Breve resumen de la vertiginosa política nacional

Breve resumen de la vertiginosa política nacional

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Por Nicolás De La Iglesia*

En la conocida y profundamente confusa serie japonesa Evangelion, les habitantes de una sociedad distópica, se ven obligades a recluirse, debido a constantes ataques de extraños seres llamados “Ángeles”. Para poder defenderse, un científico y su equipo, crean enormes bio-robots (EVAs o Evangelion) que son piloteados por niñes. En Argentina, lejos de ser un niñe, el piloto del Evangelion es @alferdez y el robot que le tocó manejar, no es de alta tecnología. Sería en comparación algo más parecido a un Renault 12, que otra cosa.

Leandro Santoro, en una entrevista en el programa de Viviana Canosa -que sale al aire por canal América- explicó: “el aparato del estado está desguazado, el estado no tiene capacidad para intervenir en la realidad, cómo consecuencia no solamente de Macri sino de una suerte de neoliberalismo estructural que arrastra la Argentina de la dictadura militar para acá”. ¿Cómo generar entonces un estado bajo una lógica redistributiva e intervencionista, si el último service del renolito fue, con suerte, hace cuatro años? Este es el principal problema del gobierno nacional, cómo lograr que el estado tenga la solvencia necesaria para poder incidir en la realidad.

¿Qué pasa con les humildes?

Esta semana, el foco de la agenda mediática estuvo en la crítica situación que se vive en las villas de Capital Federal. La muerte de Ramona Medina, referente de la Poderosa en la villa 31, fue el catalizador para que se hable en los medios, de una vez por todas, sobre cómo están atravesando la cuarentena en estos barrios. Para muches, no fue noticia escuchar que viven hacinades, por lo que el aislamiento es poco más que una utopía; o que ni siquiera tienen agua y que Ramona se murió reclamándole a Larreta y denunciando la falta de respuestas.  

Ante está situación, la respuesta del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta fue prácticamente nula, cosa que no sorprende, si se observa de cerca la gestión del PRO en la ciudad más rica del país (la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tiene un PBI equiparable al de países como Bélgica). ¿En qué se basa la gestión? En romper y arreglar veredas; en hacer carriles exclusivos para colectivos o en poner plantitas (a veces de plástico) en canteros. Mientras tanto, las villas siguen sin ser urbanizadas; hay miles de pibes y pibas que se quedan sin cupo en las escuelas (que dicho sea de paso, muchas se caen a pedazos); los hospitales están en pésimas condiciones y tantas otras cuestiones. ¡Ojo! Esto no es un problema de gestión: eso el gobierno de la ciudad lo hace y bien, sólo que para negociados inmobiliarios o para favorecer a algún empresario amigo con la compra de insumos con sobreprecios.

A raíz de la muerte de la militante de la Poderosa, @alferdez se reunió en dos ocasiones con el referente de ese espacio, Nacho Levy, en dónde escuchó de primera mano cómo están viviendo esta crisis en los barrios. Desde el entorno del presidente, precisaron que las versiones que recibían del Gobierno de la ciudad eran distintas. Ya en la segunda reunión, se pudo ver a altos funcionarios junto a dirigentes de distintos movimientos sociales. La intención del gobierno nacional es poder articular con estas organizaciones populares para poder controlar con mayor eficacia la crítica situación en los barrios. En esa misma línea, se está desarrollando un proyecto que posibilite la habilitación de predios estatales para que les vecines de las villas puedan aislarse en mejores condiciones que las que ofrece actualmente el Gobierno de la ciudad (1).

Intentando poner en marcha el motor

La semana pasada y con miras a encontrarle la vuelta a la reactivación económica, @alferdez junto con la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa, anunciaron un plan de viviendas. El mismo tiene varios ejes como la ampliación, refacción y construcción de viviendas en barrios vulnerables ¿Qué implica la puesta en marcha de este proyecto?  5.500 casas nuevas, 43 mil unidades para refacción, 200 mil microcréditos y 4000 subsidios para la compra de materiales para la construcción. La inversión del Estado tendría como objetivo la creación de 750 mil puestos de trabajo (2).

Asimismo, esta semana se anuncio que con los 21 millones de dólares que habían quedado pendientes del préstamo con el FMI, se compraron alrededor de 70 mil computadoras para pibas y pibes de todo el país. Medida tomada con miras a acortar las desigualdades en el acceso a la educación de las clases populares y poder sostener la continuidad pedagógica en los tiempos que corren. Además, el Ministerio de Educación logró un acuerdo entre empresas de tecnología y representantes de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) para poner en marcha la fabricación de material tecnológico (3).

La intención del gobierno nacional es clara y apunta a la profundización de medidas que impliquen una redistribución de recursos, hacia clases sociales que vienen de cuatro años de abandono. El principal escollo, es cómo poder sostener e ir más allá en políticas de inclusión.

Independientemente del impuesto a las grandes riquezas, desde el ejecutivo nacional apuntan controlar, a través de la AFIP, dirigida por Mercedes Marcó del Pont (4), la fuga de divisas y la búsqueda de estrategias para poder gravar a las fortunas que se encuentra en paraísos fiscales, o bien en cuentas en el extranjero. En esta línea, la diputada Fernanda Vallejos, trajo revuelo en el establishment nacional, al sugerir a través de un tweet, que el Estado nacional debería tomar participación accionaria en aquellas empresas que asista económicamente durante la pandemia. Lejos de ser una locura, en los principales países capitalistas, como Alemania e Italia, se están tomando medidas similares (5).

El Green New Deal es imperativo

Si bien es vital que el Gobierno busque negociar y formar consensos con los empresarios y especuladores nacionales, no se debe dejar de lado la cuestión ambiental, una de las grandes deudas desde la vuelta de la democracia. De hecho, mientras estas líneas son escritas se continúan realizando desmontes en los bosques en el norte del país. Solo entre el 15 y el 31 de marzo se desmontaron 2.172 hectáreas, o sea 128 hectáreas por día. Este ecocidio implica la pérdida de biodiversidad irrecuperable,  el desplazamiento y la caza de poblaciones originarias (6).

Fuente: Greenpeace

El Gobierno nacional, debería tomar decisiones con miras a comenzar una transición hacia modelos sustentables de desarrollo. No solo porque las problemáticas ambientales van a ir en aumento, sino porque les perjudicades en las catástrofes son siempre, primero, las clases populares. Entendiendo este punto de vista, nunca va a existir la justicia social sin justicia ambiental y nunca se va a poder hablar de soberanía en términos reales en tanto y en cuanto el Estado nacional no proteja las fuentes invaluables de biodiversidad.

A medida que pasa el tiempo, la coyuntura nacional se va complejizando y los debates se van ampliando. La oposición se encuentra visiblemente dividida entre quienes entienden que no respetar las condiciones de la cuarentena, implica lisa y llanamente cavar fosas comunes; y quienes alineados con medios hegemónicos, desafían estas medidas, invitando a la población a que cuestione a un Gobierno, que claramente está haciendo todo lo posible para que haya la menor cantidad de muertes. Nunca estuvo tan clara la grieta, por un lado están los humanos y por el otro los Ángeles.  


*Periodista, columnista sobre Europa del programa Marcha de Gigantes (Radio UNLP - AM 1390) responsable de la sección de Política Nacional de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Peronismo Intergaláctico

Peronismo Intergaláctico

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Nicolás De La Iglesia*

En estos días surgió una noticia donde la NASA emitió una alerta sobre un asteroide de 325 metros de diámetro que va a pasar cerca de la tierra. La comunidad científica, para calmar las aguas, bajar un cambio como quien dice, eligió como nombre para la roca espacial “El dios del caos”. No queda claro si les hace falta un community manager (teléfono para el ex jefe de gabinete Marquitos Peña) o efectivamente tienen uno y todavía se está cagando de risa de todes. Lo cierto es que de llegar “El dios del caos” a este rincón de la Vía Láctea, se puede dudar de cuánto más puede traer de algo que, por estos días, sobra. Es más, la tierra diría “¿Querés ver lo que es el caos? Pasá que te enseño ñery”.

A nivel global, la clase política está en terreno fanganoso y debe hacer uso de una herramienta que nunca utiliza: su capacidad de gestión. Un ejemplo de esto se puede ver en los estados europeos que venían arrastrando un estancamiento económico; sin ir más lejos, su principal economía (la alemana) preveía, después de más de una década de crecimiento sostenido, recesión para el 2020. A esto se le puede sumar la terrible falta de representatividad del sistema político, donde grandes partes de la población ni siquiera se toman el trabajo de ir a votar. Esto se puede anclar en un estado de debilitamiento de los estados nacionales después de décadas de financiarización del sistema global. Esta situación dejó a la clase política a merced de las grandes corporaciones (cuando no atienden en los dos kioscos al mismo tiempo).

¿Qué tendrá que ver la coyuntura europea con la argentina? Sirve para tomar un poco de noción acerca de la terrible crisis institucional que venía arrastrando gran parte del mundo. Además, sirve para dar cuenta de que volver a la normalidad, como dicen muchos, no sirve porque, como explica la ensayista y autora de “La doctrina del Shock”, Naomi Klein, “la normalidad es lo que estaba mal”. Es a partir de esta línea que se comienzan a dar ciertas discusiones sobre temas como el impuesto a las grandes riquezas, amén de la desesperación por conseguir la bishusha que hace a los engranajes estatales girar.

Esta semana se llevó adelante una sesión histórica tanto en la Cámara de Senadores como en la de Diputados, en donde se convino la virtualidad con la presencia de aquelles que podían acercarse a los recintos. Mención aparte para les diputades de Cambiemos que viajaron cientos de kilómetros (exponiendo no sólo su salud, sino también la de otres) para ir a sesionar y poder defender los intereses de los millonarios, oponiéndose fervientemente al impuesto a la riqueza, los despidos y un largo y tedioso etcétera. Trabajo noble el de defender a los desamparados de Nordelta.

Además de homologarse todos los DNUs que tiro @alferdez en plena cuarentena, en la sesión sobresalió el discurso de Máximo Kirchner. A lo largo de este, el diputado por el Frente de Todes planteó la desconcentración del “polo industrial”, el cual se encuentra en su mayoría en una de las zonas más afectadas, como lo es el conurbano bonaerense. Al mismo tiempo remarcó la densidad poblacional de esta zona geográfica del país. Esta es una discusión más que interesante teniendo en cuenta las intenciones del ejecutivo nacional de descentralizar la actividad política del país. Hay, de hecho, un proyecto que plantea la instalación de capitales móviles en distintas ciudades de Argentina, a donde el Gobierno llevaría sus oficinas. Esta va a ser sin dudas una de las grandes discusiones a futuro, más teniendo en cuenta que si hay algo que sobra es extensión territorial y que además nunca está demás reafirmar la soberanía nacional.

En una entrevista radial, el hombre de la Shweppes de pomelo dijo que se sentía como los maestros ajedrecistas jugando varias partidas al mismo, haciendo referencia a la crisis laboral, la sanitaria y la económica. Respecto a la crisis laboral se prevé que cerca de la mitad de la población activa del mundo se quede sin trabajo (algo de eso se está viendo en EE.UU., con la peor crisis de desempleo desde el crack del 30’). En cuanto a la crisis sanitaria hay que destacar que en sólo unos meses se levantaron varios centros de atención y se finalizaron obras que venían de cuatro años de abandono. Sin embargo es necesario proyectar una inversión y una reconversión del sistema de salud pública, que es una de las grandes cuentas pendientes del sistema político argentino. Por último, la crisis económica es uno de los grandes desafíos a futuro, no solo en referencia a la negociación que lleva adelante Martín Guzmán con los acreedores (que cuenta con un gran apoyo nacional y de figuras internacionales como la directora del FMI Kristalina Georgieva), sino también al futuro sombrío para la economía mundial en los próximos años.

En este sentido, no hay que dejar pasar la homologación de una rebaja salarial de hasta el 25% para trabajadores suspendidos. La medida surgió de negociaciones entre las cúpulas de la Unión Industrial Argentina (UIA) la Confederación General del Trabajo (CGT), y el Estado nacional, que obró como mediador. Según el Gobierno, la iniciativa tuvo lugar para evitar una ola de despidos. Además, la homologación fue acompañada de una serie de requisitos que los industriales deberán cumplir, como la exención de adultos mayores, trabajadores de grupos de riesgo, embarazadas o personal dedicado a tareas bajo el esquema del teletrabajo.

¿Qué tenemos por delante? Un panorama que lejos de aclarar, está oscureciendo cada vez más. A todos estos factores con lo que tiene que gestionar el Gobierno nacional se encuentra también el periodismo de “guerra”: no hay que olvidarse de quienes están detrás de las fake news que intentan desgastar constantemente a un Gobierno que lo único que quiere es no tener que cavar fosas comunes como en Brasil. El gobierno de @alferdez debe ser lo suficientemente astuto como para negociar con el empresariado argentino y poder esquivar las constantes operaciones que pasaron y que vendrán.


*Periodista, columnista sobre Europa del programa Marcha de Gigantes (Radio UNLP - AM 1390) responsable de la sección de Política Nacional de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
Argentina y sus intentos de salir del pantano

Argentina y sus intentos de salir del pantano

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Por Pablo Jofré Leal*

Con una deuda externa de 330.000 millones de dólares, que representa el 95.3% de su Producto Interno Bruto (PIB) Argentina se constituye en uno de los 15 países más endeudados del mundo, con toda la carga política, social y económica que tal condición conlleva.

La abultada deuda obligó al presidente argentino Alberto Fernández a confesar que su país “no puede cumplir con el cronograma de pagos de la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pues si se hiciera se estaría sumiendo a la economía en una postración absoluta”, según expresó en declaraciones a Radio Continental el día 10 de febrero pasado. “Nosotros queremos destinar el pago de la deuda a la reestructuración de la economía, a sacar a la gente de la situación de crisis en la que está y por ello, objetivamente no podemos cumplir”.

Esta declaración fue refrendada por Fernández al inaugurar el 138.º período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional. Durante su discurso, el mandatario presentó un diagnóstico negativo sobre la herencia que recibió del Gobierno de Mauricio Macri, una situación que calificó de dramática y de destrucción sobre la economía y el Estado Nacional. Fernández precisó que su Gobierno no va a pagar la deuda, a costa del hambre y la destrucción de los sueños de los argentinos. Lo afirmado por el presidente argentino ha sido igualmente complementado por las declaraciones efectuadas por la vicepresidenta y ex mandataria Cristina Fernández, quien había declarado que “la deuda se salió de control y que para pagarla indudablemente lo primero es salir del período de recesión”.

Las palabras de la dupla Fernández-Fernández, a su vez fueron refrendadas por la decisión del propio Senado argentino con la aprobación de la llamada “ley de Restauración de la sostenibilidad de la deuda pública externa”, un proyecto de ley presentado por el ejecutivo y que permitirá al equipo económico presidio por el Ministro Martín Guzmán, renegociar con los acreedores las condiciones del pago del descomunal.

Recordemos que el nuevo gobierno de Argentina recibió un país en un completo descalabro en múltiples frentes. Una economía en franca recesión desde abril del año 2018 que ha llevado a la población argentina a niveles de pauperización y que implicó tener a un tercio de la población bajo la línea de la pobreza, desconfianza en las instituciones públicas y una alta tasa de desempleo sobre todo en la población joven. Un Mauricio Macri, que tratando de mantener un modelo de crecimiento económico ya sin sustento, trató artificialmente de darlo al solicitar al FMI un empréstito por 56,300 millones de dólares, de los cuales se desembolsaron 44.000 millones, sin poder evitar la profundización de la crisis económica por la devaluación del peso argentino, una altísima inflación en los últimos meses del gobierno macrista y una masiva fuga de capitales.

El gobierno de Alberto Fernández, gracias al apoyo logrado en el senado que le permitió contar con un marco legal y político, pudo emprender un camino de reestructuración de la deuda, en reuniones de coordinación con el llamado Club de Paris[1] bajo la premisa de lograr condiciones mejores que le den la posibilidad de avanzar por escenarios menos onerosos y que no impliquen un ajuste fiscal, porque esa suele ser la exigencia de las corporaciones financieras internacionales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario internacional (FMI) y aquellos que en general suelen generar empréstitos que terminan ahogando a los pueblos y sometiéndolos ad eternum a los dictados de esas organizaciones.

El nuevo gobierno argentino enfrenta un duro panorama económico interno y externo. Unido a la crónica oposición de los grupos económicos y empresariales vinculados a la derecha argentina, hay que sumar las dificultades externas derivadas de las fuertes tensiones entre Estados Unidos y China, el reacomodo de los bloques políticos en Latinoamérica y la irrupción de una pandemia como el Coronavirus, que ha afectado a aquellos países exportadores de materias primas como es el caso de Argentina y su producción de carne, trigo y soja. La desaceleración de los niveles de crecimiento, la guerra entre potencias en materia de hidrocarburos, la escasa visión de los organismos financieros internacionales para prever las crisis económicas, hicieron incurrir en préstamos a gobiernos como el que tenía la argentina con Mauricio Macri, cuando todas las alertas indicaban que era contraproducente.

Para poder contrarrestar ese panorama adverso, el gobierno presidido por Alberto Fernández elaboró un programa y buscó, hábilmente, su base política de apoyo transversal. La ley de solidaridad social y reactivación productiva[2]declaró la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social; y busca salir de la profunda crisis que dejó el macrismo y que en esencia, ambiciona mantener el precario equilibrio fiscal pero al mismo tiempo incentivar el consumo para así salir de forma más robusta de la recesión que acosa a Argentina.

Una verdadera ley de emergencia que por ejemplo grava con un 30% a la compra en dólares, signada con el nombre de “Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS)” que va a regir por un lustro y que gravará con el mencionado 30% además de las compras en el extranjero, la compra de dólares para atesoramiento, la compra de servicios que operen en el exterior y la compra de pasajes al exterior. La aludida ley aumenta los impuestos a los bienes personales y congela las tarifas de servicios, como también eleva los aranceles a las exportaciones de productos agrícolas y apoya a los sectores más vulnerables como son los jubilados quienes recibieron un bono para tratar de paliar su precaria situación. Para este mismo sector se decidió suspender, por 6 meses la fórmula de movilidad jubilatoria, que fue sancionada a fines del año 2016. En estos 180 días el gobierno podrá fijar, en forma trimestral, el incremento de los haberes previsionales.

Otro de los puntos fundamentales de las iniciativas de Fernández y su equipo es llevar adelante las tareas que permitan recuperar lo que denominan “la sostenibilidad de la deuda pública”. Y, para ello, el Ministro de Economía Martín Guzmán afirma que con relación a la renegociación de la deuda externa “tiene que haber conversaciones sobre la base de la buena fe entendiendo cuál es la capacidad del país para poder servir sus deudas en un contexto de recuperación económica”. “Las medidas que hemos tomado están pensadas como un proyecto integral para resolver todos los desequilibrios, redefiniendo prioridades, resolviendo la situación de la población más vulnerable respetando la consistencia macroeconómica” concluyó Guzmán, quien durante estos días se reunió con fondos de inversión que visitaron la Argentina y que desean tener la certeza – que no puede dar el gobierno argentino – de evitar el default.

Es evidente que aunque se logre renegociar la gigantesca deuda externa argentina, este punto no tendrá de inmediato un efecto positivo sobre la economía. Idea sostenida por el propio Alberto Fernández quien reconoció que “renegociar la deuda no es mágico”. Se está trabajando fuertemente por manejar un curso que sintonice la política fiscal con la monetaria, cediendo en ello las exigencias de bonistas y organismos financieros internacionales.

Habrá que ver si Fernández cede en aspectos que suelen ser condición sine qua non en materia de deuda externa: ajustes fiscales que se traducen en desmejorar la calidad de vida de la sociedad. La meta de impulsar las exportaciones en un escenario internacional hostil para acceder a un superávit comercial de 15 mil millones de dólares en el 2020 (que es la cifra esgrimida grosso modo en economía) chocará, sin duda, con el régimen impositivo que se está manejando y que gravará a un sector como el cerealero, que suele ser movedizo y sobre todo sostén de los sectores más conservadores del país.

Argentina trata de salir del pantano dejado por el Macrismo y en ese marasmo las interrogantes suelen cubrir el panorama de posibles soluciones. Latinoamérica necesita una Argentina firme, un gobierno del lado de la integración regional, de los intereses más solidarios con causas justas, no como los de Macri y su inclinación por Washington y el sionismo, que han marcado a fuego el rumbo del país. Todo tiene que ver con todo y en ello la economía no es una cuerda separada de la política interna y externa.


* Periodista y escritor chileno. Analista internacional, Master en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en temas principalmente de Latinoamérica, Oriente Medio y el Magreb. Es colaborador de varias cadenas de noticias internacionales. Creador de revista digital www.politicaycultura.cl

Articulo cedido por http://www.segundopaso.es/news/381/Argentina-y-sus-intentos-de-salir-del-pantano

  1. Fundado el año 1956 El Club de París es una agrupación de países acreedores cuya finalidad es la de organizar formas de pago para los países deudores, como así también efectuar reestructuraciones de deuda. Debe su nombre a operar desde la tesorería del gobierno de Francia, en París. Argentina fue, sintomáticamente, el primer país en trabajar un proceso de reestructuración de su deuda el año 1956 cuando expresó la necesidad de cumplir con sus acreedores (varios países soberanos) para evitar convertirse en un país deudor. Bajo esa premisa, Francia se ofreció a acoger una reunión excepcional de tres días en París, que tuvo lugar del 14 al 16 de mayo de 1956.
  2. Ley de solidaridad social y reactivación productiva. https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/224184/20191228
Es hora de Soberanía Alimentaria: la estatización de Vicentín sería muy auspicioso

Es hora de Soberanía Alimentaria: la estatización de Vicentín sería muy auspicioso

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Federico Lopardo*

Desde la consolidación del Foro por un Programa Agropecuario Soberano y Popular, luego de aquellas históricas jornadas en Ferro en mayo de 2019, durante la agonía del régimen neoliberal macrista, varias organizaciones vinculadas a la producción agrícola, ganadera y pesquera vienen desarrollando distintas iniciativas e impulsando políticas de Estado vinculadas a la producción de alimentos sanos y soberanos, a lo largo y a lo ancho de la Argentina toda.

En ese contexto, ante la quiebra de la empresa Vicentín, los sectores de la economía popular y de la agricultura familiar -fundamentalmente los que integran dicho foro- proponen y reclaman, en hora buena, “la estatización” de dicha empresa por parte del gobierno nacional que encabeza Alberto Fernádez, para que deje de ser un agronegocio y se reconvierta en una producción nacional, popular y amigable con la naturaleza (que viene siendo muy castigada por la depredación del modo de producción capitalista en su fase superior). Lo novedoso y audaz de la propuesta es que la gestión sea mixta entre el Estado Nacional y las Organizaciones Sociales.

Repasemos. La deuda de este grupo empresarial en sí, tiene sus complejidades: con el Banco Nación, la firma tiene una deuda de $ 18.258.859.000; al Banco Macro, la empresa le debe $ 612.521.000 y calificarán estos préstamos de situación 4 -con alto riesgo de insolvencia-. Otras tres entidades, el BICE (por un préstamo de $ 304.767.000), el Banco Hipotecario ($ 736.708.000) y el Santander ($197.631.000), ubicaron estas deudas en situación 2, es decir, con seguimiento especial. El resto de las entidades nacionales (entre ellas el Banco Provincia y el Banco Ciudad) están en el rango 1: situación normal.

Además de los problemas con los bancos y sus acreedores comerciales, a Vicentín le pesa también una investigación que comenzó la AFIP por sobrefacturación, evasión fiscal y fuga de capitales, figuras legales que hasta el momento no habían aparecido, y eso que la firma se declaró en «estrés financiero» en diciembre del año pasado.

Un poco de historia acerca de “Holding”:

Los inicios del grupo inescrupuloso de Agronegocios Vicentín se remontan a fines de la década del ’20, con un pequeño comercio de acopio y ramos generales en Avellaneda, localidad situada al norte de la provincia de Santa Fe. Años más tarde, la empresa inicia su actividad con la puesta en marcha de su primera planta desmotadora de algodón y una fábrica de aceite resultante de la molienda de semillas de algodón, lino y maní.

Tres generaciones de la familia Vicentín se enriquecieron con la creación de un oligopolio que incluye la Algodonera Avellaneda, el frigorífico Friar, un feedlot en un predio 450 hectáreas, tres plantas industriales en Ricardone y San Lorenzo, una hilandería en Brasil, elaboración de algodón que comercializa Química Estrella y la producción propia de agrotóxicos, alimento balanceado y biodiesel. Mas el pool de siembra de soja. Es importante recordar que también son dueños de una bodega de vino en Mendoza y que en 2016 compraron una parte de SanCor (yogures, queso crema y postres).

¿Cómo se hizo esa fortuna, emporio empresarial e integración productiva?

Las actividades diversificadas de la producción explican una parte bien notoria y conocida. La otra parte, la no conocida, la que cuenta con el silencio cómplice de los medios masivos de comunicación -a los que lamentablemente ya estamos acostumbrados-, se construyó sobre la sangre y los derechos cercenados de sus obreros, atentando contra las libertades gremiales de sus delegados, el espionaje y la persecución política de sus trabajadores, la corrupción planificada de ciertos representantes sindicales, y por supuesto, la desaparición forzada de por lo menos 22 obreros, entre ellos los 14 delegados de sección, que fueron secuestrados entre enero y noviembre de 1976, muchos de adentro mismo de la fábrica.

La empresa Vicentín fue cómplice de las dictaduras militares, de la represión de los trabajadores. Presenta niveles de complicidad e instigación de delitos de lesa humanidad, con el fin de asegurarse obreros dóciles, obedientes y familias aterradas.

El grupo Vicentín siempre estuvo ligado a situaciones turbias y bastante sospechadas. En la última campaña electoral, fue uno de los principales aportantes de Juntos por el Cambio (Macri – Picheto), gobierno donde se produjeron las irregularidades de los préstamos bancarios, donde se sospecha que se preparaban para la fuga de capitales, o sea para la estafa.

¿Qué hacemos con esta nueva estafa?

Desde el foro se viene planteando: “Siendo este el esquema del grupo económico (buques, puertos, plantas industriales, tierras para producir), dada su envergadura a nivel nacional y regional, y entrndiendo que los principales acreedores son el Banco Nación y el Banco Provincia (ambos bancos estatales, del pueblo argentino) y que los prestamos fueron otorgados por la gestión de Mauricio Macri y Maria Eugenia Vidal, proponemos al actual gobierno conformar una empresa mixta con dirección de ministerios (Economía, Producción, Desarrollo Social) y organizaciones sociales agrarias y no agrarias. La propuesta apunta a continuar las actividades (ahora sustentables con el ambiente y la sociedad) del grupo económico Vicentín y cuidar los puestos de trabajo (solo las plantas de Ricardone y San Lorenzo cuenta con 800 trabajadores).

Esto sin dejar de investigar esta estafa al pueblo argentino que se realizó en la gestión anterior y los responsables de Vicentín que deberán dar sus explicaciones ante la justicia”.

Esto le permitiría al Estado, dada la emergencia alimentaria, poder:

  1. Tener un precio de referencia para el mercado de exportación de granos.
  2. Establecer diferencias por producto y tipo de productor (mejorando los precios).
  3. Impulsar la soberanía alimentaria y contribuir a la emergencia alimentaria.
  4. Fomentar de la producción de granos sustentables, la agricultura familiar y la agroecología.
  5. Regular el ingresos de divisas.
  6. Controlar el pesaje de lo exportado.
  7. Abastecer de alimentos básicos y sumarlos a precios cuidados.
  8. Contar con logística portuaria (buques), terminales y almacenamiento.
  9. Tener abastecimiento y acuerdos comerciales que permitan a los productores acceder a insumos utilizados en la producción agropecuaria.

Por eso la Estatización Mixta entre el Estado y las Organizaciones es muy auspiciosa y sería el puntapié inicial de un nuevo ciclo en Nuestra Patria.


* Docente y Extensionista de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la UNLP y UNR
En la otra vereda: el cambio en la política exterior

En la otra vereda: el cambio en la política exterior

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Miranda Cerdá Campano*

Alberto Fernández asumió como presidente de Argentina en un contexto regional bastante complejo, primero porque más allá de la evidente crisis del modelo neoliberal -que en estos últimos meses se ha manifestado concretamente en las movilizaciones en Ecuador, Chile, Colombia, Haití-, estos gobiernos neoconservadores que representan a la derecha más reaccionaria, siguen en pie.


El contexto no es el mismo que en la primera década del siglo XXI y en ese sentido, el sueño de una nueva integración nuestroamericana, al menos como la soñó Hugo Chávez, también aparece un tanto lejana.

De cualquier manera, la asunción de un nuevo gobierno de tinte nacional y popular en Argentina, sin duda generan esperanza para el progresismo a nivel regional. Así lo manifestó el ex Presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en una conferencia[1] que dio en la Universidad de Buenos Aires hace algunos días, en la que manifestó que la victoria de Alberto y Cristina no sólo era una reivindicación para Argentina, “sino que le da esperanza a toda América Latina”.

Esta esperanza sin duda se ve reflejada en la conformación del Grupo de Puebla, este foro que reúne a líderes y representantes de 12 países de América Latina y aglutina a los principales dirigentes de centroizquierda de la región. Habrá que ver qué tanto músculo tiene el Grupo de Puebla para poder expandirse; esto entendiendo que las derechas, con apoyo del imperio yanqui, son dominantes en la región y que solo dos miembros de este grupo son presidentes en ejercicio, Alberto y Andrés Manuel López Obrador. En este sentido, de ninguna manera podemos dimensionar cuál es el poder real que tiene el Grupo de Puebla para hacer frente a Estados Unidos y al Grupo de Lima. Más allá de cualquier especulación, representa un guiño para el progresismo y la integración latinoamericana que Fernández esté participando activamente del foro desde sus comienzos y que incluso la última reunión haya sido en Argentina.

Imágen: Agencia Telam

Otro guiño sin duda es el arribo de Evo Morales y de Álvaro García Linera al país en calidad de refugiados políticos. Al menos porque esto marca una clara diferenciación con la política de Mauricio Macri, que en la última cumbre del Mercosur se negó a reconocer el golpe de Estado y reconoció a Jeanine Añez como presidenta interina de Bolivia.

Como era de eperarse Argentina ya tuvo el llamado de atención correspondiente del imperio yanqui por el asilo político a Evo. Mauricio Claver-Carone, el hombre que se fue de la asunción de Alberto y asesor de Trump para América Latina, dio una conferencia de prensa telefónica para los medios de la región en Washington, en la que le pedía al presidente argentino “que sea consistente con su discurso y diga si va a ser un abogado de la democracia en la región o si va a ser un apologista para las dictaduras y sus caudillos, sean Maduro, Correa o Morales”.

En la misma conferencia, Clever-Carone anunció además que Cuba, Nicaragua y Venezuela -esta “troika de la tiranía”, como la catalogó John Bolton hace un tiempo- no van a ser beneficiarias de la iniciativa América Crece, un plan que el imperio yanqui lanzó este martes y que en los papeles, propone el desarrollo energético y de infraestructura para 30 países “demócráticos” de la región.

Habrá que ver en este sentido qué posición toma Alberto Fernández en torno a Venezuela: si sostiene el discurso no injerencista, pero alegando violaciones de derechos humanos -que bastante le sirvió en la campaña- o si defiende el proceso bolivariano. Nicolás Maduro no fue invitado a la asunción del presidente y Felipe Solá reconoció que ese día “era más conveniente tener una postura más neutral” y después dijo concretamente que hay seis o siete países de América Latina con los que el gobierno quiere “tener una relación positiva” y “esos países están claramente en contra de Maduro”. 

Imágen: Diario Popular

Habrá que ver también qué sucede con el principal socio comercial de Argentina. Bolsonaro criticó públicamente a los argentinos por haber votado mayoritariamente por el peronismo y amedrentó con la posibilidad de romper el Mercosur después de los comicios del 27 de octubre; tampoco vino a la asunción de Alberto y mandó a su vice, Hamilton Mourão. Como si no fueran lo suficientemente tensas las relaciones, Fernández eligió México y no Brasil, para realizar su primera gira al exterior como presidente electo; y a diferencia de Macri, que fue el primer presidente en desconocer el golpe parlamentario a Dilma Rousseff y en reconocer al gobierno de Michel Temer, Alberto Fernández celebró la libertad de Lula da Silva e incluso invitó a Dilma y a Lula a su asunción.

Aún estando más bien sólo, sin aliados -gubernamentales- alrededor, Fernández ya ha dado demostraciones de los cambios que se vienen en Argentina con su política exterior. Y ya avisó que de ninguna manera apoyará políticas intervencionistas para resolver la crisis venezolana, posición similar a la ejercida hasta ahora por México y Uruguay, aunque este último cruce a la otra vereda cuando Lacalle Pou asuma la presidencia. Así, el único y gran aliado con el que cuenta Fernández, por ahora, es Andrés Manuel López Obrador y sin embargo es compleja esta alianza porque es complejo el contexto regional.

Argentina tiene hoy otras prioridades que giran en torno a políticas sociales y económicas para revertir el desastre en el que han culminado estos cuatro años de neoliberalismo y habrá que ver qué lugar tiene la integración latinoamericana en este complejo escenario.


*Periodista, columnista sobre Sudamérica del programa Marcha de Gigantes (Radio UNLP - AM 1390), redactora de Revista Trinchera y colaboradora de Agencia Timón

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[1] https://youtu.be/fUV5XPNmwkI

Berrozpe: “Primero hay que atender la solución de los que tienen hambre”

Berrozpe: “Primero hay que atender la solución de los que tienen hambre”

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Dialogamos con el secretario de prensa de la Asociación Bancaria, Eduardo Berrozpe, con quien analizamos lo que se viene de cara a la asunción de Alberto Fernández, el plenario que tuvo la CGT con el presidente electo y los desafíos a los que éste convoca a les trabajadores.


En principio queríamos que nos comentes lo que se está pensando para el plenario del 8 de noviembre

El plenario del que la Corriente Sindical conversó en días pasados con algunos referentes de la actual Consejo Directivo de la CGT para recibir al ya presidente electo de los argentinos, el compañero Alberto Fernández. A ese efecto está convocado.

Es muy importante que un presidente electo visite a la Confederación General del Trabajo porque Alberto Fernández viene conversando con todos los referentes del movimiento sindical y recuerdo que nosotros, ni bien fue proclamada la fórmula de Alberto y Cristina, tuvimos el orgullo de recibirlos en nuestra casa junto con aquellos que encabezamos la lucha en las calles contra este modelo.


Eduardo, uno de los nombres que ya está circulando es el del ministro de trabajo que sería Claudio Moroni ¿Cómo ven esa designación?

Lo ha señalado el compañero (Sergio) Palazzo al igual que otros sectores del movimiento sindical, es un profesional, abogado y por supuesto un dirigente político de estrecha relación con el presidente electo de la nación, que conoce muy bien la realidad del movimiento sindical.

Cualquiera sea la designación que haga el presidente de la nación nosotros vamos a trabajar en consonancia con ese ministro, como lo hemos hecho con todos los ministros, siempre y cuando no caigan en las posiciones que han caído los ministros de trabajo de este gobierno (de Cambiemos).

Nosotros más que colaboración tenemos relaciones institucionales y si les digo que la posición de la Corriente Federal de los Trabajadores y de la Asociación Bancaria en particular, es respaldar al gobierno electo. Hemos sido protagonistas en la conformación del Frente de Todos, y lo respaldaremos, obviamente, sin resignar la defensa de los derechos de los trabajadores.


Alberto Fernández viene haciendo referencia desde hace un tiempo a la conformación de un Pacto Social y la creación de este Consejo Económico y Social. Teniendo en cuenta la difícil situación que viven les trabajadores ¿Cuáles serían las propuestas a trabajar desde la CGT y específicamente desde la Asociación Bancaria?

Ahí tenemos que distinguir dos situaciones: una es la situación que atraviesan los sectores más postergados de nuestra sociedad, agredidos salvajemente por este gobierno y en ese sentido decimos que hay medidas básicas y urgentes sin las cuales no se puede avanzar en la discusión de un Pacto Social.

Creemos que el Pacto Social es muy importante así como el Consejo (Económico y Social) que está anunciando el presidente electo de la nación, pero que primero hay que atender la solución de los que tienen hambre, hay que atender la situación de una emergencia sanitaria en la que están, por ejemplo, los compañeros jubilados y también hay que resarcir la pérdida de poder adquisitivo a sectores que están muy atrasados.

Algunos en función de ventajas relativamente comparativas. Nosotros hemos logrado mantener poder adquisitivo, otros van muy detrás y esto son cuestiones delicadas y que hacen al plan de reactivación económica que está anunciando Alberto Fernández.

Esto es lo urgente. Sobre la base de resolver lo urgente hay que elaborar un pacto social que no puede restringirse solamente a la cuestión de precios y salarios, sino que tiene que tener y delinear un modelo productivo (que está pendiente en nuestro país): cuáles son los sectores que tendremos que desarrollar, cuáles privilegiamos, obviamente están los temas tributario y de coparticipación. Hay que realizar un verdadero Pacto Social es un trabajo arduo y tiene que representar la posibilidad de un proyecto de país donde quede claro qué esfuerzos tiene que hacer cada sector.

Necesitamos un movimiento unido, con propuestas, con ideas y esa es la tarea que se impuso desde un primer momento la Corriente Federal de los Trabajadores

Eduardo Berrozpe
Sec Prensa de la Asociación Bancaria

Obviamente ese Pacto Social tendrá que establecer cargas más pesadas para quienes se beneficiaron de esta perversa fiesta macrista y atender la situación de los trabajadores y los sectores productivos porque son imprescindibles para el desarrollo de una economía sustentable, no como esta que se sostienen sobre la base de la financierización de la economía generando el desastre que estamos viendo.

Hay una discusión muy fuerte en relación a las Fintech. Muchos están utilizando a las nuevas tecnologías para ocultar que las relaciones laborales son las de siempre y que hay gremios cuyos convenios colectivos las engloban. A ustedes les está ocurriendo con quienes trabajan con servicios financieros que aparte quedan muchas veces fuera de las regulaciones.

Si me permitís te diría que lo que primero tenemos que ver es que son sectores absolutamente desregulados porque estos irresponsables, en un proceso que comenzó Sturzenegger y continuó Capputo y que ahora siguen los inimputables que tenemos en el Banco Central, un proceso de desregulación casi total del sistema financiero, posibilitando que este tipo de jugadores se beneficien de todo tipo de ventajas, inclusive recibiendo exenciones impositivas que no corresponden y que es tan grande el escándalo que ya se ha comenzado a revisar.

Si queremos tener una moneda nacional e iniciar un proceso de desdolarización para poder administrar adecuadamente nuestra economía tenemos que regular el sistema financiero entendiéndolo como un servicio público. De todas las variantes que tiene el sistema financiero que involucran la banca digital y todo este tipo de emprendimientos como la Fintech. Dentro de ese contexto, dentro de la búsqueda de un sistema financiero que constituya un servicio público, allí habrá que ubicar los derechos de los trabajadores bancarios y no cabe ninguna duda que quienes realizan tareas financieras, tareas bancarias como es el caso de los trabajadores de MercadoPago, son bancarios y deberán percibir el salario que corresponde a nuestra actividad.


Una de las agresiones de este gobierno es al modelo sindical, al permitir los sindicatos por empresa como ha hecho recientemente con la empresa aeronáutica Andes, por ejemplo.

Ya vemos cual es la situación de esa empresa, y su situación no la puede resolver el salario de los trabajadores ni la seguridad de quienes viajan. El pago que corresponde a la actividad está vinculado con el esfuerzo que debe hacer alguien que es piloto que está lejos de su hogar y que tiene gastos vinculados con esa situación.


¿Cómo estás viendo la voluntad -por el momento, expresada en discursos- de gremios que en su momento se fueron a armar la CTA de reingresar a la CGT?

Como ustedes saben, nosotros somos parte de los gremios que están en la Corriente Federal de los Trabajadores y que somos orgánicos de la Confederación General del Trabajo y que debido a diferentes circunstancias es importante establecer qué estrategia utilizar para confrontar con este gobierno perverso y resolvimos en su momento no integrar el consejo directivo y también resolvimos trabajar por la unidad, en serio, alrededor de ideas concretas y de un programa de la Confederación General del Trabajo promoviendo el reingreso de esos sectores sindicales como los compañeros de la CTA.

Necesitamos un movimiento unido, con propuestas, con ideas y esa es la tarea que se impuso desde un primer momento la Corriente Federal de los Trabajadores y en ese sentido te diría que lo que está sucediendo es producto en gran parte, de nuestro trabajo y seguiremos en eso.

Si ves la evolución de la situación por las propias declaraciones de Hector Daer y nosotros estamos haciendo el esfuerzo de tratar muy cuidadosamente a cada uno de los sectores del movimiento sindical sobre los cuales a veces tenemos muy fuertes críticas.

Como ustedes saben hemos sido prudentes y decimos que los dirigentes de cada actividad los eligen sus trabajadores y sobre esa base debemos hablar y actuar con todos los actores si es necesario.

Ese es el camino, inclusive esta situación necesita un movimiento unido y fuerte porque vamos a afrontar en los próximos meses situaciones muy difíciles. Macri deja un desastre. Macri deja un sistema financiero al borde del quebranto, han vaciado la banca pública.

El mensaje que dejamos es que el movimiento sindical tiene que apoyar al gobierno de Fernández y Fernández sin resignar la defensa de los intereses de los trabajadores y de la nación. Firmeza, prudencia y unidad.

Amichetti: “La unidad que le da fuerza al Movimiento Obrero debe ser una unidad forjada en base a un programa”

Amichetti: “La unidad que le da fuerza al Movimiento Obrero debe ser una unidad forjada en base a un programa”

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.
Hector Amichetti (Gráficos) y Sergio Palazzo (Bancaria)

Dialogamos con el Secretario General de la Federación Gráfica Bonaerense y miembro de la Corriente Federal de Trabajadores, Héctor Amichetti, con quien analizamos las intenciones manifiestas de unificación en la CGT y el posible reingreso de los gremios de la CTA de los Trabajadores a la CGT.


¿Qué opinión tenés sobre las discusiones que se están dando en torno a la unidad del Movimiento Obrero y cómo entendes que sería ese proceso?

En el caso de la CTA, charlaba con algunos compañeros, ellos decidieron en su congreso del día jueves su retorno a la CGT, en el marco del planteo de unidad del Movimiento Obrero, que por otro lado también se está charlando entre los distintos sectores de la propia CGT.

Me parece un hecho muy importante que la CTA tome esa decisión, pero también es muy importante buscar algún punto de encuentro entre las distintas fracciones que la CGT tiene y que se mostraron con absoluta claridad durante estos últimos cuatro años de gobierno de Macri.

La tendencia a buscar la mayor unidad posible dentro de una CGT que incluya a todos los sectores del Movimiento Obrero Argentino, creo que es voluntad de todos. Después lo que hay que ver es en qué condiciones se da esa unidad.

Como Corriente Federal nunca dejamos de estar en la CGT pero si vemos que la verdadera unidad, la unidad que le da fuerza al Movimiento Obrero, la que puede ser partícipe de una convocatoria a un gran acuerdo multisectorial que convoque el próximo gobierno, debe ser una unidad forjada en base a un programa del Movimiento Obrero.

En su momento no integramos la conducción de la CGT, fundamentalmente, porque entendíamos que: primero no era una unidad completa en 2016; segundo que era un acuerdo entre dirigencias y grupos sindicales en lugar de una cuestión de programa, de proyecto de la CGT, de posicionamiento en cada uno de los temas que son de interés para el movimiento de los trabajadores; y también cómo nos posicionábamos frente a lo que veíamos venir que iban a ser las políticas de Macri.

Hoy hay una coyuntura distinta. Seguramente va a venir una etapa con un gobierno favorable a los intereses de los trabajadores y ahí será muy importante construir esa unidad, pero para los gremios de la Corriente Federal debe ser en los términos que lo planteábamos en 2016, eso no cambió. No pueden ser acuerdos solamente de dirigentes o de grupos sindicales sino en base a propuestas concretas.

Foto: Radio Gráfica

Por lo que señalas esto debería ser un proceso para poder generar este programa del que hablás y que sea discutido por las bases del Movimiento Obrero ¿Cuáles serían los mecanismos o canales para generar esta unidad?

Para mí hay dos etapas. En la primera etapa seguramente vamos a coincidir todos en el movimiento sindical, porque todo el sector de los trabajadores ha sido muy golpeado, golpeado por los despidos, por la pérdida del poder adquisitivo de salario y esto a su vez repercute sobre todos los sectores de la economía. Estamos viendo que a los propios empresarios PyME les preocupa esta caída del consumo, esto hace que cierren empresas. Ahí hay un gran punto que nos va a unir a todos: de qué manera detenemos esta caída de la economía, que ya el futuro gobierno ha tirado algunos elementos que son claves como la desdolarización de las tarifas que indudablemente hace recuperar el poder adquisitivo y permite que las empresas puedan generar una reactivación.

Por otro lado, claramente, comprometer a los formadores de precio a moderar el costo de los productos de primera necesidad (fundamentalmente los alimentos). Esto de por si implica una recuperación del mercado interno porque va a haber mayor capacidad de consumo. No es un proceso rápido ni automático, pero en eso vamos a coincidir todos. Eso que el futuro gobierno llama Pacto Social que nosotros preferimos llamarle Acuerdo Multisectorial y creo que no va a haber divisiones dentro del movimiento sindical.

El otro proceso es más profundo porque indudablemente, porque esa unidad se tiene que convertir en algo orgánico dentro de la CGT, tiene que haber un compromiso muy fuerte de democracia interna y que no sea sólo elegir una conducción sino que funcionen los cuerpos orgánicos, los plenarios de Secretarios Generales, los plenarios de Delegaciones Regionales (que en los últimos años han sido relegadas); y en cuando al programa, en lo concreto, significa una postura que el Movimiento Obrero va a tener frente a situaciones como la Deuda Externa (como los 26 puntos de Ubaldini), nuestra posición respecto al manejo del sistema financiero (porque si no hay posibilidad de manejar el sistema financiero con libertades va a ser muy difícil reactivar a pleno la economía), qué postura tendremos con el comercio exterior, con la integración continental.

Todo lo que hace a una línea histórica de la CGT en sus mejores momentos, en los de mayor fuerza. Desde ahí es desde donde podemos contribuir a que un proceso que defienda el interés nacional y que defienda los intereses del pueblo tenga una apoyatura como la de los trabajadores organizados, como también tendrá que ser el empresariado nacional organizado. Creemos que de los trabajadores de la economía social o popular deben ser contenidos dentro de la CGT como parte de una realidad nueva del Movimiento Obrero, porque son millones de trabajadores que están trabajando en condiciones de precariedad. Y también tenemos que tener una visión sobre el sector cooperativo, que es generador de trabajo y que tiene una participación muy importante en la economía. Esto es fundamental y va a llevar un proceso un poco más largo porque la visión de los dirigentes no es toda igual. Algunos aceptan esta lógica y otros más bien se cierran en los intereses particulares y profesionales de su sector. Esto es lo que hemos podido comprobar en los últimos años.

Foto: Radio Gráfica

Por lo que decís esto significaría ajironar la estructura y las mecánicas de trabajo para el interior de la CGT con la potencia que esta tiene para poder conquistar mejoras para todos los trabajadores…

Claro, hoy nosotros estamos dando batalla frente a la agresión que sufren muchos sectores del trabajo y de la industria nacional, pero estamos todos separados. Parecería ser que lo que nos golpea a los gremios de la industria resulta indiferente a otros sectores como los de servicios. La batalla que estamos dando en defensa de Aerolíneas Argentinas frente a una política de cielos abiertos que debilita la soberanía en ese sentido; o la que hemos planteado desde el sector de las finanzas con los compañeros bancarios. Ni que hablar de los gremios de la energía. En el caso de la Corriente Federal hemos sido muy claros con lo que significaban los tarifazos y el negocio de las multinacionales.

Lo que pretendemos es que esa organización que unifique a todos los sectores del trabajo tenga un compromiso concreto con toda la problemática del movimiento obrero. Que no sea indiferente porque todas esas cuestiones juntas y dentro de un posicionamiento muy firme del movimiento obrero hacen a la defensa de un proyecto de desarrollo nacional y social, de la defensa de la soberanía y de la independencia económica. Para nosotros es clave reconstruir ese tipo de organización sindical.

Por último ¿cómo analizás políticamente el fin del macrismo y la muy probable asunción de Alberto Fernández como el próximo responsable de la administración del Estado Nacional?

Todos somos conscientes de que vamos a partir de una situación muy, muy difícil. Una situación muy complicada, con un país prácticamente saqueado. Por eso va a haber acuerdos básicos para acompañar la voluntad -ya decidida- de el nuevo gobierno que cuanto más margen, más diferencia tenga en la próxima elección del 27 de octubre, tendrá mayor fortaleza.

Indudablemente esto luego se puede traducir en aprovechar una oportunidad histórica, porque evidentemente hay una inmensa mayoría de sectores nacionales que están siendo afectados. Un gran acuerdo multisectorial, un acuerdo que pueda ser más profundo y que plantee las bases para generar una planificación con desarrollo social y económico. Es una oportunidad histórica que no podemos desaprovechar. Por eso insistimos mucho en que ese acuerdo no puede estar cerrado a estructuras de grandes instituciones, por ejemplo a las cúpulas de la CGT y de la UIA. Tienen que participar todos: las PyMEs, los pequeños y medianos productores, el cooperativismo.

Tenemos una oportunidad histórica y es muy importante saber aprovecharla, para que lo que se exprese en las urnas después tenga una consolidación a través de un gobierno que sea acompañado en sus decisiones y sostenido por la inmensa mayoría del pueblo     cada vez que tenga que enfrentar a esos sectores minoritarios -pero muy poderosos- que indudablemente van a intentar condicionar las posibilidades de salir de esta situación, empezando por el Fondo Monetario Internacional.

Catalano: “Este momento uno está del lado de Fernández de la vida”

Catalano: “Este momento uno está del lado de Fernández de la vida”

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Foto: Marcelo Carroll

Dialogamos con el Secretario General de ATE Capital y miembro de la CTA de los Trabajadores, Daniel Catalano, con quien analizamos el proceso de unidad sindical que distintos actores del movimiento obrero organizado vienen impulsando.


¿Qué significaría la unidad de la CGT con la CTA de los Trabajadores y cuáles crees que serían los caminos para concretar la unidad de las centrales?

Nosotros vamos a arrancar primero por el sometimiento a votación de los cuerpos orgánicos de la central para que se pueda validar un esquema de vuelta a la CGT. Después de ello hay que tener muchas reuniones con la CGT para ver cuáles serían los términos para poder volver a integrarnos a esa central, qué es lo que significaría y cómo y en qué condiciones se materializaría.

Está claro que después de 20 años lo que no vamos a hacer es perder la personería gremial de la CTA, por lo que hay que ver si entramos a la CGT como CTA, si entramos como gremios individuales que es lo que se tiene que ir discutiendo en un marco más administrativo, jurídico y político. Estamos en esa etapa de plena discusión en donde sabemos que hay compañeros muy contentos con recibirnos y otros compañeros que están mirando qué implica si el que la central vuelve a la CGT, así que es una etapa nueva para todos y todas. No hay nada escrito en esto, así que habrá que ver cómo nos vamos reconfigurando en esta etapa que se inicia.

¿Cómo sería la resolución en el caso específico de ATE dado que el gremio de estatales tiene distintas conducciones? ¿Tendrían que haber confluencia de ambas partes o se puede entrar como seccional?

Lo que pasa es que ATE (Nacional) es un desastre en sí mismo, a partir de lo que viene sucediendo, en todos los órdenes de la vida. Nosotros como ATE Capital adherimos a la CTA de los Trabajadores junto a Hugo Yasky, y ATE Nacional está en la CTA Tres. Hay otros compañeros que está en la CTA 2 que es la de Pablo Michelli.

La personería de ATE la maneja ATE Nacional por lo que la plata de nuestras afiliadas y afiliados va siempre al mismo lugar. Y en realidad es como el acto más antidemocrático que puede haber: un sindicato que habla de la libertad de los cuerpos de delegados, la libertad de los laburantes para elegir central obrera, pero después se quedan con la plata de los afiliados sin importar qué es lo que eligieron. Estamos en ese momento. Vamos a ver si se puede trabajar en el marco de la justicia para que se pueda resolver.

Vamos a ir al cuerpo más orgánico de nuestro gremio que es la asamblea. Ahora es una definición política institucional y después iremos a una construcción colectiva para poder ir viendo en lo más dinámico, cómo ir resolviendo nuestra participación en la CGT.

Más allá de lo legal, la firma y demás, se viene dando una unidad del Movimiento Obrero, el 21F, la Corriente Federal Sindical y otros. Hay un sector del sindicalismo que se viene juntando y que planteado propuestas ¿En este marco cómo ven el fin de ciclo macrista y lo que podría significar un gobierno de Alberto Fernández desde el 10 de diciembre con este llamado a un gran pacto social?

Mirá, te diría que en este momento uno está del lado de Fernández de la vida y generando mucha confianza a la etapa que se inicia sin todavía tener certezas de qué implica en la letra chiquita ese Pacto Social. Los laburantes ya no podemos dar más. Hay una parte de todo esto que me parece que los grandes lastimados del país, somos los trabajadores.

El Pacto Social todavía no sabemos en qué consiste, pero nos parece alucinante que haya un pacto social que nos contenga, que nos abrace; que contenga a los jubilados y jubiladas; que venga con una definición respecto de que hay que ganarle a la inflación con el salario. Quiero pensar que tiene que ver con eso y entonces avanzo.

Hoy cualquier situación va a ser superadora a lo que nos está haciendo Macri, que por decreto ya nos sacó más derechos. Después de la tragedia de Ezeiza, quince días después de que haya muerto una trabajadora precarizada de la Ciudad de Buenos Aires, nos sacan una parte de los recursos que tenemos por la ART. Uno piensa ¿Qué más nos pueden hacer? Así que: “Del lado Fernández de la vida”.

Foto: CTA

Dentro de poco se va a realizar el Encuentro de Mujeres en La Plata ¿Cuál es la posición de ATE Capital ante esta situación? ¿Las compañeras se están organizando? ¿Qué información tenés al respecto?

Desde Capital Federal estamos aportando estructura para que vayan alrededor de 500 compañeras de la seccional de ATE, que se van a sumar a otras sientas de compañeras de todo el país y que van a estar en un predio a 15 cuadras de donde se van a dar todos los talleres. Estamos trabajando con mucha dinámica, este sábado hacemos jornadas en el predio para limpiarlo y dejarlo en condiciones para recibir a las compañeras.

Es un momento donde el colectivo masculino acompaña. Es el momento de construcción de una nueva etapa que está buenísimo que suceda. Nosotros intentaremos no ser un obstáculo porque en realidad el problema siempre somos nosotros. Hay que tratar de no ser un obstáculo y que estén todos los facilitadores dados para que nuestras compañeras puedan tener 72 horas de mucho debate, de mucha movilización, de reencontrarse.

Los fenómenos más importantes que se dieron en esta etapa de macrismo tienen que ver con que nuestras compañeras se hayan puesto de acuerdo en algunos ejes que han transformado la vida de nuestra comunidad.

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