
Entrevista al editor José Hage a propósito de la aparición de Estados, el segundo tomo de la Colección DESIERTO Y NACIÓN. Por Agustín Arzac
“Creemos que en el cruce entre desierto y nación se traman varios problemas filosóficos, políticos y culturales a modo de invariantes -en palabras Martínezestradianas-, es decir, que recorren toda nuestra historia y justamente, por su potencia, por su plasticidad conjuran los problemas por venir, en cada nueva lectura…”
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¿Por qué el nombre de la colección Desierto y Nación? ¿Cuáles han sido las búsquedas para crear este enfoque cruzado?
El momento original -de emergencia- de esta colección, es una serie de seminarios y talleres que junto a Gustavo Míguez -amigo y co-director del proyecto editorial- dimos en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno bajo la dirección de Horacio González, el primero en el año 2013. En el 2014 insistimos en un nuevo seminario taller que contuvo un ciclo de conferencias. En ese marco asistieron como conferencistas invitadas/os: Guillermo Korn, Diego Caramés, María Pia López, Gabriel D´ Iorio y Guillermo David. Las/os invitamos a propósito de lo que veníamos trabajando en las clases, principalmente, una serie de problemas y autores del siglo XIX argentino. Nos encontramos con un material maravilloso que cada una/o de ellas/os preparó para esas conferencias y nuestra primera intuición fue armar una compilación de artículos, capítulos, y publicarlos en un libro. En ese momento inicial -y esto da cuenta de que lo primero que tuvimos fue el nombre: Desierto y nación– bajo ese título nos imaginábamos un “bodoque”, un libro con 10 capítulos más o menos, con alrededor de 600 páginas. Luego de varias conversaciones -y de librarnos de nuestra mirada decimonónica y romántica del proyecto-, y también de intentos fallidos en la búsqueda de sello editorial, nos empezó a convencer la idea de armar una serie de publicaciones que contengan conversaciones a destiempo, es decir, retomar una de las conferencias y de esos temas trabajados en las clases y encontrarles una voz que funcione de contrapunto. Nos interesaba la idea porque no es un formato muy explorado: un libro, dos ensayos. Más aún con lo que significa la tradición ensayística en nuestro país. Esta fue una de las ideas iniciales y que sostuvimos y todavía sostenemos: las/os dos autoras/es que escriben en cada uno de los tomos de la colección no se leen hasta que el libro está materializado, es decir, es una conversación a destiempo realmente, que se arma en la lectura integral del libro. Los únicos que sabemos por dónde va la cosa somos nosotros. Por eso, lo único que saben las/os autoras/es del proyecto durante el proceso de escritura está mediado por nosotros y lo único que tienen de antemano es el tema del libro, expresado de un modo muy sintético en los títulos: el primero lenguas y el segundo que ya está en la última cocina: estados.
El nombre de la colección emerge de esa experiencia anclada en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno y también de las inquietudes que compartimos desde hace más de diez años con Gustavo Míguez. Inquietudes que fueron emergiendo de lecturas comunes y principalmente de la cursada con Oscar Terán en el año 2007 de la materia Pensamiento Argentino y Latinoamericano. Cursar esa materia ofició de momento fundamental dentro de nuestras formaciones. Siempre intentamos -porque todo es un intento a tientas- de conversar críticamente con la teoría de las ideas -materializada en ese maravilloso libro de clases Historia de las ideas en la Argentina-, por eso otras lecturas fueron alimentado esa mirada que buscábamos construir para adentrarnos en el siglo XIX argentino. Por un lado, Una nación para el desierto argentino de Halperín Donghi y por otro, Un desierto para la nación de Fermín Rodríguez. Y allí se tramaban caóticamente la historiografía y la crítica literaria. También Restos pampeanos de Horacio González. En ese remolino, de un modo muy intuitivo, en esas clases hacíamos un rastreo -también muy inacabado- de esos dos conceptos que atraviesan toda la historia de la cultura argentina, pero que encuentran su cruce más intenso en el siglo XIX. El nombre de esta colección se conjura entre estas lecturas y estas experiencias. Creemos que en el cruce entre desierto y nación se traman varios problemas filosóficos, políticos y culturales a modo de invariantes -en palabras Martínezestradianas-, es decir, que recorren toda nuestra historia y justamente, por su potencia, por su plasticidad conjuran los problemas por venir, en cada nueva lectura… Tenemos un ex Ministro de Educación que hace un año nomás inició una “nueva campaña del desierto”, pero claro, decía, “esta vez con la educación…” Pfff. Si se pudiera poner en palabras lo que buscamos con esta colección, diría, rápidamente, que nos interesa nombrar las distintas expresiones de anudamiento que emergen del cruce entre estos dos conceptos.
¿Cómo se dio el pasaje de las notas, quizás más breves, en la revista El río sin orillas a pensar libros para una editorial como Caterva? ¿Qué preguntas se hicieron antes del pasaje? ¿Hay lineas prefijadas de antemano?
La experiencia de la Revista de Filosofía, cultura y política El río sin orillas fue fundamental sin dudas para mí. Venía participando del colectivo editorial desde el año 2008 y me permitió acceder a un montón de discusiones y lecturas que la carrera de filosofía en la universidad no lo hacía. El pasaje de la revista al proyecto editorial no fue del todo fácil, encontrar el tono que escape de la experiencia revisteril de reunión de artículos -aunque había temáticas comunes que articulaban cada una de las secciones-, había que darle una vuelta, había que salir de ese formato. Creo que la decisión de reunir dos ensayos, ahora sí, más largos y antecederles un prólogo que intentaba ser una primera mirada que oriente el abordaje común de los textos, de lecturas cruzadas, fue el modo que encontramos -ya en el proyecto editorial de la colección- de salir de ese formato con el que particularmente venía trabajando.
Hay algunas líneas prefijadas de ante mano en el proyecto, como te decía, sostenemos la idea de que las/os futuras/os autoras/es que participen de la colección no se lean mientras producen. También ciertos temas que conversamos con las/os que escriben. Por otro lado, es muy difícil sostener un proyecto editorial dadas las condiciones en las que vivimos. Sin embargo, este es un proyecto colectivo y nos vamos sosteniendo entre todos, como podemos: una cuestión fundamental, el deseo común. Detrás de cada libro hay un trabajo fundamental que hacen las/os autoras/es, claro, y los muchachos de Caterva Editorial. Una de las líneas que buscamos sostener a lo largo del proyecto la habilitó Fabiana Di Luca con sus fotografías. En cada tomo hizo el arte de tapa y las cuatro postales que lo acompañan. Postales que a su vez, tienen detrás de la fotografía una breve invitación que hicieron las/os primeras/os lectores y que también nos acompañan en cada salida, eso es maravilloso, digo, el trabajo comunitario.
EL primer libro de llamó Lenguas y se compone de los ensayos de María Pia López y Juan Bautista Duizeide ¿Qué vamos a encontrarnos en Estados?
El primer tomo, como decía, se llama Lenguas y se compone de dos ensayos que giran en torno a una multiplicidad de voces o mapas; uno de María Pia López titulado “Banquetes, cautivas y revoluciones” que explora en la literatura nacional y sudamericana la voz del indio; el otro, “Escrito sobre el agua” de Juan Bautista Duizeide que recorre a lo largo de la literatura argentina, su relación con lo otro del desierto, el agua, los ríos y el mar. El de próxima aparición contiene un ensayo de Matías Farías que se llama “Nuestra América: una modernidad alternativa. Poesía y revolución en Martí” y otro intitulado “Mansillescas” de Guillermo Korn, el tomo II lleva por título: Estados. Contiene también un potente Prólogo de Verónica Stedile Luna, además de las postales de Fabiana Di Luca escritas por Lucía Cytryn, Alejandra Pistacchi, Juan Abate y Javier De Angelis. Es interesante lo que se va armando en el devenir, no sólo en el contrapunto o conversación entre los ensayos que componen cada libro, sino, entre cada tomo. En el primero las/os autoras/es desplegaron mapas con sus escrituras y ubicaron una serie de problemas vinculados a lo otro del desierto y la nación para los proyectos hegemónicos, el indio y el mar. En esta nueva entrega los autores se centraron en dos personajes increíbles, Lucio V. Mansilla y José Martí y a partir de ellos desplegaron una serie lecturas que traman modernidad, Estado, frontera, revolución y desierto.
