Nuevos tambores de guerra en Afganistán

Nuevos tambores de guerra en Afganistán

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

“Que aquellos que llevaron a cabo este ataque, así como cualquiera que desee [hacer] daño a América (EE.UU.), sepan esto: No perdonaremos. No olvidaremos. Los cazaremos y les haremos pagar”, declaró durante un discurso desde la Casa Blanca el anciano presidente estadounidense.

Las críticas le llueven a Biden por sus actuaciones en Afganistán desde que los talibanes tomaron Kabul y fundaron de nuevo el Emirato Islámico. Hasta salió a hablar Donald Trump, diciendo que lo de la cuestión afgana no le sucedería a él.

El ataque en el aeropuerto de Kabul fue llevado a cabo por dos terroristas suicidas considerados del Daesh y que se conocen como ISIS-K (Estado Islámico de Khorasán).

Biden ordenó “desarrollar planes operativos para atacar los activos, el liderazgo y las instalaciones” del Estado Islámico. “Responderemos con fuerza y precisión cuando queramos, en el lugar que elijamos y de la manera de nuestra elección”, destacó.

Además, prometió aprobar un aumento del contingente militar de su país en Afganistán si es necesario. “He dotado al Ejército con todo lo necesario, si necesita fuerza adicional, se la otorgaré”, reiteró.

Así que los yanquis una vez más a las andanzas militares. Lo que se sospechaba: crear caos en Asia Central para volver a ver estos episodios trágicos. Y para que el mundo occidental y occidentalizado desinformado vea que el Islam es caos, atentados terroristas y muerte.

El ataque en el aeropuerto de Kabul fue llevado a cabo por dos terroristas suicidas considerados del Daesh deja mucho que sospechar. La prensa occidental lo llama “ISIS-K” y es el más extremo y violentode todos los grupos terroristas que se dicen islámicos y que operan en Afganistán. Fue creado en enero de 2015 en el apogeo del poder del Daesh en Irak y Siria, antes de que su autoproclamado califato fuera derrotado y desmantelado por una coalición liderada por Washington. Y aquí está lo peligroso. ¿Dónde atacará Estados Unidos para someter a ese “ISIS-K”?

Joseph Biden no sale del cuadro afgano y ahora promete enviar soldados yanquis si es necesario a Afganistán.

El grupo recluta tanto a afganos como pakistaníes, especialmente miembros desertores de los talibanes afganos que no ven su propia organización como “suficientemente extremista”. Fuentes de inteligencia han atribuido al grupo algunas de las peores atrocidades que han tenido lugar en Afganistán en los últimos años como ataques dirigidos a escuelas de niñas, hospitales e incluso una sala de maternidad donde, según informes, mataron a tiros a mujeres embarazadas y enfermeras. A diferencia de los talibanes, cuyo interés se limita a Afganistán, esta sucursal del Daesh o “ISIS-K” es parte de la red global del “Califato Islámico” que busca llevar a cabo ataques contra objetivos occidentales, internacionales y humanitarios donde sea que puedan alcanzarlos.

Este Daesh tiene su sede en la provincia oriental de Nangarhar en Afganistán, cerca de las rutas de tráfico de drogas y personas que entran y salen de Pakistán. En su momento de máximo poder, el grupo contaba con unos 3000 combatientes, pero ha sufrido bajas significativas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad estadounidenses y afganas, y también con los talibanes. Tiene grandes diferencias con los talibanes, a los que acusa de abandonar la yihad y el campo de batalla a favor de un acuerdo de paz con Estados Unidos negociado en Doha, Catar.Existen fuertes vínculos entre “ISIS-K” y la llamada red Haqqani, que a su vez está estrechamente vinculada a los talibanes. Todo un barro.

Lugar de Afganistán donde se encuentra el Daesh local.

Los militantes del Daesh representan ahora un gran desafío de seguridad para el gobierno talibán entrante, una preocupación que dicen compartir las agencias de inteligencia occidentales. Pero todo está muy turbio. Estados Unidos, tras la toma del poder de los talibanes el pasado 15 de agosto, dijo que el peligro terrorista real estaba en Siria y no en Afganistán. El Daesh es mencionado. Y surge este atentado. La inestabilidad afgana sigue en ascenso.

Estados Unidos no dudó en anunciar que volvería a Afganistán, pero no descartemos un ataque (otro de los tantos) a Siria. Washington ya teme los acercamientos de los talibanes con China, Rusia e Irán. Se le puede salir de las manos. Sigue el triste final abierto en Afganistán. Biden se responsabilizó de todo, y ahí se puede coincidir de que es el imperio el que arma semejante tragedia para el pueblo afgano. Y desde hace cuatro décadas.

Mauricio Piñero
Mauricio Piñero

Cuentan las crónicas que nació como el hijo de nadie. Luchando por la Patria Grande, como Internacionalista y antiimperialista. Tripero de alma y cuerpo, siempre junto a la patriada barrial. La historia descolonizada es mi pasión como docente de la Escuela Pública y de los barrios. Las noticias sobre los pueblos que luchan como forma de viajar hacia una verdadera justicia social global.

El Reino: la realidad supera la ficción

El Reino: la realidad supera la ficción

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

El pasado 13 de agosto se llevó a cabo el estreno de una mega producción de la plataforma Netflix, situándose en Argentina y analizando temas, a priori, llamativos. La serie titulada “El Reino”, obra escrita por Claudia Piñeiro y dirigida por Marcelo Piñeyro, encarna la situación del pastor Emilio Vázquez Pena candidato a vicepresidente de la República Argentina, interpretado por Diego Peretti, que, tras la muerte de su compañero de fórmula a manos de un trabajador de su iglesia, suplanta su puesto para seguir por la carrera presidencial. 

Actores y actrices como Mercedes Morán, personalizando a la pastora Elena, o el “Chino” Darín como el abogado y mano derecha de la familia, entre otras figuras de la industria cinematográfica argentina, muestran una realidad poco visible de lo que ocurre puertas adentro de los conocidos templos de Dios.

A raíz del impacto que desencadenó la serie, los sectores más influyentes de la comunidad eclesiástica argentina reaccionaron de manera negativa, atacando e intentando censurar la difusión de esta, y alegando que la obra de ficción estigmatiza y deslegitima la fe de quienes creen en este tipo de instituciones.

Los ataques recibidos por parte de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) y los seguidores de la misma hacia la autora de la obra se encontraron con el repudio del elenco de la serie y de la Unión Argentina de Escritoras y Escritores, que concluyó en un comunicado por la red social Twitter: “Vivimos un tiempo atravesado por una reacción conservadora que pretende cercenar derechos, silenciar a quienes piensan distinto y atacar la creación artística confundiendo deliberadamente la realidad con la ficción”, y enfatizaron en el cierre:  “mucho más cuando el ataque va dirigido a una sola persona, cuyo trabajo se ve perjudicado por estas acciones de censura”.

Claudia Piñeiro / SILVINA FRYDLEWSKY

Intentar analizar los sucesos ocurridos como un hecho aislado por la repercusión de la obra, es una manera sesgada de enfrentar la realidad con la que vivimos. La historia se repite constantemente: sectores reaccionarios del clero oponiéndose a procesos sociales que constituyen un paradigma distinto a la hegemonía eclesiástica. 

Ampliaciones de derechos como el aborto, movimientos feministas y LGBTIQ+ o, en este caso, un producto que realiza una crítica a una indiscutible fisonomía de la iglesia conservadora incapaz de reinventarse, son algunas de las discusiones en boga en las cuales se posiciona firmemente en contra. 

La pregunta es por qué la escritora recibió todo tipo de ataques y el director de la misma no fue siquiera nombrado por dicho sector. Esto denota una clara misoginia a la hora de criticar y, a su vez, una doble vara que influye dependiendo en qué posición de privilegio se encuentra, en este caso, quien llevó a cabo los procesos de filmación. Claudia Piñeiro no solo fue criticada por ser mujer, sino por ser feminista o por posicionarse a favor de la legalización del aborto, lo cual es injustificable e intolerable en una sociedad donde todes tienen derecho a expresarse y opinar libremente sin perjudicar a otres. 

Un aspecto interesante de abordar es que, aunque cierta esencia de la serie está basada en hechos de la realidad y existan puntos de pensamiento en común, no deja de ser una ficción y debería tomarse como tal. Llama la atención, no obstante, el fervor con el que estos sectores expresan su descontento al “generalizar” en cuanto a temas referidos a abusos de poder o situaciones que son más comunes de lo que parecen. Al llevar el debate por este camino, se corre el foco del problema real que estamos abordando, que es que estos abusos existen, y que no solo deben dejar de suceder, sino que se debe penar y repudiar a quienes ejercen este tipo de prácticas.

La religión en la escena política

El bautismo de Bolsonaro en el río Jordán

No es extraño ver a los partidos de ultraderecha trabajar de la mano con los sectores evangélicos o cristianos más duros, y que, a su vez, gracias a estas instituciones, acceden al poder mediante los Value Votes, o votos de valor.

En Brasil, por ejemplo, durante las últimas elecciones de 2018, Jair Messias Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), obtuvo más del 55% de los votos llegando a la presidencia contra el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad. Lo relevante es que un 22,2% de la población brasileña es practicante del cristianismo evangélico, teniendo lo dicho en cuenta, es fácil encontrar un hilo conductor con los hechos ocurridos en 2018. 

Pero el presidente del país vecino no es el único caso de esta magnitud, teniendo en cuenta cómo llegó al poder Donald Trump en Estados Unidos, el crecimiento acelerado del partido Vox en España o, si se quiere, el partido NOS en Argentina, habiendo dirigentes que justifican el intento de censura de la popular tira de Netflix.

Otro suceso relacionado al fanatismo religioso fue el del golpe de estado de 2019 a Evo Morales en Bolivia, donde Jeanine Añez se autoproclamó presidenta acompañada por los sectores más importantes del Evangelismo. Tal fue así que cuando asumió el poder levantó en sus manos “Los Cuatro Evangelios”, demostrando su desprecio hacia el Estado Plurinacional de Bolivia y los diferentes credos que lo integran.

Asunción de Jeanine Añez

Es imprescindible entender que “El Reino” no va en contra de la fe religiosa de los practicantes del evangelismo, sino que hace una crítica hacia las instituciones y el poder que estas tienen para influir y en cierto punto pujar en favor de sus intereses en la mayoría de los países, y más específicamente en Latinoamérica. 

Piñeiro afirma en una entrevista reciente que “eso no tiene nada que ver con los creyentes, tiene que ver en todo caso con las iglesias y con algunos personajes dentro de esas iglesias que hacen esos pactos”, en referencia a los ataques de los sectores del poder eclesiástico, y añade: “Porque claramente hay ciertos partidos, sobre todo partidos de extrema derecha, que comparten agenda en cuanto a derechos humanos, derechos de las mujeres, etcétera, con algunas partes del catolicismo, del evangelismo, muy conservadoras”.

El crecimiento de esta religión no solo está logrando desplazar al catolicismo, sino que crece a pasos agigantados. En países de Centroamérica como Honduras o Nicaragua los datos revelan que uno de cada dos habitantes practican el evangelismo, y en países como Costa Rica, si bien sigue existiendo una hegemonía del catolicismo, los creyentes del cristianismo evangélico duplicaron su porcentaje del 9% de la población al 21%, caso similar al argentino. 

Asimismo, gana espacios de poder en los gobiernos, adquiriendo bancas en los congresos y predicando sus valores que, a sus ojos, son los únicos válidos, como así también comprando espacios en medios de comunicación donde su alcance crece exponencialmente.

Para bien o para mal, estas cifras son, cuanto menos, interesantes, ya que, en gran parte, la eficacia de su avance se encuentra en un discurso profundamente carismático, con la capacidad de curar a sus fieles, pero también recaudando parte de sus ingresos. Esto va de la mano de la situación social en la que se encuentra una parte de la sociedad con menos recursos económicos o países en crisis, encontrando en este tipo de credos una especie de esperanza para sobrepasar los infortunios que deriva el contexto en el que habitan.

Es imprescindible recalcar que las críticas hechas se dirigen a las instituciones y los valores que profesan, el odio hacia las personas del colectivo LGBTIQ+ -llegando a los casos extremos de recomendar o ellos mismos realizar “terapias de conversión” sin ningún sustento psicológico, científico o neurológico-, las mujeres, más si son feministas o defienden sus propios derechos, y a los partidos o dirigentes políticos que no se identifican con la ultraderecha o los modelos económicos liberales a los cuales estas instituciones tanto adhieren. Estos motivos expresan el peligro de la fuerte expansión de estos fanatismos religiosos y sus valores reaccionarios.


Referencias:

https://www.eldiarioar.com/cultura/reino-controversia-misoginia-evangelicofobia_129_8237149.html

https://www.latinobarometro.org/latOnline.jsp

https://www.youtube.com/watch?v=bgSNItOFglk&t=9s

https://www.perfil.com/noticias/opinion/el-reino-una-mirada-evangelica-marcelo-figueroa.phtml


Nicolás Van der Wedden
Nicolás Van der Wedden

Políticamente correcto, con excepciones. No solo soy del interior, sino que mis vecinos son vacas. Rompo la norma del estudiante de ciencia política vueltero e inentendible. Mis convicciones son fuertes: la patria es el otro.

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