La Secretaría de Energía redujo fuertemente la asistencia estatal en los subsidios energéticos y fijó nuevos valores a partir de este mes. Esto significa una suba del orden cercano al 200% en los servicios de luz y gas que pagan actualmente los trabajadores, jubilados y sectores más postergados. “Es una medida que provoca que miles de usuarios caigan en lo que se llama pobreza energética”, sostuvieron desde la Defensoría del Pueblo.
El Gobierno nacional comandado por Javier Milei sigue girando la tuerca del ajuste con el que cada mes que pasa liquida el bolsillo de los sectores de ingresos medios y bajos y es que tras la suba de las tarifas de luz y gas, ahora acaba de oficializarse la baja de los subsidios, por lo que se espera un fuerte impacto en las boletas. Exactamente los mismos que sostienen sobre sus espaldas casi todo el peso del ajuste y licuación de ingresos llevado adelante por el oficialismo.
La medida fue oficializada mediante las resoluciones 90/2024; 91/2024 y 92/2024 publicadas este 5 de junio en el Boletín Oficial, por la Secretaría de Energía encabezada por Eduardo Chirillo, bajo el Ministerio de Economía de Luis Caputo. Allí se constató que 7 de cada 10 hogares percibirán topes de consumo subsidiado más bajos y el impacto en las boletas podría superar el 200%.
Cabe señalar que la baja en los topes de los subsidios comenzó a regir a partir de junio hasta el 30 de noviembre en el marco de la transición hacia un nuevo esquema de asistencia que impulsa el gobierno de Milei, el cual apunta a que de manera progresiva los usuarios paguen el precio completo de la energía y se asista, hasta cierto nivel, a los sectores más vulnerables.
La idea principal del Gobierno libertario con el anuncio y posterior implementación del “Período de Transición hacia Subsidios Energéticos Focalizados”, es redireccionar los subsidios de luz y gas. Además, de promover el reempadronamiento en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE).
Con respecto al esquema de segmentación de subsidios vigente, actualmente existen tres tipos de hogares: los de ingresos altos (N1), ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3). Los ultimos dos cubren solo una pequeña parte de los costos de la energía que consumen, que es uno de los ítems de las facturas, además del costo de transporte, de distribución y los impuestos nacionales, municipales y provinciales.
Ahora los N1 al igual que comercios e industrias, pagarán el 100% del costo de la electricidad, lo que redundará en un incremento final del 20% aproximadamente. Los N3 tendrán una bonificación del 71,9% y los N2 del 55,9% sobre ese precio en la factura.
De esta manera, la Secretaría de Energía a modo ilustrativo de las boletas finales, realizó una estimación de incrementos considerando consumos promedios residenciales de 260 KWh: N1 pasará de 24.710 pesos a 30.355 pesos (22,8%); N2 pasará de 6.295 pesos a 12.545 pesos (99,3%); y N3 pasará de 6.585 pesos a 16.850 pesos (155,9%).
Asimismo, presentaron nuevos topes de consumo con subsidio, lo cual implica que los usuarios N2 y N3 que excedan esos límites, pagarán más caro por la electricidad y las boletas podrían ser incluso más pesadas. Así, para la demanda de usuarios categorizados en el Nivel 2 el límite del consumo base se establece en 350 kWh/mes. Este segmento no tenía tope de consumo con subsidios con el esquema que regía desde 2022 y que ahora modificó el gobierno. También para las zonas frías se erigió un límite de 700 kWh/mes.
En consonancia, para la demanda de usuarios categorizados en el Nivel 3, el límite del consumo base se fija en 250 kWh/mes. Estos hogares tenían hasta hoy subsidiado hasta 400 KWh y por tanto para las zonas frías será de 500 kWh/mes.
Además, el Estado nacional constituyó el precio de gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) que se trasladará a las tarifas finales, cabe destacar que el PIST es el precio del gas que consumen los usuarios, cuyo costo para el período mayo-octubre es de 4 dólares por millón de BTU (unidad de medida británica para el gas).
De esta manera, los usuarios de N1 (altos ingresos) continuarán pagando 4 dólares por millón de BTU ya que no percibe subsidios. Los que se encuentren en el N2 tendrán una bonificación del 64% sobre el precio que pagan los de altos ingresos, es decir cubrirán 1,6 dólares por millón de BTU. Hasta abril abonaban 0,8 dólares por millón de BTU, por lo que pagarán casi 100% más caro por el gas.
Mientras que los residenciales N3 tendrán una bonificación del 55% sobre el PIST, por lo que solo pagarán casi 2 dólares por millón de BTU. Hasta abril pagaban 1,1 dólares por millón de BTU, lo que implica una suba del 81% en ese concepto.
Frente al avance y el ajuste en materia energética que lleva adelante el gobierno libertario, la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires le reclamó a Nación que deje sin efecto la aplicación del decreto que establece la quita de subsidios a los servicios básicos de luz y gas a los sectores de ingresos medios y bajos. Dado que evitaría que las próximas facturas de estos usuarios lleguen con fuertes aumentos.
En este sentido, mediante un escrito titulado: “Reclamamos que el Gobierno dé marcha atrás con la quita de subsidios”, el organismo solicitó a la cartera de Energía que brinde los informes de la cantidad de usuarios que serían alcanzados por este esquema, ya que desde junio, nivela a los sectores bajos y medios con los altos.
Al respecto, el integrante de la Defensoría del Pueblo, Guido Lorenzino, aseveró que esta “es una medida que provoca que miles de usuarios caigan en lo que se llama pobreza energética, ya que quedan totalmente desamparados a la hora de pagar las facturas, lo que, en un contexto de crisis y aumentos generalizados, es la peor situación de pobreza”.
Finalmente, Lorenzino enfatizó: “Siempre pedimos que las tarifas sean racionales y proporcionales para que las personas no sean la única variable de ajuste, sobre todo, en un contexto en que la economía familiar está en jaque”, al tiempo que hizo hincapié en las dificultades que representa “la realidad del sistema energético”.
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