
Dialogamos con Eduardt Savino, quien nos contó su experiencia, las diferentes situaciones que se están viviendo y la importancia de sostener los tratamientos una vez comenzados.
¿Qué es lo primero que te gustaría contarnos respecto al HIV?
Como portador de VIH, me parece necesario aclarar y hablar de algunos temas que difícilmente se mencionan. Hay mucha desinformación en el medio, y de repente se utilizan términos para hablar de las personas portadoras que confunden. También para aprovechar este momento de construcción del lenguaje que está sucediendo últimamente, y no tratar a los portadores de VIH (quienes llevan el virus encima) como enfermos. Enfermedad es otra cosa, que no lo produce la enfermedad en sí sino el SIDA que ya es otra cosa.
Hay una distinción grande. El VIH es un virus que ataca ciertas células del sistema inmunológico, que lo debilita y hace que sea mucho más propenso a enfermarte. En cambio el SIDA, es la enfermedad ya producida por el avance del virus, por la réplica del virus en sangre que debilita el sistema inmunológico a un nivel en que resulta muy difícil la defensa contra las enfermedades.
Sabemos que estamos en una situación compleja respecto del sistema sanitario argentino ¿Cuáles son las complicaciones ante el faltante de medicamentos para quienes los necesitan?
En cuanto a los faltantes para el tratamiento antirretroviral existen muchos riesgos que quizás, no se están teniendo en cuenta. Hay ciertos riesgos y efectos secundarios a la hora de dejar de tomar los medicamentos. En principio hay distintas drogas, no todas las personas consumen lo mismo para hacer el tratamiento antirretroviral. Pero están habiendo faltantes de las principales drogas que luego se combinan con otras en un coctel. En los años 90’ el cóctel era mucho más grande, evidentemente ha habido un avance significativo en cuanto al tratamiento, pero este tipo de faltantes lo que hace es que tengas que usar otras drogas que generan efectos secundarios diferentes y que no todos los cuerpos lo reciben de la misma manera.
Parece que en el medio hay una especie de experimento farmacológico. Uno de los riesgos de estar en el tratamiento y de repente cortarlo, que es lo que está pasando en muchos casos. Se prevé que para fin de año dentro de estos catálogos de medicamentos estén faltando 15 de ellos. El problema y el riesgo se encuentran en quienes están en tratamiento y lo suspenden. Si ellos cortan la medicación el virus muta, y vas a necesitar otro tipo de medicación. Hay grandes mutaciones en el virus, grandes efectos secundarios en los cuerpos. No hay chances, en realidad, de dejar el tratamiento cuando ya lo comenzaste.
El virus lo que hace no es enfermarte directamente, sino que comienza a destruir células que se llaman CB4 y células T, que quienes portamos el virus tenemos que tenerlo muy claro para saber para qué sirven, qué funciones cumplen en el sistema inmunológico y que significa contrarrestar todo lo que son virus, resfríos o cualquier anomalía a las que generalmente estamos expuestos.
Sexualidad y mitos. Mucho hemos escuchado acerca de los prejuicios y mitos del VIH y del SIDA respecto a los cuerpos e identidades que los portan. ¿Qué pensas de esto?
Respecto a las lecturas que tengo y lo que he llegado a pensar, comienzo diciendo que el primer caso clínico que se conoce de VIH detectado en Estados Unidos fue en 1981. En un momento en que el movimiento LGTB estaba viviendo episodios históricos, en donde comienzan a salir de la clandestinidad hacia el sector público y a vivir más libre su sexualidad. También corresponde a un proceso histórico de los 60’ y 70’ que atravesaron con el uso de los psicodélicos, la movida hippie. Fueron los condimentos para que eso sucediera. Creo que en esa época había un auge de la comunidad, de modo que fue políticamente pensado a nivel tal que se llamó una vez “la peste rosa” anexado a la depravación y a la homosexualidad con el VIH. Fue una movida política claramente.
En el hospital cómo es el tratamiento. Específicamente en cuanto a la hospitalidad, al trato, al acompañamiento ¿Cómo lo definirías?
En particular yo tengo 2 experiencias. Soy del sur, de Puerto Madryn, que es un lugar mucho más chico que la ciudad de La Plata y no hay tanta demanda al sistema de salud. Fue todo muy rápido y tuve una atención bastante personalizada. Pero acá en La Plata es otro el panorama. En principio por ser un lugar tan grande hay ciertos hospitales y/o salas y todo el sistema de salud que carecen de un montón de cosas como para poder enfrentar la demanda.
¿Querés comentar algo que te parezca importante y no hayamos charlado?
Sí, principalmente que se hagan los testeos de VIH, que se los hagan rigurosamente cada 3 meses. En mi experiencia fue muy rápido todo y mantuve rigurosamente los testeos. Y de un mes a otro el virus se activó y recién ahí pudo ser detectado. Pero puede estar mucho tiempo en nuestro cuerpo sin ser detectado siquiera con los testeos. Así que cuanto más rápido puedas saber si portas o no, más rápido podes acceder a un tratamiento incluso, con pastillas que son más fuertes y que permiten eliminar el virus. Pero eso sólo se puede hacer en un periodo muy corto de tiempo.