Benegas: “Si tenemos trabajo directo en el astillero, también genera trabajo en forma indirecta para trabajadores de la región”

Benegas: “Si tenemos trabajo directo en el astillero, también genera trabajo en forma indirecta para trabajadores de la región”

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Dialogamos con el Secretario General de ATE Astillero Río Santiago, Pancho Benega, con quien analizamos lo que deja la gestión de Cambiemos, las dificultades que atraviesa el sector, las perspectivas de la llegada de Alberto Fernández y los anuncios de Nicolás Maduro Moros de dar continuidad a la construcción de los buques Juana Azurduy y Eva Perón.


¿El mensaje de Maduro fue una caricia al alma para quienes queremos una Argentina industrializada no?

Si, la verdad que muchos de los que nos acompañaro en la durísima lucha que dimos en 2018 para defender el astillero y tener este mensaje contestando a una carta que le mandamos al  presidente de Venezuela, a través del Secretario General de ATE Nación y del Secretario General de ATE Provincia de Buenos Aires. Que nos dé una respuesta pública la verdad que es un valor importante en respuesta a nuestra lucha porque este era uno de los objetivos que teníamos planteados: terminar el Eva Perón y el Juana Azurduy para entregarle a los queridos hermanos venezolanos.


Recordales a quienes no lo sepan, cómo fue que se frenó y por decisión de quién que se frenó la construcción de esos buques.

Mirá, en principio Macri quería dinamitar el astillero y para dinamitarlo quería hacerlo con estos dos buques y los 3100 trabajadores adentro. No pudo, no pasó por la lucha de los trabajadores.

Por otro lado el gobierno de la Provincia de Buenos Aires ha tenido un plan que cuando permanecimos dentro del Ministerio de Economía, descubrimos por información que nos dieron compañeros, que era cerrar el astillero o en su defecto despedir compañeros. Tampoco pudo pasar y hoy por hoy estamos los 3100 adentro, peleándola, y esa lucha era -logicamente- para revertir la decisión del gobierno provincial que en primera instancia paralizó todas las obras, entre ellas estos dos buques para Venezuela.

Lamentablemente esto ha perjudicado al astillero, pero afortunadamente pudimos revertir esta situación a raíz de nuestra lucha y por eso es que hoy estamos contentos y con una expectativa distinta, agradeciendo a cada uno de los que estuvieron peleando al lado nuestro para que esto suceda.

De todas maneras es un compromiso y lógicamente esto se va a resolver después del 10 de diciembre cuando asuma el nuevo gobierno tanto a nivel nacional como a nivel provincial.


Sin lugar a dudas, inclusive en el mensaje de Maduro nombra a Axel Kicillof, a Alberto Fernández y a Cristina Fernández de Kirchner, lo que lo vuelve un mensaje directo al gobierno electo de Argentina

Si, es cierto que los nombra y es con ellos con quienes se tiene que sentar, primero porque el gobierno de Macri ha frenado estos trabajos, seguramente en una imposición a Venezuela en acuerdo con el gobierno de los EEUU. Remarcábamos en varias oportunidades que cuando enfrentamos las políticas de Macri también enfrentábamos decisiones del gobierno imperialista de los EEUU.

La pelea nuestra revirtió todo eso. Nosotros esperamos que estos dos buques se concreten, que definitivamente se los lleve Venezuela. Allá por 2005 cuando vino Chávez al astillero junto con Néstor Kirchner, estaba la opción de estos dos buques más otros dos. Nosotros vamos a trabajar a partir de este acuerdo, para intentar que esos otros dos buques también se hagan en nuestro astillero.

Tenemos muchas perspectivas de laburo, mucha expectativa. También hemos trabajado para que haya un cambio de gobierno porque era la única alternativa que veíamos para mantener esta empresa pública, este astillero estatal y la única manera de defender la industria nacional, recuperando la marina mercante, que se construyan buques para la defensa nacional en nuestro país y no en el extranjero como está haciendo este gobierno. Buscar una flota propia donde el país deje de perder 8 mil millones de dólares al año.

Tenemos mucha expectativa porque con este gobierno que viene podemos hablar de soberanía. Con el anterior no lo podíamos hacer porque les disgustaba este término. Nos comprometimos en el plano político, lo logramos y lógicamente esto debemos remarcarlo y además agradecer al intendente de Ensenada, el compañero Mario Secco, como así también al intendente que va a asumir nuevamente en la ciudad de Berisso, donde el peronismo recuperó la intendencia, que están acompañando este proceso de reactivación del astillero.


Una de las justificaciones que dio el gobierno de Mauricio Macri acerca del “desplome” del astillero tenía que ver con que “no había un beneficio para la Argentina”, hecho que se contradice con lo que venís señalando respecto de los puestos de trabajo y el ahorro que significaría para el país.

Uno va haciendo memoria mientras habla con ustedes. Nosotros no nos tenemos que olvidar que nuestro país le compró 5 lanchas patrulleras a Israel que tuvieron un costo de 5 millones de dólares cuando acá se podían haber hecho por la mitad de ese precio o en su defecto el doble de esas lanchas.

Primero es lograr que no se nos vayan esas divisas, segundo un ahorro y tercero generando puestos de trabajo en nuestro país. Lo mismo pasó con Francia, así pasa con la flota pesquera donde están comprando buques usados y no se hacen en nuestro país; con buques para la defensa nacional. Creemos que todo esto el gobierno que viene lo va a revertir.

Hoy estamos discutiendo un buque polar que el gobierno autorizó un gasto de 195 millones de dólares. Esto significa que la plata está. La única diferencia es que ellos quieren hacerlo en Finlandia. Nosotros nos preguntamos cómo piensan hacerlo en Finlandia si necesitamos hacer esos trabajos en nuestro país (sea en astilleros públicos o privados) porque son generadores de puestos de trabajo. Hablamos de pobreza, pero después resulta que no generamos trabajo como para sacar a esos compañeros de esa situación, por el bien de ellos, de sus familias y del país.


Existe el planteo de la CTA de los Trabajadores y de algunos sectores de la CGT de reunificarse ¿Qué perspectivas le ves? ¿Consideras que hay que avanzar en ese proceso?

Mirá, soy un convencido de que tiene que haber una sola central de trabajadores pero a veces los dirigentes no comparten métodos o políticas gremiales que llevan adelante las distintas centrales, entonces eso hace que haya distanciamientos, pero creo en la unidad de los trabajadores. Estoy convencido que se puede hacer y nosotros lo practicamos en el Astillero Río Santiago durante los 90 y también en este conflicto de 2018, donde realmente nos apoyaron desde radicales de la región, compañeros de izquierda y compañeros peronistas de todas las vertientes. Así que estamos convencidos que el camino es la unidad. No vemos otra alternativa para sacar el país adelante.


Gracias por tu tiempo y ojalá que este anuncio de los buques se concrete por el bien de los trabajadores y del país.

Dios quiera que sí. Por el bien de los trabajadores, por el bien del Astillero, por el bien de Argentina, porque creo que hay que generar puestos de trabajo. El compromiso del intendente de Ensenada y del próximo intendente de Berisso es, en primera instancia, generar puestos de trabajo para los 3100 compañeros.

Si tenemos trabajo directo en el astillero, también genera trabajo en forma indirecta para trabajadores de la región. Esto es un paso muy importante porque la industria naval es la madre de las industrias, es la madre generadora de puestos de trabajo. Así que si esto se apunta y hay políticas de Estado a favor de la reactivación de la industria naval no tenemos dudas de que va a haber muchos puestos de trabajo.

La crisis del acuerdo de paz: excusa perfecta para la intervención militar en Venezuela

La crisis del acuerdo de paz: excusa perfecta para la intervención militar en Venezuela

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Por Miranda Cerdá Campano*

En su desvelo por destruir al gobierno popular de Nicolás Maduro y arrasar con los derechos sociales y políticos de todo el pueblo venezolano, el imperialismo yanqui acude a cuanta movida puede para ahogar el proceso bolivariano. Donald Trump declaró en varias oportunidades que todas las opciones estaban sobre la mesa si se trataba de estrangular la patria que soñó Hugo Chávez, y tras los fallidos intentos por una salida más bien “moderada”, la invasión militar se convierte en una variable que cada día cobra más fuerza.

En el último tiempo, Venezuela no sólo ha tenido que lidiar con una larga lista de arremetidas imperialistas encabezadas por Washington, sino que también ha tenido que enfrentar las políticas terroristas que el Estado colombiano ejerce contra la soberanía bolivariana. Desde que Estados Unidos recrudeció el bloqueo unilateral impuesto al pueblo venezolano, Colombia ha sido uno de sus principales aliados; y cuando Juan Guaidó, coacheado por los cipayos que manejan la política exterior yanqui, se autoproclamó presidente de Venezuela, Iván Duque fue uno de los primeros en subirse al barco de los planes golpistas venideros.

Falló el Plan A

Hace nueve meses que Estados Unidos se esfuerza, sin éxito, por ahogar el proceso bolivariano. Hubo un evidente error de cálculo; según sus criterios, sacar a Maduro sería un trámite y la estrategia estaba bien pensada. La ecuación era simple: la autoproclamación de Juan Guaidó sería un revulsivo para la violencia y la guerra civil, mientras la presión económica y diplomática mediante sanciones generaría las condiciones para producir fracturas al interior de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y cristalizar un golpe contra el presidente constitucional.

Ni siquiera era necesario usar la fuerza militar directa, quizás sí insinuar un golpe como posibilidad real para generar terror en el chavismo. Tampoco había que invertir mucho dinero. Estados Unidos tenía la carta correcta para el momento indicado; Guaidó era el producto hecho a medida: un diputado desconocido, de origen humilde, y que por su imagen jóven, su valentía y el dispositivo publicitario que manejaba, lograría socavar la base social del chavismo, unificaría a una oposición con tradicionales divisiones e incluso convencería a la FANB de derrocar a Maduro y entregarle el asiento presidencial.

Luego vendría el desgaste de la figura de Guaidó, al menos en el plano nacional. El presidente de la Asamblea Nacional esperaba las indicaciones del norte en cada paso a tomar, escenificando ante las cámaras y en redes sociales lo que conocemos como un “títere”: el liderazgo por delegación, mientras los planificadores de la Casa Blanca asumían la gerencia efectiva de cada aspecto estratégico del golpe.

Con rapidez se configuró el saqueo y el secuestro de los activos nacionales de Venezuela. Después se avanzó en el bloqueo total de las transacciones de la República Bolivariana en el sistema financiero internacional, combinando el aislamiento comercial del país con el asedio diplomático, en un intento por otorgarle legitimidad internacional al “presidente interino”.

El plan A falló, pero esa no es la única razón por la que se activa el plan B. Cuando comenzaron los diálogos entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición local, primero en Noruega y luego en Barbados, Juan Guaidó dejó de ser la representación explícita de los deseos de Trump. La posibilidad de una solución política e institucional al conflicto, significaba una amenaza para las pretensiones de Washington; incluso el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció la creación de una Unidad de Asuntos de Venezuela, localizada en la embajada estadounidense en Bogotá, para dinamitar las negociaciones entre el gobierno y la oposición; y el propio Elliot Abrams, enviado yanqui a Venezuela, dijo, una vez iniciada las negociaciones, que Guaidó era completamente descartable según se fuera definiendo el desenlace político en el país.

A fines de agosto, Maduro anunció la reanudación del diálogo con la oposición y a Guaidó se le dejaron unos lineamientos bastante claros en la vuelta a las negociaciones: debía continuar con la presión por el cese del chavismo en el poder y en este sentido, el recrudecimiento de las sanciones económicas a Venezuela debían ser el recurso fundamental de presión sobre la población. Sin embargo, la oposición sabe que las conversaciones son la mejor oportunidad contra Maduro tras meses de manifestaciones cuyos índices de afluencia han decaído y de intentos para desmantelar el proceso bolivariano que no han tenido éxito.

Ante este escenario, a Estados Unidos ya no le importa el devenir de su protegido y comienza a concentrarse en derribar a Maduro por la vía que sea. Frente al desgaste de la maquinaria golpista, Washington busca oxígeno en el atajo más confiable, Colombia.

El conflicto interno colombiano, anillo al dedo para la arremetida de Duque

A principios de este mes, el ministro del poder popular para la Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, realizó una desarticulación de toda una serie de atentados planeados en Colombia, a realizarse durante todo el mes de agosto, y cuyos blancos fundamentales eran varios puntos importantes de la zona metropolitana de Caracas.

El 3 de septiembre, ante la posibilidad de presuntas amenazas de acciones de bandera falsa contra Venezuela, Nicolás Maduro activó una alerta naranja en la frontera con Colombia, que implica el despliegue de todas las unidades militares para resguardar el territorio nacional durante los próximos días.

Mientras tanto, Colombia vive una situación delicada. La decisión de sectores de la FARC de volver a la lucha, dejó al descubierto el permanente bombardeo de Iván Duque a los acuerdos de paz suscritos por el Estado. El gobierno, inspirado por el genocida expresidente Álvaro Uribe, sistemáticamente incumplió partes fundamentales del proceso de paz, como la protección de líderes sociales, campesinos e indígenas, la garantía de vida de los guerrilleros desmovilizados, la sustitución social de cultivos y la asignación de tierras a campesinos.

La crisis en el proceso de paz, le vino al pelo a Duque para promover la intervención militar en Venezuela. Confirmando que es el uribismo el que maneja los hilos de la política exterior colombiana, el presidente argumentó que “Maduro protege a guerrilleros y narcoterroristas”. El pronunciamiento fue acompañado de una convocatoria en busca de apoyo de la comunidad internacional y, en específico, del gobierno estadounidense, para enfrentar la “amenaza” que implica esta situación.

Hay algo que está bastante claro y es que los responsables de lo que sucede en Colombia no hay que buscarlos en Venezuela. Los principales responsables son los que están en el gobierno incumpliendo, robándose la plata del post-conflicto y burlándose del pueblo, los que en las filas del Ejército continúan con prácticas como los falsos positivos y alimentando el paramilitarismo.

Para la tranquilidad de la República Bolivariana de Venezuela, Duque y la derecha en América Latina tambalean. Y mientras, Estados Unidos parece no haber comprendido que no se trata de derrocar a Maduro; detrás de él hay un proyecto que el comandante Chávez dejó delineado y que todo un pueblo recuerda. En ese proyecto, no hay lugar para ninguna forma de sometimiento imperialista: “Ya en Venezuela no nos mandan desde el Pentágono, la Casa Blanca o la Embajada de los Estados Unidos. Somos libres y más nunca seremos esclavos, cuéstenos lo que nos cueste”.


* Periodista especializada en Sudamérica, columnista del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), redactora de Revista Trinchera y colaboradora de Agencia Timón
El diálogo en Barbados ¿sólo una cortina de humo?

El diálogo en Barbados ¿sólo una cortina de humo?

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

por Miranda Cerdá Campano*

La injerencia de Washington en América Latina no es ninguna novedad; aún menos lo es desde la avanzada de la derecha en la región a partir de 2015. Todos los gobiernos que desde principios de siglo le habían dado un tinte popular y soberano a sus Estados, vieron caer sus poderes en manos de las famosas guerras híbridas, una mezcla de acusaciones mediáticas, procesamientos judiciales y financiamiento de liderazgos opositores.

En este escenario y como desde el comienzo, la luz al final del camino siempre la sostuvo la resistencia del pueblo venezolano. Una resistencia que evidentemente sigue sorprendiendo a Estados Unidos, que desde el intento de golpe de Estado a Hugo Chávez en 2002 no ha cesado sus arremetidas contra el proceso bolivariano.

Este año, los ataques al sistema eléctrico se han vuelto la moneda corriente para seguir asentando la crisis económica y promoviendo una crisis política en pos de posibilitar una intervención en Venezuela. Mientras parecían afianzarse las negociaciones en Barbados entre el gobierno constitucional del Presidente Nicolás Maduro y un sector de la oposición golpista, comandada por Estados Unidos y titereteada por Juan Guaidó, continúa vigente la guerra vestida de apagones.

Supuesta ayuda humanitaria que entraría a Venezuela por la ciudad colombiana de Cúcuta

Luego del fracaso de las intentonas golpistas más recientes en Cúcuta y Caracas, el acoso no ha cesado, y en varias oportunidades durante este año, el imperialismo yanqui acudió a los ataques contra el Sistema Energético Nacional. El 7 de marzo pasado, cortaron el suministro de la energía por vía cibernética en el cerebro del embalse El Guri y una vez restablecido, lanzaron un nuevo ataque electromagnético que tumbó la distribución y transmisión de energía.

Apenas unas semanas después, el 25 de marzo, Caracas y al menos 16 estados del país quedaron nuevamente sin electricidad; esta vez, por la quema de estaciones y subestaciones eléctricas del patio B del embalse del Guri. El 10 de abril se registró un nuevo ataque contra el SEN, que dejó sin electricidad varias zonas de Caracas y los estados Aragua, Carabobo, Falcón, Guárico, Mérida, Miranda, Nueva Esparta, Portuguesa y Táchira.

Este lunes 22 de julio, la falta de energía volvió a afectar a varios estados del país y el gobierno anunció un posible “ataque electromagnético que buscó afectar el sistema de generación hidroeléctrica en Guayana, principal proveedor de electricidad”.

La implicancia de Estados Unidos en ciberataques a lo largo y ancho del globo tiene larga data. En 2010 se realizó el mayor ciberataque conocido hasta entonces: el gobierno de Israel, con evidente apoyo yanqui, infiltró sistemas de control industrial en instalaciones del gobierno iraní a través de un gusano informático llamado Stuxnet, destruyendo así sus centrífugas nucleares.

Para 2015, Washington y sus aliados ya habían incorporado de lleno la ciberguerra a su doctrina militar. En julio de ese año, oficiales de alto rango de los Estados Unidos y el Reino Unido realizaron un simulacro de tres semanas en Suffolk, Virginia. No era la primera vez que se hacía; sin embargo, para ese simulacro se contó con la presencia de nuevos actores: representantes de las industrias bancarias y de energía eléctrica. Ahí se practicaron ejercicios de ataque a sistemas de control industrial de plantas de tratamiento de aguas, interrupción de tuberías de petróleo y gas, congelamiento de retiro de dinero en efectivo y desconexión de redes de energía eléctrica.

El sabotaje cibernético debe entenderse como una guerra camuflada para barrer con el gobierno constitucional y, especialmente, con las conquistas populares alcanzadas por el proceso bolivariano. La mesa de diálogo en Barbados, que avanzaba favorablemente en una resolución democrática de los diversos conflictos que aquejan al pueblo venezolano, parece más un acto de simulacro utilizado para disimular la profundización de los ataques golpistas al Estado soberano de Venezuela, que un espacio para la prevalencia de la Constitución y de la paz.

En el ducentésimo trigésimo sexto aniversario del nacimiento de Simón Bolivar, Venezuela continúa recuperándose del apagón del lunes y resistiendo todas las arremetidas imperialistas.

Esta gran humanidad dijo basta y echó a andar

Esta gran humanidad dijo basta y echó a andar

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Por Nicolás Sampedro*

Foto: Indymedia Argentina

El sociólogo y politólogo argentino Atilio Borón publicó recientemente un artículo llamado “¿Fin de cual ciclo?[1]”, en el que reflexiona sobre este discurso que la derecha construyó a raíz de las derrotas electorales que se vivieron en los últimos años en la región.

En su publicación, Borón reflexiona sobre las situaciones que están viviendo esos gobierno de derecha que llegaron a los gobierno del Brasil, de Perú, de Paraguay, de Argentina y la traición de Lenín Moreno en Ecuador.

Brasil está en llamas por diversos motivos, pero fundamentalmente por 2 motivos. En principio por las contradicciones hacia lo interno del bloque de poder entre la línea de ultraderecha que lidera Bolsonaro y que tiene como referente filosófico-político a Olavo de Carvalho (y que ya se cobró la cabeza del ministro de la Secretaría de Gobierno, el general Carlos Alberto dos Santos Cruz[2], por sus críticas al gurú), y el ala militar que conduce su vicepresidente Hamilton Morao.

Por otro lado el creciente descontento social con las políticas neoliberales que agreden derechos elementales producto de un modelo económico neoliberal conducido por el Chicago Boy, Paulo Guedes, que está destruyendo la economía breasileña[3].

Tal como lo afirma el docente e investigador Sergio Martín-Carrillo, los recortes durante la administración de Michel Temer no lograron frenar el déficit público y “Lejos de esto, esta limitación del rol activo del Estado en la economía está estrangulando el desarrollo económico mientras que la deuda pública sigue aumentando. En diciembre de 2018, la deuda bruta del sector público alcanzó los 5.272 billones de reales, lo que representa unos 1.425 billones de dólares, y supone el 76,7% del Producto Interno Bruto (PIB). En 2013, antes de la deriva neoliberal de la política económica, la deuda pública se situaba en torno al 50%.

El paro el pasado viernes 14, convocado por las 12 centrales sindicales brasileñas en conjunto con el movimiento sin tierra, les estudiantes y organizaciones político-sociales, dio cuenta de que a pesar de las pretensiones de Bolsonaro de alinearse con los yanquis y cumplir a rajatabla las recetas del Fondo Monetario y sus gurúes económicos, la sociedad del país vecino no se quedará de brazos cruzados.

Bajo la defensa de la educación pública, las pensiones y el trabajo, millones de brasileñas y brasileños -en más de 380 ciudades[4]– se movilizaron para repudiar las agresiones que están viviendo[5]. El escenario no podía terminar de otra forma que no sea con represión. Es lo único que saben hacer quienes llegan al gobierno con frases rimbombantes y buenos slogans, pero que no tienen la más mínima intención gestionar el Estado en beneficio de las grandes mayorías.

Por su parte en Perú la cosa no es muy diferente. Si bien ese país no tiene la experiencia reciente de un gobierno nacional y popular como el de Lula, Cristina o Correa, la situación es cada vez más compleja producto de los grandes entramados de corrupción que involucran a muchos de los funcionarios actuales y de gestiones anteriores. Como explica el analista político Roger Taboada, los últimos 5 presidentes están o presos, o prófugos de la justicia o muertos[6].

La reciente presentación[7] y posterior aprobación[8] de una Moción de Confianza enviada por Vizcarra al congreso no es otra cosa que intentar tapar una olla a presión que da cuenta de los cuantiosos negocios que hace la clase política enquistada en el estado desde hace décadas. Reformas y tapones que buscan ocultar el entramado de corrupción que envuelve a casi todos los partidos políticos con el Caso Odebrecht.

En tanto el Paraguay que dirige Mario Abdó empieza a reconfigurarse. Si bien es reciente y pueden para muchas cosas en el medio, la llegada de Mario Ferreiro (Partido Revolucionario Febrerista) a la intendencia de Asunción (capital y principal ciudad del país) en 2015 y la reciente victoria de Miguel Prieto (Conciencia Democrática del Este) a la intendencia de Ciudad del Este (la segunda ciudad en importancia por su cantidad de habitantes), comienzan a reconfigurar el escenario político paraguayo.

Lo que es claro es que las y los paraguayos se cansaron del bipartidismo expresado por el Partido Colorado y el Partido Liberal. Partidos que paulatinamente vienen perdiendo peso electoral frente a otros espacios político y que podría generar un cimbronazo en las elecciones regionales del año que viene.

En Argentina, un Frente de Todos que se planta en la palestra electoral como la alternativa opositora al macrismo. Con Alberto y Cristina Fernández como las puntas de lanza, la fórmula generó un cimbronazo político que podría acercarse aún más la posibilidad de sacar a la Alianza Cambiemos del ejecutivo y volver a una senda gobierno popular.

Informe de RT sobre las elecciones en Panamá

Centroamérica no está alejada de esta sintonía. La reciente victoria de Nito Cortizo abre la puerta a un cambio político del país que tiene en su territorio el canal interoceánico más importante del continente.

La crisis política en Honduras, envuelto en movilizaciones producto del descontento de la población ante las medidas de desinversión en Educación y Salud y un entramado de corrupción y el robo de las elecciones de Juan Orlando Hernández en 2017[9].

El desgaste de Jimmy Morales en Guatemala[10] [11], que si bien no logra aún consolidar una propuesta sólida, y una Haití envuelta en llamas producto de años de fraudes, de corrupción y descontento social ante las políticas antipopulares.

Todo esto sumado a la aparición de Andrés Manuel López Obrador en México, que pese a las dificultades logró acceder al gobierno y viene realizando una política para intentar reconfigurar el tejido social y reponerse de décadas de neoliberalismo. Un AMLO que tiene de vecino al opresor de opresores -el imperio norteamericano-, que si bien está en retroceso, no quiere perder lugares de injerencia en la región como se lo vio con la amenaza de suba de aranceles a los productos mexicanos[12].

Este escenario se da con una Venezuela, Cuba y Nicaragua que resiste pese a las agresiones de la administración Trump y sus lacayos; una Bolivia que consolida su economía y que parece seguirá en el mismo rumbo cuando este año reelijan la fórmula Morales-García Linera.

La situación de la región, según los medios de comunicación, se derechizó, los progresismos se extinguieron. La realidad nos demuestra que si bien hubo cambios en los gobiernos en los últimos años, la realidad es que eso no implicó que las sociedades se derechicen. Los procesos de lucha en todos estos países están dando muestras de que eso no es así.

Fue Álvaro García Linera, el vicepresidente de Bolivia, quien dijo que “Las transformaciones se dan por oleadas”[13]. Lo que acontece en toda Nuestra América indica que estamos en un momento de preparación para una nueva oleada progresista en la región, fruto de los pisos de subjetividad gestados por los gobiernos de Lula, de Correa, de Néstor y Cristina, de Maduro, de Evo, de Raúl Castro y Miguel Días Canel.

Las palabras del Che Guevara en la ONU en diciembre de 1964 vuelven a aparecer en la semana en que el líder revolucionario habría cumplido 91 años: “Ahora sí la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia… Y esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado, que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que pase. Porque esa ola la forman los más, los mayoritarios en todos los aspectos, los que acumulan con su trabajo las riquezas, crean los valores, hacen andar las ruedas de la historia y que ahora despiertan del largo sueño embrutecedor a que los sometieron.

Porque esta gran humanidad ha dicho «¡Basta!» y ha echado a andar. Y su marcha, de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora, en todo caso, los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera e irrenunciable independencia.»[14]


Fuentes:
[1] https://www.pagina12.com.ar/199513-fin-de-cual-ciclo
[2] https://mundo.sputniknews.com/america-latina/201906141087619042-bolsonaro-saca-del-gobierno-a-ministro-que-critico-al-guru-olavo-de-carvalho/
[3] https://www.celag.org/brasil-una-economia-no-despega/
[4] https://www.brasildefato.com.br/2019/06/14/brasil-or-actos-masivos-al-cierre-de-la-huelga-general-en-defensa-de-las-pensiones/
[5] https://www.brasildefato.com.br/2019/06/14/minuto-a-minuto-or-greve-geral-paralisa-o-pais-nesta-sexta-feira-14/
[6] https://actualidad.rt.com/actualidad/266420-presos-investigados-profugos-expresidentes-peru
[7] https://www.celag.org/peru-y-la-desconfianza-en-el-congreso/
[8] https://www.celag.org/peru-una-cuestion-de-confianza-o-de-cinismo/
[9] http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/12/18/fraude-electoral-en-honduras-el-grito-silencioso/
[10] https://www.celag.org/elecciones-en-guatemala-entre-la-corrupcion-y-los-reclamos-por-justicia/
[11] https://actualidad.rt.com/actualidad/318070-corrupcion-narcotrafico-encuestas-elecciones-guatemala
[12] https://revistatrinchera.com/2019/06/14/que-quiere-trump-de-mexico/
[13] https://www.telesurtv.net/bloggers/Entrevista-con-Alvaro-Garcia-Linera-Las-transformaciones-se-dan-por-oleadas-20160828-0003.html
[14] https://www.youtube.com/watch?v=5q1mBDhW2uw


* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), productor general del programa La Marea (FM 90.5 Radio Futura), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia 
Stella Calloni: “Guaidó no existe”

Stella Calloni: “Guaidó no existe”

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

A una semana del golpe de Estado fallido en Venezuela, hablamos con la periodista y escritora, Stella Calloni, para analizar esa jornada en la que se evidenció la endeble figura del auto-proclamado presidente Juan Guaidó, el fogoneo violento de los medios y la capacidad de resistir a este “proceso geoestratégico de recolonizar el continente”.

Stella Calloni, periodista, escritora y analista internacional.

El martes, muy temprano por la mañana, se viraliza un video de Guaidó llamando directamente a un golpe de Estado contra el presidente Nicolás Maduro. Durante el transcurso del día, los medios de comunicación hegemónicos mostraban la imagen de los enfrentamientos que se daban entre ese grupo de gente que estaba intentando entrar a una base militar en lo que era el viejo aeropuerto de Caracas. Al final del día eso se apaga muy rápidamente. Muchos remarcan lo acertado de que no se gestara el enfrentamiento, de la manera que hubiese reaccionado cualquier ejército o base militar defendiendo ese territorio. ¿Vos estás de acuerdo?

En Argentina tenemos los medios de comunicación al servicio de la guerra psicológica que se dirige desde el Pentágono estadounidense. Todos estos diarios trabajan para eso, ocultan las manifestaciones locales, ocultan el escándalo más grande que haya sucedido en un gobierno con el descubrimiento de esta red de extorsión. Si acá nos ocultan todas esas cosas, imaginemos todo lo que nos ocultan de Venezuela. Lo triste es que, a veces, en los noticieros de algunos canales amigos también hay gente que tiene la misma actitud de los canales enemigos. Es una guerra cien por ciento mediática.

Volviendo a Venezuela, desde la mañana nunca pudieron meterse a la base, donde no había ninguna situación interna. Intentaron y después dejaron esos grupos que tiraban piedras. Mientras eso estaba pasando y había otras movidas, ya se veía que era un golpe de Estado.

Venezuela tiene 250 mil hombres en armas y casi 2 millones de milicianos. Que ellos sean 7 o 100 inclusive, no es absolutamente nada. Lo cierto es que al mediodía el golpe ya se había disipado. Luego, el tratamiento que se le dio al tema de Leopoldo López. Él estaba en prisión domiciliaria pero que muchas veces salía, hablaba, venía e iba. Acá cuando se habla de prisión domiciliaria no salís o tenés una serie de barras para seguir, pulseras metálicas, etc. Entonces eso de que lo rescataron es falso. Él salió de su casa caminado y, después, fue a la embajada a refugiarse caminando y se cambiaron de embajada, de la de Chile a la de España. Sólo la presencia de Guaidó en Venezuela y de la gente en las calles, contradice a los que afirman ‘esto es una dictadura’. Nosotros que las hemos vivido, cuando un grupito de personas salía a la calle no podía agruparse en una esquina. Por eso fueron heroicas las Madres, porque fue lo único que se movió en los 77. Ahí es cuando vos podes ver la falsedad de las presentaciones.

Cuando quieren comparar y dicen que Argentina se va a parecer a Venezuela, la verdad es que no, porque Argentina no tiene 38 mil millones de dólares retenidos en los bancos estadounidenses, congelados, no le han sacado ninguna empresa, no les han bloqueado todo el dinero que tenían en países europeos por los intercambios comerciales, no le han bloqueado –como en Portugal– el dinero que mandaron para la compra de productos que nunca llegaron, ni tampoco le han hecho un desabastecimiento de la mercadería que venía para Venezuela, como lo ha hecho Colombia, porque se han derivados cantidades de alimentos y medicina. Entonces, no se puede hablar de la situación en Venezuela comparándola, porque aquí no hubo nada de eso. Aquí el Estado está desplomándose porque lo están desplomando desde adentro, porque es una orden de Estados Unidos entregar un Estado totalmente vacíado.

Ningún periodista serio puede dejar de advertir que estamos hablando de un país bloqueado, congelado, con la imposibilidad de vender petróleo. Hay una rebelión en el mundo por esto. ¿Quién es Estados Unidos, finalmente? En el momento que el presidente Trump dice que están aplicando la doctrina Monroe para América Latina regresamos al 1823, al primer período de la expansión, cuando estaban haciendo el imperio. La doctrina Monroe decía, en resumen, ‘América para los americanos’, que en esencia es que América Latina tenía que ser para ellos. Esto fue cambiando con el tiempo, más con el período de integración de los últimos años que abrieron mercados en otras partes. En este momento ellos quieren volver al proyecto original, donde no todos los países pueden invertir, ya que, este ‘patio trasero’ tiene, entre otras cosas en Venezuela, la reserva de petróleo más grande del mundo y está a un paso de Estados Unidos, que no es lo mismo que traer de Irán o Irak. Es una cuestión absolutamente geoestratégica.

 

“Venezuela está en una situación como lo estaba Cuba cuando no le dejaban llegar ni una aspirina”

 

Lo que están haciendo sobre la mentalidad de las personas es sembrar odio con comentarios violentos que no se debieran poder publicar más. Esos comentarios discriminatorios que violan todas las normas de convivencia, todas las normas de respeto al otro, no se deben publicar en ningún diario, ni en los nuestros ni en los de ellos ni en ningún lado. Estamos sometidos a un ataque violento permanentemente. Eso destruye las mentes de las personas. Ellos apuntan a destruir toda conciencia social. Esa es la guerra psicológica.

Entonces, tenemos una América Latina que el imperio quiere recuperar en ese proceso geoestratégico de recolonizar el continente. Por eso está bueno el ‘patria sí, colonia no’, porque precisamente lo que quieren es una colonia. ¿Qué somos ahora con el FMI manejando nuestra política económica? ¿Qué somos nosotros con el Comando Sur manejando nuestra política militar y poniendo bases en Neuquén, Tierra del Fuego, en el noroeste argentino? Ahí tenemos que ir, a esos hechos centrales para determinar la mentira que significa cuando dicen ‘quieren ser como Venezuela’. Venezuela está en una situación como lo estaba Cuba cuando no le dejaban llegar ni una aspirina.

Juan Guaidó y Leopoldo López

Una de las cosas que dejó en claro lo sucedido es que ya la oposición está tan desdibujada que es irrelevante, Estados Unidos es quien comanda. Daniel McAdams decía que hoy Guaidó vale más muerto para la CIA y la oposición venezolana que valía antes de que se liberara a Leopoldo López. Nos interesaría una reflexión tuya al respecto, porque los falsos positivos en Colombia no están muy lejos de lo que pueda llegar a pasar con Guaidó.

¿Por qué sacaron Leopoldo López si con la prisión domiciliaria entraba, salía, caminaba, etc? ¿Qué dictadura es esa? Cuando aquí estaba Videla si alguno de nosotros hubiese hecho algo así, por favor, ya estaríamos muertos nosotros, las familias, los nietos y los bisnietos. Guaidó no se está dando cuenta de todo lo que sucedió, está desesperado por demostrar que puede, cuando en realidad no puede. Pero más desesperados están entre los asesores más fuertes de Trump, Marcos Rubio, Elliott Abrams, Mike Pompeo, John Bolton. De Rubio no se habla y él es el que estuvo en Cúcuta, está desesperado porque, por medio de golpear a Venezuela, quiere golpear definitivamente a Cuba. Y lo están llevando al desastre a Donald Trump, tal como se lo están diciendo alguno de sus propios hombres. Elliott Abrams tendría que estar preso por crímenes de lesa humanidad en Centro América. Cada uno de ellos son los personajes más siniestros que eligió, pero Rubio, Marco Rubio, que fue el hombre que ayudó a las ONG’s donde estaba la actual Ministra de Seguridad de Macri y estaban un montón más, Laura Alonso, todos esos trabajaban con Marco Rubio. Este personaje es siniestro, tiene una gran relación con el ISIS, con los mercenarios de la OTAN. Por eso ahora no quieren dejar llegar petróleo de Venezuela a Cuba. Vuelven a sacar el punto tres de la ley Burton, vuelven a desquiciar todo.

Guaidó no existe. Fijate que, de enero a la fecha, no ha logrado más que ser un tipo nombrado por Estados Unidos para ser presidente de Venezuela, un diputado con sólo 70 mil o menos votos, que ni siquiera es bien visto por la oposición porque se los impusieron desde afuera, porque en último caso Leopoldo López estaba ahí, Enrique Capriles estaba ahí. Este aparece como un niño que lo preparan para esta ocasión pensado que iban a manejar todo rapidísimo y se equivocaron. Les cuentan una historia como aquí cuando el presidente dice que estamos creando empleo y hay casi 50 mil nuevos desempleos en tres meses. Tenemos que entender que aquí la cosa no está bien, pero también tenemos que entender que hay una gran resistencia. Así como resiste el pueblo de Venezuela te cuento lo de Honduras, se ganaron muchísimos lugares en Ecuador a pesar ese golpe post-electoral, como el de acá, con presidentes que no cumplen con nada del programa con el que se comprometieron y están violentando la voluntad popular. Es decir, están gobernando de facto, esa es la situación en que estamos. Pero, ya ves, en todas partes hay levantamientos y América Latina tiene una gran experiencia en resistencias. Ha pagado un precio muy alto por resistir en todo el siglo XX y lo que va del XXI, pero aquí hay una capacidad de resistencia que los europeos no llegan a tener ni soñando. Somos nuestra misma esperanza. Eso es de vital importancia para la sobrevivencia de Nuestra América y para llegar a la independencia definitiva.

El presidente Nicolás Maduro junto a los altos mandos militares.
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