Último debate presidencial: groseras diferencias de preparación

Último debate presidencial: groseras diferencias de preparación

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Definitivamente, uno de los dos candidatos no está preparado para dirigir un Estado. Javier Milei desconoce engranajes fundamentales de nuestro sistema democrático, y ello quedó expuesto a través de la estrategia de Sergio Massa.

Este domingo 12 de noviembre se realizó en la Facultad de Derecho de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el último debate presidencial, previo a la elección balotaje que sucederá este próximo domingo 19 de noviembre, en donde los candidatos Sergio Massa, de Unión por la Patria, y Javier Milei, de La Libertad Avanza, disputarán voto a voto el puesto de Jefe de Estado.

Los ejes elegidos para esta última instancia fueron Economía, Relaciones de Argentina con el mundo, Educación y Salud, Producción y Trabajo, Seguridad, y Derechos Humanos y Convivencia Democrática, abordados en ese orden. A grandes rasgos, se pudo interpretar al candidato de UxP dirigiendo los hilos de los sucesos dentro del debate, tanto en el cálculo del tiempo como en la cantidad de preguntas realizadas a su contrincante que cayó ante esta lógica en los primeros dos ejes, para luego corregir levemente la postura. No obstante, durante el desarrollo de los siguientes ejes, Javier Milei cometió algunos errores que, ante ojos de propios y de extraños lo dejaron como un “novato” en la política, mientras que Massa conservó su imagen “presidencial”. Si bien algunos analistas coinciden en que la estrategia del ministro de Economía habría sido “sacar de eje” a Javier Milei, y mostrarlo como “un loquito”, y aseveran que no lo logró, no habría que descartar que tal vez las expectativas no fueron tan altas, entendiendo que hoy, Milei está “sobrecoacheado” por sus nuevos socios.

En el entendimiento de que Javier Milei reprimiría sus accionares efusivos, o de “pasión” como él mismo describió ayer, con solo arrimar algunas bochas al eje de los conocimientos que un Jefe de Estado debe tener, al ministro Massa ya le alcanzaba para cumplir la premisa de desnudar la inexperiencia del libertario. Esto se vio puntualmente a la hora de hablar de comercio exterior, cuando, en una ignorancia total de cómo deber responder un Estado ante el mercado internacional, el candidato de LLA dijo que dejaría todo en manos del privado. Sin embargo, la propia Organización Mundial del Comercio y los países centrales exigen que el Estado regule las importaciones y exportaciones. Este trajín llegó a colación de una de las arrinconadas más certeras de Massa en el ring: romper relaciones con los dos socios bilaterales más grandes de Argentina, Brasil y China. A partir de esto se desarrolló otra lógica predominante: el libertario se desdijo en más de la mitad de las propuestas que realizó durante toda su carrera pública, entre ellas romper relaciones con éstos por pertenecer al bloque BRICS de comportamientos “comunistas”, según sus propias palabras.

Tal vez fue el primer bloque, Economía, donde sorprendió que el libertario no arrinconara a Massa con los datos de la significante inflación interanual del 140%, u otras conclusiones que el liberal pueda sacar a partir de esto. Apenas repitió algunas veces que Massa, junto al “kirchnerismo”, fracasó y metió también en esa bolsa a Macri, con quien se especula que tuvo entredichos previo a la gala debido a que ningún dirigente -ni el propio líder- lo acompañó. Sin ninguna fuente oficial, se divulgó que este escenario se habría producido debido a un presupuesto que el líder del PRO no entregó para los últimos días de campaña, pero solo son rumores que acompañan el extraño clima que rodeó ayer al libertario.

Lo cierto es que, no solo el englobe de 20 años de kirchnerismo es un término falso y reduccionista, sino que incluso, si se quisiesen analizar los 12 años de lo que estos dirigentes llaman kirchnerismo, nos encontraremos con diez años (03-13) de inflación anual del 10%, reducción de la pobreza desde el 66% (2001) a un 25/30%, y crecimiento del poder adquisitivo reflejado en un salario mínimo que en 2015 era de por lo menos 600 dólares (el más alto de Latinoamérica). En contraposición con ello, Javier MIlei respaldó su dolarización con el dato de que, durante la lógica de 1 dólar=1 peso del gobierno de Carlos Saúl Menem, el salario mínimo era de 1800 dólares, pero en realidad este era de 200 pesos, es decir, que bajo esa cuenta de 1 a 1, era de 200 dólares.

En regreso de lo que respectó al eje económico, no solo Milei no tomó el centro del ring, si no que lo hizo su adversario con golpes duros bajo un pedido de “por si o por no” en referencia a si dolarizaría, si cerraría el Banco Central, y si recortaría los 15 puntos que detalló en su plataforma electoral. Las mismas preguntas se le hicieron sobre Salud y Educación, y sobre el sistema jubilatorio de AFJP (Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones), todos ítems donde el libertario afirmó que dejaría a merced del privado, pero que tuvo que redireccionar a partir del pacto con Macri y Patricia Bullrich. “¿A cual Javier Milei le creemos, al que miente hoy o al que mintió durante toda la campaña?”, sintetizó Massa sobre los desdichos de su adversario.

Otra perla para resaltar, sin duda alguna, fue durante el eje de Relaciones Exteriores, cuando ante una nueva exposición de Massa sobre la idolatría de Milei por la ex primera ministra inglesa, Margaret Tatcher, (quien dirigió militarmente al país pirata en la guerra de Malvinas), éste último realizó una insólita comparación con un partido de fútbol, y habló de la guerra como algo que “tocó”, para más adelante referirse a la situación sanitaria del COVID 19 y el ASPO como “crímenes de lesa humanidad”. Además, durante las comparaciones futboleras trastabilló y nombró al holandés Johan Cruyff en un partido entre Alemania y Argentina. De aquí Milei salió muy mal herido: mostró su claro cipayismo, cayó en comparaciones absurdas y mostró su vara de moral, en la que la desaparición, tortura y exterminio de 30 mil personas fue un “exceso”, la guerra de Malvinas no fue una decisión, si no algo que “tocó”, y la cuarentena realizada en todo el mundo fue un “crimen de lesa humanidad” en la Argentina.

Pero la controversia más grande aún estaba por llegar: durante el eje de Producción y Trabajo, Javier Milei negó la brecha salarial entre hombres y mujeres; protagonizó dos exposiciones cuando el tigrense le remarcó las denuncias que posee por plagio y que su narrativa fue propuesta por Macri (con risas de por medio); volvió a pecar de ignorante al hablar del mercado privado en exportaciones; no supo explicar que es el GDE (Gestión Documental Electrónica); y negó la eliminación de los derechos laborales, lo cual se encuentra en su plataforma, cuando propone “eliminar el artículo 14 bis” que representa las indemnizaciones, cantidad de horas máximas de trabajo, aguinaldo y demás derechos laborales.

Por último, los ejes de Seguridad y Derechos Humanos se tornaron en descenso en cuanto a las polémicas, estrategias y energía de los candidatos. En seguridad solo se resalta el preocupante ataque de Javier Milei a la titular de AYSA, Malena Galmarini, a quien refirió como “tu mujer” hablándole a Massa, cuando, luego de elogiarlo por el trabajo realizado en Tigre, aseguró que si perdió las elecciones municipales fue por la mala performance de Galmarini. Afuera de ello, coincidencias en una mano “recta”. En cuanto a Derechos Humanos, Sergio Massa aprovechó para reiterar la necesidad de la memoria viva ante la última dictadura cívico eclesiástica militar, y en contraposición de las posturas de la compañera de fórmula del libertario, Victoria Villarruel, y traspoló también la necesidad de regular la actividad que daña al ambiente, ya que su rival desconoció en varias oportunidades los daños ambientales de la industria e incluso, el cambio climático.

Por su parte, Milei tuvo el descaro de nombrar supuestos paros hechos por organizaciones sociales a Raúl Alfonsín, luego de pasearse por distintos canales insultándolo. Ante ello, Massa reiteró su capacidad de diálogo, le preguntó por el trato que le dio en la Cámara de Diputados, y mencionó nuevamente su intención de un gobierno de unidad nacional.

En síntesis, el escenario post debate arrojó un consenso: Javier Milei no demuestra estar a la altura intelectual ni empírica de cumplir el rol de Jefe de Estado, ya que desconoce groseramente el funcionamiento de varios engranajes del sistema. En este punto coincidieron varios de los analistas, incluso en la Nación +, canal de fuerte impronta anti PJ. A primera hora de la mañana además, el excéntrico Milei regaló una nueva perla, y le comentó al periodista Eduardo Feinmann que cuando él hablaba “se escuchaban toses” intencionadas a interrumpirlo.

Acá hay gato encerrado

Acá hay gato encerrado

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Mauricio Macri apareció en la escena política en tiempo de descuento y con el apuro que la coyuntura empuja, forzó un abrazo entre el león y el pato. Volaron en mil pedazos algunos sectores del PRO, mientras que en Juntos por el Cambio apuestan a seguir su camino de oposición.

Finalmente sucedió. La runfla que mas hurga en los recovecos del poder se “organizó”, un poco a contra reloj, y con algunas incoherencias espaciotemporales entre dichos y desdichos en lapsos de 48 horas. Parece que más que un “gatito mimoso del poder” (como la ex candidata presidencial, Myriam Bregman, llamó al candidato Javier Milei), se trata de un león mimoso que resguardaba un gato adentro. Distintos analistas, y varios de los heridos en medio de esta explosión dentro de Juntos por el Cambio, coinciden en que esta fue desde el inicio de las campañas electorales la apuesta del ex presidente de la Nación, Mauricio Macri.

Dentro de este 2023 sucedieron muchos escenarios, pero nunca el de ver al líder del PRO interviniendo en el proceso electoral cambiemita. Apenas sí un liviano posicionamiento hacia la interna en favor de Patricia Bullrich, a quien ayer terminó de arrodillar. Sin embargo, más rápido que ligero, ayer la piedra de Tandil resolvió rápidamente dos de las acciones en las que es experto: negociar poder y romper espacios. Repasemos los acontecimientos de este martes 25 de octubre que marcará sin dudas el año electoral.

A la espera de reuniones claves como la del bloque del PRO, o la Unión Cívica Radical en su sede de ciudad de Buenos Aires, tanto la UCR del norte grande como otros radicales ya se habían manifestado durante la jornada del lunes en contra de apoyar la candidatura de Javier Milei de La Libertad Avanza (LLA) en el balotaje, y muchos de estos habían confirmado que sí lo harían con Sergio Massa, de Unión Por la Patria (UxP).

“Decidimos que no vamos a aceptar ninguna directiva de ningún órgano partidario a niveles provinciales o nacional que tenga la osadía de acompañar en las elecciones del 19 de noviembre a quien en reiteradas oportunidades no tan solo despotricó y se burló de los gobiernos radicales”, comenzó el comunicado conjunto de prensa de lo que el bloque del norte grande calificó como un “Acuerdo multisectorial”. Además, enfatizó que Milei no hizo más que “denotar al padre de la democracia que enaltece la historia Argentina, Dr. Raul Alfonsin”.  Los movimientos firmantes de este acuerdo son el Movimiento Nacional Alfonsinista; PTR; OTR; Línea Alfonsinista; Movimiento de Unidad y Cambio; Frente Cambia Jujuy; Movimiento Nacional Alfonsinista Catamarca y 0TR Santiago del Estero.

Esta sería la primera definición tomada en conjunto, a la espera de la del PRO, que había anunciado una conferencia de Patricia Bullrich para el martes a las 12 horas. Momentos previos, durante esa mañana, ya corrían fuertes rumores de una reunión sucedida la noche anterior entre Bullrich, Milei y Macri, y con ella la seria posibilidad de que el libertario cuente con el apoyo de los otros dos provocando la ruptura de Juntos Por el Cambio. Por el otro lado, voces radicales como la de la propia vice presidenta del partido rojo y blanco, María Luisa Storani, y su hermano, Federico Storani, se habían sumado al apoyo de la UCR del norte grande a Sergio Massa. También, el ex senador Ernesto Sáenz, al igual que el Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, aseveraron que no apoyarían a Javier Milei.

Con toda esta base como escenario previo a la explosión, se confirmó al mediodía del martes lo que se esperaba: Patricia Bullrich, junto a su compañero de fórmula, Luis Petri, aseguró en conferencia de prensa que apoyaría a Javier Milei para “terminar con el kirchnerismo” y confirmó que había existido la reunión entre ambos donde se “pidieron disculpas”. Los retazos de destrucción volaron inmediatamente por todo el amplio espectro político nacional. Horas más tarde, finalizada la reunión de la Unión Cívica Radical, brindaron una conferencia de prensa de posicionamiento frente a lo sucedido el gobernador Gerardo Morales y el senador Martín Lousteau, en donde se pudo entrever un alto nivel de enojo en ambos, como expresión misma de la UCR. A grandes rasgos, coincidieron en que “el deseo de Macri siempre fue romper con la UCR e irse con Javier Milei”. De esta manera, también confirmaron que Juntos Por el Cambio sigue, y que quienes se fueron son Macri y Bullrich, perdiendo así los 10 gobernadores de la coalición, que son de tradición radical, así como los senadores y diputados que comparten esa ideología. También, Morales advirtió que “con Milei la patria está en peligro” y que no se posicionarían por ninguno de los dos candidatos.

La misma indignación transpiró momentos después Horacio Rodríguez Larreta en su conferencia de prensa en donde, sin acompañantes, reiteró que no comparte las ideas de Javier Milei, y profundizó su apoyo a la continuidad de Juntos por el Cambio, donde corre como favorito para liderar y referenciar el espacio. También distintos periodistas que apoyaron a Mauricio Macri, Patricia Bullrich y/o Javier Milei durante estos últimos trayectos políticos se mostraron defraudados y pisoteados por los dirigentes. Entre ellos se encuentran Angel “baby” Ecthecopar, que volcó todas sus esperanzas en Bullrich, o Nicolas Wiñazki, quien además aseguró en Todo Noticias que Macri le habría pedido el control de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) a Milei como parte del acuerdo. Incluso la diputada Amalia Granata, que se caracterizó como defensora de Milei en el pasado, compartió con Etchecopar, en su programa “Basta Baby” la indignación que le produjo el acuerdo llevado a cabo entre Macri y Milei.

Si en algo coinciden casi todas las voces que han representado el amplio arco político opositor al peronismo durante años, es que este resultado es producto de un plan llevado a cabo intencionalmente por Mauricio Macri, quien de la noche a la mañana reapareció en la escena. Si bien el acuerdo generó altas expectativas en votantes que aún conservan la voluntad de que cualquier cosa suceda antes que la continuación de Unión Por la Patria, quienes leen los hechos que ocurren en la actividad política con más instrucción o cercanía se mantienen en asombro, ira y decepción por una decisión que parece haber destruido más de lo que unió. Y es que un gobierno de unidad que prospere debe ser construido por convicción, y no por conveniencias, y esto, gran parte del electorado de Bullrich y Milei, lo puede ver.


Joaquín Bellingeri

Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.

Inicio del último tramo electoral: profundización del odio o fin de la grieta

Inicio del último tramo electoral: profundización del odio o fin de la grieta

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Mientras que rápidamente Javier Milei acomodó su discurso de “terminar con la casta” a “terminar con el kirchnerismo”, su brazo mas extremista, el conocido Revolución Federal, intimó nuevamente a Cristina Fernández y sentenció que, si es necesario llegarán a la Casa Rosada “por las malas”. Por el otro lado, se apuesta a la unidad nacional y finalización de la grieta.

Fue el dirigente social, Juan Grabois, el primero en advertir sobre lo que se comenzó a gestar durante el mismo mediodía de este domingo 22 de octubre, cuando los comicios sorprendieron parcialmente con una marcada victoria de Unión Por la Patria por sobre La Libertad Avanza, fuerza que aspiraba a ganar en primera vuelta, y en el peor de los casos esperaba cómodo a Sergio Massa en el Balotaje. Lo cierto es que de ante mano algo olía mal desde los pasillos libertarios: el propio Javier Milei, sin que algo sucediese aún, ya preparaba la carta del “fraude” desde el viernes, aunque finalmente, por lo menos él, no hizo uso.

Ante las declaraciones del candidato presidencial de LLA en el programa del periodista Samuel “Chiche” Gelblung sobre el supuesto robo de boletas en algunas mesas registrado por fiscales propios durante las elecciones primarias, el fiscal federal con competencia electoral Ramiro González abrió el mismo viernes previo a las generales una investigación preliminar. “Se advierten manifestaciones de un candidato presidencial de una agrupación política que estaría denunciando hechos de gravedad institucional que podrían afectar de manera trascendente el desarrollo de los comicios próximos a realizarse este 22 de octubre de 2023″, argumentó el fiscal.

Bajo esa línea, el avispero del nerviosismo reaccionario libertario volvió a agitarse durante el domingo al mediodía, donde se viralizó un preocupante mensaje de Leonardo Franco Sosa, ligado a Revolución Federal, quien twitteó: “Mañana CFK vuelve a Bs As. Mañana vuelve Revolución Federal”. Inmediatamente, Grabois, quien se ocupó de tomar acciones legales desde el inicio de los atentados contra la actual vicepresidenta, realizó una presentación judicial por “intimidación y amenazas” y llamó a los candidatos que representan a senda organización, Milei y Villarruel, a detener sus accionares. “Si Milei y Villaruel se pretenden parte del orden democrático deben garantizar que individuos procesados por delitos contra la seguridad pública cobijados en la estructura de LLA no operen como su brazo parapolicial”, expresó puntualmente el dirigente social.

Si tan solo estas declaraciones fueron de gravedad absoluta, horas después, y tras conocerse los resultados electorales del domingo, el propio “leobertario”, como se hace llamar, publicó un mensaje igual de preocupante: “Llegaremos a Casa Rosada por las buenas o por las malas VLLC (Viva La Libertad Carajo)”.  Así como los ultra derechistas de Jair Bolsonaro en Brasil o los de Donald Trump en Estados Unidos no reconocieron la derrota en dichos países y decidieron tentar contra su democracia en la toma de edificios gubernamentales icónicos, la versión fascista en Argentina parece tener los mismos planes en caso de perder el balotaje. En el sentido de la palabra, se cosecha lo que se siembra, y decir “lo que sea”, no es gratuito.

Pero qué se puede esperar si su líder (Milei) elige seguir por este sendero y lanzó así como si nada significara, como estrategia de campaña de aquí al balotaje, que lo ayuden a “ponerle la tapa de ataúd al Kirchnerismo”. El candidato en cuestión (Massa) ya mostró durante toda su carrera política “no tener jefe” como suele decir, fue opositor como hoy lo es Juan Schiaretti, y pretende discutir un modelo de país y no una disputa entre “K o Anti K”. Pero como bien se sabe, es de los pocos argumentos que quedan en el baúl del odio, aunque así le fuere a Bullrich.

Esta frase dicha por el libertario fue denunciada por la abogada Valeria Carreras, quien se había comunicado anteriormente con Revista Trinchera, a raíz de su anterior denuncia por la corrida cambiaria provocada semanas antes de las elecciones generales. “Milei y La Libertad Avanza vienen anunciando la destrucción de todo aquello que los argentinos tenemos garantizado en la Constitución Nacional, desde derogar derechos de los trabajadores hasta dar por tierra con la educación pública y gratuita”, sentenció en aquel momento. Las denuncias realizadas sentaron un sentido legal y legítimo, y en gran parte de la población caló el hecho de que las corridas cambiarias no son controladas por el Ejecutivo, si no por quienes “trabajan” de ver réditos especulativos en el dólar ilegal. Creyendo que todo da lo mismo, los violetas fueron superando barrera por barrera, casi dudando hasta de la existencia de la misma tierra, y aunque se los dejó avanzar, finalmente un gran sector social e instruido tomó las herramientas necesarias para que estos no atropellen y destruyan todo lo construido.

A última hora fue la propia Cristina Fernández quien también se manifestó en base a las amenazas recibidas. “Promueven la supresión del otro”, declaró tanto en torno a todo lo acontecido desde los espacios libertarios como los propios discursos de Bullrich, que usó el slogan de finalizar con el kirchnerismo e incluso propuso en su campaña la creación de una cárcel que lleve el nombre de la actual vicepresidenta.

La coyuntura política se tornó única y singular desde la entrada de los libertarios a la escena. El devenir actual, luego de las elecciones generales, se dividió sin dudas en dos escenarios: quienes pretenden seguir promulgando el odio y quienes sienten que es la oportunidad para finalizar con una grieta siempre presente en la historia argentina, pero que en ciertos pasares se ha neutralizado. Los acontecimientos están dados, restarán tan solo algunos días para saber el final de esta historia que se vuelve por momentos atrapante, temeraria, angustiante, y/o ilusionante.


Joaquín Bellingeri

Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.

Inminente remontada del Peronismo

Inminente remontada del Peronismo

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Sergio Massa y Axel Kicillof se cargaron en la espalda la campaña nacional desde las elecciones primarias hasta las del domingo pasado, y en conjunto con otros gobernadores lograron la difícil tarea de remontar más de diez puntos y desplazaron a Javier Milei al segundo lugar dejando por fuera del juego a JxC. La gestión en PBA de Kicillof y la conducción nacional de Massa mostraron los frutos que llevarán al campo nacional y popular a un nuevo balotaje el 19 de noviembre.

La jornada electoral general de este domingo para elegir presidente en Argentina obtuvo nuevamente un resultado un tanto inesperado, aunque encuentra su lógica en una construcción de campaña. Si en las elecciones primarias ninguna o casi ninguna consultora había logrado vaticinar una victoria del candidato por La Libertad Avanza, Javier Milei, en esta ocasión eran muy pocas las que daban a Sergio Massa, de Unión Por la Patria, como primero con un piso de más de cinco puntos sobre el segundo.

En algo sí coincidían analistas y consultores desde el día post paso: el escenario de tres tercios beneficiaba a los candidatos ya nombrados, y malograba la performance de Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, al encontrarse en el “intermedio” de estos dos, y al mismo tiempo al ser una elección lógica la de estos mismos polarizar sus ideas y asegurarse un lugar en el balotaje. Si bien así terminó sucediendo, pocas consultoras daban a Massa encima de Milei, y casi ninguna mostraba una caída tan pronunciada de Bullrich, quien selló con un 23% de elección una pésima campaña, ya que nunca logró dar certezas de sus proyecciones y planes para su eventual gobierno, apenas logró expresarse, y solo retuvo a su electorado duro con la típica promesa de “finalizar con el kirchnerismo”.

Lo cierto es que los cómputos realizados sobre los escrutinios dieron como vencedor a Unión por la Patria con un 36,68%, seguido de La Libertad Avanza que casi redondea el mismo porcentaje de las PASO con un 29,98%. En tercer lugar, como se mencionó antes, quedó Juntos por el Cambio con 23,83%, en cuarto lugar Hacemos Por Nuestro País con 6,78%, y en quinto lugar el Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad con el 2,70%. Sobre esta base electoral es que a partir de ahora, los analistas debatirán de aquí al 19 de noviembre, cuando se realice la instancia de balotaje, quien tiene más posibilidades entre los dos clasificados para absorber los votos de quienes quedaron eliminados. Por su puesto, esto deberá ser muchísimo más profundo que la simplicidad de una trasferencia de votos totales de las tres coaliciones hacia uno o hacia otro.

Tal vez el electorado que más redondee y sintetice el voto a Sergio Massa pueda ser el FIT-U que debido a su carácter ideológico tendría que encontrar una diferencia entre lo proyectado por Sergio Massa y Javier Milei. No obstante, no hay que descartar un porcentaje que elija el voto en blanco o alguna otra estrategia. Por el lado de los electores de Juan Schiaretti, encontrándose en el lugar más del centro ideológicamente, también deberían tender hacia Sergio Massa. Sin embargo, no hay que olvidar que el partido creado por Schiaretti tuvo una impronta de oposición al “kirchnerismo”, y ese recelo aún vuela entre una parte del electorado. Esto mismo sería el motivo principal por el cual se cree que los votos de Bullrich decantarían mayoritariamente en Milei. Si bien esto es bastante posible, no hay que descartar que una parte del electorado puede ver tranquilamente como una amenaza mayor la de Javier Milei que la de un Partido Justicialista que ya casi dejó atrás la etapa kirchnerista, y tiene al frente a un Sergio Massa que incluso supo ser opositor.

Si bien ya se nombró el factor clave que jugó la campaña llevada a cabo por Sergio Massa, es importante también destacar el arrastre que varios gobernadores supieron capitalizar en distintas provincias. Fundamentalmente en donde fue reelecto el propio Kicillof, provincia de Buenos Aires, donde arrasó con una diferencia de 20 puntos a sus dos competidores, Néstor Grindetti (JxC) y Carolina Píparo (LLA). En este sentido de los 135 municipios Unión Por la Patria fue elegido en 84, mientras que Juntos Por el Cambio solo retuvo 47. Los 4 restantes quedaron divididos en otras fuerzas.

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