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El jueves pasado la ministra Pettovello aseguró que atendería “uno por uno” a quienes necesiten alimentos. Instantáneamente, este lunes se formó una estrecha cola de más de 20 cuadras en busca de lo prometido por el ministerio encargado de la asistencia social, pero la ministra no los recibió, desdiciéndose: “Yo no cité a la gente, los convocaron los dirigentes”. Al son de ello, la iglesia advierte una catástrofe alimentaria debido a la no ejecución del presupuesto.

Se terminó el posible plazo de espera: el jueves pasado distintas organizaciones sociales que nuclean comedores en barrios populares, junto a familias que encuentran una esperanza al ajuste y al hambre en estos espacios sociales, se acercaron al ministerio de Capital Humano en busca de respuestas de la encargada, Sandra Pettovello, ante la falta de ejecución del presupuesto para brindar alimentos. En primera instancia, la ministra respondió que “atendería uno por uno” a quien “tenga hambre”, pero que no recibiría referentes sociales. De esta manera, quienes pretendían respuestas asistieron nuevamente este lunes para formar una fila, a fin de ser escuchados por la ministra, la cual se extendió por más de 20 cuadras. Sin embargo, ahora la ministra confirmó que “no los atenderá” ya que ella “no los convocó”, si no que fueron “los dirigentes sociales” quienes convocaron al pedido. 

“Los comedores dejaron de recibir alimentos del Estado en diciembre y, en medio de la escalada de precios, cada día que pase hasta que opere el nuevo sistema agravará la situación de miles de familias que dependen de los comedores”, aseguró en un escrito del 31 de enero pasado el reconocido medio La Nación que pese a explicar que el gobierno ha suspendido dicho pago debido a una “remodelación del sistema”, desnudó la problemática crítica que actualmente viven un sinfín de familias carenciadas que salvan su día a día en comedores populares. La Nación, a través de su canal La Nación + y su diario en papel y virtual, fue uno de los medios, por no decir el mejor, que perfiló al gobierno nacional actual para ganar las elecciones, por lo tanto, que hoy alarmen sobre dicha problemática, indica sin dudas una gravedad profunda en el asunto.

Si bien esta extrema emergencia alimentaria transcurre hace ya algunos años, con números que reflejan una tasa de pobreza infantil superior al 50%, la misma se agravó aún más luego del brutal ajuste de shock tras las medidas del ministro de Economía, Luis Caputo. Si a ese contexto se le añade el cierre de suministros en materia de asistencia social a los sectores más vulnerables, se produce por lógica una flagrante crisis alimentaria, ya advertida incluso por la iglesia: “Cientos de miles de familias en el país tienen problemas para alimentarse bien; la comida no puede ser una variable de ajuste” asentaron desde la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). “Un plato de comida no se le niega a nadie”, sentenciaron.

Esta metodología pareciera responder a simple vista a la búsqueda del nuevo gobierno oficialista de “acortar los caminos” entre quienes necesitan los alimentos y la cartera de Capital Humano. O al menos eso es lo que se comunica mediante una constante estigmatización y desprecio para con las organizaciones sociales, que tejen puentes para asegurar contenciones políticas en situaciones de crisis como esta. Tanto desde momentos previos a la campaña presidencial, como en el gobierno, La Libertad Avanza acusó y acusa constantemente a las organizaciones de “quedarse” con fondos que se giran para realizar las actividades sociales, cayendo en una generalidad mezquina, sin pruebas y con el objetivo de denigrar, pero sin argumentos y datos fehacientes.

De esta manera, senda cartera dejó sin ejecución el presupuesto destinado durante el mes de enero para los comedores, sin mostrar demasiadas preocupaciones por lo que pueda llegar a pasar hasta que se regularice el nuevo sistema de entrega. Al respecto se manifestó Dina Sanchez, secretaria adjunta de UTEP: “Ministra Sandra Pettovello, ¿Usted quería que hagamos fila contra el hambre para contarle la situación que vivimos en los barrios populares? Acá estamos, en la puerta del Ministerio de Capital Humano; la fila llega a la Av Belgrano”, expresó a través de sus redes sociales. “70 % de los niños son pobres, ¡exigimos respuestas!”, remató.

Los sectores más vulnerables de la Argentina resisten al ajuste y a la pérdida del poder adquisitivo desde hace años con la asistencia de distintos comedores a lo largo del país. El freno a la ejecución del presupuesto que mantienen dichos comedores representa un golpe masivo a una cantidad de familias, que este lunes se visibilizaron frente al ministerio que debe dar una respuesta.

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