Canto de Sirenas

Canto de Sirenas

TIEMPO DE LECTURA: 14 min.

Texto escrito en los días duros de la cuarentena del año pasado, algunos apartados siguen vigentes como deudas que arrastra el sistema para con los menos desde siempre.

Escuchando sin atención no nos dimos cuenta que las sirenas estaban entonando desde hace tiempo un canto fúnebre, un grito de auxilio y nosotros transitamos con los oídos tapados de miel para endulzar una melodía triste: en enero casi se desata una gran guerra cuando Estados Unidos decidió atacar a Irán; en febrero los incendios de Australia fueron tan grandes que las cenizas llegaban a Chile; en marzo el coronavirus (COVID-19) es declarado pandemia y casi el mundo entero, unos países antes y otros luego, entró en un largo período de cuarentena, de aislamiento social y obligatorio; en abril se desploma el precio del petróleo y lo que en un principio era una crisis ecológica devino en una crisis de salud, luego se transformó en una crisis política -entiendo que la salud es, también, una cuestión de política-, de ahí en crisis económica, y con la caída de los precios del petróleo la crisis es total.

Estábamos arriba del carro del progreso como forma de pensamiento, de las industrias como lugar de producción y del capitalismo como forma desregularizada de gobierno, que parecía prometer un crecimiento infinito, en un lugar donde los recursos son finitos y al ritmo actual no nos da ni da tiempo a la naturaleza de reponerlos[1]; las trompetas de la crisis estaban sonando hace mucho y nosotros, como especie, absortos en una razón que no razona, o que lo hace alejándonos de un algo esencial: nuestro habitar como una especie más en este planeta que llamamos hogar.

La razón que todo lo piensa, pensó en los bosques y vio que eran materias primas y con ello expulsó a las musas y fantasmas que allí habitaban; pensó los mares y amplió los límites del mundo para después comprimirlos y no vio a un Poseidón encolerizado, a una Escila y una Caribdis, a un Eolo que controlaba los vientos: vio allí que los mares tenían un límite, que los vientos y las tormentas eran explicables, que los monstruos marinos no son más que productos de la imaginación de tiempos antiguos y que el mar era -es- una fuente de recursos y de tránsito de mercancías. El grito de la razón es medible y cuantificable, y borró de un plumazo toda sacralidad y respeto por nuestro mundo, nos erigió en la especie que está por encima de todo y con ello olvidamos que somos una especie más en el orden natural de un hábitat compartido.

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Nos subimos como especie, como auriga, en el carro de la razón llevando luz a lugares en los que había sombra y dejando en la oscuridad lugares donde habían otras formas de claridad: mítica, religiosa, sacralidad, respeto por otras formas de ser y de habitar el mundo, formas que ligaban a nuestra especie con un ser/estar/habitar en un orden más respetuoso con la naturaleza. Y con ello no quiero decir que todo tiempo pasado fue mejor, pues siempre hubo barbarismos, injusticias, despotismo, pero nunca a la escala actual: que tiene la capacidad de borrar a la humanidad de un plumazo y no dejar siquiera el rastro de que una vez existimos y de que “fuimos capaces de imaginar la felicidad”[2]. Ya nos lo recordaba Esquilo cuando Prometeo canta su desdicha por haber entregado el fuego, “maestro de todas las artes”[3], a los hombres, y con ello la técnica: “puse en ellos -los humanos- ciegas esperanzas”[4]; pero por ciegas que hayan sido, las esperanzas estaban y están, y es justo estos momentos de crisis los que nos permiten cambiar el rumbo de los caballos del progreso y construir un orden social más justo, más equitativo y respetuoso con la naturaleza.

En estos momentos, justo cuando creíamos que el sistema moderno y las instituciones que de ella emanan estaban en crisis de legitimidad, nos damos cuenta que no, que es justo esta pandemia la que está poniendo en escena de nuevo a las instituciones modernas: la escuela se reinventa, el sistema de salud se fortalece, los políticos -algunos- toman medidas, y la política se sube al pedestal de las soluciones. Y esperemos que esta vez sea con intenciones transformadoras de realidades sociales más que injustas y que asumamos responsabilidades colectivas a problemas globales, pero sin dejar de lado que hay responsables mayores: no todos hemos consumido y explotado por igual. Los que más tienen más deben pagar, y no solo los millonarios individuales y las grandes multinacionales de manufactura, sino las naciones imperialistas que son las que más han socavado los cimientos de las libertades de los pueblos y naciones pequeñas, y sobre-explotado los recursos naturales del mundo entero en un banquete pantagruélico en el que las mayorías han quedado afuera y la maximización de las ganancias es para unos pocos.

¿Salud e igualdad?

El cine, como las demás artes, apela a su tiempo, y desde allí lanza críticas. Películas como La Isla, Los Recolectores, Los sustitutos, Gattaca, Elysium, son solo algunas distopías –que como toda distopía, habla más de su tiempo que de un futuro; el futuro es ahora- que tratan el tema de la salud: cuerpos modificados genéticamente para ser perfectos, clones criados y creados para ser reservorios de órganos para sus millonarios dueños, venta de órganos a cuotas, lugares creados en los que toda enfermedad e infelicidad son inexistentes, de nuevo, para una parte de la personas, mientras para la otra -sumida en la pobreza- la explotación laboral y la enfermedad son el pan de cada día. No hace falta preguntar si esas películas hablan del futuro, y eso tomando solo la salud como tema y dejando afuera las súper-ciudades, los totalitarismos, las crisis ecológicas.

No hace falta preguntarse si esta crisis de salud es igual para todos porque la respuesta es no. Lo que es igual es la posibilidad de infectarse, nada más, pero tampoco nada menos. Pues cómo va a ser igual que haya un foco de infección en una comunidad cuya dieta no llega a cumplir los requerimientos básicos del día a día, donde el hacinamiento está a la orden del día y por ende el aislamiento social es difícil, donde los habitantes están en contacto con focos de infección en su cotidianidad porque son los que habitan los cordones de miseria que deja la ciudad, son los que viven en medio de -y de- los desechos de las ciudades.

Mientras tanto, los que viven otra realidad ahora se sienten -sentimos- amenazados y ven la fragilidad del sistema de salud, y gritan desde sus redes sociales, y los medios de comunicación comienzan a pedir soluciones para lo que muchos vienen gritando desde hace mucho tiempo: la necesidad de un sistema de salud estatal fortalecido con políticas públicas y con justicia social. Es harto evidente que los ricos no nos van a dar soluciones a problemas que para ellos son, pareciera, un problema de clase: pues como recuerda la BBC[5], ellos hasta en épocas de pandemia solo buscan su bienestar, y si su bienestar es comprar pruebas -ya de por sí escasas- para realizar a sus empleados para entrar a sus barrios, lo van a hacer, de hecho: -lamentable, muy lamentable- lo hicieron.

Quizá lo que quieren recrear es esa aspiración mitológica de llegar y habitar un mundo en el que no haya enfermedad y todo sea felicidad, quizá busquen la posibilidad de hacer de sus lugares de residencia sus propios Campos Eliseos, esos en los que la dicha es eterna, los campos son verdes y florecidos y el sol acaricia; dejando para nosotros, los menos, ese temido Tártaro donde el sufrimiento es eterno. Sufrimiento es: la falta de vivienda digna, la falta de trabajo, de salud, de alimentos, la falta de justicia que brilla por su ausencia, se dice en otra distopía.

Lo que sí es nuevo es la atención que los gobiernos le están dando a un problema de salud que han convertido en un problema de seguridad policial y de control social. Si el problema para el sistema fueran las muertes ya habrían solucionado el hambre, la falta de agua potable y un sinfín de enfermedades curables. Pero lo nuevo está en el enfoque que se le ha dado a esta situación y que nos ha estallado en la cara: esta vez el problema no afecta solo a las capas socialmente relegadas. He aquí por qué el sistema le está dando la importancia que precisa, si es que afecta a todos: ricos, clase media y pobres. Entonces las demandas son atendidas, las políticas son desplegadas y los políticos toman medidas urgentes, no sea que el tinglado se les venga abajo y el costo político sea grande: te recortan libertades pero es por tu bien, para salvar tu vida, y la búsqueda de una solución es desesperada.

Somos una sociedad hedonista que vive pensando que los logros son técnicos y no sociales: celebramos que hemos llegado a la luna, pero no nos preocupamos por no llegar con un plato de comida a cada mesa. Solucionar la hambruna, la migración forzada, entre otras injusticias, sería más económico que mantener el orden injusto que hoy impera. Pero, al parecer, eso no da votos, ni crea una burbuja de presión desde las clases medias y ricas que, a través de las redes sociales y los medios de comunicación, ejercen presión para que los gobiernos tomen medidas urgentes.

Quizá esto demuestre que la democracia liberal no es la mejor forma de gobierno, pues, si nos atenemos a la definición de Mill: la mayor cantidad de bienestar para la mayor cantidad de personas queda corta en nuestro tiempo histórico, donde las masas más humildes, las mayorías, están condenadas y confinadas a vivir entre los desechos de las ciudades y en condiciones sociales escandalosas. Quizá todo esto nos permita transformar nuestra democracia en una democracia inclusiva y generosa con las mayorías. Porque éste sistema de producción y de gobierno está haciendo agua y le está pasando como a Dédalo, que por no escuchar voló cerca del sol y se le quemaron las alas cayendo al vacío. En este caso el fuego recién empieza y lo podemos apagar.

Globalización, miseria y crisis

Los videos musicales nos muestran comunas/barriadas/villas miseria coloridas y alegres, pero nos alejan del drama y las historias de violencia y tragedia a la que han estado sometidos sus habitantes. Muestran, en definitiva, que el pobre es feliz. Esto no es más que una fachada del sistema de producción que oculta las consecuencias reales de un orden injusto: la consigna parece ser -en algunos programas de tele, vídeo clips y películas- que el pobre es más que pobre: es un pobre feliz.

De los beneficios de la globalización no se ve ninguno: por lo menos las mayorías no vemos ninguno. En cambio, sus consecuencias las padecemos todos.

La acumulación de riqueza mediante la circulación de mercancías a escala planetaria se la quedan unos pocos. Los beneficios del turismo salvaje son para aquellos que se pueden dar el lujo de “vivir una experiencia” y se llenan los bolsillos con la industria hotelera. La homogenización cultural se nota en la poca incorporación de prácticas/cosmogonías/lenguas vernáculas a producciones culturales locales, en la lógica cultural de hoy: todo es reductible a formas que garantizan el éxito y la venta afuera pero que nos hace más desconocidos hacia adentro.

La pérdida ha sido muy grande, la globalización a sentado las bases para “planchar” las formas de narrar nuestro ser/habitar/ver. Es válido pensar si todo producto de un lugar es de verdad de ese lugar, o si responde a las exigencias de las lógicas estéticas y de producción que gobiernan el mercado. Los estados nacionales negocian a la baja, la “cultura” es algo que se vende, que se compra y que se cuenta como experiencia; para eso están las redes sociales. No reconocemos la pluralidad hacia dentro de nuestras naciones, lo que consecuentemente lleva a una pérdida de identidad de un nosotros desconocido: hablamos de nuestros pueblos nativos para vender sus estéticas como algo exótico, pero no incorporamos sus cosmogonías y sus relaciones con la naturaleza a nuestras formas de ver el mundo, porque, de nuevo, no entran en el campo de la razón y la técnica: se puede vivir la experiencia Maya desde el turismo, pero no desde la grandeza de una cultura que hace parte del ethos de un ser centro americano.

Para entablar un diálogo con el mundo en forma de iguales deberíamos, primero, conocernos hacia adentro, reconocernos en la diferencia, y desde esa diferencia entrar en diálogo de iguales con el resto del mundo. Pero es ahí donde fallan nuestros gobiernos: para ellos la cultura no es un valor que genere riqueza, no es un commoditie que se pueda vender y se pague en dólares.

De la crisis de salud que devino en crisis casi total, y cuyas consecuencias no podemos aventurar -y sería irresponsable, además, arrojar profecías sobre lo que vendrá-, es poco lo que se pueda decir que no se haya dicho ya. En nuestros tiempos, los Tiresias parecen estar más aventurados en pensar que esta crisis es el final del capitalismo; Zizek, en que la sociedad que surgirá va a ser una sociedad de mayor control policial sobre la población; Byung-Chul Han, en que las cosas no van a cambiar y que el capitalismo se va a recomponer y que todo volverá a ser como antes, etc., pero en el que, en definitiva, o recomponemos el rumbo de este barco que se está hundiendo, o el barco se recompondrá sin nosotros. “No tenemos otro mundo al que podernos mudar”, y contradiciendo al cine y la publicidad: no parece que haya alguien externo que venga en nuestro auxilio.

Las trompetas del apocalipsis parecen estar entonando un canto fúnebre de fin del mundo, pero entonan una melodía de cambio, ya que volver a la normalidad es la peor de las pandemias. Necesitamos cambios profundos que nos permitan incorporar a nuestra esencia otras formas de producir, de estar, de habitar el mundo, pues este sistema que parecía estable no lo es y estaba -está aun- sostenido por una forma de producción y acumulación capitalista con el petróleo y la explotación de trabajadores y naturaleza como caballo de tiro de una forma social injusta.

Cambiar el sistema es una apuesta sobre el sistema mismo. Este nos hace creer que las soluciones no requieren esfuerzos y que siempre vendrá alguien a salvarnos, o eso es lo que vende la publicidad: adelgaza comprando esto y usándolo mientras ves televisión, en reposo, sin esfuerzo alguno; cuando algo apremia siempre hay un superhéroe que nos salvará; todo es consumir y nada de trabajo para llevar adelante soluciones reales que dejen aprendizajes y establezcan otro orden, en este caso uno más justo. Sin embargo, el barco ahora se está hundiendo y no parece que haya alguien externo que venga en nuestro auxilio: solo nosotros somos, como colectivo, los que podemos salvarnos a nosotros mismos. Los héroes son colectivos.

Hormigas de ciudad

Se ha hecho viral el aplauso que se le da al personal de salud, y no es que piense que no es merecido, es justo aplaudirlos. Pero también es justo aplaudir a un montón de héroes que escapan al censor -creo, establecido por los medios de comunicación y los usuarios de redes sociales que dicen quién es merecedor y quién no- que dicta a quién hay que reconocer. Nadie ha salido a aplaudir a los profesores que hacen milagros para mantener las clases de manera virtual y sostienen el sistema educativo, nadie ha salido a aplaudir a los recolectores de residuos que evitan que se acumulen en nuestras casas, a los kiosqueros de barrio que hacen que no tengamos que ir muy lejos a comprar provisiones, a los choferes que hacen que el mundo siga andando, a los cooperativistas que barren la veredas, cortan el pasto, levantan las hojas coloridas del otoño, juntan la mugre de las calles; que hacen, en definitiva, el trabajo que otros no harían. Para todos ellos y muchos otros, no hay aplausos. Ellos: ¿son héroes de segunda? No, no y no: son las hormigas de ciudad, son los que la hacen funcionar, los que la limpian, la construyen, la mueven. Además del personal de salud, ¿a quién aplaudirás hoy?

Conclusión:

La sociedad actual es como un Narciso, ese que cayó al agua y se ahogó en la contemplación de sí mismo enamorado de su reflejo, pues era hermoso. Nosotros, como sociedad, estamos en caída, creyendo que nuestro reflejo, fundamentado desde la razón y la técnica, es hermoso. Pero esta pandemia nos está mostrando que el reflejo es espantoso y que tememos asomarnos a ver: incendios temibles, destrucción de la Amazonía, envenenamiento de los mares y ríos, hambrunas, pandemias, extinción en masa de la especies, pérdida de biodiversidad… No, nuestro reflejo no es hermoso, y sin embargo estamos cayendo obnubilados por una imagen de superioridad, y cegados por unos medios de comunicación y una academia y una forma de habitar y ser en el mundo al servicio del capital y del hambre voraz de acumulación de unos pocos. Ese es, creo, el reflejo, por lo menos el que veo. Pesimista, sí, pero creo que “los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay”[6].

Quizá como civilización -acudiendo a orientalismos- estemos viendo aquello que Buda vio después de una vida alejado de todo lo que le hiciera daño: la muerte, la vejez, la enfermedad. Y estemos ahora por empezar a ver al mendigo feliz, y comprender con ello que podemos vivir con menos, sin tantos atavíos superfluos creados por el gran mercado y vendidos y promocionados por la publicidad que aprovechando nuestro deseo explota nuestra debilidad y nos crea necesidades innecesarias. Empezar a ver que podemos transformar este mundo en uno más justo, en que las quijotadas son necesarias, en que otro mundo no solo es posible, sino necesario.

Perdón por tanto pesimismo y gracias por leerme.

Artículo publicado originalmente en MiLugarSinNombre


[1] https://www.lavanguardia.com/natural/20170802/43270260867/humanidad-agota-recursos-un-ano-tierra.html

[2] http://www.cubadebate.cu/temas/cultura-temas/2010/02/21/gabriel-garcia-marquez-una-frase-de-domingo/#.XrGLDKhKiUk

[3] Esquilo. Prometeo encadenado.

[4] Esquilo. Prometeo encadenado. Verso 250.

[5] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52316908

[6] José Saramago

Duver Arboleda
Duver Arboleda

Vengo de la tierra del café y de la ciudad de las montañas. Soy un proyecto de contador de historias y de periodista cultural, para lo que uso la fotografía, el vídeo y, sobretodo, la palabra. Escribo y «foteo» porque le apuesto a una sociedad justa. Mi lema: para todos todo.

Chile: Una segunda vuelta con resultado incierto

Chile: Una segunda vuelta con resultado incierto

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Si algo se exteriorizó con certeza,con los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Chile del 21 de noviembre pasado, es la incertidumbre del resultado en la segunda vuelta, que tendrá su día de definición el próximo 19 de diciembre.

Duda, pues contra todo pronóstico,el ganador en primera vuelta fue el candidato de la ultraderecha, José Antonio Kast, quien un par de meses atrás aparecía con escasas posibilidades de acceder a competir por el sillón presidencial frente a su contrincante, el ex ministro del gobierno del multimillonario Sebastián Piñera Echeñique, el abogado Sebastián Sichel, considerado el político que podía darle continuidad a la derecha agrupada tras la figura del alicaído Piñera, que ocupó el cargo presidencial en dos administración no simultáneas, tras el fin de la dictadura militar. Errores no forzados de Sichel, una narrativa de Kast, que cautivó al electorado de la derecha más dura e incluso al mundo de la coalición oficialista más cercana a posiciones de centro, dieron paso a que el representante del conservadurismo político, valórico y decidido a mantener el modelo económico se apropiara del primer lugar en la primera vuelta.

Un candidato Kast, político de larga militancia en la ultraderecha chilena, quien obtuvo un 27,91% (1.961.122 votos) que le ha dado el impulso y la posibilidad cierta de disputar palmo a palmo la presidencia contra el 25,83% (1.814.809 votos) del candidato del Apruebo Dignidad, Gabriel Boric. Este último, un novel político socialdemócrata, que se convirtió en candidato de la centro izquierda, tras ganar las primarias ante el fuerte alcalde de la popular comuna de Recoleta en Santiago, la capital chilena, el arquitecto y sociólogo Daniel Jadue, militante del partido comunista. El optimismo de las huestes del Apruebo Dignidad en la primera vuelta, los llevaron por el camino de creer que el primer lugar en la primera vuelta era un espacio reservado a Boric. No fue así y el segundo lugar fue un duro varapalo, que obligó al comando de este candidato a modificar su estrategia de campaña en un 180°, incluyendo una narrativa que transita hoy por temas, que parecían reservado al candidato de la ultraderecha.

Tal cambio de rumbo ha significado el comienzo de un periodo de ofertas en áreas que no se pensaba que el Apruebo Dignidad tendría que transitar: orden, seguridad, control migratorio, lucha contra la delincuencia y el narcotráfico, aumentar la dotación de policías e incluso hablar de un universo de apoyo transversal, que está incluyendo a miembros de la vilipendiada ex Concertación y Nueva Mayoría, que habían sufrido el desprecio de los noveles dirigentes del Frente Amplio. Estos voceaban, urbi et orbi que la vieja política estaba enterrada, que la arcaica política de la Concertación y después Nueva Mayoría era cosa del pasado. Se insistía que las nuevas hornadas no cometerían los errores de esas “camarillas”. Sin embargo, cual ave Fénix, viejos rostros de esa coalición, que gobernó Chile bajo la administración de tres presidentes y dos mandatos de una mujer (Michelle Bachelet) han resurgido de las cenizas, incorporándose, ya sea al comando de Gabriel Boric o como parte de diversos consejos de asesores.

Lo dicho no nos debe hacer olvidar, que nuevamente la alta cifra de abstención significa un llamado de atención, que no se puede esconder tras sonrisitas complacientes. Un 53% del padrón electoral chileno, estimado en 15.030.974 de los cuales 70.018 viven en el extranjero, no acudieron a emitir su sufragio, dejando a esa enorme cantidad de ciudadanos como campo de batalla para ambos contendientes, al igual que el tratar de seducir a quienes votaron por Franco Parisi del Partido de la Gente, Sebastián Sichel de Vamos Chile, Yasna Provoste de Nuevo Pacto Social, Marco Enríquez Ominami del Partido Progresista y Eduardo Artes de Unión Patriótica.

Sumado a la abstención, otro elemento que llamó enormemente la atención, en esta primera vuelta, fue la irrupción de un candidato virtual, que logró seducir a 899.483 chilenos con la idea de la democracia digital. Con una campaña efectuada íntegramente vía telemática desde Estados Unidos, en un caso inédito en la política mundial. Franco Parisi es el nombre de este candidato de la matrix, que mediante el partido de la gente logró elegir, además, 6 diputados, que tendrán un papel decisivo en una cámara baja dividida, entre el mundo de la derecha y la centro izquierda.

Parisi, disfrazado de tecnócrata, un político como todos pero que dice aborrecer la política y a los políticos, que no pisó suelo chileno en toda la campaña y no lo hará hasta que se solucione su litigio por el no pago de la pensión alimenticia a sus hijos. Un candidato de las redes que ha levantado la discusión respecto a responder la siguiente pregunta “¿Para qué estar en terreno, si puedo, desde mi sala de estar hacer una campaña que además me convierte en un político y líder de un partido que puede definir al ganador el próximo 19 de diciembre”. Macondo versión 2.0 llevada al cono sur latinoamericano.

En todo caso, cualquiera sea el resultado el próximo 19 de diciembre la realidad del nuevo senado y la cámara de diputados indica fragmentación, pero también un virtual equilibrio en el análisis de los posibles apoyos y alianzas. Y, sobre todo, la indiscutible necesidad que el futuro mandatario tendrá que negociar cada propuesta en el seno del Parlamento, contando, además, que a esa fecha ya se encuentre en su etapa de término la elaboración de la nueva constitución, que se está trabajando en la convención Constitucional, con mayoría opositora al gobierno actual pero que ha ido, poco a poco, llevando las originarias reivindicaciones de acabar con el “antiguo régimen” hacia posiciones menos caldeadas. Es indudable, que el próximo presidente va a tener un parlamento poco alineado con el ejecutivo y por eso los candidatos del balotaje, han establecido la necesidad de buscar caminos de unidad y no de separación en el marco de una nueva carta magna.

El Difícil camino de Boric

Los paupérrimos resultados de Gabriel Boric con Apruebo Dignidad, Yasna Provoste con el Nuevo Pacto Social y Marco Enríquez Ominami del Partido Progresista genera la interrogante respecto a resolver dónde está parte importante del 80% del apruebo a la convención constitucional, que parecía mostrar un camino de ahogar a la derecha e impedirle salir a tomar aire impulsado por el estallido social, resolver donde esta esa masa implica generar estrategias de seducción. A esa debilidad se une a las fuertes tensiones de la coalición del Apruebo Dignidad que reúne a socialdemócratas y el Partido Comunista, con fuertes tensiones en materia de política exterior y que se irán agudizando en la medida que las nuevas exigencias del balotaje conduzcan a Gabriel Boric hacia un camino más al centro y con exigencias de mayores condenas a Cuba, Nicaragua, Venezuela, presiones desde Washington, empresariales, económicas y las amenazas de nuevas denuncias de medios de información, que tendrán que enfrentarse y solucionar de manera radical como fue el caso de la candidata a senadora Karina Oliva.

El camino de seducción de nuevos votantes para la campaña de Boric implica, en estos días, alejarse de la narrativa inicial y de las exigencias de cambios estructurales, medulares que requieren estar en el mapa electoral de balotaje. Como esas reivindicaciones no son parte del ADN de José Antonio Kast ¿debería ser el camino, que debería tomar la campaña de Apruebo Dignidad? En lenguaje llano “hay que sacar a la cancha al candidato de la ultraderecha” enfrentarlo fuera del discurso conciliador que anima la nueva estrategia de Gabriel Boric. ¿Será capaz este candidato de adentrarse en todos los temas que diferencien su coalición de la de Kast?

Mi Impresión es que el candidato de la centro izquierda frenará su discurso del ala progresista, para atraer así, al electorado de centro, donde Boric tendrá mucho que ofrecer, pues la vieja concertación, tiene sangre en el ojo y a pesar de las palabras de buena crianza tratará de ganar posiciones en este remozado Apruebo Dignidad, que tiene nueva jefa de campaña: la ex presidenta del colegio médico, Izkia Siches. La política de las negociaciones, de lo que se pueda conseguir, ha hecho renacer la vieja máxima “no importa dónde me pongan, pero pónganme donde haya” buscando acomodos, prebendas, cargos en la esperanza del triunfo y en ese plano el proyecto que ante el triunfo de Borci, la profesional médico Iskia Siches ocuparía el cargo de ministra de salud. La idea que está tomando cuerpo, desde las filas de la izquierda de Apruebo Dignidad, es apoyarse en la convención constitucional y atraer sus opiniones en beneficio de lo que se definió con el apruebo de octubre del año 2020, es decir “un cambio estructural”.

Vienen semanas de disputa electoral, un balotaje de fuerte ofensiva ultraderechista en materia de dar énfasis a conceptos como: orden, seguridad, detener el Comunismo, salvar a Chile, detener la violencia. Priorizar la seguridad para garantizar la inversión. No es casual que las candidaturas de Kast y Parisi hayan obtenido altísimos porcentajes de adhesión en el norte chileno, vinculado estrechamente al tema inmigración. Feudos tradicionales de la izquierda hoy en manos de la ultraderecha y este liberalismo livianito de Parisi. 

Lo claro en este panorama de incertezas que nos trae el balotaje el 19 de diciembre, que entregará el nombre definitivo del próximo presidente es que la candidatura de Kast no augura democracia, no entrega aires de un país distinto al que ha administrado Sebastián Piñera. Ofrece un viento huracanado de todo aquello que el ultraderechismo tiene en su arsenal: negación de los derechos humanos, ataque a las libertades y derechos conseguidos por las mujeres, los trabajadores, los pueblos originarios a golpe de sacrificio, muerte y dolor. No es casual que hable de clausura el Instituto Nacional de Derechos Humanos, buscar la coordinación internacional, entre gobierno de derecha, para vigilar y perseguir a los movimientos “radicales de izquierda” como los denomina en su programa, al estilo de un plan Condor en versión Siglo XXI. Crear más y más cárceles. Militarizar aún más el wallmapu, ofrecer todo el apoyo y reforzamiento a las cuestionadas y corruptas fuerzas armadas y carabineros. Kast y esto no es política del terror, pues lo expresa claramente en su programa plantea un país autoritario, con medidas represivas al estilo de quien fue su gran mentor: el dictador Augusto Pinochet Ugarte.

La gran tarea de Boric y su coalición es cómo va a enfrentar esas ofertas, cómo va a lidiar con una población que en un 53% no asistió a votar, como alertar que Kast representa un peligro para el país en que, cual cantos de sirena ha sido seducido en un porcentaje importante, por conceptos como el de orden, seguridad, no a la inmigración y un no al comunismo que presenta a Kast como una especie de personaje que revive el macartismo estadounidense post segunda guerra mundial. Boric y su coalición tiene un enorme trabajo por delante, que implica seducir a una parte de los que no votaron en las elecciones, atraer a los que no se inclinaron por su propuesta socialdemócrata, pero que no votarían de ninguna manera por Kastpero que al mismo tiempo desconfían del candidato del Apruebo Dignidad.

Un Boric que deberá generar tranquilidad social y no dejarse llevar por esta dicotomía interesada y perversa desde el lado de la candidatura ultraderechista, que trata de imponer el discurso del miedo, del llamado a elegir entre democracia o comunismo. Para no ser menos desde las huestes del Apruebo Dignidad se llama a elegir entre Democracia o fascismo. Alea jacta est, los dados están echados y sólo el resultado final nos mostrará cual estrategia tuvo mejor resultado.

Artículo publicado originalmente en SegundoPaso ConoSur

Pablo Jofré Leal
Pablo Jofré Leal

Periodista y escritor chileno. Analista internacional, Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. especialista en temas de Latinoamérica, Oriente Medio y el Magreb. Es colaborador de varias cadenas de noticias internacionales. Creador de revista digital www.politicaycultura.cl

Fidel y Diego, inmortales

Fidel y Diego, inmortales

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Un 25 de noviembre pasaban a la inmortalidad dos grandes de nuestra querida Patria Grande. En 2016 lo hizo el Comandante Fidel Castro, y hace un año, Diego Armando Maradona. Dos amigos, dos iconos a su manera, dos batalladores, dos que molestaban siempre al poder, dos rebeldes de los pueblos. El destino los hizo juntar de nuevo en esa especie de lugar que se llama la memoria colectiva de las masas populares.

Se conocieron poco después de que Diego Maradona ganara el Mundial de México 1986. El astro del fútbol mundial lo visitó en varias oportunidades a Fidel en Cuba y quedó fascinado por la figura del Comandante en Jefe de la Revolución. Su relación se afianzó cuando el argentino se estableció en Cuba en 2000 para recuperarse de su adicción a las drogas. Diego siempre dijo que era peronista, pero no dudó en hacerse Fidelista también, y la prensa lo empezó a caracterizar como un “izquierdista”. Sus amistades con Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Lula, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega y Mel Zelaya en el ámbito latinoamericano convirtieron a Diego también en una bandera del antiimperialismo. Algo es cierto, que, como Fidel, Maradona era un antiimperialista.

Cuando Fidel pasó a la inmortalidad en 2016, Maradona se encontraba en Croacia disfrutando de un torneo de tenis y su primera reacción ante la televisión fue reveladora: “He llorado descontroladamente. Me voy para Cuba a despedir a mi amigo”. Diego también fue mucho más allá y consideró al líder cubano como a un “segundo padre”. Maradona siempre llevó a Castro en el corazón y también en su pierna izquierda, donde llevaba tatuado el rostro del líder revolucionario. También tenía un tatuaje del revolucionario argentino-cubano Ernesto Che Guevara en su brazo derecho.

Fidel en una ocasión aseguró: “Diego es un gran amigo y muy noble también. No hay duda de que es un atleta maravilloso y mantiene una amistad con Cuba sin ninguna ganancia material para él”. Maradona contaba que el Comandante lo llamaba con frecuencia por las mañanas para hablar de política y deporte y animarle en su rehabilitación.El astro argentino dedicó su autobiografía a, entre otras personas, Fidel. “A Fidel Castro y, por medio de él, a todo el pueblo cubano”, se leía en el libro.

Hoy es el quinto aniversario y Fidel no está solo. A partir de ahora, el 25 de noviembre los pueblos los recordará juntos. Podemos escribir ríos y ríos de sucesos de las vidas de Fidel y Diego, pero nos quedamos con los homenajes que le hacen los pueblos a dos grandes de nuestras tierras. Porque nacieron en ellas, lo dieron todo por ellas y hoy se merecen ser banderas para seguir luchando.

Mauricio Piñero
Mauricio Piñero

Cuentan las crónicas que nació como el hijo de nadie. Luchando por la Patria Grande, como Internacionalista y antiimperialista. Tripero de alma y cuerpo, siempre junto a la patriada barrial. La historia descolonizada es mi pasión como docente de la Escuela Pública y de los barrios. Las noticias sobre los pueblos que luchan como forma de viajar hacia una verdadera justicia social global.

En Uruguay, la soberanía al mejor postor

En Uruguay, la soberanía al mejor postor

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“Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas” decían los populares versos en boca de Atahualpa Yupanqui. Décadas han pasado y esta sentencia que parece inmutable, sigue describiendo el acontecer de nuestros pueblos.

Uruguay, país ganadero y exportador de materias primas por excelencia, no solo ha sufrido un proceso brutal de extranjerización de la tierra, agravado por las plantas de celulosa, bajo los gobiernos frenteamplistas, de centroizquierda. Hoy, la coalición de derechas gobernante, encabezada por el Partido Nacional, poco honor le hace a su nombre, ya que de fomentar, proteger y potenciar lo nacional, es un slogan devorado por el tiempo y lo pragmático del sistema.

Uruguay transita un industricidio lento y paulatino, con momentos de aceleración al igual que en la dictadura de 1973-1985 y la crisis del 2002. La silenciosa concesión de soberanía acompaña este proceso y es bandera de la administración actual.

Desde la concesión del puerto de Montevideo a una empresa privada belga hasta 2081 con características monopólicas, el intento de minar las empresas públicas a través de la Ley de Urgente Consideración (LUC), incluir a la educación privada en decisiones estatales y mercantilizar la educación pública, hasta los últimos hechos que a continuación veremos.

Uruguay espera inversión de US$ 65 millones en concesión de 5 aeropuertos | Transportes

El gobierno decidió adjudicar en forma directa la concesión de seis aeropuertos en el interior del país, lo que provocó ruido y malestar en socios de la coalición, y un llamativo silencio en filas de la oposición. A mediados de mayo de este año, el Poder Ejecutivo anunció en rueda de prensa que se estaba preparando la redacción de los pliegos necesarios para hacer un llamado a licitación de estas seis terminales aéreas en Rivera, Salto, Carmelo, Durazno, Melo y Paysandú.

El miércoles 10 de noviembre, el oficialista diario El País informó que el gobierno resolvió dejar de lado ese llamado y otorgarle directamente la explotación, gestión y operación de los seis aeropuertos del interior del país a la empresa Puerta del Sur, filial uruguaya del grupo Corporación América Airports, que es concesionaria de los aeropuertos de Carrasco y Laguna del Sauce.

Hablemos de Apps – Venezolanos En Uruguay

El grupo, que lidera el empresario argentino Eduardo Eurnekian, acordó en la misma negociación ampliar en 20 años el plazo de concesión del aeropuerto de Carrasco, en Montevideo, el principal del país.

“Es un orgullo y una gran responsabilidad para Corporación América Airports Uruguay recibir por parte del Poder Ejecutivo y el Ministerio de Defensa la confianza para llevar adelante un proyecto estratégico para el país como lo es el desarrollo del Sistema Nacional de Aeropuertos Internacionales”, expresó la empresa mediante un comunicado. No faltaba más.

El senador ultraderechista Guillermo Domenech, de Cabildo Abierto y miembro de la Coalición multiderechista de gobierno, expresó en su cuenta de Twitter que “Como dicen los muchachos: otra vez la pelota a la casa de doña María. Sucedió lo que advirtió el diputado Sebastián Cal y entre gallos y medias noches se entregaron varios aeropuertos a poderosos intereses regionales”.

Otro de los instrumentos para erosionar a las empresas públicas a través de la Ley de Urgente Consideración (LUC) es la portabilidad numérica. Esto implica que los usuarios de ANTEL, la empresa estatal de telecomunicaciones, puedan migrar hacia otras empresas telefónicas y mantener su número.

De implementarse la portabilidad numérica, Antel perdería 11% del mercado de empresas, según una encuesta. Incluso, la migración puede darse desde Antel hacia las trasnacionales Claro o Movistar, pero no a la inversa.

De las tres compañías telefónicas que ofrecen servicios móviles a empresas en Uruguay, Antel es la que tiene más clientes, la que presenta el índice de satisfacción global más alto, la que tiene mejor imagen y la que genera mayor fidelización. Sin embargo la tecnológica estatal es también la que puede verse más perjudicada con la portabilidad numérica que el gobierno está próximo a implementar.

Sin duda, ésto es el inicio de un proceso de deterioro de imagen con final en privatización. Pero estas cuestiones se zanjaran en el referendo del año entrante -por marzo según estima la Corte Electoral-  sobre 135 artículos de la LUC que acapara la agenda tanto del oficialismo como de la oposición, que debe ser convocado tras la recolección de casi 800 mil firmas en un país de tres millones y poco más de habitantes.

Reúnen firmas necesarias para solicitar referendo en Uruguay | Noticias | teleSUR

Dos semanas atrás, un grupo de analistas de la Fundación Siembra, vinculada al Movimiento de Participación Popular (MPP), expuso ante el Secretariado Ejecutivo de la central de trabajadores  PIT-CNT los resultados de un relevamiento solicitado a la consultora Factum. Del estudio surge que hay 31,8% de los uruguayos que se considera indeciso de cara al referendo. Según la encuestadora Cifra: 48% votaría por mantener 135 artículos de la LUC y un 41% los derogaría.

Así las cosas, donde la soberanía es un sustantivo vacío, lo poco que tiene Uruguay para poder desarrollarse como país se vende ya ni siquiera al vil precio de la necesidad, parafraseando al prócer José Artigas, sino que por pleitesía con los grandes capitales extranjeros se apuesta al derrame que solo derrama desigualdad y miseria.

Artículo publicado originalmente en Periferia

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

¡Patria sí! ¡Colonia no!

¡Patria sí! ¡Colonia no!

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

En el día de la soberanía compartimos algunas reflexiones que creemos necesarias en una época muy compleja y convulsa del mundo. ¿Estamos viviendo una transición? ¿Seguirás primando las lógicas globalistas o mutará hacia las soberanistas? ¿Dónde quedamos como país?

Durante gran parte del siglo XX la dicotomía que dividió como un parte aguas al mundo fue la izquierda y derecha. Con la irrupción del peronismo y otros gobiernos que no pretendían ubicarse de un lado o del otro de las grandes superpotencias de la época, se conformó una tercera vía. Desafortunadamente -cuanto menos en Nuestra América- muchos de esos gobiernos terminaron siendo derrocados bajo las directrices de Washington.

La frase decía: “Ni yanquis ni marxistas, peronistas”. Procesos soberanistas que no se encuadraban ni con el capitalismo promulgado por los norteamericanos, ni con el comunismo impulsado por la Unión Soviética.

La caída del muro de Berlín puso fin a ese momento de disputa. Habían ganado las fuerzas occidentales en esa batalla cultural por ver quién se convertía en el hegemón mundial. Estados Unidos logró aquel triunfo a punta de pistolas, no solo de las reales, sino las de Hollywood y los medios de comunicación, las presiones económicas y el sueño de “libertad”, “desarrollo” y “modernidad”, entre otros.

Nuevas dicotomías

Como todo proceso histórico, las contradicciones de antaño no necesariamente responden a los mismos patrones varias décadas después, y hoy hablar de izquierda y de derecha quizás no termine de definir lo que sucede en el mundo.

La globalización ha hecho un terrible daño a la humanidad y sus consecuencias se están viendo a escala planetaria. Desde el acelerado cambio climático con sequías e inundaciones donde antes no sucedían, las cada vez mayores brechas entre quienes más y menos ingresos perciben diariamente para vivir (o subsistir), una economía globalizada ultra dependiente de las cadenas de suministros (que la pandemia puso a temblar), la concentración de las industrias culturales (fundamentalmente en el cine y en los medios de comunicación), entre un sinfín de campos o áreas que podrían mencionarse.

¿Sirve hoy hablar de izquierdas y derechas para explicar el mundo? ¿Putin o Xi Jimping son de izquierda? ¿Biden, Merkel o Sánchez son de derecha? Seguramente esta dicotomía es necesaria, pero no suficiente para explicar el mundo de hoy. En relación con ello, el analista político Alfredo Jalife-Rahme sostiene que hoy habría que hablar de “globalistas” o “soberanistas”.

Desde esta otra dicotomía quizás se pueda comprender mejor lo que sucede en el mundo. Están aquellos que pretenden seguir avanzando hacia un mundo hiperconectado (donde ellos son quienes lo controlan) y quienes, sabiendo que vivimos en un mundo globalizado, utilizan las herramientas por este creadas para intentar aumentar sus cuotas de decisiones soberanas.

Ante el triunfo de la unipolaridad, los EEUU avanzaron con la globalización y la construcción de un mundo controlado por las finanzas y el individualismo. No sin tener sus resistencias, obviamente. Y se hizo muy difícil para quienes no estaban dispuestos a subordinarse a los designios del imperio.

Vuelta de Obligado

Este 20 de noviembre para les argentines es una fecha muy especial. El propio General José de San Martín sostuvo que la Batalla de Vuelta de Obligado había sido la “Segunda Guerra de Independencia”. Ese día de 1845 la Confederación Argentina se enfrentó a las dos potencias militares de la época: Francia e Inglaterra.

Fecha que, como mencionaba Cristina Fernández de Kirchner en 2009, fue celosamente ocultada por la historiografía oficial. ¿Y ocultada por qué? Porque la historia mitrista no quería un pueblo heroico y orgulloso de su historia y su cultura, nos querían deprimidos, angustiados, pensando que todo está mal. ¿Acaso eso no es lo que responde una gran parte de nuestro pueblo cuando le preguntan cómo le está yendo al país?

Hoy día la cosa no es muy diferente pese a haber pasado más de un siglo y medio. Ahora son los medios de comunicación y las hordas de trolls por las redes las que construyen ese imaginario de que todo está mal y que va a ir a peor. La oposición política actual se monta sobre esas premisas y construye su discurso de odio desde esa plataforma. Y siempre la culpa de todo es del gobierno, de los sectores populares, de la falta de “libertad”, de la falta de “democracias”. Las mismas acusaciones que hicieron a Rosas cuando decidió dejar el libre comercio y sancionó la ley de Aduanas.

En aquel momento las presiones eran de Gran Bretaña y Francia, hoy son de los EEUU y sus acólitos (FMI, Banco Mundial, OEA, BID, etc), aunque Gran Bretaña sigue allí, usurpando una parte de nuestro territorio en las Islas Malvinas y las demás Islas del Atlántico Sur. Y como lo hemos dicho en otras oportunidades, no es casual que así sea.

Una nueva oportunidad

El gobierno argentino hizo malabares para sortear airosamente la pandemia, dada la situación catastrófica en las que había heredado el país. Endeudamiento externo descontrolado, desregulación, falta de inversión en salud y educación, inflación galopante, salarios depreciados, ministerios cerrados, y un sinfín de cosas para arreglar.

Pese a las dificultades, se logró sobreponer a la pandemia, no sin sufrimientos y malestares, pero se pasó, y hoy estamos volviendo a ponernos de pie. Pero más de un año y medio de pandemia no fueron gratuitos. El desgaste del gobierno y algunas malas decisiones fueron letales en cuanto a lo electoral y las PASO lo reflejaron.

Afortunadamente, se hizo una correcta lectura de lo que sucedía y con mucho trabajo y militancia se acortaron las brechas en las elecciones de la semana pasada. El gobierno del Frente de Todos lo leyó como una buena elección pese a haber perdido terreno en las Cámaras. La derecha ya se creía dueña de la pelota -grosero error- y terminaron con caras largas pese a haber ganado.

“¿Qué van a festejar?”, vociferaban los muñecos de cartón opositores. La gran movilización popular del 17 de noviembre dio un espaldarazo al gobierno que ahora se puede parar de otra manera ante la oposición interna y externa. Pero esta segunda oportunidad no tiene margen de error. O se avanza en defensa de los intereses populares y de la defensa de la soberanía, o el pueblo argentino lo castigará.

Nuestra primera independencia quedó trunca producto de las traiciones de la oligarquía criolla, misma oligarquía que hoy pretende subsumirnos en la desesperanza y entregarnos al mejor postor como hiciera Mauricio Macri y “el mejor equipo de los últimos 50 años”. Por ello es tan importante en una fecha como esta seguir reafirmando nuestro derecho de autodeterminación, de soberanía y de libertad.

Cristina Fernández de Kirchner en la asunción de Alberto Fernández dijo: “Sé que usted tiene la fuerza y la convicción para cambiar esta realidad tan fea que hoy están viviendo los argentinos. Tenga fe en el pueblo, tenga fe en la historia. La historia siempre la terminan escribiendo -más temprano o más tarde- los pueblos. Y sepa que este pueblo maravilloso, que nunca abandona a los que se juegan por él… convóquelo cada vez que se sienta solo o sienta que los necesita, ellos siempre van a estar acá cuando los llamen por causas justas”.

En el Día de la Militancia nos convocó y estuvimos. Ahora hay que avanzar sobre las multinacionales que nos saquean, y allí estaremos; avanzar sobre los vivos que pretenden enriquecerse a costa de nuestro sufrimiento, y allí estaremos; investigar la deuda externa y que la paguen los que se la robaron, y allí estaremos; volver a dar la discusión sobre la concentración mediática, y allí estaremos; dar la discusión sobre el acceso a la tierra y la vivienda, y allí estaremos; y tantas otras batallas que hay que dar.

En el día de la Batalla de la Vuelta de Obligado, en el Día de la Soberanía Nacional, gritemos más unidos y con más fuerza que nunca: ¡Patria sí! ¡Colonia no! ¡Venceremos!

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

Madagascar: del socialismo al capitalismo del cambio climático

Madagascar: del socialismo al capitalismo del cambio climático

TIEMPO DE LECTURA: 9 min.

De acuerdo a un informe de las Naciones Unidas (ONU) más de 1,3 millones de personas sufren hambre severa en Madagascar. También se reportan violencia de género y explotación infantil, q1ue van en aumento en la isla africana. Además, unas 30.000 personas se enfrentan a condiciones de hambruna. Se cree que la sequía en el sur de país es producto del cambio climático. Pero, desde que el capitalismo se apoderó del país la situación fue de padecimiento crónico para el pueblo malgache.

Madagascar es la isla más grande de África. También es la isla más grande del mundo después de Groenlandia, Nueva Guinea y Borneo, se encuentra situada en el Océano Índico, frente a las costas de Mozambique. El clima tiene bastantes variaciones en función de la altitud y de su relación con el mar. Así, la zona costera en el este tiene un clima con abundantes precipitaciones, mientras que la costa del oeste tiene una larga estación seca. En el sur y suroeste se da un clima semiárido y con escasas precipitaciones, en tanto que en el noroeste las lluvias pueden legar a los 3000 mm anuales. En muchas zonas del interior predomina un clima tropical suavizado por la altitud.

Se cree que desde el siglo VIII d.C., la isla fue habitada por habitantes provenientes de Insulindia, de regiones donde se desarrollaron los austronesios de Borneo. Entre el 1000 y el 1400 llegaron poblaciones nuevas de Insulindia, pero también colonos bantúes africanos, comerciantes musulmanes de Omán y tamiles del sur de India y Sri Lanka. El mestizaje se hizo presente y se formó el lenguaje malgache. También se engendró una sociedad de castas y las guerras entre etnias. La etnia Merina es la que se convirtió en clase señorial y dominante. A principios del siglo XIX, la isla se unificó políticamente bajo el gobierno del reino Merina que estableció su capital en Antananarivo, gobierno que se mantuvo hasta 1896, cuando fue derrotado por tropas francesas que convirtieron a Madagascar y las islas cercanas en una nueva colonia de Francia. La independencia del país fue obtenida en 1960con Philibert Tsirana, dirigentes del Partido Socialdemócrata (PSD), como primer presidente elegido por las urnas.

Hoy Madagascar sufre una hambruna en el sur del país que afecta a 1,3 millones de personas. También hay violencia bandoleril rural entre los “jalas”, que saquean aldeas y cometen actos de violencia de género y explotación infantil entre las tribus bantúes malgaches. Las familias azotas por una sequía terrible se alimentan de grillos y de cactus del desierto. El ganado es robado por los “jalas” lo que deja a estas poblaciones sin fuentes de alimentos cárnicos. El coordinador humanitario de la ONU en esa nación, Issa Sanogo declaró que “más de medio millón de niños sufren desnutrición aguda”. Esta situación ha propiciado que infantes sean privados de la educación porque han tenido que ayudar a sus familias con trabajos que sostienen la vida cotidiana como buscar comida y agua.

Los impactos de la sequía más aguda en más de 40 años, combinados con tormentas de arena y plagas, han hecho que sea casi imposible para las personas cultivar sus propios alimentos durante al menos tres años. Los grandes medios informan que lo que está viviendo Madagascar es muy grave yuna hambruna terrible, la primera provocada por el cambio climático.

Cierto es que los grupos más pobres y marginados de la sociedad sean los que paguen el precio más alto por las acciones y errores de los mayores emisores de dióxido de carbono del mundo. Pero Madagascar ha tenido un historial de más de 40 años de capitalismo salvaje que ha excluido a millones de personas. Hoy tiene a más de 30 millones de seres humanos habitando sus suelos, casi 20 etnias diversas y conflictos entre pueblos que ha llevado a que los barrios pobres de las ciudades sean cócteles de explosión de inseguridad social. En la actualidad gobierna un empresario progresista llamado Andry Rajoelina, del Tanora Malgache Nonora, una fuerza política que proclama a los cuatro vientos “la vía socialdemócrata al bienestar malgache”. El ex alcalde de la capital, Antananarivo, llegó al poder tras un golpe de Estado protagonizado por el ejército contra el anterior presidente Marc Ravalomanana en medio de una larga crisis de disturbios a lo largo de 2009.

Un poco de historia reciente no viene nada mal. Tras la independencia de 1960 Madagascar se sumó a la ola de radicalización socializante africana de los tiempos de Guerra Fría. Tsirana se mantuvo en el gobierno hasta 1972, fecha en que la oposición de importantes sectores de la población a su política de supeditación a la política francesa le forzó a dimitir, entregando la dirección provisional del gobierno a su hombre de confianza, el general Ikus Ramanantsoa, quien se comprometió a iniciar una política más nacionalista. Tres de años después, Ramanantsoa renunció de su puesto y fue nombrado el Comandante Didier Ratsiraka como cabeza de estado.

Ratsiraka era marxista-leninista y era apodado “el Capitán Rojo”. Pronto se unió a la Unión Soviética y se amigó con la Revolución Cubana de Fidel Castro. Ratsiraka promovió la realización de elecciones para la Asamblea Nacional en 1977, elecciones en las que sólo participaría el único partido legal, Vanguardia de la Revolución Malgache (AREMA). Se nacionalizó la economía, el comercio exterior, se decretó una reforma agraria, granes planes de alfabetización y planes quinquenales para el desarrollo de la industria de manufacturas ligeras. Con ayuda de Moscú y La Habana Ratsiraka llevó a cabo su plan socialista, que además apoyó a los rebeldes sudafricanos, namibianos y zimbabuenses contra los regímenes racistas de África Austral.

Andry Rajoelina, el actual presidente socialdemócrata y empresario católico de Madagascar desde el 19 de enero de 2019, también estuvo en el cargo desde el 17 de marzo de 2009 hasta el 25 de enero de 2014. Fue elegido en diciembre de 2018 para otro mandato presidencial.​ Antes era el alcalde de la capital, Antananarivo y llegó al poder tras un golpe de Estado protagonizado por el ejército contra el anterior presidente Marc Ravalomanana en medio de una larga crisis de disturbios a lo largo de 2009.

En el decenio de 1980 la ayuda soviética mermó y Ratsiraka fue abandonando su socialismo de juventud. En el año 1982 en las siguientes elecciones legislativas, se permitió la participación en las misma a un nuevo partido, el Movimiento Nacional para la Independencia de Madagascar (MONIMA), pero el presidente Ratsiraka fue reelegido, quien prometió “liberar la economía”. El giro burgués estaba en marcha en Madagascar.

En febrero de 1989, el general Amina Rakotoarijaona, después de diez años como primer ministro, renunció de su cargo, siendo sustituido por el Coronel Ihak Ramahatra, perteneciente a la realeza merina. En mayo de ese mismo año, se celebran elecciones presidenciales y Ratsiraka vuelve a ser reelegido. A mediados de 1991, el descontento de la población contra el gobierno, a quien responsabiliza de la desastrosa situación económica desde su aceptación de las propuestas del FMI y de representar sólo los intereses de la oligarquía merina, estalla en numerosos motines populares que son reprimidos duramente por el ejército, con centenares de muertos entre los manifestantes. Esta represión militar divide al propio ejército y una parte de éste, apoyada por los franceses, exige el abandono del presidente. Ratsiraka no dimite, pero se ve obligado a pactar en octubre de 1991, la formación de un “Gobierno de Transición” que asume el compromiso de preparar la celebración de elecciones libres en noviembre de 1992.

En febrero de 1993, los votos acaban con los 18 años de gobierno de Ratsiraka, siendo elegido nuevo presidente el profesor de medicina, Albert Zafy, representante de la plataforma de la oposición Comité des Forces Vives (CFV), quien forma un gobierno encargado de la “Transición a la Tercera República”. Pero Zafy, que no supo depurar una administración fiel al anterior presidente, no logró a penas mejorar la situación del país y, ante la desilusión general de la población que en gran parte se abstuvo de participar en las siguientes elecciones, perdió su posición y permitió que el eterno Ratsiraka volviera, en 1996, de nuevo a la presidencia.  De nuevo, la aceptación de los planes impuestos por el FMI no serviría en los años siguientes para que el gobierno de Ratsiraka sacara al país de la mala situación económica general ni para que una gran parte de la población que vivía por debajo de los niveles de pobreza cambiaran su situación. Nuevamente, el descontento fue aumentando, al tiempo que aumentaba la popularidad de Marc Ravalomanana, alcalde de Antananarivo, que venía a representar la alternativa al mal gobierno de Ratsiraka.

El hambre azota a 1,3 millones de personas en el sur de Madagascar

Cuando en diciembre de 2001, ambos se enfrentaron en las elecciones presidenciales, Ratsiraka no reconoció el triunfo de Ravalomanana, autoproclamándose ambos vencedores de las elecciones. Aunque el gobierno formado en febrero de 2002 por Ravalomanana fue rápidamente reconocido por la comunidad internacional y Ratsiraka y sus fuerzas abandonaron la capital para refugiarse en la ciudad portuaria de Tamatave, los sabotajes constantes realizados por la gente de Ratsiraka obligaron a la realización de unas nuevas elecciones que zanjaran la situación, elecciones que en diciembre de 2002 dieron de nuevo el triunfo a Ravalomanana.

Desde la consolidación del poder por parte de Ravalomanana, el país ha conseguido alcanzar unas cotas muy altas de crecimiento económico para el empresariado merina, apoyado por ayudas muy cuantiosas de instituciones internacionales como el Banco Mundial.En enero de 2009 comenzaron unas protestas masivas contra el gobierno y sus planes de ajuste. ​ La violencia enfrentó al entonces presidente Ravalomanana con Andry Rajoelina, alcalde de la capital, Antananarivo. ​Rajoelina movilizó a sus partidarios para que salieran a las calles de Antananarivo a exigir la destitución de Ravalomanana, a causa de su supuesto estilo de gobierno “populista” y en contra de su política económica y de concesión de tierras agrícolas a consorcios extranjeros.

Rajoelina en el poder ahora fue resistido por la Unión Africana y la Unión Europea, trató de establecer lazos con China, pero también con Estados Unidos. Admirador de Joseph Biden y Kamala Harris, Rajoelina busca congraciarse con “la ola progresista yanqui”. Pero pronto Rajoelina se convirtió en otro fiasco. Se acercó al FMI, al Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo, y buscó inversiones de la Unión Europea y Estados Unidos. En la actualidad, Madagascar es uno de los países más pobres del mundo y, además, su zona meridional vive una devastadora hambruna que afecta a más de un millón de personas.

Pueden culpar al cambio climático por lo de la sequía de Madagascar. Pero las políticas neoliberales de los últimos 40 años han llevado al país a esta pobreza que hoy explota. Rajoelina nada hace por la situación y busca vender materias primas del país a los mercados occidentales (algodón, sorgo y ñame). El capitalismo malgache destruye al país y agrava la situación en el sur del país con esto del cambio climático.

Mauricio Piñero
Mauricio Piñero

Cuentan las crónicas que nació como el hijo de nadie. Luchando por la Patria Grande, como Internacionalista y antiimperialista. Tripero de alma y cuerpo, siempre junto a la patriada barrial. La historia descolonizada es mi pasión como docente de la Escuela Pública y de los barrios. Las noticias sobre los pueblos que luchan como forma de viajar hacia una verdadera justicia social global.

Uruguay: Lacalle Pou y el péndulo entre China y Estados Unidos

Uruguay: Lacalle Pou y el péndulo entre China y Estados Unidos

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

América Latina es otro de los escenarios de la disputa entre las dos potencias más poderosas del momento: Estados Unidos y China. La disputa que vienen desarrollando estos dos gigantes, con múltiples facetas y aristas, emerge en esta región de manera comercial hasta el momento. Uruguay no está exento de esta contienda y el gobierno del derchista Luis Lacalle Pou se mueve de manera pendular entre el águila del norte y el tigre asiático.

El canciller Francisco Bustillo se reunió la semana pasada con la subsecretaria de Estado estadounidense, Wendy Sherman, de recorrida por Sudamérica, a quien le  planteó la posibilidad de mejorar las relaciones comerciales con Estados Unidos, para permitir un mayor acceso de los productos uruguayos a ese mercado.

Sostuvo (en el semanario Búsqueda)  que Uruguay puede negociar un acuerdo con China, pero debe cuidar que respete “el orden internacional basado en reglas” y tener presente que el gobierno chino no siempre cumple con los “compromisos” asumidos.

▷ EEUU toca la puerta de Uruguay mientras avanza negociación de TLC con China – Noticias Uruguay – Noticias por el Mundo

En este sentido, Sherman planteó que la administración Joe Biden tiene plena disposición para ello, en particular dentro del marco del Acuerdo Marco de Comercio e Inversión (TIFA), suscrito entre ambos países en 2008.

De hecho, en agosto de este año, Bustillo había encabezado la novena reunión del Consejo Bilateral del TIFA, la primera desde que Joe Biden es presidente de Estados Unidos, en la que participó el representante comercial adjunto de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental. “Uruguay es una economía fuerte, pero hablamos de maneras para profundizar y ampliar nuestras relaciones comerciales”, aseveró, antes de ilustrar que “EEUU es el comprador del 70% de los servicios de informática” uruguayos.

Consultada sobre cómo ve las negociaciones de Uruguay para un tratado de libre comercio con China y el avance del gigante asiático en América Latina, Sherman sostuvo que “todos los países deben explorar todas las opciones que se le presenten, siempre que lo hagan sobre las bases del comercio limpio y transparente”.

La visita a Montevideo de la subsecretaria de Estado es visto como una continuidad en el relacionamiento con los países latinoamericanos, luego del viaje del secretario de Estado Anthony Blinken, quien visitó Colombia y Ecuador en octubre. Estas visitas se encuadran claramente en una coyuntura donde el predominio de gobiernos de derechas es evidente. De igual manera, la penetración china a través de grandes montos de inversión, que no hace distinción por el signo de gobierno, es algo que tiene en vilo a Estados Unidos.

Mientras tanto, los países empobrecidos de Latinoamérica, ya sea por corrupción, saqueo, fuga de capitales, economías dependientes, o todo eso junto; se rinden ante los capitales que inyecta el gigante asiático para poder maquillar los números de sus economías a la interna.

EEUU consulta a Uruguay por su intercambio comercial con China – 08.07.2019, Sputnik Mundo

Al mismo tiempo que mantiene el curso fijo hacia el objetivo de firmar un tratado de libre comercio (TLC) bilateral con China, el gobierno uruguayo decidió que no acompañará la propuesta de rebaja del Arancel Externo Común (AEC) del Mercosur acordada por Brasil y Argentina.

En octubre los cancilleres de Argentina y Brasil anunciaron un acuerdo bilateral para proponer a los demás socios una rebaja de 10% del AEC. Poco después Paraguay expresó su apoyo a la idea. El rechazo a ese paso deja a Uruguay en una posición solitaria.

En abril el gobierno uruguayo había expresado disposición a apoyar una rebaja del AEC más ambiciosa que la acordada en octubre por los socios grandes del Mercosur y pidió flexibilidad para poder negociar con terceros. Pero después de que no logró que ese planteo de flexibilización prosperara, anunció que intentaría acordar tratados comerciales aun sin el respaldo expreso de los socios del bloque.

En octubre, la Cancillería envió a diversas gremiales un documento con consultas específicas “sobre el eventual impacto” del TLC con China. Son seis preguntas, entre ellas: “¿Cómo entiende que impactará un acuerdo comercial entre China y Uruguay para el país en general?”; “¿Cómo entiende que el acuerdo impactará en su sector de actividad, particularmente en materia de comercio exterior (exportaciones e importaciones), inversiones y empleo?”.

Se suman a éstas “¿Qué fortalezas y oportunidades conoce o detecta para su sector en el mercado chino?”; “¿Qué políticas públicas habría que implementar para coadyuvar a concretar las oportunidades comerciales identificadas en la pregunta anterior?”; ¿Qué debilidades o amenazas detecta para su sector de un eventual acuerdo entre Uruguay y China?”; “¿Qué políticas públicas recomendaría implementar para mitigar o compensar las debilidades y amenazas detectadas (plazos de desgravaciones, apoyos, etc.)?”.

Según académicos y pequeños empresarios, un acuerdo bilateral pondría en riesgo de 25.000 a 35.000 puestos de trabajo, sin contar posibles daños mayores si las relaciones con el Mercosur empeoran.

Mientras, cuatro exministros de Economía de distintos partidos políticos aludieron a la cuestión de la inserción externa del país a futuro. En el marco de una charla organizada por la Academia Nacional de Economía, el nacionalista Ignacio de Posadas (1992-1995) habló de ir en general por el camino de “medidas incrementales” porque a su entender no “hay en el país humor para que se planteen reformas de fondo”.

En cuanto a la apertura comercial, opinó que “no es fácil (…), pero es esencial por razones económicas, culturales y políticas”. El colorado Luis Mosca (1995-2000) fue enfatizó la conveniencia de que Uruguay solicite “en el menor tiempo posible” su adhesión al (Transpacific Partnership). “En otro momento, en otro contexto del Mercosur, no hubiera sido posible lanzarnos a esta aventura, hoy sí”, alegó Mosca.

Después de reivindicar algunas acciones de los gobiernos frenteamplistas, también en materia de aproximación a China, Álvaro García (2008-2010) señaló: “Lo único que cabe es desearle la mayor suerte posible al gobierno” para llevar a Uruguay lo “más adelante que pueda ir” sin “romper el Mercosur”.

Ricardo Zerbino, otro exministro (1985-1990) e integrante de una de las familias de la oligarquía nacional, apoyó el planteo de Mosca en cuanto a una adhesión al TPP11. Para Uruguay eso “está servido en bandeja. Si no agarramos la masita, a lo mejor la bandeja se va”, afirmó. Además, señaló, Argentina y Brasil también estarían en condiciones de aplicar a la membresía a ese tratado.

Estas cuatro disertaciones no demuestran consenso, ni implican un acuerdo democrático. Deja en claro lo compatibles que son las políticas progresistas con respecto al neoliberalismo y su coincidencia en macroeconomía con los gobiernos de derechas en muchas ocasiones. Es innegable el avance chino y las implicancias que eso conlleva.

Ahora, cuando este TLC arruina la testimonial industria uruguaya, solo beneficia a los agroexportadores y destruirá más de 25.000 empleos, hay consenso de cuatro economistas de distinto signo. No es que hay una coincidencia por el país, es otra batalla más que ganó el neoliberalismo por la sumisión de los países periféricos.

Artículo publicado originalmente en Periferia

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

Vienen por todo

Vienen por todo

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Esta afirmación es algo que venimos sosteniendo desde hace algún tiempo. Era sabido que esté quien esté en el Despacho Oval, EEUU cree que Nuestra América les pertenece y en este contexto de decadencia eso se vuelve aún más peligroso para nuestros pueblos.

Hace ya algún tiempo se viene advirtiendo que EEUU está en franco repliegue y que el control de Nuestra América es el territorio vital para poder sobrevivir como uno de los actores de peso a nivel mundial.

El complejo escenario afgano

Muches analistas calificaron la salida de EEUU de Afganistán como apresurada, desprolija y un largo etcétera de críticas al gigante del norte sindicando que éste había perdido en Afganistán. Sin embargo, la retirada norteamericana podría leerse como una retirada estratégica: dejar un polvorín difícil de controlar, financiar al ISIS-K, complicar los negocios chinos e iraníes en la región y un largo etc.

De ello da cuenta por qué rusos, chinos e iraníes están intentando acelerar las vías diplomáticas para acercar posiciones don los Talibanes y ordenar lo antes posible el escenario. De ello da cuenta el analista brasileño, Pepe Escobar en un reciente artículo publicado en el Asia Times.

China toma la delantera

La retirada (formal) de los norteamericanos, puso al descubierto nuevamente que el “terrorismo” es no sólo una práctica ampliamente conocida por los EEUU, sino utilizada, financiada y creada.

Lo cierto es que China no sólo está tomando la delantera en materia tecnológica, de inteligencia artificial o como “fábrica del mundo”, sino que esto a su vez está modificando hasta la propia cartografía marítima y cómo se desplazan las mercancías a través del planeta. Al respecto el analista Germán Gorraiz López hace un minucioso estudio de cómo podría cambiar las rutas y el impacto global que ello significaría.

La tarea: Frenar a China

EEUU sigue haciendo pasos desesperados por revertir la tendencia. Eso fue el AUKUS, cuerdo militar del que hemos hablado en anteriores oportunidades y que no es más que una alianza militar con quienes siempre fueron sus socios, para intentar contener a China en lo que ésta reclama como su mar.

El problema es que así y todo, más allá de que los norteamericanos hayan logrado convencer a Australia, Japón o Taiwán de enfrentarse al gigante asiático, para el resto de la región EEUU no tiene nada que ofrecer. Tal como lo señala el economista brasileño, Tulio Ribeiro, los norteamericanos no tienen la capacidad económica para enfrentar a la iniciativa de la Franja y la Ruta de China.

¿Una guerra convencional con China?

EEUU sabe que saldría perdiendo ante un enfrentamiento con el gigante asiático. No por que EEUU no pueda vencer militarmente a China, sino por quienes podrían involucrarían en ese conflicto.

El otro problema que tienen los norteamericanos, en palabras del analista uruguayo Raúl Zibechi, es el conflicto interno. Una sociedad que en las últimas décadas ha visto como una generación entera perdía la empatía, cómo se encerraba en sí misma al punto de perder la sociabilidad y el compromiso.

Este fenómeno está preocupando a los norteamericanos porque según un estudio “el 71% de los jóvenes estadounidenses entre 17 y 24 años no son elegibles para servir en el ejército, es decir, 24 millones de los 34 millones de personas de ese grupo de edad“. Si se mira esta cifra en detalle, la imposibilidad de que muchos jóvenes entraran en el ejército se debe: “el 32% es por razones de salud, el 27% por escasas aptitudes físicas, el 25% por no haber finalizado la secundaria y el 10% por presentar una historia criminal”.

En este punto cabe destacar la reflexión del analista uruguayo quien sostiene que no hay que olvidar que la capacidad militar “depende más de la entereza de los seres humanos que de las máquinas”.

A este problema se suma que China está avanzando considerablemente en sus capacidades militares; que sigue avanzando en su vinculación comercial, financiera y política con la gran mayoría de los países del mundo; y que los EEUU están manejando muy mal el tema migratorio y de inversiones en Nuestra América, motivo por el cual el analista mexicano Alfredo Jalife Rhame sostuvo recientemente que el país del norte “pierde Latinoamérica ante China por su pésimo manejo migratorio y su falta de inversiones”. De hecho, ya hay países del continente que son parte de la famosa Iniciativa de la Franja y la Ruta.

La caída norteamericana puede ser un sisma para la región

La retirada de Afganistán tranquilamente puede haber sido una retirada estratégica, dejando un caos aquel país para focalizar sus cañones en nuestro continente. Un continente que creen que es de su propiedad.

Al punto tal que esta semana medios oficiales de la República Islámica de Irán, dieron a conocer como frustraron el robo del contenido de un barco petrolero iraní en el Golfo de Omán. Petróleo que fue recuperado por fuerzas iraníes pero luego de un breve enfrentamiento militar con fuerzas nosteamericanas. Un hecho de piratería en aguas internacionales que lisa y llanamente pone al descubierto la desesperación de los EEUU.

El combo antes mencionado, pone a los EEUU en la apremiante situación de recuperar el control de Nuestra América si es que pretenden seguir siendo un jugador de grandes ligas como hasta ahora. Por este motivo el obstinamiento sobre Nicaragua, Cuba y Venezuela. Porque desde la lógica imperial, son malos ejemplos a seguir, obviamente no sólo porque no siguen los designios de la Casa Blanca, sino porque los combaten.

Lo dicen sin tapujos

Días recientes el sociólogo y politólogo argentino Atilio Borón citaba dos declaraciones de personeros del imperio que como mínimo hay que tener en el radar: La primera relacionada con los dichos de quien fue elegido por la administración Biden para ser el Embajador en Argentina, Marc Stanley. Este personero del imperio sostuvo que nuestro país es un “hermoso bus turístico pero cuyas ruedas no funcionan bien” y aclaró que trabajará con sectores locales –básicamente- para que Argentina no haga acuerdo con China respecto al 5G, para que se condene a Irán y Hezbollah por el atentado a la AMIA y para que se firme rápidamente (y sin chistar) un acuerdo con el FMI.

A las barbaridades expresadas por quien puede llegar a ser el Embajador de EEUU en Argentina, hay que acoplar las declaraciones del general Mark A. Milley, Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos quien en una ceremonia en el Cuartel General del Comando Sur (en la que asumió Laura Richardson como nueva jefa) donde afirmó que el “este hemisferio (el occidental) nos pertenece a nosotros y a nadie más”  a lo cual agregó que “estamos hombro con hombro en esta causa común para proteger a nuestro hemisferio de cualquier amenaza internacional.”

Las declaraciones de Milley obviamente hacen alusión a no seguir perdiendo terreno en el continente ante el avance de las relaciones con países como China, Rusia o Irán, fundamentalmente del gigante asiático.

En este sentido vale recordar las declaraciones del Secretario de Defensa de Biden, el general Lloyd J. Austin III, quien hace no mucho tiempo sostuvo que la misión del Comando Sur es trabajar en estrecho vínculo con los gobiernos de la región para “combatir” a las “malignas influencias” que merodean Nuestra América.

En este contexto de Doctrina Monroe a cara descubierta nuestro país negocia con el Fondo Monetario Internacional la impagable deuda contraía por el gobierno de Mauricio Macri, en este contexto se dan las presiones para devaluar, en este contexto la derecha profundiza su discurso de odio y propone una destrucción más rápida de nuestro país.

Como decía Stella Calloni en una entrevista radial reciente, no estamos discutiendo con los personajes de cartón que están en la Argentina representando o haciendo de voceros de las corporaciones y del imperio. Estamos discutiendo contra toda esa brutalidad imperial.

El devenir de nuestro país y de toda Nuestra América, como ya se ha dicho en anteriores oportunidades, dependerá -fundamentalmente- de la fortaleza de nuestros gobiernos y pueblos y de las luchas que estemos dispuestos a dar, en definitiva de si estamos o no a la altura del desafío histórico que se nos presenta.

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

EEUU se reacomoda geopolíticamente sin el uribismo

EEUU se reacomoda geopolíticamente sin el uribismo

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Todo tiempo pasado fue mejor, sobre todo si lo dice un imperio en declive. La hegemonía estadounidense que lo convirtió en el polo dominante de la geopolítica mundial tras el fin de la “guerra fría” está sufriendo golpes que parecen mortales.

Ante este panorama, los Estados Unidos han decidido que lo mejor es mirar al pasado y volver al mejor escenario posible para sus intereses. Desde el “Haz América grande otra vez” de Trump hasta el “reconstruir el mundo mejor” de Biden, todas sus iniciativas miran ya con nostalgia el tiempo que pasó y evidencian la inminencia del cambio que no les favorece.

Pero mientras el poder creciente de China y Rusia apunta a construir un mundo multipolar, o al menos tripolar, Estados Unidos intenta dividir de nuevo el mundo en dos: quienes están a su favor y quienes están en su contra, para regresar al mundo bipolar en el que supo manejarse durante más de cuatro décadas.

El problema para América Latina y el Caribe es que, en ese intento de volver a partir el mundo en dos, controlarla es imprescindible para los Estados Unidos, que la considera tan suya que ve como un problema de seguridad interna cualquier insubordinación de los Estados soberanos que la conforman o rebelión de sus pueblos.

Los primeros pasos del B3W sobre América Latina y el Caribe

Durante la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático número 26 (COP 26) que se realiza este año en Escocia, Joe Biden presentó nuevamente la iniciativa Build Back Better World (B3W) que ya había sido lanzada hace unos meses en el encuentro del G7, con la que Estados Unidos pretende competir con la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China para, en primera instancia, frenar el avance del gigante asiático en la región.

En esa conferencia lo acompañaron representantes del G7 y asistieron, entre otros, los presidentes de Colombia, Ecuador, Panamá y Costa Rica, quienes ese mismo día acordaron la conformación de un Corredor Marino del Pacífico este tropical, que en principio se plantea como la ampliación de zonas marítimas protegidas para la conservación de la biodiversidad abarcando el Parque Nacional de Gorgona y el santuario de flora y fauna de Malpelo, en Colombia; la isla de Coco, en Costa Rica; Galápagos, en Ecuador; y la isla de Coiba, en Panamá.

La realidad es que este cinturón de 500 mil kilómetros cuadrados está inmerso en el plan de infraestructura presentado por Biden y se plantea como una “zona ecológica libre de pesca”, específicamente para impedir la pesca de barcos chinos.

Corredor marino del Pacífico este tropical – Misión Verdad

Lo más importante que esconde este acuerdo son las actividades militares en el archipiélago de Galápagos, al que el ex ministro de Defensa de Ecuador, Oswaldo Jarrín, describió como un “portaaviones natural” cuando el gobierno de Lenín Moreno autorizó a los Estados Unidos a ejecutar la ampliación del aeropuerto de San Cristóbal ubicado en ese territorio insular, para la instalación de radares y la operación de aviones estadounidenses.

Israel, el último salvavidas del uribismo

A pesar de que Iván Duque cumpliera la tarea asignada de conformar este cinturón en el Pacífico para articularlo al B3W, sus relaciones con el actual gobierno estadounidense son escasas, lo que de todos modos no impide que las coordinaciones militares continúen su curso ni que avancen los intereses económicos de los Estados Unidos en Colombia.

Así lo demuestran los tres altos funcionarios del gobierno estadounidense que visitaron Colombia estos últimos dos meses.

En septiembre Craig Faller, quien había sido designado por Donald Trump, estuvo en Colombia durante su última gira por la región antes de entregar su mando en el Comando Sur a la generala Laura Richardson.

Pocos días después llegó Daleep Singh, asesor adjunto de seguridad nacional del actual presidente estadounidense. Singh estuvo acompañado por David Marchick, director de la Corporación Financiera de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional; Ricardo Zúniga, subsecretario adjunto de Estado principal para Asuntos del Hemisferio Occidental y enviado especial para el Triángulo Norte; así como funcionarios de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), del Departamento de Comercio, del Departamento del Tesoro. La tarea fundamental de Singh fue precisamente avanzar con la B3W y, a juzgar por su recorrido, la conformación de este cinturón en el Pacífico este tropical.

Cerró el ciclo de visitas Anthony Blinken, Secretario de Estado, quien en la rueda de prensa que diera junto al presidente colombiano le hizo el reclamo por las violaciones de derechos humanos ocurridas en el contexto de represión al Paro Nacional en Colombia. Seguramente un poco para satisfacer las demandas de sus ONG y algunos sectores del Partido Demócrata estadounidense y, más que todo, para lavarse las manos ante la opinión pública de los crímenes que se comenten con su definitivo apoyo financiero, policial y militar.

Blinken también destacó la importancia que tiene para su país la crisis migratoria, pero no la venezolana sino la de haitianos y haitianas que han llegado al tapón del Darién, frontera de Colombia con Panamá, en su mayoría provenientes de Chile. El énfasis lo hizo justamente en la incorporación de Colombia a la iniciativa B3W.

Pero desde que Biden asumiera la presidencia en enero de este año, ningún encuentro entre los presidentes de ambos países se había dado hasta la pasada cumbre COP26, a pesar de los ingentes esfuerzos del presidente uribista que incluso fue dos veces a Washington este año. Añadiendo otra razón para que la oligarquía colombiana perciba la urgencia de una salida definitiva del uribismo de la Casa de Nariño.

Por esta razón, Duque sobredimensionó mediáticamente su saludo con Biden durante esa corta reunión para el lanzamiento de la B3W, pero la verdad es que el presidente colombiano fue solo uno más y nunca logró una reunión bilateral con el jefe de la Casa Blanca.

Es evidente que Biden no tiene interés en vincularse al uribismo que cerró filas con Trump durante las pasadas elecciones estadounidenses y se aproxima a una debacle electoral. Es previsible que en su lugar, la Casa Blanca decida apoyar candidaturas más moderadas o incluso progresistas en las próximas elecciones en Colombia y por similares razones, también en Chile. Y aunque hay elementos para pensar que Trump pudiera volver a la presidencia norteamericana en tres años, de todos modos son malos tiempos para el uribismo.

Sin el paraguas de la presidencia estadounidense, el que parece ser el último gobierno de Uribe busca un refugio estratégico y ha acudido nada menos que a la protección del poderoso lobby sionista que tantos tentáculos tiene en Colombia.

Es por eso que hace pocos días Colombia reconociera como territorio marroquí al Sáhara Occidental, siguiendo los pasos de Trump para acercar a Marruecos e Israel. Lo que constituye un grave desconocimiento de la historia del pueblo saharaui e incluso de las disposiciones de la ONU.

Diez días después, el presidente colombiano inició su primera visita a Israel, donde comenzó hablando del tratado de libre comercio y terminó departiendo sobre las nuevas coordinaciones militares para combatir lo que los sionistas llaman “el terrorismo internacional”. El renovado apoyo del Estado sionista anuncia nuevos escenarios de guerra en los que el uribismo ve su tabla de salvación.

Con esta maniobra, Duque consiguió cambiar la foto más importante de la semana para describir el papel del gobierno colombiano en la geopolítica imperialista. La imagen del saludo distante que le dio Biden en la COP26 quedó desplazada por la del primer presidente colombiano que se arrodilla frente al muro de los lamentos.

Artículo publicado originalmente en el portal Misión Verdad

María Fernanda Barreto
María Fernanda Barreto

Escritora, investigadora y educadora popular colombo-venezolana, integrante de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad

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