El virrey está desnudo: ¿Fin del experimento oligárquico?

El virrey está desnudo: ¿Fin del experimento oligárquico?

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Por Nicolás Sampedro*

Mauricio Macri en la conferencia de prensa del lunes 12 de agosto.

En la semana que transcurrió, se ha habló hasta el hartazgo acerca de la paliza que se comió Cambiemos en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del domingo pasado.

Ahora son chorros de tinta y horas de micrófono y pantalla relatando lo mal que está el país, donde hasta los comunicadores, hasta el viernes a la noche oficialistas, tuvieron que salir a pegarle al macrismo por la situación económica y social. Parece una banda de mitómanos que se cayeron del catre y de repente se despabilaron, aunque sabemos que no es así.

Pese a lo que digan y busquen la vuelta que busquen, los hechos sucedidos el lunes no fueron más que la actualización de un “dólar atrasado” como había señalado incluso Alberto Fernández y algunos de los supuesto referentes económicos de su espacio, por ejemplo el ex viceministro de economía Emmanuel Álvarez Agis.

Pero (siempre hay un “pero”) como analizaba hoy por la mañana el economista, magister en Relaciones Internacionales e investigador docente en la Universidad Nacional de General Sarmiento, Ricardo Aronskind: “un dólar a $60 es un dólar de equilibrio macroeconómico del sector externo, de largo plazo -y está muy bien- pero no es un dólar de equilibrio social. Si no se toman un conjunto de medidas para compensar el mazazo sobre el salario real (que ya estaba deteriorado), tenemos un problema social que se va a expresar –nos guste o no- y no va a respetar estrategias de gobernabilidad[1].

Ricardo Aronskind – 17/08/2019 – Marca de Radio – AM910

El daño del lunes (La devaluacion provocada) es de una gravedad pocas veces vista El mejor escenario es adelantamiento de las elecciones

Origen: Ricardo Aronskind – 17/08/2019 – Marca de Radio – AM910

La escalada del dólar que vivió argentina este lunes, tendrá un impacto sobre el bolsillo de las personas de a pié que efectivamente hará insignificante las medidas hasta ahora anunciadas por el ejecutivo. Lo peor es que estas medidas contradicen todo el repertorio oligárquico tradicional. Si fue paliza, y a medida que se conocen los resultados finales la diferencia se estira, todo indicaría que en octubre sería aún más contundente la derrota para Cambiemos.

Lo que no habrá que perder de vista (como señala la economista Clara Razu) es la discusión que tendrá que dar el congreso argentino respecto al presupuesto 2020[2]. Este determinará donde podrá poner el ojo la nueva gestión y donde no. Lo concreto es que así como viene la cosa, en ningún escenario la resolución será sencilla.

Sin lugar a duda el experimento oligárquico del cipayage criollo y el FMI que representa la lógica imperial (versión Trump) está terminado. Al menos en términos de la democracia burguesa liberal supuestamente representativa. Ahora quedará ver si entregan el poder pacífica y civilizadamente, o, como lo hicieron a lo largo de la historia, lo hacen con una chorrera de sangre de por medio (nunca olvidemos que son los mismo que bombardearon la plaza en el 55, los del etnocidio de la “campaña del desierto” y el costado civil de la última dictadura cívico-eclesiástico-militar).

Como afirma el investigador del Centro de Estudios Humanistas de Córdoba y comunicador de la Agencia Internacional de Noticias Pressenza, Javier Tolcachier, “Es de esperar que múltiples operaciones periodísticas, judiciales y de inteligencia intenten impedir el seguro triunfo de la oposición. Dichas operaciones podrían no solamente repetir mediáticamente hasta el cansancio el remanido pero aún efectivo sonsonete de la “corrupción” sino escalar a ribetes criminales. No pueden descartarse algún autoatentado – similar al que supuestamente sufrió Bolsonaro en la campaña en Brasil – contra alguna de las figuras oficialistas (incluido el presidente), operaciones de bandera falsa en el campo delictivo incriminando a principales dirigentes opositores, montajes judiciales de última hora o incluso la posibilidad de suspender las elecciones ante algún evento violento programado[3]

Unidad política ante el derrumbe social, la clave del contundente triunfo progresista en Argentina

Unidad política ante el derrumbe social

Origen: Unidad política ante el derrumbe social, la clave del contundente triunfo progresista en Argentina

Las PASO argentinas son una luz de esperanza no sólo para les argentines que habitamos esta patria, también lo son para el resto del continente. Mucho se ha hablado en la semana sobre las expectativas que tenía todo el continente respecto del proceso electoral del domingo pasado. Quizás la muestra más contundente de las implicancias que tendrá para la región se trasluce en las declaraciones del misógino, fascista, racista y cipayo que hoy gobierna la hermana República Federativa del Brasil.

Bolsonaro se metió innumerable cantidad de veces en la campaña para intentar torcer la balanza para el lado de Macri. Habrá que ver si sus palabras lo ayudaron o lo perjudicaron, dado que hasta sectores de la alianza oficialista repudian la imagen de un Bolsonaro abiertamente admirador de los Carapintada argentinos que se alzaron en el 87, incluso de los torturadores de Dilma Rousseff, a quienes dedicó su voto en el golpe parlamentario contra la ex presidenta.

Detalle no menor fueron las palabras de Alberto Fernández y su pedido (o desafío a Jair Bolsonaro) de libertad para Luiz Ignacio Lula Da Silva y el llamado a nuevas elecciones[4]. Está claro que el candidato del Frente de Todos sabe que con un Brasil enfrentado la recuperación argentina puede ser mucho más traumática.

En perspectiva geopolítica, el cuadro argentino fue el que permitió una nueva profundización en las relaciones entre el FMI y los países nuestroamericanos. Primero la Argentina con Macri, luego Ecuador con Lenin Moreno y la desfachatada idea de la derecha venezolana de ir por ese mismo camino.

Como afirma el colega Franco Vilma en un artículo recientemente publicado en el portal Misión Verdad, “Así lo han determinado factores de la derecha venezolana y sus gendarmes en el entramado financiero estadounidense, mediante la redacción de un documento a cargo de Ricardo Haussman (Banco Interamericano de Desarrollo), Alejandro Grisanti Capriles (agente de la firma Barclays) y Lee Buchheit (afamado sicario financiero experto en “renegociación” de deuda de países sometidos a Estados Unidos). Este último fue uno de los artífices del reencuentro del gobierno argentino con el FMI y otros capitales buitre en la era Macri[5].

Habrá que ver qué lugar ocupa Argentina en un posible gobierno de la fórmula Fernández-Fernández. Si bien el discurso utilizado por el Frente de Todos respecto a Venezuela marca una postura más parecida a la de Uruguay o de México, apostando por la no intervención en un conflicto que les venezolanes deben resolver soberanamente, las presiones regionales estarán signadas a blanco o negro: o se está con el gobierno legítimamente electo de Nicolás Maduro o se está con el golpista Guai-dog.

Retomando las palabras del colega Vilma “Lo que está en disputa en la región, de manera perenne, es la persistencia de los Estados-nación frente al avasallamiento que Washington ha orquestado de manera afinada y precisa”[6].

Retomando a Tolcachier, “el gobierno de Macri ha sido un cuadro funcional a la reacción de los Estados Unidos a la ola de integración emancipadora que avanzó en América Latina y el Caribe desde comienzos del siglo XXI, ayudando a quebrar todo espíritu de solidaridad y soberanía intrarregional. Por eso, esta derrota representa un quiebre en el mosaico latinoamericano de virreyes neocoloniales montado por la estrategia de la otrora potencia única. Quiebre que es todavía simbólico, dado el carácter preliminar de esta elección, pero que infunde un enorme ánimo a los movimientos sociales y políticos que trabajan en sentido emancipador”.

Está claro que lo que suceda en Argentina condicionará y reconfigurará la situación regional. Los ojos de todos los pueblos del continente están puestos sobre lo que acontezca tanto en octubre como en diciembre. El tiempo de los gobiernos populares no acabó como pretendieron hacernos creer desde la prensa hegemónica y los discursos de las derechas recalcitrantes pro yanquis.

Para finalizar, y coincidiendo con el compañero Facundo Garavano, señalar que “es sabido que, tanto Macri como su círculo más íntimo, vienen de una burguesía parasitaria y decadente, que en su proceso de acumulación no pretende generar empleo, reactivar el consumo interno ni mucho menos invertir en salud y educación pública; pero sobre todas las cosas no pretenden entregar el gobierno y en su desesperación pueden llegar a mostrar su verdadera cara fascista y autoritaria. En este sentido, debemos sortear las mejores acciones de lucha para no permitir más el pisoteo y el sufrimiento del pueblo[7].

El escenario está abierto pero si algo quedó claro es que, como decía San Martín: “Los interventores habrán visto que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que abrir la boca”.


* Periodista especializado en política internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 - Radio UNLP), columnista del programa La Marea (Radio Futura - FM 90.5) y de Mirada Crítica (Realpolitik FM), productor del programa Columna Vertebral (Estación Sur - FM 91.7), editor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Bibliografía:
[1] https://radiocut.fm/audiocut/ricardo-aronskind-17-08-2019-marca-radio-am910/
[2] https://revistatrinchera.com/2019/08/15/clara-razu-echarle-la-culpa-de-la-crisis-o-el-tsunami-del-lunes-a-los-votantes-es-una-irresponsabilidad-politica/
[3] https://www.alainet.org/es/articulo/201519
[4] https://www.tiempoar.com.ar/nota/la-respuesta-de-alberto-a-bolsonaro-le-pido-que-deje-libre-a-lula
[5] http://misionverdad.com/columnistas/argentina-el-dia-despues-de-las-elecciones-primarias
[6] Idem 5
[7] https://revistatrinchera.com/2019/08/16/el-autoritarismo-despues-de-la-paliza/

PACTAR CON EL FMI Y OTRAS FORMAS DE SOMETERSE AL NEOCOLONIALISMO

PACTAR CON EL FMI Y OTRAS FORMAS DE SOMETERSE AL NEOCOLONIALISMO

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.Por Miranda Cerdá Campano

 

¿Acaso Lenín Moreno se olvidó de quién le dio la mano en su llegada a la presidencia? ¿Las promesas y el proyecto político que se sostenía en campaña fueron sepultados? Lo concreto es que el gobierno de turno en Ecuador dio un giro inesperado en la orientación de la política económica. Encuadrado en la “revolución ciudadana” y apoyado por el ex presidente Rafael Correa, Lenín Moreno se había comprometido a generar 200.000 plazas de trabajo anuales para el resurgimiento de la economía; construir 325.000 nuevas viviendas que generarían más de 136 mil empleos por año y entregar casas sin costo alguno para 191 mil familias más pobres; conceder créditos preferenciales para jóvenes emprendedores y empresarios que se desarrollen en “sectores estratégicos”; y pedir ayuda a la ONU para combatir la corrupción.

Nada de esto sucedió. Desde hace algunos meses y paulatinamente, el primer mandatario formuló la idea de que el sector privado se erija como “motor de la economía”. Sistemáticamente se redujeron las inversiones del sector público y, como consecuencia de ello, de modo paradójico se empezó a desacelerar el crecimiento de la economía. En el marco de la nueva política, se nombraron a dirigentes o figuras relevantes del sector empresarial en las carteras de economía, comercio, industrias, turismo, trabajo y vicepresidencia. Luego, ciertos ministerios se fusionaron, como Comercio, Acuacultura e Industrias.

Se aprobó la Ley de Fomento Productivo, donde se exoneró del pago de multas, intereses y recargos a los deudores del SRI, IESS, SENAE, beneficiando especialmente a los grandes grupos económicos y filiales de empresas multinacionales. Se establecieron diversos tipos de exoneraciones y/o reducciones del impuesto a la renta en determinadas zonas del país para incentivar nuevas inversiones.

Poco tiempo después, se incrementaron los precios de la gasolina extra, super, ecopaís con el propósito de recaudar mayores recursos para reducir del déficit presupuestario y, en contrapartida, bajar los subsidios del Estado. No obstante, simultáneamente se establecieron nuevos subsidios, verbigracia a los taxistas. El conjunto de medidas ejecutadas se orientaba a crear las condiciones favorables para la suscripción de una Carta de Intención con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

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Analistas económicos especialmente ortodoxos y los gremios empresariales alentaron la necesidad de acudir al FMI para conseguir créditos baratos y, así, poner en orden las finanzas públicas, dado que el gobierno no tomaba medidas suficientes para reactivar la economía. En la visión del equipo económico del gobierno la “única opción” que le quedaba era acudir al FMI porque el riesgo país era sumamente elevado y los mercados internacionales estaban cobrando tasas de interés sustancialmente mayores.

En la Carta de Intención suscrita por el Ministro de Economía y Finanzas y por la Gerente del Banco Central de Ecuador a principios del mes pasado y dirigida a Christine Lagarde, directora del FMI, se describe el programa de políticas públicas que se van a ejecutar durante los próximos tres años, un programa que apunta a crear una economía más dinámica, sostenible e inclusiva, impulsar la competitividad y la creación de empleo; proteger a los pobres y más vulnerables; fortalecer la sustentabilidad fiscal y los cimientos institucionales de la dolarización del Ecuador; así como mejorar la transparencia y fortalecer la lucha contra la corrupción.

El año pasado, Argentina solicitó un plan de rescate al FMI por USD 57.000 millones para evitar la fuga de capitales, la depreciación de la moneda y la inflación galopante, entre otras cosas. Luego de los desembolsos realizados por el FMI, las tasas de interés superaron el 60%, el tipo de llegó a rozar los 45 pesos por dólar, la inflación registró más del 50% anual, la deuda externa alcanzó cerca del 100% del PBI y la economía se contrajo en 2,6% en 2018, más de lo proyectado por la propia entidad financiera.

Lejos de generar nuevos puestos de trabajo y ayudar a los sectores más vulnerables, la verdadera función del FMI es evitar que las crisis económicas en los distintos países del mundo pongan en riesgo los negocios de las grandes multinacionales imperialistas, incluso permitiendo el salvataje del capital líquido de los fondos de inversión.

No hay mucho para explicar. La intervención del FMI en la economía de cualquier país del mundo representa el fin de su soberanía. Y sí, hasta hoy la modernidad se ha edificado en torno a ciertas nociones que la Revolución Francesa puso sobre la mesa, como la libertad, la igualdad y la fraternidad, solamente a partir de la “soberanía nacional”, eso que nosotros podríamos llamar actualmente “soberanía popular”. Por tanto, la supuesta globalización económica, en términos liberales, no significa otra cosa que una transferencia del poder de los Estados.

Sin dudas, en el devenir de todos esos mecanismos hay muchas deficiencias o defectos, pero son todavía procedimientos elegidos por los pueblos, que aún en última instancia tienen elementos de legitimación democrática: es decir, uno es presidente porque la gente lo ha votado. No obstante, cuando el poder se transfiere a esas instituciones que no ha elegido nadie, sin vínculos con los sectores sociales y sin ningún tipo de rendición de cuentas a la ciudadanía, nos topamos con el gravísimo problema del vaciamiento a la patria soberana.

 

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* Periodista especializada en Sudamérica, redactora de Revista Trinchera y columnista del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata) y colaboradora de Agencia Timón

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