamente relacionadas con “gigabancos” como Black Rock, Vanguard, State Street o Fidellity.

Evidentemente no importa el resultado

En esta andanada de incertidumbres y acusaciones cruzadas, el equipo demócrata, Joe Biden y Kamala Harris ya se lanzaron a gobernar, incluso antes de asumir, enumerando algunos de los pretendidos ejes de trabajo: revertir la situación sanitaria, reanudar los lazos internacionales y volver a los acuerdos multilaterales, solucionar el tema migrante.

El reajuste que debería enfrentar una posible administración Biden evidentemente será de proporciones astronómicas y hacerlo requiere de recursos, y muchos. Ese puede ser un escollo importante si les demócratas no logran obtener la mayoría en el Senado, donde aún están en disputa les dos representantes por el estado de Georgia que irá a segunda vuelta el próximo 5 de enero.

El posible segundo escollo -y que está vinculado a artículos anteriores- es que en términos concretos Biden no ganó: perdió Trump. El voto anti-Trump fue lo que posibilitó la pírrica victoria demócrata que previamente las encuestadoras y medios señalaban (en realidad operaban) que sería de casi 10 puntos.

Nuestra América ante este escenario

Si el escenario antes descripto no desemboca en una escalada de tensiones y de violencia que lleve al enfrentamiento directo entre ambos bandos, la “remontada” para la administración gringa no será sencilla.

El panorama nuestroamericano está cambiando a paso firme: la vuelta al gobierno de Bolivia del MAS-IPSP, las grandes posibilidades de una victoria de sectores del correismo en Ecuador, la consolidación de gobiernos progresistas como el de México, Argentina y varios países de Centro América, la resistencia de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

A los aciertos del progresismo hay que sumarle los descalabros de la derecha en Perú, Colombia y Chile, los escándalos de corrupción en Brasil, Paraguay y muchos de Centro América.

Muchos de estos países tienen procesos electorales en 2021: Presidenciales en Ecuador; Municipales y parlamentarias en El Salvador; Presidenciales en Honduras; generales y Constituyente en Chile; presidenciales en Perú; parlamentarias en México y Argentina; presidenciales en Nicaragua. Mientras que en 2022 le tocará a las presidenciales de Colombia y Brasil.

El Doctor en historia ecuatoriano, Juan Paz y Miño señala que posiblemente la administración de Biden intentará tener un trato directo con los gobiernos de AMLO y de los países centroamericanos para intentar ajustar -fundamentalmente- la situación migrante.

La intervención en Venezuela sigue sobre la mesa

Por su parte no ve que las cosas vayan a cambiar mucho en relación a Venezuela. No hay que olvidarse que fueron los demócratas con Obama a la cabeza quienes señalaron al país bolivariano como una amenaza para la seguridad nacional de los EEUU. Quizás cambien la estrategia y dejen de sostener a Guaidó, pero las agresiones continuarán.

En este sentido el analista político Darío Azzellini resalta que la grave polarización interna en EEUU puede generar que Biden pueda “verse tentado a comenzar una guerra para unificar de nuevo a la población estadounidense”, lo cual dejaría abierta la posibilidad de una intervención militar sobre la Venezuela chavista.

En la misma línea -pero alertando sobre el carácter imperial de los EEUU- el sociólogo y politólogo argentino, Atilio Borón, repasa el escenario y advierte que “nada bueno cabe esperar de este recambio. Se aventó el riesgo mayor y nada más”. Sus palabras hacen alusión a que sólo se logró sacar a un demente como Trump de la Casa Blanca, lo cual no significa que con Biden, EEUU no siga siendo imperio.

¿Nuevo tiempo?

Lo decíamos en artículos anteriores y lo volvemos a afirmar: la política exterior norteamericana puede cambiar de caras, de modos, pero seguirá siendo una política imperial, porque no importa quién gobierne en EEUU, sean demócratas o republicanos, hay un acuerdo en relación a la forma de vincularse con Nuestra América y es a través de la Doctrina Monroe y la del Destino Manifiesto.

El reacomodo político en los países de la región, sumado al tiempo que demore el imperio en reacomodarse luego de los cuatro años de Trump, serán claves para fortalecerse y seguir trabajando en la reconstrucción de la unidad continental. Se abre una puerta de posibilidades que habrá que ver si sabemos aprovechar.

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

La titularidad de jugadores acusados de violencia: desafíos a futuro

La titularidad de jugadores acusados de violencia: desafíos a futuro

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PAZ EDUARD*

Cuando se pensó que avanzábamos hacia un fútbol sin violencia de género -porque muchos clubes avanzaron en la creación de áreas o subcomisiones para abordar la temática- tres jugadores con causas abiertas por violencia fueron titulares en sus respectivos equipos: Johan Carbonero en Gimnasia, Jonatan Cristaldo en Racing y Sebastián Villa en Boca.

Lo sucedido abrió muchos debates y puso en tela de juicio el actuar de los dirigentes de los clubes. Pese a ser pioneros en la materia, Gimnasia y Racing hicieron oídos sordos a los respectivos protocolos que tienen. En el caso de Boca -que no solo no tiene protocolo, sino que tampoco tiene un espacio institucional especializado en la materia- se había realizado un buen trabajo separando al jugador, pero todo fue tirado por la borda en cuestión de horas.

Violentos con pelotas

Johan Carbonero Balanta es una de las flamantes incorporaciones de Gimnasia. 48 horas antes de que se dispute el partido contra Vélez, el colombiano fue denunciado por acoso y tentativa de abuso sexual por una recepcionista del hotel Temporal Suites, donde el jugador se hospeda en la ciudad de La Plata.

Pese a que la joven declaró ante la fiscal Virginia Bravo, en la UFI 7, y el club platense activó el protocolo institucional de acción en situaciones de violencia de género, el futbolista de 21 años no sólo siguió en la lista de convocados sino que fue titular en el partido en el que el Lobo empató con Vélez.

La Subcomisión de Género de Gimnasia aclaró que se encuentra a disposición de la joven y que no formó parte de la decisión de que Carbonero fuera titular: «Desde este espacio repudiamos toda situación de violencia que suceda en el marco del club y trabajamos de manera activa para que estas situaciones no se minimicen y no vuelvan a ocurrir», aseguraron en un comunicado.

A través de un comunicado de 18 líneas, el 28 de noviembre del año pasado, Racing informó que Cristaldo había sido licenciado temporalmente para colaborar con la investigación y el pronto esclarecimiento de los hechos denunciados (por Morella De Las Heras). 

Tres semanas después, el delantero, que tenía una perimetral de 300 metros por 150 días, jugó el Trofeo de Campeones con el equipo dirigido por Eduardo Coudet. La causa corre el riesgo de quedar archivada, ya que la investigación se retrasó y el jugador nunca fue citado a indagatoria por la justicia.

El 28 de abril del corriente año, ante la denuncia de Daniela Cortés por violencia de género, Boca comunicó: «Estamos en contacto con los abogados y representantes del jugador Sebastián Villa para profundizar sobre el episodio y tomar las medidas que correspondan». En medio de una temporada estancada por la pandemia del COVID-19, se lo suspendió, aunque no se lo separó del plantel y hasta jugó amistosos.

En los últimos días, Cortés escribió en su Instagram: «Siempre he manifestado que lo personal no debe trascender a lo laboral». A esto se le sumaron los dichos de su abogado, Fernando Burlando, que mencionó en una entrevista que no le “molestaba” que el futbolista volviera a jugar.

Los dichos corrieron el foco de lo importante. Cortés plantea que lo personal no debe trascender a lo laboral, y quizás tiene razón, pero no si hablamos de una figura pública como Sebastián Villa. Porque los jugadores se convierten en ídolos para alguien, muchas veces niñes, y es una locura que Villa sea premiado con la titularidad cuando está denunciado por violentar a una mujer. Esa es la discusión y no es personal, es una discusión general que arranca por algo central: Boca, uno de los clubes grandes del continente y quizás el más grande de la Argentina, se quedó afuera de la discusión que vienen dando los clubes y al día de hoy no tiene un Área de Género institucional, ni mucho menos cuenta con un protocolo de acción contra la violencia de género.

En un primer momento, Boca y Racing no quisieron asumir la responsabilidad de lidiar con las situaciones de violencia y pretendieron vender a los jugadores: Cristaldo fue rechazado por el Portland Timbers de la MLS, y a Boca le llegó una oferta de Atlético Mineiro que luego no prosperó porque el presidente del club brasileño dijo que «el Atlético del futuro precisa de pilares sólidos que van más allá del campo de juego».

¿Cómo debería actuar un club? Un claro ejemplo a seguir es Vélez. El Fortín fue el primer club del fútbol argentino en tener un espacio institucional para abordar la temática. Cuando el jugador Miguel Brizuela fue acusado de agredir a su novia, además de ejercer violencia verbal y psicológica, el club decidió apartarlo del equipo, y aguardó la resolución de la Fiscalía para decidir cómo proceder.

El respuesta de Vélez no fue solo deportiva. El club realizó un trabajo con Brizuela en un espacio de psicoeducación en conjunto con la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, lo que muestra el compromiso social que tiene esta institución por erradicar la violencia de género.

La directora del área, Paula Ojeda, explicó que la perspectiva de género debe ser “adoptada como política de gestión” y que los protocolos “no son pensados como una herramienta sancionatoria o punitivista, sino como una herramienta plástica que se adapte a las necesidades de los clubes y que sirva para prevenir, difundir y concientizar en temáticas de violencia de género y para evitar que se generen estas situaciones de violencia en el interior de las instituciones deportivas».

«Sin dudas es malo que un jugador con una denuncia de violencia de género pueda jugar porque si bien no se le puede negar su derecho laboral, sí se le puede negar la competencia porque permitirles la competencia es avasallar a muchas compañeras que trabajamos de manera mancomunada para crear espacios libres de todo tipo de violencia en los clubes. Esto anula o pasa por arriba ese trabajo con total impunidad», aseguró Ojeda.

Otra interrogante puesto sobre la mesa tiene que ver con lo que sucede con la AFA. La casa madre del fútbol de la Argentina jamás emitió opinión sobre el tema pese a la relevancia de los mismos. Es necesario que dicho ente empiece a generar políticas en pos de la igualdad y es importante que desde ahí, como espacio rector del fútbol, surjan las iniciativas para que todos los clubes avancen en el mismo sentido.

A diferencia de AFA, el Estado viene haciendo un buen trabajo a la hora de participar con los clubes en la construcción de políticas orientadas a la prevención de la violencia de género. Sin ir más lejos, a fines de octubre, Estudiantes de La Plata se transformó en el primer club de la provincia de Buenos Aires en colaborar con el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Genero y Diversidad sexual.

El acuerdo tiene como objetivo desarrollar diferentes proyectos sobre educación, deporte y actividades socioculturales, con el fin de inculcar los Derechos Humanos y contribuir a la igualdad de género y a la prevención de las violencias, fortaleciendo de esta manera la perspectiva de género en todos los espacios del club.

El deporte en general y el fútbol en particular tienen que empezar a construir nuevas masculinidades, donde la violencia no sea la herramienta y donde se deconstruya la idea de que los futbolistas son varones heteronormados, que no lloran, que no sufren, que no sienten dolor ni presión, y que no pueden permitirse ser homosexuales porque eso aparentemente significa que no podés jugar al fútbol. El fútbol como lo conocemos es un reproductor de violencias y eso tiene que acabarse.


Eduard Paz
Eduard Paz

Proveniente del sur, me instalé en la ciudad de las diagonales. Fiel pensante que la política y el deporte van de la mano.  Siempre me vas a tener al servicio de la comunicación del pueblo y su deporte.


Etiopía al borde de una guerra civil

Etiopía al borde de una guerra civil

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Hacia un clima de guerra civil

Uno de los estados más antiguos del continente africano, Etiopía, parece que está al borde de una guerra civil producto de enfrentamientos con grupos rebeldes en el norte del país. El Ejército de Etiopía lanzó este miércoles 4 de noviembre último una ofensiva armada contra el llamado Frente de Liberación del Pueblo Tigray (TPLF), en rebeldía desde hace meses contra el gobierno federal y al que Addis Abeba, capital etíope,  acusó de atacar una base militar provocando numerosos muertos, heridos y daños materiales.

Población del Tigray agitando las banderas y su nacionalismo

Ambos bandos han confirmado el estallido del conflicto. El primer ministro etíope y Premio Nobel de la Paz 2019, Abiy Ahmed Alí, “el Obama africano”, aseguró el viernes 6 de noviembre pasado a través de Twitter que “las operaciones en marcha en el norte de Etiopía tienen objetivos claros, limitados y realizables: restablecer el Estado de derecho y el orden constitucional y proteger los derechos de los etíopes a vivir en paz en cualquier parte del país”.

Las Naciones Unidas (ONU) pronto advirtieron sobre una escalada militar en la región del Cuerno de África Oriental, donde ya hay graves problemas en Somalia, el paradigma del “estado fallido”.  El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha mostrado su profunda preocupación por el estallido del conflicto. “La estabilidad de Etiopía es importante para toda la región del Cuerno de África. Insto a una inmediata desescalada de las tensiones y a una resolución pacífica de la disputa”, escribió en su cuenta de Twitter.

La región de Tigray linda con Eritrea, un país que mantuvo un conflicto de dos décadas con Etiopía, y existe el temor de una desestabilización regional. Los rebeldes del Tigray, liderados por el presidente local Debretsion Gebremichael, conocido como el “Camarada del Tigray”, llamó a la población a combatir a los invasores y no dudó en vestir a los milicianos con uniformes del ejército de la vecina Eritrea, donde gobierna el ex guerrillero independentista Isaías Afewerki, no muy amigo de los interese occidentales. 

Un país multiétnico en aprietos

Etiopía, el país federal multiétnico

Como era de esperarse, Etiopía es un país donde coexisten varios grupos étnicos, con sus propias subdivisiones históricas y tradicionales. Además, Etiopía es el tercer país africano más poblado, con casi 100 millones de habitantes. Los principales grupos étnicos de Etiopía son los Oromo, Amhara, Tigray, Sidama, Hadiya, Somalíes Ogadén, Afar, Gurage, Gamo, Welaita y Argoba. Existen además diferentes tribus minoritarias, tales como los Surma, Mursi y Hamer. El idioma oficial del país es al amhárico, de la macrofamilia afroasiática, emparentada con las lenguas semíticas del Cercano Oriente y con la de los “bereberes” y la antigua lengua egipcia de la era faraónica. También se habla árabe, tigriño, somalí y oromo. Un panorama para nada fácil.

Los Tigray del norte, también emparentados linguísticamente con el amhárico, sólo representan el 6% de la población de Etiopía y tienen mucha identificación con Eritrea. Sin embargo, el TPLF fue el grupo dominante de la federación de partidos multiétnica que dominó la escena política durante casi tres décadas. La llegada al poder del primer ministro de la etnia oromo Abiy Ahmed Alí en 2018, con su nueva filosofía de superar las diferencias étnicas y su apuesta por una ciudadanía etíope, ha sido percibida por los norteños del Tigray como una marginalización.

Los líderes tigray se salieron de la coalición gobernante, rebautizada como el Partido de la Prosperidad (PP). En septiembre de 2020, plantaron cara al primer ministro con la celebración por su cuenta de los comicios regionales en el norte, a pesar de que el gobierno central había decretado un aplazamiento de todas las elecciones que debían celebrarse este año en el país debido a la pandemia. Desde entonces, el TPLF renovó su arrolladora mayoría en el Parlamento regional y sigue al frente del ejecutivo del Tigray. Pero ni Addis Abeba reconoce este nuevo gobierno regional, ni el TPLF reconoce la legitimidad del Ejecutivo federal que lidera Abiy Ahmed. Por este motivo, Addis Abeba han ido cortando vínculos y financiación con la región rebelde, a la que acusa también de ser complaciente con los intereses de Eritrea.

El país africano independiente más antiguo

La historia de Etiopía es extensa. Se cree que grupos afroasiáticos kushíticos fundaron un reino local hacia la última parte del I milenio a.C., que se conoce como Damot, con capital en la antigua urbe de Yeha. Pero la actual Etiopía busca sus raíces en la herencia histórica del antiguo reino de Axum, que surgió en el siglo I de nuestra era. Este reino se declaró cristiano hacia el 350 y desde entonces fue uno de los estados de la religión de Jesús más antiguos conocidos, junto a Armenia, Roma y Constantinopla. En 1270 se instauró la famosa dinastía Salomónica, que dio inicio al “Imperio Cristiano de Etiopía”. Frente a los avances de los musulmanes desde la Península Arábiga y el norte de África, puso en aprietos a este reino cristiano ortodoxo de rito propio, muy parecido al de los coptos de Egipto. Entre los siglos XV y XVI, se reconquistó el territorio, consolidando al cristianismo de rito ortodoxo abisinio, frente a la presión del Islam y de las comunidades judaicas aún resistentes. En los siglos XVII y XVIII, la capital del reino se trasladó a Gondar. En el siglo XIX Etiopía logró salvarse de la colonización europea, aunque estableció relaciones comerciales con los británicos. Pero los italianos lograron apoderarse de Eritrea.

Los italianos intentaron reconquistar a Etiopía, pero no pudieron. En 1931 sube al trono el famoso emperador Haile Selassie I. En 1935, las tropas italianas de Benito Mussolini invadieron el país. El ejército etíope, que mantenía caballería con lanzas y unos pocos con fusiles, no eran rivales para el ejército italiano fascista. En 1936, el territorio pasa oficialmente a formar parte del “África Oriental Italiana”. Durante la Segunda Guerra Mundial, la derrota italiana en África devolvió el poder a Haile Selassie I. En 1952, la ONU aprobó la federación de Etiopía y de Eritrea.

Los eritreanos no quedaron muy conformes con la anexión de la Etiopía cristiana del “Rasta Fari” de Haile Selassie I. Más del 45 % de la población eritreana es musulmana, aunque un 40 % es cristiana ortodoxa de rito copto. Sin embargo, surgió en Eritrea un nacionalismo tigreño que se asoció al marxismo ligado a las ideas maoístas. Grupos armados izquierdistas emergieron combatiendo a Haile Selassie I, que era un gran aliado de Occidente en África. De hecho, en 1963, Addis Abeba se convirtió en el centro de la Organización de la Unidad Africana (OUA).

La era socialista

Fidel Castro de visita en Etiopía junto a su amigo Mengistu el Rojo en 1978

Hacia 1974, el régimen corrupto y “semifeudal” de Haile Selassie I se enfrentaba a un gran descontento público, agudizado por derrotas militares a manos de guerrilleros eritreanos, y a raíz de una profunda hambruna en las provincias de Wolo y Tigray, producida por la sequía. También surgieron los primeros grupos armados en el Tigray, que querían sumarse a la cruzada guerrillera de los eritreanos. Por otra parte, aparecieron grupos rebeldes en la región del sureste, conocida como el Ogaden, donde hay un 80 % de población somalí. Estos grupos eran apoyados por el gobierno socialista de Somalia, liderado por el general Siad Mohamed Barré, un admirador de Mao, pero que no dudó en acudir a la Unión Soviética para formar su “Revolución Popular Democrática”, iniciada en 1969.

Estos hechos desencadenaron una revolución liderada por oficiales de baja graduación del Ejército y promovida por grupos políticos de izquierda, que terminó con el derrocamiento del emperador. Asumió el poder una Junta Militar conocida como el Derg. La Unión Soviética vio con buenos ojos esta revolución contra Haile Selassie I, ya que un peón occidental había caído y bajo coroneles progresistas. Dentro del grupo había radicales marxistas decididos. En 1977 Mengistu el Rojo, hombre fuerte del Derg, se hace con el poder y radicaliza aún más el proceso revolucionario. Durante este periodo se socializa la economía, y  se alinea de parte del bloque soviético. Cuba y la República Popular Democrática del Yemen (Yemen del Sur) apoyaron a Mengistu, a quien veían como un “gran revolucionario marxista-leninista”.

Con ayuda soviética, cubana y suryemení, Etiopía aumentó entre 1975 y 1985, los niños matriculados en educación primaria aumentaron de unos 957.300 a cerca de 2.450.000. Los planes sanitarios cubanos llegaron con rapidez y también soldados internacionalistas para entrenar al ejército de la Revolución Etíope.  Hacia 1977 surgen conflictos fronterizos con Somalia por la región sureña del Ogaden. Etiopía recibe ayuda de los soviéticos, Cuba y Yemen del Sur para combatir contra Somalia, que recibió un discreto apoyo yanqui. Etiopía vence en 1978 a Somalia con ayuda cubana y se consolida el gobierno de Mengistu el Rojo.

Mengistu el Rojo en Cuba junto a Fidel y Raúl (1979)

Viraje a Occidente

Pero hacia el decenio de 1980 el gobierno socialista de Mengistu empieza a tambalearse. Se sufre una terrible hambruna en 1984, debida a una gran sequía, muy habitual en la zona como la de 1970. La llamada “República Democrática Popular de Etiopía” es derrocada en medio de una guerra civil. En mayo de 1991, Meles Zenawi al mando del Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (FDRPE) alcanza la victoria armada sobre Mengistu el Rojo  y es proclamado presidente, iniciando un periodo de reformas políticas y sociales que le llevan a abandonar el régimen socialista. Por su parte, Eritrea logra declarar una independencia en 1993. La nueva guerra con Eritrea de 1997 a 2000 finalizó con la independencia definitiva de Eritrea y, bajo el patrocinio de la ONU y la OUA, se obtuvo la paz firme. Esto reforzó la posición del patriota eritreano Isaías Afewerki, quien también es considerado como una especie de héroe para muchos tigreños poco contentos de pertenecer a Addis Abeba.

El primer ministro etíope Abiy Ahmed Alí y el presidente eritreo Isaías Afewerki firmando la paz

Zenawi se erigió como el hombre fuerte de Etiopía hasta 2012, año de su muerte. Etiopía trató de mantener su fragilidad federal ante una nación pluriétnica, donde hay seguían conflictos locales muy fuertes. Los roces con Eritrea continuaron y las escaramuzas militares se hicieron presentes entre 2000 y 2012. Bajo Zenawi y su sucesor Hailemariem Delasegn (2012-2018) se involucraron en la guerra civil de Somalia, tratando de mantener cierta estabilidad en el caótico país vecino. También se acercaron a Arabia Saudita, sobre todo Delasegn, que de alguna manera apoyó a la monarquía de Riyad frente a los rebeldes shiítas Huthi en el Yemen desde el  año 2012. Si bien se había firmado la paz con Eritrea en 2000, aún existieron roces fronterizos.

El 2 de abril de 2018 asume como premier el famoso Abiy Ahmed, logrando una paz con Eritrea luego de años y años de guerra. Luego fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz el 11 de octubre de 2019, por “haber logrado la paz y la cooperación internacional y en particular por su iniciativa decisiva para resolver el conflicto con la vecina Eritrea”.

Todo parecía ir en dirección a una paz duradera en la región del Cuerno Oriental, por lo menos con Etiopía. Pero ahora la cuestión se complicó dentro de la misma Etiopía. Ahmed no dudó en aplicar mano dura contra los rebeldes y ejecutó detenciones contra “subversivos”.  Las hostilidades fueron en aumento hasta que Ahmed acusó el miércoles 4 de noviembre pasado al TPLF de estar armando milicias desde hace semanas y, lo que es más grave, del supuesto ataque a una base militar. La respuesta fue inminente. El Consejo de Ministros aprobó el estado de emergencia en Tigray, validado luego por el Parlamento, y el Premio Nobel de la Paz declaró la guerra.

Etiopía está al borde de una guerra civil que complicaría aún más a la región del Cuerno Oriental si se suma a Somalia. Grupos como los somalíes del Ogadén pueden reactivar su nacionalismo, ratificando su histórica dependencia con la “patria originaria pastoril de Somalia”. Los Ahmárico y los Oromos van a pedir sus autonomías históricas, mientras los tigreños parecen estar decididos a romper.

Intereses encontrados y los peligros de la desestabilización regional

Pero lo que más preocupa a Occidente no es sólo la desestabilización del Cuerno de África Oriental. Las reservas de gas natural en Etiopía están en el norte… Los chinos tienen intereses allí. Además, Eritrea es un aliado de Pekín que incita a los tigreños a presionar a Addis Abeba a romper con Estados Unidos. También hay fuerte interés en los yacimientos de hierro, oro, tantalio y zinc. Corporaciones estadounidenses, canadienses, francesas y británicas cuidan sus intereses frente a la “avanzada china”. Etiopía para congraciarse con Occidente y demostrar que no es “filochina”, ha firmado tratados comerciales con Washington y la Unión Europea, logrando que el comercio exterior pase por el vecino país de Yibutí, ya que perdió su salida al Mar Rojo desde que Eritrea se independizó en 1993. Pactos con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo fueron hechos por Addis Abeba, aplicando medidas de ajustes contra el pueblo de Etiopía. Las protestas no tardaron en aparecer, en 2018 y 2019.

Un polvorín nuevo en el Cuerno de África Oriental puede ser muy convulsionante. Ya miles y miles de inmigrantes etíopes escapan de la pobreza hacia el Mediterráneo Oriental para ingresar a Europa. La pobreza en Etiopía alcanza a más del 60% de la población y el coronavirus se llevó la vida de más de 2000 personas en el país en este 2020 terrible. Además, hubo plagas de langostas procedentes de las sabanas de Uganda, Sudán, Sudán del Sur, Kenia y Tanzania, complicando las cosechas en los albores del año actual. Para colmo volvieron nuevas sequías en el sur del país, con hambrunas focalizadas.

Todo es propicio para lo peor si la guerra civil pone en jaque a Etiopía, garante filo-occidental en el Cuerno de África Oriental. Y no estaría bueno que en el Mar Rojo, en la zona del Canal de Suez y en el Golfo de Adén, las rutas de los hidrocarburos se vea interrumpido para complicar aún más las cosas en los mercados mundiales del año 2020.

Conozcan a Eritrea, el “enemigo de Occidente” en el Cuerno de África Oriental

Mauricio Piñero
Mauricio Piñero

Cuentan las crónicas que nació como el hijo de nadie. Luchando por la Patria Grande, como Internacionalista y antiimperialista. Tripero de alma y cuerpo, siempre junto a la patriada barrial. La historia descolonizada es mi pasión como docente de la Escuela Pública y de los barrios. Las noticias sobre los pueblos que luchan como forma de viajar hacia una verdadera justicia social global.

El huevo de la serpiente amarilla

El huevo de la serpiente amarilla

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2020: El pseudoanarquismo sale a la cancha

Con consignas antivacunas, antipolítica y antipopulistas, negando la pandemia y organizando marchas al obelisco, los anticuarentena libertarios crearon la caja de resonancia mediática que necesitaban. Con ideas de propiedad privada y antiperonismo, vociferan sus discursos violentos y desopilantes, buscando galvanizar las variantes liberales clásicas, minarquistas, conservadoras y anarcocapitalistas; y aunque rechazan ser etiquetados como derecha, aquí hay pruebas que lo demuestran.

Este movimiento libertario no es anarquista, aunque se lo clasifique como tal. Sus ideas son procapitalistas, privatizantes, defensoras del libre mercado y la propiedad privada, y sobre todo anticomunistas, en las antípodas del anarquismo histórico, que está basado en el colectivismo, la revolución, la autogestión, la antijerarquía y lo antiestatal. Bakunin y Proudhon se están revolcando en sus tumbas al ver cómo se ha usurpado el término libertario.

Los libertarios tienen tentáculos diversos y se financian con centros de pensamientos y propaganda ideológica a través de poderosas ONG y fundaciones, que inyectan millones de dólares para formar dirigentes liberales que influyan en el poder público y político; entre ellas están en el país RELIAL, Red por la libertad, Federalismo y Libertad, y están articuladas con otras redes mayores Ayn Rand Center, Cadal, Fundación Nauman, Atlas, Instituto Acton y otras doscientas más.

Estas organizaciones invitan y financian a Lilita Carrió, Marcos Aguinis, Javier Milei, José Luis Espert, Rosendo Fraga, Domingo Cavallo, Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Daniel Santoro, Laura Alonso, entre otros; macristas y libertarios son auspiciados por las mismas fundaciones: “pájaros de un mismo plumaje se juntan.”

Espert y Milei: ¡Qué par de pájaros los dos!

Las cabezas visibles libertarias en el país son los economistas José Luis Espert y Javier Milei. Ambos, con aspiraciones presidenciales y legislativas, con vistas al 2021, multiplican sus apariciones televisivas, visibilizando sus ideas reaccionarias. Espert dice: “Vamos a bajar la imputabilidad a los 14 años, necesitamos más cárceles”, “Si llego a la presidencia, las mujeres no tendrán ningún derecho” “Van a tener que ensuciarse las manos, hablar con peronistas, kirchneristas, como yo me ensucio con la mugre a veces”, “Si no quieren prostituirse un poco, no se metan en política”, “La lucha por la igualdad de géneros es un curro”, “Las Malvinas no son argentinas”, entre otras frases cavernarias.

Milei, el aliado de Espert, desfila por los medios con su verborrea guaranga y agresiva, y declaraciones incendiarias, tales como: “Menem fue el mejor presidente de la historia y Cavallo el mejor ministro”, “Argentina es un país inviable con destino africano”, “Máximo Kirchner tendría que ir a una salita especial”, “La justicia social es una farsa”, “Los zurdos son el club de las porongas cortas”, “Con el culo ajeno somos todos putos”, “Voy a ir con mis amigos a dinamitar el Banco Central, no lo quiero ni de museo”, “Zurdos hijos de puta, tiemblen”. Milei tiene, además, denuncias en San José de Metán por discriminación y violencia de género hacia una periodista y hacia una moza.

Incubando el próximo arquetipo social

Los principales propagandistas de odio clasista son dos provocadores que en estas últimas marchas consiguieron su tiempo de fama. Lilia Adela Bolúkalo Lemoine, alias Lady Lemon o Generala Ancap, es una youtuber cosplaying, actriz y ex candidata de Espert. Sus disfraces, culto a la estética y el modelaje, y sus books semieróticos arrastran miles de seguidores en las redes sociales y desde allí difunde su perfil blanco, ario y rebelde, junto a sus ideas anticomunistas y conspiranoicas. Se hizo famosa por arrojar un huevo al móvil de C5N en la movilización del 17A. Lilia se burló de la muerte de Santiago Maldonado y declaró: “Hay demasiada izquierda en la Argentina, hay que limpiar la Constitución. Si hubiera prestado servicios sexuales, con mi aspecto entrepreneur, sería millonaria.”

Otro pregonero de la ultraderecha es Eduardo Miguel Presto Felippo, “El Presto”, periodista e influencer con miles de seguidores y director del portal Data 24, y que amenazó de muerte a Cristina. Sus videos son machistas, antifeministas y racistas, y ha esbozado frases como “Che, inútil, Alberto Fernández, ya sabés que te vas a ir escupiendo sangre”, “El kirchnerismo es una enfermedad mental”, “Haga patria, mate un chorro” o “Las mujeres aborteras son estúpidas e histéricas”.

Digno de un psicoanálisis es el discurso de todos ellos, de corte sexista, patriarcal y misógino. Los líderes libertarios tienen un grave problema con el género.

Engendrando dictadores desde el talk-show

La bandera de Gadsen, utilizada por estos libertarios, tiene el color amarillo del patrón oro, que simboliza la autoridad material del dinero y las leyes de oferta y demanda, y tiene una víbora adentro. Aunque la llamada bandera Gadsen Flag significó originalmente otra cosa, como el patriotismo, ahora representa la serpiente fascista que se incuba dentro del huevo libertario. Las marchas opositoras del odio van creando el nuevo arquetipo por el cual claman los antipolítica, la encarnación de dictadores al estilo Trump o Bolsonaro, pero más fashion: republicanos ultraliberales dispuestos a todo lo peor y “haciéndonos reír”.

Es tarea popular destruir al huevo neofascista antes de que nazca el engendro. Hay que abortarlo aquí y ahora, y no bastará esperar elecciones cada dos años. Miles de jóvenes, hastiados del bipartidismo, son el caldo de cultivo. Detrás del estilo burlesco libertario, hay un espíritu autoritario lleno de odio, y como el payaso de la película It, quieren materializar un nuevo monstruo en la política, asesino y fantoche, por si nos faltaban sorpresas en este 2020.

Alejandro Ivanoff
Alejandro Ivanoff

Soy periodista de investigación desde hace 33 años. Actor, columnista gráfico y televisivo, productor y conductor radial, y estudiante de psicoanálisis. Me defino como un antifascista. Siempre busco generar contrainformación que sea verídica y construir resistencia a los multimedios hegemónicos.

Cuando la reunión no es un derecho: represión, ajuste y crisis en Uruguay

Cuando la reunión no es un derecho: represión, ajuste y crisis en Uruguay

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La noche del primero de noviembre, en la plaza Líber Seregni del centro de Montevideo, la policía uruguaya reprimió con balas de goma a un grupo de jóvenes que se encontraba tocando el tambor. El hecho fue documentado por varios transeúntes y personas que se encontraban allí, donde claramente el accionar policial excedió cualquier pretensión de diálogo en pos de que la gente no se aglomerara.

Incidentes en Plaza Seregni. Foto: Francisco Flores

La excusa fue el contagio de coronavirus, pero simplemente fue un intento fallido más del ministro del Interior Jorge Larrañaga de hacer una demostración de fuerza y llevar adelante su política de mano dura contra la supuesta delincuencia. Pero en menos de 24 horas se registraron más de 13 operativos de esta índole en cinco departamentos distintos del país. Mismo modus operandi, mismo objetivo. 

La artillería de los medios de comunicación masiva salió raudamente a apoyar el accionar policial, obviando los excesos y culpando a las personas que estaban reunidas al aire libre. La práctica de estigmatización de la juventud y los sectores populares es sistemática.

Cada marcha, concentración y aglomeración que convoque las organizaciones sociales es la razón de todos los contagios de covid-19 en Uruguay según los medios de comunicación. Pero las aglomeraciones en el puente de Punta del Este cada fin de semana, de los turistas brasileños en Rivera (donde por meses fue el lugar con más casos de covid-19) que concurren a los free shops, no son reprimidas.

Tampoco la idea es que haya represión. Hasta el momento no hay toque de queda en Uruguay, no hay ninguna ley que prohíba la concentración de grupos de gente ni aglomeraciones y el gobierno solo ha trabajado en base a las exhortaciones. La cuestión es la arbitrariedad y la falta de criterio del ministro del Interior para estos operativos. Este es uno de los motivos por el que el centroizquierdista Frente Amplio interpelará al ministro Larrañaga. en los próximos días.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó que recibió “con preocupación” las denuncias de organizaciones sociales uruguayas sobre los operativos policiales realizados el fin de semana con el argumento de disolver aglomeraciones en el marco de la pandemia de coronavirus.

En su cuenta de Twitter, la CIDH se refirió específicamente al operativo de la plaza Seregni, en el que tres agentes de la Policía fueron heridos y hubo más de 12 detenciones. En este sentido, la CIDH llamó a Uruguay a “adoptar un enfoque de derechos humanos” en este tipo de operativos, “garantizando el derecho de reunión pacífica.”

 Pronta las medidas, prontas las botas

El eje discursivo cada día se corre un poco más de la derecha a la ultraderecha. La inseguridad -que fue el caballo de batalla de la derecha para acceder al gobierno-, sigue siendo su motor para cerrar su proyecto donde el ajuste económico deja fuera a muchos sectores de la población.

Lo cierto es que las políticas del centroizquierdista Frente Amplio en sus quince años de gobierno no fueron muy distintas de lo que hoy en día son las del gobierno de la Coalición Multicolor en materia de seguridad, pero se puede observar es una tónica más agresiva y que los votantes de la derecha están deseosos de que se aplique la mano dura y plomo contra los “delincuentes”.

Igualmente esto no es patrimonio exclusivo de los votantes de la derecha sino que dentro de las filas del Frente Amplio este discurso caló hondo también. Claro ejemplo es el plebiscito del año anterior, impulsado justamente por Jorge Larrañaga, donde se pretendía militarizar la policía. Aunque no alcanzaron los votos necesarios, obtuvo un apoyo de más de 45% de los votantes.

El diputado del ultraderechista y militarista Cabildo Abierto, Eduardo Lust planteó su disconformidad con el accionar policial ya que no existe una ley que prohiba las reuniones consagradas por la Constitución. Entonces le propuso al presidente Luis Lacalle Pou que aplique las llamadas medidas prontas de seguridad.

Estas son un mecanismo constitucional, una especie de estado de excepción con libertades civiles suspendidas, donde la última vez que se aplicaron, en los gobiernos de Jorge Pacheco Areco y Juan María Bordaberry (1967-1973), ambos del Partido Colorado, hubo muertos, graves represiones y demás abusos policiales por parte del Estado.

Por ejemplo, Pacheco decretó las medidas prontas de seguridad y gobernó con ellas 1.117 de los 1.541 días de su mandato. En su gobierno se sucedieron cientos de protestas contra su gestión y en una de ellas sucedieron los asesinatos de Susana Pintos y Liber Arce, que marcaron la inauguración de una escalada represiva que da como saldo negativo los primeros mártires estudiantiles.

Sistema-muerte

La versión de dos detenidos sobre lo ocurrido en la Plaza Seregni - Información - 03/11/2020 - EL PAÍS Uruguay

«El capitalismo ha muerto, y nosotros vivimos dentro de su cadáver, buscando a tientas una salida de su putrefacción, en vano”, escribe el filósofo y activista Franco “Bifo” Berardi. Las alternativas al sistema adquirieron la peor cara posible: pastores evangélicos conservadores, millonarios populistas, negacionistas del cambio climático, terraplanistas, militares golpistas y más. Marginales políticos del sistema, hoy se amontonan en un frankenstein peligroso que solo puede conducir al abismo.

Los gobiernos progresistas con avances importantes, pero que solo pudieron aminorar la marcha de la topadora capitalista, se rindieron ante los mandatos del neoliberalismo financiero intentado limar los costados grotescos del sistema, intentando colocar un rostro humano, en un oxímoron que da risa si no fuera que en el medio se siguen postergando a los naides de este sistema.

Pandemia, una de las palabras estrella de este 2020 significa etimológicamente: “reunión del pueblo”. Contradictorio con lo que se ha traducido en nuestras vidas y nos ha aislado con otros. En el trabajo, en el sindicato, en el centro de estudio, en los vínculos humanos elementales.

La reunión del pueblo se viene gestando, desde abajo y a fuego lento. Los movimientos sociales son los que están poniendo el cuerpo y el rostro ante el ajuste de la oligarquía local y el lomo ante la represión estatal. La dirigencia y toda la estructura del centroizquierdista Frente Amplio debe de ponerse a la altura de las circunstancias ya que una nueva crisis se aproxima en el horizonte y recién se le está corriendo el velo a las consecuencias de la pandemia.

La crítica y la denunciología se vuelven estériles si no se acompañan con propuestas. El tiempo dirá…

Artículo publicado originalmente en estrategia.la

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

Voytenco: “En el campo aún existen 500.000 trabajadores en negro”

Voytenco: “En el campo aún existen 500.000 trabajadores en negro”

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El secretario general de la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), José Voytenco, de 57 años, peronista desde muy joven y del interior profundo de Chaco, asumió hace dos semanas al frente del sindicato de los trabajadores rurales, tras la muerte de Ramón Ayala.

¿Cómo ve la situación del país?

La situación del país en general no escapa a la realidad mundial. Hoy en este marco de la pandemia todos los países del mundo está muy comprometidos política, social y económicamente. En nuestro caso se da una situación mucho más profunda porque Argentina venía muy mal desde hace tiempo, de años atrás, y cuando justo parecía que era el momento de empezar a despegar, de corregir el rumbo del país, nos chocamos con esta pandemia que otra vez no vuelve a tirar para atrás.

¿Cómo observa al peronismo en el poder con Alberto Fernández?

El Gobierno y el presidente Alberto Fernández están haciendo todos los esfuerzos a su alcance en el medio de esta pandemia que es una real tragedia. Yo creo que con el esfuerzo de todos los sectores del país vamos a salir de esta, como ya hemos salido de otras grandes crisis de nuestra historia. La Uatre es un gremio peronista, eso no significa que todos los trabajadores sean peronistas y que todos coincidan con las políticas que lleva adelante Fernández. Dicho esto, entendemos que los mejores resultados y los mejores avances para los trabajadores fueron en gobiernos peronistas y eso está demostrado a lo largo de la historia. La Uatre es peronista y es oficialista.

¿Cómo están hoy los trabajadores rurales, después de tantos años en la lucha contra el trabajo en negro en el sector agropecuario?

La lucha contra el trabajo no registrado no se ha detenido nunca; quizás hoy estemos un poco más complicados por la realidad que estamos viviendo, pero además creo que el combate al trabajo en negro no es sola una responsabilidad de este gremio en sí; nosotros (Uatre) somos auxiliares de la Justicia. La realidad es que deberíamos estar mejor sin dudas, pero por ahí las condiciones de cómo se hacen los controles laborales no son lo eficientes que uno espera, particularmente cuando tenemos conocimiento de que el poder de policía, que es del Ministerio de Trabajo, ha sido delegado a las carteras laborales de las provincias y ahí es cuando se tergiversan las cosas. Es decir, cuando se hace una inspección a un campo, por ahí se tocan intereses que tocan a algún funcionario o gran empresario, esos expedientes judiciales no caminan, se cajonean y terminamos perjudicando al trabajador rural y su familia y nosotros quedamos mal como sindicato.

¿Hay un relevamiento de cuántos trabajadores rurales está ilegalmente registrados hoy en el país?

Los números que manejamos son los oficiales que difunde el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) con 500.000 trabajadores fuera del sistema de la seguridad social, es decir trabajadores no registrados.

“La lucha contra el trabajo no registrado no se ha detenido nunca; quizás hoy estemos un poco más complicados por la realidad que estamos viviendo, pero además creo que el combate al trabajo en negro no es sola una responsabilidad de este gremio en sí; nosotros (Uatre) somos auxiliares de la Justicia”

¿Medio millón de trabajadores no registrados?

Es verdad. Tenemos un gran desafío por delante y como nuevo secretario general (de Uatre) los objetivos van estar dirigidos a solucionar estos problemas, un real drama. Tenemos que poner todo el trabajo y toda la estructura que haya que poner para corregir estas anormalidades en forma urgente. Hay un ejemplo claro: en la provincia de Buenos Aires, en lo que hace al sector de los trabajadores de la horticultura donde tenemos 75.000 trabajadores que están en negro, que están en la marginalidad total; toda la cadena productiva está así, desde la preparación de la tierra, los plantines, la cosecha, la salida de la chacra. Todo ese proceso, hasta que la lechuga llega a su mesa, está todo en negro, con trabajo ilegal, sin aportes a la seguridad social. Pero no nos quedamos con la foto de esta realidad, vamos a hacer las fiscalizaciones que corresponden y vamos a trabajar con los Gobiernos en todo lo que contempla los convenios de corresponsabilidad gremial, que es la herramienta que permite a los empleadores el empleo de mano de obra masiva y el correspondiente cobro de los aportes patronales al momento de la venta de la producción obtenida.

Es increíble que a esta altura haya medio millón de trabajadores en condiciones ilegales, con las ganancias que tienen los grandes productores agropecuarios…

Es la realidad y es la principal preocupación que tenemos, porque no solo es el trabajo en negro sino que también es la desigualdad social que vive el trabajador rural y su familia. Ese trabajador no tiene obra social y no puede mandar a su hijo a la escuela, no cobra un salario digno. Y todo ese costo de un trabajador rural, o cualquier trabajador que está trabajando en negro, lo tenemos que cubrir nosotros a través de la asistencia pública, y la asistencia pública se mantiene con los impuestos que pagamos. También es competencia desleal para con aquel empresario que quiere hacer las cosas bien y su vecino tiene toda su gente en negro.

¿Cómo ve la predisposición de los empresarios agrarios?

Ellos siempre esperan todo, esa es la verdad… Ahora si le dan las herramientas quizás cumplan con la ley, pero si nosotros no accionamos para trabajar y revertir esta situación de estos 500.000 trabajadores, quédense tranquilos que los empresarios no van a hacer nada para sacarnos de este flagelo y resolver esta situación. Los que tenemos que hacer fuerzas somos nosotros desde el sector gremial defendiendo los derechos de los trabajadores y los empresarios tienen la obligación de cumplir con el fisco.

¿Cómo ve el proceso de normalización de la CGT y su nueva conducción?

Hace dos semanas que estoy al frente de la UATRE y he tenido varias reuniones con algunos compañeros secretarios generales y me brindaron buenos augurios para mi gestión. Nuestra posición de siempre fue apostar a la unidad del movimiento obrero; consideramos que con el armado de cuatro o diez sindicatos para el armado de la CGT por ahí se atomiza al movimiento obrero y eso no hace bien a nadie. Apuntamos a la unificación del movimiento obrero dentro de la CGT, esta es la posición de Uatre y vamos a bregar por la unidad.

“Si los movimientos sociales buscan la cultura del trabajo, eso está muy bien”

José Voytenco, se mostró partidario del “respeto a la propiedad privada“, pero respaldó a los movimientos sociales para que, junto a los gobiernos, trabajen sobre tierras fiscales ociosas para la producción de alimentos sanos, con generación de mano de obra en distintos puntos del país.

Sobre el conflicto de la familia Etchevehere, en Entre Ríos, dijo que “vi poco de eso porque estuve de lleno en la asunción en el sindicato, pero más allá del problema puntual de la familia Etchevehe, creo que acá lo que se tiene que hacer es respetar el derecho a la propiedad privada“.

Pero señaló que “hay opciones, sean del Estado o sean privadas” esas tierras, y explicó: “Si es del Estado y tiene intenciones de hacerlas productivas y darlas para que se produzcan me parece excelente y darle la posibilidad a la gente que tenga su propia unidad productiva para obtener los alimentos que consume. Ahora si es una propiedad privada, insisto, se debe respetar el derecho a la propiedad privada“.

Acerca de los movimientos sociales que reclaman terrenos para trabajar con una nueva forma de producción, aseveró que “si están abocados a brindar una contención a las familias que trabajan la tierra y que producen sus propios alimentos me parece bien porque acá lo que hace falta en la Argentina es la cultura del trabajo“.

Ahora si esa gente de los movimientos sociales tienen otras intenciones que no sean las de producir con trabajo digno o tienen un fin político, solo un fin político, creo no está bien. Si hay una real distribución de tierras ociosas a través de los movimientos sociales deberían estar destinadas para crear trabajo y para producir y darle la posibilidad a estos compañeros, que son muchos trabajadores sin trabajo, tengan la posibilidad de trabajar y obtener algo tan imprescindible como el alimento“, amplió Voytenco.

Acerca del respeto a la propiedad privada expresó que “es un principio básico que nos tiene que marcar como país organizado, como comunidad organizada“.

Nadie puede tomar lo que no les corresponde y menos si es un pedazo de tierra. Hay que respetar la propiedad privada porque creo que es lo que hay que hacer“, abundó.

Artículo publicado originalmente en Telam

Marcelo Cena
Marcelo Cena

Trabajador de Prensa en diversos medios. Militante de la vida Peronista. No soy neutral.

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