La donación incluyó drones y rastreadores GPS y forma parte de la agenda de cooperación acordada entre la Agencia Nacional Contra el Crimen y el Ministerio de Seguridad, que incluyó la visita de un agente británico a Argentina. Mientras el oficialismo acepta limosnas y juega con drones y computadoras, el imperio británico saquea los recursos pesqueros y avanza en la explotación petrolera en las Islas Malvinas, de las que nada se habló en tal reunión.
A principios de la corriente semana, el Subsecretario Permanente del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mancomunidad y Desarrollo del Reino Unido, Philip Barton, y la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich se reunieron para continuar con la agenda de cooperación acordada entre la Agencia Nacional Contra el Crimen (NCA, por sus siglas en inglés) y el Ministerio de Seguridad.
Según informó el Gobierno británico en su página oficial y lo que trascendió mediante las redes sociales de la Embajada del país europeo: “El gobierno del Reino Unido, a través de la NCA donó a la Argentina una serie de equipamientos que servirán para reforzar el combate contra el crimen organizado”.
Tal donación forma parte de la visita de una misión de la agencia británica a la Argentina y a otros países de la región a comienzos de este año. La “generosidad” del colonialismo británico para con el país incluyó 4 computadoras portátiles resistentes marca Dell, 3 drones DJI M30T, 8 rastreadores satelitales GL300 y 22 rastreadores SPOT Track & Trace.
También se confirmó que de la reunión participaron la embajadora, Kirsty Hayes, y el Secretario de Lucha Contra el Narcotráfico y la Criminalidad Organizada, Martin Verrier.
Cabe señalar que Barton es el funcionario de carrera de más alto rango en la cancillería británica y oficia como jefe del Servicio Diplomático “se encuentra de visita en la Argentina llevando adelante una amplia agenda de actividades y reuniones con representantes del gobierno y la sociedad civil”, sostuvo el medio de comunicación El Observador.
La embajadora Kirsty Hayes declaró: “Esta cooperación se produce en el marco de una amplia agenda positiva entre la Argentina y el Reino Unido. Nos unen muchos objetivos e intereses en común, entre ellos la lucha contra el crimen organizado”.
En este sentido la funcionaria alegó que “el crimen organizado es un flagelo que afecta a todos los países y su combate requiere por tanto de la colaboración a nivel global. Muchas veces está vinculado a la producción y al comercio de drogas ilegales, y al extenderse puede tener impacto en la seguridad ciudadana y en la integridad de las instituciones públicas. Es en el mejor interés de todos que nuestros países tengan éxito en la erradicación de este problema”.
Cabe destacar que la visita de Barton y la “donación” se produce una semana después que Todd Robinson, secretario de Estado Adjunto para Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley, visitara Uruguay y Argentina. En dicha ocasión, Robinson habló “sobre la preocupación de Washington por la globalización de las organizaciones criminales y la eventual irrupción en Sudamérica de opioides sintéticos como el fentanilo, que ha hecho estragos en Estados Unidos”.
Finalmente queda a vista de todos el poco interés de Milei y sus secuaces, en exigir y velar por la soberanía de los archipiélagos de la Nación. Nada es casual, esta visita y sobada de lomo se da en un marco de total cipayismo que maneja el oficialismo, el cual la semana pasada cometió el error garrafal de mencionar a Malvinas como lo mencionan los ingleses.
Frente a tal visita sólo queda preguntarse: ¿Por qué no se habló de las Islas Malvinas? Lo cierto es que mientras el Gobierno Nacional juega con drones y computadoras, el imperio británico saquea los recursos pesqueros, avanza en la explotación petrolera y proyecta un puerto multipropósito en las Islas Malvinas.
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Excombatientes le demostraron su apoyo a los trabajadores de Télam que hace un mes acampan fuera de las sedes de la agencia, valladas injustificadamente por la policía de la Ciudad de Buenos Aires.
Durante el acto homenaje del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas en La Plata, el Centro de Excombatientes Islas Malvinas (CECIM) le concedió un reconocimiento a trabajadores de la agencia de noticias Télam por su compromiso con la causa Malvinas. Ernesto Alonso, excombatiente y secretario de Derechos Humanos del Centro, destacó el trabajo de los compañeros y compañeras de prensa “que hace años vienen informando a nuestro pueblo desde Ushuaia a la Quiaca y hasta las Islas Malvinas”.
La agencia nacional de noticias Télam funciona hace 78 años difundiendo imágenes, notas, cables, videos y audios. A lo largo de la guerra de Malvinas se trató de una fuente de información clave, siendo en conjunto con ATC (Argentina Televisora Color, actual TV Pública), los únicos medios de comunicación que el gobierno militar permitió cubrir el hecho, enviando fotógrafos que favorecieron posteriormente a la creación de un archivo histórico.
Las agencias de noticias estatales actúan como distribuidoras de información, garantizando la calidad de las imágenes, reportes, videos y cables que son utilizados tanto por medios de comunicación públicos como privados para la realización de su trabajo de prensa. Los medios públicos son, como lo indica su nombre, un servicio público, que, en común con las agencias de noticias estatales, generan una red de cobertura nacional que involucra y beneficia a diferentes y distantes sectores del país, contribuyendo a una cadena de información más democrática y amplia, con diversidad y pluralidad de voces, avalando una comunicación que afirme la importancia del derecho a la información.
En el período de la dictadura y la guerra, la Junta Militar se encargó de tergiversar la información que recibían por parte de los trabajadores de prensa. Omitieron datos específicos, como la cantidad de soldados fallecidos, y difundieron en todo el país, a través de la intervención en medios estatales y privados, el relato de que la guerra se encontraba a su favor.
Si bien los contenidos de la agencia se encontraban ocultos y censurados por el gobierno militar, con la vuelta de la democracia, el compromiso de los trabajadores de prensa de la agencia con el esclarecimiento de los hechos a través de archivos se mantiene hasta hoy. Silvina Oranges, editora de Télam, explicó: “Por eso decimos que sin medios públicos la democracia se debilita y se silencian voces, en este caso como la de los veteranos”. Además, comparó ambas luchas y resignificó dos puntos en común con los trabajadores y veteranos: defender la soberanía y la identidad nacional.
Al cumplirse 40 años del conflicto en 2022, la agencia y Radio y Televisión Argentina presentaron el documental “Malvinas: Los medios de la guerra”, con el fin de mantener viva la historia. Con archivos de la época, el documental cuenta con imágenes, videos y entrevistas que evidencian como la dictadura militar utilizó los medios públicos para construir una narrativa que omitía, censuraba y manipulaba la información sobre el hecho. También, Télam abrió sus archivos al público y creó “Las fotos recuperadas de Malvinas”, un conjunto de 2.500 imágenes que retoman diferentes momentos del conflicto: El desembarco, Operación prensa, Menéndez gobernador, El primer bombardeo, Vida cotidiana, Los soldados, Las trincheras, El Irizar, Las más conocidas y Los corresponsales. En El Irizar se demostró que el ARA Irizar funcionó como hospital, donde se desempeñaron las mujeres de Malvinas, enfermeras e instrumentadoras, omitidas de la historia.
Al respecto, Oranges, manifestó en el acto que la agencia “se ha convertido en un invaluable testimonio de la cuestión Malvinas” y en un pilar de la memoria del país. Con los archivos de la agencia ha sido posible reconstruir la historia y mantener la consigna Memoria, Verdad, Justicia, Soberanía y Paz.
El pasado 1 de marzo, el presidente Javier Milei, mediante su discurso en la Apertura del Período de Sesiones Ordinarias del Congreso, expresó su idea de “reducir el tamaño del Estado a su mínimo indispensable” y anunció el cierre de la agencia Télam, acusándola de ser utilizada durante las últimas décadas como una agencia de “propaganda kirchnerista”. Días después de las declaraciones, en la medianoche del 3 de marzo, la policía de la Ciudad de Buenos Aires valló los dos edificios pertenecientes a la agencia, impidiéndole el acceso a sus trabajadores. Al mismo tiempo, el Gobierno nacional cerró la página web de Télam, que se encuentra “en reconstrucción”.
Actualmente los trabajadores de prensa acampan fuera de las instituciones, defendiendo el derecho a la libertad de expresión y manifestándose en contra del intento de clausura, debido a que la agencia solo puede cerrarse a través de una ley presentada en el Congreso. Como una alternativa para informar y mantener su compromiso con la comunidad y la comunicación, se creó la página “Somos Télam”. Alonso, en representación del CECIM, le agradeció a los trabajadores por su acompañamiento y le entregó su apoyo a la causa. “Estamos con ustedes y Télam no se cierra”, finalizó el excombatiente.
Carolina Fernández
Del sur en la ciudad de las diagonales. Estudiante de periodismo.
El canciller de Gran Bretaña, David Cameron, llegó a las Islas en lo que significa la primera visita de un ministro del gabinete británico al archipiélago desde 2016. El funcionario reivindicó la soberanía de su país sobre el archipiélago y aseveró que “es una parte valiosa de la familia británica”.
En el marco de una serie de visitas oficiales a distintos puntos de Sudamérica, el ministro de Relaciones Exteriores de Reino Unido, David Cameron, llegó a las Islas Malvinas como parte de una visita oficial y reivindicó la soberanía de su país sobre el archipiélago al afirmar que “es una parte valiosa de la familia británica”, y advirtió que “la soberanía no será objeto de discusión”.
El arribo del funcionario británico a territorio argentino se da un mes después de haberse reunido con el presidente de Argentina, Javier Milei, en el Foro Económico de Davos, Suiza. En aquel momento, el mandatario argentino declaró que no se había “avanzado en profundidad” sobre el tema de la soberanía de Malvinas.
Ante tal eventualidad, se suma a que es la primera visita de un ministro del gabinete británico al archipiélago desde el viaje del entonces secretario de Defensa, Sir Michael Fallon, en 2016 y se concreta luego de que el Gobierno nacional renovará el llamado al Reino Unido para discutir el futuro de las Malvinas. Además, cabe señalar que la última visita de un ministro de Asuntos Exteriores fue la de Lord Hurd en 1994, es decir, hace 30 años.
Según informó la agencia de noticias AFP, el arribo de Cameron a la base aérea de Mount Pleasant, se da días antes de su participación en la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de los Veinte, en Río de Janeiro, Brasil. Antes de su travesía, el funcionario británico escupió: “Las Islas Malvinas son una parte valiosa de la familia británica y tenemos claro que, mientras quieran seguir siendo parte de la familia, la cuestión de la soberanía no será tema de discusión”.
Mediante un comunicado la Oficina de Relaciones Exteriores, Commonwealth y Desarrollo, señaló que la visita tiene múltiples objetivos, entre ellos mantener un encuentro con los habitantes de las Islas Malvinas para conocer de cerca “su esfuerzo por construir una comunidad próspera y proteger el medio ambiente natural”, indicó la información. También buscará reafirmar el compromiso del Reino Unido “con el derecho de autodeterminación de los isleños y mantener su estatus como territorio autónomo de ultramar del Reino Unido”, agrega el informe.
En paralelo, según declaraciones recogidas por la Agencia Press Association (PA) en Puerto Argentino y citadas por AFP, Cameron sostuvo que los habitantes de las islas podrán seguir bajo la administración del Reino Unido “el tiempo que quieran”, y agregó: “Espero que sea por mucho, mucho tiempo, posiblemente para siempre”.
Además, el ministro recorrió varios lugares donde se libraron batallas en la guerra en 1982 por la soberanía de las Islas. Durante su estadía, el ministro brindará un homenaje al personal británico que sirvió y a aquellos que perdieron la vida en el conflicto de 1982, además le dará las gracias al personal militar del Reino Unido que se encuentra actualmente en el archipiélago.
Sin embargo, mientras el Gobierno nacional se mantiene en silencio, la provincia de Tierra del Fuego, a cuya jurisdicción pertenecen las Islas, repudió los actos y dichos de Cameron. En este sentido, el gobernador fueguino, Gustavo Melella, declaró al funcionario británico como “persona non grata en toda la extensión” territorial de la provincia.
“La presencia de David Cameron en nuestras Islas Malvinas configura una nueva provocación británica que busca menoscabar nuestros legítimos derechos soberanos sobre nuestros territorios y sostener el colonialismo en pleno Siglo XXI. No lo vamos a permitir”, señaló el gobernador en la red social X (Twitter).
Además, reafirmó que “ningún representante colonial de un Estado que atenta contra nuestra integridad territorial mancillando la memoria y el sacrificio eterno de nuestros Héroes de Malvinas será bienvenido en nuestra provincia”.
Este martes, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires (PBA) repudió la visita del Canciller británico, David Cameron, a las Islas Malvinas. La administración de Axel Kicillof emitió un comunicado en el que calificó como “provocadora” la presencia del ministro de Relaciones Exteriores británico en el archipiélago y que “la actitud del gobierno británico no debe ser minimizada y amerita una condena contundente”.
Allí se “subraya nuestra legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes por ser parte integrante del territorio nacional”, prosigue el escrito del Gobierno de la PBA. Como así manifestó que “la recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”.
En consonancia, el excanciller Santiago Cafiero, manifestó: “Su más categórico rechazo a la presencia del secretario de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, en las Islas Malvinas. Se trata de una nueva e inadmisible provocación, que no sucedía hace 30 años, y que debe ser rechazada por el gobierno nacional”.
A su turno, el exsecretario de Malvinas, Guillermo Carmona, apuntó: “La Cancillería argentina guarda silencio ante una provocación que exige reacción diplomática. Si el repudio y la protesta no salen del Gobierno demostremos como pueblo que no consentimos al colonialismo”. Por su parte, el presidente del Cecim La Plata, Rodolfo Carrizo, criticó al Gobierno nacional, ya que “se muestra endeble ante las políticas del Reino Unido”, y agregó: “No hay una política de defensa del territorio y la soberanía”.
Finalmente, la controversia hace eco en todo el mundo, incluso el medio gales Royton-Crow destacó: “Las Falklands, conocidas como Islas Malvinas en Argentina, están a unas 8 mil millas de Gran Bretaña y a 300 millas -482 kilómetros- de Argentina continental”, y destacó como algo absurdo que el Reino Unido prefiere no ver, para seguir sosteniendo por la fuerza de las armas y en pleno siglo XXI, una colonia a 12.874 km de Londres.
La agenda del funcionario británico después de las Malvinas incluye visitas a Paraguay, y luego participará en la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del G20 en Brasil. Finalmente, Cameron tendrá como destino Nueva York con motivo de la Asamblea de las Naciones Unidas.
El canciller Santiago Cafiero reiteró el pedido de descolonización de las islas. Además, solicitó ante la ONU que el Reino Unido “no le tenga miedo a la paz”.
El Gobierno argentino solicitó nuevamente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que el Reino Unido “no le tenga miedo a la paz”. A días de cumplirse 40 años de la rendición argentina en las Islas Malvinas y firme en su reclamo de soberanía, el canciller Santiago Cafiero reiteró el pedido de descolonización de las islas en una nueva Sesión Especial del Comité de Descolonización, en Nueva York. También sostuvo que “es momento” de que el gobierno británico “deje en las páginas de la historia su ejercicio de potencia colonial”, para actuar “de acuerdo a las resoluciones del organismo del que forma parte”.
El titular de la diplomacia argentina expuso la postura del país respecto del conflicto, que aún permanece abierto, por la soberanía de las Islas Malvinas. Además, Cafiero sostuvo que “es hora ya de que el Reino Unido escuche a la comunidad internacional y retome las negociaciones para alcanzar una solución pacífica a la disputa de soberanía con la República Argentina”.
En este sentido, el canciller señaló: “Hoy alrededor del mundo existen todavía 17 situaciones coloniales pendientes de solución, de las cuales 10 involucran al Reino Unido” y apuntó que “una de ellas es Malvinas”. Cafiero indicó que es tiempo de dejar atrás el pasado colonial que se empecina por mantener el país europeo y que está al margen del derecho internacional.
Según el ministro de Relaciones Exteriores argentino, “el mundo no puede permanecer indiferente ante el objetivo de alterar la estabilidad en América Latina y el Caribe, una de las zonas de paz más consolidadas del planeta” y dejó en claro que la comunidad internacional sabe que puede contar con el país para esta tarea. El canciller remarcó que el camino es el diálogo y la negociación y añadió: “Solicitamos a este Comité Especial que una vez más exprese de manera clara y firme su convicción de que no hay más lugar para colonialismo en el siglo XXI“.
Mientras que Argentina ha iniciado múltiples acciones en pos de restablecer el intercambio diplomático, el Reino Unido continúa “desoyendo la resolución 31/49 de la Asamblea General que insta a las partes a abstenerse de llevar adelante acciones unilaterales en el área en disputa hasta que se encuentre una solución definitiva a la controversia“, aseguró Cafiero. Además, se preguntó: “¿Es que hay democracias que valen más que otras?” y añadió que “la comunidad internacional debe actuar o será cómplice de la doble moral, de aquellos que son promotores de los valores del multilateralismo en tierra ajena“.
La delegación argentina estuvo compuesta por la Representante Permanente de la Argentina ante la ONU, María del Carmen Squeff; la directora Nacional de Malvinas e Islas del Atlántico Sur, Sandra Pitta; el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona; y la jefa de Gabinete de la Cancillería, Luciana Tito. Cabe destacar que la comitiva de Argentina también incluyó legisladores del oficialismo y la oposición, lo que le dio carácter de política de Estado al tema Malvinas. También se destacó el compromiso del país en la presidencia del Consejo de Derechos Humanos, y Cafiero reiteró el apoyo de la Argentina a la firme labor de la Oficina de la Alta Comisionada en esa materia.
La Cancillería expresó su preocupación mediante su Embajada en Brasil. El hecho ocurrió en un evento turístico en San Pablo. Este año ya hubo diferencias con Brasilia por vuelos británicos a Malvinas.
Pocos días después de cumplirse el 40 aniversario del inicio del Conflicto del Atlántico Sur, Argentina envió una nota de protesta a Brasi, por la presencia de un stand con el topónimo no reconocido de “Falkland Islands” -en alusión a las Islas Malvinas-. El hecho ocurrió la feria “WTM Latin America” (que se lleva a cabo en la ciudad de San Pablo del 5 al 7 de abril) que promociona el turismo en el territorio.
En este sentido, en el comunicado de la cartera que comanda Santiago Cafiero, el Gobierno argentino solicitó “medidas específicas” en relación con la presencia de ese stand en la feria “WTM Latin America”.
Más allá del repudio ante este hecho, se informó del especial desaliento del Gobierno de la República Argentina frente a la presencia de miembros de ilegítimas “entidades” o “autoridades” isleñas en la exposición y la exhibición de cualquier tipo de contenido de carácter político-jurisdiccional en el stand isleño, ya sea que éste aparezca en folletos, mapas, carteles o en cualquier otro tipo de soporte.
World Travel Market Latin America es una de las grandes ferias presenciales globales de turismo. Es llevada adelante por la marca comercial Reed Exhibitions Limited, una sociedad de responsabilidad limitada, registrada en Inglaterra y Gales y su actividad principal y comercial es la organización de ferias y exposiciones.
Cabe destacar que no es la primera vez que el Gobierno de Alberto Fernández y el de su par brasileño, Jair Bolsonaro, chocan por situaciones relacionadas con Malvinas. En febrero pasado Argentina expresó su “preocupación y sorpresa” al conocerse que aviones de la Fuerza Aérea del Reino Unido realizaron siete vuelos consecutivos entre Brasil y las islas que reclama nuestro país.
La denuncia que presentó en dicha ocasión el embajador argentino Daniel Scioli señalaba que “estos vuelos constituyen una manifestación adicional a la ilegítima presencia militar del Reino Unido en el Atlántico Sur, la cual ha sido calificada por los estados parte y asociados del Mercosur como contraria a la política de la región de apego a la búsqueda de una solución pacífica para la disputa de soberanía”.
Hace 39 años, el 2 de abril de 1982, el gobierno de facto encabezado por el teniente general Leopoldo Galtieri intentaba recuperar las Islas Malvinas, ocupadas por el Reino Unido desde 1833 y convertidas desde entonces en un gran centro geopolítico y económico al que, hasta la aprobación del Brexit, intentaron incluir como territorio extra continental en la constitución de la Unión Europea.
Los genocidas entreguistas decidieron abrir esa herida para cubrir su plan de miseria planificada y saqueo de nuestros bienes comunes, y para continuar con el genocidio de les miles de compañeres que luchaban por una patria más justa y soberana. Así, buscaban perpetuarse en el poder.
El Gobierno, que se enfrentaba a uno de los ejércitos más poderosos del mundo, envió a las islas a nuestros pibes y pibas, que le pusieron el hombro a la defensa de nuestra patria. En la guerra, murieron 649 argentinos en tan solo 70 días. Ese hito marcó el principio del fin de la dictadura más cruenta del continente, agobiada por las protestas sociales y las presiones internacionales en torno a la violación de los derechos humanos.
Desde que retomamos la democracia, la Argentina continúa reclamando la soberanía sobre las Islas. De hecho, la Constitución Nacional, en su reforma vigente desde el año 1994, expresa en su Disposición Transitoria Primera que “la Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.”
La cuestión Malvinas ha sido calificada por la Organización de Naciones Unidas como “un caso de descolonización especial y particular, donde subyace una disputa de soberanía y por ende, a diferencia de los casos coloniales tradicionales, no resulta aplicable el principio de libre determinación de los pueblos”.
El 16 de diciembre de 1965, la Asamblea General adoptó la resolución 2065, a través de la cual reconocía la existencia de una disputa de soberanía entre Argentina y Reino Unido e invitaba a ambos países a entablar negociaciones para encontrar una solución pacífica y definitiva a la controversia, teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las islas. Desde entonces, más de 40 resoluciones de la Asamblea General y del Comité Especial de Descolonización han reiterado este llamado, sin éxito.
La lucha argentina, sin embargo, tuvo su mayor retroceso en 2016, cuando, bajo la presidencia de Mauricio Macri, se firmó el ilegítimo pacto Foradori-Duncan en el que Gran Bretaña y la Argentina acordaban “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas” cuando es precisamente la negativa del gobierno británico a resolver la disputa de soberanía la verdadera causa de los obstáculos al “crecimiento y el desarrollo sustentable” de esta región del Atlántico Sur.
En este sentido cabe recordar que ni bien asumió como presidente, en diciembre de 2015, Mauricio Macri fue el primer gobernante electo desde el retorno de la democracia que no mencionó la reivindicación del ejercicio de la soberanía por Malvinas en su discurso de asunción en el Congreso Nacional.
No fue un olvido. Fue el comienzo de una estrategia que se extendió a lo largo de todo el gobierno de Cambiemos y que tuvo su segunda demostración en la eliminación de la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación que, desde su creación en el año 2013, había tenido un rol particularmente activo a la hora de potenciar las acciones nacionales y regionales relativas a la defensa de nuestros derechos soberanos.
Hoy, bajo la administración de Alberto Fernández, el reclamo por la soberanía de los territorios argentinos vuelve a transformarse en política de Estado. La importancia estratégica de las Islas Malvinas, Georgias, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes debe permitirnos comprender por qué en el siglo XXI continuamos asistiendo al colonialismo. Si hay voluntad política, entonces encontraremos los caminos para recuperar nuestra integridad territorial.
Durante la era Trump, la administración norteamericana declaró abiertamente como enemiga a la República Popular China que encabeza Xi Jinping, pero pese a que recientemente hubo un cambio de gobierno, nada indica que ese panorama vaya a cambiar.
Los docentes de la Univesidad Nacional de Rosario, Esteban Actis y Nicolás Creus, expresaron recientemente que “Biden asume el poder en un momento en que el orden global de la pos Guerra Fría, durante el cual EE.UU mantuvo su hegemonía sin que nadie lo desafiara, se ha desvanecido. El gobierno de Trump le puso fin definitivo”[1].
Por múltiples factores y hechos que se ha dado en las últimas décadas, EE.UU es consciente de la paulatina pérdida de su hegemonía. Al respecto, el analista francés y director del portal Red Voltaire, Thierry Meyssan, sostiene que “Washington no tiene más opciones que tratar de maniobrar para que el declive de la economía estadounidense sea lo más lento posible y contener el poderío militar y político chino en una zona de influencia delimitada”[2].
La disputa por Malvinas e Islas del Atlántico Sur
En este contexto, Argentina retomó sus reclamos históricos por la soberanía de las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur, usurpadas por Gran Bretaña desde 1833. Un desafío importante debido no solo al contexto de pandemia, sino al resultado de cuatro años de gestión de Mauricio Macri en los que se desarticularon muchas de las políticas promovidas desde el retorno de la democracia en 1983, fundamentalmente durante los mandatos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015).
Por solo citar un ejemplo, en septiembre de 2016 se firma el “Acuerdo Foradori-Duncan”. Tal como lo señalan les investigadores del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), Tamara Lajtman y Luis Wainer, este acuerdo estaba enmarcado en “la política sobre Malvinas implementada durante la Presidencia de Mauricio Macri, destinada a mejorar las condiciones de este enclave neocolonial-militar, como uno de los pilares para recuperar las relaciones amistosas (subordinadas) con potencias occidentales”[3].
La victoria del Frente de Todes en las presidenciales de 2019 volvió a poner en la agenda del gobierno argentino tanto a la Causa Malvinas, como a las aspiraciones nacionales a ser un Estado Soberano que controle todo su territorio.
Recientemente, la posición pirata se vio debilitada luego de su salida de la Unión Europea y de que esta última quitara del acuerdo a los territorios de ultramar que poseen los británicos[4]. En relación con esto, el analista y vicerrector de la Universidad Torcuato Di Tella, Juan Gabriel Tokatlian, señala que “Gran Bretaña tiene hoy, al menos temporalmente, menos amistades e influencias en la Unión Europea, al tiempo que produjo una sensación de abandono y frustración entre los isleños en Malvinas, actuando según las preferencias e intereses de Londres (ni siquiera del Reino Unido en su conjunto)”[5].
Para el analista, este hecho abre las puertas a que Gran Bretaña se acerque militarmente más a EE.UU ante el alejamiento de Bruselas e “intentará compensar mediante un vínculo más decidido en el campo de la seguridad y la defensa. En el plano naval es muy posible que se estrechen aún más los lazos entre los dos países”. Teniendo en cuenta este análisis y la salida británica de la UE, quizás se pueda explicar la reciente publicación que señala que la industria de submarinos británica busca incorporar 30 mil puestos de trabajo.
El punto es que para EE.UU el Atlántico Sur no es un punto más en el mapa. Para graficar esta afirmación, es necesario retomar lo analizado por Tokatlian, quien sostiene que “en noviembre de 2019 la US-China Economic and Security Review Commission hizo público el informe anual sobre China, en el que se recalcaron las ambiciones globales de Beijing y su voluntad de moldear el escenario internacional, y se señaló que China tenía cierta capacidad de llevar a cabo incursiones expedicionarias en el Océano Atlántico. Cabe subrayar que en este informe, anterior a la asunción del Presidente Alberto Fernández, la Argentina se menciona más veces (26) que la suma de Venezuela (17) y Brasil (7)”[6].
La importancia estratégica que tiene el mar para Argentina
Existen diversos trabajos realizados respecto de la importancia estratégica que tiene el mar para la República Argentina. En muchos de ellos se analizan los inmensos recursos pesqueros y en hidrocarburos que posee el mar argentino, dos elementos que de un tiempo a esta parte se han vuelto cada vez de mayor relevancia, no solo para la Argentina, sino para el mundo entero.
Al respecto, el Licenciado en Geografía y especialista en Economía Regional y Relaciones Internacionales, Adolfo Houtoudjian, considera que “el Mar Argentino constituye uno de los más importantes recursos naturales de nuestro país. A la enorme potencialidad de sus aguas como proveedora de alimentos y de energía, se le suma no sólo la potencia hidrocarburífera sino las excelentes cualidades como regulador de las condiciones climáticas o como atenuador de los impactos ambientales provocados por el vertido de desechos (líquidos o sólidos)”. (Koutoudjian, 2011, p.88)[7]
La explotación de estos recursos de manera ilegal por parte de Gran Bretaña, significan perdidas millonarias que año a año se fugan hacia las arcas británicas y/o europeas. Por mencionar algunos ejemplos, en 2017 el CEO de la Rockhopper Exploration anunció que el pozo “Sea Lion” poseía reservas certificadas de entre 500 y 1000 millones de barriles de petróleo, proyectando para 2025 un volumen máximo de 120 mil barriles diarios (Lajtman y Wainer, 2019).
El artículo de Lajtman y Wainer, además, destaca que durante 2011, 118 buques con licencias ilegales otorgadas unilateralmente por el gobierno británico pescaron un total de 232 mil toneladas, y al año siguiente solo por la pesca de calamar, la producción pesquera superó los 1.600 millones de dólares.
En diálogo con el General de Brigada (RE) Fabián Brown (2021), este sostuvo que “analizando cómo se fue desarrollando el conflicto en Malvinas desde el siglo XIX, la causa esencial del conflicto con Gran Bretaña es el desarrollo humano y económico argentino. En la medida de que Argentina se desarrolla, el conflicto con Gran Bretaña es ineludible por esto que dice (Adolfo) Koutoudjian, por los recursos. O los explotan ellos o los explotamos nosotros”.
Pero la utilización y explotación del mar no es el único elemento estratégico para el país. Tal como se ha señalado con anterioridad, el mar argentino también es una pieza clave en la disputa entre Oriente y Occidente.
A solo efecto de ilustrarlo, en noviembre de 2018, frente a un grupo de expertos del Atlantic Council, el secretario de Defensa británico, Gavin Williamson, sostuvo: “Estamos listos para responder a cualquier situación en cualquier momento. Hemos desplegado fuerzas en todo el mundo, podemos recurrir a nuestros territorios de ultramar en Gibraltar, las Áreas de la Base Soberana en Chipre, la Isla Ascensión, las Islas Falklands y el Territorio Británico del Océano Índico. Estos a menudo proporcionan instalaciones clave no solo para nosotros, sino también para EE.UU.”[8].
Sin soberanía no habrá nación viable posible
Resulta pertinente retomar las palabras de Adolfo Koutoudjian[9], quien sostiene que el mar argentino es una de las perlas más preciadas del planeta. Semejante afirmación nos lleva a coincidir en que estamos ante la oportunidad histórica de “Repensar y reordenar el territorio”, y que ese “deberá ser el deber ser sanmartiniano para la política nacional”.
Sin lugar a dudas, iniciativas como la de Pampa Azul son pasos hacia adelante para conocer, estudiar, promover y ocupar el mar argentino, al tiempo que se debe retomar la “política malvinera” que genere una conciencia nacional respecto de la importancia estratégica que tiene para nuestro país la apropiación, utilización y promoción de actividades productivas en el mar argentino.
De igual manera, resaltar la importancia de políticas como el FONDEF, una política de Estado para mejorar las capacidades de nuestras FFAA para que puedan cumplir correctamente con su misión de resguardar la soberanía de todo nuestro territorio.
Ahora, ¿qué hará el gobierno argentino con los denominados Acuerdos de Madrid[10], con el Pacto de Foradori-Duncan y tantos otros acuerdos bilaterales que Argentina aún mantiene con el Reino Unido? Porque, en todos los casos, nuestro país cumplió a raja tabla mientras la parte ocupante de las islas siguió ampliando su influencia y violando sistemáticamente todos los acuerdos, incluida la enorme cantidad de resoluciones de la ONU.
Para finalizar (al menos por ahora), resultan interesante retomar las reflexiones del General Brown, quien sostiene que “el desarrollo humano del litoral marítimo patagónico resulta esencial para efectivizar la presencia argentina en los espacios soberanos que nos corresponden. Para ello, se debe estar en condiciones de impulsar la construcción de una flota pesquera y volver a poseer una marina mercante que exploten nuestros recursos y naveguen nuestros mares. Se requiere de una infraestructura portuaria adecuada y de pasos bioceánicos que integren la economía con Chile y promuevan las economías regionales. El continente debe acercar a las islas y a la Antártida a partir de su construcción social.
El mapa bicontinental, en definitiva, es parte de una política de defensa integral. Pensar nuestros espacios es pensar el desarrollo humano imprescindible para proyectar una Argentina productiva, inclusiva en lo social, armónicamente articulada en lo territorial, integrada a Suramérica y con alianzas extraregionales que posibiliten el mejor posicionamiento para discutir nuestros intereses y afianzar nuestros derechos. (p. 153)”[11].
A diferencia de EE.UU, que se cree dueño de Centroamérica -a la cual denomina como “MareNostrum”-, Argentina sí tiene el suyo y es de vital importancia expulsar al enemigo que ocupa ilegalmente parte de nuestro territorio, más allá de que algunes no quieran llamar a las cosas por su nombre.
Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.
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