La entidad le otorgará al país una nuevo préstamo que no cumplirá con su curso natural e irá directamente a las arcas del Banco Central, con el objetivo de recuperar lo invertido en materia de cambio climático y re potenciar ese sector.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aprobó un nuevo préstamo por 500 millones de dólares para la Argentina. Esta vez destinado fijado para la planificación de acciones climáticas. Se realizará en un solo pago con un plazo de amortización de 20 años y con 5,5 años de gracia.
“Se trata de un claro ejemplo del compromiso de la Argentina con las políticas de combate al cambio climático que afecta dramáticamente la vida de las argentinas y argentinos, basta ver el ejemplo actual de la enorme sequía, pero también las inundaciones y otros graves fenómenos naturales“, afirmaron fuentes del Ministerio de Economía, en relación al objetivo del préstamo.
El Gobierno Nacional tiene como objetivo descarbonizar la economía mediante la reducción de las emisiones anuales de C02, que se encuentran actualmente en 366 millones de toneladas métricas. Se espera poder reducir esas emisiones a 349 millones para 2030.
La cartera económica abrió las relaciones con el BID a mediados de octubre, cuando adquirió el primer préstamo por 700 millones de dólares. Los préstamos proveniente de esta entidad se caracterizan por tener un destino fijo hacia una determinada infraestructura, lo cual permite blanquear de entrada su funcionalidad, y además, supone una rentabilidad de la inyección, lo cual sumado a las bajas tazas o convierten en una inversión.
Sin embargo, es un método de financiación que se hace dependiente de esta rentabilidad, ya que no es inagotable, por lo que es necesario responder con creces ante la deuda, en sectores como puede ser el inflacionario
Así lo analizó el economista del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortíz (CESO), Nicolás Pertierra, quien dialogó con Revista Trinchera. “Esto es positivo en una revisión de acá a 3 meses, porque no vas a tener apoyo de forma permanente; te puede servir como un puente hasta que puedas dar discusiones con otra inflación, y que no estés en el medio de una inflación del 6 o 7 % y te quedes sin financiamiento externo, eso sería un desastre“, problematizó el economista.
Según Pertierra, el desembolso del BID “es un refuerzo a la estrategia que viene teniendo el gobierno de acumular reservas o conseguir reservas por el lado de los organismos financieros multilaterales“, y es una estrategia utilizada ya que “hoy el gobierno tiene pocas fuentes de ingresos de dólares, y apuesta al dólar soja con el sector agropecuario y en organismos multilaterales como el BID, Corporación Andina de Fomento, Banco Mundial o algunos acuerdos bilaterales como es el caso de china“.
La diferencia de este préstamo como con los habituales del BID es que, al ser destinado a la realización de estas acciones por el cambio climático, no es destinada directamente hacia un proyecto de infraestructura, sino que ingresa primero a las arcas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), incluso para cubrir desembolsos ya hechos en el sentido del préstamo.
En la misma línea, el Gobierno pretende aumentar todos los proyectos que corran por cuenta del Plan de Desarrollo Productivo Verde. En ese sentido, la idea es incrementar la participación de energías renovables en la matriz energética nacional, con el aumento de los actuales 17 proyectos de energía renovable y eficiencia energética hacia los 160, para 2024.
Más allá de ello, Pertierra advirtió sobre la necesidad de reducir la inflación para que esta inversión tenga rédito y no continuar en el mismo sendero sin posibilidades de más financiamiento ni ingresos. “El prestamos sirve como un puente para bancar estos 3-6 meses que se vienen con la baja de exportaciones que va a venir con el trigo, dependiendo también como vengan soja y maíz, pero me parece que sirve para eso, como un puente con ese horizonte y no mucho más“, concluyó el economista.