¿¡Cuanta gilada más va a ensuciar tu alma!?

¿¡Cuanta gilada más va a ensuciar tu alma!?

TIEMPO DE LECTURA: 9 min.

Entre canciones de duda
Y la calle hambrienta
Por ese límite la vida siempre irá

Entre lo que te toca y lo que te dejen hacerPor ese límite la vida siempre irá

¿¡Cuanta gilada más!?

Este miércoles 12 de marzo se realizó, como cada miércoles de la semana, la ya tradicional marcha de protesta de jubilados y jubiladas frente al Congreso de la Nación. Hace más de un año y medio, entre congelamiento, ajuste, mísero aumento y veto a ese mismo aumento de por medio (con asado para los mercenarios de partido a partido que votaron en contra), que el sector octogenario de esta partida y desmoralizada Argentina pone sobre la mesa el poco carácter que sobra en este suelo para reclamar frente a una sola certeza: las fuerzas a cargo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich los gasearán, palearán, y, de ser necesario, les tirarán al revoleo con balas de goma. 

Suena un poco injusto, ¿no? Es importante recalcar que sí, que algunos sectores militantes, sindicales y de otros ámbitos han acompañado en más de una ocasión a los viejos, pero desde ya es una minoría. Sin embargo, durante la marcha correspondiente al miércoles 5, un grupo de hinchas de Chacarita, ante la impotencia que les generó ver cómo semana tras semana se castiga al sector más vulnerable, decidió hacerse presente para resguardar a los damnificados. A partir de allí, y de manera espontánea, una serie de sucesos se desencadenaron para llegar hasta los acontecimientos del miércoles posterior.

Para varios sectores, la Argentina se ha convertido en un lugar donde las instituciones han perdido el sentido de apoyo y comunidad construido hace tantos años bajo una doctrina que tituló “la comunidad organizada”. Si durante la marcha de este miércoles, unos de los cánticos que más sonó fue el “a donde está esa famosa CGT”, podemos confirmar que algo de eso sobrevuela por el aire. 

No por opinión personal, menos por línea editorial, pero es una realidad a la vista de quien quiera ver que la Confederación General del Trabajo, creada justamente para custodiar esa comunidad organizada, ha ido perdiendo muchísima credibilidad, confianza, y sobre todo fe durante estos últimos años. Mientras que una gran parte de la sociedad dejó de creer en las instituciones y en el colectivo (si no no se explica la victoria del actual presidente, dispuesto a detonar todo lo que está debajo de estas consignas), la otra, que dio su voto de confianza porque sabe que la organización es indispensable, está en vilo desde el 20 de noviembre de 2023, esperando que ésta CGT o algún dirigente de los que integró la lista de batalla lo defienda. 

Ante tal escenario de anomia, la espontaneidad pareciera ser la variable que puede aflorar el inédito viable, ese suceso que no sabemos de dónde, cómo o por qué sucede. Repito, siguen existiendo instituciones valiosas, políticas y dirigentes al pie de la circunstancia y sindicatos que sí dan las peleas correspondientes, pero sin dudas ello no llega a repeler el daño irreparable que este gobierno realiza en cada una de sus medidas en materia económica. Siquiera parece factible de a ratos cobrarse un vuelto con el escandaloso Critpo Gate, que, sabemos, es lo menos dañino que hizo este poder ejecutivo a la Argentina, pero probablemente lo más capitalizable a los ojos del mundo.

En concreto, con la misma espontaneidad con la que las personas realizaron múltiples donaciones para suplir las necesidades de las familias destruidas por el temporal en Bahía Blanca, hinchadas de todos los colores, así como diversas organizaciones de toda calaña se sumaron a reforzar la seguridad de los jubilados para este miércoles 12. Esas instituciones, a veces desdibujadas, reaparecen en otras instituciones. Esa misma unidad, también desdibujada, reaparece, por más insignificante que parezca, a través de una necesidad tan básica como la ayuda a los más necesitados, o a través de un lazo cultural tan fuerte como es el fútbol en nuestro país.

 

El triste recuerdo de los clubes como último sostén de contención social que aquellos frívolos años 90 produjeron, reaparece, así como aquellos escritos de la época: “Los reyes y papá noel no existen, y a la gente solo la ayuda la gente”, escribía Patricio Fontanet en la letra de “Fantasía o realidad”, tema publicado en el disco de la banda Callejeros “Presión”, dos meses antes de que Néstor Kirchner asumiera la presidencia de la Nación, precisamente en 2003. 

Relatado ya lo previo, solo quedaba un hecho por acontecer: la unidad de todos estos sectores en la plaza frente al Congreso, mientras la política hacía lo suyo adentro. No obstante, la movilización, lamentablemente, nació muerta. Mientras que la convocatoria estaba fijada para las 17 horas, desde muy temprano, horas antes, se pudo observar en las inmediaciones del recinto parlamentario un gran despliegue de fuerzas de seguridad conocido como operativo anti piquete. El Gobierno nacional estaba listo, con el pretexto ya armado de “las temibles barrabravas” y la información de horario, sumado a la cantidad de hinchas, autoconvocados y jubilados que se desplazaban desde el mediodía en transporte público, la estrategia no podía ser otra que no dejar que tanta gente se junte. Algo, evidentemente, aprendieron de aquél inédito ocurrido el 17 de octubre de 1945. 

 

Al son de ello, el clima sumó lo que quizás escasea en estos tiempos: no vamos a decir alegría, sino coraje y convencimiento. “¿¡Cómo le van a pegar a nuestros viejos!? Ahora que nos peguen a nosotros”, se decía. Claro, es difícil retener esta postura cuando ni siquiera llega la convocatoria y el camión hidrante de las fuerzas de seguridad avanza a pasos agigantados intentando despejar la plaza, mientras que el centro de ella es un campo de batalla en sí mismo, en donde las armas solo las tiene un bando. Gases por aquí, gases por allá, gases a tu cabeza, balas para todos los cuerpos. No faltó ni una cuota de “seguridad” a la hora de repeler y atacar a toda costa a los manifestantes. Una manifestación que, es importante repetir, no llegó a nacer. 

Pero algo quedó en el aire, o mejor dicho en las calles. Hasta altas horas de la madrugada, incluso del posterior jueves. La movilización era dispersa, pero el convencimiento no. “¡Vamos a plaza de Mayo!”, se escuchaba casi al unísono, mientras la amplia Avenida de ese mismo nombre era testigo de una multitud que no se rendía, y mudaba su protesta hacia otra zona al grito de “que se vayan todos, que no quede ni un solo”. De esa manera, a la misma noche un nuevo cacerolazo con caminata y presencia en la plaza diría presente en una jornada donde la represión bestial no pudo con un pueblo genuinamente saturado.

Fantasía o realidad, a esta historia le da igual 

Para los despistados de turno: el sector jubilatorio es castigado desde hace más de un año con represión por parte de las Fuerzas de Seguridad. Todo ello para poder garantizar a raya el esquema económico del ministro de esa cartera, Luis Caputo. Esta búsqueda yace de la necesidad de mantener el dígito de inflación bajo a cualquier costo, y, en este caso, desde la óptica que adoptó el ministro, era necesario destruir el consumo (cosa que sucedió) para que los precios se enfríen a la fuerza. 

Al mismo tiempo, congelando Salario Mínimo Vital y Móvil, jubilaciones e interviniendo paritarias, se evitaría un “traslado de precios”. Lejos de atacar el fondo de olla que se encuentra en el por qué de los aumentos, desde su inicio de producción hasta la góndola final, para Caputo resultó más sencillo realizar lo que técnicamente se define como “enfriamiento de la economía”. La variable de ello, jubilados y trabajadores.

En la misma línea, este esquema necesita de manera imperante superávit fiscal, no para “gastar menos de lo que produce” necesariamente, si no para mantener las acciones de las empresas a la alta, y a los bonistas, con los dólares dentro del Banco Central. Si no, debería ser tan o más importante el superávit comercial, pero para Caputo esto parece quedar en segundo plano de a ratos. Por más que cada tanto recuerde este apartado y lo nombre.

De esta manera, el “ajuste” que el gobierno necesitaba para obtener ese superávit y al mismo tiempo enfriar la economía no podía salir del gasto político, como lo había prometido en campaña el bufón de esta serie, o mejor dicho presidente de la Nación, Javier Milei. Éste representa menos del 1% del Producto Bruto Interno, mientras que el objetivo, dicho por el propio Milei, era reducir 5 puntos. 

Para septiembre de 2024, un estudio del Centro de Economía Política Argentina aseguró -en consonancia con todos los estudios realizados sobre el tema- que casi un tercio del ajuste cayó sobre el sector jubilatorio. Por esto mismo, el papel lamentable de la mayoría de los medios de comunicación durante la jornada de ayer es una canallada gigantesca, ya que, según su relato, no existió contexto para dicha movilización y pareciera que barras bravas nacieron de un tubérculo arrojando piedras al Congreso cuando ningún jubilado estuvo allí.

Habría que preguntarle entonces a estos periodistas si lo mejor era que los adultos de tercera edad fueron solos para que, otra vez, el operativo de terror de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, los reprima nuevamente. 

Es importante, por otro lado, hacer hincapié en lo mencionado anteriormente: el operativo está a cargo de Bullrich, una funcionaria que responde a las necesidades que otro funcionario (Caputo) tiene para llevar adelante su esquema económico que demanda miles de dólares al día para controlar el tipo de cambio y que no se dispare el precio de la divisa paralela.

Probablemente un grupo bastante grande de la opinión pública que le esquive al relato de “la culpa de los barras pendencieros” reduzca la discusión a la triste y vacía frase que tanto resuena en las movilizaciones populares: “Qué feo es ser policía” o “estudiá, no seas policía”, como si realmente no necesitáramos de una fuerza de seguridad al servicio de las necesidades de los argentinos, o como si su accionar no dependiera -a grandes rasgos- de las órdenes que bajen desde arriba. 

No es un conflicto con la lógica búsqueda de culpas en un grupo de uniformados que, muchas veces realiza su tarea incluso con saña, si no un problema con la posible reducción de estos acciones, y de que quienes realmente son los artífices salgan ilesos, utilizando como escudo a otro sector que, tal vez se alimente un poco mejor, pero que no deja de ser esbirro de las directrices del Poder Ejecutivo. 

Como se mencionó anteriormente, algo quedó dando vueltas en el aire, y sin bien la movilización se repetirá este miércoles 19 porque así es todos los miércoles desde hace año y medio, lo que se espera para esta jornada venidera parece, lejos de reducir, seguir ampliando el horizonte de protestas para una sociedad que -por momentos- parecería haber perdido el miedo.


Joaquín Bellingeri

Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.

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Fotoperiodismo: Brutal represión en Congreso y Plaza de Mayo dirigida por Bullrich

Fotoperiodismo: Brutal represión en Congreso y Plaza de Mayo dirigida por Bullrich

TIEMPO DE LECTURA: 2 min.
La jornada de protesta de miles de hinchas, autoconvocadxs, organizaciones sociales, políticas y sindicales que fueron a acompañar a los jubilados y jubiladas terminó en una sangrienta represión de las fuerzas de seguridad.

La marcha, reforzada por los sectores nombrados tras más de un año de represión a los jubilados, no llegó a nacer: mientras que se esperaba que inicie a las 17 horas, la represión policial, con gases lacrimógenos y disparos comenzó alrededor de las 16:20.

Tras esto, y como no podía ser de otra manera, el gobierno derivó las culpas en la reacción de los manifestantes, utilizando de chivo expiatorio cualquier categoría que desvíe el foco central: los jubilados, no solo ajustados, si no reprimidos desde hace más de un año.

Foto: Martin Nievas
Foto: Martin Nievas
Foto: Martin Nievas
Foto: Vanesa Roma
Foto: Vanesa Roma
Foto: Vanesa Roma
Foto: Juan Hincapie
Foto: Juan Hincapie
Foto: Juan Hincapie
Foto: Juan Hincapie
Foto: Juan Hincapie

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Ni un mísero veto resuelve el desastre financiero

Ni un mísero veto resuelve el desastre financiero

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En paralelo a la cruda imagen de represión a los jubilados, el Indec confirmó que la inflación de agosto fue del 4,2%. El objetivo de perforar los cuatro puntos se aleja para un Gobierno nacional que ha demostrado ser capaz de recortar cualquier área a fuerza de palos para conseguir un número al que no llega, mientras en el camino vende las divisas obtenidas.

En la misma jornada en la que el presidente de la Nación, Javier Milei, vetó la recomposición del 8% propuesta por Unión por la Patria y aprobada por ⅔ del Congreso, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicó que la inflación del mes de agosto fue del 4,2%. Mientras tanto, afuera del recinto, el protocolo anti piquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirma una vez más que el oficialismo está dispuesto a recortar a cualquier sector vulnerable a fuerza de represión, en pos de un número que no logra conseguir.

Desde el inicio de la nueva gestión nacional, el ministro de Economía, Luis Caputo, centró su plan en generar dos números “fiables” para atraer inversiones extranjeras: el superávit fiscal y la reducción del dígito inflacionario. Si bien el primero lo logra desde enero, aún no llega la promesa de dinero extranjero, mientras que la segunda choca una y otra vez contra su propia inconsistencia.

Para lograr este superávit financiero, el titular de la cartera económica dispuso una mega devaluación al son de una liberación de precios y un congelamiento de los salarios que “enfríe” la economía, ya que el nivel de compra general se retrajo, lo cual, en sus planes, bajaría la inflación rápidamente. De manera penosa, lo único que bajó fue la propia inflación generada por estas medidas, pero la barrera de cuatro puntos, impuesta como meta por el propio Caputo hace ya dos meses, no logra ser superada.

El dato repartido por el Indec es incluso peor que el del mes pasado, no solo porque por segundo mes consecutivo se resiste al objetivo oficialista, sino porque además mostró un rebote de 0,2, todo esto aún con la contención del tipo de cambio oficial, atrasado tanto para el sector agroexportador como para el Fondo Monetario Internacional. Esta actualización podría ser lapidaria, ya que Caputo esperaba el ingreso de divisas por inversiones antes de tener que llegar a esta instancia.

Sin embargo, las inversiones no llegan ante la legible fragilidad de un plan sostenido a ajuste y represión, tal y como se vio nuevamente este miércoles cuando jubilados y jubiladas se expresaron ante la negativa de una mínima recomposición para el sector sobre el que más se sostiene el ajuste. A su vez, las divisas que el gobierno había logrado comprar durante el primer trimestre con este recorte presupuestario sobre el Producto Bruto Interno, fueron vendidas durante los meses posteriores para intervenir precisamente el tipo de cambio Blue, que se disparó ante el atraso del oficial. En este punto se vio cómo el gobierno realizó un “manotazo de ahogado” para que las benditas inversiones lleguen.

Si bien ahora un caudal de inversiones podrían llegar mediante las estrategias de liquidación del gobierno como lo son el blanqueo de capitales, el Régimen a las Grandes Inversiones o la misma venta de empresas públicas, la situación financiera del gobierno pende de de un hilo desde hace meses, cuando el blue se separó por su cuenta como señal de que el plan se había agotado. Solo un fuerte ingreso mediante una de las tres vertientes nombradas anteriormente pueden llegar a rescatar dicho plan antes de que alguna de las variables liquidadas haga estallar un nuevo proceso inflacionario o, lo que puede ser aún peor, una nueva intervención sobre las reservas de cajas de ahorro.

“Todo esto debe tener un costo político; las reservas cada vez bajan más, puede haber algún ingreso mediante el RIGI, o de las privatizaciones, pero tiene un lapso corto, a Cavallo en los 90 le duraron dos años”, explicó al respecto la economista y docente, Clara Razu, en comunicación con Radio Trinchera.

Este panorama mencionado demuestra lo en vano que son las imágenes vistas este miércoles en las calles de Buenos Aires, o el miércoles anterior, o en ocasiones anteriores como la represión ante la Ley Bases. La variable de ajuste del gobierno, es decir los trabajadores y jubilados, son reprimidos constantemente (como nunca debería suceder), pero a su vez, a costa de un plan financiero totalmente inconsistente.

“Parece que el piso de la inflación es cuatro, y mientras que en los primeros nueve meses de Milei la variación de precios fue del 144%, mientras que en la misma comparación con Alberto Fernandez y Massa te da 23% y 119% respectivamente”, aseguró por otro lado Razu, sobre el informe publicado el mismo miércoles por el economista Alfredo Serrano Mancilla, y reiteró: “Hay algo que no está funcionando porque los dólares no llegan, y evidentemente el déficit fiscal no es el problema, pero de eso se encargará el presidente el domingo cuando presente el presupuesto”.


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Nada nuevo: ajuste y palos para los jubilados

Nada nuevo: ajuste y palos para los jubilados

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El sector jubilatorio es uno de los más recortados en la búsqueda de sostener el superávit fiscal del gobierno nacional desde que asumió. La promesa de “ajustar a la casta” se convirtió rápidamente en ajustar, entre otro, a uno de los sectores más vulnerables. Ante las protestas, la respuesta no fue nueva: palos y represión.

Todos los miércoles, un conglomerado de jubilados se reúne en la vereda de Avenida Rivadavia en la ciudad de Buenos Aires para reclamar aumentos sobre sus asignaciones. Según diversos estudios, se trata del sector fundamental en el cuál se sostiene el ajuste que lleva adelante el gobierno de Javier Milei, que asumió el 10 de diciembre prometiendo que tal ajuste recaería sobre los sectores privilegiados a los cuales quiso llamar “la casta”. Ocho meses después, el resultado es el mismo que se experimentó durante la década de los ’90 y principios de los 2000, con rechazos a ajustes mezquinos y represión sobre el sector cuando reclama.

El encuentro de este miércoles del sector jubilatorio estuvo trazado por un nuevo golpe directo hacia su bolsillo: el presidente vetó el pobre aumentó de 8% que distintos sectores de la oposición habían logrado otorgar a través del parlamento en sus ambas cámaras. La propuesta había surgido desde Unión por la Patria, y obtuvo ⅔ de los votos en ambas sesiones. Por si esto fuese poco, dicha movilización finalizó con una feroz represión de la policía a cargo de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, junto a la de CABA, a través de golpes con palos y lanzamientos de gases lacrimógenos. 

Al igual que en el año 2001, cuando el gobierno de Fernando de la Rúa sostenía un tipo de cambio atrasado de un peso al valor de un dólar, y la por entonces ministra de Trabajo Patricia Bullrich recortó un 13% del salario al sector jubilatorio seguido de represión, hoy el gobierno nacional sostiene un tipo de cambio de 1000 pesos al valor de un dólar a través de la reducción casi total y deshumanizante del financiamiento en distintos sectores como el mencionado, y los vuelve a reprimir.

Si bien algunas voces dentro de la opinión pública intentan titular que el sector jubilatorio se moviliza por un escaso porcentaje de aumento, está a la vista de quien quiera investigar que estos, así como el sector trabajador en general, vieron como desde que asumió La Libertad Avanza sus ingresos fueron triturados por las medidas de liberación de precios ejecutadas a través del DNU 70/23, junto al congelamiento del salario mínimo y los haberes jubilatorios. Mientras que los primeros, en el menor de los casos, pudieron haber recibido algunos aumentos que intenten recomponer esta pérdida, los segundos dependen totalmente de decisiones tomadas a través del poder ejecutivo, o, eventualmente, del legislativo. 

De esta manera, durante el mes de enero, cuando las altas inflaciones de diciembre (25%) y enero (20%) se trasladaron a precios, el gobierno nacional recortó las jubilaciones en un 43,2% en términos reales, según la consultora Analytica. A partir de allí, las mismas quedaron congeladas con aumentos leves casi a la par de los siguientes dígitos inflacionarios, pero sin poder recuperar el daño significativo de diciembre y enero, y que además ya venían sufriendo -en menor escala- años anteriores. 

Además de esto, es fundamental añadir los recortes paralelos que denigran aún más la vida de los jubilados, como lo es la quita de cobertura del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) en medicamentos a partir del primero de septiembre. Mientras que hasta el momento cubría una base de medicamentos al 100%, a partir del comienzo del próximo mes, el organismo reintegrará montos desde 40 a 70%, lo cual se estima que dejará sin medicamentos a un gran grueso de jubilados. 

De yapa, al oficialismo no le tembló el pulso y ordenó reprimir al sector vapuleado, ante lo cual distintos dirigentes se han expresado. “Hoy hubo una organización más grande de la habitual y hubo una clara decisión de la policía de tomar una actitud distinta a la que tiene todos los miércoles”, aseguró Germán Martinez, jefe del bloque de diputados de UxP.  “Reprimieron con tal saña que dejaron sin vista a varios manifestantes y a trabajadores de los medios que cubrían el reclamo”, añadió por su parte la diputada Viviana Blasi.

También se pronunció al respecto Amnistía Internacional Argentina: “Las imágenes muestran a personas mayores heridas y siendo golpeadas por la policía. ¿Por qué reclaman? Por una vida digna y contra el veto de Milei, que se niega a darles un aumento de apenas el 8,1%. Hoy la jubilación mínima está por debajo de la línea de pobreza. Más de 3 millones de jubilados cobran menos de lo que cuesta la canasta básica”.

 

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Se revelaron testimonios aterradores de las y los presos políticos tras la represión en Congreso

Se revelaron testimonios aterradores de las y los presos políticos tras la represión en Congreso

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Tras la conferencia de prensa realizada en las puertas del SERPAJ por familiares de detenidos y detenidas durante la manifestación por la Ley Bases, se destaparon narraciones que nos recuerdan a los días más oscuros de nuestra historia: el Gobierno nacional aplicó la tortura y el terror para suprimir el derecho a la protesta.

La alarma que comenzó el miércoles pasado en Plaza de los Dos Congresos, en el marco del tratamiento de la Ley Bases, cuando el operativo de seguridad del Gobierno nacional, a cargo de Patricia Bullrich, barrió con una feroz represión a las multitudes que se habían acercado a ejercer su derecho de protesta, la medida se extendió durante los días posteriores cuando quienes fueron detenidos azarosamente durante la jornada continuaron privados de su libertad. Pasada una semana de este hecho, aún son 5 de los 33 detenidos quienes siguen presos.

El Gobierno nacional decidió enmarcar la aprobación de su ley de saqueo, blanqueo de capitales mega millonarios y poderes monárquicos al presidente, Javier Milei, con otro capítulo oscuro más para la historia de nuestro país: hubo represión, negación al derecho a huelga, presos políticos, y el acto mas perverso como final: la utilización de la tortura y el terror psicológico como método para imponer un régimen que no escucha las quejas del pueblo. Los testimonios que comprueban dicha situación fueron narrados tanto por familiares como por algunos de los detenidos que fueron liberados.

Desde la misma noche en la que las fuerzas policiales barrieron la protesta a fuerza de balas de goma, gases lacrimógenos y camiones hidrantes, un comunicado oficial de la Oficina del Presidente enmarcó una narrativa que preparó el terreno para las prácticas anteriormente nombradas: trató de terroristas a los manifestantes y de intento de golpe de Estado a la movilización en contra de la ley que se discutía ese día en el Senado. 

Tras el correr de los días, los detenidos se convirtieron en presos políticos a quienes se acusó de distintos cargos totalmente alejados de las funciones que cada uno cumplía allí. Ante esto, este lunes diferentes organizaciones sociales y por los Derechos Humanos (DDHH) como también familiares de las personas detenidas se manifestaron y convocaron a una conferencia de prensa con movilización y protesta por la “libertad inmediata” de las y los detenidos en la puerta del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ). A partir de aquella instancia que inició al mediodía, surgieron tanto de boca de familiares como de quienes fueron liberados los relatos de tortura.

Una de las narraciones que más trascendió fue la de Matías Ramirez, quien si quiera fue al Congreso en carácter de protestante, si no que vendía choripanes.

“Apenas entramos nos pusieron contra una pared y nos empezaron a tirar gas pimienta. Nos desnudaron y nos interrogaron. ¿Cuánto les pagaron por ir ahí, eh? ¿Y vos de qué agrupación sos? Ese tipo de cosas. Uno del grupo contestó que sólo peleaba contra la aprobación de la ley, y le metieron un cachetazo. A mí también. Después nos metieron en un pabellón con presos que ya llevan tiempo ahí”, contó el propio Ramirez a Página 12. Fue detenido cuando comenzó la feroz represión policial, alrededor de las 16:30, cuando juntaba sus pertenencias en su auto para retirarse. 

Otro testimonio que sorprendió y resonó fue el de Remigio Ocampo, quien tampoco participaba de manera activa, si no que vendía empanadas: “Hasta el chofer del camión que nos trasladaba nos interrogaba: ‘¿De qué organización sos?’, ‘¿En qué partido político estás?’ En cada fichaje volvían con lo mismo”, contó también para Página 12 .”En Marcos Paz lo mismo, y ahí uno me encaró y me quiso asustar diciéndome ‘mirá que soy malo’. Cuando nos estaban por soltar, nos gritaban que éramos unos ‘tirapiedras’, agregó.

Además, el hombre de 64 años explicó que llegó a comprender que, cuando se le explicaron los cargos en su contra, le dijeron “algo así como atentar contra el Estado, buscar un golpe de Estado”. “Cuando me preguntaron dije la verdad: no había ido a manifestarme, y si hubiera ido a eso tampoco hubiera cometido desmanes. Stornelli faltó a la justicia”, advirtió, y agregó ademas que “alguien comentó que había llamado Karina Milei” para “pedir que no nos largaran”. 

En simultáneo, tanto en relatos del mismo medio como otros que circularon en distintos medios de comunicación añaden un sinfín de situaciones de violencia y terror aplicado por las fuerzas policiales, que no califican como ejemplo ante el anonimato, pero que si comprueban una coherencia y cohesión en el accionar de las fuerzas a cargo del Gobierno nacional y de Patricia Bullrich. 

Cabe destacar además, que el accionar judicial de la jueza María Servini y el Fiscal Carlos Stornelli fueron garantes de dichos crímenes. Mientras que la primera deliberó azarosamente a quienes liberar, el segundo pretende apelar contra 14 de los primeros 17 que salieron en esta condición. 


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No hay dinero para comida, pero sí para reprimir: manifestante perdió la vista en un ojo por el accionar de las fuerzas represivas

No hay dinero para comida, pero sí para reprimir: manifestante perdió la vista en un ojo por el accionar de las fuerzas represivas

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El dinero que podría destinarse para la garantía de condiciones básicas de vida, termina en el financiamiento de operativos represores. Para los más necesitados no hay comida, pero sí hay bala.

La Asociación Contra la Violencia Institucional (ACVI), informó que, luego de recibir un balazo de goma direccionado al rostro, un manifestante perteneciente a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) perdió la vista en uno de sus ojos, en el marco de la movilización realizada el miércoles pasado que se realizó para pedir que se reanude el envío de alimentos a los comedores populares de todo el país, además de reclamar por la intervención destructiva y azarosa del Gobierno nacional a distintas cooperativas de trabajo.

Tras la brutal represión aplicada por el operativo de represión de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en coordinación con la policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, distintas imágenes develaron la crueldad aplicada. Desde un joven con el rostro ensangrentado hasta detenciones ilegales; desde un periodista del Multimedio Crónica baleado a camiones hidrantes que lanzaron agua con toxinas. El operativo policial se encargó de dar una clara respuesta ante el mínimo pedido humano que puede expresar una sociedad, que es la entrega de alimentos. No hay dinero para comida, pero sí para reprimir.

Tras varios días, el caso que aún trasciende es el del joven militante que perdió la vista de uno de sus ojos luego de que le dispararon a quemarropa, lo que rememora a la situación vivida meses atrás en Jujuy, cuando el gobernador Gerardo Morales llevó adelante un operativo de represión similar ante las protestas por la reforma constitucional provincial, o a lo acontecido en Chile en 2019, donde los policías carabineros realizaron maniobras similares ante reclamos de estudiantes y trabajadores. 

“Este hecho ya es sistemático”, aseguró para Radio Trinchera Fernanda Pereyra, Secretaria de Relaciones Internacionales de UTEP y coordinadora de la CTD Anibal Verón, quien también aseguró que con ACVI llevarán a cabo “una denuncia contra la violencia institucional en la justicia nacional, planteando que se identifique al policía que efectivizó el disparo, pero también con el objetivo de saber cuales son las órdenes que se le están dando a las fuerzas de seguridad para estas manifestaciones, porque van a continuar”.

Así mismo, recordó que en el marco de la movilización de rechazo a la Ley Ómnibus, “policías motorizados le dispararon a un abogado, que a día de hoy se encuentra en la misma circunstancia que el compañero este, que fue herido y reprimido este miércoles”, y reforzó nuevamente que este accionar ya es costumbre. 

Con respecto al joven perteneciente a UTEP atacado este miércoles, detalló: “Le dispararon a corto plazo, a la cara, como dispararon en general en todo ese día. La herida fue en el tabique, esta se trasladó al párpado, y cuando fue a la guardia le dijeron que tome una medicación y que vuelva. Cuando volvió le transmitieron que perdió la visión en ese ojo, y ahora tiene que continuar un tratamiento para salvar el ojo ocular”.

En perspectiva, Pereyra recordó que estas prácticas fueron llevadas a cabo también durante el gobierno de Mauricio Macri, sobre todo en los años 2017 y 2018 -lo más caldeados socialmente- “casualmente cuando la ministra de Seguridad era la misma que ahora”. “Quieren dejar un mensaje claro, que es que por ir a reclamar alimentos terminas con la pérdida de un ojo”, concluyó.


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Brutal represión del gobierno a trabajadores

Brutal represión del gobierno a trabajadores

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El pedido de condiciones dignas de vida ante la inminente crisis alimentaria, pobreza ascendente y la desarticulación a adrede hacia las cooperativas de trabajo finalizó con golpes y detenciones ilegales hacia los manifestantes. El protocolo de represión de la ministra Bullrich hizo su aparición una vez mas.

Ante la inminente crisis alimentaria profundizada con el recorte nacional en alimentos para los comedores sociales a lo largo y ancho del país, en un marco de licuación del poder adquisitivo que llevó a la pobreza al 60%, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), junto a otras organizaciones sociales por fuera del sindicato, realizaron este miércoles una nueva instancia del plan de lucha y emergencia social que se lleva a cabo desde hace meses.

La desestabilización del programa de contraprestación Potenciar Trabajo y la desarticulación de varias cooperativas a través de la baja de las potestades legales fueron un cimbronazo para millones de trabajadores cooperarios que vieron como, en una elección azarosa, su construcción burocrática que visibiliza su trabajo fue dada de baja de un momento para el otro. “Ellos piensan que sacándonos los alimentos o salarios y cortando la posibilidad de coordinar, organizar o ser parte de un colectivo nos van a dejar fuera de juego, y eso es un error”, aseguró en diálogo con Radio Trinchera la Coordinadora Nacional de la CTD Aníbal Verón y referenta de la Corriente NuestraPatria, Fernanda Pereyra.

Pereyra, de larga trayectoria en la construcción de las organizaciones sociales y el trabajo cooperativo como salida a los altos niveles de desempleo y pobreza percibidos en la década del 90 y a principios de los 2000, explicó que justamente estos sectores de la economía nacieron en la lucha por los programas que hoy el gobierno de La Libertad Avanza pretende desarticular. “Las organizaciones nacimos todas sin esos beneficios que justamente logramos en lucha, y no, no vamos a dejar de existir porque ellos decidan sacarnos la potestad de las unidades de gestión y certificación”, rememoró, y además afirmó: “Enfrentamos a un gobierno que tiene como objetivo la eliminación y la desarticulación de los movimientos populares y organizaciones sociales, con medidas despiadadas como faltantes de mercadería desde que asumieron el 10 de diciembre”.

Para variar, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en coordinación con el operativo nacional dispuesto por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, enfrentó la movilización mediante una brutal represión de efectivos policiales, con golpes y detenciones ilegales, además de la utilización de gas pimienta y chorros de agua de camiones hidrantes, hecho celebrado por el presidente de la Nación, Javier Milei, quien a esta altura de las circunstancias ya se convirtió en un digno represor de procederes dictatoriales.

Mientras el plan del Gobierno nacional de miseria planificada funciona a la perfección, con la desregulación de precios a las grandes empresas de cada rubro de este país (en las últimas dos semanas se dieron de baja la yerba mate, harinas y ahora los de cable, internet y celular) la inflación no cesa y los salarios cada vez se pulverizan más, acrecentando una brecha de pobreza cada vez mayor. Como si esto fuese poco, el paso siguiente de este malévolo proceder son situaciones como las narradas previamente, con un aparato represivo que promete golpear y detener a quienes reclaman condiciones dignas de vida.

Más allá de ello, las organizaciones sociales nacieron de este barro, y bien saben lo que significan este tipo de situaciones. “Nosotros vamos a seguir organizando, vamos a seguir laburando el territorio, porque somos los que lo caminamos, y cada compañero decidirá cuál será su destino, pero ante más complejidad se necesita más organización, no funciona como el gobierno cree”, concluyó Pereyra.

¿¡Cómo llegamos hasta acá!?

¿¡Cómo llegamos hasta acá!?

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En vísperas de las Paso, corre sangre por las calles de la capital mientras se prende fuego la pantalla con policiales y atomizaciones sociales. Vuelve a sonar en boca de algunos pocos, el para nada entrañable “que se vayan todos”. De repente, despertamos en una agónica primavera, en el vértigo cotidiano de una realidad en cámara rápida y es válido preguntarse ¿¡cómo llegamos hasta acá!?. En esto que podría ser el trailer de una serie de Netflix que, total (realidad o no), muchos solo miran por tele y comentan por twitter.

“Me gustas democracia, pero estás como ausente”.

La palabra democracia desde un periodo no muy lejano pero extenso, viene recibiendo batacazos de una singularidad ya conocida por el pueblo argentino y, también, por el pueblo latinoamericano. 

La coyuntura, se ciñe sobre sí misma. Para todos aquellos que hacemos de la historia una clave de lectura sobre la cual proyectamos el presente y con la cual renegamos del silencio tumultuoso que impone la posmodernidad (con su borramiento recurrente de la memoria), los estímulos recientes son en primera instancia escalofriantes. 

¿No se les eriza la piel –me pregunto– a los habilidosos twitteros que hacen de la opinión pública la arena de tensión sobre la cual se disputa el sentido común? ¿Es indistinta la muerte para aquellos “buenos ciudadanos” que optan por avanzar sobre el silencio y la desmemoria, o simplemente miran para otro lado? Aún peor ¿qué celebran los que imponen el #unomenos al ver un piquetero muerto en el obelisco? 

Si llegamos hasta acá, es porque la disputa de sentido, viene siendo una batalla perdida. En los haberes de construcción democrática, sus pilares fundamentales dependen de los libros consultados. Democracia, ¿que es la democracia? El liberalismo se impuso a groso modo en la disputa de contenido. Libertad, propiedad privada, individualismo, parecieran ser los pilares del proyecto democrático imperante. 

A 40 años de su re-conquista, es necesario volver a poner signos interrogantes a lo que esta palabra significa. Hay democracias como hay distintos tipos de proyectos de país y, a priori, podríamos decir que la disputa entre esos proyectos, debería desarrollarse a través de consensos que habiliten diálogos multilaterales, que a su vez integren, mediante votación, la voluntad popular como factor determinante en esa construcción. 

Esto quiere decir que, en principio, la participación política de los ciudadanos queda limitada a la emisión de un voto, mediante el cual se postulan sus representantes quienes administrarán y definirán el rumbo de la política. Esta democracia de representaciones, no solo deja sabor a poco sino que además implica un vaciamiento del sentido y del compromiso político de las y los ciudadanos.

 ¿Qué implica esto en un año electoral, a días de las paso? 

En el 2023 nos encontramos con un escenario poco feliz. Ayer 10 de agosto, murió Facundo Molares a manos de la policía de la ciudad de Buenos Aires, gobernada por Horacio Rodríguez Larreta -actual candidato a Presidente de la Nación-, quien ordenó reprimir una concentración de militantes que expresaban su disconformidad con el proceso electoral que se avecina, postulando que son una “farsa electoral”. 

Facundo Molares, de 47 años, fue asesinado -entradas las cinco de la tarde- sobre las baldosas lustradas de la gran ciudad capital. Pocos son los hombres que tienen una trayectoria similar a la de este compañero. 

Apresado en Bolivia tras una movilización en oposición al golpe de Estado contra Evo en 2019, estuvo 25 días en coma -esposado a la camilla- producto de un balazo que recibió en esa expresión callejera. Posteriormente, siguió privado de su libertad hasta el retorno democrático del país hermano, monento en el cual consiguió la repatriación a territorio Argentino. 

Una vez en su país natal (2022), desde Colombia solicitaron su extradición, la cual fue concedida por el Juez Otranto incluso posteriormente al pronunciamiento de la JEP (organismo creado tras los acuerdos de la Paz de La Habana, para llevar adelante los procesos judiciales e investigar y analizar cada caso) que sostuvo que tal medida significaba una sentencia de muerte asegurada para Molares. 

Desde la Correpi sostienen, que el gobierno de Larreta, hizo de manera encubierta lo que no pudieron hacer ni en Bolivia ni en Colombia: matar a Facundo. 

No es, ni por asomo, la primera vez que se entretejen sospechosamente en la coyuntura nuestroamericana las articulaciones de ciertos grupos de poder concentrado, las fuerzas de seguridad y la muerte de militantes políticos.

“Seguir adelante en la lucha hasta que nuestro pueblo sea digno y feliz, hasta que nuestro país y el mundo vivamos en armonía y fraternidad”. Esas fueron las palabras pronunciadas por Molares una vez conseguida la libertad en Argentina.

Cuando hablamos de democracia, deberíamos poder hablar de un proyectos de país y de un futuro que nos involucre a todos y a todas quienes habitamos el territorio nacional; de garantías socioculturales y económicas que faciliten el acceso a los bienes a los cuales todos tenemos derecho por igual: acceso a la educación, a la vivienda, a la salud, al trabajo digno, a los derechos básicos, a la soberanía y a la dignidad. 

Hoy, cuando prendemos las pantallas de televisión, los medios hegemónicos nos bombardean con noticias que alimentan un estado de caos, de violencia y disconformidad entre los ciudadanos. Las que no vayan en clave de desorden y violencia, no son noticiables. Todo aquello que no aporte a la desestabilización, quedará vedado de las pantallas y demás medios (des)informativos. 

Ayer murió Facundo a manos de la policía. Ayer murió un compañero a manos de Horacio Rodríguez Larreta. ¿Es parte de la campaña electoral hacer correr sangre en las calles? ¿Esta es la mano dura que exige la gente, como respuesta al escenario que se alimenta mediáticamente, ese de crisis permanente? 

Durkheim diría en su momento que el delito y la violencia se rigen por los estándares que la sociedad postula como límites morales. En otras palabras, la condena social que se activa en base a valores compartidos entre quienes integran dichas sociedades. Ese es el termómetro que habilita o desacredita un escenario de crueldad. 

¿Se generó un consenso dentro de determinados sectores de la sociedad que habilita muertes posibles? ¿Quienes alimentan la idea de que hay muertes necesarias? 

El “son ellos o nosotros” tweeteó Murphy tras el intento de magnicidio en septiembre del 2022. La proyección de “mounstros sociales” que recae permanentemente sobre los sectores populares, vinculados permanente con la criminalidad, la vagancia, lo irrecuperable, lo aparentemente irreconciliable dentro de su modelo democrático. El grito altivo donde se clama por el exterminio de los contrincantes políticos, el señalamiento permanente de la imposibilidad de generar consensos, ¿no es acaso (digámoslo ingenuamente) “sospechosamente” anti democrático? 

La denuncia y la amenaza de exterminio, sí, pero también, la impunidad de matar a militantes políticos en el centro de la Capital Federal, a las orillas del gran obelisco. O en el sur del país matar a Santiago e impunemente decir que se ahogó. El abandono de las instituciones y el cierre de ministerios, la amenaza y la persecución a los trabajadores, eso se juega en las elecciones, sí. Pero ¿la democracia es solo votar? ¿Es solo eso?

Ayer, Fernanda Pereyra, Secretaria de las Relaciones Internacionales de UTEP y Coordinadora Nacional de la Corriente NuestraPatria, en una entrevista realizada en Radio Trinchera, sostenía: “Mataron a un compañero que siempre estuvo del lado del pueblo, creía que cambiar y transformar un país es posible, pensando en una patria grande (…). Podemos estar de acuerdo o no, pero es incomprensible, que cuando estemos hablando de democracia, estemos hablando de que se mate a nuestros compañeros y compañeras“.

En aquel septiembre del 22’ capture entre las manos de la multitud un cartel que decía: “Me gustas democracia, pero estás como ausente”. Y quizá sucede que esa frase retumba en mi cabeza desde hace tiempo y hoy es la que me impulsa a escribir en esta clave. Quizá sea, que la angustia cala en mi subjetividad en forma de escalofrío. Pero hoy escribo por temor a que en lo efímero de los tiempos que corren, mañana ya no sea noticia que te mataron Facundo. Porque entre la sangre, también corre la tinta y tengo la esperanza, de que cuando esto pase. Tu nombre quede y se plante como bandera hasta la victoria del pueblo; esa, por la que luchabas.  

Hasta la victoria siempre compañero. Luchamos para vencer. 

LOMJE. 

Hoy Milagros Sala lleva 2764 días presa. Otro atentado a nuestra democracia.

Manu Bertola

Hija y nieta de la historia de nuestro pueblo. Estudiante de sociología. Nacida y criada en la ciudad donde las diagonales tocan el sol.

Jujuy resiste: La paz no se construye con balas

Jujuy resiste: La paz no se construye con balas

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

La reforma constitucional es un hecho. Las balas siguen al pie del cañón, al igual que la resistencia del pueblo jujeño.

El martes por la mañana, la legislatura provincial de Jujuy contó con la presencia de legisladores y del gobernador Gerardo Morales para ratificar y jurar la reforma constitucional parcial. De forma expeditiva y veloz, los constituyentes juraron al mismo tiempo, en vez de realizarlo de forma individual como dicta el protocolo ceremonial, y se adelantaron a la convocatoria original del acto que se había pactado para las seis de la tarde. De esta forma, el documento final de la reforma constitucional se aprobó en pocos minutos.

Afuera del edificio, un operativo policial recibió a miles de manifestantes con disparos de balas de goma y gases lacrimógenos: se disparó a distancias cortas apuntando a los ojos y cabezas para generar el mayor daño posible con este tipo de proyectiles. Un modus operandi de las fuerzas de seguridad que, si hacemos un paralelismo, resultan muy similar con los realizados por carabineros en Chile o los uniformados de peruanos.

La lista de detenidos y detenidas se difundió recién por la noche, con el saldo de 68 personas privadas de su libertad. Durante el día, los números de detenciones crecieron rápidamente con denuncias de personas que vieron cómo detenían a sus familiares, no solo en las inmediaciones de la legislatura, sino incluso, en distintos barrios de la ciudad con vehículos no identificados y sin órdenes de detención

La cacería fue tal que hasta la referenta de la organización Tupac Amaru, militante y presa política desde hace más de siete años, Milagro Sala, recibió la visita en su domicilio de los jueces Fernández y Cattan, y del fiscal Rondón, que le exigieron que entregue su celular para su revisión sin una orden judicial. Fue un “allanamiento implícito“, según denunció la abogada, ex representante legal de Sala y ex ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gomez Alcorta.

Pero ¿cómo se llegó a este escenario?

Reforma (in)constitucional

El 22 de mayo comenzó a sesionar la Convención Constituyente y a la par, se organizaron las primeras protestas en distintas partes de la provincia. En un primer momento convocadas por comunidades indígenas y sindicatos de trabajadores y trabajadoras de la educación. El 15 de junio, el oficialismo de Juntos por el Cambio y el Frente Justicialista, aprobaron la reforma, lo cual generó más movilizaciones y que gran parte de la población adhiriera a la resistencia al proyecto.

Los pueblos originarios, comenzaron una caminata a San Salvador de Jujuy en lo que llamaron el “Tercer Malón de la Paz”, haciendo referencia al histórico Malón de la Paz de 1946 cuando caminaron hasta Capital Federal para exigir la titularización de territorios. La consigna que llevaban -y llevan- fue el rechazo a la reforma “inconstitucional” además de rechazar la exploración y la explotación del litio en la cuenca de Salinas Grandes.

Al mismo tiempo, los docentes jujeños reclamaban por sus salarios y reafirmaban su disconformidad con la reforma. Es así que las protestas se entrecruzaron ya que “en Jujuy el 60% de la población es indígena” y “también son parte de la docencia que exige mejoras salariales”, según declaró la mburuvicha Gabriela Situé a la agencia Presentes.

¿Qué puntos de la reforma fueron denunciados por el reclamo popular? El artículo 67 sobre el “Derecho a la Paz Social y la Convivencia Democrática Pacífica” es el más mencionado ya que pone límites a la protesta social, prohíbe los cortes de calles y de rutas, y establece que serán penados como contravenciones graves. Por otro lado, un artículo propone eliminar las elecciones de medio término y que “el partido que obtenga la mayoría de votos en las elecciones para Gobernador (obtendrá) la mitad más uno de las bancas de la Legislatura”, acrecentando de esta forma, el alcance político de Morales -y de Juntos por el Cambio- en los tres poderes. También se denuncian los artículos 74 y 75 referidos a la problemática de las tierras fiscales, el artículo 68 sobre los recursos naturales y el artículo 95 sobre el agua.

Los dos artículos más resistidos fueron los 36 y 50, por lo que Morales decidió dar marcha atrás. El primero trataba sobre los “derechos y garantías de las comunidades de los pueblos indígenas” el cual supuestamente iba “a reconocer las personerías jurídicas de las comunidades y la entrega de la posesión y la propiedad de las tierras comunitarias que realmente ocupan las comunidades”. Y si bien suena consensual, sin embargo, estaba rodeado de inconstitucionalidades que no permitirían su plena implementación, además de ser poco específico y dejar grises importantes.

El segundo artículo correspondía al “derecho a la propiedad privada” el cual establecía “mecanismos y vías rápidas y expeditivas que protejan la propiedad privada y restablezcan cualquier alteración en la posesión, uso y goce de los bienes a favor de su titular“, y agregaba que sería considerado como una “grave violación al derecho de propiedad la ocupación no consentida” y habilitaba el desalojo del territorio. De esta forma, los titulares registrales de los terrenos tendrían condiciones favorables en las disputas con comunidades indígenas sobre sus territorios ancestrales.

El día lunes, el gobernador Morales dio una conferencia de prensa donde anunció que se volvería atrás con los artículos 36 y 50 por la disconformidad de las comunidades, pero ratificó que mantendría en pie el artículo 67 junto con el resto de modificaciones. En esa misma exposición calificó a la reforma de “moderna y progresista” y mencionó que su consigna es “la paz”. A su termino responsabilizó del conflicto al gobierno nacional y reiteró su pre-candidatura a presidente de la Nación. En paralelo, comunidades indígenas seguían planteando su disconformidad transversal con el resto de los artículos y denunciaban la inconstitucionalidad de la reforma.

Pedimos la renuncia del gobernador de la provincia, la nulidad de la reforma inconstitucional, por lo que también llevaremos adelante la denuncia al Estado provincial por la violación sistemática del convenio 169 de la OIT”, declaró para Revista Trinchera, Nestor Jerez, referente de Organización de Pueblos Indígenas del Noroeste de Argentina (OPINOA). El convenio 169 estipula que debe existir una apropiada “consulta previa, libre e informada” para estos procesos y que según denuncian desde la Asamblea Abierta del Tercer Malón de la Paz, nunca existió. Si bien el gobierno provincial declaró que se abrió un espacio de diálogo, la contraparte denuncia que existió una reunión pero solo con “facilitadores interculturales de salud indígena todo para querer justificar una falsa consulta“.

¿Quién gana y quién pierde?

El martes, luego de la jura precoz de la reforma constitucional, representantes de Juntos por el Cambio a nivel nacional realizaron una conferencia de prensa en apoyo a Morales. Una foto en unidad de la diversidad que compone al partido que se responsabilizó al oficialismo nacional -al Frente de Todos o Unión por la Patria- de generar el caos social.

¿Quién gana? El que nacionaliza el conflicto y se lo adjudica, en favor o en contra de los acontecimientos, pero en fin, muestra un resumen de su plataforma electoral: Juntos por el Cambio confirmó que lo vivido en estos días en Jujuy es una muestra de su plan ideal de gobierno. El oficialismo nacional no logró esa foto de unidad para repudiar la situación y hacerse carne de un proyecto de país que se encuentre del otro lado de la vereda, junto al pueblo.

No obstante, no solo se trata de una batalla electoral, sino también, de las consecuencias del avance de un modelo extractivista que se alienta desde las multinacionales extranjeras en alianza con los sectores de poder del país, en pos del saqueo de los bienes comunes estratégicos, en el caso de Jujuy, especialmente del litio.

No es azarosa la comparación previamente hecha sobre los mecanismos de represión de las fuerzas de seguridad argentinas con los de países de la región. Conflictos similares ya han aconteciendo en toda Nuestra América y seguirán sucediendo mientras se pretenda imponer modelos que no tienen en cuenta las opiniones de los pueblos que padecen esas formas extractivas. De igual modo, es necesario discutir y consensuar proyectos de país y de región donde se reconozca la importancia estratégica de los bienes comunes para ejercer nuestra plena soberanía como Estados. La entrega de esos territorios ricos en bienes estratégicos que atraen a las multinacionales saqueadoras extranjeras y su necesario disciplinamiento de la población para evitar su resistencia, no son una opción viable.

El plan sistemático de avanzada sobre los territorios del sur global debe ser entendido como una problemática interseccional e integral. De no ser así, los dueños del país seguirán siendo aquellos con vocación de colonia. Las organizaciones sociales, gremiales y políticas, no sólo de Jujuy, sino de todo el país, proyectan una agenda de lucha para los siguientes días ¿Qué seguirá en el plan de Morales?


Agustina Flores

Hija de los vientos patagónicos. Compañera (in)esperada de la militancia para la liberación. Entusiasta del puño y la letra. Lo personal es político, el periodismo también

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