Un año de gobierno neoliberal en Uruguay: los monstruos asoman la cabeza

Un año de gobierno neoliberal en Uruguay: los monstruos asoman la cabeza

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La famosa frase del intelectual orgánico italiano Antonio Gramsci: cuando el viejo mundo no termina de morir y lo nuevo tarda en aparecer. En ese claroscuro surgen los monstruos; cobra mayor relevancia en estos tiempos de neoliberalismo crudo que vive Uruguay.

Este primero de marzo se cumple un año de gobierno de la Coalición Multicolor, que comprende a todos los partidos de derechas, desde la militar hasta la liberal-conservadora y con su socio camuflado, los ecologistas reaccionarios. 

El ajuste sobre la clase trabajadora es claro y evidente. La totalidad de políticas, medidas y hechos que van desde un año hacia atrás son cuasi imposibles de enumerar en estas líneas. A apenas quince días de asumido el nuevo gobierno, hacía gala de su proyecto y emitió un decreto que ajustaba el presupuesto estatal asignado para ese año en un quince por ciento.

En campaña electoral Luis Lacalle Pou y aliados declaraban que iban a convocar a los mejores y que estaban prontos para gobernar. Cualquier similitud con el macrismo es puro neoliberalismo. “El despilfarro”, “hubo una fiesta” y “la pesada herencia” que dejó el Frente Amplio fueron las expresiones más utilizadas por el presidente Lacalle Pou y sus ministros, para justificar su transferencia de recursos de abajo hacia arriba.

Donde el actual oficialismo escribió en su programa que se proponía eliminar despilfarros estatales y crear condiciones más favorables para el avance del “país productivo”, debiera leerse como que revertiría conquistas sociales y aumentaría los privilegios de los más poderosos.  Fueron enunciados generales, y en lo referido a la Ley de Urgente Consideración (LUC)  quedaron por el camino varias propuestas,  porque no reunían el apoyo necesario para su aprobación.

El gobierno se montó sobre dos fuertes pilares: la LUC y el presupuesto quinquenal. Se recortó en políticas sociales pero se aumentó el presupuesto para el Ministerio del Interior y de Defensa. Porque este proyecto solo cierra con represión. Represión que ha aumentado significativamente en los últimos doce meses.

Las fuerzas represivas son las mismas de siempre y el Frente Amplio compró el populismo punitivo como forma de abordar la seguridad pública. Hoy tienen el respaldo de un gobierno que plantea este problema como un “ellos y nosotros” o “la gente de bien” versus “los delincuentes”.

Sindicatos convocan a paro en medio de tensión con el gobierno en Uruguay

Se recortaron las becas universitarias y las becas de INEFOP que se brindan a trabajadores desempleados o en seguro de desempleo. La Universidad de la República no recibirá aumento en todo el quinquenio y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación sufrirá un recorte del 43.7% en investigación, 30.3% en formación y 51.3% en acceso a literatura científica.

La receta es la clásica de la de gobiernos de este corte, debilitamiento y déficit de la educación, salud y empresas públicas para su posterior privatización en nombre de San Déficit fiscal y reglas fiscales como salmos.

El ajuste por la boca vive

El propio Lacalle Pou en el debate presidencial dijo: “la inversión tiene que estar en conocimiento, en estudios; no en ladrillos, no en infraestructura.” Pues ni la inversión en infraestructura y educación se divisa por ningún lado.

La Ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche declaró recientemente: “Es evidente que esta situación de pandemia nos va a llevar a un aumento de personas en situación de pobreza. Es lo que estamos apoyando.”

Los números hablan por sí solos: más de 100.000 nuevas personas en situación de pobreza, más de 111.000 en  seguro de desempleo (el doble que en 2019) y más de 800 ollas populares y merenderos en todo el país.

El salario real ha descendido, siendo el peor en los últimos quince años. Aumentaron las tarifas, el gasoil y varios impuestos (primaria, contribución, patrimonio).

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El Partido Colorado, primer socio del Partido Nacional en esta coalición, colocó en cargos de gobierno a su ex fórmula presidencial Talvi-Silva. Los dos prometieron en campaña crear 136 liceos nuevos en todo el país. Talvi se retiró de la política a menos de seis meses de haber asumido como Canciller y Robert Silva hoy es Presidente de la Administración de la Educación Pública (ANEP).

Silva ha eliminado 250 grupos liceales (secundarios). Un liceo promedio tiene 24 grupos. Así que el recorte equivale a más de 10 liceos. La excusa del recorte es la baja natalidad, suceso que acontece desde hace décadas en Uruguay. El recorte carece de sentido, siendo que en caso de ser un motivo, se aplica solo en secundaria y no en primaria.

El último hecho grave en la educación fue el cese de quince docentes en un liceo del departamento de San José al suroeste de Uruguay por presunta violación de la laicidad. Lo que resulta de distintos testimonios y documentos es que es una clara persecución sindical por los antecedentes y declaraciones de la directora de dicha institución de filiación al oficialista Partido Nacional.

La pandemia ha sido el gran comodín que la Coalición Multicolor utilizó para escudarse en su ajuste. Arbeleche dijo, en al menos tres ocasiones, que “lo peor ya pasó” en otro ataque de macrismo explícito. Pero Urughuay ha sido el último país del continente en recibir las vacunas y el que menos gastó en pandemia para contrarrestar la misma, un 0.7% del PBI.

La oligarquía los cría y ellos se juntan

La Coalición Multicolor está poblada de apellidos centenarios, dueños del país, terratenientes, militares y de directores de think tanks. El tercer socio de la misma es un partido de ultraderecha militar, Cabildo Abierto. Es el gobierno democrático que más militares posee en cargos públicos. Donde se encuentran Ministros, Senadores, diputados y directores de entes públicos, entre otros.

El discurso de Cabildo Abierto es abiertamente antiderechos, promilitar, nostálgico de la dictadura y en contra de las organizaciones de derechos humanos. Dentro de sus adeptos se encuentran nazis, apologistas de la dictadura y torturadores. Sus declaraciones también giran en torno al “mal gasto” del dinero público y su despilfarro, pero nada han dicho en contra del déficit de la caja militar que ronda los 500 millones de dólares anuales.

Se sabía que articular al oficialismo multicolor  iba a ser complicado. Ya antes de la asunción de la alianza multicolor, el expresidente colorado Julio María Sanguinetti y Guido Manini Ríos (máximo referente de Cabildo Abierto) consideraron necesario formar un organismo de conducción política de la coalición de gobierno. Cumplido ya un año, Lacalle Pou no satisfizo la demanda y ha optado por dejar que las discrepancias se manifiesten, solo en el Parlamento, lejos de su puesto de mando y diluidas entre  muchos participantes.

Lacalle show

Todos los caminos conducen a Lacalle Pou. Su figura concita toda la atención y todo gira en torno a él. Sus vacaciones en tiempo de picos de contagios y fallecimientos por Covid-19, sus selfies, sus fotos surfeando, puestas en escena con “seguidores”, caminando con la primera dama por la principal avenida de Montevideo “espontáneamente”, llamando “casualmente” a la operadora del aeropuerto que recibió al avión con el cargamento de vacunas… y la lista sigue. 

Apenas iniciada la pandemia el 13 de marzo, Lacalle Pou brindó conferencias de prensa diariamente y allí construyó su imagen de gobernante que “se hacía cargo”. Pero los hechos demuestran lo contrario. Aunque su cometido fue logrado exitosamente: el presidente marcaba (y marca) agenda todos los días.

¿Entonces?

El gobierno  hizo muy poco para paliar las duras consecuencias de la crisis en lo económico y lo social. Los indicadores de retroceso son elocuentes, y si la gente pasa a vivir peor, el descontento no se podrá aplacar por tiempo indeterminado echándoles la culpa a la pandemia y a los gobiernos anteriores del Frente Amplio. Obviamente,  una eventual insatisfacción creciente con este gobierno no significa que vayan a crecer las preferencias por el FA, y en el camino hacia las elecciones de 2024 hay mucho más que dos.

La oposición encabezada por el Frente Amplio sigue atónita e impávida. La solución y la resistencia solo se ven posible por abajo y desde las organizaciones sociales.

Estos clanes de la oligarquía no son nuevos en política, pero el contexto regional y nacional han hecho que se coaliguen de manera sui generis, mientras esperaban pacientemente y agazapados para dar el zarpazo.

Los monstruos han salido a la superficie, dejando ver su rostro y descubriendo sus verdaderas intenciones, pero lamentablemente la historia marca que aún no han mostrado ni la mitad de su cuerpo.

Artículo publicado originalmente en Periferia

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

África y la búsqueda de la descolonización de su historia

África y la búsqueda de la descolonización de su historia

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El modelo lineal de la historia del progreso tenía un ámbito de exclusión, tal vez más importante: la de todos los pueblos que no pertenecen a la cultura dominante de origen europeo, cuyas sociedades y culturas se solía presentar como dormidas en el tiempo hasta el momento en que la colonización las introdujo en la dinámica de la modernización. Esto afectaba a África y a su historia.

El tránsito de una historia colonial a otra nacionalista resultaba especialmente complejo en el caso de África, ya que los viejos modelos interpretativos coloniales comenzaban por excluirla de la historia. Inmediatamente después de la independencia, los historiadores africanos se vieron empujados a escribir una especie de historia “resistente”, opuesta a la del imperialismo. En los últimos tiempos la preocupación por el saber del pasado humano en el continente africano ha dado sus frutos y de a poco una con conciencia histórica africana se va forjando para salirse de los prejuicios racistas, eurocentristas y reduccionistas.

Especialistas africanos y no africanos se han unido para descolonizar al pasado africano con el objetivo de rescatar culturas ignoradas y destacar sus legados aún en los tiempos presentes. Ya pasaron de moda las quejas que se referían a que África subsahariana, por ejemplo, no podía ser considerada parte de la historia porque las fuentes escritas eran escasas o casi nulas en varias de sus regiones de selvas, sabanas y montañas.

El patriota africano y congoleño Patrice Lumumba.

La historia, la antropología, la paleoantropología, la arqueología, la filología, la sociología, la politología, la economía política y hasta la psicología han aportado sus metodologías de estudio para revalorizar el pasado de las numerosas culturas africanas que fueron negadas en los tiempos del colonialismo europeo y que no eran demasiado protagonistas en los textos escolares y universitarios acerca de “historia universal”.

Cierto que en las primeras planas de los periódicos del mundo salían a la luz los informes impactantes sobre los hallazgos paleoantropológicos de los ancestros remotos y fósiles de la humanidad en varias regiones africanas. También es cierto que se le ha dado mucha importancia a la arqueología y la historia del antiguo Egipto faraónico, el primer reino surgido en tierras africanas. Tampoco se puede negar el gran aporte del Islam en África Septentrional, ya que de allí han surgido eruditos y relaciones comerciales del orbe musulmán que dejó fuentes escritas sobre culturas de África Subsahariana. Otros hallazgos como el de los reinos de la antigua Nubia, Axum, el reino de Ghana, el reino de Malí, el reino Songhay, el reino de Benín, el Gran Zimbabwe y de las proezas militares del rey zulú Chaka el Grande fueron motivos de estudios sobre el pasado de África subsahariana que asombraron a muchos acerca del desarrollo cultural complejo de una parte del globo que se creía “empobrecida”, “ahistórica” y “atrasada”.

Los nacionalismos modernos que emergieron en la primera mitad del siglo XX en África influyeron en eruditos de varios países del continente como el senegalés Cheik Anta Diop o el burkinés Joseph Ki Zerbo, como así también a especialistas del Occidente. Teorías racistas y europeístas fueron abandonadas por postulados nacionalistas de claros africanismos militantes que intentaban reivindicar “pasados gloriosos” de reyes y reinos poderosos de tierras subsaharianas y de “pueblos negros”. Las tradiciones orales empezaron a ser muy valorizadas tanto como las fuentes escritas para reconstruir historias de ciudades, dinastías y expansionistas imperios que eran consideraron como de más “evolucionados” que el que desarrollaron los blancos en Europa.

Panafricanismo en esta postal en la que se ve a Sankara y Gadafi.

El afrocentrismo quizás haya sido exagerado con la escritura y reescritura de la historia africana antes de la llegada del mundo colonial blanco. Los nacionalismos modernos africanos quizás se aprovecharon de ciertas tergiversaciones que no ayudarían en nada a reivindicar el legado complejo de todas las culturas humanas que surgieron en el continente desde hace más de 2 millones de años.

Es verdad que las culturas humanas más antiguas aparecieron en África, pero también florecieron reinos, imperios, grandes centros urbanos y comerciales, religiones complejas, migraciones etnolingüísticas de grandes amplitudes, manifestaciones artísticas admirables e invenciones tecnológicas tanto como en Asia, Europa y las Américas antes de la invasión capitalista mundial de mediados del siglo XIX.

Para algunos se trataba de reivindicaciones extremas de los valores africanos (como la de la “negritud” del antiguo Egipto), que sobrevaloraba el estado de civilización y desarrollo, en términos europeos, de África en los inicios de la “edad moderna”.

Pero no se puede dudar de que la historia africana esté ganando su lugar. Y hoy en día debe ser de suma utilidad, porque las realidades del continente deben también buscar su pasado. Por ello la descolonización del pasado africano debe ser una herramienta de trabajos académicos, pero también de una lucha internacionalista para darle su lugar a la Patria Humana.

Mauricio Piñero
Mauricio Piñero

Cuentan las crónicas que nació como el hijo de nadie. Luchando por la Patria Grande, como Internacionalista y antiimperialista. Tripero de alma y cuerpo, siempre junto a la patriada barrial. La historia descolonizada es mi pasión como docente de la Escuela Pública y de los barrios. Las noticias sobre los pueblos que luchan como forma de viajar hacia una verdadera justicia social global.

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