TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

Por Franco Carignano* y Zule Capella**

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La Decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, comenta y analiza la nueva Diplomatura en Educación Sexual Integral (ESI) que se abrió en esa casa de altos estudios.

¿Cómo surge la idea de esta diplomatura y cuáles son sus objetivos?

Soy la decana de la facultad pero en realidad mi trabajo como profesora y como investigadora en Filosofía y Letras de la UBA es desde hace 15 años, en la Educación Sexual Integral. Integro un equipo con un montón de compañeros y compañeras, que fueron acumulando conocimiento y participando muy activamente y militando la Ley de Educación Sexual Integral y otras iniciativas que el movimiento social de mujeres, los feminismos  y todos los movimientos de la disidencia sexual fueron generando en estos últimos años.

Nuestra facultad, y nuestro equipo en particular, tiene una acumulación muy importante y de mucha interrelación con el sistema educativo, con los distintos niveles, e inclusive con el programa nacional.

Nos motivó mucho la gente del sindicato docente de San Juan, porque nos dijeron “¿porqué no hacen una diplomatura?” Porque en San Juan la universidad quería llevar adelante una diplomatura.

A nosotras nos parecía que en la Ciudad de Buenos Aires ya estaba cubierta la capacitación con el post título que hay en el Joaquín V. González y en la Escuela de Maestros. Decidimos hacerlo y la verdad es que el puntapié final tuvo mucho que ver con los debates que, después de la votación negativa de la ley de la legalización del aborto, se dieron en relación con un intento de volver atrás con el tema de género y derechos. Un intento de volver atrás inclusive con la propia ley de Educación Sexual Integral que tenemos. La coyuntura política, que se haya hablado tanto de Educación Sexual con distintas miradas y nuestra propia acumulación, nos llevó a decir “salgamos con una diplomatura de extensión universitaria”.

La inscripción en realidad estuvo abierta pero el primer día completamos el cupo y cerramos en 480 personas. Conformamos una lista de espera para ver si las personas confirmaban, y tuvimos que cerrarla. Sabíamos que había necesidad de formación y también sabíamos que el estado nacional y la Ciudad de Buenos Aires no ofrecen una cantidad satisfactoria (de instancias de formación), pero nos superó totalmente esta respuesta, así que es más que evidente que hay deseos de saber y necesidad de formación.

¿Para quienes está dirigida esta diplomatura?

Básicamente nos dirigimos al público de nuestra propia facultad que son estudiantes, la facultad tiene 9 carreras y 8 de esas carreras tienen profesorado (está historia, geografía, educación, artes, letras, filosofía), entonces apunta a estudiantes y graduados de la casa, docentes y no docentes de nuestra facultad y también público docente en general. Y está muy centrada, aunque no solamente, en la problemática de la escuela secundaria. Pero bueno, sabemos que se inscribieron compañeras y compañeros docentes de primaria y algunas profesoras de inicial, así que -la verdad- es que hubo un interés masivo y de muchos otros niveles. Pero bueno, te diría que es para docentes y estudiantes en formación.

Mencionabas que la idea surge del combo de discusiones políticas y mencionabas algunas aristas de ello, y hacías referencia a que hay algunos sectores que trabajan con otra línea sobre ESI. Una de las preguntas que aparece, sobre todo viendo alguno de los planteos de los sectores autodenominados “Pro Vida”, que sobre el final del debate en senadores argumentaban que ellos sí querían ESI ¿Cómo lees estos planteos?

Creo que la bandera de la Educación Sexual le sirvió a esos sectores para no parecer que estaban a favor del aborto ilegal y a favor de la muerte de las mujeres. O sea, no podían decir eso, o no podían decir que no les importaba, porque era totalmente anti comunicacional, entonces usaron la bandera de la Educación Sexual para decir “no es que estamos en contra, lo que se supone es que con educación sexual no se llega a la situación de la necesidad del aborto”.

Esto hace mucho tiempo que existe, esta mirada. Y esa definición de Educación Sexual que estaban proponiendo esos grupos, en realidad es una definición que no es la de la Ley de Educación Sexual Integral. Educación Sexual no es un concepto unívoco. Para esos sectores la educación sexual es una educación, primero, que la tiene que hacer la familia; segundo, tiene que estar orientada, básicamente, por los principios morales de algunas religiones; y además muy centrada en la castidad o en la abstinencia. Lo que históricamente ha sido la mirada religiosa que acompaña, en general, a la idea de sexualidad como idea de peligro o de suciedad.

Frente a esa mirada del tabú, frente a esa mirada que algunas comunidades sostienen, y personalmente creo que tienen derecho a tenerla. Lo que no tienen derecho a imponer a las escuelas, que son un ámbito en donde desde los estados nacionales, están pensadas como el ámbito donde se incorpora una mirada más universal. Y justamente la mirada de la Educación Sexual Integral es una mirada que está orientada por los derechos humanos, por una normativa y las leyes que nuestro país muy laboriosamente fue construyendo: La ley de Identidad de Género, la Ley de Matrimonio Igualitario, la Ley de Prevención de Violencia contra las Mujeres, toda la normativa vinculada con los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

La Educación Sexual Integral tiene una mirada orientada por la perspectiva de género y de los derechos humanos, y además que piensa a la sexualidad como una dimensión de la subjetividad que tiene que ver, también, con la identidad, con la historia, con la cultura, con la ética, y no con una mirada ni represiva, ni del tabú.

En realidad cuando estos grupos decían “Educación Sexual”, estaban queriendo decir algo muy distinto de lo que la ley de Educación Sexual Integral –que se votó en el 2006- sostiene. Es más, creo que intentan volver atrás con la ley. Es decir, además de haber votado en contra de la legalización del aborto, van a intentar cambiar la Ley ESI o darle una mirada de que es sólo para las escuelas públicas. Esto también me parece una mirada equivocada porque toda ley de educación aplica para todas las escuelas públicas y privadas, que además establece claramente que los contenidos tienen que ser enseñados en todos los espacios y que las escuelas pueden conservar una perspectiva de su ideario.

Por ejemplo: en una escuela se puede decir “nuestra comunidad prefiere el matrimonio entre una mujer y un hombre”; lo que no pueden decir, según la ESI, es que las otras formas de matrimonio sean ilegales. Pero no lo pueden decir, no por la ESI, sino porque en nuestro país son legales. Tampoco pueden decir que son formas inmorales porque, justamente, la ética apoyada en los derechos humanos lo que muestra es que hay una moral que hace que tengamos que respetar las identidades de las personas. Hasta tal punto que tenemos una ley de Identidad de Género que es de avanzada en el mundo. Entonces ya no es la ley de ESI, y esa es la controversia en la que tenemos que seguir interviniendo.

¿Qué significa la ESI? Es una mirada, apoyada en la legislación nacional e internacional, a la que el país adhirió, con una mirada integral de los cuerpos, las sexualidades y las identidades; que tiene como objetivo fundamental reducir la violencia y aumentar el bienestar, la felicidad y el placer, haciendo que las personas respeten su propio cuerpo y el cuerpo del otro y de la otra, y -fundamentalmente- que nadie sea objeto de nadie.

Hacías referencia a que hay preceptos contrapuestos a los de estos sectores que incluso dificultaría sentarse a discutir sobre Educación Sexual Integral o de cualquier otro tema relacionado como la libertad, del deseo, del placer, de la sexualidad o del matrimonio. Tenemos distintas definiciones y no podemos llegar a una síntesis sobre algunos de los valores que ponemos sobre la mesa.

Tengo mi Facebook muy abierto y me preguntan cosas por mensajes. Y una madre me escribe y me dice: “¿Qué le va a pasar a mi hijas de 5 años si le dicen que puede haber una familia con 2 madres?”. Entonces le contesto: “Bueno Irene (supongamos que ese era su nombre) ¿Qué le va a pasar? ¿Qué piensa usted que le va a pasar?”.

La verdad es que era una persona que tenía un temor que tiene que ver con el desconocimiento, con el prejuicio, con la desinformación, con la falta de Educación Sexual Integral en su propia historia.

Me parece que nosotras, nosotros y nosotres, tenemos que distinguir a esa persona que genuinamente tiene miedo, duda, no sabe; de la organización, que es internacional, que está en Costa Rica, en Perú, en Brasil (lamentablemente allí en crecimiento), que es una organización política con un sentido político y una decisión de construir poder, que son algunas versiones de las iglesias evangélicas. Las familias no son los dueñas de los chicos y las chicas.

Además de tener lemas como “Con mis hijos no te metas”, quiere volver a una noción tan primaria, como la de la Ley de Educación Común en nuestro país. Quieren volver atrás con una mirada que es sobre el Estado. Y estos grupos tienen una decisión y un proyecto de poder. Quieren construirlo y lo construyen, van por las casas, tocan los timbres, pero no solamente para ayudar a la gente y darle una mano en un momento complejo, sino para quedarse con la autonomía de las personas y después poner diputados o diputadas…

Y ocupar lazos que ocupaba el Estado en otro momento…

Por ejemplo, si yo creo que hay una vacancia que tiene que ver con las políticas públicas, en el marco de los gobiernos neoliberales, esto se profundiza. Porque la ausencia del Estado hace que estas organizaciones los cubran. La pregunta es ¿Cuál es la satisfacción que estos grupos le dan a las personas? Y a veces vemos que en casos de drogadicción o inclusive en casos de violencia actúan y dan una contención. Evidentemente la falta de Estado es lo que genera que estos grupos crezcan.

Tenemos que tener algunas cuestiones muy claras y como docentes tenemos que, realmente, tener mucha formación para poder dar una respuesta apropiada en cada momento. Frente a una violencia de un violento la respuesta es “mire señor, esto es una ley y yo soy una funcionaria que está cumpliendo la ley”. Y frente a una duda genuina a un temor que podamos percibir, hablar y trabajar culturalmente porque en realidad esto es un proceso que está en marcha.

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* Periodista, columnista del programa La Marea (FM 90.5 Radio Futura), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

** Periodista, columnista del programa La Marea (Radio Futura FM 90.5), redactora de Revista Trinchera y colaboradora de Agencia Timón

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