The Walking Dead

The Walking Dead

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

¿Ficción o realidad? ¿Viajamos por la psicodelia de un mundo absolutamente adormecido que no dimensiona el peligroso momento que atravesamos? Como en toda transición, quien pierde, ante su desespero, se vuelve aún más agresivo, imprudente y peligroso; sobre todo en un mundo atómico.

Hace unos 5.393 días se estrenaba en las pantallas de la cadena norteamericana AMC, “The Walking Dead”. La serie, basado en la historieta escrita por Robert Kirkman, narra las vidas de un grupo de sobrevivientes en permanente movimiento y en búsqueda de un lugar en medio de un apocalipsis zombi.

Durante sus 11 temporadas -a lo largo de 12 años y seis días-, la tira protagonizada por Andrew Lincoln, relata la lucha permanente de un grupo de personas para mantenerse con vida en un mundo que cambió radicalmente de un momento a otro. Pero no sólo se ven obligados a enfrentar los horrores de ese mundo irreconocible; a medida que la presión aumenta, emerge la crueldad y el individualismo, una muestra de que en momentos críticos el miedo es letal y que los conflictos interpersonales pueden ser mucho más peligrosos para la supervivencia que los propios zombis que atestan en las calles.

Quizás lo hayan escuchado decir alguna vez pero, he escuchado en más de una oportunidad que la gran industria cinematográfica y de entretenimiento de Hollywood desde siempre ha servido al gobierno norteamericano para construir imaginarios, para naturalizar determinados actos y justificar, entre otras cosas, la violencia. Algo similar, se ha dicho respecto de los videojuegos, sobre todo los de guerras o, al igual que la serie, sobre mundos inimaginables, pero con algo que los hace “posibles”.

Bueno, la cuestión es que analizando la actualidad de este mundo cada vez más chiflado, aparecieron varios escenarios alusivos con los cuales se podría hacer un paralelismo con la serie:

El primero y más evidente (sobre todo para quienes la vieron) son las disputas de poder que se dan permanentemente. Tanto en el grupo principal como en los secundarios que van apareciendo a lo largo de cada temporada. Una visión (muy a lo norteamericano/providencial) del grupo protagonista que debe luchar contra el mal, no sólo de los zombis, sino de los demás grupos de seres humanos. La analogía tranquilamente podría ser, por un lado, la disputa al interior del imperio norteamericano con diferentes facciones que se disputan el poder y la conducción de su destino. Por el otro, la lucha contra los demás humanos: algunos buenos y futuros aliados (el paralelismo podría ser el Occidente Colectivo), y otros malvados y crueles, cuasi bestias (Rusia, China, Irán, o cualquiera que se plante).

¿Y los zombis? El paralelismo podría ser que éstos estarían representados por todo el resto de la humanidad. Seres que, a los ojos del imperialismo occidental, ni siguiera son seres humanos. Quizás lo más gráfico es lo que sucede en Gaza: Imágenes que llegan a diario de personas deambulando por calles de tierra, con las pocas cosas que les quedaron, buscando alimento para poder sobrevivir. Camiones con ayuda humanitaria sobre los que se avalanchan miles de almas desesperadas. Lo escalofriante de la metáfora es que, efectivamente, esa parece ser la forma en la que nos ven. Porque a no confundirse: lo que hacen a Palestina (desde 1948), le podría haber pasado a cualquiera. La única diferencia es que no nacimos en esa tierra. Quedó claro cuando esta semana EEUU impuso sanciones a la Autoridad Palestina por llevar a los tribunales a Israel.

El segundo paralelismo (también intentando ser lo más gráficos posibles) podríamos establecerlo con las calles de Los Ángeles. Cientos, por no decir miles de personas cual zombis producto de su adicción a las drogas. Una muestra palpable del desprecio por la vida (no sólo humana) de un sistema, desalmado y perverso que deja a su suerte a personas que evidentemente no tienen los recursos ni las posibilidades de salir de esa trampa mortal. Un sistema que destruye y mata para garantizar su reproducción.

Y por más gráfico que sea este ejemplo, no dista demasiado de la infinita cantidad de humanos zombis que pasan por este mundo sin ver lo que sucede. El fentanilo será la droga que golpea el pueblo de Los Ángeles, ahora: ¿Cuál es la droga que nos golpea en el resto del mundo? ¿El uso lucrativo de las religiones en otros? ¿La especulación financiera en otros? ¿Las redes sociales y la industria del entretenimiento? ¿El chupete electrónico que se le da a los chicos para que “no molesten? ¿Cuántas personas vemos a nuestro alrededor caminando cual zombis ante un mundo que se acerca cada vez más peligrosamente hacia el abismo?

La vorágine de la guerra multidimensional que vivimos, cada vez está más clara que antes:

El primer punto es Trump utilizando las tarifas y sanciones como arma geopolítica no sólo contra los BRICS, sino contra todos sus asociados. Porque como lo hemos mencionado en anteriores oportunidades (y siguiendo el análisis del analista mexicano, Alfredo Jalife), no se trata sólo del problema económico y los diferenciales comerciales de EEUU con el resto de los países, Trump está intentando re-industrializar al país (que las empresas se instalen en EEUU) y recalibrar las cadenas de suministros, y para lograrlo está promoviendo terremotos en el tablero en general. Algunos se plantan y le responden (como China[1], Brasil[2], India, México, incluso habrá que ver si lo hace Canadá), otros aceptan sumisamente sin chistar (como la talmúdica que conduce la Unión Europea, Ursula Von Der Leyen). La gran pregunta es si le saldrá y a qué costo.

El segundo, luego de fracasar en su intento de generar un G2 con Rusia y apartarla de China, ahora amenaza al oso euroasiático y coquetea con Xi Jimping. El magnate de peluquín reformuló el plazo que dio a Putin diciendo que si en 10/12 días no llega a un acuerdo de paz con Ucrania pondría tarifas secundarias (sanciones a quienes comercien con Rusia). No fue tan osado como el Congresista Republicano, Newt Gingrich, quien sostuvo públicamente que, si se lo “tomaban en serio”, Rusia iba a tener “muchas bajas” y que “va a ser aterrador”, o su colega senador (también republicano) Lindsey Graham. La respuesta rusa llegó de la mano del ex presidente Medvedev.

Lo trágico de este juego especulativo del imperio es que puede salir muy mal, y aquí entra la tercera analogía posible con la serie. En un extenso posteo, el ex inspector de armas de la ONU, ex oficial de inteligencia del USMC y analista norteamericano Scott Ritter, explicó el peligroso intercambio de palabras entre Trump y Medvedev: Trump está siendo asesorado y orientado a seguir la lógica israelí de decapitación de mandos medios y altos como hicieron con Hezbollah en Líbano, o como intentaron hacer (aunque fracasaron) con Irán. El problema es que en Rusia es la mayor potencia nuclear e hipersónica del mundo y entre sus doctrinas tiene una llamada “Mano muerta”.

Según explica Ritter, esta “es un mecanismo/plan de seguridad de larga data (se remonda a la época soviética) que garantiza una represalia nuclear a gran escala en caso de que alguna nación sea lo suficientemente tonta como para intentar un ataque de decapitación”. A lo cual añade que “La mención de Medvedev al respecto es un recordatorio nada amable a Trump y sus planificadores de que es un suicidio pensar en un ataque de decapitación preventivo contra Rusia”.

Ojalá que este mensaje llegue” dice el ex oficial de inteligencia norteamericano. “De lo contrario, la alusión a ‘Walking Dead’ hecha por Medvedev será el futuro de Estados Unidos y del mundo”.


Referencias
[1] https://x.com/LadoNoticias/status/1951328195099140399

[2] https://x.com/ActualidadRT/status/1950744475396935770


Nicolás Sampedro

Prefiero escucha antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

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¿La realidad terminará imponiéndose a las narrativas?

¿La realidad terminará imponiéndose a las narrativas?

TIEMPO DE LECTURA: 9 min.

Resulta un periplo bastante complejo entender lo que acontece en el mundo de hoy. Sobre todo, si hacemos caso a la narrativa construida por Occidente. El movimiento de fichas en el tablero mundial continúa sucediendo y a paso acelerado.

 A finales de los años 90, el entonces ministro de asuntos exteriores ruso Yevgueni Primakov, promovía lo que se conocería como la “Doctrina Primakov”. Éste planteaba que se debía construir una alianza entre Rusia, China e India, gestar un “triángulo estratégico” para contrabalancear el poderío estadounidense. Ese triángulo hoy está conformado por Rusia, China e Irán (que reemplazó a India), aunque Nueva Deli podría sumarse en cualquier momento a ese club.

En los 90 la “Doctrina Primakov” planteaba la alianza de Rusia, India y China para contrabalancear a Estados Unidos. No le pifió.

No es un detalle menor, dado que esta alianza propuesta por Primakov fue la gesta de lo que sería el RIC primero, el BRIC después (con la incorporación de Brasil), para desencadenar en el BRICS (con la incorporación de Sudáfrica.

Dato, no relato: Rusia y China tienen un acuerdo estratégico de largo alcance y muy consolidado, China e Irán tienen un acuerdo estratégico muy importante (aunque no incluye lo militar), y Rusia e Irán firmaron el pasado 17 de enero (3 días antes de que asuma Trump) un acuerdo estratégico que incluye la ayuda técnico-militar (en criollo que ante agresión de terceros a alguno de los países el otro saldría en su ayuda). El principio del ex canciller ruso parece estar consolidándose finalmente.

Y estas semanas estarían indicando que ese triángulo renovado, parece estar dando sus frutos. Veamos algunos ejemplos:

Guerra de aranceles: estrategia fallida

El Secretario del Tesoro norteamericano, Scott Besset, amenazó a Europa y dijo que pivotear hacia China, literalmente, sería “degollarse”. Esto la misma semana en la que advirtió a China y una posible devaluación el yuan. De darse podría comerse la estrepitosa suba arancelaria norteamericana al país asiático, que hoy llega a la escandalosa cifra de 245%.

El problema para Washington es que según datos arrojados por el ASPI (Australian Strategic Policy Institute), China controla 47 de 54 rubros de tecnología crítica “de impacto”, y como si eso no bastara, después de que Trump señalara que empresas como NVIDIA tendrían que elegir entre EEUU o China, Jen-Hsun Huang, CEO de la tecnológica, visitó Beijín y mantuvo diversas reuniones, y afirmó a la prensa que China es un mercado importante para su compañía.

En el mismo lapso temporal, y luego de los aranceles norteamericanos al mundo, Xi se reunión con representantes de Japón y Corea del Sur (aliados históricos de EEUU), y continúa fortaleciendo sus relaciones en Asia donde por ej. recientemente viaje a Camboya y Vietnam. De hecho, recientemente el mandarín afirmó que los países de África y América que comercien con China tendrán arancel 0 en rubros como ropa, accesorios y tecnología.

La reculada en chancletas de Trump dejó perplejos a muchos. La jugada no le salió bien y ahora casi que ruega (a su estilo) negociar con China. El punto es que no tiene ni para empezar, sobre todo si tomamos en cuenta que la sumatoria de las reservas en dólares de China y Hong Kong, a marzo de 2025, la cifra supera los 4 millones de millones (en inglés 4 trillon). Mientras que Estados Unidos (según datos de 2023) tiene un total de reservas (que incluyen oro y dólares) de 773 mil millones de dólares. Una cuarta parte que China. Ese diferencial daría al gigante asiático un resto mucho más importante de sostenerse en el tiempo la “guerra comercial”.

Dos datos no menores son: el primero, que el propio legislador texano Ron Paul puso en duda la existencia de las reservas de oro que en teoría tiene la Reserva Federal en Fort Knox; el segundo, el reciente descubrimiento de una mina de oro en China, que podría darle una ventaja aún mayor en ese sector.

Y a esto último hay que agregar que China comenzó a reducir su compra de dólares, a reducir su cuota de pantalla con películas norteamericanas y recientemente dejó de comprar gas natural licuado y soja a EEUU. Mientras Canadá ha aumentado el envío de crudo a Pekín, el reemplazo de la con soja lo está haciendo Brasil, es uno de los pocos países en Nuestra América que además está plegado a la estrategia china de desdolarización. Brasil y China ya no usan dólares para su comercio, usan swaps. Dato no menor es que Dilma Rouseff es la presidenta (reelecta) en el Banco del BRICS. De hecho, recientemente el asesor especial de la Presidencia para Asuntos Internacionales y ex canciller, Celso Amorim, señaló que “Es una cuestión pragmática: China hoy ofrece más oportunidades al Brasil y menos riesgos” que EEUU.

Y todo esto en los mismos días en que se produjo la masiva venta de bonos del tesoro a 10 años, que en las últimas décadas fueron un lugar de resguardo seguro ante turbulencias en el mercado financiero. Un significativo mensaje de que el “mercado” desconfía que EEUU pague sus deudas. Nuevamente, cabe destacar que China posee alrededor de 761 mil millones de dólares en Bonos del tesoro norteamericano, y que, si quisiera, podría utilizarlos en contra de los EEUU vendiéndolos masivamente. Aunque esto tampoco le conviene dado que ello generaría que el yuan se aprecie y que sus exportaciones se vuelvan más caras.

Otro dato significativo (y que pone en evidencia el porqué de las declaraciones de Trump respecto de Groenlandia, Canadá o el canal de Panamá) es que China tiene prácticamente garantizadas sus cadenas de suministro. En criollo, que si entra en guerra tiene a disposición todas las materias primas que necesita para seguir reproduciendo su sistema de producción y comercio. Caso inverso es el de EEUU, que por eso amenaza con anexar Canadá o Groenlandia, fundamentalmente, por sus bienes estratégicos y por las rutas comerciales como la ruta del norte (que está discutiendo con Rusia) o el Canal de Panamá.

El gran mediador: Rusia

En este escenario de confrontación entre gigantes (EEUU-China), como ya hemos venido analizando, Rusia puede convertirse en un mediador directo. Cabe recordar que Trump sostuvo que quiere generar un G2 entre EEUU y Rusia: están negociando por Ucrania, y Moscú está mediando entre EEUU e Irán. La pretensión de alejar a Moscú de Pekín, a ciencia cierta, no le estaría funcionando. La Alianza de Putin y Xi no sólo es muy sólida, sino complementaria.

 Según el analista geopolítico mexicano Alfredo Jalife, que pocas horas antes de que el enviado especial de la Casa Blanca para Medio Oriente, Steve Witkoff, viajara a Omán para mantener negociaciones indirectas con la parte iraní, estuvo reunido casi 5 hs con el presidente ruso Vladimir Putin y su asesor económico, Kirill Dmitriev. Esto deja a las claras que la negociación entre EEUU y Rusia tiene al contencioso de Irán en la mesa de negociaciones.

Las petromonarquías también juegan

En este escenario, las petromonarquías (Arabia Saudí, Bahrein y Qatar) también están jugando el papel mediador entre las 3 superpotencias, al tiempo que siguen haciendo negocios: el pasado jueves, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán visitó Moscú y se reunió con Putin, en las vísperas de la segunda ronda de negociaciones entre EEUU y el país persa. Según sostuvo la agencia estatal iraní IRNA, la visita de Abás Araqchi a Moscú tenía como objetivo entregar en mano al mandatario ruso, un mensaje escrito del atatolá Sayed Ali Jamenei, máximo líder de la Revolución Islámica de Irán.

Si se lee lo anterior de manera aislada, no entenderíamos el entramado que hay de fondo: pocas horas antes de que Araqchi pisara suelo ruso, se reunió en Teherán con el ministro de la defensa de Arabia Saudí, el hijo del Rey Salmán y hermano del príncipe heredero, Khalid bin Salman Al Saud. Éste también se reunió con el ayatolá Jomenei y con su homólogo iraní. Casi en simultáneo, el Emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Thani, visitó a Putin en Moscú. Y no sólo anunciaron importantes inversiones, sino que además abordaron la situación del conflicto Palestino-israelí. Ambos mandatarios coincidieron en que la solución de dos Estados sería lo que garantizaría una paz a largo plazo.

Según portales como Irán Observer o RT, en su primer encuentro (indirecto) Irán habría propuesto a EEUU la creación en Asia Occidental de una región libre de armas nucleares, incluyendo la desnuclearización completa de Israel (que se cree que tiene más de 300 bombas nucleares).

Como resultante y en conferencia junto con su homólogo Lavrov, el canciller iraní sostuvo que es posible llegar a un acuerdo con EEUU si la administración Trump “deja de lado exigencias poco realistas“. La traducción directa es que Irán no desmantelará su sistema nuclear civil, no dejará de apoyar al Eje de la Resistencia en Asia Occidental y que no abandonará su proyecto de misiles hipersónicos. Aceptar cualquiera de estas peticiones sería debilitar su posición ante el sionismo en la región.

Lo que sí no hay que perder de vista la denuncia realizada por el ex diplomático británico y experto en Asia Occidental, Alastair Crooke, quien afirmó que el Comandante del CENTCOM norteamericano estuvo dos días en un bunker el ataque a Irán, por lo cual la nación persa decretó el estado de alerta máxima. Casualidad o no, en esas mismas jornadas (el 9 de abril) se vivió la estrepitosa venta masiva de bonos del tesoro norteamericano que sembró el pánico en los mercados financieros del mundo.

El coraje yemení

Tal como lo hemos señalado en otras oportunidades, la disputa en el Mar Rojo y el bloqueo perpetrado por las milicias del Movimiento Ansar Allah de Yemen, están causando más de un dolor de cabeza a los norteamericanos y sionistas. De allí las presiones norteamericanas contra Irán para que deje de “apoyar” a los Huties bajo amenaza de tomar represalias directas con el país persa. En este escenario es donde el Corredor de Transporte Internacional Norte-Sur (INSTC por sus siglas en inglés) impulsado por Rusia, Irán, Azerbaiyán e India (pero que se ramificaría por Armenia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Bielorrusia, Omán y Siria), cobra aún más relevancia geoeconómica y geoestratégica.

Y como si no tuviera problemas fuera, Trump tiene un desafío extremadamente complejo en la política doméstica. A la inestabilidad del “mercado”, la posible explosión de “burbujas” (ahora sería el turno de la tecnológica) y las presiones de distintos lobbies allí reinantes, se suman las demandas que empiezan a surgir de distintos sectores demócratas, entre ellos el Gobernador de California, Gavin Newsom.

La tensión en distintos puntos pende de un hilo, pero al menos la posibilidad de un conflicto nuclear planteada por los halcones guerreristas (globalistas tanto demócratas como republicanos) retrocedió unos pasos. Sin embargo, las dificultades continúan y se complejizan. Y mientras la Unión Europea prohíbe a sus miembros asistir a la celebración en Rusia el próximo 9 de Mayo, el Kremlin se prepara para conmemorar el “Día de la victoria de la gran guerra patria”. Una fecha que puede ser una bisagra en la geopolítica mundial, en la que Xi Jimping es el invitado de honor, pero en la que también podría asistir el mandatario norteamericano, Donald Trump. Aunque en este contexto tres semanas es una eternidad.

Nicolás Sampedro

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Un mundo atrapado entre el palo y la zanahoria

Un mundo atrapado entre el palo y la zanahoria

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

EEUU sigue siendo el poder hegemónico y no quiere perderlo ¿Le saldrán las jugadas que está planificando y llevando a la práctica o la caída del imperio norteamericano ya es irreversible?

Sin dudas, los tiempos turbulentos que estamos viviendo no tienen precedentes. Múltiples hechos que se dan en simultáneo y a gran velocidad, impulsados por un imperio decadente que intenta remediar ¿lo inevitable?

Según una amplia gama de analistas internacionales de distintas procedencias, todo parece indicar que el objetivo de Donald Trump es reindustrializar a su país, y cada uno de los movimientos que realiza está íntimamente conectado con otros en otras partes del mundo. De ahí que parece estar enfocado en mantener al dólar como moneda de reserva y comercio internacional (evitar la desdolarización que ya comenzó), pero volviéndolo más “barato” de lo que es actualmente. La razón, no sólo que su economía sea competitiva a valores de mercado, sino para poder afrontar su monumental deuda contraída durante décadas de despilfarro en guerras e invasiones que, con el diario del lunes, parecen haberles servido para poco. De hecho, es por eso que también pone en cuestión cómo se calculó esa deuda durante las administraciones pasado, de igual manera su apuro respecto de las reservas de oro que deberían estar en Fort Knox.

El país endeudado y desindustrializado que recibió, es un enfermo agonizando cual zombie caminando por las calles de Los Ángeles producto del fentanilo. Esa imagen es la que pretende revertir el magnate de peluquín que hoy habita el Despacho Oval.

La noticia de esta semana relacionada con los supuestos aranceles no es tal. Como buen empresario de los bienes raíces, Trump ataca para luego negociar en las condiciones que él pretende hacerlo. La gran pregunta es ¿Le saldrá la jugada?

La tristemente célebre “guerra de aranceles” o “guerra comercial” no tiene en lo absoluto que ver con la imposición de impuestos recíprocos a los productos que importa de otros países, en relación con los que exporta. Tal como lo afirmó el colega norteamericano James Surowiecki, “simplemente tomaron nuestro déficit comercial con ese país y lo dividieron entre sus exportaciones”. Un disparate mayúsculo. Para todo el resto un mínimo de 10%, como sucedió con economías poco relevantes para su comercio como la de Argentina, que representa el 0,8% de sus importaciones.

La pregunta de si funcionará o no tal presión surge de que no todos los gobernantes movieron la cola cual perro contento como hizo la administración Milei. Por ejemplo, China planteó aranceles recíprocos del 34% a los productos norteamericanos (aranceles norteamericanos a productos manufacturados chinos vs aranceles chinos a materias primas, la ecuación es simple). Además, el gigante asiático denunció la medida ante la Organización Mundial del Comercio, bajo el argumento de que lo que hace EEUU es incompatible con el comercio internacional y socaba gravemente los derechos e intereses legítimos de China, además de constituir una práctica típica de intimidación unilateral que no sólo socava los intereses del pueblo de los EEUU, sino que también pone en peligro el desarrollo económico mundial y la estabilidad de la cadena de producción y suministros. No al mismo nivel, pero sí en el mismo sentido, países como Brasil, Canadá o incluso la UE han afirmado que tomarán medidas contra los productos norteamericanos.

Y esto sin mencionar que, desde el 17 de marzo, entró en vigor el Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos de China (CIPS, por sus siglas en inglés), que ya cuenta con más de 200 países con capacidad de utilizarlo; sin necesidad de pagar en dólares, pudiendo hacerlo en yuanes digitales. Un mecanismo de pago más rápido y eficiente (tardó sólo 8 segundos en sus primeras transacciones) que el caduco y extorsivo SWIFT norteamericano (que demora entre 3 y 5 días para ejecutar la misma operación). Y esto a modo de ejemplo, sin entrar en detalles respecto del sistema de pagos iraní Shetab (que procesa las transacciones en menos de dos segundos), que a su vez está interconectado con el sistema de pagos ruso MIR.

Quizás este hecho sea una de las explicaciones reales del porqué de la escalada de tensiones entre China y Filipinas. Es simple, en ese país gobierna un mandatario títere (en occidente le llamarían “aliado”) que responde a los designios de los norteamericanos. ¿Por qué? Por lo que ya hemos mencionado en más de una ocasión: el enemigo estratégico de EEUU es China, no Rusia. Por eso Trump pretende gestar un G2 con Rusia y alejarla del gigante asiático. Otra cosa que, al menos por ahora, parece prácticamente imposible.

Mientras Trump negocia con Putin por Ucrania (aunque para la parte rusa sea más que solo ese tema), alienta, financia y respalda al psicópata de Netanyahu para que continúe con el genocidio en Palestina y siga bombardeando El Líbano o Yemen. De hecho, Trump osó manifestar que estaba enfadado con Putin porque no le hacía caso respecto al alto el fuego que salió a vender con bombos y platillos pero que fue humo. Está claro que el objetivo es, y siempre lo fue, Irán. Pero Putin advirtió que cualquier agresión a Irán tendría consecuencias catastróficas. No sólo porque Irán ha manifestado estar dispuesta a responder, sino porque rusos e iraníes firmaron un tratado de Asociación Estratégica que contempla la defensa mutua ante agresiones de terceros ¿Se entiende la metáfora?

Esto viene a colación de lo que mencionábamos semanas atrás respecto de las agresiones norteamericanas, británicas y sionistas contras Yemen. Las amenazas de Trump contra Irán, por ser supuestamente un protectos/financista del Movimiento Ansar Allah, tuvieron una respuesta clara y contundente de Rusia, de Irán y de los propios yemeníes: Si hay agresión habrá respuesta. Y será muy peligroso si eso escala.

Bajo la era Trump 2.0, estamos viviendo un choque permanente entre el palo y la zanahoria, y según uno de los principales analistas chinos, lo que estamos viviendo desde la llegada de Trump 2.0 es una Guerra Fría de los EEUU contra el mundo entero, representada, fundamentalmente, por los BRICS y los sus socios en el BRICS+.

Tanto los chinos y rusos entienden a la perfección que el objetivo principal, el que está por encima de todo, en la lógica Trump gestar la posibilidad de reindustrialización de EEUU, y que para lograrlo está dispuesto a usar cualquier herramienta a su alcance para conseguirlo. Además, entienden que detrás de esa lógica hay 3 pilares fundamentales: 1- Wall Street; 2- la industria que aún les queda, acero, aluminio y energética (sobre todo con el gas de esquisto que -además- venden a Europa); y 3- el tecnofeudalismo de Silicon Valley. Al mismo tiempo ven los diversos choques entre esas tres agendas que permanentemente están interfiriendo en la política exterior norteamericana.

Todo parece indicar que están dispuestos a utilizar cualquier argumento y cualquier política, desde las “tarifas” (que es un mantra de Trump), hasta una especie de inteligencia artificialización del gobierno norteamericano, subordinado a los magnates del tecnofeudalismo de Silicon Valley, especialmente del presidente en las sombras, Elon Musk. Pero esa reindustrialización -para Trump- no es con mano de obra extranjera, quiere que sean ciudadanos norteamericanos, y eso explica su vehemencia anti inmigratoria y la gran cantidad de deportaciones que está realizando.

Otro de los pilares de su política parece estar circunscripto al denominado “Acuerdo de Mar a Lago”. Un acuerdo que Trump habría sellado con los principales actores de Wall Street a quienes les habría ordenado que comiencen a cambiar las reglas del juego respecto del dólar: Básicamente pretenden forzar a todos los bancos centrales del mundo a comprar los famosos bonos del tesoro norteamericano a 100 años. Bonos que no pagan intereses, por lo que su valor es cero, no valen nada de nada. Esa es la gran jugada para forzar la pérdida de fortaleza del dólar a nivel mundial para facilitar esa tan deseada reindustrialización y que su posterior producción y exportación sean competitiva globalmente.

Trump necesita un hecho político que lo plantee como el gran jugador: ¿Será un Premio Nobel de Paz por facilitar un Acuerdo de Paz entre Rusia y Ucrania? Hecho que en la práctica sería un acuerdo entre EEUU y Rusia, y que, según las palabras del propio Putin, no sucederá hasta tanto no estén dadas las condiciones que originaron este conflicto: que Ucrania no entra en la OTAN; que será un país neutral; que se llamará a elecciones para que gobierne alguien legítimamente electo; y que se debe reconocer como rusos los territorios que hoy están en control de ese ejército. Lo interesante del tema es que, en esos territorios que hoy controla Rusia, es donde se encuentran las mayores reservas de tierras raras, las mismas que Zelensky va ofreciendo por doquier (se lo ofreció a los británicos y también a los yanquis) a cambio de financiamiento para continuar la guerra.

Este pequeño detalle, es otro de los motivos por los que Trump amenaza con anexionar a Canadá, Groenlandia, o que exija echar a compañías chinas del Canal de Panamá. Para ese futuro país industrializado, EEUU necesitará controlar todos los bienes estratégicos necesarios, sobre todo, para la producción de tecnología. Bienes que mayoritariamente controlan Rusia y China, y que produce/industrializa, sobre todo, el gigante asiático y sus países aliados del BRICS.

Cuando meses atrás decíamos que lo que se venía era el imperio del caos, o que EEUU le había declarado la guerra a perpetuidad a los pueblos del mundo era por esto. Para seguir siendo imperio deben expandirse, conquistar, e imponer la ley del más fuerte ¿Y las instituciones? Como dijera Chávez “No sirven”. ¿Podrá Trump revertir la decadencia norteamericana o será demasiado tarde? ¿Ustedes qué opinan?


Más bibliografía
https://misionverdad.com/globalistan/europa-cae-en-un-abismo-geopolitico-por-decision-propia
https://elordenmundial.com/teoria-heartland-conquista-del-mundo/
https://www.diario-red.com/articulo/internacional/doble-cara-motosierra-trumpista-recortes-publicos-contratos-privados-empresas-musk/20250402120000045027.html
https://www.alfredojalife.com/2025/03/30/agonia-del-t-mec-el-globalista-verde-mark-carney-colisiona-con-el-petrolero-trump/
https://misionverdad.com/venezuela/trump-define-por-ahora-su-politica-para-venezuela-en-el-gran-juego-de-eeuu
https://misionverdad.com/venezuela/las-sanciones-de-eeuu-no-paralizan-el-flujo-energetico-de-los-paises-objetivo
https://www.descifrandolaguerra.es/reformistas-iranies-poder/
https://www.descifrandolaguerra.es/aranceles-trump-guerra-comercial/
https://tektonikos.website/cooperacion-sur-sur-para-construir-una-comunidad-suratlantica/

Nicolás Sampedro

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Javier Milei y la Antártida: Implicaciones geopolíticas y ambientales

Javier Milei y la Antártida: Implicaciones geopolíticas y ambientales

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

En los últimos meses el presidente argentino Javier Milei ha captado atención internacional por su ascendente carrera política y sus propuestas radicales. Uno de los aspectos más significativos, aunque menos discutidos, de su discurso ha sido su interés por la Antártida, un territorio clave en la geopolítica contemporánea debido a sus recursos naturales y su valor estratégico. Este interés se ve amplificado por su cercanía con figuras como Donald Trump y la influencia de la política exterior estadounidense en América Latina.

La Antártida: Un Territorio Estratégico

La Antártida, bajo el Tratado Antártico de 1959, ha sido históricamente un espacio de cooperación internacional, con prohibiciones sobre actividades militares y reclamos territoriales. Sin embargo, la creciente competencia por sus recursos naturales, como minerales, hidrocarburos y agua dulce, ha generado tensiones internacionales. En este contexto, las propuestas de Milei, que incluyen aumentar la presencia argentina en la región, han llamado la atención. Si bien su postura libertaria y su admiración por Trump han sido la base de sus propuestas, algunos críticos consideran que su enfoque podría estar más alineado con los intereses de Estados Unidos que con los de Argentina.

Recursos Naturales y Soberanía Argentina

Milei ha propuesto una mayor explotación de los recursos naturales de la Antártida, lo que entra en conflicto con las regulaciones internacionales del Tratado Antártico y el Protocolo de Madrid, que prohíben la explotación minera y promueven la protección ambiental. Su enfoque podría llevar a una revisión de los acuerdos internacionales y generar tensiones tanto con actores globales como con sectores ambientalistas y expertos en derecho internacional.

Además de los recursos, la ubicación geográfica de la Antártida es crucial para el control de rutas marítimas y la vigilancia global. Milei ha sugerido que Argentina debería fortalecer su presencia militar en la región, especialmente ante la creciente actividad de potencias como China y Rusia, que han aumentado sus inversiones en infraestructura antártica.

Riesgos de Conflictos Territoriales con Chile

Una de las principales preocupaciones es la posible reactivación de disputas territoriales con Chile, que también reclama parte de la Antártida. A pesar de que el Tratado Antártico ha mantenido en segundo plano estas disputas, un enfoque más agresivo por parte de Milei podría reavivar conflictos históricos entre ambos países, con implicaciones no solo en la Antártida, sino en otras áreas, como el Canal de Beagle.

La relación entre Argentina y Chile en la Antártida ha sido delicada, y cualquier cambio en la postura argentina podría tensar aún más las relaciones bilaterales. En este contexto, las tensiones podrían escalar si ambos países deciden reforzar su presencia en la región, lo que podría resultar en un enfrentamiento directo por el control de las zonas reclamadas.

La Influencia de Estados Unidos y las Implicaciones para América Latina

La cercanía de Milei con Donald Trump también tiene implicaciones para la política exterior de Argentina. Ambos comparten una visión nacionalista y proteccionista que podría hacer que Argentina priorice los intereses de Estados Unidos sobre sus propios intereses estratégicos. Este alineamiento con Washington podría generar una mayor presión sobre los países de la región, especialmente si el Departamento de Estado de EE. UU. intensifica su influencia en América Latina.

El enfoque de Milei podría ser percibido como una forma de subordinar los intereses nacionales de Argentina a los de Estados Unidos, lo que, según algunos analistas, podría perjudicar la soberanía argentina en regiones estratégicas como la Antártida. Las decisiones políticas y diplomáticas de Milei, en este sentido, podrían resultar en consecuencias negativas tanto para el país como para la región.

Impacto Ambiental de la Propuesta de Milei

Otro aspecto preocupante es el impacto ambiental de una mayor presencia humana y militar en la Antártida. El continente es uno de los últimos ecosistemas prístinos del planeta, y cualquier actividad no regulada podría tener efectos devastadores sobre su delicado equilibrio ecológico. Las propuestas de Milei podrían poner en riesgo la biodiversidad antártica y el papel fundamental que este continente juega en la regulación del clima global, lo que ha sido advertido por diversas organizaciones ambientalistas.

Conclusión: Una Política Ambigua y Riesgosa

El interés de Javier Milei en la Antártida refleja una mezcla de ambiciones económicas, estratégicas y políticas que podrían tener repercusiones importantes tanto para Argentina como para el panorama internacional. Su cercanía con Trump y su propuesta de aumentar la presencia argentina en la región no solo plantean riesgos en términos de soberanía y relaciones internacionales, sino que también generan preocupaciones sobre el medio ambiente y la estabilidad geopolítica.

La posible revisión de los acuerdos internacionales, como el Tratado Antártico, podría abrir la puerta a un escenario de confrontación en la región, especialmente con Chile, y también a un mayor involucramiento de potencias extranjeras como Estados Unidos. A medida que Milei avanza en su carrera política, es crucial que sus decisiones se tomen con una visión equilibrada, que contemple tanto los intereses nacionales como las responsabilidades globales, para evitar que la Antártida se convierta en un nuevo campo de disputa que pueda poner en peligro la paz y estabilidad en la región.

Al final, parece que Milei intenta disfrazar su sumisión geopolítica a EEUU con causas vacías e inútiles, sin ningún tipo de efecto estratégico real. En lugar de luchar por la soberanía argentina en las Malvinas, integrarse con los países vecinos y proponer una plataforma soberana para el desarrollo regional, Milei prefiere crear fricciones con las naciones sudamericanas y jugar a ser un “Trump del Sur” – lo que sólo empeora, en lugar de rehabilitar, su imagen política ya decadente.

Dragan Bukovički

Escritor, poeta y traductor serbio. Editor de la publicación “Dos del sur”

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Es bastante más que elegir un presidente

Es bastante más que elegir un presidente

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

Vivimos una lucha entre fuerzas tectónicas que se disputan el devenir del mundo, el cambio o no de las lógicas del sistema imperante y de quienes controlarán ese escenario. Un mundo unipolar que no termina de morir, versus un mundo multipolar que no termina de nacer. Lo que sucede en Ucrania está inmerso en el mismo escenario, al igual que lo que sucede en Niger, en Venezuela, en Siria o en cualquier otra parte del globo. En ese contexto, y enmarañado en esa lucha, se encuentra nuestro país ¿O acaso alguien cree, aún, que los poderes externos no jugaron su papel en este lío?

Producto de que lo que tiene para ofrecernos el imperio es saqueo y depredación, el gobierno de Macri (su primer intento por controlar la rebeldía argentina) terminó en tan sólo un período de gobierno. Hicieron mucho daño, pero pudimos reponernos de ese duro revés electoral.

La llegada del Frente de Todos representó la esperanza de salir de la situación de penuria a la que nos estaba sometiendo el gobierno de Cambiemos, pero pandemia, guerra en Ucrania y endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la cosa se hizo cada vez más cuesta arriba. No sin dejar de señalar la innumerable cantidad de tiros en los pies que se autoinfringió Fernández.

Preparando el terreno

Si algo supo hacer el gobierno de Macri, fue dejar las bombas preparadas para que, al momento de asumir Alberto y Cristina, poco a poco fueran explotando a medida que transcurría el tiempo. Obviamente el endeudamiento internacional con el FMI y con acreedores externos fue el mayor escollo, aún no superado.

Lo dijo Fidel Castro Ruz hace ya varias décadas… Las deudas externas sirven para condicionar a los países y sus gobiernos para que no puedan levantar cabeza y deban responder a sus designios. El caso argentino no es la excepción a ese destino.

La discusión cada vez más a la derecha

En el mientras tanto, los medios hegemónicos de comunicación comenzaron a dar cada vez más trascendencia a los planteos que hacía el que dice ser un león, pero que no es más que un títere. El libertario se convirtió primero en un personaje pintoresco, para luego pasar a ser un posible candidateable. Es por demás sabida la relación que éste tiene con el mafioso local de la ‘Ndrangheta.

El peluquín -potenciado mediáticamente- cumplía su cometido: instalar temas de agenda y correr la discusión cada vez más a la derecha (por decirlo de algún modo). Sumado esto al ya manifiesto encono mediático contra el peronismo y todo aquello que huela a popular. La ecuación es sencilla: Cristina, el peronismo, los piqueteros, o el castrochavismo son responsables de todos los males que vivimos en Argentina.

La falta de respuesta

Desde el vamos, parte del gobierno del Frente de Todos (sobre todo de figura de CFK), cuestionó y marcó su desacuerdo con el reconocimiento de la ilegítima, ilegal y fraudulenta deuda tomada por Macri -fundamentalmente- con el FMI. De hecho, allí se puede ubicar temporalmente un punto de quiebre dentro del frente de gobierno que a posteriori lo llevaría a seguir autoinfringiéndose latigazos innecesarios.

Una de las grandes críticas al actual gobierno fue la imposibilidad de mejorar el poder adquisitivo de las familias argentinas. Y si bien siempre se intentó que los sueldos no pierdan con la inflación, siempre se fue corriendo de atrás. Ahora ¿a qué se debe este escenario? Seguramente haya muchas explicaciones dado que los procesos inflacionarios no tienen una única causa, pero sí se puede afirmar que gracias a que los poderes fácticos (locales e externos) así lo dispusieron y el gobierno no pudo, no se animó o no quiso evitarlo.

Subía el dólar ilegal -porque al “mercado” se le cantaba- e inmediatamente eso se veía reflejado en aumento generalizado de precios. Obviamente, pequeños y medianos jugadores (en su mayoría) lo hicieron para cuidar su patrimonio y la posibilidad de reponer mercadería. Ahora los grandes jugadores, no. Ellos lo hicieron porque efectivamente no les interesaba la estabilización de la economía argentina. Y no les interesaba por la sencilla razón de que veían que el gobierno lo permitía y no tendrían consecuencia alguna. Esto además de que los grandes jugadores son todas multinacionales, bancos, entidades financieras, etc. Miren sino el componente de los grandes cárteles de la alimentación y verán que está concentrado en muy poquitas manos.

El descreimiento generalizado

Por estos días, quienes se dedican al análisis político local, remarcan una y otra vez que el voto al peluca responde a la falta de respuestas y en parte hay algo de realidad en esa mirada. Simplificando mucho el análisis, la lógica del votante sería: Juntos por el Cambio no resolvió nuestros problemas, el Frente de Todos tampoco, pruebo con otra opción. Incluso a veces sin importar lo que ese candidato propone, simplemente porque los otros no dieron respuesta.

El descreimiento en la política no es algo reciente, es un proceso al cual se viene abonando desde hace décadas. Si para una parte importante del pueblo “todos los políticos son lo mismo”, abre paso a que los famosos outsiders tengan tierra fértil para sembrar y cosechar el descontento. Claramente el rol mediático y de las redes sociales (y la falta de respuestas concretas) tienen una gran responsabilidad en todo esto.

Si miramos el resultado electoral, el claro ganador de la contienda fue el descontento. Por un lado, ese más de 30% que no fue a votar, por otro, el casi 5% de los que sí votaron pero lo hicieron en blanco o anulado, y por otro un gran porcentaje de votos de Milei que anteriormente habían sido para el FdT o para JxC. Argentina no se derechizó, exige respuestas concretas y palpables a sus problemas.

Qué hay detrás de la onda violeta

Ahora ¿nadie se preguntó o investigó y denunció quién financia a Milei? ¿De donde creen que sacó el dinero para hacer su campaña? ¿O acaso vamos a tragarnos el cuento de que alcanzó con lo que le dio el Estado porque correspondía por ley?

Los nombres pueden ser muchos y habría que hacer una investigación mucho más pormenorizada, pero por sólo mencionar una de las que lo ¿patrocinan? ¿financian? ¿acompañan? La Atlas Network, una organización fundada por el empresario británico y ex piloto de la Royal Air Force, Anthony Fisher. Pirata que luego migraría a los EEUU desde donde -bajo el paraguas de Atlas- “ayudaría” a crear más de 150 instituciones del mismo carácter en distintas partes del mundo.

Si miramos a los alrededores del peluquín, aparecen nombres con prontuarios aterradores como el de quien sería su economista estrella, Emilio Ocampo, literalmente un “chicago boy” que tuvo cargos ejecutivos en entidades bancarias como Chase Manhattan, Salomon Brothers, Citygroup y Morgan Stanley. O como el quien ocuparía la cancillería, la cordobesa reaccionaria Diana Mondino, de larga trayectoria en el empresariado pasando desde Loma Negra o Bodegas Bianchi, hasta Pampa Energía, Banco Supervielle, o la tristemente célebre Standard & Poors. Sorprendentemente ambos personajes formados en la UCEMA (Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos), donde incluso Mondino fue Directora de Relaciones Internacionales.

Con esta simple pincelada, se puede apreciar que el proyecto Milei, tiene detrás a los grandes bancos, a las multinacionales alimenticias, a las corporaciones mediáticas, pero fundamentalmente a los gobiernos británico y norteamericano detrás.

Vínculos con el mundo

En más de una ocasión este energúmeno, ha manifestado que no tendrá relaciones ni con China, ni con Rusia, ni con Venezuela, Cuba y Nicaragua; que abandonaría el Mercosur y un sinfín de chorreadas más entre las que hubo una muy explícita: mudar la embajada argentina de Tel Aviv a al-Quds (occidentalmente conocida como Jerusalen).

El sistema de pinzad aplicados a la Argentina entre británicos y norteamericanos se podría describir como multiforme y multidireccional: financieramente, económicamente, diplomáticamente, militarmente y sumen algunos entes más. Un escenario que puede haber sido construido minuciosamente sin ningún lugar a dudas.

¿Construido para qué? Es por demás sabido que los EEUU creen que somos su patio trasero. Una frase rimbombante pero no por ello menos cierta. Por consiguiente, nuestros bienes estratégicos como el litio, el agua, los hidrocarburos, los alimentos… Todo ello es lo que quieren. Saquearnos, rapiñarnos al menor costo posible. Ahí entran a jugar las entidades financieras como el FMI o el BM y un sinfín de mega o gigabancos como BlackRock o Standard & Poors, entre otros. Devaluación sistemática mediante las multinacionales alimenticias o energéticas que suben precios a gusto y piachere. El descontento popular por la falta de poder adquisitivo es un simple vuelto para estos engendros de la naturaleza.

Todo ello sin mencionar que este personajesco ha manifestado querer dolarizar la economía argentina. Hecho que no sólo nos haría perder uno de los pilares de la soberanía (como es tener una moneda) sino que por ello se debería pagar permanentemente un señoriaje ¿Qué es esto? Sintéticamente que cada mil dólares que nos de la Reserva Federal, sólo llegarán 900; cien se lo quedarán ellos en ese concepto. Multipliquen por los millones que deberían llegar al país ¿Un gran negocio no?

Pero no queda sólo ahí, la jugada tiene otro actor y se llama Gran Bretaña. Ese mismo ente pirata que desde hace más de 190 años ocupa ilegalmente nuestra Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur, y que gracias a ello reclama la parte antártica que hoy administra Argentina.

El casi triángulo que forman Ushuaia, las Malvinas, las Georgias del Sur y la península Antártida, es uno de los pasos interoceánicos más importantes del mundo desde el punto de vista geopolítico ante un eventual conflicto y bloqueo de otras vías navegables naturales. Esto sin mencionar la enorme riqueza natural que alberga la Antártida y que los anglosajones pretenden usufructuar para sí.

La disputa geopolítica

Por último y no menos importante, el golpe a los BRICS que significaría la derrota del peronismo en las elecciones de octubre. Fundamentalmente por China, actual segundo socio comercial de Argentina y enemigo confeso y declarado de EEUU. Colateralmente golpearía a Brasil, otro de los actores claves del bloque y una de las potencias emergentes actuales que tampoco responde a los designios de Washington.

Como se puede observar, lo que está en disputa no es meramente una presidencia. En estas elecciones se está jugando otra cosa, es mucho más que un cargo. Es la posibilidad de seguir siendo considerados un país y no convertirnos en una colonia más de las tantas que se ha anexionado el imperio.

Pero tal como lo dijimos en reiteradas oportunidades, este pueblo no morirá sin resistir. Ojalá, ese momento no llegue.

Nicolás Sampedro

Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

Geopolítica del Mercosur: Narcotráfico, hidrovía y negociados

Geopolítica del Mercosur: Narcotráfico, hidrovía y negociados

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Mafias brasileñas, una megapapelera, escáneres taiwaneses, elecciones en Paraguay, inseguridad y corrupción en Uruguay y una posible base militar estadounidense en la Triple Frontera. Todo esto que parece una ensalada de titulares es lo que está en juego en estos momentos en el Mercosur de la cocaína.

Uruguay

El último informe de la Secretaria Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft) es contundente en muchos pasajes sobre el momento que atraviesa Uruguay. Considera que la situación ha empeorado. Con respecto a la trata de personas “se mantiene la situación de Uruguay como país de fuente y tránsito de trata de personas, en especial mujeres y niñas, con el fin de explotación sexual comercial y trabajo forzoso”.

El apartado sobre tráfico de armas dice que: “El tráfico de armas de fuego, municiones, explosivos y otros se encuentra en el segundo lugar de las estadísticas de imputaciones de la FGN y el tráfico internacional de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales en el decimosexto.”Uruguay ya no es solo un país de tránsito sino que se ha podido constatar, por un lado, la producción nacional de drogas sintéticas y, por el otro, un aumento en el consumo de drogas a nivel local, tales como la cocaína y metanfetaminas.

A esto se le puede agregar las condiciones sumamente apetecibles para el narcotráfico: fronteras secas con Brasil; muchas vías de acceso con Argentina y la conexión con la hidrovía Paraná – Paraguay; medio país sin radares aéreos, un festín para las avionetas con alijos de droga; más de 800 pistas clandestinas de aterrizaje; férreo secreto bancario; un puerto entregado a una multinacional belga por 60 años, donde este país se ha transformado en uno de los destinos más codiciados por los narcotraficantes. ¿Casualidad? El tiempo dirá.

Por último, controles muy laxos en las fronteras, corrupción policial y unas fuerzas de seguridad poco equipadas para contrarrestar el fuego enemigo.

Tal es el caso en la frontera noreste con Brasil en el departamento de Rivera, donde la banda brasileña “Os Manos” se ha apoderado de la frontera y pretende avanzar tierras adentro del Uruguay. En las últimas semanas se capturaron a 20 uruguayos integrantes de la banda norteña.

Vecinos

Las organizaciones brasileñas y argentinas de narcotráfico se han fortalecido debido a mayores controles en la Triple Frontera. Ésto “ha provocado que la operativa de las organizaciones delictivas se haya desplazado hacia el sur, evidenciándose su presencia en las zonas de frontera del Uruguay con Brasil”, señala el informe.

180.com.uy :: La guerra sangrienta por el reino de la droga en Brasil

El criminal Primer Comando Capital (PCC), que surgió de la masacre de Carandirú, es un fenómeno exclusivo de las cárceles brasileñas. En Uruguay hubo un intento de importar dicha organización pero fue estéril, no por razones de seguridad e inteligencia, sino por la lumpenización de los reos uruguayos y su falta de organización. El PCC se ha expandido hacia tierras paraguayas y hoy en día ya domina varias cárceles que se encuentran cerca de la Triple Frontera.

Las conexiones se empiezan a trenzar cuando el PCC tiene conexiones con Sebastián Marset, el uruguayo devenido en narco y sospechado de ser uno de los autores intelectuales del homicidio del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en tierras colombianas. A su vez ,el PCC tiene vínculos con la mafia calabresa a través de la ‘Ndrangheta, siendo la puerta de entrada de la cocaína a Europa.

De aquellos ríos, estas olas

Turbulentas aguas se agitan al norte del Uruguay. La hidrovía Paraná – Paraguay recorre 3.400 km desde Puerto Cáceres (Brasil) hasta el Puerto de Nueva Palmira (Uruguay) y es la ruta predilecta de los narcos para enviar droga desde Sudamérica  a Europa y África.

Entre 2021 y 2022 salieron de la hidrovía aproximadamente 46 toneladas de estupefacientes. En el caso uruguayo, el 72% de la droga incautada, provino de la hidrovía. “El gerente de la hidrovía”, más conocido como Sebastián Marset ha utilizado las viejas rutas de los contrabandistas y ahora la ruta del grano para llevar adelante sus ilícitos.

La hidrovía recorre la zona argentina del Gran Rosario, donde la banda de “Los Monos” son reyes y dueños del narco y la violencia de allí. Rosario, capital de la provincia de Santa Fé, no fue ajena al tsunami privatizador del ex presidente Carlos Saúl Menem. El Banco Provincial no escapó a tal lógica y fue entregado a los hermanos Rohm, un apellido tristemente célebre en ambos márgenes del Río de la Plata.

Los Rohm eran dueños del Banco General de Negocios donde el Cartel de Juarez lavaba dinero y también en los 90 les fue adjudicado en Uruguay por el entonces presidente y padre del actual presidente, Lacalle Herrera, el Banco Comercial. Banco que quebraría en la crisis del 2002 junto con los otros tres bancos privados más grandes del país. ¿Otra casualidad?

El águila

Estados Unidos ejerce presión sobre el gobierno paraguayo desde varios ángulos y pretende asegurar su dominio en dicho país gane el candidato que gane. Las elecciones se celebrarán el 30 de abril y los que pican en punta son los candidatos del partido colorado Santiago Peña y del opositor Frente Guazú Efraín Alegre.

La jugada de Estados Unidos viene de largo aliento. Primero declarando al ex presidente Horacio Cartes como “persona significativamente corrupta” y congelando sus activos en el país del norte. La misma acusación recayó sobre el actual vicepresidente, Hugo Velázquez.

Otro tiro por elevación contra Cartes es la instalación de la mega pastera a cargo de Grupo Zapag, conglomerado empresarial enemistado con el expresidente paraguayo. Para llevar adelante el mega emprendimiento se precisa mucho dinero y Goldman Sachs fue la institución financiera que habilitó dicho dinero. Decir Goldman Sachs es decir Estados Unidos. A su vez, el Grupo Zapag es dueño de flotas de barcazas que navegan por toda la hidrovía. ¿Otra casualidad?

Este ataque a Cartes tiene varios frentes y es un mensaje claro a toda la dirigencia política paraguaya: “con nosotros no se juega”. Estados Unidos tiene grandes intereses en la Triple Frontera. A través de ingenieros estadounidenses están construyendo un tramo de la hidrovía, pero quizá en buen criollo es que se está gestando una base militar encubierta.

Estados Unidos presionó para que Paraguay ejerza más control sobre el narcotráfico en su zona de influencia y allí trianguló una ayuda con el gobierno de Taiwán para comprar radares. Es que Paraguay es el único país sudamericano que lo reconoce como país legítimo en contraposición a China.

En el Mercosur, Argentina negocia fuertemente con China. Lula, el presidente de Brasil visitó al gigante asiático recientemente e incluso la ex presidente Dilma Rousseff ha sido nombrada como la presidenta del banco de los BRICS.

Washington ve con preocupación el pendular comportamiento del gobierno uruguayo. Por un lado se muestra cercano al gobierno estadounidense como ha sido históricamente el Partido Nacional, pero por otro lado el posible Tratado de Libre Comercio (TLC) con China no es visto con buenos ojos por Estados Unidos y se lo hicieron saber al polémico presidente Luis Lacalle.

Todo esto está en juego a escasos kilómetros de Uruguay. Es más, Uruguay está metido en este entuerto geopolítico que implica bandas de cárceles brasileñas, una megapapelera, escáneres taiwaneses, elecciones en Paraguay, inseguridad y corrupción en Uruguay y una posible base militar estadounidense en la Triple Frontera.

Sin embargo, el gobierno uruguayo se empeña en combatir al narcomenudeo, mientras toneladas y toneladas de cocaína llegan a Europa con contenedores con la bandera uruguaya. No hay que mirar tanto las series de televisión para entender la realidad:, ni Cali, ni Medellin, ni Río de Janeiro. Rosario queda cerca. Montevideo, Maldonado, Colonia dan muestras todos los días de lo que sucede en este Uruguay, si no se toma la «merca» en serio.

Artículo publicado originalmente en Periferia

Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

EEUU se reacomoda geopolíticamente sin el uribismo

EEUU se reacomoda geopolíticamente sin el uribismo

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Todo tiempo pasado fue mejor, sobre todo si lo dice un imperio en declive. La hegemonía estadounidense que lo convirtió en el polo dominante de la geopolítica mundial tras el fin de la “guerra fría” está sufriendo golpes que parecen mortales.

Ante este panorama, los Estados Unidos han decidido que lo mejor es mirar al pasado y volver al mejor escenario posible para sus intereses. Desde el “Haz América grande otra vez” de Trump hasta el “reconstruir el mundo mejor” de Biden, todas sus iniciativas miran ya con nostalgia el tiempo que pasó y evidencian la inminencia del cambio que no les favorece.

Pero mientras el poder creciente de China y Rusia apunta a construir un mundo multipolar, o al menos tripolar, Estados Unidos intenta dividir de nuevo el mundo en dos: quienes están a su favor y quienes están en su contra, para regresar al mundo bipolar en el que supo manejarse durante más de cuatro décadas.

El problema para América Latina y el Caribe es que, en ese intento de volver a partir el mundo en dos, controlarla es imprescindible para los Estados Unidos, que la considera tan suya que ve como un problema de seguridad interna cualquier insubordinación de los Estados soberanos que la conforman o rebelión de sus pueblos.

Los primeros pasos del B3W sobre América Latina y el Caribe

Durante la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático número 26 (COP 26) que se realiza este año en Escocia, Joe Biden presentó nuevamente la iniciativa Build Back Better World (B3W) que ya había sido lanzada hace unos meses en el encuentro del G7, con la que Estados Unidos pretende competir con la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China para, en primera instancia, frenar el avance del gigante asiático en la región.

En esa conferencia lo acompañaron representantes del G7 y asistieron, entre otros, los presidentes de Colombia, Ecuador, Panamá y Costa Rica, quienes ese mismo día acordaron la conformación de un Corredor Marino del Pacífico este tropical, que en principio se plantea como la ampliación de zonas marítimas protegidas para la conservación de la biodiversidad abarcando el Parque Nacional de Gorgona y el santuario de flora y fauna de Malpelo, en Colombia; la isla de Coco, en Costa Rica; Galápagos, en Ecuador; y la isla de Coiba, en Panamá.

La realidad es que este cinturón de 500 mil kilómetros cuadrados está inmerso en el plan de infraestructura presentado por Biden y se plantea como una “zona ecológica libre de pesca”, específicamente para impedir la pesca de barcos chinos.

Corredor marino del Pacífico este tropical – Misión Verdad

Lo más importante que esconde este acuerdo son las actividades militares en el archipiélago de Galápagos, al que el ex ministro de Defensa de Ecuador, Oswaldo Jarrín, describió como un “portaaviones natural” cuando el gobierno de Lenín Moreno autorizó a los Estados Unidos a ejecutar la ampliación del aeropuerto de San Cristóbal ubicado en ese territorio insular, para la instalación de radares y la operación de aviones estadounidenses.

Israel, el último salvavidas del uribismo

A pesar de que Iván Duque cumpliera la tarea asignada de conformar este cinturón en el Pacífico para articularlo al B3W, sus relaciones con el actual gobierno estadounidense son escasas, lo que de todos modos no impide que las coordinaciones militares continúen su curso ni que avancen los intereses económicos de los Estados Unidos en Colombia.

Así lo demuestran los tres altos funcionarios del gobierno estadounidense que visitaron Colombia estos últimos dos meses.

En septiembre Craig Faller, quien había sido designado por Donald Trump, estuvo en Colombia durante su última gira por la región antes de entregar su mando en el Comando Sur a la generala Laura Richardson.

Pocos días después llegó Daleep Singh, asesor adjunto de seguridad nacional del actual presidente estadounidense. Singh estuvo acompañado por David Marchick, director de la Corporación Financiera de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional; Ricardo Zúniga, subsecretario adjunto de Estado principal para Asuntos del Hemisferio Occidental y enviado especial para el Triángulo Norte; así como funcionarios de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), del Departamento de Comercio, del Departamento del Tesoro. La tarea fundamental de Singh fue precisamente avanzar con la B3W y, a juzgar por su recorrido, la conformación de este cinturón en el Pacífico este tropical.

Cerró el ciclo de visitas Anthony Blinken, Secretario de Estado, quien en la rueda de prensa que diera junto al presidente colombiano le hizo el reclamo por las violaciones de derechos humanos ocurridas en el contexto de represión al Paro Nacional en Colombia. Seguramente un poco para satisfacer las demandas de sus ONG y algunos sectores del Partido Demócrata estadounidense y, más que todo, para lavarse las manos ante la opinión pública de los crímenes que se comenten con su definitivo apoyo financiero, policial y militar.

Blinken también destacó la importancia que tiene para su país la crisis migratoria, pero no la venezolana sino la de haitianos y haitianas que han llegado al tapón del Darién, frontera de Colombia con Panamá, en su mayoría provenientes de Chile. El énfasis lo hizo justamente en la incorporación de Colombia a la iniciativa B3W.

Pero desde que Biden asumiera la presidencia en enero de este año, ningún encuentro entre los presidentes de ambos países se había dado hasta la pasada cumbre COP26, a pesar de los ingentes esfuerzos del presidente uribista que incluso fue dos veces a Washington este año. Añadiendo otra razón para que la oligarquía colombiana perciba la urgencia de una salida definitiva del uribismo de la Casa de Nariño.

Por esta razón, Duque sobredimensionó mediáticamente su saludo con Biden durante esa corta reunión para el lanzamiento de la B3W, pero la verdad es que el presidente colombiano fue solo uno más y nunca logró una reunión bilateral con el jefe de la Casa Blanca.

Es evidente que Biden no tiene interés en vincularse al uribismo que cerró filas con Trump durante las pasadas elecciones estadounidenses y se aproxima a una debacle electoral. Es previsible que en su lugar, la Casa Blanca decida apoyar candidaturas más moderadas o incluso progresistas en las próximas elecciones en Colombia y por similares razones, también en Chile. Y aunque hay elementos para pensar que Trump pudiera volver a la presidencia norteamericana en tres años, de todos modos son malos tiempos para el uribismo.

Sin el paraguas de la presidencia estadounidense, el que parece ser el último gobierno de Uribe busca un refugio estratégico y ha acudido nada menos que a la protección del poderoso lobby sionista que tantos tentáculos tiene en Colombia.

Es por eso que hace pocos días Colombia reconociera como territorio marroquí al Sáhara Occidental, siguiendo los pasos de Trump para acercar a Marruecos e Israel. Lo que constituye un grave desconocimiento de la historia del pueblo saharaui e incluso de las disposiciones de la ONU.

Diez días después, el presidente colombiano inició su primera visita a Israel, donde comenzó hablando del tratado de libre comercio y terminó departiendo sobre las nuevas coordinaciones militares para combatir lo que los sionistas llaman “el terrorismo internacional”. El renovado apoyo del Estado sionista anuncia nuevos escenarios de guerra en los que el uribismo ve su tabla de salvación.

Con esta maniobra, Duque consiguió cambiar la foto más importante de la semana para describir el papel del gobierno colombiano en la geopolítica imperialista. La imagen del saludo distante que le dio Biden en la COP26 quedó desplazada por la del primer presidente colombiano que se arrodilla frente al muro de los lamentos.

Artículo publicado originalmente en el portal Misión Verdad

María Fernanda Barreto
María Fernanda Barreto

Escritora, investigadora y educadora popular colombo-venezolana, integrante de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad

Teniendo como hilo al PSG, Catar y Ruanda tejen una red de acuerdos geopolíticos

Teniendo como hilo al PSG, Catar y Ruanda tejen una red de acuerdos geopolíticos

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Es poco lo que se conoce de Ruanda y por eso es necesario entender que este país africano es uno de los más pobres del mundo y aun en la actualidad lamenta el genocidio de 1994, que tuvo un saldo de 800 mil víctimas. Uno de los abanderados dicha lucha es el actual gobernante, Paul Kagame, que además se encarga de hacer los negocios con los clubes europeos.

El país en la actualidad aparece en el puesto 160 de 188 en el índice de Desarrollo Humano que presenta la ONU, pero ha mantenido un crecimiento anual del 5% y ha mejorado mucho su seguridad, escolarización y mortalidad infantil para los 12,5 millones de habitantes que posee. Ruanda mantiene relaciones geopolíticas sostenidas por inversiones estratégicas y campañas de ‘soft power’ que le han permitido -en un país que ocupa la posición 206 de 225 en relación al PIB per cápita- codearse con marcas multimillonarias para patrocinar clubes.

Sin embargo, el mandatario ha aumentado la represión contra rivales políticos o disidentes en los últimos años, llegando a perseguirlos fuera de las fronteras ruandesas, como en el caso del héroe de ‘Hotel Ruanda’, Paul Rusesabagina, arrestado en Dubái. Además, el Gobierno ruandés es uno de los clientes del ‘software’ de espionaje israelí Pegasus. La imagen que busca proyectar hacia el exterior es muy distinta. 

Kagame gobierna desde el año 2000. Para que esto fuese posible en 2017 debió modificar la constitución para volver a las urnas, ganando de manera sospechosa con el 98,8% de los votos. En ese sentido, el analista del país esteafricano Robert Mugave, aseguró que «Ruanda vive totalmente aislada de lo que pasa en el gobierno. La población está inmersa en la oscuridad y se ha enterado de todo este asunto gracias a la prensa extranjera».

Por otro lado, Kagame decidió invertir 10 millones de dólares por 2 temporadas para patrocinar al PSG y 39 millones de dólares anuales para que el lema ‘Visit Rwanda’ figure en las mangas de las camisetas del primer equipo, el sub’23 y el femenino del Arsenal de Inglaterra; acto que realizó sin consenso alguno con el Parlamento del país.

¿Qué significa Visit Rwanda?

Si algo está claro es que a Ruanda no le interesa el fútbol, pero sí le interesa a su gobernante que varias veces expresó en sus redes sociales su pasión por el Arsenal de Inglaterra. Pero mediante esto lo que quiere es aumentar el flujo de turismo a su país. Por eso el “Visit Rwanda” que se ve estampado en las camisetas y que también aparece en la estática del Parque de los Príncipes cuando el PSG hace de local.

Este patrocinio apunta al turismo de extranjeros que dejen grandes sumas de dinero, teniendo como tour y mayor atracción el avistaje de gorilas en su hábitat natural. El paseo -con todo lo que implica este- cuesta alrededor de 1.500 dólares por día. Se busca de esta manera, atraer a un selecto grupo de clase social y duplicar los ingresos por turismo, lo que no siempre se logra porque es la industria a la que a plena la mayoría de los países vecinos en África.

El vínculo PSG-Ruanda se da ya que este país busca cierta exposición mediática y teniendo varios temas de inversión: que varias estrellas de dicho plantel deberían visitar los frondosos parques naturales ruandeses y promocionar los paseos con gorilas y cebras bajo la etiqueta Visit Rwanda; también se habría pactado que en el estadio del PSG solo se servirá café y té ruandeses, con la aparición esporádica del logo en las vallas digitales del estadio Parque de los Príncipes en los partidos. 

El PSG suele tener únicamente sponsors qataríes, por lo que el Gobierno de Ruanda no solamente debió efectuar el pago de una cifra millonaria para obtener ese patrocinio con el PSG -vitrina por excelencia para sponsors en tanto tiene al mejor jugador del mundo luciendo su camiseta- sino que tuvo hacer un pacto geopolítico con la familia real qatarí, dueña del club parisino y de la cadena de Deportes BeIN Sports.

Desde que la familia Al-Thani logró la designación de Catar como sede del Mundial 2022, los vínculos entre Zurich y Doha están más fervientes que nunca: han sido varios los torneos y copas que se han disputado en tierras cataríes. Por otro lado la FIFA realizó un claro guiño a este país africano -aliado de Catar- cuando decidió mudar su oficina en África de Etiopía a Ruanda, dejando en claro que todo tiene que ver con todo.

A su vez, el vínculo con el PSG no ha sido la primera incursión ruandesa en el fútbol europeo. Hace 4 años llegó a un acuerdo similar con el Arsenal inglés -mencionado párrafos arriba- y en esa ocasión, el acuerdo estuvo rodeado de polémicas y fue fuertemente criticado por varios parlamentarios británicos. ¿Por qué? El gobierno británico destina alrededor de 60 millones de euros anuales en ayuda al país. Es por eso que las autoridades mostraron su descontento con esta iniciativa del país africano, ya que si se toma solamente la inversión al Arsenal, hablamos del 75% de la ayuda que acaba en un club precisamente británico y de carácter privado.

A todo esto surge otra pregunta: ¿Qué gana Catar en todo esto? Hace 4 años Catar buscó romper el bloqueo internacional orquestado por sus vecinos los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, que acusaron al emirato de apoyar el “terrorismo islámico de grupos como Hamas”. Es así que en la estrategia para “lavar su imagen”, Doha buscó un lugar para poder invertir y generar frutos en su negocio en el corazón de África y ahí apareció Ruanda: país con una historia ligada a guerras civiles, hambruna y genocidio, muy pobre, pero estable y relativamente menos corrupto que los países que lo rodean.

En paralelo, ambos países han firmado varios acuerdos bilaterales como la cooperación fiscal para evitar la doble imposición a turísticos, promover la agricultura e incluso el intercambio tecnológico. Esos lazos de Ruanda con la familia real catarí tienen como objetivo que Catar sea el máximo inversionista en tierras ruandesas y el Emir de Catar anunció que su país sería parte de la construcción de un aeropuerto en la ciudad Kigali, cuyo costo está estipulado en 1.3 millones de dólares (la mayor inversión que Catar en suelo africano).

Si bien Ruanda no es importante en cuanto a tamaño de mercado, sí lo es como espacio fundamental y estratégico para la geopolítica en África Oriental. La idea es que el aeropuerto tenga una capacidad de mover a siete millones de personas y, por supuesto, el traslado de petróleo. De esta manera, Catar será dueña del 49% de la aerolínea de bandera RwandAir, la cual sería clave en el “Visit Rwanda” que lucen las camisetas del PSG.

Una vez más, los poderosos usan la pelota como hilo conductor de acuerdos estratégicos que se tejen y que en todo momento generan dividendos en otras canchas, que no son justamente de fútbol.

Paz Eduard
Paz Eduard

Proveniente del sur, me instalé en la ciudad de las diagonales. Fiel pensante que la política el deporte van de la mano. Siempre me vas a tener al servicio de la comunicación del pueblo y su deporte.


Uruguay en medio de la disputa China-Estados Unidos

Uruguay en medio de la disputa China-Estados Unidos

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

El 22 de junio de este año, en el marco del Latin America Liberty Forum de la Red Atlas(1), el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED)(2), uno de los think tanks uruguayos, coorganizó la actividad de cierre que consistió en una entrevista exclusiva con el presidente Luis Lacalle Pou realizada por Martin Aguirre, editor en jefe del diario El País de Uruguay, miembro asesor del centro para América Latina de Atlas Network, editor del newsletter semanal de dicho centro “Miradas sur” y asesor del CED.

Las declaraciones que el presidente Lacalle Pou brindó en dicha entrevista pueden tener varias lecturas. Desde el punto de vista más oficialista se mostró como un presidente equilibrado en esta denominada nueva guerra fría comercial entre Estados Unidos y China, mostrando un Uruguay siempre como excepción de Latinoamérica, con una casi nula posibilidad de estallidos sociales.

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Es cierto, Uruguay a lo largo de su historia se ha caracterizado por no tener cambios bruscos ni de 180 grados. La institucionalidad siempre es respetada tanto por derecha como por izquierda, pero es simplemente reflejo de este país levemente ondulado geográficamente hablando, y políticamente también.

Por su dimensión, Uruguay es una aldea, una comarca en el concierto internacional y también dentro de Latinoamérica, que reposa entre dos gigantes como Argentina y Brasil. Latinoamérica vive tiempos convulsos (cuándo no) pero parece que Uruguay está inmunizado.

Quizá la idiosincrasia oriental -lo de oriental viene de la República Oriental del Uruguay- no es proclive a patear el tablero institucional, pero de las disputas económico-políticas este trozo de tierra poblado por tres millones de habitantes nunca queda por fuera.

Basta mirar cómo se benefició de las guerras mundiales, sobre todo de la segunda; cómo sufrió el neoliberalismo impuesto a través de dictaduras en el Cono Sur en los 70, cómo la ola privatizadora también tuvo sus representantes en la década de los noventa, cómo la crisis económica de principios de los 2000 también pegó y mucho en toda la sociedad. También vivió la ola de los gobiernos progresistas y ahora sufre el retorno de la derecha al gobierno, como tantos otros países de la región.

Uruguay apunta a fortalecer acuerdo con UE y buscar otros con EEUU y China
Uruguay apunta a fortalecer acuerdo con UE y buscar otros con EEUU y China

“El Mercosur es de las regiones más proteccionistas del mundo”. Volvió a cargar nuevamente el Lacalle Pou contra el bloque comercial que Uruguay integra junto a Argebntina, Brasil y Paraguay, insistiendo en su idea de “lastre” conocida por espetarle al presidente argentino Alberto Fernández.

En otro pasaje de la entrevista planteó que “este mundo que se viene está diseñado para un país como Uruguay (…) por eso estamos en una carrera aperturista”. El punto es que cuando los países de la periferia se abren casi que de manera total, las grandes potencias se cierran y se genera un intercambio desigual (que ya es desigual desde el inicio).

Asimismo, a largo plazo “la carrera aperturista” nunca la terminan ganando los pequeños países, porque basta una guerra de cualquier índole o que las potencias decidan no importar más esos productos para que dicho proceso se interrumpa. Los pequeños países nunca llegan a un desarrollo industrial sólido, forman parte de la división internacional del trabajo y ocupan un lugar en las cadenas de valor mundial que es ser los proveedores de materias primas.

Así el desarrollo de cada país queda condicionado a la suba y baja de precios de las commodities y no a una planificación proyectada internamente a mediano y largo plazo. Por eso el aperturismo de las pequeñas economías, a piacere de las grandes potencias, es el más peligroso de los espejismos.

EEUU consulta a Uruguay por su intercambio comercial con China -  08.07.2019, Sputnik Mundo
EEUU consulta a Uruguay por su intercambio comercial con China – 08.07.2019, Sputnik Mundo

El primer mandatario uruguayo no titubeó en tomar postura en la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Declaró “veo a Estados Unidos con lo que respecta a América Latina, muy China referente” y agregó “lo veo más reaccionando que accionando”.

Prácticamente todos los países de América Latina tienen a China como principal socio comercial y Uruguay no es la excepción. Al menos el 30% de las exportaciones tienen como destino al gigante asiático.

Ante la pregunta de un periodista sobre la capacidad de Uruguay de no quedar condicionado política y diplomáticamente, entre otras cuestiones, por el vínculo con China y Estados Unidos,. Lacalle Pou expresó que eso se resuelve “sin ser permeables a las presiones” y que no condiciona “un voto en la ONU ni en la OEA”.

Es una confianza inusitada y que ningún analista serio puede acreditar como cierta ni valedera. Por más que el mandatario no puede mostrarse condicionado, tampoco presentar a Uruguay como una fortaleza impenetrable, más teniendo en cuenta lo que sucede en la misma región y ha acontecido históricamente.

Un ejemplo concreto y reciente es el de Ecuador. Estados Unidos le prestó dinero a dicho país para saldar sus deudas con China, pero la contraparte es que el país andino cuando desarrolle la tecnología 5G no permita el ingreso de ninguna empresa china.

Otro ejemplo más cercano es el del propio gobierno uruguayo que votó por primera vez a un ciudadano estadounidense para el BID. El elegido, Mauricio Claver Carone, es el primero en establecer una política ofensiva contra China denominada “Near Shoring”: atraer cadenas de producción desde Asia hacia la región latinoamericana.

La neutralidad y la permeabilidad no se eligen, no son practicables en el mediano plazo. Latinoamérica será el laboratorio de disputa entre un Estados Unidos en decadencia y una China que ha tomado la delantera luego de la crisis de la Covid-19.

Política, ideológica y militarmente Lacalle Pou ha demostrado afinidad con la Casa Blanca. Económicamente, China le ha sacado varios cuerpos a cualquier otro país y hacia allí apunta el gobierno uruguayo. ¿Hacia dónde se decantará el fiel de la balanza?

Artículo publicado originalmente en Periferia


Notas

1.- Red Atlas, libertarios de ultraderecha: entramado civil detrás de la ofensiva capitalista en Latinoamérica – Por Aram Aharonian y Álvaro Verzi Rangel
https://www.nodal.am/2017/10/red-atlas-libertarios-ultraderecha-entramado-civil-detras-la-ofensiva-capitalista-latinoamerica-aram-aharonian-alvaro-verzi-rangel/

2.- El CED En su sitio web explicita sus alianzas estratégicas con: la Red Atlas, la Fundación Konrad Adenauer Stiftung, Libertad y Progreso, Fraser Institute, Property Rights Alliance y la Fundación Internacional para la Libertad.

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

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