Tecnología 5G: el Estado proyecta recaudar al menos $1050 millones de dólares con la licitación

Tecnología 5G: el Estado proyecta recaudar al menos $1050 millones de dólares con la licitación

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Enacom pondrá en subasta tres lotes de 100 Megahertzios cada uno. La licitación será el martes 24 en el Centro Cultural Kirchner.

Desde el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) se confirmó que el martes 24 de octubre se llevará a cabo, en el Centro Cultural Kirchner (CCK), la licitación de las bandas de frecuencias para el desarrollo, despliegue y prestación del servicio de quinta generación (5G). El Estado proyecta recaudar al menos $1050 millones de dólares con la subasta de las frecuencias del espectro radioeléctrico para las comunicaciones con tecnología 5G.

En este sentido, el ENACOM especificó que las tres empresas de comunicaciones móviles con red propia (Claro, Movistar y Telecom), ya fueron pre clasificadas como oferentes para continuar con el proceso licitatorio. La subasta incluirá tres lotes de 100 Megahertzios cada uno, de frecuencias de espectro radioeléctrico de la banda de 3.5 Gigahertz.

Cabe señalar, que tanto el proceso de licitación como el precio base de US$ 350 millones por lote “se encuentran alineados con experiencias internacionales de licitaciones de espectro que han resultado exitosas para los Estados nacionales y guardan relación con procedimientos anteriores establecidos en el país para adjudicaciones de espectro radioeléctrico”, confirmaron desde el organismo en diálogo con Télam.

El esclarecimiento del ente nacional fue un reparo a las críticas hechas por referentes identificados con la oposición que cuestionaron que el pliego prioriza lo recaudatorio. Al principio, el mismo argumento se planteó por las empresas mediante la Mesa de la Industria TIC, ya que se comparó el proceso que se lleva adelante en el país con el realizado en Brasil. Pese a que en Argentina sólo se licitan frecuencias para 5G, mientras que en la nación vecina la subasta incluyó coberturas de 4G.

Al respecto, el presidente del Enacom, Claudio Ambrosini, aclaró que en este desarrollo hubo “arduas negociaciones” y que si bien tuvo diferentes puntos de vista, “las tres empresas presentaron la garantía y están en condiciones de participar”. Además, dentro del plazo previsto en la convocatoria a participar de la licitación, cada una de las empresas presentó sus ofertas técnicas y la garantía de mantenimiento por US $20 millones.

Tras participar de las 33º Jornadas Internacionales, organizadas por la Asociación Argentina de Tics, Video y Conectividad (ATVC) y la Cámara Argentina de Productores y Programadores (Cappsa), Ambrosini, también enfatizó: “Aclarados los temas que se tenían que aclarar, clarificadas las dudas, cuando las respuestas del Enacom los convenció, las empresas resolvieron presentarse”.

En dichas jornadas internacionales, referentes políticos del Juntos por el Cambio (JxC) y de La Libertad Avanza (LLA) criticaron la licitación de 5G. Tanto Silvana Giudice y Andres Ibarra de (JxC) y como Rodolfo Bianchi de (LLA), concordaron en cuestionar que el Gobierno nacional encare acciones como la subasta en el último tramo de su gestión.

Por otra parte, en lo que respecta al plano legal, la Justicia rechazó el pedido del candidato a presidente de la LLA, Javier Milei, que tenía como objetivo frenar la licitación de 5G. Ante la referencia al pedido del postulante a la presidencia, el titular del Enacom sostuvo que no entendió “que un candidato que brega por la libertad, pida una cautelar para frenar un avance”.

Con respecto al rol del Gobierno nacional en el sector de las telecomunicaciones, lugar en el que la prestación de los servicios está en manos del sector privado, Ambrosini insistió en la necesidad de contar con una política articulada con el sector privado, ya que es necesario implementar programas que lleven la conectividad a todas y todos los argentinos. 

Finalmente, el titular del organismo comunicacional recalcó que los programas como “Mi Pueblo Conectado” son una política clave, ya que llevan conectividad a localidades de menos de 500 habitantes. Además, en diálogo con diferentes medios, Ambrosini subrayó que en el sector de las comunicaciones “el crecimiento va de la mano de los privados pero con un Estado presente, un Estado fuerte, no bobo, que acompañe y no invada”.

El libreto de la derecha en Latinoamérica: Posverdad, blindaje y el arte de ganar

El libreto de la derecha en Latinoamérica: Posverdad, blindaje y el arte de ganar

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Por Nicolás Centurión*

En Nuestramérica, la derecha juega en equipo, por más que uno de sus principales postulados sea el individualismo y aparente que cada proyecto nacional marcha por carriles separados. Sus intelectuales orgánicos se cuentan de a cientos. Y, entre ellos se encuentran Olavo de Carvalho de Brasil, asesor de Jair Bolsonaro; Axel Kaiser en Chile como asesor de Sebastián Piñera; Maximiliano Aguiar y Hernando Soto en Perú.

En el rubro de las campañas y asesorías políticas se destacan Juan José Rendón, más conocido como J.J. o el mago negro de la

JJ Rendón

política. Es estratega político, activista, psicólogo, publicista y profesor. Sus asesorías han sido exitosas en Colombia, Honduras, República Dominicana, México y Venezuela donde es el responsable del comité de estrategia del autroproclamado pesidente interino Juan Guaidó, hoy en franca decadencia.

Asimismo, ha reconocido haber firmado un contrato en octubre del 2019 con la contratista militar estadounidense Silvercorp. Los vínculos de Rendón se extienden hasta Uruguay donde asesoró al actual senador por el Partido Nacional Juan Sartori, un empresario completamente desconocido para la opinión pública, que nunca había votado en el país y que apenas sabía el himno nacional.

Otro de los destacados es el ecuatoriano Jaime Durán Barba. Formó la empresa de asesoramiento político Informe Confidencial a fines de la década del 70. Durante los 90 fue asesor en Colombia del partido Alternativa Liberal de Pablo Escobar, debiendo abandonar el país tras el arresto de éste. Trabajó en la campaña del empresario Álvaro Noboa en Ecuador y la de Mauricio Macri en Argentina.

Duran Barba junto a Rendón integran el Salón de la Fama de la revista Campaigns and Elections. Sería los premios Oscar de los estrategas políticos. Cierran la nómina de los primeros cinco: Ralf Murphine de Estados Unidos, Carlos Manhanelli de Brasil y José Luis Sanchis de España.

Durán Barba y Macri

Estos asesores han dado un giro a las formas de hacer política con muy buenos resultados e innovadoras tácticas, han sido acusados de hacer “campañas sucias”. Las fake news y la posverdad son cartas predilectas de su arsenal para imponer imaginarios colectivos y sus acciones políticas muchas veces rozan la ilegalidad.

En Uruguay gobierna una coalición de derechas compuesta por cinco partidos. El grupo líder es el Partido Nacional, del hoy presidente Luis Lacalle, y se pueden trazar ciertos paralelismos de este gobierno con la propaganda macrista made in Durán Barba.

Los sindicalistas son blancos predilectos de estas campañas y los califican como mafiosos, a los docentes como corporativos, los jubilados son una carga, el sueldo de los trabajadores un costo y así con cualquier colectivo que se organice y dispute sentido con esta plana neoliberal.

La estrategia duranbarbista desembarcó en Uruguay. La inseguridad fue el caballito de batalla de la derecha. Lograron en noviembre de 2019 la victoria electoral y apenas asumieron en marzo de 2020, varios ministros y parlamentarios declaraban a voz en cuello que habían encontrado un país en ruinas. La pesada herencia.

Además vociferaban que el déficit fiscal le dejaba poco margen de flexibilidad, que había mucha inflación, que Uruguay se iba a convertir en Venezuela (porque Cuba ya había pasado de moda), que los sindicatos dominaban el país. Así se fue poblando el discurso del ciudadano de a pie que repetía como versos las portadas y columnas de los diarios y canales de televisión afines al gobierno.

Así se fue perfilando el sentir de los uruguayos. La tónica duranbarbista marida muy bien con la subjetividad neoliberal. La lógica es simple, enfrentar a trabajadores contra trabajadores, a los penúltimos contra los últimos de la fila.

Duran Barba divide el mundo en dos: el de la ideología y el de los sentimientos. El primero pasó de moda, según él, y ahora sólo importa el segundo. Por eso el presidente Lacalle, en medio de un escándalo por un audio filtrado de la Vicepresidenta, donde al menos comete el delito de tráfico de influencias, sale en todos los canales jugando al “piedra, papel o tijera” con un niño.

Cuando visita un cuartel militar se lo filma comiendo con los soldados, cuando visita el campo se lo ve trepar un alambrado y en cada acto toma los celulares de las personas que le piden fotos y él mismo toma la selfie.

Es un intento de humanizar al hoy presidente , candidato de un partido conservador de larga data en Uruguay y conjugarlo con las estrategias mediáticas del siglo XXI. Hoy la campaña política (que nunca descansa) es un reality show 24/7, donde los debates se dan a través de declaraciones en caliente en reportajes, los discursos se condensan en un tweet y el programa político de un candidato se resume en un video de instagram de un minuto.

En Uruguay se vive un deja vu macrista. La economía se deteriora cada vez más con la excusa del coronavirus. Los desempleados se cuentan de a miles, los que están en seguro de paro también. El salario real de los trabajadores ha disminuido. Por primera vez en 15 años no se convocará a los consejos de salario (ámbito de negociación tripartita entre empresarios, el Estado y los trabajadores) y el aumento de los jubilados será por debajo de la inflación.

Los homicidios no han dejado de aumentar, los femicidios son una tragedia nacional que nadie le pone coto ni se hace cargo. Los discursos de la impunidad leudan cada vez más bajo la complicidad de los liberales y republicanos que miran para un costado, a la vez que se destapa la mayor red de trata de personas y explotación de menores en la historia del Uruguay.

Con todo este panorama la imagen del presidente se mantiene por encima del 50% de aprobación como había arrojado la encuesta sobre el primer mes de su gestión. La pandemia ha sido utilizada por el gobierno de manera certera para sus intereses, el blindaje mediático ha sido eficaz y la difusa y confusa oposición frenteamplista ha hecho gran favor también.

Este blindaje no hubiera sido tal de tener en vigencia, por ejemplo, la ley de servicios de comunicación audiovisual más conocida como Ley de Medios, que en los gobiernos frenteamplistas, durmió el sueño de los justos en algún cajón del Parlamento. Esta ley no era la panacea, pero al menos hubiera hecho contrapeso al poder mediático que reposa en solo tres grupos empresariales (Scheck, Cardoso y Romay), todos ellos panegiristas, por abhora, del gobiernoderechista.

Reflexiones finales 

La derecha pretende correr los ejes que estructuran los debates, pretende negar la existencia de las derechas y las izquierdas, aunque todo el tiempo haga caza de brujas y califique de “zurdo” a todo lo que cuestione al status quo. Se niega a sí misma, pero reconoce a su contrapartida. Tamaña contradicción.

La vieja política de los grandes actos masivos y de líderes preclaros colisiona con las campañas 2.0 en un mundo que avanza hacia el 5G y el internet de las cosas en un mundo pospandémico que obliga a  repensar y reinventar casi todas las estrategias y tácticas que antes eran efectivas.

Para la izquierda es momento de resistencia, pero con eso no alcanza. Pasar a la ofensiva con novedosas propuestas lo demanda la coyuntura en la que transitamos.

Nota publicada originalmente en: estrategia.la


* Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional
de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista
asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
De la carrera espacial a la carrera tecnológica

De la carrera espacial a la carrera tecnológica

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Por Jonatan “Chino” Pérez*

En rigor, el objetivo del desarrollo político y económico de las grandes potencias se encuentra en el virtualismo de las comunicaciones, la historia se repite pero parece haber cambiado de campo: del universo espacial, al universo tecnológico.


Para realizar una suerte de profundización sobre los acontecimientos contemporáneos que se relacionan con el intercambio y el acceso a la información, utilizaremos como analogía los resultados y el posterior desarrollo tecnológico de quienes supieron ser potencia mundial luego de la Segunda Guerra; Estados Unidos y la Unión Soviética. Uno de los primeros hechos que redireccionaron el objetivo de la competencia a escala global fueron; el lanzamiento del primer satélite artificial Sputnik 1 (URSS), y un año más tarde el Explorer 1 (EEUU). Esa tensión constante entre ambas potencias género la posibilidad (entre otras cosas), de que llegaran astronautas a la Luna, y a su vez de poner fin a la llamada Carrera Espacial.

Estados Unidos y la URSS supieron disputarse en plena Guerra Fría el desarrollo de la Astronáutica, lo que incentivo a la creación de nuevas tecnologías.  Ambos países sabían que este logro no solo iba a profundizar el avance científico, sino que también permitiría el desarrollo del potencial militar, el crecimiento de la economía y la consolidación de un modelo económico, político y socio- cultural. En suma, fue clara la ventaja yanki en cuanto a estrategias de politización global, desde lo netamente publicitario, hasta la presión por medio de acuerdos políticos o la  intervención militar, para avanzar ideológicamente e imponer como modelo económico; el capitalismo.

Previo a la forzada caída de la URSS (Muro de Berlín; 1991), el país del norte ya había logrado avanzar en materia tecnológica. La llegada de la primera versión de la interfaz gráfica Windows presentada por Microsoft (1985), no solo dejó en el pasado al viejo sistema de comandos MS- DOS, sino que ayudó a que las IBM (enormes computadoras que las películas de Hollywood se encargaron de mostrarnos), lograsen mutar de tamaño, funcionalidad y sistemas operativos hasta lograr el desarrollo y la capacidad que hoy vemos comprimido en pequeñas laptops y celulares.

MS-DOS vs Windows

A la par, el desarrollo y la constante evolución de Internet fue otro de los factores importantes. La misma requiere de servidores que funcionen como motor de búsqueda en la web, y el más utilizado a nivel mundial es Google Inc., creado por Larry Page y Sergey Brin, que hoy pertenece, en parte, a la multinacional estadounidense Alphabet Inc. Se trata de uno de los servidores que posee el control de gran parte de las comunicaciones y la información, es decir, que los datos que circulan por la web, huellas que cada usuarie deja, son administrados, procesados, almacenados y utilizados por empresas privadas.

Internet: las políticas de privacidad y el imperialismo virtual

A partir de la creación de cuentas de usuarie en las distintas plataformas y sus derivados (como YouTube o Gmail), volcamos datos personales con el fin de tener un mejor acceso, o eso es lo que nos obligan a aceptar en los términos y condiciones que ofrece el servidor para poder utilizarlo. Esto viola nuestra privacidad, un ejemplo es el hecho de que los aparatos que cuentan con micrófonos adaptados pueden escuchar nuestras conversaciones, las cuales son utilizadas para mostrarnos publicidad específica acorde a nuestros intereses, tanto como para cruzar búsquedas a partir de algoritmos, y de esa manera ocultar determinada información (entre otras cosas). Las múltiples copias de seguridad de distintas aplicaciones en las que se encuentra nuestro minuto a minuto, nuestra ubicación, cuentas bancarias, claves,  etc., son algunas de las cosas que están a un click de distancia, de empresas ligadas a países imperialistas con claras intenciones políticas y económicas.

Lo que Mark Zuckerberg comenzó como un proyecto universitario, es hoy en día una de las compañías más grandes del mundo, multimillonaria y con el mayor flujo de información. Facebook es una red social de acceso a escala global que permite comunicarse entre usuaries desde diferentes puntos del globo. Normalmente es utilizada como una herramienta mas de comunicacion, el problema radica sobre el intercambio de datos.

Zuckerberg enfrentó en 2018 uno de los juicios más importantes de la última década. Allí admitió que en el año 2014 los datos personales de 87 millones de usuaries de esta red social fueron vendidos, sin su consentimiento, a la empresa británica de consultoría política Cambridge Analytica. Estos datos fueron utilizados por el equipo de Donald Trump para segmentar a los votantes potenciales durante su campaña electoral, y por plataformas a favor del Brexit en Reino Unido.

Esto no le impidió a Zuckerberg poder apropiarse de otras aplicaciones que harían crecer la hegemonía de las plataformas y el capital financiero de la compañía, que al mismo tiempo dejó a Facebook en un segundo plano, estamos hablando de Instagram y Whatsapp. El primero funciona como un gigantesco registro de fotografías, y el segundo, como el canal de comunicación instantánea más utilizado por les usuaries a nivel mundial. Pero para lo que aparentaba ser el poderío absoluto de Estados Unidos, resulta una gran incomodidad el crecimiento de China.

En los últimos años, el país asiático ha logrado marcar la cancha y poner a los norteamericanos contra las cuerdas. Con una ideología social y política totalmente distinta al capitalismo yanki, China impulsó el nacionalismo para que se genere una red de consumo interno que fortalezca la producción nacional y genere un crecimiento a escala mundial.

Tras el acrecentamiento de Huawei, China no solo logró convertirse en la piedra en el zapato de Estados Unidos, sino que parece empezar a sacar ventaja. La tecnología de Huawei sobrepasó a los Iphone (principal marca de tecnología celular yanki), y se hizo de un gran lugar en el mercado mundial, lo cual causó un revuelo e hizo que EEUU, tome medidas drásticas.

A mediados de este año y en un ataque desesperado, el gobierno de Donald Trump agregó a Huawei a una lista de compañías con las que las empresas estadounidenses no podrán negociar. Esto derivó en que la compañía norteamericana Google Inc. rompiera su vínculo con Huawei y deje de brindarle soporte, a poco tiempo de lanzar su nuevo smartphone Huawei P30.

Pero lo que parecía ser un gran golpe terminó siendo un gran impulso para los chinos ya que hace pocos días salió a la luz HarmonyOS, su propio sistema operativo que no depende de ninguna aplicación de Google, una nueva alternativa a Android. El cual no solo se podrá utilizar en smartphones, sino también en altavoces inteligentes y sensores.

Lo que parece ser una guerra comercial entre estos dos países tiene dos cuestiones de fondo, mucho más profundas en el dominio de las nuevas tecnologías a nivel mundial: las IA (inteligencias artificiales) y el 5g (redes móviles de quinta generación).

Si bien Google viene realizando un arduo trabajo y ha avanzado mucho en la creación de las IA (ayudado por el bloqueo a China), Huawei ha logrado abrir un laboratorio de investigaciones en Londres. Este no solo esta ubicado muy cerca de donde se instalará la nueva sede británica de Google, sino que contará con una unidad de desarrollo de IA en la cual se investigará el desarrollo de vehículos no tripulados.

Al mismo tiempo y pese a las presiones del país norteamericano, China logró instalar en Mónaco la primera red de telecomunicaciones de Quinta Generación. Según los dichos del Presidente de Mónaco; Telecom, Etienne Franzi, y el 5g son parte de un plan destinado a expandir el uso de las tecnologías digitales en el país y supone que permitirá utilizar una serie de servicios relacionados con el transporte y la seguridad pública.

Cuando Estados Unidos parecía tener todo bajo absoluto control, China logró a través de Huawei equiparar la balanza en lo que supone una de las nuevas Guerras del Primer Mundo.  Hoy las armas son otras y lo que supo ser una carrera espacial; es una batalla por el control de datos y el universo digital.


* Periodista, columnista en "No Se Mancha" y "Columna Vertebral" (ambos en Radio Estación Sur - FM 91,7), responsable de la sección Ciencia y Tecnología de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
La colmena

La colmena

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Por Nicolás Sampedro*

Desde hace algunos meses se viene escuchado cada vez con mayor intensidad, las idas y vueltas de la brutal guerra comercial que libraron los EEUU y China. Muches ya afirman que esta guerra de aranceles, en el fondo es una disputa por la producción de la inteligencia artificial y la red 5G que transformará de manera sustancial las formas de vida que hoy se conoce.

En uno de sus recientes trabajos, el colega uruguayo Aram Aharonian, arroja algunos datos al respecto. Para dimensionar de lo que se habla, cuando hoy se contrata un servicio de internet las posibilidades son de 50 MB, 100 MB o 300 MB. El significado de esta combinación de números y letras es en realidad equivalente a la cantidad de megabytes (medida de cantidad) que se transmiten por segundo en esa conexión.

Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) la velocidad mínima de la conexión 5G será 40 veces más rápida. Una capacidad de descarga de 20 gigabytes por segundo y 10 GB de subida[1].

Este salto en la velocidad de conexión es lo que modificará múltiples factores de la vida de las personas, ya que con ella se empieza a hablar del Internet de las Cosas o de los Objetos (OIT por sus siglas en inglés). De continuar por esta vía, todos los objetos que nos rodena irían, paulatinamente, siendo fabricados para que se conecten a la red de redes (internet), y si para “el 2014 había unos mil 600 millones de objetos/máquinas conectados, para 2020 se espera que sean unos 20 mil millones[2].

El 5G modificaría no sólo la velocidad con que las personas podrían comunicarse, sino las formas de producción (y por consiguiente influiría en las de trabajo), la circulación de dinero, objetos domésticos inteligentes que transformarán las prácticas hogareñas, medios de transporte sin conductores, o condiciones en la medicina (operaciones a distancia), en la educación (virtualizada), incluso en las confrontaciones bélicas (guerra de drones).

Aharonian retoma una proyección del Centro de Investigación de Futuro e Innovación de la South Wales Business School, la cual asegura que “en los próximos 15 años el impacto de esta nueva tecnología destruirá al menos el 30% de los empleos” que hoy realizan les seres humanos, para pasar a automatizarse.

Súmese el análisis de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) según la cual el principal problema de los mercados laborales es la mala calidad: 700 mil millones de personas trabajan en condiciones deficientes que los hacen vivir en la pobreza o pobreza extrema. Si a esto le sumamos que “el 61% (dos mil millones de trabajadores) sobreviven en la economía informal[3] y que 1 de cada 5 jóvenes menores de 25 años no trabaja, no estudia o recibe formación, el panorama se complejiza aún más.

Volviendo a la disputa por el 5G y la inteligencia artificial, otro de los aspectos que se deben tener presentes en este momento es la compleja situación a la que se está avecinando la población mundial respecto de los marcos normativos o regulatorios para una economía digital que cada vez cobra mayor relevancia a nivel global.

La directora de Programas Internacionales del Centro para la Investigación Económica y Política (CEPR por sus siglas en inglés) y coordina la red mundial “Nuestro mundo no está en venta” (OWINFS por sus siglas en inglés), Deborah James, señala en un artículo publicado recientemente que con la aparición de la economía digital, los datos de las personas se han vuelto el insumo más valorado por las corporaciones del Big Tech o GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft).

Estas multinacionales que se han enriquecido a raíz de la venta de los datos que cada usuarie entrega a esas plataformas (“Un reciente estudio estima que en 2018, solo en publicidad en fuentes noticiosas, Google habría facturado US$ 4,7 mil millones, equivalente al 81% del ingreso publicitario de la industria mediática de EEUU en el mismo año[4]”), están impulsando modificaciones en los convenios internacionales de la Organización Mundial del Comercio (OMC), promoviendo acuerdos que les permitan sortear las regulaciones y el cobro de impuestos que hacen los Estados.

En la reunión ministerial de la OMC de diciembre de 2017 (en Buenos Aires), varios gobiernos africanos obstruyeron la intención de los países desarrollados de comenzar con las negociaciones, “pero todos los gobiernos desarrollados, más algunos en desarrollo con regímenes de derecha, firmaron una “Declaración Conjunta” apoyando nuevas negociaciones sobre temas de comercio digital[5]

Los firmantes de la Declaración Conjunta, durante el 2018, se reunieron mensualmente y produjeron alrededor de 50 propuestas y en 2019 en el marco del Foro Económico Mundial anunciaron sus intenciones de comenzar con las negociaciones a pesar de la falta de mandato de la OMC.

Según señala James “la práctica de las Big Tech de extraer datos de todo el mundo con fines de lucro privado, utilizando reglas de comercio para obtener derechos para operar en mercados, mientras impiden la capacidad de los gobiernos para asegurar que sus poblaciones se beneficien, es colonialismo digital.  Como la inteligencia artificial se potencia con los datos, estos son el sistema nervioso de la economía del futuro y quienquiera que los controle, dominará la economía[6].

El gran negocio de los datos y la falta de legislación que proteja a les ciudadanes está haciendo estragos. Por sólo mencionar algunos, los casos más resonantes del manejo fraudulentos de datos se pueden observar desde las elecciones en Brasil, el caso de Cambridge Analytica en Gran Bretaña, con la multiplicación exponencial de las famosas fake news para realizar operaciones políticas, o la molesta aparición de publicidades dirigidas específicamente a cada usuarie (todo el tiempo) en redes sociales.

Ante este escenario, según afirma la periodista británico-ecuatoriana, Sally Burch, “varios gobiernos y legislaturas se están dando cuenta del monstruo que se ha creado y tratan de ponerle freno[7] como los gobiernos europeos que legislaron sobre la protección de datos.

Más radical aún es el discurso del considerado “padre” de la realidad virtual y uno de los creadores del actual protocolo de Internet, Jaron Lanier, que directamente propone un decálogo de razones para abandonar las redes sociales. Según afirma estas nos están volviendo idiotas, nos vuelven infelices, nos hacen perder la empatía, o no quieren que tengamos dignidad económica, entre otras cosas.

Jaron Lanier

Lanier afirma que “el algoritmo está tratando de captar los parámetros perfectos para manipular el cerebro, mientras que el cerebro, para hallar un significado más profundo, está cambiando en respuesta a los experimentos del algoritmo. El estímulo no significa nada para el algoritmo, pues es genuinamente aleatorio, el cerebro no está respondiendo a algo real, sino a una ficción. El proceso -de engancharse en un elusivo espejismo- es una adicción[8]

Los recientes problemas de Whats App, Facebook o Instagram (plataformas que son propiedad de Mark Zuckerberg), no fueron los primeros. Hace algunos meses había pasado algo similar. Una especie de apagón tecnológico-comunicacional.

Estos hechos y los contratiempos que trajeron aparejados a muchas personas a lo largo y ancho del planeta, gestó estas líneas y plantean un gran desafío que necesariamente debe estar atado a una profunda reflexión sobre el vínculo que cada individue tiene con las redes sociales, internet y las tecnologías infocomunicacionales.

Como afirma el filósofo mexicano Fernando Buen Abad, necesitamos “una “agenda” de Cultura y Comunicación para nuestro tiempo, debe interesarse por la democratización de las herramientas de producción, distribución e interlocución del “sentido”. Debe interesarse por el ascenso de una corriente semántica renovada por el fragor de las luchas sociales que en todos los ámbitos (ciencias, artes, filosofías, tecnologías…) viene librando la especie humana para garantizarse un lugar digno en su propio desarrollo y no un lugar de “espectador” sometido por un sector social acaparador e históricamente opresor de las mayorías[9].

Todo indica que la humanidad está en una gran colmena que cada vez es más vigilada, restrictiva, opresiva y desigual, y que para revertir esta situación se requiere que las mayorías se involucran en la discusión y tengan una participación activa. Esta lucha aún no está perdida, pero se necesita de todes, de la presión a los gobiernos para que produzcan políticas soberanas que protejan y beneficien a sus pueblos.


* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), productor general del programa La Marea (FM 90.5 Radio Futura), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

[1] http://estrategia.la/2019/05/12/la-revolucion-5g-la-vigilancia-de-los-humanos-y-las-cosas/
[2] Idem
[3] Idem
[4] https://www.alainet.org/es/articulo/200697
[5] https://www.alainet.org/es/articulo/200803
[6] Idem 3
[7] https://www.alainet.org/es/articulo/200697
[8] http://estrategia.la/2019/05/22/jaron-larnier-alerta-sobre-el-desastre-en-ciernes-que-representa-la-tecnologia-digital/
[9] https://www.alainet.org/es/articulo/200820

Jaque al Rey

Jaque al Rey

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Por Nicolás Sampedro*

Análisis de CFK sobre la situación política actual y lanzamiento de su candidatura

Las palabras de Cristina Fernández de Kirchner no sólo dan cuenta de su agudeza y minuciosidad en la lectura política de lo que pasa en el mundo y la región, sino que dieron cuenta de la brillante jugada de ajedrez que realizó. En poco más de doce minutos ordenó a la tropa hacia adentro y se deja sin argumento a quienes la denostan.

De todas formas, el objetivo de estas líneas no es analizar el discurso de CFK, sino arrojar algunas observaciones al respecto de ese mundo que cambió y que para Nuestra América significó un retroceso significativo en materia de derechos y de bienestar para el pueblo.

La semana pasada el compañero Emilio Ibáñez analizaba una nueva embestida de los EEUU hacia los productos importados desde China. La suba de aranceles a un segmento de productos que implicaba es una nueva avanzada gringa en la guerra comercial con el gigante asiático.

Donald Trump sobre los aranceles a importaciones chinas

En un artículo publicado hace algún tiempo por el New York Times, titulado “La ocasión para un nuevo orden mundial”, Henry Kissinger abogaba por la implementación del G-2 (EEUU y China) como árbitros del mundo. El longevo estratega del imperio señala en ese artículo no sólo que no se debía señalar al gigante asiático como “enemigo”, sino que desaconsejaba el proteccionismo y pedía que las relaciones entre ambos países se eleven a un nuevo nivel sobre la base del concepto de destino común.

Pero las intenciones del pentágono no son las mismas. Según lo señala el analista Germán Garraiz López, su decisión es la de confrontar con la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) que tiene a China y Rusia como 2 de sus grandes actores y que junto con el ALBA e Irán son el núcleo duro de la resistencia a la hegemonía mundial de EEUU y Gran Bretaña.

Esta política pretende confrontar con la Nueva Ruta de la Seda, ese proyecto ambicioso lanzado por el mandarín Xi Jinping en 2013, que pretende “unir a Europa, Asia Sur-Oriental, Asia Central, Medio Oriente y África (y algo de Nuestra América) con el establecimiento de seis corredores ferroviarios y una ruta marítima que conecte ambos lados del Pacífico”, en lo que es el mayor proyecto comercial de la época.

Hace algunos meses el economista y miembro del Observatorio Económico Latinoamericano, Armando Negrete, resaltaba que la economía estadounidense viene arrastrando desde los años sesenta una tendencia a la baja. La última vez que creció más del 6% fue en 1984 y ni siquiera duró todo el año.

La llegada del neoliberalismo y el descalabro económico que generó la desregulación de los mercados, la apertura comercial y el desarrollo de las finanzas internacionales, permitieron a las transnacionales expandir su red global de encadenamiento productivo, hecho que les permitió mudar sus filiales a otras latitudes. China junto a otros países de Asia fueron los captores de esas industrias, lo que le permitió crecer a un promedio 8,6% anual desde 1980 hasta 2017.

Según analiza Negrete, “La atracción de cadenas productivas globales le permitió desarrollar un aparato industrial avanzado y, mediante la inversión extranjera directa, la importación de tecnología y la ingeniería de reversa implementadas en las zonas de desarrollo industrial de alta tecnología, incorporarse a la carrera tecnológica y el desarrollo de fuerzas productivas de vanguardia.

Está claro que la globalización como sistema está en franco retroceso. Ya son muchos los analistas que prácticamente la dan por muerta. Sobre todo con la llegada de Trump, que junto con el mandarín Xi y su homólogo el Zar Vladi Putin están planteando otro tipo de vínculos a escala planetaria.

Murieron los Tratados Comerciales Transnacionales (TTIP, TTP y NAFTA) en detrimento de economías proteccionistas. De ahí también se explica la suba de aranceles -fundamentalmente al acero (25%) y el aluminio (10%) chino- por parte de los EEUU.

El presidente norteamericano Donald Trump, plantea su “America Fisrt”

La llegada del magnate Donald Trump al Despacho Oval y su “America First” significó un cambio radical en la forma de manejar este enfrentamiento. Lo que -hasta la presidencia de Obama- había sido manejado mediante la diplomacia y algunos canales institucionales, se volvió unilateral. Su administración optó por el hostigamiento al gigante asiático -militar y económicamente-, intentando frenar y/o limitar el crecimiento chino y bloquear su comercio.

El caso más significativo de esta guerra sucedió en paralelo al acuerdo por 90 días entre Trump y Xi Jinping durante la cumbre del G20 en Argentina, y fue el encarcelamiento (el 1 de diciembre de 2018) de Sabrina Meng, la CFO de la empresa de telecomunicaciones Huawei e hija de su fundador Ren Zhengfei.

Durante la Guerra Fría, la carrera era por el desarrollo de armamento nuclear y tuvo como actores a los EEUU y a la URSS. Hoy esa carrera es por el desarrollo y control del 5G y la producción de Inteligencia Artificial, en la cual China está aventajando a los norteamericanos, cosa que estos últimos no aceptan de brazos cruzados.

Pero… ¿Qué es lo que mueve al mundo hoy? ¿Qué es lo que garantiza poder o no avanzar en esa carrera por el 5G y la inteligencia artificial? Nuevamente se retoma al compañero Jorge Beinstein para esclarecer esta interrogante: El petróleo.

EEUU está intentando quitar a China sus bases de aprovisionamiento del oro negro. La guerra en Libia, Irak y Siria, según algunos analistas, responde a ésta lógica. Téngase en cuenta que los 3 países enviaban petróleo a las tierras de Xi.

La derrota militar en Siria, si bien significó una derrota para los norteamericanos, los llevó a mover sus mercenarios a otras latitudes. Recientemente el analista francés Thierry Meyssan publicaba un artículo señalando dos lugares estratégicos donde aparecía nuevamente el Daesh: La república Democrática del Congo y Sir Lanka.

Es que éste último junto con Bangladesh, Birmania y Pakistán serán claves en el recorrido marítimo de una de las Rutas de la Seda. Fundamentalmente la región circundante al puerto de “Gwadar -la “garganta” del Golfo Pérsico- a 72 kilómetros de la frontera con Irán y a unos 400 kilómetros del más importante corredor de transporte de petróleo y muy cerca del estratégico estrecho de Ormuz)”, contiene dos tercios de las reservas mundiales de petróleo y por ese lugar pasa no sólo el 30% del petróleo mundial, sino el 80% del que recibe China.

A esto debe sumarse el acuerdo chino-venezolano en la Faja Petrolífera del Orinoco, donde los chinos empezaron a jugar fuerte y que produce 200 mil barriles de petróleo diarios. De ahí los nervios de la CIA y las agresiones permanentes al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela que conduce Nicolás Maduro.

Zbigniew Brzezinsk

Por otro lado está lo planteado por Brezezinski (el ex-Consejero de Seguridad Nacional del presidente Carter) quien señala la necesidad de “sustituir la rusodependencia energética de los europeos (30% del gas que importa la UE procede de Rusa) por la frackingdependencia, inundando el mercado europeo con el GNL”, o incluso impulsar el “arco del fracking europeo” (con tecnología estadounidense) “que se extendería desde los Países Bálticos hasta la Ucrania europea, pasando por Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria”.

Retomando a Garraiz López, lo que se puede avecinar es la Guerra de Divisas, una “progresiva devaluación de las diferentes divisas por parte de los Bancos Centrales Mundiales, la ruptura del sistema de paridad de las divisas internacionales y la posterior libre fluctuación de las mismas, lo que terminará por dibujar en el horizonte del próximo quinquenio un escenario en el que se pasará de las guerras comerciales al proteccionismo económico, con la subsiguiente contracción del comercio mundial, posterior finiquito a la globalización económica y ulterior regreso a los compartimentos estancos en la economía mundial”.

El  escenario de la guerra comercial entre EEUU y China, pero que también tienen enredados a los rusos y europeos, es un callejón sin salida para los norteamericanos que a su vez intentan garantizar su reserva estratégica, que es Nuestra América.

Habrá que ver qué sucede en el Panamá de Nito Cortizo, hasta el momento único país latinoamericano que tiene firmado acuerdos de cooperación con China en el marco de la Ruta de la Seda y donde está el canal interoceánico más importante del continente. De igual modo habrá que ver cómo se resuelve el descontento social en Colombia, Brasil, Perú y Chile; cómo se resuelve el conflicto en Venezuela (la reserva de hidrocarburos más importante del mundo); cómo se resuelven las elecciones en Guatemala, Uruguay y Bolivia (que si bien no son grandes jugadores pueden ser una diferencia sustancial en lo diplomático); y fundamentalmente cómo se resuelven las elecciones en Argentina, país clave en la región tanto por su historia como por lo que podría implicar en las relaciones con chinos y rusos.

Cristina fue muy clara, la disputa de poder mundial “es económica, tecnológica, militar y política”. Su decisión dejó atónito a más de uno y cual si fuese Kasparov puso en jaque al Rey.

** Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), productor general del programa La Marea (FM 90.5 Radio Futura), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
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