La naturaleza no es del todo binaria sexualmente como se dice. Un estudio primatológico sobre los chimpancés bonobos habla mucho de la sexualidad humana, sobre todo cuando se ven en comunidades simiescas bisexuales. Toda una ruptura heteronormativa que hace ruido a una biología algo reaccionaria.
La humanidad y los chimpancés bonobos tienen algo en común. Pertenecen al reino animal, pero además forman parte del orden de los mamíferos primates. Dentro de los primates son parte de la familia de los homínidos. Y hay más similitudes si se observa el ADN. Pero la humanidad tiene el nombre científico Homo sapiens, mientras que los chimpancés bonobos son llamados Pan paniscus.
Estudios diversos de primatólogos prestigiosos han observado en los chimpancés bonobos comportamientos bisexuales que han generado gran impacto en la comunidad científica reaccionaria y heteronormativa. Entre los bonobos, por ejemplo, se ha visto que se trata de una sociedad matriarcal, donde todos los individuos, machos y hembras, acostumbran a ser bisexuales. De hecho, según algunos estudiosos como el zoólogo neerlandés Frans De Waal, la transexualidad también tendría un origen biológico.
“El sexo es biológico, el género es cultural, ya que es el rol de cada sexo en la sociedad. La identidad de género tiene un factor biológico y por eso puedes nacer con un sexo, dependiente de tus cromosomas, pero con otra identidad de género. Eso es lo que muestra la ciencia y también las observaciones de primates -y, para mí, los humanos son primates- en la naturaleza”, ha informado De Waal en varias de sus ponencias científicas.
El 75 % de las relaciones sexuales entre chimpancés bonobos no tienen nada que ver con la reproducción de la especie. Se ha observado que hay entre esta especie simiesca prácticas lésbicas comunes. Los chimpancés bonobos nunca han tenido problemas con su identidad sexual. A diferencia de otros primates (como los seres humanos), no se cuestionan quién les gusta o qué hacen a la hora de tener relaciones sexuales. Por el contrario, parecen disfrutar de una vida erótica constante, incluyente y muy activa. En algunos casos, las hembras utilizan los encuentros homoeróticos para apaciguar los conflictos entre los miembros de sus manadas y restablecer la armonía en el grupo. Así funciona.
Las hembras dominantes del grupo bonobo frotan sus genitales contra aquellas en la manada para reducir el estrés y la competitividad entre sí. Una vez que se comprometen sexualmente las unas con las otras, generan lazos afectivos profundos, que les evitan tener problemas en el futuro. Sin embargo, esta práctica no se da únicamente como un acuerdo de paz. Por el contrario, se ha observado como una manera de consolar a las hembras tristes.
Las orgías, relaciones homoeróticas y los encuentros casuales no se entienden como conductas promiscuas entre los chimpancés bonobos. Por el contrario, revela un acercamiento más social hacia la sexualidad. Liberados de cualquier moral, los chimpancés bonobos pueden darse una vida sexual activa y diversa que mantiene la cohesión del grupo.
Esto demuestra que la bisexualidad parece ser que está en la “naturaleza”. Y no es una rareza. Sobre todo, cuando se considera que los simios homínidos engendran prácticas culturales que se aprenden y no se heredan por genes. Y eso atañe a la humanidad. Se vive libre sexualmente entre el mundo bonobo, y no hay censuras culturales punitivas como en el mundo humano.
Las elites religiosas homofóbicas ya no pueden asegurar del todo que en la “naturaleza” prevalece la sexualidad binaria y masculinista. La dominación del macho hasta puede ser cuestionada en el mundo primate no humano. Y los estudios primatológicos sobre la sexualidad en los parientes simiescos más cercanos hablan mucho de nuestra sexualidad humana, que para nada es binaria del todo, sino una construcción cultural que pide a gritos la liberación de género.

Mauricio Piñero
Cuentan las crónicas que nació como el hijo de nadie. Luchando por la Patria Grande, como Internacionalista y antiimperialista. Tripero de alma y cuerpo, siempre junto a la patriada barrial. La historia descolonizada es mi pasión como docente de la Escuela Pública y de los barrios. Las noticias sobre los pueblos que luchan como forma de viajar hacia una verdadera justicia social global.