Wendy Cruz: “Nos enfrentamos a gobierno, que quiere usar a la pandemia del COVID-19 para continuar en el poder a través de la fuerza y del fraude”

Wendy Cruz: “Nos enfrentamos a gobierno, que quiere usar a la pandemia del COVID-19 para continuar en el poder a través de la fuerza y del fraude”

TIEMPO DE LECTURA: 10 min.

Revista Trinchera dialogó con la militante de la Vía Campesina de Honduras, Wendy Cruz, quien analizó la situación que enfrenta el país ante un gobierno golpista que es inoperante para enfrentar al COVID-19.


¿Cuál era la situación general del país previa a la aparición de la pandemia?

La situación es bastante difícil para la población. Desde el 13 de marzo estamos en un total aislamiento social y eso ha significado una agudización de la problemática social de la población en general, ya que en Honduras el 67% de la población se encuentra en niveles de pobreza y eso significa que se han agudizado estas cifras.

Hay una protesta generalizada en los territorios, demandando al Estado ayuda alimentaria dado que no se puede salir a trabajar y el 60% de la población vive de lo que gana en su trabajo en el día a día. Es una situación bastante lamentable.

Ha quedado al descubierto toda la debilidad de la estructura social del país. Tenemos problemas graves en el área sanitaria, ya sea en la estructura como en el acceso a la salud, y ante la asignación de mucha cantidad de dinero, ha habido altos niveles de corrupción con el manejo de estos recursos para enfrentar al COVID-19.

La situación de inseguridad alimentaria se ha acrecentado enormemente. El gobierno ha hecho unos decretos donde pretende reactivar la producción alimentaria pero en mano de la agroindustria. Esto representa un gran peligro para las comunidades campesino-indígenas ya que no se está viendo el papel fundamental que juega este sector para la producción de alimentos a nivel local, y sobre todo para que la gente tenga acceso a los alimentos en sus territorios.

Para nosotros el tema de la producción campesino-indígena es fundamental para poder enfrentar esta crisis de seguridad alimentaria que se avecina. Realmente es una situación bastante grave.

Otra de las situaciones de gravedad que se han presentado es una “pandemia de violencia contra las mujeres”. En el país se han elevado los niveles de violencia contra las mujeres. Es una situación crítica a nivel nacional.

¿Cómo caracterizarías la actitud del gobierno nacional para enfrentar al COVID-19?

El accionar del gobierno es inoperante, incompetente, pero sobre todo corrupto. Con todos los recursos para enfrentar la pandemia, se han elevado los niveles de corrupción de manera espeluznante. Se han perdido 54 millones de lempiras (más de 2 millones de dólares) que estaban destinados a manejar la crisis. Prácticamente no han dotado de ningún insumo a los hospitales, no tenemos información real (fehaciente) de parte del Estado, la población está muy escéptica y no creemos en las cifras de contagiados que nos están dando.

Para identificar a las personas con COVID-19, sólo se están realizando entre 170 y 200 pruebas diarias, cuando se deberían hacer 2 mil pruebas diarias para una población de 8.5 millones de personas. Realmente han sido incapaces y ha quedado al descubierto la falta de gobernabilidad y la poca democracia que tenemos en el país.

Nos enfrentamos a un Estado, a un gobierno, que como estrategia quiere usar la pandemia del COVID-19 para continuar en el poder a través de la fuerza, del uso de las armas y del fraude. Para nosotros es un gobierno incapaz de manejar la situación. Sobre todo han partidizado el problema y no han convocado a los demás sectores para enfrentar la pandemia como sociedad.

¿A qué le atribuís la actitud adoptada por el gobierno?

Esta actitud del gobierno responde a intereses mezquinos de los grupos de poder, de la clase política, de empresarios que están cercanos al gobierno haciendo negocios, y sobre todo a las intenciones del gobierno de perpetuarse en el poder.

En el país teníamos pendiente las reformas a la ley electoral para mejorar los niveles de transparencia para el próximo proceso. Esto seguramente no se va a dar dado que están utilizando la crisis como excusa. Aquí todo es prioridad la pandemia, pero al mismo tiempo están abandonando otras crisis que tenemos como sociedad: el acceso a la salud, crisis educativa, la falta de inversión para la producción agrícola. Todo está relacionado con perpetrarse en el poder a través de la fuerza para seguir profundizando el modelo económico neoliberal, que ha sido un fracaso para asegurar el bienestar de la sociedad hondureña.

¿Qué efectividad consideras que tienen las medidas adoptadas?

La medida del aislamiento social absoluto la están utilizando para tramar procesos que van en contra de la democracia. Esta situación la están utilizando para elevar los niveles de corrupción que ya existían en el país. Consideramos que las medidas son fundamentalmente clasistas porque no están contribuyendo para el bienestar social de más del 70% de la población. Nos están sumergiendo en una crisis social peor a la que ya había.En el país se están anunciando despidos masivos, acabando con los pocos puestos de trabajo formal que existían.

Esta situación nos está hundiendo en una crisis económica, social y política de mayor profundidad a la que veníamos arrastrando desde el golpe de estado en 2009. Estamos sumamente preocupados porque hay un futuro incierto. No sabemos cómo vamos a sobrevivir ni cómo será la situación post pandemia.

¿Cuál ha sido la actitud de la oposición en esta situación? ¿Actuaron con prudencia y colaborando a mejorar o aprovecharon para golpear al gobierno?

La oposición ha presentado un pliego de 30 medidas, el problema es que en el Congreso Nacional no hay lugar para presentar ninguna propuesta de ley porque todo está manipulado desde el poder ejecutivo. Se hace lo que manda el Presidente.

La realidad es que no vivimos un proceso democrático, ni de separación de poderes. Por eso es muy difícil que las propuestas de la oposición lleguen a buen puerto. Realmente no hay apertura por lo que no creemos que se pueda lograr ninguna de ellas porque el oficialismo tiene el control absoluto del congreso. Esta situación la aprovechan para hacer lo que se les antoja en contra del pueblo hondureño.

¿Cómo repercutió este nuevo escenario en la economía nacional?

Prácticamente ha desestabilizado lo poco que teníamos en el país. Han despedido a mucha gente en el marco del COVID-19. La economía a nivel nacional está totalmente cerrada, y hay que recordar que nuestra economía ya era bastante débil.

Honduras depende en gran medida de la economía informal y producto de las restricciones, la gente no ha podido salir a trabajar. No se avizora un panorama bueno. Sumado a esto, el gobierno se ha aprovechado para seguir endeudandoal país y ha sido muy poco transparente en el manejo de los recursos supuestamente destinados a enfrentar la pandemia.

Para tener una idea, Honduras es el país con el mayor presupuesto para enfrentar la pandemia en toda la región centroamericana.

¿Cómo repercutió la pandemia en el día a día del pueblo?

Es una calamidad doméstica. Mucha gente en huelga de hambre, otras en protesta. La verdad que la situación de los hondureños es bastante lamentable. La gente prácticamente no tiene acceso a la comida. A nivel nacional se ha encarecido en un 20% la producción de alimentos, sin que el Estado haya tomado alguna acción de coerción para poder controlar la especulación.

La violencia doméstica está en niveles muy elevados a escala nacional, es prácticamente una pandemia de violencia contra las mujeres. Estamos muy preocupados porque se ha desprotegido el cuidado de otros problemas como el Dengue. En nuestro país el dengue se está cobrando más vidas que el COVID-19 y el gobierno sólo ha focalizado hacia el segundo. Está claro que lo está haciendo con la intención de beneficiarse de los actos de corrupción.

Es una situación muy difícil. En las comunidades no hay comida, en las ciudades la gente no tiene dinero para comprar su comida, los niveles de stress son cada vez mayores porque no saben si perderán o no sus trabajos, no hay ningún nivel de seguridad, no se sabe hasta cuándo va a durar la pandemia y que si nos toca ir a un centro de salud lo más probable es que nos encuentre la muerte ya que tenemos uno de los sistemas sanitarios más débiles de América Latina.

¿Qué rol están jugando las FFAA en esta particular situación?

En particular, el rol de las Fuerzas Armadas ha sido frenar la movilización de la gente, hacer que se respete el toque de queda absoluto. También se les ha conferido la distribución de alimentos, por lo menos en las principales ciudades como lo son Tegucigalpa y San Pedro Sula. Pero la principal función es mantener la coerción para que no podamos salir a las calles, frenar a toda la gente que quiere que se abra la economía (particularmente la informal, que es la gente que vive del día a día).

Sin embargo ha habido denuncias permanentes sobre el abuso de autoridad de parte de las fuerzas armadas hacia la población cuando toman a personas que no les corresponde andar en las calles. Es lamentable que siempre se use la fuerza desmedida para controlar a la ciudadanía. Creo que esto también es un método para infundir miedo e ir posicionando en el imaginario de la población, que ellos (el gobierno) tienen el control a través de las armas.

Más allá de las medidas oficiales ¿Cómo está haciendo el pueblo en general para sobrellevar esta situación?

La gente se ha tenido que organizar, primero para salir a las calles a demandar alimento, segundo en las comunidades haciendo ollas comunes para poder enfrentar la hambruna de forma colectiva. Por ejemplo algunas mujeres de las áreas rurales y de los pueblos indígenas están preparando sus tierras para poder sembrar en la siembra de primera, ya que se avizora que va a haber escasez de alimentos en el país.

Esta situación nos está dejando muchas lecciones. La gente se está organizando en sus comunidades para hacer cercos y tener un control sobre quiénes entran y quiénes salen, pero sobre todo para poder tener un control de que la gente haga 14 días de cuarentena si vienen de las ciudades, dado el peligro de contagio.

Pero, sobre todo, a lo que más miedo le tiene la gente es a que no tenemos un sistema de salud que nos pueda garantizar condiciones de recuperación del virus. Por eso hay un proceso de organización espontánea en las comunidades, en las aldeas y en los barrios.

¿Cuál es la actitud de los empresarios?

No han sido para nada solidarios con el pueblo. Hay excepciones de algunos empresarios, pero en su mayoría han exigido al gobierno de Honduras, algunas medidas económicas que les alivie las pérdidas durante este mes y están haciendo presiones para poder abrir los comercios poco a poco y con algunas medidas de seguridad, pero esto no garantiza ninguna medida de solidaridad.

Por ejemplo, se aprobó el PCM Nº33, que es la reactivación de la producción agrícola de alimentos en el país pero está orientada a que sea manejado únicamente por la agroindustria. Esto significa que va a comer el que tenga dinero en este país. Reitero, más del 67% de la población está en la pobreza y no tiene trabajos formales, por lo cual va a comer un 30% de la población (una minoría) y el resto vamos a tener que padecer una profunda hambruna, producto de la falta de acceso al empleo o de acceso a los recursos productivos para poder producir nuestro propio alimento.

Los empresarios no están jugando a construir de forma colectiva y enfrentar de forma colectiva la crisis. Lo que están viendo es cómo pueden seguir generando sus ganancias a costa de la mayoría del pueblo hondureño.

¿Cuáles crees que serían las medidas más urgentes que debería adoptar el gobierno en este contexto, entendiendo las particularidades del país?

En principio debe fomentarse la producción de alimentos en las familias urbanas y rurales, pero a nivel de las comunidades y las familias y no en manos de los terratenientes o de la gran agroindustria. Producir la comida de los y las hondureñas es urgente, de lo contrario padeceremos hambre.

Por otro lado debe fortalecerse el sistema de salud del país. Esta situación de debilidad estructural es la que genera mucho pánico entre la población, porque sabemos que ese sistema no nos garantiza ningún bienestar si nos llegamos a enfermar.

Por otro lado la necesidad de estandarizar el acceso a la educación a nivel nacional, a través de los medios digitales (cosa que no tenemos en el país). Hay una crisis profunda donde se puede perder el año lectivo del país.

Otro de los retos es que se manejen los fondos de manera transparente. Es urgente para la corrupción ya que eso nos ha dejado prácticamente en la total indefensión al 67% de los hondureños.

Deben focalizarse en el presupuesto general de la república, debe invertirse más en los asuntos sociales y del bienestar general de la población y deben disminuir los altos presupuestos que tienen las fuerzas de seguridad (FFAA). Un país tan pobre no puede seguir invirtiendo más recursos en las FFAA que en la producción de alimentos, la educación o la salud.

También está el gran reto de atender esa pandemia de violencia que hay contra las mujeres. Es una violencia indiscriminada que cada día se descontrola más.

Sin dudas tenemos muchos retos como hondureños y hondureñas. Sobre todo cómo fortalecemos los procesos democráticos del país. No es posible que se sigan aprovechando de las crisis para perpetuarse en el poder. Urge tener procesos de organización, locales, territoriales y de todas las formas, porque lo que nos espera no será nada fácil para los próximos años.

101 años: Evita Eterna

101 años: Evita Eterna

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Martina Panella* y Felipe Bertola**

El 7 de mayo de 1919 nacía, en La Ciudad de Los Toldos, Eva Duarte. Hasta hoy, la responsable de las bases de nuestra patria, sobre las cuales seguimos soñando y  construyendo. 

En octubre de 1934, Eva viajó a Buenos Aires decidida a embarcarse en la actuación y el radioteatro. Durante más de diez años, se afirmó frente a los micrófonos de las radios de mayor audiencia y desarrolló su carrera artística en el ámbito cinematográfico. Su vida dio un enorme vuelco cuando en 1944, un terremoto destrozó la Provincia de San Juan. Juan Domingo Perón, a cargo de la Secretaría de Trabajo y Previsión, solicitó la colaboración de la ciudad para acudir en socorro de las víctimas. Los artistas, entre los que se encontraba Eva Duarte, participaron activamente de la colecta nacional y organizaron un festival artístico en el estadio Luna Park de la ciudad de Buenos Aires. Fue en ese marco, que Perón y Evita se conocieron y comenzaron una relación que pronto los conduciría a la convivencia. 

Luego de la gran gesta popular del 17 de Octubre, el día que el subsuelo de la patria se levantó en un solo grito por la liberación del General Perón en la Isla Martín García, Eva y Perón se casaron, para afrontar en matrimonio la futura elección presidencial de 1946.

Desde el lugar de Primera Dama, Eva no tomó el rol de acompañamiento y de objeto adornable, sino que se plantó de lleno a discutir la política del país. Intervino La Sociedad de Beneficencia, órgano donde las mujeres de la alta sociedad ofrecían caridad a los sectores populares, con dinero proveniente del Estado; echó a la oligarquía de ese espacio y creó la Fundación Eva Perón. El dinero que manejaban “las altas damas”, en forma de limosna, se convirtió en bastión de la justicia social. Desde La Fundación Eva Perón se logró una cercanía con los sectores más humildes y vulnerados, para hacer llegar las políticas estatales a les adultes mayores, las mujeres y niñeces.

“La limosna para mí fue siempre un placer de los ricos; el placer desalmado de excitar el deseo de los pobres sin dejarlo nunca satisfecho. Y para eso, para que la limosna sea más miserable y cruel, inventaron la beneficencia. La limosna y la beneficencia son, para mí, ostentación de riqueza y de poder para humillar a los humildes”. 

Eva Perón

Financiado por el Estado, la CGT y grandes aportes que tuvieron que hacer obligadas empresas nacionales y sectores de la oligarquía, la fundación Eva Perón se desplegó por toda la patria, haciendo llegar a todos los rincones la felicidad y la dignidad de les más humildes, algo impensado hasta ese momento. En sus 7 años de funcionamiento,la fundación desplegó una obra sin precedentes que incluyó la creación de hogares-escuela, hogares de ancianos y hogares de tránsito; abordó problemas de salud y de trabajo; generó la organización de campeonatos deportivos infantiles y el desarrollo de un programa de construcción de viviendas obreras, escuelas, colonias de vacaciones y centros sanitarios. De este modo, la fundación logró eludir formas burocráticas y establecer una acción social directa en favor de los sectores más vulnerables de nuestra patria, desde una perspectiva de derechos, y ya no de caridad.

Movilizada por las injusticias que vivía nuestro pueblo, Evita transformó las necesidades en derechos. Desafió el poder de la oligarquía, despertó el odio de las elites dominantes del país y, al mismo tiempo, el amor de les trabajadores. Evita se volvió así la abanderada de les humildes.

Con enorme coraje, irrumpió en la vida política, social y cultural de la Argentina. En una etapa de nuestra historia en las que las mujeres debían limitarse a la cotidianeidad de la vida privada y doméstica.  Impulsada por ella, en 1947 se consiguió la sanción de la Ley del Voto Femenino, que otorgaría derechos cívicos y políticos -que les habían sido negados durante años- a las mujeres argentinas. En 1949, Eva se puso al frente de la organización de un partido político exclusivamente femenino, el Partido Peronista Femenino.

“Dicen que una de las causas por las que no quieren dar el voto – que estoy segura que lo van a dar – es porque las mujeres perderían la femineidad. ¿Y  acaso no perdemos la femineidad las mujeres que tenemos que salir a las 4 de la mañana a ganarnos la vida a la calle? Las únicas que no pierden la femineidad son esas mujeres que han nacido entre sedas y son 100 familias que han traído la desgracia a la República Argentina. Pero nosotras las mujeres de pueblo que hemos salido a la calle a ganarnos la vida también tenemos derecho a que se nos respete más y por eso tenemos derecho a que se nos oiga y para eso necesitamos el voto femenino”.

Eva Perón

Llegando a la década del 50, Evita se constituyó como la mayor figura política de la Argentina junto a Perón. El pueblo, sus queridos descamisados, como ella los llamaba comenzaron a aclamarla y a construirla como compañera de fórmula presidencial  para las elecciones nacionales de 1951: Perón Presidente, Evita Vicepresidenta. En el comienzo de la campaña, Evita fue diagnosticada de cáncer. Un año después con Perón ya reelecto, el 26 de julio de 1952, Evita fallece, la oligarquía descorcha sus botellas más caras y el pueblo la llora.

Esa noche algo se rompió: les humildes perdieron a su protectora y los sueños de esa patria justa, libre y soberana, que estuvieron tan cercanos, comenzaban a ser grisáceos. 

El 16 de septiembre de 1955 luego de bombardear Plaza de Mayo, el Ejército Argentino agrupado bajo el nombre de “Revolución Libertadora” y comandado por Pedro Eugenio Aramburu, derrocó al Gobierno constitucional argentino de Juan Domingo Perón.

En su natalicio ciento uno, Evita aparece en todos los rincones de nuestra patria. Se deja ver en el voto femenino, en las maquinas de cocer, en cada casa, en los miles de barrios que llevan su nombre, en los derechos conseguidos, en las obras del peronismo, en los dedos en V y en el puño cerrado. Pero sobre todo, Evita se ve reflejada en la sonrisa inmensa y en los ojos felices de cada niñe de nuestra Argentina.


* Estudiante de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata y militante popular.
** Periodista, columnista del programa No Se Mancha (Radio Estación Sur - FM 91.7) y de Hijos de 30.000 (Radio UNLP - FM 107.5), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
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