Poema de Nora Rodriguez, participante de la convocatoria de poemas “Daniel Omar Favero”.
Eluney, de padre mapuche, de familia de Río Negro que sufrió la discriminación de su origen, que llegó al hecho de no permitirles el uso de sus nombres originarios. En ella, se vuelve al origen. Mi primera nieta, llamada Eluney que significa “Regalo del Cielo”.
Regalo del cielo te llamaron, para nombrarte como a la "gente de la tierra", y ese nombre te quedó perfecto. Eluney... suena a trino de pájaro, a grito indio, a tintineo de sonajas en la ceremonia sagrada del guillatún. Una sangre antigua te recorre y se asoma por tus ojos grandes, negros, de mirar profundo. Allá, en la Patagonia, cerquita del Colorado, donde nació tu papá, ¿fue acaso un machitún, rito de sanación y bienaventuranza, el que te abrió el camino? Cantame en mapudungun los cantos ancestrales que te habitan, al son de cultrunes y trutrucas. Hablame del pehuén, de la araucaria, de la adorada Ñuque Mapu, la tierra originaria. Contame esos cuentos de atávicas creencias, la misteriosa historia de Cai Cai y Tren Tren, las leyendas del Trauco y del Cherûfe, las hazañas de Elal, el enamorado de las estrellas. Hoy quiero que proclames el triunfo de tu sangre, que es la sangre de muchos. Que con tu voz de niña atravieses la historia. Que no haya conquistados ni conquistadores. Que puedas regalarnos una nueva entelequia y caminemos juntas por un mundo más justo.