Poemas de Valeria Di Cicco, participante de la convocatoria de poemas “Daniel Omar Favero”.
Nunca conocí a Daniel. Siempre fue el relato, el recuerdo, la culpa, el dolor, el llanto sobre Daniel. Supe de él a través de la palabra de Luisito, su hermano, a través, también de la memoria reconstruida con ladrillos de impunidad, con la cal, las llagas, el sudor, la amargura de unas manos vacías, que se quedaron sin nada. De unos padres, de unos hermanos, de una ciudad, de unos amigos que no lo vieron nunca más. La Plata se quedó sin Daniel.
El poema está dedicado a ambos, a Daniel y a Luis, y a todos aquellos cuyos nombres intentan borronearse de a poco, medio siglo mediante, de la mano del desgaste, la manipulación, el cansancio y el entierro del día a día. Una cotidianidad aplastante, una vorágine aplanadora.
Recordar, paulatinamente, se vuelve una cuestión de honor, de principios. Una cuestión de amor.
Valeria Di Cicco
para los dos, Luisito y Daniel
había un sol oscuro
o una noche brillante
de autos verdes y sirenas disonantes
enmarcando impíos
la sangre coagulada y ese vacío
grasiento los pies escapando
desarmados
los libros deshojándose
en los pasillos de humanidades
fuego y violencia
silenciamiento y
agresión humillación y
tortura
un tejido deshilachado
de igualdades desparejas
y libertades de puños cerrados
un paño vencido e infernal
que no alcanzó para
arropar el frío paralizado en
los cuerpos
flacos, desnudos y rígidos
¿qué idea disímil
empuñó el arpón
que cercenó
impune la pluma poética de tus alas?
¿qué música sombría
cavó una fosa de
hielo y ahorcó tu
nombre
bajo la ciudad de níquel y plata?
hay memorias que
resucitan
incólumes
durante el día
son las peligrosas
las que extienden sus voces
a los pozos sin fondo
de llanto y brea
del
nuncamásolvido
ULISES ULBRICHT México, 26 de abril de 2023




