El gigante asiático cada vez se asienta más en su posición dominante mundial. Es desde hace años el segundo socio bilateral de la Argentina, y hoy Massa negocia la utilización directa de yuanes para la comercialización. ¿En qué nos conviene? ¿En qué les conviene?
La agenda geopolítica tiene a China en primera fila desde hace unos años, y esto se ve reflejado en su crecimiento como país, así como en el crecimiento de su moneda, el Yuan, que en la actualidad comienza a nombrarse como nunca antes. Ante esta presentación de un nuevo término económico en el cotidiano de la opinión pública, lo que surgen son las preguntas del por qué. Por empezar, hace ya años que China se posicionó como nuestro segundo socio comercial bilateral detrás de Brasil, y su moneda influyente resuena por lógica. Esto explica las reiteradas visitas del ministro de Economía, Sergio Massa, al país asiático, en busca de financiamientos y de cerrar acuerdos, y, en esta ocasión, con un motivo un poco más profundo que es la directa comercialización en yuanes.
Cuando Argentina exporta a China su principal materia del sector agroexportador, lo hace en relación directa, sin embargo cuando Argentina importa de China, la necesidad de hacer un triángulo comercial por el tipo de cambio subvalúa los precios, hecho que se dinamizaría con el intercambio directo en Yuanes. Este fue el objetivo de Sergio Massa en su última aventura a China, donde propuso la sustentación al país en moneda de Yuan, para poder contar con este tipo de cambio y evitar los triángulos de cambio con el dólar, moneda que dicho sea de paso, es la que escasea en reservas y complica al país.
De esta manera, las empresas que participan en la balanza comercial del país tendrían una cuenta abierta en yuanes, lo que daría un mayor dinamismo al mercado internacional, y podría sembrar los principios de una economía trimonetaria, es decir, que el yuan comience a jugar en Argentina, y por qué no, en el mundo. Hoy, un yuan equivale a 33 pesos argentinos, y la necesidad de mantener estos lazos directos en términos de cambio, al tratarse del segundo socio del país, harían presente a la divisa china en el país.
La Argentina hoy posee una economía bimonetaria porque utiliza dos tipos de moneda: la propia, el peso argentino y la que domina hegemónicamente al mundo, el dólar. Sin embargo, las monedas y sus influencias marcan como se desarrolla actualmente el TEG político, y si hoy el mundo finalizó su etapa unipolar para abrirse a la multipolar, es en gran parte gracias a la potencialidad de China. Ejemplo de ello también es la existencia del BRICS, donde Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y sus demás participantes oficializaron sus negocios paralelos a las órdenes de la OTAN. En este sentido, la titular del banco de esta entidad, Dilma Rousseff, estuvo sentada en la mesa china junto a Massa, y le comunicó que el directorio habilitó formalmente a la Argentina para que en la próxima reunión de BRICS se vote por su ingreso al banco. Argentina coquetea con el ingreso a la unión alternativa desde hace un año por lo menos, y desde aquel momento estaba estimado su ingreso durante este período 2023.
Es tal la conformación asentada del mundo multipolar, que incluso el Producto Bruto Interno Total del BRICS en términos nominales está muy cerca del de la OTAN, quienes en 1982 representaban en su mesa chica (G7) al 70% de la economía mundial, en contraste con el 10% de PBI que representaban en aquel momento quienes conforman el BRICS. En la actualidad, la OTAN redujo su PBI a 44%, mientras que el BRICS lo elevó a 27%. Incluso, en el PBI medido a paridad de poder adquisitivo, BRICS supera a OTAN. Estos datos fueron extraídos del portal Avión Negro, escritos por Gabriel Merino, y adjuntan además un gráfico que muestra esta última medida nombrada.
Entonces, ¿es beneficioso para Argentina apuntar hacia estos sectores? Para empezar, todo se sujeta al tipo de negociación que se lleve a cabo: el hecho de que China elija invertir en extractivismo de Litio y en la creación de infraestructura para ello, no quiere decir que avancemos en calidad de vida para nuestros ciudadanos. El “desarrollismo” no sirve de por sí solo si Argentina no hace valer su ganancia, y en el caso puntual del litio nada va a ser aprovechado si no se elevan los términos que por Constitución le dejan solo un 3% de ganancias al país. Esta es una discusión pilar en soberanía para generar ganancias en divisas que luego logren nutrir la capacidad de resolución estatal, y que también hagan valer lo propio.
Más allá de ello, inclinarse hacia este eje balancearía el sometimiento existente con Estados Unidos y su moneda, gestionado a través del Fondo Monetario Internacional. Esto también le genera a China una conveniencia: seguir asentándose en su poderío. “Si China coloca su moneda en el exterior cambia su posición internacional frente a los organismos como el Fondo Monetario, esto es lo que le beneficia”, explicó Clara Razu, economista y docente, para el programa “Doblan Las Campanas” de Radio Trinchera .
“Si nosotros cerramos todos los acuerdos con China, esta puede pasar al primer puesto como principal socio comercial, desplazando a Brasil”, agregó Razu. Estos son indicios de la potencialidad que despliega actualmente China, que podría superar a Brasil como mayor socio bilateral de Argentina, y explica un poco las intenciones de un país que no para de crecer y se prepara para disputar el mundo. Mientras algunos analistas vaticinan que en torno a estas dos hegemonías podría desarrollarse una próxima guerra mundial, la Argentina debe sacar provecho de esta situación para desanclarse de la presencia única de Estados Unidos como hegemonía monetaria, pero debe transitar con cuidado y protección soberana (como casi no la tiene hasta ahora) para no saltar de una mal escenario a otro peor, ya que la única salida firme de liberación y autonomía es sellar la economía con producción industrial y protección del mercado interno.
Joaquín Bellingeri
Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.
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