El jueves pasado Colo Colo recibió a Fortaleza por Copa Libertadores y el partido se jugó hasta el minuto 70, pese a que antes del inicio de juego dos personas fallecieron tras caer de una reja y ser atropellados por un carro policial en el ingreso al Estadio Monumental. Pese a saberse de la tragedia, Conmebol decidió realizar el juego y además, busca sancionar al “Cacique” para lo que resta de copa.
El pasado 10 de abril, dos personas murieron antes del inicio del partido entre Colo Colo (Chile) y Fortaleza (Brasil) por la Copa Conmebol Libertadores, tras un intento masivo de ingreso al Estadio Monumental. Las víctimas fueron una joven de 18 años y un niño de 13, quienes cayeron desde una reja que cedió y fueron aplastados por un vehículo policial. El hecho ocurrió alrededor de las 18:30 horas, en la intersección de Marathon Oriente con Avenida Pintor Benito Rebolledo.
Según la Fiscalía Oriente, durante un operativo para contener a una multitud que forzaba la entrada, una estampida provocó la caída de una valla metálica, momento en que un carro lanza gases de Carabineros habría pasado por encima. En tal sentido, el fiscal Francisco Mores explicó que “se analiza si un carro lanza gases de Carabineros tuvo participación en el colapso”, y afirmó: “No descartamos ninguna hipótesis: podría ser el carro, la multitud u otro factor”.
En cuanto al conductor del vehículo policial está en calidad de imputado, que según declaró el ministro de Seguridad de Chile, Luis Cordero, prestó declaración y está apartado de sus funciones, aunque no ha sido detenido. Asimismo, la Fiscalía, junto a Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT), Labocar y Departamento Investigación de Organizaciones Criminales (OS9), investiga con grabaciones y otros registros para establecer las responsabilidades del hecho como presunto homicidio por la Policía de Investigaciones de Chile (PDI). “Trabajamos con todos los medios técnicos disponibles”, agregó el fiscal Mores. Las víctimas fallecieron en momentos distintos: una en el lugar y otra en la Clínica Bupa.
Cabe señalar, que en su momento, la Delegación Presidencial de la capital chilena, encargada de la autorización de los eventos deportivos, rechazó la intención por parte de Conmebol de que se culminaran los 18 minutos restantes del encuentro por razones de seguridad.
En tanto a los aficionados fallecidos fueron despedidos en diferentes cementerios ubicados en la comuna Puente Alto, en el suroriente de Santiago, y según reportes de Carabineros “no hubo incidentes y se realizaron con tranquilidad”. A los velatorios de ambos jóvenes, realizados en los días previos al incidente, asistieron el presidente del club chileno, Aníbal Mosa, y el capitán del equipo, Esteban Pavez, mientras que el defensa central uruguayo Alan Saldivia acudió al funeral del menor de edad.
Dos muertos y Conmebol dijo “que siga el juego”
A pesar de la tragedia, el partido comenzó a la hora prevista con Colo Colo como si nada hubiese pasado. Sin embargo, a medida que se esparció la noticia del fallecimiento de los hinchas, crecieron las tensiones en las tribunas. Los aficionados comenzaron a gritar contra la policía y la seguridad del estadio.
En el minuto 70, el sector Océano colapsó por la presión de la barra brava del equipo local, quienes ingresaron a la cancha para suspender el juego, ya que se había seguido con total normalidad pese a los canticos y avisos por el hecho. Los jugadores de Fortaleza se fueron de inmediato, mientras que futbolistas de Colo Colo intentaron calmar a los encapuchados que estaban el césped de juego.
El árbitro Gustavo Tejera suspendió el encuentro tras el ingreso masivo. Luego de una hora de conversaciones entre autoridades, delegados de Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y seguridad, se decidió cancelar el partido con marcador 0-0.
Dato no menor, la suspensión no fue por los fallecidos, sino por la invasión al campo de juego, lo que demuestra los intereses que representa la Confederación, dirigida por Alejandro Domínguez. A Conmebol no lo movilizó la muerte de dos personas que fueron a asistir uno de sus eventos, nuevamente, fue más importante que se juegue a toda costa un partido por la pauta y las ganancias, sino que incluso se penalice a aquellos que quieran detener el evento.
Por tanto, según el estatuto de Conmebol en los casos en los que “la interrupción fuera imputable a los clubes o las personas por la que éstos puedan ser responsables reglamentaria o disciplinariamente, se aplicará lo previsto en el Código Disciplinario, además de pagar todos los costos de la reanudación del encuentro”.
En cuanto a las sanciones, explican que “la Comisión Disciplinaria de la CONMEBOL determinará el monto de los daños ocasionados o los perjuicios financieros después de considerar las circunstancias de cada caso en particular y las pruebas disponibles”.
Hasta que no haya un veredicto final, el Cacique tendrá, al menos, dos compromisos más como local en la fase de grupos, en los que no podrá contar con personas en las tribunas, generando grandes problemas económicos al club y castigando a una hinchada que optó por frenar un partido que nunca debió de haberse jugado.
Tal suspensión ocurre a nueve días del centenario de Colo Colo y días antes del clásico ante Universidad de Chile. Además el club podría recibir sanciones por parte de la ANFP, Conmebol y autoridades gubernamentales debido a los incidentes dentro y fuera del recinto deportivo.
¿Qué pasará con los abonados de Colo-Colo?
Otra problemática que se asoma es que muchas personas abonadas se preguntan sobre qué pasará con ellos y sus entradas, ya que la sociedad anónima conocida como Blanco y Negro S.A. (empresa chilena que organiza y comercializa actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento) y que su principal activo es la gestión y el desarrollo del club de fútbol Colo-Colo, sostuvo mediante un comunicado que “en caso de tener algún impedimento para recibir gente en La Ruca no formará parte de su responsabilidad”.
“Se deja expresa constancia si por caso fortuito, fuerza mayor u orden o disposición de la autoridad competente, algún partido incluido en el abono tuviere que jugarse sin público, cancelarse, suspenderse o, en general, sufrir alguna modificación en relación con su organización original, Blanco y Negro S.A. se exime de toda responsabilidad por dicha situación”, indicó la concesionaria.
En esa línea, la sociedad anónima deja en claro que no habrá resarcimiento alguno para los seguidores de Colo-Colo. “El abonado no tendrá derecho a indemnización, compensación o reembolso de ningún tipo”, cerró. De esta manera, los hinchas del Eterno Campeón no tendrán derecho para alegar, viéndose impedidos de ver aquellos encuentros por televisión y sin recibir nada a cambio, a pesar de comprar entradas para toda la temporada.
Finalmente, esto demuestra al punto de deshumanización que llegó la Conmebol y las Sociedades Anónimas en el continente, en la que la situación del socio y de aquellos hinchas que hacen a un club (y lo mantienen en pie), ya no vale nada si no genera dinero o beneficios para tales entidades, incluso aunque se pierdan vidas.
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