MAGA: Muchos Ajustes, Ganan Algunos

MAGA: Muchos Ajustes, Ganan Algunos

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

El engendro dijo que Argentina estaría a disposición para cumplir el sueño de volver a América (que ni siquiera es Norte América, sino EEUU) “Grande otra vez”, parafraseando al magnate de peluquín que “retomará las riendas” del imperio. Este personero cree que ello será recíproco. Veamos por qué no lo será.

De lo primero que sería necesario hablar es del contexto en el que se dará esta segunda vuelta de Trump frente al Despacho Oval. El mundo cambió -y bastante- desde su primera administración y si bien puede que puede parecer que sus aires triunfalistas parezcan auspiciar una regeneración norteamericana, la realidad es bastante más compleja que slogans y bravuconadas por twitter.

De lo general a lo particular

Ya lo hemos dicho en más de una oportunidad, pero este mundo está en guerra. No como las de las películas o de la manera convencional en la que nos la han contado, la guerra cambió, mutó. Lo que antes eran bombardeos y tropas movilizadas de un lado a otro, ahora son otras cosas. Porque si hay algo que es seguro, es que no son lineales, se han vuelto tan complejas, que para la mayoría del planeta parecen pasar desapercibidas.

Primero, lo primero. Tal como lo afirmábamos en reiteradas oportunidades, el mundo se encuentra en una disputa colosal entre dos grandes formas de comprender la vida política y el desarrollo cultural de los pueblos que lo habitamos: Globalistas versus Soberanistas. Lógicamente esta conceptualización no es de quien suscribe, sino del analista geopolítico mexicano, Alfredo Jalife Rahme. Desde este prima, hay una primera división de aguas entre aquellos que fomentan la globalización y con ello la “ruptura de fronteras”, y aquellos que fomentan el proteccionismo de sus Estados nacionales. Simplificando en extremo un análisis riguroso sobre los detalles en esta dicotomía, mientras los primeros están más anclados al capital financiero/especulativo (Wall Street/City de Londres), los segundos al viejo sistema capitalista productivo o industrial.

Parados desde este ángulo, la disputa entre Harris junto a los Demócratas (en su mayoría globalistas, al igual que muchos republicanos) y Trump (soberanistas y en minoría incluso dentro de su partido), graficaba un segundo peldaño de esta batalla conceptual con repercusiones concretas sobre la vida de las personas. Es desde ésta lógica que vamos a podemos entender por qué Trump, Xi Jimping, o Vladimir Putin pueden tener muchas coincidencias en distintos planos.

Un ejemplo bien concreto es la guerra: los Demócratas y sus corporaciones militares han demostrado amar la guerra en el último tiempo, y ejemplos hay de sobra. En oposición, Trump dijo en campaña que acabaría con las guerras en 24 HS. La explicación es simple, la guerra sólo es negocio para quien vende las armas y para quienes se accedan a la reconstrucción luego de que terminan. Y continuando con el ejemplo, los grandes Fondos de Inversión como BlackRock, State Street o Vanguard son los principales accionistas de las principales empresas armamentísticas de los Estados Unidos: Lockheed Martin, Raytheon Technologies, Boeing, Northrop Grumman y General Dynamics. Quienes quieran profundizar, pueden leerse el interesante informe producido por la analista económica y asesora de la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado, Carolina Flynn. Y ¡Oh casualidad! También son los principales accionistas de las principales constructoras a nivel global, sobre todo las occidentales, aunque en alguna china también están metidos, sobre todo Vanguard.

Guerras como la de Ucrania entonces, no sólo cumplen un papel fundamental para intentar desestabilizar a Rusia en términos geopolíticos, sino que además son un jugoso negocio para estos Gigabancos (como los llama Jalife).

Arriesguemos una tesis en base a lo dicho por Trump de que con un llamado telefónico resuelve ese conflicto: Ya hicieron dinero con la guerra; saben que la tienen perdida desde hace bastante tiempo, involucraron a Europa y ahora se lavan las manos; al hacerlo desplazan a la UE como competidor al tiempo que la someten a sus designios y la separan del gas (barato) ruso, obligándolas a comprarles el gas de esquisto que producen en Gringolandia. En resumen, el asunto de destruir está terminado. En enero cuando asuma Trump presionará para que la reconstrucción la hagan las empresas donde los accionistas son estos FDI: Vinci, ACS, Lennar, entre otras. Eso sí, para este punto murieron desenas de miles de personas, sean de la nacionalidad que sean.

El significado de MAGA para los estadounidenses

Ya de por sí lo que parece ser el armado de Trump, causa escalofríos. Seres repugnantes como el gusano de Marcos Rubio (propuesto como Secretario de Estado) encabeza la lista de lo que a primera impresión significará una guerra descarnada contra el BRICS, fundamentalmente contra China e Irán. Con China por ser su competidor directo en cuanto a producción industrial y tecnología y con Irán por ser su competidor directo en un punto neurálgico del mundo como lo es Asia Occidental. Si alguno cree que el Ente Sionista es independiente, está viendo una película de Netflix (que es de Obama, uno de los demócratas que perdió).

Trump posiblemente intente repatriar sus grandes corporaciones para que dejen de producir en China o países asiáticos para volver a industrializar el país. La complejidad radica en las necesidades de esas corporaciones, sobre todo las humanas. EEUU no tiene ni para empezar a competirle a China en la formación de ingenieros: Según datos de 2007 Estados Unidos se gradúan anualmente unos 70.000 ingenieros universitarios, mientras que en China se gradúan 600.000 y en la India 350.000. Para 2023 el número de egresos de ingenieros en china ya era de 2 millones y se estima que hay 6 millones de personas en I+D.

Es muy probable que, en este escenario, tal como lo advirtió, Trump intente poner mayores aranceles a productos chinos, busque forzar a que países del sur global rompan sus alianzas o vínculos con el gigante asiático y un sinfín de medidas para revertir su situación. El problema es que los norteamericanos están casi quebrados: su deuda ascendió por primera vez en su historia a más de 36 billones de dólares lo cual representa un 140% de su PIB. ¿Con qué dinero van a financiar todo lo que tendrían que hacer para volver a ser una gran nación? Si imprimen más, generan más inflación interna. ¿Bidcoin’s? Nuevamente aparece BlackRock, uno de los mayores tenedores de esa cripto. ¿Larry Fink los va a financiar? ¿A cambio de qué? ¿Será por eso que quieren desregular la educación, la salud y demás áreas en EEUU?

Todo este descalabro en un contexto donde Trump deberá luchar contra las trabas burocráticas del Estado norteamericano. ¿Hará purgas? ¿Se saltará las leyes y hará las cosas por decreto como Milei? ¿Lo dejarán vivir para contarlo?

El MAGA para Argentina

Tal como lo han dicho muchos analistas (aunque no tengan muchos rebotes en la prensa local) Trump es un “nacionalista” (aunque el concepto sería soberanista). Milei, como buen perrito faldero, no es soberanista, por eso está desregulando todo lo que puede en el menor tiempo posible. En un escenario recesivo quienes ganan son los grandes capitales, principalmente extranjeros, y volvemos a nombrarlos, pero porque son los jugadores que hay: BlackRock, Vanguard, State Street. Las empresas que ellos controlan al igual que las de los funcionarios del actual gabinete seguramente serán las grandes ganadoras no sólo de las desregulaciones en nuestro país, también lo son en otros países de Nuestra América o en Europa, simplemente no salen en la portada de los diarios como los grandes pulpos de occidente que empiezan a controlarlo todo.

Educación superior, salud, obra pública, extracción de minerales estratégicos, hidrocarburos, construcción de viviendas; no hay distinción para estos gigantes, lo que les importa es tener rentabilidad y ganancias para sus accionistas. Ergo, pretenderán arrebatarnos derechos y conquistas que llevaron siglos de luchas, para “volver a hacer grande a América”. Así como la deuda externa es una forma de saqueo y rapiña, ahora también lo será el intento de entrega de sectores claves y estratégicos de nuestro país. Y no es que sea un secreto, Milei lo dijo clarito en su mensaje de a Trump luego de conocerse el resultado electoral. De paso financierizarán aún más nuestra economía, pretendiendo hacernos creer que ello significa crecimiento, desarrollo y prosperidad.

Y lo mismo intentarán hacer con otros pueblos hermanos, tampoco creamos que somos el ombligo del mundo. El problema es que acá, el payasito de los multimillonarios, le está haciendo el trabajito gratarola.

¿Desaparecerán las guerras? Habrá que verlo. Posiblemente muten a operaciones especiales y direccionadas. ¿Logrará reindustrializar nuevamente a EEUU? Difícilmente en un mandato. ¿Lo van a dejar vivir para contarlo? Otra cosa dudosa, recordemos a JF Kennedy. ¿Será más pacífico el mudo? Definitivamente no, intentarán por medios mucho más sofisticados romper el emergente multipolar y multinodal que significan los BRICS. La agencia estatal rusa TASS afirmó recientemente que muy posiblemente intenten derrocar los gobiernos de Venezuela y de Brasil, y busquen enemistar entre sí a los principales jugadores del bloque: Rusia, China e India.

Vivimos en un mundo en guerra, y no comprenderlo y asumirlo nos puede llevar a errores garrafales o a no entender lo que está en juego en el mundo. Porque tal como lo afirmamos en el título de este editorial, MAGA no significa sólo “Make América Great Again”, sino que con ante estos Muchos Ajustes, (solo) Ganan Algunos.

Nicolás Sampedro

Prefiero escucha antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

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Trump 2.0: Turbulencias a la vista

Trump 2.0: Turbulencias a la vista

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Tal como lo hemos dicho y analizado en reiteradas oportunidades, quien esté en el Despacho Oval no debería importarnos demasiado a estas alturas. No porque no sea importante quien gobierne, y bajo qué premisas, una de las potencias económico-político-militar del mundo. Pero hay sobradas muestras de que estando Demócratas o Republicanos en comando de la administración, su política exterior sigue siendo imperialista. Mirarán más para un lado que para otro, pero eso no cambia mucho.

Ahora, dicho esto, claro que no era lo mismo la agenda de uno que de otro. Y está claro que, tanto a Demócratas como a Republicanos, les importa y mucho lo que suceda en nuestro continente. La historiadora y doctoranda colombiana, Diana Carolina Alfonso daba algunos ejemplos de políticas que implementó Trump en su primer mandato, que dan cuenta de ello:

  • Sanciones y bloqueos: Trump sostuvo y profundizó los bloqueos contra Cuba y Venezuela (de hecho, en 2019 este último tuvo que sobrevivir con menos del 10% de sus ingresos internacionales);
  • Endeudamiento: Trump influenció políticamente para que la República Argentina obtuviese un préstamo sin precedentes con el FMI, sin que el organismo analizara seriamente la capacidad de pago del país, incluso sin que pasara por su congreso, saltándose varias cláusulas normativas de su propia carta magna.
  • Política migratoria: En todo el país hay migrantes de primera “buenos”, “deseados”, “bienvenidos” y migrantes de segunda “malos”, “no deseados”, prohibidos. Los primeros militan las políticas de “derechas” y los segundos las padecen. Después de que Trump secó la economía bolivariana, Macri creó una condición especial para la migración venezolana, devenido en ejército electoral de reserva de Milei.
  • Tráfico de armas y militarización: Después de remilitarizar Haití, Trump se hizo cargo de los intentos de magnicidio contra Nicolás Maduro, y -mágicamente- poco de la visita de Ivanka al norte argentino se destapó que junto con Macri fueron cómplices en el envío de armas para reprimir las protestas tras el golpe de estado contra Evo Morales en Bolivia.

El posible impacto geopolítico

El analista brasileño Pepe Escobar catalogó lo sucedido en las elecciones norteamericanas como “Trumpquake” (Terremoto Trump). La victoria del magnate de peluquín fue el desmoronamiento abrumador del gran show del totalitarismo liberal que creció y reinó en Occidente durante más de tres décadas.

Esto nos habla de la gran bomba de humo que prepararon durante meses los medios de comunicación norteamericanos y occidentales (controlados por los Demócratas y Republicanos globalistas y sus aliados europeos): Kamala Harris. Una candidata que tenía menos del 5% de intención de votos antes de que le dieran una estocada letal a un decrépito Joe Biden, que ahora aparece hablando de corrido y sin traspiés.

Una campaña electorera basada en el apoyo al genocidio en Gaza (Palestina) y Beirut (El Líbano); en alimentar indiscriminadamente al humorista usurpador del cargo en Ucrania, sin pretexto de asestar una derrota estratégica a Rusia, y anexado a esto, dejar a sus socios europeos (sobre todo Alemania) en la debacle total luego de boicotear el North Streem II y prohibirle la compra de gas ruso (barato); compra que tuvieron que hacer de todas formas pero con intermediarios y a mayores precios; y en el aumento de las tensiones en Taiwán. De lo que parece que se olvidaron en el Despacho Oval fue de los norteamericanos y sus condiciones materiales de existencia.

Quizás el más lúcido en analizar lo antes dicho, haya sido el ex demócrata, ahora senador independiente por Vermont, Bernie Sanders, quien afirmó que el hoy plutocrático Partido Demócrata abandonó a la clase obrera. Ya las viejas tradiciones del bipartidismo norteamericano parecen haberse trastocado y el mapa electoral se reconfiguró con la irrupción de Trump, algo de lo que ya nos había advertido hace varios meses el director de Red Voltaire Thierry Meyssan.

Una administración Biden-Harris que hablando mal y pronto “se la timbeó” como hace su discípulo Caputo con nuestra guita. El poco capital político (si es que le quedaba alguno) lo dilapidaron en la confrontación mediante guerras totales, hibridas y multiformes, contra todo el sur global, fundamentalmente en sus tres principales “enemigos”: Rusia, China e Irán.

Como consecuencia generaron que todo ese sur global los mire con aún más desconfianza, que la alianza chino-rusa se fortaleciera, que se sumara a ese tándem la República Islámica de Irán (y todo el Eje de la Resistencia) y la RPDC. Generaron que el BRICS+ no sólo creciera, sino que efectivamente esté trabajando aceleradamente para desengancharse del dólar norteamericano (utilizado como arma militar en las últimas administraciones) y del sistema de pagos dominante en el Occidente Colectivo: el Swift.

Es por demás sabido que el tejido social norteamericano está quebrado, al igual que su economía (aunque intenten disimularlo con la maquinita de impresión de billetes con la cara de Washington). Solo basta mirar la infinidad de videos de zombis del fentanilo caminando por las calles del país; leer alguno de los tantos asesinatos policiales contra latinos o afrodescendientes, o ver la inmensa cantidad de personas que viven en las calles. El cuentito del Tío Sam se desmoronó a pasos agigantados en el último tiempo.

Números, ganadores y perdedores

Sólo a modo de ejemplo, Kamala Harris no logró superar el porcentaje de votos de Joe Biden (de 2020) en ningún estado de los EEUU, un hecho que quedará para la historia. Y si de números se trata, la victoria de Trump no se debió al crecimiento en cantidad de votos del republicano, de hecho, sacó más o menos la misma cantidad que en la última elección en las que perdió (al momento de cierre de esta nota eran unos 40 mil votos más que en 2020), sino que se dio por el abrumador desplome de los votos Demócratas que pasaron de más de 81 millones con Biden a poco más de 70 con Harris.

Está claro que los grandes ganadores fueron el lobby sionista (no los neocons tradicionales o siocons), que también dependerá de cómo lidie la nueva administración con la guerra entre Israel y el Eje de la Resistencia; Wall Street, de hecho Larry Fink (CEO de BlackRock) dijo pocos días antes de la elección que cualquiera de los dos partidos era bueno para ellos; y el Deep State, aunque también habrá que ver si Trump tendrá la determinación, agallas e ingenio para hace una purga (a lo Stalin) para que EEUU vuelva a ser una potencia relativamente “normal”.

Y más allá de que Trump prometió que no iniciaría otras guerras, más bien su intención supuestamente es terminarlas, lo que probablemente vuelvan a aparecer en la palestra son las operaciones selectivas contra objetivos concretos, no hay que perder de vista que fue Trump en su primer mandato quien dio la orden de asesinar al general iraní, Qasem Soleimani, en enero del 2020, o que fue quien profundizó las sanciones unilaterales criminales contra la República Bolivariana de Venezuela. La reversión de estas sinfonías podría tocarle a Brasil, a Yemen, a México, a Irán, a Yemen o a cualquier otro país del sur global que desafíe sus mandatos.

Sin dudas una de las grandes perdedoras es la Unión Europea. Bloque que como antaño, estaba atado a la suerte de los Demócratas globalistas y al que posiblemente le “tiren el muerto” de Ucrania. Se quedaron sin gas barato, le descalabraron la economía, los forzaron a despilfarrar dineros públicos en una guerra imposible de ganar y ahora no sólo tendrán que financiarla ellos, sino que deberán hacerse cargo del desastre que quede una vez derrotados.

No es casual que recientemente el presidente francés, Emmanuel Macrón, haya desempolvado el discurso de que “no pueden delegar su seguridad a las decisiones de EEUU”, cosa que ya había hecho durante la primera administración Trump.

Esto sin mencionar el desencanto que pueden llegar a llevarse quienes hoy se vanagloria del triunfo del magnate de peluquín. A buen entendedor pocas palabras. Trump es proteccionista y si cumple con lo que prometió, intentará -de manera recargada- reindustrializar el país, agregar aranceles a las importaciones (sobre todo chinas), y sancionar a quienes desafíen el imperio del dólar como moneda de cambio y de reserva (o sea el BRICS, sus nuevos socios y todos los aspirantes a ingresar a ese bloque).

Muchas de estas promesas son de difícil cumplimiento. No sólo por la enorme dependencia de la economía norteamericana de las importaciones chinas (sobre todo en materia tecnológica y de defensa), sino porque sancionar a quienes no usen dólares sería sancionar a más de 50 países, una cuarta parte del planeta. Al menos a priori no parece una política inteligente, dado que el efecto podría ser absolutamente el opuesto.

De todas formas, hay que ver cómo transcurren estos meses hasta la toma de posesión de Trump. No hay que perder de vista que -en teoría- tuvo tres intentos de magnicidio durante la campaña. Si, efectivamente, está determinado a avanzar en lo que prometió habrá que ver cómo lo quiere implementar y si realmente lo dejan, ya existió un JF Kennedy en ese país.

Lo dijimos en su momento y lo volvemos a reiterar: estén demócratas o republicanos en el Despacho Oval, la política exterior norteamericana siempre es imperialista y expansionista. El problema para Trump es que desde su primer mandato el mundo cambió y hoy su país es una potencia en declive que arrastra al Occidente Colectivo con ellos, mientras el BRICS+ y el llamado “sur global” se pone de pie y plantea una alternativa.

Nicolás Sampedro

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Occidente vive de genocidio en genocidio

Occidente vive de genocidio en genocidio

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

Este 12 de octubre se conmemoró, mas no “celebró”, el desembarco de Cristóbal Colon en la Isla de Guanahaní (hoy Bahamas). Sería el comienzo de la invasión europea sobre Nuestra América. Algo similar a lo que habían hecho en Al-Ándalus. Genocidios expansionistas similares a los que posteriormente realizarían los británicos en Norte América o Asia; o al que llevaron adelante las potencias europeas en África; y que desde 1948 llevan adelante los sionistas en Asia Occidental, fundamentalmente en Palestina.

La teoría decolonial que pensaron y promovieron grandes pensadores como Enrique Dussel, señala que es “la modernidad” (mas no sólo el capitalismo) el orden civilizatorio occidental que se impuso a nivel mundial, fundamentalmente desde la invasión a Abya Yala en 1492. Capitalismo como sistema de ordenamiento económico y de clases, patriarcado de la cristiandad como sistema de ordenamiento de género, el racismo como sistema de ordenamiento y dominación de Europa por sobre el resto, y el dualismo cartesiano como sistema de ordenamiento antropocéntrico en el que lo humano está escindido de lo “natural”.

Si bien esta definición es simplificada y a mero efecto descriptivo (Grosfoguel afirma que hay más de 15 formas de dominación que se entremezclan), nos sirve para comprender algunos elementos de las disputas intestinas que se están viviendo en la actualidad: Hoy la disputa global es civilizatoria. Son las civilizaciones históricamente oprimidas, ninguneadas, pisoteadas y subalternizadas, las que están disputando al Occidente Colectivo la forma en la que el mundo se ordena. Es el grito cada vez más aturdidor (para Occidente) de: ¡Ya basta!

Y posiblemente de aquí a que finalice el año, estemos en un tiempo bisagra en esta disputa, fundamentalmente porque hay dos hechos por demás significativos que pueden tercer el rumbo de la historia venidera: La cumbre de los BRICS en Kazán a finales de octubre y las elecciones presidenciales en los EEUU. Nada de lo que sucede en el mundo hoy está escindido de estos acontecimientos.

La guerra entre la OTAN y Rusia en Ucrania no es otra cosa que una disputa civilizatoria. Es Rusia plantando cara a Occidente, al igual que pasó en Siria en el año 2014. La diferencia es que es en territorio europeo, a la veda de sus fronteras. Espacio vital que no permitirá que termine de caer en las garras de la OTAN, pese a toda la narrativa propagandística y a la aparentemente última gira del comediante usurpador, quien realizó una visita a las principales potencias atlantistas, intentando vender a sus interlocutores su “Plan para la Victoria” o “Fórmula para la Paz”; algo que ya había realizado tanto con el republicano Donald Trump, como con los Demócratas, Biden y Harris.

Esta gira representa la muestra cabal de que Occidente y su payasito cómico perdieron la guerra y empiezan a preparar las condiciones para asumirlo sin asumirlo, al menos discursivamente. Ya en Europa casi nadie cree lo que dice el usurpador quien les ha succionado millones de millones para alimentar la corruptela neonazi, hoy reinante en Kiev.

Ejemplos de sus consecuencias hay de sobras, pero quizás el más concreto es la derrota de las distintas expresiones de la socialdemocracia europea (últimos ejemplos las de Alemania y Francia) a manos de lo que la prensa occidental llama “extremas derechas” o “extremas izquierdas”. Término anquilosado y arcaico que ya no alcanzan para explicar el mundo actual. Pueblos que ven cómo se deterioran sus condiciones de vida mientras sus gobiernos financian una guerra a pedido de los EEUU.

Se saben derrotados y mágicamente, mientras empiezan a reconocer su derrota, estalla la escalada reciente en Asia Occidental, con un sionismo potenciado por más de un año de genocidio ante la mirada cómplice de todo ese Occidente Colectivo. Un Bibi Netanyahu (que en realidad es de familia jázara y de apellido Mileikowsky), dispuesto a incendiar esa región bajo la premisa talmúdica de la construcción del Gran Israel.

Y ahí encontramos otro choque civilizatorio: Islam vs sionismo. Porque no confundamos, no es una disputa entre judíos y árabes, hay miles de judíos a lo largo y ancho del globo que denuncian las atrocidades que se están cometiendo en Gaza, Cisjordania o Beirut a manos del sionismo.

Un genocidio expansivo israelí que Alfredo Jalife señala como una estrategia de “Domicidio“: Borrar la identidad de un barrio, de los ciudadanos que la habitan. Literalmente es crear caos y eliminar o exfoliar el sentido de sociedad, de convivencia y pertenencia a una territorialidad. Precisamente por eso, los ataques sionistas son contra población civil y ya generaron el desplazamiento forzado de más de 1,5 millones de libaneses del sur de Beirut hacia Siria. El famoso “daño colateral” no existe, es lo que buscan: una limpieza étnica, lo cual viola flagrantemente las leyes internacionales. Leyes que nunca respetaron, incluso desde antes de 1948.

Aunque, para pesadilla del psicopatológico talmúdico, según el ex agente del MI6 y ex diplomático británico, Alastair Crooke, más del 90% militar de Hezbollah está intacto. Éste, además, no descarta la posibilidad de que esta organización del Eje de la Resistencia (en Asia Occidental) tenga misiles hipersónicos, que estarían guardando para el momento oportuno, algo que rompe con la propaganda anglo sionista de que “acabaron” con Hezbollah luego de asesinar a su Secretario General, Hassan Nasralla.

La pregunta que medio mundo se hizo esta semana fue ¿Cuál sería la respuesta israelí a la lluvia de misiles lanzados desde Irán como represalia por el asesinato de Nasrallah, Haniya y Nilforoushan? Misiles que dejaron en ridículo al supuestamente infranqueable sistema “Cúpula de Hierro”. Las bravatas vomitadas por el premier Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Galant, al menos por ahora, quedaron en eso.

Pongamos sobre la mesa algunas diferencias que complejizan la lectura, pero aclaran el panorama: Irán reconoce el tratado de no proliferación de armas nucleares, Israel no; Irán reconoce y acepta la inspección de la Agencia de Energía Atómica, cuya sede está en Viena, Israel no. Israel no dice oficialmente cuantas bombas tienen, y si bien la prensa occidental dice que tiene 150, analistas y especialistas en la materia sostienen que tiene más de 500 bombas.

Mucho se especuló con un supuesto ataque a instalaciones nucleares o de hidrocarburos iraníes, lo cual para varios expertos en la materia sería prácticamente imposible. Bulletin of the Atomic Scientist (de EEUU) sostiene que estamos a milisegundos de un Armagedón (léase guerra nuclear). Sostienen que, si Israel ataca las instalaciones nucleares de Irán, difícilmente podría destruirlas y generaría lo opuesto: que Irán defina adquirir (comprar) o producir, efectivamente, bombas nucleares. Según afirman, para Israel, la única forma de evitar que Irán obtenga la bomba nuclear sería ocupando el país en forma indefinida, cosa que el sionismo no puede ni quiere hacer.

En este contexto al parecer Biden dijo a Netanyahu que si estuviese en sus zapatos también se privaría de atacar campos petroleros. Las monarquías del golfo habrían dicho a la administración norteamericana que no acompañarían tal cosa y que no permitirían el uso de sus espacios aéreos para que Israel ataque Irán.

https://x.com/RealPepeEscobar/status/1842219782625513858

Según el analista geopolítico brasileño, Pepe Escobar, de producirse un golpe a la infraestructura hidrocarburífera iraní -y la consecuente respuesta de Irán, pagando con la misma moneda- podría elevar el precio del barril de petróleo a 200/300 dólares, lo cual generaría un descalabro inflacionario global, cosa que EEUU no puede permitir que suceda a menos de un mes de las elecciones, ya que ese escenario sería el acabose para las aspiraciones demócratas.

Además, en caso de que Irán considere el ataque israelí como una “respuesta excesiva”, inmediatamente podría cerrar el Estrecho de Hormuz, el famos “Chek Point”, por donde circula un 20% de las exportaciones de petróleo del mundo, con lo cual la ecuación vuelve a ser de descalabro inflacionario global.

Sin embargo, un escenario represalia sobre el sistema nuclear o hidrocarburíefero iraní parece no ser una opción real. Por ese motivo, están promoviendo un cambio de régimen al intentar construir un Guaidó 2.0 iraní con el descendiente del Reza Pahlavi.

https://twitter.com/DOGDEGA/status/1844220197521309792

En este contexto y en el marco del Foro “Interconexión de los tiempos y las civilizaciones: base para la paz y el desarrollo”, el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo iraní, Masud Pezeshkián, mantuvieron una reunión bilateral en Asjabad, capital de Turkmenistán. Un claro mensaje de Putin a Occidente: Irán es una línea roja que nadie debería cruzar.

Como se puede observar, en EEUU tampoco conviene una escalada incontrolable en el conflicto entre el sionismo y sus vecinos, pese a que las administraciones norteamericanas siempre lod financiaron, acompañaron y respaldaron. Las consecuencias pueden ser devastadoras, sobre todo si se tiene en cuenta que Kámala Harris sigue cayendo en las encuestas en los famosos “swing states”.

Pese a ser la campaña que día a día sigue batiendo records de recaudación (la actual vice sobrepasó los 1.000 millones de dólares en donaciones en menos de 3 meses) recientemente se conoció un sondeo publicado por la Universidad Quinnipiac que muestra a la candidata demócrata detrás del republicano Donald Trump en Michigan (50 – 47%) y Wisconsin (48 – 46%). Esto da cuentas que por más dinero que pongas, la candidata del 3% lo tiene difícil.

Estamos a sólo diez días de la cumbre de Kazán, a 24 días de las elecciones en EEUU y a 80 días de la asunción de quien gane esa contienda y se convierta en el próximo mandatario norteamericano. En este contexto y sin que hayan aparecido las famosas “sorpresas de octubre” nada puede descartarse. Lo que es seguro es que, si se ven amenazados, no tienen límites.

Nicolás Sampedro

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La decadencia de occidente se acelera

La decadencia de occidente se acelera

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Cada vez son más evidentes los intentos desesperados del Occidente Colectivo por intentar resolver lo irresoluble: su caída. Como contrapartida, el gigante asiático y sus aliados/socios siguen dando muestras de que lo que está surgiendo no es en contra de nadie, sino a favor de todos; una sustancial diferencia con el imperio del caos.

China lo hizo de nuevo. A finales de la semana pasada y principios de esta, representantes de alto nivel de 14 organizaciones palestinas participaron en Beijing de diálogos de reconciliación y firmaron la Declaración de Beijing. El documento señala que la Autoridad Palestina será el paraguas de todas las organizaciones, al tiempo que ratifica el compromiso para el establecimiento de un Estado palestino independiente con Jerusalén Oriental como su capital.

Además, destaca el derecho del pueblo palestino a resistir la ocupación ilegal israelí de acuerdo con las leyes internacionales y la Carta de las Naciones Unidas; y a frustrar cualquier intento de desplazar a los palestinos de sus tierras.

La histórica jornada contó con la participación de delegaciones de Egipto, Argelia, Arabia Saudita, Qatar, Jordania, Siria, Líbano, Rusia y Turquía, y se convierte en el segundo acuerdo alcanzado bajo la mediación de China. Cabe recordar que, en abril del 2023, después de años de hostilidades entre Riad y Teherán, saudíes e iraníes sellaban un acuerdo diplomático de alto nivel para reestablecer relaciones diplomáticas e iniciar la reapertura de embajadas y consulados.

Y como si esto fuese poco, comienzan a vislumbrarse (por distintas razones) la posibilidad de que el gigante asiático pueda mediar entre Rusia y Ucrania. Recientemente el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitró Kuleba, dijo que su país está abierto a mantener negociaciones con Rusia para poner fin al conflicto armado. Y si bien Zelensky lo reafirmó pocos días después, lo cierto es que desde Moscú ven con desconfianza tales declaraciones. De hecho, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, sostuvo que “esta retórica está vinculada a los ciclos electorales en EEUU. Estas son las señales que en el contexto de lo que sucede en torno a la Casa Blanca, en torno a sus próximas elecciones envían las autoridades de Kiev. Hay que considerarlo en este contexto“.

Está claro que uno de los elementos para estas declaraciones pueden ser la innumerable cantidad de veces que Donald Trump afirmó que el conflicto en Ucrania se termina con un llamado telefónico suyo cuando vuelva al Despacho Oval. Algunas encuestas (todo depende de quién la pague) sostienen que esta es una posibilidad cada vez mayor, sobre todo después de que el establishment norteamericano se quitó del medio a Biden. Zelensky sabe que, si ofrece la paz sin aceptar las condiciones de Putin, podría fortalecer la narrativa anti-rusa que le permita, incluso, presionar a Trump para que siga financiando la guerra.

Está más que claro cuál podría ser el segundo de los motivos para estas declaraciones podría ser el estado de situación de la guerra en sí. Según los informes del ministerio de Defensa de Rusia se estima que en una semana las fuerzas ucranianas perdieron más de 13.825 efectivos. A esto habría que multiplicarlo exponencialmente si consideramos que el conflicto lleva más de dos años, y a ello habría que sumarle la interminable lista de pérdidas materiales asestadas por parte de Rusia, llámense drones, aviones, helicópteros, sistema de misiles o tanques.

Sea cual fuere el caso, lo que está claro es que el gobierno de China está asumiendo un papel cada vez más preponderante en la diplomacia mundial. Y como lo hemos mencionado en otras oportunidades esto no es casualidad del destino, sino necesidad histórica. Tal como nos lo confirmaba la analista María Fe Celi la semana pasada, Xi Jimping y el Comité Central del Partido Comunista de China saben que para lograr avanzar en sus objetivos de cara al 2049, deben contribuir la paz en el mundo. No por angelicales, sino porque la guerra es mal negocio.

Los únicos que se están beneficiando de la guerra (y quizás tan solo de manera efímera) son los sectores de poder del establishment occidental, sobre todo norteamericanos. Los europeos están con una guerra en las puertas de su casa, perdieron competitividad por el encarecimiento de la energía (producto de enemistarse con Rusia y su gas barato), sus pueblos son cada vez más conscientes de que el deterioro de sus condiciones de vida es producto de las políticas guerreristas de sus gobiernos (y por eso ganan los partidos anti-guerra) y un sinfín de etcéteras.

Y decimos que esto puede ser un triunfo efímero y pírrico para el establishment norteamericano, porque –como lo señala el analista indio SL Kanthan– los pilares para que EEUU se convierta en superpotencia se están desplomando cada vez más rápido: poderío militar, superioridad tecnológica, dólar como moneda de reserva y transacción internacional, poderío económico, y una suerte de “unidad nacional”, hoy resquebrajada.

Sobre esto último, recientes encuestas publicadas por Marist National Poll y Rasmussen Reportsd, sostienen que un gran porcentaje de la población norteamericana cree que es factible una nueva guerra civil en los EEUU. Una investigación del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de Delaware publicada hace algunos años sostiene que el principal catalizador podría ser un resultado impugnado en las próximas elecciones presidenciales de 2024. Incluso el candidato “independiente” y sobrino de John F. Kennedy, Robert F Kennedy Jr. remarcó recientemente en sus redes sociales que “va a haber una revolución en este país. La cuestión es si será impulsada por el idealismo o secuestrada por fuerzas oscuras y regresivas. La elección es nuestra”.

Sumado a los problemas internos y al derrumbe cada vez más acelerado de los pilares que hasta hoy los volvieron hegemón, el grado de desesperación del Occidente Colectivo es tal, que al igual que intentaron asesinar a Robert Fico (Primer Ministro de Eslovaquia), a Donald Trump (candidato republicano), Víktor Orbán (Presidente de Hungría), ahora también se suman la denuncia del primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, quien afirmó recientemente, que los Servicios Secretos Estatales están investigando un intento de asesinato contra el fundador y presidente vitalicio del partido gobernante Sueño Georgiano, Bidzina Ivanishvili. Según afirmó el mandatario georgiano las fuerzas externas (o sea el Occidente Colectivo) están irritadas por la negativa de las autoridades del país a abrir el “segundo frente” contra Rusia.

En la misma tónica fueron las denuncias realizadas por el presidente serbio Aleksander Vucic, quien alertó recientemente que “los países occidentales se están preparando para la guerra con Rusia mucho más rápido de lo que muchos en Moscú piensan. Hasta ahora, los países occidentales querían luchar a distancia, ‘a través de otra persona’, pero este enfoque está cambiando”. Cabe recordar que recientemente Hungría y Eslovaquia denunciaron que Kiev cortó deliberadamente el tránsito de petróleo que suministra la empresa rusa Lukiol a esos países.

¿Cómo repercute este escenario sobre nuestro continente? En principio, tal como lo afirman diversos especialistas, de generarse un conflicto interno en los EEUU, uno de los principales países afectados sería México, no sólo por la frontera compartida, sino por la enorme cantidad de mexicanos viviendo en EEUU.

De llegar Trump a la presidencia también serían los mexicanos unos de los más perjudicados, sobre todo por la política antimigratoria y estigmatizadora tanto del magnate de peluquín como de su vice JD Vince. Éste último ha declarado a los migrantes como responsables del crecimiento de la inseguridad, del narcotráfico y de la falta de empleo para los norteamericanos. Nada bueno puede salir de allí.

Algo similar podría suceder con Venezuela y Colombia, uno por el petróleo, otro por las bases militares y los probados estrechos vínculos de la DEA con los cárteles colombianos. El termómetro seguramente aumentaría, y las presiones se multiplicarían, sobre todo por la necesidad imperiosa de los norteamericanos de reasegurar el continente e intentar limitar la influencia de Rusia y China.

Pero esta política anti rusa y anti china es sistémica para los gringos: recientemente la jefa del Comando Sur del Ejército de los EEUU, Laura Richardson, afirmó que sólo un plan Marshall como el de 1948 podría competir con las inversiones que China tiene en Nuestra América. El problema es que la deuda norteamericana está en techos históricos y pese al que se prevé que el crecimiento estadounidense en 2024 será de unos 300 mil millones de dólares, para conseguirlo, Washington tuvo que pedir prestado 3,3 billones de dólares ¿Se entiende el absurdo?

Todo parece indicar que, ante la desesperación del Occidente Colectivo, estamos entrando en un momento cada vez más convulsionado y su deriva, lamentablemente, puede ser catastrófica para la humanidad toda. Pero de algo estén seguros, más temprano que tarde, haya guerra en el medio o no, lo que se viene es la Pax Sinica (Paz China) en un mundo multipolar, multi-nodal, sin hegemones.

Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

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Una imagen vale más que mil palabras

Una imagen vale más que mil palabras

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Semanas complejas para los amos de la guerra. Magnicidio fallido, candidato senil ¿Derrota asegurada? Nada está dicho en el país de las maravillas de Donald.

Está más que claro que la figura de Donald Trump es polémica; muy polémica. No sólo por sus exabruptos y bravuconadas, sino por su discurso intolerante, arrogante, misógino y despectivo para con “los otros”. Ahora ¿Biden, Harris, Obama, Clinton o cualquier otro candidateable norteamericano es muy distinto? Quizás en sus formas lo parezcan, pero en el fondo son iguales o peores que el magnate de peluquín.

Varios analistas coinciden en que las próximas elecciones presidenciales norteamericanas del 5 de noviembre serán determinantes no sólo para el país del norte, sino para toda la humanidad. Posiblemente algunos de ustedes asentirán con sus cabezas a esta afirmación, otros lo nieguen, pero quizás alguno se quedará, agudizará su escucha y prestará mayor atención a lo que diremos a continuación.

Lo sucedido el sábado pasado en el mitin político que encabezaba Trump en Butler, Pensilvania, no es la primera vez que ocurre en los EEUU. El imperio del norte tiene varios antecedentes de intentos de magnicidios en su historia, sólo por citar uno, podría mencionarse el ocurrido el 30 de marzo de 1981 contra Ronald Reagan. Ni que hablar de los magnicidios efectivamente consumados desde el de Abraham Lincoln en 1865, el de James A. Garfield en 1881, el de William McKinley en 1901, o el de John F. Kennedy en 1963. Quizás la suerte que debía correr Trump era la misma que la del último presidente asesinado en EEUU, a manos de un francotirador.

Si queremos ir aún más allá, quizás la investigación sobre este intento de magnicidio nunca llegue a la verdad, o tarde décadas, al igual que sucedió con el asesinato de Kennedy. Y las razones posiblemente sean las mismas, que estén involucrados el Servicio Secreto, la CIA, el FBI o la Agencia de Seguridad Nacional de los EEUU. Se tienen que investigar a sí mismos, lo cual lleva a concluir que posiblemente nunca sepamos la verdad sobre lo ocurrido.

Y para los desprevenidos que salten enseguida con que las teorías conspirativas y la mar en coche: nos basamos en la historia de ese país, no en elucubraciones ficticias sacadas del guion de serie de alguna plataforma “on demand”; aunque a veces se complementen entre ficción y realidad.

Recientemente, el director del Conflicts Forum y ex diplomático británico, Alastair Crooke, remarcó que “en noviembre pasado, en el Washington Post, Robert Kagan describió a Trump como un meteoro mortal que se dirigía a la tierra, que necesitaba detenerse por los medios concebibles”.

Ahora ¿por qué este tipo de escenarios de complicidades y demás cobra tanta fuerza entre los analistas geopolíticos o los ex analistas o miembros de las agencias de seguridad o inteligencia del propio EEUU? Claramente porque conocen cómo operan, tanto ellas como las elites que las financian/comandan.

Trump representa un obstáculo para el establishment globalista, para lo que se conoce como el “Deep State” (Estado profundo) que no son más que las cúpulas de las agencias de inteligencia, los líderes del Congreso, los grandes donantes (visibles como BlackRock o invisibles como los accionistas de Vanguard), Wall Street, el complejo industrial militar, empresarios ligados al mundo de la inteligencia de seguridad, entre otros que se podrían mencionar.

¿Y por qué es un obstáculo? Porque esas elites simplemente no son racionales y están dispuestas a cualquier cosa, y entre garantizar la democracia o su hegemonía global, priorizarán esta última. Y ¿por qué Trump significaría una amenaza para ellos? Porque Trump es un soberanista. Sus slogans de campaña lo advierten claramente: “America first” (América primero) o “Make America Great Again” (Hagamos grande a América nuevamente).

Trump retoma el conservadurismo y las viejas tradiciones de los Republicanos quienes priorizaban el aislacionismo norteamericano y hacer a ese país una gran potencia, y a diferencia de los globalistas (sean éstos del partido Republicano o Demócrata) no parece interesarle un mundo unipolar como el que vivimos. De hecho, pese a sus diferencias, eso también explica por qué Trump siempre manifestó tener buenas relaciones con Putin, Xi Jimping, Kim Jong Um, u otros.

De hecho, ello también explica por qué desde hace meses viene insistiendo con que de llegar a la presidencia 2.0, terminará con la guerra en Ucrania con un llamado telefónico. Ya dijo en repetidas ocasiones que dejaría de financiar al humorista y usurpador del poder ucraniano, Volodymyr Zelensky.

Ahora ¿esto quiere decir que Trump es una carmelita descalza? No, para nada. El magnate de peluquín seguramente querrá sacar ventaja de todo lo que esté entre sus posibilidades con el peligro que eso significa, sobre todo para Nuestra América, por ser la reserva estratégica para un imperio en decadencia que está siendo expulsado de muchas regiones del globo.

Un Trump 2.0 posiblemente signifique que el enemigo número 1 a vencer deje de ser Rusia y pase a ser China. Puede que se re-edite la famosa “guerra comercial”, y puede que recrudezca la posición anti-Irán y la ayuda militar al ente Sionista; pero también puede que se vuelva a sentar a discutir con Kim Jong Um como lo manifestó explícitamente en su discurso en la Convención Republicana; o puede que se siente a discutir con Putin y evite un conflicto mundial nuclear.

Llegado el caso en el que todo esto sea un invento de la imaginación conspiranoica de muchos analistas a nivel mundial, lo sucedido en Butler el pasado 13 de julio, no deja de ser una fotografía más de la decadencia imperial norteamericana: una supuesta superpotencia militar, de inteligencia, de seguridad, que como en otros momentos de la historia, no puede proteger adecuadamente a un candidato presidencial, que zafó de milagro simplemente porque se alinearon los astros y giró su cabeza en el momento justo y el ángulo justo para que la bala que le dispararon no le vuele el cerebro como a Kennedy.

Pero ¡Ojo! Trump no es el único objetivo. Como dice Alfredo Jalife en uno de sus últimos artículos: “Pareciera que el mundo enfrenta OTAN-cidios contra quienes se oponen a la escalada de la guerra, que puede ser nuclear, en Ucrania”. Recientemente se reveló que quisieron asesinar al mandatario húngaro Viktor Orbán, quien estuvo de gira llevando su propuesta de paz por Ucrania, Rusia, China y EEUU donde se juntó con el mismísimo magnate de peluquín. Hecho que tiene como antecedente más cercano el de su par eslovaco Robert Fico, también opositor a la guerra de la OTANistán contra Rusia.

Está más que claro que Trump, de ahora en adelante, vivirá cada día de su vida de prestado. Ahora, en política, sobre todo en la política de los EEUU, desde hoy hasta el 5 de noviembre falta una eternidad. Sería imprudente e irresponsable creer que el intento de la semana pasada de quitarlo del medio no se pueda repetir hasta consumarse en el futuro próximo, sea de la forma que fuere.

Nicolás Sampedro

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Atando cabos (que nos presentan) sueltos

Atando cabos (que nos presentan) sueltos

TIEMPO DE LECTURA: 13 min.

Vivimos en un mundo donde lo que prima son la mentira y las operaciones mediáticas, por lo cual intentar arrojar luz sobre lo que nos sucede, es una obligación histórica con nuestros pueblos.

Ya casi nadie habla de Ucrania, ni siquiera los europeos que son quienes más complicaciones están padeciendo por seguir como perritos falderos a los norteamericanos. El cuasi silencio posiblemente responda a que desde hace meses se sabe que es una guerra perdida. El propio Zelenski sabe que ya no le van a seguir financiando el negocio que está destruyendo al pueblo ucraniano.

Distintos analistas señalan que la intensión de EEUU era construir en esa región del mundo, un nuevo Israel; otro mini-gendarme que responda y reporte a las potencias occidentales (sobre todo a los norteamericanos) en detrimento del vecino euroasiático con quien los ucranianos comparten (en varias regiones del territorio) no sólo idioma sino tradiciones y prácticas culturales.

La energía como pilar de los conflictos

Cabe destacar que el soborno de los gasoductos North Stream y su destrucción a manos de occidente -entre otra cosas- fue lo que llevó a que Europa tuviera que optar. Eligió seguir sin chistar a los norteamericanos quienes hicieron un gran negocio al reemplazar con su gas de esquisto (caro), al de los rusos (barato). Europa entraba en crisis energética y luego en crisis económica, sobre todo Alemania quien sería la más perjudicada.

Este escenario sumado al acuerdo de Rusia con las monarquías del Golfo en la OPEP+, para limitar la producción diaria de barriles de petróleo, y al reciente acuerdo promovido por China entre la Arabia Saudí -sunita- (uno de los mayores productores de petróleo) e Irán -chiita- (uno de los mayores productores de gas) complicaron -y mucho- el suministro norteamericano; sobre todo porque África le vende hidrocarburos mayormente a China. En paralelo se observan levantamientos contra las viejas metrópolis, muchos países de ese continente (sobre todo en el Sahel) despojados históricamente de sus recursos minerales e hidrocarburíferos. Por su parte Argelia, que proveía de energía a España, dejó de hacerlo luego de que Pedro Sánchez apoyara a los marroquíes en detrimento de posición histórica de España, en favor del pueblo Saharaui.

Seguramente por eso, de buenas a primeras (en realidad luego de meses de negociaciones) y sin que occidente -antes escandalizado- chiste, EEUU levantó las sanciones por seis meses al petróleo, al oro y a otros activos venezolanos. ¿Demasiada casualidad que esto suceda justo este momento, no? Una Venezuela asediada y agobiada por el bloqueo pero que, ante el cambio de escenario, supo gestar una oportunidad para airear su economía. Obviamente nada está resuelto, recientemente los norteamericanos volvieron a insistir con habilitar para las elecciones presidenciales del 2024 a personajes como María Corina Machado, rabiosa opositora que instigó en reiteradas oportunidades el derrocamiento del gobierno de Maduro (antes de Chávez). 

Mientras se dan todos estos movimientos, el dólar norteamericano sigue perdiendo peso como moneda de reserva y/o de intercambio comercial; la guerra en Ucrania (por ahora) no les sirvió para reactivar su economía (cada vez más dependiente del Complejo Industrial Militar) y los niveles de su crisis de deuda son cada vez más importantes y han llegado a niveles escandalosos, nunca antes vistos. En este escenario, la faltante de reservas de hidrocarburos (que se las consumieron casi todas) y el compromiso de venta a Europa, terminaron convirtiendo al petróleo en el talón de Aquiles de EEUU, e Irán se dio cuenta. Los norteamericanos están perdiendo por todos lados, pero como siempre decimos: una bestia herida, lejos de acobardarse, se puede volver aún más peligrosa.

Si bien el conflicto en Nagorno-Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán tiene mucho tiempo, la reciente avanzada de los azeríes ha sido un duro golpe -de israelíes y norteamericanos- no sólo a Rusia (dado que es su “bajo vientre”), sino también para Irán. Por un lado, sirvió para minar las posibilidades del corredor comercial del que hablaba Pepe Escobar hace algunas semanas -entre Rusia, Azerbaiyán e Irán-, en favor del que promueve Türkiye. Por el otro, controlar los hidrocarburos existentes en la región (Azerbaiyán es un aliado turco), y dejar mal parada a Rusia, dado que ésta es una aliada histórica de los armenios, que en este caso se sintieron desamparados ante su ausencia (entre otras cosas por estar ocupada en Ucrania).

La ofensiva de la Resistencia Palestina

En este contexto se da la nueva escalada militar entre Hamas e Israel. Está más que claro que la operación “Lluvia de Al-Aqsa” del 7 de octubre no fue algo que se planificó de un día para otro. De hecho, el inicio de la operación se da al día siguiente de que cientos de colonos israelíes ingresaran en la mezquita Al-Aqsa por la fuerza -y respaldados por el ejército israelí- en un claro gesto de provocación. 

En otro orden de cosas, hay quienes indican que Türkiye está detrás de la ofensiva por ser el país donde viven algunos de los líderes de Hamas; otros indican a Qatar, y como no podía ser de otra forma, Occidente responsabiliza a Irán, país que promovió reuniones de más alto nivel entre los jefes del Hamas, de la Yihad Islámica y del Hezbollah del Líbano, que hace poco se volvieron a reunir pero ahora públicamente.

Lo cierto es que desde ese 7 de octubre, Israel ha vuelto a perpetrar un genocidio contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, al tiempo que siguen asediando a los palestinos que viven en la Cisjordania ocupada. Las imágenes del horror que se vive en Gaza, parecen salidas de una película sobre el apocalipsis de la humanidad pero es la cruda realidad. Para cuando estas páginas sean publicadas más de 12 mil personas habrán muerto producto de los bombardeos y la avanzada militar del Ente Sionista.

El ataque y la avanzada de la resistencia palestina podría leerse de varias maneras: 

  • Una operación para que no se pierda en el olvido la causa del pueblo palestino, boicoteando el restablecimiento de relaciones que tanto los Saudíes como otras monarquías de la región habían comenzado a hacer con Israel. 
  • Como una jugada de ajedrez del chiismo. Cabe recordar que recientemente Irán recompuso relaciones con Arabia Saudí, mediados por la República Popular China, y que se dio cuenta de que la energía es un talón de Aquiles para los norteamericanos;
  • O como el hartazgo palestino ante más de siete décadas y media de violaciones permanentes a su dignidad sin que el mundo se escandalice y tome medidas concretas para frenar a los supremacistas sionistas.

Otra perspectiva que puede incluirse es la elaborada por el analista geopolítico mexicano, Alfredo Jalife Rahme, quien sostiene que lo que sucede en Gaza es un gran blef de los israelíes (podríamos agregar que en realidad de los norteamericanos), dado que el objetivo militar principal no es el Hamas sino Irán. Lo dijo Netanyahu en reiteradas oportunidades, no es algo que estemos inventando: su intención es borrar del mapa a Irán. Ahora, cabe preguntarse ¿realmente es Israel o es EEUU que no puede hacerse cargo de otro conflicto en estos momentos y por eso juega la ficha de su aliado estratégico en la región ante las jugadas de la diplomacia china en Medio Oriente y para correr el eje de la derrota contundente en Ucrania?

Israel posiblemente busque -además- balcanizar Gaza, generar que la inmensa población concentrada en el norte de esa región tenga que migrar al sur, o incluso sea expulsada a Egipto, para quedarse con esos territorios, o en caso de no lograrlo al menos convertirla en un lugar donde no se puedan vivir. Biden sostuvo recientemente que Israel quiere a Gaza, pero no a sus habitantes ¡Oh casualidad!

En este escenario cabe señalar que desde hace años el gobierno israelí pretende poner en ejecución el Proyecto Gazan Marín, un proyecto gasífero en las costas de Gaza que iban a realizar junto a Egipto. Pero sin acabar con los palestinos de Gaza, y son el control de ese territorio, esos yacimientos no podrían ser explotados por Israel. No es menor resaltar que éstos serían los más importantes a los que podría acceder el Ente Sionista, que hoy compra petróleo, sobre todo, a Kazajistán y Azerbaiyán y que pasan por Türkiye.

La avanzada militar israelí en Gaza no podía más que empeorar la cosa: Hezbollah e Irán advirtieron a Israel de que pagaría un alto precio si lo hacía, y lamentablemente el viernes 27 de octubre por la noche, comenzaban a llegar imágenes de una Gaza apocalíptica producto de los bombardeos y de la avanzada sionista.

Ante la escalada, en el seno de la ONU, surgían distintas iniciativas proponía exigiendo un alto al fuego, resolución en la que sólo 14 países votaron en contra, entre ellos EEUU. El argumento: que Israel tiene derecho a defender a su pueblo de Hamas. El problema es la desproporción de la agresión del Ente Sionista.

Gaza: de cárcel a cementerio

A más de un mes de inicio del genocidio, algunos gobiernos comenzaron a reaccionar (tardíamente) ante la brutalidad de israelí. Conceptos como “crímenes de guerra” y “genocidio” comenzaron a aparecer con más frecuencia en los medios, aunque aún muy tímidamente. Al parecer la “Cúpula de Hierro” también es mediática. La Franja de Gaza se está convirtiendo en un cementerio ante los ojos impávidos de los gobernantes del mundo y mientras, cientos de miles de personas en distintas partes del mundo salen a las calles a exigirle a sus gobiernos que se frene esta locura. Lamentablemente esos reclamos no están siendo escuchados por los gobernantes de las potencias occidentales, con excepción de Macrón que ahora parece que se despertó.

Quizás responda a que hace semanas distintos analistas vienen advirtiendo que este genocidio puede llevar a una escalada regional que arrastre a las grandes potencias a un enfrentamiento de carácter global. Afortunadamente para la humanidad, las predicciones de una respuesta armada de gran envergadura de Irán, Hezbollah y otros grupos del Eje de la Resistencia, aún no se ha dado. Si bien hay enfrentamientos en el sur del Líbano, en Siria e Irak, no han desatado respuestas desproporcionadas. La cautela y el llamado a apegarse a las Leyes Internacionales ha sido lo que primó, pero ¿por cuánto tiempo se sostendrá?

Si bien los distintos actores del eje de la resistencia han afirmado que las consecuencias para Israel serían severas, se han manejado con cautela, sabiendo que una respuesta militar de envergadura podría significar una escalada que lleve a un escenario mucho peor. Algo a lo que parece que estaba apostando el gobierno de la ocupación sionista que encabeza Netanyahu. Es por demás sabido que, si fuese por Bibi, hace tiempo habría arrojado bombas atómicas sobre Irán. Lo dio a entender públicamente en la ONU hace algunos años.

En lo discursivo prácticamente nadie quiere una escalada militar, excepto la extrema derecha sionista (respaldada por los neoconservadores norteamericanos) que incluso ha amenazado con tirar una bomba atómica contra Gaza. Y si bien tanto la administración Biden como los republicanos están peleándose para ver quién es más pro-sionista, el actual gobierno norteamericano hecho las cuentas y sabe que una escalada podría significar no sólo una derrota electoral para los demócratas en 2024 sino algo mucho peor.

Las multitudinarias protestas en los cinco continentes, incluso en EEUU donde el partido demócrata tiene puntos encontrados, y donde un sector importante de la comunidad judía se levantó en protesta entrando al capitolio, al Central Pen Station e incluso la sede principal de BlackRock; los recientes ensayos misilísticos rusos con misiles hipersónicos por aire, tierra y mar; o el hecho de que el ingreso militar de Irán pueda generar una disparada en el precio de los hidrocarburos a nivel global (generando una escalada inflacionaria mundial, que podría tener alto impacto en EEUU); deben haber sido algunos de los escenarios en los cálculos que llevaron a Biden a pedir a China que intermedie para que Irán no entre el conflicto de forma directa.

El presidente norteamericano pretende reunirse con su par Xi Jimping en la cumbre de la APEC (Asia- Pacific Economic Cooperation) que se realizará del 11 al 17 de noviembre. Con la reunión seguramente pretenda mostrar una suerte de “fortaleza” y claramente una guerra desatada en la región haría imposible ese escenario.

Hay que recordar que China tiene muy buenos vínculos con Irán y éste es un eslabón clave en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI por sus siglas en inglés), siendo un paso estratégico en dirección a Europa, además de ser uno de los países que a partir del primero de enero se sumará al BRICS. De igual manera, los asiáticos tienen buenos vínculos con la monarquía del príncipe heredero Bin Salmán. Juntar a los árabes sunitas y a los persas chiitas en una misma mesa luego de más de siete años de enemistad no es moco de pavo, fue un logro de la sigilosa pero efectiva diplomacia china.

Según Jalife Rahme, en la muy desprestigiada APEC, seguramente Biden pretenderá generar un compromiso de Xi para que éste sea quien frene la escalada. Biden mostrará una suerte de fortaleza diplomática, al tiempo que podría “ofrecer” calmar las aguas (del lado israelí), frenar las agresiones, quitar del medio a Netanyahu y a los colonos supremacistas jázaros en Cisjordania ocupada, para posteriormente poder avanzar en la solución de dos Estados. Y vaya uno a saber si sería sobre las fronteras de 1967 (resolución 242 de la ONU), o sobre las de 1948 (resolución 141) como -entre otros- sostiene el ex diplomático británico Alaster Crooke.

Todo esto si es que Biden aún tiene algún grado de control sobre un Netanyahu que cada vez tiene menos poder político, que cual bestia herida es cada vez más peligroso (porque es un sionista supremacista) y que -en su afán de zafar de la cárcel y la “muerte política”- puede ser aún más criminal de lo que ya es.

Lo que podría sacarse en limpio de este escenario es que EEUU utiliza la guerra como forma para pegarle a China (la guerra sólo es negocio para la industria militar norteamericana), dado que muchos de los conflictos se dan en regiones ubicadas en lugares estratégicos de la Iniciativa de la Ruta y de la Franja; en tanto China utiliza la paz como herramienta para pegarle a EEUU, lo deja en offside ante la opinión pública y limita al Complejo Industrial Militar (CIM) y con él, la reactivación económica gringa. Pese a esto, no hay dudas que las 25 mayores empresas del CIM norteamericano (muchas de ellas tienen como uno de sus principales accionistas a BlackRock) son las grandes ganadoras tanto de la guerra en Ucrania como del reabastecimiento israelí en este genocidio.

No hay una postura unificada en occidente

En paralelo la OTAN se está resquebrajando internamente, por lo menos, ante el tema Ucrania: Por un lado, la postura del presidente de Hungría, Viktor Orban, quien abiertamente sostiene que se deben levantar las sanciones a Rusia y que pretende tener una relación más abierta; por otro, posturas como la del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, que no está a favor de seguir apoyando a Ucrania por ser el país más corrupto del mundo. Y como si fuese poco, en Alemania un sector del partido comunista, rompió con este y armó el partido “Die Linke”, encabezado por Sahra Wagenknecht, quien plantea abiertamente que son el partido de la paz, que quieren negociar con Rusia y que su país debe manejar la diplomáticamente y no seguir las locuras belicistas. Esta candidata ya tiene más del 27% de aceptación, mejor imagen que los verdes, la AFD y al partido socialdemócrata. Y hay quienes manejan que podría fusionarse con la AFD lo cual podría llevar a que en el futuro cercano cambie la orientación del gobierno germano.

En tanto las amenazas nucleares de funcionarios y políticos israelíes, desencadenaron revuelos políticos y mediáticos en distintos lados: Irán pidió a la ONU y a la Agencia de Energía Atómica la desnuclearización de Israel; EAU rechazó las amenazas al igual que Arabia Saudí; Bolivia rompió relaciones con Israel; Colombia llamó a consulta al embajador y acompañará a Argelia en una denuncia en la CPI; Jordania retiró a su embajador y echó al israelí; Bahrein también está pensando en hacerlo; en Türkiye Israel retiró a sus diplomáticos; Chile y Argentina condenaron tanto el ataque de Hamas como la desproporción de Israel; Brasil, Venezuela, Nicaragua, Honduras protestó por el genocidio en Gaza; Sudáfrica retiró a todos sus diplomáticos de Israel; Pakistán ya se manifestó abiertamente a favor de Palestina, y la lista sigue.

Hay quienes dicen que la postura de Türkiye es “de pose” para no perder influencia en el sunismo, dado que sigue haciendo grandes negocios petroleros con Israel (de ahí el dardo envenenado que arrojó Nasrallah al exigirle al mundo sunnita que no le venda petróleo al sionismo), algo que fue reiterado recientemente por el presidente iraní Raisi en la cumbre de la Organización de Cooperación Islámica.

Los límites son cada vez más angostos y se camina por una línea roja cada vez más finita. Habrá que analizar muy fríamente tres hechos que sucedieron este fin de semana: el discurso del Secretario General de Hezbollah, Sayyed Hasan Nasrallah; la cumbre de la Liga Árabe que tuvo lugar en Arabia Saudí; y la cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica que realizada en Riat (capital saudí) y contará con representes de 57 países islámicos (1800 millones de personas) encabezada por el presidente iraní Raizi y el príncipe heredero saudí, Bin Salmán. Habrá que prestarle especial atención al precio del petróleo y del oro, pese a que no hubo grandes acuerdos.

A todas luces y por más frío que parezca, Gaza podría convertirse en la tercera derrota militar norteamericana del último tiempo (antes Afganistán y Ucrania). Salvo en el conflicto de Nagorno-Karabaj, donde el eje Israel-Azerbayan logró asestar un golpe en el bajo vientre ruso, los norteamericanos vienen de derrota en derrota, y no sólo en el plano militar.

Gaza y sus ya más de 11 mil muertos, pasó de ser la cárcel a cielo abierto más grande del mundo, al cementerio más grande del mundo. No sólo por el genocidio que está cometiendo el Ente Sionista que conducen racistas y supremacistas, sino porque podría enterrar la lógica de dominación que hoy ejerce el tándem EEUU/Israel ¿Sucederá esto último? ¿Comenzara una escalada militar que desemboque en una guerra regional? ¿El mundo se verá envuelto -nuevamente- en una nueva guerra mundial? Interrogantes que hoy por hoy no tienen respuesta pero que no hay que descartar de la palestra de posibilidades.


Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

Cortar con la Modernidad occidentalocéntrica

Cortar con la Modernidad occidentalocéntrica

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Endeudamiento feroz, guerras por doquier, presiones de todo tipo, robo, saqueo, sanciones… Nada está descartado si se habla de la modernidad como sistema mundo y quienes lo conducen (Al menos por ahora).

“Ya hemos perdido el control del mundo, ahora vamos a perder el control y el dominio mundial del dólar, y cuando eso ocurra tendremos pobreza a nivel de la Gran Depresión. Ya estamos en guerra con Rusia, financiamos y armamos a sus enemigos, pero podemos ir a una guerra directa, podríamos hacer un ‘Golfo de Tonkin’ en Polonia (el falso incidente fabricado para justificar la intervención en Vietnam) y decir ‘lo hicieron los rusos’”
Tucker Carlson

A mediados de septiembre pasado, EEUU volvió a atravesar su techo de deuda y rompió un nuevo récord de endeudamiento al sumar 275 mil millones de dólares en un solo día. Si bien su PBI y tamaño de la economía no son los mismos que los de Argentina, la deuda norteamericana llegó a niveles de escándalo: 33,513 billones de dólares y contando. Para quien nunca haya visto una cifra así, después del 33 agreguen 12 ceros.

Algunas estimaciones señalan que, de continuar aumentando a este ritmo, para 2053, la relación deuda-PBI podría ascender a más del 180%. Sólo en los últimos tres meses EEUU aumentó su deuda en 1 billón (un millón de millones). Es demencial el nivel de gasto. Lo peor es que después son los primeros que vienen a querer darnos lecciones de cómo administrar nuestros Estados. Las ventajas de tener la maquinita para emitir y ser el socio mayoritario del FMI, por lo cual nadie te controlará.

En un reciente artículo, el colega uruguayo Aram Aharonian, analiza algunos de los aspectos que están en juego en la interna norteamericana de cara a las elecciones presidenciales del año que viene. Parece que todo lo que acontece es producto de los dimes y diretes en esa batalla campal entre republicanos y demócratas.

Acusaciones cruzadas de corrupción, jueces y fiscales involucrados, una deuda imposible de sostener, millones de trabajadores desempleados (el propio Biden participó de una movilización de trabajadores de automotrices), distribución de la renta cada vez menos equitativa, la construcción de muros en la frontera para que no pasen más latinos, una inflación que se estima no lograrán reducir a 2% hasta 2025, y la guerra… La guerra como botín, como saqueo permanente no sólo a Ucrania, sino a Europa en general (aunque los europeos estén tan miopes que ni se den cuenta, o no quieran darse cuenta).

En lo que va de la guerra, EEUU ha destinado 1300 millones de dólares en “ayuda” militar y civil a Ucrania. No es menor destacar que la mayoría de ese gasto volvió en compra de armamento a las empresas norteamericanas de la industria bélica. Un negocio redondo, al igual que están pensando para la reconstrucción del país post guerra. Todo negocio.

Para colmo de males, y como lo veníamos adelantando desde hace meses, se está militarizando peligrosamente la región del indo-pacífico bajo sus alianzas QUAD (Japón, India, Australia y EEUU), el  AUKUS (Australia, Reino Unido y EEUU) y la OTAN que empieza a mirar a la región bajo directiva gringa. Región que China disputa con otros países vecinos entre los cuales el diablo ha metido la cola y está empezando a hacer aún más ruido.

Pero como lo hemos señalado en reiteradas oportunidades la guerra no es sólo tradicional, también se da en el plano económico y de lo simbólico. Recientemente, en la cumbre del G20 celebrada en Bharat, dio pie a la firma del acuerdo entre ese país, EEUU, Emiratos Árabes Unidos y la Unión Europea (UE), para la construcción del Corredor Económico India-Medio Oriente-Europa (IMEC, por sus siglas en inglés).

Este corredor económico buscaría conectar la Bharat con Europa, pasando por Jordania e Israel. Aunque para el prestigioso analista geopolítico brasileño Pepe Escobar, no es más que otro blef que intenta “competir” ficticiamente contra la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI – Belt and Road Initiative, por sus siglas en inglés).

En su extenso análisis, el brasileño pone también el foco en otros corredores económicos, entre ellos el que pretende construir Erdogán junto con israelíes y la OTAN en la región armenia de Syunik (con el corredor Zangezur), que desacoplaría, dividiría, separaría a Irán de Armenia, Georgia, el Mar Negro y Rusia con lo que ello implicaría para el país persa.

Lo raro es que pocos días después de que Rusia, Irán y Azerbaiyán se comprometieran a construir una sola vía ferroviaria que fuese de Irán y sus puertos en el Golfo Pérsico a través de Azerbaiyán para conectar con el sistema de trenes Rusia-Europa Oriental, se producen nuevos incidentes en Nagorno-Karabaj, que podrían escalar e involucrar a iraníes y turkiyes.

Como decíamos la guerra también se da en el plano simbólico. Recientemente el parlamento canadiense homenajeó y presentó como héroe de la Segunda Guerra Mundial a Yaroslav Hunka, un miembro de 1º División ucraniana. El problema es que esa división es la División “Galizien” de las Waffen SS cuya misión consistía específicamente en asesinar a las poblaciones que oponían resistencia al III Reich.

El escándalo hizo poner el grito en el cielo no sólo a israelíes, sino a muchos europeos, sobre todo eslavos y polacos. Éstos últimos han ido incrementando las tensiones con el régimen de Kiev en el último tiempo, sobre todo por la inundación de productos OGM que EEUU y sus empresas entregan gratuitamente a los ucranianos, volviendo imposible que los productores polacos puedan competirles.

Poco a poco, Polonia comienza a quitarse el velo de los ojos y empieza a ver la verdadera cara de muerte que están proponiendo EEUU y los neonazis integristas unionistas ucranianos conducidos por Zelenski. Habrá que ver en qué decanta la cosa.

Lo cierto es que occidente, la modernidad impuesta en la que vivimos, este sistema mundo, es un sistema de muerte. Y cada día, a cada paso, nos lo recuerda. Quizás habría que empezar a pensar alguna alternativa, como lo señala el filósofo ruso Alexander Dugin. Si bien éste lo señala para sus compatriotas rusos (en el marco de la guerra multiforme que les declararon), “la liberación completa de Occidente es el único camino hacia la salvación… Todo lo malo de la Rusia moderna procede de él. Sus miasmas han carcomido nuestra política, economía, cultura, ciencia, psicología, vida cotidiana, juventud. Se trata de un proceso cancerígeno. Y cuanto más rápido y más fuerte cortemos las células afectadas, más posibilidades habrá de salvación y renacimiento de nuestra Madre Patria, la gran Rusia”.

Quizás sea hora de que, por estos lados, empecemos a preguntarnos si no tenemos que empezar a cortas esos cordones umbilicales.

Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

Tropas de élite estadounidenses en Uruguay

Tropas de élite estadounidenses en Uruguay

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Estados Unidos pisará más fuerte en Uruguay a través de las Brigadas de Asistencia de Fuerza de Seguridad (SFAB por sus siglas en inglés). Así lo consignó la nueva embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Heide Fulton, al semanario Búsqueda. Fulton dijo que intentará “capitalizar las herramientas”de los dos países para combatir a los narcotraficantes, la droga y la criminalidad.

“El desafío con los narcotraficantes y con los elementos criminales es que tienen muchos recursos y son muy creativos, y puede ser desafiante para los gobiernos hacerles frente. Pero sé que hay mucha voluntad en Uruguay para hacerlo. Nosotros estamos muy enfocados en una cantidad de iniciativas para construir capacidades”, indicó.

El Comando Sur busca fortalecer su influencia en la región ante el avance de China: en 2020 Uruguay retomó su participación en un entrenamiento naval internacional organizado por Estados Unidos; en 2022 la Armada recibió tres lanchas norteamericanas e incluso analizó la compra de buques OPV con Estados Unidos como intermediario; y recientemente también comenzaron a profundizarse los vínculos en el ámbito espacial.

¿Qué son las SFAB?

Creadas en 2017 para asesorar a fuerzas militares en Afganistán e Irak, las Brigadas de Asistencia de Fuerza de Seguridad (SFAB por sus siglas en inglés) pretenden expandir su presencia en América Latina, sumando nuevos países a sus operativos.

En los países a los que llegan, los «asesores» de las SFAB se vinculan con los órganos educativos y mandos superiores de las fuerzas armadas locales para organizar cursos y ejercicios conjuntos.

Colombia tendrá la ayuda de la fuerza especial de EE.UU. para combatir el  narcotráfico - Infobae

En 2020 arribaron por primera vez a América Latina, cuando desembarcaron en Colombia. En marzo de 2023, por ejemplo, efectivos de la 1° SFAB viajaron junto al Ejército de Colombia a la zona de La Guajira —limítrofe con Venezuela— para evaluar sus procedimientos y destreza técnica en la planificación y ejecución de misiones de artillería de campaña utilizando cañones Howitzer de 155 milímetros.

Los asesores que las brigadas envían a los países deben atravesar además un, según ellos mismos, riguroso proceso de tres años en el que se evalúan no solo sus capacidades militares, sino también sus «habilidades de liderazgo».

En cada SFAB se encuadran 816 efectivos en un régimen de rotación de tres años, bajo el mando de un general de brigada, y se dividen en unos 60 equipos –teams– multifuncionales integrados por cuatro a seis efectivos, categorizados según cuatro rubros: maniobras, artillería de campaña, de ingenieros y logística.

Desde su creación, las SFAB son seis, una en cada uno de los cinco comandos geográficos combatientes y la sexta en la reserva de la Guardia Nacional del Ejército.

El Ejército del Perú evalúa crear Brigadas de Propósito Múltiple

Así, el Ejército de Estados Unidos mantiene SFAB en el Comando Sur, el de África, el Comando Central, el Comando Europeo y del Indo-Pacífico. La primera SFAB se estaciona en Fort Moore, Georgia, y corresponde al Comando Sur, cuyo teatro de operaciones se extiende desde el sur de México hasta Tierra del Fuego y desarrolla actividades de asistencia, que califica como «persistentes», en Colombia, Honduras y Panamá.

Según informaba en agosto el Servicio de Investigación del Congreso estadounidense, el Comando Sur tiene prevista la expansión de las actividades de su SFAB a Perú, Ecuador y Uruguay, aunque con carácter «episódico». Son una fuerza de élite que ya ha operado en Colombia, Panamá y Honduras esta división tiene por objetivo expandirse a Ecuador, Perú y Uruguay.

Con presencia en los países nombrados anteriormente, el Comando Sur se asegura el control de la costa del Pacífico. La pregunta que surge entonces es, ¿por qué Uruguay?.

El narcotráfico es y será en las próximas décadas la nueva Doctrina de Seguridad Nacional. El caballo de Troya para el ingreso de tropas militares en países soberanos y un nuevo mecanismo de injerencia, contrabandeando la preocupación por la seguridad nacional para que el Comando Sur se inmiscuya en territorio latinoamericano.

Pensémoslo de manera opuesta: ¿se imaginan tropas brasileñas, mexicanas o colombianas ayudando en territorio estadounidense el combate al fentanilo? ¿Cómo lo calificaría Estados Unidos? ¿Siquiera algún gobierno lo pondría en debate?

Estados Unidos retira tropas de Europa y envía una brigada de combate a  África | Espacios Europeos, Diario digital - La otra cara de la Política

A su vez, si ampliamos el zoom de análisis, esta jugada de Estados Unidos puede tomarse como un dique de contención y prevención ante el avance de China y Rusia en la región. En un texto publicado sobre las SFAB se asegura que la expansión de esas fuerzas en la región latinoamericana «incrementará la presencia de los asesores, continuará construyendo la capacidad de los socios y mantendrá a EEUU como el socio de elección», incluso sostiene específicamente que una mayor presencia de «asesores» de esta fuerza «ayudará a contrarrestar la influencia de otras naciones».

Si atamos esto a las tristemente célebres declaraciones de Laura Richardson, Jefa del Comando Sur, América Latina sigue siendo el patio trasera de la potencia estadounidense y así lo entienden ellos.

Peores americanos

“El Comando Sur del Ejército está trabajando en concretar la primera oportunidad de intercambio con Uruguay durante 2024 para continuar fortaleciendo la asociación entre nuestros ejércitos y avanzar en los objetivos compartidos de seguridad nacional”, declaró la consejera de Prensa, Educación y Cultura de la Embajada de Estados Unidos en Uruguay, Kerri Spindler-Ranta, al semanario Búsqueda.

En una reunión que Fulton mantuvo con el prosecretario de la Presidencia, Rodrigo Ferrés, el jerarca del gobierno le planteó el interés del país por aumentar la cooperación internacional para luchar contra el narcotráfico, informó El Observador.

Uno de los pedidos que Uruguay hace a Estados Unidos es que vuelva a instalar la oficina de la Administración del Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés) que en 2019 se retiró del país en el marco de una redistribución de recursos en la región.

Esto implica una contravención a la Ley Marco de Defensa Nacional (2010), así como en los decretos que han establecido la política de defensa nacional (2014 y 2020) y en el que definió la política militar de defensa (2016), no hay referencias a la seguridad nacional. Es más, la seguridad nacional no ha sido parte de la tradición política del Uruguay contemporáneo.

Hasta el momento no se ha escuchado una sola palabra de queja o de alerta ante estos movimientos por parte del centroizquierdista Frente Amplio como oposición. Desde su fundación, dicha fuerza se define como una “fuerza política de cambio y justicia social; de concepción progresista; democrática, popular, antioligárquica y antiimperialista”. Bueno, esto último se ha desteñido con los años.

Artículo publicado originalmente en Periferia

Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

El racismo como pilar del sistema mundo Modernidad

El racismo como pilar del sistema mundo Modernidad

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

“El colonialismo y el imperialismo no saldaron sus cuentas con nosotros cuando retiraron de nuestros territorios sus banderas y sus fuerzas policíacas. Durante siglos, los capitalistas se han comportado en el mundo subdesarrollado como verdaderos criminales de guerra. Las deportaciones, las matanzas, el trabajo forzado, la esclavitud han sido los principales medios utilizados por el capitalismo para aumentar sus reservas en oro y en diamantes, sus riquezas y para establecer su poder”.

Frantz Fanon

Podemos analizar que actualmente existe la necesidad de recuperar las utopías. Esos proyectos colectivos que nos hacen avanzar hacia la conquista de mejores condiciones de vida, en cumplir con sueños colectivos que nos hermanan y fortalecen como humanidad. Pues bueno, la lucha es parte de esos sueños.

En esta semana que concluye se convirtió en noticia el derrocamiento del presidente Mohamed Bazoum a manos de la -hasta entonces- Guardia Presidencial. El grupo rebelde anunció el pasado 26 de julio el derrocamiento del ahora ex mandatario y dos días después su jefe de seguridad, Omar Tchiani, se proclamó presidente de un “Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria”.

Este hecho provocó que Occidente pusiera el grito en el cielo y acto seguido, la maquinaria de prensa, comenzara el operativo de deslegitimación. Han dicho de todo menos “lindos” a los rebeldes. Lo que pocos han puesto sobre la palestra fueron las grandes movilizaciones de apoyo a tal decisión.

“Una lucha que moviliza todas las capas del pueblo, que expresa las intenciones y las impaciencias del pueblo, que no teme apoyarse casi exclusivamente en ese pueblo, es necesariamente victoriosa”

Frantz Fanon

El problema es que Níger, al igual que otros países africanos han sido históricamente saqueados por las potencias occidentales, sobre todo EEUU y Francia. Según datos de la Organización Mundial del Comercio, Nigel es un gran exportador de oro, uranio, torio y sus derivados, y aceites de petróleo (excepto los aceites crudos). Minerales e hidrocarburos que en su mayoría terminan en manos del gobierno o grandes multinacionales francesas.

Pese a este permanente saqueo, la falta de infraestructura del país provoca que la exportación de minerales e hidrocarburos sea deficitaria frente a las importaciones que debe afrontar el país. Producto de ello, la economía nigerina está basada en la agricultura de subsistencia: más del 90% de los empleos se encuentran en el sector rural, el cual constituye el 40% de la riqueza nacional. Gracias a esta expoliación, Níger es uno de los países más empobrecidos del planeta tierra, ocupando el puesto 167 de 169 según la clasificación del PNUD.

Ejemplo similar del saqueo colonial francés se da en Mali, un país con más de 860 minas de oro que produce unas 50 toneladas de este metal preciado y que sin embargo tiene 0 (cero) reservas en sus arcas. Todo ese oro termina en las bóvedas de los bancos franceses, país que ocupa el cuarto lugar mundial en reservas con un total de 2.436 toneladas.

No soy prisionero de la Historia. No tengo que buscar en ella el sentido de mi destino. Tengo que recordarme en todo momento que el verdadero salto consiste en introducir la invención en la existencia

Frantz Fanon

Sin embargo entre las explicaciones de por qué se dio el levantamiento y por qué tiene el apoyo popular no han sido expuestas. La colega Carmen Parejo Rondón lo explica muy claramente en un artículo publicado recientemente. Las explicaciones más conservadoras hablan de la barbarie africana, las más ilustradas que Vladimir Putin y Xi Jimping están detrás del golpe, dando a entender que los nigerinos son simples marionetas.

Lo realmente preocupante es que poco y nadie se detuvo en pensar desde África. Han sido lamentablemente escasos los analistas que se pusieron en los zapatos de esa nigerinas y nigerinos cansados de exportar millones y millones de dólares en minerales estratégicos para vivir en las condiciones que hace cientos de años, sin luz, sin cloacas, sin cientos de esos “lujos” que viven aquellos ciudadanos de las metrópolis a donde termina su oro, su uranio, su torio.

Y eso no es otra cosa que la muestra cabal de aquello que observaron con claridad meridiana analistas e investigadores de la corriente decolonial como Enrique Dussel o Ramón Grosfogel. El racismo es uno de los pilares de este sistema mundo llamado modernidad. No es sólo el capitalismo, esa es la vertiente económica. Junto con estos el patriarcado y el dualismo cartesiano completan el cuarteto de ejes rectores.

“El mundo colonizado es un mundo cortado en dos. La línea divisoria, la frontera está indicada por los cuarteles y las delegaciones de policía”

Frantz Fanon

Está claro que en medio de la tormenta las nigerinas y nigerinos opten por aliarse con quienes hoy le disputan la hegemonía a sus históricos verdugos, pero creer que son simples marionetas del poder no es otra cosa que reproducir el racismo que atraviesa a cada ser de este mundo. No porque todes seamos conscientes de tal hecho, sino porque es parte del sistema en el que vivimos.

Y esta forma de valorar, de analizar o de prejuzgar no es exclusiva o excluyente de lo que pasa en Níger. Se puede observar en cada uno de los hechos en los cuales los pueblos enfrentamos al poder constituido, dominante. Porque en occidente los chinos, al igual que otras culturas orientales, son representados siempre en el lugar de mafiosos (mafia china/ninjas/ladrones), o desde su milenaria (pero estanca) cultura; porque los rusos siempre están puestos en el lugar de mafiosos, de terroristas o de rivales a vencer como en Rocky. Ni hablar el lugar que dejan a los árabes o a los latinos.

Como decía el gran revolucionario Frantz Fanon: “Lógicamente no es posible someter a la servidumbre a los hombres sin inferiorizarlos parte por parte. Y el racismo no es más que la explicación emocional, afectiva, algunas veces intelectual, de esta inferiorización”.

Quizás, tan solo quizás, para comprender lo que sucede en otras partes del mundo el primer paso sea reconocer que estamos atravesados por ese racismo y que para revertirlo hay que asumirlo e intentar no reproducirlo. Quizás así empecemos a ser más solidarios con los pueblos que luchan por su libertad, por sus sueños, por sus utopías; que luchan por romper las cadenas que los oprimen, pese a que sus esclavizadores y saqueadores les disguste.

Parafraseando a Fanon, se podría afirmar que “la independencia no es una palabra que deba exorcizarse, sino una condición indispensable para la existencia de hombres y mujeres realmente liberados, es decir, dueños de todos los medios materiales que hacen posible la transformación radical de la sociedad”.

Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

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