El MAS y un triunfo arrollador

El MAS y un triunfo arrollador

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

A pesar de la intervención desvergonzada de la OEA, del Departamento de Estado norteamericano, de una ultraderecha sometida a las órdenes de fuerzas externas, el MAS y su binomio, conformado por Luis Arce Cataroa como presidente y David Choquehuanca a la vicepresidencia, lograron una victoria furibunda e indiscutible en las elecciones a la que fueron convocados 7.3 millones de bolivianos.

El 53% de los votos y la diferencia de 20 puntos porcentuales sobre Carlos Mesa Gisbert (31,2%) y de 40 sobre Luis Fernando Camacho (14,1%), son cifras extraordinarias, que representan aire fresco para la lucha de los pueblos. Con esto se confirma, tal como se sostuvo en alguna otra oportunidad, que en la elección de 2019nhubo una operación destinada a impedir el triunfo del MAS. Esto, por supuesto, avalado por los gobiernos derechistas latinoamericanos, y el silencio cómplice de los organismos internacionales.

El triunfo de este 18 de octubre le permite al pueblo boliviano volver a Palacio Quemado y además controlar las dos cámaras del Parlamento. Una victoria que traerá consigo un tremendo impacto regional e internacional, que da nuevos aires al progresismo en América Latina y que recupera la democracia para Bolivia y su pueblo, que sabiamente vuelve a confiar en aquellos que lo dignificaron, que le dijeron no al racismo, al saqueo, al sometimiento a Washington y a la corrupción.

Mientras más postergaba la derecha golpista la convocatoria a elecciones, con una estrategia política errada del gobierno de facto presidido por Jeanine Añez, más se debilitaban sus opciones. Esto, ante la política supremacista, racista, de corte fascista, de insulto al pueblo indígena a sus símbolos y a su cultura. En ese contexto, la sociedad boliviana tuvo más tiempo para comparar la dictadura con lo que había sido un proceso revolucionario, que durante 14 años le cambio la cara y el organismo entero a Bolivia; una revolución que nacionalizó los recursos naturales, que llevó a los indígenas a ocupar Palacio Quemado y decirle al mundo que Bolivia existía, que tenía una dignidad que necesitaba aflorar tras cientos de años de sometimiento y abusos.

El ministro de Gobierno de la dictadura, el empresario Arturo Murillo, estuvo durante la noche del domingo largas horas presionando a los medios de comunicación, al Tribunal Supremo Electoral y a las encuestadoras para que no dieran a conocer lo que ya se sabía hace algunas horas, pero que demoró en visibilizarse: el triunfo del MAS era inobjetable y por una mayoría abrumadora. Una dura derrota para el imperio y los gobiernos derechistas latinoamericanos coordinados por Almagro.

El resultado del recuento fue claro y planeadamente postergado. El propio ex presidente Evo Morales, en una conferencia de prensa dada en Argentina, sostuvo: “Las empresas encuestadoras se niegan a publicar el resultado en boca de urna. Se sospecha que algo están ocultando”. Por su parte, Sebastián Michel, vocero del MAS, señaló que existía una estrategia del gobierno de facto para lograr que no se entregara información y así generar un clima de violencia con el objetivo final de anular las elecciones. La enorme amplitud de cifras entre Arce y Mesa ha hecho imposible llevar a cabo lo que el departamento de estado norteamericano, junto a la OEA, habían planeado junto al ultraderechista ministro de Gobierno, Arturo Murillo.

La parte más difícil viene ahora para recuperar una vida trastornada por una dictadura que ha violado los derechos humanos en todos los ámbitos en que pueden ser violados: sanitarios, integridad física, acceso al trabajo, a la educación, derechos cívicos y políticos. Ahora viene justicia por los muertos, por los humillados, y sanar las heridas propiciadas por un gobierno de facto que cometió atropello a los derechos de millones de bolivianos y bolivianas.

En un interesante análisis de Mario Rodríguez, periodista y educador popular boliviano con especialidad en interculturalidad, los resultados de estas elecciones el 18 de octubre “han sido una victoria en el territorio del enemigo, en un campo conservador donde se aglutinó lo más fascista que puede tener la política, articulado en los sectores más retrógrados que puede tener un país”. Se trata de un triunfo sobre el dinero, el poder mediático, los poderes hegemónicos. Dicho marco permite evidenciar que se trata de una victoria del pueblo boliviano, que supera la conformación partidaria y sumerge a la sociedad en la búsqueda de su futuro.

En segundo lugar, para el análisis interno de lo que ha sido una fortaleza en el masismo, se conformó el sujeto de lo plurinacional, con un abanico amplio de posibilidades, que hay que fortalecer. Un triunfo que se da contra viento y marea, que permite pensar en transformaciones profundas. Un tercer elemento es que se necesita una profunda reflexión y una crítica respecto a lo que fueron los gobiernos del MAS para recomponer elementos que fueron erosionados y que necesitan ser reconstituidos en la capacidad de participación popular. Y en cuarto lugar este triunfo es un tremendo impulso para las luchas populares en Latinoamérica..

Claramente este es un laurel obtenido por el MAS, una conquista enorme, que representa la justeza de tres lustros de un gobierno transformador en Bolivia, que caló hondo, que a la hora de la comparación le ganó por cientos de miles de votos a esa derecha recalcitrante. Una derrota del fascismo que le va a doler a la derecha, al Grupo de Lima, y al converso Luis Almagro, que deberá responder de esta derrota ante sus amos estadounidenses, que gastó cientos de millones de dólares para tratar de consolidar un gobierno de facto y darle posibilidades a la derecha boliviana. Almagro ha fracasando estrepitosamente en esta misión que los visibiliza como lo que son: oportunistas, racistas, soberbios y escasos de visión para calar en plenitud el pensamiento y los anhelos de un pueblo que aprendió a defender su dignidad.

Para el triunfador de estas elecciones, Luis Arce Catacora, el desafío es claro: “Hemos recuperado la democracia y la esperanza, como también estamos recuperando la certidumbre para beneficiar a la pequeña, mediana, gran empresa, al sector público y a las familias bolivianas. Gobernaré para todos los bolivianos y trabajaré para reencaminar, sobre todo, la estabilidad económica del país”. Luis Arce agradeció la confianza del pueblo boliviano, de los militantes del MAS, de la comunidad internacional y de los observadores que llegaron para supervigilar las elecciones.

El MAS logró una victoria inapelable, a pesar del Covid 19, las amenazas del gobierno y los intentos de impedir que se votara. El MAS arrasó en las grandes ciudades y en el mundo rural. No hubo lugar en Bolivia, donde el mundo masista no haya logrado hacer morder el polvo de la derrota a Carlos Mesa, Luis Fernando Camacho y los suyos. El MAS triunfó a pesar de la labor de desestabilización de la OEA, definida como el Ministerio de Colonias de Estados Unidos. El MAS triunfó a pesar de fuerzas poderosas en su contra, porque la marcha justa no tiene freno posible.

El MAS triunfó porque el pueblo sabio de Bolivia entendió, que a pesar de todas las críticas se le podían hacer, hizo un trabajo que tenía como centro a los más postergados de Bolivia, por la defensa de sus derechos y la construcción de aquellos negados; a los que por cientos de años fueron humillados, denigrados y que con el MAS comenzaron a andar con su marcha de gigantes. No hay freno posible cuando un pueblo defiende lo suyo.

Artículo publicado originalmente en http://www.segundopaso.es

Pablo Jofré Leal
Pablo Jofré Leal

Periodista y escritor chileno. Analista internacional, Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. especialista en temas de Latinoamérica, Oriente Medio y el Magreb. Es colaborador de varias cadenas de noticias internacionales. Creador de revista digital www.politicaycultura.cl

Uruguay: El Frente Amplio se consolida en Montevideo y retrocede en el interior

Uruguay: El Frente Amplio se consolida en Montevideo y retrocede en el interior

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

El calendario electoral con “nueva normalidad” en América Latina y el Caribe empieza a tener rodaje. El puntapié inicial lo dio República Dominicana en julio y este 27 de setiembre en Sudamérica se llevaron a cabo las elecciones departamentales en Uruguay, donde se eligieron Intendentes y juntas departamentales, y en las que el progresista Frente Amplio se alzó con triunfos en los dos territorios más poblados..

Uruguay celebró elecciones regionales y Mujica confirmó su retiro de la  política

Barbijos, distanciamiento, alcohol en gel, colas interminables más largas que las usuales y a esperar en quince días se da o no un brote de contagio de Covid-19. Así se desarrolló la jornada cívica que se realiza cada cinco años, cerrando un ciclo electoral que se inició en junio de 2019 con las elecciones internas de los distintos partidos.

Se disipó la niebla en los departamentos donde la contienda era impredecible, se confirmó la tendencia en donde la disputa ya estaba resuelta prácticamente de antemano.

El mapa municipal de Uruguay quedó de la siguiente manera: el derechista Partido Nacional con 14 intendencias. Recuperó las intendencias de Paysandú, Rocha y Río Negro que estaban en manos del Frente Amplio.

El centroizquierdista Frente Amplio por su parte retuvo Montevideo, Canelones y Salto. El Partido Colorado conservó por un amplio margen a su única intendencia ubicada en Rivera al noreste, frontera con Brasil.

La victoria del Frente Amplio en los tres departamentos con mayor población, donde se concentra dos tercios de la población uruguaya; demuestra el componente urbano de esta fuerza política, pero a la vez sigue sin dar en el clavo los departamentos del interior donde el Partido Nacional tiene su bastión por su componente histórico ruralista-terrateniente.

En Montevideo la derrota de la coalición multicolor con la candidata empresarial Laura Raffo era un hecho incuestionable. Pero el aparato mediático cargó todas sus baterías para presentar a las elecciones en Montevideo como un ballotage entre Raffo y Carolina Cosse, que se presentaba como la favorita de las encuestas que a la postre fue la intendenta electa por el Frente Amplio, superando a sus compañeros Álvaro Villar y Daniel Martinez.

Lo cierto es que la diferencia entre el Frente Amplio y la Coalición Multicolor fue de 11%. Lo que mantenía en vilo a los montevideanos era la interna frentista para dirimir ganador o ganadora. Antes de la pandemia, cuando las elecciones estaban previstas para el mes de mayo, el ex candidato a presidente Daniel Martinez lideraba con holgura las encuestas.

Elecciones municipales en Uruguay: una mujer la próxima alcaldesa de  Montevideo y una participación de votantes estimada del 90% - Estar  Informado

Lo seguía de lejos Carolina Cosse y más lejos aún Alvaro Villar con apenas un 10%. Pues todo este panorama cambió, sobre todo a partir del mes de julio cuando se retomó la campaña. Martinez quedó tercero y muy lejos en la votación, siendo ex candidato a la presidencia, ex intendente de Montevideo y con una aprobación de su gestión de más del 50% en el municipio. El ingeniero Martínez se transformó en un cadáver político.

La candidatura del médico Alvaro Villar resultó una gran apuesta concebida por el sector del ex presidente José Mujica y lo posiciona como una figura a tener en cuenta en los próximos años. En la misma línea Carolina Cosse confirma su proyección como figura dentro del Frente Amplio. El año pasado, a pesar de ser segunda como candidata a la presidencia, fue descartada como candidata a la vicepresidencia directamente por Daniel Martinez. Hoy es senadora y recientemente electa intendenta de la capital.

En su discurso de celebración en la Huella de Seregni, sede del Frente Amplio, Cosse dejó unas palabras muy someras con respecto a su futura gestión. A pesar de haber presentado semanas antes un plan de contingencia para paliar las crisis, en el balcón frenteamplista no se dirigió a los miles de montevideanos sin empleo o en seguro de desempleo, a las centenas de ollas populares y al abuso policial que se incrementa día a día en las calles.

La flamante intendenta optó por hacer énfasis en el respeto y en una postura de “diálogo, diálogo y diálogo” con el oficialismo.

En la capital uruguaya los sectores más a la izquierda dentro del Frente Amplio, Partido Comunista, Partido Socialista y Movimiento de Participación Popular (MPP) aglutina un 70% de los votos, consolidando así un corrimiento hacia a la izquierda que será el bloque de mayor resistencia contra el gobierno neoliberal de Luis Lacalle Pou.

Por su parte el ala socialdemócrata ha mermado su caudal de votos y se encuentra en crisis mientras busca renovar sus liderazgos internos.

Elecciones departamentales y municipales de Uruguay de 2020 - Wikipedia, la  enciclopedia libre

En Canelones el triunfo de Yamandú Orsi, de las filas del MPP, fue aplastante. Resultó victorioso con el 52% duplicando al candidato del Partido Nacional. Orsi, con este resultado, confirma su proyección a las nacionales como presidenciable en el 2024, pero igual queda mucho trecho por recorrer.

El Partido Nacional retuvo las intendencias de Maldonado y Colonia. En el primero la gestión del reelecto intendente Enrique Antía, del Partido Nacional ha tenido grandes polémicas. Por ejemplo, se subió su propio sueldo a una suma que supera la del propio presidente de la República y ha estado salpicado por varios casos de corrupción y gastos “inflados”, dejando déficits en las arcas municipales de millones de pesos.

En el caso de Carlos Moreira en Colonia, reviste especial atención, debido a un episodio muy sonado: pasantías a cambio de sexo. Moreira fue expulsado del Partido Nacional, está siendo investigado, pero igual contó con el apoyo del partido líder de la coalición gobernante. Ha sido reelecto a través del voto popular, refrendando su gestión a pesar del escandaloso episodio que protagonizó en octubre del año pasado y será intendente por cuarta vez.

Cabildo Abierto, el partido de ultraderecha no ha podido demostrar el buen desempeño que tuvo en las elecciones internas y nacionales de 2019 a nivel nacional. El Partido Colorado sigue aferrado a la intendencia de Rivera como capitán de barco a su mástil en plena tormenta antes de naufragar. El Partido que ganó más elecciones que el resto de los partidos, hoy no tiene horizonte de mejora y sigue sin conseguir el ansiado líder que lo encamine a ser nuevamente una fuerza política “victoriosa” como reza su himno.

El Frente Amplio se posiciona de buena manera para enfrentar al gobierno nacional con las intendencias de Montevideo y Canelones. Proyecta figuras a nivel nacional y hace el recambio necesario de liderazgo, donde José Pepe Mujica, Danilo Astori y Tabaré Vázquez están en el ocaso de sus carreras; mientras Oscar Andrade, Cosse y Orsi se posicionan como futuros líderes del Frente Amplio.

De igual forma esta fuerza política sigue sin poder forjar una figura del interior que se proyecte a nivel nacional. Hablando de relevos, el expresidente José «Pepe» Mujica confirmó que dejará en breve su escaño de senador tanto por su edad como por cuestiones relativas a su salud.

Mujica ya había insinuado en otra ocasión que saldría del Senado en octubre, pero este domingo adelantó que si puede lo va «a dejar antes». «Estoy para salir por cuestión de edad, porque tengo una enfermedad inmunológica crónica y es lógico que la política obliga a relaciones sociales. Me tengo que cuidar, no puedo hablar, no puedo ir a un lado, no puedo ir al otro, soy un mal senador», argumentó el ex mandatario, de 85 años.

El buen resultado del Partido Nacional, base de la alianza multicolor de derecha que gobierno el país, arrebatándole tres intendencias al Frente Amplio, refiere a la buena imagen que tiene sobre todo en el interior del país el presidente Luis Lacalle Pou, quien incluso se inmiscuyó directamente en la campaña, visitándolos en los quince días previos a los comicios.

Las consecuencias de las políticas neoliberales no se han desplegado en su total magnitud en el primer semestre de gobierno y el presidente goza de buen marketing. Al no haber explosión de casos de covid ni miles de muertes, se lo piensa como un gran timonel de esta tormenta.

Uruguay no tiene elecciones intermedias. Esto ha sido una foto de la película neoliberal que recién está presentando a sus personajes. La lucha social será otra medición que no cabe dentro de las urnas.

Artículo publicado originalmente en estrategia.la

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio…se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

¿Dictaduras de nuevo tipo o el surgimiento de democracias participativas?

¿Dictaduras de nuevo tipo o el surgimiento de democracias participativas?

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Desde que en 2009 las oligarquías hondureñas, en complicidad con el imperio norteamericano y sus lacayos, derrocaran a Mel Zelaya en Honduras, poco a poco se comenzaron a ver tipos de Golpes de Estado similares. La excusa era el descontento de unas anquilosadas estructuras de poder que ante el mínimo atisbo de cambio mostraban sus dientes.

Lo que a Zelaya le ocurrió por acordar cooperación en materia sanitaria con Cuba, a Lugo le pasó bajo la acusación de ser responsable de la masacre de Curuguaty en 2012. Algo parecido sucedería con Dilma Roussef, a quien se acusaría de algo habitual: cambiar recursos de un ministerio a otro para resolver determinadas situaciones según la consideración política del gobierno de turno.

En Argentina no estuvimos ajenos a tal tipo de operaciones. Aquí fue la muerte del fiscal Alberto Nisman, que desencadenaría el 18F: la acusación ferviente de que había sido asesinado por el kirchnerismo y la posterior conformación de la alianza entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica.

A ese escenario se sumaron las persecuciones y la utilización del Lawfare para perseguir a les líderes progresistas que habían sido gobierno hasta ese momento: Cristina Kirchner, Lula Da Silva, Fernando Lugo, Mel Zelaya, Rafael Correa y desde el año pasado Evo Morales.

En el último tiempo, previo a la aparición de la pandemia, los gobiernos neoliberales de Chile, Colombia, Ecuador y la dictadura en Bolivia, enfrentaban fuertes movilizaciones que reclamaban el fin de las políticas neoliberales. A estos gobiernos la pandemia les vino como anillo al dedo para “calmar” las aguas y sortear el mal momento. También les sirvió de excusa para pisar el acelerador e incrementar las políticas de saqueo, dado que “la calle” dejaba de ser un factor de preocupación, y de darse tenían la excusa perfecta para reprimirlas sin tapujos.

Ecuador y su (des)gobierno

En esta oportunidad interesaba analizar la situación de Ecuador. Un (des)gobierno encabezado por Lenín Moreno, supuesto sucesor de Rafael Correa y quien daría continuidad a la Revolución Ciudadana, pero que cual Caballo de Troya se recostó sobre los sectores concentrados de poder y replicó las políticas neoliberales que dictaban desde Washington.

Vuelta del FMI, despidos masivos en el sector público y en el privado, reducción de los presupuestos en salud y educación, privatizaciones de empresas del Estado, persecución política a quienes hasta antes de asumir habían sido sus compañeros de partido, destrucción de muchas áreas del Estado y ahora intentos de proscripción política a Correa.

Según afirman desde la Comunidad Eclesiástica de Base, “unos 800 millones de dólares se fugaron a los paraísos fiscales, unos 4.000 millones de dólares se perdonaron a los grandes deudores del SRI (Servicio de Rentas Internas). Por la liquidación de unos 330.000 puestos de trabajo y la rebaja del salario de los empleados y trabajadores, el desempleo llega a un 13% y el trabajo informal, a un 50%”.[1]

Precisamente, el ex presidente ecuatoriano es quien recientemente alertó sobre la ausencia del estado de derecho en su país. El ex mandatario señaló “en Ecuador se está destrozando el Estado de derecho mientras el mundo mira hacia otro lado[2]. La denuncia viene a colación de que a último momento el CNE Ecuatoriano (que controla en su totalidad el gobierno de Moreno) se inventó unos cambios en el reglamento de inscripción para las fórmulas presidenciales.

Pero pese a que Correa cumplió con esas demandas de último momento, el sobrino del presidente Moreno (que es quien controla la inscripción de candidatos) recurrió a imitar a Forrest Gump y salió corriendo con tal de no dejar que el binomio de Centro Democrático pueda inscribirse.

Todo indica que de presentarse el binomio Arauz-Correa, podrían arrebatar el control del Estado, hoy en manos de banqueros y del poder concentrado. Grupos de poder que durante el gobierno de Moreno -fundamentalmente durante la pandemia- se han enriquecido sustancialmente.

Números duros…

De acuerdo con el analista Jonathan Báez -utilizando un estudio comparativo viciado con muchos datos ausentes que agravarían la situación-, la apropiación del ingreso del decil más alto durante el 2020 ascendió al 48,41%, superando incluso la debacle financiera causada por los banqueros en el 2000. De igual manera la diferencia de apropiación de la renta entre el 10% más rico del país en comparación con el 40% más pobre, se elevó a 7 veces, casi duplicando la escandalosa cifra de 4 veces de comienzos de siglo[3].

Según una encuesta del CELAG publicada recientemente, la desaprobación del gobierno de Lenin Moreno alcanza un 83,4%, en tanto 9 de cada 10 ecuatorianes vio reducidos sus ingresos desde la llegada de la pandemia. A esto debe sumarse que casi el 50% afirmó haber tenido que endeudarse para afrontar sus gastos y 6 de cada 10 afirmó haber perdido su fuente laboral[4].

La situación de Ecuador, se puede describir de similar manera en Brasil, en Bolivia, en Chile, incluso en los EEUU. En todos estos casos, entre lo que queda de este año y el que viene, se vivirán procesos electorales de diversa índole.

Los desafíos electorales que se vienen

Se vienen las presidenciales en Bolivia (Octubre 2020), el plebiscito en Chile (Octubre 2020), las presidenciales en EEUU (noviembre 2020), municipales en Brasil (noviembre 2020), presidenciales en Ecuador (2021).

A este combo electoral hay que sumar las parlamentarias venezolanas en diciembre de este año y las argentinas en 2021. Momentos que sin dudas pueden profundizar las conducciones autoritarias actuales o revivir una región bajo la lógica de “La diplomacia de los pueblos“.

Coincidiendo con las afirmaciones de Javier Tolcachier -y como lo demuestra la experiencia Argentina- “más allá de la coyuntura presente, que presenta obstáculos a las aspiraciones comunes de felicidad, justicia, coherencia y unidad, entre otras, existen, como en cada bifurcación de la historia, opciones que recogen lo mejor del momento anterior y lo proyectan de manera renovada a la próxima fase de la evolución social”.

La situación es por demás compleja y como afirma el ex canciller Guillermo Long “la democracia triunfará o perecerá a plena luz del día a manos de un gobierno cada vez más autoritario”.


[1] https://rebelion.org/el-pais-saqueado-nos-lo-exige/
[2] https://actualidad.rt.com/actualidad/365241-rafael-correa-cne-ecuador-candidatura-presidencia
[3] https://rebelion.org/la-mayor-concentracion-del-ingreso-de-los-ricos-en-toda-la-historia-de-la-dolarizacion/
[4] https://www.celag.org/encuesta-ecuador-agosto-2020/

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

Elecciones municipales en Uruguay: El combate principal será Montevideo

Elecciones municipales en Uruguay: El combate principal será Montevideo

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Las elecciones municipales en Uruguay, que eligen las máximas autoridades de los 19 departamentos (Intendentes y Juntas departamentales), se realizarán el 27 de setiembre. Serán los primeros comicios con protocolo contra el Covid-19. El centroizquierdista Frente Amplio va por el triunfo en Montevideo y Canelones departamento que, juntos, representan más de la mitad de la población del país.

Elecciones_Departamentales_2020_

La mayoría de las intendencias ya están prácticamente definidas (14 de 19). El Partido Nacional (líder de la coalición gobernante) obtendrá una gran votación en el interior del país, su bastión, donde el peso del ruralismo conservador es preponderante. Cabildo Abierto, el novel partido de ultraderecha puede dar sorpresa nuevamente en estos comicios e ir acumulando un caudal electoral que le dé cimientos de cara a las elecciones nacionales de 2024.

El Partido Colorado por su parte, pretende retener la intendencia de Rivera, al noreste de Uruguay, fronterizo con Brasil. Este partido que otrora fue nombrado “Partido-Estado” por haber logrado la mayoría de los gobiernos en la historia uruguaya, hoy avanza a paso lento  pero firme hacia la que parece ser una existencia testimonial.

Luego de la debacle del 2002, en las elecciones donde resultó triunfante el Frente Amplio, el Partido Colorado obtuvo su peor votación histórica con apenas un 7%. Con los emergentes liderazgos de Pedro Bordaberry y posteriormente Ernesto Talvi, parecía que esta conformación política resurgía de las cenizas. Pero Talvi, su líder carismático, renunció a su cargo como Canciller y a toda actividad política.

¿Cuál es el futuro que le depara al Partido Colorado? Es incierto, no asoma la cabeza de nadie para su renovación y su actual Secretario General es el dos veces presidente, Julio María Sanguinetti, de 84 años.

Las intendencias que están en disputa son Rocha, Paysandú, Colonia, Río Negro y Florida. Según las encuestas de la consultora Opción, a pesar del final reñido, los intendentes oficialistas renovarán sus cargos por otro período. El caso más destacado es el de Yamandú Orsi en Canelones, el segundo departamento con mayor población. El frenteamplista en la última encuesta obtuvo un 65% de intención de voto frente al candidato del Partido Nacional con tan solo un 10%.

El oficialismo, compuesto por los cinco partidos que conforman la coalición multicolor que gobierna el país (Partido Nacional, Partido Colorado, Partido Independiente, Partido de la Gente y Cabildo Abierto), presentará en la mayoría de los departamentos distintos candidatos, según la correlación de fuerzas que tengan en cada territorio. El mapa departamental quedaría de la siguiente forma: Partido Nacional catorce intendencias, Frente Amplio cuatro  y Partido Colorado una.

Laura Raffo on Twitter: "La violencia contra las mujeres también es una  pandemia. Crece con el confinamiento y nos pone en riesgo a todas. Hoy más  que nunca que nada nos calle.

En el caso de Montevideo, la coalición derechista presentará candidatura única para tratar de desbancar al Frente Amplio, con 30 años consecutivos de victorias. Su candidata es Laura Raffo, economista, conferencista y panelista de televisión. Por muchos años fue analista en los medios de comunicación donde anunciaba inminentes crisis en la economía uruguaya que nunca sucedieron.

En los últimos días circuló en las redes un video de hace algunos años, donde a la salida de una conferencia analizaba el devenir de Argentina en tiempos del gopbiernjo neoliberal de Mauricio Macri. Una frase quedó resonando, auspiciando “el crecimiento que viene sosteniendo el gobierno de Macri”.

Laura Raffo es hija de Juan Carlos Raffo, quien fuera senador por el Partido Nacional y ministro de Transporte y Obras Públicas, quien estuvo involucrado en casos de coimas (sobernos) en el gobierno de Luis Alberto Lacalle (padre del actual presidente).en los años 90, Laura Raffo, que ha propuesto en más de una ocasión políticas que ya se vienen aplicando, presentándolas como novedad, persigue muy de lejos a los candidatos del Frente Amplio. Todas las encuestas dan entre 15 y 20% de diferencia.

A pesar de ello, el oficialismo pretende instalar la sensación de que la elección será renida. Uno de sus caballitos de batalla, es el argumento que el Frente Amplio gobierna hace treinta años y es hora de una renovación. Una actualización del eslogan de campaña presidencial ‘está bueno cambiar’. Dirigentes frenteamplistas rápidamente señalaron la contradicción de esta premisa, ya que en intendencias de otros departamentos el Partido Nacional gobierna hace más de treinta años.

¿Otra vez?

El Frente Amplio no logró los consensos necesarios para una candidatura única y vuelve a demostrar el paulatino deterioro de su unidad. Presentará tres candidatos a la Intendencia de Montevideo donde se expresan las tres corrientes que lo componen: Daniel Martinez, Álvaro Villar y Carolina Cosse.

Daniel Martínez y Álvaro Villar dispuestos a reunión con Lacalle; Carolina  Cosse duda - Información - 09/08/2020 - EL PAÍS Uruguay

Según las últimas encuestas, existe un empate técnico en 17 puntos para cada candidato. De igual manera, algunas encuestas han dado a Carolina Cosse encabezando la intención de voto y como posible vencedora de la interna frenteamplista.

Daniel Martinez, ex intendente y ex candidato a presidente es la cara de la derrota de las últimas elecciones, donde el Frente Amplio pretendía obtener su cuarto mandato consecutivo. Con un debate presidencial endeble y falta de carisma, Martínez fue el timonel de la pérdida del gobierno, junto con otros de la tripulación que aún no han hecho autocrítica.

Martínez había declarado que de perder se retiraría “a descansar con sus nietos”. Faltando a su palabra, volvió al ruedo con aprobación de su gestión por parte de los montevideanos pero con signo negativo de los trabajadores municipales de su propia intendencia. Representa la línea socialdemócrata del Frente Amplio, cuenta con el apoyo de los grupos Magnolia, Par, Plataforma, Liga Federal, Nuevo Espacio, Vertiente Artiguista, Asamblea Uruguay y el Partido Demócrata Cristiano.

Álvaro Villar es neurocirujano y fue director del Hospital Maciel. Una especie de outsider de la política, ya que como declaró “hace treinta años que no militaba, pero siempre fui frenteamplista.” Es el único de los tres candidatos que no hizo campaña en las elecciones del año pasado. Es el candidato con menos intención de voto aunque en las últimas encuestas se ha acercado a los otros dos.

En las últimas semanas ha sido blanco de ataques por denuncias de acoso sexual y laboral dentro de su gestión en el hospital. El stress de la campania y las acusaciones devinieron en un accidente cardíaco y ha suspendido momentáneamente su agenda.

Antel Arena: Manipulan cifras para campaña, Cosse | Caras y Caretas

Cuenta con el apoyo del Movimiento de Participación Popular (MPP, el sector de José Pepe Mujica), Fuerza Renovadora del ex presidente del Banco Central y senador Mario Bergara; y UNIR un grupo escindido del Partido Colorado que no integra la orgánica del Frente Amplio. 

Carolina Cosse, ingeniera, actual senadora, exministra de Industria y expresidenta de la empresa estatal de telecomunicaciones Antel, ha desbancado en las últimas semanas a Daniel Martínez del primer puesto de intención de votos en las encuestas. Se perfila como la futura intendenta, pero nada está dicho.

Uno de esos síntomas es la virulencia con la que la derecha ataca a esta candidata y la necesidad de confrontar a Laura Raffo contra ella en cada ocasión que se le presente. Cosse salió segunda en la interna del Frente Amplio a las presidenciales. Martínez no la tuvo en cuenta como vicepresidenta y eligió, salteándose la línea orgánica, a otra candidata.

Hoy es el blanco predilecto de la derecha para lanzar sus dardos y se la cuestiona por sus gestiones en entes estatales. Cosse cuenta con el apoyo de los sectores del polo de izquierda dentro del Frente Amplio: Partido Comunista, Partido Socialista, Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) y Casa Grande.

Donde se pisa

Estas elecciones se dan en un contexto de caída del PBI, mayor desempleo y pobreza. El presupuesto proyectado por el gobierno nacional ya promete un ajuste feroz a las clases populares, mientras se le duplica el salario a director y gerentes de entes estatales. Cero presupuesto para la Universidad de la República y para la ley de combate a la violencia de género.

El partido de ultraderecha Cabildo Abierto negocia los votos del presupuesto nacional en el Parlamento, especulando con el desafuero de su líder, Guido Manini Ríos, por temas asociados a crímenes de lesa humanidad del pasado reciente. La calidad democrática empieza a deteriorarse en un país donde la impunidad del terrorismo de Estado hoy tiene un partido que la defiende en el parlamento..

Atravesamos una coyuntura de avance de las derechas en todo el continente, un reflujo de las izquierdas, sumado brújulas que no marcan el norte. Las intendencias de corte progresista, donde el Frente Amplio es el único que tiene chances de acceder, serán el escudo para paliar este embate neoliberal que apenas cumple un semestre de los diez que va a gobernar. La articulación con organizaciones sociales y referentes locales será fundamental para que los políticos no se distancien de la realidad.

Artículo publicado originalmente en estrategia.la

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio…se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

El Ejército inesperado

El Ejército inesperado

TIEMPO DE LECTURA: 9 min.

POR JORGELINA URRA* Y ZULEMA CAPELLA**

Los Preparativos

La organización del evento había empezado con el pie izquierdo, ya que la fecha estipulada para tan importante mitín, y en los términos que el Señor Donald Trump exigía, requería de privilegios que hasta para los asesores de la Casa Blanca sonaban descabellados. Por un lado estaban las dificultades propias de una pandemia mundial, así que debieron cambiar de mes, y en lugar de llevarse a cabo en marzo, debían ser en junio.

Por otro lado, el día elegido por el Señor D. Trump era el 18 de junio, pero nuevamente algo entorpeció esa decisión. Y es que justo ese día, en el barrio de Greenwood, ciudad de Tulsa, Oklahoma, lugar designado por su gran acumulado de republicanos, donde en 2016 sacó el 65, 3% de los votos, la comunidad afroestadounidense celebraba la abolición de la esclavitud. 

Sus asesores le recomendaron que tuviera algo de tacto debido a los últimos acontecimientos que enardecen las calles del país, así que no tuvo más remedio que aceptar, y frente a las cámaras destacó que el tan ansiado lanzamiento seria al día siguiente, el 19 de junio. Nada se dijo sobre cuáles serían las medidas de protección y aislamiento por el covid-19. Lo único que anunciaron fue que se examinaría la fiebre y se repartirían barbijos, pero sin obligación de uso.    

Su gerente de campaña para la reelección, Brad Parsale, un joven consultor digital que en 2016 estuvo a cargo de la dirección de medios digitales de su campaña y lo acompaño como asesor político. Ahora el encargado de la gerencia publicitaria y principal cabeza de marketing, no dudó en ser fiel a las expectativas del Señor D. Trump, al convencerle de que el público estaba preparado y que incluso la página de internet decía que al evento asistirían un millón de personas. La expectativa era tal, que el Señor mandó a que se instalaran pantallas gigantes fuera del arena Bok Center para las más de cuarenta mil personas que no iban a tener la oportunidad de verlo a corta distancia, ya que las instalaciones solo cuentan con asientos para diecinueve mil espectadores. 

La publicidad en los medios fue inmensa, los videos son de una épica tal, que nada tienen para envidiarle a las producciones hollywoodenses, no solo desde la composición sonora, sino desde la representación gráfica con escenas de lo que para el Señor D. Trump significan las manifestaciones bajo la consigna Black Lives Matters: un estallido de crímenes violentos organizados por simpatizantes de Joe Biden, su principal opositor, los que según dice, quieren desarticular a la policía. Está claro además por el tipo de publicaciones como “Abolished” que el objetivo es generar una confrontación civil entre quienes están reclamando derechos básicos y quienes representan el fascismo. A estos últimos los cataloga como un ejército dispuesto a hacer regir la ley y el orden, y no son más ni menos que sus propios seguidores.

La grilla del rally arrancaría en Tulsa, Oklahoma, seguiría por Florida, Arizona y Carolina del Norte. La mañana del 19 de junio, el Señor D. Trump le dio una ojeada como acostumbra hacer en sus campañas, a las noticias de la cobertura del evento. Se sintió algo desilusionado al notar que no se hallaban en el lugar las masas que tanto ansiaba ver y para las cuales no solo había preparado un discurso, sino dos. Unas horas más tarde, le llegaría el informe de que seis de sus empleados abocados a la campaña en Tulsa, habían dado positivo al test de coronavirus y, en lugar de mostrarse preocupado por sus trabajadores, estalló de rabia porque la noticia había llegado a los medios y estaba robándole protagonismo al mitín. 

La noche anterior a su llegada, el estado llegaba al pico de contagios en lo que va de la pandemia debido a la reapertura de la economía. El alcalde G. T. Bynum había anunciado que desde el jueves hasta el domingo se establecería un toque de queda en los alrededores del Bok Center. De esta manera iban a prevenir los posibles incidentes que generarían los grupos “radicales de izquierda” como llama el Señor D. Trump a les manifestantes. Desde la ciudad anfitriona habían apelado a la Corte Suprema de Justicia para que las instituciones correspondientes aseguraran el cumplimiento de los protocolos sanitarios, pero para fortuna del Señor D. Trump, esta vez la Corte rechazó el pedido en su contra. Nada podía impedir que el mandatario hiciera alarde de sus dotes actorales, ni siquiera un virus mortal.   

Seguro de sí mismo y de que ese día la grandeza de su país se vería materializada por el acompañamiento de sus seguidores, caminó hacia el helicóptero que lo llevaría a la Base de la Fuerza Aérea Andrews, y posteriormente se subió al Air Force One, que lo esperaba listo para despegar. En pleno vuelo el presidente recibió la notificación de que solo habían llegado unas veinticinco personas a las inmediaciones del arena, y no contento con la idea, se tomó el trabajo de sobrevolar por el lugar para observar por si mismo las cifras.

La confusión era generalizada, así que inmediatamente les encargades de su campaña enviaron un mensaje de texto a quienes habían reservado tickets, que decía “¡La Gran Celebración del Regreso Estadounidense ya casi empieza! ¡Todavía hay espacio!”, pero no fue lo suficiente como para sostener la aparición en el exterior. El avión aterrizó en Tulsa a las 17:51 del sábado 19 de junio, y Joe Biden venía por encima en las encuestas.

Semanas antes del acontecimiento una cantidad increíble de reacciones, comentarios y publicaciones iba en crecida. La cifra de las encuestas se había disparado. Si hay algo certero en todo esto, es la confianza absoluta que el Señor D. Trump ha depositado en los sondeos virtuales.

 Los guerreros de Trump

El montaje lucía majestuoso, las gradas habían sido delineadas con una franja azul que en color blanco rezaba “Make America Great Again!” (Volver América grande otra vez!), su frase de campaña. De frente al escenario, en el sector campo y detrás en las gradas, la gente disfrutaba de hits como “I Won’t Back Down” de Tom Petty, o “You Can’t Always Get What You Want” de The Rollings Stones, sin barbijo ni distancia social,  y mientras agitaban los brazos formando olas, no se imaginaban que la familia de Tom Petty y los Rolling Stones iban a irritarse y comenzarían acciones legales para que dejen de relacionar sus canciones con la campaña, ya que se oponen fervientemente a los ideales que Trump representa. 

En el centro de la escena se imponía un podio color azul marino con la insignia de los Estados Unidos, en el cual el Señor D. Trump daría su discurso. Lateral al escenario se hallaba una escalera intencionalmente colocada, un pedido especial que realizó a la organización para recrear una escena bastante particular y por la que en los medios había sido noticia; en el video podía notarse que el presidente estaba teniendo dificultades para bajar una escalera, y se lo atribuyeron a una posible enfermedad. Era de esperarse que su intención fuese echar por tierra esas declaraciones, no iba a permitir que su orgullo sea trastocado.

Luego de la intervención de Mike Pence, el Señor D. Trump hizo su entrada triunfal; de traje azul a tono con el podio, corbata roja y el paso lento, salía por el costado izquierdo en dirección al escenario mientras levantaba el puño derecho. En intervalos aplaudía, pero más gozaba de los aplausos que recibía por parte de seis mil doscientas personas. Un infortunio que supo sobrellevar con estilo teatral, lástima que no se dedico a ser bufón. Una de sus primeras frases en referencia al público fue de agradecimiento por el apoyo y los llamó “guerreros”, el ejército con el que planea derribar a Biden en cinco meses.   

De principio a fin, el discurso estuvo argumentado por una ferviente ironía que atentaba constantemente contra su opositor J. Biden al tratarlo de “dormilón”,  contra el movimiento Black Lives Matters y contra el aborto. No faltó el tono burlón con el que se refirió al virus llamándolo “kung flu”, y sin tapujos dijo: “Cuando se hacen pruebas a esa escala, se encuentra a más gente. Se encuentran más casos. Por eso le dije a mi gente: frenen las pruebas, por favor”  y el público aplaudió. De resto no cesó en despotricar contra Rusia, México y hasta se dio el gusto de hablar de fake news.    

Mary Jo Laupp, la abuela de Tik-Tok

A 500 millas de distancia de Tulsa en el estado de Iowa, una señora llamada Mary Jo Laupp de 51 años, abuela de seis nietos, activista política por los derechos civiles y tiktoker con más de 17K de seguidores, había lanzado una campaña en redes sociales para que la gente que no tenía intención de ir y, de hecho se oponía a los delirios del Señor D. Trump, reservara tickets para el gran día. Las reproducciones del video llegaron a más de dos millones de personas. La abuela, como la apodaron en Tik-Tok, circuló por todas las redes sociales logrando una gran cantidad de adherentes. Tanto así, que desde el equipo de trabajo de Biden la convocaron para que se sume a su campaña. Ella aceptó y en el New York Times dijo que trabajaría en un proyecto que articule a equipos de creadores de contenidos en Tik- Tok, para que hagan campaña por Biden.

El ejército inesperado 

La propuesta de la tiktoker no tardó en llegar a los grupos de fans del K-pop surcoreano, un ejército de adolescentes de entre 12 y 18 años preparados con el mejor arma: un celular y gigas de contenido multimedia de sus ídolos. El K-pop nació durante los ’90 en Corea del Sur y a través de las redes sociales logró llegar a gran cantidad de adolescentes en el mundo, se trata de grupos musicales creados por empresas de entretenimiento como Big Hit Entertainment, dueña de la boy band “BTS”. Esta música se compone del hip-hop, rock, rap y dance en una base de pop que articula con coreografías de hasta más de 40 personas y una estética creada bajo los estereotipos de belleza occidental. Sus seguidores o “kpopers” tienen una incidencia notable en redes sociales, y han sabido utilizar estas estrategias para sabotear medidas políticas que atentan contra los derechos que reclama el movimiento Black Lives Matters. 

El 31 de mayo, el Departamento de Policía de Dallas a través de su cuenta oficial en Twitter, publicó un llamado a la ciudadanía en el que pedían a les usuaries que subieran videos e imágenes a la app iWatch Dallas, con el fin de prever “actividades ilegales” que pudieran darse durante las protestas en dicha ciudad. Con miles de videos, fotos y “fancams” (clips de conciertos) de artistas pop coreanos como BTS, ITZY y Red Velvet, el ejército de kpopers hizo colapsar el sistema de la app en apenas unas horas. El 1 de junio, la cuenta oficial de twitter del FBI solicitaba “información y medios digitales” con la misma finalidad que la policía de Dallas, y el ataque se repitió. En Michigan la policía de Grand Rapids creó una página web con igual objetivo; de nuevo colapsó por el contenido k-pop de los fanáticos.

Durante mucho tiempo se creyó que los fans eran grupos de pibes sin posicionamiento político ni sensibilidad social, ya que las empresas que comandan a sus “idols” han creado ejércitos de jóvenes ilusionados con el estrellato que se entregan a contratos musicales explotadores, sometiéndose a cambios estéticos y duros entrenamientos antes de grabar siquiera una canción. Pero han dejado en claro no solo que tienen voz y opinión política, sino que pueden lograr boicots que ni los community managers más entrenados han podido evitar.

Esto es una prueba real del poder que una comunidad organizada puede tener, además de que deja en evidencia las falencias de las estadísticas de sondeos virtuales en las que tanto se apoyan para medir sus candidaturas los principales líderes mundiales de ultraderecha. Trump está siendo señalado por un tribunal virtual, compuesto por miles de activistas adolescentes organizades. Ni Cambridge Analytica se la vio venir.  


* Entiende que para que las ideas no mueran hay que escribir, pero como el lenguaje 
es un universo lleno de palabras muertas y consejos de la RAE; prefiere hablar
desde el léxico revolucionarie.

** De San Luis al país, escribe para ustedes Zuleca. Si están leyendo este perfil tienen
suerte porque en realidad se dedica más al ámbito radial. Las malas lenguas la han
apodado como las "manos riquelmeanas" de la producción, aunque ella no entienda de fútbol.
Mr. Trump, YOU ARE FIRED!

Mr. Trump, YOU ARE FIRED!

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

POR NICOLÁS SAMPEDRO*

Como muches han analizado, el mundo entero está en medio, no de una, sino de muchas turbulencias en simultáneo. La crisis financiera, la guerra comercial, los desbarajustes en los precios del petróleo… Todas antecedieron a la pandemia del COVID-19, que -indefectiblemente-, las profundizó.

Sin dudas el mundo asiste a un cambio de época sin precedentes. El desplazamiento de EEUU como superpotencia es cada vez más difícil de ocultar, pese a los esfuerzos del establishment occidental y sus corporaciones propagandísticas.

Sin ir más lejos esta semana el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (www.celag.org) analizaba los principales escenario planteados recientemente por los Think Tanks (Tanques de pensamiento) más influyentes del mundo. Algunos directamente alertando sobre el ascenso de China como centro, otros responsabilizando a Trump del mal manejo ante la pandemia. En lo que todos coincidían es que China es el peligro (excepto para los tanques de pensamiento chinos, obvio).

Los acontecimientos de las últimas semanas, no sólo hacia lo interno, sino hacia lo externo de la política norteamericana, dan cuenta del cimbronazo que vive el imperio. Hacia lo interno, no sólo fue el asesinato de George Floyd (que desató un mar de movilizaciones en todo el país), sino también los intentos de Trump de apagar el fuego con nafta, amenazando con sacar al ejército a las calles de su propio país. Este hecho no lo respaldaron ni el Pentágono, ni los demócratas, ni siquiera el Secretario de Defensa (Mark Esper). Incluso les miembres del Partido Republicano esquivan posicionarse o directamente critican abiertamente al presidente.

Foto: Getty Images

Para colmo de males, ahora hasta Twitter se pudo de punta con el magnate brabucón que conduce los destinos del país desde el Despacho Oval de la Casa Blanca. Y es que como señala el colega Jorge Elbaum, las multinacionales tecnológicas desplazaron a las corporaciones energéticas, financieras e industriales de los primeros puestos en la recaudación y acumulación de capitales. Hoy Apple, Alphabet, Microsoft, Amazon o Facebook son quienes empiezan a tener la sartén por el mando, y es por demás sabido que Trump proviene del sector energético.

A lo antes mencionado hay que agregar el papel que está jugando China en el sector de la innovación tecnológica, la inteligencia artificial y las redes 5G. Trump pierde con los propios y los ajenos, y en su forma altanera y autoritaria de querer controlar la situación parece estar agotando los últimos cartuchos, pero de todas maneras intentará no perder.

Como se ha mencionado en reiteradas oportunidades, una bestia herida de muerte, lejos de rendirse, se vuelve más bestial y peligrosa. Tambores de guerra que cada vez suenan con mayor intensidad en Venezuela, no son mera coincidencia, son parte de la posible salida hacia adelante del imperio. Caotizar Nuestra América como lo hicieron con Medio Oriente, no es algo descabellado en las pretensiones de dominación imperial.

En noviembre de este año, se supone que serán las elecciones en el país del norte. Lo que previo a la pandemia era un triunfo asegurado de Trump, se discute producto de su mal manejo y las vulnerabilidades sistémicas que puso de manifiesto la crisis sanitaria. Pero como dice el refrán: “No está muerto quien pelea”, y Trump, si de algo sabe, es de cómo jugar sucio.

Como sostiene el analista Marcelo Solervicens, excepto en dos ocasiones, todos los presidentes norteamericanos se reeligieron, y pese al desastre sanitario que es hoy EEUU, a Trump todavía le quedan ases bajo la manga. No sería ni la primera ni la última vez que se utilice el argumento de la guerra para ganar una elección. China, Irán, Siria, Venezuela, Cuba… Todas opciones bélicas que en cualquier momento pueden encenderse.

Pero (siempre hay un pero) que llegue Joe Biden (Sleepy Joe, como lo descalifica Trump), no garantiza que para la región puedan cambiar mucho las cosas. De hecho la política exterior norteamericana no ha cambiado esté un demócrata o un republicano conduciendo los destinos del imperio.

Habrá que ver qué sucede; pensar en noviembre es una eternidad teniendo en cuentas la velocidad con la que se dan los hechos y lo vertiginoso de la política internacional en estos momentos. Habrá que ver si en esta ocasión no es el pueblo norteamericano el que le grita a Mr. Trump la tan famosa frase: You are fired!

La política entreguista en la Triple Frontera y los deseos de Washington en la contienda electoral argentina

La política entreguista en la Triple Frontera y los deseos de Washington en la contienda electoral argentina

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

POR MIRANDA CERDÁ CAMPANO

El 18 y 19 de julio, Buenos Aires fue sede de la segunda Conferencia Ministerial Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo. El evento contó con la presencia del Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y de la Subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Kimberly Breier. En la cita, Argentina, Brasil y Paraguay, en conjunto con sus amigos de Washington, conformaron una alianza para combatir la “actividad ilícita” en la región y sus vínculos con el terrorismo que, como era de esperarse, identifica a Irán y al Hezbolá, como principales amenazas.

El discurso relativo a la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico se volvió un lugar común para los gobiernos de derecha en la región. La coyuntura geopolítica de armonía entre Jair Bolsonaro, Mario Abdo Benítez y Macri permite el establecimiento de esta “cooperación regional en antiterrorismo” vigilada por EE.UU. En pocas palabras, se pretende reeditar lo que fue Grupo 3+1 lanzado en 2002, que pregonaba la mutua colaboración en términos de seguridad en la zona de la Triple Frontera y que había quedado al margen con los gobiernos de Néstor Kirchner y Lula Da Silva.


Decreto 489/2019, publicado el miércoles 16 de julio en el Boletín Oficial, que modificó una norma de junio de 2012 y estableció la creación Registro Público de Personas o Entidades Vinculadas a Actos de Terrorismo y su Financiamiento (RePET)


Si bien la alianza fue creada hace algunos días y se irá concretando a través de reuniones semestrales entre las cancillerías, hace algunos meses que, al menos en Argentina, se venía expresando el deseo de reforzar la seguridad en la zona fronteriza con la mano de Estados Unidos. En enero, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y Mariano Federici, titular de la Unidad de Información Financiera, se reunieron con funcionarios yanquis para hablar de financiamiento ilícito e intentar reanudar la cooperación bilateral “para combatir la corrupción, el crimen organizado y el financiamiento del terrorismo”. Una vez más, el tema central de conversación pasó por la “sospecha” de que la Triple Frontera es de donde sale parte del financiamiento para el Hezbolá, según insisten desde Washington. También se habló de los “cuadernos de las coimas”, de Venezuela y de cómo restringir más al gobierno de Nicolás Maduro, y, por supuesto, de Irán, el culpable de todos los males en la versión yanqui de la historia.

Con este tipo de alianzas y con el discurso antiterrorista con el que Estados Unidos se ha permitido intervenciones como en Irak, por ejemplo, se busca obtener relaciones de privilegio con los gobiernos de América Latina. Si bien, a simple vista, al Pentágono pareciera importarle la seguridad del continente que habita, lo que realmente se pone en juego es la construcción de alianzas políticas y comerciales que, a su vez, garanticen el acceso a los recursos naturales. No hemos aprendido mucho de la historia si creemos, después del evidente apoyo yanqui a las dictaduras militares en Nuestra América, que Estados Unidos es un defensor de los derechos humanos y le importa el bienestar de nuestros pueblos. En esta constante reedición de la Doctrina Monroe, Washington se propone como garante de la seguridad de los países de la región, pero con la intención de acceder a recursos estratégicos en un escenario de disputa con otras potencias a nivel mundial y en un territorio considerado área de influencia yanqui desde los comienzos.

¿Por qué la Triple Frontera? Si bien Estados Unidos insiste, desde la década de los ‘90 y aún más desde la implosión de las Torres Gemelas en septiembre de 2001, en que existen células terroristas de origen islámico en esta zona en particular, la elección de la frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay no es azarosa: es una posición estratégica clave para el acceso a ciertos recursos naturales. Allí se encuentra el Acuífero Guaraní, uno de los mayores reservorios de agua dulce del mundo, cercano a la cuenca del Amazonas, a los yacimientos de gas de Bolivia, y a los minerales de la cordillera de los Andes; y la represa de Itaipú, la mayor central  en generación de energía del Planeta Tierra.

La Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay


En Paraguay, la política entreguista no es vista con buenos ojos. En medio de una crisis política que se suma a la desaceleración económica, graves problemas ambientales y un alto grado de insatisfacción ciudadana respecto de la seguridad interna del país, la admiración que Mario Abdo siente por Donald Trump y Jair Bolsonaro, es observada con desconfianza por quienes habían visto madurar una idea de soberanía energética. Es en este sentido que la represa de Itaipú representa un tema sensible para Paraguay, que siempre ha cedido ante las  presiones brasileñas.

A la gestión de Mauricio Macri, la alianza antiterrorista le vino como anillo al dedo. En plena contienda electoral, el Presidente argentino encabezó un acto en el marco del aniversario número 25 del atentado contra la AMIA, hecho asociado además al “asesinato” del fiscal Alberto Nisman a principios del 2015, que jugó un papel clave en contra de la continuidad del proyecto kirchnerista en las elecciones de ese año. El acto contó con el apoyo de gran parte de la comunidad judía y un día antes, y para cumplir con las presiones de Estados Unidos e Israel antes de la llegada de Mike Pompeo, el mandatario declaró al Hezbolá como organización terrorista a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial. En los días previos a su muerte, Nisman había asegurado tener evidencia de la participación de Cristina Fernández de Kirchner en el encubrimiento de iraníes implicados en el atentado, y el “asesinato” del fiscal se asoció al acercamiento de la ex presidente con Irán. No sólo no existen evidencias que involucren a la ex mandataria, sino que tampoco las hay para que Irán haya sido responsable de los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel.

Como la geopolítica es cambiante, ahora la Argentina ha recibido otro candidato a culpable de los atentados y el gobierno, que se identifica como una suerte de virreinato del poder globalizado, no dice nada. El Hezbolá fue decisivo para desalojar a Israel de su ocupación de años en el país vecino, durante las últimas décadas del siglo pasado. Ya no se trata de investigar, sino de asignar culpas por razones geopolíticas, y es así como se ha optado por idear la sospecha de una responsabilidad conjunta, con vínculos entre sí: la de la teocracia iraní y el Hezbolá.

Mike Pompeo y su delegación junto al canciller Jorge Faurie y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en el Palacio San Martín

La visita de Pompeo por esos días no fue casual. El secretario de Estado yanqui vino como emisario israelí y acusó al Hezbolá de perpetrador del atentado a la AMIA y afirmó también que la organización islamista “ha actuado en todo el hemisferio occidental en terrorismo, tráfico de drogas y lavado de dinero”. Además, el enviado de Trump, de gira por Sudamérica, aprovechó para arremeter una vez más contra la República Bolivariana de Venezuela al considerar que el Gobierno de Nicolás Maduro “ya terminó” y que es necesaria la cooperación de todos los países de la región para “restaurar la democracia y la economía” en ese país.

Los acuerdos en seguridad, como parte de esta red de relaciones con Estados Unidos, son  entonces una porción de la campaña por la Presidencia en Argentina. El discurso antiterrorista, en este caso, no pretende saber qué sucedió en aquellos atentados, sino que da cuenta del esfuerzo yanqui e israelí por aislar a Teherán; además de que deja al descubierto la injerencia de Estados Unidos, no sólo en esta contienda electoral, sino también en la embestida legal contra Cristina Fernández, para posibilitar la llegada de un gobierno complaciente con los deseos de Washington.

Miguel Forte: “Todos juntos vamos a hacer el papel que precisa el peronismo en La Plata, que es el papel más importante, el de cambiar la historia”

Miguel Forte: “Todos juntos vamos a hacer el papel que precisa el peronismo en La Plata, que es el papel más importante, el de cambiar la historia”

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Dialogamos con Miguel Forte, Secretario General de Camioneros (seccional La Plata) y precandidato a concejal por la lista del Frente de Todos, el cual habló sobre la conformación de las listas en La Plata y sobre la situación de los Camionero en la era Macri.


El día de la Bandera se vivió una situación bastante atípica en la que el Presidente Mauricio Macri hizo un acto por fuera del acto oficial y (en frente de un grupo de niños y niñas) habló de mafias, lo mencionó a Moyano, habló de los costos de la logística ¿Qué entendieron de esto?

La verdad que no creo que se haya entendido nada, y como bien lo dijo Pablo (Moyano), esperábamos que hablara de otra cosa, de los problemas que tiene como presidente, que es lo que le demanda la sociedad, de las necesidades que tiene el pueblo, pero se ve que eso no le interesa.

Creo que está hablándole a otro público. Les estaba hablando a los mismos. Va a intentar seguir con la mano dura o con meter preso de alguna manera -con o sin motivos- a todo aquel que reclame como Moyano o como está pasando ahora con la situación del ex presidente de Brasil, Lula.

Si esa es la manera o la respuesta que tienen para el reclamo de la gente… A alguien le habló. Fue un mensaje para alguien. No creo que haya sido ni para los chicos ni para la gente que representa con Moyano, porque la gente que él representa lo que hacemos es reclamar la planilla de salario que él acuerda con la cámara empresaria. Nosotros lo que hacemos en la región es hacerla aplicar y que los trabajadores reciban lo que se acordó.

Y contrariamente a lo denuncia, el transporte esto no es la máxima carga del costo que tiene la logística porque, como dijo Pablo, tiene el combustible, los neumáticos, los peajes, que tengas que parar el camión en el taller y un montón de cosas que son mucho más caras y que encarecen el flete.

Creo que le estaba hablando a otra gente y usó ese escenario, lamentable, con chicos que no deben haber entendido nada. Mientras tanto nosotros seguimos en la misma situación, intentando por todos los medios, cambiar esta realidad, de cambiar el presidente, de cambiar la lógica de la política nacional, provincial y local. Eso es lo que perseguimos, y lo único que genera con esto es que carguemos las baterías para seguir peleando por el mismo rumbo.

Desde el gobierno volvieron a meter el tema de la reforma laboral, ahora en medio de la discusión paritaria. ¿Cómo lo analizan?

Hay varios puntos justamente por eso. Estamos en paritarias y desde el gremio se está pidiendo 46% de aumento más un bono extraordinario de 20 mil pesos. Venimos hace rato teniendo este bono y en las últimas 2 ocasiones nos costó mucho porque no lo querían homologar, no porque la empresa no lo pueda pagar. Los empresarios no lo quieren pagar porque no quieren quedar mal con el gobierno, pero tanto ellos como nosotros sabemos quienes lo pueden pagar y quiénes no. Ellos nos pusieron palos en la rueda para poder llegar a homologarlo en el ministerio.

Intentan flexibilizar justamente con estas cosas, dentro de la discusión paritaria te doy un punto pero te saco esto. Nosotros tenemos la antigüedad del 1% e intentan rebajarla; tenemos tarifado por kilómetro lo que se le paga al chofer y el patrón no tiene ningún problema, pero ellos ya le encontraron la vuelta y están queriendo ver de qué manera bajan los ítems que tenemos en el convenio.

Lo que tengo que dejar en claro para la tranquilidad de todos los choferes es que gracias a Dios los tenemos a Pablo y a Hugo Moyano en la conducción de este gremio y que no van a variar para nada la planilla que tenemos, en cuando a las conquistas y los ítems que tenemos. Conseguiremos un aumento sobre eso o saldremos a pelear como corresponde. Es una u otra cosa. Sabemos donde hay tela para cortar y acá la hay. Ellos no son representantes de las empresas, éstas  se manejan por si solas y saben quién puede y quien no puede dar. Nos quieren llevar a la baja para que esta organización no sea el reflejo de los reclamos del pueblo. Éste es el castigo: bajarle la imagen con la gente.

 Moyano antes de perder ese crédito, que se ganó a través de los años con la gente,  dijo en más de una oportunidad que prefiere ir preso o que hagan con él lo que quieran pero que jamás va a firmar algo a la baja para los Camioneros. Por eso nosotros estamos acompañado y convencidos y lo vamos a seguir haciendo en lo local.

Miguel Forde de Camioneros La Plata junto con la pre-candidata a Intendenta Victoria Tolosa Paz
Foto: Infoblancosobrenegro

De cara al cierre de listas, ¿Cuál es el rol del movimiento obrero? No sólo en la legislatura sino en la lista de a diputados y senadores nacionales, y el lugar en la futura gestión.

Hay organizaciones gremiales en todas las listas del Frente de Todos. Después de esta elección (las paso) la importancia es que todos nos juntemos para acompañar al ganador. Hay organizaciones repartidas en distintas listas y todos tenemos que ser uno para conseguir el único objetivo que es cambiar de gobierno por uno peronista, por uno que nos represente a nosotros y que devuelva la felicidad al pueblo.

Hay compañeros como Bach (Federico, de la Asociación Bancaria) en una lista, estoy yo en otra. Cada uno sabe que esto es momentáneo y que no vamos a bajar los brazos si nos toca perder. Creemos que debemos estar en el lugar que tenemos que estar y vamos a trabajar para ganar, pero si así no fuera porque el pueblo peronista de La Plata nos dice que este no es el lugar vamos a trabajar en ese otro lugar para conseguir el objetivo.

Estamos convencidos de que primero vamos a pelear por el triunfo propio, pero sabemos que después vamos a acompañar y vamos a exigir el acompañamiento de quienes están con nosotros. Por eso los gremialistas que estamos en las listas sabemos que pasadas las elecciones nos volvemos a ver durante todo el año, nos volvemos a ver permanentemente y cada vez que hay un problema gremial nos encontramos con un compañero al lado ya a otra organización que nos está dando un mano. Eso lo mantenemos al margen, no se toca. Recibimos el apoyo de algunos que no van a participar porque no consiguieron un lugar pero igualmente ven la posibilidad de ayudarnos y lo van a hacer.

Vamos a hacer un muy buen papel y después todos juntos vamos a hacer el papel que precisa el peronismo en La Plata, que es el papel más importante, el de cambiar la historia. Adelante con Victoria (Tolosa Paz) hoy, hasta el triunfo.

¿Qué ves respecto de la contienda electoral sino también hablando en términos generales con la posibilidad del Frente de Todos de salir victoriosos en la elección? Y desde ahí qué rol crees que va a ocupar el movimiento obrero en la gestión y en la discusión política de este frente que se está conformando.

La unidad es necesaria. Nosotros la venimos forjando, venimos hablando. Algunos critican que esté en un tercer lugar. Yo me siento absolutamente satisfecho de estar en este lugar porque hay un gran compañero encabezan y queremos ganar. No importa el lugar, importa luchar para conseguir el objetivo. Después nos acomodaremos en lo que venga. El hecho de estar mejor ya es suficiente en términos del objetivo.

¿Pero cuáles son las políticas que entendés que se tienen que llevar a cabo para cambiar y transformar lo que estamos viviendo?

Sobre todo creo que lo que podemos aportar es la capacidad de gestión, lo que nos marca por el trabajo que hacemos día a día, por administrar salud, esparcimiento, etc. Lo que nosotros reclamamos es trabajo.

Acá lo que falta son los controles. Es muy vulnerable que venga cualquiera -desde cualquier sector- a trabajar. Por ejemplo: Un camioncito de carne que viene desde Chascomús entra a la ciudad de La Plata y no tiene un control fitosanitario desde el municipio. Nadie controla nada, entonces hay diferencias de condiciones. Nosotros podríamos hacerlo en conjunto con ellos, hay que hacer un trabajo conjunto para poder favorecer lo local en todas las tareas. Lo fundamental para la gente de La Plata es conseguir trabajo, por consiguiente para nosotros lo fundamental es generar trabajo genuino, no una cooperativa o algo que pueda ser un paliativo momentáneo, sino algo que le permita desarrollarse como familia.

A partir de del trabajo surge el tema de la educación o de la seguridad. Todo surge a partir de la generación de trabajo, porque si uno no tiene trabajo la verdad es que se complican muchísimo el resto de las cosas.

Crisis institucional en Moldavia

Crisis institucional en Moldavia

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Nicolás De La Iglesia*

Moldavia se encuentra en Europa oriental, limita al oeste con Rumania y al norte, sur y este con Ucrania con el que comparte el podio por el país más pobre del continente. Es un país sin litoral a pesar de estar a 40 km del mar Negro, y su importancia geopolítica iguala sus condiciones económicas.

Sin embargo se puede tomar como punto paradigmático para analizar ciertos procesos de la vida política de Nuestra América. Desde su salida de la Unión Soviética en el año 91’ la vida política de Moldavia estuvo repleta de escándalos y corrupción. Fue desde un primer momento la oligarquía del país la que llevo las riendas de estas actividades, llegando a controlar todo el aparato estatal.

En estos últimos años, detrás de la viciada vida política del país, estuvo el magnate y dirigente del Partido Demócrata, Vlad Plahotniuc. Un villano digno de una película, que siendo la persona más rica del país, fue acusado no sólo de llevar a cabo actividades delictivas sino también de presionar a distintos partidos políticos.

¿Porque fue noticia estas últimas semanas un pequeño país sin peso político? (hecho discutible ya que dentro de la zona de influencia rusa no hay países sin importancia para el imperio norteamericano) A fines de febrero se dieron las elecciones parlamentarias. Los tres partidos más importantes sacaron -más o menos- la misma cantidad de votos. Por un lado el Partido Democrático con 30 escaños, la coalición ACUM 26 y el Partido Socialista 35. Es necesario rescatar que los primeros dos son pro europeístas y el último es pro ruso.

Ahora bien, la lógica indicaría que los dos partidos europeístas se unirían para formaran gobierno. Sin embargo los del ACUM patearon el tablero y dijeron que no querían aliarse con los responsables de los problemas económicos, la miseria y el éxodo masivo de la población. La otra alternativa era formar gobierno con el Partido Socialista que se encuentra en las antípodas de su posicionamiento político.

Las negociaciones duraron meses y parecía que no iban a conducir a ningún lado. El 7 de junio el tribunal constitucional emitió un fallo en el que obligaba a las partes a formar gobierno antes del día 8, de lo contrario el presidente debía disolver el parlamento y llamar a nuevas elecciones. Con esa amenaza sobre la mesa los partidos ponen fin a las discusiones y forman gobierno. Quedando como presidente Igor Dondon, un hombre del Partido Socialista, y como primera ministra, la pro europea, Maia Sandu.

El parlamento aprobó la candidatura y al nuevo gobierno, al mismo tiempo que hizo una fuerte denuncia. Proclamaron que Moldavia era un estado capturado en el que todos los organismos públicos se encontraban bajo control del Plahotniuc, incluido el Tribunal Constitucional. Se ve que tan errados no estaban ya que el día 9 del mismo mes, el mismo tribunal que había sido denunciado por estar dentro de los bolsillos del magnate, decide dejar sin efecto legal las decisiones del parlamento. A su vez suspende al presidente y nombra al ex primer ministro, Pavel Filip, quien se dice pertenece al entorno íntimo de nuestro villano. Filip disuelve el parlamento y convoca a elecciones para el mes de septiembre.

A partir de entonces todo fue un caos en la vida política moldava. Por un lado Igor Dondon no quería dar el brazo a torcer y solicitaba públicamente al pueblo que saliera a las calles en su respaldo y llamaba al ejército a reconocerlos como gobierno legitimo. Por otro lado Filip buscaba aliados, en un primer momento (incluso antes de la sorpresiva alianza entre el ACUM y el PS) busco congraciarse con Rusia sin tener éxito. Después del revés parlamentario, caídos en una desesperación absoluta al no tener nadie que los respaldara, mudaron la embajada de Moldavia en Israel (de Tel Aviv a Jerusalén) con la esperanza de conseguir el apoyo de Trump, o de Benjamin Netanyahu en su defecto. Esta movida resulto demasiado evidente y tampoco logro su cometido.

La tensión fue escalando en un país que tenía dos presidentes. Sin embargo, no había nadie en la comunidad internacional que apoyara al PD. Es más, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia apoyaban a la coalición. Que estas potencias (enfrentadas entre ellas) se pongan de acuerdo es un hecho que se ha visto muy pocas veces en estos últimos años.

El 14 de junio el usurpador Filip presenta su renuncia, disuelve su gobierno y reconoce a la alianza como gobernantes del país. Mientras tanto los principales dirigentes del partido se subían a sus aviones privados, incluido Plahotniuc, y huían despavoridos. Quedaba la extraña alianza entre pro europeos y pro rusos al frente de un país devastado por una oligarquía despiadada, propia del sistema capitalista.

Maia Sandu, designada primera ministra del Gobierno de coalición europeista y pro-ruso (REUTERS )

Hay varias cuestiones para rescatar de la experiencia moldava: en primera instancia hay veces que es necesario sentarse en la mesa con personas que están lejos de compartir nuestras visiones. Cuando hay un enemigo en común no hay otra alternativa que crear un consenso para poder sacar a quienes venden al país al mejor postor. Esto puede no resultar simpático para los que idealizan a la política y hablan de ella dentro del binarismo bueno-malo. A veces, en política se requiere crear consensos y buscar la unidad hasta que duela. Todo sea por alcanzar un país soberano en donde el pueblo pueda hacer oír sus demandas.


* Periodista especializado en temas internacionales, columnista de la sección “Europa” del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata) y redactor de Revista Trinchera.
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