El Consejo del Salario, integrado por el gobierno, empresarios y referentes de sindicatos, resolvió incrementar el Salario Mínimo Vital y Móvil en un 20% en 4 tramos.
A través del Ministerio de Trabajo, el gobierno nacional informó el aumento acordado en un 20% para el Salario Mínimo Vital y Móvil. El mismo se dará en 4 tramos, distribuidos en un 7% en diciembre, 6% en enero, 4% en febrero, y 3% en marzo, y elevará el monto a 69.500 pesos.
Si bien en 2022 el SMVM recibió un aumento cercano al número de inflación anual, que se calcula en un 100%, el poder adquisitivo de quienes persiven la mínima sigue en pérdida respecto de lo que les trabajadores percibían en 2019, en el último año de la gestión de Cambiemos.
En febrero del corriente el monto percibido era de 33 mil pesos y finalizará cercano a los 60 mil pesos. Y si bien tendrá un aumento del 100% a febrero del 2023, no llega a resolver las elevadas subas de los alimentos pertenecientes a la canasta básica, por lo cual la medida resulta insuficiente para garantizar un mínimo indispensable mejorar las condiciones de vida de les trabajadores. En este sentido, la aspiración de las organizaciones sociales y algunos sectores del sindicalismo es que el salario mínimo iguale la canasta básica. Esa ha sido la prédica con la que han movilizado durante los últimos años.
Así lo aseguró en conversación con Revista Trinchera, la vocera del Frente de Organizaciones en la Laucha y Coordinadora por el Cambio Social, Damaris Rolón: “Nos preparamos para el 22 de noviembre estar movilizando en el contexto del consejo del salario, que se va estar realizando para un salario igual a la canasta básica, que es lo que venimos exigiendo en los últimos años“.
Las organizaciones a las que representa, nucleadas junto a otras en Unidad Piquetera, marcharon frente a Desarrollo Social durante el mes de octubre, en protesta ante la falta de entrega de alimentos para los comedores comunitarios. En este sentido Rolón aseguró que desde hace varios años la exigencia de las organizaciones es un salario que alcance a cubrir la Canasta Básica, que en su último registro ascendió a 140 mil pesos para una familia tipo. Para que ello suceda el aumento otorgado debería ser de un 100% sobre el monto actual, pero lo firmado es de un 20% y recién en marzo de 2023 se llegará a ese incremento, por lo que está muy debajo de las expectativas y necesidades a cubrir. De hecho el propio gobierno reconoce que la deuda con quienes perciben el mínimo “no está saldada”.
Si se mira en retrospectiva, la diferencia del poder adquisitivo actual con la del 2019, fue emparejando nivel de ingreso con el número de inflación, pero no se llegó a recuperar ni mejorar en comparación con la pérdida sufrida durante los años que antecedieron a la pandemia del Covid-19.
Según datos del Observatorio del Derecho Social de la CTA – Autónoma, la línea de aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil, corresponderá a un 93,6%, contra el Índice de Precios al Consumidor, que arrojó una inflación del 99,8%, y que a pesar de que sea una diferencia ínfima, el ingreso mínimo de un trabajador sigue muy por debajo de los valores inflacionarios, sobre todo de los productos de la Canasta Básica. Según señaló el ministro de Economía, Sergio Massa, la deuda más profunda del Frente de Todos “es la recuperación del ingreso“.
“Entre Macri y la pandemia, el asalariado perdió 23 puntos de poder de compra, pero si no tenés fortaleza, estabilización de reservas en el plano fiscal, y si no se recomponen los músculos del Estado, no se puede tirar una piña para subir los ingresos“, argumentó el responsable de la cartera económica.
Sin dudas la pandemia del Covid- 19 generó un resquebrajamiento económico que dejó diezmados a los salarios y a pesar de la constancia de las reuniones del Consejo del Salario durante este 2022, los aumentos acordados aún no suplen la pérdida adquisitiva del bolsillo de les trabajadores. Como mencionó Massa, será una deuda a atacar por el Frente de Todos en el 2023.
