Corrupción en Uruguay: superar el laberinto Astesiano

Corrupción en Uruguay: superar el laberinto Astesiano

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

A pesar de que la Fiscal Gabriela Fossati quiso ponerle una tapa al Caso Astesiano, dando una sentencia de apenas cuatro años y 6 meses por juicio abreviado y además de haber justificando en programas televisivos de haber optado por no hacer el juicio oral y público para no “cosificar” al exjefe de la custodia presidencial, el tema indefectiblemente sigue dando que hablar y da cuenta de que las cloacas del Estado uruguayo siguen activas.

El gobierno respira con alivio ante la evidente liquidación judicial del caso Astesiano, un caso de corrupción sin precedentes en la historia uruguaya reciente, que concluye, en la práctica, con un acuerdo abreviado con el exjefe de la seguridad del presidente, y sin ningún político de este gobierno indagado, pese a la abundante evidencia que habría permitido investigar a la plana mayor del Poder Ejecutivo.

Eppur si muove

El viernes 3 de marzo el conductor del periodístico Legítima Defensa, Leandro Grille, en su cuenta de Twitter publicó que la fiscal Gabriela Fossati había denunciado a Carlos Peláez por “difamación e injurias”. Leandro Grille, quien señaló que “lo que estamos presenciando es el funcionamiento aceitado de un dispositivo de poder dirigido a rescatar el proyecto gubernamental de la derecha en el seno de la opinión pública”, es hijo del director de Caras y Caretas, Alberto Grille, también denunciado por la fiscal.

Ésta se suma a una andanada de denuncias que la fiscal hizo al presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, a tres usuarios de Twitter y a la abogada Mayra Álvarez que había sido acusada de ofrecerle un mejor trato a Alejandro Astesiano, invocando una presunta amistad con la fiscal Gabriela Fossati. Esto último fue desestimado por la fiscal Cecilia Bonsignore, que archivó la denuncia.

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Carlos Pelaez divulgó esta semana, audios de la Fiscal Fossati donde deja frases para enmarcar. «Es una bomba de tiempo» y que «la justicia no le importa a nadie». «Quieren tapar todo», destaca. “Me quiere clavar a mí con los malos resultados de una investigación que no va a poder llegar a su fin porque las piedras son permanentes, las filtraciones de información son de todos los ministerios, de Presidencia, de Fiscalía”, indica Fossati. «No estoy para inmolarme a esta altura de mi vida», concluye.

Someramente se puede extraer de los dichos de la fiscal, que no estaba comprometida a ir hasta el fondo y llegar hasta las últimas consecuencias del caso de corrupción más importante de las últimas décadas. Lo llamativo es que la fiscal sí puede denunciar a líderes de la oposición y periodistas, pero decide no embarrarse con el poder de turno y con el sottogoverno.

Escuchar de la boca de la propia fiscal que “no se quiere inmolar” solo deja lugar a la desconfianza y el descreimiento en la justicia, una especie de lawfare por abandono o la inversa, sin dudas que por presiones ejercidas sobre su persona.

Chats de Astesiano: le ofrecieron datos sobre Layera y él contestó en nombre de “Luis”

A su vez en la prensa siguen apareciendo audios y chats filtrados. donde Astesiano -una especie de corrupto omnipresente-, aparece en distintos lugares haciendo negocios a diestra y siniestra; con empresarios, con funcionarios públicos, con la cúpula policial y más.

Saltar la trampa

El Caso Astesiano es mediáticamente atractivo. Periodísticamente muy jugoso y a nivel sociedad,  preocupante. Parece que se llegó a un callejón sin salida, las responsabilidades ético-políticas siguen sin saldarse. ¿Es que el Caso Astesiano terminará siendo un Watergate criollo o simplemente el de un funcionario corrupto que aprovechó su lugar de poder e influencias?

Más allá del desenlace, lo que está claro en esta trama es que la conjunción público-privado: las cloacas del Estado siguen supurando y emanando su olor fétido y simplemente hemos tomado una bocanada de ese hedor.

Es cierto que el plan de ajuste de este gobierno es primo-hermano de la forma que Astesiano desarrollaba sus negocios y vínculos. No es una persona, una conducta o un hecho aislado. Basta con repasar los casos de corrupción del anterior gobierno herrerista a principios de los 90, en manos del padre del actual mandatario, para encontrar puntos en común. Una murga en carnaval cantaba: “el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con un gobierno de la misma familia.”

En la mira

Uruguay es ponderado en los rankings globales como una de las democracias más robustas de la región, de los países más transparentes y por ende menos corruptos. Más allá de entrar en debate con los propios rankings y mediciones, no es menor destacar que en los últimos tiempos se han destapado varios casos que contrastan un poco con esa concepción de la “Suiza de América” y ese pueblo tranquilo, donde no pasa nada en el paisito de la esquina sur del continente americano.

Podemos repasar el caso del narcotraficante Sebastián Marset por el que cayó una vicecanciller y funcionarios de tercera y cuarta línea, nada más. Mientras tanto en Paraguay se sigue investigando la trama de narcotráfico más grande de su historia donde Marset está señalado como uno de sus cabecillas.

También tuvimos la megacausa “Operación Océano”, donde el aparato burocrático-judicial desató todo su andamiaje para trancar, dilatar y por vericuetos técnico-legales, la investigación de una red de explotación sexual donde hombres poderosos ejercían todo tipo de abusos.

Uruguay y Venezuela en los extremos de la lucha contra la corrupción en Latinoamérica | Minuto Neuquen

No olvidemos del espionaje en democracia: se encontró un voluminoso archivo (65 cajas de papel, 500 disquetes y más de 100 CDs) que reúne documentos oficiales, registros de seguimientos y notas que llegan hasta 2015. Es decir que los aparatos de inteligencia militar continuaron operando más de 30 años luego del retorno democrático.

Pero acá no pasa nada, parece decir la sociedad uruguaya. Nadie acusa recibo y la impunidad con todos sus rostros, sigue campeando a sus anchas. Por eso hay que saltar el laberinto Astesiano. Es llamador, es hipnótico pero por sobre todas las cosas es super necesario que se aclare y se investigue a fondo. Y si la justicia abdica, allí seguirá el periodismo.

Pero también el narcotráfico, los servicios secretos, el Estado paralelo, las redes de tratas, los poderes enquistados en el Estado que trascienden gobiernos, el lavado de dinero, el fútbol y su corrupción, el clientelismo y más. En la aldea uruguaya –del no pasa nada-, sí que pasan cosas.

Artículo publicado originalmente en Periferia

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

Arde Francia

Arde Francia

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El régimen centroderechista de Emmanuel Macron en Francia ha engendrado una gran revuelta popular contra el decreto presidencial que habilita la polémica reforma previsional. Las calles de París se convirtieron en barricadas y escenario de salvaje represión policial. 

El jueves 16 de marzo el mandatario francés, Emmanuel Macron, aprobó la polémica reforma con la que eleva la edad de jubilación de los 62 a los 64 años, pasando por encima de la Asamblea Nacional. Esto generó que miles de personas se manifestaran en varios puntos de la capital francesa, París, incluso frente a la sede parlamentaria.

No se hizo esperar la salvaje represión de la policía parisina sobre los manifestantes que improvisaron barricadas callejeras para resistir los ataques de las fuerzas de seguridad. En la supuesta democracia civil y de “libertades” la policía lanzó gases lacrimógenos y usó cañones de agua contra la manifestación en la Plaza de la Concordia, en el centro de París, donde se congregaron al menos 7000 personas.

Asimismo, otras miles de personas se agolparon en las inmediaciones de la sede parlamentaria, donde incluso prendieron fuego mientras gritaban contra Macron y pedían iniciar una huelga general. La violación de los derechos humanos por parte de la policía se vio en todos los medios franceses que reportan más de 200 detenciones.

Como era de esperarse, los principales sindicatos franceses han anunciado una nueva gran jornada de paros y manifestaciones para el próximo jueves 23 de marzo, que se suma a las que vienen sucediendo en las últimas semanas para protestar contra esta reforma previsional. Partidos de izquierda buscan anular el decreto presidencial en la Asamblea Nacional y hasta se busca una moción de censura contra Macron. Por su parte, la líder de la ultraderecha francesa Marine Le Pen ha anunciado que activarán una votación contra el gobierno, ya que considera que está actuando contra la posición de la mayoría de los partidos que conforman el parlamento y, por extensión, contra los intereses de “una mayoría de franceses”.

¿Qué ha llevado al régimen de Macron a esta decisión tan impopular? Consciente de que más del 75% de los franceses consideraba inadmisible la imposición de su reforma jubilatoria mediante el uso del artículo 49.3 de la Constitución, que le permite adoptar una ley sin pasar por el Parlamento, el jefe del Estado —sin mayoría en la Asamblea— así lo decidió. 

El argumento de Macron y sus tecnócratas es totalmente matemático. La justificación de la reforma es garantizar el equilibrio financiero en el horizonte de 2030, ante el potencial déficit en los próximos años por el envejecimiento de la población, que supone un mayor número de jubilados y menos aportes.

El Consejo de Orientación de las Pensiones (COR, un órgano oficial consultivo) calcula que ahora y hasta el horizonte de 2027-2028, el déficit de ese régimen será de entre 9.000 y 11.000 millones de euros anuales, una cifra que aumentará a 16.000 para 2032. En términos relativos, eso significará un agujero de entre cinco y ocho décimas del PBI. Para compensar ese déficit, la principal medida consiste en retrasar progresivamente hasta 2030 la edad mínima de jubilación en dos años, de los 62 actuales a 64.

En paralelo, se acelerará el aumento de 42 a 43 años del periodo de aportes necesario para cobrar una pensión completa, un aumento que previsto en la reforma anterior, durante el mandato del presidente socialista François Hollande (2012-2017): se aplicará en 2027 y no en 2035. Lo que no cambiará con la ley adoptada por el Parlamento son los 67 años de máximo para tender derecho a una pensión completa si no se ha cubierto el periodo completo de cotización.

Lo que queda claro es que Macron aplica un ajuste fiscal gradual y ha tocado la caja de pensionados. No quiere que el Estado gaste más en el sistema previsional y recorta allí, acusando problemas financieros a largo plazo. La respuesta popular será grande, porque esto afecta al futuro de los actuales trabajadores. Además, Francia cuenta con una crisis laboral entre la franja etaria que va desde los 18 a 35 años. Macron no duda en aplicar ajustazo, pero va a tener que enfrentar una gran revuelta popular de los franceses. 


Mauricio Piñero
Mauricio Piñero

Cuentan las crónicas que nació como el hijo de nadie. Luchando por la Patria Grande, como Internacionalista y antiimperialista. Tripero de alma y cuerpo, siempre junto a la patriada barrial. La historia descolonizada es mi pasión como docente de la Escuela Pública y de los barrios. Las noticias sobre los pueblos que luchan como forma de viajar hacia una verdadera justicia social global.

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