Dia 3 del Juicio por Emilia: Una negligencia que le costó la vida

Dia 3 del Juicio por Emilia: Una negligencia que le costó la vida

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En la tercera jornada del juicio contra los responsables por la muerte de Emilia Uscamayta Curi, en el Tribunal Oral Criminal N°3 de La Plata, se siguió con las declaraciones de cinco testigos más que aportaron información relevante para la causa.

Este 30 de junio, pasadas las 11, comenzó la tercera jornada del juicio contra los responsables por la muerte de Emilia Uscamayta Curi, en la sala de Juicios Orales A del Tribunal Oral Criminal N°3 (TOC N°3) de La Plata (ubicado en calle 8 entre 56 y 57). En la causa están imputados cuatro empresarios organizadores de la fiesta “La Frontera” por el delito de “homicidio simple con dolo eventual”: Carlos Federico Bellone, Raúl Ismael “El Peque” García, Santiago Piedrabuena y Gastón Haramboure.

La sala estuvo presidida por los jueces del TOC N°3 que dieron apertura a la sesión a las 11:17, con el pedido de que se expidan la pruebas toxicológicas, a lo que la defensa de Emilia pidió tener un plazo hasta el lunes a primera hora para ver las pruebas y tomar la decisión. Ante el pedido de la parte damnificada de prohibir la salida del país a los imputados, el Tribunal decidió discutirlo en la próxima jornada. Una vez aclarados estos puntos, los jueces, en conjunto con la Fiscal Dra. Silvina Langone, y los equipos de abogados dieron paso a los testigos.

Testigos

La primera testigo fue Noelia Evangelina Lobos, quien trabajaba en la DDI de La Plata en la oficina de desarrollo tecnológico, donde investigaban pruebas audiovisuales. En ese sentido, Lobos reconoció haber firmado un documento con pruebas del caso. “Mi jefe de ese momento me asignó un video de instagram con hashtags que decían ‘Fiesta La Frontera; el límite lo pones vos; o la mejor fiesta del mundo’. Allí se llega a ver una pileta de grandes dimensiones con una gran cantidad de gente”. 

El segundo testigo fue Matias Beiras quien asistió a la fiesta ese día y declaró: “Estuvimos esperando como 30 minutos para entrar de la cantidad de gente que había”. Agregó que alrededor de las ocho de la mañana fue con sus amigos hacia la pileta, donde la única seguridad que había era un “patovica” que sólo controlaba el ingreso, ya que según sus testimonios esta zona era VIP, y había que pagar un diferencial. 

Además, presenció el momento en el que sacaron a Emilia de la pileta: “Agustina (la quinta en declarar y conocida de Beiras) le hacía RCP y pedía una ambulancia, después le sacaron a la chica (Emilia) y no pudo seguir haciéndolo. No vi ninguna ambulancia ni tampoco médicos. De ahí la llevaron a la entrada corriendo porque supuestamente había una ambulancia y ya no vi más”, declaró Beiras. El miércoles pasado había declarado Alejandro Fabián Piedrabuena, hermano de uno de los imputados, quien llevó a Emilia al hospital de Melchor Romero en un taxi. Por lo que se constató que la ambulancia nunca estuvo.

Luego, en tercer lugar, pasó a testificar Maira Armoa, quien tenía como tarea promocionar el evento y detalló: “Fui a la fiesta a eso de las 04:30 y el locutor de la misma era el ‘Peque’ García”. “No era solo un evento nocturno, se prolongaba, ya que los eventos que se hacían en ese momento no tenían un horario de caducidad y duraban pasada la noche”, continuó Armoa, mientras la defensa de Piedrabuena insistió en que los testigos afirmen sobre si se sentían en “peligro” en la fiesta.

Sobre el final, la fiscal advirtió una contradicción entre la declaración actual y la realizada en 2016, porque advirtió que no sabía a quién le había rendido el dinero, pero en ese entonces, dijo que fue a “Jonny Ezequiel”. Además, después de declarar que desconocía al organizador, se expuso su testimonio de 2016 que confirmaba: “Solo se que un tal Santiago, dueño del boliche, era el organizador y organizó un after a partir de las 8 horas con música electrónica y trabajó siempre con Jonny”.

También, en aquel momento aseguró que “Haramboure era uno de los que estaba organizando”, pero que nunca trató con él. Tras leerse el relato, la testigo afirmó: “A Gaston Haramboure lo vi en la fiesta, que entraba y salía, y se que era uno de los organizadores, no lo recordaba por el tiempo pero ahora sí lo sé”.

La cuarta testigo fue Estefanía Salvarezza quien declaró: “No recuerdo quien organizaba pero sí conocía la quinta porque allí hicimos la fiesta de egresados que organizamos con alguien de apodo “El Peque” y nos estafaron”. El imputado la invitó junto a sus amigos a la fiesta “La Frontera” gratis, allí reconoció que era uno de los organizadores. Mientras escuchaba el testimonio, “El Peque” escondía su cara enrojecida entre sus manos.

La testigo clave fue Agustina De Candido, quien había asistido con Beiras a la fiesta. Fue quien le realizó las maniobras de RCP a Emilia cuando la sacaron de la pileta. Comprobó que tenía el pulso débil y mientras intentaba reanimarla fue interrumpida por un hombre. “La agarró de los pies, la tiraron para abajo, la cargaron y se la llevaron, y me quedé en shock”, contó la joven y agregó “habían dicho que la ambulancia estaba en la puerta”. Luego, alguien se le acercó y le dijo “quedate tranquila que llegó bien” y le ofrecieron un champagne de recompensa. 

“Había dos fiestas que resonaban esa noche, en el Hípico y en la quinta, y nos decidimos por la de la quinta, había gente que entraba y salía, y no había lugar para sentarse, era todo un barro”, detalló. Quedó explícita la importante concurrencia de la fiesta en ese año nuevo. También aclaró: “No sabia quien organizaba la fiesta y no vi ningún guardavidas y el agua estaba sucia”.

En este punto la fiscal presentó una omisión sobre lo que declaró la testigo el tres de enero de 2016 en la fiscalía: “Al que reconocí es a un tal Gastón que estaba contando dinero en ese momento, y pensé ‘este tipo tiene que estar preso porque mató un pibe en Berisso’”. Finalmente la testigo reconoció que fue así.

Finalmente el sexto testigo fue Nahuel Demilta, ex pareja de la anterior testigo, quien narró: “Con respecto a la chica, estaba sentada en un puff y después no la vi más, la sacó un chico de la pileta y la auxilió mi ex novia, a lo que vino un seguridad y se la llevó”. Y concluyó: “No vi ningún guardavidas, ni ambulancia y tampoco paramédicos. La fiesta siguió un rato más y después nos pidieron que nos vayamos”.

La lucha sigue 

El abogado de la familia de Emilia, Adrián Rodriguez Antinao, sostuvo al finalizar la audiencia: “Se cayó la teoría de la defensa respecto de que la pileta era un lugar inaccesible, hubo concurrentes que declararon que era una zona VIP, había que pagar para el ingreso”.

En consonancia con lo testificado por varios testigos: “No había guardavidas, no había ambulancia, y con todo esto continuó adelante”. Finalizó: “Seguimos avanzando con una fe inclaudicable, una ansía de Justicia, para dar a cada uno lo que corresponde: la paz espiritual para la familia y amigos; y a los imputados la condena que les corresponde”.

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Autorretrato y ficción: Una muestra fotográfica por el Colectivo Prisma

Autorretrato y ficción: Una muestra fotográfica por el Colectivo Prisma

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“El autorretrato me ayudó a gustar de mí misma. A entender cuáles son los momentos en que yo me siento cómoda fotografiándome y la ficción es un plus que se le suma. Un tono fantástico, kitsch o lo que sea”. Expresó Leticia Organizadora del evento.

CAPTO tuvo el agrado de presenciar “Autoficción”, una propuesta por el Colectivo Prisma, organización fotográfica y audiovisual dirigida por Leticia, quien precisó detalles sobre la idea de congregarnos en el espacio Compás para poder reflexionar sobre la función transversal de la imagen contemporánea: aquella que varía entre el autorretrato y la ficción, entre la realidad y la simulación.

Autorretrato y ficción” se titula la tercera exposición fotográfica del Colectivo Prisma que hace más de siete años está activa en La Plata y de manera online en periodo de pandemia. “La gente manda sus fotos, pueden ser de archivo o crearlas para la exposición”, comentó Leticia. Se realizaron muestras colectivas anteriores, que en un principio eran sin temática, pero que en esta oportunidad el proyecto si definió una línea. Aun así la dinámica de mandar una foto, sin ningún tipo de tapujo es parte de la insignia Prisma, dado que la idea era que cualquier persona pudiera exponer y así incluir a gente que no fuese fotógrafo profesional. 

Esta postura busca el fortalecimiento de la propia identidad y de la libre expresión como derecho humano: “Siempre me sentí un poco excluida, en realidad, no tan así, pero me hacía ruido el tema del esnobismo y el mainstream platense, que se les de lugar a las mismas personas durante años”, declaró Leticia. Y agregó: “Entonces la idea justamente es que las personas que nunca se imaginaron exponer en una muestra tengan esa posibilidad”.

“Cualquiera puede exponer sus imágenes, porque tienen que ver con la vida de cada uno, lo que nos atraviesa todos los días y con la representación de uno”, determinó Leticia.

Después con el tiempo el proyecto se fue afinando, arrimándose más a lo que tenía que ver con la curaduría y la centralidad de una temática que permita profundizar conceptos.

Dentro de las instalaciones de Compás ubicado en la calle 39 al 410, se dio la muestra fotográfica que incluía a les artistas @gala_alg_ ; @lelitmoon; @mcgg52; @malnez_; @mar_sio_; @pira_ph_ (en Instagram).

La disposición de las obras tuvo una peculiar insignia distintiva: no figuraban los nombres de les artistas explícitamente, sino que mediante un QR (Código de respuesta rápida) se accedía a esa información. Desde CAPTO nos llamó la atención qué hacen las personas que no disponen de un dispositivo móvil, cómo queda entendida la obra sin autor. Tras esas incógnitas flotando, cada quien entonces se apropiaría de las imágenes, el arte sería de todes, ni siquiera del artista. Pero entonces Leticia nos dio vuelta todo: “Tengo 33 años y me gusta mucho recuperar costumbres o formas de relacionarnos antiguas. Ponele que vos estás mirando una foto y el QR no funciona, bueno preguntá de quién es la foto, investigá, porque si a vos realmente te interesa algo vos vas a ir por eso. La realidad es que cuando a alguien le importa algo, lo busca. Tenemos tanta facilidad y acceso a todo ahora que un poco se pierde ese deseo en las cosas”.

El autorretrato tiene como cualidades cuatro principios básicos que el autor Barthes en su libro La cámara lúcida entiende como: “Ante el objetivo soy a la vez: aquel que creo ser, aquel que quisiera que crean, aquel que el fotógrafo cree que soy y aquel de quien se sirve para exhibir su arte”. Por ende, la fotografía del autorretrato tiene la cualidad de sumir al sujeto en devenir objeto, una percepción que arrima al ser vivo a la microexperiencia de la muerte. Dado que la percepción de la imagen esta enmarcada en lo azaroso de la subjetividad, el ser fotografiado se entrega al gesto del fotógrafo que lo embalsama y no solo eso, al de la sociedad que lo revive de múltiples maneras alojando sentidos. Es decir, una pérdida de control de la representación, Barthes dice: “Me he convertido en Todo-Imagen, es decir, en la Muerte en persona; los otros- el Otro- me despojan de mí mismo, hacen de mí, ferozmente, un objeto, me tienen a su merced.  

Entonces, imaginemos la interacción que media hoy nuestros vínculos a través de las redes sociales, donde nos disponemos como objetos de deseo a nuestros pares, mediante el post y las historias para que nos vean, nos valoricen con su like, nos acepten.  Y si bien hay una naturalización de este lenguaje digital, los modos en los que elegimos mostrarnos hablan de otras urgencias a las que estamos expuestos y que modifican nuestras percepciones hacia la propia identidad. Una estética mutable, que es intervenida gracias a las nuevas tecnologías como el Photoshop y los filtros para satisfacer nuestras aspiraciones de “lo bello”.

“La ficción te llena por momentos, es un placer inmediato. Porque el like, ponele, cuando subís una historia o una nude, da un placer inmediato si vos estás medio bajón. Es un subidón de serotonina que está buenísimo. Pero en cierto punto la pose o lo artificio, no te llena, aunque sigue siendo parte de lo que uno quiere mostrar a los demás y quizás una manera, como es mediante un filtro de Instagram, no sé me parece válido. Pero al mismo tiempo, también es como uno vive las cosas y cómo concebís tu identidad. Entonces es una dualidad que yo todavía no puedo desentramar. Pero de la que soy parte”.

En nuestros tiempos de sobreinformación hay un anhelo por la distinción, la individualidad que florece en el afán caprichoso que median las nuevas técnicas de producción: gracias a ellas elegimos cómo posamos, tapamos, resaltamos, intervenimos. Y tampoco es una selección libre, si no que se sortean bajo los cánones de lo aceptable socialmente. No da lo mismo, aunque así se quiera sentir. Algunos artículos interesantes donde se profundiza la temática son “La búsqueda de la belleza” de Ethic y “El siglo XXI, la era del todo vale, busca sus cánones de belleza” de La Vanguardia.

Volviendo a las técnicas de producción, parece coherente traer un análisis de la obra del fotógrafo Pedro Meyer, donde Nekane Parejo y Agustín Gómez Gómez de la Universidad de Málaga, Facultad de Ciencias de la Comunicación, Departamento de Comunicación Audiovisual, publicaron para el medio Scielo e hicieron un análisis del fotógrafo donde destacaron como habita lo análogo y lo digital en la imagen. Tanto en “Paseo Santo” (1991/1992, México) y “Crisis emocional”( 1990/1993, Texas, Estados Unidos), estás imágenes de la realidad son intervenidas digitalmente: “Aquí no hay una constante unificadora, no hay fijeza, no hay una coherencia absoluta. Lo que permanece constante es la realidad fotográfica de las partes componentes, pero la verosimilitud del todo es abandonada, y con ese abandono también renunciamos a la verdad fotográfica tradicional y entramos a un universo en donde la barrera entre realidad y mito se hace más permeable y transparente”. 

Esta apreciación nos permite pensar que si los objetos y paisajes intervenidos predisponen una singular y metafórica respuesta interpretativa, el mensaje de la imagen, entonces en función al apartado del flyer que dice “un penetrante y profundo auto-análisis y una auto contemplación que otorgan inmortalidad”, será que a lo que respecta el autorretrato de personas, se abren múltiples aristas de representación bajo el halo de hacernos a nosotres mismes con la gama de herramientas que plantean las nuevas tecnologías. Una simulación elegida, que compete a una sociedad dotada y deseosa de transformarse.  Como expresa Donna Haraway en Manifiesto para cyborgs: “Por qué nuestros cuerpos deberían terminar en la piel”.

Este desafío se refleja en las imágenes intervenidas, una búsqueda por la originalidad potenciada por las herramientas digitales y que nos predisponen a pensar nuevos mundos de entendimiento. De hecho, algo muy interesante que decía la organizadora y fotógrafa @leticiamoon es que “fotos no me saca nadie, me encanta poder elegir, la mirada, la luz, etc; mostrar el universo de cada uno”.  Entonces podríamos pensar que las nuevas tecnologías democratizan esa exploración creativa de la identidad, no solo como herramientas exclusivas a los artistas, sino al alcance de nuestros dispositivos móviles. Pero también desafían nuestros ingenios y la concepción de lo real, en la comparativa y la contemplación vigilada permanentemente por les usuaries que navegan los flujos informáticos y quieran ir contra del ritmo que estipulan las redes sociales.


Fuentes:
Libro La cámara lúcida de Barthes
https://www.lavanguardia.com/magazine/belleza/20230601/8996324/canones-belleza-siglo-xxi.html
https://ethic.es/2023/05/la-busqueda-de-la-belleza/
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-12762021000200049

Dia 2 del Juicio por Emilia: Complicidad municipal

Dia 2 del Juicio por Emilia: Complicidad municipal

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Continúan las audiencias por la muerte de Emilia Uscamayta Curi. Acuerdos, corrupción y el entramado político entre el municipio platense y el empresariado de la noche.

Durante la jornada del 29 de junio, a partir de las 11 horas, se dio inicio a la segunda audiencia del juicio contra los responsables de la muerte de Emilia Uscamayta Curi, en la Sala 2 del Tribunal Oral Criminal N°3 de La Plata (ubicado en calle 8 entre 56 y 57), en la que están imputados los cuatro empresarios por “homicidio simple con dolo eventual”. 

Al igual que en la primera jornada, detrás de sus equipos de abogados y divididos en dos bloques, se ubicaron por un lado Carlos Bellone y Raúl “Peque” García, y por otro Santiago Piedrabuena y Gastón Haramboure, con actitudes y posturas muy parecidas a las de la primera jornada. Aunque cabe destacar que este último estuvo más relajado y en contacto con su familia, que se hallaba muy cerca de él. 

Por lo que respecta al resto de los actores presentes en la Sala 2, nuevamente estuvieron presentes los jueces del TOC N°3 Ernesto Eduardo Domenech, Santiago Paolini y Andrés Vitali; la Fiscal Dra. Silvina Langone, y el cuerpo de abogados de la familia Uscamayta Curi. Una vez se hallaron todos presentes en la sala, se dio inicio a la sesión con la entrada directa de los testigos a las 11:06.

Testigos 

En esta ocasión, la primera testigo fue Marina Buffone, pareja de Bellone, quien estuvo dentro de la casa ubicada en la quinta en la que se realizó la fiesta como acompañante de Bellone. “La fiesta no la organizaba Bellone. Había alquilado la quinta”, afirmó, y al igual que varios testigos, se desentendió sobre la cantidad de asistentes al evento: “no sabría decir si había 10, 100 o 100 mil personas”. 

Además, al comienzo de su testimonio reconoció que “Bellone fue al hospital” y que “la persona (Emilia) tenía pulso”, según le había llegado “por comentarios”. La desmemoria apareció también en esta segunda audiencia del Juicio: “no recuerdo la presencia de personal policial o de control urbano”, declaró.

La Fiscal Dra. Silvina Langone, con el acompañamiento de los abogados de la familia Uscamayta Curi, solicitó que le inicien acciones legales por el delito de falso testimonio por “omisiones” que quedaron evidenciadas cuando leyó las declaraciones del 2016 de la mujer. 

El 1 de enero de ese año, por la tarde, pocas horas después de la muerte de Emilia, ella había declarado ante la DDI que los organizadores de la fiesta eran Raúl García que “se dedica a organizar eventos” y se “encargó de las bebidas que se vendieron”, Gastón (Haramboure) “que venía arreglando hace una semana atrás con mi novio para que la fiesta salga bien”, y “otro sé que se llama Santiago o Santino”, haciendo alusión a Piedrabuena.

Langone continuó leyendo definiciones que ahora la testigo decía no recordar pero que fueron clave para la causa: “Supuestamente ellos se encargaron de traer gazebos, bancos y sillones para poner en el parque de la quinta y al lado de la pileta”. Buffone insistió en que no recordaba haber dicho eso porque “pasaron 7 años y medio”: recuerdo que “firmé y me quería ir a dormir”, explicó ante los jueces.

También dijo que no recordaba lo que ella misma había declarado ante la Fiscalía el 5 de enero de aquel año, cuando dijo que “no había guardavidas en el predio ni ambulancia en la puerta” y que “tenía entendido que eso lo tenían que traer Haramboure y Piedrabuena. Carlos Bellone iba a poner la quinta y le puso un seguro”. 

Por último, la Fiscal pidió a los jueces que se revise si está iniciada una investigación por posible omisión pública ante la falta de fojas en el expediente con declaraciones de Buffone de aquella fecha. El deber de cuidado de ese documento estaba a cargo del fiscal Álvaro Garganta, de la Fiscalía 11, quien estaba de turno cuando sucedió el hecho. Los jueces aseguraron que atenderán dicho pedido.

El segundo testigo fue Alberto Alvelo, quien estaba encargado del estacionamiento de los autos que asistían a la fiesta. “A mí me llamó García (“el Peque”) y era a quien conocía. En el momento en el que llegué al predio estaba García, el dueño de la quinta (Bellone), un DJ y un barman”, aseguró, y contabilizó que el estacionamiento estaba lleno, con una capacidad de entre 15 y 20 autos, y que afuera de la casa quinta los autos se estacionaban en la vía pública.

Al ser consultado, Alvelo detalló que le pagaron por su trabajo después de la fiesta, por la mañana, y que siempre era así, ya que había trabajado antes con García. Finalmente declaró que vio a muchas personas asistir caminando y que no vio ningún servicio médico, “no recuerdo”.

El tercer testigo fue Adrián Daniel Zamudio, quien era delegado municipal en Melchor Romero, donde se halla la casa quinta en donde se realizó la fiesta “La Frontera”. Además, vivía frente a dicha propiedad, por lo que estaba al tanto de las fiestas que se realizaban. En ese sentido, Zamudio rememoró que la quinta había sido alquilada antes del 1 de enero de 2016 a un grupo de estudiantes, y que ese evento había terminado con violencia, golpes y aventones de botellas.

Luego, en relación al evento del 1 de enero, el delegado municipal explicó que intentó organizar la suspensión del evento, ya que el comisario Verón le había hecho entender que no estaban dadas las condiciones para que suceda la fiesta, pero que necesitaban el apoyo de Control Urbano. “Me reuní con Control Urbano y me dijeron que necesitaban del comisario, así que logré juntar al comisario con una representante de Control Urbano que dijo que se pondría en contacto, pero eso nunca sucedió”.

En esa línea, Zamudio aseguró que existió una negligencia de la seguridad urbana en complot con el municipio. “Me dijeron que estaba arreglado de arriba, y que no se podía suspender, hubo un hermetismo en el manejo municipal, vos querías hablar y nadie te daba bola, de ahí en más ya me querían reemplazar. Juan Manuel Martínez Garmendia, integrante del equipo de Julio Garro dio vía libre para que la fiesta se haga igual”, sentenció.

Por otro lado, el delegado mencionó que incluso intentó dar de baja una página de Facebook por donde se publicitaba la fiesta, y que, tras la muerte de Emilia, le entregó al Fiscal Garganta “un drive” con las capturas de pantalla.

Zamudio declaró que después de la fiesta vio salir a Bellone de la quinta detrás de Control Urbano: “Me miró y se sonrió irónicamente como diciendo ‘viste que no pudiste hacer nada’”, concluyó.

El cuarto testigo fue Néstor Galarraga, supervisor del turno noche en Control Urbano de la Municipalidad de La Plata, con quien se dieron una serie de controversias y diálogos entre las defensas, y estiraron el testimonio a una hora de duración. Aseguró que el evento era peligroso “por la cantidad de personas que había”.

“Con respecto a esa fiesta fui yo quien hizo el acta de contravención por falta del permiso municipal del lugar, por vender alcohol y por no tener seguro”, relató y agregó: “al lugar fuimos en dos móviles, en uno iban el Director de Tránsito Walter Etchevest, el Director de Nocturnidad Gerardo Gioglio, y el Director General Emanuel Reyes”.

Seguido a ello, Galarraga explicó que el desalojo del lugar fue complicado porque “había tanta gente que se produjo un embotellamiento e íbamos a paso de hombre”. Luego, “Santiago Piedrabuena se presentó como uno de los organizadores que dialogó con Reyes, pero yo no pude escuchar nada porque el volumen estaba exageradamente alto”. El supervisor afirmó que Reyes tomó la decisión de que la fiesta siga y que le dijo que “no había apoyo policial”. 

“Apareció Bellone y nos invitó a pasar a una cocina de la casa junto a Gioglio, donde vimos un depósito de bebidas alcohólicas, hecho que fue directo al acta junto a la situación de venta de entradas, explicitada por el dueño”, describió en detalle el supervisor. 

Al ser consultado sobre la posibilidad de que Control Urbano sea quien corte la fiesta, Néstor dijo: “Con respecto a la organización tanto Bellone como Reyes me dijeron que Piedrabuena era quien organizaba la fiesta, y que ya lo conocía porque es un empresario de la nocturnidad”.

Cuando se le pidió describir el procedimiento general de inspección, mencionó que aún hoy “no hay plan o protocolo de suspensión de fiestas” y que “después de lo ocurrido con este tema también se pregunta si hay piletas en el lugar”. 

Por último, el quinto testigo fue Kevin Ogawa, quien era Subdelegado de Melchor Romero en ese entonces. Declaró que no tuvo participación en los sucesos y aclaró que solo podía dar constancia de que Zamudio había llamado para intentar evitar la fiesta. También afirmó que no había estado en las reuniones que, según sus propias declaraciones anteriores, sí había presenciado.

La fiscal Langone repasó el testimonio donde se contradecía con lo expuesto durante la jornada de este jueves: “Sé lo que ocurrió por lo que me contó el delegado municipal Adrián Daniel Zamudio. Lo que yo quiero declarar es que estuve en la reunión que se realizó con gente de Control Urbano en la Delegación donde trabajó. En esa reuniones, estuvieron los de Control Urbano Roberto Di Grazzia y Emanuel Reyes, ellos dos se comprometieron a que gente de Control Urbano iba a ir al lugar donde se va a hacer la fiesta y posteriormente clausurar el lugar y a su vez iban a necesitar apoyo de la policía para el operativo”, leyó de a declaración previa.

Así Ogawa decidió despegarse de la declaración que había realizado Zamudio, con quien había ido a testificar en conjunto al inicio de las investigaciones: “Yo no estuve en ninguna reunión, que es lo que dije cuando me vuelven a citar, que digo no, me retrotraigo, es un error de testimonio”.

A partir de aquí la fiscal llamó la atención de la situación por el cambio en las declaraciones, ante lo que el masculino se mostró cada vez más nervioso. Luego reconoció que fue a la Torre 1 en una ocasión a declarar, pero no sabe ante quién ni quién lo convocó, ni recuerda cómo era el edificio ni a qué unidad pertenece.

Testimonios claros, complicidad clara

En una grata diferencia con la primera jornada, en esta ocasión los diversos testigos que estuvieron presentes en el hecho otorgaron narraciones claves que demuestran tanto el entramado de la organización como el pacto de inacción que hubo entre distintos agentes municipales y gestores para que dicha fiesta, en clara imposibilidad de realizarse, siga adelante y concluya con la muerte de Emilia.

“Tenemos testimonios que demostraron el desastre en materia de organización en este evento clandestino”, dijo el abogado de la familia, Adrián Rodriguez Antinao, al finalizar la audiencia en la radio abierta que se estaba realizando en las puertas de Tribunales. También destacó “el empeño de la Dra Langone, que está trabajando codo a codo, dejando todo en la cancha para que se esclarezca este evento. Se vendrá otra jornada difícil”.

“Hay testigos que hablan y otros que dan ganas de abrazar” ,dijo el hermano de Emilia, Edgar Uscamayta Curi, y concluyó: “Se notó la complicidad política”.

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Comenzó el juicio contra los responsables por la muerte de Emilia Uscamayta Curi en el Tribunal Oral Criminal N°3 de La Plata ¿Qué sucedió en la primera audiencia?

Este 28 de junio a las 10 horas inició el juicio contra los responsables por la muerte de Emilia Uscamayta Curi, en la Sala 2 del Tribunal Oral Criminal N°3 de La Plata (ubicado en calle 8 entre 56 y 57). En la causa están imputados cuatro empresarios organizadores de la fiesta “La Frontera” por el delito de “homicidio simple con dolo eventual”. 

Detrás de sus abogados se encontraban sentados los imputados Carlos Federico Bellone, al fondo y escondiendo su cara entre sus manos; Raúl Ismael “El Peque” García con la mirada perdida en un punto fijo; Santiago Piedrabuena con sus brazos cruzados y postura erguida; y Gastón Haramboure que no dejaba quieto su pie y golpeaba constantemente contra el piso, su mirada espiaba cada rincón de la sala.

Los jueces del TOC N°3, Ernesto Eduardo Domenech, Santiago Paolini y Andrés Vitali dieron apertura a la sesión a las 10:55 y explicaron el procedimiento de la audiencia bajo la cruz que colgaba sobre sus cabezas. 

Luego, la Fiscal Dra. Silvina Langone leyó y detalló el caso a las personas presentes y dio el lineamiento de apertura: comenzó con el slogan de la fiesta “El límite lo ponés vos” y planteó los principales ejes a poner en debate, “la seguridad, la salud y el riesgo de lesión” de los asistentes al evento.

Tras mencionar y explicitar la causa por las que estaban allí, los jueces le consultaron a los imputados sus datos, posteriormente se hizo la lectura de pruebas y se aclaró que el testimonio del hermano fallecido de Emilia, Cristian Uscamayta Curi, que manifestó cuando se denunció el caso, se incorporará por lectura cerca del último día de juicio.

De izquierda a derecha: Carlos Federico Bellone, Raúl Ismael “El Peque” García, Santiago Piedrabuena y Gastón Haramboure

Testigos

A las 11:29 se hicieron presentes los testigos, la primera fue la madre de Emilia, Eugenia Curi, que en principio detalló cómo era Emilia ”mochilera, le gustaba hacer y vender pulseras, y con todo eso se costeaba sus estudios y nosotros tratábamos de ayudar en todo, a veces con el alquiler. Sabía quedarse en casa con todos y alentaba a cada uno”. Y agregó: ”Ella fue a Brasil de vacaciones y luego cuando volvió siguió con su estudio en la Facultad de Periodismo, siempre fue alguien independiente, estudiaba y trabajaba”. Remarcó que “no se daba por vencida”.

Describió la previa a las celebraciones de fin de año de 2015: “Emilia se fue a Capital con sus artesanías y estuvo todo el día, no encontró micro y se organizó con gente para volver en taxi”. Relató que llegó a las 9 de la noche y que se fue a descansar. A medianoche brindó con toda su familia, luego fueron a la casa de una de sus hermanas y estuvieron ahí hasta que Emilia le pidió a su padre Juan: “¿Por qué no le decís a Edgar que me lleve con Cris?”. De esa manera Emilia llegó a la fiesta “La Frontera”. 

Eugenia sostuvo: ”Esa noche ella no encontró ni micro ni taxi para volver a casa de la fiesta y la trajo su amiga de la infancia, Yolanda. Luego nosotros nos pusimos a tomar mates con mi marido y ellos (Emilia y Cristian) me dijeron que se iban a bañar a la pileta, la cual no frecuentaban”.

”Luego Cristian volvió solo y al pasar una hora, cerca de las 11 veíamos que Emi no volvía así que despertamos a Cristian para que vaya a buscarla y cuando estaba por salir de la casa, vimos que venía la policía a notificarnos que Emilia había muerto en la pileta”, prosiguió Eugenia y sentenció con la voz quebrada: ”Señor juez, ¿Le puedo pedir algo? Justicia por Emilia, ella es el dolor más grande que me pasó”. Se levantó de la silla con calma y con su contextura pequeña dio pasos que sonaron fuertes en toda la sala, incluso para los imputados.

Mientras las palabras de Eugenia retumbaban en cada oyente, “El Peque” se tapaba la cara, Bellone no pudo evitar mirarla y la ojeaba con inseguridad, Piedrabuena entrecerró sus ojos no dejando escapar ningún esbozo de tristeza. El más afectado fue Haramboure que dejó escapar lágrimas, se lo escuchó sobar; fue el único que siguió con la mirada a Eugenia mientras declaraba. El juez los miraba esporádicamente. Luego de la declaración, Eugenia pudo presenciar el resto de la audiencia desde el lugar asignado al público junto al resto de la familia que la cobijó.

El segundo testigo fue Claudio Gallardo, era suboficial principal en ese entonces y hace 30 años que está en la fuerza, lo trasladaron a Capital. Declaró múltiples veces: “No recuerdo”. Los imputados volvieron a adoptar un lenguaje corporal que demostraba tranquilidad.

El tercer testigo fue el policía e integrante del Comando Patrulla, Hugo Amarillo, y recordó que esa noche recibió una llamada al 911 y se informó del suceso al acercarse al lugar. Según declaró, como ya había terminado todo, siguió patrullando con su compañero hacia Abasto.

El cuarto testigo fue clave para demostrar la implicación en la causa de Piedrabuena: declaró Alejandro Fabián Piedrabuena, hermano del imputado. Es policía retirado y estuvo presente en la fiesta, de hecho, fue quien identificó a Emilia sin reacción fuera de la pileta y la llevó al Hospital de Melchor Romero. Con respecto a sus declaraciones, la defensa puso en discusión si era necesario o no ponerlo en interrogatorio por una posible violación al artículo 242 del Código Penal que estipula que no se puede declarar “en contra del imputado, bajo pena de nulidad, su cónyuge, ascendientes, descendientes o hermanos”.

“Escuché un griterío. Me acerqué y vi que había una chica tirada ahí, nadie estaba haciendo nada. En eso aparece otra persona que no sé quién era. Le tomé el pulso, que era poco, la cargué y la llevé caminando hasta la puerta principal, la subí a un taxi y la llevé al hospital de Romero. La chica convulsionaba. Estaba pálida, vomitaba agua”, declaró.

Mientras testificaba Alejandro Piedrabuena, los abogados de la defensa intercambiaron comentarios con su hermano imputado, quien además cambió su compostura y se dejó ver conmocionado al ver a su pariente dando testimonio.

El quinto testigo fue Agustin Di Martino, en ese entonces era relacionista público para el boliche “737”, cuyos dueños eran Haramboure y Piedrabuena, y donde se le otorgaron las entradas en preventa que debía vender para la fiesta “La Frontera”. Fue un testigo clave para la defensa ya que se intentó desligar a los imputados de ser encargados del evento. Luego de su declaración, el Tribunal pidió un parate técnico donde ambos imputados salieron a saludar al testigo de forma afectuosa con abrazos a la salida de la sala.

El sexto y último testigo fue Juan Ramón Verón, en ese entonces era el titular de la Comisaría de Romero, actualmente está retirado. Estuvo el día de los hechos y por falta de memoria, al igual que el resto de efectivos policiales testigos, declaró: “No recuerdo pero si figura en las actas, habrá sido así”.

A las 13:38 se pidió un cuarto intermedio y finalizó la audiencia. 

El silencio

Las pocas respuestas ante la gran cantidad de preguntas fueron una escena repetida en la audiencia de hoy. En cuanto a la información de las declaraciones de los testigos, no se pudo dar con nada que no apareciera ya en los expedientes pero sí se remarcó el clima que atravesó y va a seguir atravesando este juicio: tensión entre un tire y afloje de responsabilidades.

“Se evidenció y se viene un pacto de silencio de las personas que viven de la noche que va a apelar al olvido”, declaró al final de la audiencia el abogado del particular damnificado, Adrián Rodriguez Antinao.

“Tenemos la esperanza de que esto va a llegar a buen puerto. Tenemos la ilusión de que estas personas paguen por la muerte de Emi”, sentenció el hermano de Emilia, Edgar Uscamayta Curi.

Colectivizando La Plata

Colectivizando La Plata

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

En esta fecha muy importante, 28 de Junio, Día Internacional del Orgullo LGBTQI+, marcaremos cómo se fueron formando espacios de debate y construcción en base a la obtención de derechos en el campo de la diversidad local. A puro trabajo colectivo y autogestivo. Movilizados por la idea de apostar una realidad menos destructiva.

En lo que va del transcurso del año en la ciudad de La Plata han ocurrido varios actos de violencia, discriminación y odio orientados hacia al colectivo LGBTQI+.

Ante un panorama complejo, las disidencias encuentran las formas de tejer nuevas redes, para luego generar fuerzas y apostar a una transformación social. Poniéndole un freno al que anda por libre albedrío, anteponiendo el interés propio a cuerpos ajenos.

El lunes 3 de abril la Municipalidad de La Plata dio a conocer su proyecto sobre la “reubicación” de la denominada Zona Roja de la ciudad a la Avenida 122, desde 52 hasta 55. Este lugar se lo considera como triple frontera, donde se mezcla la jurisdicción de La Plata con Ensenada y Berisso. A la que históricamente se la representa como tierra de nadie.

Ante el código represivo del intendente Julio Garro, organizaciones travestis, trans, de la diversidad sexo genérica, políticas, sociales, estudiantiles y gremiales en asamblea abierta, decidieron movilizarse en las calles.

“Falsas promesas, en ningún momento se puso sobre la mesa las discusiones y las problemáticas que acercamos las personas travestis y trans de la ciudad“, expresó ante el megáfono Galaxia, activista y referenta de Marea Rosa, encabezando la columna que movilizó hacia la Municipalidad el 20 de abril. “Trabajo sexual es trabajo, negarlo es violencia. La prohibición nunca fue la solución, basta de perseguir y criminalizar a trabajadoras sexuales”, agregó.

Video de la marcha contra la reubicación de la zona roja.

Desde marzo, cada mes, el Desconche Espacio organiza un encuentro cultural llamado Pop Up. En la vereda de la intersección de las calles 2 y 42, proponen romper los límites de las ferias tradicionales, en búsqueda de capitalizar el arte donde feriantes, musiques, artistas visuales, tatuadores y performers se juntan a colectivizar y difundir las propuestas de trabajo y distintas disciplinas artísticas de manera autogestiva, segura y con cupo completo de disidencias.

“El objetivo siempre fue que es posible vivir del arte, no es imposible. Hay mucha gente no binaria trans que está buscando sus espacios. Vengan al Pop Up. Nos terminamos juntando el trolerío”, dice Jul, organizadora.

Video entrevista a Jul, organizadora del Pop Up

El 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia, en las calles 7 y 47 se lleva adelante una Runway (intervención artística) organizada por la comunidad Ballroom La Plata como método de protesta frente al acto de transodio y violencia física que recibió Glenda por parte de vendedores de dólares.

“Me quejo de la violencia que se ejerce sobre mi identidad. Me quejo y grito porque tres hombres me insultaron, me increparon, me golpearon y me amenazaron. Todo en frente de la cara de la gente un miércoles a las 11 del mediodía en el centro de la ciudad de La Plata”, explica Glenda en la Runway.

Video del descargo de Glenda en la Runway

En la primera semana de junio tuvo lugar en la ciudad, la novena edición del Festival de Cine sobre Géneros y Diversidad: Espacio Queer.

“En Espacio Queer no solamente pensamos y debatimos estas temáticas relacionadas con el cine LGBTQI+, sino que nos encontramos y en ese encontrarse, como cuando unx se encuentra en las calles o en las marchas, es un espacio más donde se genera resistencia relacionada a este avance de la derecha. Nos damos cuenta de que no estamos tan solxs cuando vemos una sala llena”, cuenta Antonella Larocca, programadora de Espacio Queer.

Video de la 9na edición de Espacio Queer

Existen varios grupos sociales de artistas, militantes y personas autoconvocadas que se organizan para dar respuesta a estos sucesos. Se pone en debate que los espacios seguros creados por y para las disidencias no son suficientes como único método de transformación social. Ya que, en las calles, donde se reproduce el sistema, se siguen multiplicando los crímenes de odio.

En estos tiempos en los que el ser humano se ve constantemente bombardeado, por una infinidad de estímulos externos, encasillado a una compleja individualidad, estos grupos sociales piensan la forma estratégica de interpelar a la sociedad utilizando el arte como método de protesta, ocupando los espacios públicos y obligando, a través de varias expresiones artísticas, a ser parte de este sufrimiento que es ir en contra de lo preestablecido. Tratando de ser lo que realmente sienten que quieren ser.

De Tiahuanaco a Melchor Romero, esta tierra no olvida

De Tiahuanaco a Melchor Romero, esta tierra no olvida

TIEMPO DE LECTURA: 9 min.

Hija, hermana, compañera, primera generación universitaria, resistencia ancestral de los márgenes al cuadrado platense. Corrupción, desidia municipal y encubrimiento. Emilia Uscamayta Curi es mucho más que su muerte.

El olor a asado se cuela por encima de la medianera de ladrillo sin revocar. A los pies de un olmo una mesa improvisada con caballetes y un mantel de tela alberga tres o cuatro botellas de vino, alguna gaseosa y otras tantas fuentes con empanadas de carne. Alrededor hay unas doce o quince personas que tienen la punta de las orejas y la nariz rojizas por el frío. De fondo, al ritmo de la cumbia, una gallina bataraza escarba en la tierra buscando algo que comer, a cada picotazo mueve su cuello para no perder de vista al perro que la observa con las orejas levantadas a unos pocos metros.

Es 20 de junio de 2023. En la celebración por el Día de la Bandera, Eugenia es cordial y está atenta a la gente que llega a su casa. Del horno de barro que hay a unos metros de la mesa saca más empanadas asegurándose que nunca falten. Al mismo tiempo se encarga de revolver una olla en la que el zapallo del locro se sigue cocinando. Eugenia tiene el pelo oscuro pero los mechones blancos son los que predominan en su cabeza; es bajita, lleva anteojos y tiene una mirada que delata más de cinco siglos en este continente. Sus manos son color tierra y parecen gastadas como los cerros en los que se crío de chica.

Eugenia nació en Bolivia, es madre de siete hijos y vive en Melchor Romero, Barrio Las Rosas. En ocho días, en la ciudad de La Plata arrancará el juicio por la muerte de la menor de sus hijas mujeres, Emilia Uscamayta Curi, ocurrida el 1 de enero de 2016 en la Fiesta la Frontera.

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Yesica Emilia Uscamayta Curi nació el 25 de mayo de 1987 en La Plata, es la sexta hija del matrimonio Uscamayta Curi.

Juan Uscamayta nació en la década del cuarenta en la capital de Bolivia, La Paz, y a sus 18 años se mudó a Mendoza, donde conoció a Eugenia Curi, con quien se fue a vivir a Tucumán, provincia en la que ella había pasado gran parte de su infancia. Tuvieron siete hijos: María, Erica, Siria, Cristian, Edgar, Emilia y Brian. Durante los años 80, junto a sus dos primeras hijas se mudaron a la provincia de Buenos Aires y se radicaron en La Plata. Por esos años, nacieron allí el resto de sus hijos.

Desde chicos, Emilia y todos sus hermanos trabajaron como quinteros en el cordón frutihortícola de la región, ayudando a su padre Juan. Al principio, la labor de la tierra era en relación de dependencia, pero luego de unos años, pudieron alquilar algunas hectáreas en la localidad de Gorina y pusieron un puesto propio en el Mercado Central de la ciudad. Las cosas parecían acomodarse de a poco para la familia, pero como si fuese un recuerdo de los tiempos neoliberales que se vivían en el país, la tormenta Santa Rosa arrasó con la producción de verduras de los Uscamayta a principios de los 2000. Les rompió todo. Hasta la casa les tiró abajo.

“Fue muy malo para la familia, nos quedamos en bolas. Entonces dejamos de trabajar la quinta, perdimos el puesto en el mercado y ahí nos vinimos para Romero”, cuenta Edgar, mientras de fondo se escuchan las charlas de la sobremesa.

Sin posibilidad de recuperar lo perdido, la familia se mudó al Barrio las Rosas, en Melchor Romero y puso un pequeño comercio. Juan Uscamayta comenzó a organizarse con el resto de los quinteros afectados por el temporal y la crisis económica. Tras largas asambleas, dieron nacimiento a la Asociación de Medieros y Afines (ASOMA). Muchas veces los hermanos acompañaban a su padre a las reuniones. También participaron de un gran Tractorazo que se llevó adelante en La Plata a mediados del 2001.

Emilia cursó la secundaria en la Escuela Media N° 22 y se egresó en el 2005. En vísperas de sus últimos meses en el colegio, viajó a Mar del Plata con una amiga para formar parte de las movilizaciones contra la IV Cuarta Cumbre de las Américas. La organización popular, los presidentes latinoamericanos alineados contra Estados Unidos y esa victoria histórica anti imperialista que fue el No al ALCA, terminó de convencerla para arrancar la carrera de Comunicación Social en 2006.

Se mudó de Melchor Romero y se fue a vivir a una zona cercana a la facultad. Para bancarse el alquiler, laburaba en una pizzería y hacía changas. Los fines de semana volvía para el barrio a trabajar en el negocio de su tía y darle una mano a sus padres. En esas idas y venidas siempre estaba acompañada de su gato Carbón.

“Emi era artesana: hacía pulseras, collares, sabía tejer y bordar. Tejía con macramé e hilo encerado. Sabía hacer un montón de cosas zarpadas, también hacía malabares con antorchas prendidas fuego. En ese sentido no se iba a morir de hambre porque se sabía defender”, comenta Edgar.

Edgar también cuenta que durante los primeros años de la carrera le dio rienda libre a su vida. Cuando podía, cargaba la mochila con lo que tenía encima y encaraba la ruta sin fecha de regreso. Así visitó el sur argentino, paró en el Bolsón y en Bariloche. Después trepó para el norte y en tierras brasileras conoció la militancia del MST (Movimiento de Trabajadores sin Tierra).

Las experiencias que vivió en sus viajes, sumado a la sangre quechua-aymara que corría por sus venas, la impulsaron a sumarse a la Asociación de Residentes Bolivianos en La Plata (A.R.B.O.L.), organización que había fundado su padre Juan, luego de las experiencias previas con los quinteros.

Por aquellos años cercanos al Bicentenario argentino, la Facultad de Periodismo y Comunicación Social inauguró la primera parte del Edificio Néstor Carlos Kirchner, en calle 63 y diagonal 113. En esas nuevas aulas Emilia conoció a Cintia Mansilla y a Nube Huentun, dos compañeras de cursada e integrantes de la agrupación estudiantil Jorge Ricardo Masetti.

En el 2013, Emilia comenzó a hacer una columna radial los sábados a la tarde, en el programa Marcha de Gigantes, emitido por la AM de Radio Universidad. Dividía su fin de semana entre el periodismo y los talleres de pueblos originarios que daba con su padre Juan, en el CAI del Barrio La Loma, en la Escuela 122. El CAI en el que comenzaron a trabajar padre e hija fue el primer taller intercultural de la ciudad de La Plata.

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Acompañado por el rasgueo de un charango que avecina un carnavalito andino, se escucha a Hugo Chávez hablando del imperialismo norteamericano, luego una voz femenina de locutora corta en seco al presidente venezolano y recuerda que ya comienza la segunda hora de Marcha de Gigantes. En los viejos estudios de Plaza Rocha, con unos auriculares negros grandotes, Emilia Uscamayta Curi le da el último sorbo a un mate y se prepara para salir al aire.

 “Mi nombre es Emilia Uscamayta Curi, mi posición es hablar desde el pueblo aymara porque mi viejo es aymara, mi mamá viene de una raíz quechua, desde el norte de Bolivia. Yo nací acá en tierra querandí, entonces puedo considerarme querandí. Y bueno venía a plantear la postura desde los pueblos originarios, pero a partir de nuestra identidad como miembros de la comunidad querandí”, dice la introducción de una columna emitida a mediados de 2013.

Nicolas Sampedro, conductor y productor de Marcha de Gigantes, guarda hasta hoy algunos fragmentos y discusiones que llevaba Emilia al programa.

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El 12 de octubre de 2014, Evo Morales ganó sus tercera elección con el 61 por ciento de los votos. Desde Argentina se festejó la victoria popular y en el Barrio las Rosas, A.R.B.O.L decidió viajar a la nueva asunción del presidente. A principios de 2015 Emilia cargó su mochila, sumó una cámara de fotos y junto a diez compañeros bolivianos encararon para la tierra de sus raíces, calculando su llegada unos días antes de la tercera asunción.

En Tiahuanaco, a Emilia le sacaron una foto que la familia Uscamayta recuerda mucho.

Se la puede ver con una whipala en su sombrero, anteojos para la vista de marco negro y una sonrisa grande mostrando los dientes que le adorna el rostro, sobre su pecho cuelga una cámara de fotos y un carnet de prensa. De fondo se puede ver a una señora con una Caja Chayera dándole ritmo a la celebración.

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Después de la derrota de Daniel Scioli en el ballotage de 2015, la agrupación Jorge Ricardo Masetti hizo un gran plenario junto al Movimiento Estudiantil Liberación de cara a los tiempos que se vendrían. Franco Carignano recuerda que después de muchas horas de discusión, la noche fue virando hacia los juegos de cartas y algunas cervezas. Emilia que estaba jugando al chancho en una mesa que se sumergía en la trampa y la mentira, no dudó mucho y rápidamente los mandó a todos a la mierda.

“Se re calentó, los re puteó a todos”, recuerda riéndose.

Actualmente Franco es profesor en Comunicación Social y conduce la primera mañana desde el estudio de radio Emilia Uscamayta Curi, en Radio Trinchera.

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La noche del 31 de diciembre de 2015 la familia Uscamayta estuvo trabajando hasta tarde. Braian, el menor de los hermanos se pasó el día yendo y viniendo del comercio que estaba en la entrada del terreno hasta el fondo del patio, para cuidar el asado de los perros que ya hacían fila pidiendo un huesito. Cristian, el mayor de los varones, tuvo la verdulería abierta hasta entrada la noche y Emilia llegó tarde, porque había ido a trabajar a una feria en Villa Celina.

Pasada la cena y el brindis por año nuevo, Edgar, Cristian y Emilia salieron a dar una vuelta para festejar.  Fueron a una fiesta por la zona del Estadio Único y después volvieron para el barrio.

Edgar se acostó a dormir. Cristian y Emilia fueron a la fiesta La Frontera, a unas pocas cuadras de distancia, una quinta en 520 y 159. Se rumoreaba que duraría dos días y que el municipio no la iba a clausurar, porque ya había aceptado coimas por más de 20 mil pesos.

Esa madrugada Emilia murió ahogada en la pileta de la quinta. Tenía 27 años y le quedaban las últimas materias para recibirse de la licenciatura en Comunicación Social.

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Gracias a la persistencia de su familia, amigos y compañeros de militancia, el 28 de junio de 2023, siete años y medio después de su muerte, comienza el juicio de Emilia. En la causa están imputados cuatro empresarios de la noche platense por el delito de homicidio simple con dolo eventual. Los cuatro fueron sobreseídos del delito de desobediencia el pasado 12 de junio por el Tribunal Oral Criminal N° 3. 

Los imputados son Raúl “el Peque” García, de estrechos vínculos con altos dirigentes de Juntos por el Cambio como María Eugenia Vidal, Mauricio Macri y el intendente platense Julio Garro; Carlos Bellone, Santiago Piedrabuena y Gastón Haramboure.

El ex Secretario de Seguridad municipal, Daniel Piqué, estaba imputado por incumplimiento de los deberes de funcionario público, pero tendrá un juicio en otra instancia. Hay otros funcionarios mencionados en la causa que aún no han sido imputados por la muerte de Emilia y que deben dar respuestas. 

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“La palabra Ayni es una palabra de origen quechua, es como juntar a todos los hermanos de diferentes naciones y unirse por un motivo.” Así termina Emilia su columna de Marcha de Gigantes del año 2013.

En vísperas del inicio del juicio por su muerte, unirse por un mismo motivo: el pedido de justicia y el castigo a los culpables.


Felipe Bertola

Cuando estaba en la panza, mi vieja me cantaba “Significado de Patria” para tranquilizarme. En la comunicación y organización popular encontré la clave para poder “ser la revancha de todxs aquellxs”. Como todo buen platense, sé lo que es ganar una Copa Libertadores.

Empieza el juicio por Emilia: ¿Quiénes son los cuatro imputados?

Empieza el juicio por Emilia: ¿Quiénes son los cuatro imputados?

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Esta semana comenzará el juicio contra los responsables por la muerte de Emilia Uscamayta Curi, que se desarrollará entre el miércoles 28 de junio y el martes 4 de julio, desde las 10hs, en el Tribunal Oral Criminal N°3 de La Plata (ubicada en calle 8 entre 56 y 57).

Tras siete años y medio de lucha, finalmente esta semana comenzará el juicio contra los imputados Carlos Federico Bellone, Gastón Sebastián Haramboure, Raúl Ismael “El peque” García y Santiago Nicolás Piedrabuena, por la muerte de Emilia Uscamayta Curi, que se desarrollará entre el miércoles 28 de junio y el martes 4 de julio desde las 10 horas en el Tribunal Oral Criminal N°3 (TOC 3) de La Plata, ubicado en calle 8 entre 56 y 57.

Allí se juzgará a los cuatro empresarios organizadores de la fiesta “La Frontera”, donde Emilia falleció ahogada en un marco plagado de negligencias que ponían en juego la vida de los concurrentes. En ese sentido, los acusados serán juzgados por el delito de homicidio simple con dolo eventual por mantener en pie la fiesta, a pesar de las múltiples causas que pusieron en peligro la seguridad de sus asistentes, costándole la vida a Emilia.

¿Qué significa este procesamiento? Para la materia del derecho, un “homicidio simple con dolo eventual” es aplicable cuando una persona está en su capacidad de entender que al realizar una determinada acción, podría ocasionar la muerte de alguien y, pese a prever ese posible resultado, continuó con su accionar y no hizo nada para evitarlo.

Lo que sucedió aquel primero de enero fue que Emilia falleció ahogada en una pileta del establecimiento, la cual no contaba con guardavidas ni personal de seguridad. En este sentido, el predio completo tampoco contaba con ambulancias y/o servicio de emergencias, que podrían haber evitado su muerte.

Emilia fue auxiliada por algunas personas pero ninguna contaba con las herramientas para salvar su vida. Los organizadores del evento ignoraron la situación y siguieron con la realización de la fiesta durante toda la noche. Además, el expediente explicita que murió dentro del predio en el que se desarrollaba la fiesta clandestina, pero que el cuerpo fue trasladado y encontrado en la calle.

De esta manera, el fiscal penal de aquel entonces, Álvaro Garganta, dio por acreditado que Yésica Emilia Uscamayta Curi había fallecido el 1 de enero a las 9:30 horas luego de ser sacada de la pileta y sometida a maniobras de RCP. En la misma línea, sostuvo que en el evento “hubo una explotación comercial de pileta”, y agregó que no implementaron medidas de seguridad “ya que no había guardavidas ni contratación de un servicio de emergencia”.

Por otro lado, precisó que la fiesta “nunca debió empezar” y aclaró que pese a ello “luego no fueron capaces de montar una estructura de seguridad mínima”. A partir de allí, la familia de Curi, con el acompañamiento de organizaciones sociales y estudiantiles, iniciaron un plan de lucha en busca de juzgar a los acusados, hecho que derivará en el procesamiento de los cuatro inculpados nombrados anteriormente a partir de este miércoles.

¿Quiénes son?

Carlos Federico Bellone es ingeniero en construcciones y era el dueño de la quinta “San Cayetano” en la que se realizó la fiesta “La Frontera”, además de ser uno de los organizadores de este evento. Intentó despegarse de la situación desde el primer momento, ya que aclaró que le alquilaba la quinta a su madre para ocasiones especiales y la sub alquilaba para eventos como fue la fiesta, sin embargo se corroboró que fue partícipe de la organización.

La Subsecretaría de Control Urbano aseguró que el 30 y 31 de diciembre de 2015 había enviado a Bellone, identificado como dueño del lugar, dos notificaciones advirtiéndole que no debía realizar la reunión, pero las mismas fueron desoídas.

Los inspectores constataron que el evento se realizó de igual manera, y que a las 4:12 horas se labró el acta de contravención 57.734, en la que se dejó constancia de que se clausuraba la fiesta por no contar con la habilitación municipal correspondiente. La Subsecretaría además explicó que a las 6:25 horas los inspectores regresaron a la casa quinta y comprobaron que la fiesta continuaba a pesar de las actas de comprobación y de contravención emitidas con anterioridad.

Gastón Sebastián Haramboure, en el momento del hecho, contaba con el beneficio de la prisión domiciliaria y salidas laborales tras haber sido condenado a 10 años y ocho meses de prisión por el crimen de Juan Maldonado en las inmediaciones de la disco Alcatraz, de Berisso, en 2009. Junto con Piedrabuena eran dueños del bar 737 (ubicado en calle 46 entre 9 y 10).

Haramboure fue condenado como partícipe necesario de los delitos de “homicidio” en perjuicio de Maldonado y “de tentativa de homicidio”, al dar por probado que ese día salió del local nocturno de Berisso con un bolso y entregó a los imputados tres armas de fuego que había adentro.

A pesar de la gravedad de la pena, Haramboure estuvo preso sólo cuatro meses, y luego fue beneficiado con arresto domiciliario con salidas laborales. Por haber cumplido las dos terceras partes de la pena impuesta, su abogado intentó reclamar la libertad sin restricciones, pero esto fue negado.

Al momento de la fiesta, Haramboure debía estar cumpliendo el arresto domiciliario, pero testigos del caso declararon haberlo visto atendiendo la barra del evento. “Todos sabíamos que Haramboure seguía manejando la noche ¿Cómo no lo sabía el juez Melazo que le otorgó el beneficio de no ir a la cárcel?”, denunció la hermana de Maldonado en diálogo con Blanco sobre Negro. Actualmente está detenido.

Raúl Ismael García, de sobrenombre o apodo “El Peque”, es coordinador general de turismo y trabajó en la empresa Flecha Bus. Fue otro de los organizadores de la fiesta, encargado de conseguir las bebidas alcohólicas que se consumieron en el lugar.

García ha sido un empresario de la noche en La Plata desde la década del 90, organizó fiestas en el Centro de Estudiantes de Bahía Blanca y estuvo al frente de una peña para hinchas de Boca. Además, está vinculado al entorno de la exgobernadora María Eugenia Vidal, el PRO y Cambiemos. En 2013 fue parte de la cena de despedida del ex presidente de la Nación, Mauricio Macri, en Boca, y es reconocido como un “amigo entrañable” de Julio Garro, actual intendente de la ciudad de La Plata, electo días antes de la fiesta. Garro mantuvo su gestión hasta el día de hoy, y es también denunciado como cómplice del asunto por parte de la Asamblea Justicia por Emilia.

“El Peque” estuvo detenido por ser responsable de una Red de Trata tras ser interceptado en la localidad costera de San Bernardo, en enero de 2019, luego de que tres mujeres escaparan de un balneario en el que las tenían de rehenes para realizar trabajos sexuales. Las femeninas lograron escapar del parador y denunciar el hecho mediante una llamada a la línea 145, de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata.

Ante la denuncia de que habían más mujeres, la policía se hizo presente y lograron constatar un relato común, en el que todas habían sido “raptadas y obligadas a realizar trabajos sexuales”. La investigación judicial requirió dos allanamientos con secuestros de pruebas. De esta manera, Ismael García fue procesado por trata de personas.

En 2020 participó del programa televisivo de Guido Kaczka y recibió un fuerte repudio por la impunidad y liviandad que demostró al asistir a dicho programa a un mes de cumplirse seis años de la muerte de Emilia.

Santiago Piedrabuena es comerciante y fue organizador de la fiesta. Previo al suceso del primero de enero, ya contaba con una causa por portación de armas de fuego condenado a cuatro años de prisión. Además tenía otra causa abierta por desobediencia luego de violar una clausura en un boliche de su propiedad. Fue condenado mediante un fallo del Tribunal en lo Criminal Nº2 del Departamento Judicial La Plata por resultar “autor penalmente responsable del delito de portación ilegal de arma de fuego”, el 14 de septiembre de 2009.

En el mismo fallo, el Tribunal incluye las declaraciones de la pareja de Piedrabuena, quien narró que tras una discusión con el empresario en la vía pública la obligó a subirse a su auto y luego, cuando la mujer intentó bajarse para escapar, una persona que pasaba por la vereda intentó defenderla. Ante esto, Piedrabuena sacó un revólver de abajo del asiento del acompañante para amenazar al transeúnte.

También se registró que en marzo de 2018, Piedrabuena fue partícipe de una balacera en la puerta de su domicilio tras mantener una discusión con un hombre y una mujer. Allí el empresario recibió uno de los tiros en su pecho. Luego fue trasladado al Hospital de Gonnet, donde fue internado (llegó en condiciones estables y fuera de peligro) y al tiempo fue dado de alta.

Además, Piedrabuena estuvo implicado en el brutal ataque a un hombre de 38 años, en diagonal 74 entre 46 y 47, a media cuadra de su bar, hecho que quedó registrado por las cámaras de la Municipalidad.

Jujuy, las uvas, la ira

Jujuy, las uvas, la ira

TIEMPO DE LECTURA: 3 min.

La rabia de lxs vencidxs que cruzan sin mapas la oscuridad

Jujuy fue y vino en los últimos días, fue y vino delante de los ojos. Todo lo que el mínimo sentido común podría haber explicado como un legítimo grito de pedido de justicia fue reinterpretado y encuadrado desde sillones cómodos y lustrados: si nosotrxs somos la civilización, ellxs son siempre la barbarie, no importa lo que pidan, son la barbarie y a la barbarie se la expropia y se la silencia, como hizo el gran patriota Roca.
Quieren tierra y agua, los hijxs de lxs que no tuvieron tierra y agua, lxs nietxs de lxs que no tuvieron tierra y agua…lxs herederxs del largo linaje usurpado de sus tierras y del agua.
Y vino a mi cabeza una novela que no se lee…se sufre: Las Uvas de la Ira, escrita por John Steinbeck (1902/1968), tan reveladora y bien escrita que le permitió a su autor ganar el premio Pulitzer en 1.940
Steinbeck despabiló con esta novela la somnolencia ideológica de un sector del pueblo norteamericano refugiado en el incipiente estado de bienestar. El contexto es el de la Gran Depresión, aquel devenir histórico que vivió Estados Unidos luego de empalmar la caída de la bolsa de Nueva York con la Segunda Guerra Mundial. Lo que fue crisis económica para los sectores acomodados fue catástrofe para las clases populares, el desempleo fue brutal, por la caída de los precios de mercados agrícolas y el poco consumo lxs pequeñxs agricultorxs tuvieron que abandonar sus humildes fincas -ya de por sí hipotecadas- y emigrar siguiendo rumores de una posible nueva prosperidad en la cosecha de frutales.
En 1.936, el autor, columnista de un diario de gran tirada, entrevistó a muchos trabajadores agrícolas del sur y oeste de EEUU caídos en desgracia y obligados a emigrar con lo puesto. Publicó sus crónicas a lo largo de todo ese año, denunciando el éxodo de esas familias, nómadas a su pesar, describiendo de forma brutal y conmovedora los miles de campamentos improvisados, las inhumanas condiciones que padecían lxs emigrantes, los vehículos destartalados que quedaban por el camino reventados por el uso y la sobrecarga, las historias de desarraigo y una esperanza casi infantil.
Estos reportajes son la semilla de Las Uvas de la Ira, que ficcionó la pura realidad encarnándola en la familia Joad y un predicador en plena crisis de fe que se suma al grupo como un integrante más de esta tribu de desposeídxs. En lenguaje cinematográfico podríamos decir que es una road movie. Lxs Joad viajan, paran, acampan, fracasan, vuelven a viajar, a acampar y a fracasar junto a otrxs miles de laburantes. La peregrinación destroza cuerpos y almas y desgrana la familia Joad: el abuelo muere a los pocos días; la abuela no remonta la pérdida y también fallece; el primogénito se va en busca de alguna forma de salvación; el cuñado lxs abandona después de dejar embarazada a su esposa…
El clan Joad y otros muchos que se suman a esta marcha agónica se mueven entre la miseria más absoluta, soportan con una dignidad casi incomprensible que sus compatriotas, movidos por el rechazo a lo que queda de estxs granjerxs, incendien sus campamentos, destruyan las cosechan para que no las saqueen, los humillen y en el mejor de los casos sólo lxs expriman. Esto es la desigualdad según Steinbeck: que lxs que tengan te expriman sin posibilidad de que escapes de esa hemorragia.
Pero hay un guiño, un chistido mínimo de esperanza, Ellxs se ayudan, se protegen, se sostienen y va apareciendo tímidamente la idea de lo colectivo como la única forma de salvarse. El final de la novela amortigua de alguna manera el sufrimiento en una tremenda escena cargada de amor.
Luego de ganar el premio Púlitzer, John Steinbeck dijo acerca de su novela: “Quise colocarles la etiqueta de la vergüenza a los codiciosos hijos de puta que han causado esto”
A tu salud, Morales.

Amanda Corradini

Mujer de trincheras: Reparte su vida entre la trinchera de la Escuela Pública, la de su biblioteca y la que guarda algunas banderas que gusta agitar. Todo regado de mate dulce, Charly García y un vergonzoso apego por el humor infantil.

Dolor de entuerto

Dolor de entuerto

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

Poema de Silvina Melone, participante de la convocatoria de poemas “Daniel Omar Favero”.

Estos versos nacen del respeto. Del respeto y la admiración hacia las Madres.

Son parte de un Poemario que fue enlazando sentires; que tradujo a escritura anécdotas reales y de las otras, las que van mezclando lo vivido con lo esperado, lo sufrido con lo soñado, lo que los años nublan…

Pretenden ser memoria viva ante la ausencia; acariciar con palabras las manos vacías y los vientres secos.

A cuarenta años de la recuperación de la Democracia acompañarlas sigue siendo nuestro deber. Y la palabra puede ser el camino.

 Silvina Melone

Yo que 
soy
madre, madre
de una 
ausenci
a, yo
que 
soy 
madre
y sin hijo

ya no lo soy,

sigo siendo como el ojo de 
esa aguja olvidada que se va 
oxidando
en la lata redonda

que se hace costurero.
………………………………………
…………… Como un pez resbaladizo, se me va tu voz
en medio de la noche.
Tu cara la puedo buscar en las fotos, pero tu voz ya no 
deambula por mis pasillos y eso no tiene perdón.
………………………………………
…………… Mentiría si dijera que la noche que naciste tenía 
luna creciente o llena.
No tenía tiempo para mirar para arriba: dos nenes, dos tetas llenas, un piso por 
barrer, una vida hecha.
Mentiría si dijera que la última vez que te vi llevabas camisa escocesa o lisa, porque 
las dos las lavaba y planchaba a diario y ninguna quedó ni en tu ropero, ni el cordel 
ni en el respaldo de tu silla. Mentiría si dijera que la vida siguió llena cuando me di 
cuenta que ya no había camisas para lavar, para planchar, para remendar, para oler a 
escondidas tu sudor.
Mentiría si dijera que no sé de lunas; llevo más de 40 almanaques hablándole a la 
noche y preguntándole a esa piedra enorme cómo hacer para no morir tu ausencia.
………………………………………
…………… Síndrome del miembro amputado
¿Dónde me rasco el hijo que me falta?

¿Dónde me acaricio esta ausencia que mata?
                            ………………………………………………..
Lavo los platos sin pensar en nada

Me descubro mirando una pared descascarada del 
color de la tristeza Unas várices gris verdoso la 
surcan
Son el paso del tiempo 
y la humedad Lavo los 
platos sin pensar en 
nada
Y, sin embargo, lloro sin cebolla que cortar.
Cuando te pienso, olés a flores.

Pero en mis pesadillas, olés al carro del huesero.

La muerte impúdica inmunda incrédula, se arrastra sucia
                                         por mis sueños.
……………………………………
……………… No puedo pensar en tu muerte sin llorar
(Te pienso muerta, si)

Pero no puedo pensar en 
cómo habrá sido Dicen que 
hubo torturas, y más a las 
chicas. Dicen que hubo 
picana y violación y golpe

Y viajes en submarino al fondo del mar, donde pececitos de colores paseaban por 
arrecifes y te regalaban burbujas de aire, y te dormiste ahí con ellos, mirando como
algún rayo de sol atravesaba el agua y se dibujaba oblicuo como tobogán amarillo en 
el medio del balde
En una baldosa las letras de sello armaron tu nombre y la gente que pasa sin siquiera 
saberlo le pone cada día más peso y más mugre a tu ausencia.
……………………………………………………
Yo no sé cómo carajo sabía Rabito que era domingo. Pero cada domingo al medio día 
el perro se paraba atrás del portón a esperarte.
A veces asado, a veces ravioles, a veces rejunte: no era el olor de la comida. Era tu 
olor que se acercaba.
El perro empezaba a mover la cola cuando vos te 
bajabas del tren. Hubo un domingo que el perro no se 
movió de la cucha.
Y fue raro que no llegaras puntual. Ni tarde. Ni muy tarde.

El perro apareció a la noche en la cocina y devolvió algo verdoso.

Unos días después tu padre estaba haciendo el pozo para enterrarlo cuando tu 
hermano llegó llorando con la noticia de tu secuestro.
Rabito, los domingos, vos, todo quedó enterrado en ese pozo del patio de la casa de 
Tolosa.
Yo no sé cómo carajo sabía Rabito que era domingo. Pero cada domingo al medio día el perro se paraba atrás del portón a esperarte.
A veces asado, a veces ravioles, a veces rejunte: no era el olor de la comida. Era tu olor que se acercaba.
El perro empezaba a mover la cola cuando vos te bajabas del tren. Hubo un domingo que el perro no se movió de la cucha.
Y fue raro que no llegaras puntual. Ni tarde. Ni muy tarde.

El perro apareció a la noche en la cocina y devolvió algo verdoso.

Unos días después tu padre estaba haciendo el pozo para enterrarlo cuando tu hermano llegó llorando con la noticia de tu secuestro.
Rabito, los domingos, vos, todo quedó enterrado en ese pozo del patio de la casa de Tolosa.
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Pasaron 40 años y yo aún pongo tu lugar en la mesa y ventilo tu pieza y le agradezco 
a los teleteatros que me ayuden a llorar.
Estoy tan seca que ni la muerte se anima a venir.

Piensa que puedo contagiarle esta peste que es tu ausencia.
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Juicios/Relatos/Testimonios.
Y nunca más pude mirar el río sin sentir el vientre seco.
Simón Dubié
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