Señor Arcioni, la deuda es con el pueblo

Señor Arcioni, la deuda es con el pueblo

TIEMPO DE LECTURA: 11 min.

Por Agustina Flores* y Miranda Cerdá CAMPANO**

En su libro “La doctrina del shock”, Naomi Klein precisa, a través de ejemplos concretos en cada uno de sus capítulos, que las políticas neoliberales han alcanzado importancia en varios países no porque fuesen populares, sino a través de impactos en la psicología social, a partir de desastres o contingencias que generan confusión y conmoción y permiten que se puedan hacer reformas impopulares. Chubut lleva meses en llamas y la pandemia del coronavirus ha venido como anillo al dedo para que la gente deje de hablar de la inoperancia, la incapacidad y el cinismo del gobernador Mariano Arcioni.

Arcioni, un hombre sin trayectoria política alguna, integró para las elecciones provinciales de 2015 la lista de Chubut Somos Todos -cercana al Frente Renovador- como candidato a Vicegobernador. Si bien el partido ganó las elecciones, con la muerte del gobernador Mario Das Neves en 2017, Arcioni debió asumir como jefe provincial y en 2019, encabezó la lista de Chubut al Frente, buscando la reelección.

Arcioni no solo no pudo cumplir con las promesas sostenidas en campaña, sino que se lava las manos adjudicando una grave crisis en la Provincia, producto de una enorme deuda. Lo que no dice es que casi el 70% de la gigantesca deuda, se tomó cuando él era vicegobernador.

Durante 2016, el Gobierno chubutense tomó 700 millones de dólares de deuda: un primer préstamo por 50 millones -en abril- en el que se asumió una tasa de interés que llegó al 8,87%, pagadera a siete años y la aceptación de legislación estadounidense para litigar; y una segundo préstamo por 650 millones -en julio- con un interés del 7,75%, pagadera a 10 años y otra vez, la aceptación de legislación estadounidense para litigar.

Todas son condiciones sumamente desfavorables para la provincia, pero esta tasa de interés altísima tuvo además la particularidad de que la provincia cedió los derechos de las regalías pagaderas por Pan American Energy para pagar la deuda contraída, lo que le otorga a los bonistas la garantía de cobrar todos y cada uno de los vencimientos. Ante semejante seguridad de cobro, por lo menos se debería haber conseguido una tasa de interés más baja, señor Gobernador.

El mecanismo del Fideicomiso de retención de regalías estipula que los ingresos provinciales por la explotación petrolera son destinados al pago de la deuda en dólares y se acumulan en la banca privada hasta que se completa la cancelación por dos vencimientos mensuales; recién ahí se liberan los fondos para el Estado provincial.

Entre agosto del año pasado y marzo del 2020 Chubut pagó un total de 52,3 millones de dólares, entre amortizaciones e intereses de los diferentes bonos emitidos; pero a pesar de esas cancelaciones la deuda provincial total creció de 769,3 millones de dólares a 896,7 millones como consecuencia de los abultados intereses.

Como sucede con la deuda nacional, la deuda de la provincia de Chubut es igual de odiosa. Se tomó para construir hospitales, escuelas y otras obras públicas y la mayor parte de esas obras no fue siquiera comenzada y evidentemente tampoco se utilizó ese dinero para el pago de los salarios de empleados estatales, que hace dos años vienen otorgándose de manera escalonada.

Para José Luis Ronconi, secretario de Prensa del Sindicato de Trabajadores Judiciales de Chubut (SITRAJUCH) y secretario de Relaciones Internacionales de la Federación Judicial Argentina (FJA), “la crisis de deuda es posterior a una crisis que es inherente a todo el Estado argentino y que hoy constituye una discusión a nivel mundial: ¿cuánto aportan los ricos para sostener al Estado que les garantiza la apropiación de renta, los modos de acumulación, pero también los modos de explotación?”.

Mientras un trabajador aporta cerca del 60% de sus ingresos para sostener el Municipio, la Provincia y la Nación, de acuerdo con un informe[1] de la CEPAL, los grandes capitales no llegan a aportar ni el 35% y además tienen una altísima capacidad de evasión y de fuga.

Salarios atrasados

Antes de que se celebraran las elecciones provinciales en junio de 2019, Arcioni acordó con los gremios de trabajadores estatales aumentos cercanos al 40%, pero ni bien asumió, dejó demostrado que todas las promesas solo eran parte de la campaña.

La situación de crisis económica y financiera que atraviesa la provincia genera enormes dificultades para el pago de salarios y los gastos de funcionamiento; a lo que se suma en la actualidad la baja de la recaudación por Coparticipación Federal de impuestos que envía Nación, más la merma en la recaudación de tributos provinciales.

En medio de la pandemia mundial por el Coronavirus, se suma como agravante la baja y las oscilaciones del precio internacional del petróleo, que impactan en el precio del crudo Escalante que se produce en Chubut y que cotiza por debajo de esos valores. Como consecuencia de esas fluctuaciones a la baja del crudo, los ingresos por regalías petroleras en la provincia estarían decreciendo considerablemente, estimándose que podrían encontrarse casi en la mitad o menos que los meses anteriores.

Incluso podría considerarse la posibilidad de que los ingresos por regalías petroleras no alcancen para cubrir los vencimientos de la deuda en dólares y entonces la deuda con el pueblo chubutense podría crecer aún más.

Durante los últimos dos años y de manera intermitente, les trabajadores estatales han cobrado mediante un sistema de cuatro rangos, establecidos de acuerdo a cuánto dinero se cobra. En un primer momento, la tardanza era de algunos días, luego de un mes y actualmente, siendo mayo, el Gobierno provincial no ha siquiera sugerido una fecha para el pago de los salarios correspondientes a marzo.

Los dos años de desidia fueron expresados en movilizaciones que se acrecentaron muchísimo durante el invierno pasado. Se tomaron edificios estatales, se pararon actividades y se inundaron calles y rutas con una consigna clara: “Arcioni es responsable”. La única respuesta fue la represión.

Foto tomada de https://www.anred.org/

La situación chubutense recorrió el país luego de que dos maestras comodorenses -Jorgelina Ruiz Díaz, de 52 años, y María Cristina Aguilar, de 55- fallecieran en un accidente cuando volvían de una movilización en Rawson. Con consignas como “Solidaridad con Chubut”, los gremios docentes adhirieron a un paro nacional, planteando que las maestras deberían estar en las aulas y no reclamando un salario digno y el reconocimiento de su trabajo. Mientras tanto, Arcioni enviaba un proyecto de ley a la Legislatura para aumentar los sueldos de los funcionarios y el suyo en un 100%.

El contexto de pandemia y la importancia que han cobrado les trabajadores de la salud, han llevado a que el Gobierno al menos deposite esos sueldos de manera unificada -sin rangos- aunque atrasados (recién han cobrado marzo). Según indicó el Secretario General de ATECH (Asociación Trabajadores de la Educación de la provincia de Chubut), Santiago Goodman, solo el 13% de les docentes han cobrado el mes de marzo hasta este 5 de mayo y los trabajadores judiciales aún no tienen novedades. El cuarto rango, recién cobró febrero hace apenas unos días.

Pese a que hasta hace algunos días Chubut era una de las 3 provincias sin casos de coronavirus, el aislamiento social, preventivo y obligatorio ha sido la excusa para instalar un estado policial, que no permite las manifestaciones y vuelve aún más crítica la situación de les trabajadores, pero que también ha sido denunciado por organizaciones de derechos humanos por la extrema violencia que perpetúan las fuerzas de seguridad.

Estado de sitio y represión

Durante el primer mes de aislamiento social, preventivo y obligatorio, el pueblo chubutense fue víctima de un estado policial, que recordó las épocas más oscuras de nuestra historia. Desde el 20 de marzo hasta el 20 de abril, en Chubut se detuvo a 4550 personas. Durante ese mes, la Provincia representaba el 10% de les detenides por violar la cuarentena a nivel nacional, cuando allí sólo vive el 2% de les argentines.

En repetidas ocasiones, las personas detenidas no eran siquiera notificadas respecto del delito que estaban cometiendo y se les preguntaba después de detenerlos qué estaban haciendo en la calle. Los gimnasios municipales fueron habitados por la Policía provincial y utilizados como “Centros de Notificación de Demoras y Detenciones” para alojar a les detenides. A las 19.30, los bomberos hacían sonar una sirena que anunciaba el toque de queda. Todas estas medidas no sólo generaban terror y permitían el adoctrinamiento social, sino que traían un recuerdo horrible vinculado con la última dictadura cívico-eclesiástico-militar.

Las normas en las que se establecían estas medidas eran resoluciones ministeriales, que en un estado de excepción resultan ilegales por no tener la fuerza normativa de un Decreto de Necesidad y Urgencia, y por atentar contra los DNU nacionales, que no planteaban ni restricciones horarias, ni condiciones de circulación acorde al DNI, ni toques de sirena. El poder otorgado al Ministerio de Seguridad, a cargo de Federico Massoni, habilitó políticas abusivas, que permitieron, por ejemplo, que el Jefe de Seguridad de la Policía de la Provincia, Paulino Gómez, dijera en un audio que se hizo viral, que el Ministro le estaba preguntando “por qué la Primera no tenía detenidos”. “Debe andar gente en infracción, busquemos un poco, de última los demoran en el lugar o los llevan un minuto a la comisaría”, le decía Gómez a sus dependientes.

Desde el 20 de marzo, son 40 las denuncias por abusos de autoridad, entre ellas la de un repartidor de comida en Comodoro Rivadavia, que fue interceptado por doce policías que le pidieron sus datos, lo empujaron contra la pared, lo palparon, le robaron 800 pesos, le dispararon una bala de goma en el tobillo y lo dejaron tirado en el piso; y la de un hombre de Trelew que fue interceptado cuando volvía en su moto de la pizzería con la que intenta subsistir, le sacaron su vehículo y lo llevaron a la Comisaría Primera junto con otras veinte personas más, hacinadas y sin barbijo. Lo soltaron después de dos horas sin su moto, la misma que utiliza para repartir y le garantiza un trabajo en este contexto.

EL EXTREMO SUR

Entre las denuncias también aparece las de tres mujeres que integran el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, que fueron detenidas cuando volvían de comprar alimento en Corcovado, llevadas a una comisaría y obligadas bajo presión y violencia a firmar un acta en blanco, y luego llevadas a un hospital, acusadas de portar coronavirus. Mientras que el protocolo de seguridad del Gobierno nacional insta a las fuerzas a acompañar a las personas notificadas a sus hogares, las mujeres fueron dejadas a kilómetros de sus casas y obligadas a caminar en horas de la madrugada, con temperaturas bajo 0; lo que deja ver que las detenciones eran absolutamente arbitrarias y no respondían a un control sobre el aislamiento, sino a sostener el disciplinamiento social.

Estos abusos son sólo muestras de las 40 denuncias que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el Ministerio de la Defensa Pública de Chubut y la Comisión contra la Impunidad y por la Justicia en Chubut, a través de la concejala de Trelew, Mariela Flores Torres, sintetizaron en tres habeas corpus preventivos, presentados en simultáneo el 16 de abril.

Para Torres, también Secretaria de Derechos Humanos de la CTA Autónoma Chubut, las resoluciones dictadas por el Ministerio de Seguridad “lejos de cuidarnos de la pandemia, avanzaban en un excesivo abuso de poder para un control y disciplinamiento social por la grave crisis que la provincia ya atravesaba”.

En un fallo ejemplar, la jueza Mirta del Valle Moreno dio lugar y dictó un acta de sentencia a favor de la población chubutense y desde el 20 de abril sólo se registraron 10 detenciones. La resolución judicial terminó con la extrema violencia policial: las fuerzas de seguridad deben explicar a las personas detenidas el delito que se les imputa, los gimnasios ya no funcionan como centros de detención y ya no suenan las sirenas.

Sin embargo, Paulino Gómez no fue ni siquiera apartado de su cargo mientras se realizan las investigaciones pertinentes; de hecho fue ratificado. Por otra parte, las personas exceptuadas de la cuarentena deben tramitar un permiso en una plataforma virtual que depende del Ministerio de Seguridad y que no sólo funciona mal, sino que no tiene en cuenta la realidad de muches trabajadores que se encuentran en la informalidad y no pueden tramitarlo, sin contar que algunes de elles ni siquiera cuentan con acceso a internet. Es el propio Estado el que les termina haciendo infraccionar.

El pueblo como rehén mercantil  

Aunque varios organismos estatales habían dejado de funcionar desde antes de la pandemia discutiendo el atraso en los salarios y el desfinanciamiento de varios sectores, la cuarentena terminó de paralizar al resto de entidades comprendidas en la sociedad no pertenecientes al Estado -tales como mercados, negocios, sitios gastronómicos-.

El 23 de abril, y como medida para paliar la crisis, en la ciudad de Puerto Madryn se dictó una ordenanza municipal que planteaba imponer nuevos tributos a empresas relacionadas con actividades productivas: la pesca, la energía eólica, entre otras (las más ricas de la provincia). A través de una tasa de emergencia, contribuirían a la situación financiera por los gastos en la prevención y el tratamiento del coronavirus.

Inmediatamente, los sectores empresariales criticaron las medidas tomadas por el Concejo Deliberante y aseguraron que no se estaba “valorando” el trabajo que dichas empresas realizaban para contribuir a la riqueza de la Provincia. Como si fueran trabajadores incansables, los grandes empresarios pesqueros hablaron de su aporte a la comunidad. Estos son personajes parecidos a los que piden que el pueblo levante las banderas del campo “que nos da de comer”, cuando en realidad exportan la mayor parte de lo que producen aunque el pueblo se cague de hambre.

Para entender un poco cómo se manejan, la empresa “Continental Armadores de Pesca S.A.”, mejor conocida como CONARPESA, amenazó con irse de la ciudad expresando su descontento con la ordenanza. “En cuanto al establecimiento industrial radicado en Puerto Madryn, el mismo permanecerá inactivo hasta tanto concluyan las acciones judiciales que se emprenderán” expresó su presidente.

Básicamente juegan con el poder de dejar en la calle a cientas de familias en un momento de extrema vulnerabilidad y lo logran: el apriete empresarial dejó sin efecto la ordenanza usando de rehenes a les trabajadores que sufren de primera mano las múltiples crisis.

https://lavecindaradio.wixsite.com

La situación en Chubut no sólo es grave por la crisis que atraviesa, sino por lo dificultoso que es acceder a otra agenda mediática que no sea la impuesta por el Gobierno. Chubut tiene un histórico recorrido de resistencia contra la minería a gran escala y hoy la megaminería vuelve a resonar en los medios de comunicación como única alternativa para generar empleo y recuperar una Provincia que se ha visto devastada por un Gobierno que ha demostrado no tener la capacidad para gobernar.

Los medios provinciales (porque los nacionales apenas se alejan de lo que sucede en la Capital Federal) hablan de las consecuencias de los paros, pero nunca de las causas, terminan por colaborar en la legitimación de Arcioni y son responsables de la invisibilización de una lucha eterna. Chubut está en llamas, pero nadie ve el fuego. Por eso, desde este espacio, le recordamos al Gobernador que es responsable de la desidia en la que se encuentra la Provincia y que la deuda es con el pueblo.


* Estudiante de Licenciatura en Comunicación Social con orientación en periodismo en UNLP, redactora en Revista Trinchera

**Periodista, columnista sobre Sudamérica del programa Marcha de Gigantes (Radio UNLP - AM 1390), redactora de Revista Trinchera y colaboradora de Agencia Timón

Fuentes:
[1] https://www.cepal.org/es/publicaciones/39949-tributacion-un-crecimiento-inclusivo

30 años de Neoliberalismo

30 años de Neoliberalismo

TIEMPO DE LECTURA: 12 min.

Por David Soltero*

Luego de treinta años, Perú parece despertar del sueño neoliberal: tres décadas de crecimiento económico le permitieron ser uno de los países más fuertes en reservas -con 69.169 millones en 2020-. Sin embargo, este gran sueño es solo de unos pocos. Las políticas neoliberales han costado en la actualidad el 20% de pobreza del país andino; tan solo en 2019 se han sumado 400 mil peruanos pobres a ese porcentaje y un millón y medio en riesgo de entrar en esta situación. Un modelo que ha desmantelado durante años la industria nacional, haciéndola dependiente de la inversión e importación extranjera. Y sin olvidar a los grandes exponentes de este condicionamiento, el imperialismo y el FMI, actuando en conjunto para recrudecer el modelo neoliberal.

Antes de la instalación del modelo neoliberal en la década de los 90, Perú se encontraba gobernado -desde 1985- por el presidente Alan García, del partido Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). En sus primeros años, el mandatario tomó varios posicionamientos sobre la crisis que aquejaba al país. Uno de ellos acerca de la deuda externa -que rondaba los 14 millones de dólares- contraída con el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. El gobernante peruano dio un discurso en ante la ONU, mencionando que el FMI no tenía autoridad moral para hacer pedagogía de austeridad sobre el Perú y que desde los años 70 promovía y aumentaba la deuda, no solo de su país, sino también la de los países más pobres del mundo. Además acusó al organismo de responder a los intereses de Estados Unidos, que se favorecía ante la sumisión bajo las condiciones impuestas del FMI, que intentaban hipotecar la soberanía económica de nuestros pueblos. Alan García terminó su discurso diciendo: “es deuda o democracia”. Un año más tarde declaró que solo el 10% de la exportación del país iba a ser destinada a los pagos de la deuda. Esto generó un quiebre en las relaciones con el FMI, el cual le negó todo desembolso de dinero.

Diario la república – Tapa de las consecuencias de la Hiperinflación

Alan García logró un crecimiento económico durante los dos primeros años, invirtiendo en la nueva reestructuración del aparato productivo nacional. Sin embargo, las reservas del país cayeron drásticamente y, a consecuencia de la falta inversión extranjera y de préstamos de los organismos internacionales, llevaron al país a un estancamiento. Además la inflación pasó a ser hiperinflación, la cual llegó al 2.178,482%. Esto redujo el 30% del poder adquisitivo de los peruanos y aumentó entre un 50% y un 70% el precio de alimentos básicos como la leche y el pan. Esta situación provocó la devaluación de la moneda nacional, el INTI, que pasó de valer 1 dólar (1 a 1), a 0,000005 de 1 dólar (USD 1 = 175.000 INTI)

Esta crisis aguda, dio lugar a la estatización de la banca peruana en 1987. Con ella, el Estado se hacía cargo de los bancos privados y las instituciones financieras, para hacer uso del dinero que tenían e invertirlo dentro el país. Alan García enarboló la justicia para justificar la estatización, que a pesar de su aprobación no duraría mucho tiempo. Posteriormente a la intervención del Estado sobre los bancos, masivas protestas del sector empresarial privado y de la clase alta, dirigidos por el escritor Mario Vargas Llosa, se hicieron oír en las calles. Vargas Llosa en ese entonces fundó el Movimiento Libertad -que sería protagonista en las próximas elecciones-, logró que el poder judicial falle a su favor y que la ley de estatización quede inoperante.

Estatización de la Banca- Protestas masivas

La situación nacional era insostenible para el presidente Alan García, quien no tenía el apoyo ni de los sectores dueños de la economía peruana y tampoco de los organismos internacionales. Finalmente su mandato culminó en 1989 ante un tumulto de silbidos dentro del Congreso. Esta era la oportunidad ideal para que el modelo neoliberal sea radicalizado en el país andino. El hombre elegido por las empresas trasnacionales y la misma Iglesia Católica, era Alberto Fujimori, quien se vistió durante toda su campaña bajo el discurso de una reestructuración nacional para el desarrollo. Mientras que su opositor, Mario Vargas Llosa, era apoyado por las clases altas peruanas y las empresas privadas.

El 28 de julio de 1990, con el 57% de los votos Alberto Fujimori asumió como presidente del Perú. En su primer discurso, caracterizó como “Epidemia nefasta” al gobierno de Alan García, a quien además culpó por la economía de guerra, la sociedad envuelta en violencia y la corrupción del país que heredó. Como primera medida, el presidente llevó adelante el Plan Fujishock, que consistía en liberar los precios, liberar el tipo de cambio y suprimir subsidios a los alimentos y a la gasolina; una muestra clara del tutelaje del FMI, con la intención de que el Estado le de la potestad de decidir sobre el futuro económico país.

Disolución del congreso, mediante el autogolpe

Para seguir profundizando bajo la lógica del neoliberalismo, el 5 de abril de 1992 ocurrió el conocido autogolpe de Estado, donde se cerró y disolvió el Congreso y se dictaminó una restructuración nacional. Esto sucedió porque Fujimori no tenía una bancada parlamentaria mayoritaria para seguir aprobando las iniciativas de ajuste, la privatización de empresas, la explotación de recursos naturales por empresas trasnacionales e incluso el otorgamiento de facultades discrecionales para las Fuerzas Armadas. Cabe recordar que desde el inicio de su mandato Fujimori declaro la lucha contra el narcotráfico y los actos terroristas de Sendero Luminoso, valiéndose de esto como justificación perfecta para legitimar aún más su golpe de Estado.

El gobierno dictatorial de Fujimori, en los años siguientes logró profundizarse gracias a la alianza con las FFAA, el servicio de inteligencia nacional peruano (SIN) y el grupo Colina, integrado por miembros del ejército y de la policía nacional. Los asesinatos, la intimidación, los secuestro y las torturas, no solo fueron direccionadas hacia la lucha contra Sendero Luminoso, sino contra dirigentes sindicales, populares, periodistas y militantes opositores al gobierno. Los casos más significativos fueron la masacre de Barrios Altos, en Lima, en la que se asesinaron a 15 personas y la de la Cantuta donde se asesinaron nueve estudiantes y un profesor. Además, mediante la promulgación de la Ley de Amnistía en junio de 1995, el régimen otorgó impunidad a los crímenes cometidos durante esa época.

Fuerzas armadas

Un año después del autogolpe, a Fujimori le restaba legitimar constitucionalmente el golpe de Estado y garantizar su permanecía en los años siguientes. En 1993 llama a la aprobación de una nueva constitución, que sea la garantía del modelo neoliberal en todos sus aspectos. Por ejemplo los contractos de las empresas trasnacionales, como los encargados en la explotación de los hidrocarburos, no podrían ser modificados por el Estado, permitiendo la “Santidad de los contratos”. Esto demuestra que el Estado estaba sumido a un institución de consulta y, con alguna excepcionalidad, solo vigiliaba y facilitaba la libre competencia, el libre cambio y legalizaba la libre tenencia de moneda extranjera. En tan solo dos años, Fujimori privatizo más de 200 empresas nacionales, argumentado -en el marco del Consenso de Washington- que las privatizaciones  generarían un estabilidad económica, y permitiría acceder a los mercados internacionales de crédito, cerrados a los países de la región en los años 80.

Alberto Fujimori en desfile militar (AFP Photo/Jaime RAZURI)

Fujimori tenía todo garantizado, un congreso representado por Cambio 90 y Nueva mayoría, afines a su gobierno; una nueva constitución, aprobada por el 52%, que permitió su reelección en 1995; y la implementación de la doctrina de Seguridad Nacional (con el apoyo del Tío Sam) yendo contra la insurgencia y profundizando el estado de terror. Sin embargo esa estabilidad que profesaba Fujimori (en tiempos de auge), se empezó a resquebrajar con la aparición de los distintos hechos de corrupción y fraudes electorales. El más significativo y que sería el final del régimen, fueron los sobornos de Vladimir Montesinos, quien aparece en un video en su residencia ofreciéndole 15 mil dólares a Alberto Kouri (perteneciente al partido opositor de Alejandro Toledo) para que se pase al bando oficialista. Luego se difundirían otros videos, donde se veía a magistrados, empresarios, parlamentarios, dueños de medios comunicación, jueces y altos funcionarios, cómplices del régimen. A partir de allí la fiscalía realizó una investigación por enriquecimiento ilícito de más de 264 millones de dólares. Ante la tercera reelección de Fujimori, la Secretaría de Estado de los Estados Unidos adviertió que su apoyo estaba condicionado a que se apartara a Montesinos del gobierno. Finalmente en noviembre del 2000 Fujimori huiría a Japón, desde donde enviaría un fax de renuncia a su mandato y obligaba a que se tuviese que llamar a elecciones al siguiente año.

Luego de diez años de un gobierno autoritario y fundantes de las bases de un modelo beneficiario para unos pocos, parecía que el retorno a la democracia daría un cambio de dirección del país andino. Pero los cinco años siguientes, mostrarían la inoperancia de un gobierno hundido en los incumplimientos de promesas, en la corrupción y en los escándalos personales del presidente Alejandro Toledo.

Este último apareció en escena por primera vez en las elecciones del 2000, representando al partido Perú Posible. En la primera vuelta, éste partido obtendría un 40% de los votos, mientras que Fujimori un 49%. Todo indicaba que ese margen del 9%, podía revertirse y darle un fin la dictadura que vivía el país. En la segunda vuelta, Toledo solo consigue un 25%, mientras que el fujimorismo un 74%. Una muestra obscena de fraude electoral que el pueblo peruano y Toledo no aceptarían.

Concentración frente al congreso Nacional “Marcha los 4 suyos”

El candidato a presidente, convocaría a la marcha de “los Cuatro Suyos”, haciendo una referencia simbólica de la división del Tahuantinsuyo del imperio Inca. La convocatoria consistía en marchar al Congreso nacional en Lima, con la intención de impedir la asunción del Fujimori . Esta convocatoria sería fuertemente reprimida por la policía nacional y ensuciada por un atentado planificado por Vladimiro Montesinos para incendiar el Banco nacional, e incriminar a Toledo de lo acontecido. Sin embargo, ésto sería otra pieza clave para profundizar el final del régimen autoritario. Un año después, el 28 de julio del 2001, y posteriormente a las elecciones, Perú volvía a la democracia de la mano de Alejandro Toledo, el primer mandatario procedente de un pueblo originario.

Toledo en sus primeras intervenciones públicas, proclamaría la lucha contra la corrupción, prometía el control de la inflación (que hasta ese entonces era de 1,8% anual), reducir la pobreza (que rondaba el 54,8% de la población), aumentar la cantidad de exportaciones, dejar de privatizar de empresas nacionales y generar empleo digno y productivo. El pueblo andino se ilusionaba, Toledo lograba un acuerdo nacional con los diferentes partidos políticos del país (tanto de derecha como de izquierda), con el objetivo de caminar juntos la reconstrucción de la democracia.

Pormesas del presidente Toledo

En el año 2002 inauguraría el funcionamiento del proyecto Camisea, que consistía en la explotación de uno de los yacimientos más grandes de reserva de gas en Perú. Sin embargo, más allá que este proyecto generó 18 mil puestos de trabajo (entre el 2002 y 2004), todo fue a costa de inversión extranjera y el reparto dentro del país se lo llevaron las empresas privadas. Incluso desde el descubrimiento del yacimiento de gas por la multinacional Shell (empresa de hidrocarburos anglo-neerlandesa ), entre 1883 y 1887, las licencias para llevar a cabo el proyecto, se plantearían por un tiempo de explotación de más de treinta años. En el 2000 la empresa Shell, y luego Mobil (la empresa norteamericana de petróleo), decidieron no continuar con el proyecto, y un consorcio liderado por Pluspetrol Perú Corporation, con la participación de Hunt Oil Company (de Estados Unidos), SK Corporation (de Corea), Sonatrach Petroleum Corporation B.V.I. (de Argelia), Graña y Montero S.A.A. (de Perú) y luego Tractebel (de Bélgica), y Tecpetrol SA, se harían cargo adjudicándose 33 años de explotación. Así mismo la construcción de gaseoductos, figurarían empresas como Techint Ingieneria & Construcciones.

Habría un crecimiento económico de un 4,5% anual, se pondrían en marcha proyectos como la carretera interoceánica (que buscaba unir el océano atlántico con el océano pacifico, a través de Brasil y Perú), se promoverían los planes como Techo Propio (para aquellos peruanos que ganen menos de 1000 soles y no tengan vivienda), se pensaría en la educación mediante el desarrollo del Plan Huascaran (que consistía en la inclusión de computadoras para equilibrar el acceso a la educación de calidad). Sin embargo, estos aspectos de camino, desarrollo y crecimiento, eran el disfraz perfecto para seguir generando más deuda, mediante desembolsos de 100 millones de dólares del Banco Mundial y de 300 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo.

Aparecerían en escena el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EEUU, que no sería aprobado hasta el 2006. Perú negociaba con el país del norte desde 1991, exportando principalmente minerales, textiles, productos pesqueros y petróleo crudo. Los aranceles impuestos a estas exportaciones, se renovaban periódicamente y lo que se busca era una estabilidad, para generar una libre comercialización y la incitación de las empresas trasnacionales para que inviertan en el país. Las repercusiones de este acuerdo transcurrirían en dos escenarios diferentes: por un lado la oposición que argumentaba que el tratado ponía en riesgo a las pequeñas empresas nacionales y la agricultura del país; por otro, dentro del Pacto Andino, donde Venezuela -ante los acuerdos de Perú y Colombia con los Estados Unidos-, se iría de esta instancia regional, dado que Hugo Chávez comprendía que el TLC atentaba contra una verdadera integración de la región, profundizando la dependencia al Imperialismo Norteamericano.

Malestar Social

Durante los años de mandato de Toledo, el malestar social crecería poco a poco. Su gobierno había comenzado faltando a sus promesas de campaña, y tendría distintitos puntos de quiebre, como el Arequipazo en 2001. Ese año se sucedieron protestas masivas que fueron reprimidas por la policía nacional, dejando 318 heridos. Las manifestaciones se habían generado producto de la marcha atrás del gobierno frente a la privatización de las empresas de electricidad (Egesur y Egasa), a la empresa de capitales belga Tractebel a cambio de 167 millones de dólares. Otro punto de malestar ocurrió en la capital del callao, Ilave, donde se lincho hasta la muerte al alcalde Cirilo Robles por actos de corrupción, malversación de fondos e incumplimiento electorales. Pero el punto que le valió la pérdida total de legitimidad, fue el caso de corrupción conocido como Ecoteva: un escándalo por el lavado de 31 millones de dólares, que años más tarde, se blanquearían en la compra de inmuebles de personas allegadas al entorno de Toledo.

El mandatario culminaría su presidencia con el incumplimiento de promesas como la generación de empleo (dejando un tasa de desempleo del 42%) y con una economía sostenida por la oligarquía y los capitales extranjeros, que profundizaría la desigualdad y el modelo neoliberal.


* Periodista, columnista en "No Se Mancha"(Radio Estación Sur - FM 91,7), redactor en Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Fuentes:
http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20101003020549/8cap07.pdf
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3066001.pdf
https://www.studocu.com/pe/document/universidad-nacional-de-san-cristobal-de-huamanga/economia/informe/la-hiperinflacion-en-el-primer-gobierno-de-alan-garcia-perez/2788873/view
https://cavb.blogspot.com/2017/06/fujishock-el-super-paquetazo-del-8-de.html
https://www.monografias.com/trabajos82/hiperinflacion-peru/hiperinflacion-peru2.shtml
https://nuso.org/articulo/un-proceso-con-luces-y-sombras/

Carlos Romainville: “Desde hace mucho tiempo tenemos un sistema de salud colapsado y en vías de privatización”

Carlos Romainville: “Desde hace mucho tiempo tenemos un sistema de salud colapsado y en vías de privatización”

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

Revista Trinchera dialogó con el periodista Carlos Romainville, Radio Cielo de la República del Perú y Coordinador del Movimiento Alfa y Omega, quien analiza cómo está enfrentando ese país al COVID-19.

Carlos Romainville

¿Cuál era la situación general del país previa a la aparición de la pandemia?

El Perú es un país que esta siendo víctima de política neoliberales desde hace 30 años, por lo cual la situación, desde el punto de vista social, ya era bastante difícil por la desigualdad generada: un sistema de salud colapsado con una epidemia de Dengue que ya le había costado la vida a 25 conciudadanos.

Desde hace mucho tiempo tenemos un sistema de salud colapsado y en vías de privatización. Antes de que apareciera el COVID-19, Vizcarra había anunciado la entrega de hospitales importantes a la administración del sector privado.

Las políticas neoliberales también estaban avanzando en la privatización del agua, de la educación, en la flexibilización laboral y con paquetes de recortes en curso.

Si bien hoy la situación ha empeorado por la pandemia, lo cierto es que la actitud del gobierno para enfrentar al COVI-19, aún está enmarcada en esta lógica. Si bien en parte ha habido algunas medidas para tratar de palear la situación, lo cierto es que son muy pocas. Los grupos de poder -especialmente la banca-, siguen aprovechándose incluso de la crisis, lo cual en el fondo demuestra que Vizcarra es un gobernante que no tiene el poder ni siquiera para decidir algunas políticas serias.

Si bien es cierto que se han destinado algunos bonos con la finalidad de ayudar a pasar la cuarentena, éstos aún no llegan a esos bolsones de pobreza bastante serios que tenemos en nuestro país.

El Perú, además, ya se encontraba en una situación de avance de la pobreza, con un índice de de niños con anemia muy alto (aproximadamente el 43,5 %), un porcentaje similar de desnutrición y estando en el 2do lugar en América Latina en cantidad de casos de Tuberculosis. Con problemas serios de denuncias de contaminación minera y con conflictos sociales en casi todo el país, en general relacionados a problemáticas con el medio ambiente.

¿Cómo caracterizarías la actitud del gobierno nacional para enfrentar al COVID-19?

El Coronavirus encuentra al gobierno en una situación de bastante descuido del sector de la salud y con una proletarización de millones de peruanos. Esta situación hizo mucho más difícil al gobierno poder abordar los problemas que siguen siendo estructurales en nuestro país.

Lo que Vizcarra está haciendo es tomar algunas medidas para palear la situación, pero en las últimas declaraciones hubo un sinceramiento de que ya se rompió la posibilidad de cubrir la situación y han tenido que reconocer que va a haber mucha gente que va a morir en sus casas, otros en las calles, otros en los hospitales, porque ya se rebalsó la capacidad del sistema de salud. Incluso ha habido actos de corrupción en compras que se han venido denunciando.

¿A qué le atribuís la actitud adoptada por el gobierno?

El gobierno de Vizcarra en realidad es el de un presidente que no tiene un partido, que se maneja con algunos asesores y que verdaderamente es muy débil como para poder afrontar con firmeza las presiones que recibe por parte del sector empresarial que está en la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP).

La CONFIEP ha pedido al gobierno que se le dé la posibilidad de aplicar despidos masivos, afectando a los trabajadores. El gobierno disimuladamente había dicho que se oponía a ello, pero terminó aceptando. Quien en realidad manda en nuestro país es el sector empresarial y el bancario, que tienen el apoyo de los medios de comunicación.

¿Qué efectividad considerás que tienen las medidas adoptadas?

Creería que no se va a poder cubrir con las expectativas que se quisiera porque no tenemos ni los hospitales, ni las camas, ni los respiradores, ni lo que se necesita para enfrentar una pandemia. Si bien creo que ningún país estaba preparado para eso, el descuido aquí en el Perú ha sido verdaderamente alarmante. Las 500 camas que tenemos ya están utilizadas y esa situación está haciendo que muchos contagiados empiecen a tratarse en sus hogares.

Se está previniendo las muertes que van a venir por ellose han conformado comandos para armar fosas comunes. En Lambayeque se dice que ya están construyendo una. Ese tipo de medidas ya se están tomando. Incluso en algunas regiones se está diciendo que se para la atención se les va a dar prioridad a las personas más jóvenes que a los adultos. Por esto, la efectividad de las medidas no será la que prevé el gobierno.

Por otro lado, el respeto a la cuarentena, si bien es cierto que un gran porcentaje lo está cumpliendo,hay gente que (alguno por indisciplina) por su condición de extrema pobreza prefiere salir y arriesgar su vida para ganar algunos soles y de esa manera garantizarle el alimento a su familia. Hay que recordar que el Perú tiene un 70% de trabajo informal. Si bien el gobierno ha anunciado un bono de 380 soles (120 dólares aproximadamente), esto aún no llega, hay muchas trabas para que los independientes que han sido beneficiados (no todos lo han sido) puedan retirar su dinero del banco. Son paleativos que de alguna manera ayudan a un sector de la población pero no toda se siente beneficiada. Hay bastante descontento y mucha gente quiere salir a trabajar, pero ahora se va a multar y castigar a quienes violen la cuarentena.

Algo que está preocupando mucho son los penales, donde ya se están reportando muchos contagiados. Esperemos que hagan algo rápido. Además se suma la problemática de los Pueblos Originarios que es algo de lo que no se está hablando mucho aquí en el país.

¿Cuál ha sido la actitud de la oposición en esta situación? ¿Actuaron con prudencia y colaborando a mejorar o aprovecharon para golpear al gobierno?

No hay oposición en nuestro país. Y si hay algo de oposición, se aprovechó políticamente desde un sector de congresistas que están en campaña para las elecciones del 2021, y que han puesto sobre el tapete la situación de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).

Si bien nosotros somos opositores a las AFP y queremos que desaparezcan, un grupo de partidos que no son necesariamente de izquierda (la mayoría son de derecha) está pidiendo el retiro del 25% de los fondos de las APF’s (cuyos dueños -en nuestro país- son los banquerosy que han venido perdiendo millones de soles en los últimos tiempos). Hoy hay una tendencia a que se devuelva algo de lo que se tiene. El gobierno no creo que apruebe el porcentaje que se está pidiendo, si bien ha dicho que va a tomar algunas medidas respecto de ello y que después de que pase la pandemia se plantearía una reforma a las AFP’s.

Por ser un gobierno de derecha y neoliberal sometido a los intereses de los organismos internacionales y muy especialmente a los intereses del gobierno de los EEUU, por ser parte del Grupo de los 12, no esperamos que pueda garantizarle al pueblo peruano los cambios que deberían darse. Hay debates que se están dando, pero del gobierno de Vizcarra es muy poco lo que podemos esperar. Está intentando, pero no tiene la fuerza para poder hacerlo. Los ministros que lo acompañan, la mayoría de ellos son de corte neoliberal y por lo tanto todo lo que se ha venido haciendo se hace pensando en beneficiar principalmente a los grandes empresarios más que a las PyMEs. Según se dice, se iban a invertir 30 mil millones de dólares, de los cuales solo 500 millones serían para las pequeñas empresas y el resto para las grandotas.

Hay que ver cómo reacciona la población después de todo esto, pero entendemos que estamos en una especie de prisión domiciliaria masiva, donde la prohibición de reuniones entre otras medidas, limita el accionar de los sectores populares organizados.

Se dice que esto se extenderá hasta el 26 de abril y desde ahí se volvería, poco a poco, a la normalidad, cosa que dudamos que suceda porque estamos en la etapa de ascendencia. Discursivamente se quiere echar la culpa a quienes no acatan pero en el fondo el problema es el sistema mismo que se ha venido aplicando en el país, que hoy en el mundo se ha demostrado que es un fracaso.

Esto no cambiará mientras no cambie la correlación de fuerzas (que lamentablemente aún siguen siendo de derecha en nuestro país) y no se cambien las leyes con que nos gobiernan, esa constitución espuria herencia de una dictadura. Lamentablemente la izquierda no está a la altura del tiempo histórico que le toca vivir.

¿Cuál es la actitud de los empresarios?

Como ya lo dijimos, si hablamos de los grandes grupos de poder (que están en la CONFIEP), ellos siguen buscando aprovecharse de la crisis y seguir haciéndose más ricos a costa del trabajo del pueblo peruano.

Del mismo modo, ¿Cómo están actuando los medios de comunicación?

Son pocos los medios de comunicación de confianza. La prensa alternativa o popular sigue haciendo su trabajo, algunos en las redes. Pero son contados con una mano los medios que tienen una postura al menos crítica.

Lo que sí hay es consenso, y en algunos medios grandes se dice es que las cosas no van a ser como eran y que van a tener que suceder cambios. Lo que hay que ver es de qué cambios hablan ellos y de qué cambios hablamos nosotros.

¿Cuáles crees que serían las medidas más urgentes que debería adoptar el gobierno en este contexto, entendiendo las particularidades del país?

Hay muchas medidas que se podrían tomar. Lamentablemente es poca la esperanza de que esto suceda. Una de ellas podría ser el no pago de la deuda externa. El Perú paga, incluso hace pagos adelantados, y eso es verdaderamente inmoral.

Se podría recurrir a buscar soluciones verdaderas como la de apoyar al campesinado que hoy está perdiendo sus cosechas por falta de una planificación en medio de la pandemia, y se podrían facilitar las cosas para que los productos lleguen de manera más directa a los consumidores.

Otro tema sería la organización misma que podría adoptar la población, porque desde el gobierno es poco lo que se puede hacer porque Vizcarra es gobierno pero no tiene el poder. Lo que haga estará enmarcado en lo que sus amigos le digan. Está claro que gobierna para las empresas y los grupos de poder.

Neoliberalismo nunca más

Neoliberalismo nunca más

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Nasim Iusef Venturini*

El 19 y 20 de diciembre, se cumplieron 18 años de las jornadas que conocimos como el Argentinazo. En diciembre del 2001 explotó el programa de la Convertibilidad, que dejó un saldo de 39 muertos y muertas en todo el territorio argentino y una situación social de empobrecimiento y miseria en la que la pobreza alcanzaba a más del 50% de la población y el desempleo escalaba hacia el 18%.

Esta fatídica situación se alcanzó luego de casi 30 años de políticas neoliberales que se impusieron a punta de represión y muerte por parte de la última dictadura cívico-militar- eclesiástica, y que los posteriores gobiernos democráticos siguieron implementando.

Con el endeudamiento y la desindustrialización como bandera, se fue destruyendo el entramado socio-productivo de nuestro país, condicionando la política económica a partir de los elevados niveles de deuda externa que contrajeron sucesivamente dichos gobiernos. Este condicionamiento llevó a que en las vísperas de Navidad del 2001, el Presidente interino, Adolfo Rodríguez Saá, declarara el default de la deuda pública luego de más de 30 años de endeudamiento irresponsable.

Las políticas impulsadas por los militares a partir del ‘76 procuraron desarticular la industria argentina, lo que favoreció un esquema de valorización financiera en el que la deuda externa pasó de 7 800 millones a 45 000 millones de dólares en el ‘83. Así se destruyó la posibilidad de construcción de políticas económicas soberanas: el endeudamiento externo operó como salvavida de plomo en una economía que se contrajo producto de las políticas de ajuste estructural.

Los años que le siguieron a la dictadura fueron traumáticos en términos económicos. Los intereses en pugna, la crisis local e internacional de deuda y la imposibilidad de establecer un sendero de recuperación de la actividad económica llevaron al gran fracaso de la década del ‘80, que terminó con una crisis de hiperinflación.

Luego de la hiper, el imperativo de “ordenar” la economía siguió los postulados del Consenso de Washington y el programa neoliberal terminó de desembarcar con el “1 a 1” dispuesto en el año ‘91.

El endeudamiento creció a pasos agigantados y procedieron a profundizar el desguace del Estado: vendieron las empresas estatales (de carácter estratégico), lo que permitió que el desempleo avance y la pobreza se agudice, e impulsaron una lógica individualista perversa que hoy sigue presente en muchos sectores.

El programa económico neoliberal no solo endeudó y empobreció al pueblo argentino, sino que también permitió la proliferación de un discurso de odio e intolerancia hacia la otredad en la búsqueda de culpables internos a la crisis.

Luego del 2001, durante la transición de Eduardo Duhalde y la presidencia de Néstor Kirchner, se puso en tela de juicio el control soberano de algunos resortes de la economía y se comenzaron a aplicar medidas de reactivación del mercado interno, que permitieron que se generen procesos de empleo y distribución que ayudaron a muchas personas a salir de la pobreza en la que estaban sumergidas, producto de años de neoliberalismo.

La expansión económica amplió la capacidad de consumo de muchos sectores de la economía, dando lugar a un proceso de movilidad ascendente en el que muchas y muchos cosecharon los frutos de la bonanza, mientras que para otros sectores dichos beneficios no se consolidaron en términos de trabajo genuino.

En el camino de la construcción de políticas económicas soberanas, hubo errores y aciertos; pujas de poder internas y externas. Ante el ascenso social, se volvió a consolidar un discurso de repudio a las políticas distributivas, propio de los sectores más reaccionarios que no toleran que se construya justicia distributiva.

Este discurso no tenía razón de ser: se levantó en torno a acusaciones sin fundamento jurídico concreto y a una construcción “mentimediática” de la corrupción, que permitió la polarización del electorado, y que en un contexto de desgaste y crisis de las economías a nivel mundial (muy pocos países crecieron en el período 2010-2015), vuelvan a la Casa Rosada aquellos que representaron los intereses de los poderes más concentrados de la economía.

¡Construir dignidad es la tarea!

Entre el 10 de diciembre del 2015 y 2019, se volvió a aplicar el libreto neoliberal de desregulación, endeudamiento y quita de derechos para las mayorías. El encubrimiento mediático, la represión y la estigmatización a la otredad volvió de la mano de la persecución política (a un pibe lo metieron en cana por escribir un tweet en contra del presidente[1]).

El programa de ajuste devino en un recorte de políticas sociales y derechos. El manejo discrecional de los planes sociales, llevó a que aumente la cantidad de planes otorgados durante el macrismo, producto de las políticas económicas que iban dejando el tendal en materia de empleo y desamparo. Ante eso, la discreción estuvo por encima de una política de generación de empleo genuina que permita construir dignidad en vez de pobreza.

Lo que deja como enseñanza otro período de políticas neoliberales, que nuevamente endeudaron y empobrecieron al pueblo argentino, es que es necesario desarticular el discurso de odio e individualismo imperante, y poder poner los intereses comunes por sobre los personales: buscar formas de diálogo y trabajo para que todas y todos los habitantes del suelo argentino podamos disfrutar su riqueza y potenciar los aprendizajes para que nos desarrollemos construyendo derechos y respetando nuestra tierra.


* Lic en Economía, integrante del colectivo "Economía a pata", Co-conductor de “Promocionando la Salud” (Radio Futura – FM 90.5), responsable de la sección Economía de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Trinchera.

Bibliografía:
[1] https://www.diarioregistrado.com/sociedad/el-chico-que-estuvo-preso-por-tuitear-contra-macri-conto-como-fue-todo_a59f87196469c062c48782102

La memoria, una trinchera de dignidad

La memoria, una trinchera de dignidad

TIEMPO DE LECTURA: 3 min.

POR NASIM IUSEF VENTURINI*

Finaliza un ciclo de otro gobierno neoliberal, que mintió descaradamente en la campaña presidencial del 2015 y desembarcó en el Estado para desguazarlo y quitar derechos, pudiendo afianzarse en base a la mentira y un discurso de odio hacia la otredad que preocupa.

Será un ejercicio necesario registrar bien que en estos años se generó una brutal transferencia de recursos de la población y del Estado al capital financiero más concentrado. Esto tiene consecuencias aterradoras para la población que sufre de la timba de unos pocos.

En el presupuesto nacional los derechos sociales dejaron de ser prioridad, para financiar un esquema de especulación financiera que fue la prioridad de la Alianza Cambiemos.

El Estado recortó en áreas sociales sensibles, como son educación, trabajo, vivienda y agua potable y alcantarillado, justificando el ajuste fiscal por la falta de ingresos u exceso de gasto, cuando en realidad la política económica desplegada desde el 11 de diciembre del 2015 es la que generó la crisis actual. Aumentando el peso de la deuda en el presupuesto nacional, sin un correlato en mejoras concretas para la sociedad.

La inflación interanual está por encima del 50%, la actividad industrial ya registra más de 19 meses de caída, el desempleo y la precariedad laboral son un problema en la cotidianeidad de les habitantes, la falta de insumos y medicamentos en los efectores públicos de salud, producto del ajuste, se lleva la vida de quienes dependen de dicha atención médica, y encima felicitaron a las fuerzas de seguridad cuando reprimieron a laburantes o los asesinaron por la espalda.

El cinismo es y será brutal; lograron que gran parte de la sociedad crea que el Estado no tiene que tener política y que supuestamente el mercado lo resuelve todo. Eso es una gran mentira. El desafío ahora será la posibilidad de construir políticas de Estado que estén atravesadas por las discusiones que transitamos como sociedad y que de una vez por toda podamos construir políticas soberanas para garantizar derechos y atender el descalabro social que provocaron los cuatro años de gestión de la Alianza Cambiemos.

El 5 de diciembre Abuelas y Madres de Plaza de Mayo dieron reconocimiento a otro nieto más en la larga lucha por la memoria, la verdad y la justicia.

En nuestras tierras sale el sol cada vez que recupera la identidad una persona, que en el contexto de la última dictadura cívico-eclesiástico-militar, fue apropiada por las fuerzas represivas y dada en adopción.

Esos días nos alegramos, sonreímos y nos duele recordar que esa dictadura, que se llevó la vida 30000 compañeres, se concretó para imponer un programa económico parecido al que implementó la gestión saliente, que tiene como funcionarios a varios parientes de los responsables de dicho genocidio e incluso de genocidios anteriores que sucedieron en nuestra Patagonia hace casi 100 años.

La falta de laburo, el hambre y la desesperación de muchos y muchas son producto de este tipo de políticas, y eso debemos grabarlo en nuestra memoria, para que no de nuevo, con espejitos de colores mediante, se impongan políticas de hambre y subordinación.


* Lic en Economía, integrante del colectivo "Economía a pata", Co-conductor de “Promocionando la Salud” (Radio Futura – FM 90.5), responsable de la sección Economía de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Trinchera. 
Sobre las contradicciones del imperio y la resistencia de nuestros pueblos

Sobre las contradicciones del imperio y la resistencia de nuestros pueblos

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Por Miranda Cerdá Campano*

Comenzábamos este año con el mayor bombardeo informativo sobre Venezuela, con la autroproclamación de Juan Guaidó, títere de Estados Unidos, la intensificación de la guerra económica y los sabotajes eléctricos contra las reservas de petróleo más grandes del mundo. Mientras tanto, los discursos hegemónicos alrededor de todos estos intentos golpistas, reproducían lo que Washington y el Grupo de Lima querían escuchar.

Sin embargo, terminamos el año y la revolución bolivariana sigue en pie, el Grupo de Lima comienza a deteriorarse después de los fallidos intentos de ahogar el proceso que inició Hugo Chávez, y hay una clara proposición de impugnar el intento de restauración neoconservadora, con características diferentes en cada región, pero con una constante, tanto en las rebeliones populares, como en las victorias electorales de fuerzas progresistas: el rechazo al modelo neoliberal.

A raíz de las movilizaciones populares que sacuden al país hace un mes, queda claro que en Chile, el país donde se dio un golpe de Estado a un presidente socialista para convertirlo en un laboratorio de experimento neoliberal (que después se perfeccionaría en los Estados Unidos de Ronald Reagan y en el Reino Unido de Margaret Tatcher, antes de ponerse en marcha a lo largo y ancho de América Latina), la rebelión no fue por los 30 pesos de más del pasaje de metro: fue por 30 años de neoliberalismo en una sociedad que todavía mantiene la Constitución de Pinochet.

Foto: publico.es

Ecuador también es un ejemplo más de la incapacidad del neoliberalismo para brindar estabilidad económica, política y social, al mismo tiempo que deja entrever que acudir al gran prestamista mundial implica, para un país que previamente fue transformado bajo principios de soberanía, un retroceso inmenso. A diferencia de otros momentos de mandatos neoliberales, la movilización del pueblo ecuatoriano a principios de octubre contra las recetas del FMI aplicadas por Lenín Moreno, expresó el descontento frente a la pérdida de los avances logrados durante el gobierno de Rafael Correa (bajo una fórmula de prioridad del trabajo por sobre el capital) y la resistencia al exterminio de las posibilidades de transformación que supieron abrirse.

Por otra parte, y aunque los grandes conglomerados de medios no lo muestren, en Honduras, el pueblo sigue movilizado contra un modelo de despojo que, después de diez años, obliga a decenas de miles de personas a huir del país. El golpe de Estado perpetrado contra el gobierno de Mel Zelaya en 2009 fue expresión del odio imperialista hacia la integración latinoamericana. Las razones eran evidentes: Zelaya era un terrateniente que había ganado las elecciones con el apoyo del Partido Liberal, y había dado un giro a la izquierda. Incluso, con el permiso del Parlamento, había incorporado Honduras primero a Petrocaribe, y después al ALBA.

Por último, es necesario hablar de la extrema pobreza en la que la senda neoliberal ha sumido a Haití, el primer país nuestroamericano en declarar su independencia en 1804 y el primero en sufrir un golpe de Estado exitoso durante este siglo. En un país bajo ocupación neocolonial, el pueblo sigue resistiendo en las calles contra la doctrina del shock. A comienzos de este año, tras la masiva movilización de febrero que paralizó Puerto Príncipe por 10 días, el entonces primer ministro Jean Henry Céant, reconoció que más del 80 por ciento de la población haitiana vive con menos de dos dólares diarios. esto se suma a que casi el 25 por ciento de lxs haitianxs padece de inseguridad alimentaria y casi el 70 por ciento no tiene empleo.

Sobre ninguno de estos cuatro países, a pesar de la represión gubernamental que deja cientos de personas heridas y asesinadas, la Organización de Estados Americanos ha pronunciado palabra alguna. La democracia y los derechos humanos parecen no importar demasiado si se satisfacen los deseos de Estados Unidos. La OEA, en cambio, cada vez que pudo, se pronunció contra los triunfos legítimos de gobiernos como el de Nicolás Maduro en Venezuela y el de Evo Morales en Bolivia.

¿Los yanquis quieren decir que nosotros desacatamos la OEA? Magnífico, que digan lo que nosotros decimos: que tienen a la OEA como un instrumento para impedir revoluciones en América”. Casi 60 años tiene la frase del Comandante Fidel Castro, vigente como nunca porque los deseos del imperio yanqui no han cambiado. Desde su creación la OEA ha sido instrumento de la penetración y el dominio imperialista en América Latina y no ha prestado un solo servicio a nuestros pueblos.

Foto: latercera.com

Las intenciones siguen siendo las de colonizar la región, las de oprimir a los pueblos de Nuestra América para que no haya más Cubas, ni Nicaraguas, ni Venezuelas. Han cambiado las retóricas y tiene que quedar claro que cada vez son más peligrosas. En el último tiempo pasamos del lawfare y los discursos de corrupción, a los discursos en torno a la democracia y las autoproclamaciones. El caso boliviano, en cambio, deja ver a la derecha con la cara bien lavada: la racista, la violenta, la que le duele en el ego que la gente pobre ascienda en una sociedad de clases por siempre desigual, la que no puede tolerar que se reconozca a pueblos indígenas y muchísimo menos que estos alcancen cúpulas de poder.

Atilio Borón señala que “por más que se administre de modo ejemplar la economía como lo hizo el gobierno de Evo, se garantice crecimiento, redistribución, flujo de inversiones y se mejoren todos los indicadores macro y microeconómicos, la derecha y el imperialismo jamás van a aceptar a un gobierno que no se ponga al servicio de sus intereses

La decisión del Supremo Tribunal de Brasil de cambiar la doctrina sobre la prisión preventiva no sólo abrió las puertas para la libertad del ex Presidente Lula da Silva, sino que también puso en crisis la operación continental de persecución contra dirigentes políticos, pergeñada durante los últimos cinco años para debilitar los liderazgos populares dentro de América Latina. Aunque algunas retóricas se desmoronen, estamos frente a un enemigo que no cesará en sus deseos de conquista y en su asedio imperialista.

Violeta Parra cantaba “que el león es un sanguinario en toda generación” y sí, el imperio no cambia: es incorregible y perverso; se enarbola en el discurso de la libertad, la democracia y los derechos humanos, al mismo tiempo que avanza en la consolidación de sus transnacionales para explotar nuestros recursos, saquea a nuestros pueblos, y reparte hambre mientras se llena los bolsillos. Cualesquiera sean las retóricas o personajes que lo representen, ni por un momento puede bajarse la guardia.

Las movilizaciones en Haití, Honduras, Ecuador y Chile, y la violencia impulsada en Bolivia por quienes no sólo pretenden desconocer el triunfo de Evo Morales, sino también socavar todas las conquistas políticas, sociales y económicas del Proceso de Cambio, son parte de una tensión geopolítica que escenifica la lucha por el control de una región que Washington se empecina en reclamar como propia. Otra vez, como en los dos siglos anteriores, aparece la imperecedera frase de Simón Bolivar: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la Libertad” y el futuro del continente vuelve a estar abierto.


*Periodista, columnista sobre Sudamérica del programa Marcha de Gigantes (Radio UNLP - AM 1390), redactora de Revista Trinchera y colaboradora de Agencia Timón
Luis “Polo” Lillo: “La única salida es que el pueblo se una e ir hacia una Asamblea Constituyente con nuestras propuestas y nuestros propios delegados”

Luis “Polo” Lillo: “La única salida es que el pueblo se una e ir hacia una Asamblea Constituyente con nuestras propuestas y nuestros propios delegados”

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Dialogamos con el comunicador popular e integrante de la señal audiovisual Señal 3 La Victoria de Chile, Luis “Polo” Lillo, sobre lo que está aconteciendo en el país trasandino ante la masiva movilización de ese pueblo y su pedido de renuncia al presidente Piñera.


¿Polo, Señal 3 es uno de los medios comunitarios más añejos del país verdad?

Señal 3 La Victoria tiene 21 años de existencia como canal comunitario, de manera autónoma e independiente, no recibe dinero del Estado ni de ONG´s. El otro día el Fondo Monetario Internacional –que desangra a los pueblos de América Latina- nos ofreció 500 mil euros. Sabemos que el FMI no regala nada. Nos querían “regalar” esa suma y dijimos que no porque ese organismo es quien desangra a los pueblos del continente, sobre todo a nuestros hermanos argentinos, así que dijimos que no.

También había mineras que nos querían financiar -era mucho dinero- y nuestro canal es antiimperialista y antifascista, por lo que también les dijimos que no. Igualmente tenemos muchos problemas para la compra de equipamiento y otros elementos pero primero está la dignidad de los pueblos y después el dinero. Hemos funcionado 21 años por la solidaridad del pueblo chileno, de chilenos en el extranjero y otra cantidad de compañeros por lo que no vendemos ni hipotecamos nuestra dignidad.

https://www.facebook.com/canal3lavictoria/

¿Qué papel crees que está cumpliendo en este momento donde los medios hegemónicos comunican sesgadamente lo que les conviene y no lo que realmente sería de interés al pueblo chileno?

Desde hace un tiempo atrás, cuando empezó esta situación, empezamos a mostrar la represión del Estado hacia los jóvenes, hacia los niños. Tenemos una entrevista con uno de ellos que fue flagelado y torturado por la policía. Es un joven que está estudiando medicina. Nos hicimos cargo de mostrar la realidad, porque una cosa es lo que dice el Estado en términos de números: 24 muertos, más de 200 jóvenes con la pérdida de su vista, mucha cantidad de mujeres torturadas y violadas, también niñas y niños. Entonces es darle rostro a esos números, eso es lo importante para nosotros.

Nuestras redes sociales se han visto mucho por eso. Estamos haciendo el trabajo que no están haciendo los grandes medios, porque estos te hablan todo el día de los disturbios, de desmanes; más que informar, desinforman. Eso sabemos que pasa en todos lados, como en Argentina con Clarín. Y hoy en día el rol de los medios comunitarios tanto en Chile como en otros países es fundamental.

El otro día Atilio Borón decía que el se ha podido informar a través de las televisiones y redes  comunitarias y de los medios alternativos. Hoy en día, cuando toda la derecha de este país y los grandes medios quieren tapar la verdad es fundamental el desarrollo y la visión de los medios comunitarios porque a nosotros no nos financia nadie y al suceder eso, no nos cooptamos por nadie y tenemos todo el derecho legítimo de decir lo que pensamo y de decir la verdad. Es lo mismo que pasa en Argentina con los medios comunitarios o sociales, donde si no fuera por ellos no se sabrían de muchas verdades que los gobiernos y la represión quieren tapar.


Hoy nos llegaba un documento que expresaba un supuesto acuerdo de los partidos políticos chilenos ¿Cuán real es ese documento? ¿Tiene algún grado de representación política en las inmensas movilizaciones que se ven a diario?

Efectivamente, el viernes a las 3 de la mañana, la clase política entre gallos y medias noches (que es un dicho que se dice en Chile cuando se hacen las cosas ocultas), salen con una Convención Constituyente. Los sectores más ultraderechistas de este país no quisieron poner Asamblea Constituyente, porque no querían que se parezca a Venezuela o a Bolivia y sus Asambleas Constituyentes.

Hubo un acuerdo de la derecha, sectores de la nueva mayoría, el Partido Comunista se retiró, mucha gente del Frente Amplio tampoco firmó este acuerdo, al igual que personas individuales como Giorgio Jackson y Gabriel Boric -que se supone que eran jóvenes progresistas- y que en estos momentos están cooptados por el capital y por George Soros que financia sus campañas políticas.

Hay una Convención Constituyente pero el pueblo en estos momentos está en la calle. Hoy Plaza Italia estaba rodeada rodeada por la policía y no querían que la gente se manifestara, ahí es donde está la represión y la gente manifestándose.

Ayer en la población de La Victoria estuvimos hasta tarde en las manifestaciones en los sectores populares había muchas barricadas, mucha gente en la calle -incluso más que al principio- y eso quiere decir que la gente no está de acuerdo con este acuerdo entre cuatro paredes. Acá le llaman “la cocina”. Había un senador -Andrés Zldívar- que todo lo que se hacía en términos políticos se hacía en su casa y cuando él estaba cocinando, de ahí “la cocina” a todos estos acuerdos espurios que hacen estos políticos que no están a la altura de lo que hoy en día el pueblo necesita.

¿Cómo recibieron la noticia del Golpe de Estado en Bolivia? ¿Qué repercusiones tuvo en Chile?

Para nosotros fue un chazchazo en la cara. Mucha gente, sobre todo en los sectores populares hasta lloró con la noticia. Estuvimos viendo en directo por TeleSur todo lo que estaba pasando, un medio hermano en términos latinoamericanista e internacionalista.

Para nosotros es un desastre en términos de los Golpes de Estado. Se lo dieron a Lula, a Dilma, le querían hacer lo mismo a Cristina en Argentina. Hoy se lo dieron a Evo y hay que prepararse porque ya los Golpes de Estado no son como eran antes (con los militares en las calles). De hecho se dice que a Piñera los militares no lo apoyaron y por eso es que tuvo que seder en varias cosas porque él quería sacar -nuevamente- a los militares a las calles y éstos no quisieron porque querían que se cerraran los campos donde están los milicos en hoteles 5 estrellas donde están cumpliendo cárcel, que los dejaran libres y que echaran a los comunistas de Chile, y si ellos salían a las calles querían salir con balas y no con balas de goma. Para eso Piñera tenía que dar el chipe libre y como les dijo que no, ellos le quitaron el peso.

Es lo que está pasando hoy en día en Latinoamérica y Centro América con los golpes blandos que se van incorporando a medida que va pasando el tiempo. Antes eran golpes con los militares en las calles, hoy es a través de los congresos o a través de los tribunales de justicia.

Los sectores populares nos lamentábamos mucho lo que le pasa al compañero Evo Morales y esperamos que vuelva. Todo 12 tiene un 13. Esperamos que no sea tarde.


Cuando desde Argentina miramos lo que sucede en Chile no vemos que alguien esté interpelando a esas masas, masas que está discutiendo un modelo de país instalado hace más de 30 años ¿Qué salida política tiene este conflicto?

Lo que los medios no muestran es que cuando empezó esto, la gente se empezó a junta y a hacer asambleas populares y a discutir, conocernos y reconocernos, a juntarnos y a tratar de no separarnos más. Esto es fundamental para poder crear una política de acuerdo pero con y desde el pueblo.

Lo que le planteamos a algunas personas del Frente Amplio era que en adelante el pueblo va a tomar las decisiones y las decisiones son: primero, hacer política; segundo, crear nuestras propias propuestas; y tercero, cuando vengan las próximas elecciones elegir nuestros propios candidatos desde la base social. Alguien llegó y dijo “pero eso es comunismo, eso se hace en Cuba” y le dijimos “mira, no sé si se hace o no en Cuba, pero lo que queremos es que el pueblo elija sus delegados directamente; que venga la política hecha desde la base social hacia arriba” y no les gustó lo que les estábamos planteando.

A uno de los primeros encuentros que tuvimos llegaron más de 100 dirigentes sociales y pobladores, que es mucho para gente que hace decenas de años que no se había juntado y hoy en día nos estamos juntando. Ayer había entre 500 y mil personas en la calle donde estábamos. Era mucha gente en términos de la cantidad de años que habían pasado.

La única salida a esto es que el congreso no representa a nadie, esta política entre cuatro paredes no representa a nadie y la única salida que nos queda es estar en la calle, estar manifestándonos y avanzar con el paro nacional y la huelga general para que el día de mañana renuncie Piñera y se pueda llamar a una Asamblea Constituyente ahora. Elegir a nuestros candidatos constituyentes y que esto se resuelva. Tenían que haber llamado a una votación en diciembre para ver si la gente quiere o no una Asamblea Constituyente. La postergaron para marzo del próximo año y de ahí a octubre para la elección de los candidatos. Quieren darle todo el tiempo a este presidente que ha asesinado, que tiene sus manos manchadas con sangre, que ha estado a cargo de toda la policía política, que son personas que andan en auto de civil llevándose presos a jóvenes y niños.

La única salida que nos queda para esto es que el pueblo se una, hacer nuestra propia política, ir hacia una Asamblea Constituyente con nuestras propuestas y elegir nuestros propios delegados y no como lo que están planteando que están pidiendo que haya una Convención con 40% de congresistas, 40% de pueblo y un 20% de técnicos. No estamos de acuerdo con eso. El 100% de la Asamblea Constituyente tiene que estar basada en el pueblo.

“El colectivo masculino está anclado en un modo de ser varón que le cuesta mucho poder ponerlo en crisis”

“El colectivo masculino está anclado en un modo de ser varón que le cuesta mucho poder ponerlo en crisis”

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Floren Luengo*

¿Cuánto se preguntan las masculinidades? ¿Cuándo y por qué comienzan a estudiarse? ¿Qué implica que los varones comiencen a visibilizar las violencias que cargan en sus cuerpos y que reproducen? En diálogo con Néstor Artiñano, se descubren algunas luces en las sombras del patriarcado.


Néstor Artiñano, Decano de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP

Cuando una le pregunta a Néstor[1] por qué estudia las masculinidades, éste se retrotrae a la época neoliberal de los 90’, momento en que comienza a investigar el impacto de aquellas políticas en las juventudes. A raíz de ello, comienza a dar cuenta que aparecen cuestiones muy diferentes entre hombres y mujeres. “A los pibes varones, por ejemplo, les preguntaba ¿Cómo te imaginas el futuro? el 100% se imaginaba en el barrio, y las mujeres el 100% afuera del barrio. Los pibes estaban en las esquinas, jugando al fútbol, tomando alguna cervecita; las pibas en cambio estaban trabajando en su casa y  en la escuela. Ya había algo que diferenciaba a unos de otras. Los estudios sobre mujeres eran más habituales, y lo que me interesaba saber era qué pasa con los varones. Éstos últimos me parecían que eran los menos estudiados”.

Entre los datos que brinda el Decano de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP, argumenta que “Si uno ve las últimas estadísticas vitales del Ministerio de Salud de la Nación (lo que era, ahora es Secretaría) correspondiente al 2017 son interesantes para analizar desde la perspectiva de género: los varones nos matamos entre nosotros. Por ejemplo, las mujeres sufren casi 300 muertes por agresiones hacia ellas, y entre los varones la suma es de prácticamente 5 veces más. Nosotros como colectivo masculino tenemos que rever nuestra masculinidad. Porque los varones, además de cometer feminicidios, nos matamos a nosotros mismos. Y el conflicto que no se logra visibilizar está dentro del colectivo masculino.” 

Al preguntarle por qué es un área de vacancia el estudio de las masculinidades, Néstor afirma que es propio de las invisibilizaciones del patriarcado, se ha naturalizado el lugar público del varón y su jerarquía.

En relación a la naturalización de los roles que estipula el patriarcado como sistema social, éste no puede pensarse fuera del sistema capitalista. En este sentido, el lugar de “privilegio” y “beneficio” que creen tener los hombres, es por demás cuestionable. “Muchas veces se habla del beneficio de los hombres en el sistema capitalista, pero al volver nuevamente a las estadísticas damos cuenta que los varones vivimos 8 años menos que las mujeres, que nos suicidamos más, que nos matamos, que nos deprimimos porque no podemos pedir ayuda. Son “beneficios” en la medida que se hace a un costo alto el poder ser el jefe de la familia, el que más trabaje, el que lleve dinero a su familia. Los valores podrían ser otros, sino se posicionara en ese lugar de competencia permanente se podría estar mucho más aliviado.

Neoliberalismo y ser varón.

En su investigación titulada “Masculinidades incomodas”, Néstor estima que “Es muy sintomático cómo la locura, el consumo de drogas y alcohol va de la mano de la desocupación. La forma de ser varón tradicional hegemónica, al quedarse sin trabajo, difícilmente pueda adecuarse a contextos neoliberales. Las salidas son el abandono a la familia, o la violencia porque no soporta el lugar en el que ha quedado. El consumo de alcohol, drogas, violencia, el suicidio, etc., se prioriza antes que ocupar tareas que social y subjetivamente son de las mujeres ¿por qué? Porque desde la perspectiva hegemónica lo femenino es algo que contamina, indeseado, porque lo masculino es lo positivo y lo femenino lo negativo”, dice.

Sucede que el colectivo masculino está anclado en un modo de ser varón que le cuesta mucho poder ponerlo en crisis, reflexionarlo, generar nuevas prácticas. “Por eso es que tenemos que aprender de las mujeres, en eso de organizarnos, discutir, avanzar”.

Deconstrucción de las masculinidades

Para quien investiga masculinidades, urge la necesidad de que existan políticas públicas que tomen los aportes de los estudios de género y masculinidades. En muchos lugares el género sigue siendo sinónimo de mujer, y el resto queda por fuera, como si en la realidad no estuviésemos en relación hombres y mujeres cotidianamente. 

 “Creo que con dispositivos, talleres, encuentros, es posible de ver cómo la vida de una persona se enmarca en un proceso político social histórico, y verlo en perspectiva histórica da la posibilidad de dar cuenta de los entramados del patriarcado como sistema”. El desafío, agrega Néstor, tiene que ver con las políticas sociales para que las instituciones puedan tener herramientas que estén a la altura de estos desafíos.

Los hombres universitarios ¿se sienten interpelados?

Frente a la pregunta, el investigador sobre masculinidades dice algo que las mujeres en nuestras reuniones venimos percibiendo: algunos varones no quieren quedar en offside.  “No saben cómo manejarse frente al avance del colectivo femenino. Y esta bueno porque eso los lleva a poder pensarse, lo ideal sería que se piensen colectivamente. Que se hagan talleres, grupos de varones que den cuenta que sufren esa forma de ser, no saben cómo moverse, se le exigen determinadas cosas que no están en condiciones de dar, entonces aparecen como desorientados”. Y continúa, “Lo interesante es mostrar los límites frente a, por ejemplo, un mensaje en un grupo de fútbol de Whats App, frente a las exigencias de madres, padres y demás, porque si no puede llegar a ser una “careteada” permanente que lógicamente termina haciendo mal”.

Algunas personas podrán pensar que con la intensidad de los feminismos se ha llegado a trastocar estructuras de las propias masculinidades, otras dirán que los varones quieren ser protagonistas de este momento histórico y no quieren quedar por fuera. Sea cual fuera el por qué, lo interesante es que algunos varones han comenzado a desarmar el camino que el sistema capitalista tiene construido para ellos por el sólo hecho de ser varón. Las preguntas ya están en el aire, las estructuras tiemblan y es el momento en que vos, hombre hecho y derecho comiences a retorcerte de preguntas y enfrentarte a ese “gran varón” que el sistema espera de vos.

* Periodista, conductora del programa La Marea (Radio Futura – FM 90.5), responsable de la sección Feminismos de Revista Trinchera, editora del portal Luchelatinoamérica y colaboradora de Agencia Timón.

[1] Néstor Artiñano, Decano de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP

Bibliografía:
– Masculinidades incómodas: jóvenes, género y pobreza en el inicio del siglo XXI. – 1ª ed. – La Plata: Universidad Nacional de La Plata, 2012. E-Book.
-Masculinidades trágicas.  Trayectorias de vida de hombres detenidos que han ejercido violencia y abuso sexual en el ámbito familiar. La Plata, 2016.

¿Termina la corta noche neoliberal en Nuestra América?

¿Termina la corta noche neoliberal en Nuestra América?

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

En Nuestra América estamos viviendo tiempos complejos que indudablemente requieren un análisis lo más exhaustivo posible ¿Qué tienen en común los levantamientos populares en Perú, Haití, Honduras, Ecuador y Chile? ¿Qué vinculación tienen estos hechos con lo que pasa en Bolivia y Venezuela? ¿De qué forma puede repercutir el proceso electoral argentino en este contexto?

Más allá de la innumerable cantidad de veces que se enfatizó en que Nuestra América es un territorio que hoy se encuentra en disputa dentro del gran enfrentamiento a escala global, resulta necesario desandar esta afirmación y adentrarse en algunos hechos que ejemplifican de manera cabal cómo esa disputa repercute en la vida cotidiana de los pueblos del continente.

Haití

Desde mediados de septiembre el país más poblado de las Antillas se encuentra prácticamente paralizado. Las distintas movilizaciones -hoy capitalizadas por el Foro Patriótico- han contado con la participación de casi 5 millones de haitianos que exigen la “renuncia del presidente Javenel Moïse, la resolución de las crisis económica y energética y la no injerencia externa[1].

Las multitudinarias manifestaciones, son prácticamente invisibilizadas por la prensa occidental, son la consecución del proceso de lucha que inició en 2018 cuando el presidente intentó aumentar el precio del combustible por recomendación del FMI. Un paso más en la inmensa cantidad de políticas neoliberales que se vienen implementando en el país desde principio de los años 80. Como resultado los números altamente preocupantes en los indicadores sociales de miseria, desocupación, desigualdad o inseguridad alimentaria.

Un país con distintos gobiernos títeres de los EEUU[2] (con la complicidad de Canadá, Francia, la OEA y la ONU) que subsumieron al país en la miseria, y un pueblo que nuevamente se levanta contra la opresión. Pero en la prensa hegemónica no se habla de los más de 20 muertos a manos de la represión policial o de las estructuras paramilitares que asesinan a quienes están luchando contra el ajuste.

La desgracia de los haitianos es haber nacido en un país ubicado en una de las regiones del mundo más importantes en términos geopolíticos: por la región Caribe pasa millones de dólares en comercio, está dentro del territorio que los EEUU consideran el “Mare Nostrum”, además de ser vecina de las dos de las naciones que hoy son blanco de agresiones imperiales: Cuba y Venezuela.

Honduras

El país tiene el tristemente célebre lugar de haber iniciado la sucesión de Golpes de Estado “Blandos” cuando en 2009 las oligarquías en complicidad con el imperio sacaron de juego a Mel Zelaya. En 2017 el fraude electoral quitó la posibilidad de la vuelta del ex mandatario cuando Juan Orlando Hernández se robó las elecciones presidenciales, generando alto descontento en la población, utilizando la represión como respuesta, con un saldo de más de 30 muertos[3].

El gobierno ilegítimo y fraudulento de Hernández, respaldado por los EEUU, se encargó de profundizar lo hecho por su antecesor Porfirio Lobo. Ambos implementaron las recomendaciones del FMI que buscan acomodar las finanzas públicas privatizando empresas estatales, la salud y la educación, reduciendo la participación del Estado, aplicando una reforma laboral, entre muchas otras medidas[4].

Esta nueva ola de protesta tiene que ver con las políticas implementadas y con el fraude electoral, pero tienen su detonante en la reciente condena por narcotráfico -en tribunales norteamericanos- del hermano del presidente ilegítimo, Tony Hernández[5].

Perú

El sistema político Peruano parece cada vez más deteriorado. Un descontento muy grande con el parlamento (con mayoría de la alianza Fujimorista y Aprista), un Vizcarra que llegó a la presidencia de la mano de Pedro Pablo Kuczynski, quien tuvo que renunciar por el escándalo de Odebrecht.

Un país con los últimos cinco presidentes presos, todos investigados por corrupción; un sector empresarial nucleado en la CONFIEP que presionan al gobierno para sacar aún más ganancias y un pueblo arto de la explotación a la que son sometidos.

En el caso peruano, los enfrentamientos se dieron producto de la iniciativa para aprobar el proyecto minero Tía María en la región de Puno. Los levantamientos populares también fueron reprimidos en diferentes momentos y bajo distintos gobiernos, con el agravante que los gobernadores progresistas que se oponen a este modelo de saqueo son perseguidos por el poder judicial y mediático como en el caso de Walter Aduviri y Vladimir Cerrón.

Ecuador

El acuerdo entre el FMI[6] y el gobierno de Lenin Moreno fue la chispa que generó la revuelta popular que vimos hace algunas semanas. Aunque con algo más de cobertura mediática que las anteriores, las situaciones que originan el descontento no distan mucho de las anteriores.

El “paquetazo” que intentó implementar el Moreno, que entre otras cosas elevaba considerablemente los precios de los combustibles, generó rápidamente que los diferentes sectores populares se movilizaran exigiendo que se retrotraigan las medidas. Además exigían que el acuerdo con el Fondo sea derogado.

Les ecuatorianes llegan a esta situación envueltos nuevamente en la implementación de políticas neoliberales, en este caso de la mano de quien traicionó los lineamientos de Alianza País y la Revolución Ciudadana que encabezó por más de una década Rafael Correa. Y si bien Moreno dio marcha atrás y se llegó a una mesa de negociación con la CONAI[7] (organización que nuclea a las comunidades indígenas) y con otras expresiones populares, el devenir es incierto.

Chile

Durante más de 3 décadas, el país trasandino fue catalogado por las derechas continentales como el ejemplo a seguir. Con políticas neoliberales imbricadas en Estado y una constitución que data de la dictadura de Pinochet, el espejismo de la “Suiza” del continente se rompió en mil pedazos[8].

La chispa que dio inicio al descontento popular y las multitudinarias movilizaciones fue el aumento del Metro de Santiago, pero ello fue la gota que rebalsó el vaso. La desigualdad, el endeudamiento de las familias, los impagables costos de la salud y la educación son sólo algunas de las situaciones acumuladas en el descontento popular que detonaron la ira y el enfrentamiento con un régimen que respondió con represión, dejando un tendal de muertos. Las cifras más conservadoras hablan de cerca de 20 víctimas fatales, mientras otras fuentes afirman que la cifra es de más del doble.

Cabe destacar que también se habla de desapariciones, de miles de herides y detenides, y  cientos de denuncias de maltratos, torturas y violaciones. Una situación que luego de una semana parece no tener resolución posible, dado que el gobierno de Piñera no tiene con quien sentarse a negociar, nadie conduce el conflicto.

Bolivia

Si bien la situación es absolutamente la contraria, la tergiversación mediática del proceso de recuento de votos, dio argumentos al candidato opositor, Carlos Mesa, a desconocer los resultados y a llamar a la rebeldía a sus seguidores.

El gobierno de Evo Morales necesitaba sacar una diferencia del 10% respecto de Mesa para consagrarse en primera vuelta y renovar la presidencia por 4ta vez consecutiva. El show montado y la complicidad del -en palabras de Fidel- “ministerio de colonias” conocido como OEA, permitieron sembrar la duda sobre la transparencia del escrutiño.

Para tener una idea del rol que está ocupando esta organización neocolonial del imperio, en lo que va de octubre, no sacó absolutamente ningún comunicado de prensa sobre Haití, nada dijo de Honduras ni de Chile, pero sí defendió a Lenín Moreno, si se posicionó sobre Nicaragua, si catalogó a Cuba y Venezuela como dictaduras y sacó 7 comunicados por lo ocurrido en Bolivia.

Lo descarado terminó de suceder cuando el organismo pidió que más allá del resultado definitivo, el gobierno llame a una segunda vuelta. Según el analista Aram Aharonian, “la desestabilización e intento de golpe de Estado que la derecha vernácula, con el apoyo estadounidense y de la OEA, se está desarrollando en Bolivia a pocos días de la primera vuelta electoral en los dos países del Río de la Plata y trata de incidir en el miedo a situaciones similares que alimentan las derechas en ambas naciones.[9].

A modo de síntesis, se puede señalar que la derecha de la región está en franco retroceso. Un modelo neoliberal que comienza a agotarse y el hartazgo popular que empieza a vislumbrar con masivas movilizaciones callejeras. Por otro lado, la derecha cipaya pro-yanqui que realiza desesperados esfuerzos por controlar la situación, que apunta a la represión como fórmula fallida (al menos hasta ahora) y aplica concesiones menores para intentar apaciguar el descontento[10].

El vicepresidente boliviano Álvaro García Linera señaló en reiteradas oportunidades que los procesos revolucionarios se dan por oleadas. También sostuvo que lo que veríamos sería una pequeña noche de verano neoliberal, pero que se agotaría muy rápidamente. Nuestra América parece estar viviendo ese resurgir popular que dice basta a la opresión, al neocolonialismo, a los gobiernos que los desprecian. El compañero y Dr de Estado en Economía, Jorge Beinstein resaltaba permanentemente que “cuando un imperio está en retroceso, en descomposición, es cuando más bestial se vuelve”.

Los pueblos del continente tendrán el inmenso desafío de romper definitivamente con un modelo civilizatorio (la modernidad) que contiene no sólo al capitalismo como sistema económico de dominación, sino que se ancla en el colonialismo, en el racismo y en el patriarcado. El desafío entonces es re prensarse desde los saberes acumulados por los pueblos de Nuestra América, para la gesta del buen vivir de los pueblos y por la construcción de un modelo civilizatorio más libre, justo y soberano, sin explotados ni explotadores, sin oprimidos y opresores.

La gran pregunta es si lo que se está viviendo es o no el fin de la corta noche neoliberal en Nuestra América.


* Periodista, conductor de Marcha de Gigantes (Radio UNLP - AM 1390), productor de Columna Vertebral (Radio Estación Sur - FM 91.7), columnista La Marea (Radio Futura – FM 90.5) y Mirada Crítica (Realpolitik), responsable de la sección Sindical de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Bibliografía:
[1] https://www.alainet.org/es/articulo/202878
[2] https://www.alainet.org/es/articulo/202708
[3] https://revistatrinchera.com/2019/06/29/honduras-insurgente/
[4] https://www.alainet.org/es/articulo/202619
[5] https://www.telesurtv.net/news/represion-violencia-protestas-presidente-20191025-0003.html
[6] https://www.alainet.org/es/articulo/202819
[7] https://www.alainet.org/es/articulo/202774
[8] https://revistatrinchera.com/2019/10/23/protestas-en-chile-un-gobierno-ciego-sordo-inepto-e-incompetente/
[9] http://estrategia.la/2019/10/24/eu-y-la-oea-apuestan-a-desestabilizar-la-region-pero-se-encuentran-con-la-resistencia-popular/
[10] http://reddigital.cl/2019/10/08/derecha-latinoamericana/

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