“La Soberanía nacional se defiende también con la cultura” – Osvaldo Pugliese
La cultura fue y sigue siendo la trinchera del pueblo argentino; mientras el gobierno entrega los recursos la gente, el arte y la memoria popular sostienen la lucha de soberanía cuando la gestión flaquea y no se gobierna con un necesario proyecto y pensamiento nacional, para no vivir y padecer como hoy un país en decadencia en el campo de defensa sobre nuestra soberanía.
Cuando hablamos de Malvinas hablamos de identidad. De arte, de memoria, de pueblos, de palabras. De una cultura que se teje en cada barrio, en cada aula, en cada canción popular. La cultura argentina ha sido siempre una trinchera. Si el territorio se disputa con fuerzas militares, la cultura se defiende con palabras, imágenes, ritmos, relatos y cuerpos. Y en ese combate, Malvinas es el símbolo por excelencia: un recordatorio constante de cómo se intenta fragmentar aquello que nos pertenece no sólo por derecho, sino por sentido común histórico, por linaje, por territorio.
Desde las pinturas de Carpani, que retrataron el dolor obrero y la lucha nacional hasta las coplas que aún se cantan en el Norte, desde la educación que reivindica la soberanía hasta la murga barrial que rebautiza esquinas como “Islas Malvinas”, desde el fondo de pantalla de un celular con una imagen de Malvinas hasta un niño saliendo del jardín indignado por conocer la historia de la usurpación de los ingleses, todo gesto cultural argentino es también un acto político. Y toda cultura que no se pliega al coloniaje, que no se resigna a la entrega ideológica y pedagógica del territorio, es parte activa de la recuperación simbólica y territorial.
Además, la cultura no se limita a lo urbano o europeo: también son nuestros pueblos originarios, quienes aportaron sus cuerpos y su espíritu colectivo a la defensa de la patria. Que es también su Patria. Muchos ex combatientes fueron descendientes de esos pueblos, llevando en sus mochilas una memoria ancestral que también luchaba por volver y ser. Del mismo modo, la presencia afrodescendiente en la historia de Malvinas marca otra dimensión silenciada de nuestra identidad. Las islas fueron ocupadas y pobladas en parte por afrodescendientes durante el período colonial, formando parte de un entramado social que la historia británica y muchas veces la argentina, han intentado borrar. Es en esa trama plural, indígena, afro y mestiza, donde nuestra cultura se hace presente y reclama continuidad histórica y afectiva con Malvinas.
El enemigo lo sabe. Por eso su ataque no sólo es territorial, sino simbólico. ¿Cuántas veces intentaron reemplazar nuestra historia por la versión “civilizada” del ocupante? ¿Cuántas veces nos quisieron convencer de que Inglaterra venía a “mejorar” u “ordenar”? Es el mismo relato que usaron con nuestros pueblos originarios y con nuestros recursos naturales. Y es el mismo que hoy sostienen en Malvinas. Por eso, la cultura es un campo de batalla tan importante como el mar frío del Sur. Porque si logran despojarnos de la memoria, del sentido de pertenencia y de la palabra, el territorio les resulta más fácil.
Es imprescindible la fuerza de la cultura en la reconstrucción de un nuevo esquema en defensa geopolítica bicontinental.
Resistiendo con libros, con murales, con danzas, con radios comunitarias, pero además ocupando espacios contemporáneos donde se construyen y difunden teorías como “factos”, el sociólogo Pedro Lacour en su colaboración con la revista La Carlos plantea el siguiente cuestionamiento:
“¿Y si la influencia ya no dependiera de tener razón, sino de ocupar la pantalla adecuada?”
La comunicación vertida construye ideas, por ello también es un campo base importante en la batalla cultural. Hoy desde las tecnologías, las redes, la divulgación…
Malvinas es cultura porque Malvinas es pueblo.
Y mientras el pueblo siga creando, nombrando y recordando, el reclamo seguirá vivo. Se trata de banderas. Se trata de no soltar la raíz. Se trata de re-conocer lo nuestro y creer que es nuestro.
Porque sin cultura no hay patria, y sin Malvinas no hay destino.
Dii Ocampo
Peronista, Feminista, Gallina, Malvinera, Tanguera y cumbiera como manda Eva, Cristiana, Bailarina en proceso, Ph. en proceso fotografía
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Somos testigos de la crisis civilizatoria occidental en curso y la prueba está en nuestras propias manos: una pantalla que nos muestra un mix entre vídeos de recetas y gatitos, y la masacre en curso en la Palestina ocupada. ¿Cómo nos informamos? ¿Qué lugar tiene el periodismo en tiempos dónde Twitter parecería ser la nueva cablera? ¿La inteligencia artificial nos reemplazará?
En octubre de 2015 lanzábamos el número 7 de la Revista Trinchera en formato impreso. Su nota de tapa invitaba a reflexionar en torno a la pregunta ¿Por qué pensar otra comunicación social? Escribieron Ezequiel Lopardo, Daniel Badenes, Carlos Aznárez y Luciana Lávila junto a Juan Ignacio Revestido.
La primera nota partía de una mirada sobre el momento que estábamos atravesando: “Estamos ingresando a un tiempo histórico fundado a partir de la crisis del capitalismo en su etapa senil, marcado por la especulación inmediata del parasitismo financiero y retroceso industrial, depredación de los recursos naturales, resistencias regionales, y otros elementos significativos, que derivan, sin exagerar, en una guerra global que todos los días se cobra vidas y desplaza poblaciones”.
Desde ese punto de partida, Lopardo describe cómo se fue conformando la maquinaria infocomunicacional de las corporaciones y los Think-Tank para imponer una editorial unificada para la dominación. Como contrapunto destaca el rol de la comunicación en el desarrollo de un pensamiento patriótico-nuestroamericano para la emancipación verdadera.
La segunda nota se tituló “Descolonizar la historia de la comunicación”. Retomando las palabras de Rodolfo Walsh, quien advertía que “las clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires”. Badenes propone descolonizar la historia de la comunicación como un ejercicio central para comunicadores y comunicadoras que breguen por el pensamiento crítico ya que Walsh además agrega: “Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores, la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan”.
En la tercera, Aznárez enfoca su análisis en Medio Oriente para señalar el papel de las corporaciones de la (des)información en el amparo del genocidio y la construcción de un relato imperialista que justifica todo tipo de atrocidades contra la humanidad.
Por último, Lávila y Revestido sumaron la experiencia de la República Bolivariana de Venezuela en su lucha por la democratización de la comunicación y la decisión del Comandante Hugo Chávez Frías de fortalecer los medios alternativos como estrategia en el marco de la lucha antiimperialista. También toman la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y sus deudas con los medios alternativos, populares y comunitarios, que le dieron fundamento al 33% del espectro sin fines de lucro.
¿Por qué recuperar nuestra revista publicada hace 10 años? Porque muchas de esas reflexiones siguen vigentes pero necesitan repensarse a la luz del constante y dinámico desarrollo tecnológico. Somos testigos de la crisis civilizatoria occidental en curso y la prueba está en nuestras propias manos: una pantalla que nos muestra un mix entre vídeos de recetas y gatitos, y la masacre en curso en la Palestina ocupada, dónde se prueban nuevos armamentos con inteligencia artificial.
Ese ejercicio de memoria también permite rescatar un hecho que torció el rumbo de la Argentina al finalizar el proyecto político neoperonista denominado como Kirchnerismo, iniciado con los gobiernos de Néstor y Cristina. En noviembre del año 2015, Mauricio Macri se impuso en el balotaje tras una campaña de fuerte oposición al kirchnerismo y de denuncias sin prueba alguna de supuesta corrupción. ¡Se robaron uno, dos, hasta tres PBI! se instaló en el sentido común del electorado amarillo.
En marzo del año 2018, Cambridge Analytica, una consultora con sede en Londres fundada por Alexander Nix, fue denunciada por recopilar datos de 50 millones de usuarios de Facebook para analizar audiencias y generar perfiles con el objetivo de dirigir campañas publicitarias y políticas personalizadas. Ese escándalo mundial incluyó a nuestro país cuando se supo que la compañía británica había sido contratada de cara a la campaña de la Alianza Cambiemos con la que Macri se coronó como presidente.
A partir de allí se multiplicaron los debates sobre los datos que entregábamos a las grandes plataformas, la privacidad y los usos de esa información. Para las elecciones del año 2019, ya era evidente que redes como Facebook y Twitter eran terrenos de disputa. Así lo evidenció el troll center de Marcos Peña, que dejó momentos memorables como las “caricias significativas” de Hurlingham en apoyo a una reelección que nunca llegó.
Sin embargo, los juicios, las multas multimillonarias y las controversias no fueron lo suficiente para alertarnos a tiempo sobre esa maquinaria digital a la que nos sumergimos sin dudar cuando atravesamos la pandemia del COVID-19. Etapa que aún procesamos y cuyas consecuencias seguimos develando.
¿Dónde estamos hoy? Algunos hablan de Revolución Tecnológica, otros de Cuarta Revolución Industrial, de capitalismo de plataformas, Tecnofeudalismo, de silicolonización del mundo, etc. Lo cierto es que, cómo se mencionó antes, gran parte de este asunto está literalmente en nuestras manos. Según un informe publicado este año, en Argentina pasamos un promedio de 8 horas y 44 minutos online, entre ellas más de tres horas en redes sociales.
¿Qué hay detrás de todo ese tiempo que entregamos a las plataformas de los ricos más ricos del mundo? Estos años se ha teorizado mucho al respecto tanto para caracterizar y problematizar lo que acontece, así cómo también para perfeccionar este sistema y seguir garantizando la acumulación de grandes ganancias en pocas manos. Optimizar las estrategias de las grandes potencias imperialistas para someter a pueblos enteros.
Detrás de cada inyección de dopamina que nos devuelve el scroll, de los estímulos y recompensas, de los llamados a “dar amor” en forma de likes y compartidos, hay toda una industria dónde neurocientíficos, psicólogos, informáticos, ingenieros y otros especialistas, vuelcan sus conocimientos.
La digitalización de la vida se desarrolla en un escenario de guerra permanente. Quizás no veamos las tanquetas ni los proyectiles caer sobre nuestros cuerpos, pero el bombardeo comunicacional, psicológico y cognitivo es constante.
Con un capitalismo subordinado a la especulación financiera y una democracia liberal burguesa que muestra signos de agotamiento, se presenta un terreno propicio para profundizar la fragmentación de la vida en comunidad. La oferta es una burbuja ficticia donde encontrarnos con quienes más nos parezcamos. Pero también es la posibilidad de atacar, insultar o domar a otro sin necesidad de verle la cara. Una violencia que también sabe saltar del plano digital para tener su correlato en la vida real. Las milicias digitales de Las Fuerzas del Cielo de Milei son un ejemplo de eso.
¿Quiénes son dueños de esas plataformas? ¿Qué esconden los Términos y Condiciones que aceptamos sin leer? ¿Qué son los algoritmos y cómo deciden lo que vemos? ¿Cómo nos informamos? ¿Qué lugar tiene el periodismo en tiempos dónde Twitter parecería ser la nueva cablera? ¿La inteligencia artificial nos reemplazará?
Este dossier buscará indagar en estas y otras preguntas, con la certeza de que se abrirán más interrogantes en el camino.
Construir una agenda al servicio de la liberación de la patria será con soberanía o no será. Habrá que pensar y pelear por marcos regulatorios para las corporaciones que ganan fortunas y no tributan en el país, pero también discutir el destino de la ciencia y la tecnología, de nuestras y nuestros profesionales, de los bienes comunes como el litio, entre otros.
Volviendo al principio: ¿por qué pensar otra comunicación? Porque hay que seguir dando la disputa por el sentido. En tiempos dónde “el viejo mundo se muere y el nuevo está por llegar”, hay que trabajar para que lo que venga sea más digno de ser vivido.
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Con sede en Puerto La Plata, el nodo productivo de La Plata-Berisso-Ensenada de la provincia de Buenos Aires realizó una convocatoria abierta a trabajadores y militantes para reivindicar a ese sector, en conmemoración de dos hitos históricos sucedidos el 27 de abril en pos del desarrollo nacional. Con la intención de asentar un nuevo quiebre ante este nuevo gobierno nacional industricida, intendentes de la zona junto al gobernador Kicillof rememoraron dichos sucesos con el eje puesto en el dragado del Canal Magdalena.
“Dicen que el pueblo aún no reacciona, sin embargo cada vez es más la gente que se moviliza”, describió uno de los oradores que expusieron en el “provinciazo”. Con la reafirmación de realizar el dragado del Canal Magdalena, trabajadores, sindicalistas, movimientos sociales, estudiantiles y políticos se reunieron en el Puerto La Plata de la ciudad de Ensenada junto a algunos de los dirigentes más importantes de la provincia de Buenos Aires con múltiples consignas y fechas a rememorar, pero con un claro objetivo de acción: poner en valor la calidad y capacidad militante y dirigencial que se nuclea en la zona, y capitalizar y motorizar las sublevadas cada vez más grandes y reiteradas contra el gobierno nacional.
Casi todos -o todos- los sucesos históricos en los cuales la Nación Argentina superó etapas de destrucción de su industria nacional, caída del empleo y destrucción de su motor económico fueron, en primera medida y en gran parte, gracias a las reacciones populares organizadas a través de movimientos sindicales, estudiantiles, o sociales. Si la frase dice “con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes” indica, que permanentemente, el movimiento es siempre desde abajo hacia arriba. En ese sentido, mientras la Argentina atraviesa un nuevo proceso de esta índole bajo el gobierno de Javier Milei, el título del encuentro realizado en la costa ríoplatense fue “Soberanía, producción y trabajo”, por eso celebrado en el marco del aniversario de dos hechos que reivindican esta afirmación, ambos rememorados en varias ocasiones por los oradores de turno.
Tanto Julio Alak (Intendente de La Plata) como Fabìan Cagliardi (Berisso), el anfitrión Mario Secco (Ensenada), o el propio gobernador de la provincia, Axel Kicillof, entienden que actualmente la región vive un ataque directo de desfinanciamiento desde el poder ejecutivo de Nación, al ser ésta la primera y más decidida opositora al gobierno, proponiendo un camino totalmente opuesto al que se plantea desde la Casa Rosada. Por lo mismo, los dirigentes nombrados, según los testimonios recogidos por la cobertura de Multimedio Trinchera, supieron dilucidar a través de su oratoria el objetivo del encuentro, con la historización de algunos sucesos que impulsaron el “despertar de aquella pesadilla industricida” a modo de ejemplificar las acciones a tomar en el presente, con el eje centrado en la importancia del dragado del Canal de Magdalena.
“Evocamos a quienes hace 45 años, en un contexto de dictadura cívico militar, cuando el poder económico se había apoderado una vez más del destino de la nación, llamaron al movimiento nacional y popular al primer paro general contra esa dictadura”, mencionó el intendente de La Plata, Alak, en referencia al paro general organizado en clandestinidad por los dirigentes sindicales que no habían sido apresados o secuestrados por el gobierno de facto, comandado por el gremialista cervecero Saùl Ubaldini, que forjarìa a partir de allí su figura histórica como sindicalista, siendo nombrado, entre otras cosas, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) años más tarde.
“En aquella ocasión, la dictadura llevaba adelante un plan de exterminio del movimiento sindical y la militancia política, e imponía un plan económico igual al actual, con endeudamiento, bajos salarios y apertura indiscriminada de las importaciones. Allì ese grupo nos llamó a todo el movimiento nacional con valentía y coraje, y la regional La Plata-Berisso-Ensenada dijo presente”, destacó Alak, en un hábil trazo de líneas entre el pasado y el presente.“Hay un hilo conductor”, aseveró el intendente platense, que fue el primero de los mandatarios municipales en tomar la palabra, tras los discursos de Alejandro Gramajo (Secretario General de utep), y Agustín Rosón (Secretario General de SUTEBA Ensenada), entre otros.
“Hoy también conmemoramos que hace 21 años, con la misma idea de compromiso, el mismo ideario nacional y el mismo coraje, ganaba las elecciones Néstor Kirchner, y comenzaba un nuevo proceso de industrialización, desarrollo de la economía y distribución de la riqueza”, destacó también Alak. Así, el intendente platense recuperó ambas fechas para concluir señalando que, junto a sus pares, se encontraban allí para “respaldar a este gran gobernador de la provincia de Buenos Aires” (Kicillof), que “actualiza y genera los mismos valores y principios del 79’ y del 2003, que es el compromiso con el ideario nacional y popular”.
El siguiente en la lista fue el intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, que conforma junto a sus pares de La Plata y Ensenada el nodo productivo más importante de la provincia de Buenos Aires. “Esta asamblea popular nos une por una causa que el gobernador pide a gritos hace tiempo: el dragado del Canal Magdalena. Hablar de esto es hablar de soberanía”, explicó. En ese sentido, es importante recordar que dicha obra es necesaria para que la Argentina tenga un paso marítimo propio hacia el mar, y no utilice el de Uruguay cada vez que ingresan o egresan productos, pagando por ello un arancel.
“Siempre hay que volver a la historia; Perón y Evita que construyeron este astillero entre otras miles de obras, Néstor en este aniversario que también ha reconstruido un país en un momento tan difícil, y Cristina que siguió este legado junto a este gobernador, recuperando empresas como YPF o Aerolíneas Argentinas”, continuó Cagliardi, con menciones a históricos dirigentes que dieron luz verde a la industria Argentina. “Hoy vemos el listado de empresas que quieren vender y tienen mucho que ver con nuestra Argentina y nuestro trabajo”, remató.
El próximo turno fue para el anfitrión del evento y caudillo municipal de la provincia, el intendente de Ensenada, Mario Secco, quien subió el tono del encuentro con una tonada carismática y una cuota de seguridad y valentía en sus afirmaciones. En comparación a los discursos anteriores, Secco eligió abordar el presente y futuro a corto y mediano plazo, con un fuerte apoyo a Kicillof: “Nuestra esperanza está en la calle, y es nuestro gobernador. No es la única, pero es la nuestra, y la ponemos en valor”, aseguró, y enfatizó: “Nosotros tenemos esperanzas, nunca las perdimos, ni en lo piore momentos, compañeras y compañeros”. Su arenga y fuerte discurso estuvo acompañado por su característica y particular tonada, que rememorandonos a los tiempos de la gauchesca, entusiasmó y motivó a la militancia presente.
“Si se ensañan con la provincia de Buenos Aires, que somos un tercio del país, es porque le hemos dado una patada en el traste en las urnas”, vitoreó el intendente local, y agregó: “ganamos las paso, ganamos las generales y ganamos el balotaje, esos que dicen que se jodan los que votaron a Milei, por acá no, acá en la provincia sabemos lo que queremos. Por eso nos organizamos, para ponerle el cuerpo a las ideas”.
El discurso enérgico de Secco, sus formas altisonantes y esa mística cercana a una “charla motivacional” previa a una final en un partido de fútbol, plagada de argumentos políticos fue una introducción perfecta para el cierre del encuentro, a cargo de Axel Kiciloff. Mientras que los primeros oradores se habían encargado de realizar la historización, el anfitrión bajó la discusión a tiempo presente, con la inyección del coraje necesario para dar las discusiones pertinentes. Solo restaba que, quien fue durante todo el encuentro convocado a ser conductor, dijera cómo y por donde.
Por todo lo nombrado, el gobernador Kicillof, enarbolado hasta el cansancio por los anteriores oradores, debía centrar su discurso en el principal eje del encuentro, y explicar por qué hoy estaban reunidos allí bajo esa premisa. Por lo mismo, comenzó al hueso del asunto: “Este encuentro tiene muchos motivos, pero el primero que empiezo por reivindicar es la construcción del Canal Magdalena”. Acto seguido, retomó la historización: “El primero en pensar en la importancia del dragado fue Manuel Belgrano, que sabía que era necesario para unir los puertos de Rosario y Buenos Aires, pero también para que haya una flota Argentina, astilleros, riqueza, producción y trabajo”.
La mención a Manuel Belgrano no es azarosa. Las resoluciones que los libertadores de América debieron llevar adelante hace más de 200 años respondían a una lucha de intereses que tenía a la Argentina -por aquel momento un conjunto de provincias- atada de pies y manos a merced de las disputas extranjeras. De aquí el hilo conductor: “No es una cuestión de energía ni de plata, es una cuestión de una disputa geopolítica internacional con poderosos intereses extranjeros que quieren una Argentina subordinada, que no tenga su independencia marítima, que tenga que pasar por otro lado y pedir permiso para ordenar su producción, su comercio y su integración nacional”, reafirmó.
“No es algo insensato y tonto, si no que es un método de subordinación y coloniaje, por eso hay que recordar esa historia: se licitó en 2014, luego la paró Macri, luego no se pudo hacer. Estamos podridos, no queremos esperar más; y la provincia de Buenos Aires se quiere hacer cargo del Canal Magdalena si no lo van a hacer ellos. Lo convertimos en bandera, lo convertimos en lucha, hay que convertirlo en victoria de la provincia y del país”, enfatizó eufórico Kicillof, que puso aún más eufóricos a los presentes. El encuentro llegaba a su clímax.
Por último, pero no menos importante, el gobernador aseguró que, ese mismo viernes firmó una resolución que llevará a la justicia el pedido de devolución de la coparticipación que Nación adeuda con la provincia de Buenos Aires. Esto solventaba los 6 puntos perdidos en 1991, y le daba un total de 26 puntos a una provincia que aporta el 40% de producción al Producto Bruto Interno de la Nación. Un reclamo que en los libros del presidente Milei debería ser más que legítimo.
“Si la Argentina quiere ser independiente necesita industria nacional, producción propia, cultura propia, ciencia y tecnología y universidad pública. Los intereses que defendemos en la provincia de Buenos Aires son los intereses de la república Argentina”, concluyó Kicillof a modo de cierre, que no dejó escapar la oportunidad de incluir a toda la república en su oratoria.
A fin de visibilizar la importancia de inversión y gestión en los puertos tanto a nivel nacional como provincial, el gobernador de la provincia presentó el “Anuario Estadístico Portuario” que destaca la actividad de las estructuras costeras.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, presentó el Anuario Estadístico Portuario, que consta de un conjunto de estadísticas vinculadas con el sector portuario nacional y bonaerense que elaboró el ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, realizado sobre el período entre los años 2012 y 2021.
El sistema portuario bonaerense posee una estructura de 27 puertos comerciales e industriales que lo posiciona segundo a nivel nacional en términos de movimientos de carga a granel y contenedor, oscilando entre un 37% y 39% en el traslado a lo largo y ancho del país, mientras que en la carga rodada acapara el nivel total de actividad con un 99% de participación. En este sentido, el gobernador Kicillof procuró no solo visibilizar la importancia de los puertos bonaerenses en el país, sino la propia actividad industrial marítima como eje en el desarrollo del país. En ese sentido, destacó que tanto este sistema de datos estadísticos como las obras en concreto como el Canal de Magdalena son “parte de una estrategia geopolítica para recuperar la soberanía fluvio-marítima nacional”.
Por otro lado, en referencia a los puertos propios de la provincia de Buenos Aires, el gobernador destacó que estos representan “la conexión con el mundo”, y que son los gestores de “la mayor cantidad de operaciones de comercio exterior en el país”. “Por este motivo, para el Gobierno de la provincia es de vital importancia haber sistematizado datos estadísticos, con el objetivo de planificar políticas públicas que nos permitan fortalecer la presencia del Estado en el control del sector portuario”, enfatizó.
En esa línea, es importante recordar que durante la primera semana del mes de julio se confirmó la incorporación de dos destinos directos al Puerto La Plata: el puerto Kingston de Jamaica, y la costa Oeste de Houston, Estados Unidos. Lo que reducirá “sustancialmente los costos transporte” a la hora de “transitar rutas estratégicas vinculadas al comercio argentino y a rutas marítimas internacionales”, según declaró el presidente del Puerto La Plata, José María “Pepe” Lojo. De esta manera, los productores de la región cercana al puerto platense (Ensenada, La Plata y Berisso) tendrán una salida y llegada directa, lo cual alivianará otra problemática mencionada por Lojo: “Había muchos problemas porque los puertos de Buenos Aires se aglutinan y usan contenedores de diferentes empresas”.
Otro ejemplo de la importancia de los puertos bonaerenses destacada por Kicillof es la obra del dragado del Canal de Magdalena, cuya licitación fue firmada en el Puerto La Plata, y permitirá conectar los caminos interiores fluviales del país con la salida marítima exterior, de manera que no se necesite utilizar el pase de Montevideo generando un gasto estatal. Además, el gobernador recordó que “la ausencia de rol del Estado en el ámbito portuario” había provocado “una gran desarticulación de la actividad y una desconexión entre los actores del sector”.
Por su parte, desde el Puerto La Plata se aseguró a Revista Trinchera que el presidente de dicha entidad destacó el crecimiento que está atravesando el Puerto La Plata en conjunto con el trabajo integrador que se realiza con los puertos de la provincia de Buenos Aireas y de toda la Argentina para mejorar la logística. “Junto con los puertos de la Argentina, tenemos el desafío de mantener una mirada integradora de la logística para ponerla al servicio de las cargas y lograr una mayor competitividad sin que los productores tengan que pagar las insuficiencias del sistema”, declararon y además añadieron que El Puerto La Plata está llamado a ser “el principal protagonista de este diseño de la logística eficiente que se viene”.
El proyecto impulsado tras la recuperación de YPF en 2012 finalmente llegó a tomar forma: la primera etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner se estrenó el domingo 9 de julio. En paralelo, Sergio Massa utiliza estratégicamente la situación, abanicado por CFK.
“El FMI no quería que avancemos con la obra, pero somos soberanos, chau”, enfatizó el pre candidato a presidente y actual ministro de Economía, Sergio Massa, en C5N donde declaró su posición frente a la finalización del gasoducto Néstor Kirchner. Esta obra, en conjunto con posturas que comienza a adoptar la cabeza del armado de Cristina Fernández de Kirchner, lo posicionan en una situación interesante en medio de sus primeras semanas de campaña: el tigrense comenzó el desafío de posicionarse como la mejor opción para extraños, mientras que debe enamorar a los propios, y esto segundo parece estar en marcha debido a algunos de sus dichos, mientras que la finalización del gasoducto (cuasi mayor logro de esta gestión), con él entre las primeras filas, lo aventaja con respecto a la formación de su figura presidencial.
Según lo analizado por Iván Schargrodsky en “Cenital”, Massa camina una “elongación envidiable” para su campaña debido a un fuerte factor: la clave del aporte a las grandes fortunas para finalizar el gasoducto. A su vez, el actual ministro se acerca a las grandes mayorías desencantadas con frases como: “gracias a quienes pagaron el aporte, y a quienes no, se lo vamos a tener que cobrar igual” –más allá de que lo repitió a coro de CFK-, o “a los empresarios chupa sangre del Estado no les tenemos miedo”, en medio de la oficialización del paro de colectivos durante este último jueves. De “yapa“, se cargó el aviso oficial sin ser máxima autoridad, ministro de Transporte o cualquiera fuere el cargo más pertinente. Al mismo tiempo, CFK no para de tirarle flores.
Lo cierto es que, como se mencionó anteriormente, si bien el gasoducto podría ser de los máximos logros de esta gestión en conjunto, el abogado vuelve a quedar en el centro de la escena por confrontar al Fondo Monetario Internacional (FMI) en el plano verbal, y ser gran responsable de recaudar el dinero a través del aporte solidario a las grandes fortunas. Del otro lado, una obra que de por sí sola alienta al futuro soberano de la Argentina, un gasoducto que balancearía la comercialización internacional del país hacia el lado del superávit: ahorro anual de 4.200 millones de dólares e ingresos en exportaciones por 17.000 millones de dólares, según estimó Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner (CFK), señaló la finalización del gasoducto como “la coronación de la recuperación de YPF”, ya que el proyecto se pensó desde aquel momento, por mayo de 2012. Un año antes, Repsol YPF había anunciado el hallazgo de gas no convencional en Neuquén, por lo que llegada esa fecha, el Estado nacional hizo lo que responde a un uso de la herramienta ejecutiva envidiable: expropiar y recuperar el 51% de la empresa. A partir de este hecho empezaron las posibilidades de gasoducto, extracción de vaca muerta y otros proyectos que proporcionan tener una pata de extractivismo y de tecnología al servicio del Estado, como lo hace YPF. “No fue magia”, dijo CFK.
En relación a todo esto, el presidente de YPF, Pablo González, se mostró muy “contento” por la finalización del gasoducto, y salió al cruce del ex ministro de Energía durante la gestión de Mauricio Macri, Juan José Aranguren, quien osó a corregir en algunas cuestiones a Kirchner, con el afán de desacreditar dicha recuperación de YPF. Ante tales comentarios, González lo dilapidó: “Es un inútil importante, en su gestión cayó la producción de YPF y aumentó su deuda en 2 mil millones de dólares, y su política energética fue nefasta para la Argentina”. Cabe recordar que, sobre la situación, el ex presidente Mauricio Macri aseguró que no llamaría por su nombre al gasoducto.
Si bien la idea del proyecto existe desde hace años, y tomó fuerza con la recuperación de YPF, el primer proyecto se propuso en 2018, pero nunca llegó a licitarse a pesar del interés de algunas empresas. Fue recién durante el 2022 que se autorizó a ENARSA a llamar a la licitación para la construcción del primer tramo finalizada e inaugurada este 9 de julio. En este sentido es importante destacar nuevamente la decisión ejecutiva que, entre tantos yerros, priorizó esta licitación como una de las primeras acciones post pandemia, y logró en tiempo récord la finalización del proyecto. Previo a la recuperación de YPF, el “kirchnerismo” ya planificaba estrategias energéticas en 2011: Julio De Vido, ministro de Planificación Federal, firmó en Qatar un precontrato para la compra de 20 Mm3d durante 20 años, y CFK cerró el “Convenio Marco para el Desarrollo e Implementación de Proyectos de Integración Energética bilateral”, para instalar una nueva planta de regasificación en el Golfo San Matías, en Río Negro.
Números del gasoducto
El primer tramo consta de 573 kilómetros de extensión y recorre cuatros provincias: Neuquén, Rio Negro, La Pampa y Buenos Aires. Está constituido por más de 47 mil caños de 12 metros de largo y 36 pulgadas de diámetro que permitirán ampliar la capacidad de Vaca Muerta, el pozo no convencional que requiere de grandes inversiones en infraestructura para poder ser explotado. Además, esta primera etapa añade un 3,5% de longitud a la estructura de red ya existente, que es la novena más grande del mundo, y que vio sus inicios en 1949, con la inauguración del caño de gas entre Comodoro Rivadavia (Chubut) y Llavallol (Buenos Aires).
Por otro lado, el mismo pre candidato a presidente anunció que en septiembre se lanzará la licitación a la segunda etapa del gasoducto, que continuará hasta el pueblo San Jerónimo, entre las ciudades de Rosario y Santa Fe, con una longitud de 470 kilómetros. Una vez llegado a este punto, el gasoducto se conectará con dos conductos: uno hacia Uruguay y otro hacia Brasil, con el fin de proveerles las exportaciones directas. Todo este movimiento constituye un hecho histórico que cae como anillo al dedo de la carrera presidencial de Sergio Massa, que además recibe apoyo total de la máxima figura que concentra los votos del justicialismo.
Joaquin Bellingeri
Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.
La Fundación Interactiva que promueve la cultura y militancia de las aguas nacionales organizó un campamento y una flota popular para la reafirmación de la presencia militante en los pases marítimos que actualmente disputan empresas cerealeras con el Estado Nacional.
Este 10 de junio, en el marco del Día de la Reafirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, y a través de la Fundación Interactiva para promover la Cultura del Agua (FIPCA), distintas organizaciones sociales, militantes, sindicales y políticas concurrieron al campamento Lucio N. Mansilla, realizado en Granadero Baigorria, Santa Fe, a orillas del Río Paraná, con la premisa de navegar por el Río hasta Timbues, donde se ubican los puertos de las empresas cerealeras Cargill, Glencore, Renova, Nidera, General Deheza, Vicentin y Bunge, entre otras nucleadas en la Bolsa de Comercio de Rosario, las cuales se oponen al dragado y a la licitación del Canal de Magdalena.
El dragado del Canal Magdalena crearía una ruta de comercialización nacional, de esa manera, el país no debería pagar a Montevideo en el único nexo de salida que tiene para sus relaciones bilaterales vía marítima. En ese sentido, dichas empresas perderían el control de sus exportaciones privadas donde eluden la paga de impuestos. Entonces, el objetivo de esta navegación yace en cercar esta zona marítima donde militan las empresas privadas para así, asentar la presencia y músculo de organizaciones comprometidas con la unidad nacional y la defensa de la soberanía. Es importante remarcar que por la vía troncal Paraná, que fue privatizada en la década del 90, salen el 80% de las exportaciones de Argentina y el 50% de las proteínas vegetales del mundo.
Participaron de la actividad tanto el Multimedio Trinchera como la Corriente Nuestra Patria y otras organizaciones políticas, junto a la organización del evento a cargo de FIPCA, entre los que se encontraban los presidentes de FIPCA, Julio C. Urien; del Astillero Tandanor, Miguel Tudino; del Puerto La Plata, Pepe Lojo, el Secretario General de U.O.M – Villa Constitución, Pablo González, entre otros.
El nombre de Lucio Norberto Mansilla fue elegido en honor a quien fuera el general que comandó y planificó la defensa en las invasiones de la flota anglo-francesa en noviembre de 1845 en la conocida Batalla de Vuelta de Obligado, una disputa marítima que surgió a partir de la decisión del aquel entonces gobernador de la Provincia de Buenos Aires, el caudillo Juan Manuel de Rosas, que le puso precio a la navegación por nuestros ríos, hecho por el que Reino Unido y Francia decidieron realizar un bloqueo con la complicidad de Uruguay. Mansilla, con gran capacidad militar y una gran vocación de patria, planificó una victoriosa defensa contra los piratas, a pesar de estar atrasados en materia armamentística y militar, y presentar una notable desventaja ante los recursos extranjeros de guerra.
“En honor al comandante de la guerra del Paraná quien derrotó a las flotas de los imperios británico y francés cuando venían por la libre navegación de los ríos y la secesión de las provincias de la Mesopotamia, el sábado 10 de junio, militantes de distintos puntos del país llevarán adelante el Campamento Lucio N. Mancilla, a orillas del río Paraná en la localidad de Granadero Baigorria, Rosario, Santa Fe”, decía el comunicado lanzado por FIPCA días antes del encuentro.
Mediante una conferencia de prensa diferentes entidades sindicales, sociales y políticas renovaron el reclamo por la “soberanía del Río Paraná”, la construcción y avance en la licitación del dragado del Canal de Magdalena.
Organizaciones sindicales, políticas y sociales nucleadas en la mesa Lucio N. Mansilla se reunieron el lunes en el Puerto La Plata, en la ciudad de Ensenada, y mediante una conferencia de prensa pidieron que se concrete la licitación del dragado del Canal Magdalena, cosa que actualmente está en proceso. El concurso de licitación está abierto desde el 5 de abril y hasta el 31 de julio, de acuerdo al portal electrónico de contratación de obra pública.
El acto fue encabezado por la mesa Lucio N. Mansilla (integrada por el Cordón Industrial Timbúes-Rosario-Buenos Aires-La Plata) y contó con la presencia de autoridades portuarias, de referentes del Astillero Río Santiago; la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (FIPCA); el Puerto de la Plata; el Astillero Tandanor; y la Federación de Trabajadores de la Industria y Afines (FETIA).
Cabe recordar, que la obra fue anunciada con un acto masivo en el mismo lugar en el que se hizo la conferencia de prensa. El proyecto había sido anunciado a mediados de abril, en un acto que encabezó el presidente Alberto Fernández junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano.
En ese momento se habló de una inversión de 40 mil millones de pesos a distribuir en dos etapas: por un lado, los trabajos de campo del Canal, con tareas de relevamientos. Por otro lado, se refiere a la ejecución del dragado de apertura hasta la profundidad de once metros (11m). En tercer lugar, se llevaría a cabo el balizamiento de la vía. Según el pliego licitatorio, estas tareas requerirán unos 28 meses.
La construcción del Canal Magdalena es un proyecto presentado originalmente en julio de 2013 que se licitó por primera vez en 2015. Sin embargo, el cambio de gestión lo frenó y ahora va por la revancha. El objetivo concreto es dragar el lecho del Río de la Plata para que tenga unos 12 metros de profundidad (de los 4,5 que tiene). Esto abriría una conexión directa entre los ríos argentinos y el mar sin necesidad de pasar por Uruguay.
Desde el Gobierno Nacional coinciden en que se trata de un proyecto estratégico para el país y la provincia de Buenos Aires. Según un informe del Centro de Economía Política (CEPA) el Canal Magdalena podría generar beneficios por entre USD 145 millones y USD 243 millones por año para el país. Al impacto económico se le sumarán los beneficios logísticos y en términos de soberanía. Cuando se abrió la licitación, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, señaló: “Estamos frente a un verdadero hito histórico”.
En declaraciones con Télam, el presidente de FIPCA, Julio César Urien, habló sobre el pedido al Gobierno y aseguró que la iniciativa apunta a que “el Estado siga administrando la vía troncal del Paraná”, y que este año se concrete la licitación para el dragado del Canal Magdalena.
Radio Trinchera diálogo con el presidente del Puerto La Plata, Jose Maria Lojo, y al respecto sostuvo: “Hay que hacer fuerza para que este camino de subida avance, y es necesario que los encargados del tema en el Gobierno Nacional sientan el apoyo del pueblo y la sociedad para que esta obra, tan trascendental para todos los argentinos, se pueda concretar”.
Además, el presidente del Puerto La Plata confirmó: “Este tema tiene controversias de intereses razonables y lógicos, por eso es una obra que pese a estar lista para lanzarse hace más de 10 años se vio demorada durante todo este tiempo. Sin embargo veo el vaso medio lleno, ya que salieron los pliegos de licitación pero llevan un tiempo para que estén listos”.
“Con respecto a los intereses en contra, para los que lo tienen, son inconfesables porque quién puede decir que está en contra de una obra tan importante para el pueblo argentino. Obviamente serán algunos que tienen beneficios sectoriales o personales o algún interés en contra de los argentinos o que favorece a aquellos que no lo son, pero sabemos que esos intereses existen desde hace mucho tiempo”, agregó Lojo.
En la actualidad los pliegos están en una situación crucial porque ya salieron y las empresas que podrían realizar el dragado ya lo tienen en su poder y lo están analizando. “Están haciendo consultas que son necesarias y podrían hacer más o menos interesante la obra desde el punto de vista de la construcción. Estas consultas deben ser respondidas en tiempo y forma para que el 31 de julio las empresas puedan evaluar técnicamente y hacer las propuestas correspondientes”, declaró Lojo y agregó: “En esa fecha se abrirán los sobres y cualquiera que quiera frenar esto, tratara que estas propuestas no sean favorables o se posponga y cuando se llame a las empresas para las obras no haya ninguna interesada”.
“Eso declara la licitación desierta y habría que revisar esos pliegos y lanzar de nuevo la licitación y ya nos caeríamos fuera del año, algo que ya sucedió en 2015 y luego en 2016 se perdieron y recién en 2019 se pudieron recuperar, entonces es evidente que hay interese que juegan en contra en todo esto y eso nos preocupa”, continuó el titular de Puerto La Plata.
Finalmente, Lojo afirmó: “El grupo FIPCA que viene trabajando por la soberanía en diversos aspectos, es la gente que viajó a Lago Escondida y la que hicieron eventos referidos al Canal Magdalena en el pasado, ahora están planificando una nueva actividad este sábado 10 de junio en las Barrancas de Baigorria cerca de Rosario”.
La importancia del Canal Magdalena
Es una vía de navegación ubicada al sur del Canal Punta Indio y tiene mayor cercanía a la costa argentina y su recorrido para llegar a la zona de aguas profundas es más corto. Sin embargo, por su nivel de profundidad, los buques no pueden utilizarlo como vía de acceso a los puertos fluviales del Río de la Plata, el Río Paraná y el Río Uruguay.
Como consecuencia, los buques argentinos, que parten de un puerto fluvial nacional hacia otro del litoral marítimo, deben pasar por aguas de otro país. Entre estas vías alternativas se encuentra Uruguay, país al que se debe pedir autorización para transitar. Lo mismo pasa con los buques de ultramar que transportan mercancías del comercio exterior argentino.
En tanto, un buque que trata de ingresar a puertos fluviales argentinos mediante el Río de la Plata debe esperar en una zona ubicada en aguas de uso común. Según las estimaciones del Gobierno nacional y provincial, se trata de una obra estratégica porque generaría “nuevas oportunidades” para centros poblacionales y puertos locales. De esta manera, proyectaron las obras de dragado y balizamiento, para contar con una puerta de entrada y salida directa al mar y mejorar la conectividad fluvial-marítima.
A su vez, destacaron desde el Gobierno que la obra del Canal Magdalena permitirá que los buques puedan reabastecerse y esperar en zona marítima argentina. También resaltaron los beneficios en cuanto ahorros de tiempo para la navegación de los buques e indicaron: “Estas mejoras, redundan en menores costos logísticos, lo cual tendrá un impacto positivo en las economías regionales y en los precios de los bienes transportados”.
Eduard Paz
Proveniente del sur, me instaléenla ciudad de las diagonales.Fiel pensante que la política y el deportevande la mano. Siempre me vas a tener alservicio de la comunicacióndel puebloy su deporte.
Se firmó el jueves en el puerto La Plata la licitación del dragado del Canal Magdalena, que unirá los caminos fluviales del interior del país con la salida marítima. La obra permitirá, principalmente, no depender del pase por Montevideo para importar y exportar.
En comparación con el pasado y el presente político, siempre se pueden encontrar matrices similares a soluciones y conflictos que suceden en nuestra patria, si de puja de poderes se trata. Un ejemplo recién sacado del horno podría ser la proscripción histórica a grandes líderes populares, lo que conectaría los años 60 de Juan Domingo Perón con la actualidad y el presente intento de proscripción a Cristina Fernández de Kirchner. Otro ejemplo podría ser el declive económico que hoy tiene al gobierno de turno con altos puntos de inflación, tras el paso anterior de un gobierno que toma deuda externa y que ejecuta planes económicos muy comparables (José Martínez de Hoz 1978 – Alfonso Prat Gay y sus sucesores en 2016), lo cual deriva en una dirigencia que no puede cubrir la canasta básica para su población debido a esta acelerada inflación.
Hoy sin embargo, el suceso presente que toca analizar es por lejos positivo para la nación Argentina y se puede recabar si se quiere hacia los principios de nuestra historia, donde se ven tratativas que favorecieron a los intereses nacionales y por otro lado, pasos hacia atrás que volcaron los beneficios hacia el exterior. El jueves 20 de abril, luego de distintas instancias previas donde la militancia supo estar firme a la exigencia de no retroceder, se firmó la licitación para la ejecución de la obra del dragado del Canal de Magdalena, obra que conectará el sistema fluvial con el sistema marítimo argentino y permitirá el transporte de exportaciones directo, sin la necesidad de pedir los permisos necesarios por la única vía existente hasta el momento, en Montevideo, Uruguay.
La construcción del Canal Magdalena es una solución nacional que responde a una disputa histórica en la transición de los ríos internos, en donde algunos dirigentes se posaron desde una perspectiva de protección interna como es este ejemplo, y otros liberaron la circulación y entregaron territorios.
El proteccionismo Rosista versus la liberación de Urquiza
A la hora de hablar de soberanía, es importante entender el concepto de “proteccionismo interno”, lo cual prevalece en los mercados del país que desaparecerían en una competencia con los mercados extranjeros que llevan ventaja de desarrollo. En este sentido, el engranaje consiste en desalentar las importaciones de productos que llegarían al país a un precio incompetente para los mercados internos, con la aplicación de un arancel alto que se paga al Estado por cada una de estas importaciones, de manera que se elija al producto interno por sobre el externo y así, fortalecer al comercio interior, y por ende, a la industria y a la circulación de dinero.
Cuando se trata de cuidar el territorio y los recursos, la mirada aplica de la misma manera; se puede cobrar a los externos y utilizar la mayor industria nacional, o liberar estos aranceles y reducir el negocio a una competencia entre lo interno y lo externo. En este caso, con la creación del Canal Magdalena se beneficia a la soberanía nacional al reducir el costo de un traslado que debía pagar para pasar por Montevideo. Pero no es la única situación histórica que discute la elección de mercados y los pagos de aranceles, ya que la navegación de los propios ríos internos también fueron testigos de luchas durante los primeros años de Argentina.
Juan Manuel de Rosas, gobernador de la provincia de Buenos Aires durante la décadas de 1830 y 1840, tenía una visión proteccionista para el desarrollo nacional, y así es como favoreció a los mercados internos provinciales, en este caso, desde la protección de los ríos. Mediante el Pacto Federal firmado en 1931, la Provincia de Buenos Aires (que en aquel momento tenía potestades similares a la dirigencia nacional), dispuso que la navegación de los ríos internos debiera ser de uso exclusivo para embarcaciones nacionales y de forma excepcional y bajo pedido para las extranjeras. Este tipo de medidas fueron la antesala de lo que sería la Ley de Aduana de 1835, donde se oficializaron aranceles desde 35% arriba para la importación de productos, lo cual fortaleció la producción y el mercado interno, llevando la balanza comercial a equilibrarse poco a poco hasta dar superávit en 1951. Dentro de la misma ley, se diseñaron incentivos para los transportes marítimos con buques nacionales, en el mismo intento de motivar a la producción nacional. Toda esta puesta en escena, busca remarcar que la retrospectiva histórica siempre nos va a mostrar la misma discusión de fondo, y que si en algún momento se hace confuso entender qué es lo que beneficiaría a la Nación en presente, solo hace falta comparar con algún hecho del pasado que ya haya pasado por dicha discusión.
Es importante reverlo porque la defensa de esta soberanía le costó una guerra a Rosas, que sin dudas fue un caudillo excelso, y que logró vencer a fuerzas avanzadas militar y tecnológicamente como lo eran las francesas y las británicas, con sobrados años de experiencia. La “Vuelta de Obligado” y la “Batalla de Quebracho“ fueron las dos contiendas que enfrentaron al ejército nacional contra los anglosajones, que vistos sus intereses en deterioro, lanzaron un bloqueo que buscaba la apertura de los ríos, con la ayuda de Uruguay, que les abrió paso. Pero el ejército nacional logró persistir y de esta manera, y mediante la firma de pactos, Argentina logró el reconocimiento del Río Paraná por parte de Inglaterra y Francia, hecho histórico tirado a la basura por José de Urquiza, quien en dos años derrotó a Rosas en una guerra civil y decretó la libre navegación de los Ríos Uruguay y Paraná.
La historia está escrita por patriotas que lucharon incansablemente por proteger a los internos y por otros dirigentes que nos entregaron a los intereses extranjeros, esto demuestran Rosas y Urquiza, y si bien hoy la licitación del Canal Magdalena baja muchos tonos heroicos, tiene que ver con una definición básica como es la creación y la utilización de lo propio, en un terreno tan cargado de disputa como lo son los caminos fluviales, que derivan en un centro de poder tan grande: el Río de La Plata y sus posibilidades de comercio.
En la misma línea, esta definición política sostenida por la militancia, generará beneficios económicos claros. Según el Centro de Economía Argentina (CEPA), los tiempos de navegación se mejorarán entre un 4% y 10% para el tráfico del norte y en un 80% para el tráfico del sur, y un ahorro anual de 87 millones de dólares aproximadamente, con una generación estimada del alrededor de 100 millones de dólares.
La licitación fue llevada a cabo mediante un acto encabezado por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el puerto La Plata, ubicado en la ciudad de Ensenada, con la presencia del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, junto a otros dirigentes. Durante la ceremonia, el multimedio Trinchera se hizo presente mediante un móvil, donde se recabaron los testimonios de les concejales por el Frente de Todos, Cintia Mansilla y Juan Manuel Granillo. Mansilla describió dicha situación como “un hecho histórico”, porque “para el pueblo argentino y para los que intentamos que la política sea una herramienta funcional, que esto se ponga en marcha es algo muy celebrable”. Por su parte, Granillo destacó que “es una inversión importante que va ayudar a que los ingresos y egresos de los barcos no tengan que pasar por Uruguay, lo cual mejora la capacidad de Argentina de inserción en el mundo y de generación de divisas”.
La militancia, de sostén y presión de luchas a la generación de realidades
Una vez más remarcar que, como mencionó Mansilla, el objetivo es que la herramienta política funcione efectivamente, y esto solo es posible gracias a la presencia y constancia del cuerpo militante que entiende una lucha a través de la interpelación de la importancia del objetivo, que en este caso fue mencionado anteriormente. Un antecedente de este mismo año fue el campamento organizado por la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (FIPCA), realizado en la localidad de Punta Indio, (punto marítimo importante para el dragado del Canal Magdalena), donde participó el Multimedio Trinchera, junto a la Corriente Nuestrapatria, la CTD Aníbal Verón y el Movimiento Estudiantil Liberación, además de numerosas organizaciones sociales. Allí se visibilizó y se hizo hincapié en la necesidad de continuar con el proyecto firmado este jueves, que en aquel momento se encontraba pausado. Tal vez este acto no haya definido crucialmente la firma, pero se entiende que la suma de estos pronunciamientos encamina a la clase política y tensiona a no titubear en momentos claves, como ya ha sucedido en ocasiones anteriores.
En tiempos donde la clase dirigente se encuentra desgastada, donde parece que todo da lo mismo, la concreción de estos proyectos suman un grano de arena diferencial, siempre y cuando, toda la gestión que resta encaminar para la conformación del mercado marítimo sea en pos de la Nación y las grandes mayorías.
Joaquín Bellingeri
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El presidente de la Nación se reunió con el secretario general de la ONU, António Guterres, y pidió que se impulse un nuevo intento de solución diplomática a la disputa de soberanía sobre el archipiélago.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, mantuvo un encuentro con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, y pidió retomar las negociaciones por la soberanía en las Islas Malvinas. Asimismo, Fernández y Guterres dialogaron sobre diferentes temas de la agenda multilateral y analizaron los desafíos de la coyuntura internacional y el rol de la Argentina.
En el marco del encuentro que tuvo lugar en la sede del organismo internacional en Nueva York, el jefe de Estado reiteró la solicitud del Gobierno de “reanudar las negociaciones con el fin de encontrar, lo más pronto posible, una solución pacífica a la disputa de soberanía sobre la cuestión de las Islas Malvinas”.
En la reunión, Fernandez fue acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; y la jefa de gabinete de la Cancillería Argentina, Luciana Tito.
Estamos en un momento en el que se debe poner en tensión el costo-beneficio de la usurpación de los británicos y eso se debe hacer con fuertes medidas políticas. Uno de los primeros pasos para esto fue dejar sin aval el acuerdo que se firmó en la gestión de Macri y que lo refrendó el ex vicecanciller de Susana Malcorra, Carlos Foradori, con su contraparte británica Alan Duncan.
En el pacto conocido como Foradori-Duncan se le permitió a los británicos hacer lo que quieran en el Atlántico Sur, entre varias cosas, se les otorgó un vuelo más para mejorar la conexión, que fue desde Sao Paulo. Sin embargo, ante el trabajo del Frente de Todxs y el consejo asesor de asuntos relativos a Malvinas de la cancillería, fue un tema recurrente en el que se planteó que el pacto debía terminar.
Con respecto al tema, Radio Trinchera diálogo con el excombatiente, secretario de Derechos Humanos del CECIM La Plata e integrante de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), Ernesto Alonso, quien enfatizó: “La preocupación de abordar acuerdos sobre Malvinas son los ciclos neoliberales que hemos tenido en nuestra historia, ya que ese espíritu y ADN identitario de los argentinos se pierde, porque así en los ´90 se firmaron los acuerdos de Madrid en el que Menem planteó las relaciones carnales y el canciller Di Tella pensó que enviando cosas materiales a los británicos de la Isla, se iban a sentar a hablar y fue todo lo contrario”.
Frente a este nuevo planteamiento de reanudar las negociaciones con Reino Unido, Alonso resaltó que “siempre tuvimos el acompañamiento del sistema Internacional, pero la comunidad internacional en el marco de nuestra región, ha sido muy débil, ya que la base militar que está en Malvinas afecta no solamente a la paz de Argentina sino que afecta a la paz de la región y estamos viendo la disputa mundial que hay por la ocupación de los recursos naturales, entonces es muy importante el acompañamiento de la comunidad latinoamericana”.
Hay que torcer el brazo a los británicos: ellos al estar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hacen cumplir a toda costa las resoluciones que les interesan pero las que no les interesan no las cumplen. Eso es lo que se debe poner en tensión en el marco de relaciones internacionales en el Congreso de las Naciones Unidas y también en la Organización de los Estados Americanos (OEA) que tiene una injerencia directa de Estados Unidos.
“Necesitamos cuestiones y medidas más audaces por parte de la política nacional y aprovechar los momentos que el marco en Latino América se ve teñido nuevamente de gobiernos populares como lo fue en la época que estuvo Chávez, Néstor y Pepe. Pero ahora con países tapones como Uruguay que tiene un gobierno neoliberal nos complican esa agenda. Luego, a nivel internacional, estamos recuperando la conexión con África que comparten el avance de Reino Unido con políticas de usurpación”, sentenció Alonso.
Por otra parte, Alberto Fernández aludió que “parece una contradicción que un mundo que condena la guerra en términos diplomáticos no se proponga ninguna modificación de su arquitectura financiera internacional para combatir sus consecuencias”. “Hoy el mundo destina más y más dinero para armas, en vez de invertir en la agenda 2030 y en las consecuencias del alza de precio en alimentos y energía, vemos cómo la violencia se naturaliza y la carrera armamentística impera”, completó el jefe de Estado.
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